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DOCTRINAS
BIBLICAS
Creencias que Importan.
PRIMER TOMO
por Dr. Marcos G. Cambron
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SPANISH LITERATURE MINISTRY quiere expresar su
profundo agradecimiento a los hermanos en Cristo en Méjico,
Puerto Rico, Nicaragua y los Estados Unidos que han donado
horas de trabajo y ofrendas de amor, los cuales han hecho posible
la realización de esta publicación.
Además, queremos agradecer al Dr. Mark G. Cambron por su
valiosa labor y por habernos dado el permiso de publicar su libro
en español. Es nuestra oración que sea una bendición a los
pastores, misioneros y todo el pueblo de Dios.
Jerry D. Reece, editor.
Doctrinas Bíblicas, por Dr. Marcos G. Cambron.
Publicado por: Zondervan Publishing House
Gran Rapids, Michigan, USA
Primera Edición: 1954
Segunda Edición: 1961
Tercera Edición: 1963
Cuarta Edición: 1965
Quinta Edición: 1966
Sexta Edición: 1967
Séptima Edición: 1969
Octava Edición: feb. 1970
Novena Edición: set. 1970
Décima Edición : 1971
Undécima Edición: 1972
Duodécima Edición: 1973
Decimotercera Edición: 1974
*Publicado en español, con el permiso del autor, bajo los auspicios de La
Misión Bautista, Internacional, (BIMI), por Spanish Literature
Ministry, P.O. Box 9215, Chattanooga, TN. 37412, EE.UU. de Am.
Primera Edición : 1993.
Segunda Edición: 1998.
Tercera Edición: 2007
*Impreso en los Estados Unidos de América
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P R O L O G O
“El apóstol Pablo hizo una distinción entre "la leche" de la Palabra y las
verdades más profundas de la misma. Al escribir a los Corintios, él dijo:
"Os di a beber leche, y no vianda." (I Corintios 3:2) Por supuesto, los
creyentes que todavía son niños en Cristo prosperan al alimentarse de la
genuina leche de la Palabra. No obstante, con el desarrollo espiritual, la
vianda de la Escritura debe masticarse.
Uno se pregunta si la carnalidad predominante entre la gente religiosa se
habría evitado, si solamente hubiesen escuchado consistentemente a la
predicación doctrinal en sus iglesias. Albergamos el temor de que mucha
de la predicación de la época actual sea no sólo simple, sino superficial.
La superficie de la Biblia es apenas hojeada a la ligera, pero sus
profundidades son ignoradas.
¡Cuán agradecidos al Señor debemos estar por los colegios e institutos
bíblicos fundamentales en todos los países, en los cuales los jóvenes son
instruidos en el manejo de las grandes doctrinas de la Palabra! La
escuela bíblica, Tennessee Temple Bible School, es una de las escuelas
más destacadas del país con entrenamiento de esta clase, y se considera
afortunada de tener un maestro tan talentoso como el Dr. Mark G.
Cambron como su decano. La obra monumental del Dr. Cambron,
Doctrinas Bíblicas, nos revela cómo el autor se ha lanzado hacia lo
profundo de la Palabra de Dios y es diestro en presentarnos, de una
manera clara y concisa, esas gloriosas doctrinas de las cuales Dios en
Cristo es Autor, Materia y Fin.
¡Nos anticipamos a una amplia circulación de Doctrinas Bíblicas entre
pastores, estudiantes y obreros en este país y otros!”
Dr. HERBERT LOCKYER, D.D., LL.D.
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P R E F A C I O
"Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados." (Romanos 6:17) "Toda la Escritura es inspirada por Dios,
y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra." (II Timoteo 3:16-17)
En la actualidad, la urgente necesidad de la Iglesia es el conocimiento de
la Palabra de Dios. La iglesia es fría e indiferente ante el propósito
principal por el cual Dios nos ha dejado aquí - ¡ganar a los perdidos para
Cristo! Sin embargo, parece que algunos de los líderes más selectos de
Dios están cayendo en la red de diferentes sectas falsas de la actualidad.
De nuevo, la causa de este gran mal es la falta de conocimiento de las
doctrinas de la Palabra de Dios. Además, los hijos de Dios están
reincidiendo hacia el pecado. Los cristianos deben alimentarse de la
Palabra de Dios para crecer espiritualmente. De este modo, la Verdad de
Dios actuará sobre la vida y conducta de ellos. El hecho de que los
hombres no quieren prestar oídos a la sana doctrina es una señal de los
últimos tiempos - una señal que Cristo pronto volverá. "Pero el Espíritu
dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la
fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios." (I
Timoteo 4:1)
Hoy, más que nunca, los pastores y ministros necesitan usar (“trazar”)
bien la Palabra de Verdad. Lo que hace falta en muchas iglesias es la
predicación de doctrina fuerte para la edificación de los oyentes. Hay
almas que son salvadas, no obstante estas almas no están recibiendo el
crecimiento espiritual. La verdad edifica. El error destruye. Hay una
diferencia grande entre el creyente que cree la verdad y el que vive y
defiende la Verdad. Por tanto, el estudiante debe orar para que no sólo
conozca las doctrinas; sino que ellas se conviertan en una realidad de su
diario vivir.
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I N D I C E
Primer Tomo
I. TEOLOGIA p. 1
(La Doctrina de Dios)
II. CRISTOLOGIA p. 53
(La Doctrina de Cristo)
III. PNEUMATOLOGIA p. 125
(La Doctrina del Espíritu Santo)
EXPLICACION DEL SISTEMA DEL BOSQUEJO:
Para conservar espacio, hemos usado la siguiente identificación de
divisiones y sub-divisiones del bosquejo:
I DIVISION PRINCIPAL.
A SUBDIVISION.
1. Puntos bajo "A".
a. Puntos bajo "1."
(1) Puntos bajo "a".
(a) Puntos bajo (1).
Nótese: No se hará uso de indentación, sino solamente la forma y el
estilo de letra indicarán el punto del bosquejo y su modificación como lo
siguiente:
I DIVISION PRINCIPAL.
A SUBDIVISION.
1. Puntos bajo "A".
a. Puntos bajo "1."
(1) Puntos bajo "a".
(a) Puntos bajo (1).
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TEOLOGIA
(La Doctrina de Dios)
Bosquejo del capítulo I
I. LOS NOMBRES Y TITULOS DE DIOS A. Elohim
B. Jehová
C. Adonai
D. Combinaciones Jehovísticas
E. Combinaciones Eloísticas
II. LA EXISTENCIA DE DIOS A. Sistemas de teología falsos y verdaderos
B. Evidencias de la existencia de Dios
III. LA NATURALEZA DE DIOS A. Las definiciones de Dios
B. La espiritualidad de Dios
C. La personalidad de Dios
D. La trinidad de Dios
E. La auto-existencia de Dios
F. La infinidad de Dios
IV. LOS ATRIBUTOS DE DIOS A. Omnipotencia
B. Omnisciencia
C. Omnisapiencia
D. Omnipresencia
E. Eternidad
F. Inmutabilidad
G. Amor
H. Misericordia
I. Gracia
J. Fidelidad
K. Santidad
V. LA PATERNIDAD DE DIOS A. La enseñanza del antiguo testamento
B. La enseñanza del nuevo testamento
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CAPITULO UNO
T E O L O G I A
La palabra "teología" viene de la palabra griega theos, que significa
Dios. Por tanto, la teología es la doctrina de Dios. Para comenzar el
estudio de las numerosas doctrinas bíblicas debemos empezar con la
Fuente de todas las cosas, ¡Dios! No hay ninguno, nada, antes que El.
Antes que algo llegara a existir, El era. "En el principio creó Dios los
cielos y la tierra." (Génesis 1:1) "Dios, habiendo hablado muchas veces
y de muchas maneras..." (Hebreos 1:1) "En el principio era el Verbo, y
el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." (Juan 1:1)
*Las primeras cosas que estudiaremos son:
I. LOS NOMBRES Y LOS TÍTULOS DE DIOS.
El nombre de una persona, lugar, o cosa es aquello por el cual es
conocida. Los nombres de Dios son aquellos mediante los cuales El es
conocido. Ellos denotan su carácter. Los nombres del Señor son
aquellos por los cuales El es conocido a su pueblo. "Oh Dios, sálvame
por tu nombre." (Salmo 54:1) "En ti confiarán los que conocen tu
nombre." (Salmo 9:10)
Los nombres personales de Dios, Elohim, Jehová y Adonai, describen
el carácter de Dios y de sus acciones hacia la humanidad, distinguiendo
entre el Santo y el pecador.
A. ELOHIM.
La palabra Elohim, que es traducida "Dios," se encuentra más de mil
trescientas veces en las Escrituras. Sin embargo esto no es un nombre
personal de Dios, sino que es el título oficial de Dios, lo que El es, ¡Dios!
¡Elohim! La palabra elohim no es usada solamente para Dios, sino (1)
para los hombres: "Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos
del Altísimo." (Salmo 82:6 con Juan 10 34-35), (2) para ídolos: "No te
harás dioses de fundición." (Éxodo 34:17) Dicha palabra es el título de
Dios tal como la palabra "presidente." No es su nombre, sino su título.
De la misma manera, hay muchas clases de presidentes: de compañías,
de sociedades misioneras, etc. El nombre oficial de Dios es Elohim.
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Elohim es un sustantivo plural. Inmediatamente decimos que "plural"
significa dos o más. Esto es cierto del idioma castellano, pero no es así
en el idioma hebreo. En español tenemos dos números: singular, que
significa uno, y plural que significa dos, o más. En hebreo, sin embargo,
tenemos tres números: singular, que significa uno; dual, que significa
dos; y plural, que denota tres o más. Por tanto, Elohim es un sustantivo
plural, de tres o más. Génesis 1:1 declara: "En el principio creó Dios
(Elohim) los cielos y la tierra." Otro indicio bíblico de la Trinidad se
encuentra en Génesis 1:26. "Entonces dijo Dios (Elohim): Hagamos al
hombre a nuestra semejanza..."
El significado literal de Elohim es "El que Ejerce el Poder", "El Fuerte."
Y en el primer capítulo de Génesis se describe a Elohim ejerciendo su
poder en estas once palabras: creó, hizo, formó, movió, dijo, vio, llamó,
separó, puso, terminó y bendijo.
Ninguna criatura tiene poder, sino el que Dios le haya dado. El poder
pertenece a Dios. El hombre tiene que trabajar para lograr poder en
todas las facetas de la vida. Dios sólo tiene que hablar, y se hace. Dios
no solamente puede crear; sino que, puede sustentar lo que El ha
producido de la nada.
Elohim (Dios) tiene poder sobre los gobiernos. Daniel destacó esta
verdad, y Nabucodonosor lo experimentó. "...para que conozcan los vi-
vientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él
quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres." (Daniel
4:17) Lleno de orgullo en su corazón, Nabucodonosor fue herido de
locura hasta que reconoció que el Altísimo ciertamente gobernaba.
Entonces recobró su razón, y se convirtió en un fiel creyente de esta
verdad.
Elohim (Dios) tiene poder sobre los juicios, ya sean relativos a los
hombres, o a las naciones. Cuando El golpea, nadie puede resistirle.
La palabra El es la forma singular de Elohim. Esta se encuentra
doscientas cincuenta veces en las Escrituras. Es usada en los nombres
personales de hombres, tales como Samuel (pedido a Dios) y Elías
(Jehová es mi Dios).
B. JEHOVA.
Jehová es el nombre personal de Dios. Este es el nombre que está por
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encima de todo otro nombre. El significado de la palabra en sí es
"Redentor." Cada vez que es usada en las Escrituras dicha palabra está
conectada con el sentido de la liberación. "Cuando los capitanes de los
carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y lo rodearon
para pelear; más Josafat clamó, y Jehová lo ayudó, y los apartó Dios de
él." (II Crónicas 18:31)
A pesar de que el nombre personal de Dios, Jehová, se escribía, éste
nunca se pronunciaba. Los judíos consideraban que ese nombre era
demasiado sagrado para ser pronunciado por labios humanos. Hay la
posibilidad de que esta pronunciación no sea correcta, ni aun hoy, puesto
que el idioma hebreo se escribe sin ninguna vocal. El nombre Jehová,
en el hebreo, se deletrea JHVH. Confiamos en que lo estamos
pronunciando correctamente. Podría pronunciarse Jehevé, o Jihiví, o
Jahavá, o de muchas otras maneras diferentes. Cuando los escribas
llegaban a este nombre, Jehová, para copiarlo, se lavaban los cuerpos, y
las plumas con las que deletreaban este nombre eran limpiadas
minuciosamente. Aun en público, cuando los lectores de las Sagradas
Escrituras llegaban a esta palabra, no la pronunciaban, por temor de
pronunciarla en vano, sino que sustituían por ésta palabra, Elohim o
Adonai. Una de las razones por la que suprimían la palabra Jehová era
para inculcar en las mentes de la gente la santidad de su significado.
Cuando el Señor (Jehová) apareció ante Moisés en la zarza ardiendo, y
lo comisionó para que guiara a los hijos de Israel fuera de Egipto, hacia
la tierra prometida, Moisés preguntó, "He aquí, que llego yo a los hijos
de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿Qué les
responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El QUE SOY. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros."
(Éxodo 3:13-14) Jehová es el eterno YO SOY. No hay pasado ni
futuro con Jehová. El es el Presente Eterno, el Auto-existente, el que se
hizo conocer.
En Éxodo 20:2 leemos: "Yo soy Jehová tu Dios...Yo soy el Señor tu
Elohim." Había muchas clases de Elohim, pero había sólo un Jehová.
En la Palabra de Dios leemos, el "Elohim de Israel"; pero nunca, el
"Jehová de Israel"; porque no existe otro Jehová. Cuando Elías y los
profetas de Baal tuvieron una confrontación, fue para determinar cuál era
Elohim (Dios), ¿Jehová o Baal?
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Así es, Jehová siempre estuvo relacionado de una manera redentora con
su propio pueblo, pero esta relación con sus criaturas (incluyendo a los
no regenerados) fue siempre como Elohim. Lo mismo en la actualidad.
Dios es el Dios de todos los que no son salvos, pero El es Jehová, el
Padre de todos los que son salvos. El libro de Jonás nos da una ilustra-
ción de esto. En los capítulos tres y cuatro la gente invocaba a Elohim,
pero Jonás invocaba a Jehová. Los ninivitas eran hombres perdidos,
pero Jonás era salvo. Los primeros se convirtieron y se salvaron, y
pudieron, después de su salvación, llamar a Dios "Jehová." Véanse:
Jueces 7:14,15; II Crónicas 19:6-9; Génesis 7:16; I Samuel 17:46.
Tenemos otro nombre para Dios, y éste es Jah. Este se encuentra unas
cuarenta y ocho veces en las versiones corregidas. Algunos eruditos
bíblicos creen que Jah es una forma abreviada de Jehová. El significado
es el mismo. "Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que
cabalga sobre los cielos. Jah es su nombre; alegraos delante de él."
(Salmo 68:4) El nombre Jah está siempre relacionado con alabanza. Se
encuentra por primera vez (traducido como Jehová) en Éxodo 15:2.
Creemos que la palabra "Dios" (Elohim), siendo que es plural, como en
Génesis 1:1, definitivamente sugiere que la Trinidad creó los cielos y la
tierra. Sin embargo, los modernistas la interpretan de otra manera. Ellos
dicen que la cita mencionada debería leerse: "En el principio, Dioses
crearon los cielos y la tierra." Y la razón para esto, según ellos, es que
Israel, para empezar, creía en muchos dioses, pero que su religión
evolucionó hacia el monoteísmo. Esta forma de razonar con respecto al
asunto ha sido motivo de dificultad para muchos estudiantes
universitarios. ¿Hay algún pasaje bíblico que refuta esto? ¡Ciertamente
que sí!
Deuteronomio 6:4 dice, "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno
es." Ahora bien, al colocar los nombres Elohim y Jehová donde
corresponden en este pasaje, vemos que la Palabra revela la Trinidad.
"Oye, Israel: Jehová nuestro Elohim (tres, o más personas) es un
JEHOVA..." Por consiguiente, Israel comenzó con la creencia en un
Dios y luego su fe se degeneró y cambiaron la gloria del Dios incor-
ruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de
cuadrúpedos y de reptiles. (Romanos 1:23)
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C. ADONAI
El término Adonai realmente significa "amo", o "dueño", el que posee,
el que gobierna, el que bendice a los suyos. La encontramos primera-
mente en Génesis 15:1-2: "Después de estas cosas vino la palabra de
Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu
escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram:
Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el
mayordomo (adonai) de mi casa es ese damasceno Eliezer?"
Adonai puede siempre conocerse por la palabra "Señor," o mi Señor," en
el antiguo testamento de la Biblia. Existen dos formas diferentes de esta
palabra: la forma singular Adonai, y Adorai, que es plural.
Adonai es usada de dos maneras en las Escrituras cuando se refiere al
hombre en sus relaciones terrenales: (1) Como el amo de sus esclavos -
"Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor
(adonai), y le juró sobre este negocio." (Génesis 24:9), y (2) como un
esposo para con su esposa. "...como Sara obedecía a Abraham,
llamándole señor (adonai)..." (I Pedro 3:6) Véase: Génesis 18:12.
Un hebreo podía venderse a otro hebreo, quien se convertía en su amo;
pero no podía venderse para siempre, sino que fue puesto en libertad en
el año de jubileo. Sin embargo, había una manera por la que un esclavo
podía convertirse en esclavo para siempre, y ésta era por opción propia.
"...y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no
saldré libre; entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar
junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lezna, y
será su siervo para siempre." (Éxodo 21:5-6) Pablo dijo que él era un
esclavo de servidumbre (siervo) de Jesucristo, comprado por sangre y
vinculado por amor. Cada vez que uno menciona el nombre del Señor
Jesucristo, uno debe pensar, "El es mi Adonai." Jesús dijo, "Vosotros
me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy." (Juan 13:13)
D. COMBINACIONES JEHOVISTICAS.
1. Jehová-jireh. "El Señor proveerá." "...y llamó Abraham el nombre
de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de
Jehová será provisto." (Génesis 22:14) Esta era la ocasión cuando
Abraham guió a su hijo, Isaac, al monte. Isaac llevaba la leña. Abraham
llevaba el cuchillo y el fuego. Isaac preguntó dónde estaba el sacrificio.
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Y su padre Abraham, contestó, "Dios se proveerá de cordero para el
holocausto." Y Dios así lo hizo. Antes de que Abraham pudiera matar a
su hijo en sacrificio pedido por Dios, el Ángel del Señor detuvo su mano;
y al mirar hacia un zarzal vio al carnero que el Señor había provisto.
Hace casi dos mil años que el hijo de Dios llevó, El mismo, una carga de
madera, la cruz. El Padre sostuvo el fuego (que habla del juicio), y el
cuchillo (que habla de la muerte), y Dios ciertamente se proveyó de un
Sacrificio, su Hijo, por nuestros pecados. ¿Ha descubierto usted que El
es su Jehová-Jireh? Recuerde que, no importa lo que suceda, El es
Jehová-Jireh. "El Señor proveerá."
2. Jehová-Rapha. "El Señor que sana." "...y (el Señor) dijo: Si oyeres
atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hiciere lo recto delante de sus
ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos,
ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti;
porque yo soy Jehová tu sanador (Jehová-Rapha)." (Éxodo 15:26) El
es el Señor, el Médico. Dios no está diciendo, "Yo curaré tus
enfermedades," sino, "No te enviaré enfermedad a ti."
A este mundo se le llama un "mundo enfermo." David Livingstone se
refirió a África como a una "llaga abierta", y la razón por esto se debe a
la profunda herida del pecado en la humanidad. La palabra "sanar" es
una palabra interesante que significa "reparar, reformar o curar." La
curación perfecta está en Jehová-Rapha, puesto que "por su llaga
fuimos nosotros curados." (Isaías 53:5) Véanse: I Pedro 2:24 y Salmo
41:4.
3. Jehová-Nissi. "El Señor es mi estandarte." "Y Moisés edificó un
altar, y llamó su nombre Jehová-Nissi." (Éxodo 17:15) El Señor es
nuestra victoria. ¡El Cristo crucificado es nuestro Estandarte de Victoria!
4. Jehová-Zadash. "El Señor que santifica." "Y guardad mis
estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico (Jehová-
Zadash)." (Levítico 20:8) Dios es el mismo Señor para el cristiano,
como también para el hebreo. "...y diciendo luego: he aquí que vengo,
oh Dios, para hacer tu voluntad... En esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre." (Hebreos 10:9-10) Véanse: Hebreos 10:14 y Éxodo 31:13.
5. Jehová-Salom. "El Señor nuestra paz." "Y edificó allí Gedeón
altar a Jehová, y lo llamó Jehová-Salom; el cual permanece hasta hoy
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en Ofra de los abiezeritas." (Jueces 6:24) Hay sólo una manera de
asegurar la paz en la actualidad, y ésta es mediante el Señor Jesucristo.
"Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación." (Efesios 2:14) Véase: Romanos 5:1.
6. Jehová-Tsidkenu. "El Señor nuestra justicia." "En sus días será
salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste será su nombre con el cual
llamarán: Jehová, justicia nuestra." (Jeremías 23:6) Israel será
restaurado a la tierra de la promesa una vez más; y durante el Milenio,
Jehová será llamado Jehová-Tsidkenu, "El Señor nuestra justicia."
El Señor ciertamente vino, el único Justo, sin embargo le crucificaron.
Pero un día, El vendrá por segunda vez; e Israel lo reclamará como su
propia justicia. Hoy, Jesucristo es la única justicia que cualquiera pueda
reclamar.
7. Jehová-Shammah. "El Señor está allí." "En derredor tendrá
dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será
Jehová-Shammah (Jehová allí)." (Ezequiel 48:35) Cuando Israel
haya sido restaurada a su país, y la tierra sea llena del conocimiento del
Señor, Jerusalén será llamada Jehová-Shammah, "El Señor está allí."
8. Jehová-Sabaoth. "El Señor de los Ejércitos." "Y todos los años
aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a
Jehová de los Ejércitos (Jehová-Sabaoth) en Silo." (I Samuel 1:3)
Israel es el Ejército. El Señor es Jehová de los Ejércitos. Véanse:
Éxodo 12:41; II Reyes 6:14-23; Romanos 9:29; Santiago 5:4.
9. Jehová-Ra-ah. "El Señor es mi Pastor." "Jehová es mi pastor
(Jehová-Ra-ah); nada me faltará." (Salmo 23:1) Cierta vez una niña
estaba citando este pasaje y dijo lo siguiente: "Jehová es mi pastor, ¿por
qué habría de preocuparme?" ¿Ha encontrado usted al "Buen Pastor de
las almas?" ¿Ha encontrado paz perfecta, siguiendo al Salvador
dondequiera que El lo guíe? Los temores no podrán fastidiarlo; la
oscuridad no podrá angustiarlo; la pobreza no podrá destruirlo, si Jesús
es su Jehová-Ra-ah, su Pastor.
E. COMBINACIONES ELOISTICAS. (Derivadas de Elohim)
1. El Elyon. "El Dios Altísimo." "Entonces Melquisedec, rey de Salem
y sacerdote del Dios Altísimo (El Elyon), sacó pan y vino." (Génesis
14:18) El significa "Dios" y Elyon significa "el más alto, o sublime."
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El nombre compuesto se traduce, "el Dios Altísimo." Véanse: Deute-
ronomio 32:8; Daniel 4:34-35. Jesucristo es nuestro El Elyon. "Toda
potestad (autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra." (Mateo 28:18)
2. El Olam. "El Dios Eterno." "Y plantó Abraham un árbol tamarisco
en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios Eterno (El
Olam)." (Génesis 21:33) Así es, Dios es el "Dios Eterno", o sea, "El
Dios de los Siglos."
3. El Shaddai. "El Dios Todopoderoso." Esto se encuentra por primera
vez en Génesis 17:1. "Era Abraham de edad de noventa y nueve años,
cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso (El
Shaddai); anda delante de mí y sé perfecto." "El" significa "El
Fuerte." Shaddai viene de la palabra shad, que significa "pecho",
"pecho de mujer." Esto está ilustrado en Isaías 28:9. El Shaddai, por
lo tanto, significa "el Pecho de Dios", "el Alimentador", "el
Confortador", "el que Satisface."
Uno de los nombres atribuidos a Dios que es más apreciado por los
estudiantes bíblicos es El Shaddai, "Pecho de Dios", "el Fortalecedor,"
"el Dios Omnisuficiente," "el Dios Omniabundante," "el Dios que es
Perfectamente Eficaz," "el Dios que es Capaz." "Por lo cual puede
también salvar perpetuamente..." (Hebreos 7:25) ¿Por qué? Porque
Jesucristo nuestro Señor es nuestro El Shaddai, "El Dios que todo
puede."
II. LA EXISTENCIA DE DIOS.
A. SISTEMAS DE TEOLOGIA FALSOS Y VERDADEROS.
1. Deísmo. Este sistema reconoce que hay un Dios, pero niega que Dios
sustente la creación. De acuerdo a este sistema, "Dios es el Hacedor,
pero no el Preservador."
2. Ateísmo. Los que adhieren a esta creencia, así llamada, excluyen a
Dios totalmente.
3. Escepticismo. Los escépticos e infieles están llenos de dudas e
incredulidad con respecto a Dios, especialmente el Dios del libro de
Apocalipsis.
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4. Agnosticismo. Este concepto teológico no niega a Dios, pero niega
que Dios pueda llegar a conocerse.
5. Panteísmo. Todo es Dios, y Dios es todo. Todo lo que uno ve es
Dios. Dios está en todo. Dios y la creación son sinónimos.
6. Politeísmo. Esta es la creencia en muchos dioses. Hay varios dioses
sobre nosotros. Estos a su vez tienen dioses sobre ellos, éstos tienen
dioses sobre ellos, y así sucesivamente.
7. Triteísmo. Esta es la doctrina de tres Dioses.
8. Dualismo. Esta es la creencia en dos Dioses: un Dios que es bueno, y
un Dios que es malo. Ambos son iguales en poder y persuasión.
9. Teísmo. La creencia en la existencia de un Dios personal es conocida
como teísmo. Si uno llegara a gloriarse en esto, sería en vano, puesto
que uno debe conocer quién es Dios y cuál es su nombre, a fin de poder
confiar en El.
10. Monoteísmo. Esta es la doctrina de un solo Dios. Nosotros somos
monoteístas. Los judíos y los mahometanos son monoteístas. Si eso es
la verdad, ¿son salvos ellos? ¡No! "Tú crees que Dios es uno; bien
haces. También los demonios creen, y tiemblan." (Santiago 2:19) Creer
en un Dios no es suficiente; pero, "si confesares con tu boca que Jesús es
el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo." (Romanos 10:9)
B. EVIDENCIAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS.
Que el estudiante se dé cuenta de que la Biblia nunca trata de demostrar
que hay un Dios. La Biblia supone que los hombres saben que Dios
existe, y declara: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios..." (Salmo
14:1)
*Hay muchas evidencias de la existencia de Dios:
1. EVIDENCIAS INTELECTUALES.
a. El Argumento Institucional. "Aquello que está en el hombre, a veces
llamado las "primeras verdades"; la confianza de saber que hay un Dios
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sin que nadie revele tal hecho. Un niño sabe que hay un Dios. ¿Quién se
lo dijo? Todas las razas del mundo saben que hay un Dios, a pesar de
que no están adorando al sólo, único y verdadero Dios. No hay tal cosa
como un ateo verdadero. La evidencia de la existencia de Dios está en el
hombre. Es innata en él.
b. El Argumento Cosmológico. Este es el argumento de causa y efecto.
Aquí está el mundo. ¿Cómo llegó a existir? Hay una Causa, o Potencia,
detrás de todas las cosas. Debe haber un Hacedor, o Creador. Es fácil
pensar que antes de la creación está Dios, pero es imposible pensar en
algo antes que Dios.
c. El Argumento Teleológico. Por esto queremos decir, "propósito y
diseño." Existe un diseño y un orden perfecto en el universo. Cada copo
de nieve presenta una configuración hermosa e individual que revela el
Creador. ¿Por qué sube el hielo a la superficie del agua y no se baja al
fondo cuando se congele? Si esto no fuera así, entonces toda el agua se
congelaría eventualmente, y los peces morirían. ¿Cómo es posible que
las estaciones - la primavera, el verano, el otoño y el invierno - siempre
vienen en orden y lo han estado haciendo durante milenios? ¿Por qué
razón el sol no se acerca más a la tierra (quemándola), ni se aleja más de
ella (congelándola)? Debe haber un Proyectista detrás de toda la crea-
ción, y ese Proyectista es Dios. (Romanos 1:18-22)
d. El Argumento Antropológico. Este argumento está basado en las
cualidades morales e intelectuales del hombre. El hombre es el resultado
directo de la creación de Dios, como las otras criaturas. Sin embargo,
estas criaturas no poseen las cualidades morales e intelectuales del
hombre. El hombre tiene la capacidad de saber, de razonar. Si el
hombre no obtuvo estas cualidades de su Creador, ¿de dónde han
venido?
2. EVIDENCIAS HISTÓRICAS. ¡Con toda certeza, la historia es Su
Historia! La historia verifica el hecho de que hay un Dios. La historia
ha demostrado el hecho de que Dios está contra aquellos que han
repudiado su ley. Por tanto, los cristianos nunca debieran preocuparse
por las condiciones mundiales. Dios está en su trono. Nada puede
suceder, sino por su voluntad. Alguien ha dicho, "La profecía es el
molde de la historia." Dios habla, y años más tarde lo que El habló se
cumple al pie de la letra. La historia solamente cumple lo que Dios ha
dicho que sucedería. La historia comprueba que hay un Dios.
17
3. EVIDENCIAS DE LA EXPERIENCIA. Esta es una de las pruebas
más grandes, hasta ahora, de la existencia de Dios. Miles de personas
han sido transformadas por el poder de Dios. No hay ninguna otra
explicación aparte de Dios. Las oraciones que han sido contestadas dan
testimonio de la existencia de Dios. (Romanos 1:16)
4. EVIDENCIAS DE LAS ESCRITURAS.
a. La Suposición Bíblica. La Biblia es el único libro que es inspirado
por Dios. La Palabra de Dios no defiende la existencia de Dios, sino que
la declara. La Biblia es la norma de la moralidad y rectitud que se ve
expresada en las leyes de los gobiernos del mundo. Si la Biblia no fuera
la Palabra de Dios, jamás podríamos conocer a Dios ni discernir entre lo
bueno y lo malo.
b. La Revelación del Hijo de Dios. En Cristo Jesús, Dios descendió al
mundo para revelar a nosotros cómo es Dios, y si Jesús no es Dios,
entonces no hay Dios, y Dios jamás puede ser conocido. "A Dios nadie
le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha
dado a conocer." (Juan 1:18) Más Cristo Jesús, sí, es el Hijo de Dios.
Su vida demuestra los atributos divinos y la gloria de Dios. (Juan 1:14;
14:8-10)
c. La Declaración Profética. Dios pronosticó el futuro. Cualquiera que
puede hacer esto es más que un hombre. El hombre no siempre puede
explicar el pasado, mucho menos el futuro. Cuando Cristo Jesús fue
crucificado, veinticinco profecías distintas, escritas siglos antes de los
hechos, se cumplieron.
III. LA NATURALEZA DE DIOS.
A. DEFINICIONES.
1. Declaraciones bíblicas.
a. Dios es Espíritu. "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y
en verdad es necesario que adoren." (Juan 4:24)
b. Dios es Luz. "Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anuncia-
mos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él." (I Juan 1:5)
18
c. Dios es Amor. "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor." (I Juan 4:8)
d. Dios es Fuego Consumidor. "Porque nuestro Dios es fuego
consumidor." (Hebreos 12:29)
2. Declaraciones Teológicas.
a. Catecismo de Westminster: "Dios es un Espíritu, infinito, eterno e
inmutable en su Ser, su sabiduría, su poder, su santidad, su justicia, su
benignidad y verdad."
b. Dr. Strong: "Dios es el Espíritu infinito y perfecto, la procedencia de
todas las cosas, la sustentación de todas las cosas, el fin de todas las
cosas."
c. Andrew Fuller: "Dios es la primera causa y el último propósito de
todas las cosas."
B. LA ESPIRITUALIDAD DE DIOS.
1. Su Esencia. El es un Ser espiritual. "Dios es Espíritu..." (Juan 4:24)
Es invisible. "El es la imagen del Dios invisible..." (Colosenses 1:15)
¿Qué es un espíritu? Un espíritu es un ser sin carne, ni huesos. "Mirad
mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y ved; porque un
espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo." (Lucas
24:39) Un espíritu tiene cuerpo, un cuerpo espiritual; pero es diferente a
un cuerpo físico, o sea, material. Dios no puede ser visto por el ojo
humano. Dios, en su esencia pura, no ha sido visto jamás. "A Dios
nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le
ha dado a conocer." (Juan 1:18)
2. Sus Manifestaciones. A pesar de que Dios, en su esencia pura, no ha
sido visto jamás; sin embargo, El se ha revelado a los hombres en
diferentes formas. Las Escrituras preguntan, "¿A qué, pues, me haréis o
me compararéis? dice el Santo." (Isaías 40:25) El hombre no puede
conocer a Dios, pero El se ha revelado a sí mismo en su Hijo.
Parece como si hubiera ciertas contradicciones en la Palabra de Dios. En
algunos lugares dice que la gente vio a Dios. "Y hablaba Jehová a
Moisés cara a cara." (Éxodo 33:11) "Y subieron Moisés y Aarón,
19
Nadab, y Abiú, y sesenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de
Israel..." (Éxodo 24:9-10) En otros lugares la Palabra dice que es impo-
sible ver a Dios. "Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá
hombre, y vivirá." (Éxodo 33:20) La verdad es, que ningún hombre ha
visto el rostro de Dios en su verdadera esencia; pero, sí, ha fijado la
mirada en su semblante y hablado de labio a labio con Dios cuando Dios
se ha manifestado a sí mismo. "Cara a cara hablaré con él..." (Números
12:8) Estas no son contradicciones, sino aclaraciones.
El Espíritu Santo puede manifestarse a sí mismo en forma visible.
"También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del
cielo como paloma, y permaneció sobre él." (Juan 1:32) Fue en el
bautismo del Señor Jesús que Juan vio la forma, pero no al Espíritu; sin
embargo, el Espíritu se manifestó.
*Dios se ha manifestado en muchas formas, y entre ellas están las
siguientes:
a. En formas de criaturas. Por esto no queremos decir que el Señor
haya aparecido en forma de animales, sino, más bien, en la forma de
seres humanos. Génesis 3:8 y 12:7 ilustran bien esto. "Y oyeron la voz
de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre
y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los
árboles del huerto." (Génesis 3:8) "Y apareció Jehová a Abram, y le
dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová,
quien le había aparecido." (Génesis 12:7) Véanse: Éxodo 24:9-11;
Génesis 16:7, 10, 13; 18:1-16; 32:24-30; Jueces 13:22, 23.
Dios también se manifestó a sí mismo como el Ángel del Señor. "El
Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende."
(Salmo 34:7)
"Además le dijo el Ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás
a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu
aflicción." (Génesis 16:11) La mayoría de los eruditos bíblicos está de
acuerdo en que el Ángel del Señor (o Jehová) no es otro sino el mismo
Señor Jesús.
b. En formas materiales. El hombre no podía ver a Dios; por tanto,
Dios se manifestó a sí mismo en formas desde las cuales El habló y guió
a los hombres. Una de las formas fue la zarza ardiendo: "Viendo Jehová
20
que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés,
Moisés! Y él respondió: "Heme aquí." (Éxodo 3:40) Otras formas
fueron la columna de nube y la columna de fuego. "Y Jehová iba
delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el
camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de
que anduviesen de día y de noche." (Éxodo 13:21)
c. En la Persona de Jesucristo. Nuevamente declaramos que nos
gozamos en el hecho de que en la actualidad Dios no decida revelarse a
sí mismo de otra manera sino en su Hijo, Jesucristo. Dios no escoge de
manifestarse a sí mismo en un vapor, sino, más bien, en forma humana.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad." (Juan 1:1-14) Véanse: I Timoteo 3:16; Hebreos 1:3; Col.2:9.
C. LA PERSONALIDAD DE DIOS.
*Dios es una Persona que posee auto-conciencia, auto-determinación,
poder y vida en sí misma.
Muchas personas tienen ideas vagas acerca de Dios como una fuerza, un
poder, o una influencia. Pero es imposible tener comunión con una
fuerza o con una influencia. Las palabras de nuestro Señor, cuando
estaba en el huerto de Getsemaní, sugieren una comunión con Dios:
"Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo
cumplido en sí mismos." (Juan 17:13) Véanse: Éxodo 3:14 y I
Corintios 2:11.
*Nunca confundamos personalidad con visibilidad. La materia física
no tiene nada que ver con la personalidad. La Persona de Dios se
puede ver a través de lo siguiente:
1. Por medio de Sus nombres. "Y respondió Dios a Moisés: YO SOY
EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me
envió a vosotros." (Éxodo 3:14) Las palabras "YO SOY EL QUE
SOY" hablan de una Persona viviente.
2. Por medio de los contrastes. Por esto queremos decir que las
Escrituras hacen un contraste entre el único y sabio Dios y los dioses
paganos. "...y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al
21
Dios vivo y verdadero." (I Tesalonicenses 1:9) Véanse: Jeremías
10:16 y Hechos 14:15.
3. Por medio de Sus atributos. Aquello que es característico de Dios es
llamado un atributo. Lo que El hace, denota personalidad, como por
ejemplo:
a. Dios siente pena. Sólo las personas pueden apenarse. "Y se
arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su
corazón." (Génesis 6:6)
b. Dios se arrepiente. En la cita anterior (Génesis 6:6) notamos que
Dios se arrepiente. I Samuel 15:29 dice: "Además, el que es la Gloria
de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se
arrepienta." Vemos que una porción de las Escrituras declara que Dios
se arrepiente, y otra nos dice que El no se arrepiente. ¿Cuál es la
respuesta? Son dos cosas. Cuando el hombre se arrepiente, él se
arrepiente de algún acto inmoral. Cuando Dios se arrepiente, El se
arrepiente de algún acto judicial. La actitud de Dios hacia el pecado
nunca cambia.
Tómese el caso de Jonás y Nínive. Ellos se arrepintieron, cambiaron de
criterio y cambiaron sus vidas. Dios no cambió su actitud hacia el
pecado, pero debido a que Nínive se había arrepentido, no había
necesidad de que sufriera el juicio que antes le correspondía. Su pecado
había sido confesado y perdonado.
c. Dios ama. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna." (Juan 3:16) "Yo reprendo y castigo a todos los que amo;
sé, pues, celoso, y arrepiéntete." (Apocalipsis 3:19) Sólo una persona
puede amar.
d. Dios odia. "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su
alma." (Proverbios 6:16)
e. Dios oye. "El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no
verá? El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que
enseña al hombre la ciencia? (Salmos 94:9-10)
22
4. Por medio de Sus hechos.
a. Dios crea. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." (Génesis
1:1) Véase: Isaías 45:18.
b. Dios provee. "Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a
su tiempo. Les das, recogen; abres tu mano, se sacien de bien. Escondes
tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan ser, y vuelven al polvo.
Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo
104:27-30) Dios da vida y sustenta toda la creación.
c. Dios promueve. Aparentemente, algunas personas son prosperadas
antes que otras. El mundo tiene un nombre para esto, "la suerte," pero la
respuesta correcta es "el Señor." Los reyes reciben su poder de El. Los
pastores reciben su cargo de El. Los maridos reciben sus esposas de El.
Todas las promociones provienen del Señor. "Porque ni de oriente ni de
occidente, ni del desierto viene enaltecimiento. Mas Dios es el juez; a
éste humilla, y a aquel enaltece." (Salmo 75:6-7)
d. Dios cuida. Dios tiene un corazón; sólo una persona tiene corazón.
Dios se preocupa. "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios,
para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad
sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros." (I Pedro 5:6-7)
D. LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD.
1. Dios es una Persona Trina. Con esto, es lógico, queremos significar
que Dios es Tres-en-Uno. Hay algunos errores en cuanto a la Trinidad.
Algunos han sido expuestos por ignorancia, y otros deliberadamente.
Nosotros sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios, aunque si más no
fuera por el hecho de que en ella tenemos a la Trinidad. Si la Biblia
hubiera sido escrita por los hombres solamente, ellos hubieran dejado a
la Trinidad fuera de sus páginas; puesto que la Trinidad es demasiado
difícil de entender. La mente humana no puede comprenderla. Lo único
que los hijos de Dios pueden hacer es aceptarla por fe y estar firme en lo
que Dios dice acerca de ella. Sólo porque, aparentemente, no podamos
entender todo acerca de la Trinidad no significa que la misma no sea
verdad.
23
a. Malas Interpretaciones de la doctrina trinitaria.
Hay un pensamiento erróneo, el cual propone que en la Divinidad hay
tres Individuos. Recordemos, sin embargo, que Dios no es un Triade.
Otro error es que la Trinidad es sólo una persona, que se manifiesta a sí
misma en tres. Es decir, hay tres esencias en una persona, Jesucristo, y
que el Padre y el Espíritu Santo son sólo manifestaciones.
Aun un tercer error, y un error condenable, niega enteramente la
Trinidad, y por consiguiente, hace del Hijo y del Espíritu Santo criaturas
de Dios, las cuales llegaron a existir después de Dios. En otras palabras,
los que apoyan esta teoría errónea declara que hubo un tiempo cuando el
Hijo no era. Las personas que declaran estas cosas razonan de la si-
guiente manera: "Un hijo no puede tener la misma edad de su padre. El
padre siempre tiene que existir antes de su hijo para poder engendrarlo.
Dios es el Padre del Hijo de Dios; por tanto, el Padre tenía que existir
antes que el Hijo para poder engendrarlo."
A esto contestamos: "Si una persona declarase que él es un padre, y que
lo ha sido por diez años, entonces nosotros sabemos que él ha tenido un
hijo por diez años. Lo mismo con la Divinidad - si Dios es el Padre
Eterno, entonces El debe haber tenido un Hijo Eterno."
La doctrina de la Trinidad es una doctrina que ha sido puramente
revelada por Dios. Debemos recordar, entonces, que nosotros no
adoramos a tres Dioses, sino a uno - Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo. (Mateo 28:19)
Es prácticamente imposible dar ejemplos de la naturaleza de la Trinidad.
Algunos han ofrecido el trébol de tres hojas como ejemplo. Otros han
sugerido el agua: como líquido en el estado natural; como vapor en el
estado gaseoso y como sólido en el estado de congelación. Aun así, esto
no está del todo claro, puesto que Dios es Tres-en-Uno.
Por lo tanto, nosotros proponemos que la mejor ilustración de la
Trinidad es el hombre mismo: cuerpo, alma y espíritu. (I Tes. 5:23) El
hombre no es tres personas, sino una persona trina. Existen tres cosas
que pertenecen a cada una separadamente: alimento al cuerpo, música al
alma, y adoración al espíritu. No obstante, estas tres cosas interesan a
una persona.
24
b. El ejemplo de los rayos del sol.
Cuando la luz del sol irrumpe sobre la tierra, está compuesta de tres ele-
mentos: rayos de calor, que pueden sentirse pero no pueden verse; rayos
de luz que pueden verse, pero no sentirse, y rayos radioactivos, que no
pueden verse, ni sentirse, pero que tienen grandes efectos dañinos. Son
siete partes del espectro electromagnético, pero todos vienen del mismo
sol. Como la trinidad de Dios, la luz del sol es un misterio. Podremos
sentir su presencia y lo que hace, pero no entendemos cómo lo hace.
c. Los nombres del antiguo testamento.
(1) Sustantivos plurales.
"En el principio creó Dios (Elohim) los cielos y la tierra." (Génesis 1:1)
Elohim es el sustantivo plural, que significa tres o más personas en el
idioma hebreo. Esto, como es lógico, sugiere la Trinidad en la creación.
Véanse: Génesis 3:5; Éxodo 20:3; Deuteronomio 13:2-3.
(2) Pronombres plurales.
"Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,
sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome
también del árbol, de la vida, y coma, y viva para siempre." (Génesis
3:22) Este es Dios que habla a Dios, por lo tanto, la Trinidad. Véanse:
Génesis 1:26; Isaías 6:8.
(3) Declaraciones bíblicas.
Las Escrituras declara que Dios ungió a Dios, por tanto, ¿cómo podría
ser esto si Dios no fuera una Trinidad? "Tu trono, oh Dios (Jesús), es
eterno y para siempre. Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has
amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el
Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros." (Salmo 45:6-
7) Véanse: Hebreos 1:8-12; Salmo 110:1; I Juan 5:7.
(4) Designaciones bíblicas.
Es decir, en Génesis 1:1, Dios declara que El creó los cielos y la tierra, y
en el verso 2, el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad, es
25
destacada individualmente. "...y el Espíritu de Dios se movía sobre la
faz de las aguas." (Véase: Job 24:13) Asimismo, elementos de la
personalidad del Espíritu son vistos por la referencia al Espíritu Santo en
Isaías 11:1-2. "Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará
de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de
conocimiento y del temor de Jehová."
El Hijo, la Segunda Persona de la Trinidad, es también individualizado.
"Yo publicaré el decreto, Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te
engendré hoy... Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el
camino..." (Salmo 2:7,12) El Ángel del Señor del antiguo testamento no
es otro sino el mismo Jesucristo. En la porción siguiente de las Escri-
turas, El es declarado aparte del Padre y del Espíritu Santo: "Y la halló el
Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la
fuente que está en el camino de Shur." (Génesis 16:7) Véanse: Génesis
18:1, 2, 33; Isaías 48:16; 63:8-10.
(5) Expresiones triples.
Siempre que las Escrituras expresan alabanza, o bendición de la
Divinidad, ellas declaran una triple exclamación que destaca el hecho
que Dios es el Trino Dios. Estas expresiones también deben ser tres.
"Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro
sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y
ponga en ti paz." (Números 6:24-26) "Y los cuatro seres vivientes
tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos;
y no cesaban día y noche de decir: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir." (Apocalipsis
4:8)
b. Revelaciones neotestamentarias
(1) El bautismo de Cristo.
El bautismo de Cristo es una de las mejores ilustraciones que demuestran
la Trinidad. "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua;
y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que des-
cendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que
decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia." (Mateo
3:16-17)
26
*En este pasaje se presenta al Padre en el cielo, al Hijo en el agua, y al
Espíritu Santo descendiendo sobre El como paloma.
(2) La fórmula bautismal.
La Iglesia de Dios en Cristo Jesús siempre usa la fórmula bautismal
establecida por Jesucristo. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo." (Mateo 28:19) Nótese: que las Escrituras no dicen, "en los
nombres de", sino, "en el nombre de." Un nombre, pero tres personas:
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
(3) La bendición apostólica.
La Iglesia ha usado esta bendición (la cual fue usada por el Apóstol
Pablo por inspiración del Espíritu Santo) durante los últimos mil
novecientos años. "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II
Corintios 13:14)
(4) Otros pasajes bíblicos.
El versículo siguiente claramente revela el hecho de la Trinidad: "Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre,
él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho."
(Juan 14:26)
2. La Trinidad como el único y sabio Dios. "Por tanto, tú te has
engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios
fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos." (II
Samuel 7:22) "¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las genera-
ciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los
postreros." (Isaías 41:4) Véanse: Isaías 43:10-11; 44:6; Deuteronomio
6:4.
Dios, Elohim, es una unidad compuesta; es decir, el sustantivo, Dios
(que es plural), siempre se usa con un verbo singular. "En el principio
creó (verbo singular) Dios (“Elohim” - nombre plural) los cielos y la
tierra." (Génesis 1:1) "Jehová (nombre singular) Dios (nombre plural)
de los dioses, Jehová (nombre singular) Dios (Elohim, nombre plural)
27
de los dioses, él sabe (verbo singular), y hace saber a Israel: si fue por
rebelión o por prevaricación contra Jehová, (singular) no nos salves
hoy." (Josué 22:22) Véase: Génesis 1:5, 8, 13; 33:20.
3. Un resumen bíblico de la Trinidad.
a. A los Tres se reconocen como Dios:
(1) El Padre es reconocido como Dios. "A todos los que estáis en Roma,
amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo." (Romanos 1:7) Véanse: Juan
6:27; I Pedro 1:2.
(2) El Hijo es reconocido como Dios. "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh
Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino."
(Hebreos 1:8) "Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los
deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo." (Tito 2:12-13)
(3) El Espíritu Santo es reconocido como Dios. "Y Pedro dijo: Ananías,
¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y
sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a
ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu
corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios." (Hechos 5:3-4)
b. A los Tres se describen como Personas distintas.
(1) El Padre y el Hijo son personas distintas entre sí:
(a) Cristo distingue al Padre de sí mismo. "Porque como el Padre tiene
vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del
Hombre." (Juan 5:26-27) Véase: Juan 5:32.
(b) El Padre y el Hijo son distinguidos como el Engendrador y el
Engendrado. Véase: Juan 3:16.
(c) El Padre y el Hijo son distinguidos como el Enviador y el Enviado.
"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la ley." (Gálatas 4:4) Véase: Juan
28
10:36.
(2) El Padre y el Hijo actúan aparte del Espíritu Santo:
(a) El Hijo distingue al Espíritu Santo de sí mismo y del Padre. "Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros
para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:16-17)
(b) El Espíritu procede del Padre. "Pero cuando venga el Consolador, a
quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del
Padre, él dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)
(c) El Espíritu es enviado por el Padre y el Hijo. "Mas el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:26)
Véase: Juan 15:26.
c. Estas tres Personas son iguales.
El Padre no es Dios como tal, puesto que Dios es Padre, Hijo y Espíritu
Santo. El Hijo no es Dios como tal, puesto que Dios es Padre, Hijo y
Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es Dios como tal, puesto que Dios
es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
E. LA AUTO-EXISTENCIA DE DIOS.
Dios es auto-existente. Nosotros dependemos de El. El no depende de
ninguna cosa. Algo hizo que nosotros llegáramos a existir. Nadie hizo a
Dios. El siempre ha existido. Dios no existe porque El haya causado su
propia existencia. Dios existe porque su naturaleza es el existir. Él es el
Autor de la vida. (Juan 1:1-3)
Nuestras vidas vienen de una fuente externa. Hubo un momento cuando
nosotros comenzamos a ser. "Mas yo tengo mayor testimonio que el de
Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las
mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha
enviado." (Juan 5:36) Nosotros no podemos decir esto.
F. LA INFINIDAD DE DIOS.
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La naturaleza divina no tiene límites. "Grande es el Señor nuestro, y de
mucho poder; y su entendimiento es infinito." (Salmo 147:5)
"¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del
Todopoderoso? Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda
que el Seol; ¿cómo la conocerás? Su dimensión es más extensa que la
tierra, y más ancha que el mar." (Job 11:7-9) "Pero, ¿es verdad que Dios
morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no
te pueden contener; ¿Cuánto menos esta casa que yo he edificado?" (I
Reyes 8:27) "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos!" (Romanos 11:33) Véanse: Isaías 66:1; Salmo 113:5-6.
El mundo es un capullo de su glorieta de hermosura. El sol es una chispa
de la luz de su sabiduría. El cielo es una burbuja en el mar de su poder.
IV. LOS ATRIBUTOS DE DIOS.
*Los atributos divinos son las cualidades esenciales de un Ser perfecto
e infinito. Son propias de Dios y únicamente suyas.
A. LA OMNIPOTENCIA DE DIOS.
Esto significa que Dios es todopoderoso, todopoderoso. "Y oí como la
voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la
voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro
Dios Todopoderoso reina!" (Apocalipsis 19:6) "Y mirándolos Jesús, les
dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible."
(Mateo 19:26) "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?" (Génesis 18:14a)
Hay solamente una cosa que puede limitar a Dios, y ésta es su propia y
santa voluntad. Alguna persona necia podrá proponer el verso de II
Timoteo 2:13. "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede
negarse a sí mismo." Dicha persona dirá, "Aquí hay algo que Dios no
puede hacer." Pero esta cuestión y casos semejantes no se tratan de lo
que Dios no pueda hacer, sino de lo que Dios no quiere hacer.
1. Dios tiene poder sobre la naturaleza. "Por la palabra de Jehová
fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su
boca. El junta como montón las aguas del mar; El pone en depósitos los
abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los
30
habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió."
(Salmo 33:6-9) "Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco
yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca." (Hageo 2:6)
El hombre tiene que tener herramientas para hacer las cosas, mas Dios
sólo tiene que hablar, y está hecho. Véanse: Génesis 1:1-3, Nahum 1:3-
6.
2. Dios tiene poder sobre los hombres. "Uno sólo es el dador de la ley,
que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y
estaremos allá un año, y traficaremos y ganaremos; cuando no sabéis lo
que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de
lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos o haremos esto o
aquello." (Santiago 4:12-15) Véase: Éxodo 4:11.
3. Dios tiene poder sobre los ángeles. "Todos los habitantes de la tierra
son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército
del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su
mano, y le diga: ¿Qué haces?" (Daniel 4:35)
4. Dios tiene poder sobre Satanás. En Job 1:12 y 2:6 notamos que
Satanás está sometido a Dios. "Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo
que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y
salió Satanás de delante de Jehová... Y Jehová dijo a Satanás: He aquí,
él está en tu mano; mas guarda su vida." Y nosotros sabemos del fin de
Satanás por las siguientes Escrituras: "Y el Dios de paz aplastará en
breve a Satanás bajo vuestros pies...'' (Romanos 16:20a) "Y prendió al
dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil
años... Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y
azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados
día y noche por los siglos de los siglos." (Apocalipsis 20:2-10) Véase:
Lucas 22:31-32.
5. Dios tiene poder sobre la muerte. Pablo ruega que los Efesios
puedan conocer "... la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su
diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y
poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este
siglo, sino también en el venidero." (Efesios 1:19-21) Finalmente, la
31
muerte será destruida. "Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda." (Apocalipsis 20:14)
B. LA OMNISCIENCIA DE DIOS.
Omnisciencia significa que Dios "todo lo sabe." Dios es omnisciente.
¡El sabe todas las cosas! "Pues, si nuestro corazón nos reprende, mayor
que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas." (I Juan 3:20)
1. Incluye toda la naturaleza. Dios, el Creador, sabe todo lo
concerniente a sus criaturas:
a. De su creación inanimada. "El cuenta el número de las estrellas; a
todas ellas llama por sus nombres." (Salmo 147:4) "¿No has sabido, no
has oído que el Dios eterno es Jehová el cual creó los confines de la
tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no
hay quien lo alcance." (Isaías 40:28)
b. De los animales. "¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con
todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre." (Mateo 10:29)
c. De los humanos. Dios tiene pleno conocimiento del hombre. "No os
hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas
tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis." (Mateo 6:8) Dios conoce
la necesidad del hombre. El sabe los mismos pensamientos del hombre.
"Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde
lejos mis pensamientos." (Salmo 139:2) "Jehová conoce los
pensamientos de los hombres, que son vanidad." (Salmo 94:11)
Véanse: I Crónicas 28:9 y Hebreos 4:13.
Dios conoce el corazón del hombre: "Tú oirás en los cielos, en el lugar
de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a
sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón
de todos los hijos de los hombres)." (I Reyes 8:39) Véanse: Salmo
44:21 y Hechos 1:24. Dios conoce las experiencias que hemos pasado.
"Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en
Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido
sus angustias." (Éxodo 3:7) ¡Cuán absurdo que el hombre trate de
engañar a Dios!
2. Abarca todo el tiempo. "Dice el Señor, que hace conocer todo esto
desde tiempos antiguos." (Hechos 15:18) Y esto abarca el pasado, el
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presente y el futuro. Dios puede ver el pasado porque nos ha dado a
conocer todas las cosas que han sucedido hace milenios (el libro de
Génesis). El presente es un libro abierto para El. "Y no hay cosa creada
que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están
desnudas y abiertas a los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta."
(Hebreos 4:13) El futuro es conocido por El lo mismo que el presente y
el pasado. El conoce el fin y el comienzo. "...ya destinado desde antes
de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos
por amor de vosotros." (I Pedro 1:20) I Reyes 13:2 es, también, una
maravillosa ilustración de que Dios conoce el futuro. Trescientos años
antes de que naciera, el nombre de un niño fue dado, de qué familia
vendría y las cosas que haría cuando fuese adulto. "Aquel clamó contra
el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová:
He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual
sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre
ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres." Véanse: Isaías
44:28; Jeremías 1:5; Gálatas 1:15-16; Éxodo 3:19; Daniel 2:8.
*Puesto que Dios conoce el futuro, debemos poner nuestro todo en sus
manos.
3. Incluye todas las posibilidades. Sólo Dios sabe lo que habría
sucedido si algo hubiera sucedido lo cual no sucedió. "Tú, oh
Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás
abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han
sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy." (Mateo
11:23) Véanse: I Samuel 23:12; Isaías 48:18.
C. LA OMNISAPIENCIA DE DIOS.
Por esto queremos significar la "Perfecta Sabiduría de Dios," es decir,
Dios posee toda la sabiduría. Hay una gran diferencia entre sabiduría y
conocimiento. El conocimiento es lo que uno ha aprendido, mas la
sabiduría divina es el perfecto despliegue de la verdad. La sabiduría
involucra discernimiento y juicio.
1. La Elección de la Suprema Finalidad. Todas las cosas son
escogidas para que traigan aparejado a la suprema finalidad de la gloria
de Dios.
2. La mejor manera de asegurar tal finalidad. Aquí es donde la
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sabiduría hace valer, no sólo escogiendo aquello que traerá aparejado la
suprema finalidad; sino trazando las mejores maneras de asegurar dicha
finalidad. "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos!" (Romanos 11:33) Véanse: Romanos 16:27; I Corintios 2:7;
Efesios 1:8; 3:10; I Timoteo 1:17.
D. LA OMNIPRESENCIA DE DIOS.
Hay muchas ideas vagas en cuanto a la omnipresencia de Dios.
"Omnipresente" simplemente significa "presente en todo lugar." Dios
está en todos los sitios, mas El no está en todas las cosas. La creencia de
que El está en todas las cosas es llamada "panteísmo." Si Dios estuviera
en todas las cosas, entonces todo lo que el hombre tendría que hacer sería
postrarse ante una piedra, un árbol, un escritorio, una mesa, o cualquier
objeto, y él estaría adorando a Dios. Dios no está en todas las cosas, pero
El está en todos lados. El está presente en todo lugar. La mejor
ilustración de esto es la del maestro frente a su clase. El maestro es
omnipresente a cada alumno en dicha aula; pero él no es omnipresente a
los que están afuera, ni a los que están en el subsuelo, ni siquiera a los
que están en el aula contigua. ¿Por qué? Porque las paredes, los pisos y
el espacio son barreras entre él y aquellos que están en otras partes del
edificio. Pero Dios transciende todas las barreras - espacio, materia y
tiempo.
Nosotros creemos, por lo tanto, que hay un determinado lugar donde El
se manifiesta a sí mismo, donde El está ubicado. Desde esta localidad,
El está presente en todo lugar del universo. "Oye, pues, la oración de tu
siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo
oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona." (I
Reyes 8:30) Véanse: Jeremías 23:25; Efesios 1:20; Apocalipsis 21:2.
Aunque la morada de Dios está en los cielos, no obstante sabemos que El
se ha manifestado a sí mismo en otros lugares. (1) En la tierra, como
cuando El estuvo en la zarza ardiendo. (Éxodo 3:4) "Viendo Jehová
que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés,
Moisés! Y él respondió: Heme aquí." (2) En la encarnación de Cristo
Jesús. "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la
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condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz." (Filipenses 2:5-8)
El Espíritu Santo está en todas partes. (1) El está en los creyentes. "Y
yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros
para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:16-17) (2) El está con los
incrédulos. "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me
fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:7-8)
*Dios está con nosotros no importa donde estemos. El es omni-
presente. El está presente en todas partes a la vez.
E. LA ETERNIDAD DE DIOS.
Esto es algo que nunca ha sido comprendido por la mente humana. Dios
es sin principio y sin fin. El vive en una "Ahora eterna." El es el Único
que siempre es. No hay pasado ni hay futuro con Dios. "Dije: Dios mío,
no me cortes en la mitad de mis días; por generación de generaciones son
tus años. Desde el principio tú fundaste la tierra. Y los cielos son obra
de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás. Y todos ellos
como una vestidura se envejecerán; como un vestido los mudarás, y
serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán."
(Salmo 102:24-27)
Alguien preguntará: "¿Cuál es la diferencia entre Génesis 1:1 y Juan
1:1?" Génesis 1:1 dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra."
Juan 1:1 dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios." Ambos pasajes empiezan en el mismo punto, "el
principio." Génesis 1:1 comienza con el principio y mira adelante, hacia
la eternidad. Mientras que Juan 1:1 comienza con el principio y mira
atrás, hacia la eternidad. Por consiguiente, el Verbo, el Señor Jesucristo,
no tuvo principio.
F. LA INMUTABILIDAD DE DIOS.
Esto significa, en todas palabras, la "invariabilidad de Dios." Su Ser, su
actitud y sus actos son inmutables. "Porque yo Jehová no cambio; por
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esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos." (Malaquías 3:6)
"Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre
de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación."
(Santiago 1:17) "Por lo cual, queriendo Dios mostrar más
abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su
consejo, interpuso juramento." (Hebreos 6:17)
G. EL AMOR DE DIOS.
1. Su Mención. "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor... Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para
con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en
Dios, y Dios en él." (I Juan 4:8,16)
Existen los que niegan la inspiración divina de las Escrituras, pero que
aún dicen que Dios es amor. Si las Escrituras no son la Palabra de Dios,
¿cómo sabemos que Dios es amor? Uno puede buscar por todo el mundo
y jamás encontrar la frase, "Dios es amor," entre los paganos. Ellos
tienen sus dioses y sus ídolos, pero desconocen a un Dios que es amor.
La Biblia, y sólo ella, nos dice que "Dios es amor."
2. Sus propósitos. Si Dios es amor, entonces ese amor debe estar
dirigido a alguien. Y ciertamente lo está, pues que de las Escrituras
aprendemos que los objetos de su amor son los siguientes:
a. Su Hijo. Dios ama a su Hijo más que a cualquier hombre jamás
podría amar a su propia descendencia. "Y hubo una voz de los cielos,
que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia."
(Mateo 3:17) Véase: Mateo 17:5. El amor de Dios es un amor per-
fecto, que trasciende todas las barreras. "Padre, aquellos que me has
dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que
vean mi gloria que me has dado porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo." (Juan 17:24)
b. Los creyentes. Todos los que creen en el Señor Jesucristo son objeto
del amor divino. El manifiesta ese amor día tras día. "Pues el Padre
mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo
salí de Dios." (Juan 16:27) "Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y
que los has amado a ellos como también a mí me has amado." (Juan
17:23)
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c. Israel. Tenga cuidado de cómo usted le habla a un "humilde" judío. El
es objeto del amor de Dios, lo mismo que nosotros los cristianos.
"Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor
eterno te he amado; por tanto te prolongué mi misericordia." (Jeremías
31:3)
d. Los pecadores. Dios jamás cambia en cuanto a su actitud hacia el
pecado. ¡Dios odia el pecado, pero ama al pecador! "Pero Dios, que es
rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos)." (Efesios 2:4-5) "Porque Cristo, cuando aún éramos
débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá
alguno por un justo, con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el
bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:6-8)
3. Sus manifestaciones.
a. En el regalo de su Hijo por el hombre pecador. "En esto se mostró
el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito
al mundo, para que vivamos por él." (I Juan 4:9) Véanse: Juan 3:16;
Romanos 5:6-8.
Ningún hombre puede contemplar el Calvario y decir, "Dios no me ama."
Un apreciado amigo contó de la vez que su propio hijo estaba en la
agonía de la muerte. La cosa más difícil que jamás tuvo que hacer fue
decir, "Que se haga tu voluntad, Dios mío. Si tú quieres llevarte a mi
hijo, llévatelo." ¡Cuán doloroso debe ser, tener que abandonar a su
propio hijo! Pero, cuando la humanidad entregue a sus hijos a Dios, El
cuida de ellos mil veces mejor que un hombre pudiera hacer.
Dios entregó a su único Hijo para pagar por el pecado. El hijo más
querido en la tierra es sólo un extraño comparado con el amor de Dios
hacia su Hijo. Dios apunta hacia el Calvario y dice: "¡Miren a mi Hijo!
¡Vean como lo han escarnecido, herido y golpeado!" Dios vio a los
pecadores crucificar a su Hijo. Dios podría haberlos barrido de la faz de
la tierra, pero no lo hizo. Los clavos que traspasaron a su Hijo traspasa-
ron el corazón del Padre. Jamás podremos comprenderlo en su totalidad.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito..." Más de un criminal ha tenido que pagar con su vida por los
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crímenes cometidos. Jesús fue entregado para pagar por nuestros
crímenes de pecado.
b. Al darnos vida y posición en Cristo. Sólo a los creyentes se les
otorga esta sagrada posición de "estar en Cristo." Allí es donde estamos
salvos y sin condenación. "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún
no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él
se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él
es." (I Juan 3:2) "Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio
vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él
nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales en
Cristo Jesús." (Efesios 2:5-6)
c. Al otorgar que fuésemos llamados Hijos de Dios. "Mirad cuál amor
nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto
el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él." (I Juan 3:1)
d. Al disciplinar a aquellos que El ama. "Porque el Señor al que ama
disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la
disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien
el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos
han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos... Es verdad
que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tris-
teza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados." (Hebreos 12:6-8,11) Recordemos entonces, que la disci-
plina del Señor es para nuestro beneficio, para nuestra ganancia. Necesi-
tamos esta disciplina.
e. Al recordar a sus hijos en todas las circunstancias de la vida. En la
Palabra de Dios la pregunta es formulada y contestada concerniente al
cuidado de los padres. ¿Hay amor más grande que el amor maternal?
Veamos lo que Dios dice: "¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para
dejar de compadecerse del hijo de su vientre?" La pregunta: ¿Es posible
que una madre pueda abandonar a su propio hijo? La respuesta:
"Aunque olvide ella..." En nuestra propia época hemos sido testigos de
numerosos casos de hijos que fueron abandonados por sus padres. Es
una vergüenza que en muchos países tenga que haber leyes que obliguen
a los padres a ser responsables del cuidado de sus propios hijos. No
obstante, esta es la naturaleza de la carne; esta es la naturaleza adánica, la
naturaleza pecadora, que los padres abandonen a sus hijos. Quizá el
lector conozca a alguien que lo haya hecho. Quizá usted mismo haya
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sido abandonado por alguno. Pero veamos el resto de la Palabra de Dios:
"...yo nunca me olvidaré de ti." (Isaías 49:15) Existe UNO que jamás
abandonará a sus hijos. ¡Es el Padre celestial!
f. Al regocijarse por el regreso del Hijo Pródigo. Esta hermosa
historia se encuentra en Lucas 15:11-32. Es la historia de un hijo, no de
un pecador. Sólo un hijo es un hijo, y no se puede deshijar a un hijo.
Un hijo nace como hijo para siempre. Pero el hijo pródigo se hundió tan
bajo que el testimonio que pudiera haber tenido se perdió. Recordemos
que él aún era un hijo, tanto en la tarea de alimentar algarrobas a los
cerdos como al estar viviendo en la casa de su padre. El parentesco
todavía existía, pero la comunión se había interrumpido. Uno puede
perder la comunión, pero no puede perder la filialidad. El hijo pródigo
preparó lo que le diría a su padre cuando volviera al hogar, pero no tuvo
la oportunidad. Sólo alcanzó a decir, "Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo..." Pero antes de que
pudiera agregar, "...hazme como uno de tus jornaleros," el padre,
abrazándole, dijo: "Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo
en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y
comamos y hagamos fiesta; porque éste mi hijo muerto era, y ha
revivido; se había perdido, y es hallado."
Que el hijo pródigo de nuestros días sepa, que si él ha nacido de lo alto
una vez, todavía sigue siendo un hijo de Dios. Pero, que se resuelva "le-
vantarse y volverse" a su Padre. Nuestro Padre celestial espera con los
brazos abiertos, listo para dar el beso de perdón en los labios penitentes
de su hijo descarriado. "¡Levántate y vuélvete a casa!"
4. La Multiforme Manifestación del Amor de Dios
a. En la bondad divina.
(1) Manifestada en la creación. "...y vio Dios que era bueno." Esta frase
es característica del primer capítulo de Génesis. Dios es bueno, y todas
las cosas que El crea y hace son buenas y para el bien del hombre.
(2) Manifestada en el cuidado que Él tiene de los animales. "Los ojos de
todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y
colmas de bendición a todo ser viviente." (Salmo 145:15-16)
(3) Manifestada en la variedad de placeres para sus criaturas. ¿Para qué
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toda la belleza de la naturaleza, sino para ser gozada por el ojo humano?
(4) Manifestada en el regalo de su Hijo. Esto demuestra la bondad de
Dios, que Dios es bueno.
(5) Manifestada al permitir que los pecadores se arrepientan. "¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad,
ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?" (Romanos 2:4)
b. En la benevolencia de Dios. "El que no escatimó ni a su propio hijo,
sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él
todas las cosas?" (Romanos 8:32) Puesto que Dios nos ha dado el
regalo grandioso, su Hijo, podemos confiar en que también recibiremos
"las envolturas" del mismo. El Hijo es el Regalo, y las envolturas son
"cosas" que El nos suministra que traen felicidad a nuestras almas.
c. En la longanimidad de Dios. "El Señor no retarda su promesa, según
algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepenti-
miento." (II Pedro 3:9) "Y pasando Jehová por delante de él, proclamó:
¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y
grande en misericordia y verdad." (Éxodo 34:6) Véase: Números
14:18.
¿Cuántos de nosotros alabamos al Señor por habernos dado "tiempo"
para confiar en El para nuestra salvación? ¡Oh, la longanimidad de Dios,
que es manifestada hacia nosotros, en haber podido oír el Evangelio dos
veces, cuando hay millones que jamás lo han oído ni siquiera una vez!
d. En la paciencia de Dios. "Pero el Dios de la paciencia y la
consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús."
(Romanos 15:5) Aquí notamos que la paciencia de Dios es un título
divino, porque El es el Dios de la paciencia. Esto está claramente
manifestado en:
(1) En su trato con los pecadores: Aquellos antes del diluvio. "Los que
en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de
Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas
personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua." (I Pedro 3:20) El
Señor demostró su paciencia durante por lo menos cien años. Mientras
el arca se estaba preparando, el evangelio se predicaba, y la gente era
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advertida. La paciencia de Dios finalmente se agotó, y el diluvio barrió
con todos los incrédulos. Lo mismo va a ser con la venida del Hijo del
Hombre en su revelación, al fin de la Tribulación. Todos aquellos que
no estén en el Arca, Cristo Jesús, serán destruidos.
(2) En su trato con Israel. "Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de
sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos,
invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su Dios. Antes
me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra
de Egipto a los de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová." (Levítico
26:44-45)
En la actualidad, Israel no tiene Dios, y con esto no queremos significar
que Israel es peor que cualquier otra nación; sino, simplemente, que está
sin Dios. Jehová le ha enviado profetas, pero Israel los ha apedreado.
El envió aun a su Hijo, y le crucificaron. A causa de esto, los israelitas
fueron esparcidos hasta los confines de la tierra. Sin embargo, para todo
esto, Dios ha mostrado su paciencia, y esa paciencia será recompensada,
porque Israel nacerá de nuevo en un día, y toda la nación (los que vivan
durante la época de la revelación de Cristo Jesús) será salva.
(3) En su trato con el mundo actual. ¿Por qué Dios no descarga el
castigo hoy mismo? ¿Por qué se les permite a los hombres blasfemar al
Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo? La respuesta se encuentra en la
paciencia de Dios.
H. LA MISERICORDIA DE DIOS.
1. Su declaración. "Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no
te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus
padres." (Deuteronomio 4:31) "Misericordioso y clemente es Jehová;
lento para la ira, y grande en misericordia... Mas la misericordia de
Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
y su justicia sobre los hijos de los hombres." (Salmo 103:8-17) "Pero
Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó...
nos dio vida juntamente con Cristo..." (Efesios 2:4-5) Véanse: Salmos
13,0:7; 145:8; 136:1.
2. Su explicación. Hay muy poca diferencia en el significado de su
misericordia y de su gracia. Misericordia, generalmente hablando, es
usada en el antiguo testamento, y gracia en el nuevo testamento. En el
41
antiguo testamento, misericordia y benevolencia van juntas. Alguien ha
dicho que la misericordia es negativa, y que la benevolencia es positiva.
La misericordia es mostrada al desobediente, y la benevolencia es
derramada sobre el obediente. Las dos juntas significan gracia.
3. Su manifestación.
a. Al perdonar al pecador. "Habiendo yo sido antes blasfemo,
perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice
por ignorancia, en incredulidad." (I Timoteo 1:13)
b. Al quitar la culpa y la penalidad. "No ha hecho con nosotros
conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros
pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció
su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del
occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones." (Salmo 103:10-
12)
c. Al librar a los que están en peligro. "Vuélvete, oh Jehová, libra mi
alma; sálvame por tu misericordia." (Salmo 6:4)
d. Al cumplir su objetivo. En Lucas 10:33-37 se registra la parábola
del buen samaritano. Después de narrar la parábola, Jesús preguntó,
"¿Quién, pues de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en
manos de los ladrones?" Y la respuesta fue: "El que usó de misericordia
con él." No cabe ninguna duda de que Cristo Jesús es un tipo del buen
samaritano, y por cierto, El es quien salva, mediante su misericordia.
I. LA GRACIA DE DIOS.
1. Su declaración. "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el levantamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que
justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna." (Tito 3:5-7) "En quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia."
(Efesios 1:7) "Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria
eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él
mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca." (I Pedro 5:10)
Véase: I Corintios 6:1.
42
2. Su explicación. Se dice que la gracia no puede definirse. La gracia
siempre fluye hacia abajo. Nosotros podremos amar a nuestro igual, o a
alguien, por sobre nuestro igual, o a veces a uno debajo de nuestro igual,
pero nótese la vasta diferencia entre Dios y nosotros. No puede haber
comparación. La gracia de Dios hacia nosotros es "favor inmerecido."
3. Su manifestación.
a. En que la gracia justifica. Mas bien, la gracia declara justo al santo:
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús." (Romanos 3:23-24)
b. En que la gracia no es por obras. Esto significa que por un acto de
la gracia de Dios, la justicia de Dios es puesta a cuenta del pecador
creyente. "Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino
como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al
impío, su fe es contada por justicia." (Romanos 4:4-5)
c. En que la gracia imparte una naturaleza nueva. "Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó
de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios 2:8-10)
d. En que la Gracia salva. ¿Por qué habría Dios de salvarnos? La
única respuesta es, ¡por la gracia! "...por gracia sois salvos por medio de
la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8)
e. En que la gracia instruye. "Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que,
renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este
siglo sobria, justa y piadosamente." (Tito 2:12)
J. LA FIDELIDAD DE DIOS.
La infidelidad es el pecado más grande de nuestro día presente, ya sea en
los negocios, en la iglesia, o en el estado. Pero nosotros tenemos un Dios
que es fiel en todo momento, bajo cualquier circunstancia. La Palabra
confirma la fidelidad de Dios por lo siguiente:
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1. Su declaración. Muchos pasajes de las Escrituras destacan la
fidelidad de Dios. "Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel,
que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus
mandamientos, hasta mil generaciones." (Deuteronomio 7:9) "Fiel es
Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor." (I Corintios 1:9) "No os ha sobrevenido ninguna
tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente
con la tentación la salida, para que podáis soportar." (I Corintios 10:13)
Véanse: Deuteronomio 32:4, I Tes. 5:24; II Tes. 3:3; I Juan 1:9.
2. Su Explicación. El significado de "fidelidad" es sostén, apoyo y
amparo. El es en quien nosotros podemos apoyarnos. Cuando
vacilamos, El es nuestro Apoyo, ¡en todo momento!
3. Su Manifestación. ¿Cómo demuestra Dios su fidelidad?
a. Cumpliendo su promesa. "Mantengamos firmes, sin fluctuar, la
profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que la prometió...
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad
de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de
venir vendrá, y no tardará." (Hebreos 10:23, 36, 37) La promesa del
Hijo nacido de una virgen en Isaías 7:9 está cumplida en Lucas 1:26-38
y 2:7. La promesa de Dios a Abraham en Génesis 15:13, de que su
simiente iría a Egipto y permanecería allí por cuatrocientos años, está
cumplida en Éxodo 12:41. Véanse: Deuteronomio 7:9; I Reyes 8:23-
24, 56.
b. Preservando a su pueblo. Una vez que un pueblo se convierte en
pueblo de Dios, permanece suyo para siempre. Eso es porque Dios es
fiel. "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque
nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es
tu fidelidad." (Lamentaciones 3:22-23) "Porque Israel y Judá no han
enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fue llena
de pecado contra el Santo de Israel." (Jeremías 51:5) Véanse: Salmo
89:20-26; II Timoteo 2:13, I Pedro 4:19.
c. Disciplinando a sus hijos. Dios es fiel en cumplir con los "azotes"
que El ha prometido a sus hijos descarriados: "Conozco, oh Jehová, que
tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste."
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(Salmo 119:75) La corrección es necesaria cuando desobedezcamos a
nuestro Señor, y como es lógico, podemos contar siempre con la
fidelidad de Dios para que se cumpla la expresión de la misma. "Porque
el Señor al que ama, disciplina y azota a todo el que recibe por hijo."
(Hebreos 12:6)
d. Perdonando nuestros pecados. "Si confesamos nuestros pecados, él
es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad." (I Juan 1:9)
e. Contestando nuestras oraciones. ¿Cómo sabemos que nuestras
oraciones serán contestadas? Dios nos manda que oremos a El sin cesar.
¿Cómo sabemos que esto nos hará algún bien? Sabemos que Dios
contesta nuestras oraciones, porque la fidelidad de Dios garantiza que sus
oídos estarán siempre abiertos a los clamores de sus hijos. "Oh Jehová,
oye mi oración, escucha mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu
justicia." (Salmo 143:1)
4. Aplicaciones.
a. Confianza en Su fidelidad nos librará de la preocupación
b. Esta confianza nos quitará toda murmuración.
c. Aumentará nuestra fe en Dios.
K. LA SANTIDAD DE DIOS.
*A pesar de que estamos mencionando la santidad de Dios como el
último de los atributos de Dios, no nos olvidemos jamás del hecho que
este atributo natural es el atributo central en todo sentido.
1. La Santidad Natural. A ésta se le llama el atributo fundamental, y es
el atributo por el cual Dios quiere que su pueblo lo recuerde. Algunos
eruditos de la Biblia afirman que este es el más importante de todos los
atributos de Dios porque la santidad se menciona más a menudo en las
Escrituras.
Dios es llamado Santo muchas veces. Su santidad se menciona más, que
su poder. La santidad ciertamente es "el atributo de los atributos."
Siempre que dejemos de pensar en la santidad de Dios comenzamos a
pensar en el pecado con liviandad. Estamos viviendo en una época de la
transigencia, cuando la gente tiene "puntos de vista superficiales." Es
45
difícil hacer que la gente considere su condición perdida y el peligro del
infierno que les espera. La mayoría piensa con liviandad acerca de la
salvación debido a que tienen un criterio muy pobre de la santidad de
Dios.
"¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú,
magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de
prodigios?" (Éxodo 15:11) "Porque yo soy Jehová vuestro Dios;
vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy Santo;
así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se
arrastre sobre la tierra. Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la
tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy
santo." (Levítico 11:44-45) "Por encima de él había serafines; cada uno
tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y
con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo,
Santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de tu gloria."
(Isaías 6:2-3)
"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo
nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el
quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados." (Isaías 57:15)
"Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti.
Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que
sean uno, así como nosotros." (Juan 17:11) "Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención."
(Efesios 4:30) Véanse: Levítico 19:1-2; Josué 24:19; Salmos 22:1-3;
99:5-9; I Pedro 1:15-16.
2. Aspectos de la Santidad. Con esto queremos decir la contextura de la
santidad, aquello de lo cual está compuesta.
a. Pureza.
(1) Su declaración. "Este es el mensaje que hemos oído de él y os
anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él." (I Juan 1:5)
(2) Su explicación. En El está la luz. En El no hay tinieblas jamás. La
luz siempre es pura. Dios es Luz pura, libre de contaminación. Hay dos
fases de la pureza: la negativa - que es libre de toda contaminación; y la
positiva - que es pura. Dios en su santidad es puro. Es libre de todo lo
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que contamina, y puro en esencia.
b. Rectitud. Este es otro elemento de la santidad.
(1) Su declaración. "El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos
sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él."
(Deuteronomio 32:4) "Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute
contigo; sin embargo alegaré mi causa ante ti..." (Jeremías 12:1) "Padre
justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han
conocido que tú me enviaste." (Juan 17:25)
(2) Su explicación. La fórmula para la justicia se halla en Ezequiel 18:5-
9. "Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la
justicia...," es decir, que hizo las cosas correctas, de una manera justa,
"...éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor." Dios siempre es
justo. Dios posee el carácter que lo hace hacer todo correctamente. La
justicia siempre requiere aquello que es lo correcto en carácter. Dios
nunca pide nada que no sea lo correcto. Dios nunca nos ordena hacer lo
malo.
c. Justicia.
(1) Su declaración. "Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad;
de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no
conoce la vergüenza." (Sofonías 3:5) Véase: Deuteronomio 32:4.
(2) Su explicación. La rectitud es una exigencia legislativa de Dios, una
exigencia de la santidad. La justicia es la santidad judicial - ese acto
judicial de Dios que manda la penalidad para los que no se han elevado a
la altura de los justos mandamientos de Dios. La justicia, la santidad
judicial, gobierna a los que son juzgados, y eso trae aparejado la ejecu-
ción de aquellos que no cumplen con la ley de Dios. La justicia es el
albacea de los que injurian los santos mandamientos de Dios. La justicia
del hombre a veces se equivoca, pero la justicia de Dios es siempre cor-
recta.
d. La verdad de Dios.
(1) Su declaración. "Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú
eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día... Todas las
sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su
47
pacto y sus testimonios." (Salmo 25:5-10) "Dios no es hombre, para que
mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?" (Números 23:19) "En la esperanza de la
vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del
principio de los siglos." (Tito 1:2) Véanse: Deuteronomio 32:4; Salmo
31:5; 86:15.
(2) Su explicación. La Verdad Eterna es aquello que Dios ha revelado al
hombre en su Palabra. Dios jamás se contradice a sí mismo. Una
porción de su Palabra nunca contradice a otra. ¿Acaso no estamos
contentos de que la Palabra de Dios no haya estado de acuerdo con todas
las teorías muertas del pasado? ¡Naturalmente! No desmayemos si la
Biblia no concuerda con ninguna teoría de la actualidad con respecto a la
creación, al hombre, etc. El hombre carece de conocimiento aparte de la
Palabra de Dios. Cualquier cosa aparte de la revelación de Dios es una
mera suposición.
3. Manifestaciones de la Santidad de Dios.
a. Por sus obras. Todo lo que Dios ha creado y hecho es perfecto y
santo. Dios no creó el pecado. Dios no creó la naturaleza pecaminosa
que está en el hombre perdido. Dios creó al hombre en perfecta
inocencia, pero él pecó. El hombre, al cometer pecado, pasó a los demás
hombres la naturaleza "pecaminosa." Así es, Dios creó al hombre con la
capacidad de pecar. Si Dios hubiese creado al hombre de manera que él
no pudiera pecar, y aun no ser una máquina, el hombre no sólo hubiera
sido como Dios, sino que él hubiera sido Dios mismo. No somos iguales
a Dios.
b. Por sus leyes. Todas las leyes divinas son justas y ellas son verdad.
No hay una sola falsedad en la totalidad de las leyes de Dios. Por tanto,
las leyes de Dios manifiestan su santidad.
c. Por su odio al pecado. "Los insensatos no estarán delante de tus ojos;
aborreces a todos los que hacen iniquidad." (Salmo 5:5) Esto, quizás,
sea una revelación para algunos. Dios odia al pecador por causa de su
pecado, y no por causa de sí mismo. Dios odia al pecador; pero lo ama
también, porque El sabe que el hombre, a pesar de estar arruinado por el
pecado, puede demostrar santidad. ¿Por qué Dios castiga al pecador?
¡Por causa de sus pecados! Por tanto, Dios odia el pecado, no importa
donde se encuentra, ya sea en la vida de un pecador irredento, o en la
48
vida del mismo creyente. La actitud y la conducta de Dios hacia el
pecado revelan su santidad.
d. Por su amor a la justicia. Dios ama la justicia tanto como El odia el
pecado. "Tu oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos,
condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y
justificando al justo para darle conforme a su justicia." (I Reyes 8:32)
"Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios,
el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros... Porque
Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que
habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y
sirviéndoles aún." (Hebreos 1:9; 6:10)
e. Por la justificación del pecador creyente. Si el hombre recibiera
toda consideración por sus "derechos," él estaría en el infierno. Son la
misericordia y la gracia de Dios que le ofrecen el plan de la salvación, la
cual, si el hombre decide aceptarla, declara justo al creyente quien llega a
ser un pecador perdonado. "A quien Dios puso como propiciación
(Cristo Jesús) por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia,
a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, y el que justifica al
que es de la fe de Jesús." (Romanos 3:25-26)
f. Por el cuidado que El tiene de los santos. "Jehová es el que hace
justicia y derecho a todos los que padecen violencia." (Salmo 103:6)
"Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel;
mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron
contra mí. Sobre mis espaldas araron los aradores; hicieron largos
surcos. Jehová es justo; cortó las coyundas de los impíos." (Salmo
129:1-4) Véanse: Salmo 98:1-3; 145:15-19; II Timoteo 1:6-9.
g. Por su cruz. "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
(Salmo 22:1) Podemos vislumbrar brevemente la cruz leyendo el verso
citado y los demás versos del Salmo 22. Este Salmo es profético; pues,
fue escrito aproximadamente novecientos años antes de que Cristo
realmente muriera en la cruz del Calvario. Y la muerte de Cristo es una
perfecta manifestación de la santidad de Dios. Sin duda que algunos
preguntarán, ¿cómo puede ser que nosotros sabemos que Dios odia el
pecado? Su hijo, "... que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado." (II Corintios 5:21) Cuando el Hijo de Dios se volvió pecado,
la actitud de Dios hacia el pecado no cambió. Dios odiaba el pecado
49
como siempre lo ha odiado, aun cuando El "lo hizo pecado" a su Hijo. El
hecho de que era su Hijo no cambió el criterio de Dios en lo absoluto.
Por lo tanto, en aquel momento, Jesús vino a ser objeto del odio del
Padre a causa del pecado. "Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo."
(Isaías 53:10) Dios desamparó a su Hijo, porque Dios siempre
desechará el pecado. La santidad de Dios permanece inmutable.
V. LA PATERNIDAD DE DIOS.
Dios es llamado el Padre debido a la asociación que los creyentes
tenemos con El. La popularidad del término, "Padre," cuando se refiere a
Dios, se debe al cristianismo. En la actualidad existen numerosas
fantasías con respecto a la paternidad de Dios. La enseñanza de la
paternidad de Dios y de la confraternidad del hombre no es nada más que
el universalismo, lo cual enseña que ninguno será enviado al infierno
jamás. Pero no todos los hombres son hijos de Dios. El pasaje que los
universalistas usan para predicar que Dios es el Padre de toda la
humanidad se encuentra en Efesios 4:6. "Un Dios y Padre de todos, el
cual es sobre todos, y por todos, y en todos." Pero esto se refiere a todos
los cristianos, a todos los creyentes, no a los incrédulos, no a los
condenados.
A. LA ENSEÑANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
"Pero tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos
conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor perpetuo es
tu nombre... Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y
tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros."
(Isaías 63:16; 64:8) En el antiguo testamento, Dios está mencionado
como Padre, pero no como el Padre del individuo. Más bien, El está
considerado como que es el Padre de la nación de Israel. No podemos
encontrar ningún pasaje que se refiere a Dios como el Padre de un
pecador arrepentido en el antiguo testamento.
B. LA ENSEÑANZA DEL NUEVO TESTAMENTO.
El Señor Jesús es el que introdujo a Dios como el Padre del individuo.
El es el primero en reconocer que Dios es el Padre de cada cristiano en
particular. Los siguientes pasajes bíblicos respaldan esta verdad: "Y
aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." (Juan
50
1:14) "Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebran-
taba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio
Padre, haciéndose igual a Dios." (Juan 5:17-18) "Mi Padre que me las
dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre. Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar
piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he
mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron
los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la
blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios." (Juan 10:29-33)
"Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y
Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme
oído..." (Juan 11:41)
1. En que Dios es el Padre de nuestro Señor Jesucristo. La expresión
según la usamos, "la Paternidad de Dios", no significa que Dios vivió por
mucho tiempo y luego engendró a su Hijo. Recordemos que Dios es el
Padre Eterno; y para ser un Padre Eterno, El debe tener un Hijo Eterno.
En las Escrituras, el término "hijo" no siempre significa un hijo por gene-
ración. Puede, también, significar un hijo por relación.
Veamos las Escrituras del antiguo testamento: "Por tanto, el Señor
mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre Emanuel." (Isaías 7:14) "Porque un niño nos
es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz." (Isaías 9:6) Nótense: los términos "niño" e "hijo." El
niño es nacido; pero el Hijo no es nacido, sino dado. Así es, el Niño de
Belén nació, pero la Vida era el Hijo que ha existido siempre. El Niño
tuvo un principio; el Hijo no tenía principio. El siempre ha existido con
el Padre desde la eternidad; por lo tanto, Cristo es el Hijo, no por
nacimiento, sino por relación. El Hijo está relacionado al Padre y al
Espíritu Santo; todos juntos están relacionados entre sí, y así forman la
Divinidad. Dios jamás podría ser Dios sin que todos los miembros de la
Divinidad hayan estado presentes desde la eternidad y a través de la
eternidad.
A fin de que Dios pudiera redimir la humanidad, El tenía que nacer como
cualquier otro hombre; por tanto, El se manifestó a sí mismo en su Hijo,
quien fue concebido por el poder del Espíritu Santo. "Respondiendo el
ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
51
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá será
llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) "Pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley." (Gálatas 4:4)
a. El Padre reconoce a Jesús como su propio Hijo. "Y hubo una voz
de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia." (Mateo 3:17) "Y vino una voz desde la nube, que decía:
Este es mi Hijo amado; a él oíd." (Lucas 9:35)
b. El Hijo reconoce a Dios como a su propio Padre. "Todas las cosas
me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el
Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo
quiere revelar." (Mateo 11:27) "Yo, pues, os asigno un reino, como mi
Padre me lo asignó a mí." (Lucas 22:29) "Estas cosas habló Jesús, y
levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu
Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti." (Juan 17:1)
c. Los hombres reconocen a Jesús como al propio Hijo de Dios. "Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente." (Mateo 16:16) "Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste
es el Hijo de Dios... Respondió Natanael y le dijo Rabí, tú eres el Hijo
de Dios; tú eres el Rey de Israel." (Juan 1:34,49)
d. Los demonios reconocen a Jesús como al propio Hijo de Dios. "Y
clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has
venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mateo 8:29)
2. En que Dios es el Padre de los creyentes en el Señor Jesucristo. "...un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos." (Efesios 4:6)
No podríamos hacer suficiente énfasis sobre el hecho de que Dios no es
el Padre de toda la humanidad. El es sólo el Padre de los renacidos hijos
de Dios. Todos los hombres son las criaturas de Dios por la creación,
pero no todos son hijos de Dios. El hombre es una criatura de Dios por
la creación. El se convierte en un hijo de Dios por la regeneración.
"Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de
nuestro Señor Jesucristo... por medio de las cuales nos ha dado preciosas
y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes
de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el
52
mundo a causa de la concupiscencia." (II Pedro 1:2,4)
No puede haber filialidad aparte del renacimiento espiritual. El niño
tiene, siempre, la naturaleza de su padre. El hombre, que es nacido de
Adán, tiene la naturaleza de Adán, la cual es corrupta, pervertida y
pecaminosa. Y el padre de la naturaleza pecaminosa de Adán es Satanás.
Por tanto, la naturaleza de nuestro padre (Adán) es la misma naturaleza
que la del padre de Adán (Satanás). Por consiguiente, nuestra naturaleza
es la misma que la de Satanás. Satanás es el padre espiritual de todos los
pecadores no regenerados. "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y
los deseo de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el
principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira." (Juan 8:44) Resumiéndolo todo, si Satanás es el padre de los
que no son salvos, por el nacimiento natural, nosotros debemos tener un
nacimiento sobrenatural a fin de que Dios pueda ser nuestro Padre.
El mundo está dividido en dos partes. Hay sólo dos clases de hombres a
quienes Dios reconoce: Adán y Cristo. Los pecadores están divididos
según la identidad de ellos con estos dos hombres. Los que no son
salvos se identifican con Adán. Los salvos se identifican con Cristo.
Todos los hombres se identifican por el nacimiento natural en Adán. Los
hombres que han renacido son identificados por el nacimiento
sobrenatural en Cristo.
*El hombre que no es salvo no puede llamar a Dios, “Padre mío". La
relación filial existe únicamente entre el Padre y los que han nacido
del Espíritu Santo. (Juan 3:3-7)
Cuando el Señor Jesús estuvo clavado en el madero, Él clamó: "Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" El Señor no dijo: "Padre
mío, Padre mío", sino "Dios mío, Dios mío." ¿Por qué? Porque El
tomaba el lugar del pecador para morir como Sustituto por sus pecados -
“el Justo por los injustos." Dios es santo. El pecado separa a la
humanidad de Dios. Dios es el Creador de todos, pero no es el Padre de
todos. Mi amigo, ¿Dónde estás tú? ¿En Adán, o en Cristo? "Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados."
(I Corintios 15:22)
53
CAPITULO DOS
C R I S T O L O G I A
I. Nombres y Títulos de Cristo
A. Jesús
B. Cristo
C. Mesías
D. Señor
E. Jesucristo
F. Cristo Jesús
G. El Señor Jesucristo
H. Yo Soy
I. El Hijo de Dios
J. El Hijo del Hombre
K. El Hijo de Abraham
L. El Hijo de David
M. El Hijo del Altísimo
N. El Segundo Hombre
O. El Postrer Adán
P. El Verbo
Q. Emanuel
R. Salvador
S. Rabí
T. Raboni
U. Maestro
II. La Encarnación de Cristo
A. La realidad de la encarnación.
B. ¿Cómo se humanizó?
C. Las objeciones a la encarnación.
D. Los objetos de la encarnación.
E. La perpetuidad de la encarnación.
F. Las pruebas de la encarnación.
III. Las Dos Naturalezas de Cristo
54
A. La realidad de Su humanidad.
B. La eternidad de Su deidad.
C. Dos naturalezas con un propósito singular.
D. Algunos errores con respecto a la dualidad.
IV. La Muerte de Cristo
A. El hecho de su muerte.
B. La historia bíblica.
C. Doctrinas antibíblicas.
D. Los nombres bíblicos de su muerte.
E. Los objetivos de su muerte.
F. El alcance de su muerte.
G. La victoria de su muerte.
V. La Resurrección de Cristo
A. La importancia de la resurrección.
B. El significado de la resurrección.
C. Las teorías antibíblicos.
D. Las pruebas de la resurrección.
E. La victoria de la resurrección.
VI. La Ascensión y Entronización de Jesucristo
A. El significado.
B. El mensaje.
C. La naturaleza.
D. La necesidad.
E. El propósito.
F. Los resultados.
55
CAPITULO DOS
C R I S T O L O G I A
La Cristología es la enseñanza bíblica acerca de Cristo. Bendito todo
aquel que le conoce como Señor y Salvador.
A veces se nos advierte que podemos predicar demasiado de Cristo, en el
sentido de hace menos caso de las doctrinas de Dios y del Espíritu Santo.
Permítanos decir aquí mismo, que no podemos predicar a Cristo
demasiado. Asimismo, jamás se ha oído de que haya celos en la
divinidad. De las Escrituras podemos ver que Dios prefiere que
prediquemos a Cristo con más énfasis de lo que lo estamos haciendo.
"y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, el que es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud...Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad." (Colosenses 1:18,19; 2:9)
I. NOMBRES Y TITULOS DE CRISTO
Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Sagradas Escrituras. Es
decir, creemos que cada palabra de la Santa Biblia es inspirada por Dios.
Por esta razón, creemos que todos los títulos y nombres de nuestro Señor
Jesucristo son de gran importancia y significado profundo.
A. JESÚS.
El nombre Jesús, se encuentra 612 veces en los cuatro evangelios, y 71
veces más en el resto del nuevo testamento. El nombre Cristo se
encuentra solamente 56 veces en los cuatro evangelios, mientras que en
el resto del nuevo testamento el nombre de Cristo se encuentra 256
veces. El nombre "Jesús" se encuentra más veces antes de su muerte,
sepultura y resurrección; mientras que "Cristo" se encuentra más veces
después de Su pasión.
Jesús es el nombre personal del Señor. Es su nombre terrenal, el nombre
con el cual nació, vivió, y murió. Es el nombre de su humillación, su
56
sufrimiento y su aflicción. Es el nombre de Aquel que se humilló a sí
mismo. (Filipenses 2:5-11) El nombre Jesús, en la época de nuestro
Señor, no era excepcional porque había muchos que se llamaban Jesús.
"Jesús" es la forma griega de la palabra hebrea "Josué," y ambas
significan "Jehová, nuestro Salvador." Jesús es el nombre que fue escrito
en una tabla en Su cruz.
Una persona se salva por medio de confesar que Jesús es el Señor y creer
que Dios le resucitó de los muertos. (Romanos 10:9) I Corintios 15:1-3
dice que el evangelio es la muerte, sepultura y resurrección del Señor.
Hay muy poco "evangelio" en los cuatro evangelios bíblicos. Solamente
en los últimos capítulos de cada evangelio están registradas la muerte,
sepultura y resurrección de Cristo. Por consiguiente, el nombre Jesús
predomina en los evangelios.
Las epístolas son las que destacan tan claramente la doctrina de la
salvación por gracia mediante la fe en el sacrificio vicario de Cristo. Las
epístolas están llenas de la doctrina de la salvación, y de ahí, el énfasis
sobre los nombres "Cristo" y "Señor." Antes del Calvario se usa más
"Jesús," y después del Calvario se usa más "Cristo."
"Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a
quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo." (Hechos
2:36) "Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre."
(Filipenses 2:8-11)
Es interesante notar que cuando El estaba en el mundo, antes de la
crucifixión, El nunca fue llamado Jesús en su presencia por sus
seguidores. Siempre fue llamado "Señor," "Maestro," o "Rabí."
"Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy."
(Juan 13:13) Acusó a los judíos con referencias al antiguo testamento,
diciendo, “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo
digo?" (Lucas 6:46) Pero esto aconteció con menos frecuencia.
La razón por la cual el nombre Jesús es mencionado más en los
evangelios (612 veces) es que ellos hacen énfasis en su vida terrenal. Por
57
otro lado, el nombre Cristo se menciona más veces en los Hechos y las
epístolas porque éstas destacan su exaltación celestial. Según la Biblia,
los hombres del mundo, los demonios y Satanás se le dirigieron a Él
usándose el nombre, "Jesús", pero nunca el título, "Señor." Es inevitable
llegar a la conclusión de que cada ataque sobre la Persona del Hijo de
Dios, era para negar su señorío, ya sea con respecto a su sangre, su
resurrección, su sacrificio expiatorio o su segunda venida; y que no era
menos que una agresión sutil contra la deidad de Cristo.
A nosotros se nos llaman, "cristianos," porque este nombre se asocia con
la proclamación de la victoria del Salvador en la cruz. Asimismo,
nosotros sabemos que el nombre cristiano, fue dado primeramente a los
creyentes por aquellos que odiaban a Dios y a su Cristo; sin embargo,
nos sentimos orgullosos de tomar Su glorioso nombre y de llevar su
vituperio.
Recordemos, entonces, que los incrédulos no llamaron, "Señor," al
Salvador, sino que siempre le llamaron "Jesús"; y por lo general, los
creyentes le llamaron Jesús. Una excepción se encuentra en el caso de
los discípulos que iban camino a Emaús. "Entonces él les dijo: ¿Qué
cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús Nazareno, que fue varón profeta,
poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y
cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a
sentencia de muerte y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él
era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es
ya el tercer día que esto ha acontecido." (Lucas 24:19-21)
Ellos estaban desanimados porque decían, "esperábamos que él era..."
porque todas las esperanzas de ellos se vieron frustradas cuando Jesús
fue crucificado. Por supuesto, estos discípulos no conocían bien las
Escrituras, ni se acordaban de las palabras del Señor, que El resucitaría
de los muertos. Ellos hablaban de El como de una causa perdida; y ellos,
aquí, le llamaron Jesús. Si Cristo no hubiera resucitado de los muertos,
la esperanza de ellos, y asimismo la nuestra, hubiera sido apagada. El
hubiera permanecido siendo simplemente "Jesús." "Mas ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho." (I
Corintios 15:20) ¡El es Cristo y Señor! ¡No era un mero hombre, sino
Dios que se hizo Hombre!
B. CRISTO.
58
Aunque ya hemos tratado en detalle lo concerniente al nombre Cristo,
según el uso aplicado, quisiéramos añadir, no obstante, estos detalles:
El nombre Cristo significa "Ungido." Es el título oficial del Hijo de
Dios. Siempre que oímos la palabra "ungido", debemos recordar cómo,
y bajo cuáles circunstancias, los hombres fueron ungidos. Sabemos que
en la Biblia se ungieron a los reyes, profetas, y sacerdotes.
"Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey
sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está atento a las palabras de Jehová."
(I Samuel 15:1) "A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a
Eliseo hijo de Safat, de Abel-Mehola, ungirás para que sea profeta en tu
lugar." (I Reyes 19:16) "Habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma a
Aarón y a sus hijos con él, y las vestiduras, el aceite de la unción, el
becerro de la expiación, los dos carneros, y el canastillo de los panes sin
levadura... Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y
lo ungió para santificarlo." (Levítico 8:1,2,12)
1. Cristo ha sido ungido como Profeta. "Porque Moisés dijo a los padres:
El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos,
como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no
oiga a aquel profeta será desarraigada del pueblo." (Hechos 3:22-23)
2. Cristo ha sido ungido como Sacerdote. "Por tanto, teniendo
un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote
que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado." (Hebreos
4:14-15)
3. Cristo ha sido ungido como Rey. "Y ahora, concebirás en tu vientre, y
darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será
llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su
padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá
fin." (Lucas 1:31-33)
*Los evangelios presentan a Cristo como el Rey de Israel y el Salvador
del mundo. Las epístolas presentan a Cristo como la Cabeza de la Iglesia
y el Señor del Cielo.
C. MESIAS.
59
"Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al
Mesías (que traducido es, el Cristo)." (Juan 1:41) "Le dijo la mujer: Sé
que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos
declarará todas las cosas." (Juan 4:25)
"Mesías" es la palabra hebrea que tiene el mismo significado que
"Cristo" en el griego, el cual es "Ungido." El antiguo testamento está
repleto de profecías del Mesías, mientras que el nuevo testamento se
dedica a proclamar el cumplimiento de ellas.
D. SEÑOR.
Este es el título de la deidad de Cristo, el título de autoridad. Los tres
nombres principales de Dios, según los Escritos del antiguo testamento,
están resumidos en el nombre, "Señor." Hemos aprendido que la palabra
"Dios," en la versión Reina-Valera (1960), viene de la palabra hebrea
Elohim. Este nombre habla de la esencia divina y de todos los atributos
y cualidades que manifiestan su Persona. La palabra "Señor" viene de la
palabra hebrea, “ser,” que se traduce principalmente, "Jehová".
"Adonai," que significa "Maestro," o "Señor." Así que estos nombres se
relacionan entre sí.
En el griego del nuevo testamento la palabra "Señor" viene de la palabra
Kurios, y se traduce "Señor," "Dios" o "Amo." Esta traducción es
equivalente a la palabra del antiguo testamento, Adonai, "Amo." Cristo,
el Señor, es nuestro Amo. "...y vosotros, amos (kurios), haced con ellos
lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor (Kurios) de ellos
y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas."
(Efesios 6:9) Véase: Colosenses 4:1. Este nombre enfatiza el señorío
de Dios.
Como os expliqué anteriormente, el título "Señor" también incluye otro
nombre de Dios, y éste es "Jehová." Sabemos esto por la forma en que el
mismo es usado en el nuevo testamento. El nuevo testamento cita de las
Escrituras del antiguo testamento, usando la palabra "Señor" (Kurios),
mientras que la palabra del antiguo testamento es "Jehová." La Biblia
dice, "Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor (antiguo
testamento: “Jehová”) tu Dios." (Mateo 4:7) En este verso, ambos
Yahveh y Elohim ("tu Dios") se atribuyen al Señor Jesucristo.
60
En la salvación debemos reconocer que Jesucristo es Jehová, Dios, y
Amo. "Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor (Jehová,
Dios y el Señor), y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo." (Romanos 10:9)
Si nosotros lo hemos confesado a El como Señor (Jehová, Dios y Señor),
entonces lo estamos honrando como Aquel que nos posee y tiene todo
derecho sobre nuestras vidas y lo que poseemos. Nosotros tenemos una
gran responsabilidad delante de Él. Su voluntad debe ser nuestra
voluntad. "Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la
voluntad del Señor." (Efesios 5:17)
E. JESUCRISTO.
Este título del Señor combina su nombre personal, "Jesús," con su título
oficial, "Cristo." El énfasis queda en la primera parte, "Jesús," el Hijo
del hombre, Dios en la carne. “Cristo” enfatiza Su glorificación y el
lugar que ocupa en los cielos, hoy. En otras palabras, Jesús se humilló a
sí mismo para salvarnos, pero ahora, es el Soberano victorioso.
F. CRISTO JESUS.
Este nombre hace lo opuesto del nombre Jesucristo. Pone énfasis en su
exaltación presente, más bien que su humillación. "Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz." (Filipenses 2:5-8)
G. EL SEÑOR JESUCRISTO.
Este es el nombre compuesto es del más amplio significado. "Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo." (Efesios 1:3)
H. YO SOY.
Cuando Jehová apareció a Moisés en la zarza que ardía y no se consumía
y le mandó testificar al faraón de Egipto, se identificó con el nombre "Yo
61
Soy." "Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y
les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos
me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé? Y
respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros." (Éxodo 3:13-14)
Jesús declaró que El era el gran YO SOY ante sus discípulos y enemigos.
(San Juan 8:23-24; 13:19) En Getsemaní, cuando venía la multitud
para llevar a Jesús como preso a Caifás, El se identificó con este nombre
divino. "Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de
sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A
Jesús nazareno. Jesús les dijo: YO SOY. Y estaba también con ellos
Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: YO SOY, retrocedieron, y
cayeron a tierra." (Juan 18:4-6) Cuando el Señor se identificó como el
gran YO SOY, cayeron a tierra, pero no en adoración. El podría haberles
destruido con una sola palabra, pero se entregó a la voluntad del Padre
para sufrir por la humanidad. En otro lugar el Señor dijo: "...Antes que
Abraham fuese, YO SOY." (Juan 8:58) Pablo glorificó a Cristo,
diciendo, "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad." (Colosenses 2:9)
I. EL HIJO DE DIOS.
Este nombre enfatiza la gloria y deidad personal de Cristo.
"Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo
Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) "Los judíos le
respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir,
porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios." (Juan 19:7) Véase: Juan
5:18.
El Señor Jesús es el Hijo de Dios. El cristiano es un hijo de Dios. El
Señor Jesucristo es el Hijo de Dios por relación y naturaleza. El cristiano
es un hijo de Dios por regeneración y adopción. El Señor Jesús ha sido
el Hijo de Dios todo el tiempo y por toda la eternidad. Una persona se
convierte en una hija de Dios cuando confíe en Cristo, el Señor. (Juan
1:11-13)
J. EL HIJO DEL HOMBRE.
Este parece ser el título favorito del Señor, el título por el cual El se
62
llamó a sí mismo una y otra vez. "Y le dijo Jesús: Las zorras tienen sus
guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene
dónde recostar la cabeza." (Lucas 9:58)
Este es el título milenial de Cristo. Dondequiera que esté registrado, se
usa en conexión con el reino del Señor Jesucristo en el reinado milenial.
Aun en el antiguo testamento se destaca la misma verdad. Algunos
querrán debatir este punto diciendo que Ezequiel tomó a su cargo ese
mismo título, "el hijo del hombre." No obstante, quisiéramos que el
lector se refiriera a los pasajes donde el título es usado; porque allí se
vislumbra la venida del Reino Milenial. Por ejemplo, en Ezequiel 37
está la profecía del valle de los huesos secos que habla de cuando toda la
casa de Israel volverá a Palestina. Esto sucederá al comienzo del
milenio.
Este título es del Señor y no de los hombres. El cristiano es un hijo del
hombre, pero El es "el Hijo del Hombre."
El título, el Hijo del Hombre, se encuentra 88 veces en el nuevo
testamento: una vez en Hechos; una vez en Hebreos; dos veces en
Apocalipsis; 84 veces en los evangelios y ninguna vez en las epístolas.
Las epístolas tienen que ver con la Iglesia, no con el reino venidero del
milenio. Cristo es el Rey del Reino, pero, también, es la Cabeza de la
Iglesia. Y como la Iglesia no es el Reino, por lo tanto, el título milenial
de Cristo, "el Hijo del Hombre," no se encuentra en las epístolas
apostólicas.
K. HIJO DE ABRAHAM.
El Evangelio según Mateo comienza, "el libro de la genealogía de
Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham." (Mateo 1:1) "Ahora bien, a
Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu
simiente, la cual es Cristo." (Gálatas 3:16) El Mesías prometido tenía
que ser un judío. Cristo era un judío y el Hijo de Abraham que cumplió
todas las profecías mesiánicas, y por tanto, era el "Ungido," el Cristo.
L. EL HIJO DE DAVID.
Este es el título de nobleza del Señor Jesús. El Rey de Reyes tenía que
ser descendiente de David, según la promesa. "Y oyendo que era Jesús
63
nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten
misericordia de mí!" (Marcos 10:47)
M. EL HIJO DEL ALTISIMO.
Este es el título de preeminencia. "Este será grande, y será llamado Hijo
del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David a su Padre."
(Lucas 1:32)
N. EL SEGUNDO HOMBRE.
"Segundo Hombre" indica que había un hombre antes que El, solamente
uno, y ese hombre era Adán. "El primer hombre es de la tierra, terrenal;
el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo." (I Corintios 15:47)
O. POSTRER ADAN.
"Postrer Adán" indica que no habrá otro hombre que le siga a El. Existen
sólo dos hombres en los registros de Dios: Adán y Cristo. Por
consiguiente, el mundo está dividido bajo estas dos supremacías: Adán y
Cristo. Todos son de Adán por el nacimiento natural, y solamente son de
Cristo quienes han experimentado el nuevo nacimiento. "Así también
está escrito: fue hecho el primer hombre Adán, alma viviente; el postrer
Adán, espíritu vivificante." (I Corintios 15:45)
P. EL VERBO.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era el principio con Dios." (Juan 1:1-2) Así como las
palabras habladas revelan los pensamientos invisibles de los hombres,
también, el Verbo visible (Jesús) nos revela al Dios invisible. (Juan
1:14)
Q. EMANUEL.
"He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros." (Mateo 1:23) Tal como
la Escritura lo dice, Emanuel significa "Dios con nosotros." Recordemos,
entonces, que el Señor Jesús es "Dios con nosotros." El ha dicho, "No te
desampararé, ni te dejaré." (Hebreos 13:5)
64
R. SALVADOR.
"Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo
el Señor." (Lucas 2:11) NO un ayudador, sino ¡un Salvador!
S. RABI.
Esto viene de la palabra hebrea que significa "Maestro." "Y volviéndose
Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿qué buscáis? Ellos le dijeron:
Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?" (Juan 1:38)
T. RABONI.
Esto es lo mismo que la palabra "Rabí", que significa "Maestro," pero
viene del idioma caldeo. "Jesús le dijo: ¡María! volviéndose ella, le dijo:
¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)." (Juan 20:16)
U. MAESTRO.
"Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿por qué come
vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?" (Mateo 9:11) Aquí el
significado es "Instructor." La idea de dueño no está inferida aquí, como
en la palabra "Señor" (Adonai). El mundo reconoce hoy que Jesús era un
gran Maestro, pero no quiere confesarlo como Señor. El Señor Jesús no
es meramente nuestro Instructor. ¡El es nuestro Dios, nuestro Jehová,
nuestro Señor!
II. LA ENCARNACION DE CRISTO.
Cuando hablamos de la encarnación de Cristo Jesús, el Hijo de Dios,
significamos que Dios se ha manifestado en carne. Esta es una verdad
cardinal del cristianismo. Es la base fundamental sobre la cual descansa
nuestra fe. Sin la encarnación, el cristianismo no podría sostenerse. No
hay manera de deshacerse de la encarnación sin deshacerse del
cristianismo. Esto no nos ha sido revelado sólo por el hombre, sino por
Dios mismo, a través de la revelación de su Palabra.
"Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por
los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar
todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de
65
Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de
la sabiduría y del conocimiento." (Colosenses 2:1-3)
A. LA REALIDAD DE LA ENCARNACION.
Dos de los evangelios, Mateo y Lucas, registran la historia completa de
la encarnación. Los dos lo relatan de manera diferente, pero ambos
concuerdan en la realidad de los hechos. Mateo, quien retrata a Cristo
como el Rey a través de todo el libro, introduce al Hijo de Dios,
diciendo, "El que nació Rey de los judíos..." Traza la genealogía de Jesús
desde Abraham, padre de las promesas, por David, el rey del pacto hasta
José, su padre adoptivo. Lucas, quien revela a Cristo como el Hombre
perfecto, hace énfasis sobre la humanidad de Jesús, mostrando que su
linaje antecedía a través de María, hasta Natán (otro hijo de David),
luego hasta David, de ahí hasta Abraham, y finalmente hasta el primer
hombre, Adán.
1. La virginidad de María. Tanto Mateo como Lucas declaran que ella
era una virgen. "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada
María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había
concebido del Espíritu Santo." (Mateo 1:18) "Al sexto mes el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de
David; y el nombre de la virgen era María... Entonces María dijo al
ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón." (Lucas 1:26,27,34)
2. Su preñez antes de casarse con José. "Y José subió de Galilea cual
estaba encinta." (Lucas 2:5) Véase: Mat. 1:18-20.
3. La paternidad divina. Si José no era el padre de Jesucristo,
¿entonces, quién era? ¡Dios, por supuesto! "Y ahora, concebirás en tu
vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será
grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono
de David su padre... El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:31,32,34)
B. LA MANERA DE LA ENCARNACION.
La razón por la cual muchos no creen en el nacimiento virginal de
Jesucristo es porque piensan que su nacimiento fue el nacimiento de un
66
niño cualquiera, y no el nacimiento del Hijo de Dios. Debemos recordar
que ésta es la encarnación de Dios - ¡Dios manifestado en carne! "E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue
manifestado en carne..." (I Timoteo 3:16)
1. Según el testimonio de Mateo.
a. En la Genealogía de Cristo. Al trazar la descendencia del Señor
desde Abraham en el capítulo uno, versos uno al diecisiete, notamos que
la palabra "engendró" se menciona treinta y nueve veces, pero es omitida
después del nombre de José, el esposo de la virgen María. José no
engendró a Jesucristo. Dice, "Y Jacobo engendró a José, marido de
María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo." (Mateo 1:16)
Quizás alguien quiera preguntar, "¿por qué se menciona esta genealogía,
en primer lugar?" La razón es la siguiente: el futuro Rey de Israel tenía
que venir a través de esta línea genealógica (David, Salomón, etc.). Para
poder demostrar que Jesús era el legítimo heredero de David, debía
comprobarse que El venía de este linaje. Cuando José contrajo
matrimonio con la virgen María, el Hijo que iba a nacer, Jesús, se
convirtió en el heredero legal de José y el primero en la línea al trono.
¿Era Cristo un hijo de David en realidad? Por supuesto que sí, pero no a
través de José. El era un Hijo de David por su madre. Ella era, en sí
misma, una princesa en Israel, trazando su linaje a través de Natán (otro
hijo de David) hasta David. Por sangre, Cristo Jesús era un hijo de
David a través de María; y era un heredero de David, legalmente, a
través de José.
b. En la actitud de José. "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando
desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que
había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no
quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he
aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de
David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es
engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo
aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y
despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había
67
mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a
su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús." (Mateo 1:18-25)
En su propia mente, José estaba convencido de la impureza de María, su
desposada. Pensó que si él no la había conocido, entonces algún otro
hombre lo había hecho. Siendo hombre justo, viviendo bajo la ley, pensó
en que había dos alternativas: divorciarse de ella, o descubrirla y mandar
que fuese apedreada. José no pensó en ningún momento en la idea de
recibirla y hacerla su esposa. Esto es evidente puesto que, hasta que el
ángel le apareció en el sueño y le mandó recibir a María, él pensaba en
otra cosa; pero él obedeció el mandato del ángel.
Los hombres de la actualidad, y aun algunos predicadores, piensan que al
negar el nacimiento virginal de Jesús están dando muestra de ser muy
intelectuales. Dicen que José era el padre de Jesús, pero José mismo dijo
que él no era su padre.
c. En la adoración de los magos. "... vinieron del oriente a Jerusalén
unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?
Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle... Y al
entrar en la casa, vieron al niño con su madre, María, y postrándose, lo
adoraron..." (Mateo 2:2,11)
Ciertamente eran hombres sabios. Ellos adoraron al Niño, y no a su
madre, María. Estos hombres fueron instruidos y guiados por Dios. No
habrían adorado al Niño si José hubiera sido su verdadero padre.
d. En las Expresiones "el Niño y su Madre." Este tipo de declaración
se hace cuatro veces (Mateo 2:11,13,14 y 20). Nunca dice la Biblia, "Tu
esposa y tu hijo," haciéndose referencia a José.
Hablando del tema, podemos notar otra declaración importante.
"Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en
sueños a José y dijo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a
Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que
Herodes buscará al niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de noche
al niño y a su madre, y se fue a Egipto y estuvo allá hasta la muerte de
Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo." (Mateo 2:13-15) Dios
le llamó, "Mi Hijo." Cristo no era "el Hijo de José," sino ¡el Hijo de
Dios!
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2. Según el testimonio de Lucas.
a. En la manifestación a Zacarías. "Pero el ángel le dijo: Zacarías, no
temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se
regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No
beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre
de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al
Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de
Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los
rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto." (Lucas 1:13-17)
Nótese: Aquí se le dijo a Zacarías que tendría un hijo que sería el
precursor de Cristo, el Hijo de Dios.
b. En la anunciación a María. "Entonces el ángel le dijo: María, no
temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás
en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús." (Lucas
1:30,31)
María se convirtió en una mujer en cinta fuera del matrimonio, lo cual
era maldad ante Dios. Pero María halló gracia a los ojos de Dios. Si
María hubiera quedado encinta por un hombre, y Dios la hubiera
bendecido en esa condición, Dios habría sido cómplice de su maldad.
Pero sabemos que María estaba encinta, pero del Espíritu Santo.
c. En la alabanza de Elisabet. "Y (Elisabet) exclamó a gran voz, y dijo:
Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de vientre. ¿Por qué se
me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan
pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de
alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá
lo que le fue dicho de parte del Señor." (Lucas 1:42-45)
d. En el cántico de María. "Entonces María dijo: Engrandece mi alma
al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador..." (Lucas
1:46,47) Esta no era la canción de una mujer que se había quedado
embarazada y tenía que soportar la vergüenza; sino que era una canción
llena de gozo y alabanza a Dios, quien la había elegido para dar a luz al
Mesías.
69
e. En la profecía de Zacarías. "Y tú, niño, profeta del Altísimo serás
llamado; porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus
caminos." (Lucas 1:76) Esta es sólo una porción de la profecía del padre
de Juan el Bautista, relacionada con la obra de Juan, que acababa de
nacer. La profecía declara que Aquel, delante de quien iría Juan, es el
Hijo de Dios.
f. En la experiencia de los pastores. "Había pastores en la misma
región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los
rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No
temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el
pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es
Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en
pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel
una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con
los hombres!" (Lucas 2:8-14)
Cuando Cristo nació, el cielo cantó alabanzas. ¿Habría sucedido todo
esto por un hijo bastardo? ¡Por supuesto que no! Pero Jesús era el Hijo
de la virgen María, "Cristo el Señor," tal como los profetas habían
anunciado.
C. LAS OBJECIONES A LA ENCARNACION.
Muchos de los enemigos de Dios se encuentran entre los que profesan ser
creyentes, los que declaran ser cristianos, pero niegan el nacimiento
virginal de Cristo. Alguien podrá preguntar: "Cuando una persona va a
ser salva, ¿tiene que creer en el nacimiento virginal de Cristo para poder
salvarse? ¿Es ésta una doctrina que uno tiene que creer y entender para
ser salvo?" Permítame contestar haciéndole una pregunta: "¿Cree usted
que es posible que una persona salva no crea en el nacimiento virginal de
Cristo?" ¡Por supuesto que no!
Todos los salvados, los santos de Dios, nacidos de nuevo creen que
nuestro Salvador nació de una virgen. Lo único que una persona tiene
que hacer para ser salvo es confiar en Cristo como su Salvador, creyendo
que El murió por sus pecados y que El resucitó de los muertos; pero los
que somos salvos creemos en el nacimiento virginal de nuestro Señor.
70
Los que dicen ser cristianos, y niegan el nacimiento virginal, son meros
"profesantes," y no "poseedores" de la salvación.
*Los enemigos dentro y fuera de la Iglesia profesante, se oponen al
nacimiento virginal de Cristo por lo siguiente:
1. Dicen que la erudición del día presente se opone a ello. Esta
declaración no es cierta, pero no importaría mucho si lo fuera, porque
sabemos que, "los designios de la carne son enemistad contra Dios;
porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden." (Romanos
8:7) El corazón inconverso no conoce a Dios ni sabe las cosas de Dios.
Es lógico pensar que él no creería en el nacimiento virginal de Jesucristo.
Los eruditos que no han sido regenerados, quizá, no quieran aceptar esta
verdad divina, pero existen muchas lumbreras intelectuales en este
mundo presente, quienes ocupan elevados cargos directivos en nuestras
principales universidades e instituciones educacionales, hombres salvos,
quienes creen y testifican del nacimiento virginal de Jesucristo. En
realidad, una persona no es verdaderamente educada hasta que crea a
Dios y a su Palabra. "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová."
(Prov. 1:7)
2. Dicen que el nuevo testamento guarda silencio al respecto. Ciertamente Mateo y Lucas no guardan silencio al respecto. Dios se ha
provisto dos testigos, porque, "por boca de dos o de tres testigos se
decidirá todo asunto." (II Corintios 13:1) Dios cumple con la ley,
dando dos testigos a la verdad del nacimiento virginal de nuestro
Redentor. ¿Y si hubiera solamente un testigo? Aun así, sería verdad,
puesto que es Dios quien habla.
a. El testimonio de Marcos. Marcos no registra el nacimiento del
Señor. ¿Quiere él significar con esto que Cristo nunca existió? ¡Por
supuesto que no! El Evangelio de Marcos presenta a Cristo como al
Siervo Perfecto, y cuando se está considerando a un siervo, uno no se
preocupa de su genealogía; por tanto, el nacimiento de Cristo es omitido.
El primer verso del Evangelio de Marcos dice así: "Principio del
Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios." Cualquier hebreo sabe que esto
significa que Jesucristo era igual a Dios (Juan 5:17,18). Además,
sabemos que Jesucristo realizó cosas que ningún otro hombre podría
jamás hacer.
b. El testimonio de Juan. "En el principio era el Verbo, y el Verbo era
71
con Dios, y el Verbo era Dios... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad." (Juan 1:1,14) ¡Ciertamente que éste no es
el registro de un mero ser humano, sino el del Hijo de Hombre, del Hijo
de Dios, de Dios mismo!
c. El testimonio de Pablo. Mientras declaramos que estos argumentos
son de Marcos, Juan, Pablo, y otros, tengamos en cuenta que, aunque
dichos hombres escribieron estas afirmaciones, las palabras son las
palabras de Dios, y ellas son la revelación divina sobre el nacimiento
virginal de su Hijo.
Pablo fue apartado "para el Evangelio de Dios... acerca de su Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David, según la carne, que
fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de Santidad, por
la resurrección de entre los muertos. Porque lo que era imposible para la
ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado
en la carne." (Romanos 1:3-4) "Porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para
que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos." (II Corintios 8:9)
Véanse: Fil. 2:5-7; Gálatas 4:4; I Juan 4:2; Col. 2:8.
3. Dicen que la Iglesia primitiva no lo creía. Este es otro de los
argumentos falsos contra el nacimiento virginal que puede ser refutado
fácilmente. Los primeros credos de la Iglesia claramente declararon el
nacimiento virginal.
a. El Credo de los Apóstoles. Vino primeramente en forma oral, luego
por escrito, y data desde el siglo dos. La palabra "Credo" viene del latín,
credo, que significa, "yo creo."
b. El Credo del concilio de Niceo. Este se remonta hasta el cuarto siglo.
Cuando Ario declaró que Jesús era un ser creado, y no el Hijo de Dios
desde toda la eternidad, se convocó un concilio para establecer el hecho
de que Cristo, a pesar de haber nacido de una virgen, siempre ha existido
eternamente con el Padre. El Concilio de Constantinopla fue convocado
en el año 381. Este Concilio también se refiere al hecho del nacimiento
virginal de Cristo.
c. Te Deum Laudamus. Este era un antiguo himno preservado por la
72
Iglesia, el cual demostraba que la Iglesia primitiva creía en el nacimiento
virginal de Cristo.
4. Dicen que es contrario a las leyes de la naturaleza. A este
argumento en contra del nacimiento virginal, nosotros contestamos,
"Ciertamente es contraria a las leyes de la naturaleza." Puesto que éste
no fue el nacimiento de un niño cualquiera, sino el nacimiento del Hijo
de Dios en la carne. ¿Se ha detenido, mi amado lector, a pensar alguna
vez, en que el nacimiento virginal podría haber sido la única manera por
la cual Dios pudiera haber venido en la carne?
Existen tres maneras mediante las cuales Dios hizo seres humanos sin
conformar a las leyes de la naturaleza: (1) Cuando El hizo a Adán sin la
ayuda ni de hombre ni de mujer; (2) Cuando El hizo a Eva sin la ayuda
de una mujer; (3) Cuando El hizo a Cristo sin la ayuda de un hombre.
5. Dicen que es parecido a la mitología. Es verdad que muchas
religiones idólatras han enseñado que sus dioses eran descendientes de
mujeres, pero no totalmente de la virginidad; sino, más bien, que estas
mujeres tuvieron relaciones carnales con dioses lo cual produjo los
dioses del pueblo. ¿Puede haber alguna comparación entre el nacimiento
de Jesucristo y las historias que estos mitos alegan? ¡Por supuesto que
no! Los nacimientos virginales aludidos a los personajes de la mitología
no son realmente virginales, sino el resultado de relaciones carnales.
6. Alegan que al llamarse "el Hijo del Hombre," Cristo negó el
nacimiento virginal. Recordemos, sin embargo, que el Señor Jesucristo
nunca dijo, "Yo soy un hijo de un hombre;" sino que hizo uso del nombre
profético, "el Hijo del Hombre."
7. Dicen que la purificación de María demostró que éste era un
nacimiento natural. Bajo la ley, todas las mujeres en esa condición
eran consideradas "inmundas." El propósito era higiénico, para salvar la
salud de la mujer, protegiéndola del placer de su esposo mientras ella
estaba aún en un estado débil, ocasionado por el alumbramiento.
Estamos de acuerdo que el nacimiento, en sí, era normal en todo sentido,
pero la concepción de Jesús era virginal. María no era una virgen
después de dar a luz a Jesús.
D. LOS PROPOSITOS DE LA ENCARNACION.
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1. Para revelar al Dios Invisible. "A Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer."
(Juan 1:18) Jesucristo es la Exposición de Dios, el Revelador de Dios.
Si queremos saber cómo es Dios, debemos contemplar a Jesús.
(Colosenses 1:19; 2:9)
2. Para cumplir la profecía.
a. La simiente de la mujer. "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y
entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le
herirás en el calcañar." (Génesis 3:15) La mujer no tiene simiente; la
simiente pertenece al hombre. Pero este pasaje menciona la "simiente de
la mujer." Esto es contrario a la naturaleza y se refiere, como es lógico,
al nacimiento virginal que fue cumplido cuando María dio a luz a
Jesucristo sin simiente de varón.
b. La virgen como "señal." "Por tanto, el Señor mismo os dará señal:
He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel." (Isaías 7:14) Esta Escritura expone exactamente lo
que queremos decir.
3. Para cumplir el Pacto Davídico. "Saldrá una vara del tronco de Isaí,
y un vástago retoñará de sus raíces... Acontecerá en aquel tiempo que la
raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada
por las gentes; y su habitación será gloriosa." (Isaías 11:1,10) "He aquí
que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y
reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.
En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste será su
nombre con el cual le llamarán, "Jehová, Justicia Nuestra." (Jeremías
23:5-6)
"Varones hermanos, se os pueden decir libremente del patriarca David,
que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de
hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había
jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo
para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección
de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio
corrupción." (Hechos 2:29-31) Véanse: I Samuel 7:4-17; Lucas 1:32-
33.
4. Para ser un sacrificio por nuestros pecados. "Y sabéis que él
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apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él." (I Juan
3:5) "Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no pueden
quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y
ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo... Diciendo primero:
Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no
quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y
diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad;
quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez
para siempre." (Hebreos 10:4-5, 8-10) "Además os declaro, hermanos,
el evangelio... Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó el tercer día, conforme a
las Escrituras." (I Corintios 15:1-4)
a. El sacrificio de animales nunca quitaba el pecado. Es Dios quien
instituyó el sacrificio de animales; sin embargo, toda la sangre que por
siglos fue derramada en los altares judíos nunca quitó un solo pecado.
Entonces, ¿por qué fue dado este mandamiento? Fue ordenado para
proveer un "cubrimiento" por los pecados hasta que viniera la sangre de
Cristo y los "lavara" por completo, haciéndolos desaparecer.
b. El sacrificio debe ser inmaculado. Estamos de acuerdo en que un
hombre tenía que ser sacrificado en el lugar de los pecadores, y que los
animales no pueden elevarse al nivel del hombre. No obstante, un
hombre pecador no podía ser ofrecido como sacrificio por otro hombre
pecador, porque él tendría que morir por su propia culpa como pecador.
c. El sacrificio tenía que ser un sacrificio de valor infinito. No sólo
debe el sacrificio elevarse de los animales al nivel del hombre, por quien
es ofrecido; sino que, además, debe elevarse al nivel de Dios, a Quien
tenía que satisfacer. ¡Jesús, nuestro Señor, cumplió con todo! "Quien
llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que
nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados." (I Pedro 2:24)
5. Para proveer de un sumo sacerdote perfecto. "Por lo cual debía ser
en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel
sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del
pueblo ... Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento
celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión,
Cristo Jesús." (Hebreos 2:17; 3:1) Tenemos un acusador (Apocalipsis
75
12:10), quien nos acusa diariamente ante Dios, pero asimismo tenemos
un Abogado con el Padre, quien intercede por nosotros, nuestro
Mediador y Sumo Sacerdote.
6. Para mostrar a los creyentes cómo vivir. "El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo." (I Juan 2:6) "Pues para
esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas." (I Pedro 2:21)
7. Para convertirse en la Cabeza de la Nueva Creación. "Y el que
estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.
Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas."
(Apocalipsis 21:5) Véanse: II Corintios 5:17; I Corintios 15:45-47.
E. LA PERPETUIDAD DE LA ENCARNACION.
* Queremos decir lo "sempiterno de la encarnación."
1. Es esencial a la naturaleza humana de Cristo. Dios siempre será
manifestado en carne en la Persona de su Hijo, Jesucristo. Nuestro
Señor, ahora en la gloria, tiene su naturaleza humana glorificada.
2. Es esencial al sumo sacerdocio de nuestro Señor. "Así que, por
cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la
muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre... Por lo cual
debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para
expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo
tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados." (Hebreos
2:14-18)
"Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte
no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene
un sacerdocio inmutable, por lo cual puede también salvar perpetuamente
a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por
ellos. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin
mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos...
hecho perfecto para siempre." (Hebreos 7:23-28)
"Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del
76
verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros
ante Dios." (Hebreos 9:24) "Puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él, sufrió la
cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de
Dios." (Hebreos 12:2)
3. Es esencial al regreso y reino de nuestro Señor. "Y estando ellos
con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se
pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales
también le dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?
Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá
como le habéis visto ir al cielo." (Hechos 1:10-11) "Porque dije: Para
siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu
verdad. Hice pacto con mi escogido; juré a David mi siervo diciendo:
Para siempre confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono por todas
las generaciones." (Salmo 89:2-4) Véanse: Isaías 9:6-7; 55:3-4, Amós
9:11.
F. LAS PRUEBAS DE LA ENCARNACION.
*¡Las pruebas de la encarnación están centradas en Cristo mismo!
1. Su vida inmaculada. "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en
todo según nuestra semejanza, pero sin pecado." (Hebreos 4:15) "Al
que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él." (II Corintios 5:21)
2. Su resurrección. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos;
primicias de los que durmieron es hecho." (I Corintios 15:20) ¿Se
habría levantado Cristo de los muertos si El no hubiera sido el Hijo de
Dios encarnado? ¡Por supuesto que no!
III LAS DOS NATURALEZAS DE CRISTO
No puede haber cristianismo sin Cristo. La ortodoxia de cualquier
persona, o de cualquier iglesia, puede quedar resuelta sobre esta
pregunta: "¿Qué pensáis de Cristo?"
Nos preguntamos por qué los modernistas de la actualidad tratan de
restarle importancia a Cristo. Hay aquellos que tratan de demostrar que
El nunca existió. Si El nunca existió, ¿por qué los enemigos de Cristo no
77
lo dejan en paz? Si El jamás se levantó de los muertos, ¿por qué seguir
hablando de algo que nunca pasó? ¡Pero ciertamente El existe y ha sido
resucitado de los muertos! La pregunta más importante de casi dos
milenios ha sido: "¿Quién es El?"
*Testimonios de hombres que vieron a Cristo: (1) de Juan el Bautista,
"He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." (Juan
1:29) "...y yo lo vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios."
(Juan 1:34); (2) del apóstol Andrés, "Hemos hallado al Mesías (que
traducido es, el Cristo)." (Juan 1:41); (3) del apóstol Felipe, "Hemos
hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas:
a Jesús, el hijo de José, de Nazaret." (Juan 1:45) y (4) del apóstol Pedro,
"Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." (Mateo 16:16)
Entre la gente había una división causada por esta misma pregunta:
"¿Quién es El?" "Entonces algunos de la multitud, oyendo estas
palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: éste
es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No
dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de
donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo entonces disensión entre la
gente a causa de él." (Juan 7:40-43) Véanse: Juan 9:17-18; 10:9-20;
Lucas 5:21.
Los hombres dudaban de la deidad de Cristo, pero los demonios nunca la
dudaron. Los demonios lo reconocieron a El como al Creador y al futuro
Juez Divino. "y clamaron diciendo: ¿Qué tiene con nosotros, Jesús, Hijo
de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mateo
8:29)
Durante el proceso judicial del Señor Jesús, esta misma pregunta
predominaba. "Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste
le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú
lo dices." (Mateo 27:11) Véanse: Mateo 26:63; Lucas 22:67-70.
Y mientras El estaba colgado sobre la cruz, la pregunta todavía agitaba la
mente de sus enemigos. "... y los que pasaban le injuriaban, meneando la
cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas,
sálvate a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz." (Mateo
27:38-40)
Así como tenemos los testimonios de aquellos que vieron a Cristo,
78
nosotros mismos, quienes confiamos en El, y le amamos, tenemos el
testimonio interior del Espíritu Santo de que El es el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. "Porque mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan
14:17) Nadie puede llamar a Jesús "mi Señor," sino por el Espíritu
Santo. (I Corintios 12:3)
A. LA HUMANIDAD DE CRISTO.
En días pasados fue la humanidad y no la deidad de Cristo que estaba
bajo ataque. No importa en qué época vivamos, Satanás es el enemigo
común quien mantiene encendido este continuado ataque sobre nuestro
Señor.
1. El era perfectamente humano. Por esto queremos significar que
nuestro Señor, a pesar de haber existido por tiempo y eternidad, sin
embargo, cuando El se hizo carne, El poseía un cuerpo, un alma, y un
espíritu.
"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo." (I Tesalonicenses 5:23)
a. Su humanidad completa. El Señor Jesús, en su humanidad, poseía:
(1) un cuerpo: "Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha
hecho a fin de prepararme para la sepultura." (Mateo 26:12) Véase:
Hebreos 10:5. (2) un alma: "Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré?
¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora."
(Juan 12:27) Véase: Mateo 26:38. (3) un espíritu: "y conociendo luego
Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos,
les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?" (Marcos 2:8)
Véanse: Lucas 10:21; 23:46.
b. Su apariencia humana. La mujer samaritana reconoció a Jesús como
a un ser humano. "¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que
soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre
sí." (Juan 4:9) Después de la resurrección de entre los muertos, El aún
mantenía su apariencia humana, porque María, suponiendo que Jesús era
el hortelano, lo reconoció como a un ser humano. "Ella, pensando que
era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has
puesto, y yo lo llevaré." (Juan 20:15)
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c. Su madre era humana. A pesar de que Dios era su Padre, no
obstante el Señor Jesús tuvo una madre humana, demostrando así que El
era humano. "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a
su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley." (Gálatas 4:4) "Al tercer
día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de
Jesús." (Juan 2:1) El apóstol Pablo fue separado para el evangelio,
"...acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de
David según la carne." (Romanos 1:3) Véanse: Mateo 2:11; 13:55;
Juan 1:14.
d. Su desarrollo humano. Al ser perfectamente humano, el Señor
nació, y creció como los demás niños y niñas. "Y el niño crecía y se
fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era con él... Y
Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres." (Lucas 2:40,52)
e. Sus limitaciones humanas. Siendo Dios, el Hijo de Dios se hizo
hombre, y cuando lo hizo, El se limitó a sí mismo y se sometió a la
voluntad del Padre. Por consiguiente, El poseía limitaciones humanas,
las cuales eran flaquezas no pecaminosas. (1) El sintió hambre. "Y
después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo
hambre." (Mateo 4:2) (2) El tuvo sed. "Después de esto, sabiendo Jesús
que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:
Tengo sed." (Juan 19:28) (3) El experimentó cansancio. "Y estaba allí
el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto
al pozo. Era como la hora sexta." (Juan 4:6) (4) El durmió. "Y he aquí
que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la
barca; pero él dormía." (Mateo 8:24) Véase: Mateo 26:36-40. Este
pasaje describe en su totalidad la prueba de Cristo en el huerto como un
ser humano.
f. Su nombre humano. Su nombre era un nombre común de esa época.
"Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús porque él salvará a su
pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21) Véase: Lucas 2:21.
g. Su sufrimiento y muerte. Hay numerosos pasajes bíblicos que
aclaran el hecho de que El poseía un cuerpo humano y sufría como un ser
humano. Véanse: Mateo 26:26-35; Juan 19:20; Lucas 22:44.
Si Jesús no era hombre, El no podría haber muerto, porque Dios, en su
esencia pura, no puede morir. Pero Jesús ciertamente murió. "Y no por
80
sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró
una vez para siempre en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna
redención." (Hebreos 9:12) Asimismo, El se levantó de los muertos, y
¡sigue siendo Hermano nuestro!
2. El es el humano perfecto.
a. Al trascender toda limitación de carácter. Todas las cosas se
combinan en El. Cuando miremos a todos los atributos de los hombres,
descubrimos que algunos poseen una clase de atributos mientras que
otros poseen otras; pero en Jesucristo hallamos la perfecta integridad y
todos los atributos positivos de los hombres. El carácter de Jesús no se
variaba por las circunstancias.
(1) El posee toda perfección. Jesús nunca fue ahuyentado por el temor.
Nadie jamás lo amedrentó. El jamás fue exaltado por el éxito. Nosotros
experimentamos esto. El diablo nunca lo desconcertó. El es el Hombre
por sobre todos los hombres. No podemos poner a ninguno al mismo
nivel del Señor Jesús. Por ejemplo, los grandes líderes mundiales de la
historia - César, Alejandro el Grande, sí, y hasta hombres piadosos, tales
como D. L. Moody y Billy Sunday - ellos nunca podrían llegar a la altura
de El. Nosotros no podemos colocar a ningún otro en la misma
plataforma con el Señor Jesús.
*Hay sólo un lugar para Cristo, y ese lugar es el trono.
(2) El es sin pecado. Jesús es el único ser humano perfecto que el
mundo ha visto jamás. "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él." (II
Corintios 5:21) Este verso de las Escrituras no significa que Cristo
nunca pecó, aunque El jamás cometió pecado; sino que, El era sin una
naturaleza pecaminosa.
Si un hombre viviera toda su vida sin pecar, él aún no sería perfecto. Al
vivir sin cometer pecado, esa persona estaría solamente triunfando sobre
la naturaleza pecadora. Cristo nunca tuvo una naturaleza pecadora.
"...El Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35)
Ha habido solamente un niño santo que jamás haya nacido en este
mundo, y le llamaron Jesús. Ningún borracho puede ayudar a otro
borracho. Un hombre no tiene que volverse ladrón para ayudar a un
ladrón. El Señor Jesús no tuvo que asumir una naturaleza pecaminosa a
81
fin de poder ayudarnos a nosotros que la tenemos.
Cuando el Señor Jesús estuvo en el desierto por cuarenta días, El supo lo
que era sentir hambre. El sabe cómo es con nosotros cuando pasemos
hambre. Ningún hombre que jamás haya muerto en la estaca, o que haya
pasado un período de prueba, ha sufrido como El sufrió en la Cruz. El
sabe lo que es sufrir. Los hombres tenemos algo en nosotros que desea
pecar, pero El jamás quiso pecar. El diablo trató de hacer que El deseara
pecar.
¿Podría el Señor Jesús haber pecado si El hubiera querido? Dicha
pregunta puede contestarse declarando lo siguiente: "El no podría haber
querido pecar, siendo el Hijo de Dios." Pero, alguien podrá añadir, que
si El no podría haber pecado, entonces, ¿por qué fue El expuesto a la
tentación? Si El no podría haber pecado, entonces la tentación fue una
burla. Esta es precisamente la respuesta. Porque El no fue probado para
ver si pecaría; sino que, El fue tentado para demostrar que El no quería
pecar.
Si el Señor Jesús hubiera podido pecar aquí en la tierra, entonces, es
posible que El aun pudiera pecar en el cielo, al interceder por nosotros.
Pero El no podría haber pecado en la tierra, y El tampoco puede pecar en
el cielo. El es nuestro Sumo Sacerdote perfecto.
b. Al trascender todas las limitaciones del tiempo. El es para toda
época. Sus enseñanzas no son anticuadas; sino que, están al día. Los
libros de nuestros colegios y universidades no se usan más de unos diez
años, porque están cambiando constantemente. Pero, las palabras del
Señor Jesús permanecen firmes y seguras. El es quien dijo, "EI cielo y la
tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán." (Mateo 24:35)
c. Al trascender todas las limitaciones de nacionalidad. El judío era
exclusivo a todos los pueblos. El Señor Jesús vino de la raza de gente
más exclusiva del mundo; pero El pertenece a todas las razas y tribus y a
todas las gentes del mundo. El chino piensa de El como si fuera chino, y
el inglés piensa de El como si fuera inglés. Cuando somos salvos,
nosotros lo reclamamos como nuestro propio Salvador, no importa a qué
raza pertenezcamos.
Alguien ha dicho que Cristo o era mentiroso, o era lunático, o era todo lo
que decía ser - "el Señor." Ningún modernista puede decir que Cristo era
82
un mentiroso, o que El sólo pensaba que era Dios. Si fuera así, El tendría
que haber sido un lunático. Por supuesto, El no es mentiroso ni lunático.
El es el Hijo de Dios, ¡Dios hecho hombre!
B. LA DEIDAD DE CRISTO.
1. Predicciones divinas. "Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies." (Salmo 110:1)
"Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti
me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio,
desde los días de la eternidad." (Miqueas 5:2) Véanse: Isaías 7:14;
9:6,7; Jeremías 23:6 y Génesis 3:15.
2. Nombres divinos.
a. El es llamado Dios. "Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor
mío, y Dios mío!" (Juan 20:28) "...vino Cristo, el cual es Dios sobre
todas las cosas, bendito por los siglos. Amén." (Romanos 9:5)
"Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo." (Tito 2:13) Véanse: Mateo
1:23; Juan 1:1. Compárese: Salmo 45:6-7 con Hebreos 1:8.
b. El es llamado el Hijo de Dios. Esto denota igualdad con Dios.
"También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres
el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque
sabían que él era el Cristo." (Lucas 4:41) "De cierto, de cierto os digo:
Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de
Dios; y los que la oyeren vivirán." (Juan 5:25) "Por esto los judíos aun
más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo,
sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a
Dios." (Juan 5:18) Léanse: Marcos 1:1; Mateo 27:40-43; Juan 19:7;
10:30-36; 11:4; Romanos 8:3.
c. El es llamado Señor. "Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de
reposo." (Mateo 12:8) "Vosotros me llamáis Maestro, y Señor, y decís
bien, porque lo soy." (Juan 13:13) "Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:31) "Y en su
vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y
SEÑOR DE SEÑORES." (Apocalipsis 19:17)
d. El es llamado otros nombres divinos. "Cuando le ví, caí como
83
muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas;
Yo soy el primero y el último." (Apocalipsis 1:17) Véase: Apocalipsis
22:13.
3. Igualdad divina. "Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese." (Juan 17:5)
"Y el que me ve, ve al que me envió." (Juan 12:45) "El cual, siendo en
forma de Dios (Cristo Jesús), no estimó el ser igual a Dios..." (Filipenses
2:6a) "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad."
(Colosenses 2:9)
4. Parentesco divino. Su nombre está ligado con el nombre del Padre.
"Yo y el Padre uno somos." (Juan 10:30) "La gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos vosotros." (II Corintios 13:14) "Y el mismo Jesucristo Señor
nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación
eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os
confirme en toda buena palabra y obra." (II Tesalonicenses 2:16-17)
5. Adoración divina. La adoración pertenece sólo a Dios.
"Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está:
Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás." (Lucas 4:8) Cristo
recibió verdadera adoración. Por lo tanto, ¡Cristo es Dios! "...vinieron
del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los
judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y
venimos a adorarle... Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre
María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron
presentes: oro, incienso y mirra." (Mateo 2:1,2, 11) Estos magos no
vinieron a adorar a María, sino a Cristo Jesús. Años más tarde El aceptó
la adoración: "Entonces los que estaban en la barca vinieron y le
adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios." (Mateo 14:33)
Véanse: Mateo 9:18; Lucas 24:42. Si Cristo no fuera Dios, esta
adoración habría sido idolatría.
*Dios manda que el Hijo sea adorado.
"Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios." (Hebreos 1:6) "Para que todos
honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra
al Padre que le envió." (Juan 5:23) Esto ha sido evidente en todas las
épocas, que los cristianos han adorado a Cristo como Dios. Los
84
renacidos en Cristo no habrían quedado satisfechos con la adoración de
un mero ser humano.
6. Atributos divinos.
a. Omnipotencia. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra." (Mateo 28:18) (1) El
tiene poder sobre la muerte. "Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la
vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que
vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?" (Juan 11:25-
26) (2) El tiene poder sobre la naturaleza. "Porque en él fueron creadas
todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él. Y él es antes de todas las
cosas, y todas las cosas en él subsisten." (Colosenses 1:16-17) (3) El
tiene poder sobre los demonios. "Y estaban todos maravillados, y
hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es ésta, que con autoridad
y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?" (Lucas 4:36)
b. Omnisciencia. "ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no
necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de
Dios." (Juan 16:30) "...y Pedro le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú
sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas." (Juan 21:17)
Véanse: Mateo 9:4; 12:25; Lucas 6:9; 9:47; 10:.2; Juan 1:48; Juan
4:15-19; Marcos 2:8.
Esta pregunta de los doctores de Jerusalén demuestra la omnisciencia del
Señor Jesús: "... ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?" (Juan
7:15) Esto nos conduce a enterarnos de que Cristo nunca recibió
instrucción humana. El no necesitó escuela ni tutores. Sus discípulos se
sentaron a sus pies. ¿A los pies de quién se sentó El? ¡A los pies de
ninguno! Pablo era un alumno de Gamaliel, pero, ¿quién instruyó a
Jesús? ¡Nadie! pero Cristo mismo dijo, "Aprended de mí."
A nosotros se nos aconseja a veces que nos dirijamos a una autoridad
superior, pero ¿a qué autoridad se dirigió El? A ninguna otra, porque El
tenía toda autoridad. ¿Cuándo dijo Jesús, "No me acuerdo, tendré que
consultarlo?" ¡Nunca! Jamás lo tomaron desprevenido. En Marcos
12:13 leemos estas palabras: "Y le enviaron algunos de los fariseos y de
los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra." Ellos
trataron de atraparlo en sus palabras, pero Jesús era conocedor de toda
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sabiduría, y sus perseguidores quedaron perplejos ante su omnisciencia.
(1) Su manera de enseñar.
(a) Con sencillez. Sus ilustraciones eran hechas al punto. Las sacaba de
la vida misma. El no tenía necesidad de un archivo.
(b) Con autoridad. "porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y
no como los escribas." (Mateo 7:29) Véase: Marcos 1:22.
(2) Lo que El enseñaba.
(a) Doctrina. Lo que Cristo Jesús enseñó no es popular hoy. Los
modernistas creen que la salvación viene mediante las buenas obras y la
vida moral de uno. Cristo enseñó que todos los hombres son pecadores y
depravados de la gracia de Dios.
(b) Ética. La ética debe fundamentarse en la doctrina. No hay duda de
que Cristo verdaderamente enseñó la práctica de la ética, pero la doctrina
era primera.
c. Omnisapiencia. "En él están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento." (Colosenses 2:3)
d. Omnipresencia. "Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20) "Nadie subió al cielo, sino el
que descendió del cielo; El Hijo del Hombre, que está en el cielo." (Juan
3:13)
e. Inmutabilidad. "Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos se
envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y
serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán."
(Hebreos 1:11,12) "Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene
un sacerdocio inmutable." (Hebreos 7:24) "Jesucristo es el mismo ayer,
y hoy, y por los siglos." (Hebreos 13:8) Jesús puede cambiar su
ubicación física, pero su persona nunca cambia.
f. Sempiternidad. "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios." (Juan 1:1)
"Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti
me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio,
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desde los días de la eternidad." (Miqueas 5:2) "Jesús les dijo: De cierto,
de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy." (Juan 8:58) "No
temas; yo soy el primero y el último." (Apocalipsis 1:17)
g. Santidad. "El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca." (I
Pedro 2:22) "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no
hay pecado en él." (I Juan 3:5) Véase: Hebreos 7:26.
h. Amor. Pablo oró para que los Efesios pudieran "...conocer el amor de
Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios." (Efesios 3:19)
El amor de Dios es: (1) espontáneo, (2) eterno, (3) infinito, (4)
inagotable, (5) invencible. Véanse: Efesios 5:25; Apocalipsis 1:5.
i. Rectitud y justicia. "Mas vosotros negasteis al santo y al justo, y
pedisteis que se os diese un homicida." (Hechos 3:14)
7. Oficios divinos.
a. Creación. La creación es un acto y una obra de Dios. Cristo creó por
tanto, Cristo es Dios. "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él." (Col. 1:16) Véanse: Juan 1:3,10; Efesios
3:9; Hebreos 1:10.
b. Preservación. "El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen
misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de
su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas."
(Hebreos 1:3) "Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten (se mantienen en unidad)." (Colosenses 1:17)
c. Perdón. "Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados." (Lucas
7:48) Véase: Marcos 2:5-10.
d. Resurrección. "Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que
de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite el día
postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel
que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día
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postrero." (Juan 6:39-40)
e. Transformación. "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se
ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es."
(I Juan 3:2) Véase: Filipenses 3:21.
f. Juicio. "Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al
Hijo." (Juan 5:22) Véanse: Hechos 17:31; Mateo 16:27; 25:31;
Romanos 2:16; 14:10; II Corintios 5:10.
g. Salvación. "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie
las arrebatará de mi mano." (Juan 10:28) Véanse: Juan 5:25; 6:47;
10:10; 17:2.
C. LAS DOS NATURALEZAS EN UNA PERSONA.
Los hombres no pueden entenderlo. Esta es una prueba de que la Biblia
es la Palabra de Dios, porque si el hombre hubiera escrito la Biblia, él
habría dejado las dos naturalezas de Cristo fuera de ella. Estos son
hechos divinos, y Dios no trata de explicarlos, sino que hace una simple
declaración del hecho. Cristo posee una naturaleza humana y una
naturaleza divina, y ambas son completas.
No es bíblico decir que Cristo es Dios y hombre; sino que El es el Dios-
Hombre. Un tipo de su doble naturaleza puede hallarse en las tablas del
tabernáculo. Las tablas eran de madera y oro. Era una tabla, con dos
materiales; no dos tablas. La madera nunca se volvió oro, y el oro nunca
se volvió madera. Cristo tenía sólo una personalidad, no dos. Dos
naturalezas, con una personalidad.
Algunos tratan de hacer que Juan 1:14 diga, "El Verbo se volvió
hombre;" pero el texto dice: "Y aquel Verbo fue hecho carne." Si
hacemos que Cristo tenga dos personalidades, entonces estamos
haciendo que la divinidad sea una "cuadrinidad" en vez de una trinidad.
D. ERRORES COMUNES ACERCA DE CRISTO JESUS.
1. Ebiotismo. Este error estaba prevalente durante el primer siglo de la
Iglesia Cristiana. Negaba la deidad de Cristo. Declaraba que Cristo tuvo
una relación con Dios después de su bautismo.
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2. Corintianismo. Este error era más popular durante los días del
Apóstol Juan. Según este error, Cristo no poseía deidad antes de ser
bautizado.
3. Docetismo. Este error comenzó a hacerse evidente durante la segunda
mitad del siglo dos de la Iglesia. Sostenía que Cristo no poseía un
cuerpo humano; que él tenía un cuerpo, pero un cuerpo celestial. Por
consiguiente, el docetismo negaba la humanidad de Cristo. Este es el
"espíritu del anticristo." (I Juan 4:1-3)
4. Arianismo. Este error negaba la naturaleza divina de Cristo. El
arianismo sostenía que había un tiempo cuando el Hijo no existía de
ninguna manera; que Dios vivía y entonces engendró a su Hijo a su
semejanza. Por consiguiente, negaba la pre-existencia eterna de Cristo.
5. Apolinarianismo. Este error sostenía que Cristo poseía un cuerpo
humano incompleto. Los apolinaristas razonaban de la siguiente manera:
El pecado está sembrado en el alma de todos los hombres. Dios no podía
habitar con el pecado; por tanto, Cristo no tuvo un alma.
6. Nestorianismo. Los nestorianistas tomaron las dos naturalezas de
Cristo e hicieron dos personas de ellas. Es decir, Dios vino y habitó en
un hombre perfecto; por tanto Dios estaba en Cristo, en vez de Cristo ser
Dios.
7. Eutiquianismo. Los eutiquianos tomaron las dos naturalezas de
Cristo, las pusieron juntas e hicieron una nueva naturaleza de ellas, o sea,
una persona diferente.
8. Monotelismo. La creencia de que Cristo tenía dos naturalezas, pero
una sola voluntad.
9. Unitarianismo. Los unitarianos niegan la Trinidad. Por tanto, niegan
la deidad de Cristo en su totalidad.
10. Ciencia Cristiana. Una creencia que niega la realidad de la
humanidad de Cristo.
11. Alborada Milenial. Esta creencia niega la existencia personal de
nuestro Señor Jesucristo.
89
IV. LA MUERTE DE CRISTO
La Cruz es la verdad fundamental de la Palabra de Dios. Con la Cruz no
queremos significar el madero, sino el sacrificio sobre ese madero. En el
libro de Génesis, así como en el resto del antiguo testamento, vemos los
emblemas de Cristo y de su crucifixión. La única razón de la existencia
de Belén es el Calvario. Nuestra salvación depende de que Cristo
muriera en la cruz.
A. LA REALIDAD DE SU MUERTE.
1. La anticipación del antiguo testamento.
a. En tipos:
(1) Las túnicas de pieles. (Génesis 3:21)
(2) La oveja de Abel. (Génesis 4:4)
(3) La ofrenda de Isaac. (Génesis 22)
(4) El Cordero de Pascua. (Éxodo 12)
(5) El sistema de sacrificios levíticos. (Levítico 1:1; 7:16)
(6) La serpiente de bronce. (Números 21:9; Juan 3:14-15)
(7) El Cordero inmolado. (Isaías 53:6-7; Juan 1:29)
b. En predicciones:
(1) La simiente de la mujer. (Génesis 3:15)
(2) El sacrificio por el pecado. (Salmo 22)
(3) Sus sufrimientos vicarios. (Isaías 53)
(4) El Mesías cortado. (Daniel 9:26)
(5) El Pastor herido. (Zacarías 13:6-7)
2. La revelación del nuevo testamento.
a. En general. Una tercera parte del Evangelio según Mateo, más de la
tercera parte del Evangelio según Marcos, una cuarta parte del Evangelio
según Lucas, y la mitad del Evangelio según Juan tratan de la última
semana de Cristo antes de su crucifixión.
b. En particular.
(1) La eficacia de su muerte.
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(a) Su muerte. "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con
Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados,
seremos salvos por su vida." (Romanos 5:10) Véanse: Filipenses 2:8;
Hebreos 2:9-14; Apocalipsis 5:6-12.
(b) Su cruz. "Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los
judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura." (I Corintios
1:23) Véanse: Gálatas 3:1; 6:14; Efesios 2:16; Colosenses 1:20.
(c) Su sangre. "Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados." (Mateo 26:28)
Véanse: Marcos 14:24; Ef. 1:7; Col. 1:14; I Juan 1:7; Hebreos 9:12-
25; Apocalipsis 1:5, 5:9.
(2) Las tres declaraciones relativas a su muerte.
(a) Hecho pecado por nosotros. "Al que no conoció pecado, por
nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de
Dios en él." (II Corintios 5:21)
(b) El Justo murió por los injustos. "Porque también Cristo padeció
una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a
Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu."
(I Pedro 3:18)
(c) Hecho maldición por nosotros. "Cristo nos redimió de la maldición
de la ley, hecho por nosotros maldición, porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero." (Gálatas 3:13)
B. LA FORMA DE LA MUERTE.
1. Una muerte natural. Su muerte fue la clase de muerte que es
experimentada por todos los hombres.
*Ella tenía que ser una muerte natural y literal, porque El era el Hombre
que moría por todos los hombres.
2. Una muerte anormal. Dios no puede morir, pero Dios tenía que
morir para poder convertirse en el Sustituto del hombre. Por
consiguiente, El tomó la forma humana para poder morir. No obstante,
91
El no contrajo pecado mientras vivió en este mundo. El hombre muere a
causa del pecado (Romanos 6:23); pero El no tenía pecado. Si no
hubiese sido por nuestros pecados, El jamás habría gustado la muerte.
3. Una muerte preternatural. La muerte de Cristo fue determinado
antes de la caída de Adán. Antes que el hombre pecara, Dios había
hecho provisión para el Calvario, porque Cristo es el Cordero inmolado
"...desde antes de la fundación del mundo." (I Pedro 1:20) ¿Podía la
sangre de los toros y machos cabríos quitar los pecados cometidos antes
del Calvario? ¡Por supuesto que no! Puesto que todos los pecados
cometidos, tanto antes como después de la cruz, fueron cargados sobre El
en el Calvario. (Romanos 3:25)
4. Una muerte sobrenatural. Aunque ya hemos declarado que la
muerte de Cristo fue una muerte natural, sin embargo ella fue diferente
de la muerte de otras personas. "Por eso me ama el Padre, porque yo
pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de
mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para
volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre." (Juan
10:17,18)
*Su muerte fue de su propia voluntad. Por lo general, un hombre
tardaba dos días para morir por crucifixión, pero Cristo murió en seis
horas. Mateo 27:46 y 50 declaran que El clamó a gran voz,
demostrando que sus fuerzas no lo habían abandonado. El murió en su
fortaleza. El entregó su vida. Nadie se la quitó. El fue majestuoso, aun
en su muerte en la cruz.
Por consiguiente, podemos ver que Cristo sufrió dos muertes por
nosotros. La primera era la separación del alma y el espíritu del cuerpo.
La segunda era la separación de Dios. Cristo sufrió la segunda muerte
primero, y la primera muerte al último. El sufrió la segunda muerte
cuando fue separado del Padre, por cuanto gritó, "Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:46) Cristo, el mismo Hijo
de Dios, pudo sufrir en seis horas lo que el pecador soportaría a través de
la eternidad.
C. TEORIAS ANTIBIBLICAS.
"Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras." (I
Corintios 15:3) Cualquier enseñanza que no sea bíblica es falsa.
92
1. Dicen que la muerte de Cristo fue la muerte de un mártir. "Cristo
murió así para mostrarnos que vale la pena morir por la verdad." ¿Cómo
pueden los creyentes responder a este argumento? Simplemente con
estas preguntas: ¿Por qué Cristo no lo declaró así? ¿Por qué Pablo no lo
declaró así? ¿Por qué Pedro no lo dijo? ¿Por qué Juan y Lucas tampoco
lo declararon? Si Cristo murió una muerte de mártir, ¿por qué los
apóstoles no dijeron, "Cree en la muerte de Esteban y serás salvo",
puesto que Esteban era un mártir, también? Si Cristo murió una muerte
de mártir, ¿por qué el Padre no le consoló en su muerte como lo ha hecho
con otros mártires a través de los siglos? Mas Cristo clamó, "Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
2. Dicen que la muerte de Cristo fue accidental. Mediante la
declaración anterior los críticos quieren significar que Cristo fue la
víctima de una turba encolerizada. Nosotros sabemos que esto no es
cierto porque El estaba consciente de su muerte futura. En San Juan,
Jesús habló siete veces de "mi hora," la cual era futura, y la cual era el
Calvario. No era necesario que El muriera. Los clavos no sujetaban a
Cristo sobre la cruz, sino su propia voluntad. "Si eres Hijo de Dios,
desciende de la Cruz," le gritaban, burlándose de él; pero Cristo no vino
del cielo para bajarse de la cruz.
3. Dicen que la muerte de Cristo fue como un ejemplo moral. Esta
teoría sostiene que un borrachín sólo tiene que pensar en Cristo para
mejorarse. Para refutar esto, preguntamos: "¿Por qué no se mejoraron
los que le crucificaron? Si el ejemplo de Cristo es para el mejoramiento
del mundo, entonces el cristianismo es un fracaso. ¿Por qué no
contemplamos la cruz de Pedro, puesto que él fue crucificado con la
cabeza hacia abajo? El hombre necesita más que una mejora moral.
4. Dicen que la muerte de Cristo era para mostrar el desagrado de
Dios con el pecado. En otras palabras, algunos creen que el desagrado
de Dios por el pecado está representado en la cruz, en vez del infierno.
Si la declaración precedente es verdad, ¿qué razón tendría la
encarnación? ¿Por qué no crucificar a un simple pecador, en vez del
mejor Hombre que ha vivido?
5. Dicen que la muerte de Cristo fue para mostrar al hombre que
Dios le ama. Dios ciertamente ama al hombre, y la cruz lógicamente
muestra que Dios lo ama; pero la muerte de Cristo no fue sólo para
93
mostrar el amor de Dios.
6. Dicen que la muerte de Cristo fue la muerte de un criminal. ¿Puede ser posible que alguien pueda aferrarse a esta teoría? La
respuesta es "sí." Y nosotros refutamos esta teoría declarando que Pilato
no halló culpa en El. Un estudio del juicio de Cristo, según los registros
evangélicos, refuta esta teoría.
D. NOMBRES BIBLICOS DE LA MUERTE DE CRISTO.
1. Expiación. Esta palabra del antiguo testamento significa "cubrir."
Los únicos dos lugares en el nuevo testamento donde puede hallarse la
palabra "expiación" son Hebreos 2:17 y 10:6-8, los cuales citan
Escrituras del antiguo testamento. Esta palabra hebrea está traducida
correctamente en Romanos 5:11, "reconciliación." No obstante, en el
nuevo testamento la idea significa "estar de acuerdo," "estar a una y en
paz con Dios," mediante el sacrificio de su Hijo Jesucristo.
2. Sacrificio. "Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva
masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya
fue sacrificada por nosotros." (I Corintios 5:7) Véanse: Ef. 5:2;
Hebreos 9:26; 10:12.
3. Ofrenda. "En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda
del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre... Porque con una
sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados." (Hebreos
10:10,14)
4. Rescate. "Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." (Mateo 20:28)
Nosotros hemos sido redimidos por un precio, el cual fue la sangre de
Jesucristo. Véanse: I Pedro 1:18-19; I Timoteo 2:5-6.
5. Propiciación. "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no
solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo." (I
Juan 2:2) Véanse: I Juan 4:10; Romanos 3:25.
La ley demandaba la muerte por el pecado; por consiguiente, la sangre
del sacrificio era colocada sobre el propiciatorio (Éxodo 25:22; Levítico
16:13-14), mostrando que la muerte había sido efectuada. Dios miraba
el propiciatorio y veía la sangre y quedó satisfecho. Desde el Calvario en
94
adelante, Dios mira a nuestro Propiciatorio, el cual es Cristo, y queda
satisfecho. Por consiguiente, el pensamiento fundamental de la
propiciación es "satisfacción."
6. Reconciliación. "Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación." (II Corintios 5:19)
Véase: Col. 1:20. La palabra "reconciliación" significa causar, o
efectuar un cambio completo. Las Escrituras nunca dicen que Dios se
reconcilia. El hombre es quien tiene que ser reconciliado y quien
necesita un cambio total.
7. Substitución. Substitución no es una palabra bíblica, pero
ciertamente es una idea bíblica. "Más él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros." (Isaías 53:5-6)
Véanse: I Pedro 3:18; II Corintios 5:1.
8. Testador. Un testamento es un documento que entra en vigor cuando
el testador muera. Por consiguiente, nuestra herencia es aquello que
recibiremos, lo cual fue hecho posible por la muerte del Señor Jesús.
"Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer
pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque
donde hay testamento, es necesario que intervenga la muerte del testador.
Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido
entretanto que el testador vive." (Hebreos 9:15-17) Véanse: Colosenses
1:12-14; Efesios 1:1-7.
E. LOS OBJETIVOS DE SU MUERTE.
1. La manifestación de la justicia divina. "Pero ahora, aparte de la ley,
se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los
profetas... con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de
que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús."
(Romanos 3:21,26)
2. La vindicación de la ley divina. La ley es para muerte. No hay
misericordia en la ley, sino sólo justicia. La ley condena al pecador a
95
morir. Cristo tomó el lugar del pecador y pagó la demanda de la ley.
3. El fundamento del perdón divino. Hay una característica esencial
del perdón, y ésta es que el que perdona debe llevar sobre sí mismo toda
la maldad, o pérdida, que haya sido cometida. Por ejemplo, si a una
persona le roban cierta cantidad de dinero, y el culpable es aprehendido,
pero perdonado, ¿quién asimila la pérdida? ¡La persona que le perdonó!
F. EL ALCANCE DE SU MUERTE.
1. Declaraciones Generales.
a. Su universalidad. La muerte de Cristo fue potencialmente por todos
los hombres, por los que creen, y por los que no creen. "Pero vemos a
aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de
gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la
gracia de Dios gustase la muerte por todos." (Hebreos 2:9) Véanse: I
Timoteo 2:6; 4:10; Tito 2:11; II Pedro 3:9.
b. Su limitación. La muerte de Cristo en la cruz fue condicional, puesto
que la eficacia de la misma depende del arrepentimiento y la aceptación
de Cristo por el pecador. "Que por esto mismo trabajamos y sufrimos
oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de
todos los hombres, mayormente de los que creen." (I Timoteo 4:10)
2. Declaraciones particulares.
a. Cristo murió por el creyente. "Quien se dio a sí mismo por nosotros
para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio,
celoso de buenas obras." (Tito 2:14) Véanse: Efesios 5:2; Gálatas
2:20; I Timoteo 4:10.
b. Cristo murió por la Iglesia. "Maridos, amad a vuestras mujeres, así
como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha." (Efesios 5:25-27)
c. Cristo murió por los pecadores. "Porque también Cristo padeció una
sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios,
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siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu." (I
Pedro 3:18) Véanse: I Timoteo 1:15; Romanos 5:10.
d. Cristo murió por el mundo entero. "...y cantaban un nuevo cántico,
diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú
fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo
linaje y lengua y pueblo y nación." (Apocalipsis 5:9) Véanse: San Juan
3:16; 1:9; I Juan 2:2.
G. LOS RESULTADOS DE SU MUERTE.
1. En relación al pecador.
a. Provee un Sustituto. "Pero vemos a aquel que fue hecho un poco
menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa
del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la
muerte por todos." (Hebreos 2:9)
b. Provee el rescate demandado. "El cual se dio a sí mismo en rescate
por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo." (I Timoteo
2:6)
c. Provee la propiciación. A razón de la muerte de Cristo, las demandas
de la justicia de Dios han sido satisfechas. "Y él es la propiciación por
nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los
de todo el mundo." (I Juan 2:2)
d. Provee reconciliación. "que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y
nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación." (II Corintios
5:19)
e. Provee un llamado atraidor. "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a
todos atraeré a mí mismo." (Juan 12:32)
f. Provee salvación para todos. "Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres." (Tito 2:11)
g. Provee una invitación gloriosa. "Y el Espíritu y la Esposa dicen:
Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida gratuitamente. (Apocalipsis 22:17) Véase:
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Juan 3:16.
2. En relación al creyente.
a. Reconciliación con Dios. "Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación." (II Corintios 5:18)
b. Redención. "En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia." (Efesios 1:7) Véase: Gálatas
3:13.
c. Justificación. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo." (Romanos 5:1)
d. Perdón. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús." (Romanos 8:1)
e. Posesión. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros por precio; glorificad, pues, a Dios en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios?" (I
Corintios 6:19-20)
f. Santificación. "En esa voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre." (Hebreos
10:10)
g. Perfección. "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre
a los santificados." (Hebreos 10:14)
h. Admisión. "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el
lugar santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo
que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran
sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en
plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y
lavados los cuerpos con agua pura." (Hebreos 10:19-22)
i. Identificación. "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque
no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
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manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y
todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así
como él es puro." (I Juan 3:1-3)
j. Liberación. "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a
todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida
sujetos a servidumbre." (Hebreos 2:14-15)
k. Galardón. "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas?" (Romanos 8:32)
3. En relación a Satanás.
a. Le quitó el derecho. "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el
príncipe de este mundo será echado fuera." (Juan 12:31)
b. Destruyó su imperio. "Así que, por cuanto los hijos participaron de
carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio
de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo."
(Hebreos 2:14)
c. Libró a las almas. "El cual nos ha librado de la potestad de las
tinieblas, y traslado al reino de su amado Hijo." (Colosenses 1:13)
Véase: Efesios 6:12.
4. En relación al universo material. "Por cuanto agradó al Padre que
en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas
las cosas, así las que están en la tierra como las que está en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz." (Colosenses 1:19-20)
Nota: Algunos enseñan que Filipenses 2:9-11 revela el hecho de la
salvación universal, pero esto no es así. Este pasaje declara la verdad de
la sumisión y adoración de toda la creación, pero no la salvación de ella.
V. LA RESURRECCION DE CRISTO
A. LA IMPORTANCIA DE LA RESURRECCION.
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En la Biblia hay varios relatos de personas que fueron levantadas de
entre los muertos. Estas personas, sin embargo, no fueron resucitadas,
sino restauradas a vida, porque ellas volvieron a morir. Nuestro Señor
resucitó, habiendo muerto definitivamente y habiendo sido levantado de
los muertos; y ahora, vive y permanece para siempre.
1. Su lugar en las Escrituras. En el nuevo testamento hay trece o
catorce referencias concernientes a la ordenanza del bautismo, y todavía
son menos las veces que mencionan la Cena del Señor. Sin embargo, la
verdad de la resurrección se menciona más de cien veces.
2. Su parte en el testimonio apostólico. "Y con gran poder los
apóstoles daba testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos." (Hechos 4:33) Véanse: Hechos
2:32; 17:18; 23:6.
3. Su prominencia en el evangelio. Si Cristo no hubiera resucitado, no
habría evangelio. "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he
predicado... Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras." (I Corintios 15:1-4)
4. Su importancia en la salvación.
*Exégesis de I Corintios 15:12-20:
a. Primer postulado. "Pero si se predica de Cristo que resucitó de los
muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de
muertos?" (v. 12)
b. Segundo postulado. "Porque si no hay resurrección de muertos,
tampoco Cristo resucitó." (v. 13) Si nosotros no vamos a ser resucitados,
entonces Cristo no resucitó, tampoco.
c. Tercer postulado. "Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra
predicación, vana es también vuestra fe." (v. 14) Si Cristo no resucitó, el
cristianismo es una falsedad.
d. Cuarto postulado. "Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque
hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si
100
en verdad los muertos no resucitan." (v. 15) Si Cristo no resucitó, todo
predicador evangélico es un farsante.
e. Quinto postulado. "Porque si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en
vuestros pecados." (v. 16-17) Si El no resucitó, todavía está muerto, por
tanto El no puede redimirnos. La penalidad pagada por cualquier crimen
no está totalmente pagada hasta que la persona por quien fue pagada esté
puesta en libertad. Mientras Cristo estaba en la tumba, la penalidad no
había sido absuelta. Este pasaje de las Escrituras fue escrito a los
creyentes para comprobar la resurrección corporal de Cristo.
f. Sexto postulado. "Entonces también los que durmieron en Cristo
perecieron." (v. 18) En otras palabras, ellos se han ido todos, como las
bestias del campo, si Cristo no resucitó de los muertos.
g. Séptimo postulado. "Si en esta vida solamente esperamos en Cristo,
somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres." (v. 19)
Si toda nuestra esperanza está apostada a la resurrección de Cristo, y si él
no ha resucitado, entonces somos los más desgraciados de todos los
hombres. No podemos hacer nada para merecer, o ganar la salvación; y
si nuestro Salvador no ha resucitado, no tenemos ninguna esperanza de
salvarnos.
h. Octavo postulado. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos;
primicias de los que durmieron es hecho." (v. 20) ¡Alabado sea el Señor!
¡El ha resucitado! ¡Nuestro Redentor vive para siempre!
B. EL SIGNIFICADO DE LA RESURRECCION.
*Por resurrección nosotros queremos significar la resurrección corporal,
no espiritual.
1. El testimonio de la tumba vacía. Los guardias fueron puestos para
asegurarse de que no quitaran el cuerpo de Cristo de la tumba, mas no
pudieron impedir su resurrección. "Entonces ellos fueron y aseguraron el
sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia." (Mateo 27:66)
2. El reconocimiento de los discípulos. "Luego dijo a Tomás: pon aquí
tu dedo y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y
no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió: ¡Señor
101
mío, y Dios mío!" (Juan 20:27,28)
3. Los apóstoles son testigos. "A ese Jesús resucitó Dios, de lo cual
todos nosotros somos testigos." (Hechos 2:32)
4. El testimonio del mismo Señor. "Y comenzó a enseñarles que le era
necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los
ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto,
y resucitar después de tres días." (Marcos 8:31)
5. La proclama de nuestra transformación. "Mas nuestra ciudadanía
está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para
que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual
puede también sujetar a sí mismo todas las cosas." (Filipenses 3:20-21)
C. LAS TEORIAS ANTIBIBLICAS.
1. La teoría del cuerpo no enterrado. Con esta declaración los
incrédulos sostienen que la tumba nunca fue ocupada, que los cadáveres
de los dos ladrones junto con el de Cristo, fueron arrojados a la pila de
basura. Sin embargo, esto puede refutarse con la propia ley de los judíos.
"Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis
morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la
noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque
maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu
Dios te da por heredad." (Deuteronomio 21:22-23)
2. La teoría de la tumba no vaciada. Aquellos que sostienen esta teoría
dicen que Cristo todavía está en el sepulcro. Ciertamente, el sentido
común refutaría este argumento, porque si Cristo no hubiera resucitado,
el diablo habría hecho que su cuerpo fuese encontrado en algún momento
durante los últimos dos mil años.
3. La teoría que el cuerpo fue quitado. Esta teoría expone que José de
Arimatea sacó el cuerpo de Cristo de la tumba. A este argumento
preguntamos: "Si José sacó el cuerpo del sepulcro, ¿por qué no sacó los
lienzos, también?" Además, debemos admitir que si José realmente
quitó el cuerpo, tendría que haberlo hecho en secreto. Y si lo hizo en
secreto, ¿por qué no fue puesta la piedra nuevamente en su lugar,
cerrando la entrada del sepulcro?
102
4. La teoría que María Magdalena se equivocó. Esta teoría sostiene
que ella no entendió bien lo que había dicho la persona en el sepulcro.
Refutamos esta teoría afirmando que la Palabra de Dios no lo declara así,
y que ella es la única testigo ocular de los hechos.
5. La teoría de la decepción deliberada. Esta suposición persiste en la
idea de que Cristo no murió en absoluto, sino que más bien El se
desmayó en la cruz y fue revivido por el aire fresco de la tumba. Si éste
fuera el caso, ¿a dónde fue el Señor Jesucristo después? Siendo que El
se había convertido en un objeto de gran interés para todo el pueblo,
seguramente que El hubiera sido reconocido y abiertamente aceptado o
rechazado.
6. La teoría del fraude. Esta afirma que los apóstoles simplemente
mintieron y engañaron a los que escucharon sus palabras; sin embargo,
todos los apóstoles, con la excepción de Juan, fueron martirizados. ¿Por
qué? Por la devoción de ellos al Señor Jesucristo y su resurrección.
¿Habría ellos sacrificado sus vidas por una mentira? ¡Yo creo que no!
7. La teoría de la autodecepción. En otras palabras, esta especulación
declara que los apóstoles tuvieron una ilusión; es decir, ellos pensaron
que Cristo había resucitado de los muertos, y lo continuaron pensando
tanto que después de un tiempo lo creyeron. Sabemos, por la experiencia
humana, que las decepciones pronto se desvanecen, y nos despertamos a
la realidad. Los apóstoles no podrían haberse engañado a sí mismos por
mucho tiempo.
8. La teoría de la alucinación. Esta idea supone que los apóstoles
pensaron que ellos realmente habían visto al Salvador resucitado, cuando
esto era meramente una alucinación ocasionada por los nervios y la
excitación. ¿Sería posible imaginarnos a Pedro sufriendo de un delirio, y
a Tomás de un ataque de histeria?
9. La teoría de la reminiscencia. Este punto de vista describe a los
histéricos apóstoles huyendo a Samaria, y una vez solos en este lugar,
comienzan a pensar que Jesús aún está con ellos. De ahí es que ellos
sacaron la idea de que El se levantó de los muertos. Sin embargo, las
Escrituras declaran que los apóstoles se quedaron en Jerusalén, a puertas
cerradas, hasta que El se reveló a sí mismo a ellos.
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10. La teoría del mal entendido. Este razonamiento admite que el
Salvador murió, pero afirma que los apóstoles predicaron la resurrección
de su espíritu, y no de su cuerpo, y que la gente lo entendió mal. No
obstante, la palabra "resurrección" jamás está relacionada con el espíritu,
sino más bien con el cuerpo, puesto que el espíritu nunca muere.
11. La teoría de la visión espiritual. Esta suposición sostiene que los
apóstoles en realidad vieron algo. Pero lo que ellos vieron fue una visión
mentirosa, y no al Señor. El diablo los había engañado. Sin embargo, si
había algo que el diablo no quería que ellos no creyeran, ese algo era la
resurrección de Cristo, ya sea producida por una falsa visión o la cosa
real. Además, Cristo mismo disipa este argumento declarando, después
de su resurrección, que "un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis
que yo tengo." (Lucas 24:39)
12. La teoría de los mellizos. Aquellos que ofrecen esta sugerencia
dicen que Cristo tenía un hermano mellizo, y que tres días después que
El había sido crucificado y sepultado, su hermano mellizo se mostró a sí
mismo, declarando que él era el Cristo resucitado de los muertos.
Nosotros preguntamos, "¿Dónde estuvo escondido este hermano mellizo
por los treinta y tres años?"
Nota: Ninguna de estas 12 teorías tiene la razón porque contradicen el
testimonio claro de la Palabra de Dios.
D. LAS PRUEBAS DE LA RESURRECCION.
1. La tumba vacía. Los evangelios declaran que la gente sostenía dos
puntos de vista con respecto a la resurrección de Cristo. Un grupo, que
consistía en los no creyentes, decía que alguien había robado el cuerpo
del Señor. El otro grupo contendía que El había sido resucitado por el
poder divino. La tumba vacía demuestra que el segundo grupo tenía
razón. Una guardia romana, compuesta de sesenta soldados, con cuatro
grupos de quince cada uno, había sido puesta para vigilar la tumba. Cada
grupo custodió la tumba por un período de seis horas. Esta guardia tenía
instrucciones de custodiar la tumba para que no robaran el cuerpo de
Cristo. Ahora bien, los enemigos del Señor no querían robar el cuerpo.
Ellos querían que permaneciera enterrado.
Nosotros sabemos que los apóstoles no lo robaron porque estaban
amedrentados. Los apóstoles hasta habían huido de la crucifixión de
104
Cristo. Los soldados fueron sobornados para que dieran un testimonio
falso. ¿No es raro que los sacerdotes judíos no hayan enjuiciado a los
soldados, si el cuerpo realmente hubiera sido robado? Y si los apóstoles
hubieran robado el cuerpo, ¿no habrían sido ellos acosados por los
sacerdotes hasta haber admitido semejante hecho? ¿Por qué no hicieron
algo los sacerdotes?
Había una tumba nueva cavada en pura piedra. Una gran piedra la
sellaba, y no había ninguna otra entrada. No había más de un cuerpo en
ella, y no cabe duda acerca de quién resucitó de los muertos cuando la
tumba quedó vacía.
2. Los lienzos sepulcrales en orden. En el oriente los cuerpos de los
muertos son envueltos en lienzos sepulcrales, desde el cuello hasta los
pies, de una manera semejante a la usada en las momias egipcias. La
cabeza es envuelta con un sudario. Una vez terminado adecuadamente
con este procedimiento, el cuerpo era extendido sobre una losa. Cuando
Pedro entró a examinar los lienzos sepulcrales, él vio que estaban en
orden. El cuerpo de Cristo había pasado a través de los lienzos
sepulcrales sin romper un solo hilo. Pedro descubrió que los lienzos no
habían sido cambiados de lugar; parecía como si estuvieran alrededor del
cuerpo todavía, y él se había levantado sin moverlos, cayéndose ellos en
su sitio al dejarse el vacío adentro.
En cuanto a la tumba, la puerta no fue abierta para permitir que Cristo
saliera. ¡El ya había salido! El salió de la tumba tal como había salido
de los lienzos sepulcrales. Así es, Cristo abandonó la tumba mucho antes
de que la piedra del sepulcro fuera removida. Los soldados vigilaban
una tumba sellada y vacía por lo que podrían haber sido hasta doce horas.
3. Las apariciones de Cristo. En I Corintios 15:1-11 tenemos
registrado el número de testigos que realmente vieron al Señor
resucitado. Dicho número no incluye a las mujeres. El número más
elevado de testigos que se requiere para establecer un testimonio es siete.
Para asesinato se necesita un testigo. Son dos para traición, y siete para
un testamento oral. El número de testigos registrados en la Palabra de
Dios es más de quinientos. Ciertamente, de acuerdo a la jurisprudencia
aceptada, hay más que suficiente evidencia de que El resucitó de los
muertos.
4. El carácter de Cristo. Al disputar a favor de su resurrección no
105
necesitamos mayor prueba que la de su propio carácter. Es absurdo que
El, quien fue perfecto, habría de sufrir un fin tan vergonzoso.
Seguramente que Dios, en su justicia no habría permitido que el único
Hombre sin pecado permaneciera en la tumba.
5. El nuevo testamento. Los veintisiete libros que componen el nuevo
testamento no son la causa, sino el efecto del Cristo resucitado. Sin la
resurrección de Cristo no habría ningún nuevo testamento. La muerte de
Cristo había deprimido penosamente a los discípulos. Si Cristo no
hubiera aparecido ante los discípulos, ellos jamás habrían escrito acerca
de El. La historia de la vida del Señor Jesucristo se originó y se
desarrolló de su resurrección.
6. La Iglesia apostólica. Los apóstoles comenzaron a predicar en
Jerusalén solamente siete semanas después de la resurrección. Allí
mismo, en Jerusalén, donde el Señor Jesucristo había sido crucificado y
sepultado, los apóstoles declararon que Cristo había resucitado de los
muertos. Si Cristo no hubiera resucitado, los enemigos habrían
producido el cuerpo, puesto que ellos le habían crucificado. El silencio
de los judíos fue una prueba tan importante de la resurrección de Cristo
como lo fueron los escritos de los discípulos.
7. La transformación de los discípulos. La resurrección trajo aparejado
una transformación en los discípulos. Antes, ellos habían visto morir a
Cristo, y por tanto, la fe de ellos estaba destrozada. Dos de ellos dijeron,
"Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel."
(Lucas 24:21) Palabras verdaderamente tristes. Toda fe ahora era
muerta. Se reunían a puertas cerradas, amedrentados, temerosos de
perder sus vidas, cuando el Señor apareció ante ellos. Era difícil
convencerlos de su resurrección. Pero una vez convencidos, nada podría
jamás cambiarles de parecer.
¿Y qué del dudoso Tomás? El no estuvo presente cuando Cristo apareció
por primera vez ante los discípulos, y por tanto, dudó. Podemos
alegrarnos de que Tomás haya dudado, porque gracias a su
convencimiento, todas nuestras dudas quedan disipadas. Su incredulidad
fue quitada en la segunda aparición del Salvador; por consiguiente,
nosotros que creemos nunca debemos albergar ninguna duda acerca de la
resurrección del Señor.
8. La conversión de Saulo. La Iglesia nunca tuvo un enemigo humano
106
mayor que Saulo de Tarso. El era un individuo bien conocido en el
judaísmo, que pertenecía a la famosa secta de los fariseos, quienes creían
en la resurrección de los muertos, pero ciertamente no en la resurrección
de Jesús. ¿Qué cosa transformó este terrible perseguidor de la Iglesia a
un poderoso predicador del evangelio? ¡La resurrección de Cristo!
Desde aquel día, camino a Damasco, él jamás dudó de la resurrección.
Sufrió en manos de su propia nación y en los tribunales de extranjeros
por causa de su creencia en la resurrección corporal de Cristo.
9. La experiencia cristiana. Desde que hemos nacido otra vez, la
esperanza ha sido colocada en nuestros corazones de que nuestros
pecados han sido quitados y de que nuestra propia resurrección está
asegurada. Esta esperanza podía ser garantizada únicamente por un
Salvador resucitado.
10. El registro evangélico. Los evangelios fueron escritos, o dictados
por testigos oculares. "...Que Dios había ordenado de antemano, a
nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los
muertos." (Hechos 10:41) Al leer los evangelios, a nosotros nos damos
cuenta de los pequeños detalles, las palabras y las frases, que nos
prueban cuán natural y ajustado a la vida real son los acontecimientos
registrados en ellos.
E. EL RESULTADO DE LA RESURRECCION.
1. En relación a Cristo mismo.
a. Fue el sello de la aceptación. En otras palabras, el sacrificio de
Cristo fue suficiente y aceptado por Dios. Fue el "Amén" de Dios en
repuesta al "consumado es" de su Hijo Amado.
b. Fue la marca de su divina filialidad. Cristo "fue declarado Hijo de
Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos." (Romanos 1:4) Al ser clavado en la cruz, El fue
maldito por Dios. Dios no iba a permitir que su Hijo permaneciera bajo
esta maldición; por tanto, Dios lo resucitó de los muertos.
c. Fue la confirmación de su victoria.
(1) Sobre el diablo. Si el diablo solamente hubiera podido mantener a
Cristo en la tumba, la victoria completa habría sido de Satanás. Sin
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embargo, el Señor Jesucristo se levantó de los muertos, garantizando la
salvación para toda alma creyente. El creyente recibe el mandamiento de
vestirse de toda la armadura de Dios a fin de poder estar firme contra las
asechanzas del diablo. Una de las piezas de tal armadura es el yelmo de
la salvación. (Efesios 6:10-17)
(2) Sobre la muerte. "Todavía un poco, y el mundo no me verá más;
pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En
aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en
mí, y yo en vosotros." (Juan 14:19-20)
d. Fue la ilustración de inmortalidad. "...ahora ha sido manifestada por
la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó
a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio." (II Timoteo 1:10)
2. En relación al creyente.
a. Demuestra su justificación. "...Jesús, Señor nuestro, el cual fue
entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación." (Romanos 4:24,25)
b. Ilustra su poder. Pablo pidió a Dios que les diera a los Efesios el
"...espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él... para
que sepáis cual es... la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su
diestra en los lugares celestiales." (Efesios 1:17-20)
c. Provee un sumo sacerdote. "Por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para
interceder por ellos." (Hebreos 7:25) Véanse: Romanos 8:34; Hebreos
3:1; 7:22.
d. Engendra una viva esperanza. "Bendito el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para
una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para
una herencia incorruptible, reservada en los cielos para vosotros." (I
Pedro 1:3-4)
e. Garantiza nuestra resurrección. "Sabiendo que el que resucitó al
Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos
108
presentará juntamente con vosotros." (II Corintios 4:14) Véanse: I
Corintios 15:22; I Tesalonicenses 4:14.
3. En relación al mundo.
a. Da evidencia de su verdad. Todo lo que El habló está substanciado
por su resurrección, porque Dios no habría resucitado de los muertos a
un mentiroso para después declarar, que El era su Hijo. La resurrección
de Cristo demostró que Dios se agradó de su Hijo.
b. Da evidencia de la resurrección de todos los hombres. "Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados."
(I Corintios 15:22)
c. Da evidencia del juicio de buenos y malos. "Por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel
varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos." (Hechos 17:31) Véase: Hebreos 9:27.
VI. ASCENSION Y ENTRONIZACION DE JESUCRISTO
La ascensión de Cristo Jesús es un hecho histórico. Si su resurrección es
negada, entonces su ascensión debe también ser negada. Es difícil para
algunos comprender la idea de que un cuerpo glorificado, viviente, esté
en la gloria, pero El está allí, y nosotros estaremos con El.
A. EL HECHO DE LA ASCENSION Y ENTRONIZACION.
1. De la ascensión. Este es aquel evento, después de su resurrección, en
el cual El partió visiblemente de la tierra al cielo. "Y habiendo dicho
estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó
de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto
que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis
mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al
cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." (Hechos 1:9-11)
2. De la entronización (exaltación). Este es aquel acto de Dios por el
cual El dio al resucitado y ascendido Señor el poder y la gloria total,
permitiéndole que se sentara a su diestra en el trono. "A este Jesús
resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que,
109
exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa
del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís." (Hechos
2:32-33) "Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono,
así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono."
(Apocalipsis 3:21) Cristo no está ahora sentando en su propio trono,
sino en el trono de su Padre.
B. EL PLAN DE GLORIA REVELADO.
1. En la profecía.
a. El testimonio del salmista. "Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni
permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la
vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para
siempre." (Salmo 16:10-11) Véanse: Sal. 68:18; 110:4-5.
b. El testimonio del Salvador. "¿Pues qué, si viereis al Hijo del
Hombre subir adonde estaba primero?" (Juan 6:62) Véase: Juan 16:28.
c. El testimonio de Lucas. "Cuando se cumplió el tiempo en que él
había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén." (Lucas
9:51)
2. En la historia.
a. El testimonio de Marcos. "Y el Señor, después que les habló, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios." (Marcos
16:19)
b. El testimonio de Lucas. "Y aconteció que bendiciéndolos, se separó
de ellos, y fue llevado arriba al cielo." (Lucas 24:51) Véase: Hechos
1:9-11.
c. El testimonio de Esteban. "Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo,
puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a
la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del
Hombre que está a la diestra de Dios." (Hechos 7:55-56)
d. El testimonio de Pedro. "Quien habiendo subido al cielo está a la
diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades." (I
Pedro 3:22) Véanse: Hechos 3:15, 20, 21; 5:30-31.
110
e. El testimonio de Pablo. "¿Quién es el que condenará? Cristo es el
que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por nosotros." (Romanos 8:34)
Véanse: Efesios 1:20-21; 4:8-10; Colosenses 3:1; I Timoteo 3:16.
f. El testimonio de Juan. El primer capítulo del libro de Apocalipsis en
su totalidad declara el testimonio de Juan con respecto al Cristo
ascendido y entronizado.
C. LA NATURALEZA DE LA ASCENSION.
1. El ascendió corporal y visiblemente. Lucas escribió, "de todas las
cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue
recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido." (Hechos 1:1-2) Véase:
Hechos 1:9-11.
2. El traspasó los cielos. "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote
que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra
profesión." (Hebreos 4:14)
3. El fue hecho más sublime que los cielos. "Porque tal sumo sacerdote
nos convenía; santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y
hecho más sublime que los cielos." (Hebreos 7:26) Esto significa que El
recibió mayor gloria que todos los seres creados en el cielo.
4. El se sentó a la diestra de Dios. "Ahora bien, el punto principal de lo
que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó
a la diestra del trono de la majestad de Dios." (Hebreos 8:1) Véanse:
Efesios 1:20; Colosenses 3:1.
D. LA NECESIDAD DE LA ASCENSION Y GLORIA.
1. Para demostrar su victoria completa. "A éste, Dios ha exaltado con
su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y
perdón de pecados." (Hechos 5:31) Jesucristo dijo: "He aquí que vengo,
oh Dios, para hacer tu voluntad... En esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre." (Hebreos 10:9-10) En el tabernáculo terrenal no había sillas,
y este hecho significaba que la obra de salvación no era completa. Cristo
111
entró al cielo y se sentó en el trono, declarando así que la obra de nuestra
redención era un acto consumado.
2. Para facilitar la adoración humana. "Mas la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Dios es Espíritu; y los que le adora, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren." (Juan 4:23-24)
3. Para la concesión del Espíritu Santo. "Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no
vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré." (Juan 16:7)
4. Para la constitución de supremacía sobre la Iglesia. "Y (Dios)
sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las
cosas a la Iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo." (Efesios 1:22-23)
E. EL PROPOSITO DE LA ASCENSION Y GLORIA.
1. El entró al cielo como Precursor. "Donde Jesús entró por nosotros
como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de
Melquisedec." (Hebreos 6:20) Otras palabras para "precursor" son:
"capitán", "líder soberano", "uno que tiene a otros que le siguen." El
Señor Jesús nos precede a nosotros. Si la muerte nos llega mientras El se
demora, nosotros iremos a estar con El.
2. El entró al cielo como el Obsequiador. "Por lo cual dice: Subiendo a
lo alto, llevó cautiva a la cautividad. Y dio dones a los hombres... Y él
mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros." (Efesios 4:8-11)
3. El entró al cielo como el Preparador. "...voy, pues, a preparar lugar
para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis."
(Juan 14:2-3)
F. RESULTADOS DE LA ASCENSION Y GLORIA.
1. Nos provee un Intercesor con Dios. "Porque no entró Cristo en el
santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo
112
para presentarse ahora por nosotros ante Dios." (Hebreos 9:24) Véase:
Hebreos 7:25.
2. Nos da acceso a Dios. "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote
que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra
profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro." (Hebreos 4:14-16)
3. Nos da capacidad para el servicio. "De cierto, de cierto os digo: El
que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores
hará, porque yo voy al Padre." (Juan 14:12) "Obras mayores" no
significa efectuar sanidades, ni hablar en lenguas, sino la propagación del
evangelio de la salvación. Por ejemplo, Pedro predicó en el día de
Pentecostés, y tres mil creyeron. Multitudes más creyeron al escucharle.
4. Nos da confianza en la providencia de Dios. "Y sabemos que a los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28)
5. Nos da nuestra posición celestial. "Y (Dios) juntamente con él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús." (Efesios 2:6)
113
P N E U M A T O L O G I A
La Doctrina del Espíritu Santo.
(Bosquejo del Capítulo III)
I. La Personalidad del Espíritu Santo
A. Propiedad personal
B. Pronombres personales
C. Hechos personales
D. Reacciones personales
E. Relaciones personales
F. Designaciones personales
II. La deidad del Espíritu Santo
A. El es identificado como Dios en el antiguo testamento.
B. El es llamado Dios.
C. El posee atributos divinos.
D. El realiza obras divinas.
E. El ejercita la soberanía de Dios.
F. El debe ser reconocido como Dios.
G. Dependemos de El como de Dios.
H. Como Dios, se puede pecar con El.
III. La obra del Espíritu Santo
A. Según la manifestación del antiguo testamento
B. Según la manifestación del nuevo testamento
114
CAPITULO TRES
P N E U M A T O L O G I A
La palabra pneumatología se deriva de la palabra griega, pneuma, que
significa "espíritu," "viento," "aliento." Por tanto, pneumatología es la
doctrina del Espíritu Santo.
La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La Biblia es la
única fuente de donde nosotros podemos obtener cualquier información
con respecto a El. La religión cristiana es la única que tiene al Espíritu
Santo.
A medida que estudiamos la doctrina del Espíritu Santo, téngase en
cuenta que Cristo es el centro de la Biblia, el tema principal de los
Escritos Sagrados en su totalidad. Si nosotros fuéramos a colocar a
algún otro en su lugar, el resultado sería una verdadera confusión. El
Espíritu Santo no puede desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no
vino a hablar de sí mismo, sino de Cristo. El individuo que
continuamente habla acerca del Espíritu y omite al Hijo demuestra que
realmente no tiene el Espíritu Santo morando en él.
I. LA PERSONALIDAD DEL ESPIRITU SANTO
A veces cometemos el error de confundir personalidad con visibilidad.
La personalidad no es un atributo del cuerpo; sino un atributo del
espíritu. La verdadera persona que es Usted no ha sido vista por los
hombres jamás, porque el cuerpo es una vestidura de su espíritu. Usted
no es un cuerpo sino un espíritu que tiene un cuerpo.
A. PROPIEDADES PERSONALES.
1. El posee inteligencia. "Porque a éste es dada por el Espíritu palabra
de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu." (I
Corintios 12:8) Véanse: Isaías 11:2-3; Nehemías .9:20; I Pedro 1:11;
II Pedro 1:21; I Corintios 2:10-11.
2. El posee voluntad. "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
115
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I
Corintios 12:11)
3. El posee poder. "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz
en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu
Santo... con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de
Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico,
todo lo he llenado del evangelio de Cristo." (Romanos 15:13-19)
Véanse: Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.
4. El posee conocimiento. "Pero Dios nos las reveló por el Espíritu;
porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios,
sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del
mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que
Dios nos ha concedido." (I Corintios 2:10-12)
5. El es la fuente del amor cristiano. "Pero os ruego, hermanos, por
nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)
B. PRONOMBRES PERSONALES.
El nombre personal del Espíritu Santo es desconocido. El título,
"Espíritu Santo," es una designación que explica lo que El es. Ese no es
su nombre. El silencio de las Escrituras con respecto a su nombre
personal es realmente significativo. El retiene su propio nombre, para
que el nombre del Señor Jesucristo pueda ser exaltado. En el idioma
griego, el título "Espíritu Santo" es un sustantivo neutro, pero siempre
que un pronombre se halle en su lugar, dicho pronombre es masculino.
"...yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en vosotros... Mas el Consolador, el Espíritu
Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:16-17, 26)
Véanse: Juan 16:7,8, 13-15; Romanos 8:16-26.
C. ACTOS PERSONALES.
116
¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos? Porque somos
humanos. ¿Por qué el Espíritu Santo actúa como una persona? Porque
El es una persona.
1. El habla. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado."
(Hechos 13:2)
2. El intercede. "y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero
el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles."
(Romanos 8:26)
3. El testifica. "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré
del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)
4. El ordena. "Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue
prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando
llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo
permitió." (Hechos 16:6,7)
5. El supervisa. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en
que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia
del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28)
6. El guía. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda
la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo
lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." (Juan
16:13)
7. El enseña. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo
lo que yo os he dicho." (Juan 14:26)
D. REACCIONES PERSONALES.
Pueden cometerse actos contra el Espíritu Santo que solamente pueden
cometerse contra una persona. El tiene sentimientos.
1. El puede ser contristado. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios
117
con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30)
2. El puede ser enojado. "Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar
su Santo Espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó
contra ellos." (Isaías 63:10)
3. El puede ser tentado. "Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en
tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han
sepultado a tu marido, y te sacarán a ti." (Hechos 5:9)
4. El puede ser resistido. "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón
y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros
padres, así también vosotros." (Hechos 7:51)
5. El puede ser blasfemado. "Pero cualquiera que blasfeme contra el
Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo." (Marcos 3:29-30)
E. RELACIONES PERSONALES.
1. Con el Padre. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
(Mateo 28:19)
2. Con Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará
saber." (Juan 16:14)
3. Con los cristianos. "Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a
nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias."
(Hechos 15:28)
F. DESIGNACIONES PERSONALES.
1. El nombre Paracletos. Paracletos es la palabra griega que significa
"Consolador," o "uno llamado al lado para ayudar." "Pero cuando venga
el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, El dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)
2. Otras especificaciones.
a. Espíritu de la promesa. "... y habiendo creído en él (Cristo), fuisteis
118
sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)
b. Espíritu de poder. "Y reposará sobre él (Cristo) el Espíritu de
Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de
poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová." (Isaías 11:2)
c. Espíritu de verdad. "...y os dará otro Consolador... el Espíritu de
verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros." (Juan 14:16-17)
II. LA DEIDAD DEL ESPIRITU SANTO
El es una persona divina. ¡El es Dios! El es co-igual, co-eterno y co-
existente con el Padre y el Hijo. No obstante, El es designado como la
tercera persona de la Trinidad. En nuestras propias vidas, puede ser que
existan personas que son iguales en posición social, pero en cargos están
subordinadas unas a otras. Lo mismo es con el Espíritu Santo. Como
Ser Divino, El es igual con el Padre, y el Hijo; pero en posición, El está
subordinado al Padre y le da precedencia al Hijo. Nota: ¡No existen
celos en la Trinidad!
A. ES DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
"Jesús" del nuevo testamento es "Jehová" del antiguo testamento. El
Espíritu Santo del nuevo testamento es el Jehová del antiguo testamento.
"Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;
y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." (Jeremías
31:33)
Compárese: Hebreos 10:14-16. "Porque con una sola ofrenda hizo
perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el
Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré
con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus
corazones, y en sus mentes las escribiré." Este texto cita al anterior,
intercambiando los nombres "Espíritu Santo" y "el Señor" por el nombre
"Jehová."
B. EL ES LLAMADO DIOS.
119
1. En Hechos 5:3-4. "Y Pedro dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de
la heredad? ... No has mentido a los hombres, sino a Dios." Ananías y
Safira murieron instantáneamente por haber mentido al Espíritu Santo.
Ellos mintieron en el tiempo de la consagración. No fueron heridos de
muerte por haber retenido su dinero, sino porque declararon haberlo dado
todo. Mintieron al Espíritu Santo, y por lo tanto a Dios.
2. En I Corintios 3:16. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros?" Somos templo de Dios debido a que
el Espíritu de Dios mora dentro de nosotros.
3. En II Corintios 3:17. "Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el
Espíritu del Señor, allí hay libertad."
C. EL POSEE ATRIBUTOS DIVINOS.
1. Omnipotencia. "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo
cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios."
(Lucas 1:35)
2. Omnisciencia. "Porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo
de Dios." (I Corintios 2:10) Véase: Lucas 2:25-32.
3. Omnipresencia. "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré
de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol
hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y
habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu
diestra." (Salmo 139:7-10)
4. Sempiternidad. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el
Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?"
(Hebreos 9:14)
5. Amor. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por
el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos
15:30)
6. Santidad. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
120
fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30)
D. EL REALIZA LAS OBRAS DE DIOS.
1. Creación. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra
estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas."
(Génesis 1:1-2) "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la
tierra." (Salmos 104:30) "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del
Omnipotente me dio vida." (Job 33:4)
2. Regeneración. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te
digo, que el que naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios... te
digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido
del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario
nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas
ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu." (Juan 3:3,5-8)
3. Resurrección. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros." (Romanos 3:11)
4. Transformación. "Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas
si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis." (Romanos
8:13) Véase: Gálatas 5:16-24.
5. Salvación. "... mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y
por el Espíritu de nuestro Dios." (I Corintios 6:11)
E. EL EJERCE LA SOBERANIA DE DIOS.
"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a
cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:11) Véase:
Zacarías 4:6.
F. EL DEBE SER RECONOCIDO COMO DIOS.
121
1. Como lo establece la Gran Comisión. "Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (Mateo 28:18-19)
2. Como lo establece la bendición apostólica. "La gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14)
3. Como lo establece la designación bíblica. "El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias." (Apocalipsis 3:22)
4. Como lo establece la administración de la Iglesia. "Ahora bien, hay
diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de
ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones,
pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo." (I Corintios
12:4-6)
G. EL DEBE SER CONFIADO COMO A DIOS.
"Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que
habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora,
eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu
Santo." (Marcos 13:11) Véase: Romanos 8:26.
H. SE PUEDE PECAR CONTRA SU DIVINA VOLUNTAD.
"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintiese al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
(Hechos 5:3)
III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO
A. SEGUN LO DECLARA EL ANTIGUO TESTAMENTO.
Alguien ha dicho que el Espíritu Santo está mencionado ochenta y ocho
veces en el antiguo testamento. No obstante esto, la enseñanza del
Espíritu Santo no está tan clara en el antiguo testamento como lo está en
el nuevo testamento.
1. Sus manifestaciones.
122
a. Al venir sobre individuos. "Y alzando sus ojos (Balaam) vio a Israel
alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él." (Números
24:2) "Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jetfé; y pasó por Galaad y
Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a
los hijos de Amón." (Jueces 11:29) Véanse: Jueces 3:10; 14:6.
b. Al derramarse sobre su pueblo. "Sobre la tierra de mi pueblo
subirán espinos y cardos... hasta que sobre vosotros sea derramado el
Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo
fértil sea estimado por bosque." (Isaías 32:13-15) Véanse: Jueces 6:34;
II Crónicas 24:20.
c. Al llenar a los hombres. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios,
en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Éxodo 31:3)
Véase: Miqueas 3:8.
d. Al posar sobre los hombres. "Entonces Jehová descendió en la nube,
y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta
varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y
no cesaron." (Números 11:25) Entendemos que el espíritu que posó en
ellos era el Espíritu de Dios. Véanse: Núm. 11:26; Isaías 11:2.
En el antiguo testamento, el Espíritu Santo nunca está representado como
morando permanentemente en una persona. El Espíritu Santo los llenaba
para cierta obra, pero nunca tomaba el interior de ellos como su
habitación. Ningún santo del antiguo testamento fue jamás bautizado
con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo comenzó a "bautizar" (sumergir)
a creyentes "en el cuerpo de Cristo" en el día de Pentecostés. (I
Corintios 12:13)
2. Su ministerio.
a. En relación a la creación.
(1) Generación.
(a) De los cielos y la tierra. "Por la palabra de Jehová fueron hechos los
cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento (Espíritu) de su boca. El
junta como montón las aguas del mar, él pone en depósitos los abismos.
123
Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del
mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió." (Salmo 33:6-
9) Véase: Job 26:13; Génesis 1:2.
(b) De los animales. "¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios...
Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo
104:24,30)
(c) Del hombre. "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del
Omnipotente me dio vida." (Job 33:44) Véanse: Génesis 1:26,27;
2:7.
(2) Regeneración.
(a) De la tierra desordenada. "... y el Espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas." (Génesis 1:2)
(b) De los muertos. "Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza hijo del
hombre y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de
los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y profeticé
como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron y
estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo." (Ezequiel
37:9-10) Véase: Isa.55:3.
(3) Preservación. "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de
la tierra." (Salmo 104:30)
b. En relación a Satanás y el pecado. Desde el principio el Espíritu
Santo se ha opuesto a la obra de Satanás en los hombres. "Y dijo Jehová:
No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne: más serán sus días ciento veinte años." (Génesis
6:3)
c. En relación a Israel.
(1) Sus padres. (Abraham, Isaac, Jacob, José, etc.) "Y dijo Faraón a sus
siervos; ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el
Espíritu de Dios?" (Génesis 41:38)
(2) Sus fundadores. (Moisés y sus ayudantes) "Entonces Jehová dijo a
124
Moisés; reúname setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes
que son ancianos del pueblo y sus principales; tráelos a la puerta del
tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y
hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en
ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo y no la llevarás tú solo."
(Números 11:16,17) Véanse: Núm. 27:18-19; Deuteronomio 34:9;
Nehemías 9:20.
(3) Sus Jueces. "Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a
Israel, y salió a batalla..." (Jueces 3:10)
(4) Sus Reyes. Saúl: "Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino
sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera." (I Samuel
11:6) Véase: I Samuel 6:1. David: "Y Samuel tomó el cuerno del
aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en
adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel 16:13) Véanse: Salmo
51:11,12; 143:10.
(5) Sus sacerdotes. "Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías
hijo del sacerdote Joiada..." (II Crónicas 24:20)
(6) Sus profetas. "Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la
ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu,
por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte
de Jehová de los ejércitos." (Zacarías 7:12) Véanse: Nehemías 9:30;
Ezequiel 2:2; Daniel 5:1-14; Miqueas 3:8.
(7) El Santuario.
(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría humana. El templo
no fue hecho por la habilidad natural del hombre. "Y lo he llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte."
(Ex. 35:31) Véanse: Ex. 28:3; 31:1-5.
(b) El Templo. "Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del
templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa
del propiciatorio...Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por
la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño." (I
Crónicas 28:11,19)
125
(c) En relación al Mesías. "El Espíritu de Jehová el Señor está sobre
mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a
los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar buenas
nuevas a los abatidos, y a los presos apertura de la cárcel;" (Isaías 61;1)
Véase: Isa.11:2.
e. En relación al milenio. "Y después de esto derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y
también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en
aquellos días." (Joel 2:28-29) "Después" significa después de la
restauración de Israel. Véanse: Ezequiel 36:25-28; 37:14.
f. En relación a la inspiración. "Estas son las palabras postreras de
David. Dijo: David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en
alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel; el Espíritu de
Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua." (II
Samuel 23:1-2) Véanse: Números 24:2; Hechos 1:16; 4:25; I Pedro
1:10-12; II Pedro 1:21; II Timoteo 3:16-17.
B. SEGUN LO DECLARA EL NUEVO TESTAMENTO.
1. El Espíritu Santo y Cristo.
a. La referencia a su obra en la antigua dispensación.
(1) En la Profecía. "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada
a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta
salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de
Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos." (I Pedro
1:10)
(2) En los Tipos. El tabernáculo es un tipo de Cristo. Todo acerca de él
revela al Salvador. El Espíritu Santo fue quien capacitó a los hombres
para construir el tabernáculo. "Mira, yo he llamado por nombre a
Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce." (Éxodo
31:2-4)
126
b. En referencia a su manifestación terrenal.
(1) El nacimiento de Cristo. "Respondiendo el ángel, le dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo
de Dios." (Lucas 1:35) Véase: Hebreos 10:5.
(2) El bautismo de Cristo. "Aconteció que cuando todo el pueblo se
bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió y
descendió el Espíritu Santo sobre él, en forma corporal, como paloma, y
vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia." (Lucas 3:21-22) Véanse: Marcos 1:10-11; Juan 1:32-
33.
(3) La tentación de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del
Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era
tentado por el diablo..." (Lucas 4:1-2) Véanse: Mateo 4:1; Marcos
1:12.
(4) El ungimiento de Cristo. "...Dios ungió con el Espíritu Santo y con
poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando
a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él." (Hechos
10:38) Véase: Lucas 4:l8.
(5) La enseñanza de Cristo. "Porque el que Dios envió, las palabras de
Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida." (Juan 3:34)
(6) Los milagros de Cristo. "Pero si hoy por el Espíritu de Dios echo
fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios."
(Mateo 12:38)
(7) La vida de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del
Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto." (Lucas 4:1) Véanse:
Lucas 10:21; Hebreos 9:14.
(8) La muerte de Cristo. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?" (Hebreos 9:14)
(9) La resurrección de Cristo. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de
127
los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a
Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu
que mora en vosotros." (Romanos 8:11)
(10) Los mandamientos previos a su ascensión. Lucas, en la
introducción a los Hechos, dice que en su evangelio, "...hablé acerca de
todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en
que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido." (Hechos 1:1-2)
Véase: Hechos 1:8.
c. La referencia a su obra durante esta dispensación.
(1) El glorifica a Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y
os lo hará saber." (Juan 16:1)
(2) El testifica de Cristo. "Y nosotros somos testigos suyos de estas
cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le
obedecen." (Hechos.5:32)
(3) El honra a Cristo. "Por tanto, os hago saber que nadie que hable por
el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús
Señor, sino por el Espíritu Santo." (I Corintios 12:3)
2. El Espíritu Santo y el mundo.
a. Convicción. "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no crean en mí; de justicia,
por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuando el
príncipe de este mundo ha sido ya juzgado." (Juan 16:8-11)
(1) De Pecado. La ocupación del Espíritu Santo no es convencer al
mundo de asesinato, adulterio, etc. La ley de cada país hace eso. El
Espíritu Santo convence al mundo de incredulidad: "...por cuanto no
creen en mí." (Juan 16:9) Muchas veces confundimos la palabra
"convencer," pensando que ésta significa hacer a uno sentirse culpable;
pero ese no es el significado en absoluto. "Convencer" significa ser
hallado culpable del pecado de incredulidad, ya sea que la persona se
siente culpable, o no. Así es, el pecador es convicto, condenado, y
espera ser sentenciado. "El que en él cree, no es condenado; pero el que
no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios... la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:18,36) El
128
Gran Trono Blanco no es donde se determina la culpabilidad del
pecador; sino el lugar para sentenciarlo al grado de castigo que sus obras
merecen.
(2) De justicia. ¿De qué manera el Espíritu convence al mundo de
justicia? El Espíritu Santo no convence al mundo de la falta de justicia
propia; sino que, lo convence de la justicia de Cristo. "...por cuanto voy
al Padre." (Juan 16:10)
(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, no le queda nada más que el
juicio. "y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo
el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12)
El concepto que el mundo tiene del juicio futuro es muy confuso. El
hombre tiene una idea falsa tras otra. No obstante, estas creencias
universales, no importa cuán equivocadas sean, son una prueba positiva
de que habrá un momento en que los hombres tendrá que dar cuenta a
Dios. La Biblia es la única fuente verdadera que habla del juicio del
Gran Trono Blanco.
b. Regeneración. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (II
Corintios 5:17) Véase: Juan 3:5. Un hombre podría hacer
excepciones, quizás pensando que fuera posible convertirse en un hijo de
Dios de alguna otra manera, pero Dios no exceptúa a nadie. El demanda
que todas las personas nazcan otra vez para entrar en el cielo.
c. Impedimento al Mal. "Porque ya está en acción el misterio de la
iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez
sea quitado de en medio." (II Tesalonicenses 2:7) Uno de estos días, la
desobediencia y la ilegalidad van a estar encabezadas por un sólo
hombre, el Anticristo. Hay una Persona en el mundo que impide que el
pecado se desenfrene totalmente, y esa Persona es el Espíritu Santo.
Durante la Gran Tribulación, cuando el Anticristo sea revelado, el
Espíritu Santo se hará a un lado, quitando su presencia santa e influencia
represiva del mundo pecador y permitiendo que la humanidad se hunda
en las profundidades de la degradación.
3. El Espíritu Santo y la Iglesia. Véanse: Efesios 1:22-23; 2:12-16;
3:4-l6.
a. El Espíritu Santo nos sumerge en el cuerpo de Cristo. El bautismo
129
del Espíritu es la operación mediante la cual la Iglesia está constituida.
"Porque por un sólo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio un mismo
Espíritu. (I Corintios 12:13)
Existen siete referencias al bautismo del Espíritu Santo. Cinco son
proféticas (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33; Hechos
1:5); una histórica (Hechos 11:16) y una didáctica (I Corintios 12:13).
En los cinco pasajes proféticos hallamos que dos hablan del bautismo del
Espíritu, y de fuego, los cuales no son la misma cosa. El bautismo del
Espíritu habla de la formación de la Iglesia, mientras que el bautismo de
fuego habla de juicio. Los pasajes que hablan del bautismo de fuego son
Mateo 3:11 y Lucas 3:16. Fue en estos pasajes que Cristo estaba
dirigiendo su mensaje tanto a los salvados, como a las "víboras"
(incrédulos). Las narraciones de Marcos y Juan no incluyen "el bautismo
de fuego," porque éstas no se dirigen a las "víboras."
Todas las cinco porciones proféticas apuntan al futuro. El pasaje
histórico mira hacia el pasado; por lo tanto, el bautismo del Espíritu
viene entre los dos. Esto es entre Pentecostés y el arrebatamiento.
El bautismo del Espíritu Santo no fue el obsequio de poder que permitió
que los apóstoles hicieran milagros, porque ellos efectuaron muchos
milagros antes de ser bautizados con el Espíritu. La Iglesia es un
organismo, no una organización, y el bautismo del Espíritu es aquel acto
de Dios que une a los creyentes dentro de este organismo. Siempre que
se unen las palabras "bautismo del Espíritu," éstas son aplicadas
colectivamente, a un grupo, nunca a un individuo. ¿Cuándo fuimos
nosotros y los corintios bautizados con el Espíritu? (I Corintios 12:13)
Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con el Espíritu. "En él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13) La persona que confía en
Cristo recibe también al mismo instante el bautismo del Espíritu.
Para la Iglesia de Jesucristo, había un sólo Calvario, y había un sólo Día
de Pentecostés. El pecador, sin embargo, debe apropiarse del Calvario
por fe, y reconocer el propósito de Pentecostés por fe, para que ambos
sean una realidad en su alma. Las dos experiencias, el Calvario y
Pentecostés, tienen lugar inmediatamente en el momento que él acepte a
130
Cristo como su Salvador y Señor personal.
Nos agradaría dar una explicación del versículo siguiente, por cuanto es
usado por muchos para el argumento mencionado anteriormente: "Un
Señor, una fe, un bautismo." (Efesios 4:5) Este verso no habla del
bautismo del Espíritu, sino del bautismo por agua. En el contexto, el
versículo que precede a este texto explica el bautismo del Espíritu: "Un
cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación." (Efesios 4:4) El creyente está puesto en
el cuerpo de Cristo por el bautismo del Espíritu en el momento que cree
en Cristo; y recibe privilegio en la iglesia por medio del bautismo con
agua.
El Día de Pentecostés siempre vino cincuenta días después de la Fiesta
de las Primicias. La Fiesta de las Primicias era un tipo de la resurrección
de Cristo. El segundo capítulo de Hechos registra la narración de los
ciento veinte discípulos reunidos en el aposento alto, esperando que se
cumplan los cincuenta días. El Espíritu Santo no vino en respuesta a la
oración de ellos. Todas sus oraciones y ayunos no habrían apurado la
venida del Espíritu. El debía venir a tiempo. Es inconcebible pensar que
el Espíritu venga cuarenta y nueve, o aun cincuenta y un días después de
la resurrección del Señor. No obstante, el Espíritu Santo vino
exactamente 50 días después de la resurrección.
La tipología de la Fiesta de la Pascua se cumplió en el Calvario. Cristo
no morirá otra vez. La tipología de la Fiesta de Pentecostés se cumplió
con la venida del Espíritu, y no habrá otro Pentecostés. El Cordero de la
Pascua jamás se ofrecerá otra vez. Jamás habrá otro Día de Pentecostés
para la Iglesia. Todo fue cumplido una vez para siempre.
La fiesta judía de Pentecostés, originalmente, también era conocida como
la Fiesta de las Semanas, cuando se juntaban la cosecha. En Levítico
23:22 leemos: "Cuando segares la mies de vuestra tierra, no segaréis
hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para
el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios". Así que vemos que la
cosecha era para tres clases de personas: (1) Israel, (2) los pobres y (3)
los extranjeros.
Los tres grupos de personas recibían bendiciones de la cosecha. El
bautismo del Espíritu fue el cumplimiento de la Fiesta de la Cosecha (de
las Semanas, o sea, de Pentecostés) para tres clases de gente:
131
(1) Israel en Jerusalén. (Hechos 2:37-39)
(2) Los samaritanos (pobres). (Hechos 8:9-17)
(3) Los gentiles en Cesarea (Hechos 10:34-44)
*Lo que sigue es el proceso mediante el cual los tres grupos de personas
antedichos recibieron el Espíritu Santo:
(1) Los judíos en Jerusalén.
(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.
(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 2:38,41)
(2) Los samaritanos.
(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.
(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego la imposición de las manos de Pedro.
(d) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 8:4-16)
Nota: Parece que había un problema doctrinal y que Felipe les había
predicado "el evangelio del reino," como lo había predicado Juan el
bautista (v.12); y se bautizaron sin entender el evangelio completamente.
Véase: Hechos 19:1-6. Durante la infancia de la Iglesia, había un
período de transición y existía confusión, porque el nuevo testamento no
estaba en las manos de los discípulos. Pedro aclaró el mensaje y oró por
ellos (v.16, 17). A Pedro se le había dado la llave de la predicación para
abrir la puerta de la salvación a todas las personas. (Mateo 16:19)
(3) Los gentiles en Cesarea.
(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.
(b) Luego recibieron al Espíritu Santo.
(c) Luego fueron bautizados con agua. (Hechos 10:34-48)
Hubo dos obras del Espíritu en el día de Pentecostés. Estas no deben
confundirse. Las dos operaciones fueron el "bautismo" y la "llenura."
Los creyentes fueron bautizados con el Espíritu en Pentecostés, a pesar
de que la palabra "bautismo" no es mencionada en Hechos capítulo dos.
Sabemos que el bautismo ocurrió entonces debido a las palabras
expresadas por el Señor Jesús poco tiempo antes de su ascensión.
132
"Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." (Hechos
1:5)
Hay algunos que piensan que el hablar en lenguas fue una señal de que
habían sido bautizados con el Espíritu, pero si nos fijamos detenidamente
en el pasaje, hallaremos que ellos hablaron en lenguas debido a que
estaban llenos del Espíritu. Nadie se convirtió mientras se hablaba en
lenguas en el día de Pentecostés, pero tres mil fueron salvos cuando
Pedro predicó el evangelio.
Pedro declaró, "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los
postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y
vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis
siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y
profetizarán." (Hechos 2:16-18) ¿Qué cosa fue este "esto?" ¿El hablar
en lenguas? ¡No! "Esto" es una cita de Joel, y lo estamos citando.
Pedro estaba dando a Joel como ejemplo, porque Dios estaba efectuando
aquellas cosas que Joel había profetizado, de las cuales los judíos fueron
testigos.
b. El Espíritu mora en la Iglesia. "¿No sabéis que sois templo de Dios,
y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (I Corintios 3:16)
c. El Espíritu edifica la Iglesia. "En quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu." (Efesios
2:22)
d. El Espíritu administra la Iglesia.
(1) El pone a los pastores y nombra a los oficiales. "Por tanto, mirad
por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre." (Hechos 20:28) Véase: Hechos 6:3,5,10.
(2) El dirige la obra misionera. "Ministrando éstos al Señor, y
ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la
obra a que los he llamado." (Hechos 13:2) Véase: Hechos 10:19.
4. El Espíritu Santo y el cristiano.
133
a. Comenzando en el Espíritu. "¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os
fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos
Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?
Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras
de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado
por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" (Gálatas 3:1-3)
Nos convertimos en cristianos solamente por la operación de Dios. El
Espíritu Santo nos imparte una nueva vida. Esta vida viene por medio
del nuevo nacimiento: "Os es necesario nacer de nuevo... Lo que es
nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es."
(Juan 3:5-6) Dios jamás ha tenido comunión con hombres irredentos en
ninguna dispensación hasta que ellos hayan aceptado y obedecido las
condiciones de la salvación.
b. La residencia del Espíritu. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es
templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?" (I Corintios 6:19) ¿Qué seguridad tiene el
cristiano de que el Espíritu mora en él? ¿Por los sentimientos? ¿Por
algún éxtasis sublime? No. ¡Por creer la promesa de la Palabra de Dios!
El Espíritu pasa a morar en el creyente cuando éste responda a lo que
Cristo ha realizado, cuando él acepte a Cristo Jesús por fe. La prueba de
la morada del Espíritu en el creyente no está basada en los sentimientos,
porque estos pueden cambiar de un día para otro, mas la promesa de
Cristo jamás cambia.
"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y alzó la voz
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí,
como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto
dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no
había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado." (Juan 7:37-39) Esta porción de la Palabra de Dios,
claramente expresa que los discípulos no habían recibido aún el Espíritu
Santo, pero que lo recibirían en el futuro, y ciertamente lo recibieron en
Pentecostés. Juan 14:17 revela que ellos todavía no habían recibido el
Espíritu hasta Pentecostés. "... porque mora con vosotros, y estará en
vosotros."
Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos; pero después de
Pentecostés el Espíritu vivía en ellos. Ningún creyente debe orar como
134
David oró: "No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu Santo
Espíritu." (Salmo 51:11) David no estaba habitado por el Espíritu Santo.
¡Pero el cristiano sí lo está! "Mas vosotros no vivís según la carne, sino
según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)
Otro texto bíblico que ha confundido a los hijos de Dios es Lucas 11:13.
"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que
se lo pidan?" Algunos sostienen que debemos pedir el Espíritu para
poder recibirlo; pero recordemos que esto se habló antes de Pentecostés.
No tenemos ninguna Escritura que diga que uno debe pedir el Espíritu
después de Pentecostés.
La última porción de las Escrituras que trataremos con respecto a la
morada en el creyente del Espíritu Santo es Juan 20:22. "Y habiendo
dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo." Muchos dicen
que en este momento los discípulos fueron habitados por el Espíritu
Santo en vez de en Pentecostés. Sin embargo sabemos que ellos no
recibieron el Espíritu Santo en ese momento, porque se les mandó "...que
no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la
cual les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua,
mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días." (Hechos 1:4-5) Ahora bien, si ellos hubieran recibido el
Espíritu Santo, ¿por qué debían esperar para recibirlo?
c. El sello del Espíritu Santo. "En él también vosotros, habiendo oído
la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa."
(Efesios 1:13)
*La palabra "sellado" se usa muchas veces en las Escrituras:
(1) El que sella. El que sella es Dios, el Padre. "Y el que nos confirma
con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos
ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones."
(II Corintios 1:21-22)
(2) Los sellados. Hay dos que son sellados por el Padre: el Hijo y los
creyentes. "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida
que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque
135
a éste señaló Dios el Padre." (Juan 6:27) "Y no contristéis al Espíritu
Santo con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios
4:30) El Hijo fue sellado debido a quien El es. Nosotros somos sellados
a causa de Jesús y de nuestra posición en El.
*El Creyente es sellado en el momento que él acepta a Cristo como su
Salvador. "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad,
el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)
(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello no es
asegurado mediante alguna experiencia emocional, sino mediante creer
en Cristo. "... y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa." (Efesios 1:13)
(4) El significado.
(a) El sello señala propiedad. Si estamos sellados, entonces tenemos el
sello de propiedad de Dios sobre nosotros. "Pero el fundamento de Dios
está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y:
Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." (II
Timoteo 2:19)
(b) El sello simboliza identificación. Esta es nuestra identificación para
el futuro. "En él (Cristo) también vosotros... fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." (Efesios
1:13,14)
(c) El sello habla de seguridad. En Apocalipsis 7:4-8 se habla de los
144,000 sellados. Satanás es sellado y arrojado en el abismo durante el
milenio. (Apocalipsis 20:3) Apocalipsis menciona siete sellos que
ninguno, sino Cristo, puede abrir. (Apocalipsis 5:1 - 8:5) Nosotros, los
creyentes, estamos sellados para la hora de nuestra redención. (Efesios
1:13-14)
(d) El sello testifica a una transacción realizada. "Y escribí la carta y
la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza."
(Jeremías 32:10) El sello del Espíritu Santo es la evidencia legal que
testifica del hecho que nosotros formamos parte de la obra consumada de
Cristo.
136
(e) El sello asegura legitimidad. "Y recibió la circuncisión como señal,
como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para
que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que
también a ellos la fe les sea contada por justicia." (Romanos 4:11)
Véase: Ester 3:12.
(f) El sello marca un trato inmutable. "Escribid, pues, vosotros a los
judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo
del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con
el anillo del rey, no puede ser revocado." (Ester 8:8)
(g) El sello habla de un precio pagado. "¿No tengo yo esto guardado
conmigo, sellado en mis tesoros?" (Deuteronomio 32:34)
(h) El sello era una marca. El siempre ha dejado su impresión en el
lacre. Si nosotros estamos sellados con el Espíritu, su impresión debe
estar sobre nosotros. "Ella muda luego de aspecto como barro bajo el
sello, y viene a estar como con vestidura." (Job 38:14) "Siendo
manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en
tablas de carne del corazón." (II Corintios 3:3)
d. Las arras del Espíritu. "El cual (Dios) también nos ha sellado, y nos
ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:22)
Véase: II Corintios 5:5; Efesios 1:13.
Las "arras" son un símbolo que habla del futuro. Esta es una parte del
pago parcial por aquello que será pagado en su totalidad en una fecha
futura. Cuando una cantidad de dinero se paga en prenda (arras) sobre
cierta propiedad, ambas partes quedan obligadas. Cuando Dios nos
otorga sus arras, El queda obligado por tiempo y eternidad. El Espíritu
Santo es las arras de Dios, la cuota inicial divina de nuestra salvación. El
creyente todavía no tiene todas las cosas que debe recibir; aún queda
más. Esto ciertamente hace dar vértigos a nuestra imaginación. Si el
Espíritu Santo es sólo parte de lo que hemos de recibir, y El es Dios, y
Dios es todas las cosas, ¿qué será el resto?
Si una cantidad de dinero ha sido entregada en prenda sobre alguna
propiedad, y el comprador no pudiera completar la transacción, él habrá
perdido su cuota inicial. Dios nos ha dado su prenda, el Espíritu Santo.
137
Si El no pudiera completar nuestra salvación, El habrá perdido su
depósito; pero nosotros sabemos que esto es imposible. Por lo cual, las
arras del Espíritu son la garantía de nuestra salvación eterna.
(1) Ilustraciones de las arras.
(a) Los presentes a Rebeca. (Génesis 24) Estos regalos eran como arras,
como una promesa de lo que vendría después.
(b) El fruto de Canaán. (Números 13) El fruto era las arras de aquello
que estaba prometido, el gozo anticipado de su herencia.
(c) Los regalos de Booz. (Rut 2) Los puñados de grano dejados para
Rut, y sólo para ella, eran únicamente las arras de lo que Booz tenía para
ofrecer en matrimonio.
(d) Las primicias. (Levítico 23) Esta ofrenda mecida a Dios era las arras
del hombre que indicaba que un diezmo de su cosecha aún sería traído a
Dios.
(2) El dador de las arras. ¡Dios es el Dador! "Y el que nos confirma
con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos
ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones."
(II Corintios 1:21-22)
(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las arras. "... las arras
del Espíritu." (II Corintios 1:22)
(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestros corazones. "... las arras
del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:22)
(5) La garantía de las arras.
(a) Garantiza nuestra resurrección. "Y no sólo ella, sino que también
nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo." (Romanos 8:23)
(b) Garantiza nuestra herencia. "Y si hijos, también herederos; herederos
de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con
él, para que juntamente con él seamos glorificados." (Romanos 8:17)
138
(c) Garantiza nuestra gloria. "Pero nosotros debemos dar siempre gracias
a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios
os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó
mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo." (II Tesalonicenses 2:13-14)
e. La Llenura del Espíritu. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen." (Hechos 2:4) "Cuando hubieron orado, el lugar en que
estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
hablaban con denuedo la palabra de Dios." (Hechos 4:31) "No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu." (Efesios 5:18)
La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y la obra del cristiano,
mediante la cual él es facultado para hacer aquello que ha sido ordenado
por el Señor.
(1) ¿De qué se trata? Existen numerosas opiniones en cuanto al
significado de lo que es ser "lleno" del Espíritu. Algunos dicen que esto
sucede cuando una persona nazca de nuevo. El creyente ciertamente
recibe el Espíritu Santo al momento de su conversión, pero esto no es el
llenado del Espíritu; esto es la regeneración del Espíritu. (Tito 3:5)
Otros sostienen, "que el llenado del Espíritu es aquella experiencia por la
cual el creyente recibe el Espíritu Santo algo más tarde, después de ser
salvo." Sin embargo, la Palabra de Dios declara que todos los creyentes
han recibido el Espíritu Santo. "Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)
El "llenado" del Espíritu puede ser confundido para muchos a causa de
esa palabra, "llenado." Las personas, en su mayoría, piensan de un
llenado material, como cuando una vasija es llenada con agua. No
obstante, el Espíritu no es algo material, sino una Persona. Es verdad
que una vasija media llena puede ser llenada con más agua; pero es
imposible para el creyente que ya tiene el Espíritu, poder obtener más de
El. Uno no puede conseguir más de Dios, pero Dios puede lograr
controlar más de la vida de uno.
Ahora bien, el creyente ya tiene el Espíritu, pero se le manda ser "lleno"
de El. El creyente es habitado por el Espíritu; es sellado con el Espíritu;
139
es bautizado en el cuerpo de Cristo por el Espíritu; es regenerado por el
Espíritu; y aún se le ordena que sea "lleno" del Espíritu. ¿Qué es el ser
"lleno" del Espíritu? Ser "lleno" es estar "controlado" por el Espíritu.
Por tanto, al cristiano se le amonesta a que sea constantemente
controlado, poseído y dominado por el Espíritu. Nosotros ahora sabemos
el significado total de la expresión, "No es cuánto del Espíritu Santo que
uno tenga, sino cuánto de uno que tenga el Espíritu Santo."
(2) ¿Cómo? ¿Es esta experiencia asegurada mediante la búsqueda y
mediante la oración? No hay ningún pasaje en la Palabra de Dios donde
una persona haya jamás orado para ser "lleno" del Espíritu y lo haya
recibido. Esto es producido por nuestro sometimiento al Señor. Cuando
nos rindamos a El, nuestras voluntades mueren, y su voluntad es la meta
para nuestras vidas. Nuestras ambiciones pierden importancia y caen
como cenizas a nuestros pies.
Alguien preguntará, "¿Cómo puedo someterme a su voluntad?" Este es
el acto del creyente que se coloca a sí mismo en el altar de Dios. "Y
andas en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante." (Efesios 5:2)
La ofrenda de olor fragante de que se habla aquí es el holocausto
continuo. Aquel holocausto jamás carecía de un cordero de sacrificio,
porque cuando uno era consumido, otro era colocado en su lugar
inmediatamente, uno por la mañana y otro a la caída de la tarde. Este
holocausto nunca fue instituido como una ofrenda por el pecado, sino
más bien, como una ofrenda de alabanza. Al cristiano se le implora que
se dé a sí mismo como sacrificio vivo, como un holocausto continuo
(Romanos 12:1-2), proclamando las alabanzas de Aquel que lo "llamó
de las tinieblas a su luz admirable." (I Pedro 2:9)
(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo tome posesión el Espíritu? ¿Cuándo controle El
al creyente? Tan pronto como el creyente se rinda a El para hacer su
voluntad.
¿Hay un cierto número de pasos que uno debe tomar a fin de lograr
nuestro sometimiento? No. ¿Cuáles son entonces los requisitos, para el
sometimiento total a la voluntad de Dios? Para algunos, quizás,
signifique la muerte del propio yo; para otros, la obediencia al llamado
de Dios; y aún para otros, el abandono de la práctica del pecado, etc.
Todo lo que sea necesario para lograr nuestra sumisión total a la voluntad
de Dios. ¡Este es el requisito!
140
(4) ¿Por qué? ¿Debiera el creyente alguna vez hacer esta pregunta?
¿Hay necesidad de que seamos "llenos" del Espíritu? Nosotros
contestamos que "sí" a ambas preguntas. Algunos cristianos no
comprenden que hay algo que se llama ser "lleno" del Espíritu; y por
consiguiente, los tales son espiritualmente impotentes. Además del
mandamiento de Dios de que seamos "llenos" del Espíritu, nos damos
cuenta de que dicha condición es indispensable para disponer de poder
en la vida y en el servicio, no para ganancias egoístas, sino para la gloria
del Señor Jesucristo y para ganar a los perdidos.
(5) ¿Cuáles son los resultados? Aquellos que han sido verdaderamente
"llenos" del Espíritu revelan estas características:
(a) Ellos reflejan a Cristo.
(b) Ellos convencen al mundo.
(c) Ellos aman la Palabra.
(d) Ellos están llenos de poder.
(e) Ellos están llenos de vida.
*Diferencias entre el bautismo y la llenura:
El bautismo del Espíritu.
1. Tiene que ver con el cuerpo.
2. El bautismo es externo.
3. Todo creyente es bautizado con el Espíritu. (1 Corintios 12:13)
4. La Biblia no manda ser bautizado con el Espíritu.
5. Es una obra del Espíritu en el momento de la salvación.
6. El creyente es bautizado solamente una vez.
7. Nadie fue bautizado con el Espíritu antes de Pentecostés.
Nota: El bautismo del Espíritu coloca a los creyentes dentro del cuerpo
de Cristo, la Iglesia, y es una experiencia automática.
La llenura del Espíritu.
1. Tiene que ver con el individuo.
2. El llenado es interno.
3. Un creyente puede, o no, ser lleno del Espíritu.
4. Todos los creyentes deben ser llenos del Espíritu.
141
5. Uno puede ser lleno del Espíritu años después de haber sido salvo.
6. La llenura del Espíritu se repite muchas veces.
7. Algunos fueron "llenos" antes de Pentecostés.
Nota: Para servir a Dios como se debe, es indispensable ser llenos del
Espíritu.
f. El fruto del Espíritu. "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley." (Gálatas 5:22-23) El fruto del Espíritu es el
verdadero carácter cristiano. Debemos notar que la palabra "fruto" es
singular.
La vida de nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más grandioso del fruto
del Espíritu. El fruto siempre viene de la vida interior.
En las épocas de Navidad, cuando veamos manzanas y naranjas en los
arbolitos de Navidad, nosotros sabemos que dichas frutas han sido atadas
como adornos a los árboles. Uno no tiene que atar manzanas a los
manzanos porque ellas crecen naturalmente en dichos árboles. Existen
muchas religiones sociales que figurativamente están atando manzanas y
naranjas a los árboles de Navidad. Ellos pretenden llevar fruto, pero no
hay vida interior, porque no tienen el Espíritu. Sólo tienen el aspecto de
la santidad, pero niegan el poder de la misma. Un árbol de manzanas no
tiene que trabajar para producir manzanas; simplemente las cede. El
cristiano no lleva el fruto del Espíritu por su propia labor, sino
simplemente da cedimiento al Espíritu.
(1) El fruto en relación al individuo. Amor, gozo, paz.
(2) El fruto en relación a los hombres. Paciencia, benignidad,
bondad.
(3) El fruto en relación a Dios. Fe, mansedumbre, templanza.
g. El andar en el Espíritu. "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne." (Gálatas 5:16) Otra manera de
traducirlo: "Por el Espíritu sea el andar." El Espíritu hará el caminar.
Una vieja ilustración es el traje de vestir. La persona dentro del traje
hace el caminar. La responsabilidad del traje es colgarse, sujetarse a la
persona. Nosotros no debiéramos tener una voluntad propia; sino que, al
igual que el traje de vestir, deberíamos asirnos de El y dejarnos llevar.
Dondequiera que el Espíritu vaya, vamos nosotros. Su voluntad es la
nuestra.
142
h. La renovación del Espíritu. "Nos salvó, no por obras de justicia que
nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento
de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo." (Tito 3:5)
i. El fortalecimiento del Espíritu. Pablo pie a Dios que El les dé a los
efesios, "...conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con
poder en el hombre interior por su Espíritu." (Efesios 3:16)
j. El sembrar para el Espíritu. "No os engañéis; Dios no puede
ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas
el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna." (Gálatas
6:7-8) Este pasaje no está escrito para los inconversos, sino para los
cristianos. El cristiano puede sembrar para la carne, esto es, vivir en
pecado; no obstante, para él, vendrá la hora de la siega y el castigo.
k. La dirección del Espíritu. "Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Romanos 8:14) Algunos
interpretan este pasaje, diciendo, que significa que: "Aquellos que en las
decisiones de la vida solicitan el consejo del Espíritu, se aseguran con
ello de que son hijos de Dios." Ahora bien, es una verdadera bendición
pedir y recibir del Espíritu Santo su voluntad en nuestras decisiones, pero
esto no es a lo que la Escritura se refiere. La guía del Espíritu hace
alusión a la dirección que es impartida por el Espíritu Santo a los
creyentes que están en el Camino de la salvación.
l. La santificación del Espíritu. "Elegidos según la presciencia de Dios
Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la
sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas." (I Pedro 1:2)
m. El suministro del Espíritu. "Porque sé que por vuestra oración y la
suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación."
(Filipenses 1:19)
n. Los dones del Espíritu.
(1) Enumeración de los dones. "No quiero, hermanos, que ignoréis
acerca de los dones espirituales... Porque a éste es dada por el Espíritu
palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el
143
mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro,
interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el
mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I
Corintios 12:1, 8-11)
(2) Concesión de los Dones. Lo primero que quisiéramos destacar es
que los dones no son otorgados a las personas a causa de que los han
deseado, o han orado por ellos; sino de acuerdo a la voluntad del
Espíritu, "...repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I
Corintios 12:11)
Quisiéramos enfatizar que los dones fueron dados a fin de verificar las
aseveraciones de Cristo y sus discípulos que Jesucristo era
verdaderamente el Hijo de Dios; que la antigua dispensación de la ley
había llegado a su fin y que la dispensación de la gracia había
comenzado.
"¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,
nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con
ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimiento del
Espíritu Santo según su voluntad." (Hebreos 2:3-4) Había ciertamente
la necesidad de que Dios verificara esta nueva enseñanza que había sido
comenzada por el mismo Señor Jesucristo. El pueblo había estado bajo
las tradiciones de la ley por más de mil cuatrocientos años; y por lo tanto,
era difícil para ellos comprender que Dios había suprimido el viejo pacto
y había establecido el nuevo. Asimismo, aún no se había escrito el
nuevo testamento.
Por último, hacemos énfasis en el hecho de que ningún creyente recibe
individualmente todos los dones. "Y a unos puso Dios en la Iglesia
primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los
que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son
todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen
todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?" (I
Corintios 12:28-30) La respuesta obvia es, ¡no!
(3) De la utilización de los dones. ¿Cómo debían usarse estos dones?
El capítulo trece de I Corintios simplemente declara que ellos debían ser
144
motivados por amor. Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, declara
que si tuviera todos los dones, y careciera de amor, él no sería nada; su
vida sería infructuosa, y sus galardones nulos.
Alguien preguntará, "¿Es el don de lenguas para nuestra época? ¿No
dice la Biblia que "...no impidáis el hablar en lenguas?" Este tema será
tratado con más detalle en la próxima sección; no obstante, aquí
podríamos decir algo al respecto. I Corintios 14:39 claramente expresa:
"Así que, hermanos, procurad profetizar y no impidáis el hablar lenguas."
Pero si el capítulo 14 ha de usarse como permiso para hablar en lenguas,
entonces los que hablan en lenguas deben ser gobernados por este mismo
capítulo en cuanto al uso que ellos hagan de este don.
Primero, quisiéramos ver lo que I Corintios, capítulo catorce, dice con
respecto al uso legítimo de este don: "Si habla alguno en lengua extraña,
sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no
hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios." (I
Corintios 14:27-28) Siempre que el don de lenguas sea empleado, sólo
dos o cuando más tres, pueden hablar en un servicio. Esta regla
eliminaría muchas prácticas del movimiento carismático de la actualidad.
Lo que sigue en la orden es que el hablar debiera hacerse "por turno" -
una persona a la vez. Esto eliminaría aún más el mencionado culto de
lenguas, porque a veces hay muchísimas personas, hasta cientos de ellas,
haciéndolo al mismo tiempo. Luego las Escrituras dicen que si no hay
intérprete, que no se puede hablar en lenguas en absoluto. Más del culto
antedicho se eliminaría si se obedeciera este mandato. Finalmente,
"Vuestras mujeres callen en las congregaciones." (I Corintios 14:34)
Esto prácticamente pone fin a todo culto de lenguas, porque la mayoría
de los que lo participan son mujeres.
Muchos querrán rebelarse al pasaje citado, diciendo que éste no quiere
decir "lenguas," sino el uso de la lengua. Si no significa "lenguas", se
refiere a todo, incluso las lenguas, cuando dice que las mujeres
permanezcan calladas en las iglesias. Sin embargo, esto hace referencia
sólo a las lenguas, porque en otras porciones de este mismo libro de I
Corintios se le permite a la mujer que hable y ore en la iglesia. "Pero
toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su
cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado." (I Corintios 11:5)
"Profetizar" significa "predecir", o "declarar"; por tanto, a la mujer se le
permite declarar la Palabra de Dios en la escuela dominical, en el campo
145
misionero, etc.
(4) De la retención de los dones. ¿Podría ser posible que Dios retenga
muchos de los dones de los creyentes de hoy, que El había otorgado al
principio? Esto no sólo es posible, sino que es inevitable. En I
Corintios 13:8-10, el Señor declara, "El amor nunca deja de ser; pero las
profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque
en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo
perfecto, entonces lo que es en parte se acabará."
Recordemos que I Corintios 13 está hablando acerca de los "dones" del
Espíritu cuando dice que las profecías se acabarán. Esto no significa que
algunas de las profecías dichas por los siervos de Dios, como las registra
la Biblia, dejarán de cumplirse; sino que el don de la profecía algún día
será retenido. Cuando dice que "cesarán las lenguas", no significa que en
alguna fecha futura todas las lenguas serán silenciadas, sino que el don
de lenguas será retenido. Y cuando dice que "la ciencia se acabará", no
significa que habrá un momento en que el conocimiento habrá dejado de
existir, sino que el don de la ciencia espiritual será retenido. (I Corintios
13:8) Véase: I Corintios 12:8.
¿Cuándo serán retenidos los dones de profecía, lenguas y ciencias?
Cuando "venga lo perfecto." Esto no está hablando de la segunda venida
de Cristo, sino más bien, cuando sea dada la revelación completa de la
Palabra de Dios. ¿Tenemos nosotros la revelación completa de Dios en
la actualidad? Ciertamente que sí. Cuando el apóstol Juan escribió, "La
gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén."
(Apocalipsis 22:21), la revelación total de Dios se había completado, y
aquello que es perfecto había venido.
*Puesto que tenemos la Santa Biblia completa, los dones de profecía,
lenguas, y ciencia se han acabado. Ellos han sido retenidos y no son para
esta época.
En Efesios 4:11, leemos: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros." Por
esta revelación más reciente que la de I Corintios, notamos que no se
menciona ninguno de los dones milagrosos, como estaban mencionados
en I Corintios 12, 13 y 14. Hoy, no hay más necesidad de los dones
milagrosos, porque nosotros ya tenemos la revelación completa de Dios.
El hijo de Dios es bendecido en mayor medida por tener la Santa Biblia
146
que si tuviera todos los dones milagrosos.
Algunos sostienen que nosotros necesitamos estos dones para señal de
que somos "llenos" del Espíritu. Es verdad que Dios otorgó estos dones
milagrosos como señales; sin embargo, no fueron dados para indicar la
llenura del Espíritu, sino para la confirmación del apostolado de Pablo
(II Corintios 12:12); para la confirmación de Pablo a los gentiles
(Romanos 15:18-19); para la confirmación de la salvación por medio de
Cristo (Hebreos 2:3-4) y para la confirmación de la Palabra (Marcos
16:20). ¿Necesitamos nosotros estos dones hoy para confirmar la
Palabra, el Evangelio, y el apóstol Pablo? No, porque han sido
confirmados por casi dos mil años de la historia de la Iglesia.
(5) De los dones restantes. "Y ahora permanece la fe, la esperanza y el
amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." (I Corintios 13:13)
Todo cristiano posee estos tres dones. El creyente, al ser controlado por
el Espíritu Santo, debe utilizarlos.
o. El testimonio del Espíritu. "El Espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." (Romanos 8:16)
La ley declara que en la boca de dos testigos la verdad será confirmada.
Por tanto, tenemos los dos testigos que declaran que somos hijos de Dios.
Ellos son el Espíritu Santo y nuestro espíritu. ¿Cómo da testimonio de
nuestra salvación el Espíritu Santo? Mediante la Palabra. ¿Cómo da
testimonio nuestro espíritu? ¿A través de nuestros sentimientos, o de
nuestra conciencia? No. Los sentimientos son engañosos. Nuestro
espíritu da testimonio por la fe en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios
declara nuestra salvación cuando creamos en ella, cuando nosotros
confiemos en Cristo. Por consiguiente, el Espíritu da testimonio "junto
con" nuestro espíritu.
p. De la unción del Espíritu. "Pero vosotros tenéis la unción del Santo,
y conocéis todas las cosas... Pero la unción que vosotros recibisteis de él
permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así
como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es
mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él." (I Juan 2:20-27)
La palabra "unción" y "ungimiento" son de la misma palabra griega. En
las Escrituras, el "ungimiento", tanto en el antiguo como en el nuevo
testamento, se efectuaba para algún servicio. Los reyes y los sacerdotes
eran ungidos para el servicio especial que debían prestar. Cristo fue
147
ungido (Hechos 10:38) El nombre mismo, el "Cristo," significa "el
Ungido." El es el Ungido de Dios como Profeta (pasado), Sacerdote
(presente) y Rey (futuro).
El creyente en Cristo recibe el ungimiento para el servicio cuando es
nacido de nuevo. El ungimiento del Espíritu no es para unos pocos
privilegiados. Todos los creyentes son ungidos, "...vosotros recibisteis."
El ungimiento del Espíritu se efectúa una vez para siempre,
"...permanece en vosotros." No hay lugar en las Escrituras donde se diga
que uno recibe el ungimiento de nuevo. Las falsas religiones podrán
tratar de alejarnos de Cristo, de inducirnos a que nos apartemos de
nuestra fe; pero nosotros, habiendo oído los argumentos de sus
persuasiones, no cedemos, porque tenemos la unción del Espíritu. "...Y
no tenéis necesidad de que nadie os enseñe."
q. Del servicio aceptable a Dios. "Porque nosotros somos la
circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios, y nos gloriamos en
Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne." (Filipenses 3:3) Para
ser aceptable ante Dios, nuestros esfuerzos tienen que ser dirigidos por el
Espíritu. No es que uno sirve a Dios con sus manos, pies y labios; sino
que, el Espíritu hace todo, a través de nuestras manos, pies y labios.
r. De la comunión del Espíritu. "La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos
vosotros. Amén." (II Corintios 13:14) La palabra "comunión" podría
traducirse "compañerismo," o "asociación." Por lo tanto, "comunión"
significa "participar, tomar parte, y compartir." La comunión del
Espíritu Santo y de los cristianos se concentra en la persona de
Jesucristo.
s. De la oración en el Espíritu. "Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no
lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención
del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los
santos." (Romanos 8:26-27)
¿Es erróneo orar al Espíritu Santo? La Biblia no nos ordena hacerlo, a
pesar de que El es un miembro de la Trinidad.
t. De la batalla del Espíritu. "Porque el deseo de la carne es contra el
148
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí,
para que no hagáis lo que quisiereis." (Gálatas 5:17)
u. De la enseñanza del Espíritu. "Pero Dios nos las reveló a nosotros
por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de
Dios." (I Corintios 2:10) El Espíritu Santo revela su palabra solamente
a los creyentes que han nacido de nuevo, y no a los que están fuera del
cuerpo de Cristo. El hombre, sin el Espíritu de Dios, no puede aprender
las verdades de Dios. (I Corintios 2:14)
5. El Espíritu Santo y las Escrituras.
a. Inspiración. "Toda la Escritura es inspirada por Dios..." (II Timoteo
3:16) El significado literal de "inspirada" es "exhalada," o "del aliento
de Dios." Ninguna profecía es producto del ingenio propio del hombre.
Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Palabra de Dios. Las
palabras, no meramente los pensamientos, han sido inspirados, de la
manera que fueron dadas por Dios en el idioma original. Alguien
preguntará, "¿No usó Dios a instrumentos humanos?" Sí, pero el uso de
instrumentos humanos no la rebajan como la Palabra de Dios. Cuando
leemos el Pentateuco, nosotros no leemos las palabras de Moisés, sino
que leemos las palabras de Dios. Véanse: I Corintios 2:12-13; 10:11;
Romanos 4:20-25; 15:4.
b. Ilustración. La mejor manera de estudiar la Biblia es conociendo a su
Autor. El mejor intérprete de la Biblia es el Escritor, el Espíritu Santo.
Así como el Señor Jesucristo hizo conocer las Escrituras a los discípulos,
de la misma manera el Espíritu Santo lo hace para nosotros en la
actualidad. (I Corintios 2:9-14)
6. El Espíritu Santo y los pecados contra El.
a. Contristando al Espíritu. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios,
con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30)
Contristar tiene que ver con el amor. Las personas que no nos aman
nunca podrían contristarnos. El Espíritu Santo se contrista por nosotros
porque El nos ama.
b. Mintiendo al Espíritu. "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó
Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo? (Hechos 5:3)
Ananías mintió a la Iglesia, el templo del Espíritu Santo. También
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nosotros podemos mentir al Espíritu Santo. Podemos pronunciar una
mentira. Algunas veces en una reunión emocional las personas dedican
sus vidas a un servicio cristiano específico, pero poco después, ellas
descuidan esa decisión. Esto es mentir al Espíritu Santo.
c. Apagando al Espíritu. "No apaguéis al Espíritu..." (I Tesalonicenses
5:19) "Apagar" significa "extinguir." Véase: Números 11:28-29.
d. Resistiendo al Espíritu. "Vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo." (Hechos 7:51)
e. Insultando al Espíritu. "¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá
el que pisoteare al Hijo de Dios... e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?"
(Hebreos 10:29)
f. Blasfemando contra el Espíritu. Este es el llamado pecado
imperdonable que encontramos en Mateo 12:31-32 y Marcos 3:29-30.
Si la gracia de Dios, la cual perdona todos los pecados de la humanidad,
no perdona éste, entonces debe ser un pecado verdaderamente insólito.
El asesinato no es el pecado imperdonable. La incredulidad no es el
pecado imperdonable. ¿Dónde estaríamos nosotros si esto fuera cierto?
El rechazo de Jesucristo no es el pecado imperdonable; sin embargo, el
hombre que rechaza a Cristo y se muere sin El, se pierde
irremediablemente. El Espíritu no se esfuerza por el hombre después de
la muerte. Su rechazo al final no fue imperdonable, sino imperdonado.
Debemos distinguir entre las siguientes palabras:
(1) "Imperdonado," e "imperdonable,"
(2) "Inexcusado," e "inexcusable,"
(3) "No salvo," e "insalvable."
Creemos que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que algunos
denominan "imperdonable," era un pecado dispensacional; y que fue
limitado a los treinta y tres años durante los cuales Cristo estuvo en el
mundo. Dios no comisionó jamás a ningún hombre que fuera y predicara
el mensaje de salvación a algunos hombres a quienes El no quería a
salvar. Véase: Marcos 16:15.
¿Ha sido salvado alguno que ha cometido la blasfemia? Sí, el apóstol
Pablo. "...habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor e injuriador;
mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en
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incredulidad... Pero por esto fui recibido a misericordia, para que
Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de
los que habrían de creer en él para vida eterna." (I Timoteo 1:13,16)
La palabra "hable" en Mateo 12:32, y en Marcos 3:30 son las claves de
la interpretación correcta del asunto.
7. Los símbolos del Espíritu Santo.
a. La Paloma. "También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu
que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él." (Juan
1:32) El Espíritu no descendió sobre ningún otro de esta manera. En
Génesis 1:2, el Espíritu Santo es descrito moviéndose sobre la faz de las
aguas, como una paloma cobijando sus huevos para empollarlos. La
paloma es un ave limpia, benigna, y muy particular con respecto a su
comida. Así también los que son del Espíritu. Nosotros debemos ser "...
sencillos como palomas." (Mateo 10:16) La Palabra de Dios nos da una
descripción de la ira del Hijo, pero nunca de la ira del Espíritu Santo.
b. El agua. "Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre
la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición
sobre tus renuevos." (Isaías 44:3) Véase: Juan 7:38-39. Lo que el agua
significa para los labios sedientos, y lo que la lluvia significa para la
tierra seca, es lo que el Espíritu significa para el individuo. No hay nada
que calme la sed mejor que el agua. No hay nada, ni nadie que satisfaga
el anhelo del corazón como el Espíritu Santo.
c. El Aceite. "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio
de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová
vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá." (I
Samuel 16:13) Véanse: Isaías 61:1; Hechos 10:38. Cuando el
sacerdote fue ungido con aceite, la sangre de su ofrenda fue puesta en:
(1) su oreja derecha - debía siempre oír la Palabra de Dios; (2) su dedo
pulgar derecho - sus labores debían ser para la gloria de Dios y (3) el
pulgar de su pie derecho - él debía caminar con Dios. (Lev. 8:12,22-24)
d. El viento. "Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza hijo de hombre,
y di al Espíritu: Así ha dicho Jehová es el Señor: Espíritu, ven de los
cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán... Y pondré mi
Espíritu sobre vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra;
y sabréis que yo Jehová, hablé, y lo hice, dice Jehová." (Ezequiel 37:9-
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14) Véase: Juan 3:3-8. El viento sugiere actividad. No podemos ver al
viento, sin embargo es poderoso. La visibilidad no puede restringir la
acción. El viento también habla de "limpieza." (Job 37:21)
e. El fuego. "Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego,
asentándose sobre cada uno de ellos." (Hechos 2:3) El fuego es un
símbolo para el Espíritu de Dios. Tal como el fuego, el Espíritu Santo
purifica, consume, calienta, prueba, ilumina y da energía.
f. La investidura. "Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre (cubrió
como un vestido a) Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas
se reunieron con él." (Jueces 6:34) La investidura habla de la
protección, del cubrimiento. El Espíritu es nuestra protección.