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Edicion abril 2013

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BIOMA VIDA AL SUR DE LA TIERRA TORTILLA DE CAMPO Sabor y aroma de la tierra LA QUINOA Alimento del cielo REVISTA ISSN 0719-093X ABRIL 2013
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BIOMAVIDA AL SUR DE LA TIERRA

TORTILLA DE CAMPOSabor y aroma de la tierra

LA QUINOAAlimento del cielo

REVISTA

ISS

N 0

719-

093X

ABRIL 2013

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BIOMAVIDA AL SUR DE LA TIERRA

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1606EN ESTA EDICIÓN

TORTILLA DE CAMPO

En las sociedades desde tiempos inmemoria-les, ha habido elementos de consumo doméstico que se han convertido íncluso en objetos de culto e indiscutiblemente el pan es su mejor representan-te....

26EL TILACINO (Thylacinus cynocephalus)

En el suroeste de Tasmania, en las densas selvas tropicales, un depredador probablemente en la cima de la cadena alimenticia local, deambu-laba por la penumbra cazando wombats....

28EL PULSO DE LA NATURALEZA

Es un espacio donde la vida toma un carác-ter interpretativo, las sensaciones y la percepción de todos los sentidos humanos adquieren protago-nismo.

Textos de Mario A. Ortiz Lafferte.

LA QUINOA, alimento del cielo

El altiplano es un lugar donde el cielo acaricia la tierra y da vida a la vida, por miles de años ha sido el hogar de an-tiguas civilizaciones como los Incas o los Tiahuanaco. ....

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lEDITORIAL

a Criptozoología (Cripto: dí-cese de las cosas oscuras o enigmá-ticas y Zoología: ciencia que estudia a los animales) es una disciplina que estudia las posibilidades de existen-cia real de monstruos, dinosaurios o criaturas mitológicas. Hay muchos que afirman que la Crip-tozoología es una pseudociencia o que simplemente no es más que fan-tasía o ficción, obra de aventureros y soñadores, pero sus seguidores ase-guran que es tan real como las ba-ses que sostienen a la biología o la zoología.Se dice que la ausencia de pruebas no es prueba de ausencia, a pesar de eso esta afirmación se puede reba-tir con un principio metodológico y filosófico llevado a este ámbito que indica que “En igualdad de condicio-nes, la explicación más simple es la correcta” (Navaja de Occam)… si no se ve, no existe.Aun así, no se puede negar que este tema tiene un gran magnetismo y atractivo irresistible para muchos, ¿Quién no ha conversado en una noche oscura sobre monstruos? Cla-ramente está en nuestras creencias o imaginación que de una u otra ma-nera podrían “existir”.En el rigor de las ciencias de la na-turaleza se sabe que aún podrían quedar interrogantes acerca de los

orígenes de la vida en el planeta, aunque nos basemos en la teoría de la Evolución de las especies a través de la selección natural planteada por Charles Darwin (1809-1882). Sin embargo, muchas de las criaturas estudiadas por la Criptozoología no encajan necesariamente en el esce-nario de la evolución biológica de las especies.En ese contexto Darwin expresó que “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.Por ejemplo, si una criatura desco-nocida para ciencia formal (es decir que no se encuentra en la taxono-mía tradicional) vive en algún oscuro bosque, o en las profundidades de los océanos o en la inmensidad de los cielos. Es por que eventualmen-te pudo adaptarse y sobrevivir a los cambios naturales del planeta, espe-cialmente a los producidos por el fac-tor antrópico.Entonces la pregunta es ¿porqué no las hemos visto? Una alternativa de respuesta podría estar en las pa-labras mencionadas anteriormente: oscuridad, profundidad e inmensi-dad; es decir, fuera de nuestro al-cance visual. Además se pueden agregar nuestras propias limitantes cognitivas, el “cómo vemos el mun-

NUEVA SECCIÓN “DIARIOS DE CRIPTOZOOLOGIA”

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César Jopia QuiñonesDirector

Bienvenidos a esta nueva edición de Revista BIOMA

do que nos rodea”, a veces están ahí pero miramos sin observar. Ahora, hay que dejar en claro que esta disciplina no sólo tiene en sus objetos de estudio a animales fan-tásticos o mitológicos, también tiene en carpeta a los que una vez sí exis-tieron y hoy están extintos, como el Monstruo del Lago Ness, que podría tratarse de un Plesiosauro (Polyco-tylus latippinus). En ese entorno cabe mencionar que en el mundo, a ciencia cierta existe un caso que es una mina de oro ar-gumental para los criptozoólogos. Se trata del Celacanto de las Comores (Latimeria chalumnae) y el Celacanto Indonesio (Latimeria menadoensis). Hubo cuatro especies de Celacanto las que se creían extintas desde el pe-riodo Cretácico (145 Mda), pero en 1938 se descubrió un ejemplar vivo en la costa oriental de Sudáfrica y otro en 1998 en Sulawesi, Indonesia.Estos increíbles especímenes apare-cieron en el periodo Devónico (400 Mda) y pertenecen a la familia de los Sarcopterigios de aletas tobuladas. Los paleontólogos habían encon-trado gran cantidad de fósiles de estas especies que se ubicaban en el periodo del Carbonífero (350 Mda), pero eso era todo lo que tenían en las manos, fósiles; sin embargo hoy coexisten en estado de conserva-ción vulnerable como fósiles vivien-tes término acuñado, por cierto, por Darwin.Pero en el ir y venir de los argumen-tos hay otra discrepancia, el hecho de que a nivel exploratorio aún co-nocemos muy poco de nuestro pla-neta y su contenido. En su célebre

Hamlet, Shakespeare escribió "Hay más cosas en el cielo y la tierra de las que tu filosofía sueña"… ¿puede ser?En esta nueva sección, nuestra idea no es generar controversia alrede-dor de este tema, si es o no es o si existen o no, sino más bien contex-tualizar anecdóticamente estas histo-rias que hemos narrado de “boca en boca” por generaciones

Entraremos en el mundo críptico y desconocido de bestias y criaturas que se ocultan en lo profundo de nuestra imaginación… o de nuestro planeta...

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QUINOA

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Alimento del cielo

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E l altiplano es un lugar donde el cielo acaricia la tierra y da vida a la vida, por miles de años ha sido el ho-gar de antiguas civilizaciones como los Incas o los Tiahuanaco. Además es una rica fuente de biomasa capaz de entregar sus frutos bajo condi-ciones extremas e impensadas para cualquiera.Hace 7000 años, la Quínoa (Cheno-podium quinoa) crecía fuerte como ejemplo de lo anterior en las altas tierras de los actuales Perú, Bolivia y Chile. Restos de estas semillas fueron encontradas en sitios arqueológicos con una data de tiempos remotos.El grano de las montañas tuvo su época de oro en el periodo prehispá-nico, luego de eso comenzó una pro-gresiva retirada de los campos alto andinos, debido a que los españoles trajeron otros tipos de cultivos como el trigo o la cebada lo que acentúo este proceso.Además, a las dificultades que afecta-ban a este grano se agregó el recelo de las personas hacia los productos de origen indígena, ese acto de ig-norancia terminó por acorralar este

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noble pseudocereal (dicotiledonea), al menos en Chile, a zonas tan apar-tadas como Colchane que está casi en la frontera con Bolivia a 262 km de Iquique.El conocimiento guardado por estos antiguos pueblos no sólo preservó la riqueza mística que rodea a todo lo concerniente al altiplano, sino que además, conservó un legado inva-luable sobre las propiedades nutri-cionales de este alimento.Un nutriente milenarioEn tanto nos cuentan que la Quinoa es el único alimento vegetal que tie-ne la totalidad de los aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitami-nas necesarias para cualquier ser hu-mano, tanto que ni siquiera contiene gluten.Por ello el 2013 fue declarado como el año internacional de la Quinoa por la FAO de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimenta-ción y la Agricultura.El alto contenido proteico (16.2%) de la Quinoa, convierte a este alimento en una promesa para las futuras ge-neraciones, pudiendo erradicar el hambre, la desnutrición y la pobreza en las poblaciones mundiales más asotadas por esta lacra que aún per-siste y causa tanto daño.

La diversidad genética de la Cheno-podium que consta de hasta 8 va-riedades, que como mencionamos antes se diferencia por sus colores, permite que algunos ecotipos es-tén por encima del veinte por cien-to de concentración proteínico y su capacidad de adaptación permite que cada variedad pueda enfrentar crudos inviernos de hasta -8º o altas temperaturas que pueden bordear los 39º factores que otros cultivos no soportarían, otra característica que salta a la vista es que es capaz de ser cultivado desde el nivel del mar has-ta los 4000 metros.Caminamos por la tierra reseca de los alrededores para divisar en el ho-rizonte esta paleta de tonalidades ro-jas, verdes, amarillas, rosadas, café y naranja presentados en las panojas de Quinoa diseminadas en predios agrícolas tan antiguos como el vien-to que nos enfría las manos. Y no de-jamos de pensar en la versatilidad de este producto de la naturaleza, tan accesible que puede pasar perfecta-mente de una preparación básica, igual a como queda el arroz granea-do, a un plato Gourmet servido dul-ce o salado.

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La plantaLa producción demanda un proceso previo para llegar al grano, que es el comestible, debe separarse el grano del pericarpio que contiene Saponinas, sustancia jabonosa que genera una espuma amarga, de hecho, el grano antes de ser cocinado debe lavarse en abundante agua.Pero ¿Cómo es la Quínoa?, esta virtuosa planta es de la familia de las Ama-ranthaceae del reino Plantae, crece desde 30 cms hasta 300 cms. depen-diendo del genotipo o las condiciones climáticas donde fue cultivada, cier-tamente las que creen a nivel del mar son mas altas que las cercanas a los 4000 metros, sus raíces pivotantes ramificadas y fibrosas le dan la resistencia que tanto hablamos.De tallo cilíndrico, las hojas son alternas formadas por peciolo y laminadas. La bella inflorescencia donde se encuentra la pequeña flor y el fruto es la

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panoja que se puede divisar desde la distancia, de esta panoja con as-pecto de un racimo apretado se lla-ma glomérulo estos pueden llegar a ser 120 glomérulos y en cada uno puede tener un número de semillas tan increíble como su historia, 3000, de algunas panojas se ha obtenido hasta 500 gramos por inflorescencia grande.Esta es la historia de esta fascinan-te planta, hoy Chile no es produc-tor masivo como el Perú, que de las 70.000 tons. Aprox. producidas en la región andina, este país produce aprox. 40.000 tons. Y el resto perte-nece a Bolivia y Ecuador, estamos ante un hito alimenticio sin prece-dentes del cual hoy recién estamos hablando luego de miles de años de su respetada existencia, el grano de los Andes puede ser el "supergrano del futuro".

Saponinas: Son glucósidos que por hidrólisis liberan una o más unidades de azúcares y aglicones libres de azúcares

Fotografías: José Miguel Jopia

BIOMA

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Tortilla de Campo

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n las sociedades desde tiem-pos inmemoriales, ha habido ele-mentos de consumo doméstico que se han convertido íncluso en objetos de culto e indiscutiblemente el pan es su mejor representante. Una ho-gaza de este alimento es sinónimo de fe, de esperanza y por qué no de-cirlo; de humanidad.

En la mesa Jesús lo compartió con sus discípulos, reyes, emperadores y mendigos lo disfrutaron en sus pala-dares, independiente cuales sean las creencias o situación socio económi-ca, el gesto de extender la mano con un trozo de pan a otro, representa un acto primigenio de desprendi-miento, generosidad y bondad. La humanidad se ha desarrollado cre-ciendo al lado de este alimento bá-sico, en algunas culturas se prepara con otros compuestos de origen ve-getal muy distintos a los que conoce-

mos comúnmente en nuestra socie-dad actual. Pero el concepto en su esencia más profunda, es el mismo.

Los ingredientes son simples tanto o más que las herramientas que se uti-lizan para su preparación. Caminába-mos por un sendero en un lugar que no viene al caso mencionar, cuando tras una curva nos encontramos con una anciana buscando leña, sin más nos invitó a degustar lo que estaba por preparar.

No hablamos mucho, sólo fuimos testigos de un sencillo espectáculo cotidiano. Harina, una mesa coja, agua cristalina de pozo, sal y toda el alma de una mujer generosa.

Pacientemente la observamos ama-sar y ni bien nos acomodábamos cuando nos invitó a pasar al rincón donde el “horno” -un tambor en-negrecido por el tizne de muchos panes cocinados en él-, ya estaba a punto con la temperatura adecuada

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Ingredientes sencillos para una preparación sencilla en un ambiente sencillo, ese es el espíri-tu del recetario nacional muy propio del campo y sus más arraigadas tradiciones culinarias.

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para hornear este preciado símbolo de humildad y humanidad.La masa que ya era plana y circular de al menos unos 30 o 40 centíme-tros de diámetro fue depositada en el fondo de este horno artesanal, sin timer, sin luz de encendido ni con-trol de calor, nuestra amiga tapa con una lata el tambor y coloca ramas se-cas las que enciende para dar calor desde arriba y abajo dando con ello un bronceado perfecto y delicado a su producto.Minutos más tarde, el aroma a pan caliente corría por el aire como una idea o un pensamiento, que incita a recordar mil eventos pasados. La sencilla invitación a probar el pan se convierte en mucho más, un plato de cazuela de gallina, jugo y bueno… la tortilla de campo.

Cosas simples, actos simples, maravi-llosas experiencias.

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EDiarios de Criptozoologia...

n el suroeste de Tasmania, en las densas selvas tropicales, un de-predador probablemente en la cima de la cadena alimenticia local, deam-bulaba por la penumbra cazando wombats, canguros, ualabíes y pája-ros. Su mandíbula inferior se abría en un ángulo vertiginosamente agudo para engullir grandes trozos de car-ne, sus tácticas de caza eran orga-nizadas, acorralaba por medio de emboscadas a sus presas luego de agotadoras persecuciones.Parecía un lobo por su forma cani-na, de pelaje corto y cola delgada y rígida, tenía en su parte trasera rayas negras como un tigre en la espalda, el torso y la cola. Adoptaba una pos-tura agazapada como si estuviera siempre listo a saltar encima de algo o alguien, con casi dos metros de lar-go y sesenta centímetros de alto, era una criatura de temer.Pero no era felino ni cánido, era un marsupial. Un marsupial carnívoro, un cazador experto en su hábitat.Encontrar uno en estado silvestre sin duda alguna significaba una expe-riencia aterradora y ciertamente un episodio para olvidar.El Lobo Marsupial o Tilacino (Thylaci-nus cynocephalus) era endémico de Australia, pero el encuentro con los aborígenes australianos que introdu-

jeron especies foráneas como perros domésticos, causaron la erradicación total de la isla continente, donde ter-minó confinado en el último reducto de la pequeña isla de Tasmania.En 1933 fue visto un ejemplar en estado silvestre en Tasmania, lo cap-turaron y lo encerraron en una jaula del zoológico de Hobart, ahí fue fil-mado por un investigador sólo por unos minutos en película muda en blanco y negro.Cuando corría el año 1936, en un

EL TILACINO

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polémico descuido de los encarga-dos del recinto el último espécimen de los Tilacinos caía muerto por el frío.Con eso, el manto de la extinción volvió a descender silenciosamente sobre el reino animal… una vez más.Al ver hoy las silenciosas imágenes, entendemos que se trataba de una especie extraordinaria en todos los sentidos, una criatura única en su taxonomía.Un misterioso carnívoro, que hasta el

día de hoy es buscado por las miste-riosas y tupidas selvas de Tasmania. Se han realizado expediciones para encontrar rastros de él sin resultados, tanto que esa búsqueda inspiró una película titulada The Hunter.Hay historias de testigos que afir-man haber tenido encuentros con criaturas que parecen ser un Tilacino vagando por bosques, en investiga-ciones realizadas en terreno muchos creen haber oído sonidos extraños atribuibles al Tilacino, pero no sirven de prueba y no han logrado confir-mar que su especie sobrevivió a la persecución, a la modificación del hábitat, a la competencia con perros por alimento y las enfermedades.Sin embargo los criptozoólogos afir-man que su existencia es real, según sus relatos han encontrado huellas, pero estas no son concluyentes.Su sombra puede estar aún reco-rriendo las misteriosas selvas de esta pequeña isla, compitiendo con su pariente vivo más cercano, el Demo-nio de Tasmania, tal vez sólo ellos sa-ben si el Lobo Marsupial todavía caza bajo el dosel de los árboles.

“En 1936, el lobo marsupial de Tas-mania recibió protección jurídica en virtud de la ley, a pesar de que era probable que ya se había extingui-do. En 1966, una reserva de caza 647.000 hectáreas fue creada en el suroeste de Tasmania, en parte para proteger a los animales que posible-mente quedan en la zona”.

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Una Pequeña Obra de Arte

....Mientras caminaba entre los árbo-les menudos, que se dignan dar som-bra, en los calurosos bajos del mon-tañoso hogar de las chinchillas, mis pies casi tropiezan con una llamativa estructura de paja y barro, de formas redondeadas, que parecía haber quedado olvidada en el trayecto, por su talentoso artífice..... Sin pensarlo dos veces, desplegué mis brazos y atesoré en mis manos, esta pequeña obra de arte, para le-vantarla y observarla de cerca... ... una vez más me sorprendí con los detalles de su confección.....No era la primera vez que observa-ba un nido de zorzal. Probablemente, los fuertes vientos del día anterior, lo habían arrancado de las ramas que lo sustentaban... ... en todo caso, era visible que no era obra de la última temporada, y seguramente sus fuga-ces ocupantes, ya adultos, hoy inte-gran el coro que en cada amanecer, anuncia la llegada del día, haciéndo-se sentir en cada rincón de estos pa-rajes semiáridos.....Este simpático hallazgo, trajo a mi mente el recuerdo de un espectáculo que, hace algún tiempo, me brindó gratuitamente una pareja de zorza-les, a pocos metros de la ventana de

la oficina de esta Reserva Nacional, cautelada por Conaf.......Recuerdo que me encontraba in-merso en los papeles, cuando por el rabillo del ojo, me pareció ver una forma alada, que llegaba hasta las ramas de un árbol cercano a la ven-tana, una vez allí emitía un sonido parecido al de un suave zapateo, y luego se retiraba con la misma rapi-dez que había llegado. Con esta for-ma indirecta de observación visual y auditiva, pude captar que esta ope-ración se repetía con cierto intervalo de tiempo.....Intrigado por lo que sucedía, hice un alto en mi quehacer, y me dedi-que a observar a través de la venta-na... ...a partir de ese momento, pude apreciar detalles insospechados, de una obra que se levantaba frente a mi, sobre una rama de Molle, a sólo dos metros del suelo... ... la construc-ción paso a paso, de un nido de zor-zal.....Con perfecta sincronía, los zorzales llegaban de a uno a la vez, portan-do su carga de hierbas secas en el pico, rápidamente se instalaban semi echados en la base del nido, y una vez que, ubicaban la paja en el inte-rior, giraban su cuerpo con gran rapi-

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dez, efectuando un zapateo rítmico en el piso del nido, moldeando en el giro, los contornos interiores, con un simultaneo y suave aleteo vibratorio....Al día siguiente mi sorpresa fue mayor, al constatar que mis vecinos alados, habían pasado a otra fase en la construcción de esta cuna artesa-nal. A diferencia del día anterior, sólo uno de ellos se había hecho cargo de la obra, en esta nueva etapa el macho oficiaba de albañil....Siempre había visto los nidos de zorzal, estucados con barro en su interior, pero nunca había tenido el privilegio de presenciar el momento en que se lleva a cabo este prodigio de albañilería artesanal...

...Al principio me pareció que el zor-zal llegaba hasta el nido, sin su car-gamento habitual de paja, y observe que traía el pico muy abierto, como

si estuviera agitado. Sin embargo, al mirar con mas detalle, me di cuenta que transportaba en su garganta, una carga de barro. Lo que observe a continuación, me dejo maravillado......Durante toda esa mañana, estuvo acarreando material para su obra, re-gularmente hacía viajes alternados, primero paja, luego barro, y así suce-sivamente paja y barro, sin embargo ocasionalmente, repetía las dosis de paja o de barro, según la necesidad....Me sorprendí al ver que esta ex-traordinaria ave, podía discernir que material había que reforzar, según el avance de la obra, y más aun al ob-servar que cuando esparcía el barro en la pared interior del nido, le impri-mía más fuerza al aleteo, seguramen-te, para adherir mejor el barro en la paja....Después de varios días de incesante actividad, por fin concluyó la faena, cesaron los interminables traslados de paja y barro, y por el contrario, al observar por la ventana, se podía ver

en todo momento a uno de los zor-zales echados en el nido, en absoluta quietud......Aunque no me era posible mirar al interior del nido, me resultaba fácil imaginar los huevos, se había inicia-do la cuenta regresiva, la pequeña pero fantástica obra, emplazada en las ramas del Molle, se había conver-tido por fin en una promesa de vida.

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Para explorar... para descubrir... para conservar...

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