JUAN ANTONIO BLAY
(PERIODISTA PARLAMENTARIO):
En algunos bares detrás de la Cámara
Baja se respira un interesante ambiente
de cargos políticos y periodistas en la
hora del café. Nos citamos en uno de
ellos con nuestro entrevistado, un
periodista parlamentario con 40 años de
experiencia en la profesión y el añadido
de haber estado cerca de año y medio en
las cocinas donde se gestan las
estrategias de comunicación del PSOE.
Nada más verlo acercarse a nosotros,
trajeado, con sombrero y paso rápido,
comprobamos su carácter inquieto de
plumilla clásico, como los de las
películas. De acento valenciano
marcado y risa continuada, se nota que
le apasiona su trabajo, y “todo este
ambiente frenético que se vive en las
alfombras del Congreso desde hace seis
meses”. Nos lo transmite, y confiesa
estar viviendo unas semanas únicas en
toda su experiencia como periodista
parlamentario. Lo que le queda y le
quedaba por vivir, pensamos cuando
transcribimos esta entrevista, puesto
que ya han pasado dos meses desde que
charlamos con él un 20 de abril. Esto nos
contaba sobre el periodismo político
parlamentario, la situación actual, su
trabajo en Público y su breve etapa en
el PSOE.
Pregunta: Ha trabajado en prensa,
radio y televisión, pero quizá su trabajo
más importante haya sido como
director de comunicación en el PSOE…
Respuesta: (interrumpe) Mentira. Eso es
una de las cosas que llevaré como un
sambenito. Yo pasé 17 meses en Ferraz.
Me lo pasé muy bien, como en todos los
sitios en los que he estado. Pero empezó
y se acabó, nada más. En Ferraz no hay
mazmorras, no hay túneles, nada de
eso. Son gente muy normal, como
imagino que la hay en Génova 13 y en
todas las demás sedes. 17 meses en 40
años no son lo más importante, sino tan
sólo una anécdota.
El valor añadido que tiene es que por
una parte era cómodo, porque dirigía la
comunicación de un partido que daba
apoyo y soporte a un gobierno, que era
el de Zapatero (bien es verdad que yo
viví desde allí el último tramo, ya más
degradado, de las dos legislaturas de
Zapatero). Yo estaba como periodista
parlamentario después, cuando subió a
la tribuna para anunciar aquellos
primeros recortes: la congelación de
pensiones, la primera reforma que bajó
de los 45 a los 33 días…esto luego lo han
multiplicado, pero fue el primer
hachazo, un 12 de mayo de 2010. Fue
EL SUMARIO - ENTREVISTAS
todo un revulsivo para el gobierno y
para muchos votantes, así como
socialmente. Fue la constatación de que
sí había crisis. Yo estuve en Ferraz desde
las elecciones europeas de 2009, a
mediados de junio, hasta principios de
noviembre de 2010 (16 meses y medio).
P: ¿Qué tuvo en cuenta para aceptar
una tarea tan importante como la de
director de comunicación dentro de un
partido político?
R: Eso se basa siempre en cuestiones de
confianza. Yo conocía a Zapatero de
estar en el Congreso. Salimos citados en
un par de libros de Azcolea y de Gonzalo
López Alba. En la mesa del Congreso
éramos cuatro periodistas, a veces
cinco, más un valenciano (Paco
Burguera, un tipo conservador liberal y
nacionalista que se arruinó con el
proyecto del Partido Nacionalista del
País Valenciano, y que estuvo en prensa
en Convergencia y Unió).
Teníamos una mesa que presidía este
hombre, Paco Burguera, un tipo
encantador. Ahí venían algunos
diputados. Uno de ellos, que se sentaba
allí habitualmente, era Zapatero. Ahí
nació mi relación con él, junto a otro par
de periodistas. Y también conocía a
Leire Pajín, que la habían nombrado en
aquel Congreso de 2008 Secretaria de
Organización del PSOE. Como era de
Benidorm, y yo a quien conocía era a su
padre, nos presentaron en una ocasión
en la que vino acompañándolo a él. No
tenía mayor importancia, pero por eso
me llamaron. Bien es verdad que la
persona que tuvieran antes no encajó.
También es verdad que yo era muy
amigo de quien había sido director de
comunicación del PSOE estando en la
oposición, Julián Lacalle. Estuve a punto
de irme con él en su momento, en el
2000, nada más llegar Zapatero a Ferraz.
Después, Leire se marchó al Ministerio.
Digamos que no mantenía con el señor
Blanco unas relaciones muy estrechas.
No era cuestión de poner aquello en
tesitura de nada, y de la misma manera
que me llamaron, salí de Ferraz.
Se basa en la confianza. Una vez Leire
me reprochó que pensara más en los
periodistas que en el Partido. Claro. Es
que cobro para eso. Y no estaba mal
pagado. Yo a lo que me comprometí es
a no engañar nunca a nadie. Si tenía que
engañar, decir algo que fuera contrario
a lo que yo sabía, prefería no saberlo. Yo
no les iba a engañar. Lo que procuraba
conseguir es “que la acequia estuviese
limpia de broza”. La calidad del agua que
corra es responsabilidad del partido de
turno, porque a mí no me pagaban para
eso. Yo recuperé una práctica que Julián
Lacalle había puesto de moda: los
comités federales, tan famosos, con
aquellos breafings en los que por cada
cinco o seis, uno tomaba la palabra. Yo
he visto a tipos decir fuera lo que no
habían dicho dentro. Amigos a los que
decía “ya te vale”. Tuve tres comités
federales. En el primero me compraron
todo lo que yo dije, entre otras cosas
porque tuvieron que constatar que lo
que yo decía era verdad. No fueron
comités federales muy polémicos. No
había broncas como ahora: que si
Susana dice esto, y el otro lo de más allá.
No hubo esas tensiones. Desde que
terminé yo no se han hecho más.
Estaban muy bien, sobre todo si se decía
la verdad, porque evitas especulaciones
y este tipo de cosas. Hubo que facilitar
mucha información, pero eso era
fundamentalmente tarea del gobierno.
Aquel plan de la economía sostenible, el
Plan E y todo aquello. Fue droga dura.
Pero tampoco hubo de lo que más
engancha, que son los conflictos
internos. Hubo unas primarias aquí en
Madrid con Trinidad Jiménez y Tomás
Gómez. Aquello fue lo único, pero no
mucho más.
Sin embargo, hubo una periodista que
ya no hace información del PSOE (está
en redacción) de la agencia Europa
Press, que me llegó a preguntar (sacaron
un teletipo) sobre si había distinción en
el color blanco de las papeletas. Se llegó
a unos extremos increíbles. Pero el PSOE
siempre ha tenido esas cosas. Lo de
Génova ya es demasiado, y lo de otros
partidos no te digo. Es puro
oscurantismo. Pero lo de Ferraz pone a
la gente… [Risas]. El caso es que
tampoco tuve grandes complicaciones.
Pero, volviendo al origen, es una
cuestión de confianza. Si no, no. Pasa
como a Pepe Blanco, que encima
entonces era Ministro de Fomento. Era
para decir: dedícate a lo que te tienes
que dedicar. Pero bueno, estaba
mareando la perdiz…en fin.
P: Trabajó en Canal 9 desde 1989 hasta
1997, si no me equivoco. ¿Cómo fue la
experiencia allí?
R: En Canal 9 muy buena. Primero, eso
de sacar un producto informativo
nuevo, con el aliciente de que muy
poquita gente hacía televisión en 1989
en Valencia…yo estaba en un periódico
valenciano que se llamaba Levante. Era
prensa escrita. Cuando me llamó el que
iba a ser jefe de informativos, al que
conocía muy poco, le dije “Eliseo, yo de
eso no sé nada”. Y me respondió que eso
se aprende, y es verdad que se aprende.
Pero claro, pasar del lenguaje de prensa
escrita al de la televisión es complicado.
Ya entonces no tenía el problema este
del viento y el pelo (bromea).
Os contaré otra anécdota para que veáis
el impacto. Entonces no era como
ahora, que podías ver tu informativo sin
problemas. El primer informativo que
hicimos el 9 de octubre del 89, que
terminaba a las nueve y media, lo
grabaron en un VHS. Había un avión de
Iberia que lo llevó a su destino, y a las
doce y media de la noche o la una, aquí
vimos el informativo. Imposible
imaginarlo sin la tecnología de ahora. Lo
digo porque a los tres meses me
mandaron (viajé mucho durante
aquellos primeros años) a una Cumbre
Bilateral (ya casi han desaparecido con
Rajoy) en Constanza, en una zona
deprimida. Estaba haciendo la salidilla, y
el cámara me dice “¡No, no! Hazla otra
vez”. Siempre hacías un par por si acaso
había algún problema. Ya había hecho
dos, y me animaba a hacer una tercera.
El montaje no lo hacía yo. Se llevaba a
una productora de montajes en Zúrich
(a 60 o 70 km) y allí lo montaban y ya
tenían la pieza. Llamábamos a algún
amigo en la redacción para preguntar
qué tal lo habían visto. Total, que te
decían “¡Ha quedado precioso, mientras
tu hablabas tres cisnes aparecían en el
lago tras la pantalla…!”. Si hubiese
llevado la corbata mal puesta, habría
quedado mal. Quiero decir, que eso es
televisión. Yo no soy ningún teórico,
pero me remito a los hechos. Hay
imágenes, situaciones o caras. Que te
quiera la cámara no es una cuestión de
un canon de belleza, sino que es
cuestión de si traspasas o no traspasas
la pantalla. Comunicas o no comunicas.
Es la telegenia. Pero aquella anécdota
de los cisnes me quedó grabada. ¡Ah! Y
la noche americana. Que es una luz que
te dan cuando está oscuro y te refleja
[risas].
Todavía vienen aquí muchos cámaras de
EFE Televisión con los que trabajé
mucho y es muy agradable
reencontrarse. En televisión viajé
mucho.
Diez días después de empezar a emitir
Canal 9 había elecciones. En plena
campaña electoral (de tres semanas,
entonces), Felipe González tenía quince
días antes de acudir a una entrevista con
Bush padre. Allá que fui yo con Canal 9 y
otros cuantos. Cuando aterrizamos, nos
acercamos a un bar de Washington y
descubrimos en la televisión la CNN y
demás canales americanos que se
hicieron famosos unos cuantos años
después con la guerra de Irak, y
entonces estaban cubriendo un
acontecimiento histórico: el terremoto
de San Francisco. Esa noche el editor, el
redactor jefe, me dijo: “¡Tú mañana te
vas a San Francisco!”. Allí me fui a la
mañana siguiente, en el tercer o cuarto
avión que aterrizó después del seísmo.
Hicimos un par de salidillas, y otra
delante de la Casa Blanca, donde hay
una especie de “kilómetro cero” con el
obelisco. Luego aquello lo montaban los
de EFE (porque la producción también
era de EFE). Me crucé de costa a costa
de EEUU. Me hice con todas las portadas
de aquel día. En fin, viajé mucho y pateé
mucha moqueta, congresos. A mí me
gustaba mucho estar ahí.
P: ¿Notó mucho cambio en Canal 9
cuando llegó a la presidencia Zaplana?
R: Yo no es que lo notase, es que a mí
me empujaron y salí de Canal 9… la
única consigna que yo tuve durante la
administración de Lerma fue: “¡Que
salgan todos! Que todo el mundo esté
contento”. Entonces Canal 9 era una
falla permanente que no se quemaba. Y
al día siguiente igual: “¡Que salgan
todos, que no hay problema, que aquí
hay mucho tiempo!”. Fue la única
consigna que yo tuve. Además, entre
otras cosas, porque desde aquí (desde
Madrid) te limitabas a reflejar, en
valenciano, lo que ocurría aquí. Y con
eso poco menos que estaba justificado.
Tampoco era cuestión de andar con
primicias. Además, Canal 9 no era
conocido en Madrid. Había una
auténtica eclosión de autonómicas, y
comenzaron aquellas navidades a emitir
las privadas. De Valencia dimos un par
de primicias, pero anecdóticas, que
tampoco fueron a ninguna parte.
El mayor follón que hubo en la
redacción, puesto que allí entonces se
hilaba muy fino, fue porque Amadeu
Fabregat había vetado 40 palabras que
“eran catalanistas”. Se montó un “pollo”
tremendo. Luego cambió, llegó Zaplana
y cambió el director general y el director
de informativos…yo le dije al director
general, que vino un día, que lo único
que quería era que si tomaba alguna
decisión sobre mí, fuera el primero en
enterarme. Pues no lo cumplió. Paco
Burguera me llamó un día diciéndome
que un amigo suyo (subido al “caballito
de los nuevos”) le había llamado
preguntándole por una periodista
valenciana que estaba aquí en Madrid
(Luisa Palma, que ahora trabaja en
Telemadrid). Yo la conocía, y me
imaginé que me iban a sustituir por ella.
Efectivamente, en diciembre llamé al
director general y le dije que estaba
encantado de la vida, pero que se había
comprometido conmigo en que sería el
primero en enterarme y no había sido
así. Durante un año me colocaron aquí
en Madrid los fines de semana (no hacía
apenas nada). Tanto es así que me
pregunté qué iba a hacer de lunes a
jueves. Llamé a mi anterior director del
Levante y le pregunté si podía colaborar.
Como le encantó la idea, me dio
autorización y Sánchez Carrascosa (el
director por aquel entonces) me dijo:
“mientras no hables de Canal 9…”. Yo,
que estaba en Madrid, era en lo último
que pensaba. Claro, venía Zaplana a
Madrid y yo le preguntaba en las ruedas
de prensa [risas]. Sánchez Carrascosa, la
dirección de Las Provincias…se dijeron
“encima de que le pagamos, nos pone
en aprietos”. Por eso recibí una carta en
ese mes de mayo de traslado forzoso a
Valencia. Me dije: “¿Traslado forzoso?
Primero no, segundo no y tercero no”.
Tengo familia y, ¿por qué me tengo que
ir yo allí? Me dijeron “piénsatelo, es un
trabajo para toda la vida” [risas] Pues
eso. “Para toda vida”. Ha sido el primero
y el único traslado forzoso. Renuncié a
él, recogí el dinero por despido
improcedente y me fui a buscarme la
vida a otra parte.
Lo digo porque el otro día encontré a un
cámara que ahora trabaja en el PSOE.
Parece ser que en La Sexta, hablando de
casos de corrupción, sacaron a Sanchís
Perales (por el caso Naseiro, diputado
por Valencia que por eso fue al
Supremo). Allí estábamos yo y Óscar
Martínez haciendo un reportaje. Yo a
este cámara le conocía porque
trabajaba en el Levante. Tenía esas
imágenes en archivo y me dio un par de
pantallazos que mandé a Óscar. Me dijo
“aquí estoy, esperando a que reabran
Canal 9”. Un tipo que acaba de cumplir
49 años, y está esperando a que
reabrieran Canal 9. Ese es el problema
que tienen Puig y compañía. Tienen una
cola de periodistas exigiendo volver. Y a
ver a quién le dices que no. Yo sé a quién
diría que no entre los que en los últimos
15 años han estado manipulando y
fueron a protestar los 10 últimos días.
Eso tiene de coherencia lo que yo de
Obispo de Roma.
Al margen de filias y fobias, yo ya dije en
su momento que a esa cola no iba, y no
he vuelto ni iré. Le dije a Ximo, que lo
conozco desde el año 85, “te
equivocarás si inviertes un solo euro en
Canal 9. Tienes que invertirlo en aquello
para lo que te ha elegido la gente:
educación, sanidad…yo no te digo que el
último año no hagas ahí una especie de
proyecto de reapertura. Pero rellenar
una parrilla de 24 horas es muy caro, y
no vas a hacer una cosa cutre. Que sea
una cosa mínimamente digna. Tienes
que hacer desaparecer jurídicamente lo
anterior para emprender algo nuevo y
que nadie diga con el apoyo de un juez
que tiene que ser readmitido. Porque ‘te
ha hecho un traje’ que te cuesta un ojo
de la cara”. Pero eso es una opinión muy
personal.
P: ¿Qué le pareció el cierre de Canal 9?
Me pareció una canallada. Pero no el
cierre, sino la depravación, el coste, la
deuda que generó. Yo no tuve opción.
Sé, porque hay testigos (yo no estaba)
que Zaplana dijo “eso es un nido de
rojos”. Metieron a todos los suyos e
hicieron todos los trasvases. Y llegó
Camps, y como a los quince días se peleó
con “los de Zaplana” (porque se
pelearon, fue público y notorio aquello),
pues no crearon el tercer canal, pero sí
crearon el Canal Internacional, el Canal
por Internet…y así sucesivamente. Y
Fabra, que metería su número
correspondiente de gente. Con lo cual,
1600 trabajadores es un despropósito.
Por lo tanto, no es el cierre en sí. Tenían
que haber tomado medidas, haber
echado a gente…bueno, echaron a 800.
Eso está recurrido, y algunos lo han
ganado. Ahí el problema lo tiene el que
viene detrás. Además, se
comprometieron a readmitir a gente. En
fin…todo viene de ahí.
Hay un caso todavía abierto, que es el
pago de los conciertos de Julio Iglesias.
Eso no está cerrado todavía. Parece ser
que el señor Zaplana tiene una leucemia
de caballo. Yo desearía que se
recuperase, pero que estuviese en la
cárcel, porque es un delincuente. He
tenido que escribir con sumo cuidado
cada tecla, cada palabra sobre Zaplana,
con datos contrastados, porque si no ya
me hubiera retirado (ríe). Recuerdo que
una vez, en un “FITUR”, me abordó tal
que así: “Usted y yo, que tanto nos
conocemos…” (se ríe de nuevo).
P: ¿Cree que las televisiones
autonómicas tienen futuro?
Las televisiones autonómicas son como
cualquier televisión. Antena 3 ha
perdido dinero por un tubo. Tienen que
hacerlo bien. Ahora han recogido el
sentido comercial que tienen. Telecinco
estuvo a punto de cerrar, de venderse.
No te digo CNN+, PRISA. Público se tuvo
que vender al gran capital de Planeta,
etc. En este tipo de cosas, la gestión
privada no es garantía de nada. Y aquí,
como el canon al estilo británico o
alemán no se quiso poner…la televisión
pública autonómica tiene sentido si la
contextualizas en tu ámbito. Mi colega
Nacho Villa (Castilla la Mancha) quiso
poner corresponsales, etc. Eso no es.
En el año 89, cuando había
presupuestos, sí que había esperanza de
que Canal 9 se convirtiera en un
referente de la información global. Por
eso, algún exceso que otro se cometió.
Pero pecata minuta con lo que hay
ahora. Aquello no fue por mala
voluntad, y con esto no quiero disculpar.
Y de hecho fue importante, porque llegó
a tener más de un veinte por ciento de
audiencia, que entonces era mucho.
Hoy en día quien tiene un diez…pues
como en Estados Unidos, una cadena
que tenga un 12 o un 15 tiene un triunfo
impresionante. Esto creo que lo tengo
escrito desde hace años. Tiene sentido si
lo contextualizas en su ámbito de
emisión. Ideológicamente y
económicamente.
P: Escribió en Público el día siguiente a
las elecciones del 20 de diciembre que
la izquierda había configurado una
alternativa. ¿Por qué no se ha dado
finalmente esa alternativa?
¡Ah! Eso lo tendrías que preguntar en las
bancadas, en el hemiciclo. Ayer se
aprobaron dos proposiciones de ley con
los votos de la bancada que hubiera
posibilitado que Pedro Sánchez fuera
presidente del gobierno. PSOE,
Podemos, Compromis, IU y demás.
Incluso a los canarios y a los vascos los
podrían haber incluido con un par de
concesiones. A los vascos les solucionas
el cupo, que no el concierto (distingue
entre ambas cosas). Es decir, la cantidad
de dinero que tienen que devolver al
Estado como pago de los servicios
generales. Algún kilómetro más de vía
vasca de alta velocidad, el aeropuerto
de Bilbao, etc. (ríe). Y con Canarias igual,
les solucionas la agenda canaria. Cuando
digo esto en los corrillos, se ofenden.
Me dicen: “vaya chorrada”. Pero, al
final, las políticas se traducen en
presupuestos y en dinero.
Yo creo que desde el primer momento
ha habido una previsión de decir “por si
sale mal, a ver quién no queda mal”.
Percepción que cada vez que la repites
parece que la ha tenido a la vez la gente.
El postureo ha estado más en torno a la
expresión de “el último, que apague la
luz”. Ha habido un exceso de
prevención, y ha faltado altura. Yo no
soy “pedrosanchista”, pero ahí dentro
hay gente que de esto sabe un montón.
Hay gente como José Enrique Serrano,
Jordi Sevilla…no son Pérez Tapias, pero
la clave está en que dos y dos son
cuatro. Bruselas dio un par de años de
margen. Ayer dijo De Guindos que había
conseguido aumentar el plazo para la
aplicación del plan de estabilidad del
3%. Pero al final tiene que venir Bruselas
a reclamar. Mucho Tsipras, pero al final
dos y dos son cuatro. Estás en un club de
socios en el que tienes que cumplir. Otra
cosa es que tengas fuerza y puedas
decidir. También si gastas más dinero en
unas cosas o en otras. Lo que os decía
antes de la tele…tienes otra serie de
prioridades, aparte de que pueda haber
un problema de financiación.
Hay un miedo a unas nuevas elecciones
de las que no se sabe el posible
resultado. Nadie entiende por qué tiene
que ir el día 26 de junio a votar otra vez.
¿Esto qué es? Y el resultado quedará
más o menos igual, palmo arriba o
palmo abajo. Si el PP sube cinco o pierde
tres y si Podemos gana dos o pierde
siete, si el PSOE se queda como está…y
encima, un 26 de junio (se ríe). Ya
estamos de vacaciones, los niños ya no
van al colegio… ¡Ya verás! Y eso siempre
perjudica a los que menos voto tienen.
Por ejemplo, en Castellón, por el
sistema D’Hondt, que no ley, sacaron 2,
1, 1 y 1. Yo pensaba que en estas
circunscripciones Ciudadanos o
Podemos no iban a tener nada que
hacer, pero sí. Pero si ahora hay menos
gente votando, el sistema siempre
favorece a los más votados. A lo mejor
algunos se quedan sin escaño por los
pelos. 2, 2 y 1. Pero en fin, no lo sé.
Puede haber alguna ligera variación, y
siempre saldrán perjudicados los que
menos votos tengan. Lo que no quiere
decir que Ciudadanos y Podemos no
obtengan mucho voto, por ejemplo, en
Valencia. En el caso de que Podemos
vaya con Compromis, según lo que
ocurra con Ada Colau y ECP en Cataluña,
etc. Y Beiras, que está como una cabra
(se ríe) porque cree que todo comienza
con él, etc. En fin…y si a Sánchez Susana
le empieza a fastidiar no se sabe por
qué, y muchos factores más.
P: ¿Qué le parece que finalmente
Ciudadanos no tuviese tanta fuerza
como se esperaba?
R: Yo no me lo esperaba, creo que
obtuvieron demasiado. No les daba más
de veinticinco, pero bueno, lo que yo
piense y nada es lo mismo. Había
expectativas de que se salía, pero la
gente al final no le cree (se refiere a
Rivera). En fin, cara bonita, pero
finalmente en los debates yo creo que
estuvo flojo. El día de la “ciudadana”
Marta Rivera de la Cruz… ayer tuvo una
intervención deleznable. Y no hay más.
Y la mitad de esos diputados son
deshechos de tinta. Un ex senador
andaluz del PSOE, que es portavoz en
Granada, a mí me parece… yo no me
había enterado, pero cuando me
encontré la carpetilla, y que ese tipo iba
por Ciudadanos, dije: “ay, la virgen”.
Pregunté ayer mismo a otro que fue
portavoz del PSOE en el Senado y le dije
“oye, ¿qué ha pasado aquí?”. Y me dijo
“es que no salió elegido en las anteriores
elecciones en las que iba el tercero de la
lista, intentó presentarse a Secretario
provincial de Granada, no salió y se ha
largado a Ciudadanos”. ¡Oh! Pues así,
varios. El de Castellón es un tipo…en fin,
ex comisario de Policía, el de Santander
es de UPyD, el de Asturias también, y así
sucesivamente. Ahora con el pacto con
el PSOE y demás… yo creo que son los
que más han hecho postureo. No digo
que en Podemos no lo hayan hecho,
pero al menos han intentado trasladar
más solidez ideológica. Pero es que
Ciudadanos creo que se ha aprovechado
del pacto con el PSOE para lavarse un
poquito no la mancha, pero sí la
sospecha de que son más de derechas
que Don Pelayo, que es cierta. Lo cual
está muy bien, porque también hay
gente de derechas que se merece una
opción conservadora que no tenga
algunos “tics” de los que el PP no ha
logrado desprenderse. Aquel recuerdo
sociológico del franquismo. Parece
mentira que todavía haya algún nombre
del general Yagüe, en fin…
P: ¿En qué medida lo que nos cuentan
los medios de comunicación y lo que
pasa ahí dentro (en el Congreso)
difiere, en qué medida es sólo una
escenificación lo que nos cuentan?
R: No. Aquí lo que ha pasado es que se
decía “esto es una prostitución de
todo”, etc. Es que están la sala de prensa
de los periodistas, la sala de ruedas de
prensa, el set de televisión con un sillón
que parece de piel y lo ves más
comprimido… en la sala de ruedas de
prensa antes se sentaban, ahora estos
partidos emergentes no querían
sentarse – ahora alguna vez se han
sentado. En la sala de prensa hay tres
puestos de televisión, para hacer
directos, sobre todo en programas
como Las mañanas de Cuatro, Al Rojo
Vivo, etc.
Hubo un día de febrero en el que aquello
fue el acabose. Pasa que estos nuevos
de Podemos van como en procesión.
Sacan al santo de romería (risas). Va “el
Errejón de turno” y 7, 8 o 9 detrás de él.
Es algo impresionante, es algo increíble.
En estas ruedas de prensa más o menos
llamativas después de una junta de
portavoces ves al tipo que ya sí, sale
sólo. Pero a metro y medio están Irene
Montero, Bescansa, el otro… y en
Ciudadanos otro tanto de lo mismo.
Salen Rivera o Girauta y los siete u ocho
detrás. Los tres o cuatro de prensa más
los tres o cuatro asesores del grupo. Es
difícil reflejar la situación, y esto es
peligroso para el sistema, pero yo creo
que sí que se puede criticar un exceso de
escenificación, de postureo, etc. Yo creo
que una vez pasen estos dos o tres
meses será diferente. He estado
haciendo un ejercicio de recopilación de
las notas de prensa. Desde la
constitución del Congreso y del Senado,
aquello sí que es una cosa ya
lamentable. Yo ni me he acercado. Era
salir para responder a lo que había dicho
uno unos minutos antes. Es algo
realmente sintomático. Es que os
enseñaría aquí en el Whatsapp del
grupo de prensa de Ciudadanos que los
propios periodistas publican “Rivera
habla con…”, “se reúnen…”, “¿y va a
haber reacción a lo que ha dicho el
concejal de no sé dónde…?”. Yo no me
invento nada, pero me pregunto cómo
es posible. Se ha entrado en una rueda
interminable.
Luego hemos pasado al “muchas gracias
por la pregunta” de los amigos de
Podemos, que los periodistas no
entendemos, porque no sabemos por
qué nos lo tienen que agradecer (yo
pregunto y tú respondes). Presumen de
nuevos y en realidad son muy viejos,
que no lo digo por hundirlos sino por
ponerlos al mismo nivel que el resto.
Una de las costumbres que habría que
aprender del mundo sajón es una frase
perfecta que es el “no comment”. Antes
de decir una tontería, una sandez, un
despropósito o un desatino,
simplemente “no tengo ningún
comentario que hacer”, que me parece
muy sano.
Y luego ya tenemos la degradación
laboral y profesional del oficio. De
calentar asiento y ordenador como si así
produjeras más. Yo le he escuchado al
señor Iglesias decir estar sorprendido al
ver muchos escaños vacíos. “El puesto
de trabajo de un diputado está en su
escaño”. O sea, que yo le tengo que
pagar a ese señor el jornal por calentar
el cuero rojo de su escaño. Pues no, me
sale carísimo. Tiene que estar ahí si tiene
que intervenir, o a la hora de votar. En el
resto de momentos puedes estar en tu
despacho siguiendo la actividad
parlamentaria, negociando otra ley,
iniciativa, etc. Otra cosa es que se
debatan leyes difíciles que provocan
que la gente se escape, cuando se
deberían hacer en comisión. Pero eso es
otra historia. Se está cogiendo la
costumbre de calentar asiento.
Por eso hay un periodista que hacía
información del PSOE en El Mundo y
ahora está en Público (Manolo Sánchez)
que dice que “las noticias están en los
bares”. Es verdad. Las noticias están en
la calle. Os recomiendo un libro precioso
llamado “El oficio más bonito del
mundo”. Es una de las mejores lecturas,
además de Kapuscinsky. Las noticias no
vienen a uno. Tiene que ir uno a
buscarlas. Una de las cosas más
importantes es la agenda, ya sea en
teléfono o en papel. No la tiréis nunca. Y
una vez vayáis cumpliendo años, las
acreditaciones de los sitios en los que
hayáis estado. Los contactos son
fundamentales, y no os imagináis en qué
momento los vais a necesitar. Antes
tenías que recordar los segundos
apellidos, porque suponía encontrarlos
en la guía telefónica. Por eso las agendas
son fundamentales. No tirar nunca
ningún teléfono que caiga en tus manos,
y en la medida que se pueda,
sistematizarlos. Y una buena base de
datos documental, porque cuando se
escribe algo, aparte de que esté bien
escrito, importa la solidez que aportan
las referencias concretas, ya sea en una
noticia o en un reportaje.
P: ¿Qué opinión le merece que Pedro
Sánchez acudiese a Tsipras como
último recurso para obtener el sí de
Iglesias?
R: Bueno, tened en cuenta que no fue a
Atenas. Fue en el contexto de Bruselas.
Intentar eso parece ser que no le salió
muy bien. Ignoro también la capacidad
de presión de Tsipras y su entorno en
Iglesias. Intentar utilizar a Tsipras en
este contexto es como utilizar a
Varoufakis en el movimiento de la
Noche en pie (unos días atrás en París).
Parece que le fue a pedir a Tsipras que
intercediese y algo no funcionó ahí. O a
Tsipras no le convenció la idea o no tiene
demasiado poder sobre las decisiones
de Iglesias. A mí se me ocurre que estas
cosas se deben hacer con discreción. Si
te sale bien, ya habrá tiempo para
sacarlo a flote, y si te sale mal más vale
que se quede así. Pero claro, con tantas
cosas nuevas tras el 20 de diciembre y
en un contexto de presión…
El otro día escribí un texto sobre “en qué
funciones entra un gobierno que ya está
en funciones” (ríe). Quiero decir, ¿qué
es esto de que un gobierno en funciones
no pueda dar explicaciones sobre algo
que afecta al discurrir diario de la
política? ¿Por qué la ministra de
agricultura no puede explicar una cosa
que viene de atrás, pero ha explotado
mientras ella estaba en funciones, como
es el caso Acuamed? Hay tanta pose…
P: Cambiando de tema, encontramos
un tweet suyo de hace tiempo, en el
contexto de los comicios municipales y
autonómicos del año pasado, que
Mónica Oltra le recordaba a Tamayo y
Sáez. ¿Por qué?
R: (Muestra sorpresa). ¡El otro día
Iglesias lo recordó justificando que él se
postulase como vicepresidente! Esta
(Oltra) estuvo postulando durante ocho
o diez días que ella era la presidenta.
Vamos a ver, tiene 19 diputados de 99.
¿Por qué iba a ser ella presidenta?
¿Porque está Podemos con ella y suma
más que Ximo (Puig)? Pues si Ximo Puig
no quiere, ella no es presidenta, aunque
quieran los de Podemos. Ergo, si no
cuentas con Puig, ¿de qué vas? Por eso
me recordaba al “tamayazo”. Es que el
“tamayazo” frustró la investidura de
Simancas. Es que me lo recordaba, de
hecho hice dos tweets, uno en
castellano y otro en valenciano. En fin,
no haría nada por quitar ese tweet. Y
mira que tengo poquísimos, pero sería
incapaz de encontrarlo.
Vosotros no sois de Valencia, pero
tenéis que saber cómo fue la investidura
de Ximo. Votaron a favor los 23 del
PSPV, los 19 de Compromis y los de
Podemos votaron 8 a favor y 5 se
abstuvieron. No en contra, como dijo el
compañero de 20 minutos el otro día en
TVE. Entre ellos Montiel, el portavoz.
¿Cómo se puede partir un grupo? Eso es
no estar bien de la cabeza. “Un apoyo
condicionado”. Bueno, eso es tan
sencillo como apoyar, y más si has
acordado un proyecto de gobierno. Y si
no lo cumplen, irse, o apoyar una
moción de censura. Pero partir un grupo
en mitad y mitad no tiene sentido. Yo vi
en directo la investidura y no daba
crédito. Bueno, luego aquello se asentó
y Oltra quedó de vicepresidenta, no
tenían más remedio que entenderse. Yo
no las tenía todas conmigo, pero me
dicen que aquello funciona
racionalmente bien. El poder es uno de
los mecanismos más sólidos que
conozco. Fuera siempre hace más frío.
P: ¿Cuál es el papel que desempeña
ahora mismo en Público?
R: Escribo noticias de información
parlamentaria. Al Senado he ido alguna
que otra vez también, puesto que entra
dentro de la información parlamentaria,
pero es que lleva desde el verano
pasado cerrado. Ha habido dos plenos, y
creo que la semana que viene hay otro.
En el último pleno que hubo a finales de
la legislatura pasada colocaron a Rita
Barberá de Presidenta de la Comisión
Constitucional del Senado y tuvo que
hacer el informe de la Acción de
Cuentas. Lo recuerdo porque estuve a
punto de escribir una nota de eso.
Ayer lo que hubo fue la comparecencia
de De Guindos y lo que hice fue
tragarme toda la comisión, que fue más
política que de datos.
P: ¿Volvería a trabajar en un partido
político o ya no se lo plantea?
R: No, de ninguna manera. Aquello fue
algo puntual. También es verdad que
era una época especial, había rechazado
irme allí en el 2000. El sueldo era casi el
doble, que para una familia con tres
hijos es importante. No es que vaya de
Quijote, pero hice una quijotada.
Aquello fue en el contexto de Zapatero.
Fue cuando me despidieron del Levante,
y en pocos días me habían llamado de El
Economista y estaba trabajando allí para
hacer información parlamentaria
económica, más orientada a ese
periódico. Y estaba trabajando en ese
periódico cuando me llamaron de
Ferraz.
P: Para terminar vamos a decirle diez
nombres de políticos y nos tiene que
decir lo primero que le venga a la
cabeza, en una o dos palabras.
Mariano Rajoy: inanición.
Pedro Sánchez: ahora o nunca. Ma non
troppo.
Ximo Puig: la fuerza de la voluntad.
Mónica Oltra: no la conozco, pero las
referencias que tengo es que se hizo
famosa por las camisetas y por Juan
Cotino, que la echó un par de veces.
Ambiciosa, yo creo.
Pablo Iglesias: pendiente de evaluar.
Albert Rivera: (se ríe y nos reímos con
él). El muñecote este que cae bien, y sin
más.
Eduardo Madina: lo que el viento se
llevó, lo que pudo ser y no fue. Es un tipo
que descubrí estando en Ferraz. Lo
conocía, pero no mucho. Después era un
pusilánime, tenía con él una relación
cordial. Pensaba que era mejor para el
PSOE Madina que Sánchez.
Rita Barberá: creía que aquello era suyo
por derecho divino. Hablando en plata,
su padre, Pepe Barberá, era un fascista
de cuidado. Presidente de la Asociación
de la Prensa, director de Jornada…
recibió su educación. Fue alcaldesa por
3000 votos. La más votada fue
Clementina Ródenas. Yo creo que el
disgusto que se llevó Elizondo por no ser
alcalde de Valencia le costó el infarto.
Rita era la eterna líder de la oposición,
de Alianza Popular.
Alberto Fabra: no lo conozco, pero
querer limpiar a última hora… en fin,
aquello ha sido droga dura.
Eduardo Zaplana: Zaplana es un
delincuente. Utilizó la política para
delinquir. Debería estar en la cárcel y es
el padre de muchas trapicherías. Tuvo
trabajando en su ministerio, en su
gabinete de comunicación, a una
periodista llamada Cristina Grau, que
estaba cobrando el paro, y yo se lo
saqué en el periódico en el que estaba
entonces. La chica desapareció de allí,
claro. No lo pude comprobar, pero
parecía que dormía en una habitación
de la Gran Vía por cortesía de Juan
Bautista Soler, presidente del Valencia
F. C. que tenía media Gran Vía en su
propiedad. Pero como no lo pude
comprobar, no lo pude publicar. Se
abrió un informe en el Tribunal de
Cuentas como consecuencia de aquello.
Entrevista: Pablo Torres, Judith Arroyo,
Carolina Fernández.
Transcripción y fotografía: Judith
Arroyo.