Date post: | 24-Oct-2015 |
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UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
Lic. Desarrollo y Gestión Interculturales
Cultura, Sociedad y Medio ambiente
El habitante de los canales de Xochimilco: El
ajolote
Mario César Campuzano Perales
El habitante de los canales de Xochimilco: El ajolote mexicano
Mario César Campuzano Perales
Resumen:
El presente trabajo busca exponer un problema medio ambiental: el ajolote mexicano
(ambystoma mexicanum), anfibio en peligro de extinción. En primer lugar se hace una
descripción de las principales características físicas y taxonómicas de este anfibio, así
como de sus comportamientos y su hábitat, describiendo brevemente el ecosistema:
los humedales de Xochimilco. Como punto siguiente se explican todos los factores
que ponen en riesgo la vida de los ajolotes dentro del lago de Xochimilco, tales como
la introducción de especies exóticas, la contaminación del agua, entre otros.
Adicionalmente se establecen los criterios o argumentos que explican por qué es
importante su conservación así como las diferentes medidas que se están tomando
para su preservarlo tanto in situ como ex situ y haciendo énfasis en una cooperación
intercultural que incluye a biólogos, veterinarios, herpetólogos, personas
pertenecientes a comunidades chinamperas de Xochimilco y pescadores de la región
para lograr la protección del ambystoma mexicanum. La metodología usada en esta
investigación corresponde a una revisión bibliográfica sobre el tema y entrevistas a
algunos integrantes del laboratorio de restauración ecológica de ajolotes en el
instituto de biología UNAM, especialmente al Dr. Luis Zambrano y al veterinario
Horacio Mena, así como revisión de entrevistas realizadas a algunos productores
chinamperos de Xochimilco.
Palabras clave: especies en peligro de extinción, ajolote mexicano, conservación del
ajolote, comunidades chinamperas, cooperación intercultural
Introducción
Extinción significa en biología la desaparición de una especie o de un grupo
taxonómico superior tal como una familia, un orden, etc., con lo cual se trunca una
línea filogenética, es decir, un proceso evolutivo. La extinción es tan característica en
el desarrollo de la vida en la tierra como la propia especiación. La extinción siempre
ha existido, durante algunos periodos geológicos a ritmos más acelerados que en
otros (Baena y Halfter, 2008). Una especie se considera en peligro de extinción, sea
animal o vegetal, cuando todos los miembros de esa especie están en peligro de
desaparecer. Las causas de la extinción pueden ser la depredación directa sobre la
especie, la desaparición de un recurso del cual depende su vida, la acción del
hombre, cambios en su hábitat o cambios climáticos. Según Baena y Halfter, pueden
existir diferentes tipos de extinción: a escala espacial, extinciones locales cuando
ocurren en una zona, país o continente, y globales cuando se presentan en todo el
planeta. Puede haber también extinciones masivas, que involucran muchos grupos
taxonómicos al mismo tiempo, y catastróficas, que son extinciones masivas que
ocurren en un periodo limitado. La preocupación de los científicos en general no es
en sí la extinción de especies, sino el ritmo al cual está ocurriendo, por lo menos
cuatro veces superior al existente antes del desarrollo de la sociedad industrial.
Este es el caso del ajolote mexicano, un anfibio endémico de los canales de
Xochimilco en la capital de la República Mexicana que se encuentra en peligro de
extinción debido a varios factores que se explicarán a lo largo del trabajo. En la
actualidad se están llevando a cabo diversos proyectos impulsados por instituciones y
universidades como la Universidad Autónoma Metropolitana plantel Xochimilco (UAM-
X) o el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
entre otros, que tienen como propósito la preservación de este anfibio. A lo largo de
este trabajo y de la mano de ciencias como la biología y la herpetología me enfocaré
únicamente en el proyecto impulsado por el Instituto de Biología de la UNAM que
involucra la creación de refugios para los ajolotes con la ayuda de los productores
chinamperos de la región, a lo largo de estas páginas el propósito será elucidar las
condiciones que ponen en riesgo al ajolote y las medidas que se están llevando a
cabo para conservarlo dando voz a científicos y chinamperos de Xochimilco.
El ajolote mexicano
El ajolote mexicano es un anfibio cuya apariencia básica es la de un renacuajo
gigante con patas y cola (esta característica de pertenecer hasta la edad adulta con
características de renacuajo se conoce como neotenia), su piel es lisa en casi todo el
cuerpo aunque puede ser ligeramente rugosa y con pequeños poros que solo pueden
ser apreciados de cerca. Su cabeza es robusta, ancha y plana, contrastado con el
resto del cuerpo que es alargado y aplastado por los lados, sus ojos son pequeños y
sin párpados. Una característica distintiva son los tres pares de branquias externas y
ramificadas que salen hacia atrás de la base de la cabeza, las cuales utilizan para
respirar. También poseen sacos pulmonares, que no se han desarrollado como
pulmones debido a su escaso uso, por lo cual sube, de vez en cuando, a la superficie
para tomar aire atmosférico, este anfibio tiene la característica de poder respirar por
tres formas distintas: branquias, pulmones y piel. A la altura de las branquias en el
dorso tiene una membrana rígida que se prolonga a toda la cola formando una aleta.
Las patas tienen dedos finos y puntiagudos que no desarrollan uñas, tienen cuatro
dedos en las patas anteriores y cinco en las posteriores.
Su coloración puede ser muy variable. En estado silvestre, en la mayoría domina
el color café oscuro o negro en el dorso con tonos más claros en el vientre (dichos
colores le sirven como camuflaje para protegerse de los depredadores). Las especies
criadas en cautiverio pueden presentar tonalidades grises, cafés, verdes,
anaranjados, blancos o dorados. Puede llegar a medir ente 20 y 25 cm de largo, su
peso oscila entre los 60 y 110 g. y su período de vida es de 15 años
aproximadamente. Tienen una boca de gran capacidad y dientes diminutos que se
disponen en hileras a la entrada de la cavidad oral. Su lengua es retráctil al igual que
la de las ranas.
Su dieta es amplia, come pequeños peces, renacuajos, insectos acuáticos,
lombrices, crustáceos y moluscos de agua dulce. En cautiverio pueden comer una
gran variedad de cosas, incluyendo croquetas especiales para tortugas, grillos,
tubifex, artemias, tenebrios (larvas de escarabajo) y hasta pollo. Se reproduce en los
meses de diciembre, enero y febrero, una sola vez al año. Los machos se pueden
distinguir por su cloaca (orificio reproductivo y excretorio) más alargada que la de la
hembra.
Su nombre proviene del náhuatl axolotl que significa monstruo acuático. Su
nombre científico es Ambystoma mexicanum, este nombre fue establecido por la
Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica en 1978 (Ortega, 2000).
Información taxonómica:
Reino: Animalia
Phylum: Chordata
Clase: Amphibia Orden: Caudata Familia: Ambystomatidae Género: Ambystoma Especie: Ambystoma mexicanum
Fig.1 Ajolote mexicano, imagen tomada de: http://bva.colech.edu.mx
La flora y fauna de Xochimilco es abundante y variada. La vegetación se
conforma, sobre todo, por ahuejotes, árboles típicos de la región, sembrados en los
márgenes de las chinampas para ayudar a que éstas queden fijas en el fondo del
lago. A la orilla de los canales se pueden encontrar ailes, árboles de casuarina, sauce
llorón, alcanfor y eucalipto, mientras que en la superficie del agua existe una gran
cantidad de flora acuática. Algunas de estas plantas son lirio, el "ombligo de Venus" y
las ninfas; algunas más pequeñas son el chichicastle y la lentejilla. El ecosistema de
la región en Xochimilco donde habita el ajolote son los humedales1, el clima es
templado sub-húmedo con lluvias en verano, la altitud promedio de la región es de
2 250 msnm, las lluvias son de mayo a octubre con una precipitación anual de 600
mm. Este pequeño anfibio requiere de condiciones particulares de turbidez y niveles
de oxigenación disueltos en el agua, la temperatura ideal del agua debe ser fría de
16º a 18º C y no debe exceder los 20º a 22º C.
1Según el Convenio de Ramsar (Convención Relativo a los Humedales de Importancia Internacional
especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas) un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan.
Fig.2 Ubicación geográfica de Xochimilco en el Distrito Federal. Imagen tomada de: http://www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM09DF/delegaciones/09013a.html
Fig.3 Humedales de Xochimilco, imagen tomada de: http://www.fundacionunam.org.mx/blog/ecologia/laboratorio-de-restauracion-ecologica-y-los-ajolotes.html Fig. 4 Liberación de Ajolotes en el lago de Xochimilco, imagen tomada de: http://www.dereporteros.com/?q=node/2308
Una especie en peligro de extinción
El ajolote, al igual que otras especies de animales en México y en el mundo se
encuentra en peligro de extinción, varios autores coinciden en señalar que la
población de este anfibio pasa por una grave crisis desde hace décadas, según una
entrevista realizada al Dr. Luis Zambrano2 por el periódico La Jornada (2010) en 1998
2 Es doctor en biología egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM, actualmente trabaja en el
instituto de biología en el laboratorio de restauración ecológica en donde es el líder del proyecto de conservación del Ambystoma mexicanum, ha publicado varios artículos al respecto, junto con veterinarios, herpetólogos y otros especialistas integra el Grupo de Investigación del Ajolote en
había alrededor de 6 mil ajolotes por hectárea en los canales de Xochimilco, en 2008
la población disminuyó a100 por hectárea y para 2010 se estimaba aproximadamente
un promedio de entre 50 ó 100 ajolotes por hectárea. De acuerdo con Alejandro
Molina (2010):
su disminución se atribuye principalmente a la contaminación de su hábitat por las
aguas residuales, la destrucción de algunos canales por desecación y rellenado de los
mismos para utilizarlos como tierras de cultivo, la introducción de fauna y flora exótica y,
finalmente, la captura clandestina que ejerce presión sobre las poblaciones remanentes
(p. 58)
De la misma manera la ficha de especies prioritarias de CONABIO (2011)
atribuye la desaparición de esta especie a las actividades humanas como la
agricultura, la sobreexplotación para usos medicinales y alimenticios, así como el
desarrollo de la mancha urbana de la Ciudad de México y otras poblaciones que han
ido acabando con el sistema lagunar y la red de canales del Valle de México, sumado
a lo anterior, otro factor que incide en la desaparición de este anfibio es la
introducción de especies exóticas que se comen las crías de ajolote y compiten con él
por otros alimentos, estas especies son la carpa y la tilapia que fueron introducidas
por el gobierno mexicano en la década de los 70’s con la finalidad de generar una
actividad de acuacultura para la gente local3, adicionalmente debido a la
contaminación de su hábitat los ajolotes sufren de chytridiomycosis, una enfermedad
en la piel de los anfibios producida por un hongo difícil de erradicar y que ha infectado
incluso a poblaciones de laboratorio y acuario.
Xochimilco (GIA-X), trabaja en conjunto con productores chinamperos impartiendo talleres y construyendo refugios de ajolotes en las chinampas, sus principales líneas de investigación son el manejo y restauración de ecosistemas duloceacuícolas y relaciones de heterogeneidad con diversidad de especies, así mismo es integrante del proyecto red del agua de la UNAM.
3 Información tomada de las entrevistas que personalmente realicé al Dr. Luis Zambrano en el Instituto
de Biología de la UNAM
Stephan y Ensatigue (2001) plantean que otras causas por las cuales el ajolote
se encuentra en peligro de extinción son su sobreexplotación para usos medicinales,
pues en los sitios dedicados a vender medicina tradicional dentro de algunos
mercados (como el de Sonora en la Ciudad de México) se encuentran pomadas y
jarabes en donde supuestamente se le incluye como ingrediente principal para tratar
afecciones respiratorias como asma o bronquitis, del mismo modo es utilizado en
infusiones a las que se les atribuyen propiedades curativas, por otra parte estos
mismos autores atribuyen su desaparición a su consumo alimenticio en caldos,
guisos y tamales dentro de las festividades y ceremonias religiosas, así como su
captura para comercializarlo como mascota en algunos acuarios, pues está cotizado
como especie “rara”.
Debido a las amenazas anteriormente expuestas este anfibio se encuentra en
peligro de extinción y:
Desde 1994 Ambystoma mexicanum se encuentra listado en la Norma Oficial Mexicana
NOM-059-ECOL-1994 bajo la categoría de “en protección especial” como medida
precautoria para su conservación, y desde julio de 1975 aparece registrado en el
apéndice II del CITES [Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres] con el fin de protegerla del comercio
internacional y evitar su extinción. Además, desde 1986 Ambystoma mexicanum
aparece en las listas rojas de la IUCN [Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza], y en 1996 fue catalogado bajo la categoría de vulnerable D2, al ser
considerada como una especie críticamente amenazada, ya que aún es colectado y se
considera que existe mayor riesgo de que se extinga debido a su distribución endémica
y restringida (Molina, 2010, p.58).
Como resultado de todo lo anterior diversos científicos han tomado medidas
importantes para preservar al ajolote y de esta manera lograr que salga de la lista de
especies en peligro de extinción, antes de enunciar las medidas que se están
tomando para la conservación y protección de este anfibio es preciso que aclaremos
por qué es importante preservarlo.
Sin duda hay varias razones para conservar esta especie, pero aquí
enunciaremos algunas de las más importantes. De acuerdo con Alejandro Molina
(2010) entre las razones que destacan para preservar a esta especie son las
médicas, pues diversos estudios han demostrado que el ajolote posee la capacidad
de regenerar cualquier tejido, incluyendo el cardiaco y el neuronal, de acuerdo
Horacio Mena4, estos anfibios pueden regenerar sus órganos y sus extremidades en
caso de que lleguen a perder una, pues poseen las hormonas y cantidades de yodo
adecuadas para regenerar en aproximadamente un mes cualquier parte de su cuerpo
que llegaran a perder, esta característica continúa en investigación para que
paulatinamente se incorpore en tratamientos del ser humano, otro motivo importante
que plantea Molina es en el ámbito biológico, aunque es poco conocido por la
sociedad el ajolote de Xochimilco es una de las especies más representativas de
México y ningún país debe permitirse perder parte de su biodiversidad ya que cada
una de las especies que la conforman constituye un patrimonio biológico invaluable
para sus ciudadanos; así mismo el autor agrega razones culturales ya que el perder
esta especie significaría perder también un representante vivo de nuestras raíces
prehispánicas que forjaron nuestra identidad como mexicanos.
Respecto al último punto anterior, Luis Zambrano del instituto de biología de la
UNAM (2011) señala que el ajolote es una anfibio presente desde la época
prehispánica pues “el ajolote y otras cinco especies de Ambystoma dominaron la
4Información tomada de las entrevistas que personalmente realicé en mi visita al Laboratorio de
Restauración Ecológica en el Instituto de Biología de la UNAM
parte central de México que va de Michoacán a Puebla hace aproximadamente 10 mil
años” (p. 230) y que muchas culturas lo incluían en su mitología como el dios Xólotl,
hermano gemelo y maldito de Quetzalcóatl, asociado a la idea de movimiento de
acuerdo con la leyenda del quinto sol y el único con agallas para negarse al sacrificio,
motivo por el cual se le persiguió hasta el fondo del lago para castigarlo y darle
muerte.
Medidas de Conservación del ajolote mexicano
Ante la situación que hemos explicado anteriormente se han implementado
básicamente dos formas de preservación: in situ y ex situ. Con el objetivo de evitar su
extinción han surgido iniciativas para proteger al ajolote, cuyo fin es la reintroducción
en su hábitat natural en Xochimilco, como el proyecto “Conservación del ajolote
(Ambystoma mexicanum) mediante su cultivo y siembra en el parque ecológico de
Xochimilco” desarrollado por el patronato del parque ecológico de Xochimilco,
sumándose estos esfuerzos la UAM-X (Universidad Autónoma Metropolitana, plantel
Xochimilco) a través del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de
Cuemanco (CIBAC) está llevando a cabo acciones importantes, sin embargo, como
he mencionado me enfocaré a describir especialmente el proyecto que se está
llevando a cabo entre la UNAM y productores locales para generar refugios que
consisten en canales o zanjas aisladas de las especies exóticas de peces (carpa y
tilapia) con filtros para el agua naturales.
El Instituto de Biología de la UNAM lleva a cabo ambas medidas de conservación
ex situ e in situ, estas dos medidas se complementan entre sí para lograr el objetivo:
evitar la extinción del ajolote mexicano. Empezaré por describir las medidas de
conservación ex situ.
La conservación ex situ se refiere al cultivo de los ajolotes fuera de su hábitat
natural, en laboratorios controlados que disponen de todas las condiciones
necesarias para reproducir a los ajolotes y de esta manera obtener los huevecillos
que después son introducidos en los canales de Xochimilco.
Para conocer las medidas de conservación ex situ visité el Laboratorio de
Restauración Ecológica dentro del Instituto de Biología de la UNAM, en el laboratorio
trabaja el denominado Grupo de Investigación del Ajolote de Xochimilco (GIA-X) el
líder del proyecto es el Dr. Luis Zambrano, en palabras de Horacio Mena5 de acuerdo
con la entrevista que le realicé, lo que se hace en el laboratorio es: “como las
condiciones de temperatura en el hábitat natural de los ajolote son frías, aquí lo que
se trata es de adaptar el laboratorio a esa temperatura fría. La temperatura del agua
oscila entre los 16 y 20º C, utilizamos agua potable para mantenerlo en las tinas, sin
embargo, a veces viene muy cargada de cloro, por lo tanto se le ponen unas gotas
anticloro y monitoreamos la calidad del agua constantemente, adicionalmente le
ponemos un filtro para mantener el agua en buenas condiciones, evitar su
contaminación y por lo tanto evitar desperdiciarla, los ajolotes no requieren de
oxigeno porque ellos tienen tres formas de respirar: a través de las branquias, los
pulmones y la piel. Los ajolotes del laboratorio los alimentamos 2 ó 3 veces por
semana principalmente de charales. Los objetivos de los laboratorio son: conocer la
ubicación, cantidad y capacidad de los criaderos de ajolote Ambystoma mexicanum, a
5 Horacio Mena es médico veterinario y forma parte del GIA-X en el Laboratorio De Restauración
ecológica Instituto de Biología de la UNAM, es encargado de vigilar las condiciones de salud de la colonia de ajolotes del Dr. Luis Zambrano, así como de los ejemplares que se encuentran en los refugios en Xochimilco
nivel nacional, asegurar la salud de los organismos en cautiverio, para evitar la
propagación de enfermedades infecciosas y conocer las características genéticas de
las poblaciones en cautiverio para poder evitar y/o controlar la introducción de
organismos criados en cautiverio al sistema natural, a fin de no alterar la viabilidad
genética de la población, la idea es tener ajolotes de diferentes edades, tener un
banco genético y evitar la reproducción entre hermanos y de este modo asegurar la
variedad genética, en los laboratorios se busca reproducir los ajolotes de diferentes
laboratorios, por ejemplo, los de la UAM-X con los del Instituto de Biología, etc. para
lograr la variabilidad genética, en el laboratorio buscamos la reproducción de los
ajolotes y los huevecillos obtenidos los reintroducimos en su hábitat natural en
Xochimilco en los refugios que preparamos con ayuda de los productores
chinamperos. En el laboratorio analizamos también las condiciones del agua de los
canales de Xochimilco y dividimos a los ejemplares en animales para exhibición
(sobre todo en zoológicos), animales para experimentación y para reproducción. A
cada ajolote se le hace une pequeña cirugía para introducirles un pequeño chip y
tenerlos registrados y controlados, especialmente a aquellos organismos que serán
reintroducidos en los refugios en Xochimilco”.
Fig. 5 Fotografías tomadas en mi visita al Laboratorio de Restauración Ecológica en el Instituto de Biología UNAM
Las medidas de los laboratorios son complementarias con la conservación in situ,
pues el objetivo es reintroducir a la especie en Xochimilco. La conservación de
especies in situ implica realizar todas las medidas y actividades necesarias para
proteger a las especies dentro de su hábitat (no en laboratorios u otros lugares), de
acuerdo con Karen Levy bióloga del GIA-X “el proyecto se llama programa de análisis
y restauración en el sistema lacustre de Xochimilco y comprende tres líneas de acción
básica: extracción de peces exóticos, carpa y tilapia, la rehabilitación de chinampas
para la creación de refugios y además establecer una estación de monitoreo.” Al
respecto de la problemática del ajolote el Dr. Luis Zambrano (2011) señala:
¿Cómo revertir la situación? Parecería que el remedio más directo es reintroducir al
ajolote en Xochimilco; pero eso solo agravaría el problema. Si bien es fácil reproducirlo
en cultivos, ello implica que la gran mayoría de las larvas provengan de la misma
camada. Así que no serviría de mucho meter organismos hermanos con todos los
riesgos que la endogamia acarrea. Tampoco es acertado asumir su desaparición en
Xochimilco mientras se le rescata poniéndolo en acuarios a fin de ser admirado; eso
sería conducir a la tortura a un animal que no le gusta ser observado. Luego pierde el
apetito, las branquias y enferma. Por eso el ajolote de exhibición suele ser remplazado
en cuestión de días. Acaso una solución más eficiente radique en la construcción de
apantles libres de carpas y tilapias alrededor de las pocas chinampas que quedan. Los
chinamperos están muy preocupados por el ajolote, lo que se podría aprovechar para
tender una red comercial que les permita tener una vida digna mientras protegen al
anfibio. (p. 239)
Por su parte Abisay Ortíz (2012) plantea:
Con el apoyo de las comunidades chinamperas, se han diseñado pequeños refugios
que poseen las características idóneas para que los ajolotes puedan sobrevivir e
incluso reproducirse. Una de las novedades en este proceso, ha sido la implementación
de pequeñísimas intervenciones quirúrgicas que permiten a los investigadores introducir
en los ajolotes un dispositivo (“chip”) que registra a cada individuo colocado en el
refugio, lo cual permite conocer de forma integral su desarrollo.
Como podemos ver el trabajo que se tiene con los productores chinamperos
de Xochimilco implica la construcción de apantles que son “canales angostos,
pequeños, son la división entre chinampa y chinampa, es útil para las labores
agrícolas” (Espinosa y Mazari, 2009, p.12), estos apantles también se
denominan simplemente como zanjas, de acuerdo con mis entrevistas en
palabras del Dr. Zambrano: “el proyecto que tenemos para conservación del
ajolote dentro de la zona chinampera se arrancó hace 4 años, este proyecto
implica la extracción de carpa y tilapia con ayuda de pescadores de la región, el
destino que se le buscó a esos peces fue ponerlos a secar y producir harina de
pescado. Lo que buscamos es la construcción de refugios para los ajolotes en la
zona chinampera, lo cual implica el acondicionamiento de los apantles, el
problema es que muchas chinampas están abandonadas y a pocos les interesa
seguirlas cultivando, entonces nuestra intención es atraer a las personas
interesadas en continuar con esa forma de cultivo tradicional con la eliminación
de agroquímicos y proponiendo la utilización de abonos orgánicos con el
propósito de no contaminar. Una vez rehabilitadas las chinampas, la intención
es hacer refugios en las zanjas que separan una chinampa de otra, los refugios
están aislados de las especies exóticas de peces, contienen plantas típicas de
Xochimilco y ahí se insertan los ajolotes, la calidad del agua se evalúa
periódicamente y tenemos filtros naturales, como grava de silicio y tezontle de
diferente grosor junto con la vegetación acuática y flotante. La intención es crear
áreas de crecimiento de huevos y larvas de ajolote. Las primeras chinampas
que se acondicionaron como refugios fueron la “isla de las muñecas” que
pertenece a Don Chope y una chinampa que se encontraba abandonada y que
ahora está a cargo de REDES A.C. (Asociación Civil, Restauración Ecológica y
Desarrollo). Gracias a la creación de estos refugios hemos conseguido que los
ajolotes se reproduzcan en su hábitat”.
Fig. 7 Fotografías de las zanjas, tomadas de Arana (2007)
Fig. 8 Acondicionamiento de las zanjas que separan las chinampas. Imagen tomada de Arana (2007)
El acondicionamiento de estas zanjas (apantles) no solo beneficia a los ajolotes,
también son los productores chinamperos los que resultan beneficiados ya que esto
les permite tener una mejor calidad de sus productos:
Los científicos, junto con los agricultores locales (chinamperos) están trabajando para
crear un programa alternativo de restauración del ajolote. Tradicionalmente, estos
agricultores locales producen en "chinampas", que son estructuras de tierra que forman
un laberinto de canales que conectan los lagos y humedales. Los chinamperos usan los
sedimentos del canal de recortar, reducir los fertilizantes químicos. Además, los canales
que rodean las chinampas aumentan la heterogeneidad espacial de los humedales, lo
cual parece ser necesario para la supervivencia del ajolote. Esto indica que es
necesario conservar la agricultura tradicional con el fin de restaurar el humedal. […] Los
canales utilizados como refugios fueron aislados del sistema con filtros para excluir a
los peces no nativos y mejorar la calidad del agua. Muchos chinamperos riegan sus
tierras de forma manual transportando el agua de los canales, así que la mejora de la
calidad del agua también ayuda a que los productos agrícolas estén libres de bacterias
y metales pesados, lo que permite a los chinamperos comercializar mejor sus
productos. Esta asociación ayuda tanto a los ajolotes y los chinamperos ya mejora el
hábitat de los ajolotes y preserva la agricultura tradicional. (Valiente, Zambrano, et al,
2010 pp. 257-258)
Es importante hacer énfasis en la cooperación intercultural entre científicos y
productores locales de Xochimilco quienes uniendo esfuerzos están logrando
proteger al ajolote de Xochimilco, aunque en la actualidad sólo se ha logrado
reintroducir a los ajolotes en su hábitat natural con la creación de estos refugios
seguramente en un futuro se logrará extraer a todas las especies de carpa y tilapia
para que los ajolotes puedan estar nuevamente viviendo en los canales de
Xochimilco. El Lic. Uriel Sumano que integrante también del GIA-X como parte de
mi visita al Laboratorio de Restauración Ecológica me dijo: “Creemos que la
participación de la gente de las chinampas es fundamental para que se solucionen
los problemas de Xochimilco, lo que buscamos es que la gente de las chinampas
de Xochimilco de acerque con nosotros para intercambiar información e invitarlos
para que participen en el proyecto de una forma directa” y por otro lado Don Chope
dueño de la chinampa de la “isla de las muñecas” en Xochimilco, a través de un
reportaje publicado en el periódico Reforma el 28 de Marzo del 2013 explica: “Me
pidieron permiso para hacer refugios para la recuperación del ajolote y les dije que
con todo gusto porque mi anhelo es que se mejore Xochimilco. Hay que apoyarnos
entre nosotros y siento mucho gusto porque se está rescatando la especie”, de la
misma forma Manuel Rodríguez, otro productor chinampero en Xochimilco, en un
reportaje elaborado por Paulina Sodi y transmitido en el programa Informativo 40
Primera Edición, para el canal Proyecto 40 el 23-junio-2013 dice: “Hace muchos
años aquí nosotros mismos éramos los depredadores acabábamos con él, ahora lo
que tratamos es de cuidar la naturaleza, proteger los animalitos y darle vista un
poco a Xochimilco”
Conclusiones
El proyecto que el GIA-X del Laboratorio de Restauración Ecológica está
llevando a cabo junto con los productores chinamperos de Xochimilco para evitar la
extinción del ajolote mexicano es un ejemplo de cooperación intercultural. El hecho
de ambas partes unan sus esfuerzos para realizar una actividad científica como
esta que es la conservación del ajolote, implica la formación de un nuevo tipo de
comunidad científica intercultural integrada no solo por biólogos, herpetólogos,
veterinarios u otros científicos, sino también por comunidades locales que
igualmente poseen conocimientos útiles para la actividad científica, en este caso
productores chinamperos de Xochimilco.
Este plan para conservar al ajolote, que está teniendo gran éxito, debe ser
tomado como un ejemplo para otros grupos de científicos que están impulsando
proyectos para la conservación de otras especies de animales. En nuestros días
las comunidades científicas deben reconocer que en México y en general en el
mundo entero existe una gran diversidad cultural conformada por personas y
grupos con costumbres y modos de vida quizá muy diferentes a los nuestros, pero
que poseen un gran conocimiento que al igual que los científicos han obtenido a
través de los años, dicho conocimiento se ve reflejado por ejemplo en el uso de
plantas medicinales para curar ciertas enfermedades, conocimiento que
seguramente no se obtuvo de la noche a la mañana sino a través de años de
experimentación hasta encontrar la planta que cura una determinada enfermedad,
este tipo de conocimientos son muy valiosos, si no lo fueran, grandes compañías
farmacéuticas y laboratorios en la actualidad no se apropiarían de ese saber
medicinal para patentarlo y crear medicamentos.
Este tipo de proyectos científicos como el de la conservación del ajolote, son
relevantes para todas las disciplinas sociales, la filosofía de la ciencia y en general
todas aquellas interesadas en las relaciones interculturales, pues pueden ser
tomados como modelos para futuras investigaciones científicas, para generar
proyectos que favorezcan el medio ambiente y a la sociedad mundial y que al
mismo tiempo reconozcan la existencia de comunidades chinamperas, indígenas,
etc. y el valor del conocimiento que estas comunidades poseen para usarlo de
manera útil en beneficio de todos.
Bibliografía
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