EL CARDENAL JOSEPH RATZINGER Y EL CONCEPTO DE FE EN LA
OBRA INTRODUCCIÓN AL CRISTIANISMO
ARTURO MORALES
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE PEREIRA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
PROGRAMA: LICENCIATURA EN EDUCACIÓN RELIGIOSA
PEREIRA
2015
EL CARDENAL JOSEPH RATZINGER Y EL CONCEPTO DE FE EN LA
OBRA INTRODUCCIÓN AL CRISTIANISMO
ARTURO MORALES
Trabajo de grado para obtener el título de Licenciado en Educación
Religiosa
Asesor: PBRO. JHON JAIRO STRIEM
Licenciado en Teología Dogmática
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE PEREIRA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
PROGRAMA: LICENCIATURA EN EDUCACIÓN RELIGIOSA
PEREIRA
2015
RESUMEN
La fe es una de las manifestaciones más humanas y divinas que el hombre
puede vivir y asimilar desde la perspectiva del plan salvífico de Dios y que se
puede concebir como un homenaje que la razón le hace a Dios en la persona
de su Hijo Jesucristo para permanecer y comprender la realidad y su sentido
existencial de vida. En efecto, este trabajo de grado, es una interpretación
hermenéutica al pensamiento teológico y filosófico del Cardenal Joseph
Ratzinger contextualizado a los retos y desafíos del hombre de hoy.
La filosofía de la fe y la teología de la razón parecen fusionarse como una
lectura ineludible en el trabajo y una mirada profunda al hecho de redescubrir la
ontología del Cristianismo con respecto al carácter epistemológico de examinar
los misterios del mundo exterior, de ahondar en el papel de Jesucristo en la
génesis de la fe y relacionar la dependencia entre Fe-Cristo-Iglesia como
conducto natural e idóneo en el afán de identificarse como una persona de fe y
una sociedad de fe.
PALABRAS CLAVE: Fe, Comprender, Dogma, Historicismo, Co-humanidad,
Persona.
ABSTRACT
Faith is one of the most human and divine manifestations that man can live and
assimilate from the perspective of God's saving plan and that can be conceived
as a tribute to the reason does to God in the person of His Son Jesus Christ to
stay and understand the reality and existential meaning of life. In effect, this
paper grade is a hermeneutical interpretation theological and philosophical
thought of Cardinal Joseph Ratzinger contextualized to the challenges of
modern man.
The philosophy of faith and theology of reason seem to merge as an
unavoidable reading at work and a deep look to the fact rediscover the ontology
of Christianity with respect to epistemological examine the mysteries of the
outside world, delving into the role Jesus Christ in the genesis of faith and relate
Fe-dependence between Christ and the Church as a natural and ideal conduit
in an effort to identify as a person of faith and faith society.
KEYWORDS: De, Understand, Dogma, Historicism, Co-humanity, Person
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 7
1. NATURALEZA DEL ESTUDIO (referente situacional) ................................... 9
1.1 Descripción del área problemática. ....................................................... 9
1.1.1 Formulación del problema ................................................................ 14
1.1.2 Red de Preguntas ............................................................................. 14
1.1.3 Delimitación ...................................................................................... 15
1.2 Antecedentes ...................................................................................... 15
1.3 Justificación ............................................................................................ 15
1.4 Objetivos ................................................................................................. 18
1.4.1 Objetivo General ............................................................................... 18
1.4.2 Objetivos Específicos ........................................................................ 18
2. REFERENTE TEÓRICO ............................................................................ 19
2.1 Marco teórico .......................................................................................... 19
2.1.1 Fe – Comprensión de la realidad: ..................................................... 23
2.1.2 Fe – Israel: ........................................................................................ 26
2.1.3 Fe en Jesús y la Iglesia: ................................................................... 30
2.1.4 La Fe en dialogo con la ciencia y la cultura: ..................................... 35
2.2 Definición de categorías .......................................................................... 39
2.3 OPERACIÓN LÓGICA DE CATEGORÍAS .............................................. 41
3. REFERENTE METODOLÓGICO ................................................................. 42
3.1 Enfoque y tipo de investigación............................................................... 42
3.2 Unidad de Análisis y Trabajo (población motivo de estudio) .................. 42
3.3 Técnicas e Instrumentos ......................................................................... 42
3.3.1 Procedimiento ................................................................................... 43
3.3.2 Rejilla para recolección de datos ...................................................... 43
4. CRONOGRAMA ........................................................................................ 45
5. RESULTADOS ............................................................................................. 46
5.1 Fe-Comprensión de la realidad: .............................................................. 46
5.2 Fe-Jesucristo:.......................................................................................... 50
5.3 Fe-Iglesia ................................................................................................ 53
6. DISCUSIÓN ................................................................................................. 57
7. CONCLUSIONES ......................................................................................... 70
8. REFERENCIAS ............................................................................................ 73
8. ANEXOS ...................................................................................................... 75
8.1 Tablas ..................................................................................................... 75
8.1.1Tabla de Dogmas............................................................................... 75
8.1.2 Esquema de operación lógica de categorías .................................... 76
8.1.3 Rejilla de Recolección de Datos ....................................................... 76
8.1.4 Cronograma ...................................................................................... 77
LISTA DE FIGURAS
Figura 1. Operación lógica de categorías ......................................................... 41
LISTA DE TABLAS
Tabla 1. DOGMAS ........................................................................................... 40
Tabla 2. Fases procedimiento .......................................................................... 43
Tabla 3. Rejilla para la recolección de datos .................................................... 43
Tabla 4. Cronograma de elaboración trabajo de grado .................................... 45
INTRODUCCIÓN
Este trabajo de grado quiere centrar la atención en una gran realización de la
Teología contemporánea y una gran riqueza para la Iglesia de nuestros
tiempos. Pensar en la visión y el concepto de Fe en la sabiduría y la maestría
de Joseph Ratzinger es, sin duda alguna, un gran desafío para la reflexión
teológica y para la filosofía actual poder interpretar el espíritu de la letra que
subyace en todo su ministerio y, de manera concreta, en ésta obra
denominada: “Introducción al Cristianismo” (1967).
El esfuerzo por descifrar las ideas elementales de toda la vida Cristiana como
una aprehensión del Evangelio es una gran tarea para el creyente de hoy,
ubicado en un escenario, donde intervienen permanentemente muchos actores
que afirman explicar y comprender el todo a partir de números, postulados
filosóficos o en determinado caso, mediante ciertas revelaciones privadas que
llaman la atención en un sin número de personas.
Durante este trabajo, fundamentalmente vamos a encontrar en su primera parte
el planteamiento del problema de investigación siempre dirigido a interpretar el
concepto de Fe en la figura pública, sabia y espiritual de un hombre de oración,
pero de biblioteca, de racionalidad y de testimonio y de profunda convicción
pero abierto al diálogo con los más elocuentes intelectuales, siempre en
búsqueda de la verdad. En consecuencia, dentro de ésta descripción del
problema se observa los antecedentes que van conectados con esta línea
temática, luego una centralización del problema investigativo argumentando la
justificación en sus criterios de novedad, utilidad e interés y, por último,
señalando la aspiración de la investigación con el objetivo general y los
específicos.
En la segunda parte del trabajo se encuentra el referente teórico dentro de la
investigación en donde se expone todas las variables conceptuales propias del
autor, ligadas con las categorías de análisis establecidas en la operación lógica
de categorías, desarrollando los ejes temáticos de reflexión tales como:
Fe-Comprensión de la realidad
Fe-Jesucristo
Fe-Iglesia
A partir del listado anterior, se pretende enmarcar todas las preguntas
investigativas en una conexión y encuentro de la fe con la Epistemología, en
cuanto búsqueda de comprensión y explicación de la realidad y también un
contacto con la Cristología para determinar el punto de partida de la fe en
Cristo y sus implicaciones en la vivencia actual dentro del plan salvífico de
Dios. Además, la Eclesiología entra a jugar un papel notable en las
aspiraciones de éste trabajo teniendo en cuenta que se pretende examinar por
qué para vivir plenamente la fe en Cristo se requiere inexorablemente de vivir
en comunidad.
Durante el desarrollo del referente teórico, se encontrará una serie de autores
que alimentan, por así decirlo, éste rastreo Hermenéutico efectuado a ésta obra
del cardenal Joseph Ratzinger.
En tercer momento, se hace referencia al eje metodológico en donde se
evidencia la aplicación y todo el recorrido para hallar los resultados esperados,
desde el tipo de investigación, pasando por el cronograma y exponiendo los
datos recolectados de éste trabajo.
1. NATURALEZA DEL ESTUDIO (referente situacional)
EL CONCEPTO DE LA FE EN EL CARDENAL JOSEPH RATZINGER EN
LA OBRA INTRODUCCIÓN AL CRISTIANISMO.
1.1 Descripción del área problemática.
El año de la fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, se desarrolló desde el
11 de Octubre de 2012 y concluyó el 24 de noviembre de 2013, teniendo como
causas fundamentales de su celebración: los 50 años de apertura del Concilio
Vaticano II, los 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica y
el gran desafío de redescubrir el genuino significado de la fe, en el pueblo de
Dios, para colmar el mundo con la esperanza y la Luz de la fe. En este
contexto, considero que es fundamental tomar la lupa de la Fe-Razón para
esclarecer y relanzar el significado de la Fe en una visión holística
considerando su origen, expresiones, praxis y argumentaciones dogmáticas de
la Presencia salvadora de Dios en el mundo.
No obstante, surge una inquietud imperativa a proclamar en el HOY del
cristianismo y, más aún, en nuestra realidad latinoamericana en las
estadísticas de los que profesamos la Fe en Cristo se percibe una mayoría de
católicos, pero en donde de manera simultánea, se evidencia un claro
desconocimiento del concepto de fe y en donde las manifestaciones de
religiosidad popular podrían opacar su belleza, esplendor, vigencia, vitalidad y
ante todo, su profundidad.
Sin embargo, es sano preguntarse en medio de los múltiples y connotados
avances de la Ciencia, en donde las realidades espirituales son casi que
ignoradas por lo factible, lo inmanente, lo comprobable y lo verificable y que
desde la época contemporánea de los denominados filósofos de la sospecha
como lo expresa filosofo 1Julián Marías que en su libro Manual de historia de la
filosofía, manifiesta que: “Con los aportes de Sigmund Freud, Federico
Nietzsche, Augusto Comte y el neopositivismo o cientificismo de K. Popper,
Thomas Kuhn y Lakatos que proponen una liberación epistemológica de la
alienación religiosa que impide notablemente la comprensión y explicación de
la realidad y en donde la fe indica una amenaza ante la pretensión humana de
construir, transformar y cuantificar la realidad”. La referencia a éstos autores
tiene que ver con las diferentes épocas del iluminismo expandido en toda
Europa cuyas expresiones más significativas han sido la consolidación de una
sociedad cuya única fuente de autoridad y de verdad sea la ciencia y cuyo
centro de privilegio serán las denominadas comunidades científicas que
generan paralelamente una comprensión de la realidad que difiera
significativamente del hecho de la fe.
En efecto, comprender las relaciones de la duda y de la fe y ubicar el acto de
fe en la tarea de la comprensión de la realidad desde modelos científicos,
filosóficos y sociológicos parecen carecer de confiabilidad por los datos y
1 Julián Marías, Historia de la Filosofía, Trigésima segunda Edición. Biblioteca de la revista de Occidente 1980, Página 338 Aquí retomo la posición Comteniana de la relación conocimiento-Sociedad con un contacto a lo que el autor denomina los “Filósofos de la sospecha”, haciendo alusión a Feuerbach, Nietzsche, Marx y Engels con un materialismo histórico y dialéctico. Páginas 352-352
postulados generados al margen de la trascendentalidad y la sostenibilidad
metafísica que otorga el acto de la fe y que sin duda alguna se constituirá en
unos de los múltiples desafíos del auténtico rol de la Fe como herramienta
eficaz para descubrir la realidad y que, en consecuencia, el asociar el aspecto
de la Fe como sus aristas eclesiológicas, semiológicas y lingüísticas permitirá
adecuar y dar respuesta inteligible y razonables para tales desafíos.
Una interesante expresión del Papa Benedicto XVI en la V Conferencia
Episcopal para Latinoamérica, permitirá centrarse en el rol epistémico y
antropológico de la Fe, y reza su opinión: “solo quien reconoce a Dios, puede
conocer la realidad2”(Aparecida, cap. I, sobre la visión de la realidad del pueblo
latinoamericano), de tal manera que, es aquí en donde nos introduciremos
progresivamente en el océano maravilloso de la fe que interpela, razona,
asocia y que se manifiesta en humanizar la esencia humana bajo la insignia del
amor.
El otro campo importante para acercarse al terreno de la fe, es la correlación
inexorable que nos refleja su misterio y su esencia evidenciada en una
manifestación salvadora del Dios Uno y Trino que comienza con la revelación
del Dios-Creador, cuya figura sea visto como una ecuación con el Dios de
diferencias que versatiliza su proceder y oculta su identidad. En el periodo
patrístico de la filosofía medieval, cohabitan tres grandes escuelas o centros de
reflexión teológica que estimulan y dan inicio a los intentos concretos de
asociar significativamente a la fe y a la razón y como lo que expresa el Papa
2 S.S Benedicto XVI en su discurso durante la sesión inaugural de los trabajos de la quinta conferencia Episcopal de Latinoamérica y el Caribe, salón de conferencias en el santuario de Aparecida; Mayo 13 de 2007. Se toma ésta posición como una oposición teórica al concepto de lo real y la realidad en los enfoques contemporáneos de Marx y Engels que definen lo real como una multiplicidad de la materia
Juan Pablo II en la carta encíclica Fides et Ratio sobre el rol de explicitación del
misterio de la fe a partir de la razón con el propósito de ahondar en el tesoro de
la fe y, en la historia de la Iglesia, se destacan algunos lugares de abundante
connotación teológica como los centros que estaban en Alejandría(Egipto),
Antioquia de Siria(Siria) y Roma(La capital del Imperio Romano), además de
que en cada lugar referenciado, hay matices y características propias de cada
escuela con una función teológica en cuanto los campos de fe y costumbres
que profundizan en la humanidad de Cristo, la Divinidad de Cristo y los
avances de la naturaleza y personalidad del Hijo de Dios, en este periodo de
tiempo, brilla un gran Padre de la Iglesia: San Clemente de Alejandría que
plantea en sus ensayos que: “Sócrates y todos sus sucesores son el tercer
testamento de la revelación divina”3, consolidando la íntima relación entre
cristianismo y filosofía como nunca antes se ha visto en algún sistema
religioso. Lo anterior, nos sigue conduciendo hacia la centralidad de Jesucristo
en el campo de la fe y como la puerta de entrada y cúspide de la misma, en
donde tener fe o ser hombre de fe, nos encamina en la y hacia la persona
humana de Jesús y nos plasma la persona divina del Hijo de Dios para
finalmente observar la eclesialidad de la Fe obrada por el Espíritu Santo y en
donde surge la gran inquietud en la vivencia cristiana de nuestra sociedad y el
saber con certeza la respuesta a la pregunta: ¿Es necesario vivir la fe en la
Iglesia? o ¿Es una experiencia privilegiadamente individual en su vivencia? ,
pues bien, el cardenal Joseph Ratzinger nos enseña con precisión e idónea
argumentación las posturas más correctas al respecto. De acuerdo a lo
3 Stromata y el maestro de San Clemente de Alejandría en donde aún sobreviven fragmentos de sus elocuentes catequesis y su valoración por la Filosofía Griega. A ésta referencia bibliográfica se une Marcelo Merino que investiga con profundidad el Magisterio de éste padre de la Iglesia. Strom, VIII, 25,1 a 33,9
anterior, vale la pena resaltar que la Fe en su globalidad conceptual supera
todos los campos de las dimensiones múltiples del ser humano en el que vive,
actúa, trabaja, transforma y construye pero con la delicada labor de no
absorberlas y no desvanecerlas, sino conservándolas y perfeccionándolas
brindándole un nuevo horizonte de interacción y de certezas que son propias
del ser humano como la generación de una nueva concepción de la divinidad y
su proximidad con la humanidad y la relación divinidad con el colectivo humano
que hace brotar una co-humanidad unida por la fe y que se concreta en la
solidaridad, reconciliación y dignificación de la existencia humana resaltando de
manera bien pronunciada el valor del individuo y fortaleciendo y contraponiendo
toda postura egoísta y mirando detenidamente la alteridad del ser humano
como elemento vital de la antropología cristiana.
En la contemporaneidad y en la posmodernidad es bueno resaltar a grandes
filósofos humanistas y personalistas como Martin Buber, Emmanuel Levinas
que resaltan la identificación de la particularidad humana en la: “Conexión y co-
habitación con el otro”4 y que desde la perspectiva teológica pone en vinculo
relacional con el Totalmente Otro que es Dios, que es Amor eterno (cf. Jr 31,3;
1Jn 4,8.16). En consecuencia, la teología y la vivencia genuina de la fe
posibilita una construcción de relaciones humanas y de fraternidad que
transforman y unen las diferencias bélicas y de convivencia social y más aún,
como lo expresa el Concilio Vaticano II(1962-1965), de credo o de religión o
expresión religiosa mostrando y contemplando que toda la historia y todo
hombre tiende de manera misteriosa a Cristo, el eje nuclear de la fe, en los
4 Martin Buber, Yo y Tú, Buenos Aires, Ediciones Nueva visión, 1984 Página 7. “No hay en sí, sino solamente el yo de la palabra primordial yo-tú y el yo de la palabra primordial yo-ello”. Aquí el autor manifiesta la dimensión de alteridad de la existencia humana que tiene que ver directamente con la definición de fe Cristiana y su proyección Eclesial
decretos Unitatis Redintegratio y Nostra Aetate sobre el dialogo ecuménico y
sobre el diálogo interreligioso que expresa la apertura y las iniciativas para el
dialogo de la fe en función de iniciativas de paz, fraternidad y valoración
reciprocas.
Finalmente, el tema de la fe en esta magna obra:
“INTRODUCCION AL CRISTIANISMO”, pretende ser una aportación que
reflexionada y analizada con todos los elementos de una investigación de tipo
documental sea también un análisis a una experiencia fundamental por
excelencia de la vida humana.
1.1.1 Formulación del problema
¿Cuál es el concepto de Fe, contenido en el pensamiento
teológico del cardenal Joseph Ratzinger, en su obra
INTRODUCCION AL CRISTIANISMO?
¿Cuáles son las relaciones entre el concepto de Fe en el cardenal
Joseph Ratzinger y las concepciones del hombre de Hoy?
¿Cuál es el rol de la Fe en la compresión de la realidad en la
sociedad post-moderna?
1.1.2 Red de Preguntas
A. ¿Cuál es el papel de la Fe en la comprensión del mundo en la sociedad
actual?
B. ¿Cómo se consolidó la fe en Cristo en el desarrollo de su concepción
como Dios y Hombre?
C. ¿Cuál es la centralidad de Jesucristo en el papel de la Fe?
D. ¿Es necesario vivir una experiencia eclesial-colectiva para realmente vivir
a plenitud la fe?
1.1.3 Delimitación
La población de mi proyecto de investigación es la obra: INTRODUCCION AL
CRISTIANISMO Cuya referencias es: INTRODUCCION AL CRISTIANISMO
Joseph Ratzinger, Decimotercera Edición. Kosel- Verlag Gmblt 8 Co. münchen
1968, 2000. Esta delimitación con respecto a la población es de índole
documental.
1.2 Antecedentes
TABLA #1 ANTECEDENTES
1.3 Justificación
Uno de los elementos fundamentales que aporta la universidad, desde su
definición y su historia por naturaleza, es la creación y promoción de la cultura
científica y humanística que cooperan en la información, capacitación y
formación de profesionales que fecunden y comuniquen vida, conocimiento y
pautas necesarias para la transformación de la sociedad. De hecho, en una de
las tareas de la universitas (protoexpresion de la fe), en su concepción, es
promover la cultura humanística en la sociedad que evidencia un lugar
privilegiado para el hombre en cuanto sujeto y objeto de estudio. Es por ello,
que afirma muy contundentemente el Papa Juan Pablo II en su primera carta
encíclica emitida en el año 1979 y que reza: “El Camino de la Iglesia, es el
Hombre” (Redemptor Hominis 15), dando a entender que la persona humana,
el ser humano, el hombre debe de ser el origen y fin de toda acción humana, y
por ello, la teología y la educación no debe ser indiferentes ante tal propósito y
objeto. En efecto, uno de los pilares teológico- dogmáticos de la fe cristiana es
el aspecto de la proximidad más íntima de Dios para con el hombre como es la
encarnación del Hijo de Dios (Jn 1,14), cuyas verdades fueron definidas en los
Concilios de Éfeso (431) y Calcedonia I (451), respectivamente. Ahora bien
dirigir la mirada a la vivencia (Praxis) y confesión (logos) de la fe en el mundo
actual y observar críticamente como mediante la Sapiencia y excelencia del
cardenal Joseph Ratzinger el tema de la fe es una cuestión de llamativa y
provocativa detención epistemológica que nos remite a redescubrir y porque no
replantear nuestras posturas de fe en aspectos como interpretación,
significado, practicidad y belleza de la misma.
La novedad de este proyecto investigativo viene de la secuencia del año de la
fe (2012-2013) que nos estimula en la reflexión de la fe como un hecho
histórico que privilegiadamente desde su génesis, ha tenido una simbiosis
muy connotada con la filosofía para su compresión, comunicación y
profundización. En efecto, la obra Introducción al Cristianismo, ha sido definida
por algunos autores como una: “neosumma teológica del S.XX”5 y a los que
grandes teólogos como Romano Guardini6, Karl Adam, Michael Schmaus, entre
otros y cuyo título siempre ha sido relacionado con los comentarios
FILOSÓFICO-ESPIRITUALES de Soren Kierkegaard7 (Ejercitación del
cristianismo) y la obra de reducción antropológica y física de Ludwig Feuerbach
en 1841. Han comentado tratando de discurrir y proponer postulados serios
sobre la realidad de la Fe y su importancia en la existencia humana a nivel
individual y colectivo que universalmente siempre ha acompañado la historia
humana.
Además, es correcto no ignorar u olvidar la riqueza del pensamiento Filosófico
de Joseph Ratzinger, considerado uno de los intelectuales más destacados y
reconocidos en la actualidad cuya voz, experiencia e intimidad con el hecho de
la fe lo convierte en un referente para nosotros y nos da puntos clave en
nuestra tarea de humanizar al hombre con la educación y divisarlo con la fe en
una búsqueda continua de construcción de la civilización del amor. En cuanto
al campo de la pedagogía y en el contexto del ejercicio de la docencia en
Educación Religiosa, considero genial el hecho de analizar el Tema de La fe y
su transmisión y evolución pedagógica tanto en sus expresiones simbólicas y
lingüísticas que la han caracterizado en sus diversas épocas y que se tornan
5 En la décimo tercer edición de la obra introducción al Cristianismo del Cardenal Joseph Ratzinger, aparece una nota preliminar de Olegario González de Cardedal a la obra referenciada. Aquí relaciono la experticia de Ratzinger con la de Santo Tomás de Aquino autor de la Suma Teológica durante el periodo de la alta Escolástica 6 Uno de los grandes Teólogos del Siglo XX cuya labor intelectual ha sido punto de referencia para Joseph Ratzinger teniendo en cuenta además que en 1945 Guardini fue nombrado profesor en la facultad de Filosofía en la Universidad de Tubinga y dio lecciones de filosofía de la religión 7 Soren Kierkegaard, discurso denominado “En la espera de la fe”, define a la fe como un bien supremo y un bello y verdadero tesoro que hace capaz de vencer al porvenir y que le exige al hombre abandonarse plenamente
en un cultivo ideal para la siembra de nuevas estrategias de transposición de la
fe en sus aspectos y contenidos que permanecen en el tiempo y en el
transcurrir de la historia. Todo lo anterior, hace parte de la tarea del docente
que como teólogo en potencia y pedagogo por excelencia, se detiene a valorar
aquellos que, por su disciplina, santidad y reflexión, nos muestran vías para
recorrer el camino de la educación, de la palabra, del reto de la vida y que en
ultimas es aquel que afirmo: “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”
(cf. Jn 14,6).
1.4 Objetivos
1.4.1 Objetivo General
Interpretar el concepto de Fe en el Cardenal Joseph Ratzinger, Plasmado en su
obra: INTRODUCCION AL CRISTIANISMO, Mediante un rastreo hermenéutico
que nos permita identificar sus aportes, sus retos y su visión para
contextualizarla en el hombre de Hoy.
1.4.2 Objetivos Específicos
A. Identificar el papel de la fe en la comprensión de la realidad y su desempeño
en la labor de dar respuesta a las múltiples posiciones de la razón y del
pensamiento humano con respecto a la explicitación de sus propiedades
B. Comprender el nacimiento de la fe en Cristo y relacionar las percepciones
que implican una adhesión a su obra y a su mensaje
C. Interpretar la profunda relación teórica y pragmática de Cristo y la Iglesia en
la vivencia auténtica de la fe Cristiana
2. REFERENTE TEÓRICO
2.1 Marco teórico
El Cardenal Joseph Ratzinger es, sin duda alguna, uno de los intelectuales más
notables y connotados de nuestra época que considero representa toda una
fuente de humanismo y Teología que nos pueden iluminar en el proceso de
expresión de la fe en el mundo actual. En efecto, una de las ambiciones y
propósitos del hombre, ha sido precisamente, conocer con mayor rigurosidad
los diversos misterios de la realidad que desde la época histórica del
Renacimiento y a lo largo de toda la modernidad hasta nuestros días, ha
generado una marcada, y cada vez más tendenciosa lejanía de la Fe como
comprensión de la misma, fruto de ello, considero, se hace necesario
racionalizar el tema de la fe y trascendentalizar el tema de la razón para que,
cohesionados y unidos, nos ayuden a escrutar el océano infinito de la realidad.
La fe ha sido un tema de debate, controversia, separación y hasta causa de
guerras entre pueblos y culturas; y aparentemente el hecho fenoménico-
histórico de la fe ha generado derramamiento de sangre y profundas
lamentaciones para nuestra historia. En consecuencia, el Cardenal Joseph
Ratzinger y sus representaciones conceptuales de la fe nos permiten
estructurar en un acercamiento a su vida, a su testimonio y a su ministerio una
gran riqueza hermenéutica y conceptual acerca de las bases fundamentales del
cristianismo, y luego, con una aproximación a su filosofía de la fe y su teología
de la razón que manifiesta en su eminente obra: “INTRODUCCION AL
CRISTIANISMO” (1968).
Con respecto a la interpretación del concepto de fe en este hombre que vive y
es sostenido por la fe, es pertinente ahondar en la vida y en las etapas más
significativas de la vida de fe de este gran testigo de la fe.
JOSEPH RATZINGER, DATOS BIOGRAFICOS
Nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania) en 1927. Estudio en Freising y en
la Universidad de Munich. Ordenado sacerdote en 1951, ejerció como profesor
de teología fundamental en la Universidad de Bonn y de dogma e historia de
los dogmas en la Universidad de Munster y posteriormente en Ratisbona.
Perteneciente a una familia campesina de la región de Baviera en la Alemania
meridional que le toco vivir las consecuencias de la II Guerra Mundial, el mismo
relata en su obra para los 50 años de su vida denominada: Mi vida (1977) como
conmemoración de muchos y variados recuerdos que evidencian, sin duda
alguna, la presencia del espíritu de la fe en su familia y como ella(la fe)
determinaba la vida de su hogar en cuanto a las diversas festividades católicas,
empezando que el día de su nacimiento que fue un sábado santo y luego
bautizado el domingo santo a lo que el mismo denomina como una vida
sumergida en la Pascua del Señor y en la Pascua de la fe que va a direccionar
toda su vida y, de manera concreta, su respuesta a la fe que lo convertirá en
Ministro de la Iglesia y Guardián de la Fe, como lo describe la entrevista: Sal de
la Tierra ( Una conversación con Peter Seewald, Cristianismo e Iglesia Católica
ante el nuevo milenio), le toco también vivir la hegemonía nacionalista de
Adolfo Hitler y dedico su vida a Jesús de Nazaret, entró en el seminario y
aunque deseaba vivir en soledad y el contacto con la naturaleza que le
conectaba por la fe con el misterio de Dios, opta por el ministerio sacerdotal
con inclinaciones marcadas por el estudio y la lectura con una predilección
especial por el Latín y por el Griego, además de dedicadas investigaciones por
la historia del Cristianismo y la génesis de la fe cristiana y su expansión y
prolongación en la historia pero con una clara y ortodoxa visión del dialogo Fe-
Mundo en las aceleraciones y cambios de época que exigen por parte de la fe
luz y orientación.
Fue nombrado arzobispo de Munich y Freising en 1977 y promovido a cardenal
ese mismo año; sirvió durante veintiún años como Prefecto para la
Congregación de la Doctrina de la fe y presidente de la Pontificia comisión
bíblica y de la Comisión teológica internacional y tuvo participación consultiva
en unos de los acontecimientos más importantes de la Iglesia de Cristo en el
siglo XX, el Concilio Vaticano II, celebrado durante los años 1962 hasta el año
1965, convocado por S.S Juan XXIII y clausurado por S.S Pablo VI, en la
Constitución Dogmática Sacrosanctun Concilium en donde hubo una
acomodación del culto cristiano, a los retos y desafíos de la sociedad en la
actualidad.
Su vida ha sido transversalizada como un intelectual o académico de la fe pero
también ha sido plasmada como testimonio y pastor de la humanidad y ante
todo como defensor, apologeta o guardián de la fe, por ello documentos u
obras relacionadas con la fe son más de noventa obras que han sido leídas en
todo el mundo entre las cuales se destacan Fe, verdad y tolerancia, La
Fraternidad de los cristianos, La fiesta de la fe y por supuesto INTRODUCCION
AL CRISTIANISMO, además de documentos eclesiales en temas delicados y
de mucha discusión como el ecumenismo y el diálogo interreligioso, en donde
se requiere una marcada maestría, como lo materializó en la declaración
Dominus Iesus(2000)8 y la Carta Donum Vitae(1987)9 sobre la manipulación
genética de la vida humana y sus cartas encíclicas Deus caritas EST (2005)10,
Spe salvi (2007)11 y la carta encíclica Caritas in veritate (2009)12 y su
celebración de la fe, como el tesoro de la Iglesia que conmemora con el Año
Paulino (2008-2009)13 y posteriormente con la celebración universal del Año
de la fe (2012-2013)14 que ha caracterizado su ministerio petrino, incluso en la
renuncia deliberada a su condición de Papa, enseña que la autoridad consiste
en el servicio y que la delegación del gobierno es una manifestación de la fe
que irradia que el único que reina es Jesucristo el Señor.
8 Declaración Dominus Iesus emitida el 6 de Agosto del año 2000 con motivo del año de jubileo. Aquí expresa la centralidad de Cristo en la fe, en la historia de la salvación y en la historia global del hombre clarificando su unicidad y universalidad con respecto a la soteriología interreligosa. 9Instrucción Donum Vitae, instrucción para la doctrina de la fe del 22 de Febrero de 1987. Hago alusión a éste texto por la versatilidad y contacto del tema de la fe con la ética, la biotecnología, la cultura moderna y el concepto holístico de la vida 10 Carta encíclica Deus caritas est, del 25 de Diciembre del año 2005. S.S Benedicto XVI muestra la evidencia de la fe en Cristo como una práctica constante y humanizadora del amor haciendo énfasis en todos los elementos que hacen diferencial el amor Cristiano con respecto a las manifestaciones de amor desde un punto de vista humano 11 Carta Encíclica Spe Salvi del 30 de Noviembre del año 2007 en donde relaciona la fe con las otras 2 virtudes Teologales como son la Esperanza y el amor 12 Carta Encíclica Caritas in veritate, del 29 de Junio del año 2009 en donde manifiesta la relación metafísica entre caridad en la verdad y verdad y libertad por lo que se deduce que la fe es una prolongación de la caridad eterna de Dios en el mundo y una evidencia de la presencia siempre operante de Dios. 13 En la homilía de la celebración de las primeras vísperas de la solemnidad de las fiestas de San Pedro y San Pablo con ocasión de la inauguración del año Paulino 28 de Junio del año 2008 y el 29 de Junio del año 2009 cuyo centro de celebración de los 2000 años de nacimiento del Apóstol Pablo quien fuera apóstol de la fe y testigo de Cristo 14 Proclamación del año de la fe por el Papa Benedicto XVI que se desarrolló el 11 de Octubre de 2012 hasta el 24 de Noviembre de 2013
A continuación una visión de la fe en esta obra desde la perspectiva de:
2.1.1 Fe – Comprensión de la realidad:
Un análisis de la situación y la posición de la fe hoy en día es fundamental a la
hora de observar con una “lupa epistémica” el fenómeno cultural, político,
económico y sociológico de la Fe en el contexto actual; además, se debe tener
en cuenta el momento crítico y desafiable de la fe en la Modernidad con la
decadencia de la Medievalidad con las formaciones del Renacimiento y el
Humanismo, respectivamente, en donde comienza una progresiva y acelerada
separación de la Fe como elemento clave para comprender y explicar la
realidad añadiendo todos los desencantos de la Sociedad Post-Moderna como
eco de la II Guerra Mundial (1939 – 1945), que seculariza una sociedad
pululando el Laicismo y todas las expresiones de ateísmo posibles, y
sumándole los logros de la ciencia en aspectos como la Física Cuántica y la
Astronomía que han debilitado el aspecto de la fe, como herramienta eficaz de
la comprensión de la naturaleza.
No obstante, la fe se sostiene por la gracia divina y se expresa en la “nostalgia
de Dios” inherente en todo hombre y en todos los hombres de todas las épocas
y todos los lugares. En este sentido, es conveniente detenerse en la
concepción de realidad y su concepción en la medievalidad que era
considerada como esencia por el centro de reflexión epistemológica que se
centraba en DIOS, como eje de la reflexión filosófica en general y, de allí, que
la fe jugara un papel privilegiado a la hora de busca explicar y asimilar el
cosmos, el hombre y Dios mismo. Durante el siglo XVIII, surge el filósofo,
político y abogado italiano Gianbattista Vico que proporciona nuevas luces
sobre la aproximación y comprensión de la realidad, definiéndola como lo
elaborado y lo hecho por los hombres, es decir, que lo real es lo factible y lo
hecho por el hombre porque el mismo es el protagonista de la historia, su
hacedor y su consumador y lo verum ipsum factum (principios de la ciencia
nueva entorno a la naturaleza de la nación, 1725, Nápoles)15, implicando que la
relación realidad-producto y realidad-producción han de ser los pilares de la
noción conceptual de realidad y dichas ideas intuitivas serán objeto de reflexión
y ampliación del concepto hegeliano que con su lógica dialéctica y visualización
del espíritu absoluto en donde el hombre es expresión del único espíritu
absoluto que se halla en la historia y que cohesionado con todos los
acontecimientos, logros y conocimientos que configuran la realidad de las
cosas, crea una ecuación entre lo creado y configurado por el espíritu absoluto
y la realidad que está comprendida en una gran armazón de todo el
conocimiento humano, en efecto, estos postulados hegelianos van a ser
usados por uno de los grandes representantes de los denominados filósofos de
la sospecha como el filósofo, sociólogo y antropólogo alemán Karl Marx que en
su obra Manifiesto sobre el comunista (1872) expresa que: “Existen
alienaciones que imposibilitan que el hombre conozca la realidad y de la cual
debe liberarse como él lo denomina el opio del pueblo que eclipsa el verdadero
rostro del hombre que transforma la historia y que lo real consiste básicamente
en aquello que se produce mediante el trabajo”16. Luego, esta representación
de la realidad con la reducción antropológica de observar la fe como la
15 Gianbattista Vico, Principios de la Filosofía de la historia, 1725, en ésta expresión intuye Joseph Ratzinger el nacimiento del Historicismo y una modificación progresiva al concepto de realidad que permaneció durante la época medieval con una dimensiones Ontológicas y Metafísicas 16 K.Marx y F. Engels, El manifiesto comunista, Editorial Elaleph, del 24 de Junio de 1872; Londres, Inglaterra
idealización del hombre elaborada por Ludwig Feuerbach en La esencia del
cristianismo (1841), también plantea que: “La realidad está determinada por la
conciencia humana”17 a lo que la fe esta exigida a adecuarse y estas
concepciones amplían el horizonte de la fe que aproxima, por encima de los
paradigmas de compresión humanos, la realidad de DIOS que es amor eterno
y también sobresalen los movimientos positivistas con acentuaciones
sociológicas como las emitidas por el filósofo francés Augusto Comte que en su
obra: Curso de Filosofía positiva, del año 1842, manifiesta que la realidad
únicamente está determinada por la interpretación sistemática y verificable que
solo puede otorgar la ciencia con la eficaz herramienta del método científico y
sus sucesores, aunque con marcadas tendencias, como el americano Karl
Popper y Thomas Kuhn que con la teoría de “La falsacion”18 y la “Revolución
científica”19 pretender encumbrar a la ciencia como la suprema autoridad que
denota lo real y lo verdadero y toda expresión religiosa y metafísica quedaría
abolida y obsoleta por no tener el criterio de demostrabilidad y argumentación
cuantitativa preferiblemente. Sin embargo, la fe se adapta y da respuesta a las
inquietudes más profundas que subyacen en la conciencia humana, incluido lo
más cientificista y racional posible, porque la fe no es un obnubilar ni alienar la
racionalidad humana sino un fortalecimiento metafísico y ontológico de lo
17 Ludwig Feuerbach, La esencia del Cristianismo, 1841, Capítulo 2 Sobre la esencia de la Religión en donde la definición de los atributos de un Dios supremo y poderoso no es otra cosa que la Idealización del Hombre Ideal 18 Karl Popper, Lógica de la investigación científica, México, Rey 1991. En uno de los apartados, afirma Popper, lo siguiente “Creo, sin embargo, que al menos existe un problema Filosófico por el que se interesan todos los hombres que reflexionan: Es el de la Cosmología, el problema de entender el mundo incluido nosotros y nuestro conocimiento como parte de el 19 Thomas Kuhn, La Estructura de las revoluciones científicas, 1962, Capítulo 3 Sobre la revolución de Copérnico. Fondo de Cultura económica de España (2005)
aparente para acercarnos a la verdad y es logos que expresa, que mueve y
que crea.
2.1.2 Fe – Israel:
Esta Fe Cristiana se remonta inexorablemente a una ubicación concreta en la
historia, como es en el caso específico de Israel cuya experiencia de Fe nace
en una serie de escenarios importantes tales como: El Politeísmo, La Zona
Geográfica de Israel que es propia de pueblos paganos y el punto de contraste
del relieve judío que tiene en si una significación y profundidad teológica como
la zona de Samaria, en el norte, y la zona de Jerusalén al sur de Israel, y todo
el proceso de instauración y consolidación en la Tierra prometida como
expresión importante de la génesis de la fe judía. En efecto, al llegar a dicha
tierra prometida les toca conquistar una tierra habitada por otros pueblos. Con
lo anterior, se descubre y se desvela una identidad especifica en Israel bajo
aspectos como: El Monoteísmo, la prioridad de palabra, la vivencia colectiva de
la Fe y la esperanza en promesas divinas siempre acompañadas de etapas
dinámicas con un alto contenido salvífico, cuyo eje central subsiste en la
Pascua Judía con el acontecimiento del Éxodo como punto de partida del Dios
Veterotestamentario atravesando un recorrido teológico del “Dios Liberador” a
un “Dios Creador”, con puntos del Dios de la Palabra o Dios de la Montaña, o
más aun, un Dios que de vez en cuando toma formas antropomórficas y en
otras ocasiones tiene formas totalmente etéreas, abstractas, inenarrables e
inteligibles para la percepción humana.
Es conveniente aclarar que la experiencia de Fe del Dios de Israel posee en si
una serie de lugares de la Fe que fundamentalmente son: La Familia (cf. Ex 14,
1ss), El Templo (2 Cro 7, 1-14), La Escuela Rabínica y por su puesto las
Sagradas Escrituras (cf. Josué 1, 8-9).
Sin embargo, en la cotidianidad del judío todo lo asume desde la Fe, tanto lo
bueno como lo malo, la abundancia y la escasez, el castigo y el galardón y ello
genera que la fe judía posea en si una globalidad absoluta a la hora de generar
una explicación a las vicisitudes del pueblo, y ello es, la ferviente adhesión del
pueblo de Israel a una fe que todo lo explica y en el cual , cada creyente
encuentra sentido a la vida y a todos los momentos de la vida. En este
contexto, es bueno reflexionar a la importancia de los siguientes aspectos que
potencian y nutren la fe judía como sostén y base de la vida. Estos elementos
son: La Palabra, la oración, la tradición oral y el templo.
La Palabra: Éste es un punto determinante en la consolidación, vivencia, y
comunicación de la fe Judía en toda su historia. La palabra, de la raíz Hebrea
Dabar, aparece en las escenas o momentos salvíficos más importantes del
pueblo Judío, tales como: En la creación (cf. Gen 1, 1-2,4) en donde Dios todo
lo crea a partir de la palabra; Luego, es la palabra la que resuena en el corazón
de Abraham y le muestra la tierra desconocida de la que saldrá una gran
descendencia (cf. Gen 12, 1-7) y es la palabra la que se le reveló a Moisés y a
todos los grandes personajes de la historia de la Salvación en el antiguo
testamento. Es interesante resaltar la adhesión y la retención memorística que
tiene un Judío con la ley (cf. Jos 1, 8-9) porque en ella encuentra la garantía de
que Dios está actuando, ha actuado y va a actuar. La palabra tiene un carácter
divino y es digna de ser estudiada rigurosamente por los creyentes judíos, a tal
punto que muchos Judíos cargaban trozos de la ley en sus vestiduras y hacían
discusiones constantes sobre todo lo que concierne a la fe judía en conexión
con la Torah, los escritos y los libros proféticos. Nunca apartarse de la palabra
será la clave del éxito para un Judío ferviente y radical (cf. Sal 137)
La oración: En la dinámica espiritual del pueblo de Israel, la oración abarca un
aspecto importantísimo para vivir su fe, teniendo en cuenta que son siete horas
litúrgicas de oración buscando contemplar el rostro del señor y tributarle
alabanza y honor por su misericordia. En éste sentido, se puede hallar un
axioma teológico en cuanto que siempre que el pueblo de Israel oró
incesantemente a Dios, siempre hubo respuesta y acción de Dios para con su
pueblo (cf. Sal 27; 34; 84;103;141).
El libro de Jeremías contribuye mucho a valorar la oración. Contiene diálogos
con Dios, en los que el profeta, tanto a título personal como representado a su
pueblo expresa una crisis interior en relación a la elección de Dios y a la
realización de su plan. Israel ora con Lamentaciones, Alabanzas, Actos
penitenciales, y en todos los momentos del día para comprender que en Dios
encuentran su fortaleza y su refugio
La tradición oral: Uno de los detalles más fascinantes de la manifestación
pragmática de la fe Judía consiste básicamente en la comunicación, de
generación en generación, de los hechos portentosos y de los preceptos de
Dios y la importancia de tributar culto y adoración solamente al único Dios (cf.
Dt 6,4). Se puede deducir que la tradición oral ha sido mucho más fuerte que la
tradición escrita en el pueblo Judío, incluso antes de los primeros textos
sagrados del antiguo testamento.
Con respecto a la tradición oral, aquí subyacen 2 elementos necesarios para
asimilar el papel de la tradición oral en la fe judía como lo son:
- La tradición oral conservada de generación en generación en cada
familia judía
- Cuando aparece la Escritura disminuye la tradición oral en las familias
El templo: Éste es otro de los centros de espiritualidad judía en donde pulula la
fe, en donde halla su carácter doxológico sabiendo que en templo habita la
Gloria de Dios. El antiguo testamento enseña que Jerusalén es venerada (Sal
121) porque en ella se encuentra el templo y en el templo se encuentra la gloria
de Dios.
El templo construido por Salomón (Siglo X a.C) es un edificio de piedra que
dominaba la colina de Sion y que ha pasado por 2 etapas más, tanto de
reconstrucción (Post - Exilio) y de consolidación (Rey Herodes). El templo es
simultáneamente espacio funcional y simbólico. Sirve como lugar de culto,
sobre todo sacrificial, de oración, de enseñanza, de curación, de entronización
real y por supuesto lugar para alimentar la fe.
El pueblo de Israel, en cierta manera, va hallando una identidad en medio de la
pluralidad de cultos que se encuentran próximos a la tierra de Canaán que
marcan la diferencia en cuanto al sacrificio y la manera de comunicarse con la
divinidad y es precisamente la palabra y una adecuación de ésta experiencia
según la ubicación geográfica en donde se encuentre; si es en el norte, se
encuentra Samaría capital de Israel, en donde la fe adquiere un carácter
profético y si es en el sur, en Jerusalén la fe se caracteriza por el sacrificio;
todo lo anterior son factores que se pueden afirmar, ayudan a darle un puesto
especial a la fe judía recordando la continuidad que tendrá con la fe Cristiana.
Por último, cabe resaltar la pasión y la Identidad que tiene Israel que brota de
la experiencia de fe de Abraham, Isaac y Jacob, de Elías, Eliseo, Samuel,
pasando por los profetas, los poetas y todos los sabios de Israel y sus múltiples
vicisitudes salvíficas en donde es la fe la que hace sanar, superar, asumir y
enfrentar toda adversidad y contrariedad en el devenir histórico de Israel como
pueblo y Nación. La Sagrada Escritura enseña que la revelación de Dios y su
elección por Israel es una cuestión de amor y misericordia que conlleva a la
formación de una comunidad salvífica puesta para ser luz de las naciones y
canal de bondad de Dios para con la humanidad (cf. Is 60, 1-2; Dt 4, 1-20) y
dicha fe se entendió en Israel como una transmisión de palabras santas que
contienen en si la actualización y prolongación de un acontecimiento clave
como lo es la liberación de Israel por parte de la opresión de Egipto y que va a
marca eternamente la soteriología y la esperanza del pueblo judío con la
celebración comunitaria de la fe con la fiesta de la Pascua que es vida y acción
de Dios en el hoy y en el presente del pueblo. La sacralidad de la Palabra, la
valoración del profeta y la adhesión a la ley son ingredientes básicos a la hora
de aproximarse a la explicación del valor genuino de la fe. Es de destacar que
el rabino Jacob Neusner en su obra: Jesús habla con un Rabino, manifiesta
que la ley y la auto denominación de la torah hecha carne en labios de Jesús
en el sermón de la montaña (cf. Mt 5-8) es el principal inconveniente en la
relación judaísmo-cristianismo y por ello el papel de la centralidad de Jesucristo
en la fe como condicional clave a la hora de interpretar el concepto de fe.
2.1.3 Fe en Jesús y la Iglesia:
El momento culmen de la Historia de la Salvación es la Encarnación del Verbo
de Dios y la posibilidad de Dios mismo, por amor extremo al hombre, se
encarne y se haga como uno de nosotros (cf. Flp 2, 6-11), y desde su anuncio,
su nacimiento, su vida pública, sus enseñanzas y milagros, sus designios, pero
ante todo su pasión, su muerte y resurrección han impactado y transformado
tanto la historia del hombre que la ha partido en dos, y él mismo nos ha
mostrado y enseñado un “nuevo camino de fe” que eleva y plenifica la
existencia humana. En este sentido, la persona de Jesús de Nazaret nos
muestra la visibilidad del Dios invisible del A.T, pero ante todo asocia como
nadie el verdadero significado de la fe como la excelente practica del amor y de
la Misericordia cambiando un alto sentido e interés por la persona humana
como ninguno otro. Es precisamente, el Amor extremo por el hombre (cf. Jn 13,
1-10), lo que lo mueve, lo que comunica, lo que irradia, lo que enseña y lo que
brota en cada uno de sus humanos actos que quedan deificados y
sobrenaturalizados por el trato con todos los hombres de todas las condiciones
(religiosas, económicas, morales, etc.)
Jesús de Nazaret, que significa del hebreo al castellano como: “Jhwh Salva” es
la realidad itinerante del nuevo estilo de fe que sobrepasa la regla, el mandato
y el precepto y que destila humanidad en todo el sentido de la Palabra y que
atrae a los hombres de todas las generaciones. Dicha fe, es una manifestación
Trinitaria de Adhesión al Padre que es Amor (1Jn 4, 8-16), a Jesús como
señor y Redentor del Mundo (Jn 21,7) y al Espíritu de verdad y vida (Jn 16, 13),
y que se plenifica privilegiadamente en Iglesia, en Koinonía, en comunidad,
esto es sin duda alguna lo que el Cardenal Joseph Ratzinger, como prefecto
para la Congregación de la Doctrina de la Fe, denomina que: “Seguir a Cristo
sin Iglesia, es la herejía del Siglo XXI”20, y que La Iglesia es el lugar más
apropiado e idóneo para la celebración, aprendizaje y profundización de la fe.
Definir a la Iglesia como puerta de la fe es equivalente a afirmar que la Iglesia
es la “Casa de la fe” en donde moran el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y
todos los hombres que en un auténtico acto humano opten por adherirse a este
Dios uno y Trino, Trascendente e Inmanente, Solemne y Sencillo que quiere
que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad (cf. 1
Tm 2, 4).
Uno de los aspectos fundantes de la fe en Jesús, es la ubicación y colocación
directa del seguidor de Cristo con el colectivo o conjunto de los seguidores de
Cristo que permite conocer, profundizar, vivenciar y crecer en el proceso de
transformación y adecuación de la existencia humana con el molde de Jesús
que une a los hombres, los congrega y los destina para ser activos canales de
esperanza y cambio en la historia en el hoy del hombre. De esta manera, la
vivencia comunitaria desde el punto de vista litúrgico o cultual toma una gran
importancia teniendo en cuenta que al celebrar la fe se adhiere a la identidad
divina de Cristo, se transfigura y se performa en su imagen viva, se exalta en
espíritu y verdad (cf.Jn4,23-24) y se consolidan los lazos de comunión en torno
a la Palabra y al Pan que entorno al altar se gesta la comunidad de fe que es
signo de la presencia soteriológica de Dios para con los hombres y
manifestación visible de Cristo que se perpetua en la historia desplegando su
gracia y su amor.
20 Joseph Ratzinger, La nueva Evangelización, Página 7. 19 de Enero de 2001
Cristo y el Espíritu son inseparables expresaba el Doctor y monje San Basilio
de Cesárea en su libro El Espíritu Santo (360), haciendo referencia a la
inseparabilidad pragmática y espiritual de Jesús con el Espíritu Santo, desde el
mismo momento de la encarnación hasta su resurrección y ascensión al cielo y,
posteriormente, El Espíritu revela, recuerda, enseña y celebra la persona de
Jesús plasmándola progresivamente en la comunidad de los discípulos de
Jesús y, es allí necesariamente en donde se puede plantear el binomio
teológico de Cristo-Iglesia como una relación tan profunda como la de Cristo-
Espíritu hasta tal punto que se puede afirmar que no se entiende a Cristo sin la
Iglesia y no se entiende a la Iglesia sin Cristo, es decir que en este binomio se
encuentra una relación substancial análoga a la del Cuerpo-alma, Materia-
forma y agua-vida.
Con lo anterior, se pretende aclarar y disipar que existen posiciones erradas
que pretenden desligar la belleza y la vivencia de la fe de manera alterna o
paralela del Cuerpo de Cristo, con excusas de que no se requiere institución o
comunidad sino que solo basta con un individualismo subjetivista que supone
una satisfacción de la búsqueda de Dios.
Con la configuración de la posmodernidad, como cambio de época se va
percibiendo un desencanto de lo tradicional y de los elementos más
convincentes de la vida humana como la familia, la ciencia, la religión, la
palabra y nos vamos acomodando a seguridades emotivas que son pasajeras y
débiles que reflejan inestabilidad y no conocimiento pleno y seguro de la fe.
La Iglesia es el recinto de Cristo y el Pueblo de los que anhelan y toman la
convicción fundamental de vivir de Cristo y vivir para Cristo perpetuando sus
milagros, sus palabras y su presencia viva y eficaz en el mundo y en la
sociedad haciéndola reflejo fiel de comunión y búsqueda de realización del ser
humano en todas sus múltiples dimensiones y comunicándole sabor a
eternidad con los pies en la tierra y con la firme convicción de hacer de este
mundo el mundo de la unidad entre Dios y los hombres y entre los hombres y
entre la naturaleza y los hombres. Dado lo anterior, se puede determinar que
no existe una fe autentica y verdadera sin Iglesia y sin la comunidad porque es
la Koinonía la que gesta salvación y transforma las relaciones humanas en
canales vivos y eficaces de la Palabra y de la gracia que cambia al hombre y lo
mueve de tal forma, que no lo encierra ni lo aliena ni lo aísla del mundo y de las
vicisitudes de la humanidad sino que lo confronta y asume como su
responsabilidad y como el espacio ideal para sembrar desde lo más mínimo y
pequeño, el proyecto urbano y social del amor que no conoce fronteras y que
se constituye en el camino ideal para los hombres.
La fe es el eje y motor que activa y posibilita la dinamicidad de la Iglesia en su
afán de instaurar el Reino del amor en el mundo (cf. Rm 14,17) y se puede
contemplar como el tesoro y joya más preciada debido a que sin fe, entonces la
Iglesia se volvería una colectividad masiva de relaciones sociales, un centro
cultural de innumerables libros y suma total de grandes reliquias
arquitectónicas de personajes del pasado y de personas que en el presente
evocan constantemente a una persona fallecida hace muchísimos años, pero
como Dios nos concede la fe, entonces la Iglesia es casa, altar, brazos
extendidos, mesa, refugio, hermanos y fraternidad y sobre todo Cristo vive y el
misterio de Dios-amor es la mayor manifestación del totalmente otro que nos
pone de cara ante el mundo y nos hace responsables de la salvación de todo el
género humano.
En el capítulo once de la carta a los hebreos, el autor sagrado expresa un
elogio a la fe evocando los momentos más importantes de la historia de la
salvación aludiendo que la causa original de todos esos actos y proezas es la
fe y por la fe, de allí que la fe transversalice la historia, la modifique, la
perfeccione, la sane y le dé norte mostrándole trascendencia y verdad.
El mundo actual requiere de una generación de creyentes que impacte de tal
manera por la vivencia de la fe, que se exprese en una convicción seria y
arraigada de vida, que sea signo de contradicción y preludio de lo que seremos
en el Cielo.
2.1.4 La Fe en dialogo con la ciencia y la cultura:
En la Iglesia existe el tema de la inculturación del Evangelio que pretende no
anular sino perfeccionar los elementos virtuosos y nobles que subyacen en
cada cultura y que no busca uniformar a la Cultura humana, sino enriquecerla y
embellecerla con la gracia y la fuerza que emana del Corazón de Cristo
Crucificado. Por lo anterior, la fe y la Cultura tienen muchos elementos en
común para dialogar como la vida, el arte, el Ser Humano, las tradiciones y
todas las múltiples expresiones de progreso que también encuentran su origen
en Dios.
Es importante analizar la etimología de la palabra cultura que proviene de las
raíces latinas Cultus y colere que significa cultivo o cultivar, y allí precisamente
nos podríamos plantear la pregunta: ¿Qué cultivo o que debe cultivar el
hombre?, y podríamos plantear una respuesta interesante que tiene
conectividad literal con la fe y es la vida, si es la vida, la cultura debe de ser
una múltiple expresión de la vida humana con sus particularidades y
manifestaciones fenotípicas que cohesiona y pone en dialogo a la fe y a la
cultura.
Ahora bien, la cultura humana es la condensación de las culturas que subyacen
en ella y que históricamente ha sido de debate y de discusión por un intento de
uniformar la cultura y en muchos casos de anular la cultura por un credo o una
profesión de fe y se encuentra objetivamente que la fe esta para promover la
cultura, para expandirla y conservarla perfeccionando aquellos detalles que
podrían contradecirle o eclipsar su belleza. El Papa Juan Pablo II en su carta
encíclica del año 1995 denominada Evangelium Vitae pone de manifiesto que
es probable que a la cultura de la vida se puede contraponer la cultura de la
muerte y que la segunda se identifica por prácticas que atentan contra la
dignidad humana y se puede deducir por una ausencia de la fe en estas
manifestaciones humanas. Ante lo anterior, aquí subyace una gran invitación y
una gran reto de fe para nosotros los creyentes sabiendo que es imperativo y
urgente evangelizar a las culturas y promover una Cultura de la Fe que proteja,
celebre y defienda la vida en todas sus expresiones y tonalidades.
Por otro lado, entablar conciliaciones o esfuerzos mancomunados entre la Fe y
la Ciencia, figura como un detalle más que interesante para analizar; como lo
expresó Ratzinger como S.S Benedicto XVI en la inauguración de la V
Conferencia Episcopal para Latinoamérica y el Caribe en Aparecida (Brasil),
cuando expresa: “Solo quien reconoce a Dios puede conocer la realidad”
(Discurso Inaugural, 2007) dando a entender que la fe es un presupuesto clave
para descubrir y a pretender todas las realidades humanas, incluidas porque no
las inquietudes científicas.
Definitivamente la fe y la Ciencia son muy distintas desde sus métodos y
criterios de acción pero tienen un propósito muy en común y es que ambas
buscan la Verdad que como termino universal está en singular y aunque sus
rutas sean diferentes se pueden complementar, correlacionar e ir juntas para
llegar a la única verdad que es Jesucristo, Camino, Verdad y Vida (cf. Jn 14,
6).Desde la revolución conceptual y paradigmática de Copérnico, pasando por
los avances en las matemáticas aplicadas y el nacimiento configurado y ya
consolidado del método científico con sus ilustres e invaluables aportes como
los exponentes de la Química y su afán de comprender la naturaleza y sus
propiedades, la Física como ciencia de la naturaleza y el nacimiento de
corrientes positivistas y cientificistas han creado nuevos interrogantes y han
exigido nuevas maneras de cuestionar la veracidad de la fe; Sin embargo, la fe
no cesa , ni disminuye ni se paraliza en su operatividad en el mundo y en la
sociedad porque es vigente, actual y camino real de ver y entender lo real. La
ciencia es, sin duda, una ruta seria y rigurosa para comprender y explicar las
cosas que suceden pero limitada en algunos casos por la materia de
interrogantes que un hombre desea saber cómo el amor, el dolor, la muerte y el
origen de todo.
A partir de la modernidad y durante gran parte de la contemporaneidad y la
post modernidad, la ciencia ha experimentado una serie de avances cuya
velocidad es sorprendente y la tecnología ha sido uno de los factores más
influyentes en la propagación de una cultura científica y globalizada. Es
conveniente aclarar que el desarrollo de la ciencia con respecto a otras épocas
de la humanidad ha sido exponencialmente valioso y nadie pone en duda los
descubrimientos científicos emitidos por eminentes representantes de la
matemática, de la física, y los más actuales planteamientos científicos como la
física cuántica y la relatividad general. No obstante, en medio de ése brote de
teorías y de postulados científicos, con muchos destellos de verdad, aun
sobresalen muchas incongruencias o imprecisiones acerca de los interrogantes
más profundos que se esconden en el corazón de los hombres como el origen
del universo, la muerte, el sentido del sufrimiento y la felicidad; cuando se habla
que el origen del universo proviene de una espontaneidad absoluta es una
respuesta que podríamos llamar no plena para la conciencia humana. Sin
embargo, son muchas personas quienes le han otorgado a la ciencia el mayor
porcentaje de credibilidad a la hora de encontrar razones explicativas de los
enigmas humanos, en muchos países las comunidades científicas y la voz del
científico parece tener un mayor reconocimiento que la voz de Dios en medio
de los hombres pero al encontrar certezas evidentes de que éstas
explicaciones por más científicas que sean nunca satisfacen plenamente el
espíritu humano y por ello con más vigencia y con mucha más fuerza la voz de
la fe grita y resuena en el corazón de cada hombre. El cardenal Joseph
Ratzinger es muy conveniente en refutarle la ciencia que la existencia humana
y la grandiosidad de la vida humana son fruto de la nada o de la mutación de
elementos científicos o mucho menos de las combinaciones biológicas que
evolucionan en tiempos determinados; La vida humana y el universo
trascienden éste tipo de realidades y el hombre mismo iluminado por la fe,
sostenido por la fe y ubicado en la fe es el verdadero modelo de la nueva
humanidad en éste sentido, cuando se habla de los cambios de época y de
época de cambios la fe le propone al hombre una nueva humanidad una
“Sociedad de fe”, que densa las diferencias violentas entre los hombres y que
una en el amor a cada persona y a todas las personas
2.2 Definición de categorías
Las Categorías básicas de este proyecto, fundamentalmente son:
FE: Es la Expresión de Confianza, Adhesión y Abandono que el hombre libre
y voluntariamente hace en su conciencia con la finalidad de acercar su vida
a Dios. En la obra: Introducción al Cristianismo, la Fe se constituye en
Identidad Cultural de un pueblo específico que en Jesucristo se universaliza
de tal manera que quiere acoger, bajo la insignia del Amor, a todos los
hombres.
Esta Fe se manifiesta con un carácter lingüístico y semiótico con muchos
rasgos característicos que irradian su profundidad y, sobretodo, su alto
sentido por el hombre. Es una Fe que no inhibe, ni mutila y mucho menos
anula la Dignidad humana.
IGLESIA: Es la Comunidad de los discípulos de Jesucristo que unido bajo
el vínculo del Amor se adhieren colectivamente a la persona de Jesús y
vive a profundidad su mensaje, celebran permanentemente su vida y
perpetúan con el Testimonio la civilización de la paz y del Amor.
La Iglesia es el Instrumento para irradiar al mundo la Salvación otorgada y
dada en Cristo, y su unidad, tradición, organización reflejan que es un
pueblo convocado por el Padre, Hijo y Espíritu Santo.
SIMBOLO: Es una representación que identifica y relaciona la Fe y se
expresa notablemente en el contexto veterotestamentario y neo
testamentario acerca de la relación Dios-Pueblo y Cristo-Alma en el N.T.
Estas representaciones simbólicas son de gran importancia.
PALABRA: Es la comunicación salvífica por excelencia de la Fe tanto judía
como Cristiana. La Palabra posee una connotación soteriológica tan
importante que es el contenido fundamental de la Revelación y tiene todo el
grado de divinidad que hace presencia en todos los momentos de la
historia de la Salvación y es hacedora de la historia de la Salvación.
DOGMA: Es la precisión y definición de las diversas verdades de la Fe
cuya finalidad es generar comunión y unidad en todo el pueblo de Dios.
Desde los orígenes del Cristianismo se han presentado necesidades
latentes de expresar los dogmas como revelaciones divinas asumidas, en
el colectivo del Pueblo Santo de Dios. Entre los más destacados se
encuentran:
Tabla 1. DOGMAS
DOGMA CONCILIO FECHA
Humanidad de Cristo Concilio de Nicea I 325
Divinidad de Cristo Constantinopla I 381
Divinidad del Espíritu
Santo Constantinopla I 381
Cristo tiene 2
naturalezas: La Humana
y La Divina.
Éfeso 431
Cristo se da La Unión Calcedonia I 451
Hipostática.
María: Madre de Dios Éfeso 431
2.3 OPERACIÓN LÓGICA DE CATEGORÍAS
Figura 1. Operación lógica de categorías
3. REFERENTE METODOLÓGICO
3.1 Enfoque y tipo de investigación
El enfoque de este proyecto de grado es Histórico- Hermenéutico y el tipo de
Investigación es cualitativa y el diseño de investigación es documental. En este
caso concreto es importante expresar que el enfoque es Histórico-
Hermenéutico básicamente por motivos como que en este trabajo no se
pretende controlar variables ni una observación de fenómenos en un entorno
artificial ni mucho menos una medición de palabras o de situaciones
epistémicas sino que lo que se pretende es aplicar el arte de la hermenéutica
que busca fundamentalmente interpretar y comprender los mensajes,
conceptos y significados no evidentes de los textos y contextos de un evento,
obra literaria u obra artística concreta.
3.2 Unidad de Análisis y Trabajo (población motivo de estudio)
La obra: INTRODUCCION AL CRISTIANISMO, Cardenal Joseph
Ratzinger, Ediciones Sígueme, Salamanca 2005 (XIII Edición).
3.3 Técnicas e Instrumentos
La Técnica de este proyecto de grado es la investigación documental y los
instrumentos serán las rubricas de recolección de datos, además de
clasificación y agrupación taxonómica de los elementos hermenéuticos más
destacados en la Obra: “INTRODUCCION AL CRISTIANISMO” del Cardenal
Joseph Ratzinger.
3.3.1 Procedimiento
El trabajo de grado sobre la interpretación del concepto de Fe en el Cardenal
Joseph Ratzinger ha tenido las siguientes fases de elaboración:
Tabla 2. Fases procedimiento
3.3.2 Rejilla para recolección de datos
Tabla 3. Rejilla para la recolección de datos
NUMERO DE FASE ACTIVIDAD LOGROS ALCANZADOS
F1 DISEÑO DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ESTRUCTURACIÓN DEL PROYECTO DE GRADO BAJO ASESORÍAS EXTERNAS
F2 RECOLECCIÓN DE DAROS DEL INFORME DE
PROYECTO DE GRADO (ANÁLISIS) ESTUDIO CRÍTICO, ANALÍTICO DEL LIBRO
REFERENCIADO
F3 ELABORACIÓN DEL INFORME FINAL CON UNA AYUDA DE ASESORÍA PRO DEL
INFORME FINAL
REJILLA PARA RECOLECCIÓN DE DATOS
OBJETIVO PREGUNTA
DATOS INFORMATIVOS
GENERAIL ESPECÍFICOS PALABRA FRASE
1 A
2 B
3 C
A partir de la rejilla para recolección de datos se obtuvo, dispuso y analizó la
información bajo la relación objetivo general y objetivos específicos ligados con
preguntas establecidas con la red de preguntas posteriormente una selección
de palabras claves y frases claves del autor (Cardenal Joseph Ratzinger) En la
obra Introducción al Cristianismo. La anterior secuencia pretende demostrar la
conectividad y la secuencialidad que debe expresar la Lógica investigativa que
de ésta forma, ordenada y planificada, posibilita y eleva exponencialmente la
factibilidad de interpretar el concepto de fe en esta magna Obra que se puede
valorar como un “Tesoro de reflexividad” de la fe que nos impulsa a continuar,
caminar, inmortalizar y humanizar a todos.
4. CRONOGRAMA
Tabla 4. Cronograma de elaboración trabajo de grado
CRONOGRAMA ELABORACIÒN TRABAJO DE GRADO AÑO 2015
ACTIVIDADES FEBRERO MARZO ABRIL MAYO OCTUBRE NOVIEMBRE
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
CRONOGRAMA AÑO 2015 X
ELABORACIÓN DEL MARCO TEÓRICO X
ELABAROACIÓN Y DEFINICIÓN DE INSTRUMENTO X
RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN X
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN X
ELABORACIÓN DE INFORME FINAL X
SUSTENTACIÓN X
5. RESULTADOS
5.1 Fe-Comprensión de la realidad:
En éste bloque inicial de resultados, a partir de las palabras y frases
relacionadas sobre la situación de la fe en el mundo actual se encuentra una
serie de escenarios que a partir de concepciones y movimientos modernistas,
han ido desligando progresivamente la fe en la persona concreta e individual y
en la sociedad como colectivo humano. En efecto, al hombre situarse ante la
realidad busca, de alguna u otra manera explicar y comprender de manera
acertada todos los fenómenos que subyacen en ella, pero está condicionado al
concepto de realidad que oriente la época; es decir, que la variación conceptual
del término realidad ha condicionado la apertura y la recepción de la fe en la
sociedad actual.
Durante la época medieval, existía un gran aprecio por la realidad de Dios y por
el Ser de las cosas, después con el influjo del renacimiento y el humanismo,
viene la modernidad donde comienza a reinar lo medible, experimentable y
cuantificable y empieza a gestarse una modificación conceptual al concepto de
realidad que se conforma con el paso de la esencia a lo factible, el paso de lo
real metafísico a lo real histórico.
Se observa que en los diversos periodos evolutivos del espíritu humano hay 3
distintas formas de situarse ante la realidad:
1. La orientación básica mágica
2. La metafísica
3. La científica
En su momento, estas orientaciones tuvieron un contacto con la fe pero cada
una de ellas se opone a la fe. El autor plantea el riesgo de la limitación a los
fenómenos cuestionando e interpelando directamente al reinado de la razón y
al primado de lo aparente; Los conocimientos y las verdades o afirmaciones
certeras que se emitan basadas única y exclusivamente por lo captado por los
sentidos y lo explicado por los números no es el criterio serio y global para
decir que es lo verdadero y lo real.
El cardenal Joseph Ratzinger identifica 3 escenarios que contradicen a la fe en
el mundo moderno y actual y son los siguientes:
- El nacimiento del historicismo: Tiene que ver directamente con el
postulado Filosófico de Giambattista Vico (1688-1744) quien es
considerado el pionero de ésta corriente y propone la modificación que
lo real no es el ser sino lo hecho por el hombre. Esto trae varias
implicaciones reflexivas entre las cuales se destacan: La tarea y
posibilidad del espíritu humano no es sobre reflexionar sobre el ser, sino
sobre el hecho, lo realizado, sobre el mundo exclusivo de los hombres,
que es lo único que nosotros podemos comprender verdaderamente,
además el hombre no puede conocer las cosas que le superan o
exceden porque él no lo ha creado y lo único que está en factibilidad de
conocer es lo fabricado directamente por el y otra implicación reflexiva
es invertir la jerarquía de los saberes en Aristóteles (Empeiria, Techne y
Gnosis ) por la técnica como herramienta eficaz de transformar el mundo
por obra del mismo hombre.
Cabe recordar que el mundo ya no es el sólido edificio del ser, sino un
proceso cuya evolución continua es el movimiento del ser mismo. Esto
significa que el mundo sólo se puede conocer como algo hecho por el
hombre
- El paso al pensar técnico: Éste momento fue plenamente efectivo
cuando se fusionó plenamente la idea Vico con la de Karl Marx, unos
100 años después con una expresión que se ha hecho clásica: “Hasta
ahora los Filósofos se han limitado a interpretar diversamente el mundo,
pero de lo que se trata es de transformarlo”.
Esto trae como consecuencia que la verdad del hombre equivale a la
verdad de sus acciones es decir, con la verdad de la configuración del
mundo y la verdad de la transformación. La reducción del hombre como
un producto hecho es el requisito para comprenderlo como un producto
posible que le conducirá espontáneamente a un nuevo mundo
- El problema de la Fe: En medio de éste panorama transformista e
historicista queda la Fe apartada de un trono en la cual estuvo durante la
medievalidad, ahora según éstos fundamente Filosóficos la Fe no entra
ni tiene cabida porque comunica con el ser de las cosas y lo real es la
esencia. Ahora bien, hay que afirmar que la Fe tiene algo de Historicista
si se comprende desde el enfoque transformador que como creyentes
estamos enviados a hacer y adquiere un rol más en la transformación y
configuración del mundo.
Continuando la secuencia de los resultados arrojados con respecto al binomio
Fe-Comprensión de la realidad, se halla respuesta a cuál debe ser la posición
de la fe ante el escenario historicista y transformador y se infiere lo siguiente:
a) La Fe como permanecer y comprender: Éstos verbos tienen un
alto contenido Bíblico y el verbo permanecer va relacionado con
la idea de verdad, solidez, firmeza, suelo, y confiarse a algo;
Desde luego la Fe es como un sujetarse a Dios, en quien el
hombre tiene un firme apoyo para toda su vida y se describe
como un agarrarse firmemente sobre el suelo de la palabra de
Dios.
La Fe se sitúa en un plano completamente distinto del hacer y de
la factibilidad es esencialmente confiarse a lo que no se ha
hecho a sí mismo, a lo no factible, a lo que sostienen y
posibilitan nuestro hacer.
El comprender significa asumir nuestra existencia como
respuesta a la palabra, al Logos que todo lo sostiene y lo
soporta. Significa afirmar que el sentido que nosotros no
podemos construir se nos ha dado y se nos ha regalado y lo
único que debe de hacer el hombre es aceptarlo y fiarse de él
aclarando que la Fe Cristiana no desprecia el hacer sino que,
prioriza el aceptar para luego orar.
La Fe entonces es el primado de lo invisible sobre lo visible, del
recibir sobre el hacer y del creer sobre el observar.
b) La razón de la Fe: Aquí la palabra fundamental que manifiesta
la aceptación de parte de Dios el Amén que expresa a su
manera lo que significa creer. Permanecer firme y confiadamente
en el fundamento que nos sostiene, expresa la entrega de sí
mismo a lo que nosotros no podemos ni tenemos que hacer
c) Creo en ti: El rasgo más fundamental de la Fe es su carácter
personal. La Fe Cristiana es mucho más que una opción a favor
del fundamento espiritual del mundo. Su enunciado no es creer en
algo sino creer en una persona fruto del encuentro del hombre
con Jesús y así la Fe posibilita encontrar un Tú que me sostiene y
que, en medio de todas las carencias y de la última y definitiva
carencia que comporta el encuentro humano regala la promesa de
un amor indestructible. La Fe Cristiana no es entender a, o
comprender a, sino ser entendido por y se comprendido por
dándole importancia al carácter personal de la Fe entre Dios y la
persona
5.2 Fe-Jesucristo:
Como se ha visto en el recorrido del libro “La Introducción al Cristianismo”, del
cardenal Joseph Ratzinger, la Fe es un ponerse en relación con un misterio
insondable de Amor de Dios que es uno y trino, y en éste sentido observamos
que la Fe nos pone en contacto con Dios Padre que en el antiguo testamento
se ha revelado como el Yo Soy y haciendo la explicación hermenéutica de la
obra ésta expresión Yo Soy difiere notablemente de una hipótesis especulativa
que afirmaba que Israel Helenizó el nombre de Dios para su divinidad; Sin
embargo, éste Yo Soy significa vigencia, actualidad, y presencia, pero a ésta
manifestación, Dios ha querido mostrarnos el Tú en la persona de Jesucristo y
por ello los elementos que generan que la Fe surja, se sostenga y finalice en
Jesús son los siguientes: Jesús es el Logos de Dios que se ha hecho carne en
un ser humano advirtiendo que el nombre de Jesús nos remite a la naturaleza
humana del hijo de Dios y el nombre de Cristo, a la naturaleza Divina del hijo
de Dios. En Cristo se da una identidad inseparable entre la existencia y la
Misión análoga a la unión inseparable a la de Jesús y Cristo; En éste sentido se
puede hablar de una Cristología funcional que equivale a afirmar que todo el
ser de Jesús está en función del Para-Nosotros.
El centro de la fe en Cristo brota en la cruz; allí es rey crucificado y su
crucifixión es realeza y su realeza es el don de sí mismo a los hombres, es la
identidad de palabra misión y existencia justamente en la renuncia a su amor.
Desde la cruz, la Fe va entendiendo poco a poco que ese Jesús no sólo ha
hecho y dicho algo, sino que en él persona y mensaje son lo mismo, que él es
siempre lo que dice; Jesucristo es Palabra, el Logos mismo es persona, pero
no una persona que pronuncia palabras, sino que es su Palabra y su obra;
existe desde siempre y para siempre; es el fundamento que sostiene el mundo;
Esa persona es el sentido que nos sostiene a todos.
Existen varios títulos que nos aproximan al misterio de la persona de Jesús y
es precisamente que la divinidad de Cristo se refleja en 2 momentos cruciales:
En su nacimiento y encarnación y en su muerte y resurrección, como es sabido
en la Iglesia Católica hay 2 grandes tradiciones (Tradición Oriental y Tradición
Occidental), en donde la primera hace hincapié a la encarnación del hijo de
Dios y la segunda al misterio pascual de Cristo, la primera bajo el patrocinio del
Apóstol Juan y la segunda bajo el legado del Apóstol Pablo.
Jesús es el hijo de Dios, el hijo del hombre y el Yo soy cuya misión
fundamental es mostrar y hacer visible la imagen del Dios invisible y la de
rescatar al hombre del pecado mediante la sangre de su cruz.
Las afirmaciones anteriores nos conducen a concluir que todos los misterios de
Jesús, palabras de Jesús, actos de Jesús y toda la obra de Jesús es la causa
por excelencia de la fe y que una verdadera y genuina fe nos ubica en el lugar
de Jesús.
Es interesante resaltar la inexorable relación entre la cruz y Cristo, y entre
Cristo y la cruz, teniendo en cuenta que la cruz poseía en sí misma una
ausencia de significado, era una manera de torturar a los que sublevaban
contra la autoridad Romana y después de que el hijo de Dios se acostó sobre
ella la variación semántica fue tanta que la cruz pasó a ser la cima de la fe, el
sentido de la fe, el lugar de la fe, la finalidad de la fe, la grandeza de la fe y la
sabiduría eterna de la fe.
El detalle del costado traspasado por la lanza no es, para Juan, sólo la escena
cumbre de la cruz, sino de toda la historia de Jesús. Ahora, cuando esa
lanzada ha acabado con su vida, su existencia es radical apertura, es
completamente para. Jesús ya no es un individuo, es el Adán del cuyo costado
nace Eva, la nueva humanidad. La Fe Cristiana no es mirar retrospectivamente
al pasado ni detenerse en el origen que yace a nuestras espaldas en el tiempo.
Pensar así sería romanticismo y pura restauración. Pero tampoco es mirar pura
y simplemente lo eterno, porque eso sería puro Platonismo y pura Metafísica.
Es, sobre todo, mirar hacia adelante, tantear con esperanza. Es verdadera
esperanza porque se sitúa en el esquema de coordenadas de 3 grandezas: La
del pasado, es decir, de la ruptura ya realizada; La de la actualidad de lo
eterno, que hace del tiempo divino una unidad; y la del Futuro, en la que Dios y
el mundo se rozan, y así Dios en el mundo y el mundo en Dios se convierten en
el punto Omega de la Historia.
Otro aspecto importante de la Fe en Jesucristo, son los conflictos Cristológicos
que se han generado a partir del surgimiento de herejías y la necesidad de los
concilios, lo anterior hace referencia al problema de las naturalezas en el Hijo
de Dios. La fe Cristiana no es ni pura idea ni puro contenido doctrinal
autónomo. La fe Cristiana se orienta al Yo de Jesús, a un Yo que es plena
apertura, plena palabra, pleno hijo. Los términos palabra e hijo muestran el
carácter dinámico de su existencia. La palabra no es algo encerrado en sí
mismo, sino que procede de alguien y se dirige a alguien que ha de escucharla.
La palabra consiste en la unión del “De” y del “a”. Y repetimos ahora que hijo
indica una parecida expresión del “De” y del “Para”. Todas estas cosas
podemos resumirlas así: La Fe Cristiana no se refiere a ideas, sino a una
persona, a un yo que es palabra e hijo, que es apertura total.
Cristo es el hombre divino no aparece nunca en el antiguo testamento éste
título. Pero tampoco en la antigüedad se califica al hombre Divino como Hijo de
Dios. Éstas 2 observaciones son importantes. En cuanto al contenido,
históricamente nada tiene que ver un concepto con el otro pero ésta afirmación
conjuga la humanidad de Dios y la divinidad del hombre.
5.3 Fe-Iglesia
Con relación a la reciprocidad que existe entre Fe-Iglesia, en la obra
“Introducción Al Cristianismo” del cardenal Joseph Ratzinger se encuentran
algunos presupuestos fundamentales que deben estar claros al momento de
relacionar el hecho de la Fe con la realidad de la Iglesia y básicamente consiste
en hacer alusión a la dimensión pneumatologica y a la interacción entre Espíritu
y la Iglesia.
La confesión de Fe plantea un reto muy completo: La doctrina sobre la Iglesia
ha de partir de la doctrina del Espíritu Santo y de sus Dones. Pero su meta es
una doctrina de la historia de Dios con los hombres, es decir, de la función de
la historia de Cristo para toda la humanidad. Por el Espíritu Santo, Cristo sigue
ahí presente con una apertura, amplitud y libertad que no excluye en modo
alguno la forma institucional, pero si limita sus pretensiones y no la equipara
con instituciones mundanas. Hablar del Espíritu Santo y profesar la Fe en el
Espíritu Santo es entender que la tercera persona de la Santísima Trinidad es
el “Nosotros” de Dios que actuando en la humanidad nos vincula y nos une al
circuito de amor que subyace al interior de Dios Uno y Trino. Es el Espíritu el
hacedor de la Iglesia, el artífice de la unidad y el motor que expande a la
comunidad de los discípulos; Es decir, haciéndose presente en el que tiene fe
lo constituye en un agente de apertura salvífica para el mundo. Por el Espíritu
Santo y su acción, el cristiano no es el adepto a un partido confesional; El
Cristiano es el que siendo cristiano se hace realmente hombre. No es cristiano
el que acepta vilmente un conjunto de normas que interpreta servir y
únicamente en función de sí mismo, sino el que se ha liberado para ir en post
de la bondad sencilla y humana. En la Iglesia, la fe y el amor se condicionan y
exigen mutuamente, por ello no es posible vivir la fe de manera aislada o
individual pues se requiere imperativamente de la comunidad constituida por
los hermanos en la fe cuyo propósito es abrazar y acoger a toda la humanidad.
La única manera de ser sostenido por la fe y de ser Santificado por la gracia es
viviendo en la Iglesia del Señor donde nos hacemos partícipes de su
universalidad, santidad y catolicidad
Cuando en el símbolo de la fe afirmamos: “Creo en la Iglesia”, estamos
haciendo referencia a determinar la realidad de la Iglesia en una doble
dimensión. La dimensión Carismática y la dimensión Institucional, en donde la
primer dimensión hace hincapié a una Iglesia movida y sostenida por la acción
permanente del Espíritu y la dimensión Institucional nos remite a la Catolicidad
de la Iglesia en cuanto todos estamos exigidos como miembros de Cristo fiel y
coherente. No obstante, existen unos elementos que nos pueden servir para
ampliar y argumentar ésta importancia entre la fe y la Iglesia y Viceversa. Estos
elementos son:
- Comunidad: Equivale al conjunto de aquellos que han tomado la
decisión de aceptar a Cristo y de recibir de Él la gratuidad de su amor y
todos los dones de la salvación. Ésta comunidad son los hermanos con
quienes mutuamente se gestan proezas de santidad, aún en medio de
realidades pecadoras por parte de sus miembros. Ésta comunidad es
indispensable en el afán de crecer en la Fe y ser instrumento de la Fe
- Co-Humanidad: La Iglesia de los discípulos del Señor que han profesado
la fe en Cristo no es un grupo cerrado ni aislado ni mucho menos
indiferente ante las vicisitudes que experimenta la humanidad. Antes
bien, es la comunidad de los discípulos que tiene como propósito gestar
en la sociedad una civilización de la Fe a partir del lenguaje del Amor y
cuyo estandarte sea la bandera de la esperanza. Cuando se usa el
término “Co-Humanidad” es que como Cristo lo hizo, la Iglesia debe de
acompañar el dolor y el sufrimiento, las alegrías y las victorias que
experimenta todo hombre y todos los hombres buscando unificarlos en
Cristo Jesús
- Co-Aprehensibilidad: Éste término hace alusión a que la captación de las
verdades divinas y de las realidades más profundas de la fe y de la
realidad en general se halla a partir de coexistir en la comunidad de los
que profesan la fe en Cristo.
- Resurrección: Éste es uno de los elementos más revolucionarios y
deferenciales de la fe en Cristo pero debe entenderse a partir de un
sentido colectivo pues, si Cristo cabeza resucitó, lo posterior sería que
Cristo cuerpo también resucitara y el cuerpo de Cristo es la Iglesia; Éste
gran misterio de fe se ha de entender desde la colectividad
La esperanza en la resurrección de los muertos presenta ante todo la
forma fundamental de la esperanza bíblica en la inmortalidad. En el
nuevo testamento, no aparece como una idea que continúa la
inmortalidad del alma anterior e independiente, sino como expresión
esencial y básica sobre el destino humano; Aclarando que esperamos la
resurrección de los muertos y no de los cuerpos, se refiere pues a la
salvación del mundo entero y no al destino de una parte del hombre.
-Culto Litúrgico: Una de las finalidades fundamentales de vivir la Fe en la
Iglesia es la dimensión cultual y doxológica que unidos en el espíritu se
tributa alabanza y adoración a Dios y se celebra a Jesucristo que
permanece vivo y operante en la historia
6. DISCUSIÓN
EL CARDENAL JOSEPH RATZINGER Y LA FE EN LA OBRA:
“INTRODUCCIÓN AL CRISTIANISMO”
Mediante la lectura Hermenéutica del libro: “INTRODUCCIÓN AL
CRISTIANISMO” del Cardenal Joseph Ratzinger, escrita en el año 1967,
presenta sin duda alguna, múltiples percepciones conceptuales sobre el hecho
de la Fe, como núcleo temático en esta magna obra literaria que condensa y
transversaliza gran parte de su profundo, fiel, radical y fecundo Magisterio
Sacerdotal y Magisterio Teológico y Filosófico que merece nuestra atención y
valoración permanentes.
En efecto, su vida, su historia, su relación con Jesús, su identidad con la
Iglesia, su experticia en el conocimiento del Cristianismo, su humildad en el
servicio y su ortodoxia en sus elucubraciones teológicas-dogmáticas y su
marcado testimonio de vida que siempre lo ha acompañado.
En Consecuencia, las percepciones sobre la Fe en esta gran obra están
estructuradas desde los siguientes ejes temáticos:
Fe – Realidad Fe – Jesús Fe – Iglesia
La Fe es creer en alguien, no en algo, supone el encuentro con Jesucristo.
Permanecer ____ Encuentro con Jesucristo.
Componentes
Hombre Mundo
El hecho de la Fe como expresión de permanecer y comprender, en donde
permanecer implica una ubicación locativa, una identificación y contacto con él,
totalmente otra, cuya visibilidad se da en Jesús trae como consecuencias que
el creyente sostenido, permeado e identificado desde Cristo, por Cristo y para
Cristo. Puede aprender y comprender la realidad y dilucida del mundo, Dios y el
Hombre.
En este sentido, deducimos la colocación de la Fe en el contexto del
Pensamiento — Moderno, y de su evolución en el enfoque conceptual de
confrontar, explicar y comprender la realidad, ello la función de la Fe, se adopta
a los innovaciones y progresiones de la sociedad, aquí se evoca el avance de
la Fe con lo hecho (Factum) y factible (Faciendum) en donde la Fe no
interactúa y otorga respuestas únicamente con la dimensión trascendente sino
que incide con la totalidad de la existencia humana, con la posible y
comprobable y con lo acaecido en la historia del hombre.
En efecto, allí se plantea y se discute la correlación entre Fe — ciencia y
Fe — Progreso que son características de la modernidad, contemporaneidad y
Post — Modernidad.
La Fe que surge del encuentro con una persona y que va más allá de una
transmisión de expresiones religiosas sostiene y solidifica lo posible y sobre
todo consolida las acciones humanas.
Con respecto, a ésta discusión sobre el papel real y verídico de la fe en el
proceso de comprensión y explicación de la realidad se puede identificar una
propiedad muy identitaria de la fe y es la acomodación ante la exigencia que
se le plantea ésta afirmación lo plantea el autor a partir de una serie de
variaciones conceptuales que le exigen dar respuesta frente a éstos retos
iluministas como el pasar de la fe y la esencia en la época medieval a pasar a
un enfoque historicista de la modernidad en donde lo real se constituye como lo
posible, lo realizado por el hombre siendo un poco más precisos lo trabajado
por el hombre. En éste planteamiento encontramos una limitación a los
fenómenos que el ser humano percibe y que es una nota característica de
nuestra actitud fundamental y científica que condiciona necesariamente todo
nuestro sentido existencial y nos asigna un lugar en lo real y es las fronteras de
lo visible y de lo medible y el lugar de la fe es proponerle al hombre pensar en
lo impensado y presentar a la conciencia la problemática humana de tal
orientación.
A continuación los retos a los cuales la fe responde rigurosamente en éste
cambio de concepto de verdad y de realidad:
1. Nacimiento del Historicismo
Para la antigüedad y la edad media el ser es ser pensado, pensamiento del
espíritu absoluto. Es decir todo es idea y logos y el historicismo modifica ésta
tesis afirmando que es el hombre quien tiene su propio logos y él no está para
ser pensado sino para pensar en sí mismo. El concepto de verdad en ésta
corriente historicista equivale a la facticidad; es decir, al hecho y a lo que
nosotros mismos hemos hecho y el concepto de mundo ya no es, el sólido
edificio del ser, sino un proceso cuya evolución continua es el movimiento del
ser mismo.
2 El paso al pensar técnico
En este punto de reflexión es que lo técnico perteneciente a lo empírico-
analítico comienza a adquirir una gran importancia, además de la primacía de
lo que aparece una y otra vez a los ojos humanos que se puede definir como lo
experimental o la experimentación que pone como vano lo narrado y lo
comunicado de generación en generación y en este caso particular va en
detrimento frontal contra la fe. La Palabra y la celebración pasan hasta un
tercer término, aspecto que va a generar un reto a la fe en la sociedad europea.
- El problema del lugar de la fe
La teología había querido dar respuesta a todos interrogantes y a las
nuevas circunstancias postulando la fe como historia y su rol se plantea
como una teología política, es decir, como un espíritu transformador del
mundo y acentuando su foco comunicativo en la dimensión histórica de
la fe pero que fue frenada por la masiva expansión de la cultura de la
técnica y su mejor respuesta será la del permanecer y comprender como
campo de acción e interacción en el mundo ello implica:
1. Permanecer en la verdad
2. Sujetarse a Dios
3. Comprender
4. Dimensión locativa de la fe(ubicarse en Cristo y en su cruz)
5. Promover e incentivar la positivización de la fe
De esta manera, la fe no se puede adecuar a las exigencias académicas
historicistas de la modernidad sino que se reafirma en sí misma y se estructura
de tal manera que el argumento apologético más certero sea una vida adherida
a Cristo.
LA FE EN DIOS UNO Y TRINO
La maravillosa expresión de la fe genera uno de los misterios de fe más
grandes y desafiantes para el intelecto y la razón humana, que equivale a
aceptar y, desde luego, profesar con unos intentos de comprensión y
aproximación objetiva y demostrativa de la misma, la fe en Dios Uno y Trino; en
efecto, cuando se hace un acercamiento al hecho fenoménico y nouménico de
la fe se percata la idea de un océano inmenso e inabarcable de reflexión que
ante la objetividad del misterio queda corta, lacónica y reducida a pocas
palabras que manifiestan su significado; por tal motivo, la fe como expresión
monoteísta nace en Israel en donde el nombre, Yahvé Elohim que aparece en
Éxodo (cf. Ex 3,14) contiene unos elementos interesantes que implícitamente
responden a un argumento teológico de la concepción trinitaria de Dios
teniendo en cuenta que el nombre de Dios implica una singularidad y una
pluralidad en la que Israel particulariza el nombre de Dios Padre bajo las
categorías de actualidad y vigencia y ampliando la cobertura de acción
soteriológica de Dios a las personas con el predicado: “ El Dios de Abraham,
Isaac y de Jacob” modifica la pre-concepción de un “ Deus personale “ , es
decir, de un Dios de personas, de seres humanos, de colectividades y en
ultimas de toda la humanidad, además, es conveniente tener en cuenta que la
traducción de JHWH que equivale a afirmar; “ YO SOY “, que en sí mismo se le
ha dado una interpretación filosófica adhiriéndola a una helenización del
nombre de Dios bajo la idea eleática del SER y la concepción platónica y
aristotélica del θƐόS ( Théos ), en una relación cronológica que se condensa
durante la expansión del imperio griego liderado por Alejandro magno pero que
desde la concepción hebrea se relación con vigencia y actualidad, en
consecuencia, el término “YO SOY”, significa “YO SOY TU HOY, TU
ACTUALIDAD”, concepción usada en la cristología joanica en donde once
veces aparece la expresión “ yo soy” en labios de Jesús (cf. Jn 14,6;10,10) y
que afirma la ejecución y cumplimiento de plan salvífico de Dios en la persona
de Jesús. En la expresión elohista del hombre de Dios conocida como
ELOHIM y El Dios, se emplea los conceptos contrarios de singularidad y
pluralidad que tiene que ver con la concepción metafísica de Wolff y Aristóteles
conocida y denominada como “ LO UNO Y LO MÚLTIPLE” en donde
misteriosamente Dios es característico por su unicidad y multiplicidad revelada
en la historia de la salvación que confronta al hombre, al creyente, el ser
humano con el YO del padre, el TU del hijo y el NOSOTROS del Espíritu Santo.
A partir del s.V, durante el periodo patrístico de la medievalidad el gran
teólogo ateniense Pseudo- Dionisio afirma que la teología se puede clasificar
en teología positiva y teología negativa, en donde la primera implica el ejercicio
de la racionalidad y la criticidad epistémica y en la declaración consensual de
los dogmas y la teología negativa se enfatiza en Dios en donde se desempeña
la experiencia y la intimidad con Dios para entender y comprender. En la
concepción epistemológica y gnoseológica del conocimiento, en el contexto de
la modernidad se define el conocimiento como una relación entre un sujeto
cognoscente y un objetivo cognoscible, en este sentido, la relación entre sujeto
y objeto se encuadra en la negatividad y positividad teológica de la Fe en
cuanto que Dios es el sujeto y objeto del conocimiento y el creyente o el ser
humano ha de sumergirse o inmiscuirse en el misterio para escuchar la
insondable riqueza de Dios.
Fecundidad
DIOS PERSONA comunicabilidad
No existe en absoluta singularidad
Prosopón –“ respeto a”
Personae “resonar a través de “
Gen 1,26; sal 110,11
Relación / diferencia/ afinidad
Dialógico / distinción
Dialogo y palabras unidad en el que habla existencia cristiana es unidad con
cristo
CRISTO es logos verbum –
palabra
LA CENTRALIDAD DE JESUCRISTO EN EL
PAPEL DE LA FE
En el campo de la centralidad de Jesucristo continua el análisis con respecto al
ser y al quehacer de la segunda persona de la Santísima Trinidad en la
concepción, generación y expansión del hecho de la fe. En consecuencia, al
dirigir una mirada epistémica al símbolo de la fe en los artículos relacionados
con la acción salvadora y soteriológica de Jesús en el plan salvífico es
conveniente de tenerse en la verdad que afirma que Cristo es verdadero Dios y
verdadero hombre y descubrir la dimensión antropológica del hijo de Dios con
nociones conceptuales de encarnarse y desencarnarse en su praxis cotidiana y
la analogía cosmológica de un Yo que pone en relación con un Super-Yo que
contiene los dos extremos de la realidad entre lo infinitamente pequeño y lo
infinitamente grande.
De esta manera, es importante el ocultamiento de Dios y su dinamicidad
salvífica en los lugares menos pensados para el hombre, contemplando el
hecho de que desde una visión cosmogónica pasar a una visión deductiva
teniendo en cuenta que Dios escoge al planeta tierra con relación a la
inmensidad del Cosmos, del pueblo de Israel con relación al mundo, del pueblo
de Nazaret con relación a Israel, la cruz del calvario con relación a Jerusalén y
la Iglesia con respecto a la Cultura.
Cristo es rey y siervo de manera simultánea que en la concepción Judía se
manifiesta como el Mesías y en la concepción helénica como hombre-divino.
La teología de la filiación que privilegia la paternidad de Dios para con su Hijo
Jesús y la teología de la elección que expresa al Escogido en la Cruz es
muestra contundente de que en Cristo y la fe en su persona debe de ser una
prolongación de un ser- para y no un ser- para -sí (cf. Flp 2,6-11).
Uno de los aspectos más interesantes de la teología de la filiación tiene que ver
con la exterioridad de las palabras que usa Jesús para entablar dialogo con el
padre como el sustantivo ABBA que indica una invocación intima de Dios pero
no exclusiva para que todos los hijos adoptivos tengamos un encuentro intimo
con el Padre (cf. G al 4 1-10).
Existen dos aspectos fundamentales que permiten identificar la acción y la
persona del hijo de Dios y son la palabra y la misión; La palabra porque es el
Logos del padre que crea eternamente y que se manifiesta y obra por la única
palabra salida de la boca de Dios (San Juan de la cruz, la noche oscura del
alma. 1517) que resuena en el cosmos, lo genera, lo configura y lo sostiene y
de igual manera con el hombre que es fruto de la palabra y se eterniza por la
palabra. La misión tiene que ver con que es El enviado del Padre y el que
envía a los discípulos a prolongar su presencia en la historia.
LA FE, EL ESPIRITU Y LA IGLESIA
El cardenal Joseph Ratzinger, plantea que la fe es vivificada y actualizada por
la acción del Espíritu Santo en la historia de la humanidad, de la Iglesia, y del
creyente concreto y, de manera simultánea, concluye que la Iglesia es la
comunión intima entre los que son sostenidos por la única fe que transforma y
que hace nuevas todas las cosas.
La divinidad del Espíritu se refleja en la Co-humanidad de los hombres; es
decir, que el Espíritu Santo vincula de tal manera a los creyentes que la Iglesia
es el fiel reflejo de la unidad substancial de las tres Divinas personas, y que es
imposible y contra producente concebir una fe genuina sin comunidad y como
lo afirmaba claramente el gran Padre de la Iglesia San Cipriano de Cartago:
“Fuera de la Iglesia no hay salvación”( Homilías), tiene una gran vigencia
porque la única manera de tener intimidad con Dios es a partir de la fe y la fe
se vive con los hermanos formando comunidades de discípulos en donde la
singularidad de cada persona enriquece la pluralidad de la colectividad.
El Espíritu Santo, como afirmaba Tertuliano es el cemento que une a los
ladrillos de la casa de Dios y clarifica la idea conceptual de que no se debe
entender a Cristo sin el Espíritu y no se entiende al Espíritu sin Cristo, y de allí
resulta el axioma eclesial que se puede definir como no se entiende a la
persona de fe sin Iglesia y no existe Iglesia sin personas de fe. La Iglesia, por
tanto, es casa, redil, puerta, refugio y lugar para que el hombre sea redimido,
renovado y transformado para hacer lo bueno, lo perfecto y lo agradable (cf.
Rm12, 2).
HALLAZGOS EN EL RASTREO
El Cardenal Joseph Ratzinger, en su obra INTRODUCCION AL
CRISTIANISMO expresa con gran sapiencia su percepción del Cristianismo y
en el cual se puede destacar los siguientes conceptos:
1.La fe abarca la totalidad de la existencia humana y la globalidad de sus
aspiraciones y la satisfacción de todas sus necesidades, viendo al ser humano
como a un ser multidimensional y percibir que la fe no es únicamente
trascender sino perfeccionar la inmanencia, lo existencial y lo presente del
hombre. Esto remite necesariamente a afirmar que para una necesidad
fisiológica que todo hombre experimenta, la fe es alimento, que para el deseo
de eternidad la fe nos hace inmortales, entendiendo el término inmortal desde
una visión bíblica, que para una necesidad de orientación locativa al verse
extraviado o confundido, la fe es el lugar por excelencia para que el hombre
puesto en la Cruz, observe la salida, el camino y la meta de toda su existencia;
todo hombre quiere conocer o explicar las cosas que suceden a su alrededor y
para ello la fe es solidez epistémica que posibilita reconocer a Dios para
conocer su mundo y su realidad, ante la situación del dolor, del sufrimiento y de
la incertidumbre de la vida, la fe es consuelo, refugio y superación, ante la falta
de identidad y de verdades firmes y consolidadas, la fe es verdad firme para
que adhiriéndose a ella, se una el hombre a la verdad eterna que pasa sino que
permanece en la historia.
2. la fe en su plenitud, únicamente se vive en el lugar Cristo y en y con los que
se adhieren a Cristo, es decir, que no es posible vivir la fe de manera individual
o aislada de los otros, por ello, la fe es alteridad y la identidad del hombre de fe
se encuentra con el otro que es instrumento para favorecer la identidad del yo
frente al Yo Soy. Lo anterior implica, la urgencia de estar en comunidad
teniendo en cuenta que las promesas más sobrenaturales y contundentes del
Cristianismo se viven y se materializan en comunidad, de allí que el tema de la
resurrección y de la inmortalidad manifestada en el libro, se vivan en
comunidad. Aquí se puede hacer referencia a la resurrección del hombre como
termino universal y al uso constante de la totalidad de la persona y la totalidad
de la humanidad en la espera de esa verdad de fe tan particular de la fe
cristiana y tan polémica hablando desde el plano interreligioso y filosófico. En
efecto, la vida humana se entiende desde la colectividad, la antropología
filosófica nos dice que el hombre es un ser en relación, que viven en relación y
espera las verdades de fe que más le dan sentido a su historia y a su
existencia en la comunicación y cohabitación de los hombres para que haya
una co-aprehensiblidad del mensaje vivificador de la fe en DIOS. La Iglesia es
santa y una, esto es una relación de varios aspectos de unidad y comunión
como son la unidad de Dios en su misterio, la unidad que Dios quiere entablar
con el hombre, la unidad que Dios quiere edificar entre los hombres y la unidad
entre Dios y la humanidad.
3. La ciencia y la técnica con su visión de la realidad y de lo real carecen de
certeza teórica y hallazgo completo de la verdad en cuanto dependen
exclusivamente de lo visible, de lo aparente, de lo fenoménico y de lo medible,
aspectos no totales para decir que las son así, es decir, representadas por los
números y postulados matemáticos y técnicos que observan detalles de la
realidad pero que no hay una visión ni comprensión holística y por ello la
autoridad de la verdad no depende de la ciencia o de las elucubraciones
científicas cuyo común denominador es rebajar la grandeza de la dignidad que
Dios le ha impreso al hombre, desde su creación. En consecuencia, la técnica
industrial que posteriormente genero la revolución industrial y el reinado del
consumismo no representan la respuesta que urge el hombre en su conciencia.
Desde este punto de vista, parece distanciarse la fe de la ciencia por sus
variables conceptuales pero que en ultimas, la pequeñez del hombre desligada
del Ser que equivale a afirmar de Dios, desvirtúa la posibilidad de ser y de darle
sentido a la existencia humana convirtiéndole en un objeto de estudio
experimental, una máquina de consumo y sin rumbo de eternidad que esta
arrojado en el mundo.
LIMITACIONES
Una de las dificultades que impiden enriquecer este trabajo investigativo van
relacionadas con los siguientes aspectos:
1. Desconocimiento del alemán, la mayoría de las investigaciones hechas
a la teología de Ratzinger está en su país y muchas de ellas no han sido
traducidas al castellano.
2. La imposibilidad de haber estudiado las anteriores ediciones, teniendo
en cuenta que esta versión analizada es la Décimo tercer edición de la
obra original publicada en 1967.
3. El desconocimiento del italiano en donde existen obras teológicas cuyo
propósito es profundizar en la figura de Ratzinger casi que como el
teólogo del s.XX y s. XXI.
7. CONCLUSIONES
A partir de este proyecto de grado y de las continuas y rigurosas lecturas de la
obra: INTRODUCCION AL CRISTIANISMO, se pueden postular los siguientes
aspectos como elementos conclusivos de acuerdo a los objetivos general y
especifico planteados:
1. La fe es encuentro personal con un Dios cercano y próximo al hombre y
sus vicisitudes existenciales.
2. La fe es dinámica y permite cohesionar la historia de salvación con la
existencia y la vida de cada persona y de todas las personas.
3. La fe es factor clave y determinante que ofrece respuesta a las
inquietudes más complejas de la inteligencia humana en su rol de
explicar y comprender la realidad.
4. La fe es la conciencia de una realidad superior al hombre que supera las
figuras trascendentales de otras expresiones religiosas y que genera
identidad, cultura y perfeccionamiento de lo transformado y elaborado
por el mismo ser humano.
5. La fe es netamente y privilegiadamente Cristo céntrica, es decir, es una
fe cuyo origen, procedimiento, praxis y contenido conllevan al fin que es
Cristo mismo.
6. La fe para vivirla y aprehenderla en su totalidad y Definitividad ha de
vivirse y configurarse en comunidad, es decir, en la pluralidad del
colectivo con propósitos serios de generar y expandir co-humanidad.
7. La muerte y la resurrección de Jesús han de comprenderse desde el
universal hombre y de la dualidad del ser humano en donde la
esperanza de la resurrección necesariamente implica una fe en la
totalidad y una esperanza en la unidad del género humano que ha sido
levantado en la persona de Jesús de Nazaret.
8. La fe es soporte existencial para el hombre cuyos logros y pensamientos
son fugaces y efímeros pero, de manera simultánea, permite valorar lo
humano y fecundarlo con la divinidad de la fe.
9. La fe es la concepción consiente que a partir de la Palabra concibe y se
percata que nada es por azar ni mucho menos por espontaneidad
absoluta sino un Dios inabarcable que expresa su grandeza en lo más
mínimo encarnando en si todas la realidades humanas y elevarlo a una
estatura privilegiada con respecto a las mediciones astronómicas,
sociales y biológicas posibles.
10. Partiendo del hecho de que durante la época moderna, se gestaron
muchas corrientes Filosóficas relacionadas con el conocimiento y la
forma de percibir la realidad, planteaba la posibilidad de adecuar el
principio categórico de el gran Filósofo Francés, René Descartes “Pienso
luego existo” , un planteamiento que pretende encumbrar la razón como
elemento determinante de la existencia humana; sin embargo, me
permito hacer la siguiente modificación: “Creo luego existo”, expresión
mediante el cual, fruto de ésta investigación, se adapta perfectamente a
la espléndida grandeza de la Fe en cuanto que creer denota un tener Fe
y el tener Fe permite considerar las siguientes conjugaciones derivadas
del principio categórico en Joseph Ratzinger, tales como:
- Amo, luego existo: El Apóstol Pablo afirma que tener Fe es amar y
ser movidos por el amor (Gal 5,6), sabiendo que el amor no es un
sentimiento y que el Cristianismo no es una ideología, sino que es el
encuentro con alguien, con una persona
- Pienso, Luego existo: Uno de los elementos que plantea Ratzinger es
la racionalidad de la Fe o la Positivización de la Fe, ello nos conduce
a afirmar que una sociedad de Fe o que una persona de Fe no es
una persona cerrada a la razón y que desprecia la ciencia o los
múltiples avances del hombre, sino que, ejercita su naturaleza
racional siempre en búsqueda del bien para todos.
- Construyo, Luego existo: Tener Fe es encarnarse en la realidad del
hombre y compartir el sufrimiento y las diversas realidades duras y
difíciles que atraviesan tantas personas. El construir es edificar con el
servicio a los más necesitados y a todas las personas el reino de
Dios
- Actúo, Luego existo: Éste planteamiento hace hincapié a que tener
Fe no es desempeñar una posición pasiva en los múltiples campos
de la vida, sino que, hace referencia a tomar iniciativas para ser del
mundo un mejor hogar para todos.
- Vivo, Luego existo: Ésta expresión va literalmente en contra de
aquellos que afirman que vivir la Fe es vivir alienados, débiles o
manejados, sino que, creer y tener Fe implica vivir realmente cada
segundo de nuestra existencia.
8. REFERENCIAS
-Benedicto XVI, audiencias Papales, 2006-2008 sobre los Padres de la Iglesia,
Roma
-Benedicto XVI, Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a los participantes de
la Asamblea Plenaria de la Comisión Teológica Internacional, 2012 (Roma)
-Cardenal Joseph Ratzinger, Declaración Dominus Iesus, año 2000 Roma
-Emmanuel Mounier, La Pensée de Charles, Péguy, 1931
-Federico Nietzsche, El Anticristo, Maldición sobre el Cristianismo (1898),
Alianza Editorial
-Feuerbach Ludwig La Esencia del Cristianismo, 2002, TECNOS
-FIDES ET RATIO, Juan Pablo II, 14 de Septiembre de 1998, Roma
-Gianbattista Vico, Principios de la Filosofía de la Historia 2005, V.Biblioteca
-Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, Konigsberg, 2003, Editorial La página
S.A
-Joseph Ratzinger, La fiesta de la fe, 3ra edición, DDB 1999
- Julian Marías, Historia de la Filosofía, Trigésima segunda Edición. Biblioteca
de la revista de Occidente 1980
-K. Marx, Manifiesto Comunista junto con Friedrich Engels, 2005, Alianza
Editorial
-LUMEN FIDEI, S.S Francisco, 29 de Junio de 2013
-LUMEN GENTIUM, Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II, S.S Juan
XXIII y S.S Pablo VI, 1962-1965
-M.Buber, Werke III, München-Heidelberg 1963,348
-MI VIDA, Cardenal Joseph Ratzinger, Editorial Encuentro, 1977
-PORTA FIDEI, Benedicto XVI, 11 de Octubre del año 2011, Roma
-REDEMPTOR HOMINIS, Juan Pablo II, 1979, Roma
-San Agustín, Confesiones VIII, DDB, París 1962
-San Juan Crisostomo de Antioquía, Catequesis Bautismales, Ed. Biblioteca
Patrística, 1997 Madrid
-Sörem Kierkegaard, Ejercicio del Cristianismo, Migajas filosóficas, 1844
8. ANEXOS
8.1 Tablas
8.1.1Tabla de Dogmas
DOGMA CONCILIO FECHA
8.1.2 Esquema de operación lógica de categorías
8.1.3 Rejilla de Recolección de Datos
REJILLA PARA RECOLECCIÓN DE DATOS
OBJETIVO PREGUNTA
DATOS INFORMATIVOS
GENERAIL ESPECÍFICOS PALABRA FRASE
8.1.4 Cronograma
CRONOGRAMA ELABORACIÒN TRABAJO DE GRADO AÑO 2015
ACTIVIDADES FEBRERO MARZO ABRIL MAYO OCTUBRE NOVIEMBRE
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
CRONOGRAMA AÑO 2015 X
ELABORACIÓN DEL MARCO TEÓRICO X
ELABAROACIÓN Y DEFINICIÓN DE INSTRUMENTO X
RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN X
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN X
ELABORACIÓN DE INFORME FINAL X
SUSTENTACIÓN X