DOCTORADO EN GESTIÓN EDUCATIVA
Centro para la Investigación de la Administración Educativa CINADE San Luis Potosí S.L.P 30 MAYO 2010
PRIMER ACERCAMIENTO A UN MODELO INTEGRADOR DE TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR.
M.Í.T.I.C.O.
EDU CA C I Ó N A DST ANC I A
E R I C K T I G R A N S Á N C H E Z M E L C H O R
INTRODUCCIÓN
Existe un intenso debate con respecto al fenómeno de la tecnología educativa.
Esta discusión se torna más compleja cuando se precisan conceptos
semánticamente parecidos pero que en sus aplicaciones son distintos más no
distantes. De forma muy sintética (porqué no es el objeto de este trabajo) la tecnología en la educación se entiende como la ciencia aplicada
transformado y fortaleciendo los procesos educativos. La tecnología de la educación es lo que conocemos como didáctica, es decir, las herramientas
usadas por la educación para lograr de forma más eficiente y eficaz sus
objetivos.
Asistimos pues, a una ampliación conceptual que nos permite tener una
perspectiva más profunda del fenómeno tecnológico con respecto a la
educación.
La postura frente a la tecnología en los
sistemas educativos se debate entre la
visión que acepta como único destino
salvador de la educación a los recursos
tecnológicos, y quienes alertan con
discursos casi apocalípticos sobre los
peligros deshumanizantes de la tecnología,
que profieren los tecnofóbicos.
“Muchos educadores han asumido una posición frontal ante los medios,
viéndolos como el enemigo a vencer. Más allá de una "resistencia pasiva"
frente a los medios, la posibilidad de trascender una visión confrontativa para
reenfocar el problema de la información y la comunicación contemporáneas
como contenido de lo educativo, supone reconocer que su penetración cultural
ha modificado radicalmente las formas de relación de los seres humanos con la
información, y que las herramientas para el manejo informativo no están dadas
en la oferta de estos medios. Tocaría entonces a los educadores profesionales,
plantearse diversos desafíos”1
¿Desde donde trabajar la distensión, el acercamiento
entre las posiciones?
.
Al tender redes de inteligencia
entre las posturas en debate,
debemos construir un andamiaje
que permita sostener el uso
racional de la tecnología en el
contexto educativo, con ello
asumimos una postura firme ante
esta disyuntiva:
La necesidad de construir un
modelo integrador de tecnologías
de la información y comunicación en el contexto de la organización escolar, al
que nos referiremos como MÍTICO.
“Ni la innovación ni la modernización son términos que por sí mismos
convenzan a los educadores y educandos de la necesidad de integrar las
tecnologías de la información y la telecomunicación en los procesos de
enseñanza y de aprendizaje. Para los tecnófilos esto representa un problema,
porque lo que a ellos los deslumbra no es visto por los otros, "los resistentes",
como una necesidad. Para los tecnófobos, la modernización y la
tecnologización se vuelven sinónimos de deshumanización e imposición
"tecnocrática"”2
1 CHAN, María Elena. Entre la tecnofobia y la tecnofilia: el desafío de una educación comunicativa. La Tarea. Revista electrónica Educación y cultura de la Sección 47del SNTE. Extraído el 28 de mayo 2010 de
.
http://www.latarea.com.mx/articu/articu12/chan12.htm 2 Ibíd. CHAN, María Elena.
CONFIGURACIÓN DEL SOPORTE TECNO EDUCATIVO
Al pensar en Tecnología Educativa (TE) nos interpela de forma inmediata el
concepto de máquinas y complejos procedimientos digitales multimediáticos;
Sin embargo, la referencia a la tecnología rebasa a la idea de herramienta
física también denominada hardware. Dentro del concepto de la TE podemos
incluir también herramientas de orden conceptual y metodológico, así como los
sistemas abstractos llamados software.
La integración de ambos elementos representa apenas la visión instrumental
del fenómeno. Desafortunadamente es común que la discusión con respecto a
las nuevas tecnologías de la comunicación y la información TIC, se agote en la
relación de este binomio (Hardware- Software) y se privilegie el desarrollo
tecnológico sobre los resultados reales en el impacto del aprendizaje.
Investigaciones recientes y enfoques innovadores sobre los recursos digitales
utilizados para educar, han aportado nuevas perspectivas a los escenarios
tradicionales a pesar que de su bastedad en recursos telemáticos. Parecieran
no comprender la necesidad de cambios profundos en el proceso educativo
desde una perspectiva sistémica.
Para tener un acercamiento a los
soportes tecno conceptuales de
una visón holística de la TE es
importante situarnos en el
contexto de la Teoría General de
Sistemas. Así podremos
comprender que existen
diferentes dimensiones que
soportan cualquier manifestación
de la realidad, y el fenómeno
educativo no es la excepción.
“Desde la perspectiva sistémica, no solamente se contemplan los objetivos, los
medios, el profesor y el alumno, sino todos elementos intervinientes en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, con el fin de mejorar su eficacia. Entrando
en consideración: la situación económica, la política, los valores, el profesor,...
Estos elementos son definidos como aspectos intangibles (“underwear”), por
oposición al hardware y software”3
En la construcción de una nueva ecuación es pertinente abrir campos para
nuevas variables una de ellas según Muffoletto (1988) es el wetware. La define
como, “... conocimiento que conduce al hardware y software”; un constructo
ideológico que sirve de eje para la concepción, el diseño y el desarrollo de la
TE, de manera que en él se incorporan los valores, las creencias, prácticas y
fines del proceso educativo. El wetware entonces es un marco de referencia
filosófico, cultural y teleológico que le proporciona sentido a la tecnología.
.
“Dobrov (1979), además de considerar el “hardware” y “software”, introduce un
nuevo elemento el “orgware”, o componente estructural de un sistema
tecnológico, con la misión de asegurar el funcionamiento de los anteriores, su
interacción con otros elementos y con otros sistemas de naturaleza diferente.
Para este autor, todo sistema tecnológico requiere una forma específica de
3 CABERO, Julio. Tecnología educativa: su evolución histórica y su conceptualización Extraído el 11 de mayo 2010 de http://novella.mhhe.com/sites/dl/free/8448156137/471653/Capitulo_Muestra_Cabero_8448156137.pdf
organización estructural, de manera que sin ella el diseño y componente
tecnológico puede resultar o inútil o perjudicial”4
Para sustentar la necesidad de un orquestador técnico-administrativo-
conceptual partimos de los siguientes argumentos:
• No es suficiente disponer de las TIC.
• Tampoco es suficiente con disponer de los arcanos secretos tecnológicos, es
decir, del conjunto de los conocimientos y competencias profesionales
necesarias para dirigir los procesos correspondientes.
• Es indispensable tener una organización administrativa pertinente y que
soporte la estructura al nivel y a la especificidad del sistema tecnológico y a las
condiciones de aplicación de sus principios y funciones. En este orden de
ideas, la TE se puede visualizar como un fenómeno complejo que debe
articular a un equipo transdisciplinario que permita garantizar el enfoque
holístico de la experiencia tecno-educativa.
.
4 Óp. Cit. CABERO, julio.
Los especialistas que integran este equipo son: el maestro – asesor técnico
pedagógico - comunicador – telemático.
Otra dimensión del orgware es el
conjunto de medidas socio
económicas, de organización y de
gestión que están destinados a
asegurar la identificación y la
utilización eficaz de una técnica y
de conocimientos científicos-
técnicos dados, así como la
capacidad potencial del sistema
tecnológico de adaptarse,
desarrollase y autoperfeccionarse.
(Dobrov, 1979, 632).
La realidad alcanzó a las TIC y es
irremediable entender por qué el
orgware es fundamental para potenciar el uso productivo de la tecnología
telemática en la educación siguiendo a Dobrov:
• La decepción de las promesas y esperanzas depositadas inicialmente en ella:
disminución del fracaso escolar, aumento del número de personas que podrían
acceder al conocimiento, reducción de costos y en líneas generales, mejora de
la calidad de las acciones formativas; sus aplicaciones no dieron los resultados
positivos que se esperaban.
• El reconocer que la amplitud que se le había dado, entraba en contradicción
con otras disciplinas como la didáctica en nuestra cultura académica, ya que se
la había presentado como la posibilidad de organizar “científicamente” el
sistema completo de la instrucción, de manera que pudieran resolverse todos
los problemas educativos.
• La complejidad de hacer coincidir los campos disciplinarios que fundamentan
la interacción humana, epistémica y tecnológica, como la psicología cognitiva,
el movimiento “Ciencia, tecnología y sociedad”, el multiculturalismo.
• La falta de fundamentación teórica con que se habían tomado algunas de las
decisiones dentro del campo de la TE.
• El olvido que anteriormente se había tenido de la dimensión organizativa para
la incorporación de las TIC.
En el nuevo contexto del
pensamiento sistémico
aplicado a la TE toma un
lugar de gran relevancia el
tema del propósito. Aquí
nos cuestionamos el “Para
qué” de la integración
tecnológica educativa.
¿Buscamos educar mejor, comunicar más rápido, mejoras la estética de los
contenidos, generar mayor interés a partir de entornos “amigables”? son
muchos los destinos de la articulación planteada, y de hecho todos son válidos,
por ello es imprescindible determinar propósito como eje estratégico en la
planeación educativa.
Dentro del propósito es vital ubicar el modelo de comunicación que regirá el
proceso de intercambio simbólico que sustentará el proceso enseñanza
aprendizaje. Este en un excelente momento para determinar la postura
comunicativa de la fuente de emisión ante la fase de recepción. Hacemos
énfasis en el nuevo discurso de la comunicación productiva, fundamentar la
configuración de los códigos en el marco de referencia del receptor, es decir,
del otro. El concepto de otredad nos revela la necesidad de construir el
discurso tecno-educativo desde el entorno de comprensión de los alumnos.
También es una nueva obligación del planteamiento tecno-educativo
desarrollar procesos de comprensión para todos los involucrados en al
proceso.
En muchos de los casos tanto docentes como alumnos se enfrentan el
desconocimiento de los códigos y la propia comunicación se convierte en un
proceso tortuoso que pareciera más difícil que el mismo conocimiento que se
pretende adquirir. Ante esta situación existe la necesidad de desarrollar un
trabajo de alfabetización mediática, aprender a moverse en el lenguaje de cada
medio para así tener el potencial de aprovechamiento y elevar la productividad
del proceso enseñanza-aprendizaje. Cada medio y cada modalidad del medio
mismo generan demandas de precisión en su lectura. Existe toda una
semántica individual que como cualquier idioma se convierte en una llave que
permite el ingreso a un cúmulo de nuevos significados y significantes. Baste
con echar un vistazo a la cantidad de formatos que demandan las nuevas
plataformas de software y dispositivos digitales. Así, la alfabetización mediática
y digital se convierte en el empoderamiento del lenguaje y asume un rol de
prioridad para garantizar el éxito de la práctica tecno-educativa.
Los aprendizajes del propio proceso de enseñanza-aprendizaje son también
una prioridad en el Modelo Integrador de las TIC en la organización escolar. El
desarrollo de competencias didáctico-pedagógicas es uno de los elementos
medulares del proceso de tecno-educación. La propia naturaleza del proceso
educativo es complejo y multifactorial. Por ello, la capacidad y conocimiento de
soporte serán la diferencia entre un ejercicio estético y uno pedagógico.
El uso de la tecnología en el proceso
educativo debe superar lo meramente
instrumental y convertirse en un
fenómeno integrador.
La experiencia próxima pasada de México
en el contexto Proyecto Enciclomedia nos
revela los peligros de la miopía en la
planeación de proyectos tecnológicos.
“De acuerdo con el libro blanco del
Programa Enciclomedia, "no se
encontraron diferencias significativas en las habilidades de conocimiento,
aplicación y evaluación de los contenidos" entre los niños que utilizaron
Enciclomedia y los que no contaron con ese equipo. Inclusive los niños de
sexto de primaria que no utilizaron esa tecnología tuvieron un mejor
conocimiento al lograr 1.48 puntos sobre 1.23 de quienes sí tuvieron esa
herramienta, mientras que en la aplicación de los contenidos aprendidos, los
primeros obtuvieron 2.15 puntos contra 2.11 de quienes sí tuvieron esa
herramienta Y los de quinto año sin Enciclomedia fueron mejor evaluados con 2
puntos sobre 1.83 de sus compañeros con dicho equipo”5
A) Dimensión conceptual: Entender al proceso cognoscitivo como
herramienta para desarrollar técnicas de enseñanza y aprendizaje para que se
puedan enmarcar en la práctica de educación virtual y/o docente. La tecnología
conceptual implica la abstracción de los fenómenos, su comprensión y análisis,
y su expresión concreta en un plan de acción. En esta dimensión adquiere
sentido el propósito del proyecto. Asimismo se determina el modo y beneficio
de tal ejercicio. Aquí adquiere sentido el modelo educativo virtual como un
recurso de potenciación de los recursos cognitivos a través de estímulos no
presenciales para construir nuevas formas de interacción a partir de
modalidades alternativas de enseñanza-aprendizaje.
.
La limitación del uso de la tecnología educativa a la dimensión instrumental es
una condena a muerte de la innovación productiva en el contexto del proceso
enseñanza aprendizaje. Entonces, para vincular a la tecnología en el contexto
de la educación, más allá de su dimensión utilitaria, debemos reflexionar en la
compleja estructura de su accionar y en el cómo podemos los docentes
interactuar con está complejidad para pensarla, planearla y ejecutarla en el
proceso educativo. Por lo anterior, proponemos establecer tres dimensiones de
tecnología para el desarrollo del MÍTICO:
5 AVILÉS, Karina. La Jornada. Justicia-sociedad martes 25 de marzo 2006 extraído el 28 de mayo 2010 de http://www.jornada.unam.mx/2006/12/05/index.php?section=sociedad&article=044n1soc
El proceso de planeación educativa debe contemplar los aspectos siguientes
para la construcción de la dimensión conceptual:
• Objetivos curriculares
• Entorno del perfil de los alumnos:
• Niveles de operación, lectura e interacción con las Tic.
• Diseño de estratégicas didácticas en el contexto de la selección
adecuada de cada recurso telemático.
• Beneficios que aporta el recurso telemático a la significatividad del
aprendizaje.
• Evaluación de la experiencia tic para determinar el éxito de su uso.
B) Dimensión administrativa: La instrumentación de los procesos de TIC
requieren “per se” de una infraestructura y una serie de condiciones técnicas
para que opere de forma eficiente y eficaz. esto se ubica en una dimensión
administrativa. Esta dimensión permite la base de planeación suficiente para
garantizar la pertinencia y cobertura del modelo así como las necesidades
técnicas, de capacitación y mantenimiento y de cualquier proceso
complementario quien tenga como finalidad garantizar la operatividad del
MITICO. Esto implica que debemos entender que las posibilidades reales,
tiempo, recursos, movimiento y posturas institucionales son factores que
permiten o no el desarrollo aplicación o acceso a la tecnología educativa.
C) Dimensión Instrumental: Selección diseño y aplicación de los recursos
tecnológicos en la educación. Desarrollo de contenido y formatos tecnológicos
que se expresan en productos específicos.
La capacidad de operación es en este momento, pero sólo después de las
dimensiones anteriores, una necesidad vital para la activación del proceso
tecno educativo. Por ello es importante tener claro el propósito y las
condiciones administrativas propicias para la instrumentación de la fase
operativa de la enseñanza-aprendizaje en el contexto de la educación virtual.
La articulación tridimensional implica un ejercicio de diagnóstico que exige
tomar a la TE como un recurso administrable e integrado. Nunca como un
proceso aislado de innovación que se constituye en un profeta de lo
postmoderno, sino como parte de una evolución de los sistemas educativos en
concordancia con los avances en la investigación pedagógica. Así
comprendemos a la tecnología como una parte de un gran paradigma y
necesariamente ubicada como un elemento de un gran sistema
interdependiente.
BIBLIOGRAFÍA
1. AREA, M. (2004): Los medios y las tecnologías en la educación, Madrid, Pirámide.
2. AVILÉS, Karina. La Jornada. Justicia-sociedad martes 25 de marzo 2006 extraído el 28 de mayo 2010 de http://www.jornada.unam.mx/2006/12/05/index.php?section=sociedad&article=044n1soc
3. BAUTISTA, A. y ALBA, C. (1997). “¿Qué es la tecnología educativa?: autores y significados” Pixel-Bit. Revista de medios y educación, 9, 51-62
4. CABERO, Julio. Tecnología educativa: su evolución histórica y su conceptualización Extraído el 11 de mayo 2010 de http://novella.mhhe.com/sites/dl/free/8448156137/471653/Capitulo_Muestra_Cabero_8448156137.pdf
5. CHAN, María Elena. Entre la tecnofobia y la tecnofilia: el desafío de una educación comunicativa. La Tarea. Revista electrónica Educación y cultura de la Sección 47del SNTE. Extraído el 28 de mayo 2010 de http://www.latarea.com.mx/articu/articu12/chan12.htm
6. .CABERO, J. (2001): Tecnología educativa. Diseño y utilización de medios en la enseñanza, Barcelona, Paidós.
7. GARCÍA-VALCÁRCEL, A. (2003): Tecnología educativa. Implicaciones educativas del desarrollo tecnológico, Madrid, La Muralla.