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EL SUMARIO - ENTREVISTAS · alfombras del Congreso desde hace seis meses”. Nos lo transmite, y...

Date post: 30-Sep-2018
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JUAN ANTONIO BLAY (PERIODISTA PARLAMENTARIO): En algunos bares detrás de la Cámara Baja se respira un interesante ambiente de cargos políticos y periodistas en la hora del café. Nos citamos en uno de ellos con nuestro entrevistado, un periodista parlamentario con 40 años de experiencia en la profesión y el añadido de haber estado cerca de año y medio en las cocinas donde se gestan las estrategias de comunicación del PSOE. Nada más verlo acercarse a nosotros, trajeado, con sombrero y paso rápido, comprobamos su carácter inquieto de plumilla clásico, como los de las películas. De acento valenciano marcado y risa continuada, se nota que le apasiona su trabajo, y “todo este ambiente frenético que se vive en las alfombras del Congreso desde hace seis meses”. Nos lo transmite, y confiesa estar viviendo unas semanas únicas en toda su experiencia como periodista parlamentario. Lo que le queda y le quedaba por vivir, pensamos cuando transcribimos esta entrevista, puesto que ya han pasado dos meses desde que charlamos con él un 20 de abril. Esto nos contaba sobre el periodismo político parlamentario, la situación actual, su trabajo en Público y su breve etapa en el PSOE. Pregunta: Ha trabajado en prensa, radio y televisión, pero quizá su trabajo más importante haya sido como director de comunicación en el PSOE… Respuesta: (interrumpe) Mentira. Eso es una de las cosas que llevaré como un sambenito. Yo pasé 17 meses en Ferraz. Me lo pasé muy bien, como en todos los sitios en los que he estado. Pero empezó y se acabó, nada más. En Ferraz no hay mazmorras, no hay túneles, nada de eso. Son gente muy normal, como imagino que la hay en Génova 13 y en todas las demás sedes. 17 meses en 40 años no son lo más importante, sino tan sólo una anécdota. El valor añadido que tiene es que por una parte era cómodo, porque dirigía la comunicación de un partido que daba apoyo y soporte a un gobierno, que era el de Zapatero (bien es verdad que yo viví desde allí el último tramo, ya más degradado, de las dos legislaturas de Zapatero). Yo estaba como periodista parlamentario después, cuando subió a la tribuna para anunciar aquellos primeros recortes: la congelación de pensiones, la primera reforma que bajó de los 45 a los 33 días…esto luego lo han multiplicado, pero fue el primer hachazo, un 12 de mayo de 2010. Fue EL SUMARIO - ENTREVISTAS
Transcript

JUAN ANTONIO BLAY

(PERIODISTA PARLAMENTARIO):

En algunos bares detrás de la Cámara

Baja se respira un interesante ambiente

de cargos políticos y periodistas en la

hora del café. Nos citamos en uno de

ellos con nuestro entrevistado, un

periodista parlamentario con 40 años de

experiencia en la profesión y el añadido

de haber estado cerca de año y medio en

las cocinas donde se gestan las

estrategias de comunicación del PSOE.

Nada más verlo acercarse a nosotros,

trajeado, con sombrero y paso rápido,

comprobamos su carácter inquieto de

plumilla clásico, como los de las

películas. De acento valenciano

marcado y risa continuada, se nota que

le apasiona su trabajo, y “todo este

ambiente frenético que se vive en las

alfombras del Congreso desde hace seis

meses”. Nos lo transmite, y confiesa

estar viviendo unas semanas únicas en

toda su experiencia como periodista

parlamentario. Lo que le queda y le

quedaba por vivir, pensamos cuando

transcribimos esta entrevista, puesto

que ya han pasado dos meses desde que

charlamos con él un 20 de abril. Esto nos

contaba sobre el periodismo político

parlamentario, la situación actual, su

trabajo en Público y su breve etapa en

el PSOE.

Pregunta: Ha trabajado en prensa,

radio y televisión, pero quizá su trabajo

más importante haya sido como

director de comunicación en el PSOE…

Respuesta: (interrumpe) Mentira. Eso es

una de las cosas que llevaré como un

sambenito. Yo pasé 17 meses en Ferraz.

Me lo pasé muy bien, como en todos los

sitios en los que he estado. Pero empezó

y se acabó, nada más. En Ferraz no hay

mazmorras, no hay túneles, nada de

eso. Son gente muy normal, como

imagino que la hay en Génova 13 y en

todas las demás sedes. 17 meses en 40

años no son lo más importante, sino tan

sólo una anécdota.

El valor añadido que tiene es que por

una parte era cómodo, porque dirigía la

comunicación de un partido que daba

apoyo y soporte a un gobierno, que era

el de Zapatero (bien es verdad que yo

viví desde allí el último tramo, ya más

degradado, de las dos legislaturas de

Zapatero). Yo estaba como periodista

parlamentario después, cuando subió a

la tribuna para anunciar aquellos

primeros recortes: la congelación de

pensiones, la primera reforma que bajó

de los 45 a los 33 días…esto luego lo han

multiplicado, pero fue el primer

hachazo, un 12 de mayo de 2010. Fue

EL SUMARIO - ENTREVISTAS

todo un revulsivo para el gobierno y

para muchos votantes, así como

socialmente. Fue la constatación de que

sí había crisis. Yo estuve en Ferraz desde

las elecciones europeas de 2009, a

mediados de junio, hasta principios de

noviembre de 2010 (16 meses y medio).

P: ¿Qué tuvo en cuenta para aceptar

una tarea tan importante como la de

director de comunicación dentro de un

partido político?

R: Eso se basa siempre en cuestiones de

confianza. Yo conocía a Zapatero de

estar en el Congreso. Salimos citados en

un par de libros de Azcolea y de Gonzalo

López Alba. En la mesa del Congreso

éramos cuatro periodistas, a veces

cinco, más un valenciano (Paco

Burguera, un tipo conservador liberal y

nacionalista que se arruinó con el

proyecto del Partido Nacionalista del

País Valenciano, y que estuvo en prensa

en Convergencia y Unió).

Teníamos una mesa que presidía este

hombre, Paco Burguera, un tipo

encantador. Ahí venían algunos

diputados. Uno de ellos, que se sentaba

allí habitualmente, era Zapatero. Ahí

nació mi relación con él, junto a otro par

de periodistas. Y también conocía a

Leire Pajín, que la habían nombrado en

aquel Congreso de 2008 Secretaria de

Organización del PSOE. Como era de

Benidorm, y yo a quien conocía era a su

padre, nos presentaron en una ocasión

en la que vino acompañándolo a él. No

tenía mayor importancia, pero por eso

me llamaron. Bien es verdad que la

persona que tuvieran antes no encajó.

También es verdad que yo era muy

amigo de quien había sido director de

comunicación del PSOE estando en la

oposición, Julián Lacalle. Estuve a punto

de irme con él en su momento, en el

2000, nada más llegar Zapatero a Ferraz.

Después, Leire se marchó al Ministerio.

Digamos que no mantenía con el señor

Blanco unas relaciones muy estrechas.

No era cuestión de poner aquello en

tesitura de nada, y de la misma manera

que me llamaron, salí de Ferraz.

Se basa en la confianza. Una vez Leire

me reprochó que pensara más en los

periodistas que en el Partido. Claro. Es

que cobro para eso. Y no estaba mal

pagado. Yo a lo que me comprometí es

a no engañar nunca a nadie. Si tenía que

engañar, decir algo que fuera contrario

a lo que yo sabía, prefería no saberlo. Yo

no les iba a engañar. Lo que procuraba

conseguir es “que la acequia estuviese

limpia de broza”. La calidad del agua que

corra es responsabilidad del partido de

turno, porque a mí no me pagaban para

eso. Yo recuperé una práctica que Julián

Lacalle había puesto de moda: los

comités federales, tan famosos, con

aquellos breafings en los que por cada

cinco o seis, uno tomaba la palabra. Yo

he visto a tipos decir fuera lo que no

habían dicho dentro. Amigos a los que

decía “ya te vale”. Tuve tres comités

federales. En el primero me compraron

todo lo que yo dije, entre otras cosas

porque tuvieron que constatar que lo

que yo decía era verdad. No fueron

comités federales muy polémicos. No

había broncas como ahora: que si

Susana dice esto, y el otro lo de más allá.

No hubo esas tensiones. Desde que

terminé yo no se han hecho más.

Estaban muy bien, sobre todo si se decía

la verdad, porque evitas especulaciones

y este tipo de cosas. Hubo que facilitar

mucha información, pero eso era

fundamentalmente tarea del gobierno.

Aquel plan de la economía sostenible, el

Plan E y todo aquello. Fue droga dura.

Pero tampoco hubo de lo que más

engancha, que son los conflictos

internos. Hubo unas primarias aquí en

Madrid con Trinidad Jiménez y Tomás

Gómez. Aquello fue lo único, pero no

mucho más.

Sin embargo, hubo una periodista que

ya no hace información del PSOE (está

en redacción) de la agencia Europa

Press, que me llegó a preguntar (sacaron

un teletipo) sobre si había distinción en

el color blanco de las papeletas. Se llegó

a unos extremos increíbles. Pero el PSOE

siempre ha tenido esas cosas. Lo de

Génova ya es demasiado, y lo de otros

partidos no te digo. Es puro

oscurantismo. Pero lo de Ferraz pone a

la gente… [Risas]. El caso es que

tampoco tuve grandes complicaciones.

Pero, volviendo al origen, es una

cuestión de confianza. Si no, no. Pasa

como a Pepe Blanco, que encima

entonces era Ministro de Fomento. Era

para decir: dedícate a lo que te tienes

que dedicar. Pero bueno, estaba

mareando la perdiz…en fin.

P: Trabajó en Canal 9 desde 1989 hasta

1997, si no me equivoco. ¿Cómo fue la

experiencia allí?

R: En Canal 9 muy buena. Primero, eso

de sacar un producto informativo

nuevo, con el aliciente de que muy

poquita gente hacía televisión en 1989

en Valencia…yo estaba en un periódico

valenciano que se llamaba Levante. Era

prensa escrita. Cuando me llamó el que

iba a ser jefe de informativos, al que

conocía muy poco, le dije “Eliseo, yo de

eso no sé nada”. Y me respondió que eso

se aprende, y es verdad que se aprende.

Pero claro, pasar del lenguaje de prensa

escrita al de la televisión es complicado.

Ya entonces no tenía el problema este

del viento y el pelo (bromea).

Os contaré otra anécdota para que veáis

el impacto. Entonces no era como

ahora, que podías ver tu informativo sin

problemas. El primer informativo que

hicimos el 9 de octubre del 89, que

terminaba a las nueve y media, lo

grabaron en un VHS. Había un avión de

Iberia que lo llevó a su destino, y a las

doce y media de la noche o la una, aquí

vimos el informativo. Imposible

imaginarlo sin la tecnología de ahora. Lo

digo porque a los tres meses me

mandaron (viajé mucho durante

aquellos primeros años) a una Cumbre

Bilateral (ya casi han desaparecido con

Rajoy) en Constanza, en una zona

deprimida. Estaba haciendo la salidilla, y

el cámara me dice “¡No, no! Hazla otra

vez”. Siempre hacías un par por si acaso

había algún problema. Ya había hecho

dos, y me animaba a hacer una tercera.

El montaje no lo hacía yo. Se llevaba a

una productora de montajes en Zúrich

(a 60 o 70 km) y allí lo montaban y ya

tenían la pieza. Llamábamos a algún

amigo en la redacción para preguntar

qué tal lo habían visto. Total, que te

decían “¡Ha quedado precioso, mientras

tu hablabas tres cisnes aparecían en el

lago tras la pantalla…!”. Si hubiese

llevado la corbata mal puesta, habría

quedado mal. Quiero decir, que eso es

televisión. Yo no soy ningún teórico,

pero me remito a los hechos. Hay

imágenes, situaciones o caras. Que te

quiera la cámara no es una cuestión de

un canon de belleza, sino que es

cuestión de si traspasas o no traspasas

la pantalla. Comunicas o no comunicas.

Es la telegenia. Pero aquella anécdota

de los cisnes me quedó grabada. ¡Ah! Y

la noche americana. Que es una luz que

te dan cuando está oscuro y te refleja

[risas].

Todavía vienen aquí muchos cámaras de

EFE Televisión con los que trabajé

mucho y es muy agradable

reencontrarse. En televisión viajé

mucho.

Diez días después de empezar a emitir

Canal 9 había elecciones. En plena

campaña electoral (de tres semanas,

entonces), Felipe González tenía quince

días antes de acudir a una entrevista con

Bush padre. Allá que fui yo con Canal 9 y

otros cuantos. Cuando aterrizamos, nos

acercamos a un bar de Washington y

descubrimos en la televisión la CNN y

demás canales americanos que se

hicieron famosos unos cuantos años

después con la guerra de Irak, y

entonces estaban cubriendo un

acontecimiento histórico: el terremoto

de San Francisco. Esa noche el editor, el

redactor jefe, me dijo: “¡Tú mañana te

vas a San Francisco!”. Allí me fui a la

mañana siguiente, en el tercer o cuarto

avión que aterrizó después del seísmo.

Hicimos un par de salidillas, y otra

delante de la Casa Blanca, donde hay

una especie de “kilómetro cero” con el

obelisco. Luego aquello lo montaban los

de EFE (porque la producción también

era de EFE). Me crucé de costa a costa

de EEUU. Me hice con todas las portadas

de aquel día. En fin, viajé mucho y pateé

mucha moqueta, congresos. A mí me

gustaba mucho estar ahí.

P: ¿Notó mucho cambio en Canal 9

cuando llegó a la presidencia Zaplana?

R: Yo no es que lo notase, es que a mí

me empujaron y salí de Canal 9… la

única consigna que yo tuve durante la

administración de Lerma fue: “¡Que

salgan todos! Que todo el mundo esté

contento”. Entonces Canal 9 era una

falla permanente que no se quemaba. Y

al día siguiente igual: “¡Que salgan

todos, que no hay problema, que aquí

hay mucho tiempo!”. Fue la única

consigna que yo tuve. Además, entre

otras cosas, porque desde aquí (desde

Madrid) te limitabas a reflejar, en

valenciano, lo que ocurría aquí. Y con

eso poco menos que estaba justificado.

Tampoco era cuestión de andar con

primicias. Además, Canal 9 no era

conocido en Madrid. Había una

auténtica eclosión de autonómicas, y

comenzaron aquellas navidades a emitir

las privadas. De Valencia dimos un par

de primicias, pero anecdóticas, que

tampoco fueron a ninguna parte.

El mayor follón que hubo en la

redacción, puesto que allí entonces se

hilaba muy fino, fue porque Amadeu

Fabregat había vetado 40 palabras que

“eran catalanistas”. Se montó un “pollo”

tremendo. Luego cambió, llegó Zaplana

y cambió el director general y el director

de informativos…yo le dije al director

general, que vino un día, que lo único

que quería era que si tomaba alguna

decisión sobre mí, fuera el primero en

enterarme. Pues no lo cumplió. Paco

Burguera me llamó un día diciéndome

que un amigo suyo (subido al “caballito

de los nuevos”) le había llamado

preguntándole por una periodista

valenciana que estaba aquí en Madrid

(Luisa Palma, que ahora trabaja en

Telemadrid). Yo la conocía, y me

imaginé que me iban a sustituir por ella.

Efectivamente, en diciembre llamé al

director general y le dije que estaba

encantado de la vida, pero que se había

comprometido conmigo en que sería el

primero en enterarme y no había sido

así. Durante un año me colocaron aquí

en Madrid los fines de semana (no hacía

apenas nada). Tanto es así que me

pregunté qué iba a hacer de lunes a

jueves. Llamé a mi anterior director del

Levante y le pregunté si podía colaborar.

Como le encantó la idea, me dio

autorización y Sánchez Carrascosa (el

director por aquel entonces) me dijo:

“mientras no hables de Canal 9…”. Yo,

que estaba en Madrid, era en lo último

que pensaba. Claro, venía Zaplana a

Madrid y yo le preguntaba en las ruedas

de prensa [risas]. Sánchez Carrascosa, la

dirección de Las Provincias…se dijeron

“encima de que le pagamos, nos pone

en aprietos”. Por eso recibí una carta en

ese mes de mayo de traslado forzoso a

Valencia. Me dije: “¿Traslado forzoso?

Primero no, segundo no y tercero no”.

Tengo familia y, ¿por qué me tengo que

ir yo allí? Me dijeron “piénsatelo, es un

trabajo para toda la vida” [risas] Pues

eso. “Para toda vida”. Ha sido el primero

y el único traslado forzoso. Renuncié a

él, recogí el dinero por despido

improcedente y me fui a buscarme la

vida a otra parte.

Lo digo porque el otro día encontré a un

cámara que ahora trabaja en el PSOE.

Parece ser que en La Sexta, hablando de

casos de corrupción, sacaron a Sanchís

Perales (por el caso Naseiro, diputado

por Valencia que por eso fue al

Supremo). Allí estábamos yo y Óscar

Martínez haciendo un reportaje. Yo a

este cámara le conocía porque

trabajaba en el Levante. Tenía esas

imágenes en archivo y me dio un par de

pantallazos que mandé a Óscar. Me dijo

“aquí estoy, esperando a que reabran

Canal 9”. Un tipo que acaba de cumplir

49 años, y está esperando a que

reabrieran Canal 9. Ese es el problema

que tienen Puig y compañía. Tienen una

cola de periodistas exigiendo volver. Y a

ver a quién le dices que no. Yo sé a quién

diría que no entre los que en los últimos

15 años han estado manipulando y

fueron a protestar los 10 últimos días.

Eso tiene de coherencia lo que yo de

Obispo de Roma.

Al margen de filias y fobias, yo ya dije en

su momento que a esa cola no iba, y no

he vuelto ni iré. Le dije a Ximo, que lo

conozco desde el año 85, “te

equivocarás si inviertes un solo euro en

Canal 9. Tienes que invertirlo en aquello

para lo que te ha elegido la gente:

educación, sanidad…yo no te digo que el

último año no hagas ahí una especie de

proyecto de reapertura. Pero rellenar

una parrilla de 24 horas es muy caro, y

no vas a hacer una cosa cutre. Que sea

una cosa mínimamente digna. Tienes

que hacer desaparecer jurídicamente lo

anterior para emprender algo nuevo y

que nadie diga con el apoyo de un juez

que tiene que ser readmitido. Porque ‘te

ha hecho un traje’ que te cuesta un ojo

de la cara”. Pero eso es una opinión muy

personal.

P: ¿Qué le pareció el cierre de Canal 9?

Me pareció una canallada. Pero no el

cierre, sino la depravación, el coste, la

deuda que generó. Yo no tuve opción.

Sé, porque hay testigos (yo no estaba)

que Zaplana dijo “eso es un nido de

rojos”. Metieron a todos los suyos e

hicieron todos los trasvases. Y llegó

Camps, y como a los quince días se peleó

con “los de Zaplana” (porque se

pelearon, fue público y notorio aquello),

pues no crearon el tercer canal, pero sí

crearon el Canal Internacional, el Canal

por Internet…y así sucesivamente. Y

Fabra, que metería su número

correspondiente de gente. Con lo cual,

1600 trabajadores es un despropósito.

Por lo tanto, no es el cierre en sí. Tenían

que haber tomado medidas, haber

echado a gente…bueno, echaron a 800.

Eso está recurrido, y algunos lo han

ganado. Ahí el problema lo tiene el que

viene detrás. Además, se

comprometieron a readmitir a gente. En

fin…todo viene de ahí.

Hay un caso todavía abierto, que es el

pago de los conciertos de Julio Iglesias.

Eso no está cerrado todavía. Parece ser

que el señor Zaplana tiene una leucemia

de caballo. Yo desearía que se

recuperase, pero que estuviese en la

cárcel, porque es un delincuente. He

tenido que escribir con sumo cuidado

cada tecla, cada palabra sobre Zaplana,

con datos contrastados, porque si no ya

me hubiera retirado (ríe). Recuerdo que

una vez, en un “FITUR”, me abordó tal

que así: “Usted y yo, que tanto nos

conocemos…” (se ríe de nuevo).

P: ¿Cree que las televisiones

autonómicas tienen futuro?

Las televisiones autonómicas son como

cualquier televisión. Antena 3 ha

perdido dinero por un tubo. Tienen que

hacerlo bien. Ahora han recogido el

sentido comercial que tienen. Telecinco

estuvo a punto de cerrar, de venderse.

No te digo CNN+, PRISA. Público se tuvo

que vender al gran capital de Planeta,

etc. En este tipo de cosas, la gestión

privada no es garantía de nada. Y aquí,

como el canon al estilo británico o

alemán no se quiso poner…la televisión

pública autonómica tiene sentido si la

contextualizas en tu ámbito. Mi colega

Nacho Villa (Castilla la Mancha) quiso

poner corresponsales, etc. Eso no es.

En el año 89, cuando había

presupuestos, sí que había esperanza de

que Canal 9 se convirtiera en un

referente de la información global. Por

eso, algún exceso que otro se cometió.

Pero pecata minuta con lo que hay

ahora. Aquello no fue por mala

voluntad, y con esto no quiero disculpar.

Y de hecho fue importante, porque llegó

a tener más de un veinte por ciento de

audiencia, que entonces era mucho.

Hoy en día quien tiene un diez…pues

como en Estados Unidos, una cadena

que tenga un 12 o un 15 tiene un triunfo

impresionante. Esto creo que lo tengo

escrito desde hace años. Tiene sentido si

lo contextualizas en su ámbito de

emisión. Ideológicamente y

económicamente.

P: Escribió en Público el día siguiente a

las elecciones del 20 de diciembre que

la izquierda había configurado una

alternativa. ¿Por qué no se ha dado

finalmente esa alternativa?

¡Ah! Eso lo tendrías que preguntar en las

bancadas, en el hemiciclo. Ayer se

aprobaron dos proposiciones de ley con

los votos de la bancada que hubiera

posibilitado que Pedro Sánchez fuera

presidente del gobierno. PSOE,

Podemos, Compromis, IU y demás.

Incluso a los canarios y a los vascos los

podrían haber incluido con un par de

concesiones. A los vascos les solucionas

el cupo, que no el concierto (distingue

entre ambas cosas). Es decir, la cantidad

de dinero que tienen que devolver al

Estado como pago de los servicios

generales. Algún kilómetro más de vía

vasca de alta velocidad, el aeropuerto

de Bilbao, etc. (ríe). Y con Canarias igual,

les solucionas la agenda canaria. Cuando

digo esto en los corrillos, se ofenden.

Me dicen: “vaya chorrada”. Pero, al

final, las políticas se traducen en

presupuestos y en dinero.

Yo creo que desde el primer momento

ha habido una previsión de decir “por si

sale mal, a ver quién no queda mal”.

Percepción que cada vez que la repites

parece que la ha tenido a la vez la gente.

El postureo ha estado más en torno a la

expresión de “el último, que apague la

luz”. Ha habido un exceso de

prevención, y ha faltado altura. Yo no

soy “pedrosanchista”, pero ahí dentro

hay gente que de esto sabe un montón.

Hay gente como José Enrique Serrano,

Jordi Sevilla…no son Pérez Tapias, pero

la clave está en que dos y dos son

cuatro. Bruselas dio un par de años de

margen. Ayer dijo De Guindos que había

conseguido aumentar el plazo para la

aplicación del plan de estabilidad del

3%. Pero al final tiene que venir Bruselas

a reclamar. Mucho Tsipras, pero al final

dos y dos son cuatro. Estás en un club de

socios en el que tienes que cumplir. Otra

cosa es que tengas fuerza y puedas

decidir. También si gastas más dinero en

unas cosas o en otras. Lo que os decía

antes de la tele…tienes otra serie de

prioridades, aparte de que pueda haber

un problema de financiación.

Hay un miedo a unas nuevas elecciones

de las que no se sabe el posible

resultado. Nadie entiende por qué tiene

que ir el día 26 de junio a votar otra vez.

¿Esto qué es? Y el resultado quedará

más o menos igual, palmo arriba o

palmo abajo. Si el PP sube cinco o pierde

tres y si Podemos gana dos o pierde

siete, si el PSOE se queda como está…y

encima, un 26 de junio (se ríe). Ya

estamos de vacaciones, los niños ya no

van al colegio… ¡Ya verás! Y eso siempre

perjudica a los que menos voto tienen.

Por ejemplo, en Castellón, por el

sistema D’Hondt, que no ley, sacaron 2,

1, 1 y 1. Yo pensaba que en estas

circunscripciones Ciudadanos o

Podemos no iban a tener nada que

hacer, pero sí. Pero si ahora hay menos

gente votando, el sistema siempre

favorece a los más votados. A lo mejor

algunos se quedan sin escaño por los

pelos. 2, 2 y 1. Pero en fin, no lo sé.

Puede haber alguna ligera variación, y

siempre saldrán perjudicados los que

menos votos tengan. Lo que no quiere

decir que Ciudadanos y Podemos no

obtengan mucho voto, por ejemplo, en

Valencia. En el caso de que Podemos

vaya con Compromis, según lo que

ocurra con Ada Colau y ECP en Cataluña,

etc. Y Beiras, que está como una cabra

(se ríe) porque cree que todo comienza

con él, etc. En fin…y si a Sánchez Susana

le empieza a fastidiar no se sabe por

qué, y muchos factores más.

P: ¿Qué le parece que finalmente

Ciudadanos no tuviese tanta fuerza

como se esperaba?

R: Yo no me lo esperaba, creo que

obtuvieron demasiado. No les daba más

de veinticinco, pero bueno, lo que yo

piense y nada es lo mismo. Había

expectativas de que se salía, pero la

gente al final no le cree (se refiere a

Rivera). En fin, cara bonita, pero

finalmente en los debates yo creo que

estuvo flojo. El día de la “ciudadana”

Marta Rivera de la Cruz… ayer tuvo una

intervención deleznable. Y no hay más.

Y la mitad de esos diputados son

deshechos de tinta. Un ex senador

andaluz del PSOE, que es portavoz en

Granada, a mí me parece… yo no me

había enterado, pero cuando me

encontré la carpetilla, y que ese tipo iba

por Ciudadanos, dije: “ay, la virgen”.

Pregunté ayer mismo a otro que fue

portavoz del PSOE en el Senado y le dije

“oye, ¿qué ha pasado aquí?”. Y me dijo

“es que no salió elegido en las anteriores

elecciones en las que iba el tercero de la

lista, intentó presentarse a Secretario

provincial de Granada, no salió y se ha

largado a Ciudadanos”. ¡Oh! Pues así,

varios. El de Castellón es un tipo…en fin,

ex comisario de Policía, el de Santander

es de UPyD, el de Asturias también, y así

sucesivamente. Ahora con el pacto con

el PSOE y demás… yo creo que son los

que más han hecho postureo. No digo

que en Podemos no lo hayan hecho,

pero al menos han intentado trasladar

más solidez ideológica. Pero es que

Ciudadanos creo que se ha aprovechado

del pacto con el PSOE para lavarse un

poquito no la mancha, pero sí la

sospecha de que son más de derechas

que Don Pelayo, que es cierta. Lo cual

está muy bien, porque también hay

gente de derechas que se merece una

opción conservadora que no tenga

algunos “tics” de los que el PP no ha

logrado desprenderse. Aquel recuerdo

sociológico del franquismo. Parece

mentira que todavía haya algún nombre

del general Yagüe, en fin…

P: ¿En qué medida lo que nos cuentan

los medios de comunicación y lo que

pasa ahí dentro (en el Congreso)

difiere, en qué medida es sólo una

escenificación lo que nos cuentan?

R: No. Aquí lo que ha pasado es que se

decía “esto es una prostitución de

todo”, etc. Es que están la sala de prensa

de los periodistas, la sala de ruedas de

prensa, el set de televisión con un sillón

que parece de piel y lo ves más

comprimido… en la sala de ruedas de

prensa antes se sentaban, ahora estos

partidos emergentes no querían

sentarse – ahora alguna vez se han

sentado. En la sala de prensa hay tres

puestos de televisión, para hacer

directos, sobre todo en programas

como Las mañanas de Cuatro, Al Rojo

Vivo, etc.

Hubo un día de febrero en el que aquello

fue el acabose. Pasa que estos nuevos

de Podemos van como en procesión.

Sacan al santo de romería (risas). Va “el

Errejón de turno” y 7, 8 o 9 detrás de él.

Es algo impresionante, es algo increíble.

En estas ruedas de prensa más o menos

llamativas después de una junta de

portavoces ves al tipo que ya sí, sale

sólo. Pero a metro y medio están Irene

Montero, Bescansa, el otro… y en

Ciudadanos otro tanto de lo mismo.

Salen Rivera o Girauta y los siete u ocho

detrás. Los tres o cuatro de prensa más

los tres o cuatro asesores del grupo. Es

difícil reflejar la situación, y esto es

peligroso para el sistema, pero yo creo

que sí que se puede criticar un exceso de

escenificación, de postureo, etc. Yo creo

que una vez pasen estos dos o tres

meses será diferente. He estado

haciendo un ejercicio de recopilación de

las notas de prensa. Desde la

constitución del Congreso y del Senado,

aquello sí que es una cosa ya

lamentable. Yo ni me he acercado. Era

salir para responder a lo que había dicho

uno unos minutos antes. Es algo

realmente sintomático. Es que os

enseñaría aquí en el Whatsapp del

grupo de prensa de Ciudadanos que los

propios periodistas publican “Rivera

habla con…”, “se reúnen…”, “¿y va a

haber reacción a lo que ha dicho el

concejal de no sé dónde…?”. Yo no me

invento nada, pero me pregunto cómo

es posible. Se ha entrado en una rueda

interminable.

Luego hemos pasado al “muchas gracias

por la pregunta” de los amigos de

Podemos, que los periodistas no

entendemos, porque no sabemos por

qué nos lo tienen que agradecer (yo

pregunto y tú respondes). Presumen de

nuevos y en realidad son muy viejos,

que no lo digo por hundirlos sino por

ponerlos al mismo nivel que el resto.

Una de las costumbres que habría que

aprender del mundo sajón es una frase

perfecta que es el “no comment”. Antes

de decir una tontería, una sandez, un

despropósito o un desatino,

simplemente “no tengo ningún

comentario que hacer”, que me parece

muy sano.

Y luego ya tenemos la degradación

laboral y profesional del oficio. De

calentar asiento y ordenador como si así

produjeras más. Yo le he escuchado al

señor Iglesias decir estar sorprendido al

ver muchos escaños vacíos. “El puesto

de trabajo de un diputado está en su

escaño”. O sea, que yo le tengo que

pagar a ese señor el jornal por calentar

el cuero rojo de su escaño. Pues no, me

sale carísimo. Tiene que estar ahí si tiene

que intervenir, o a la hora de votar. En el

resto de momentos puedes estar en tu

despacho siguiendo la actividad

parlamentaria, negociando otra ley,

iniciativa, etc. Otra cosa es que se

debatan leyes difíciles que provocan

que la gente se escape, cuando se

deberían hacer en comisión. Pero eso es

otra historia. Se está cogiendo la

costumbre de calentar asiento.

Por eso hay un periodista que hacía

información del PSOE en El Mundo y

ahora está en Público (Manolo Sánchez)

que dice que “las noticias están en los

bares”. Es verdad. Las noticias están en

la calle. Os recomiendo un libro precioso

llamado “El oficio más bonito del

mundo”. Es una de las mejores lecturas,

además de Kapuscinsky. Las noticias no

vienen a uno. Tiene que ir uno a

buscarlas. Una de las cosas más

importantes es la agenda, ya sea en

teléfono o en papel. No la tiréis nunca. Y

una vez vayáis cumpliendo años, las

acreditaciones de los sitios en los que

hayáis estado. Los contactos son

fundamentales, y no os imagináis en qué

momento los vais a necesitar. Antes

tenías que recordar los segundos

apellidos, porque suponía encontrarlos

en la guía telefónica. Por eso las agendas

son fundamentales. No tirar nunca

ningún teléfono que caiga en tus manos,

y en la medida que se pueda,

sistematizarlos. Y una buena base de

datos documental, porque cuando se

escribe algo, aparte de que esté bien

escrito, importa la solidez que aportan

las referencias concretas, ya sea en una

noticia o en un reportaje.

P: ¿Qué opinión le merece que Pedro

Sánchez acudiese a Tsipras como

último recurso para obtener el sí de

Iglesias?

R: Bueno, tened en cuenta que no fue a

Atenas. Fue en el contexto de Bruselas.

Intentar eso parece ser que no le salió

muy bien. Ignoro también la capacidad

de presión de Tsipras y su entorno en

Iglesias. Intentar utilizar a Tsipras en

este contexto es como utilizar a

Varoufakis en el movimiento de la

Noche en pie (unos días atrás en París).

Parece que le fue a pedir a Tsipras que

intercediese y algo no funcionó ahí. O a

Tsipras no le convenció la idea o no tiene

demasiado poder sobre las decisiones

de Iglesias. A mí se me ocurre que estas

cosas se deben hacer con discreción. Si

te sale bien, ya habrá tiempo para

sacarlo a flote, y si te sale mal más vale

que se quede así. Pero claro, con tantas

cosas nuevas tras el 20 de diciembre y

en un contexto de presión…

El otro día escribí un texto sobre “en qué

funciones entra un gobierno que ya está

en funciones” (ríe). Quiero decir, ¿qué

es esto de que un gobierno en funciones

no pueda dar explicaciones sobre algo

que afecta al discurrir diario de la

política? ¿Por qué la ministra de

agricultura no puede explicar una cosa

que viene de atrás, pero ha explotado

mientras ella estaba en funciones, como

es el caso Acuamed? Hay tanta pose…

P: Cambiando de tema, encontramos

un tweet suyo de hace tiempo, en el

contexto de los comicios municipales y

autonómicos del año pasado, que

Mónica Oltra le recordaba a Tamayo y

Sáez. ¿Por qué?

R: (Muestra sorpresa). ¡El otro día

Iglesias lo recordó justificando que él se

postulase como vicepresidente! Esta

(Oltra) estuvo postulando durante ocho

o diez días que ella era la presidenta.

Vamos a ver, tiene 19 diputados de 99.

¿Por qué iba a ser ella presidenta?

¿Porque está Podemos con ella y suma

más que Ximo (Puig)? Pues si Ximo Puig

no quiere, ella no es presidenta, aunque

quieran los de Podemos. Ergo, si no

cuentas con Puig, ¿de qué vas? Por eso

me recordaba al “tamayazo”. Es que el

“tamayazo” frustró la investidura de

Simancas. Es que me lo recordaba, de

hecho hice dos tweets, uno en

castellano y otro en valenciano. En fin,

no haría nada por quitar ese tweet. Y

mira que tengo poquísimos, pero sería

incapaz de encontrarlo.

Vosotros no sois de Valencia, pero

tenéis que saber cómo fue la investidura

de Ximo. Votaron a favor los 23 del

PSPV, los 19 de Compromis y los de

Podemos votaron 8 a favor y 5 se

abstuvieron. No en contra, como dijo el

compañero de 20 minutos el otro día en

TVE. Entre ellos Montiel, el portavoz.

¿Cómo se puede partir un grupo? Eso es

no estar bien de la cabeza. “Un apoyo

condicionado”. Bueno, eso es tan

sencillo como apoyar, y más si has

acordado un proyecto de gobierno. Y si

no lo cumplen, irse, o apoyar una

moción de censura. Pero partir un grupo

en mitad y mitad no tiene sentido. Yo vi

en directo la investidura y no daba

crédito. Bueno, luego aquello se asentó

y Oltra quedó de vicepresidenta, no

tenían más remedio que entenderse. Yo

no las tenía todas conmigo, pero me

dicen que aquello funciona

racionalmente bien. El poder es uno de

los mecanismos más sólidos que

conozco. Fuera siempre hace más frío.

P: ¿Cuál es el papel que desempeña

ahora mismo en Público?

R: Escribo noticias de información

parlamentaria. Al Senado he ido alguna

que otra vez también, puesto que entra

dentro de la información parlamentaria,

pero es que lleva desde el verano

pasado cerrado. Ha habido dos plenos, y

creo que la semana que viene hay otro.

En el último pleno que hubo a finales de

la legislatura pasada colocaron a Rita

Barberá de Presidenta de la Comisión

Constitucional del Senado y tuvo que

hacer el informe de la Acción de

Cuentas. Lo recuerdo porque estuve a

punto de escribir una nota de eso.

Ayer lo que hubo fue la comparecencia

de De Guindos y lo que hice fue

tragarme toda la comisión, que fue más

política que de datos.

P: ¿Volvería a trabajar en un partido

político o ya no se lo plantea?

R: No, de ninguna manera. Aquello fue

algo puntual. También es verdad que

era una época especial, había rechazado

irme allí en el 2000. El sueldo era casi el

doble, que para una familia con tres

hijos es importante. No es que vaya de

Quijote, pero hice una quijotada.

Aquello fue en el contexto de Zapatero.

Fue cuando me despidieron del Levante,

y en pocos días me habían llamado de El

Economista y estaba trabajando allí para

hacer información parlamentaria

económica, más orientada a ese

periódico. Y estaba trabajando en ese

periódico cuando me llamaron de

Ferraz.

P: Para terminar vamos a decirle diez

nombres de políticos y nos tiene que

decir lo primero que le venga a la

cabeza, en una o dos palabras.

Mariano Rajoy: inanición.

Pedro Sánchez: ahora o nunca. Ma non

troppo.

Ximo Puig: la fuerza de la voluntad.

Mónica Oltra: no la conozco, pero las

referencias que tengo es que se hizo

famosa por las camisetas y por Juan

Cotino, que la echó un par de veces.

Ambiciosa, yo creo.

Pablo Iglesias: pendiente de evaluar.

Albert Rivera: (se ríe y nos reímos con

él). El muñecote este que cae bien, y sin

más.

Eduardo Madina: lo que el viento se

llevó, lo que pudo ser y no fue. Es un tipo

que descubrí estando en Ferraz. Lo

conocía, pero no mucho. Después era un

pusilánime, tenía con él una relación

cordial. Pensaba que era mejor para el

PSOE Madina que Sánchez.

Rita Barberá: creía que aquello era suyo

por derecho divino. Hablando en plata,

su padre, Pepe Barberá, era un fascista

de cuidado. Presidente de la Asociación

de la Prensa, director de Jornada…

recibió su educación. Fue alcaldesa por

3000 votos. La más votada fue

Clementina Ródenas. Yo creo que el

disgusto que se llevó Elizondo por no ser

alcalde de Valencia le costó el infarto.

Rita era la eterna líder de la oposición,

de Alianza Popular.

Alberto Fabra: no lo conozco, pero

querer limpiar a última hora… en fin,

aquello ha sido droga dura.

Eduardo Zaplana: Zaplana es un

delincuente. Utilizó la política para

delinquir. Debería estar en la cárcel y es

el padre de muchas trapicherías. Tuvo

trabajando en su ministerio, en su

gabinete de comunicación, a una

periodista llamada Cristina Grau, que

estaba cobrando el paro, y yo se lo

saqué en el periódico en el que estaba

entonces. La chica desapareció de allí,

claro. No lo pude comprobar, pero

parecía que dormía en una habitación

de la Gran Vía por cortesía de Juan

Bautista Soler, presidente del Valencia

F. C. que tenía media Gran Vía en su

propiedad. Pero como no lo pude

comprobar, no lo pude publicar. Se

abrió un informe en el Tribunal de

Cuentas como consecuencia de aquello.

Entrevista: Pablo Torres, Judith Arroyo,

Carolina Fernández.

Transcripción y fotografía: Judith

Arroyo.


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