El huésped de un hotel debe ser re c o n f o rtado entodos los aspectos de su visita. Uno de los puntosque deben considerarse para satisfacerlo ybrindarle un buen servicio reside en lograr una efi-caz aislación acústica. Para que las habitaciones ysalones de conferencias o reuniones brinden el con-f o rt adecuado, habrá que considerar y planificar,desde el inicio de la construcción, una apro p i a d aaislación. La calidad de los divisorios entre habita-ciones, la ubicación de instalaciones electro m e c á n i-cas y la consideración de los re v e s t i m i e n t o sfonoabsorbentes para lograr inteligibilidad oral yc o n f o rt acústico son aspectos esenciales. A d e m á s ,deben considerarse ciertas reglas del arte en acús-tica que, aplicadas como criterios generales, ayu-dan al fin último que se desea alcanzar: el re g re s odel huésped al hotel.
El objetivo de un hotel es brindar servicios que logren satisfacer
a su cliente. Su éxito es hacer que esa persona quiera regresar a
hospedarse allí. Por ello, habrá que contemplar a la acústica
como un objetivo más para llegar al éxito. En tal sentido, y a
modo de ejemplo, se pueden citar habitaciones en las que se
escuchan conversaciones o la actividad del vecino y, por tal
motivo, se genera el temor de ser escuchado. Ciertos clientes
buscan habitaciones en contrafrentes, muchas veces con vistas
poco atractivas, para alejarse del ruido de la calle. Escuchar a los
pasajeros que ingresan a sus habitaciones durante la noche;
escuchar bombas de agua, torres de enfriamiento propias y aje-
nas; percibir desde comedores los ruidos típicos de las cocinas, e
incluso, las órdenes que allí se dan. Estas y otras experiencias
contribuyen a disminuir los éxitos del nombre del hotel y la
intensión de regresar en otra oportunidad. Sólo una reducción de
categoría y/o precio pueden compensar estos problemas; sin
embargo, esta es una solución extremadamente cara.
A estos problemas que se presentan, no sólo en los hoteles, se
agrega otro que suele ser específico: salas de reuniones o con-
venciones que no reúnen un grado suficiente de privacidad para
que las mismas se realicen de manera correcta; ya que, en
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9El delicado sonido del silencioUtilización de la aislación acústica en hotelería
muchos casos –agregando humor-, no se sabe si se está celebran-
do el aniversario de la empresa que ocupa la sala A o recordan-
do al noble difunto que se homenajea en la sala C. Pero, en real-
idad, se está en el salón B no recordando exactamente para qué.
En otras ocasiones la sala que se requiere debería tener mayor
capacidad que la ofrecida y en otras, por el contrario, se ocupa
sólo una parte por su excesivo tamaño. En realidad, el ideal sería
contar con salas de tamaño variable, para adaptarse a la necesi-
dad de cada usuario. Todos estos problemas tienen solución con
la aplicación de las técnicas de la ingeniería acústica y de la acús-
tica arquitectónica.
La regla básica para el mejor éxito de estas disciplinas es encar-
ar los problemas acústicos en la etapa misma del proyecto arqui-
tectónico. En esta fase siempre se consiguen los mejores resulta-
dos con las menores inversiones. Sin embargo, es posible que la
mayor parte de las recomendaciones se apliquen con la obra en
marcha, en etapas avanzadas, e incluso, con la obra terminada.
No debe confundirse por lo tanto, entre prever los materiales y
plantear las soluciones en la etapa del proyecto, con el momento
de su ejecución. Muchas de estas soluciones que se aplican efec-
tivamente con la obra avanzada deben estar previstas en etapas
tempranas.
Esto se debe a que, por un lado, la obra civil forma parte del
tratamiento acústico y, por otro, la mayor parte de los métodos
previstos deben contar con ubicaciones, espacios y técnicas de
montaje recomendados, como así también tendrán que incluirse
en planos y especificaciones de la obra.
Los siguientes tres ejemplos muestran las etapas diferentes de su
ejecución, aunque en todos los casos deben estar anteriormente
previstos en el proyecto:
1. Los divisorios entre habitaciones son los que deben proveer el
grado de privacidad necesario. Por lo tanto, incluir la aislación
acústica en su diseño, permite que divisorio y privacidad se eje-
cuten simultáneamente durante la obra civil. Por el contrario, no
contemplar esta propiedad acústica, obliga a ejecutar tratamien-
tos complementarios en una etapa posterior, con costos adi-
cionales.
2. Instalaciones electromecánicas. Si bien su incorporación y
montaje se hace con la obra civil avanzada, debe tenerse previs-
to con anticipación su ubicación, orientación, tipo de montaje y
amure de sus conexiones, a fin de adecuarse mutuamente con el
proyecto civil. Si así se hiciese, se evita que el equipamiento sea
escuchado durante su funcionamiento, o incluso percibir sus
vibraciones.
3. Los revestimientos acústicos (fonoabsorbentes) tanto en las
áreas de servicios para atenuación sonora de ruidos, como para
el acondicionamiento en los espacios principales (para lograr
inteligibilidad oral y confort acústico), son parte de las termina-
ciones y, por lo tanto, se incorporan al final de la obra. Pero, su
previsión no sólo evita agregar incómodas partidas adicionales
en esa etapa, sino que permite evitar ciertas terminaciones (pin-
tura, enlucidos, yesos) que, al no quedar a la vista, son innece-
sarias.
En resumen, los costos de los tratamientos acústicos se incre-
mentan en forma directa con su falta de previsión en el proyecto
global de la obra. Pero, su ejecución se efectúa en distintas eta-
pas de avance de la obra, respondiendo al proyecto que se haya
elaborado. Esto significa que ya existen previsiones de los sitios
que deben tratarse, los materiales y sus cantidades a emplear,
ubicación, etc. Por el contrario, la falta de su previsión no
reconoce sitios, materiales, cantidades, etc. que deban emplearse
ni los costos involucrados, lo que puede llevar a un mal resulta-
do desde el punto de vista acústico.
¿Cómo se inicia el proyecto acústico?
Existen ciertas reglas del arte en acústica cuya aplicación como
criterios generales ayudan a los logros que se desean alcanzar.
Una somera enumeración incluye:
4. No deben ubicarse áreas de servicios presuntamente ruidosas
junto a áreas principales, para las cuales se requerirá bajo nivel
de ruido.
5. No superponer locales en los que se prevean vibraciones o
impactos sobre esas áreas principales y/o silenciosas, por las
mismas razones.
6. No amurar conductos de flujos gaseosos o líquidos en diviso-
rios comunes con ese tipo de recintos.
7. No presentar áreas sensibles en frentes ruidosos, como por
ejemplo vías férreas.
Salvo un conjunto de enunciados generales como recién ejempli-
ficados, que también pueden considerarse como de sentido
común, no hay reglas que sean aplicables al edificio de un hotel.
Por el contrario, cada proyecto merece una consideración espe-
cial y, por lo tanto, un trato particular. Este es precisamente el tra-
bajo del asesor acústico: aplicar sus conocimientos técnicos a un
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caso particular. El especialista deberá estudiar, desde su punto de
vista, la distribución de todas las áreas y discutir la conveniencia
de modificar algunas de ellas.
Como una guía somera de una forma de encarar el tema acústico
dentro del proyecto general, el asesor acústico deberá plantear,
en primer lugar, los niveles máximos admitidos para cada tipo de
recinto, según su uso o destino. Este punto –clave para el éxito
del proyecto-, se debe discutir y sostener con el estudio de arqui-
tectura.
Estos valores a proponer son el resultado de numerosos estudios
efectuados por investigadores reconocidos, que correlacionan el
grado de aceptación de las personas encuestadas y los niveles
sonoros medidos, los cuales constituyen los llamados criterios
acústicos.
En este artículo se muestran las bandas de nivel sonoro recomen-
dadas para habitaciones de hoteles, según el criterio del recono-
cido investigador norteamericano Leo L. Beranek.
Se dirá entonces que la inmisión sonora de ruidos originados en
el exterior de las habitaciones, deberá generar en su interior nive-
les sonoros que estén comprendidos por las curvas de la figura 1.
Según el proyecto de hotel, esos valores deberán ubicarse próxi-
mos a la curva inferior (NCB=25) para los más exigentes, o a la
curva superior (NCB=40) para los menos exigentes. El asesor
deberá proponer este un otro criterio y finalmente conseguirlo.
¿Cómo se aplica un objetivo?Para cada uno de los recintos para los que se adopta este u otro
criterio similar, deben conocerse también los niveles de ruido
que habrá a su alrededor. Dados entonces los ruidos exteriores y
lo que se admitirá en su interior, surge inmediatamente la ais-
lación sonora mínima que deberán tener sus divisorios. A modo
de ejemplo, adoptando el criterio anterior para las habitaciones y
suponiendo que se esperan conversaciones no relajadas, un divi-
sorio de obra seca (como el dado por el corte esquemático de la
figura 2) satisface el objetivo propuesto de acuerdo con las cur-
vas de la figura 3 (los valores del divisorio corresponden a
mediciones en laboratorio según la norma).
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El análisis típico que se hace para verificar que el divisorio prop-
uesto es satisfactorio se resume en el gráfico de la figura 3. La
curva superior corresponde al espectro de la palabra hablada
(voz con cierto esfuerzo). La curva intermedia corresponde a la
atenuación sonoro que brinda el divisorio propuesto. La diferen-
cia entre ambos (banda por banda de frecuencias) da por resulta-
do la curva superior: Espectro que resulta en el interior de la
habitación. Se puede ver que este espectro no supera al perfil
NCB=25 (figura 1), supuestamente fijado como criterio para el
hotel que se está tratando. Conclusión, el divisorio se ajusta para
los ruidos exteriores previstos y el criterio adoptado.
De manera similar se procede con todas y cada una de las fuentes
de ruido previstas y el tipo de recinto considerado. Un ruido de
especial cuidado es el generado por el sistema de aire acondi-
cionado, debiendo reducirse los originales por ventiladores y por
el mismo flujo de aire en las rejas de ingreso y retorno de aire. El
acústico dispone de un arsenal de soluciones; entre ellas se
pueden nombrar a los silenciadores para reducir niveles sonoros
que puedan perturbar; así también, una regla que debiera
seguirse es reducir las velocidades de aire manteniendo los cau-
dales que el asesor en el tema requiera.
¿Cómo se implementa la solución acústica?
En esta etapa deben estar planteados y aprobados los objetivos,
en particular, los niveles de ruido máximos admitidos. Además,
se debe conocer por mediciones los niveles existentes en el pre-
dio antes de la obra, con origen en fuentes de ruido existentes y
que se mantendrán. Por ejemplo, el ruido de tránsito, de aviones
si correspondiera, fábricas, discotecas, comercios, shoppings,
etc. ubicados en las proximidades. A esto se deberá agregar los
previsibles por la presencia del hotel: Mayor movimiento en la
zona y nuevos comercios, entre otros. Finalmente, los propios
internos por el funcionamiento del hoteles, en particular, sus
áreas de servicios.
Para encarar el problema así planteado, el técnico debe disponer
de una base de datos confiable de materiales acústicos de per-
formance verificada, con sus propiedades resultantes de
mediciones en laboratorio según normas. Por último, debe mane-
jar modelos para combinar tales materiales con el fin de confor-
mar los divisorios que reúnan las propiedades mínimas de ais-
lación requeridas. En el ejemplo de la figura 2, deberá conocer la
capacidad de una capa de roca de yeso del espesor dado, de la
capa del barrier y, de ellas, surgirá la resultante para esa especial
combinación, o bien directamente, por mediciones de ese con-
junto. Además, debiera requerirse siempre una memoria de cál-
culo o informe metrológico que avale la propuesta. Por ello,
siempre habrá que tener presente que un diseño que provea ais-
lación insuficiente resulta evidente como resultado de la obra.
Sin embargo, una atenuación en exceso para asegurar resultados
no es evidente, pero resulta costosa. Además, y en forma comple-
mentaria, debiera contarse con una base de datos con las
propiedades de revestimientos absorbentes que permitan los
tratamientos de salas destinadas a la palabra, a fin de lograr nive-
les adecuados de inteligibilidad, privacidad y confort. Estos
resultados no son siempre apreciados, pero su ausencia es evi-
dente y notoria.
Divisorios móviles
Al comienzo del artículo se mencionó la conveniencia de contar
con salas de reuniones o convenciones que pudieran modificar
sus tamaños, de acuerdo con la necesidad de quién lo solicite. Así
planteado parece una idea utópica por lo fantasioso. Cuando se
cuenta con un conjunto de salones de diversos tamaños, es posi-
ble que varios se encuentren ociosos y que en algunos casos unos
resulten demasiado chicos o demasiado grandes respecto de lo
necesario.
La experiencia debería indicar la cantidad de salones y sus
tamaños. Sin embargo, existe la posibilidad de variar los tamaños
de los salones mediante el uso de divisorios móviles, que de
acuerdo con un diseño previsto en el proyecto, permiten dividir
a un salón en otros más pequeños o bien unir varios sin solución
de continuidad conformando uno mayor.
Estos divisorios deben reunir varias propiedades que los hagan
adecuados para este objetivo, tales como:
1. Su capacidad aislante debe proveer suficiente privacidad para
el uso simultáneo de los salones que están a ambos lados.
2. Una vez extendidos, tienen que presentar la consistencia de
una pared firme.
3. El movimiento de sus partes debe ser sencillo, liviano y rápi-
do, como para modificar la planta de salones tantas veces como
se lo requiere.
4. Deben permitir que, cuando se retiren, puedan almacenarse es
posiciones remotas y/u ocultas para lograr una unificación total
de los salones.
5. Deben permitir que el solado no esté afectado por los sistemas
de deslizamiento, para lograr así una continuidad visual de los
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salones unificados.
Los diseñadores se han encontrado desde siempre con la dificul-
tad de dividir transitoriamente salas de reuniones o convenciones
de cierto tamaño para adecuarlas a los requerimientos de quien
lo necesite.
Esta tarea los llevó a producir diseños de divisorios móviles con
herrajes inadecuados, que invariablemente eran pesados, no
acústicos, incómodos y en la mayoría de los casos inoperables.
No obstante, y debido al desarrollo de las nuevas tecnologías,
hoy en día se tiene la posibilidad de satisfacer los requerimientos
de los clientes y, además, lograr una gran diversidad de posibili-
dades que permitan dividir un salón a la medida exacta de los
requerimientos. Es decir, el poder dividir un salón en partes más
pequeñas, para que puedan ser rentados con mayor facilidad o en
combinaciones más vendibles.
Como ejemplos se podrán analizar los siguientes:
Sala de convenciones o reuniones p/300 personas con los divi-
sorios replegados. Puede transformar en:
Una sala p/200 persona y otra p/ 100.
Tres salas de 100 personas cada una.
Las preguntas que deben realizarse con respecto a sus
propiedades son:
¿Cuáles son las distintas posibilidades de diseño que permiten?
¿El movimiento de sus partes es sencillo, liviano y rápido,
como para modificar la planta de salones tantas veces como se
lo requiera?
¿Su capacidad aislante prevé suficiente privacidad para el uso
simultáneo de los salones que están a ambos lados?
¿Son estéticamente adecuados y acordes a la decoración interior?
¿Funcionan correctamente durante años sin mantenimiento o
con un mantenimiento mínimo?
Pueden almacenarse en posiciones remotas y/u ocultas para
lograr una unificación total de los salones?
¿Permiten que el solado no esté afectado por los sistemas de
deslizamiento, para lograr así una continuidad visual de los
salones unificados?
Algunas de las respuestas a esas preguntas son:
Comenzando por la tarea de diseño, se puede demostrar que las
posibilidades de estos sistemas son amplias, dado que las hojas
pueden girar a 90º, por lo que es posible mover los paneles en
cualquier dirección. Poseen la posibilidad de ser guardadas las
hojas en un lugar remoto, como así también la viabilidad de
cerrar la sala en un lado o en el otro. Además, la división de
una sala en cuatro con encuentros a 90º y archivos laterales.
La simplicidad de manejo de los divisorios, pese a que cuando
están sin instalar son muy pesados (una hoja de 3 m de altura
puede pesar 180 Kg) permite que, en el momento de colgar de
su riel, corran dócilmente.
En cuanto a la construcción de las hojas, se puede mencionar
que cuentan con una gran variedad de herrajes internos, que
permiten su expansión vertical en aproximadamente 8 cm.
Su manipuleo para esta circunstancia es simple, se ubica la hoja
en la posición deseada y con una manija se ajusta un herraje
que produce la salida de un zócalo inferior que se aprieta en el
piso. Con el mismo movimiento se expande un elemento supe-
rior que ajusta la hoja contra el riel superior, quedando total-
mente hermético y sin posibilidad de desplazamiento lateral. En
ese momento la hoja se convierte literalmente en una pared;
una pared que puede tener la misma estética de los restantes
fijas y, por lo tanto, mimetizarse con ellas si ese fuera el objeti-
vo de diseño. Las guías de aluminio extruido, junto con los
rodamientos de nylon, permiten un uso continuo sin manten-
imiento de ningún tipo. Su aplicación brinda absoluta privaci-
dad, logrando que los sonidos producidos en un salón no se
transmitan al contiguo. Las grandes posibilidades de diseño,
hermeticidad, estética y facilidad de manipuleo, generan para la
industria hotelera grandes beneficios y mayor rentabilidad en
sus salones.
Rev Énfasis Nº 1 – febrero/marzo 2000
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