Mª Isabel CoviellaFuente: Elizabet Ruiz Lara

               

Estaba demasiado triste y sólo le apetecía estar solo.

Juan era un niño muy pobre. Tan pobre que no podía celebrar su fiesta de cumpleaños.

Ana, que eraAna, que era una niña muy una niña muy lista y amiga lista y amiga de Juan, conocía su de Juan, conocía su problema y se lo contó problema y se lo contó a sus compañeros.a sus compañeros.

Al Al escuchar escuchar todos el todos el problema problema de Juan, de Juan, se se pusieron pusieron muy muy tristes.tristes.

De pronto a Alba se le ocurrió hacerle unafiesta sorpresa a Juanpara celebrar elcumpleaños.

Ana se ofreció para hacerle la fiesta en su casa.

Ana y Pablo se fueron al quiosco de Doña Josefina a comprar golosinas para el cumpleaños.

Le compraron una tarta, regalos y le adornaron la casa con serpentinas.

Los tres se fueron a buscar a Juan para que se fuera con ellos a jugar a casa de Ana, pero cuando Juan llegó y vio la sorpresa que le tenían preparada, se quedó sorprendido y boquiabierto.

Todos lo pasaron muy bien en la fiesta.Cuando Juan apagó sus velas el deseo que pidió en silencio fue que nunca le faltaran sus amigos.