La precuela de uno de los juegos de fantasa pica ms esperados de la
temporada: Dragon Age Origins.
Tras la muerte de su madre, la reina, traicionada y asesinada a manos de sus
hombres de confianza, el joven Maric se convertir en el lder del ejrcito rebelde
en un intento por liberar a su pueblo del control de un tirano extranjero.
Sus compatriotas viven aterrorizados, sus comandantes le consideran inexperto;
y sus nicos aliados son Loghain, un joven proscrito que le salv la vida, y
Rowan, una hermosa doncella y su prometida desde que naciera. Rodeado de
espas y traidores, Maric debe encontrar la manera no slo de sobrevivir sino de
alcanzar su destino ltimo: devolver la libertad a Ferelden y conquistar su lugar
en la linea de sucesin al trono que le ha sido usurpado.
Dragon Age 1
El Trono Usurpado David Gaider
Ttulo original: Dragon Age: The Stolen Throne
Autor: David Gaider
Arte de portada: Ramil Sunga (Artista) Dean Andersen (Diseo)
Publicacin del original: marzo 2009
Traduccin: CiscoMT
Revisin: -
Maquetacin: Bodo-Baas
Versin 1.0
01.02.15
Base LSW v2.2
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 5
Declaracin
Todo el trabajo de traduccin, revisin y maquetacin de este libro ha sido realizado por
admiradores de Dragon Age y con el nico objetivo de compartirlo con otros
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trabajado por este libro, como esta nota para que ms gente pueda encontrar el grupo de
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Que la Fuerza te acompae!
El grupo de libros Star Wars
David Gaider
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Para mi Oma
Dragon Age: El Trono Usurpado
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AGRADECIMIENTOS
Lo primero, un enorme agradecimiento a mis animadoras Jordan, Steph, Danielle, y
Cindy. Sin vosotras no habra perseverado. Tambin agradecer a mis padres por estar tan
seguros de que todos aquellos juegos nunca llevaran a nada til y an as me dejaban
jugarlos de todos modos. Alentasteis mi imaginacin, y eso es ms importante que nada.
Siempre os estar agradecido a ambos.
No puedo dar las gracias sin agradecer al duro trabajo que el equipo de Dragon Age
ha hecho para traer a la vida este mundo. Cada da que paso en la compaa de una gente
tan creativa y visionaria me hace ms orgulloso de lo que estamos creando. Vosotros
chicos habis hecho mi trabajo mucho ms fcil.
Tambin un ltimo gracias a BioWare por darme tal fantstica oportunidad, y por
ser el tipo de compaa de juegos que cree que escribir es algo en lo que merece la pena
invertir.
David Gaider
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Dragon Age: El Trono Usurpado
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1
Corre, Maric!
Y l corri.
Las palabras moribundas de su madre le hicieron saltar en accin. La imagen de su
macabro asesinato todava arda en su mente, Maric se tambale y se agarr a los rboles
al borde del claro. Ignorando las ramas afiladas que araaban su cara y se enganchaban a
su capa, ciegamente se forz un camino dentro de la espesura.
Fuertes manos le agarraban desde atrs. Uno de los hombres de su madre, o uno de
los traidores que acababan de orquestar su muerte? l supuso que era lo ltimo.
Gruendo con el esfuerzo, Maric se agach hacia atrs, esforzndose por soltar su agarre.
Tuvo xito slo en lograr que un par ms de ramas le golpearan en la cara, las hojas
cegndole an ms. Las manos intentaban llevarle de vuelta al claro, y l hundi sus
botas en el suelo, ganando un poco de agarre en las races nudosas de los rboles. Maric
violentamente empuj atrs de nuevo, su codo conectando con algo duro algo que
cedi con un sonido hmedo crujiente y comenz un gruido de dolor.
Las manos se soltaron, y Maric salt hacia delante a los rboles. Su capa resisti, tir
hacia atrs de l. Algo haba cogido su larga capa de cuero. Se retorci y luch
frenticamente, como una bestia salvaje atrapada en una trampa, hasta que de algn modo
se liber, dejando la capa enganchada en una rama. Maric jade, lanzndose hacia la
oscuridad ms all del claro sin arriesgarse siquiera en mirar atrs. El bosque era viejo y
denso, permitiendo slo que los rayos ms leves de la luz de la luna atravesaran el follaje
denso. No era suficiente como para ver a travs, slo lo suficiente como para convertir el
bosque en un laberinto de sombras aterradoras y siluetas. Altos robles retorcidos se
alzaban como centinelas oscuros, rodeados por densos arbustos y recesos tan oscuros, que
podan haber contenido casi cualquier cosa.
No tena ni idea de adnde iba; slo su urgencia por huir guiaba sus pies. Se tambale
contra las races que sobresalan del terreno irregular y salt los troncos de rbol slidos
que seguan saliendo de la nada. El barro hmedo y resbaladizo haca sus pasos
traicioneros y su equilibrio tan precario, que pareca que el suelo poda ceder bajo l en
cualquier momento. Los bosques eran completamente desorientadores. Poda haber
estado corriendo en crculos, por lo que saba. Maric escuch hombres gritando mientras
entraban en los bosques tras l, dndole caza, y poda claramente atisbar los sonidos de
lucha tambin. Hoja de acero sonando contra hoja de acero, los lamentos de hombres
muriendo, los hombres de su madre, muchos que haba conocido de toda su vida.
Mientras corra frenticamente, las imgenes seguan rodando por la mente de Maric.
Haca unos momentos haba estado estremecindose en el fro claro del bosque,
convencido de que su presencia en la reunin clandestina era ms una formalidad que
otra cosa. Apenas prest atencin a los procedimientos. Su madre le haba informado
antes que con el apoyo de estos nuevos hombres, la rebelin finalmente se convertira en
David Gaider
LSW 10
una fuerza. Estos hombres estaban dispuestos a volverse contra sus maestros Orlesianos,
dijo ella, y eso lo converta en una oportunidad que ella no estaba dispuesta a pasar por
alto tras tantos aos pasados corriendo y escondindose y slo escogiendo las batallas
que podan ganar. Maric no haba objetado en la reunin, y la idea de que poda ser
arriesgado nunca se le ocurri. Su madre era la infame Reina Rebelde; era ella la que
haba inspirado la rebelin en primer lugar, y ella la que lideraba al ejrcito. La batalla
siempre haba sido de ella y no suya. l, por s mismo, nunca haba visto el trono de su
abuelo, nunca entendi el poder que su familia haba posedo antes de que los Orlesianos
les invadieran. Haba pasado sus dieciocho aos en campamentos rebeldes y castillos
remotos, interminablemente marchando y siempre siendo arrastrado tras el paso de su
madre. No poda siquiera imaginar cmo sera no vivir as; era un concepto
completamente extrao para l.
Y ahora su madre estaba muerta. El equilibrio de Maric le fue arrebatado, y se
tambale en la oscuridad por una pequea colina cubierta de hojas hmedas. Se resbal
de forma extraa y golpe su cabeza contra una roca, gritando de dolor. Su visin
nublada.
Desde lejos lleg un grito de respuesta amortiguado de sus persecutores. Le haban
escuchado.
Maric se qued ah en las sombras ejercidas por la luz de la luna, agarrndose la
cabeza. Senta como si estuviera en llamas, un infierno rabioso que le nublaba la razn.
Se maldijo por ser tan estpido. Por pura suerte si no otra cosa, consigui correr cierta
distancia en el bosque, y ahora haba dado su posicin. Haba una humedad densa en sus
dedos. La sangre estaba cubriendo su pelo y cayendo por sus odos y cuello, clida en un
fuerte contraste con el aire helado.
Por un momento se estremeci, un nico sollozo escapando de sus labios. Quizs era
mejor simplemente quedarse aqu, pens l. Dejarles ir y matarle, tambin. Ya haban
matado a su madre y se haban ganado cualquier esplndida recompensa que el usurpador
les haba prometido con seguridad. Qu era l, aparte de un cuerpo extra para ser
masacrado junto con los demasiados pocos hombres que Madre haba trado? Y entonces
se qued helado mientras una terrible revelacin se asentaba en el borde de su
consciencia.
l era el Rey.
Era ridculo, por supuesto. l? Aquel que haba obtenido tantos suspiros
impacientes y miradas preocupadas? Aquel cuya Madre siempre tena que excusarle?
Ella siempre le haba asegurado que una vez que se hiciera mayor, crecera con la misma
autoridad fcil que ella demostraba. Pero eso nunca ocurri. No era una mayor ofensa
tampoco, ya que l nunca se haba tomado en serio la idea de que su madre pudiera morir
realmente. Ella era invulnerable y ms grande que la propia vida. Su muerte era una cosa
hipottica, algo que no tena sitio real en la realidad.
Y ahora que se haba ido se supona que l sera Rey? Tena que cargar con la
rebelin por su cuenta?
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 11
l slo poda imaginar al usurpador en su trono en la capital, rindose a carcajadas
cuando recibiera las noticias de la sucesin de Maric. Es mejor morir aqu, pens l.
Mejor que pusieran una espada a travs de sus entraas, al igual que haban hecho con su
madre, que convertirse en el hazmerreir de Ferelden. Quizs encontraran algn familiar
distante para que tomara el relevo de la rebelin. Y si no, entonces era mejor dejar que la
estirpe del Rey Calenhad el Grande muriera aqu. Dejar que terminara con la Reina
Rebelde cayendo cerca de conseguir su meta, antes que extinguirla bajo el liderazgo de su
hijo inepto.
Haba cierta cantidad de paz en ese pensamiento. Maric se recost ah sobre su
espalda, la humedad fra de las hojas y el barro casi cmodas contra su piel. Los gritos
irregulares de los hombres acercndose, pero casi era posible para Maric bloquearlos.
Trat de concentrarse nicamente en el susurro de las hojas en el viento sobre l. Los
rboles altos se alzaban a su alrededor, como sombras gigantes mirando hacia abajo a la
diminuta figura que haba cado ante sus pies. Poda oler el pino, la acidez de la savia de
los rboles cercanos. Esos centinelas del bosque seran los nicos testigos de su muerte.
Y mientras estaba ah tumbado, el dolor de su cabeza apagndose hasta una insistente
pulsacin, el pensamiento le exasper. Los hombres que haban atrado a su madre aqu
con promesas de ayuda eran nobles de Ferelden, del tipo que haban doblado la rodilla
ante los Orlesianos para poder mantener sus tierras. En lugar de estar a la altura de sus
juramentos ancestrales, haban traicionado a su Reina por derecho. Si nadie escapaba para
informar a aquellos que quedaban con el ejrcito rebelde sobre lo que haba ocurrido
realmente, nunca sabran la verdad. Supondran, pero qu podan hacer sin pruebas? Los
traidores nunca pagaran por su crimen.
Maric se sent, su cabeza palpitante protestando ferozmente. Adolorido y tembloroso,
estaba mojado y helado hasta los huesos. Orientarse era difcil, pero supona que no
estaba lejos del linde del bosque. Se haba tambaleado slo un corto camino hacia dentro,
y los hombres dndole caza no estaban lejos, buscando y gritndose los unos a los otros.
Sus voces se estaban volviendo ms leves, sin embargo. Quizs deba simplemente
quedarse quieto? Estaba en algn tipo de depresin, y si se quedaba ah el tiempo
suficiente, esos hombres lo pasaran por alto, dndole tiempo suficiente como para
recuperar el aliento. Quizs podra encontrar su camino de vuelta al claro y ver si alguno
de los hombres de su madre haba sobrevivido.
Un repentino crujido de ramas cercano le hizo detenerse. Maric escuch con cuidado
en la oscuridad durante un agonizante momento, pero no escuch nada. El ruido haba
sido un paso; estaba seguro de ello. Esper ms tiempo, sin atreverse a mover un
msculo y lo escuch de nuevo. Ms silencioso, esta vez. Alguien definitivamente
estaba tratando de atraparle. Quizs pudieran verle, incluso si l no poda verles a ellos?
Maric anduvo buscando desesperadamente. Al otro lado del hueco estaba en una
cuesta hacia abajo. Era difcil averiguar el terreno general con tan poca luz de la luna
atravesando la vegetacin. Haba tambin rboles en esa direccin, races y arbustos
David Gaider
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densos que podan evitar que reptara fuera de la vista. O tena que quedarse donde est
o trepar hacia fuera.
Un chapoteo de hojas hmedas cercano forz a Maric a bajar tan cerca del suelo
como pudiera. Escuchar de cerca era difcil dados los gritos silenciosos en la distancia y
el sonido del viento soplando alto en los rboles, pero poda levemente detectar los
suaves pasos de alguien pasando cerca. Sospechaba que no podan verle del todo. De
hecho, estaba lo suficientemente oscuro como para que su perseguidor probablemente
acabara haciendo exactamente lo que Maric haba hecho y cayera directamente en el
hueco.
Maric no confiaba exactamente en la idea de que su enemigo cayera sobre l, as que
cuidadosamente trat de ponerse en pie. Un dolor agudo le atraves las rodillas y brazos.
Haba cortes en su cara y manos por las ramas, y estaba seguro de que haba una fractura
en su cabeza pero todo se senta distante, como si alguien ms estuviera
experimentando el dolor. Trat de controlar sus movimientos, hacindolos lentos y
silenciosos. Suaves. Y continu escuchando por ms pasos, ansiosamente mordindose el
labio inferior. Era difcil escuchar nada por encima del desesperado palpitar de su
corazn. Seguramente era obvio para cualquiera que estuviera ah fuera. Quizs se
estaban acercando para la matanza incluso ahora, rindose de su terror.
Respirando deliberadamente, sudando pese al fro, Maric lentamente se puso lo
suficientemente recto para tener ambos pies bajo l. Su rodilla derecha con espasmos,
disparando una agona aguda como el rayo en su pierna. Esta herida la senta muy
claramente, al contrario que las otras. En un shock, sise a travs de los dientes
apretados, casi jadeando en voz alta.
Inmediatamente cerr su boca y cerr sus ojos en una reprimenda silenciosa ante su
idiotez. Agachado ah en la oscuridad, escuch con cuidado. Los pasos se haban
detenido. Alguien ms, lejos entre los rboles, grit en direccin a Maric. No poda or
del todo lo que haba dicho el hombre, pero haba definitivamente una pregunta: gritando,
preguntando si haban encontrado algo. Pero no hubo respuesta. La fuente de los pasos
cercana probablemente haba escuchado a Maric y no estaba dispuesto a dar su propia
posicin respondiendo.
Con el ms completo cuidado, Maric trep por el lateral de la depresin. Entorn los
ojos hacia las sombras, tratando de captar cualquier cosa que pudiera parecerse a una
forma humana. Imaginaba que su perseguidor estara haciendo lo mismo, jugando al
juego del ratn y el gato en la oscuridad. El primero de ellos en avistar al otro ganara el
premio. Con retraso, Maric se dio cuenta de que incluso que si vea a ese hombre, no
habra mucho que pudiera hacer. No estaba armado. Una vaina vaca colgaba de su
pecho, su cuchillo del cinturn se lo haba dejado a Hyram no llegaba ni a dos horas antes
para cortar algo de cuerda. Hyram, uno de los generales de ms confianza de su madre y
un buen hombre que haba conocido desde la infancia, lo ms probable es que estuviera
tumbado muerto al lado de su Reina, su sangre enfrindose en el aire de media noche.
Maric se maldijo por ser un imbcil y trat de quitar la imagen de su cabeza.
Dragon Age: El Trono Usurpado
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Justo entonces, Maric se percat de un brillo en las sombras. Encoger sus ojos le
ayud a apenas discernir una espada, su hoja pulida reflejando la leve luz de la luna. En
la masa de sombras oscuras y arbustos, an no poda ver la forma del hombre que
sostena el arma, pero le calm finalmente saber dnde estaba su oponente.
Con la mirada fija en esa direccin, Maric alz sus manos para agarrar el borde de la
depresin y silenciosamente se alz. El dolor que se dispar a travs de sus brazos era
considerable, pero lo ignor y nunca por un segundo apart los ojos de esa espada.
Mientras llegaba al borde, la espada se movi. Una forma oscura empez a precipitarse
hacia l, alzando la espada bien arriba y gruendo con amenaza.
Sin pensrselo, Maric se lanz hacia delante y carg. La espada cort por debajo de
su oreja, fallando por poco su brazo. l embisti de cabeza hacia la seccin media del
hombre, hacindole expulsar el aire. Desafortunadamente, el perseguidor estaba llevando
una cota de malla pesada, y la cabeza de Maric explot de dolor. Bien podra haber dado
un cabezazo al tronco de un rbol. El mundo gir a su alrededor de forma salvaje. Habra
perdido el control si su impulso no los hubiera llevado a los dos de espaldas, haciendo
caer de sus pies al hombre. Cayeron en el suelo duro e irregular, con el espadachn
llevndose lo peor del impacto. Su brazo del arma cay hacia un lado, haciendo que la
espada volara hacia las sombras.
Casi delirante y apenas capaz de ver, Maric se empuj hacia arriba y agarr la cabeza
del hombre con ambas manos. Sinti una fuerte mandbula bigotuda, y el hombre agit
salvajemente su mano libre, tratando de empujar a Maric. Trat de gritar, posiblemente
llamar a sus compaeros por ayuda, pero todo lo que sala era un bramido amortiguado.
Maric utiliz el beneficio de la ventaja para alzar la cabeza del hombre y entonces
golpearla con fuerza hacia abajo. El hombre gru cuando su cabeza golpe una raz
expuesta.
T bastardo! rugi Maric. La desesperacin del hombre intensificada, la mano
que se extenda hacia la cara de Maric, golpeando y araando. Encontrando apoyo,
presionaba fuerte contra la nariz de Maric, un dedo clavndose en su ojo. Maric apart su
cara mientras empujaba con fuerza hacia abajo la cabeza del hombre, molindola de
nuevo contra una raz. El hombre gru y trat de librarse de Maric, pero la cota de malla
pesada trabajaba en su contra. Se retorci y empuj con la mano contra la cara de Maric,
pero ninguno de sus esfuerzos era suficiente para liberarse.
La cabeza palpitante de Maric era una tortura, y su cuello estaba estirado hasta su
lmite, tratando de apartarse. Cuando Maric dej la cabeza del hombre para luchar contra
la mano empujando, el hombre barbudo hizo un intento de patear a Maric. Maric perdi
el equilibrio por un momento y la mano del enemigo se convirti en un puo,
golpendole fuerte contra la cara. Un mareo posey a Maric, y vio las estrellas. Luch
contra el desmayo, extendi el brazo hacia abajo y agarr tanto del pelo largo del hombre
como pudo, tirando de l hacia arriba. Esta vez el hombre bram fuerte, su cabeza torcida
en un extrao y doloroso ngulo. Dejando salir su propio grito de esfuerzo, Maric aplast
la cabeza del hombre contra la raz del rbol una tercera vez. An ms fuerte.
David Gaider
LSW 14
La has matado! grit Maric. Cogi la cabeza del hombre por el pelo para volver
a golpearla. T bastardo, la has matado! Golpe la cabeza otra vez.
Y otra vez.
Las lgrimas se le acumulaban en los ojos, y se atragant con sus palabras:
Ella era tu Reina, y t la mataste! Golpe la cabeza de nuevo, an ms fuerte.
Esta vez el hombre dej de luchar. Un olor empalagoso, a carne asalt las fosas nasales
de Maric. Sus manos estaban cubiertas de sangre densa, fresca que no era la suya. Casi
involuntariamente, dej caer el cuerpo y se tambale hacia atrs, sus manos sangrientas
deslizndose en las hojas fras, y el dolor disparndose de nuevo a travs de sus piernas.
Medio esperaba que el hombre se levantara y cargara contra l de nuevo. Pero no lo hizo.
El cuerpo se qued ah tumbado en las sombras, una vaga forma descansando de forma
extraa y tranquila sobre un montn de races de rbol. Maric apenas pudo atisbar el gran
roble tras l, alzndose por encima de la vegetacin como una lpida.
Se senta fsicamente enfermo, su estmago retorcindose en nudos y su cuerpo
temblando. Casi involuntariamente, se llev una mano a la boca para evitar que le saliera
la bilis, manchando de sangre fresca su cara. Haba una carnicera en sus manos, trozos
de piel y pelo. Se convulsion, vomitando en el suelo embarrado la poca comida que
haba comido antes en el da. La desesperacin amenaz con abrumarle.
Eres el Rey, se record a s mismo.
La madre de Maric, la Reina Moira, era una torre de fuerza que poda liderar ejrcitos
de hombres forjados en la batalla hasta la victoria. Era en cada centmetro la hija de su
abuelo; eso era lo que todo el mundo deca. Haba inspirado a algunos de los nobles ms
poderosos de Ferelden a alzarse en su nombre y luchar para ponerla en el trono
simplemente porque saban sin ningn atisbo de dudas que perteneca all.
Y ahora ella se ha ido, y t eres el Rey, se repiti para s mismo. No se senta ms real
ahora de lo que lo haca antes.
En la distancia los sonidos de la persecucin se estaban volviendo ms fuertes. Los
traidores deban haber escuchado la lucha de Maric con el hombre con barba. Necesitaba
marcharse. Necesitaba correr, seguir movindose. An as no poda hacer que sus piernas
se movieran. Se sent en el bosque oscuro, sus manos sangrientas extendidas hacia fuera
enfrente de l como si no tuviera ni idea de dnde ms ponerlas.
Todo en lo que Maric poda pensar era en la voz de su madre la ltima vez que ella
haba vuelto de la batalla. Estaba en su armadura completa, cubierta de sangre y sudor, y
sonriendo alocadamente. Maric haba sido arrastrado enfrente de ella por su entrenador
por pelear con un chico plebeyo. Incluso peor, el Arl Rendorn haba estado con su mare,
y l pregunt si Maric haba ganado la pelea. Ardiendo de vergenza, Maric admiti
haber sido profundamente derrotado, haciendo que el Arl se mofara y preguntara qu tipo
de rey podra hacerse de Maric.
Y entonces su madre haba redo alegremente, una risa que poda deshacer cualquier
cosa seria. Haba cogido el mentn de Maric con su mano y le haba mirado a los ojos, y
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LSW 15
con una suave sonrisa le dijo que no escuchara al Arl. T eres la luz de mi vida, y yo creo
en ti.
El pesar llev a Maric casi a rerse y llorar al mismo tiempo. Su madre haba credo
en l, y an as l se haba perdido en los bosques en menos de media hora. Si de algn
modo eluda a sus perseguidores, lograba salir del bosque, y obtener otro caballo, an
necesitaba encontrar una forma de localizar al ejrcito. Estaba tan acostumbrado a ser
guiado, a que se le dijera adnde ir y adnde cabalgar, que no le haba prestado atencin
a ninguna ruta que hubieran tomado. Haba seguido como le haban ordenado. Ahora ni
siquiera poda imaginar su posicin.
Y as acab el ltimo verdadero Rey de Ferelden, pens con un entretenimiento
bizarro. Quera ser un buen rey, pero no saba distinguir su trasero de un agujero en el
suelo.
Una risa loca amenazaba con superar sus lgrimas, pero Maric cort ambas
reacciones. Ahora no era momento de estar pensando en el pasado, o lamentarse.
Acababa de matar a un hombre con sus manos desnudas, y haba otros enemigos cerca.
Necesitaba correr. Tom aliento profundamente, ajado y cerr sus ojos. Dentro en la
profundidad de su interior haba calma. La abraz, prob su filo amargo y dej que
cortara el torbellino de su interior. Necesitaba estar calmado, incluso aunque slo fuera
por un momento.
Cuando abri de nuevo sus ojos, estaba preparado.
Mari cand buscando con calma cualquier seal de la espada que haba cado de la
mano del otro hombre. Todo a su alrededor se estaba moviendo de algn modo muy
lentamente, nada de ello pareca verdaderamente real. Haba demasiados arbustos,
demasiadas cuestas raras y masas de rboles donde la espada poda estar oculta. No poda
encontrarla. Entonces escuch la voz de otro hombre, este gritando desde alguna parte
cercana. No haba ms tiempo.
Ponindose en pie gilmente, Maric escuch de dnde venan las voces. Tan pronto
como se asegur de su fuente, se dirigi en direccin opuesta. Hubo una extraa cojera al
principio. Sus piernas estaban magulladas y destrozadas y poda haberse roto algunos
huesos, pero ignor el dolor. Con esfuerzo, se agarr a las ramas bajas y tir de s mismo
ms lejos en la oscuridad.
Pagaran por lo que haban hecho. Si slo haca una cosa como Rey, sera hacerles
pagar.
Algo est pasando, murmur Loghain, frunciendo el ceo.
l se irgui en el borde del bosque, distradamente limpiando el barro de su cuero. El
esfuerzo era intil, ya que sus ropas estaban desgastadas y tan sucias como uno podra
esperar de un furtivo. Los Orlesianos, por supuesto, tenan nombres menos amables para
l y los otros como l: criminales, ladrones, y bandidos, tambin, aunque slo cuando la
desesperacin forzaba su mano.
David Gaider
LSW 16
No es que Loghain se preocupara mucho de lo que le llamaban los Orlesianos, ya que
era su culpa que su familia fuera forzada a abandonar la granja. Los Orlesianos no crean
en nadie que tuviera tierras salvo en su sofisticada nobleza pintarrajeada, as que no fue
ninguna sorpresa que no miraran favorablemente a los hombres libres de Ferelden. Una
tasa de tributo extra fue urdida por el Emperador Orlesiano, y a cualquier hombre libre
que no pudiera permitrsela se le confiscaran sus tierras. El padre de Loghain haba
conseguido reunir suficiente como para pagar la tasa el primer ao, as que naturalmente
se decidi que la tasa podra quedarse para subir an ms. El siguiente ao, su padre se
neg a pagar, y cuando los soldados llegaron, determinaron que no slo sera el abandono
de la granja, sino que su padre tambin sera arrestado por evasin de impuestos. La
familia de Loghain resisti, as que ahora vivan fuera en los bosques de Ferelden,
reunindose con otras almas desesperadas para ganarse la vida a malas penas como
pudieran.
A Loghain podra no importarle lo que los Orlesianos pensaran de l, pero se
preocupaba bastante por evitar ser arrestado. El agente local en Lothering era un hombre
Fereldeo, y por el momento haba sido tolerante con su banda. Mientras no atacaran a
los viajeros y restringieran sus robos a insignificancias, el agente slo haca esfuerzos
simblicos por rastrearles. Loghain saba que el hombre iba a ser forzado a cazarles algn
da, y con suerte sera lo suficientemente decente como para hacrselo saber por
adelantado. Ellos se pondran en movimiento, como ya haban hecho muchas veces.
Haba suficientes bosques y colinas en Ferelden como para ocultar a todo un ejrcito,
despus de todo; incluso la Reina Rebelde saba eso. Pero y si el agente no les adverta?
Ese pensamiento preocupaba a Loghain ahora y le tena mirando hacia el bosque. Los
hombres no siempre lograban hacer lo que preferan.
Un viento fro soplaba por el campo, hacindole temblar. Era tarde, y la luna brillaba
desde un cielo nocturno sin nubes. Se apart los rizos negros de sus ojos, resignado al
hecho de que su pelo estaba sin duda tan sucio como sus manos, y se puso la capucha. La
primavera haba sido ms un invierno tardo que se negaba a irse. Las noches fras que l
y su banda haban pasado en tiendas improvisadas haban sido menos que cmodas, por
decir algo, pero las instalaciones eran preferibles a algunas de las alternativas.
Dannon, un gran bruto con un aire de desconfianza, caminaba tras l. Loghain
sospechaba que Dannon haba sido una vez un ladrn, del tipo dedicado que viva en las
ciudades, robando carteras y atracando a viajeros, y el que estuviera ah con ellos ahora
era porque no era uno de los buenos. No es que Loghain estuviera en posicin de
juzgarle. Ellos hacan lo que podan, todos ellos, y Dannon cumpla su parte. Eso no
significaba que Loghain tuviera que sentirse cmodo alrededor del hombre.
Qu es lo que ests diciendo? Has visto algo? Dannon se rasc el pico de su
nariz mientras se ajustaba las carcasas que estaba cargando. Haba tres conejos colgando
de su hombro, el premio por el trabajo de la noche, cazado furtivamente en los campos de
un seor conocido por sus simpatas Orlesianas. Cazar en la oscuridad nunca era fcil,
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 17
especialmente cuando uno tena ms cuidado de que le vieran que de cazar realmente,
pero haban tenido suerte por una vez.
He dicho que algo est pasando, repiti Loghain irritado. Se gir y mir a
Dannon, y el hombre retrocedi un paso. l tena ese efecto en la gente. Le haban dicho
antes a Loghain que sus ojos azules le daban un aire helado, intenso que poda hacer
apartarse a la gente. Y eso estaba bien para l. A Loghain an se le consideraba joven por
la mayora del campamento, por Dannon especialmente, y prefera que el hombre no
tuviera ninguna nocin de tratar de darle rdenes. Me ests diciendo que no te has
dado cuenta?
Dannon se encogi de hombros.
Hay algunos rastros. Creo que quizs hay algunos soldados cerca.
Y no pensaste que sera de ningn inters?
Agh! l puso sus ojos en blanco. Karolyn all en la aldea ya nos dijo que
habra soldados, no? Dijo que vio al Bann Ceorlic marchando por el campo del norte
con algunos de sus compaeros justo esta maana.
Loghain frunci el ceo ante el nombre.
Ceorlic es un lamebotas. Desesperado por el favor del usurpador Orlesiano, todo el
mundo lo sabe.
S, bueno, Karolyn dijo que estaba marchando bien fuera de la vista, y ni siquiera
se detuvo en la posada. Como si no quisiera que le vieran. l hizo un gesto a los
conejos que llevaba Dannon. Mira, lo que sea que est tramando, no tiene nada que ver
con nosotros. Nadie nos vio cazando. Estamos bien. Deberamos irnos. l sonri, una
sonrisa nerviosa, amistosa que pretenda ser reconfortante. Dannon le tena miedo. Que
era como Loghain lo prefera.
l volvi a mirar al bosque, su mano abrazando la espada enfundada a su lado. Los
ojos de Dannon siguieron el movimiento, y l hizo una mueca. Dannon era lo
suficientemente habilidoso con un cuchillo, pero indefenso con cualquier cosa ms larga.
Aw, vamos, ahora. No te metas en problemas, se quej l.
No estoy interesado en meterme en problemas, insisti Loghain. Estoy
interesado en evitarlos. l avanz hacia el borde del bosque, cruzando una cresta que le
llevaba colina abajo. Nadie tiene que habernos visto cazar para saber que estamos aqu.
Sabes tan bien como yo que debemos haber abusado de su hospitalidad.
No eres t el que lo decide, dijo Dannon, pero le sigui en silencio despus de
eso. Era el padre de Loghain el que lo decidira, despus de todo, e incluso un hombre
como Dannon saba que Loghain y su padre eran rara vez de distinto pensamiento cuando
se trataba de tales asuntos. Como debe ser, pens Loghain para s mismo. Su padre no
haba criado a un imbcil.
El par descendi hacia el bosque oscuro, detenindose slo una vez para dejar que sus
ojos se ajustaran a los parches de la luz de la luna que conseguan colarse a travs de la
vegetacin sobre ellos. Dannon se volvi agitado en aumento por el terreno traicionero,
David Gaider
LSW 18
aunque tuvo la sensatez suficiente para permanecer callado. Por su parte, Loghain estaba
empezando a pensar que Dannon poda haber tenido razn.
Estaba a punto de dar la vuelta cuando Dannon se detuvo de golpe.
Has escuchado eso? susurr l.
Buenos odos, pens Loghain.
Un animal?
No. l agit su cabeza, inseguro. Suena ms como gritos.
Los dos se quedaron quietos, y Loghain trat de ser paciente y escuchar. La brisa
acariciaba las ramas sobre sus cabezas, una distraccin significante, pero tras un
momento escuch a lo que se estaba refiriendo Dannon. Era leve, pero en la distancia
poda captar los sonidos de hombres gritndose los unos a los otros, inmersos en algn
tipo de bsqueda.
Es una caza del zorro.
Huh?
Loghain contuvo el impulso de poner los ojos en blanco.
Tenas razn, dijo l secamente. No estn aqu por nosotros.
Dannon pareca complacido por las noticias. Alz los conejos sobre su hombro y se
gir para irse.
Pues no nos quedemos a esperar, entonces. Es tarde.
Pero an Loghain vacil.
Dijiste el que Bann Ceorlic pas por aqu. Cuntos hombres crees que tena con
l?
No lo s. Yo no los vi, no?
Qu dijo tu zorra de bar, exactamente?
El gran hombre se encogi de hombros, pero su espalda se tens en una rabia
silenciosa. Loghain se percat con un vago inters que le haba dado en un punto
doloroso. Un flirteo, entonces? No es que a Loghain le importara de verdad, pero era
mejor evitar provocar al gran hombre sin necesidad.
No lo s, dijo Dannon entre dientes. No lo dijo. No sonaba como un montn.
Loghain imagin que deba haber fcilmente veinte hombres ah afuera. Seguro que si
el Bann Ceorlic haba trado a tantos hombres cerca de Lothering, habra provocado algn
comentario. As que qu estaba pasando, exactamente? El hecho de que involucrara a
uno de los hombres nobles Fereldeos ms notorios para su alianza abierta al tirano
Orlesiano no se ajustaba bien para l. Lo que fuera que Ceorlic y sus hombres estuvieran
tramando, indudablemente no era bueno para la banda aunque no les involucrara
directamente.
Mientras Loghain estaba ah, tratando de ignorar la impaciencia de Dannon, se
concedi que podra no haber nada que pudiera hacer en cualquier caso. Los sucesos
polticos de Ferelden no eran de su incumbencia. La supervivencia era de su
incumbencia, y cualquier cosa poltica slo era importante cuando afectaba a la
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 19
supervivencia directamente. Suspir irritado, mirando a las sombras como si pudieran
proveerle de la respuesta a su misterio.
Dannon carraspe.
Suenas a tu padre cuando haces eso.
Puede que ese sea el primer cumplido que he odo de ti.
l resopl burlonamente, mirando a Loghain.
No fue a propsito. Escupi entre ellos. Mira. Esto no nos incumbe, como
dijiste. Vmonos.
A Loghain no le gustaba que le desafiaran. Encontr la mirada de Dannon con la suya
propia, y por un largo momento no dijo nada.
Si quieres irte, afirm en silencio, entonces vete.
Dannon mantuvo el terreno, aunque Loghain vio al hombre moverse nervioso.
Dannon no quera estar en esta posicin. Loghain casi poda percibirle pensando en su
cuchillo ah en la oscuridad, preguntndose si necesitara utilizarlo, preguntndose cmo
volvera al campamento si lo haca. Loghain estuvo tentado de presionarle ms. Quera
plantarse enfrente de la cara de Dannon y tantearle. Quizs Dannon tena las entraas
para acuchillarle y acabar con l. Por todo lo que saba Loghain, era un asesino, del tipo
al que le gustaba cortar a la gente slo por escucharles gritar, y ese era el pasado del que
haba huido. Quizs Loghain estaba siendo un imbcil por no seguir su sugerencia.
Pero lo dudaba.
El silencio entre ellos fue largo y tenso, perturbado slo por el sonido del viento en
los rboles y los gritos lejanos de los cazadores. Loghain encogi sus ojos, sin siquiera
tocar la empuadura de su espada, y fue complacido internamente mientras Dannon fue el
primero en apartar la mirada.
El momento fue roto por el sonido de alguien aproximndose.
Dannon salt ante la interrupcin, dejando que la urgencia de la nueva amenaza
cubriera el hecho de que acababa de retroceder. Como si su retraimiento nunca hubiera
ocurrido. Pero Loghain lo saba.
Algo iba hacia ellos, rpido y torpe. Fuera lo que fuera, reptaba alocadamente a travs
de los arbustos, descuidadamente apartando las ramas en pnico. El zorro, supuso
Loghain. Por supuesto terminara justo en su regazo, no? Si de verdad haba un Hacedor
en los cielos, como decan los sacerdotes, l tena un sentido del humor perturbador
ciertamente.
Dannon se retir un par de pies, nervioso y agitado, mientras Loghain desenvainaba
su espada, esperando. Su invitado rpidamente surgi a la vista, depositado fuera de las
sombras como un regalo indeseado, y entonces se detuvo en corto, mirndoles a los dos
con los ojos bien abiertos, temerosos.
Era un joven, de la edad de Loghain o quizs ms joven. Su pelo claro y su piel an
ms clara estaban obscurecidas bajo araazos, hojas, tierra, y una gran cantidad de
sangre. Ciertamente no iba vestido para correr por el bosque, llevando slo una camiseta
rada y suficiente barro como para hacer pensar a uno que haba escapado de quien fuera
David Gaider
LSW 20
que estaba corriendo reptando sobre su vientre. La sangre cubra su cara as como sus
manos. Probablemente no era toda suya. Quien fuera que fuera este hombre,
probablemente haba matado para huir, lo que le deca a Loghain lo desesperado que
deba estar el intruso.
El recin llegado se agach ante ellos en las sombras como un animal atrapado,
congelado entre la batalla y la huida. Tras l, los gritos se acercaban. Loghain lentamente
alz una mano, cuidadosamente mostrando su palma al fugitivo para demostrar que no
quera hacerle ningn dao. Y entonces devolvi su espada a su vaina. El hombre rubio
no se movi, slo encogi sus ojos con sospecha. Su atencin cambiaba nerviosamente
entre ellos mientras ms gritos amortiguados llegaban a travs de los rboles.
Salgamos de aqu! sise Dannon tras l. Va a llevarles directamente hacia
nosotros!
Espera, susurr Loghain, sin apartar los ojos del fugitivo. Dannon se enfureci, y
Loghain capt un resplandor del cuchillo ahora en su mano. Sosteniendo sus manos para
calmarlos a ambos, Loghain se gir para mirar al hombre cubierto de sangre en las
sombras. Quin te est dando caza? pregunt lentamente.
El hombre rubio se lami los labios, y Loghain vio calculacin en sus ojos.
Perros Orlesianos, dijo finalmente. Todava no se movi.
Loghain mir a Dannon. El hombre grande estaba haciendo muecas, pero Loghain
poda decir que no es que no simpatizara con la situacin del compaero. Sin duda estaba
interesado slo en su propio beneficio, pero finalmente retrocedi con un gruido.
Buena respuesta. Loghain dio un paso atrs y dio media vuelta como para irse.
Ven con nosotros.
Dannon maldijo descontento, negndose a mirar a otra cosa salvo al suelo mientras
guardaba su cuchillo y se alejaba. Loghain hizo como para seguirle, pero observ para
ver si el fugitivo ira, tambin. Por un largo momento, el hombre rubio estuvo
visiblemente indeciso. Entonces, sin ms vacilacin, salt de su postura agachada y
corri tras ellos.
Los tres procedieron en silencio de vuelta por el camino por el que Loghain y Dannon
haban llegado, el hombre rubio en la cola y Dannon permaneciendo delante como si
estuviera a punto de dejarles atrs. La postura de los hombros del hombre grande decan
que estaba enfadado y resentido. A Loghain no le importaba.
Continuaron a un paso brusco, y tras un corto periodo, los gritos de los perseguidores
del hombre rubio quedaron atrs. El extrao pareca aliviado, y pareca ms tranquilo an
conforme se aproximaban al borde del bosque y la luz de la luna poda verse ms
claramente hacia delante. Dndole un mejor vistazo, Loghain no pudo evitar sentirse un
poco desconcertado. Las ropas del hombre, aunque radas y sucias, eran plenamente de
calidad si no a la moda. Las botas en particular parecan slidas, hechas de cuero fino, el
tipo del que Loghain vea a los templarios llevar en ocasiones. As que no era pobre,
ciertamente. Tambin estaba temblando y saltaba ante cada extrao ruido del bosque, de
modo que esta excursin no era un evento normal para l. Ni de lejos.
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 21
Dannon, espera, grit Loghain mientras llegaba a pararse. Dannon se detuvo solo
reluctantemente. Loghain se gir hacia el hombre rubio, que ahora retroceda con
renovada sospecha, sus ojos volando entre ellos como si se preguntara quin iba a ir tras
l primero.
Esto es todo lo lejos que podemos ir, acept Loghain reluctante.
Gracias al Hacedor! murmur Dannon bajo su aliento.
El hombre rubio consider por un momento, mirando alrededor como para juzgar su
posicin. El campo fuera del bosque poda verse desde donde estaban.
Puedo encontrar mi camino desde aqu.
Loghain no poda situar el acento del joven, pero por la forma de hablar estaba claro
que haba sido educado. El hijo de un mercader, quizs?
Es as? l seal a las ropas radas del hombre rubio, sealando que ni siquiera
llevaba una capa. Parece ms probable que te congeles antes de que siquiera alcances
la ciudad. l alz una ceja. Si es adonde pretendes dirigirte, con esos hombres detrs
de ti.
Por qu iban detrs de ti? exigi Dannon, abrindose paso a empujones junto a
Loghain.
El hombre rubio se detuvo, mirando entre Loghain y Dannon como inseguro de a
quin debera responder primero. Entonces mir abajo a sus manos y vio las manchas
oscuras de sangre a la luz de la luna como si fuera por primera vez. Se senta claramente
repelido, pese a sus esfuerzos por luchar contra su reaccin.
Creo que mat a uno de ellos, suspir l.
Dannon silb apreciativo.
No abandonarn fcilmente, entonces.
El ceo de Loghain se frunci.
Esos eran los hombres del Bann Ceorlic, supongo?
Algunos de ellos, admiti el hombre rubio reluctante. Ellos mataron a una
amiga ma. El dolor que cruz su cara le dijo a Loghain que la ltima frase era lo
suficientemente cierta, por lo menos. El hombre rubio cerr sus ojos, temblando de nuevo
y tratando en vano de limpiarse algo de sangre de su mejilla. Loghain mir a Dannon, y
el hombre grande se encogi de hombros en respuesta. Fuera cual fuera la historia
completa, Loghain dudaba que fueran a obtenerla. Y quizs no era necesario hacerlo. Este
extrao no era la primera persona que se haban encontrado que se haba enfrentado a los
Orlesianos. Y si Loghain estuviera en el pellejo de este hombre, no confiara en ellos
tampoco. Haba definitivamente ms aqu de lo que los ojos podan ver, pero las entraas
de Loghain le decan que fuera lo que fuera, no era un engao. Y sus entraas raramente
se equivocaban.
Mira. Suspir Loghain con fuerza. No sabemos con seguridad quin te estaba
cazando ah. Dices que estn trabajando con los Orlesianos, estoy dispuesto a confiar en
tu palabra. El hombre rubio pareca a punto de objetar, pero Loghain alz una mano.
Quien quiera que sean, sonaba como que haba ms de un par de ellos. Van a averiguar lo
David Gaider
LSW 22
suficientemente pronto que has salido del bosque. En el primer lugar en el que van a
buscarte es en Lothering. Tienes algn otro sitio al que ir?
El hombre rubio inclin su cabeza, pareciendo triste.
No, yo supongo que no. No hay ningn sitio donde pueda ir fcilmente.
Entonces alz su mandbula y mir a Loghain. Pero me las apaar. Por un
momento, Loghain realmente crey que lo intentara. No caba duda de que fracasara,
pero lo intentara. Tanto si era una seal de cabezonera o estupidez o incluso otra cosa,
no podra decirlo.
Tenemos un campamento, ofreci Loghain. Est oculto.
Vosotros dos no tenas por qu ayudarme, lo s. Os lo agradezco. Su mirada
era reluctante. No es necesario.
Si no, estoy seguro que podremos encontrar una capa vieja para ti. Dejarte limpio
y menos visible. l se encogi de hombros. O puedes irte por tu cuenta. Es cosa
tuya.
El compaero se retorci, temblando de nuevo en el fro mientras una brisa soplaba
desde el campo. Por un momento Loghain pens que pareca perdido, a la deriva en su
propia pequea cada libre desde cualquier tipo de vida que hubiera llevado. El destino
poda darte una mano perdedora cuando menos lo esperabas, eso lo saba Loghain
bastante bien. Reconoca los signos, incluso si su simpata era mnima. Esta oferta era
todo lo que el hombre rubio iba a recibir, despus de todo.
Dannon resopl.
Por el aliento del Hacedor, hombre! T te has visto? Qu otra cosa vas a hacer!
Loghain mir al hombre grande con recelo.
Has cambiado de parecer bastante rpido.
Bah! T eres el que le ha arrastrado todo el rato. Ahora que est aqu, bien puede
venir. l se gir sobre sus talones y empez a caminar. Si eso me hace llegar a una
hoguera ms rpido, estoy a favor.
El joven mir al suelo, incmodo y con vergenza.
Yo no tengo nada de valor. Y entonces aadi: Para pagroslo, quiero decir.
Para robarle era lo que realmente quera decir. Pero era difcil sentirse ofendidos
cuando l y Dannon eran ciertamente ladrones, despus de todo.
Ciertamente no lo parece, no?
No haba mucho ms que el hombre rubio pudiera decir. l asinti sin conviccin.
Loghain movi su cabeza hacia Dannon, que ya se haba ido hace tiempo.
Ser mejor que le cojamos entonces, antes de que consiga caerse en un agujero en
alguna parte. l camin hacia delante y extendi una mano. Puedes llamarme
Loghain.
El hombre rubio vacil una fraccin antes de tomar la mano de Loghain y agitarla.
Hyram
Era una mentira, por supuesto. Loghain se pregunt por un momento si se arrepentira
de hacer esto. Sus entraas nunca se haban equivocado antes, pero siempre haba una
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 23
primera vez. An as, la suerte estaba echada. Asintiendo a Hyram, se gir, y los dos
dejaron el bosque juntos.
David Gaider
LSW 24
2
Cuando Maric se despert, estaba seguro que estaba de vuelta en el campamento
rebelde, vctima de alguna terrible pesadilla provocada por un mal estofado. Seguramente
su madre iba a irrumpir en su habitacin, reprendindole por dormir hasta tan tarde. Pero
incluso mientras senta una oleada de alivio palpable, saba que no era cierto. La manta
que le cubra era harapienta y ola a moho, la habitacin a su alrededor diminuta y poco
familiar. Los cortes y magulladuras sufridas la noche anterior anunciaban su presencia.
Lentamente empez a recordarlo todo.
Varias veces durante el viaje, el llamado Loghain se haba asegurado de que estaban
siendo seguidos. Irritaba al gran compaero, Dannon, cuando Loghain insista en tomar
desvos largos en su ruta. Maric no se quej de la precaucin extra, pero para cuando
alcanzaron el pie de las colinas, sus piernas haban estado preparadas para ceder. Haban
pasado dos horas caminando en la oscuridad, congelados hasta los huesos, con apenas
una palabra intercambiada entre ellos tres. l slo recordaba tenuemente alcanzar el
propio campamento y ser sorprendido por el nmero de tiendas sucias dispersas entre las
rocas y arbustos. Haba esperado quizs un puado de forajidos, pero esta era toda una
comunidad oculta en los riscos. Record un borrn de ojos sospechosos y acusaciones
susurradas dirigidas a l. Para entonces, a Maric ya no le importaba si decidan encerrarle
o cocinarle para cenar. El sueo que necesitaba desesperadamente le haba alcanzado en
algn punto y le haba reclamado.
Un suave sonido de chapoteo llev a Maric al presente. Cometi el error de abrir sus
ojos a la luz del sol de la tarde brillando a travs de una pequea ventana, hacindole
doblarse. Su visin era un borrn, y su cabeza palpitaba con un latir insistente y poco
placentero. Parpadeando, sus ojos se ajustaron lo suficiente como para ver, pero no haba
mucho que mirar. Record una estructura permanente en el campamento, una diminuta
cabaa de madera que no poda haber consistido en ms que una sola habitacin, y l
supuso que era eso. Los muebles eran escasos: la cama desvencijada que ocupaba, una
nica mesa, y un par de pilas de lo que parecan harapos sucios. El nico adorno era un
grabado de madera que colgaba sobre su cama: un sol ardiente dentro de un crculo. Un
smbolo sagrado.
Maric flexion sus hombros, tratando de mediar con el dolor. En la parte trasera de su
mente, registr el hecho sorprendente de que por debajo de la manta estaba llevando poco
ms que su ropa interior.
Te he despertado? lleg una voz desde al lado de su cama. Inclin su cuello y
se dio cuenta de que una mujer haba estado arrodillada junto a l todo el tiempo,
empapando un harapo en un bol de agua. Me disculpo. Estoy tratando de ser tan suave
como puedo. Ella sonaba maternal y amable, y llevaba las vestimentas rojas que la
marcaban como una sacerdotisa de la Capilla. Haba tenido pocas oportunidades de entrar
en una apropiada casa de oficios desde que la Capilla haba cado a favor del usurpador
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 25
haca tiempo, pero Madre an insista en su educacin en tales asuntos. Crea en el
Hacedor y honraba el sacrificio de Su primera mujer y profeta, Andraste, como deban
hacer los otros Fereldeos. Maric ciertamente reconoca a una sacerdotisa cuando la vea.
Qu estaba haciendo ella aqu en un campamento de forajidos?
Su Reverencia? Su voz sali como un graznido ronco, y tosi, intensificando
el dolor en su cabeza. Gru en voz alta e inclin su cabeza de vuelta abajo para evitar
que la habitacin dando vueltas le provocara nuseas.
La mujer se ri entre dientes con remordimientos.
Oh, querido, no. Nada tan grande como eso. Maric la vio ahora ms claramente.
La edad la haba desgastado, pero con gracia. Sus bucles rubios haban dado paso al gris,
y sus ojos cansados estaban fuertemente marcados. Era suficientemente fcil ver la
belleza que sin duda haba tenido una vez, hace tiempo. Aparte de las vestimentas,
llevaba un medalln de oro, blasonado con la imagen de la cruz de Andraste y su corona
de llamas sagradas. Se percat de su mirada y sonri. Mis das dentro de la jerarqua de
la Capilla han quedado muy atrs, me temo.
Ella termin de escurrir la tela manchada y entonces volvi a frotarla en su cara. El
agua estaba fra y refrescante, y as Maric cerr sus ojos y le permiti atenderle. Cuando
finalmente se detuvo, l toc su mano.
Cunto tiempo he?
Ella se detuvo, estudindole con esos ojos cansados grises. Haba compasin ah, vio
l, pero tambin sospecha.
La mayor parte del da, respondi ella finalmente. Entonces ella sonri
reconfortante y acarici el pelo de su frente. No tienes por qu preocuparte, chiquillo.
Hayas hecho lo que hayas hecho, estas lo suficientemente a salvo aqu por ahora.
Y dnde es aqu, exactamente?
Loghain no te lo dijo? Ella suspir y empap la tela de nuevo, creando una
floracin impresionante de escarlata en el agua. No, l no lo hara, no? Se necesitara
un dragn para sacar ms de dos frases seguidas de ese chico. Es hijo de su padre. La
mirada entretenida que ella le dio pareca decir que sera toda la explicacin que requera.
Estas son las Colinas Southron, justo a las afueras de la Espesura aunque
esperaba que hubieras averiguado eso. Ella gilmente le frot la nuca, dndole un
nuevo rayo de dolor corriendo a travs de l. La fuente de su dolor de cabeza palpitante,
supuso l, y trat de no pensar demasiado en cmo de mal se haba herido a s mismo.
No hay nombre para este sitio. Es donde nos hemos asentado de momento, nada ms. La
gente en el campamento se ha juntado lentamente con el tiempo, por necesidad.
Principalmente slo estn tratando de sobrevivir.
Me suena familiar, murmur Maric. Se preguntaba, sin embargo, cunto de su
vida realmente era comparable a la suya. Incluso a la fuga, l y su madre tenan
acomodaciones decentes donde fuera que se ocultaran. Castillos remotos, abadas
apartadas en las montaas Siempre haba algn noble dispuesto a alojarles, o alguien
dispuesto a proveerles de una tienda espaciosa sobre la marcha. l siempre se quejaba de
David Gaider
LSW 26
ello amargamente, sobre los lmites que resista, el aburrimiento y la falta de libertad. A
juzgar por la miseria que vio aqu tras su llegada, esta gente probablemente le
considerara privilegiado. Probablemente lo era.
Es a Gareth al que seguimos. Nos mantiene a salvo, y con cada ao que pasa parece
haber ms y ms de los nuestros. Nunca hay ningn lmite de almas desesperadas sin
ningn sitio ms al que ir, al parecer. Ella dio una palmadita a su cabeza de nuevo,
frunciendo el ceo con preocupacin. Es el padre de Loghain, por si no lo has
conocido.
No lo he hecho.
Lo hars. Ella exprimi el trapo de nuevo; esta vez los remolinos eran oscuros y
ominosos. Maric se pregunt si su cabeza pareca tan desastrosa como se senta. Soy la
Hermana Ailis.
Hyram.
S, eso he odo. La hermana seal con la cabeza hacia sus manos. Querrs
lavrtelas.
Maric mir a sus manos y vio que an estaban sucias, manchadas prcticamente hasta
sus codos con sangre seca y tierra. Acept el trapo hmedo sin un comentario.
Esa es una gran cantidad de sangre en tus manos, dijo ella sealadamente.
No es ma. En su mayora.
Su mirada era regular, calculadora.
Y cmo te sientes al respecto?
l se frot sus manos lentamente, manteniendo sus ojos firmemente en la tarea. Saba
lo que estaba preguntando. Su primer instinto antes en el bosque haba sido mantener su
identidad en secreto, y probablemente era el correcto. Despus de todo, la Hermana Ailis
lo haba dicho ella misma: esa gente estaba desesperada. Maric no tena ni idea de lo que
el usurpador pagara por l, pero era probablemente ms de lo que esa gente habra
conocido nunca. No tienes que ser pobre para saber que la promesa de riquezas
corrompera a cualquiera. Se preguntaba cuntos soberanos de oro haba llevado poner
esa espada a travs de la garganta de su madre.
l me atac. Estaba defendindome. Su voz son vaca y falsa, incluso para s
mismo. Mataron a mi madre.
Decirlo en voz alta no lo haca sentirse ms real.
La hermana le observ un momento ms largo, sus ojos agudos.
El Hacedor cuide de ella, enton ella, suavizndose.
Maric vacil.
El Hacedor cuide de ella, repiti l, su voz ronca de dolor. La Hermana Ailis
puso sus manos sobre las suyas, un gesto de entendimiento. l apart sus manos ms
bruscamente de lo que pretenda, pero ella no dijo nada. Por una pausa larga, extraa l
mir a sus manos medio limpias. Ella le cogi el trapo ensangrentado y lo empap de
nuevo.
Dbilmente, l cambi de tema.
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 27
As que si eres una sacerdotisa, qu ests haciendo aqu?
La hermana sonri, asintiendo como si fuera una pregunta que hubiera escuchado
muchas veces antes.
Cuando el Hacedor volvi al mundo, l escogi para S mismo una novia que sera
Su profeta. Podra haber buscado en el gran Imperio, con sus riquezas y sus poderosos
magos. Podra haber buscado en las tierras civilizadas del oeste, o en las ciudades de las
costas del norte. Pero en su lugar l busc en la gente brbara del mismo lmite de
Thedas.
Y por lo tanto cay el ojo del Hacedor sobre Andraste, enton inmediatamente
Maric, ella que sera elevada de repudiada para convertirse en Su novia. De sus labios
manara el Cantar de la Luz, a sus rdenes las legiones de la justicia caeran sobre el
mundo.
Un hombre educado? La hermana pareca impresionada, pero Maric maldijo su
necesidad de lucirse. Ella meci el smbolo sagrado dorado de alrededor de su cuello,
tratndolo como a un viejo amigo. La gente olvida que Ferelden no siempre fue como
lo es ahora, el hogar de nacimiento de la profeta del Hacedor. Una vez fue denigrado por
el mundo civilizado. Ella sonri suavemente, sus ojos parpadeando. A veces lo ms
precioso puede encontrarse donde menos lo esperas.
Pero esta gente no son?
Criminales? Ladrones? Asesinos? Ella se encogi de hombros. Estoy aqu
para guiarles y ayudarles con su lucha, lo mejor que pueda. Las cosas que cada uno de
ellos ha hecho deben, al final, ser juzgadas por el Hacedor y no por nadie ms.
Los magistrados juzgaron a Andraste al final, tras su cruzada. La quemaron en la
cruz por sus problemas, ya sabes.
Su risa entre dientes era entretenida.
S, creo recordar haber escuchado eso en alguna parte.
Fueron interrumpidos cuando Loghain march dentro de la cabaa. Estaba ms
limpio de lo que Maric recordaba, y ahora llevaba una armadura diseada a partir de tiras
de cuero tachonadas. Pareca pesada, y el gran arco colgando sobre su hombro era
intimidante. Inusualmente un buen equipo para un cazador furtivo, pens Maric para s
mismo. Quizs percibiendo el escrutinio Loghain le mir. Al contrario que con la
hermana, no haba nada oculto en la sospecha de sus ojos. De repente consciente de s
mismo, Maric tir de la sbana hacia arriba para cubrir su falta de ropas.
As que ha decidido no pasar durmiendo todo el da, coment Loghain
secamente, sin apartar la mirada de Maric.
Est mejorando, seal la hermana. Ella cogi el bol de agua del suelo. Sus
heridas no eran poco considerables. Hiciste bien en traerlo aqu, Loghain.
Sus ojos se movieron hacia ella.
Ya lo veremos. Te ha dicho algo?
Maric alz su mano.
Err Estoy justo aqu
David Gaider
LSW 28
Entretenida, la Hermana Ailis arque una ceja hacia Loghain.
Cierto. Por qu no le hablas a l?
Lo pretendo. Entonces, a Maric: Mi padre quiere verte. Sin esperar una
respuesta gir sobre sus tobillos y march de vuelta a la luz del sol.
La hermana se movi hacia una pila de ropa en la esquina de la habitacin junto a la
mesa pequea.
Tus botas estn bajo la mesa. Me temo que tuve que quemar todo lo dems. No hay
nada lujoso en la pila, pero estoy segura de que encontrars algo que te quede. Ella se
gir para marcharse.
Hermana Ailis, llam Maric. Ella se detuvo en la puerta, mirando atrs, y de
repente se encontr sin palabras.
Yo no hara esperar a Gareth, fue todo lo que dijo ella. Y entonces se fue.
Maric camin hacia el campamento. En la tarde brillante casi pareca como cualquier
otra aldea abarrotada. Las robas estaban siendo golpeadas en las rocas de un arroyo
cercano, la carne de conejo estaba siendo ahumada en varios fuegos centrales, las tiendas
estaban siendo enmendadas por grupos de mujeres parlanchinas, pequeos nios estaban
correteando por el suelo. Podan haber sido ms delgados y sucios de a lo que l estaba
acostumbrado, pero no era todo tan diferente de otros lugares en Ferelden. Los Orlesianos
difcilmente eran unos gobernantes amables. Haba multitud de rechazo, suficiente para
decirle que haban acampado aqu durante meses. Lo suficiente como para construir la
cabaa de la que acababa de salir caminando, al menos. Varios hombres de aspecto duro
ataviados en su mayora en jubones sealaron la apariencia de Maric y abiertamente le
miraron con miradas fras, calculadoras. La armadura fina de cuero de Loghain era
definitivamente la excepcin aqu.
Mirando alrededor, era lo suficientemente fcil avistar a Loghain en pie no muy lejos
y hablando con el hombre ms grande que Maric supuso que deba ser su padre. El
hombre estaba vestido con el mismo tipo de armadura de cuero tachonada y tena el
mismo ceo fruncido severo y el mismo pelo negro, aunque haba mucho menos de l y
mucho ms gris en sus sienes. Incluso si hubiera llevado los mismos jubones que los
otros, no habra error en quin lideraba a esta gente. Maric haba conocido a hombres as
toda su vida, el tipo de hombres que eran comandantes en el ejrcito de su madre, el tipo
de hombres que respiraban y vivan en disciplina todas sus vidas. Raro encontrar a tal
hombre aqu.
Loghain finalmente se percat de Maric en pie en medio de la multitud y seal para
que su padre pudiera ver. La mirada de sospecha no dur un segundo, y Maric se
preguntaba qu haba hecho desde la ltima noche para ganarse tal hostilidad.
Es porque le mentiste y todava lo ests haciendo, se record a s mismo, y tambin
porque eres un bobo incompetente.
El par de hombres cruzaron el campamento mientras Maric les esperaba,
retorcindose mientras se senta a s mismo siendo agarrado desde lejos. Justo entonces se
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 29
sinti tan lejos de ser un rey de lo que posiblemente pudiera haber imaginado, fro y
dolorido y extrao. Se encontraba deseando que su madre cabalgara a su rescate. La
Reina Rebelde habra parecido magnificente con su armadura dorada, pelo rubio y capa
morada ondeando en la brisa. Siempre haba sido fcil ver por qu la gente la amaba.
Estos pobres cabrones habran cado al instante sobre una rodilla si ella estuviera aqu,
Loghain y su padre incluidos. Pero ella no iba a venir a su rescate ya, y los deseos
fantsticos no lo lograran. Maric reafirm su mandbula y no evit a los dos juegos de
ojos azules como el hielo que miraban hacia l.
Hyram. Gareth ofreci una mano amistosa a modo de saludo. Maric la agit y
estuvo inmediatamente al tanto de lo fuerte que era el hombre. Gareth difcilmente era
joven, pero Maric estaba seguro de que el padre de Loghain podra haberle partido en dos
y arrojarle como a un nio pequeo, y difcilmente habra derramado una gota de sudor al
hacerlo.
Umm, s, trag saliva. Hola. T debes ser Gareth?
Ese soy. Gareth se rasc el mentn, mirando abajo a Maric como si fuera una
curiosidad. Loghain permaneci un paso atrs, su expresin ahora decididamente
neutral. Mi hijo me dice que pasaste por un poco de problemas cerca de Lothering.
Estabas siendo cazado por los hombres del Bann Ceorlic.
Haba otros, tambin, pero s.
l asinti lentamente.
Cuntos eran, exactamente?
No estoy seguro. Parecan un montn.
Todos en el bosque? El Bann Ceorlic ni siquiera es de esta parte. Sabes por qu
estaban all?
No, minti Maric. La mentira se qued flotando mientras ellos le miraban, los
ojos de Loghain se encogieron an ms. Aparentemente Maric poda aadir mentiroso
terrible a su lista de defectos. No es algo que considerara una virtud muy regia, si no
fuera porque su madre le dijo que lo completamente opuesto era cierto. De repente su
garganta se sinti seca y raspada, pero mantuvo su posicin. Me cazaron despus de
que mataran a mi amigo.
Gareth salt rpidamente.
Tu amigo? O tu madre?
Por supuesto la Hermana Ailis se lo haba dicho. La mente de Maric estaba de repente
en un torbellino, tratando de recordar lo que haba y lo que no haba dicho hasta entonces.
El esfuerzo hizo que el chichn en la parte trasera de su cabeza palpitara.
Mi madre era mi amiga, explic sin conviccin.
Y por qu estabais t y tu madre en el bosque? No tienes ms asuntos que hacer
all que el Bann, seguro.
Slo estbamos viajando a travs.
Gareth y su hijo intercambiaron una mirada significante que Maric no pudo leer. El
hombre mayor suspir y se rasc el mentn pensativo.
David Gaider
LSW 30
Mira, Hyram, empez l, su tono completamente razonable, con nuestra
situacin aqu tenemos que ser muy cuidadosos, siempre. Si el Rey tiene soldados ah
fuera, necesitamos saber por qu.
Maric no dijo nada, y la expresin de Gareth se oscureci con rabia. l se gir e hizo
un gesto hacia la otra gente en el campamento, algunos de los cuales haban empezado a
reunirse alrededor.
Ves a esta gente? Afirm tranquilamente Gareth. Ellos son mi
responsabilidad. Debo mantenerlos a salvo. Si esos soldados vienen de camino
Maric mir alrededor nervioso, alerta en aumento por la multitud creciente que estaba
atrayendo. l trag con fuerza.
Ojal lo supiera.
No deb traerle, maldijo Loghain.
Gareth apenas escuch a su hijo, sin embargo. En su lugar mir a Maric con una
expresin mistificada.
Por qu iran detrs de ti? Su ceo se frunci. Qu has hecho?
No he hecho nada.
Est mintiendo! ech humo Loghain. Desenvain su cuchillo del cinturn y dio
un paso hacia delante amenazador. La multitud de mirones murmur excitadamente en
respuesta, oliendo la sangre. Djeme matarle, Padre. Esto es culpa ma. Nunca deba
haberle trado aqu.
La expresin de Gareth no cambi.
No est mintiendo.
Qu importa eso? Necesitamos librarnos de l, as que hagmoslo ahora.
Loghain se lanz hacia Maric, pero Gareth interpuso un brazo entre ellos. Loghain se
detuvo en corto, mirando a su padre con una confusin sorprendida, pero Gareth an
estaba mirando intensamente a Maric.
Maric retrocedi inseguro, pero varios hombres con ceos profundos bloquearon su
camino.
Mirad, dijo l lentamente, simplemente puedo marcharme. No pretendo
causaros ningn dao.
No, afirm Gareth. Era el tipo de tono que no dejaba lugar a discusiones. l mir
a Loghain. Cmo de seguro ests de que no fuisteis seguidos?
Loghain consider la pregunta.
Los perdimos a medio camino de vuelta. No cabe duda. l hizo una mueca.
Eso no significa que no puedan encontrarnos. Hemos estado aqu demasiado. Cuntos
locales saben que estamos aqu fuera ahora mismo?
Su padre asinti, aceptando la respuesta, y entonces volvi a mirar a Maric.
He mandado hombre fuera, y averiguarn lo que est ocurriendo lo suficientemente
pronto. Si estamos en peligro, apreciara saberlo ahora. Lo estamos?
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 31
Por dentro, Maric se acobard. El Bann Ceorlic y los otros seguramente seguiran
buscndole, y finalmente le rastrearan. Por un nico momento, consider decrselo todo.
Pero siquiera le creeran? Y si le crean, eso sera mejor o peor?
S, finalmente solt. S, yo estis en peligro si me mantenis aqu.
Loghain resopl burlonamente y se gir hacia Gareth.
Padre, averiguaremos si estamos en problemas lo suficientemente pronto. No le
necesitamos aqu para hacerlo peor. Deberamos matarle para estar seguros.
Varios de los hombres cercanos asintieron, sus ojos brillando peligrosamente. Gareth,
sin embargo, frunci el ceo a Loghain.
No. No haremos eso.
Por qu no?
He dicho que no. Padre e hijo intercambiaron miradas. La multitud estaba en
silencio como muertos, sin ansias de involucrarse en lo que evidentemente era una vieja
discusin. Maric permaneci callado. No era un idiota.
Bien. Cedi finalmente Loghain, poniendo sus ojos en blanco. Levantemos el
vuelo. No esperemos.
Gareth lo consider.
No. l agit su cabeza. Esperaremos a que los hombres vuelvan. An tenemos
tiempo. l entonces habl a uno de los hombres ms fornidos que estaba cerca.
Yorin, lleva a Hyram o como sea que se llame de vuelta con la hermana por ahora.
Viglale. El hombre asinti mientras Gareth alzaba su voz para dirigirse a los muchos
otros que se haban reunido alrededor del espectculo. Todos! Puede que necesitemos
levantar el vuelo pronto! Quiero a todo el mundo alerta! La decisin haba sido
tomada y lo saban. Ya la multitud se estaba dispersando, aunque sus miradas y susurros
eran agitados. Estaban asustados.
Loghain dispar una mirada oscura a Maric, que estaba siendo llevado por el hombro.
Tras l, escuch a Loghain hablar con su padre.
Apuesto a que puedo sacarle la verdad. Toda la verdad.
Llegaremos a eso. Por ahora, le trataremos por lo que parece ser: un joven asustado
que necesita nuestra ayuda.
El tono de Gareth era definitivo y Maric no escuch nada ms del intercambio, Yorin
estaba guiando a Maric de vuelta hacia la cabaa de troncos, y l no se resisti. Por
encima, sobre los altos rboles, las nubes oscuras ya estaban obscureciendo el sol de la
tarde. Iba a llover, y fuerte.
Bueno, quin crees t que es, entonces?
Loghain ignor la pregunta de Potter mientras reataba su arco. Una de las pequeas
contingencias de elfos que viajaban con el campamento, Potter podra contarse por hacer
poco ms que vaguear y esparcir cotilleos vacos, y Loghain no quera contribuir al
pnico creciente mucho ms de lo que lo haba hecho. Habra sido mucho mejor para
todos si su padre le hubiera permitido forzar a Hyram a escupir los secretos que estaba
David Gaider
LSW 32
guardando. Y estaba guardando algo Loghain casi poda olerlo. Por un momento haba
parecido que Hyram iba a contrselo, pero entonces nada. Y Padre le haba dejado irse.
Venga, vamos! Insisti Potter, arrodillndose junto a Loghain. Debes saber
algo! Estuviste caminando con l toda la noche, no?
Al elfo le faltaba la mayor parte de una de sus largas y delicadas orejas, haciendo que
su cabeza pareciera decididamente asimtrica. Tambin tena una desagradable cicatriz
por su cara, dejando una de las cuencas del ojo vacas y una mueca permanente. Que esos
haban sido regalos de un seor Orlesiano fue todo lo que Potter haba dicho alguna vez
al respecto.
Un esclavista, supuso Loghain. En la mayora de ciudades los elfos vivan con
suficiente libertad en sus suburbios, los ms pobres de los pobres. Su esclavitud haba
terminado haca tiempo a manos de la profeta Andraste, pero la prctica an floreca en
secreto en las esquinas ms remotas del Imperio. Potter haba estado cerca de hablar de su
sufrimiento una noche cuando le haban dado profundamente a la bebida, el amargor
amenazando con salir de l como si fuera un veneno. Pero entonces se lo trag todo an
ms, cambiando de compaas hasta que amortigu con xito hasta llegar a la ignorancia.
Todo el mundo tena sus secretos. Loghain suspir y se forz a darle a Hyram el
mismo beneficio de la duda que su padre le haba dado. No fue fcil.
No tienes trabajo que hacer? le solt a Potter. El elfo suspir y se fue corriendo.
Saba que era mejor no continuar molestando a Loghain, o le pondran realmente a
trabajar.
An as, la pregunta de Potter era buena. Si este Hyram era un espa, entonces o era
uno terrible o mejor que cualquiera del que Loghain haba odo hablar nunca. Quizs
realmente era lo que pareca, como sugiri su padre. Gareth siempre permita que su
compasin le dominara. Nadie era perfecto. Pero haba algo con seguridad que les
faltaba, alguna pieza del puzle que Hyram no les estaba dando, y le roa a Loghain. Como
la mayora de los otros en el campamento, haba desarrollado un sentido con los aos de
cundo correr, y ahora mismo se estaba volviendo loco. Slo mirando alrededor, poda
verlo en los ojos de todo el mundo. Apresuraron su paso y saltaban ante cada ruido
extrao que sala del bosque. Algunos de ellos ya estaban recogiendo sus tiendas,
empacando las pocas provisiones que tenan a espera de la llamada de Padre para
moverse.
Loghain evit la cabaa de la Hermana Ailis una vez que termin con su arco, sin
querer tentarse. La hermana tena su propio modo de interrogar a los recin llegados al
campamento, y l respetaba el hecho de que a menudo era capaz de obtener informacin
cuando ni l ni su padre podan. Muchos vean a la hermana como lder del campamento
casi tanto como a su padre, y ciertamente su padre haba confiado en su consejo durante
muchos aos. Haba habido un tiempo en el que Loghain haba esperado que el afecto
entre ellos dos pudiera crecer en algo ms, por el bien de ambos. La Hermana Ailis, sin
embargo, tena su llamada, y su padre nunca haba sido el mismo desde que huyeron de la
granja. Haba llevado un montn de tiempo para que Loghain se diera cuenta, pero una
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 33
parte de Gareth se rompi esa noche. La Hermana Ailis saba lo que su padre necesitaba
mejor de lo que Loghain jams hara, y tena que contentarse con eso.
Padric estaba vigilando en el borde del campamento, subido a una roca que le
permita echar un vistazo al valle de debajo sin ser fcilmente avistado. El to era un par
de aos ms joven que Loghain, pero un disparador habilidoso con un arco y poda
contarse con l normalmente en cierto sentido. Por otra parte, Dannon estaba junto a
Padric ahora, lo que no pintaba bien. El par abruptamente dej de susurrar mientras l se
acercaba.
Alguna seal de los hombres que mi padre mand fuera? pregunt Loghain a
Padric, sin hacer ningn comentario sobre qu haba interrumpido.
An no, ofreci Padric tristemente. Se gir y escane la colina de abajo No ha
habido seal de ninguna cosa.
Hay algunos que hablan sobre marcharnos, anunci Dannon. l cruz sus brazos
y puso mala cara a Loghain. Esta noche, quizs, si no se ha dicho nada.
Es estpido. Padric mantuvo sus ojos en el valle. Incluso si alguien conoce a
ese compaero rubio de aqu, entonces qu? Van a venir todo el camino hacia aqu por
un hombre?
Estoy de acuerdo. Loghain se gir y mir a Dannon. Pero si quieres unirte a
los cobardes, Dannon, por qu no vas por delante y lo haces? Suponiendo que no seas el
nico.
T mismo dijiste que ese chico es peligroso.
Dije que no sabemos quin es. Lo sabremos pronto. Y si mi padre cree que merece
la pena que nos vayamos, entonces lo dir.
Dannon se retorci.
Esto es cosa tuya, se quej l. T eres el que quera traerle, no yo. Con eso,
se march.
Padric pareci aliviado de ver a Dannon irse. Sonri sus gracias a Loghain y se gir
de vuelta a sus deberes de observacin.
Tiene razn, an as. Es raro.
El qu?
Bueno l seal hacia el valle. Los hombres que fueron mandados fuera,
algunos de ellos deberan haber vuelto ya.
Con cunto retraso?
Una hora. Quizs dos. No ha llovido an, as que no s pens que Henric habra
vuelto, al menos. Ha estado preocupado por su chica, con el beb y todo eso.
El estmago de Loghain se senta como hundindose.
Se lo has dicho a alguien?
Slo a Gareth.
l asinti y se dirigi hacia abajo. Quera echar un vistazo por s mismo, y no hara
ningn bien merodear por el campamento mientras su padre trataba de mantener a raya la
histeria, justificada o no. Loghain pens que se entenda que los forajidos viajaban juntos
David Gaider
LSW 34
bajo una base puramente provisional. Su padre les mantena organizados y alimentados, y
la Hermana Ailis les mantena unidos no haca tampoco ningn dao que un par de
ellos tuvieran otro lugar al que pudieran ir pero estaban a la carrera, cada uno de ellos
por sus propios motivos particulares, y la gente as de desesperada no tena ninguna
lealtad. Su padre pensaba distinto, y mantena que era en el peor de los tiempos cuando la
gente necesitaba aferrarse juntos al ms fuerte. Cuando Gareth deca eso, la Hermana
Ailis le sonrea y se le ponan los ojos llorosos. Por ese nico momento esa fe de su padre
pareca como si casi pudiera ser autntica. Pero Loghain saba la verdad. Si las cosas
alguna vez se ponan lo suficientemente mal, Dannon no sera la nica rata en abandonar
el barco hundindose.
Loghain se haba ido la mayor parte de la tarde, esperando poner sus peores miedos a
descansar. Primero retrocedi por el camino que ellos tres haban tomado la noche
anterior, confirmando que ciertamente no haban sido seguidos. Volvi a las Colinas
Southron y sigui tres de los caminos que conoca, esperando toparse con uno de los
hombres que su padre haba mandado, o cualquiera, en realidad. Pero los viajeros tan al
sur eran pocos, y l slo vea un borrn de rastros de caballo dirigindose a Lothering.
Para cuando la oscuridad cay y una tormenta empez a liberar torrentes de lluvia helada,
Loghain se preocup de verdad.
No fue hasta que se aventur por un camino peligroso no muy lejos de la ciudad que
finalmente avist a alguien. La ruta era principalmente utilizada por contrabandistas,
permitindoles evitar los caminos ms patrullados en el norte de camino hacia las
montaas del oeste y los enanos de all se preocupaban poco por las leyes humanas.
Haba muchos caminos as en las tierras interiores, y pocos de los que las utilizaban
tenan una razn legtima para estar ah.
Un caballero solitario apareci, con la capucha hacia arriba y el paso de su corcel
caminando cuidadosamente en el barro resbaladizo. Por la calidad de su capa Loghain
habra supuesto que era un mensajero de uno de los gremios de la ciudad, slo que no
pareca tener ningn tipo de prisa.
Loghain se aproxim desde bien abajo del camino, a plena vista. Era un gesto
amistoso, aunque el jinete estaba lo suficientemente alerta como para mantener una mano
en la empuadura de su espada mientras se detena y esperaba. Los relmpagos
resplandecieron en el cielo gris y la lluvia se intensific, pero el cuero de Loghain estaba
ya tan empapado como posiblemente pudiera. Cuando lleg a veinte pies, el jinete hizo
retroceder a su caballo y medio desenvain su espada. El mensaje estaba claro: Te has
acercado lo suficiente.
Saludos! grit Loghain. Cuando el jinete no respondi de inmediato, extendi el
brazo hacia su espalda y quit el arco, lentamente ponindolo abajo en el suelo enfrente
de l.
Eso pareci reafirmar a jinete de algn modo, aunque el caballo relinch nervioso y
brinc en el sitio.
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 35
Qu quieres? grit de vuelta finalmente.
Estoy buscando a unos amigos! Grit Loghain. Hombres vestidos como yo.
Uno de ellos podra haber bajado por este camino, espero.
No he visto a nadie, respondi el jinete. Pero Lothering est llena de tanta
gente que estn durmiendo en las calles. Es demencial. Tus amigos probablemente estn
all, si acaso.
Loghain se protegi los ojos de la lluvia con una mano, tratando de atisbar la cara del
jinete bajo la capucha. No pudo.
Lothering est llena de gente?
No lo has odo? El jinete pareca genuinamente sorprendido. Con todos los
soldados atravesndolo, habra pensado que medio Reino ya lo haba odo.
No, nada.
La Reina Rebelde est muerta. El jinete suspir triste, ajustando su capucha
mientras la lluvia salpicaba. Los bastardos finalmente la atraparon en el bosque la
ltima noche, dicen. Trat de ver el cuerpo antes de irme, pero haba demasiados
dolientes. El jinete se encogi de hombros. Dicen que el joven Prncipe podra estar
muerto, tambin. Si me perdonas que te diga, esperemos que no sea cierto.
La sangre de Loghain se qued helada.
El Prncipe, repiti aturdido.
Con algo de suerte, an est en alguna parte ah fuera. Considerando todos los
soldados que vi, ser mejor que corra por su vida. Mientras la lluvia continuaba
cayendo, el jinete asinti educadamente y le dio a Loghain una amplia reverencia
mientras pasaba junto a l.
Loghain se qued donde estaba, su mente corriendo. Los relmpagos resplandecan
alto por encima de su cabeza.
Maric cogi con desgana la sopa mientras se la llevaban, distradamente curioso por
el tipo exacto de animal que haba provisto de la carne gomosa que nadaba en el caldo.
Finalmente, la Hermana Ailis le apart el bol y volvi a su costura. Ella pasaba el rato
parcheando sbanas y ropa, tarareando suavemente para s misma todo el rato. l capt
fragmentos del Cantar de la Luz, si no se equivocaba, aunque los versos exactos le
eludan. A decir verdad, tena otras cosas en mente.
Como salir de la cabaa. Poda escuchar actividad teniendo lugar en el exterior, como
si ellos estuvieran empacando todo el campamento. La hermana lo neg. Maric haba
preguntado tres veces si los hombres que Gareth estaba esperando haban vuelto antes de
que el guardia burln de fuera de la puerta prometiera que le dira a la hermana
inmediatamente si la situacin cambiaba, y no lo haba hecho. Maric se sent en la cama,
inquieto. Jugaba de nuevo con la idea de confesarlo todo, pero dnde le llevara eso?
Qu hara Gareth, repentinamente endosado con un fugitivo que era mucho ms
peligroso de lo que haba imaginado? Mejor salir, alejarse de esta pobre gente, y
David Gaider
LSW 36
encontrar su propio camino de vuelta al ejrcito rebelde. An as la puerta cerrada y un
nico guardia demostraban ser un increblemente efectivo disuasivo para su plan.
Un excelente principio para tu reinado, Rey Maric, se reprendi a s mismo. Este es
el tipo de resolucin de problemas de primera clase que te servir bien cuando tomes el
mando de la rebelin.
Eres muy duro contigo mismo, coment la Hermana Ailis, mirando arriba desde
su costura. Estaba llevando un conjunto de delicadas lentes enanas que le recordaban a
Maric a su abuelo el Rey Brandel Brandel el Derrotado, como todos los dems le
recordaban. El propio Maric recordaba al hombre siendo tanto muy triste como muy
orgulloso. Su abuelo posea un par de lentes doradas que ocultaba inmediatamente
cuando le pillaban llevndolas, para que nadie pensara que se estaba volviendo ciego. De
nio, Maric sola pensar que era un juego divertido robrselas y entonces correr por los
pasillos del castillo llevndolas. Al menos era divertido hasta que le pillaban finalmente,
normalmente por su madre. Obedece, incluso ella tena que reprimir la risa al ver a Maric
con esas cosas, y le reprenda principalmente en beneficio de su abuelo. Despus en
privado ella se rea y le besaba en la nariz, rogndole de corazn que no lo hiciera de
nuevo. Ruegos que l ignoraba, por supuesto.
Era raro recordar eso ahora. No haba pensado en su abuelo durante muchos aos. l
apart la mirada de la hermana y entonces record que estaba esperando una respuesta.
Lo siento, qu?
Dije que eres muy duro contigo mismo. Ests asustado, cualquiera puede verlo.
Su sonrisa era astuta. Has considerado que quizs el motivo por el que ests aqu,
joven, es porque el Hacedor te trajo aqu?
Maric quera que fuera cierto. l mir al suelo hasta que la hermana volvi a su
costura y le dej estar. Maric no quera que esta gente fuera herida por su culpa, y ms y
ms pareca que su mejor opcin era simplemente salir corriendo por la puerta la prxima
vez que se abriera. Si le mataban antes de que saliera del campamento, entonces que as
fuera. Al menos ya no estara ponindoles en peligro.
Mantuvo su mirada en el suelo un tiempo, escuchando al golpeteo de la lluvia contra
la cabaa y la actividad frentica de la gente de fuera. Los hombres estaban gritando, las
cosas se estaban cubriendo, los nios estaban rindose y siendo arrastrados hacia las
tiendas. El olor de la lluvia fresca llen la cabaa, una esencia en la que Maric se
deleitaba cuando era joven porque significaba que Madre estara forzada a quedarse en
casa. Pero ahora slo le provocaba ansiedad. Se senta como si estuviera esperando,
esperando a que Loghain finalmente viniera y le matara, a que Gareth ordenara su
liberacin, otra ronda de preguntas, esperando a que algo ocurriera. A ratos dorma,
aunque slo sin descanso y sin sueos.
Cuando la puerta de la cabaa finalmente se abri, Maric estaba inseguro de cunto
tiempo haba pasado. La lluvia apenas haba amainado, el aire ahora denso y hmedo por
ella, y en cierto punto la hermana mayor tambin se haba quedado dormida en su silla
junto a la cama. Ella empez a despertarse, jadeando de sorpresa, y agarr el pesado
Dragon Age: El Trono Usurpado
LSW 37
amuleto alrededor de su cuello. Gareth estaba en la puerta, calado hasta los huesos, pero
esos ojos azules helados brillaban con intensidad.
Por el aliento del Hacedor, Gareth! Exclam la Hermana Ailis. Qu ocurre?
Hombres. Soldados. Viniendo por el bosque. Su boca estaba presionada en una
fina mueca, riachuelos de agua corriendo por su armadura y salpicando en el suelo. En
dos pasos estaba junto a Maric y le levant de la cama por el cuello de su camisa. Gareth
le estamp con fuerza contra la pared de troncos, aparentemente preparado para explotar
de ira. Qu has hecho?
Maric debera haber temido por su vida, pero no lo haca. De algn modo, estaba
calmado. Era una reaccin bizarra, lo saba, ya que Gareth pareca dispuesto a matarle y
probablemente tena toda la razn en hacerlo.
Te lo dije, dijo tranquilamente Maric. Vienen a por m. Creo que si
simplemente me entregas a ellos, ni siquiera se metern con vosotros.
Por qu? bram Gareth. El viento golpe la puerta con fuerza contra la pared, y
la lluvia vol con un fro aullido. Ya, los gritos de pnico podan escucharse a travs del