Los jóvenes se encuentran en constante riesgo debido a ciertos
patrones de consumo debido a varios factores. Fisiológicamente, se
encuentran todavía experimentando cambios en su desarrollo. El
cerebro del adolescente se encuentra en un alto nivel de desarrollo.
Este desarrollo establece las bases para las habilidades de la persona
en su vida adulta, tales como la planeación, la integración de
información, la resolución de problemas, el discernimiento y el
razonamiento. Estos importantes cambios que están sucediendo son
la razón de que el cerebro del adolescente sea más vulnerable a los
efectos nocivos del alcohol en comparación con un cerebro adulto.
El alcohol perjudica las áreas del cerebro responsables del
aprendizaje y la memoria, las habilidades verbales y la
percepción visual-espacial. Por consiguiente, el consumo
excesivo de alcohol afecta la creación de nuevos recuerdos,
las habilidades de resolución de problemas, el pensamiento
abstracto, la atención y la concentración.
Los jóvenes corren el riesgo de desarrollar conductas perjudiciales
debido al alcohol que incluyen beber en exceso, problemas en sus
relaciones, accidentes viales y relaciones sexuales de alto riesgo que
han sido referidas por ellos mismos.
• Mantenga y fomente una relación franca y de apertura con su hijo.
Esto aumenta las posibilidades de que su hijo le hable sobre sus
anhelos e inquietudes.
• Hable con su hijo sobre los riesgos del consumo de bebidas
alcohólicas;
• Hágalo de forma positiva y amena;
• Establezca reglas claras en cuanto a la edad en la que se le permitirá
beber (por ejemplo, la edad reglamentaria en su estado). Hable de
estas cosas antes de que llegue a la adolescencia.
El consumo de drogas en adolescentes varía entre las edades
de 13 a 19 años, con menor probabilidad de que los
adolescentes más jóvenes consuman la mayoría de las drogas
que los adolescentes mayores. Una excepción es el uso de
inhalantes, el cual se observa más en los adolescentes más
jóvenes y menos en los más grandes. Más y más adolescentes
están consumiendo en exceso drogas recetadas.
Los adolescentes al vivir una etapa de crisis y al tratar de evadir los
problemas, buscan salidas fáciles o formas de olvidarlos, por
ejemplo por medio del alcohol y las drogas.
Muchas veces las adicciones surgen por problemas dentro de la
familia (incomprensión, falta de comunicación, golpes,
maltrato intra-familiar, rechazo, padrastros, abandono, falta de
recursos económicos, dificultades escolares, pobreza absoluta y
desamor), al sentir que no son queridos en los hogares, los
adolescentes tienen la impresión de no ser escuchados o tomados
en cuenta.
• Tos persistente.
• Pupilas de los ojos extremadamente grandes o extremadamente pequeñas
• Aumento del apetito (con el consumo de marihuana).
• Pereza, apatía o somnolencia constante (drogas opiáceas como la heroína,
codeína o puede suceder al "ir pasando el efecto" de drogas estimulantes).
• Mal rendimiento y aumento del ausentismo escolar.
• Alejamiento de la familia y de las actividades extracurriculares.
• Cambio en los grupos de amigos.
• Olor o aliento inusual (drogas inhaladas).
• Comportamiento reservado.
• Mentir o robar.
• Pronunciación lenta o mala
• Hablar rápido o de manera explosiva
• Marcha inestable