M s e e I,a n e a
Ernesto de la Peña
Una manera de ganarle al tiempo
que dirige la lectura, con una especie de arsamandi que encuadra la relación entre elmlstico y la Biblia, entre el lector yel Texto." En este caso, este vinculo delcabalista con el amor cortés no sólo es unrecurso imaginario; comporta también unamarca simbólica: "El descubrirse el rostroes la marca del lector en la estructura deltexto, la marca del amante en la vida de laamada." De este modo encuentra EstherCohen vlnculos significativos entre el proceso de la mfstica, el del amor cortés y eldialogismo bajtiniano, procesos pautadospor un eros que preexiste y se opone alcontrol cosificador: "la palabra sagrada, entendida en términos convencionales, nopodrfa dejar espacio a la palabra profana delhombre. Y sin embargo, la Cábala sugiere, apesar de que cae a menudo en contradicciones que surgen de un pensamiento tanaudaz y atrevido, que la otredad es el fundamento mismo sobre el cual Dios construyelos cimientos de su Creación. Si el imperativo es actuar y transformar, el mundo no esuna obra acabada y el hombre es el "otro"que debe, necesariamente, responder".Esta respuesta encarna en la palabra viva,memoriosa, quien simultáneamente recreael sujeto que responde y a la alteridad interrogante: "No hay que olvidar que el Textono es sólo una serie de prescripciones o denarraciones sobre la propia historia, sinoque es, en primera instancia, un corpus simbólico mediante el cual Dios se ha manifestado a los hombres." O
plante verboso para entrar de lleno en elritual: la adoración y el respeto como recursos "por si las dudas". De la piñata y elJudas, del mitote riesgoso y los puñalesebrios, sin transición, antes al contrario, viviendo con igual lealtad las dos mitadescomplementarias de nueStra realidadcOmpleja, pasamos a los "incendios" deDolores y los altares del Ola de los FielesDifuntos.
El cempasúchil múltiple, flor de tonos presurosos que Viajan del amarillo al naranja,flor vital, incendio mlnimo, disimulado,como nosotros, inunda los tableros adomados de papel picado y fotograflas de los
58
TOS mexicanos, desde el nacimiento, reLsentimos el inequlvoco compromisoque la muerte tiene con nosotros: su aparición puntual en una hora predeterminada,que no conocemos. Exper:tos en el arte deldisimulo, forma suprema de la elegancia indiana, jugamos a no temerla, a despreciarla,a eludirla despojándola de su cauda de enfermedad y ausencia y, excesivos en todo,recubrimos de azúcar su cara descamada yvestimos a modestos garbanzos de acólitospuntuales de nuestro sepelio.
Como sin querer damos cuenta, abandonamos el gesto de desafio para buscar lareconciliación religiosa; dejamos el des-
originaria y su lectura, un movimiento de retorno tendido hacia el futuro, recreaciónpermanente del exilio y de la voluntad depertenencia.
La mlstica pone de manifiesto el mito delexilio como condición humana, una incesante busca del sentido en el Sin-fin deDios. "Desterrado y arrojado del Templo, elmlstico se propone la recuperación de launidad a partir de su propia individualidad,ya sea mediante la unión mlstica o la escritura: la era de los profetas y de los caudillos, hace mucho tiempo ha terminado."Es la peregrinación, en cambio, la que configura significaciones, moradas capaces dealbergar a los caminantes del Zohar. ••••
..... detrás· de cada comentario, detrás decada explicación de la Escritura, hay en laCábala todo un universo imaginario que responde por el vinculo de la palabra con eldevenir de las cosas, de la palabra conla gestación de la historia."
Al comparar el Zohar a la Torá con una doncella que sucesivamente se va mostrando asu amante hasta descubrir su rostro, "nospone cara a cara con la historia, con todauna tradición caballeresca de amor cortés
Rostro, palabra, cuerpo
•••• El Zohar ° libro del Esplendor, escrito enlas últimas décadas del siglo XIII, pertenece a laCábala medieval espa"ola.
PF1JRO ÁNGEL PALOU
EN LA ALCOBADE UN MUNDO
... Yo era boletero delcine Alameda, ¿sabe usted?, así que, pues, puedo hablar de ellos, aveces solitarios, otras engrupo, se dejaban llegar.Recuerdo al señor delque usted pregunta: chaparrito, muy elegante,muy amable.Siempre me decía: Hola, Panchito, cómo le haido, a veces platicaba
.de algunas cosas, le contaba las calamidades,las representaciones, leplaticaba de la gente.
.
M I s e e...• /,a n e a
Adriana Sandoval
Damas del crimen
..
...
deudos desaparecidos. Es el altar de muertos, rito en voz baja y jolgorio externo,nostalgia, diálogo en la sombra con el recuerdo, con las constancias familiares. Horade compunción católica, es también la oportunidad para reconocernos y platicar apreguntas con nuestros muertos.
Guadalupe Jáuregui Suinaga erige sualtar, hace su ofrenda y, ritualmente, emprende el vuelo hacia atrás, a la integridadde sus recuerdos, a su infancia intocable decasas prestigiosas y servidumbre entrañable, a las consejas de familia y a la vidaprivada, al protocolo y las pasiones.
Crónica familiar, evocación de una épocadiferente, pese a la gran cercanla que nos laaleja, Altar de muertos es una manera de ganarle la partida al tiempo, de recuperar elsignificado que nos lega, sin querer queel pasado nos invada, pues el presente lo hasucedido con su propio quehacer y su mensaje, pero recibiendo su herencia deestreno, de pasmo, de fundación.
Encuentro en Altarde muertos a gente quese fue y gente que regresa... o que no se haido nunca porque tiene la eternidad de lomás profundamente humano, la cercanla delo genuino y la sonrisa de la comprensión.Pero también, por fortuna, hallo las anomalIas que nos distinguen: a los excéntricosque rigen los destinos familiares en momentos filosos como navajas, a las enamoradasperpetuas y a los hombres triunfales; puedoplaticar con las nanas matronales que formaron a tantas generaciones mexicanas yentrever a los excesivos y los réprobos; hincado junto a las monjas, inevitables como elapellido, susurro los secretos del incesto yla fuga, el escándalo que se encubre bajo laadmiración disfrazada de temor a los preceptos de la iglesia y de incomodidad anteel "¿qué dirán?"
Intimo, ingenuo, alegre, confesional, sincero y nostálgico como una despedida quees, simultáneamente, un saludo al paralsoabismal de la infancia, Altar de muertos es laprimera voz de una mujer que encama unmodo de vivir que resume las mejores esencias de México. O
Altar de Muel1os. Guadalupe Jáuregui Suinaga, ed.Diana, México 1991.
oc
Según la c1as~cación de Thomas Narcejac(Una máquma de leer: la novela policiaca,
México: FCE, 1986), dentro del término genérico de novela policiaca, caben dos de lasescritoras de las que se ocupa esta nota:Sue Grafton (EU, 1940) y Sue Paretsky (EU);Ruth Rendell (GB) cabria tanto dentro de lanovela de suspenso como de la policiaca.Patricia Highsmith (EU, 1921) es simplemente una novelista. Estas escritoras tienenpuntos de contacto pero también tienen, esimportante, diferencias notables de gradaciones.
Una de las caracterlsticas de las novelaspoliciacas es que el peso de la escritura cae,por lo general, en la trama. En las novelasclásicas de este subgénero (el género seriala narrativa) la lectura se motiva casi siempre a partir c!e una pregunta base que hayque responder: ¿quién es el asesino?, queva aparejada a¿cómo se cometió el crimen?y ¿por qué se cometió?
De manera esquemática, puede decirseque, con este fin, el autor coloca pistas falsas y verdaderas, proporciona información
,ambigua, a veces irrelevante, retrata a diversos sospechosos, hace aparecer distintos motivos para cometer el crimen, .etc.etc. etc. El lector sigue de cerca al detective(o al policial junto con el cual va armandoel desenlace. El suspenso cumple, desdeluego, una función fundamental en todo elproceso. La novela policiaca se planteacomo un reto, como un enigma, una pregunta que hay que responder, por lo quepuede decirse que la curiosidad y el interéspor la resolución son básicos.
Al caer el peso de la narración en el desenlace, la narración de estas novelas sesupedita a un propósito funcional y definido,y no se pone tanta atención, las más de lasveces, al desarrollo de otros aspectos delas novelas. Tal vez inevitablemente, en lamedida en la que el subgénero policial estápredeterminado por una condición de existencia tan patente, las novelas asl clasificadas podrán ser consideradas como ungrupo "menor" (a Narcejac no le cabe dudade ello). Adolecen, quizá, de una falta decomplejidad y riqueza que se da en una libertad mayor. Su alcance es menor y másinmediato. Una prueba de la inmediatez deestas novelas se da probablemente en la
59
huella que dejan sobre los lectores. Salvocontadas excepciones, y aun tomando encuenta las múltiples variantes personalescon respecto a la memoria, me atreverla aafirmar que no es tan fácil recordar con precisión la mayor parte de las novelas policiacas que hemos leido. Ello no afecta ni resta,sin embargo, el gran interés, el placer, quenos han provocado en el momento mismode la lectura. Muchas de 'estas novelas lasleemos, incluso, con gran avidez y celeridad, en busca de la respuesta esperada yprometida, si bien también es cierto que elproceso del descubrimiento juega un papelimportante en el placer que provocan estetipo de novelas.
Sue Grafton seria la más clásica de las novelistas policiacas mencionadas arriba. Sudetective, Kinsey Millhone, es joven, divorciada y audaz; se presenta a si misma, enprimera persona. El prototipo de la modosay flemática Miss Marple se ha liberado, yano se limita aejercer su inteligencia y asombrosa capacidad de observación, usa pistola, dice "tacos" (la traducción de lasnovelas de Grafton es española), y estáabierta a posibles encuentros sexuales yemocionales. Kinsey se ha vuelto algocinica, pero conserva la capacidad de compasión. La detective nos hace participes desus reflexiones y de su sentido del humor.Los diálogos son vivos y dramáticos; lasdescripciones muy visuales y al punto,dadas en frases cortas y precisas, periodfsticas. Sin duda se privilegia la trama, laacción.
Hasta ahora, circulan en español A deadulterio (Barcelona: Tusquets, 1990) y8 de bestia (Barcelona: Tusquets, 1990), lasdos primeras novelas de la serié, en ordenalfabético, que la Grafton planea escribir.Los tltulos son en realidad lo de menos. Laacertada combinación de un poco de feminismo, suspenso logrado, buenas tramas,sentido del humor, una pizca de sexo y diversión, conforman sin duda un productoque le augura éxito comercial a la escritora.
La detective Victoria 1. Warshawsky deSueParetsky en Golpe de sangre (Barcelona:Alfaguara, 1990) se parece a Kinsey MiIIhone, en la medida en que es una mujerindependiente, con algo de sentido del humor, un poco clnica, pero además, tiene una
...