Date post: | 16-Jan-2016 |
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Población
La población es un conjunto de organismos de la misma especie que ocupan un área más o menos definida y
que comparten determinado tipo de alimentos.
Aunque cada especie suele tener una o más poblaciones distribuidas cada una en un área predeterminada,
no existe ningún impedimento para que dos poblaciones de una misma especie se fusionen ni tampoco para
que una población se divida en dos.
Crecimiento poblacional
Es el aumento o disminución del número de individuos que constituyen una población.
Las poblaciones tienen una tasa de nacimiento (número de crías producido por unidad de población y tiempo),
una tasa de mortalidad (número de muertes por unidad de tiempo) y una tasa de crecimiento.
El principal agente de crecimiento de la población son los nacimientos, y el principal agente de descenso de la
población es la muerte.
Cuando el número de nacimientos es superior al número de muertes la población crece y cuando ocurre lo
contrario, decrece. Cuando el número de nacimientos es igual al de muertes en una población dada su
tamaño no varía, y se dice que su tasa de crecimiento es cero.
Teóricamente, el crecimiento de una población puede ser asombroso.
Sin embargo, en condiciones naturales, existen múltiples factores que limitan su crecimiento y esto causa que
las poblaciones se mantengan estables, sobre todo si se consideran largos periodos de tiempo y si se trata
de poblaciones cerradas; es decir, aquéllas que carecen de individuos entrantes (inmigrantes) y salientes
(emigración).
A medida que crece una población, aumenta la competencia entre los individuos que la integran por la sencilla
razón de que los alimentos y nutrientes son limitados.
La tasa de crecimiento (r), de una población está determinada por cuatro factores: la tasa de natalidad (b);
la tasa de mortalidad (d); la tasa de inmigración (i); y la tasa de emigración (e).
Estas cuatro variables se relacionan en la fórmula general: r = (b + i) – (d + e)
Densidad de población
Es el número de individuos que constituyen la población en relación con alguna unidad de espacio; por
ejemplo, tres leones por kilómetro cuadrado.
Cuando una población no está regulada eficazmente por la serie de factores externos correspondientes,
puede transformarse en plaga.
Sin embargo, por lo común existe un equilibrio de las poblaciones naturales, en el cual juegan un papel
decisivo los depredadores.
A mayor densidad de población, mayor será la mortalidad ocasionada por los depredadores.
Los depredadores mantienen su población gracias a que, al volverse escasa una de las especies
que les alimenta, lo común es que recurran a otras especies, con lo cual dan tiempo a que aquella
se reponga y, a la larga, a unas oscilación alternada de las poblaciones alimenticias.
Mientras mayor sea la diversidad, más presas
alternativas tendrán los consumidores y más
estable será el ecosistema.
Cuando las cadenas alimenticias son lineares o
simples, el sistema resulta extremadamente
inestable.
Erick Alejandro Sánchez Caldera.
Homeostasis de las poblaciones
Uno de los fenómenos más asombrosos del ecosistema es lo que se
llama homeostasis de las poblaciones. Originalmente acuñado por fisiólogos, el
término homeostasis se refiere a la conservación de innumerables factores que
constituyen lo que se conoce como el medio interno de los organismos.
Mantener la temperatura de nuestro cuerpo (37° C) en cualquier clima es un fenómeno
de homeostasis. Lo mismo ocurre con la conservación de una cierta cantidad de
glucosa en la sangre o de una cierta presión dentro de las células.
En Ecología, la homeostasis se refiere al hecho de que las poblaciones tienden a
autorregularse, a permanecer más o menos constantes, pero solo si el ecosistema en
que viven está en equilibrio.
Lamentablemente, existen situaciones en las que el equilibrio de un ecosistema puede
romperse. Una manera de romperlo sucede cuando se introduce irracionalmente
nuevas especies, por lo general esto ocurre por intervención humana, ya sea accidental o intencionalmente.
Hace tiempo, en Australia alguien tuvo la inocente idea de decir que el país necesitaba conejos. Los conejos
se adaptaron muy bien al clima del lugar y no tardaron en reproducirse como ellos acostumbran. Al poco
tiempo resultó que, como no había enemigos naturales (depredadores) que regularan la población de tales
roedores, ésta aumentó irrefrenablemente y los asombrados colonos presenciaron auténticas devastaciones
en la vegetación de los campos, lo cual, indirectamente, ocasionó daños tremendos en otras poblaciones de
animales.
Otro ejemplo lo tenemos en las salmoneras del sur de Chile, donde las especies en cautiverio son muy
adeptas a escaparse provocando desequilibrios en las especies autóctonas.
Comunidad
Los grupos de poblaciones de un ecosistema interactúan de varias formas. Estas poblaciones
interdependientes de plantas y animales forman una comunidad, que abarca la porción biótica (viviente) del
ecosistema ubicada en un área determinada.
Tal definición es poco precisa si tomamos en cuenta que en la naturaleza hay poblaciones que aparecen
también en áreas vecinas.
Límites y extensión de un ecosistema
Se le llama ecotono a las zonas de transición o límites de un ecosistema. El ecotono no
suele ser tan exacto como lo describe una definición. Los biólogos no han perdido de
vista la importancia del conocimiento de tan imprecisas entidades y ha sido creada una
disciplina que se ocupa de las relaciones entre comunidades: la sinecología.
Existen ecosistemas artificiales cuyos límites son muy precisos; tal es el caso de un
acuario o uno de esos botellones en donde se cultivan plantas diversas.
Pero los ecosistemas naturales nunca suelen estar tan bien delimitados. Y no es difícil
notar que, en sus límites, las características propias del ecosistema van cambiando
gradualmente, estableciéndose así amplias zonas de transición.
Es importante notar que cualquier ecosistema recibe influencias múltiples de otros
ecosistemas.
Por ejemplo, hay muchos organismos que pasan las primeras etapas de su existencia en un estanque, para
irse luego a vivir entre los arbustos del campo.
Erick Alejandro Sánchez Caldera.
Una población de
delfines.
La variedad de los ecosistemas del planeta es muy amplia y no sólo por sus dimensiones, sino también por el
hecho de que sean crecientes o culminantes, terrestres o acuáticos, abundante o escasamente diversificados
(en cuanto al número de distintas poblaciones que viven en ellos).
Diversidad
Las comunidades tienen ciertos atributos, entre ellos la dominancia y la diversidad de especies.
La dominancia se produce cuando una o varias especies controlan las condiciones ambientales que influyen
en las especies asociadas.
Ejemplo: En un bosque la especie dominante puede ser una o más especies de árboles, como el roble o el
abeto; en una comunidad marina los organismos dominantes suelen ser animales, como los mejillones o las
ostras.
La dominancia puede influir en la diversidad de especies de una comunidad porque la diversidad no se
refiere solamente al número de especies que la componen, sino también a la proporción que cada una de
ellas representa.
La naturaleza física de una comunidad queda en evidencia por las capas en las que se
estructura, o su estratificación. En las comunidades terrestres, la estratificación está
influida por la forma que adoptan las plantas al crecer.
Las comunidades sencillas, como los pastos, con escasa estratificación vertical, suelen
estar formadas por dos capas: suelo y capa herbácea. Un bosque puede tener hasta
seis capas: suelo, herbácea, monte bajo, árboles bajos y arbustos, bóveda inferior y
bóveda superior. Estos estratos influyen en el medio ambiente físico y en la diversidad
de hábitats para la fauna.
La estratificación vertical de las comunidades acuáticas, por contraste, recibe sobre
todo la influencia de las condiciones físicas: profundidad, iluminación, temperatura,
presión, salinidad, contenido en oxígeno y dióxido de carbono.
Hábitat y nicho
Cuando el biólogo habla de un nicho se refiere al papel que juega un organismo determinado en la
comunidad biótica o ecosistema. La comunidad aporta el hábitat, el lugar en el que viven las distintas plantas
o animales.
Dentro de cada hábitat, los organismos ocupan distintos nichos. El nicho que ocupa un organismo depende de
su hábitat, sus adaptaciones estructurales y de conducta, su alimentación y los organismos a los que sirve de
alimento. El nicho de un organismo es algo así como su "profesión".
El papel de una especie en general o de un organismo en particular es interactuar con su medio y los demás
organismos, también la especie puede ser utilizada como alimento por otras especies. Con esto es fácil darse
cuenta de que dos o más organismos pueden vivir en el mismo hábitat y ocupar nichos ecológicos diferentes.
Por ejemplo, un ave que viva en un hábitat de bosque de hoja caduca. Su nicho, en parte, es alimentarse de
insectos del follaje de la bóveda. Cuanto más estratificada esté una comunidad, en más nichos adicionales
estará dividido su hábitat.
Por otra parte no es extraño que dos especies distintas ocupen no sólo el mismo hábitat sino también el
mismo nicho ecológico. Sin embargo, tal situación no suele ser muy duradera porque normalmente culminaría
con la mejor adaptación de una de las especies y la extinción de la otra.
Erick Alejandro Sánchez Caldera.
Ecosistema
acuático
Origen de la distribución de la vida en la Tierra
En aquellos años investigó la distribución geográfica
de los animales y observó que existían diferencias
zoológicas fundamentales entre las especies
asiáticas y las australianas, de resultas de lo cual
estableció el concepto de línea divisoria de Wallace,
una línea imaginaria entre las islas malayas de
Borneo y las Célebes, que sirve para separar los
animales de origen australiano de los de origen
asiático. Esta investigación permitió a Wallace
elaborar de forma independiente su propia teoría de
la evolución, que comunicó a Charles Darwin en
1858; las ideas de ambos fueron publicadas de forma
conjunta por la Sociedad Linneana de Londres en
1860.
En la contribución de Wallace al conocimiento
temprano de la teoría de la selección natural de
Darwin, cabe destacar su aclaración sobre el
concepto de mimetismo y sobre sus diversos
estudios biogeográficos. Ello lo explica en su
obra Sobre el Origien de las especies por Medio de la
Selección Natural (1859). Otras obras suyas
son Viajes por el Amazonas y el río Negro (1853), Sobre la tendencia de las variedades a apartarse del tipo
original (1858), El archipiélago Malayo (1869), Contribuciones a la teoría de la selección natural (1870), La
distribución geográfica de los animales (1876), El lugar del hombre en el Universo (1903) y El mundo de la
vida (1910). Las interesantes y abundantes colecciones, sobre todo entomológicas y ornitológicas, que
Wallace aportó desde sus expediciones por América, y que alcanzaron el número de 125.000 ejemplares, le
valieron una medalla de oro de la Sociedad Geográfica de París. Fue también miembro de numerosas
sociedades científicas.
Área biogeográfica
Se llama área de distribución al espacio físico en el que habita una especie, subespecie o cualquier otro
conjunto de organismos de la misma familia o taxón. La corología, una rama de la biogeografía, es la ciencia
que estudia las zonas concretas donde habitan los taxones.
Erick Alejandro Sánchez Caldera.
Tanto en ecología como en biogeografía, las características y las variables que componen cada área se
analizan y estudian detalladamente. Por un lado, la relación entre las condiciones de supervivencia de los
taxones y la demografía está estrechamente ligada. Por otro lado, la biología de la conservación analiza el
desarrollo económico de cada área junto con las rupturas en las zonas y las alteraciones provocadas por
estos cambios.
Uno de los parámetros básicos a tener en cuenta es la extensión, aunque no es el único que para considerar.
Se estima que una especie es cosmopolita u ubicuista cuando se adapta y habita diferentes hábitats en todas
las tierras, ya sean estas sobre la superficie terrestre o debajo del mar. El ejemplo más gráfico de adaptación
es la especie humana, así como también la mosca doméstica, la cucaracha y el gorrión común.
El opuesto a una especie cosmopolita es una especie endémica: una especie que se adapta a zonas limitadas
por características particulares. Se consideran como neoendémicas a especies que se desarrollan en su
región original, como sucede con ciertas especies en algunas islas o en montañas aisladas; mientras que se
consideran como paleoendémicas a las especies que, con el correr del tiempo, se distribuyeron en forma
mucho más restringida y en zonas lejanas al área original de nacimiento y de evolución. Estas zonas
restringidas donde habitan las especies se denominan “áreas relictas o relictuales”.
Una característica importante al considerar las áreas de las especies es tener en cuenta la continuidad de las
mismas, lo que se denomina en corología “área disyunta”. Las especies se distribuyen, en especial las de
evolución reciente, en forma relativamente continua, pero los cambios climáticos, la competencia ecológica y
las epidemias pueden facilitar su fragmentación. Cuando el área se fragmenta, las diferentes poblaciones que
permanecen en cada área pueden evolucionar en forma diversa, generando así especies nuevas con
características diferenciadas. Este proceso se denomina “especiación alotrópica”.
La distribución de los biomas es otro tema relacionado con la distribución de las áreas biogeográficas. Los
biomas son grupos de comunidades y de especies que habitan y se desarrollan en áreas climáticas y de
historia biológica similares. Un reino o una provincia biogeográfica es una zona, ya sea sobre la superficie de
la tierra o en el mar, habitada por un bioma de características particulares, diferenciado por las comunidades
que lo conforman y los diferentes taxomas.
Cuando la referencia es exclusivamente a la fauna o parte animal de una biota, entonces se denomina
“provincia faunística” o “región zoogeográfica”. En cambio, cuando la referencia señala exclusivamente a la
flora o parte vegetal de una biota, se denomina “provincia florística “o “región fitogeográfica”.
Depredación
En ecología la depredación es un tipo de interacción biológica en la que un individuo de una especie animal
(el predador o depredador)1 2 caza a otro individuo (la presa) para subsistir. Un mismo individuo puede ser
Erick Alejandro Sánchez Caldera.
depredador de algunos animales y a su vez presa de otros, aunque en todos los casos el predador es
carnívoro. La depredación ocupa un rol importante en la selección natural.
En la depredación hay un individuo perjudicado, que es la presa, y otro que es beneficiado, que es el
depredador, pasando la energía en el sentido presa a depredador. Sin embargo, hay que resaltar que tanto
los depredadores controlan el número de individuos que componen la especie presa, como las presas
controlan el número de individuos que componen la especie depredadora; por ejemplo, la relación entre el
león y la cebra.
Otro ejemplo de esta relación muy especial entre estos depredadores y el ecosistema es que los
depredadores, al controlar el número de individuos de una especie, pueden proteger al ecosistema de ser
sacado de balance, ya que si una especie se reprodujera sin control podría acabar con el balance de dicho
ecosistema.[cita requerida] Por ejemplo: el águila y la serpiente se alimentan de ratones, y éstos a su vez se
alimentan de determinados tipos de plantas; si uno de los depredadores se extinguiera el otro no podría
disminuir la población de esos roedores y esto disminuiría la población de plantas.
Una forma particular de depredación la constituye el parasitismo, en el cual un organismo se alimenta de otro,
desarrollando un vínculo muy fuerte con él. Un parásito suele iniciar dicha relación con un único organismo
huésped en su vida, o bien con unos pocos.
Erick Alejandro Sánchez Caldera.