Date post: | 31-Mar-2016 |
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D esde que deje nuestra natal Guatema-
la hace ya casi 30 años , me interese
mucho por el sitio prehispánico que data del 800 al 1300
DC : el Monumento Nacional Guayabo, que se encuentra
ubicado en las faldas del Volcán Turrialba,; desde la prime-
ra visita que allí efectúe me quede impactado por el valor
patrimonial que el representaba y de la necesidad que este
sitio tenía de que se pusiera en valor su legado.
De ello fue responsable mi formación como arquitecto res-
taurador y al hecho de haber crecido desde niño en Antigua
Guatemala, en donde tuve el honor de participar en los
primeros años del Consejo Nacional para la Protección de
la Antigua Guatemala, y formarme con los maestros
Ogarrio (primer conservador de la ciudad), Hib-
bits, Aycinena, Luján y otros grandes conservadores de
nuestra querida Antigua.
Volviendo a Guayabo, esta ciudadela estuvo gobernada
por grupos chamánicos y encuentra ubicada ya fuera de la
zona de Mesoamérica, pertenece más bien a las culturas
caribeñas que existieron en el sur de Centroamérica , en las
costas y hacia las montañas de las zonas Caribe de Costa
Rica, Panamá y Colombia.
Sus constructores pertenecieron a una cultura muy sofisti-
cada que allí floreció en las selvas altas y húmedas de esta
región, ya que construyeron caminos (calzadas) de 20 y
más kilómetros que la comunicaban hacia las tierras bajas
del Caribe y hacia otros valles de la región de Turrialba.
El sitio se conoce desde finales del siglo XIX cuando don
Anastasio Alfaro, director del Museo Nacional, lo excavó
para obtener algunas de las piezas más importantes con
que cuenta la colección de esa institución, que fueron utili-
zadas en una gran exposición que hubo en Madrid
para celebrar el Cuarto centenario del Descubrimiento de
América.
En la segunda mitad del siglo XX el estado costarricense
adquirió una gran finca de alrededor de 400 Has y la decla-
ro Parque Nacional para preservar este legado arqueológi-
co-arquitectónico.
Se encuentra excavado solamente en su parte central, aun-
que el sitio arqueológico es de más de 20 has ; reciente-
mente ha sido declarado Patrimonio mundial de la Ingenie-
ría, debido entre otras razones, a sus sistemas de acueduc-
tos, tanques de captación y de conducción de aguas para el
consumo humano con que aún cuenta el sitio. Tuve la
oportunidad desde finales del siglo XX, desde 1985 para ser
más específicos, de efectuar aquí Obras de restaura-
ción , con pequeños financiamientos del Ministerio de Cul-
tura de Costa Rica. Se intervino bajo mi dirección , la Plaza
Elipsoidal, las Escalinatas del Montículo Principal, una Plaza
Cuadrada, un puente y otros sectores del sitio.
En el periodo de abril de 2013 a abril de 2014 , el Sistema
Nacional de Áreas de Conservación –SINAC- de Costa Rica,
me confió las obras más importantes de restauración que
allí se ha realizado hasta el momento: Se concluyo la res-
tauración de la Calzada Caragra, se restauraron los dos
Montículos en forma de 8 (estructuras # 31, 32, 33 y
34) , así como la Plaza Mayor (estructura 30) y sus dos Cal-
zadas Elevadas. Estas obras tuvieron un costo de alrede-
dor de 180 millones de colones ( alrededor de $ 334,000) .
Mucho me gustaría poder compartir estas experiencias en
Guatemala y me encantaría de ser factible presentarlo en
mi país, dado que es una experiencia interesantísima para
todo arquitecto, arqueólogo e historiador, pero sobre todo,
para el público en general.
Voy a estar en Guatemala entre el 14 y el 19 de mayo de
este año y quisiera saber si es factible que esta charla sea
ofrecida al público interesado.
Me encantaría poder invitar a la Embajada costarricense en
Guatemala, para estrechar los lazos de amistad centroame-
ricanos entre nuestros dos países , aprovechando mi doble
nacionalidad: guatemalteco y costarricense, de las cuales
me siento sumamente orgulloso.
En la siguiente página comparto, algunas las imágenes de
este proyecto.
Enrique Barascout