Date post: | 28-Aug-2015 |
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ENCANTADORES
MAGOS BRUJAS Y DEMONIOS
Breve introduccin a los encantadores
De modo general haba tres tipos de encantadores o goetas, en los cuales se podan incluir
muchos subtipos:
1-Brujos/as: Practicantes del arte del prestigio.
2-Pitonisos/as: Practicantes del arte del sueo demoniaco o pitn.
3-Nigromantes: Brujos o pitonisos dedicados a presagiar por medio de los difuntos u entes
no divinos. Nigromante es el antnimo de adivino (derivado de "divinidad"). El necromante
es el nigromante que adivina exclusivamente por medio de los difuntos.
BRUJAS
La palabra bruja comenz a utilizarse en los textos hispanos en el siglo XIII a decir de Caro Baroja (Lisn Tolosana indica que inicialmente en Aragn, Catalua y Pas Vasco), si
bien para los lingistas actuales es prerromano probablemente. A ciencia cierta nadie sabe de
dnde procede este misterioso trmino. Se han formulado algunas teoras, pero ninguna de
ellas tiene ningn fundamento verdico en mi modesta opinin. Caro Baroja acierta al afirmar
que empez a emplearse en la Edad Media. Pero esto es solo cierto en el lenguaje escrito, no
en el oral popular. Antes del siglo XIII se empleaban otros trminos para definir a las brujas
en los textos, algunos de los ms frecuentes fueron: nocturnas, estras, malficas, lamias, mas-
cae, etc.
Siguiendo a Caro Baroja haba tres tipos de brujas:
1-Las que solo saben curar.
2-Las que curan y pueden hacer dao.
3-Las que solo saben hacer dao.
El dato es confirmado por el antroplogo Lisn Tolosana, quien demostr que en Galicia
la bruja no es solamente una persona maligna, de hecho algunas pueden quitar maleficios y
realizar otro tipo de curas. Tambin en las actas inquisitoriales hay multitud de personas acu-
sadas de "hechicera y brujera"al mismo tiempo (curar o daar con magia). Yo mismo he
ledo en un documento medieval italiano un caso en el que una malfica curaba a un campesi-
no.
Vamos a ver ahora la etimologa que me parece ms razonable para bruja. El prefijo indo-
europeo bhrei- tiene varios significados: cortar romper ruido navaja afilado fro-tar restregar desmenuzar quebradizo. Quedmonos de momento con "rudo".
Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana o espaola (1611), cuando define la voz
bruxa, recoge muchas de las creencias de la poca relativas a las brujas:
Y ass con razn a las brujas llamaron striges, pues se entiende dellas matar los nios y
chuparles la sangre; y como se dixeron striges ab strigendo, se pudieron decir bruxas de bruit, vocablo francs que vale estruendo y ruydo, por el que llevan quando van por los ayres, que dicen causar tempestad y tiempo borrascoso.
Una bruxa es segn el DRAE 1726: Ave nocturna semejante a la lechuza, aunque algo mayor, que de noche da speros chilli-
dos, al modo del fuerte ruido que forma el rechinar de los dientes. Tiene la cabeza grande,
los ojos como los del buho y siempre abiertos, el pico corvo como ave de rapia, las plumas
canas, y las uas encorvadas. Vuela de noche, y tiene el instinto de chupar a los nios que
maman, y tambin las tetas de las amas que los crian. Es voz antigua y sin uso.
Comnmente se llama la mujer perversa, que se emplea en hacer hechizos y otras malda-
des, con pacto con el demonio y se cree y dice que vuela de noche. Djose as por analoga de
la bruxa ave nocturna. Chupado de bruxas es comparacin vulgar con que se da a enten-der el que est flaco y descolorido aludiendo a la vulgaridad de que las bruxas chupan la
sangre de los nios, que por esto estn flacos y descoloridos. Bruxear es andar de noche vagueando por las calles. Es voz baja formada del nombre bruxa y usada en Aragn.
Bruxera es el acto ejecutado por maleficio y hechicera. Siguiendo a Covarrubias observamos queRuido (rodo, principio s.XIII). Del latn rugi-
tus rugido, que vulgarmente tom ya el sentido de estruendo. El verbo correspondiente rugire se conserv en el castellano antiguo y judeoespaol ruir susurrar, asturiano ruxir hacer rudo. Por va culta rugir bramar el len, 1570. De la misma raz latina deriva ru-
mor, -oris, de donde el cultismo rumor, hacia 1440. Cabe destacar que el francs bruit significa rudo o rumor.
Ntese pues, que bruxa podra tener una relacin etimolgica con rux (rudo) y lechu-za. Pasemos ahora al vocablo asturiano "curuxa", el cual es sinnimo en Asturias de bruja o
mochuelo.
La curuxa, tambin coruxa, coruxu y curuxu, nombre por el que se conoce en Asturias y,
por extensin, al bho y al mochuelo, es un ave rapaz nocturna muy habitual y con una gran
presencia en los pueblos asturianos a la que tambin se conoce como cudongu, guaxa, ntova,
nitova, nutica y tubeca. Recurdese que nocturna fue tambin usado para designar a las
brujas en Europa, no es coincidencia que lechuza sea un derivado despectivo de "noche": no-
chuza=lechuza.
En algunos lugares pertenece ms al paisanaje que a la categora de ave. Resopla y silba
con fuerza cuando est parada y emite un graznido estridente y fnebre cuando vuela. Ha sido
este ave nocturna, desde tiempos inmemoriales, acusada de beber el aceite de las lmparas de
las capillas, ermitas e iglesias.
En Asturias la coruxa si se posa o merodea la casa de un enfermo significa que ste va a
morir. La coruxa (o curuxa) es tambin relacionada por algunos con la Guaxa (bruja). Es cu-
rioso observar el parecido de coruxa (curuja/coruja en castellano) con encoruj (brujas hurda-
nas). La guajona (similar a la guaxa) es llamada en algunos lugares de Cantabria lamia. Es probable que bruxa tenga relacin etimolgica con curuxa (ambas terminan en ruxa y significan lechuza).
Segn Juan Luis Rodrguez Vigil, las brujas asturianas volaban en la oscuridad de la noche
en su disfraz animal de curuxa, como le atribuyen los dichos populares: Bien sabe la bruxa el cantar de la curuxa o canta la curuxa, seal de muerte. Segn este mismo autor, despus de la curuxa est la culebra (para mamar a las vacas) como animal ms frecuente de las meta-
morfosis brujeriles, seguido de la loba o lobo.
Bien, una vez aclarada la relacin etimolgica de bruja, encoruj o curuxa con rudo y le-
chuza vamos con el trmino latino "strige" procedente del griego.
Striges: En sus Etimologas (siglo VII), San Isidoro comenta algo sobre las estriges: Hay quienes sostienen que no es una mentira fabulosa, sino una realidad histrica el que
los compaeros de Diomedes fueron transformados en aves. De igual manera, otros aseguran
que las strigas son hombres que se han convertido en fieras. En realidad, para cometer muchos latrocinios, los criminales transfiguran su aspecto en el de fieras por medio de cnti-
cos mgicos o la accin prodigiosa de algunas hierbas (veneficium).
En otro captulo sentencia:
Ave nocturna es tambin la strix (citada tambin por Plinio y Festo), que recibe su nombre
del sonido de su voz, pues cuando canta, rechina (stridere). Dice Lucano de ella: Lo que el asustadizo bho y la nocturna strix lamentan. A esta ave el vulgo suele conocerla con el nombre de amma, de amare (amar) a los nios; de ah que digan que proporciona leche a los recien nacidos (Nt: se trata de la leyenda segn la cual estas aves buscaban a los nios
de noche en sus cunas para ofrecerles sus pechos en los labios, y mientras tanto les chupaban
la sangre).
El DRAE de 1803 define a la estrige:
Ave nocturna, infausta y de mal agero, de quien vulgarmente se crea que se cebaba en la
sangre de las criaturas o nios de pecho.
Pero el plato fuerte de verdad viene en el DRAE 1726 (lo muestro de nuevo), cuando defi-
ne, entre otros significados, la palabra bruja como lechuza, ave rapaz: Ave nocturna semejante a la lechuza, aunque algo mayor, que de noche da speros chilli-
dos, al modo del fuerte ruido que forma el rechinar de los dientes. Tiene la cabeza grande,
los ojos como los del buho y siempre abiertos, el pico corvo como ave de rapia, las plumas
canas, y las uas encorvadas. Vuela de noche, y tiene el instinto de chupar a los nios que
maman, y tambin las tetas de las amas que los crian. Es voz antigua y sin uso.
Comnmente se llama la mujer perversa, que se emplea en hacer hechizos y otras malda-
des, con pacto con el demonio y se cree y dice que vuela de noche. Djose as por analoga de
la bruxa ave nocturna. Chupado de bruxas es comparacin vulgar con que se da a enten-der el que est flaco y descolorido aludiendo a la vulgaridad de que las bruxas chupan la
sangre de los nios, que por esto estn flacos y descoloridos. Bruxear es andar de noche vagueando por las calles. Es voz baja formada del nombre bruxa y usada en Aragn.
Bruxera es el acto ejecutado por maleficio y hechicera. En Rumana se dice todava que los strigoi, devoran el corazn de hombres y animales. Es-
te acto se atribuye en el siglo VIII a las brujas (strigae), sobre todo en el Capitulario de parti-
bus Saxoniae y la Lex Salica, en un aadido del ao 800 aproximadamente; entre el ao 600 y
el 643, otros dos textos de ley -el Pactus Alamannorum y el Edictum Rothari- hacen referen-
cia a una supersticin segn la cual las brujas se comen al hombre desde el interior. Haba dos
tipos de strigoi: los vivos (vii) y los muertos (mort).
Strix y sus derivados aparecen bajo tres conceptos totalmente dispares: strga, -ae ha lle-gado a nosotros como estra, y tambin como el topnimo Istria; Striga es tambin el nombre que se le daba al ave nocturna por excelencia: la lechuza o el Gran Duque; y por lti-
mo, tenemos strx o strigis, vampiro o especie de hechicero. Todas ellas del acusativo griego, que tanto puede significar serie o lnea, como pjaro que sobrevuela y tambin grito o
chillido de animal. Incluso en rumano ha transcendido este ltimo significado en striga, -g, -at.
El blgaro Upir (vampiro) viene del latn Strig. As pues etimolgicamente hablando,
vampiro es sinnimo de estrigoi. Similarmente, de acuerdo con la mitologa rumana y albana,
una striga es una especie de bruja-vampiro que se desliza en los cuartos de los pequeos y
absorbe su fuerza de vida. Actualmente, en Uganda algunos brujos asesinan nios para extra-
erles la sangre y el corazn, al parecer es una exigencia que les hacen los espritus.
Hoy da muchos linguistas -especialmente ingleses y americanos- tienen como origen de la
palabra vampiro a estrige, en rumano strigoi es vampiro. En 1801, el obispo de Siges pide a Alejandro Moruzi, prncipe de Valaquia, que impida que los campesinos de Stoesti
desentierren continuamente a sus muertos para verificar que no se han convertido en vampiros
(strigoi). Valaquia limita al sur con Transilvania, el lugar en el que Bram Stoker hizo revivir
con el nombre de Drcula a Vlad III Tepes Draculeo (hacia 1431-1477), apodado el Empala-
dor. En el pueblo de Amarasti, al norte de Dolj (Rumana), los hijos de una difunta cortan a la
madre en dos pedazos porque se aparece por la localidad. Tras inhumarla por segunda vez,
descubren que el cadver est intacto!
En otro caso:
Se llevaron entonces el cuerpo a un bosque y lo depositaron bajo un rbol tras haberle
quitado el corazn, de donde man sangre, haberle cortado en cuatro pedazos y finalmente
quemado; mezclaron las cenizas con agua y las dieron a beber a los nios, incineraron el
cadver y enterraron las cenizas. Cesaron las muertes.
Todos estos testimonios muestran cmo conviene interpretar la mutilacin de los muertos
y ciertos datos arqueolgicos: se trata de medidas preventivas y apotropaicas. Una vez decapi-
tado, el muerto ya no puede actuar, o al menos eso creen, y si se le pone la cabeza a los pies,
bajo la pelvis o entre las piernas, es para que no pueda tomarla y volvrsela a poner sobre los
hombros. Una vez atado, no puede desplazarse; enterrado bajo un montn de piedras, se lo
supone prisionero de su tumba.
Del latn stringo (apretar, oprimir) deriva prestigio (ascendiente, influencia; juegos de manos; fascinacin o ilusin con que se impresiona a alguno), cuyo significado, procede de
praestringo (atar, deslumbrar, cautivar los ojos). Ahora mismo veremos la inquietante simili-
tud entre el arte mgico del prestigio y las brujas.
Segn Isidoro (s.VII):
Refirindose a Mercurio, dice tambin Prudencio: Se dice que con el movimiento de su vara haca volver a la luz las nimas de los difuntos, pero que a otros los conden a la muer-
te. Y un poco ms adelante aade: Pues con su mgico murmullo era capaz de que compa-recieran tenues figuras y encantar hbilmente las cenizas sepulcrales. Su arte criminal supo
asimismo despojar a otros de vida. Se dice que el inventor del prestigio fue Mercurio. Se llama prestigio porque praestringere(engaa o cierra?) la agudeza ocular.
En el glosario del Fuero Juzgo visigodo (s.VII) tenemos:
Incantatio: Illusio per magica prestigia, vel phantasmata demonum.
Incantator: Qui magicis praestigii iludere fingit.
Malleficium: Praestigiandi-ars, veneficium, magorum superstitiu.
Hacia 1200 la Saga de los frianos, cuya accin se lleva a cabo entre el ao 1000 y el
1035, presenta un ejemplo de prestigio, esta vez en el marco de una verdadera investigacin
policaca. Thorgrim el Malo ha asesinado a Sigmund para quitarle un anillo de oro. Thrand,
que sabe magia, lo sospecha, lo visita, lo interroga y, ante sus negaciones, recurre a la nigro-
mancia para confundirlo:
Thrand haba mandado encender un gran fuego en la sala e hizo disponer cuatro rejas de
modo que formasen cuatro ngulos. Grab entonces nueve cuadros a cada lado de las rejas,
en el exterior, y se sent en una silla entre el fuego y las rejas. Pidi que no le hablasen y
todos callaron. Permaneci sentado de este modo unos instantes. Al cabo de un momento,
entr un hombre en la sala: era Einar el Hebrids. Se acerc al fuego, tendi las manos un
corto instante, y luego dio media vuelta y sali. Un momento despus, entr en la sala otro
hombre, se acerc al fuego, tendi las manos y volvi a salir. Reconocieron a Thorir.
Inmediatamente despus entr en la sala el tercer hombre. Era grande, y estaba cubierto
de sangre; llevaba la cabeza en la mano. Todos reconocieron a Sigmund Brestisson. Se detu-
vo un momento en la sala, y luego volvi a salir. Despus, Thrand se alz de la silla, lanz un
profundo suspiro y dijo: Ahora habis podido ver que estos hombres estn muertos: Einar muri primero, muerto de fro o ahogado, pues era el menos robusto; a continuacin debi
de sucumbir Thorir, y sin duda lo llev Sigmund, y eso debi de agotarlo al mximo. En
cuanto a Sigmund, alcanz tierra firme al lmite de sus fuerzas y esos hombres debieron de
matarlo, puesto que se nos ha aparecido cubierto de sangre y decapitado.
Registran la casa de Thorgrim el Malo y descubren el anillo de Sigmund.
Para el Padre Barrientos (s.XV):
La primera especie que se hace y comete por manifiesta y expresa invocacin de los malos
espritus, la cual pertenece a los nigromnticos y se llama prestigio, que quiere decir cerra-
miento por cuanto entonces se cierran los ojos de los nigromnticos por tal manera que no
pueden conocer las ilusiones diablicas que los malignos espritus usan en tales actos. Y por
cuanto si ms pltica de esta especie y de las otras a que se pusiese podra traer dao por
cuanto sera dar causa de errar a los ignorantes que no lo entendiesen ni lo tomasen en el
verdadero seso. Segn se deje entender. El cual error soy cierto que acaecer a tu seora
segn la afeccin y devocin que tienes a la religin cristiana, pero por cuanto este tratado
podr venir a noticia de otros muchos, por tanto no cumple en esto mucho alargar.
Segn el Malleus Malleficarum (s.XV):
En la brujera (prestigio), las brujas equivocan a los sentidos humanos por medio de cier-
tas apariciones, con el fin de hacer percibir las cosas ante los sentidos de la vista o el tacto
de manera distinta a como son. Ahora bien, las brujas no se contentan con realizar estas
prcticas nicamente en relacin con las potencias genitales. Cuando dan la ilusin de una
desaparicin prctica aunque no real. Muchas veces han hecho desaparecer realmente la
potencia gentica, no pudiendo la mujer concebir como consecuencia de ella, ni realizar el
hombre el acto carnal por no disponer de su miembro. De manera no ilusoria tambin han
sido causa de abortos despus de la concepcin, ello unido a otros innumerables males. Por
otra parte, con frecuencia aparecen bajo la forma de diversas fieras.
Tras leer todos estos datos observamos que las brujas tenan dos tcnicas extticas para sus
viajes por medio de encantamientos: prestigio y sueo demoniaco. Veamos que dice el Ma-
lleus:
En cuanto al modo de transporte, resulta ser este: como se ha visto ms arriba, las brujas,
por instruccin del diablo, fabrican un ungento con el cuerpo de los nios, sobre todo de
aquellos a los que ellas dan muerte antes del bautismo; ungen con este ungento una silla o
un trozo de madera. Tan pronto como lo hacen se elevan por los aires, tanto de noche como
de da, visible o invisiblemente, segn su voluntad, porque el diablo puede ocultar un cuerpo
interponiendo otro objeto, como se ha dicho ms arriba en la primera parte tratando de los
prestigios y las ilusiones del diablo. En verdad, por medio de este ungento, realizado con el
fin de privar a los nios de la gracia y de la salvacin, el demonio acta la mayor parte de
las veces; empero parece que muchas veces ha realizado transportes semejantes sin su ayuda.
A veces transporta a las brujas sobre animales que no son animales verdaderos, sino demo-
nios que han adoptado su forma; o incluso ellas se transportan sin ninguna ayuda exterior,
simplemente por el poder del diablo que acta invisiblemente.
Las brujas efectivamente son transportadas a la vez corporal y fantsticamente, como
aparece claro a partir de sus propias confesiones: no tanto de las de aquellas que han sido
quemadas como las de aquellas que han vuelto a la fe y la penitencia. Entre stas haba una
mujer, en la ciudad de Brisach; interrogada por nosotros, para saber si las brujas podan ser
transportadas corporalmente o bien de una forma imaginativa y fantasmtica, respondi que
esto poda hacerse de dos maneras. Si en un caso no queran ser transportadas corporalmen-
te, pero, no obstante queran saber todo cuanto haba ocurrido en la asamblea de sus compa-
eras, empleaban el siguiente mtodo: en el nombre de todos los demonios se acostaban para
dormir sobre el lado izquierdo. Entonces sala de su boca un vapor glauco, a travs del cual
podan ver claramente cuanto ocurra. Por el contrario si ellas deseaban un transporte cor-
poral, era necesario observar el mtodo susodicho.
La tcnica del sueo demoniaco (phantasmata demonum) era atribuda a las pitonisas (es-
pecie de mdium), las cuales fueron asociadas por la Iglesia a las brujas. Las brujas (espe-
cialmente las del este de Europa y Oriente Medio) podan transformar en animales a otros
humanos, hacindoles tragar un hechizo escondido en algn alimento. En Espaa esto se co-
noci como embrujar o hechizar.
Segn la tradicin popular sudamericana, toda persona tiene al nacer un espritu animal
llamado Nahual que le acompaar el resto de su vida protegindolo de los peligros, ensen-
dole y sirvindole de gua y maestro. Otra de las creencias es que todo chamn o brujo que se
entrene lo suficiente no solo obtendr las cualidades de su Nahual, ms an, podr tomar su
forma fsica cuando lo desee. El objetivo sera aprovechar las ventajas del animal para cum-
plir sus deseos o realizar trabajos que con las limitaciones fsicas del hombre no podr llevar a
cabo.
Fray Bernardino de Sahagn escribi a mediados del siglo XVI la Historia general de las cosas de Nueva Espaa, en ella indica:
El Nahuali o mago, es aqul que asusta a los hombres y succiona la sangre de los nios
durante la noche. Es muy hbil en la prctica de estas artes, conoce todas las artes de la
hechicera (nauallotl) y las emplea con astucia y habilidad, pero solo para beneficio de los
hombres, nunca para daarlos. Aquellos que recurren a tales artes con intereses malignos,
hieren el cuerpo de sus vctimas, los hacen perder la razn y los asfixian. Estos son hombres
malvados, necromantes.
Una de las formas de reconocer a un Nahual es observar su mirada; cuando un perro, un
pjaro o cualquier otro animal muestra una expresin de peculiar inteligencia en sus ojos, es
muy probable que se trate de un brujo o chamn que ha adoptado la forma de su espritu
acompaante. Sin embargo no es frecuente que esto suceda, ya que de hacerlo con demasiada
asiduidad, el brujo corre el riesgo de ir perdiendo paulatinamente su parte ms humana, su
inteligencia y su sensibilidad. Cuando esto ocurre, el brujo se va mostrando cada vez ms taci-
turno y callado; habla de forma ininteligible, a menudo con gruidos, come carne cruda, de-
ambula por los bosques. Se asegura que algunos tienen la desgracia de perder contacto con lo
humano y se ven obligados a pasar el resto de su vida bajo la forma animal, sin recordar que
alguna vez fueron hombres.
Es importante resaltar aqu que Caro Baroja afirmaba que entre los licntropos hispanos se
hallaban multitud de idiotas. Ya hemos visto que el lobo era uno de los animales favoritos de
las brujas para transformarse. La leyenda actual del hombre lobo procede de esta transforma-
cin brujeril. De hecho desde al menos el siglo XVIII es considerada ms una enfermedad
mental que un arte mgica.
El DRAE 1726 se define la "mana lupina":
Cierta especie de melancola, con el cual el que la padece suele salir de casa de noche y
andar alrededor del lugar hasta el amanecer, en cuatro pies como los brutos y aullando como
los lobos. Busca las sepulturas y saca y despedaza los cadveres, y de da huye de los vivos.
Algunos muerden como los perros.
El DRAE 1803 define la licantropa:
Vehemente imaginacin de melancola que enajena de s al que la padece, con extraordi-
narios efectos.
Para comprender qu tipo de fuerza interna permita a las brujas sus viajes y transforma-
ciones, debemos recurrir a las sagas vikingas.
Hamr: En sentido propio la piel, es expresin de una creencia asombrosa, fuertemente arraigada en la mentalidad normnica. En los textos antiguos, es la forma interna, la que de-
termina la apariencia externa. Pues bien, un hombre puede tener varias de esas formas; se dice
entonces de l que no tiene un solo hamr (eigi einhamr), o que su hamr es particulamente fuerte (hamrammr, rammaukinn). Aqu se expresa la idea fundamental de que el hombre no est limitado a su cuerpo. En su Edda en prosa, Snorri Sturluson escribe del dios Odn, de
quien ya conocemos sus relaciones con los muertos:
Odn cambiaba de forma. Entonces su cuerpo yaca como dormido o muerto, pero l era
ave o cuadrpedo, pez o serpiente, y en un abrir y cerrar de ojos iba a pases lejanos.
Retengamos bien estas informaciones porque constituyen una verdadera suma. Evocan el
cambio de forma, de hamr, la partida de ste mientras que el individuo cae en letargia, punto
que recuerda el trance durante el cual el espritu del chamn visita el otro mundo y entra en
comunicacin con los espritus a los que interroga. La creencia es germnica, no nicamente
nrdica, segn muestra Pablo el Dicono (hacia 720-783), historiador lombardo y poeta en
lengua latina:
Un da, en una cacera, el rey Guntramno se qued dormido al pie de un rbol, con la ca-
beza apoyada sobre las rodillas de un fiel vasallo. Sali de su boca un animalito que intent
atravesar un arroyo cercano. El vasallo le hizo un puente con la espada, vio que el animal
cruzaba y desapareca en el agujero de una montaa, y al cabo de poco volva a salir y se
deslizaba en la boca del rey. Cuando Guntramno despert, cont que le haba parecido,
cuando estaba dormido, que cruzaba un puente, entraba en una montaa y vea un tesoro. El
vasallo le dijo lo que haba visto. Guntramno hizo excavar cerca del agujero en que haba
desaparecido el animal y descubri un tesoro.
Para quien conoce la facultad de evasin y de metamorfosis de la forma interna, es eviden-
te que se trata aqu de uno de sus viajes, hamfor, es decir, el viaje del hamr y no un simple asunto legendario. Pablo el dicono relata otra ancdota que va en el mismo sentido y que
muestra que la operacin no carece de peligro:
Cuando Cuniberto, rey de los lombardos, delibera con su caballerizo mayor sobre la for-
ma en que podra dar muerte a Aldo y Grauso, ve una mosca en la ventana. Saca el cuchillo
para matarla, pero falla y nicamente le corta una pata. Aldo y Grauso acuden a la convoca-
toria del rey, pero se encuentran por el camino a un cojo al que le falta un pie. Les advierte
de que Cuniberto quiere hacerlos matar, y entonces se refugian en una iglesia. Furioso al ver
que se le escapan, Cuniberto les promete que conservarn la vida si le revelan el nombre del
que lo ha traicionado. Aldo y Grauso cuentan su encuentro con el cojo y el rey comprende
que la mosca a la que cort la pata era un mal espritu.
La ltima observacin interpretativa no debe prestarse a malentendido: emana de un escri-
tor cristiano para el que todas estas manifestaciones no pueden ser obra mas que del demonio.
En realidad, no puede tratarse mas que de la forma animal de un hombre. Los textos normnicos confirman los riesgos corridos: Helgi Hirvardsson mata de un golpe de chuzo al
conde Franmar, que ha tomado la forma de un guila: El jarl Franmar se haba transformado en guila. En otro poema de la Edda, Odn se jacta de conocer un conjuro terrible:
Si veo brujas cabalgar por los aires, hago de tal modo que se pierden, sin que vuelvan a
encontrar su piel, sin que vuelvan a encontrar su espritu.
Pero el cuerpo del que se ha separado la forma interna tambin corre peligro. He aqu
cmo se relata la partida de las de los tres brujos fineses en la Saga de los jefes del Valle del
Lago:
Ingimund ha perdido su amuleto y pide a los fineses que lo encuentren: Se trata de una misin peligrosa [...], pero, ya que t nos urges a hacerlo, queremos intentarlo. Ahora, tene-
mos que encerrarnos totalmente solos en una casa, y que nadie pronuncie nuestro nombre".
No respetar esa prohibicin impedira el hamr reintegrarse a los cuerpos de los que ha sali-
do, lo que designa el adjetivo hamstoli, literalmente privado de su hamr, es decir, insensa-to, furioso, o mejor todava: fuera de s. El Libro de la colonizacin de Islandia, que relata el mismo hecho, precisa: Ingimund envi a Islandia, en busca de su amuleto, a dos fineses que tenan la facultad de cambiar de forma. La locucin en un viaje de hamr no deja lugar a dudas sobre el desarrollo de la operacin: cada fins enva su forma interna a la isla de Tule.
Una vez mas, el asunto no es legendario, sino que corresponde a una creencia. Sturla, en su
redaccin del Libro de la colonizacin de Islandia, cita a varios individuos que tienen este
poder: Vkell, apodado el de la forma interna muy fuerte, lo que podemos traducir a nuestra lengua por hombre lobo (enn hamramm), Odd de Hraunhfn, Thorain Korni, Olaf Tven-numbruni y Dufthak.
En el caso de los ltimos cuatro personajes, Sturla emplea la expresin: Era muy fuerte su poder de cambiar de forma; para otras dos personas, Lod y Thorkel, emplea una locucin de igual sentido, que da una informacin suplementaria: el cambio de forma va acompaado de
un aumento de fuerzas, del vigor de la forma interna. As pues, el hombre dormido puede to-
mar otra imagen que lleva entonces una vida independiente. Cmo no evocar aqu la creencia
en los hombres lobo, tan extendida en tierras germnicas y en Francia; demasiado a menudo
se olvida que nuestro pueblo recogi la herencia de los invasores germnicos. En el siglo XII,
ya no se comprende el fenmeno del hombre lobo y se cree, como Mara de Francia en el Lay
del Bisclavret, que se trata de un hombre que se metamorfosea en lobo tras haberse quitado la
ropa, y que no puede recobrar la forma humana si le quitan la ropa. La misma idea encontra-
mos en el siglo XIII en Escandinavia: en la Saga de los Vlsungar, la licantropa es atribuida
a la brujera y a la magia, y por otra parte a una piel de lobo que los hombres lobo se ponen.
De hecho, este animal no es ms que uno de los aspectos que puede adoptar el hamr para
vagabundear a su antojo y, si ha dado pie a tantas leyendas, es por miedo que inspiraba diez-
mando los rebaos y atacando a veces al hombre. A menudo se han confundido dos tradicio-
nes, la procedente de la Antigedad clsica y documentada por Herdoto, Plinio el Viejo, Virgilio, Ovidio, Petronio, san Agustn e Isidoro de Sevilla- y la propiamente germnica. En
Inglaterra, Wulfstan habla del hombre lobo en uno de sus sermones, en el ao 950; en el 1014,
las Leyes de Canuto el Grande, y en 1114 el Quadripartitus, una compilacin de leyes, citan
esta creencia. Hacia el ao mil, Buscardo de Worms hace lo mismo y, hacia 1210, Gervasio
de Tilbury relaciona las metamorfosis con las lunaciones, refirindose a una tradicin inglesa
y a un testimonio de Alvernia. Las creencias populares debieron ciertamente su paso a la lite-
ratura culta a la existencia de la tradicin procedente de la Antigedad, que les sirvi de aval.
El Libro de la colonizacin de Islandia nos proporciona algunos datos precisos sobre indivi-
duos que disponan de varias formas, y hay que citar el extraordinario combate de Storolf y
Dufthak:
Dufthak de Dufthakshot [...] tena con gran fuerza la facultad de cambiar de forma, igual
que Storolf, hijo de Hoeng; viva en Hvall. Tuvieron diferencias sobre una cuestin de pastos.
Una tarde, hacia la puesta del sol, un hombre dotado de segunda vista vio que sala un gran
oso de Hvall y un toro de Dufthaksholt. Se encontraron en el Campo de Storolf, entablaron
furiosamente el combate, y venci el oso. A la maana siguiente, vieron que en el pequeo
valle en el que se haban enfrentado era como si la tierra estuviese volteada [...] Estaban
heridos los dos.
Es claro que los protagonistas se enfrentan aqu en su forma animal, lo que refuerza la in-
dicacin del momento, la tarde, hacia la puesta del sol, que hace pensar en la expresin francesa: entre chien et loup, donde tambin encontramos la idea de metamorfosis al caer la
noche. En este pasaje del Libro de Sturla, las formas (hamir) de los dos hombres no son visi-
bles ms que para aquel que posee el don de segunda visin, rasgo que recuerda al buco en-
sangrentado que Njall no puede percibir. Un segundo ejemplo da una explicacin casi dema-
siado racional de la forma en que se revela la posesin de varias formas:
Odd permaneca habitualmente cerca del fuego, era un poco retrasado y lo llamaban Kol-
bitr (Mascador de carbn). Arngeir, su padre, y Thorgils, su hermano, salieron de su casa
por una tormenta de nieve, para buscar ganado, y no regresaron a la casa. Odd fue a buscar-
los y los encontr muertos a los dos: los haba matado un oso blanco y los estaba devorando
cuando apareci Odd. ste mat al oso y lo llev a casa, y dicen que se lo comi entero, di-
ciendo que haba vengado a su padre y a su hermano al matar al oso y comrselo.
A partir de ese momento, Odd fue malo y difcil de tratar. Tena tal poder de cambiar de
forma que un atardecer sali de su casa en el Hranhfn, y lleg a la maana siguiente a Thjor-
sardal lugares separados por 400 kms!- para socorrer a su hermana, a quien quera lapidar hasta la muerte la gente de Thjorsardal por brujera y magia.
Sturla parece querer indicar que hay una estrecha relacin entre la ingestin de carne de
oso y el descubrimiento de las propiedades y dominio del hamr, cosa que se traduce tambin
por un cambio de carcter. Como el oso se ha comido al padre y al hermano de Odd, ste que-
da investido de la fuerza de aqullos y ciertamente de su principio vital, y de ah el aumento
del vigor de su forma interna (hamrammr). Un ltimo ejemplo confirma las posibilidades de
accin de sta:
Lodmund posea en sumo grado la facultad de cambiar de forma y era un gran brujo.
Ech por la borda, al mar, los montantes de su asiento alto y afirm que vivira all donde
fuesen a tocar tierra [...]. Coloniz el Fiordo de Lodmund y all habit aquel invierno. Se
enter entonces de que los montantes de su asiento alto se encontraban en el sur del pas;
mont en su barco todo su equipo y, cuando se iz la vela, se acost y orden que nadie tu-
viese la audacia de pronunciar su nombre, porque su forma interna se escapa de l segn su
deseo. Estaba echado desde haca poco cuando se produjo un gran estruendo; vieron enton-
ces que caa un gran alud sobre la granja en la que haba vivido Lodmund. A continuacin
ste se sent y tom la palabra: La suerte que echo es que jams atracar sano y salvo bar-co alguno que single por aqu.
El texto no explica por qu enva Lodmund su hamr a provocar el alud que destruye su an-
tigua granja. Sin duda quiere que nadie la ocupe, cosa que confirma la maldicin que profiere.
Es instructivo, por otra parte, comparar este pasaje del Libro de Sturla con el del libro de
Haukr Erlendsson: la expresin posea en sumo grado la facultad de cambiar de forma ha desaparecido y la sustituye: Era muy versado en brujera. La perspectiva ha cambiado y Erlendsson atribuye a la brujera, es decir, a un arte, una cualidad adquirida, el poder de Lod-
mund, y suprime as un importante testimonio de las antiguas creencias.
Como reflejo que acompaa al hombre, como principio dinmico o como forma interna, el
alma es independiente: sigue al individuo, se presta a l para que la utilice, determina su per-
sona. Es una emanacin del mundo invisible, cosa que refleja bien el derivado de hamr
hamingja, que corresponde al latn fortuna y que significa actualmente felicidad. Es la prueba de que ninguna frontera separa lo real y el ms all. Una fuerza se instala en el hom-
bre. La clave de las concepciones paganas parece ser hugr: el spiritus o el animus se evade,
cambia de forma y parte a la aventura. Pensamos aqu en una frase que aparece a menudo en
la literatura alemana de la Edad Media cuando se trata de hadas: All donde quiero estar, all estoy, palabras que pronuncia la amante de Peter von Staufenberg. En Francia, en el Lay de Lanval, la amiga del hroe dice poco ms o menos lo mismo:
Cuando me queris hablar, no puedo pensar ningn lugar de aquellos en los que uno pue-
de recibir a su amiga sin bajeza y sin ofensa en el que no me presente yo a vos, dispuesta a
complaceros.
Llamada por el pensamiento y el deseo de Lanval, el hada puede franquear instantnea-
mente las distancias y aparecerse a su amigo; nadie ms la ver. Se objetar que el Lay de
Mara de Francia utiliza tradiciones clticas, pero eso no excluye, a nuestro entender, una in-
fluencia germnica si se conocen las relaciones entre los germanos y los celtas hasta el siglo
XI, y de la que dan fe la historia y la mitologa de los dos pueblos. Por ejemplo: de los prime-
ros colonizadores de Islandia, unos cincuenta largos eran celtas o celtizados, nos dice el
Landnmabok, y de ah, ciertamente, una importante mezcla de culturas. Adems, las incesan-
tes incursiones de los escandinavos a Irlanda y su instalacin en las islas Orcadas y Shetland
favorecieron los intercambios. Se puede considerar otra hiptesis, la de un fondo comn indo-
europeo; el estudio est por hacer.
Tempestarios: Son una clase de brujos que con encantamientos se encargan de provocar
nublados, huracanes y otros efectos meteorolgicos. A menudo los campesinos se vean for-
zados a pagarles para evitar que el aguacero cayese en sus tierras. Hoy en da, nos han llegado
dos nombres por el diccionario que han sobrevivido a lo largo de los siglos: el lobero y el es-
pantanublados. Eran hombres que andaban con hbitos largos por los lugares, pidiendo de
puerta en puerta. Se crea que tenan poder sobre los nublados.
El DRAE 1732 define al espantanublados como a un pcaro grotesco:
El que anda vestido de hbitos largos, mal trajeado a manera de estudiantn o clerizonte,
pidiendo limosna de puerta en puerta, y de lugar en lugar: el cual entre la gente rstica est
reputado como nigromntico, y que levanta tempestades y nublados. Es voz jocosa.
En el Imperio romano y en el occidente europeo medieval, el nombre ms usado fue el de
tempestario, pertenecan a la familia de los malficos. En Espaa han sobrevivido multitud de
nombres por la mitologa: nubero, esculer, negrumante, estruleque, escoler (proviene de esco-
lar, porque eran estudiantes de nigromancia), tempestario, etc. Tambin con estos nombres se
haca referencia a un tipo de genios que vivan en las nubes que podan provocar estos efectos.
En la Pennsula Ibrica solo es cultivable el 30% de la tierra, no es raro por ello que existan
leyendas favorecidas por la necesidad agrcola. En varios concilios visigticos son condena-
dos aquellos que se dedican a estos menesteres. Las brujas tambin podan dominar nublados.
En el ao 1926, un curioso y casual hallazgo aport ms datos sobre la antigedad de los
conjuros para protegerse del nublado. En la localidad de Carrio (concejo de Villayn), en el
occidente astur, se encontr un fragmento de pizarra con un exconjuro godo grabado en una
de sus caras cuya datacin se situ en torno al 650 d. C., mezclndose en el texto elementos
cristianos con otros claramente paganos. Su contenido es una invocacin a la proteccin ce-
lestial de siete ngeles para preservar a los hombres, animales y sembrados de la agresin que
pueda suponer cualquier contratiempo atmosfrico. Aparecan los nombres de Miguel, Ga-
briel, Rafael, menle, Uriel..., as como la representacin del signo mgico de Salomn (sig-
no ste que en el Comentario del Apocalipsis del Beato de Libana se condenaba por conside-
rarlo propio de encantamientos). Estos exconjuros requeran de un brujo, ensalmador o sacer-
dote para ser llevados convenientemente a la prctica.
Para luchar contra estas tormentas haba cantidad de mtodos supersticiosos: escribir
frmulas mgicas en papeles y enterrarlos, recitar oraciones (la ms famosa la de Santa
Brbara) o conjuros, tocar las campanas, que el clrigo rece en la iglesia, lectura de grimorios,
ereccin de cruces en las tierras, uso de amuletos, contratacin de magos profesionales, etc.
San Isidoro comenta que el ceraunio que se produca en las costas de Lusitania, cuyo color era
similar al del carbunclo, serva para defenderse de los rayos. Solino habla de estas piedras casi
con las mismas palabras que San Isidoro: en las costas de Lusitania existe en gran cantidad
una piedra preciosa, llamada ceraunio, superior a la de la India; es de color carbunclo y su
cualidad experimntase con la luz, pues resiste a la accin de sta. Dcese que tiene virtud
contra el rayo.
En las zonas rurales muchos clrigos estaban especializados en la lucha contra el pedrisco,
incluso en el siglo XX existan algunos de ellos. Pero a los tempestarios no se les acus ni-
camente de encantar los elementos, tambin de robar las cosechas. En un documento eclesial
medieval de Agobardo titulado De grandine et tonitruis:
Yo mismo he visto y odo a muchas de estas personas tan locas y hasta tal punto idiotiza-
das que creen y sostienen que hay un pas llamado Magonia, de donde vienen naves a travs
de las nubes; recogen el trigo y dems cereales tundidos y segados por el granizo y la tor-
menta y los cargan en dichas naves; despus de pagar a los tempestarios, los marineros del
aire vuelven a la misma regin. Un da vi a muchos de estos estpidos papanatas presentar
ante un grupo de gentes cuatro personas encandenadas, tres hombres y una mujer, que habr-
an cado precisamente de tales naves. Despus de tenerlos en cepos algunos das, al final,
reunida alguna gente, los trajeron a mi presencia, como he dicho, para lapidarlos.
Como curiosidad, decir que en avistamientos actuales de OVNIS, se han dado casos simi-
lares a los descritos por Agobardo. Antiguamente seran barcos volantes, hoy son naves espa-
ciales, mismo perro con distinto collar.
Durante la Roma republicana, se castigaba gravemente a la persona que robase las cose-
chas de su vecino mediante procedimientos mgicos. La disposicin ha llegado a nosotros
fragmentariamente, si bien existen otros testimonios que confirman su inclusin en dicha le-
gislacin:
Qui fruges excantassit... neve alienam segetem pellexeteris (Quien se proponga excantar mieses... y no se ejerza ningn encantamiento sobre las mieses ajenas).
La ley, como da a indicar el verbo excantare (hacer desparecer por un encantamiento), cas-
tigaba, pues, a quien valindose de magia haca pasar la cosecha del vecino a su propio domi-
nio. El procedimiento utilizado por los magos para robar la cosecha es desconocido; los antiguos crean que stos eran capaces de transportar en masa y verticalmente, de una tierra a
otra, los vegetales ya plantados pero son pocos los que precisan la tcnica empleada.
Para Virgilio este robo obedeca al consumo de ciertas hierbas; segn Tupet, del texto
podra desprenderse que, por un fenmeno de alucinacin, el dueo del campo crea ver des-
aparecer su cosecha y prosperar la del vecino:
Estas hierbas y estos venenos cogidos en el Ponto me los dio Meris mismo (nacen muy
abundantes en el Ponto). Con stas he visto muchas veces a Meris convertirse en lobo y es-
conderse en los bosques, sacar muchas veces las almas de los sepulcros profundos y cambiar
a otro sitio las mieses sembradas.
Plinio ofrece, en este sentido, otro dato de inters:
Segn una ley del campo, en la mayor parte de los dominios itlicos, se toman medidas
para que las mujeres no vayan por los caminos haciendo girar los husos o que no los lleven
completamente descubiertos porque ello se opone a la esperanza de todo y principalmente de
las cosechas.
El fusus puede referirse tanto al instrumento utilizado para hilar la lana (huso) como a un
rombo u objeto parecido, utilizado muy habitualmente en prcticas mgicas. El propio Plinio
recoge el caso del liberto C. Furio Crsimo quien, sospechoso de practicar la magia de las
mieses, tuvo que mostrar su utillaje y mano de obra para justificar unos mayores beneficios
que sus vecinos. Estas mismas creencias llegaron a la Edad Media, en la que se crea que era
cosa de brujera.
Es en el siglo XII cuando empiezan a aparecer grabados en las campanas de determinados
conjuros contra el granizo, la peste, los rayos y otras calamidades por el estilo. Era habitual
que al menor indicio de tormenta se volteasen para espantarla. As se estuvo haciendo du-rante siglos y as lo recomendaban hacer algunos prestigiosos hombres de la Iglesia hasta que
una sentencia del Tribunal Supremo de 6 de marzo de 1905 prohibi en Espaa por razones de seguridad tocar las campanas porque se crea que el efecto causado era el contrario: se favoreca el desarrollo de estas tormentas. Esta sentencia se refera al pleito que interpuso el
Ayuntamiento de Cass de la Selva (Gerona).
El rey San Fernando (siglo XIII) orden traducir al castellano el Fuero juzgo visigodo, all
se habla de un tipo de malfico o encantador con poder sobre el pedrisco y otras maldades:
Los proviceros, o los que hacen caer la piedra en las vias o en las mieses, hablan con los
diablos (provizos) y turban las voluntades de los hombres, hacen cercos de noche y sacrifican
a los diablos.
Estos proviceros dice el cdice- tambin eran consultados junto a los adivinos, sorteros y encantadores para ver si una persona vivira o no. Por sus funciones, el provicero es un claro
nigromante. Obsrvese que negrumante era el nombre que reciba en Galicia el nubero. La
palabra provicero ha subsistido en el portugus y se lo define como hechicero, en Galicia el proviso es un trasno (especie de trasgo campestre). Por sus hechos los conocers: el provicero
es otro nombre dado para el negrumante.
En sus Partidas, Alfonso X (siglo XIII) ataca a los magos en general, aunque con alguna
excepcin:
Pero los que hiciesen encantamientos u otras cosas con intencin buena, as como sacar
demonios de los cuerpos de los hombres o para desligar a los que fuesen marido o mujer que
no pudiesen convenir o para desatar nube que echase granizo o niebla para que no corrom-
piese los frutos o para matar langosta o pulgn que daa el pan o el vino o por alguna otra
razn provechosa semejante a stas, no debe haber pena, antes decimos que debe recibir
gualardn por ello.
Pedro de Ciruelo comenta en 1538:
Y dado caso que por nuestros pecados alguna vez al cabo de muchos aos permita Dios
que los diablos trayan nublados y tempestades a nuestra tierra, aquello es por maleficio de
algn nigromntico que hace cerco e invoca los diablos para hacer mal y dao en algn lu-
gar; y an algunas veces lo hacen los diablos por mandato de Dios, que est airado contra
algn pueblo, y enva sobre l aquellos alguaciles del infierno para lo castigar en los fructos
de la tierra, porque le han ofendido en grandes pecados, especialmente, en los pecados que
tocan a Dios en la honra.
Haba otro tipo de magos no especializados que resultaban eficaces para dominar estos nu-
blados. Pedro de Ciruelo arremeta tambin contra los saludadores, que decan tener poder
sobre los nublados. Los saludadores eran una especie de curanderos itinerantes expertos en
quitar algunas enfermedades o maleficios. Queda claro el carcter errabundo de este tipo de
hechiceros.
De nuevo Pedro de Ciruelo:
Los nigromnticos hacen creer a la simple gente que los diablos engendran el nublado, el
granizo y el pedrisco y toda la tempestad de truenos, relmpagos y rayos, y que en aquellas
nubes vienen los diablos y que es menester conjurarlos para echarlos de sobre la ciudad y
lugar de sus trminos, pues para este caso ellos han ordenado ciertos conjuros y dicen que
con ellos harn de huir de all a los diablos con sus nublados y les harn echar el granizo y
piedra a otro cabo donde ellos quisiesen.
Antonio de Torquemada, en su Jardn de flores curiosas (1570), sita a los genios atmosf-
ricos en el primer lugar del escalafn diablico. Los describe diciendo que estn en el medio
del aire y de all abajo hasta la tierra, siendo los que algunas veces mueven los vientos con
mayor furia de la acostumbrada, los que congelan las espantosas nubes fuera del tiempo, los
que hacen venir el trueno, rayos, relmpagos y granizos y apedrean los panes y vias y frutos
de la tierra, y de esto se aprovechan los nigromnticos cuando quieren hacer estos daos.
Nos dice Alonso Garrote que para el pueblo maldito de los Maragatos, a estos genios se les denomina reubeiros, y se los define como
Brujo o personaje fantstico que las gentes sencillas pretenden haber visto caer de las nu-
bes y tomar forma humana en tiempo de tormentas, con objeto de hacer mal de ojo y ser por-
tador de calamidades para las personas y los sembrados.
Los tronantes-nubeiros-bruxos, en cambio, son considerados hombres y mujeres de car-ne y hueso que emplean diversos mtodos para provocar las tormentas. Segn el testimonio
de uno de ellos en un proceso inquisitorial, primero necesitan subirse a la nube: esto lo hacen
en una polvoria (la forman amontonando un poco de polvo del camino y orinando sobre l, y en el remolino que se forme sube el nubeiro) o en una fumeira (la hacen en el agujero de un topo). Una vez subidos en la nube, la dirigen libremente donde les apetece descargarla.
En pleno siglo XX, el historiador y trotamundos Juan G. Atienza asegura haber conocido a
un anciano errante en la provincia de Logroo, que se defina como nubero, deca que espan-
taba nublados por medio de oraciones. En Somiedo, Cangas de Tineo, San Antoln de Ibias y
para los vaqueiros de Alzada, al nuberu se le bautiza con el nombre de renubeiru y se le representa como un hombre chamuscado que vive en compaa de brujas. Baja por la chime-
nea y stas, entonces, lo interrogan:
-Y qu, apedreaste mucho?
-S, todo lo apedrei, menos un lado, porque all sali una vieja con la pala del horno y ya
no pude.
El vaqueiro de Alzada designa tambin a los renubeirus como escolares (tambin ocurre en las localidades asturianas de San Martn de Luia, Pola de Allande y Grandas de Salime), y
el escolar no es ms que el aprendiz de brujo, el principiante que aspira a ser un autntico nuberu y dicen que es de pequea estatura. En algunos relatos se suele atribuir a las almas en
pena las tempestadades, pero la verdad es que son los menos.
El investigador Ramn Sordo Sotres recoge en Cabrales una historia referida a unos extra-
os personajes llamados gurmantes- que entraron en una torca para atrapar a un culebre. Cuando entraron mandaron a la gente esconder el ganado porque les dijeron que provocaran
una granizada. Al final lograron sacar al culebre amarrado a los cordones de los zapatos. A
lvarez Pea le contaron en Piloa que los gurmantes o grumantes (procedente de nigroman-
te) eran unos paisanos que iban vestidos de negro y conjuraban la tempestad valindose de
unos libros.
Por esas pocas surgi una oscura figura que era la del conjurador de tormentas, al que se pagaba con dinero o en especie para que provocase o no- una tormenta, sabiendo el vulga-cho que, gracias a sus poderes, deba estar confabulado con los demonios de las nubes. Era
importante distinguir la causa que produca el trueno y la tormenta: si el culpable resultaba ser
un brujo que invocaba al tronante o al nubeiro, se le impona como castigo andar durante aos
a cuatro patas o caminar desnudos en las procesiones. En cuanto a los escoleres, posean tam-
bin los conocimientos suficientes como para alejar al trueno, al rayo y a la tempestad y en
tiempos hasta se les pagaba un tributo (a un vecino de Prexegueiro se le pag medio ferrado
de grano o media olla de vino, que cobraba al ao).
Para protegerse de los temporales en las Hurdes se recitaban, hasta no hace mucho, oracio-
nes como esta:
Tormentas hay en el cielo las manda su Majestad; lbrenos la cruz del cielo, y la virgen
del consuelo y la Santa Trinidad.
Y si este no causaba efecto enviando relmpagos y pedriscos a otros lares se cantaba a
San Bertol, que as se conoca en las Hurdes a San Bartolom con un cntico singular: Yo te dar un don, que donde sea yo mentado, non caiga piedra ni rayo ni pastor sea que-
brantado ni se aflijan sus ganados.
A pesar de que la ciencia nos diga que estos son chispas elctricas de gran intensidad pro-
ducidas entre dos nubes y el suelo, para la voz popular no son sino creaciones de los malfi-
cos amorachinis, pequeos genios, algunos con aspectos de bebs, que juegan sobre las ne-
gras nubes de las tormentas y forjan a cincel las afiladas saetas luminosas que pueden hacer
desgraciado a cualquiera si le caen encima una mala noche. Dicen que solamente tenan un
ojo, pero que era dotado de una puntera que bien podan incendiar una casa con su lanza-
miento certero del rayo, o partir en dos a un solitario pastor. Recuerda demasiado al mito de
Hefesto y los cclopes, sobre todo porque cuenta la leyenda en la que los amorachinis fabrican
sus rayos en un monte denominado El volcn. Como ltima curiosidad, Marco Polo (siglo XIII) relata la existencia de bandidos que asal-
taban a los viajeros aprovechando una niebla densa, creada por ellos mismos valindose de
encantamientos.
Loberos: Segn el diccionario, el lobero tena poder en los nublados. Sin embargo y co-mo su nombre indica- a travs de las leyendas, mitos e incluso la propia historia, el lobero era
un brujo capaz de encantar lobos y amenazar con ellos en caso de necesidad a los pastores. Es
posible que realizase ambas funciones (como el saludador), pues adems su carcter errante
favorece esta hiptesis. El escolar (estudiante de nigromancia que provocaba nublados) tam-
bin atrae lobos y sapos en las tierras de sus vctimas segn Constantino Cabal. El lobero cas-
tellano es similar al llobero asturiano.
El encantador de lobos (encortador de llops) cataln es un brujo con poder para dominar a
los lobos, que ejerca si los campesinos no le pagaban. Su oponente eran los oracionaires,
cuyo poder era conjurar la amenaza del encortador. En Burbudn, pueblo del concejo de Lla-
nes, Asturias, Sordo Sotres recogi la leyenda de un hombre criado por lobos y a los que estos
obedecan, mandndoles atacar a los campesinos que no le daban lo que quera. All se le de-
nomina lloberu, lobero y es similar al Pare llop.
Pare llop o padre lobo es una especie de hombre-lobo del Levante espaol, que vive en lo
ms intrincado del bosque dirigiendo jauras de lobos que lanza contra aquellos que no le
ayudan. Los encantadores de lobos cobraban una cantidad a los campesinos para asegurarles
de que los lobos no atacaran sus rebaos. Contra sus maldades, los campesinos invocaban a
Sant Llop, santo inexistente que, segn la leyenda, fue un pastor que tena el poder de ahuyen-
tar a los lobos. Pero adems de contra los lobos protege de los males de la garganta que suele
producir el Pare llop, pues los campesinos crean que los lobos tenan el poder de hacer per-
der la voz a los pastores que cuidaban los rebaos, para que no pudieran pedir ayuda, de ah
que se dijera a los que estaban afnicos si es que haban visto a los lobos. Esta era la oracin
que rezaban los que padecan alguna afeccin de garganta:
Puix la real descendencia us obliga a esser piads guardeu-nos, sant Llop gloris, de mal
de coll i desquinncia. Su festividad se celebraba el 1 de septiembre. Igualmente los campesinos rezaban la ora-
cin llamada "Padrenuestro del lobo", que dice as:
Parenostre del llop. Nuestro seor e Mossn Pere se nanaven per llur cam en encontraren lu lop lobas:
-E on vas, Lop Lobas? Se dix Nostre Senyor.
-Vau a la casa de aital menjar la carn i beaure la sang de aital.
-No ho faces, Llop Lobase dix Nostre Senyor.
-Ves-ten per les pastures, -Menjar les herbes menudes; Ves-ten per les muntanyes, Menjar les herbes salvatges,
Ves-ten a mitja mar, que ac pugues res demandar. Tambin, y para prevenir el mal de ojo de las brujas y de los diablos durante un ao, los
campesinos preparaban una especie de pasteles, que all llaman cocas, de forma triangular,
hechas con harina de trigo, cebada, avena, tres huevos y tres cucharadas de sal, que reciben el
nombre de panellets de San Llop. Estos panecillos se los daban a los pobres de los caminos con lo que toda la familia quedaba libre de maleficios durante un ao.
El caso de la lobera Ana Garca, procesada en 1648 por la Inquisicin es histrico. Era una
vagabunda que tena vida licenciosa con los pastores que encontraba. Segn dijo en el proce-
so, un da una hechicera le ense a invocar lobos a cambio de pactar con el demonio. Apren-
di a hacer un cerco y silbar para atraer lobos. Desde entonces a los propietarios de tierras que
la trataban mal les mandaba lobos para atacar sus ganados. Es el nico caso de este tipo trata-
do por la Inquisicin en Espaa. Por ello, finalmente sali libre con penas leves.
Me da la sensacin de que el lobero es uno de esos brujos que aunque no aparezcan apenas
en los escritos, tuvo que ser extraordinariamente frecuente en Espaa. Un pas de gran tradi-
cin pastoril favorecido por su geografa. En la prctica solo seran problemticos en raros
casos, pues los pastores los conoceran bien y no les buscaran las cosquillas. Pero incluso
aunque se las buscaran, es un delito difcil de probar o pillar in fraganti. Seran pobres dia-blos que se conformaban con unas pocas viandas para seguir tirando. Las vctimas principa-les de los inquisidores espaoles no eran los loberos, sino los judaizantes, moriscos y dems
herejes.
La legislacin francesa, hasta el siglo XIX, a tratado a los pastores como presuntos, o por
lo menos sospechosos de hechicera, dado que las simples amenazas de su parte son castiga-
das con penas reservadas, en cualquier otro caso, para las violencias mortferas. No es esto
suponer que sus solas palabras llevan en s mismo una eficacia malhechora? Esta ley data de
1751, y aunque ha cado en desuso, no estaba formalmente derogada en el siglo XIX. En
1689, los pastores de Brie hicieron perecer los animales de sus vecinos, administrndoles dro-
gas, en las que haban echado agua bendita, recitando conjuros mgicos. Perseguidos como
hechiceros, fueron condenados como envenenadores: se reconoci que la base de las drogas
era el arsnico.
Masca: El trmino hace referencia a "bruja, alcahueta" "tiznar" "mscara". Segn el histo-
riador Franco Cardini "mascae"="striges".
Mas interesante es egisgrimolt, en ingls antiguo egisgrima, que es traduccin de larva y
de masca, es decir, bruja. Es una palabra compuesta cuyo determinante traduce el espanto
(egis) y cuyo determinado traduce una metfora por noche. Egisgrimolt y egisgrima pueden traducirse por aparicin terrorfica. Si relacionamos grimolt y grima con el ingls moderno grime, holln, y con el medio bajo alemn grimet rayado de negro, el aspecto del persona-je que se oculta detrs de la palabra recuerda lo que dice Tcito de la tribu germnica de los
Harii: aquella gente se pintaba el cuerpo de negro y llevaban escudos negros para aterrorizar a
sus enemigos hacindoles creer que eran un ejrcito de muertos.
Los aparecidos van siendo relegados poco a poco al mbito de la brujera, y ya en el siglo
XI, al otro lado del Rin, hay una glosa que comenta as el trmino larvae: Llamamos larvas a las sombras o demonios hechos de hombres, es decir, aparecidos (sealemos de paso que en ingls antiguo existe todava gedwimor, que designa a los fantasmas; las glosas lo dan para los
lemas latinos fantasma, fantasia, nebulo y necromantia), y la traduccin propuesta es dala-
mascha, donde volvemos a encontrar masca, bruja. Dala, tambin documentado en la forma cala e incluso tala, ha resistido hasta aqu toda elucidacin, y las interpretaciones hasta ahora
propuestas son menos que poco fiables.
En el primer registro, scrat (gritn) traduce la nocin de difunto malfico y aparecido (lar-
va, monstrum), acepciones a las que, del siglo IX al X, se aade la nocin de mscara, masca
vocablo que significa tambin bruja- y thalamasca. Este ltimo trmino es revelador de la naturaleza profunda del gritn: gracias a Ingemar de Reims (m.882), sabemos que thalamasca
designa una especie de mscara que se llevaba en unas mascaradas que se celebraban en los
aniversarios de los difuntos.
Larvas: Tiene multitud de significados en latn:
-Fantasma, espectro.
-Mscara de fantasma.
-Esqueleto.
-Voz injuriosa.
-Larvarum plenus: furioso, presa del delirio.
-Larvalis (adj): espectral.
-Larvonare: Embrujar, hechizar.
Comenta el diccionario latino que se compare "larva" con "lar". Larvado en espaol signi-
fica "disfrazado". El DRAE de 1803 dice que larva es tambin una mscara o disfraz. Los
lunticos son personas posedas por larvas (larvaciti o posesos), dichas larvas consideran al
posedo como su hogar. Para Apuleyo las larvas (almas de los hombres perversos) no tenan
morada. Mana era la madre de las larvas, se trata de un espritu loco. En las glosas medieva-
les draugr equivale a larva.
San Isidoro deca que la gente suele llamar lunticos a los epilpticos porque el ataque de
los demonios insidiosos estaba relacionado con el curso de la luna. Se los denomina tambin
larvaciti. La epilepsia se produce en la fantasa del cerebro. Actualmente luntico es un loco que muestra su demencia a intervalos. Los romanos tenan en sus casas mscaras que repre-
sentaban los antepasados de la familia.
Segn San Agustn:
dicen los platnicos que las almas de los hombres son demonios, y que de los hombres se hacen lares, si tienen buenos mritos; lemures o larvas, si los tienen malos; y, en cambio, se
hacen manes si es incierto tengan buenos o malos mritos. San Isidoro deca de las larvas:
Son los demonios que inicialmente eran hombres y se convirtieron en demonios por sus
maldades. Cuentan que su cometido es aterrorizar a los nios y aullar por los rincones tene-
brosos. Hay quien piensa que provocan la epilepsia.
Para los romanos, los lares eran los espritus benvolos de la familia, que encantaban y
protegan el domus o casa de la familia y las larvas que eran las almas sin descanso terrorfi-
cas de los hombres malvados. Pero la idea ms corriente era creer que larva y lemur eran
sinnimos. Segn algunos clrigos medievales, lemur es un lar que posee un cadver, pero
tambin los definen como demonios nocturnos. Lemur y larva tomaron el mismo significado
en la Edad media.
La iglesia llamaba larva al draugr (si bien en algunos textos religiosos medievales draugr
es sustitudo por troll). Mania era la madre de las larvas, se trataba de un espritu loco, mana
equivale a larva. En otros casos la iglesia llamaba ncubos o ephialtes a las larvas.
Sorguias: En vascuence es literalmente "partera, comadrona". Fueron comunes en el Pas
Vasco y Aragn (jorguinas/jorgun). Ya en el Fuero Juzgo visigodo (s.VII) se condena enrgi-
camente a las parteras que provocan abortos mediante yerbas.
El Malleus Malleficarum (s.XV) afirma claramente que muchas parteras eran brujas:
Prubase aqu la proposicin por cuatro horrendos actos realizados sobre nios que to-
dava se encontraban en el seno de sus madres o que haban nacido ya. Puesto que las muje-
res son preferidas por los demonios para asociarlas a sus acciones y no ocurre as con los
varones, por ello el ngel homicida procura asociarse ms con las mujeres que con los hom-
bres.
He aqu cuales son estas obras: ms los canonistas que los telogos, tratando del impedi-
mento malfico, dicen que no solamente hay maleficio para que alguno sea incapaz de cum-
plir el acto carnal; sino tambin para que la mujer no conciba, o si ha concebido para que
aborte. Aaden una tercera y cuarta manera de actuar las brujas: cuando no triunfan en el
aborto, o bien devoran al nio o le convierten en ofrenda al demonio. Las dos primeras ma-
neras de actuar no ofrecen duda puesto que el hombre, sin la ayuda de los demonios y por
medio de cosas naturales como las hierbas y otras cosas, puede hacer que la mujer no pueda
engendrar o incluso concebir.
Respecto de las otras dos, conviene establecer que pueden tambin provenir de los demo-
nios; no tendremos necesidad de argumentar mucho, all donde una serie de experiencias
hacen la cosa ms creble.
En cuanto al primer punto: algunas brujas, yendo contra la inclinacin de la humana na-
turaleza, e incluso contra la de todas las bestias, exceptuando nicamente a la loba, tienen el
hbito de despedazar y comer nios. A este respecto el Inquisidor de Como, ha relatado lo
siguiente: para un asunto de este gnero fue llamado a hacer inquisicin por los habitantes
del Condado de Burbia. Un hombre haba visto desaparecer un nio de su cuna; habiendo
sorprendido una asamblea de mujeres en la noche, haba jurado haberlas visto matando al
nio y bebiendo su sangre. Tambin por ello en un solo ao, el ao anterior, el Inquisidor
dice haber entregado al fuego cuarenta y una brujas, habiendo hudo algunas al territorio del
Archiduque de Austria Segismundo. Para confirmar esto tenemos algunos textos de Juan Ni-
der en su "Fornicario". El recuerdo del libro y de lo que en l cuenta existe todava, por lo
cual estas cosas no son juzgadas increbles a pesar de su apariencia.
Nosotros aadimos que en este dominio son preferentemente las parteras las que causan
mayores daos, como nos han contado a nosotros mismos y a otros, brujas arrepentidas, di-
ciendo: nadie perjudica ms a la fe catlica que las comadronas. Efectivamente cuando no
matan al nio, entonces, obedeciendo a otro designio lo sacan fuera de la habitacin, lo le-
vantan en el aire y lo ofrecen al demonio.
No ser preciso volver sobre ello; pero nos queda antes una cuestin a dilucidar: la de la
permisin divina. Hemos dicho al comienzo que hay tres cosas que concurren al acto malfi-
co: el diablo, la bruja y la permisin divina.
Se pensaba que las brujas eligen a los hijos de sus enemigos para consumar su venganza.
Esta idea se repite con especial consistencia en varios procesos aragoneses contra comadro-
nas. Cuando las relaciones de los padres con estas mujeres resultan excepcionales se acusa a
la partera de prcticas concretas que pudieran tener relacin con su responsabilidad en el fa-
llecimiento.
En realidad, la sorgina es una ninfa, un personaje del folklore que espanta caminantes, se-
cuestra nios... una especie de hada mala. Su relacin con la diosa Mari es estrecha. En algu-
nas comarcas del Pas Vasco llaman songuina a la lamia (ninfa). Habitualmente se les achaca
la construccin de megalitos a nivel local.
Como personajes histricos, las y los "sorginak" se reunan las noches de los viernes en
una campa llamada frecuentemente "akelarre" (campa del chivo) o "eperlanda" (prado de la
perdiz) para celebrar rituales mgico-erticos, que han pasado a la historia debido a la cruel
persecucin con que la Inquisicin cristiana someti a sus participantes.
En las actas inquisitoriales, las sorguias fueron acusadas habitualmente de:
-Metamorfosis.
-Vampirismo.
-Antropofagia.
-Culto al demonio.
-Maleficios contra personas, campos y bestias.
-Crear tempestades.
-Necrofagia.
PITONISAS
La pitia eran una clase de adivina que presagiaba por medio de un estado de trance en el
cual un dios u otros entes divinos tomaban posesin de su mente. Por el contrario las pitonisas
eran encantadoras que se dejaban poseer por un difunto o demonio maligno. Esta tcnica em-
pleada por las pitonisas (o mediums) eran denominada por la Iglesia phantasmata demonum
(sueo demoniaco).
Pitias y Pitonisas: Entre todos los dioses griegos, el que asume un papel ms sobresaliente
en la adivinacin intuitiva fue indudablemente Apolo, cuyo santuario de Delfos se convirti
ya a partir del siglo VIII a. C. en el principal centro de culto y de profeca de todo el mundo
griego, incluso con atraccin suficiente para convocar en su orculo a polticos y ciudades
extranjeras. Apolo no fue el primero en instalarse en Delfos. Segn Esquilo, Apolo lleg pac-
ficamente a Delfos, donde recibi como regalo la posesin del orculo de manos de Febe,
quien a su vez la haba heredado de Temis y sta de Gea. Pero se trata de una versin un tanto
edulcorada, claramente de inspiracin proateniense, pues presenta a Apolo recorriendo un
itinerario que desde Delos le conduce hasta Delfos pasando por Atenas, cuyas jvenes le van
abriendo el camino y civilizando esos territorios.
Ms antigua es la versin que aparece de forma sinttica en el Himno a Apolo (214 ss.) y
ms desarrollada en Eurpides (Ifigenia en Tauride 1247 ss). En esta ltima obra, Apolo da
muerte a la serpiente monstruosa, Python, que vigilaba el orculo de Gea, y expulsa a Temis;
Gea se venga enviando sueos profticos a los hombres, con lo que crea una situacin de an-
gustia que obliga a la intervencin de Zeus; ste destierra la oniromancia y concede la propie-
dad del santuario a Apolo. Evidentemente la serpiente Python, uno de los elementos ms ar-
caicos de la leyenda, representa a la Tierra y su muerte por parte de Apolo la apropiacin de
un centro oracular.
La intrprete de Apolo era la Pythia, mujer de edad madura que una vez reclutada, se dedi-
caba de por vida al servicio en el templo. Con anterioridad al rito estrictamente oracular, tanto
el consultante como la profetisa deban cumplir los ritos preceptivos. El da fijado, los consul-
tantes se concentraban a la entrada del recinto sacro, entregaban a los sacerdotes el pelanos, o
torta ritual, y sacrificaban una cabra en honor de Apolo, con lo cual ya estaban listos para, de
uno en uno, penetrar en el templo y plantear directamente su pregunta. Por su parte, la Pythia
se purificaba probablemente mediante un bao en la fuente Castalia, mientras que el templo
era fumigado mediante el humo de las hojas de laurel quemadas sobre el hogar. El acto adivi-
natorio tena lugar en el interior del templo de Apolo, en el adyton, donde se encontraba el
omphalos, piedra ovoide que simbolizaba el centro del mundo, y junto a l el laurel sagrado,
rbol de Apolo. El suelo tena en este lugar una abertura que comunicaba con el mundo sub-
terrneo y sobre ella se situaba el trpode con un caldero tapado, que serva de asiento a la
Pythia, la cual se presentaba vestida de doncella, smbolo de la pureza con la que tena que
desempear su funcin. La Pythia era asimismo purificada con el humo del laurel, planta que
cumpla un papel muy destacado, pues la sacerdotisa a la vez que masticaba hojas de esta
misma planta sostena en la mano una rama del rbol; todo ello, unido al agua de la fuente
Casotis que beba y le provocaba el trance.
La Pythia actuaba como mdium, de manera que no era ella la que hablaba, sino el propio
Apolo: la sacerdotisa era poseda por la divinidad, se converta en entheos, llena de dios,
quien se serva de su boca como si fuera la suya propia, y de ah que sus palabras, no siempre
inteligibles, fuesen dichas en primera persona, nunca en tercera, cambiando adems la voz a
un tono ronco caracterstico, si hacemos caso de Plutarco, del enthousiasmos. Mucho se ha
discutido sobre las causas que originaban el xtasis de la Pythia, pero los resultados no han
sido muy satisfactorios. Las excavaciones arqueolgicas han demostrado que la oquedad si-
tuada bajo el trpode no buscaba otro efecto que el puramente efectista, puesto que los estu-
dios geolgicos no han encontrado la menor huella de unas emanaciones gaseosas que supues-
tamente embriagaran a la profetisa. Lo mismo sucede con las hojas de laurel, de las que se ha
demostrado que carecen de cualquier sustancia alucingena. Por tanto, y a la vista de estas
consideraciones, se cree que la Pythia entraba en trance por propia sugestin, lo cual es per-
fectamente explicable desde el terreno de la psicologa, aunque no puede descartarse que estas
mujeres sufriesen cierto grado de esquizofrenia que les facilitaba ese cambio de personalidad
con el cual realizaban su funcin oracular.
Es inevitable plantearse la cuestin, a la vista del inmenso xito que alcanz el orculo,
sobre la veracidad del procedimiento utilizado. En la mayora de los casos, como la Pythia
hablaba un lenguaje confuso y muchas veces ininteligible, la respuesta se entregaba poste-
riormente, redactada en verso por los sacerdotes del templo, los llamados prophetes, quienes
solan utilizar adems un estilo arcaico y con una redaccin voluntariamente ambigua. Por
tanto, todo sera el producto de una gran manipulacin y el xito del orculo se debera, por
una parte, a una formidable red de informacin y, por otra, a la publicacin masiva de profec-
as post eventum, actividad en la que los sacerdotes ms que la Pythia seran los autnticos
protagonistas. Ciertamente la situacin poda prestarse a ello, pero no conviene ser excesiva-
mente radicales.
Por algunos testimonios se sabe que la Pythia no siempre entraba en trance y que en oca-
siones finga, pero ello no significa que hubiese un engao generalizado. Tambin se conocen
varios casos de soborno, pues dada la importancia del orculo en la vida poltica griega, sus
decisiones podan influir decisivamente en la historia interna de las ciudades. As ocurri con
los reyes de Esparta Clemenes y Plistoanax, quienes indujeron con dinero a la Pythia para
que respondiera en su favor. Sin embargo, el dato significativo est en que fue la Pythia la
directamente afectada, lo que quiere decir que sus palabras podan ser entendidas, con lo que
las posibilidades de manipulacin por parte de los sacerdotes no eran tan amplias como en
principio pudiera creerse, aparte de que tampoco exista un inters especial en engaar.
El orculo de Delfos era, pues, el principal centro proftico de todo el mundo griego y en
consecuencia a l acudan gentes procedentes de todas partes, incluso de pases extranjeros.
Fue tal la avalancha de devotos que pretendan consultar al dios, que los sacerdotes trataron
de desarrollar un sistema alternativo de adivinacin, encontrndolo en la cleromancia, recurso
al que posteriormente tambin se vio abocado el santuario de Dodona. La cleromancia est
perfectamente atestiguada en Delfos a comienzos del siglo IV a.C., como lo prueba una ins-
cripcin en la que se fijaba la tarifa para el pueblo de Skiathos; pero otros indicios conducen a
suponer que ya estaba activa en el siglo VI. Hay que tener en cuenta que en un principio la
Pythia solo estaba preparada para entrar en contacto con la divinidad una vez al ao, el da
siete del mes de Bysios, aniversario del nacimiento del dios, coincidiendo con el inicio de sus
fiestas de primavera y la celebracin de la epifana de Apolo.
Pero conforme iba creciendo la importancia del orculo y el nmero de sus solicitantes, se
ampli el periodo de consulta fijndose en una vez al mes, el da 7, a excepcin de los tres
meses de invierno, cuando Apolo abandona el santuario; adems podan celebrarse consultas
extraordinarias, excepto en aquellos das que el calendario religioso consideraba nefastos. Por
el contrario, las consultas cleromnticas, que tambin eran respondidas por la Pythia, no ten-
an fechas precisas, sino que deban llevarse a cabo con mucha frecuencia, salvo naturalmente
en los antedichos das nefastos. Sin duda alguna, la edad arcaica asiste a los momentos ms
sobresalientes en la historia del santuario de Delfos. Delfos se convierte en el punto de refe-
rencia vital del mundo griego, tanto desde un punto de vista privado como pblico. Desde su
sitial y con el orculo como arma invencible, Apolo diriga la vida de los griegos, imponiendo
sus doctrinas y manteniendo el orden establecido. Sin embargo, en la poca clsica la situa-
cin evolucion desfavorablemente para el santuario, pues si bien su autoridad en cuestiones
de moralidad permaneci ms o menos inclume, respecto a la vida poltica las circunstancias
no eran las mejores.
Primero hay que tener en cuenta la poltica favorable a los persas del orculo en los difci-
les tiempos de la revuelta jonia, como perfectamente se comprueba en el episodio de los cni-
dios, errores que posteriormente consigui enmendar una vez producida la victoria helena
frente a Jerjes. Despus la actitud respecto a Atenas, a la que el sacerdocio dlfico releg a un
segundo plano, procurando defender con mayor fuerza las posiciones de su enemiga Esparta.
Esta situacin provoc que los atenienses, arrastrando con ellos a otros griegos, dejaran de
consultar Delfos y, por el contrario, beneficiaran a otros centros oraculares, como los de Do-
dona y del de Amn en el oasis egipcio de Siwa, que a partir de estos momentos experimentan
un auge bastante notable, con lo que la primaca dlfica atraves periodos de dificultad. Esta
prdida de la independencia poltica no hizo en definitiva sino vincular a Delfos a la esfera de
la potencia dominante, que utilizaba su enorme pero cada vez mejor prestigio con unos fines
partidistas.
Es un hecho aceptado que Apolo era en Grecia el padre de la adivinacin intuitiva, de la
inspiracin proftica. La antigua opinin segn la cual habra sido Dionysos quien propor-
cion a Apolo esta cualidad introducindola en el santurario de Delfos, hace tiempo que se
encuentra con graves dificultades. En efecto, Dionysos, ocupaba el templo de Delfos durante
los tres meses de invierno en que, Apolo, en una de sus tradicionales desapariciones, se retira-
ba al pas de los Hiperbreos; Dionysos tena en Delfos su propio servicio sacerdotal, com-
puesto por las thyades y los hosioi, que en algunas fuentes aparecen tambin colaborando en
el culto de Apolo. Se conoce un templo dedicado a Dionysos, donde se practicaba una rara
mezcla de adivinacin teraputica y profeca inspirada, segn lo transmite Pausanias:
Ellos celebran orgas, muy dignas de verse, en honor de Dionysos, pero no hay ninguna
entrada a la capilla ni poseen imagen que pueda verse. Las gentes de Anficlea dicen que este
dios es su profeta y el que les socorre en sus enfermedades. Las enfermedades de los anficle-
enses y de sus vecinos son curadas por medio del sueo. Los orculos del dios son dados por
medio del sacerdote, que los formula cuando se halla bajo la inspiracin divina.
Sin embargo, no parece que en Delfos existiese la menor relacin entre el xtasis de la
Pythia y la locura dionisaca, como s suceda en Anficlea, y adems durante los tres meses de
dominio dionisaco en Delfos, el orculo no funcionaba. Por el contrario, Apolo aparece
siempre vinculado a la profeca y a los profetas inspirados, y sus santuarios oraculares se ex-
tendieron considerablemente por todo el mundo griego.
Al crculo apolneo pertenecan esos adivinos extticos que pululaban por todas las ciuda-
des. La leyenda ha magnificado esta situacin, encontrando en la troyana Casandra, hija de
Pramo, a su ejemplo ms representativo. Segn el mito, Casandra adquiri sus virtudes prof-
ticas como un regalo de Apolo, quien se las concedi a cambio de sus favores; pero una vez
instruida, Casandra se neg a otorgar su parte del pacto, por lo que Apolo la conden a que
sus profecas nunca seran credas, y as se la representa en la tragedia de Esquilo Agamenn,
experimentando el sufrimiento de tener que profetizar su propia muerte. Tambin las Sibilas
se relacionan estrechamente con Apolo, mencionadas ya por Herclito como figuras de un
pasado muy lejano, cuya obra sobreviva en la forma de orculos tradicionales, recogidos pos-
teriormente en colecciones. La fama de Apolo se extendi a la par que sus santuarios oracula-
res.
Se conocen muchos de ellos, pero de algunos como el de Abae en Focidia o el de Tegira en
Beocia, tan solo el nombre; en Tebas tambin haba uno, llamado Apolo Ismenio, donde
segn Herodoto se consultaba a travs del sacrificio. Tambin en territorio beocio, en el mon-
te Ptoion, junto al lago de Copais y cerca de la ciudad de Acrefia, haba un orculo de Apolo,
quien suplant a una divinidad local vinculada a la Tierra; a tenor del relato de Herodoto,
exista una cueva a la que se acceda desde el interior del santuario, all se encerraba por la
noche el sacerdote, beba agua de una fuente y se inspiraba para dar la respuesta a la consulta
previa.
Otro santuario de estas caractersticas se localizaba en Argos y estaba dedicado a Apolo
Pythiaios, trmino que refleja la influencia dlfica. El orculo funcionaba de la siguiente ma-
nera: una vez al mes, se ofrece por la noche el sacrificio de un cordero, cuya sangre es bebida
por la sacerdotisa, que por este medio resulta inspirada por la divinidad. Al margen de Delfos,
los santuarios ms famosos de Apolo era quiz los que se encontraban en el Asia Menor, aun-
que en poca clsica sufrieron una fase de decadencia para resurgir con gran fuerza en el per-
odo helenstico. El de Patara, en Licia, conservaba ciertos rasgos orientales: all la sacerdotisa
dorma en el santuario y era visitada por la divinidad, que utilizaba su boca para expresarse.
Ms importantes feron el de Didima y el de Claros. ste ltimo se deca que haba sido fun-
dado por el mtico adivino Mopso y al igual que el de Delfos, posea tambin un omphalos; el
mdium era aqu un hombre, quien para entrar en contacto con la divinidad, se encerraba en
una oscura cueva situada dentro del recinto sacro y beba el agua de una fuente subterrnea;
los restantes sacerdotes recogan entonces las respuestas y se las entregaban a los devotos.
En Didima el culto estaba dirigido por la familia de los Branquidas. Los consultantes se di-
rigan primero al llamado chresmographion, esto es, una oficina de orculos donde planteaban
su pregunta, y no podan asistir al acto puramente oracular. ste se desarrollaba en un peque-
o patio situado en el interior del santuario, donde se encontraba la estatua de Apolo, un laurel
y una fuente; en este santuario, donde se encontraban la estatua de Apolo, un laurel y una
fuente; en este ambiente la profetisa, despus de estar recluida varios das, responda a las
consultas.
En la Biblia, las pitonisas eran capaces de hacer hablar por su boca a los muertos. Para
poca imperial romana, los orculos entraron en decadencia, a excepcin de algunos periodos
concretos de la historia. Populares fueron los engastrimythoi, citados por autores como Lucia-
no y Plutarco (que tambin los llama pythones). Suelen ser equiparados a los ventrlocuos, si
bien algunos autores los consideran ms prximos a un mdium en estado de posesin; sus
voces extraas, bajo los efectos del espritu de la adivinacin, reproducan las palabras del
dios que los posea. Los cristianos no dudaron en considerarlos posedos por un demonio. En
los Hechos de los Apstoles se cita a una muchacha, probablemente esclava, poseda por el
pneuma pythna:
Se dio el caso de que, yendo nosotros al rezo, nos sali al encuentro una muchacha que
tena un espritu de adivinacin y proporcionaba a sus amos muchas ganancias adivinando.
Yendo ella detrs de Pablo y de nosotros, gritaba: Estos hombres son esclavos del Dios Altsimo, que os anuncian el camino de salvacin!. Esto lo vena haciendo muchos das. Pablo, indignado se volvi y dijo al espritu: En el nombre de Jesucristo te mando salir de ella!. Y en aquel mismo instante sali (Hechos de los Apstoles 16, 16-18).
Una de las tcnicas usadas por los profetas para adivinar en el Antiguo Testamento era
cuando se est lleno del Espritu Santo, como les sucedi a casi todos los profetas. La pitia era
en cierto modo una profetisa pagana. San Isidoro nombra las pitonisas de modo breve en sus
Etimologas, pero esto no significa que existiesen en Espaa. En ningn concilio visigodo son
nombradas, ni en ningn documento medieval hispano, lo cual significa que se las inclua en
la familia de los encantadores o sencillamente no existan en tierra patria (el culto a Apolo
Pitio no fue comn en Espaa). Fuera de Espaa se asoci las pitonisas con las brujas. En un
documento del occidente medieval se condena a las pitonisas y lamias en nueve puntos:
1-Si la labor de las lamias y pitonisas coadyudadas por los demonios, puede provocar gra-
nizo y truenos para perjuicio de la tierra.
2-Si las lamias y las pitonisas, pueden con el auxilio del diablo daar y causar enfermeda-
des a hombres y nios.
3-Si pueden alterar la virilidad de un hombre casado, volvindolo impotente.
4-Si pueden transformar el aspecto y la forma de los hombres.
5-Si pueden montar a caballo en un palo untado o en un lobo o en cualquier otro animal y
si, para refocilarse y banquetear, tienen el poder de mudarse de un sitio a otro, donde darse a
comer y beber, menudear en ambas cosas y darse al placer.
6-Si el diablo puede unirse carnalmente con estas mujeres malficas, yaciendo con ellas
bajo forma humana.
7-Si es posible que de este abrazo haya descendencia.
8-Si con ayuda del diablo pueden conocer cosas secretas, revelar las decisiones de los
prncipes y predecir acontecimientos futuros.
9-Si se puede tras un proceso justo, aniquilar con el fuego a estas mujeres malficas e in-
flingirles otros graves daos.
El historiador y obispo francs Gregorio de Tours (s.VI) habla de la existencia de pitias en
las Galias. En un documento titulado Epistola fratis Rogerii Baconis de secretis operibus artis
et naturae et de nullitate magiae del filsofo y cientfico ingls Roger Bacon (s.XIII) se dice:
Las pitonisas, articulando voces diferentes en el vientre, en la garganta y en la boca,
hacen que se oigan voces humanas distantes o prximas, segn les plazca, como si el espritu
hablase con el hombre, o bien imitan los sonidos de los animales.
El padre Barrientos (s.XV) enumera una larga lista de modos de adivinar el futuro, en uno
de ellos ofrece un dato de inters:
Se hace con hombres vivos segn que la tercera antedicha se hace con los muertos, y dce-
se que esta adivinanza o adivinacin que se hace por pitn, e ovo nacimiento o dependencia
de aquel pitn que se llama maestro de la adivinanza, segn lo pone San Isidoro en las Eti-
mologas. Pero no debe ninguno creer que los hombre buenos pueden ser compellidos, ni
sepan responder a las tales demandas de las cosas venideras; y si alguna vez respoden esto
es por permiso divino, por alguna causa misterial. Y avn entonces ser otro espritu el que
habla y no hombre bueno ni muerto, segn se dijo en el captulo prximo pasado.
Las pitonisas medievales practicaron la hechicera para ganarse la vida en un ambiente
fuertemente cristianizado e intolerante con las antiguas deidades. Su particular (y espectacu-
lar) modo de adivinar indujo a la Iglesia a incluirlas entre las brujas. Tambin recibieron el
nombre de fitonisas, trmino que podra tener alguna relacin con la botnica.
En el Malleus Malleficarum de 1484 se dice al respecto:
La adivinacin realizada por orculos (pytones), de Apolo Pitio que pasa po