EL dios DEL DESAGRADO
Pbro. Miguel Ortega R.
Hay un “dios desagradable”,
“muy desagradable”.
¡Uf! Es tremendo,
produce rechazo y antipatía.
Cansa. Atormenta. Fatiga.
Es un “dios”que vive en las distancias,sordo y ciego, mudo y porfiado,que quiere que los hombresle griten desesperadosy lo convenzan de sus necesidades.
Y él insiste en guardar silencio.
Hay un “dios”que quiere ver al hombre arrodillado, cabizbajo,lleno de temor y de vergüenza.
Hay un “dios” vanidosoque ambiciona alabanzas,
aplausos, honores,y que se alimenta
de nuestros cantos y gratitudes.
Sin duda hay un “dios desagradable”
Es el “dios” de las crueldades:el que teniendo el poder,(¡todo el poder!),no evita el accidente,no sana la enfermedad, no enjuga las lágrimas.
¿Qué alianza ha establecido
con el castigo y el mal?
¿Por qué, pudiendo evitar nuestro dolor y sufrimiento, no lo hace?
¿Por qué desea recibir la ofrenda de nuestras penas, y hasta la sangre de nuestros sacrificios?
Hay un “dios” insensible,
inhumano, indiferente...
Hay un “dios” terrible,que se enoja,que castiga duramente,que hace trampas,y que pone a prueba nuestras fuerzas
Hay un “dios” que atemoriza,
que persigue implacablemente,
que es como el “agente secreto”:
mira todo, anota todo,
registra todo,
no nos quita los ojos de encima,
va disfrazado a donde vamos,
no nos deja vivir tranquilos,
nos acosa en todas partes...
Hay un “dios de mandamientos”,
de leyes eternas,
de códigos y de preceptos negativos,
establecidos “porque sí”,
porque ésa es su voluntad,
su terriblemente “santa voluntad”,
su gusto, su placer o su capricho.
Hay un “dios” que ama el incienso, la reverencia,
la genuflexión,y que deja al hombre lleno de complejos,
de temores y de culpas.
Hay un “dios” comercianteque da según lo que recibe,que nos concede según lo que a élnosotros le hemos ofrecido o entregado.Y después nos pasa la cuentade sus favores y servicios.
Hay un “dios” de ceño fruncido,
un “dios” injusto para repartir riqueza,
un “dios” de brazo amenazante,
“dios” de altos tronos por encima de las nubes,
“dios” con miles de ángeles y serafines
cantando infatigablemente:
Santo, Santo, Santo...
“dios” de aburrimiento,
“dios” orgulloso,
“dios” cobarde,
“dios” celoso...
Sin duda hay un “dios” desagradableque atormenta y que oprime.
¿Cómo creer en él?¿Cómo amarlo?
¡Imposible!
UN FUNERAL PARA dios
Es precisopreparar el funeral de “dios”.
Es necesario enterrar muy hondo
ese “dios” fantasmal y agresivo.
Es urgente
enviar al exilio de este mundo
a ese “dios” con el cual
no aceptamos convivir.
Hay que sacudírselo de encima.
Hay que vomitarlo.
Hay que darle muerte
de un modo resuelto y definitivo.
Al “dios” escandaloso y opresor
hay que hacerlo desaparecer.
Que nunca más se hable de él.Que no se le dé espacio.Que no ocupe ningún púlpito.Que no suba a ninguna tribuna.Que se le quiten los micrófonos
¡Que lo entierren en una tumba
y que nadie lo resucite!
Por culpa de ese “dios”
muchos se alejaron maldiciendo.
Por culpa de ese “dios”
viven temerosos y humillados,
no aman la libertad y no sonríen.
El “dios” del látigo en las manos
ha hecho temblar a muchos niños,
ha torturado a muchos jóvenes,
y ha llenado de pánico a muchos hombres.
La caricatura de Dios
es peor que el ateísmo
El ateo niega al “dios desagradable”,
al “dios tirano”,
al “dios patrón, padrastro o paternalista”
porque no conoce al Dios vivo y verdadero.
Pero la caricatura obliga a creer,
(bajo amenaza de condena),
en un dios falso y deformado.
Imaginarlo así
es una mentira y una ofensa.
Por eso es preciso preparar
el funeral del “dios insoportable”.
Tú, no lo aceptes.Déjalo morir.No te apiades de él.No lo defiendas.Es un monstruo.Es un ídolo.¡Destrúyelo!
Que descanse en paz
Fraternalmente...