“COMO UNA NOVELA”
DANIEL PENNAC
EL QUÉ SE LEERÁ (los derechos imprescriptibles
del lector)
La mayoría de los lectores se conceden a diario el derecho a no leer, “el periodo de lectura alterna a
menudo con largas dietas durante las cuales basta la visión de un libro para despertar la indigestión”.
La idea de que leer humanice al hombre es un termino mal usado, ya que sino lee seria considerado
a priori como un bruto potencial y al hacerlo convertimos a la lectura en un obligación moral,
llegando a juzgar a la libertad por leer.
El deber de educar, consiste en enseñar a leer a los niños e iniciarlos en la
literatura, dándoles los medios para analizar y reflexionar libremente el
interés y gusto por los libros.
Un aspecto común al leer es el saltarse páginas debido a que la información que se nos presenta es
irrelevante, a que no nos interesa o agrada o simplemente el tiempo no es suficiente y deseamos
llegar a la mejor parte de una obra.
La causa que más se presenta es hacer esta acción ya que el texto es muy complejo y no dominamos la
temática o vocabulario presentado.
Es increíble el impacto que genera un libro al verlo o escuchar algún fragmento de su exquisita obra, sin embargo debemos
tener en cuanta que se necesita un proceso al leer, es decir conocer el tipo de literatura adecuado para nosotros y
conforme pase el tiempo leer libros mas complejos, para evitar saltarnos paginas al encontrar asuntos que no comprendamos. Y si somos lectores potenciales encontraremos los medios para
leer todo lo que este a nuestro alcance aprendiendo todo lo que nos arroja el mundo de las letras.
“Hay treinta y seis mil razones para abandonar una novela antes del final: la sensación de que ya la hemos leído, una sensación que no nos agrada,
nuestra desaprobación de la tesis del autor, un estilo que nos eriza el cabello, o por lo contrario una
ausencia de escritura a la que ninguna otra razón compensa para que justifique ir más lejos… inútil
enumerar las otras 35995 razones”
La madurez es un asunto curioso en materia de compresión lectora, hasta cierta edad no
tenemos la edad para ciertas lecturas, está bien. Pero al contrario de las buenas botellas, los
libros no envejecen, nos esperan en las estanterías y somos nosotros quienes
envejecemos.
4)EL DERECHO A RELEER
Podemos releer todo lo que queramos gratuitamente, por el placer de la repetición, por la alegría de los
reencuentros, maravillas y descubrimientos.
La literatura industrial es la que se a encargado de determinar si una novela es buena o mala, lo cual es
un dilema amplio. Aquí lo que importa es leer y disfrutar, con base a nuestros gustos e intereses.
Las preferencia literarias son determinadas por la emociones que sentimos al leer , lo cual se vuelve
parte de nuestra existencia y aprendizaje
6) EL DERECHO AL BOVARISMO
“Enfermedad textualmente transmisible”
Es una sensación inmediata y exclusiva de nuestras sensaciones, la imaginación se inflama, los nervios vibran, la adrenalina salta y el cerebro se confunde.
7) EL DERECHO A LEER EN CUALQUIER PARTE
El mayor de los derechos leer donde sea, cuando quieras y lo que quieras, durante el tiempo que gustes, con quien gustes y con el objetivo que te
mueva. Permitiéndote desarrollar las competencias lingüísticas y el amor por la literatura.
Es la autorización que nos concedemos para tomar cualquier volumen de nuestra
biblioteca, abrirlo en cualquier parte y meternos en él por un momento.
La presente lectura nos marca diversas acciones que
muchas veces llevamos a la practica como lectores. Si bien la lectura debe ser parte fundamental de nuestra formación, no solo como estudiantes, docentes, sino como personas. La lectura no solo es derecho , privilegio u obligación unos cuantos, es una acción liberal que nos ayuda a construirnos, pues la palabra es enorme, inmensa y poderosa, la palabra proviene de nosotros y de aquellos que tienen el valor de plasmarla en papel, hagamos que valga la pena esa palabra escrita, aprendamos a reconocer lo bello de la lectura y de lo que alguien nos quiere transmitir.
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