EL MOVIMIENTO ANDINO DE CALI COMO ESPACIO EDUCATIVO DE
COMUNICACIÓN ALTERNATIVA PARA LA RESISTENCIA CULTURAL
Realizado por
Ángela María Bazurto Cubillos
Tutora:
Dra. Claudia del Pilar Vélez de la Calle
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA CALI
Facultad de Educación
Maestría en Educación: Desarrollo Humano
Santiago de Cali, Colombia
2013
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TABLA DE CONTENIDO
Pág.
I. INTRODUCCIÓN 4
II. AUTOECOBIOGRAFÍA 5
2.1 Narración en clave de mi padre: “y yo decidí que nos viniéramos para Cali” 6
2.2 Narración en clave de mi madre: brisas del Valle 7
2.3 La Coyuntura del encuentro 8
2.4 Narración en clave propia 9
2.5 Mi lugar de enunciación: Problematizar el campo comunicación- educación. 12
III. MARCO EPISTÉMICO
3.1 ¿Para qué investigar? 15
3.2 Problematización del asunto de investigación 21
IV. MARCO CONCEPTUAL 24
4.1 Resistencia cultural 24
4.1.1 La modernidad como telón de fondo 26
4.1.2 Identidades: puntos de estructura 29
4.1.3 Lo popular como articulador de la construcción de identidades 32
4.1.4 Del territorio habitado al espacio construido 34
4.2. Espacios educativos alternativos 37
4.2.1 Los rituales y la transmisión de saberes 37
4.2.2. El espacio público 39
4.2.3 El ciudadano y el ejercicio de ciudadanía 41
4.3. Comunicación alternativa 43
4.3.1 El asunto de la técnica 43
4.3.2 Medios de comunicación alternativa 46
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V. LA METÓDICA 49
5. 1 La sistematización 49
5. 2 Técnicas e instrumentos 50
5.2.1 Entrevista 50
5. 2.2 Perfil de los entrevistados 51
5.2.3 Cuestionario 52
5.2.4 Ficha de revisión de documentos en Internet 53
5.2.5 Ficha de revisión de Imágenes 54
5.2.6 Ficha de revisión de audiovisuales 56
5.2.7 Ficha de revisión de documentos impresos 57
VI. POLÍTICA DE COMUNICACIÓN 58
VII. RECUPERACIÓN DE LA EXPERIENCIA 61
7.1 Un movimiento andino en Cali 61
7.2 Un lugar para encontrarse 63
7.3 Tiempo transcurrido, tiempo compartido: tras los rastros de Latinoamérica es mi País 66
7.3.1 La pregunta obligada 66
7.3.2 Nuevas voces 70
7.3.3 De Miami a la vereda Las Vueltas 71
7.3.4 Aires de cambios, aires de crisis 73
7.3.5 Y la Voz femenina se hace escuchar 75
7.3.6 Nuevos miembros de la familia y la antena 77
7.3.7 Y de nuevo se arma el equipo 77
7.3.8 Y entonces un “Duende” se metió a la cabina 79
7.3.9 Nuevos Aires 80
7.4 Talleres de danzas andinas. 83
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VIII. CONCLUSIONES 89
8.1 Lo que emerge o las formas alternativas de esperanza: una mirada de lo 89
comunicativo
8.2 Reflexiones en torno a lo encontrado 90
8.3 Sobre los lugares: el simbólico, el transitado, el ancestral, el imaginado y 92
hasta el virtual
8.4 Ser andino es ser político… 93
8.5 Entre los diálogos y las mediaciones: una ciudad y unos medios que educan. 96
BIBLIOGRAFIA 101
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LISTA DE FIGURAS
Pág.
Figura No. 1 Ficha de revisión de documentos en Internet 54
Figura No. 2 Ficha de revisión de imágenes 54
Figura No. 3 Ritual Andino con semillas durante el Killa Raymi 2010 57
Figura No. 4 Ritual durante la celebración del Inti Raymi año 2006 55
Figura No. 5 Coreografía durante un TADI 56
Figura No. 6 Ficha de revisión de audiovisuales 56
Figura No. 7 Ficha de revisión de documentos impresos 57
Figura No. 8 Cartel promocional del Inti Raymi 2012 62
Figura No. 9 Concierto en el corregimiento de Pance durante el Inti Raymi 2009 65
Figura No. 10 Ritual ancestral durante el Inti Raymi 2010 67
Figura No. 11 Grupo Juglares en el “Festival de festivales”, Cali, 2012 70
Figura No. 12 Danzantes durante un TADI 83
Figura No. 13 Mandala Andino 90
Figura No. 14 Grupo de danza Nuna Kalpa durante el festival del Cali viejo 2012 98
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I. INTRODUCCIÓN
Esta historia epistémica nace del feliz re-encuentro con mi maestro de física. Acontecimiento que
me ha llevado a caminar una experiencia de aprendizaje en la vida, a reencontrarme con mi
ciudad pero también y sobre todo conmigo misma.
Lo que inicialmente era una actividad de esparcimiento ha ido resignificando de a poco
mi forma de ver, asumir y pensar este camino. Puedo decir entonces que más allá de un asunto
académico este documento es el testimonio de una transformación como sujeto, que implica una
mirada cultural por lo Americano; es preguntarse por el significado de ser hoy un sujeto
culturalmente latinoamericano visto desde el filtro de la cosmovisión andina, que como lo diría
el filósofo argentino Rodolfo Kush opone el concepto de “Estar” de los indígenas al de “ser
alguien” de los occidentales que constituye nuestras raíces de mestizaje:
“Kusch encuentra que el término más cercano a la forma de vida india es utcatcha, que se
traduciría en “estar sentado”, en el sentido filosófico de domicilio, de sentirse amparado
en el mundo (Haber, 1978:50). El vinculaba al sistema productivo incaico con la idea de
una auténtica “economía de amparo”. El hombre occidental soluciona sus males
trabajando sobre la realidad exterior, por el lado de afuera. Por el contrario, el indígena
está incluido en la totalidad del universo y cualquier desajuste debe ser restaurado con el
equilibrio interno de esa totalidad, a través del ritual”
En fin, este documento no es entonces más que un pretexto para contarles un poco de mi vida.
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II. AUTOECOBIOGRAFÍA
Inicio este relato como una búsqueda de sentido del mundo que habito dando cuenta de la forma
como explico y narro esta comprensión; Parafraseando a Hugo Zemelman (1992) , encuentro que
la importancia de este trabajo consiste en lograr imponer mi futuro apoyándome en la historia
que como sujeto social cristaliza mi existencia, reconociendo que mi presente cristalizado es un
producto histórico genético. Encuentro como paso obligado dos estaciones: la primera, el narrar
la historia de mis antepasados; la segunda narrar mi pasado vivido.
Me es imposible narrarme sin integrar a mi relato la voz de las mujeres de mi familia a quienes
hoy debo mi voz.
2.1 Narración en clave de mi padre: “y yo decidí que nos viniéramos para Cali”
Es recurrente que en las fiestas navideñas cenemos tamal tolimense; mi padre, mis tíos y mi
abuela han decido mantener las tradiciones culinarias de la tierra en donde nacieron y se criaron,
por eso además es común ver circulando la lechona, las almojábanas, los bizcochos de achiras, la
chocula durante todo el año. Mi abuela cuenta hermosas narraciones de la tierra en donde pasó su
infancia y juventud hasta que la vida la trajo a vivir a esta ciudad de encuentros ya viuda y con
6 hijos pequeños, en tiempos de migraciones del campo a la ciudad; tierra ajena para mí el
Tolima grande, a pesar de su deliciosa comida y del amor que mi familia paterna le profesa.
Mi abuela paterna – La abuela Esther- llegó a esta ciudad en 1960, proveniente de
Girardot (Cundinamarca) en donde vivió durante unos años al buscar un lugar que brindara
oportunidades educativas a sus hijos, mejores que las ofrecidas en las escuelas rurales cercanas a
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las haciendas que administraba mi abuelo, labor a la que se dedicó después de tener que dejar
abandonado en dos ocasiones, su terreno a manos de la “Chusma”, consecuencia directa de la
guerra bipartidista de los años 50. Tras la muerte de él, mi abuela se ve abocada a hacerse cargo
de su familia motivo por el cual ingresan ella y sus hijos mayores al mercado laboral; sin
embargo Girardot no representaba un sitio de oportunidades económicas llevándolos a buscar
sus destinos en otra ciudad. Liderados por mi tío el Mayor, llegaron a Cali ciudad de visitantes,
tras no encontrar opciones en una Medellín regionalista.
Y llegaron directo al Barrio Obrero, persiguiendo aquel famoso lugar de rumba, de salsa
y de boleros. La abuela Esther, se dedicó de nuevo a las labores del hogar, a criar a los hijos que
aún estaban pequeños y ya después, cuando nacimos los nietos a contar las historias de esa época
en que fue desplazada de la violencia cuando el Tolima Grande- hoy los actuales departamentos
de Huila y Tolima era un sitio de violencia.
2.2 Narración en clave de mi madre: brisas del Valle
Mi abuela Berta (la madre de mi madre), llegó a este Valle a recibir sus brisas desde muy
pequeña, nacida en Girardot pero criada en Cali, mi abuela fue única hija de una mujer que para
su época tuvo la valentía de ser madre soltera; mi bisabuela, debió sortear momentos difíciles
mientras trabajaba en la galería para darle el sustento a su pequeña hija.
Sin muchos estudios, mi abuela debió ingresar al mercado laboral como obrera en el
barrio de Cali creado para ellos “El Barrio Obrero”, allí conocería al que sería mi abuelo, y allí se
7
casarían. Luego, casi 20 años después ante los maltratos y abandonos de su esposo, la abuela
Berta decidiría separarse y sacar adelante sola a su hijita la menor, mi madre. Como un asunto
cíclico, mis dos abuelas y la bisabuela son la muestra de todas esas mujeres que han sacado
adelante a sus familias, en difíciles condiciones y sin la ayuda de sus esposos; mujeres que como
muchas otras han impactando desde lo micro en la construcción de sociedad y de país, aunque
como es normal en sociedades como la nuestra sin el merecido reconocimiento social.
Mi abuela y mi madre, fueron amigas, compañeras, confidentes… compartían
momentos, se apoyaban mutuamente en ese amor desinteresado que es el amor madre- hija.
Ahora, tras la partida de la abuela, la recuerdo con nostalgia en las tardes caleñas en las que
esas brisas del Valle, que tanto disfrutaba mi abuela rozan suavemente mi piel acompañadas del
sol anarajando que se esconde allá tras los cerros.
2.3 La Coyuntura del encuentro
El caso es que mi padre colocó un negocio en la esquina de la cuadra en donde vivía mi mamá, y
allí la conoció, allí se enamoró y allí se casaron (bueno, la verdad es que se casaron en una
iglesia): una mujer de 18 años y un hombre de 34; como diría Zemelman “La realidad en este
caso no está delimitada como una estructura con determinadas propiedades, sino como un
campo de posibilidades” (Zemelman, 1992, pág. 33). Y en ese campo de posibilidades, de esas
coyunturas que se suceden en la historia nací dos años depués de una madre joven que abandonó
sus estudios universitarios por convertirse en ama de casa y un hombre ya maduro con estudios
no culminados en artes plásticas y literatura. Nací yo, en el seno de una familia conservadora a
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pesar de la juventud de mi madre y la formación de mi padre, un padre proveedor y autoritario y
una madre sumisa y sobreprotectora marcaron mi infancia. Mi hermano nacería 4 años después
para compartir en privilegios; mi niñez estuvo marcada por las prohibiciones, de hecho tengo
poco que contar sobre mis travesuras y aventuras infantiles pues en realidad fueron muy pocas…
mi hermano, en cambio, siempre mucho más valiente que yo se atrevió a desafiar la autoridad de
mis padres desde muy pequeño, consiguiendo acumular bastantes más experiencias de mundo,
pero sobre todo consolidando la seguridad en su forma de ser que tanto lo caracteriza.
Entre tanto, yo me resigné a ser obediente; a ser juiciosa y a estudiar. Así descubrí el
hábito de la lectura y nació mi pasión por ella; así encontré la forma de imaginar mundos ante la
imposibilidad de salir a vivirlos.
2.4 Narración en clave propia
“cuando pensamos que la realidad se construye, estamos considerando un espacio social para
conquistarse, un indeterminado susceptible de aprehenderse por medio de prácticas sociales que
contribuyen a que se materialice ese “aún no” blochiano, que no es otro que esas “sugerencias
de futuro” de las que hablaba Hermann Broch.” (Zemelman, 1992, pág. 33)
La Narración del presente me permite hablar desde lo posible en el espacio que me otorgo como
sujeto en ejercicio de soberanía vital. Y es allí cuando pongo mi voz ante el desafío de llevar ese
presente como momento dinámico y en construcción al territorio lingüístico y al habla.
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Y es así como todos los días me levanto y enciendo la radio… escucho noticias. El amor
por la radio fue una herencia de mis padres, es una necesidad como abrir la ventanas o tomarme
unos tragos de café… escuchar aquellas voces al otro lado del transistor informando lo que
sucede, escuchar a la gente que llama a reportar situaciones urbanas, cotidianas, escuchar sus
relatos, recrearlos en mi cabeza y ver como esas historias del tubo roto, del corte de la energía,
del atraco callejero o el asesinato del pandillero en ocasiones eran también mis historias de vida.
Y emergía para mí la figura de ese periodista que escucha, que denuncia, que ayuda y que se
vuelve la voz ante instituciones de aquellos que difícilmente son escuchados.
De pequeña y de joven viví y en el distrito de Aguablanca, y percibir otras realidades
diferentes a aquellas en las que se vivía en mi entorno escolar en un colegio religioso, privado
de clase media… desde pequeña entonces mis padres me enseñaron el valor de servir a los demás
así como la importancia de ser amable y respetar a cada quien, sin importar su condiciones.
Entendí el valor de ver “lo humano” en aquellos que generalmente, nadie se atreve a mirar… en
los olvidados, los invisibles sociales.
Común a todas estas ecologías es la idea de que la realidad no puede ser reducida a lo que
existe. Se trata de una versión ampliada del realismo, que incluye las realidades ausentes
por la vía del silenciamiento, de la supresión y de la marginalización, esto es, las
realidades que son activamente producidas como no existentes (Santos, 2006, pág. 125)
Viví de cerca sus necesidades, sus angustias, sus destinos tantas veces trágicos, y su
alegría y solidaridad, las fiestas en la calle, los bingos para los festones de diciembre y las
empanadas bailables para la construcción de la parroquia o el puente peatonal; y vi con tristeza
como muchos de mi compañeros de juegos terminaron adictos a las drogas y muertos un día
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cualquiera tras un enfrentamiento entre pandillas juveniles. Al crecer y tener que elegir una
profesión, escogí ser comunicadora social como una forma de hacerle carambola a la vida y
combinar de una sola opción las cosas que ya venía cargando en mi maleta: mi pasión por la
historia, mi amor por la literatura, la inconformidad frente a muchas condiciones sociales de las
cuales he sido testigo y por supuesto una animadversión a las matemáticas, producto de las
muchas vacaciones que pasé realizando ejercicios del álgebra de Baldor .
No obstante con el transcurrir por la academia y la vida profesional me he percatado que
el ser Comunicador Social implica ir mucho más allá del mero uso de la herramienta, es
entender que la comunicación está llamada a dinamizar procesos culturales; significados otros
que generalmente son desconocidos por muchos colegas quienes, por el contrario, ponen la
profesión al servicio de intereses económicos y políticos de determinados sectores sociales: los
Comunicadores Sociales, en muchas ocasiones, no somos más que unas marionetas al servicio
del poder hegemónico.
Hoy tras casi 10 años (5 de formación y de 5 de desempeño) de transitar por los caminos
de la comunicación social y el periodismo, miro al horizonte y no vislumbro muchas esperanzas
frente al quehacer del comunicador social; sin embargo la inconformidad, la historia y la
literatura aún me acompañan en este viaje: la primera como esa piedra que incomoda, que no me
deja caminar tranquila y que me obliga a buscar soluciones; la segunda para situarme como
mujer caleña, colombiana y latinoamericana… que arrastro conmigo la historia de mi padre y de
mi madre, de mis abuelas y abuelos, no como el grillete que me ata sino como el polo a tierra que
me ubica como sujeto histórico, de esta época y de esta cultura; y la tercera para recordarme que
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el hombre a lo largo de su historia ha creado relatos para imaginar la existencia de otros mundos
y que puedo hacer que se escuche mi voz con las narraciones de otros posibles…
Y es aquí donde estoy hoy, frente a la realidad de mi profesión… y frente al pesimismo
de verme abocada a una praxis de la comunicación social reducida a los medios masivos. Es por
eso que como sujeto histórico, he decido adoptar una posición ética frente a este quehacer del
comunicador social y comprometerme con la búsqueda de otras significaciones, asunto que pude
abordar desde la participación en el programa radial “Latinoamérica es mi país” y al conocer
todo el transfondo cultural que lo sustenta: el Movimiento Andino.
Esta experiencia me ha permitido ver como el componente educativo está presente más
allá de las muros escolares y que los medios de comunicación a través de toda su tecnología
pueden ser potenciados en otros sentidos para lograr otras significaciones, y no ser sólo como
meros reproductores de discursos agenciados desde ciertos poderes. Desde allí es que pienso
abordar el asunto de las aulas ampliadas y los medios de comunicación, en la búsqueda de otras
potencialidades… de otros mundos posibles.
2.5 Mi lugar de enunciación: Problematizar el campo comunicación- educación.
Pensar en espacios educativos alternativos de comunicación para la resistencia cultural, es pensar
la interacción de movimientos sociales y culturales de manera articulada con espacios directos y
masivos que consolidan los procesos que se tejen en el ámbito social.
Es también retomar una experiencia social (la del Movimiento Andino en Cali) para
realizar aportes a la discusión del campo comunicación- educación, con una mirada que
reconozca los procesos de comunicación desde los movimientos sociales para así relativizar un
poco el protagonismo que en el campo de la comunicación tienen los medios de comunicación
12
masiva pero también para ver su interacción con los procesos educativos que se llevan a cabo en
ámbitos no escolarizados: en aulas ampliadas.
Así pues el eje transversal de esta obra de conocimiento es el asunto del campo
comunicación- educación y las discusiones y tensiones que se vienen dando sobre el mismo, las
cuales parten de entender que los procesos culturales son articuladores de las prácticas
comunicativas con los movimientos sociales, perspectiva que ubica a la comunicación social
desde las mediaciones y no tanto “desde el reduccionismo que equipara la comunicación con la
dimensión mediática” (Vasquez & Valderrama, 2009, pág. 165); de esta forma “los procesos
económicos dejan de ser un exterior de los procesos simbólicos y éstos a su vez aparecen como
constitutivos y no sólo expresivos del sentido social” (Barbero, 2003, pág. 128) y es a su vez, un
reconocimiento a la complejidades y densidades comunicativas de las sociedades actuales
“Asomarnos a los procesos de comunicación desde la perspectiva de los movimientos sociales
puede ayudarnos a relativizar el mediacentrismo que domina el campo y descubrir en las
prácticas populares de comunicación algo más que rezagos de un folclor” (Barbero, 2003, pág.
145)
En este sentido este trabajo de investigación busca apoyar la apuesta por la construcción
del campo comunicación en tensión permanente con la educación, la cultura y la política;
entendiendo que ésta última se teje desde las relaciones humanas y no solamente en los espacios
institucionales: “En este sentido, podemos decir que una comunidad política es tal en la medida
en que los sujetos compartan códigos y símbolos que les permiten crear las utopías necesarias
para vivir en común…” (Valderrama, 2010, pág. 285) con claras intenciones de gobernabilidad y
poder a través de mecanismos organizativos y participativos. Bajo estas premisas se empiezan a
tejer otras formas de entender la labor del profesional en comunicación social.
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III. MARCO EPISTÉMICO
3.1 ¿Para qué investigar?
Santiago de Cali, fundada en 1536 por el conquistador español Sebastián de Belalcázar fue
durante casi 400 años una pequeña villa en las inmediaciones del rio Cali utilizada
estratégicamente para el intercambio comercial al ser un lugar de tránsito entre la regiones
mineras de Antioquia, Chocó y Popayán, dependientes política y económicamente de esta última.
Con la creación del departamento del Valle del Cauca en 1910 se dio a la ciudad el título de
capital y la posterior llegada del Ferrocarril en 1915 rompió el aislamiento de Cali tanto con el
puerto de Buenaventura como con el resto del país.
Durante los años 40 del siglo XX, debido a la reactivación económica y las políticas
proteccionistas del gobierno nacional se reinicia un proceso de industrialización en la región
(Benítez, 2001, pág 205); ya en la década de los 50 la ciudad cuenta con un aproximado de 250
mil habitantes, como consecuencia de las migraciones generadas por la Violencia Bipartidista de
la época pero también debido al “dinamismo de la rama agroexportadora local (azúcar y café), al
igual que de una temprana afluencia de inversiones extranjeras” (Dureau, 2008, pág. 24).
Santiago de Cali, se convierte entonces en el sitio de llegada de inmigrantes de las zonas rurales
de los departamentos del centro y suroccidente Colombiano, haciendo de la ciudad un crisol de
culturas y tradiciones al permitir el encuentro de las diferentes idiosincrasias de los
departamentos del Choco, Nariño, Cauca, Tolima y Quindío, principalmente.
La ciudad de Santiago de Cali representa una síntesis desde el punto de vista
sociocultural, ya que como polo de atracción de gran parte de la migración interna del
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suroccidente del país, los pobladores urbanos residentes en la ciudad proceden del campo,
de pueblos, de ciudades intermedias y capitales de provincia (Motta, 2004, pág. 195)
Según cifras de la Alcaldía Municipal de Santiago de Cali, el municipio cuenta al 2012
con un aproximado de 2.290.000 habitantes, de los cuáles según el censo del DANE del año
2005, el 38% nacieron en otro municipio del país (788.0108) o en otro país (9881) (DANE,
2005). Sin embargo en el momento de escribir este informe no se logra encontrar con precisión
una fuente que pueda dar cuenta del origen geográfico de los mismos, o por lo menos cuántos de
éstos son oriundos de los departamentos del Cauca y Nariño, o de otros países como Ecuador,
Bolivia y Perú (territorios originarios de los miembros del Movimiento Andino).
No obstante, este 38% representa una gran cantidad de población que ha venido a la
ciudad con su maleta cultural a cuestas, que desde diferentes lugares del país y del mundo están
generando identidades y diversas formas de “ser caleño”, estructurando nuevos imaginarios
urbanos en Cali; ésto se constituye en una apuesta por otras formas de vivir la ciudad, de
entender el espacio y de construir identidad, así como de ser ciudadano del mundo teniendo en
cuenta que como diría Castells -citando a Giddens, la modernidad genera “una interconexión
creciente entre las influencias globalizadoras y las disposiciones personales” (Castells, 2003, pág
39), es decir una interacción dialéctica entre lo local y lo global. Y es desde allí que también se
pueden construir subjetividades como “Identidades defensivas” (Castells, 2003, pág. 39) que
giran en torno a los principios de resistencia comunal.
En este sentido el Movimiento Andino ha venido trabajando desde los últimos 20 años,
en diferentes lugares y espacios de la ciudad por la preservación del sentir, el pensar y el actuar
de los pueblos andinos, influenciados fuertemente por la culturas amerindias existentes desde la
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América precolombina, muchas de las cuales han logrado permanecer a pesar de los procesos de
devastación cultural y de colonialismo que se han dado desde los últimos 520 años.
Es así como desde el Colectivo Cultural Movimiento Andino de Cali se adelantan
diferentes actividades a lo largo del año en las cuales se reconoce lo indígena y las raíces
ancestrales para vivenciar, reconocer y fortalecer los procesos de mestizaje, y de construcción de
una identidad andina en la ciudad, como lo enuncian en el blog del Colectivo Cultural Andino de
Cali (colectivoculturalandinocali.blogspot.com, 2012):
En sus inicios, el Colectivo es totalmente informal, pero paulatinamente va creando su
estructura como organización a través de las mingas, del albergue a los recién
llegados, de espacios de encuentro entre la gente. Se va construyendo y crece a la par de
una nueva ciudad. Entonces, se plasma el sentido de pertenencia a este nuevo escenario
de la vida... migran las familias aferradas a su acervo cultural, como un legado que se ha
ido transmitiendo a los nuevos caleños, ahora portadores del pensamiento heredado de
sus ancestros indígenas, afro, entre otros.
… Entre las actividades de aglutinación aparece la música andina, eje de cohesión entre
familias y amigos, que de una u otra forma fortalecen su legado cultural. Y entonces
renace el intercambio o trueque, lo ceremonial, el encuentro; se fortalece el amor a la
tierra Pachamama, a la diversidad natural, a los hermanos mayores, a la vida misma en su
concepción tanto mitológica como cósmica. Este proceso fructifica en un contexto
URBANO de apropiación ancestral y de dinamismo cultural (Colectivo Cultural Andino
de Cali, 2012)
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Muchas de estas actividades nacieron y son llevadas a cabo en el Parque Artesanal Loma
de la Cruz, como es el caso de los “TADI” o “Talleres Aeróbicos de Danza indígena” los cuales
surgieron en el año 2000 y que se llevan a cabo en el teatrino principal del parque, todos los
jueves de 7:00 a 9:00 PM completamente gratis.
Los TADI son, hoy por hoy, una actividad tradicional y reconocida en el ámbito cultural
de la ciudad, destacado por los medios de comunicación, radio, prensa, TV; socializados
con la vecindad, integrados a la JAC libertadores, la comunidad artesanal y artística del
parque (Flores, 2012)
A la fecha se han realizado aproximadamente 600 TADI con un promedio de 50 talleres
anuales, que reúnen semalmente 500 personas entre las que danzan y aquellas que acuden al sitio
a contemplar el espectáculo. Los participantes son personas de todas las edades, en donde
predominan una mayoría de jóvenes y niños que disfrutan esta actividad como una dinámica
creativa.
Se bailan bambucos, son sureños, chirimías caucanas, saya caporal, tinku, sanjuanito,
raymis, danzas rituálicas del Putumayo, carnavalitos, huaynos, morenas y otros aires,
propios de la América Andina. (Flores, 2012)
Al igual que los TADI, el surgimiento de la celebración del Inti Raymi y del Inti Runa, el
Festival de Danzas Folclóricas de Guacarí, El Festival de música andina del Queremal, el de
Yumbo y el Florida ha estado relacionado con los procesos culturales y sociales que se han
adelantando de manera organizada o espontánea en el parque Artesanal Loma de la Cruz. En este
sentido el Colectivo Movimiento Andino de Cali se articula como eje cultural de “Lo Andino” de
la ciudad y las poblaciones indígenas urbanas, propiciando la formación y el desarrollo de grupos
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musicales- dancísticos, clubes, fundaciones, proyectos y programas culturales aprovechando en
ocasiones el espacio público para la convivencia pacífica, la urbanidad y la conciencia ecológica.
Por su parte, el programa radial “Latinoamérica es mi país” surge como una propuesta
extracurricular del músico y profesor de la Universidad Javeriana Alberto Riascos. Es así como
la emisora de la Universidad Javeriana Cali abre un espacio para la música Latinoamérica desde
principios del año 2000, espacio radial que hoy es muestra de todo un proceso, en el cual se han
vinculado a lo largo de su historia diversas personas que han hecho del programa el espacio
radial obligado para los miembros del Movimiento Andino, pero también para aquellos oyentes
deseosos de escuchar propuestas radiales y sonoras diferentes a las ofrecidas por las demás
emisoras del espectro radial de la ciudad.
Entonces este trabajo de investigación quiere darle validez teórica a la experiencia del
Movimiento Andino en Cali tomando de base sus prácticas colectivas, la producción de
conocimiento y saberes, sus formas de socialidad con las dinámicas de ciudad, de construcción
de ciudadanía y de identificación con el territorio caleño desde un enfoque de comunicación
alternativa y de educación social, para que estas experiencias sean reconocidas, compartidas y
comunicadas en el ámbito académico.
Para ello se recurrirá a disciplinas como la antropología urbana, que retoma no solo el
estudio de las comunidades o aldeas urbanas sino también los “espacios especializados y
extensivos en el contexto de una ciudad plurifuncional. Diferentes actividades llevan a los
habitantes de ésta a recorrer lugares muy variados. La ciudad es un lugar donde cada uno se
puede cruzar con innumerables extraños” (Homobono, 2010)
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De esta forma la antropología urbana se ubica en las realidades de la ciudad o de lo urbano
desde una perspectiva de complejidad, priviligiando las relaciones, los cambios y los fluidos:
El hilo conductor que atraviesa los trabajos es el énfasis puesto sobre el cambio y la
desestructuración que diversos procesos, eminentemente contemporáneos aunque
históricamente construidos, han provocado en la sociedad, así por ejemplo los flujos
migratorios extracomunitarios, el asociacionismo, la sociedad del trabajo, la resignificación
de los cascos históricos o los nacionalismos neotradicionalistas se erigen como agentes de
cambio, renovación y como fuentes de conflicto. A través de estas variables se va
conformando una perspectiva complejizante propia de la antropología urbana presente en
casi todos los artículos del presente monográfico (Homobono, 2010)
Se trata entonces de realizar una investigación desde la ciudad y no sólo sobre la ciudad, en
tanto …
Pocos temas ocupan un lugar tan decisivo en el debate cultural de este fin de siglo como el de
la ciudad: como si en ella se concentraran las pesadillas que nos atemorizan y las esperanzas
que nos mantienen vivos. Como si en la ciudad se dieran cita en esta hora las mutaciones más
de fondo, y fuera desde ahí desde donde se nos fuera dado comprender el/los sentido/s de las
transformaciones que atraviesan la sociedad y el hombre mismo. (Barbero, 2003, pág. 273)
En la ciudad sus habitantes experimentan “la enorme diversidad de estilos de vivir, de
modos de habitar, de estructuras del sentir y del narrar” (Barbero, 2003, pág. 276) en donde lo
que está latente son los nuevos modos de estar juntos.
Para finalizar hay que agregar a todo lo anterior, que en el transfondo de esta investigación
hay toda una legislación tanto nacional como internacional que desde 1991 legaliza el
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reconocimento de las diferencias étnicas y por ende la aparición de la categoría Grupo étnico, el
cual según la profesora Nancy Motta (2004) se puede entender como el “Concepto que funciona
para cristalizar identidades opositoras y establecer el concepto de alteridad que se emplea en
estudios antropológicos” (Motta, 2004, pág. 236).
3.2 Problematización del asunto de investigación
Néstor García Canclini en el libro Culturas híbridas preguntaría: “¿Vale la pena que se
promuevan las artesanías, se restaure o se reutilice el patrimonio histórico, que se siga aceptando
ingresos masivos de estudiantes en carreras humanísticas o ligadas a actividades en desuso del
arte de élite o de cultura popular?” (Canclini, 1990, pág. 13). Considero que en este momento y
en relación con mi obra de conocimiento cabe preguntar ¿Por qué es importante investigar sobre
las prácticas y la experiencia del Movimiento Andino en Cali? ¿Cuáles son las razones que
hacen que este trabajo académico valga la pena? Una primera razón se encuentra en que la
modernidad ha derivado en continuos cruces socioculturales entre lo tradicional y lo moderno, y
en una deslocalización de los lugares que quizás en algún momento ocuparon nociones como “lo
culto”, “lo popular” y “lo masivo”. Nos encontramos en una época de “Hibridación” que nos
permite realizar nuestras propias concepciones de las realidades nacionales y latinoamericanas,
de nuestras multitemporalidades y nuestras multiespacialidades y sus directas influencias en los
procesos sociales, políticos y económicos.
Analizar y sistematizar las dinámicas del Movimiento Andino en Cali, en tanto sus
espacios educativos y alternativos de comunicación para la resistencia cultural permite dar
cuenta de las relaciones y las tensiones que se generan entre lo moderno (o postmoderno) y lo
tradicional, y sobre todo entre las concepciones de ver e interpretar el mundo propias del
20
capitalismo, así como las alternativas que frente a ello se plantea y construye desde lo glocal, en
un nivel más participativo. Nos permite también ver las “ubicaciones” o “reubicaciones” de lo
“folclórico” y “lo popular” frente al consumo masivo y el mercadeo de lo simbólico.
Sistematizar esta experiencia permite poner en escena otros actores, prácticas y saberes
como contrapunto a los reconocidos a nivel social por el orden establecido, porque al
sistematizar “Lo que está en juego son diferentes formas de pensar y de construir conocimiento”
(Hleap, 2010, pág. 263). Por lo anterior se hace importante rescatar este tipo de significaciones,
formas de ver el mundo y actuaciones de la realidad en un contexto de inequidad y exclusión
para organizar y contar la historia de la experiencia del Movimiento Andino en Cali a través de
los TADI y el programa radial “Latinoamérica es mi país”, lo que implica clasificar la
información que ha generado desde sus procesos de construcción de sentido, ya que como diría
el profesor Hleap desde allí:
Se genera conocimiento sobre su situación, desde saberes forjados por memorias y
prácticas realizadas en la conflictiva cotidianidad de la exclusión, en interlocución e
interpelación con saberes “académicos”. No sólo es un tipo de conocimiento diferente,
sino también un diferente proceso de creación de conocimiento: necesita una producción
colectiva, intersubjetiva, narrativa y reflexiva (Hleap, 2010, pág. 264)
De esta forma se articula lo aprendido desde lo práctico, con propuestas teóricas para
lograr una reconstrucción y reflexión analítica de las experiencias del los Talleres Aeróbicos de
Danza Indígena y el programa radial “Latinoamérica es mi país”, que surgen en el seno del
Movimiento Andino de Cali, apuntándole a un conocimiento de tipo comprensivo en tanto busca
21
estudiar los significados, intenciones, dinámicas, motivaciones y expectativas que giran en torno
al mismo.
Los conceptos con los cuales se trabajarán surgirán de la categorización del mundo a
partir de mi experiencia vital, con el objetivo de ponerlas en diálogo entre sí y con los sujetos y
procesos investigados. Es por ello que entre las técnicas que se utilizarán serán las
observaciones, las entrevistas en profundidad, las notas de campo, los informes de los
participantes y los análisis de documentos del Movimiento Andino.
22
IV. MARCO CONCEPTUAL
Para el desarrollo de esta investigación se establecieron las siguientes categorías, sobre las
cuales gira este capítulo: resistencia cultural, espacios educativos alternativos y comunicación
alternativa. Cada una cuenta a su vez, con sus propias sub categorías.
4.1 Resistencia cultural
Para abordar el asunto de la Resistencia Cultural enmarcada a en un movimiento social, tiene su
sustento filosófico en lo que el canadiense Charles Taylor llamaría “La política del
reconocimiento”, la cual básicamente explica que “Nuestra identidad se moldea en parte por el
reconocimiento o por la falta de éste; a menudo, también, por el falso reconocimiento de otros”
(Taylor, 2003). Sin embargo, el reconocimiento no sólo es individual sino también colectivo
como se explica a continuación:
Es así como el discurso de reconocimiento se ha vuelto familiar para nosotros en dos
niveles: primero, en esfera íntima, donde comprendemos que la formación de la identidad
y del yo tiene lugar en un diálogo sostenido en pugna con los otros significantes. Y luego
en la esfera pública, donde la política de reconocimiento igualitario ha llegado a
desempeñar un papel cada vez mayor (Taylor, 2003).
Por tanto en el marco de la democracia se han reclaman y exigen “Políticas de reconocimiento
igualitario” que hoy por hoy sustentan desde la filosofía muchos de los movimientos sociales
tanto los de corte cultural como los de género, que por muchos años han sido ignorados por las
instituciones sociales.
23
El desarrollo del concepto moderno de identidad, hizo surgir la política de la diferencia.
Desde luego, también ésta tiene una base universalista, que causa un traslape y una
confusión entre ambas. Cada quien debe ser reconocido por su identidad única, pero aquí
el reconocimiento también significa otra cosa. Con la política de la dignidad igualitaria lo
que se establece pretende ser universalmente lo mismo, una “canasta” idéntica de
derechos e inmunidades; con la política de la diferencia, lo que pedimos que sea
reconocido es la identidad única de este individuo o de este grupo, el hecho de que es
distinto de todos los demás (Taylor, 2003)
Es este contexto desde donde los movimientos sociales contemporáneos hacen sus reclamos al
sistema pues según Manuel Castells “son síntomas de nuestras sociedades y todos chocan con
las estructuras sociales, con intensidades variables y resultados que deben establecerse mediante
la vía de la investigación (Castells, 2003, pág. 102)”
En ellos “La resistencia se enfrenta a la dominación, la movilización reacciona contra la
impotencia y los proyectos alternativos desafían a la lógica imbuida en el nuevo orden global,
que en planeta se percibe cada vez como un desorden” (Castells, 2003, pág. 102)
Frente a estas lógicas globales Edwar Said define en su libro Cultura e Imperialismo (2001) y
que es retomada por Mabel García Barrera al realizar un análisis de la poesía Mapuche la
resistencia cultural como las “actividades, reflexiones y revisiones anticolonialistas‟ que
actualmente los pueblos “subordinados” realizan sobre el devenir de la historia y las condiciones
de imposición a las que fueron sometidos, invirtiendo así el relato que se ha legitimado sobre la
penetración histórica, y exigiendo a los pueblos occidentales que se vean a sí mismos como
24
representantes de culturas, incluso razas, acusadas de represión, violencia y crímenes de
conciencia” (Barrera, 2006, pág. 170)
Me quedo entonces con esta definición de resistencia cultural para ampliarla mirando un poco
más en detalle los debates que giran entorno a la “Identidad”, a “Lo popular” como un
articulador en la construcción de identidades y el “espacio” como configurador de los dos
anteriores.
4.1.1 La modernidad como telón de fondo: Al intentar abordar conceptualmente el asunto de la
resistencia cultural, se hizo necesario abrir el encuadre de para ver el contexto en que se ubican
las dinámicas sociales, políticas y económicas a las que se enfrentan estos procesos de resistencia
cultural. Se entiende por tanto que ese telón de fondo se llama “modernidad” (aunque algunos
autores ya hablan de “postmodernidad”); pero no se trata de una “modernidad” generalizada,
sino aquella que ancla en el contexto latinoamericano, aquella que se ha importando de otras
geografías y otras culturas, pero también aquella que ha permeado nuestras costumbres, nuestra
formas de hacer, pensar y sentir y que hoy por hoy constituye nuestras cotidianidades.
Néstor García Canclini describiría la modernidad como un proyecto emancipador,
expansivo, renovador y democratizador, en el cual se secularizaron los campos culturales, se
extendió el modelo de conocimiento occidental, se reformularon los signos de distinción con la
masificación del consumo y la evolución racional y moral. (Canclini, 1990, pág. 31)
Sin embargo, este autor es enfático en diferenciar claramente los conceptos de
Modernismo y modernización, que son dos formas de manifestarse la modernidad pero que en el
caso de Latinoamérica no han ido de la mano pues “el modernismo ha sido exuberante frente a
una modernización deficiente” (Canclini, 1990, pág. 67). Con lo anterior se entiende entonces a
25
la modernidad latinoamericana como un proceso complejo, pues en el continente se encuentra
aún las tradiciones indígenas que conviven de manera sedimentada, yuxtapuesta y entrecruzada
con la hispanidad colonial- católica y con los asuntos modernos de lo político, lo comunicativo y
lo educativo en una “heterogeneidad multitemporal” en donde “la modernización operó pocas
veces mediante lo tradicional y lo antiguo” (Canclini N. G, 1990, 74). Es por ello que el autor
opta por hablar de procesos de “Formaciones híbridas”, pues no se puede hablar de un proceso
de transplante o reemplazo cultural entre lo ancestral y lo moderno (lo popular/ lo culto- la
artesanía/ el arte) sino de continuas reelaboraciones en la construcción de sentido que permite
que unas y otras convivan de manera simultánea en una reorganización constante del campo
cultural. Eso quiere decir que en nuestro continente conviven varias formas de modernidad:
desiguales y contradictorias, en donde confluyen movimientos sociales semitransformadores, una
economía capitalista semiindustrializada y un orden dominante semioligárquico.
Para completar los conceptos de modernidad propuestos por García Canclini, retomo a
Manuel Castells quien describe las sociedades contemporáneas como Sociedades Red, cuyas
dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales giran en torno al paradigma informacional:
La sociedad red es el tipo de organización social resultante de la interacción entre, por un
lado, la revolución tecnológica basada en la digitalización electrónica de la información y
comunicación y en la ingeniería genética y, por otro lado, los procesos sociales, económicos,
culturales y políticos del último cuarto del siglo XX (Castells, 2000, pág. I)
Por su parte, el paradigma informacional surge en la revolución centrada en las tecnologías de
la información, que ha modificado las dinámicas de nuestras sociedades. Esta nueva estructura
“está asociada con el surgimiento de un nuevo modo de desarrollo, el informacionalismo,
26
definido históricamente por la reestructuración del modo capitalista de producción hacia finales
del siglo XX” (Castells, 2000, pág. 44) y así mismo influye de manera directa en la construcción
de sujetos, la relación entre la red y el yo y por supuesto “la comunicación simbólica entre los
humanos, y la relación entre éstos y la naturaleza, basándose en la producción (con su
complemento, el consumo), la experiencia y el poder” (Castells, 2000, pág. 45); Castells plantea
que las fuentes de productividad tradicionales son reemplazadas por las tecnologías de la
generación de conocimiento, el procesamiento de la información y la comunicación de símbolos:
en este panorama los mal llamados medios de comunicación –y que adelante denominaré como
medios de información- se cristalizan como las tecnologías que lideran este nuevo paradigma
informacional: la información obtiene un estatus de materia prima, la cual está sujeta a ser
procesada, pero también a ser mercadeada y comercializada.
Sin embargo, lo que es específico del modo de desarrollo informacional es la acción del
conocimiento sobre sí mismo como principal fuente de productividad (véase el capítulo 2). El
procesamiento de la información se centra en la superación de la tecnología de este
procesamiento como fuente de productividad, en un círculo de interacción de las fuentes del
conocimiento de la tecnología y la aplicación de ésta para mejorar la generación de
conocimiento y el procesamiento de la información: por ello, denomino informacional a este
nuevo modo de desarrollo, constituido por el surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico
basado en la tecnología de la información (Castells, 2000, pág. 47)
Este paradigma se convierte entonces en el telón de fondo para entender los diferentes
contextos en el que se mueven los procesos de resistencia, entendida ésta como la “memoria de
una identidad que no es destruida por la dominación gestada en el conflicto de la misma”
(Barbero, 2003, pág. 134) y que representan las formas de lucha actuales, teniendo presente la
27
tensión constante entre lo local y lo global , pues las confrontaciones directas con el concepto
del estado-nación van abriendo paso al mercado como un actor influyente no solo en la
economía, sino también a nivel político, social y cultural. Con ello, se transforman las
dinámicas, los espacios de confrontación y los escenarios de resistencia cultural: aparece el
espacio virtual y con él se estructuran también otras subjetividades.
Nuestras sociedades se estructuran cada vez más en tomo a una posición bipolar entre la red y
el yo. En esta condición de esquizofrenia estructural entre función y significado, las pautas de
comunicación social cada vez se someten a una tensión mayor. Y cuando la comunicación se,
rompe, cuando deja de existir, ni siquiera en forma de comunicación conflictiva (como sería
el caso en las luchas sociales o la oposición política), los grupos sociales y los individuos se
alienan unos de otros y ven al otro como un extraño, y al final como una amenaza. (Castells,
2000, pág. 33)
Ubico entonces mi trabajo de investigación en las descripciones dadas por García Canclini
sobre la modernidad latinoamericana y sus procesos de hibridación cultural en donde conviven
de manera simultánea, lo colonial, lo indígena, lo afro, los mestizajes, lo europeo, lo norte
americano y lo moderno de nuestros pueblos; a todo este variopinto paisaje le sumaré un
ingrediente más: las reflexiones y las propuestas realizadas por Manuel Castells sobre la
Sociedad Red y el paradigma informacional como una característica que, de una u otra forma,
atañe a casi todas las culturas en el mundo . Es desde este contexto en donde se construye para
este trabajo la subcategoría de identidad.
4.1.2 Identidades: puntos de estructura: “Las hibridaciones descritas a lo largo de este libro
nos hacen concluir que hoy todas las culturas son de frontera.” (Canclini, 1990, pág. 325)
28
Tomo como punto de partida esta frase de Canclini pues en ella se recoge lo dinámico, lo
contingente y lo nómada tan característico de las cuestiones identitarias, es por ello que al hablar
de identidad nos ubicamos en un asunto de transformación constante que no es posible limitar a
los asuntos del territorio, la lengua, el sistema simbólico o la memoria de una cultura, pues hoy
las miradas ubican al concepto de “identidad” como un asunto relacional, estructural y de
negociación entre culturas.
Uso “identidad” para referirme al punto de encuentro, el punto de sutura entre, por un
lado, los discursos y las prácticas que intentan “interpelarnos”, hablarnos o ponernos en
nuestro lugar como sujetos sociales de discursos particulares y, por otro, los procesos que
producen subjetividades, que nos construyen como sujetos suceptibles de “decirse”. De
tal modo, las identidades son puntos de adhesión temporaria a las posiciones subjetivas
que nos construyen en prácticas discursivas (Hall, 2003, pág. 20)
García Canclini citando a De Certau diría por su parte que
Esta movilidad descansa sobre el postulado de que uno no es identificado ni por el
nacimiento, ni por la familia, ni por el estatuto profesional, ni por las relaciones amistosas
o amorosas, ni por la propiedad. Parece que toda identidad definida por el estatuto y por
el lugar (de origen, de trabajo, de hábitat, etc.) fuera reducida, si no barrida, por la
velocidad de todos los movimientos (Canclini, 1990, pág. 293)
Por tanto las identidades son construcciones sociales que se convierten en fuente de
sentido y experiencia para los actores de una determinada sociedad a través de un proceso de
individuación. Sin olvidar que “En un individuo o un colectivo puede haber una pluralidad de
29
identidades” y que ello se convierte en “fuente de tensión y contradicción tanto en la
representación de uno mismo como en la acción social” (Castells, 2003, pág. 34)
Retomando a Castells, la identidad entonces estaría definida en las relaciones dadas entre la
historia, la geografía, la biología, las instituciones productivas y reproductivas, la memoria
colectiva, las fantasías personales, los aparatos de poder y las revelaciones religiosas todas ellas
enmarcadas en lo espacio- temporal, pues el contenido simbólico y el sentido de una identidad
colectiva está dado por los sujetos que la construyen y por la finalidad para la cual la
construyen. A lo anterior es necesario agregarle, que en el caso de las sociedades
latinoamericanas…
Hemos pasado de sociedades dispersas en miles de comunidades campesinas con culturas
tradicionales, locales y homogéneas, en algunas regiones con fuertes raíces indígenas, poco
comunicadas con el resto de cada nación, a una trama mayoritariamente urbana, donde se
dispone de una oferta simbólica heterogénea, renovada por una constante interacción de lo
local con redes nacionales y transnacionales de comunicación. (Canclini, 1990, pág. 264)
Según García Canclini, en la actualidad las identidades se ven abocadas a procesos de
Hibridación Cultural que implican la reorganización del campo cultural, así como nuevos
mestizajes y desenraizamientos que desafían las nociones de cultura y de ciudad, pues ya no es
posible hablar de identidades nítidas con “arraigos fuertes y deslindes claros” (Canclini, 1990),
sino de una “entidad donde todo lo compartido por los que habitan ese lugar se vuelve idéntido o
intercambiable” (Canclini, 1990, pág. 177)
Y es aquí cuando aparece en el escenario de mi obra de conocimiento la tensión entre lo
global y lo local como elementos constitutivos de identidades contemporáneas : “la identidad
30
local es así conducida a convertirse en una representación de la diferencia que la haga
comercializable, esto es sometida al torbellino de collages e hibridaciones que impone el
mercado” (Barbero, 2003, pág. 267) y que genera diversidad de movimientos sociales como
mecanismo de búsqueda de sentido:
La emergencia de múltiples reivindicaciones, ampliada en parte por el crecimiento de
reclamos culturales y referidos a la calidad de vida, suscita un espectro diversificado de
organismos voceros: movimientos urbanos, étnicos, juveniles, feministas, de consumidores,
ecológicos, etcétera. La movilización social, del mismo modo que la estructura de la ciudad,
se fragmenta en procesos cada vez más difíciles de totalizar (Canclini, 1990, pág. 267)
En un mundo de flujos globales de riqueza, poder e imágenes, la búsqueda de la identidad,
colectiva o individual, atribuida o construida, se convierte en la fuente fundamental de
significado social. No es una tendencia nueva, ya que la identidad, y de modo particular la
identidad religiosa y étnica, ha estado en el origen del significado desde los albores de la
sociedad humana. No obstante, la identidad se está convirtiendo en la principal, y a veces
única, fuente de significado en un periodo histórico caracterizado por una amplia
desestructuración de las organizaciones, deslegitimación de las instituciones, desaparición de
los principales movimientos sociales y expresiones culturales efímeras (Castells, 2000, pág.
33)
4.1.3 Lo popular como articulador de la construcción de identidades: “Lo popular es en esta
historia lo excluido: los que no tienen patrimonio, o no logran que sea reconocido y conservado”
(Canclini, 1990, pág. 191)
31
Otra categoría importante para entender el colectivo andino de Cali desde lo identitario es
“Lo popular”, para trabajar esta noción se recurre a los autores Jesús Martín Barbero y Nestor
García Canclini. Para este último autor “Lo popular se constituye en los procesos híbridos y
complejos, usando como signos de identificación elementos procedentes de diversas clases y
naciones” (Canclini, 1990, pág. 205) descripción que amplía el concepto de considerar “Lo
popular” como algo premoderno y subsidiario, pues al igual que la identidad “Lo popular” es una
construcción social que se ancla en la tradición, entendiéndola a ésta como “un mecanismo de
selección, y aún de invención proyectado hacia el pasado para legitimar el presente”1
En el proceso de formación de las masas urbanas lo que se reproduce no es únicamente
un acrecentamiento del conjunto de las clases populares en la ciudad sino una profunda
hibridación cultural: la aparición de un nuevo modo de existencia de lo popular,
configurado a partir de la “desarticulación del mundo popular como espacio de lo Otro,
de las fuerzas de negación del modo de producción capitalista (Barbero, 2003, pág. 141)
“Lo popular” entonces, se establece de manera híbrida en la convergencia sincrética de
las culturas tradicionales indígenas y campesinas con las diversas modalidades de la cultura
urbana y masiva. A pesar de que “Lo indígena” aún sea considerado como una cultura
subalterna es hoy también un escenario de recontextualización de lo político y de lo popular, que
trasciende el sentido despectivo de “lo propio” y “lo primitivo” como lo irreconciliable con la
modernidad.
1 Canclini citando a Marta Blache, en Culturas híbridas, mecanismos para entrar y salir de la modernidad, 1990,
página 204 APA.
32
Entonces para Barbero en “Lo popular” las culturas descubren sus dinámicas, sus
conflictos así como su creatividad cristalizada en el arte popular y su capacidad de desplegarse
en formas autónomas y no utilitarias de belleza, las cuales finalmente no son más que la
constitución de nuevas identidades sociales, pues en el caso de América Latina “Lo popular” es
“El espacio del conflicto profundo y una dinámica cultural insoslayable” (Barbero, 2003, pág.
182)
4.1.4 Del territorio habitado al espacio construido: En la modernidad resulta casi
imposible hablar de identidades sin remitirse a la noción de territorio; sin embargo es
importante aclarar que como lo anota la profesora Odile Hoffman (2002) esta relación no es más
que un invento que reduce “a las dos dimensiones del mapa el conjunto de las dimensiones, muy
variadas, que califican las relaciones múltiples de los actores sociales a su espacio” (Hoffman,
2002, pág. 7). El territorio es más una categoría legal, política y geográfica usada por los estados
nacionales para el control de los recursos propios del lugar delimitado y por supuesto, de sus
habitantes.
En ese sentido, puede ser más apropiado relacionar la “identidad” con la noción de
“espacio”, siempre y cuando se ubique a éste último en un contexto geo- histórico, es decir
reconociendo las lógicas, los actores que median esta relación (Hoffman, 2002) y “las líneas de
poder que lo crean y lo interpretan” (Motta, 2004, pág. 231). Es así como al igual que la
identidad, el espacio obedece a una construcción social “resultante de las relaciones sociales”
(Motta, 2004, pág. 214) en donde…
33
Los individuos, grupos y sociedades se inscriben en el espacio para su vida cotidiana, sus
actividades económicas y su relación simbólica con el mundo y a los demás. Más allá de
porciones de tierras apropiadas o utilizadas, según normas variadas y complejas, existe
una valoración del espacio que rebasa la esfera de lo concreto y se funda en elementos
inmateriales, a veces rituales o religiosos, que dan sentido al espacio de vida, y a la
sociedad que ahí vive (Hoffman, 2002, pág. 4) citando a Bonnemaison, 2000.
Es decir, un mismo actor puede asociarse con varios espacios o tipos de espacios. De otro
lado, Jesús Martín Barbero recupera la noción de “Lugar” frente a la de “espacio” al retomar la
propuesta de Michel de Certeau inspirada en la distinción entre lengua y habla:
Mientras el espacio se define por el entrecruzamiento de vectores de dirección y
velocidad (presencia del tiempo) y por lo tanto como algo producido por operaciones y
movimientos, como algo „practicado‟, el lugar en cambio es el equivalente de la
palabra, ámbito de apropiación, de prácticas ya sean del habitar o del transitar
(Barbero, 2003, pág. 264)(Las negrillas son mías)
En el lugar se tejen los parentescos y se hace corpóreo lo cotidiano, allí se materializa la
acción que hace posible la comunicación entre los actores sociales pues éste “sigue hecho del
tejido y la proxemia de los parentescos y las vecindades” (Barbero, 2003, pág. 268)
Teniendo en cuenta lo anterior para efectos de esta investigación abordaré la noción de
“lugar” tal y como la entiende Barbero. “El espacio” será “la Ciudad”, es decir la Cali en donde
se produce este movimiento social. El territorio será entendido como una categoría jurídica que
no entra en relación con el Movimiento Andino, tal y como lo propone la profesora Hoffman.
34
Cabe entonces, preguntarse desde esta perspectiva si El parque artesanal Loma de la
Cruz, se puede analizar desde las características de lugar planteadas y no solamente como un
espacio en tanto permite apropiaciones culturales (retomando la perspectiva de Barbero).
Otros elementos que emergen en relación de tensión al realizar esta conceptualización
son: lo local y lo global, pues gracias a las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación se ha transformado el sentido del lugar en el mundo: se trata de una nueva manera
de estar en el mundo, que problematiza el paradigma de “Lo nacional”, y que genera un
fenómeno al cual García Canclini llama “Desterritorialización”:
Por eso, el análisis de las ventajas o inconvenientes de la desterritorialización no debe
reducirse a los movimientos de ideas o códigos culturales, como es frecuente en la
bibliografía sobre posmodernidad. Su sentido se construye también en conexión con las
prácticas sociales y económicas, en las disputas por el poder local, en la competencia por
aprovechar las alianzas con poderes externos (Canclini, 1990, pág. 305)
Por tanto es importante situar el proceso del Movimiento Andino en por lo menos, dos
tipos de espacialidad: el espacio geográfico y el lugar simbólico. El primero es aquel que se
rescata, ese lugar ancestral originario que se abarca desde el sur de Colombia (Departamentos de
Cauca, Nariño y Putumayo) y abarca todo el continente a través de la cordillera de los Andes;
este lugar originario recoge un rasgo identitario originario y hace parte de la memoria colectiva.
Pero también está ese lugar actual, ese “lugar común” que se sitúa en la ciudad de Cali,
en el parque artesanal Loma de la Cruz que genera – debido a los procesos políticos y
económicos contemporáneos- continuos encuentros y desencuentros entre lo global y lo local.
Se tiene pues una confluencia en el tiempo y el espacio en el que emerge el concepto de lo
35
“glocal” de la mano de “lo ancestral”, permitiendo la proximidad entre sus integrantes y el
nacimiento de la idea de comunidad.
La importancia estratégica de lo local como centro de gestión de lo global en el nuevo
sistema tecno- económico puede apreciarse en tres ámbitos principales: el de la
productividad y competitividad, el de la integración sociocultural y el de la
representación y gestión política (Borja & Castells, 1997, pág. 14)
4.2. Aulas ampliadas: Espacios educativos alternativos
Cuando la escuela no existía, la relación entre escuela y educación no era posible. Lo anterior es
sólo para decir que educación y escuela no son sinónimos, ya que la primera no inicia ni termina
en la educación escolar. De hecho la educabilidad esta presente en muchos aspectos de la vida.
Aprendemos constantemente más allá de los espacios escolares y familiares, por tanto la vida
misma es un aula ampliada. Para el caso específico de este documento me preocupa encontrar
esos espacios “otros” en donde se llevan a cabo proceso de enseñaje para retomar un término del
profesor Marcos Ferreira, es decir de enseñanza y aprendizaje.
Para ello me interesa rescatar la ciudad y más específicamente al “espacio público” como
un espacio educativo alternativo a las aulas de clase, y desde allí pensar el ejercicio de la
ciudadanía y de los rituales que suceden en el espacio público, como lo es para este análisis los
Talleres Aeróbicos de Danzas Indígenas TADI.
4.2.1 Los rituales y la transmisión de saberes: Lo Ritual es el escenario en donde se
integran los saberes culturales y los saberes de clase, las transacciones con lo cultural y las
afirmaciones étnicas; para efectos de este documento no se hablará propiamente de la noción de
“conocimiento” sino de “saberes”; destacando que el primero se ubica en el modelo occidental
36
de pensamiento, mientras que los “saberes” se apartan de este modelo y reconocen otras formas
de sentir, pensar, interpretar y actuar sobre las diversas realidades que se presentan en contextos
latinoamericanos.
Por tanto en esta investigación se considera lo ritual como un “acto cultural por
excelencia” pues pone un orden al mundo, fija condiciones para transgresiones de los límites,
defiende el orden de lo viejo (ceremonias tradicionales) y controla el riesgo de cambio.
En ese sentido, estos saberes ancestrales que emergen en los rituales – como por ejemplo
los talleres de danza andina TADI- sirven de soporte cognoscitivo para mantener la cosmología
de los pueblos ancestrales amerindios en un contexto de modernidad pues “Las
conmemoraciones renuevan la solidaridad afectiva, los monumentos se justifican como lugares
donde se produce el sentido de vivir juntos” (Canclini, 1990, pág. 178).
Lo ritual integra los saberes culturales y los saberes de clase, las transacciones con lo
cultural y las afirmaciones étnicas. Michel Maffesoli, al estudiar lo que él denominaría “Tribus
Urbanas”, encuentra que una comunidad se establece gracias a una fuerte pulsión de proximidad,
un estar juntos In actu:
La comunidad agota su energía en su propia creación (o, eventualmente, recreación). Es
esto lo que permite establecer un nexo entre la ética comunitaria y la solidaridad. Uno de
los aspectos particularmente llamativos de este nexo es el desarrollo del ritual. Como se
sabe, éste no está, propiamente hablando, finalizado, es decir, orientado hacia una meta;
es, por el contrario, repetitivo y, por ello mismo, tranquilizador. Su única función consiste
en confortar el sentimiento que tiene de sí mismo un grupo dado. (Maffesoli, 2004)
37
Canclini, al respecto realizaría las distinciones: “Hay rituales para confirmar las
relaciones sociales y darles continuidad y existen otros destinados a efectuar escenarios
simbólicos, ocasionales…” (Canclini, 1990, pág 44)
El ritual proclama el retorno de lo mismo. Más concretamente, por medio de la
multiplicidad de los gestos rutinarios o cotidianos, el ritual recuerda a la comunidad que
"toma cuerpo". Es inútil verbalizarlo, pero sirve de anamnesis de la solidaridad y, como
indica L.-V. Thomas, "implica la movilización de la comunidad"... El ritual, por su
repetitividad, es el indicio más seguro de este agotamiento, pero por ello mismo asegura
el perdurar del grupo. (Maffesoli, 2004, pág. 44).
Estas anotaciones, permiten dar pistas para identificar (ya en el momento metodológico)
que tanto los Talleres de Danza Andina TADI , e incluso el mismo “Programa Latinoamerica es
mi país” permiten a la comunidad que conforma el Movimiento Andino en Cali, tomar cuerpo y
garantizar la perduración del mismo. En este sentido todos los integrantes del Colectivo
Movimiento Andino están llamados a participar de la producción y reproducción de ese saber en
tanto “El ritual moderno incluye la posibilidad de separarnos y mirar como espectadores en qué
estamos participando” (Canclini, 1990, pág. 174).
4.2.2. El espacio público: Esta subcategoría surge con fuerza para este trabajo de
investigación, en tanto El Parque artesanal Loma de la Cruz, se convierte en el lugar sobre el que
se concentran muchas de las actividades que desarrolla el Movimiento Andino de Cali.2 Se
2 El Parque Artesanal Loma de la Cruz es un parque ubicado en el noroccidente de Cali. Su origen se
remonta al año de 1987 cuando la empresa Artesanías de Colombia abre una sucursal en el Valle del Cauca, con el fin de proveer un espacio organizado para los artesanos del lugar. Se inauguró oficialmente el 12 de julio de 1990 con un acuerdo firmado por Artesanías de Colombia y la Alcaldía. En diciembre de 1992 Artesanías de Colombia cierra la sucursal y en 1993 entrega el manejo del parque al municipio.
38
retoma la subcategoría de “el espacio público” como el espacio de la ciudad en donde la gente se
encuentra para intercambiar informaciones, opiniones. Su no existencia termina generando
exclusión social, pues los ciudadanos no contarían con un lugar en donde ejercer el derecho a
ser vistos, a ser oídos, a existir y encontrarse socialmente como individuos y como colectivo. Es
por ello que en lo público confluye la sociedad civil y los procesos de comunicación:
la expresión concentrada de la diversidad cultural, de las tensiones consiguientes y de la
riqueza de posibilidades que también encierra la diversidad se da preferentemente en las
ciudades, receptáculo y crisol de culturas, que se combinan en la construcción de un
proyecto ciudadano común (Borja & Castells, 1997, pág. 111)
Por tanto, la calle – como un espacio público- es el escenario propicio para el desarrollo
de propuestas e intervenciones, implicando una transformación de los canales masivos de
comunicación para involucrar a las personas que generalmente no se hacen partícipes de las
movilizaciones sociales.
Es a partir de las intervenciones urbanas, públicas y accesibles para todos y todas, como
es posible construir una intención que por medio de la crítica forje un nuevo uso y
definición de territorio, para que nos pensemos como agentes activos en la construcción
El nombre proviene de un mito que cuenta la relación entre dos esclavos negros en 1559, Crescencio y Juana. Ambos tenían amoríos con la complicidad de su patrona Doña Carmen de la Ronda. Los dos esclavos mantuvieron su relación y se casaron en el altar de Piedra Grande en el Valle del Lili a escondidas. Cuando Juana le contó a su patrona sobre el hecho y que ambos escuchaban una voz grave desde los farallones, en un lugar que hoy es conocido como el Cerro de las Tres Cruces. Doña Carmen inmediatamente recordó la leyenda sobre un demonio que habitaba debajo de aquel monte. Para que el diablo no tentara a sus peones, doña Carmen delató a Crescencio y Juana; pero estos se enteraron y huyeron siendo capturados después en Vijes. Una vez capturados los dos esclavos negros fueron llevados ante su patrón, don Alberto Bujanlande, quien iracundo golpeo a Juana hasta casi matarla, lo cual causó que Crescencio se liberará de sus ataduras y golpeara a su amo, partiéndole la mandíbula. Como castigo a Crescencio se le cortó el pene y la mano y Juana fue abandonada en el monte en estado de embarazo, donde fue devorada por animales. Poco después Crescencio apareció muerto y al no recibir una sepultura, su alma se aparecía deambulando y brotando sangre del muñón de su brazo, enloqueciendo a los animales a su paso. Hasta que se planto en el lugar una cruz de madera que luego en 1909 unos franciscanos cambiaron por una de ladrillos pegados en argamasa que aún hoy se conserva en el lugar.
39
de un proyecto de ciudad realmente inclusiva (Trinchera Ganja, La Direkta, Lumpen,
Mefisto, 2010, pág 48)
En lo público se ejerce la política al permitir el reconocimiento del otro que se hace visible
socialmente en su diferencia. Allí también se permite la existencia y la manifestación de
micropoderes callejeros, así como sus usos y sus potencialidades a nivel social y cultural, porque
como lo menciona el profesor Valderrama:
Lo que está en juego son las nuevas formas de producción del espacio público, del ejercicio
de ciudadanía, de la construcción de lo local y de su necesaria conexión con lo global, y, por
consiguiente, las nuevas formas de producción del sujeto político o ciudadano (Vasquez &
Valderrama, 2009, pág 169)
4.2.3 El ciudadano y el ejercicio de ciudadanía: En el marco de este documento se hace
necesario entender la ciudadanía en articulación con los asuntos de la comunicación, en donde se
considere como lo señala el profesor Carlos Eduardo Valderrama en la cita anterior y al retomar
a María Cristina Mata como:
Un modo específico de aparición de los individuos en el espacio público, caracterizado
por su capacidad de constituirse como sujetos de demanda y proposición en diversos
ámbitos vinculados con su experiencia: desde la nacionalidad y el género hasta las
categorías laborales y las afinidades culturales (Valderrama, 2010, pág. 283)
Esta ciudadanía habría que verla entonces desde por lo menos cuatro componentes: el
diálogo (entre los actores/ciudadanos), la narración (de sus historias colectivas e individuales), la
hermeneútica y la dimensión tecnológica y mediática (que en gran medida permite la difusión de
sus narraciones. De allí que el profesor Valderrama cite a Bárcena para decirnos que:
40
La ciudadanía es un espacio “en el que los ciudadanos descodifican determinados
lenguajes y prácticas, un espacio de memoria dotado de determinados símbolos (como la
constitución), signos (tradiciones de derechos), ritos (celebraciones nacionales), mitos
(unidad nacional) e instancias de rememorización. Vista así la ciudadanía es una empresa
hermeneútica (Vasquez & Valderrama, 2009, pág. 187)
Al final, la ciudadanía es por tanto, práctica al interior de una comunidad pero también es
una narración tanto en un nivel colectivo como individual.
Otra noción necesaria a abordar al hablar de ciudadanía nos remite al “ciudadano” como
aquel sujeto encarnado que ejerce la “ciudadanía”. Por tanto parte de preguntase por ¿Quién es
el ciudadano? así cómo ¿Quiénes son y quienes no son ciudadanos? Según James Donald en el
texto El ciudadano y el hombre de mundo, “el ciudadano” no tiene una identidad sustancial pues
no se trata de un tipo de persona sino de un lugar vacío que puede ocupar cualquiera “como una
posición en el conjunto de relaciones formales definidas por la soberanía democrática…”
(Donald, 2003, pág. 288) por tanto “el estatus de la ciudadanía depende de un orden simbólico
operativo que es necesario distinguir de cualquier reinvindicación de una identidad cultural para
el ciudadano… este ciudadano- sujeto no tiene otra identidad que la producida por la ley”
(Donald, 2003, pág. 290).
El ser ciudadano por tanto “no se trata de identidades sino de actuaciones” (Donald,
2003, pág. 307), es decir el ciudadano es en tanto ejerza la “práctica de la ciudadanía”, es decir
“la formación de la opinión y la autodefinición de una comunidad dentro de una sociedad civil”
(Donald, 2003, pág. 285)
41
Frente a lo anterior es imposible negar la importancia que los medios de comunicación e
información de masas ejercen en los asuntos de formación de opinión, sin embargo y para dar pie
al inicio del siguiente punto es necesario recordar que “La ciudadanía no puede estar circunscrita
a un uso instrumental de las tecnologías de la información y la comunicación” (Vasquez &
Valderrama, 2009, pág.170)
4.3. Comunicación alternativa
Hablar de comunicación alternativa nos ubica en el área de teoría del emisor y las condiciones de
producción de significado, se trata pues de un tipo de comunicación por lo general invisibilizada
hoy en día ante el auge de la publicidad y del mercadeo, sobre todo por los poca rentabilidad que
le genera al sistema. Sin embargo, diversas experiencias de comunicación alternativa nos
muestran que resulta especialmente útil en los ejercicios de construcción de ciudadanía, cultura
democrática o mejoras sociales. De allí que generalmente se relacione con el término
“Comunicación para el cambio social”.
Las subcategorías exploradas en este caso son dos: el “asunto de la técnica” que busca
reflexionar sobre la importancia de la Techné en el discurrir en el día a día, especialmente en lo
relacionado con la Tecnologías de la Comunicación y la Información TICS, y posteriormente
pasar a abordar específicamente el tema de los “Medios de comunicación alternativa”.
4.3.1 El asunto de la técnica: Esta subcategoría se inicia con una frase del español Rais
Buson citada por Barbero (2003) como punto de abordaje de lo relacionado con la tecnología y
sus relaciones con lo cultural y el uso social que se le da a la misma:
“Nuestras culturas pueden definirse respecto a las otras, entre otros elementos, por la
relevancia de una peculiar configuración de la técnica que influye en la conformación de la
42
existencia individual y grupal” (Barbero, 2003, pág. 176). Sobre el tema Manuel Castells plantea
que a partir de la década de los 70 del siglo XX se constituyó un nuevo paradigma tecnológico al
cual ha denominado a lo largo de su trabajo académico como informacional gracias a la
revolución centrada en las tecnologías de la información, éstas han modificado las dinámicas de
nuestras sociedades. Este paradigma que ha permeado nuestra sociedad a nivel político,
económico y cultural “está asociado con el surgimiento de un nuevo modo de desarrollo, el
informacionalismo, definido históricamente por la reestructuración del modo capitalista de
producción hacia finales del siglo XX” (Castells, 2000, pág. 40); Castells concluye que las
fuentes de productividad tradicionales son reemplazadas por las tecnologías de la generación de
conocimiento, el procesamiento de la información y la comunicación de símbolos: en este
panorama los mal llamados medios de comunicación –y que adelante denominaré como medios
de información- se cristalizan como las tecnologías que lideran este nuevo paradigma
informacional: la información obtiene un estatus de materia prima, la cual está sujeta a ser
procesada, pero también a ser mercadeada y comercializada
Hoy el mundo pasa necesariamente por los espacios virtuales (con sus lógicas,
temporalidades, velocidades), que configuran nuestras redes de comunicación y las formas de
aprehender y comprender las realidades en las que estamos inmersos. Ello genera una continua
tensión entre el espacio doméstico y el territorio virtual, en donde lo público gira en torno a lo
privado y en donde estar en la intimidad de lo privado no significa estar aislado del mundo, pues
a través de las pantallas (TV, Internet, telefonía celular) lo público se hace presente al interior de
nuestros hogares.
Es así como el asunto de lo identitario y lo cultural no son ajenos a esta dinámicas pues
según Martín Barbero:
43
La cuestión de la identidad cultural en relación con las nuevas tecnologías pasa en
América Latina por una ubicación múltiple. Primero de la cuestión de lo nacional, cuya
reubicación pasa por la asunción de los cuestionamientos que vienen de lo transnacional-
formatos y tecnologías. Y de lo “regional”, esto es, de las culturas populares (Barbero,
2003, pág. 189)
En este sentido al hablar específicamente de las tecnologías de información en
Latinoamérica se pueden considerar remodeladores de identidades culturales pues
al impedirnos cualquier intento de fuga hacia el pasado, las tecnologías ponen en
evidencia la fuerza que aún conserva la idealización indigenista y su postulación de una
identidad anterior y exterior al conflicto que introduce el capitalismo en nuestros países,
esto es la postulación de una autenticidad cultural cuyo sentido se hallaría atrás, abajo, en
todo caso fuera del proceso y las dinámicas de la historia. (Barbero, 2003, pág. 182)
Al hablar específicamente de los medios de comunicación como tecnologías, es necesario
reconocer el papel que juegan en la contemporaneidad en tanto “son también a) actores políticos,
b) configuradores de nuevos espacios de lo público y c) generadores de horizonte de sentido
ético- político” (Valderrama, 2010, pág. 287)
Por tanto el uso de la tecnología puede llegar a movilizar resistencias que configuran y
prefiguran otras formas de socialidad, esa alteridad que hace resistencia a la homogenización
mediática y que por ende hacen posible el pensar otro tipo de sociedad, en un contexto de
mestizaje y de hibridación.
44
4.3.2 Medios de comunicación alternativa
A pesar de la cantidad de información que circula hoy en día, las formas como se accede
a la misma no son tan democráticas ni tan públicas como tendríamos que creer. La
balanza de la audiencia se inclina hacia la televisión y la radio, lo que llevaría a pensar
que por televisión y escuchar radio es una manera económica y efectiva para informarse.
Sin embargo, de tanta información emitida es muy poca la que expresa lo que se vive a
diario en los campos y ciudades colombianas (Trinchera Ganja, La Direkta, Lumpen,
Mefisto, 2010, pág. 46).
Como una propuesta de creación de espacios (no necesariamente mediáticos) que
permitan visibilizar las voces de esos “otros” procesos que no obedecen a las dinámicas
comerciales y políticas a las cuales están sujetas una gran cantidad de medios de comunicación
y cuyo papel es el de ayudar “a definir lo que la mayoría de la población mundial va a sentir,
pensar, comprar, votar, actuar” (Sancho, 2004, pág. 107) surgen los movimientos de
comunicación alternativa.
Frente al poco acceso que brinda los medios de comunicación para producir y difundir
información propia, aparecen ejercicios comunicativos alternativos que con un trabajo
colectivo ofrecen versiones no oficiales de aquello que a los medios de los grandes
grupos no les interesa mostrar. Gracias a la aparición de las nuevas tecnologías, o de las
clásicas como el cartel, el panfleto, el grafiti, el perifoneo, hoy muchos grupos trabajan
para abrirles paso a lo que Jesús Martín Barbero llamaría “las formas populares de
esperanza” es decir, el desarrollo de la comunicación propia, que logra comunicar otros
45
mensajes de acuerdo con las propias necesidades y lenguajes (Trinchera Ganja, La
Direkta, Lumpen, Mefisto, 2010, pág 47)
Lo que está en el fondo de estos procesos es retomar la noción de “Comunicabilidad”:
Debemos entonces abrir el concepto de comunicación tan ligado en el pensamiento
común a los medios de comunicación y generar categorías más amplias que rescaten la
importancia de la comunicación en la sociedad. Una categoría como “Comunicabilidad”,
entendida como “el concepto en parte habermasiano de una „comunicación libre de
dominio‟ en la que el concenso el producto del diálogo racional (Sancho, 2004, pág. 133)
citando a Muñoz (2009, pág. 72)
Esta notición de comunicabilidad se relaciona en esta investigación con el concepto de
espacio público, específicamente el Parque Artesanal Loma de la Cruz como ese “lugar” que
corresponde al espacio público y la permite la comunicación no mediada o comunicación directa,
el encuentro y ese “estar juntos”. Por otro parte, el programa radial Latinoamérica es mi país, se
convierte en una propuesta alternativa de comunicación mediada, por estar ubicado además en
una emisora universitaria, las cuales según la Red de Radio Universitaria
Tienen a su cargo la transmisión de programas de interés cultural, sin ninguna finalidad
de lucro, con el objeto, entre otros, de difundir la cultura, la ciencia y la educación, de
estimular el flujo de investigaciones y de información científica y tecnológica aplicada al
desarrollo, de apoyar el proyecto educativo nacional y, servir de canal para la generación
de una sociedad mejor informada y educada. Este servicio se prestará a través de
instituciones de educación superior, legalmente reconocidas y acreditadas
46
institucionalmente por el Ministerio de Educación Nacional. (Red de Radio Universitaria,
2011)
Sin embargo, y he de llamar la atención en este asunto, si bien el programa se
puede considerar como un producto alternativo, al hacer una revisión de la parrilla de
programación de la emisora Javeriana Cali, es posible encontrar que este tipo de
programas son ubicados especialmente los fines de semanas pues entre semana deben
convivir con otros espacios más comerciales y por ende lucrativos, en aras del
sostenimiento de la emisora. Esta tendencia también es posible evidenciarla en otras
emisoras universitarias de la ciudad como la emisora de la Universidad del Valle. Es allí
donde considero más precisa la definición de medios alternativos de María José García
Orta en el texto Una aproximación a los medios de comunicación alternativos en Internet
y el caso Rebelion.org, al citar a Michel Albert (2004)
Lo que hace que los medios de comunicación sean alternativos no puede ser simplemente
su producto. Porque de seguro ha de ser posible que haya periódicos, radios y videos
alternativos que traten de preocupaciones sociales, temas artísticos, o que traten de alguna
área política, o apolítica, que sea objeto de un estudio analítico. […] El significado de ser
alternativo no puede basarse exclusivamente en el enfoque editorial adoptado, en el área
de temas de actualidad que se cubre. Ser una institución alternativa, ciertamente, tampoco
tiene que ver sólo con ser de izquierda o de derecha, o diferente en contenido editorial;
ser alternativo como institución tiene que ver con cómo la institución está organizada y
cómo trabaja (García, 2005, pág. 29)
47
I. LA METÓDICA
5. 1 La sistematización
Como se mencionó en el marco epistémico, la metodología a utilizar en esta investigación es la
“Sistematización de experiencias”. Esta metodología reconoce que en nuestras realidades se
llevan a cabo procesos colectivos y comunitarios, que trabajan desde diferentes enfoques por
mejorar sus condiciones de vida, así como por proponer otras formas posibles de desarrollo de
“lo humano” de sus integrantes.
Se asume entonces la sistematización como una modalidad de investigación
cualitativa que busca reconstruir e interpretar las experiencias, privilegiando los
saberes y el punto de vista de los participantes (Cendales, 2004, pág. 93).
Como propuesta que se hace desde la educación popular, la sistematización busca generar
espacios de inclusión; espacios de reconocimiento e interlocución entre diferentes actores (as)
del proceso, así como “complejizar la lectura de la realidad y potenciar las capacidades
investigativas y pedagógicas, conceptuales y metodológicas de las personas, las organizaciones e
instituciones involucradas” (Cendales, 2004, pág. 92)
Es posible que no todos estos procesos alcancen los propósitos en los cuales se trabajó,
sin embargo no por esto deja de ser objeto de análisis, pues es allí en donde es importante
identificar
Aciertos, limitaciones, condiciones favorables y otros resultados de una determinada
intervención. Es decir, toda experiencia puede dar lugar a un aprendizaje si se procesa
debidamente por sus ejecutores. De esta forma se puede ir generando un bagaje de
48
conocimientos prácticos basados en el conjunto de experiencias de un determinado
proceso de intervención. (Chavez, 2006, pág. 5)
Se trata entonces de una metodología que describe, documenta, reflexiona críticamente y
analiza una experiencia vivida y sus logros, con la finalidad de que quienes participan en ella
puedan verla desde otra perspectiva. Chavez citando a Óscar Jara (1994):
Sistematizar experiencias equivale a «entender el sentido y la lógica del proceso
complejo que significa una experiencia, para extraer aprendizajes. Busca comprender
por qué ese proceso se está desarrollando o se ha desarrollado de determinada
manera, interpretando críticamente lo hecho y lo logrado. (Chavez, 2006, pág. 10)
5. 2 Técnicas e instrumentos
5.2.1 Entrevista: se utiliza esta técnica como una forma de recoger opiniones y puntos de
vista diferentes sobre la experiencia:
“Si tenemos en cuenta que en una experiencia han estado involucrados diferentes actores,
cada uno con sus propios puntos de vista e intereses, es lógico pensar que habrá diferentes
opiniones sobre lo hecho y lo logrado. Más que buscar un consenso forzoso, la extracción
de lecciones y la producción de nuevos conocimientos serán tareas más sencillas si se
tiene en cuenta esta diversidad de opiniones y se logra representarlas cabalmente en el
proceso de sistematización” (Chavez, 2006, pág. 12)
49
5. 2.2 Perfil de los entrevistados:
Para la selección de los entrevistados se tuvo en cuenta su participación en el proceso del
programa “Latioamérica es mi País” y en la creación de los talleres aeróbicos de danzas
indígenas TADI.
Mario Alonso Ayala: Profesor Universitario de Cálculo y Física en la ciudad de San Juan
de Pasto. Durante casi 7 años estuvo vinculado al equipo del programa “Latinoamérica es
mi país”. Actualmente es realizador del programa “Canto Latinoamericano” emitido por
la emisora de la Universidad de Nariño.
Edy Flórez: de origen Aymara, nacido en la Paz Bolivia. Vive en Cali hace 22 años.
Actualmente es artesano de la Parque Artesanal Loma de la Cruz, es también consejero
cultural del municipio de Santiago de Cali.
Fabio Lozano: Músico, integrante del grupo Dama Wha, vive actualmente en la ciudad
de San Juan de Pasto. Integró el equipo de Latinoamérica es mi país durante un año.
Leonardo Álvarez: Educador de ciencias sociales en el nivel de Bachillerato en la Ciudad
de Santiago de Cali; vinculado actualmente al programa “Latinoamérica es mi país”.
Reina Bejarano: Educadora popular, estudia actualmente etnoeducación en la
Universidad del Cauca. Nacida en Manzanares, Caldas ha acompañado procesos
comunitarios en el municipio de Cali y es integrante activo del Colectivo Cultural
50
Andino. Integró por el periodo de un año el equipo del programa “Latinoamérica es mi
país”
5.2.3 Cuestionario: El cuestionario está compuesto por 4 ítems: las tres categorías que
componen la investigación y adicionalmente un ítem que busca la reconstrucción del proceso del
Movimiento Andino en Cali. Las preguntas fueron realizadas de acuerdo al actor entrevistado.
Ítem 1: Reconstrucción del proceso
¿Cómo y cuando surge el Movimiento Andino?
¿Cómo ingresas al proceso del Movimiento Andino?
¿Para qué un Movimiento Andino?
¿Cómo es tu actual vinculación?
¿Qué cambios se han producido al interior del movimiento?
¿Qué tensiones y contradicciones aparecieron?
¿Qué acciones demuestran que el proceso ha sido beneficioso?
Ítem 2: Resistencia cultural
¿Cómo entiendes el concepto de Resistencia cultural en el contexto del proceso del
Movimiento Andino?
¿Cuáles son las prácticas que identificas de resistencia cultural?
Ítem 3: Espacios educativos alternativos
¿Cómo ha sido el proceso específico con los TADI/ Programa Latinoamérica es mi país?
¿Qué motivo su surgimiento?
51
¿Consideras que allí se pueden llevar a cabo procesos de transmisión de saberes? ¿Por
qué?
¿Cuáles han sido las dificultades?
¿Qué cosas mejorarías?
Ítem 4: Comunicación alternativa
¿Cómo se vincula Latinoamérica es mi país en los objetivos del Movimiento Andino?
¿Consideran que en los TADI/ Programa Latinoamérica es mi país se adelantan procesos
de comunicación alternativos?
¿Cuáles son las dificultades del proceso?
¿Cuáles considera que son los mayores aprendizajes?
5.2.4 Ficha de revisión de documentos en Internet
Los sitios de Internet consultados fueron los siguientes:
Blog del Colectivo Cultural Andino de Cali:
http://colectivoculturalandinocali.blogspot.com/2012/03/fundacion-colectivo-cultural-andino-
de.html
Blog Pachakuty de Ary Campo Chinganá:
http://pachakuty.blogspot.com/2008/07/el-colectivo-cultural-andino-de-cali-se.html
Blog del Grupo de Danza Suyay:
http://suyay.awardspace.com/index.php?option=com_content&task=view&id=4&Itemid=5
La ficha de revisión de los mismos fue la siguiente:
52
Título Autor Tipo de
Documento
Año de
publicación Enlace
Reconstrucción
del proceso
Resistencia
cultural
Espacios
educativos
alternativos
Comunicación
alternativa
Figura No.1. Ficha de revisión de documento en Internet Fuente: El autor
5.2.5 Ficha de revisión de Imágenes
Para la revisión de imágenes se contemplan dos momentos de reflexión: el primero contempla la
“Información general” y el segundo momento propiamente el “análisis del contenido”.
Información general
Autor Contexto de
publicación Tomado de
Descripción de los
elementos (lo que muestra
la imagen)
Encuadre y angulación
Figura No.2. Ficha de revisión de Imágenes Fuente: El autor
Análisis de contenido (tanto denotativo como connotativo)
¿Muestra algún momento
histórico del proceso del
Movimiento Andino?
¿Se puede leer acciones
de Resistencia cultural?
¿Hay espacios educativos
alternativos?
¿Hay acciones de Comunicación
alternativa?
Figura No.2. Ficha de revisión de Imágenes Fuente: El autor
Las imágenes analizadas fueron las siguientes:
53
Figura No.4 Ritual durante la celebración del Inti Raymi año 2006
Fuente: Blog del Colectivo Cultural Andino de Cali
Figura No. 3 Ritual Andino con semillas durante el Killa Raymi 2010 Fuente: Blog del Colectivo Cultural Andino de Cali
54
5.2.6 Ficha de revisión de audiovisuales
Autor Año de
publicación Tomado de
Descripción
del video
¿Muestra
algún
momento
histórico
del proceso
del
Movimiento
Andino?
¿Se puede
leer
acciones
de
Resistencia
cultural?
¿Hay
espacios
educativos
alternativos?
¿Hay acciones
de
Comunicación
alternativa?
Comentarios
adicionales
Figura No.6. Ficha de revisión de audiovisuales Fuente: El autor
Los videos analizados se encuentran todos en Internet en las siguientes direcciones y son
realizados por aficionados que visitan la loma de la cruz y dan cuenta de lo que ocurre en los
TADI:
Video aficionado realizado por espectador del TADI:
http://www.youtube.com/watch?v=aigdMkRSPBg&feature=related
Video hecho por Wilsner Barrera, participante de los TADI:
Figura No. 5 Coreografía durante un TADI Fuente: Pan page en Facebook de Kombi Rutera
55
http://www.youtube.com/watch?v=1WsBOG705Ns
Nota periodística realizada para la sección cultural del Noticiero Regional Noti 5:
http://www.youtube.com/watch?v=ucOx0xAojZo
Video aficionado realizado por visitante del parque artesanal Loma de la Cruz:
http://www.youtube.com/watch?v=TeiMtzW0CIM&feature=related
5.2.7 Ficha de revisión de documentos impresos
Los documentos impresos revisados fueron:
Ser Andino es ser político, Reina Bejarano, autora.
Documento sin nombre, de autoría Reina Bejarano
Tipo de
Documento
Título del
documento
Año de
publicación
Reconstrucción del
proceso
Resistencia
cultural
Espacios educativos
alternativos
Comunicación
alternativa
Figura No.7. Ficha de revisión de documentos impresos Fuente: El autor
56
II. POLÍTICA DE COMUNICACIÓN
Esta política de comunicación está integrada por dos componentes: el primero desarrolla el tipo
de lenguajes utilizados durante el proceso de investigación. El segundo componente da cuenta
de los formatos en que se va a entregar los resultados del estudio presente.
En el sentido metodológico esta investigación se nutrió de una variada gama de lenguajes: el
hipermedial en las páginas web consultadas3(incluye texto, video, sonido), el audiovisual a
través de los videos recuperados del portal youtube.com, el lenguaje visual con el análisis de las
imágenes fotográficas; el lenguaje experiencial a través de los testimonios de las personas
entrevistadas y los documentos impresos facilitados por los miembros del colectivo. Esta nutrida
gama de lenguajes constituyeron los hilos que conforman la urdimbre que es hoy esta
investigación y que reconstruye una parte de la experiencia del Movimiento Andino en Cali.
Como se puede ver una gran parte de esta información se encuentra disponible para su acceso
en cualquier parte del mundo a través de la internet, lo cual es una forma de insertar lo local en
las autopistas de información globales lo que puede hacer posible que se generen audiencias en
diferentes lugares del planeta.
Todos estos lenguajes se articularon con los autores consultados, muchos de ellos
latinoamericanos y la mayoría de habla hispana, si bien me gustaría nombrar uno a uno nombraré
solo aquellos que se hacen presentes en gran parte de las categorías como el español Manuel
Castells con el texto “La Sociedad Red” en donde plantea su propuesta de “la sociedad
3 El Blog del Colectivo Cultural Andino de Cali (Colectivo Cultural Andino de Cali, 2012), el blog del Grupo
de Danza Suyay (Suyay, S.F) , y el blog de Ary Campo integrante del colectivo (Campo, 2007).
57
informacional”, el argentino Néstor García Canclini con la descripción que hace de la
hibridación cultural en Latinoamérica y por supuesto el maestro Jesús Martín Barbero, quien
desde un contexto local hace importantes propuestas conceptuales sobre la relación
comunicación/cultura/sociedad. Cabe resaltar también los aportes del Jaimaquino James Stuart
Hall al concepto de identidad retomado en el marco conceptual de esta investigación y la apuesta
por los conceptos de territorio, espacio y lugar realizado por la francesa Odille Hoffman. De otro
lado una gran parte de la bibliografía recurre a autores locales que han trabajado movimientos
sociales y movimientos étnicos en el país y en la ciudad, lo que de alguna u otra forma
constituyen un estado de la cuestión.
La música andina, en todas sus variantes y el lenguaje radiofónico fueron la banda sonora de
esta investigación, es así como emergen cada una de las voces de los integrantes en algún
momento de “Latinoamérica es mi país”; es mi interés que aparezcan en primera persona
narrando ellos mismos su experiencia pues son actores principales de esta historia, así ya no
estén en la función. Por supuesto también está presente de manera latente, ese lenguaje
corporal de los bailarines que jueves tras jueves se reúnen alrededor del círculo para danzar y de
lo cual se da cuenta en la descripción realizada de los Talleres de Danza Andina en el Parque
Artesanal Loma de la Cruz.
Toda esta polifonía de voces y de lenguajes construyeron una interesante amalgama de
puntos de vistas y de matices que intenté plasmar en este documento. Bastará decir también que,
si bien se encuentra presente mi voz en todo el texto, ésta emerge en todo su esplendor en la auto
eco biografía. En ella se encuentran también las voces de mi familia, y muy especialmente las de
mis abuelas: los dos pilares de mi vida. Ante la inevitable enfermedad de la memoria que es el
olvido he querido dejar plasmado su existencia en estas letras.
58
Mi voz de mujer latinoamericana, caleña, hija, hermana, sobrina, nieta… que se mezcló con
los autores y los actores convocados a este convite epistémico en esa trama de nudos, hilos y
huecos que hacen este tejido de múltiples colores y múltiples texturas. Es un tejido que a su vez
es testigo de un proceso de transformación como sujeto, que hoy da cuenta de cambios en mi
posición ética y política de asumir la vida.
El segundo componente obedece a la manera de difusión de esta investigación; para ello
quiero entregar al Movimiento Andino la reconstrucción de una parte de su experiencia, la
relacionada con el programa radial “Latinoamérica es mi país”, a través de un texto escrito que
sirva de material de consulta; esta información estará acompañada por audios que he ido
recopilando durante este proceso y que narra diversos momentos del programa, de hitos que
obtuvieron sonoridad no tanto por su naturaleza (lo radial/sonoro) sino por los sentidos y
significados que pudiese representar en determinado momento. Así como de la manera en la
cual ha hecho y hace parte de todo un engranaje de actividades de comunicación, información y
visibilización del Movimiento Andino de Cali, dirigido tanto para sus integrantes como para la
ciudad en general.
Para finalizar a través de un producto audiovisual se dará cuenta del proceso investigativo y
en el cual se incluirán la polifonía de voces que constituyen esta investigación.
59
VII. RECUPERACIÓN DE LA EXPERIENCIA
7.1 Un movimiento andino en Cali
Las primeras huellas que se pueden rastrear de la existencia de un Movimiento Andino en
Santiago de Cali se remonta a las décadas de los 70‟s y los 80‟s del siglo XX con gestores que
aún se pueden visibilizar. El ambiente político que se vivía en el continente debido a los
regímenes dictatoriales que se instauraron en la mayoría de los países latinoamericanos
generaron movimientos sociales y culturales como los liderados por el grupo Inti Illimani o
Illapu (ambos de origen chileno y que debieron exiliarse en Europa tras la dictadura de Augusto
Pinochet), dichos movimientos encontraron eco en estas tierras a través de grupos de
intelectuales que se identificaron y solidarizaron con las difíciles situaciones de éstos países . Se
desatacan de esa época grupos musicales con repertorio de música andina y latinoamericana
como “Serranías”, el “Grupo Kaypurican” o “Sentir Latino”.
Todos estos grupos se concentraban alrededor de la Peña Tierra Mestiza ubicada por
aquel entonces en la avenida Roosvelt; cabe señalar que muchos de los gestores culturales
andinos de la época tenían una importante formación política y académica “les gustaba mucho el
folclor andino boliviano, y entonces formaban grupos y tocaban pero no por un interés
comercial o farandulero, lo hacían por convicción cultural y política” (Flórez, 2012).
Sin embargo, es clave nombrar que los procesos migratorios hacia a esta ciudad debido a su
desarrollo industrial o a desplazamientos de diversa índole es un importante factor en la
formación de colectivos como el Cultural Andino, que como lo reseña Reina Bejarano:
60
en sus inicios es totalmente informal, creando estructura de organización a través de las
mingas, siendo albergue a los recién llegados, siendo motivo de encuentro entre la gente,
construyendo y creciendo a la par con la nueva ciudad, generando así sentido de
pertenencia; con las migraciones se trasladan también nuevas familias, con su pasado cultural
a cuestas que en medio de la resistencia es un legado que se ha ido transmitiendo a los
nuevos caleños ahora componentes de otro pensamiento heredado de sus ancestros indígenas,
afro, etc; de este modo surge entre las actividades la música andina como eje cohesionador
entre familias y amigos que de una u otra forma fortalece su legado cultural, el intercambio,
lo ceremonial al encuentro, la tierra, el respeto a la naturaleza, a la vida, a los hermanos
mayores como el sol, la luna, las estrellas hacen parte de una constante, un pensamiento, un
motor de vida (Bejarano R. , 2012)
El movimiento se consolida con las actividades y los eventos alrededor de la expresión
andina, en donde participan músicos, danzantes,
gestores culturales y personas en general que se
han dejado seducir por el pensamiento y el
sentimiento de los pueblos andinos:
Los encuentros fueron cada vez menos casuales
y poco a poco se fue generando un ambiente de
confluencia consuetudinaria en el arte andino.
Llegó un momento en el que todas estas
personas, en número creciente, fueron
aportando en presencia y esfuerzo colectivo
para vivenciar, representar, promover y organizar manifestaciones culturales andinas
Figura No. 8 Cartel promocional del Inti Raymi 2012 Fuente: El autor
61
recogiendo el sentimiento de una franja significativa de la múltiple diversidad poblacional de
Santiago de Cali y sus alrededores. Se pasó de la observación a la participación, organización
y difusión de diferentes eventos enmarcados en la expresión andina como la creación de
talleres de música y danza para niños y adultos, conformación de nuevas agrupaciones
artísticas, celebración de peñas artísticas, etc. Lo mismo que la creación del Ceremonial y
Festival INTI RAYMI (Fiesta al Sol) a partir de 2001 en el parque artesanal de La Loma
de La Cruz (Colectivo Cultural Andino de Cali, 2012).
7.2 Un lugar para encontrarse
El Parque Artesanal Loma de la Cruz inicia su funcionamiento en Julio de 1990 y debido
a la ascendencia indígena de muchos de los artesanos, a este espacio también llegó la música
étnica, la música popular andina y la música Cosmopolita (López, 2004)4. El parque se convierte
en el lugar de congregación para los eventos culturales, que por aquel entonces se realizaban
especialmente los domingos.
Esta infraestructura de carácter público resulta contundente para la consolidación del
Movimiento Andino en Cali, aunque el estado no creo el lugar con esta finalidad. Poco a poco y
4 Este autor realiza las siguientes definiciones dentro de la música andina:
Música étnica: Es la música andina auténtica (si bien es imposible descartar influencia española) y que se escucha
principalmente en los lugares que se genera. Ejemplo de esto son los santiagos, los toriles, carnaval de tinta,
llameradas, chonguinadas, y muchas formas de huayno.
Música Popular: En esta categoría el huayno es el rey. Por razones históricas tiene que ver con la influencia de los
clientes y la cercanía de las capitales, el huayno original de los 50‟s estuvo dominado por la música de Ancash y del
centro (Valle del Mantaro y posteriormente, Ayacucho). Con relativa rapidez se fue creando un mercado para esta
música, apoyado por la profusión de estaciones locales de radio que pasaban la música que encontraban disponible.
Música Cosmopolita o Internacional: Esta categoría abarca la música andina tal como se escucha fuera de los
lugares de origen, e incluye a todos los llamados “grupos” musicales que van por el mundo tocando quenas,
zampoñas, charangos, guitarras y bombos… los grupos originales fueron principalmente chilenos como Inti illimani,
Illapu, Quilapayún y el grupo Antiplano.
62
de manera espontánea el sitio fue acumulando estas actividades con todo su transfondo cultural,
social y político:
“y eso nos articula al estado: el espacio. Desde ese punto de vista el estado nos dio esto
y en los últimos años comienza a reconocer el proceso; al comienzo tenían desconfianza,
a pesar de ser una infraestructura pública, porque para el caleño no era cotidiano la
música étnica ni la música andina y para los funcionarios públicos menos; ellos decían
que gastaban todo ligado a la salsa y al folclor colombiano por supuesto, la cultura era
así. Pero a este contexto lo miraban con desconfianza, decían ¿y esto qué? ¿Esta música
qué? ¿Por qué? ¿Para qué? ¡Y muchos funcionarios decían no! A esta música no tenemos
que hacerle nada porque es del sur y no es de los caleños.” (Flórez, 2012)
Así que la voluntad y el trabajo de las personas que han tomado estas actividades como un
compromiso de vida ha ganado también un lugar no sólo físico sino también simbólico, en la
medida que han ganado la aceptación de los vecinos del alrededor del parque:
En cuanto a la comunidad y los vecinos había desconfianza al comienzo. Nos decían estos
ecuatorianos, estos caucanos, estos nariñenses y había esa desconfianza porque aquí son
salseros, pero no sabían ellos que tocar una flauta era tan colombiano, como peruano, como
boliviano, como chileno o de argentina, porque la música étnica andina indígena trascendía
mas allá de las banderas, de las fronteras. Entonces poco a poco han ido entendiendo, los
vecinos se integraron ya, los jóvenes de aquí bailan; es que ha sido la perseverancia y el
espacio que hemos logrado conquistar al barrio, a los vecinos y ahora estamos terminado de
conquistar a la parte oficial del estado para que realmente apoyen con los proyectos
culturales para fortalecer este proceso
63
Figura No. 9 Concierto en el corregimiento de Pance. Inti Raymi 2009
Fuente: Blog del Colectivo Cultural Andino de Cali
El 6 de Octubre de 2006 se
constituye legalmente la Fundación
Colectivo Cultural Andino de Cali,
atendiendo a consideraciones legales
que permite la interacción con otras organizaciones de carácter gubernamental:
quedando constituidos legalmente como FUNDACIÓN COLECTIVO CULTURAL
ANDINO DE CALI, integrado por 22 miembros fundadores, otros y otras personas que
hacen parte de la organización en calidad presencial; cabe anotar que el colectivo en
pleno cuenta con grupos familiares, amigos simpatizantes y personas dispuestas a
participar e integrarse a la diferentes actividades (Bejarano R. , 2011)
En este Colectivo, generador del movimiento andino, residen espiritualmente amantes del
pensamiento y las prácticas andinas, académicos, artesanos, gestores culturales, músicos, artistas
plásticos, mujeres cabeza de familia, estudiantes, niños, niñas, mayores, en fin, muchas vidas
socialmente activas y confluyendo en la diversidad.
64
8.5 Tiempo transcurrido, tiempo compartido: tras los rastros de “Latinoamérica es mi
País”
“Buen día queridas amigas, queridos amigos. Abrimos nuestros brazos en el sueño
de abarcar en un abrazo, de oriente a occidente nuestra bella ciudad, el brillante y
cálido Valle, esta patria nuestra tolerante y esperanzada y este continente valiente y
solidario. Abrimos nuestro corazón a la música, al sentimiento de nuestros pueblos
Latinoamericanos, hermanados por la sangre, por la historia compartida. Saludamos
a quienes nos escuchan hoy a esta hora en que el Tata Inti está en el cenit de este
punto del espacio y del tiempo de nuestra Pachamama”.5
7.3.1 La pregunta obligada: Desde hace 12 años, “Latinoamérica es mi País”, programa
radial emitido por la Emisora de la Universidad Javeriana Cali, ha logrado posicionarse como el
espacio de encuentro los sábados al medio día de los integrantes del Movimiento Andino, pero
también de todos aquellos deseosos de escuchar propuestas radiales y culturales diferentes a las
ofrecidas en las emisoras comerciales tanto
del AM como del FM
De esta forma, el programa es parte
del proceso adelantado por el Movimiento
Andino de Cali, no se trata de un asunto
aislado, pues ha tenido el respaldo de este
proceso de resistencia cultural y por
5 Texto redactado por William Rodriguez, que da la apertura oficial del programa Latinoamérica es mi País, desde el
año 2009.
Figura No.10 Ritual ancestral durante el Inti Raymi 2010 Fuente: Blog del Colectivo Cultural Andino de Cali
65
supuesto de los integrantes del mismo quienes han estado presentes en los momentos decisivos
del programa.
Igualmente, también se engrana a la labor de difusión masiva que se realiza desde la
emisora de la Universidad del Valle (la otra emisora universitaria de la ciudad) con los
programas “Así Canta Colombia” realizado por Carlos Alberto Maya y José Omar Trujillo y
“América Andina” a cargo de Jorge Mendoza y Ary Campo.
Si bien, cada uno de los programa tiene su propia identidad, tanto a nivel de contenidos
como musical (sobre esto último tiene que ver mucho el nombre de cada espacio pues define de
manera directa el origen de los ritmos que se escucharán), integran ese bloque informativo-
cultural de los sábados generado desde las emisoras universitarias de la ciudad, que inicia de 6 a
8 AM con “Así canta Colombia”, sigue de 8 a 9 AM con “América Andina” y termina de 12 M
a 2 PM con “Latinoamérica es mi país”.
Siendo así, nos dimos cita el pasado 24 de noviembre de 2012 en la cabina de audio de
Javeriana Estéreo Alberto Riascos, Franco Rosero, Leonardo Álvarez y yo. El propósito: hacer
una reconstrucción de la memoria del programa y dar a conocer a nuestros oyentes, el proceso
transcurrido en los casi 12 años detrás de los micrófonos. Mario Alonso Ayala y Reina Bejarano,
prometieron contactarse vía telefónica, situación que debido a las actividades de cada uno,
tristemente no pudo darse. Ya Fabio Lozano nos había contado su experiencia en el programa,
unas semanas antes.
El lunar fue, por supuesto, no haber podido contactar a William Rodriguez, para invitarlo
a participar de este espacio de remembranza. Sin embargo el saludo inicial, y la cortinilla que él
rescató siguen presentes.
66
Así pues, con la musicalidad de “Plegaria a los mayores” del grupo “Fuego Sagrado”, se da
la apertura a este encuentro. Entonces se da la pregunta obligada para Alberto:
- ¿Cómo inicia “Latinoamérica es mi país”?-
- Básicamente eso tiene que ver en el momento en que ingreso a la universidad en el año
99, en ese segundo semestre. Al finalizar se da la inquietud de algunos docentes que
estábamos en esa época, de generar espacios culturales fuera de lo que estábamos
haciendo como labor docente, es decir yo tengo mi taller de guitarra, otro tiene su taller
de danza pero queríamos crear otra cosas que tenga que ver con lo cultural, con la
formación, con la educación y bueno cada uno propuso diferentes situaciones, eventos
que eran muy puntuales … “hagamos un conversatorio” “Hagamos un seminario”
“Hagamos un encuentro de danza” y yo venía con el cuento de que quería pertenecer a
“América Andina”, el programa de Jorge, de Alex, ahora Ary en los últimos años;
entonces cuando de la universidad me preguntaron “y ¿usted que va a hacer?” y yo les
dije “Un programa de Radio” pero la verdad no tenía ni idea pero me cogieron la caña-
Nace “Latinoamérica es mi país” de una propuesta pedagógica extracurricular que buscaba
aportar a los estudiantes de la Universidad Javeriana una formación que trascendiera más allá de
lo académico y de los programas de formación artística ofertados cada semestre. Es así como
desde la dirección de Javeriana Estéreo se da el espacio radial de 2 horas a la semana los martes
de 8 a 10 PM.
El nombre del programa se toma de una canción con el mismo nombre, del grupo boliviano
“Sabia Andina”; sin embargo, el significado trasciende el mismo nombre porque como lo dice
su creador “hay asuntos comunes como los aspectos culturales y sociales que nos hacen
67
semejantes entre países” (Riascos, 2012), pues las fronteras son generalmente caprichos de la
geopolítica, no de la cultura:
- en ese momento a mí se me ocurre que el denominador común más importante
tratándose de un programa musical era precisamente la música que hay alrededor de
todos estos países y se lo plantea mucho en el cuento musical de los 6/8 que se encuentra
en el currulao, en el sur sureño, en la zamba, en los ritmos argentinos como el chamamé,
algunos ritmos chilenos, ritmos peruanos sobre todo negros, en algunas cosas del Brasil
también se encuentran así que eso es un denominador común musical que está allí
presente, por lo tanto tratando de unificar estos países de decirle a las personas que no
estamos separados, que las fronteras son solamente situaciones políticas que se dan
pero que usted se encuentra con un argentino, un chileno, un boliviano y hay muchos
sentimientos encontrados- Alberto Riascos
Los primeros programas (que se emitieron en pregrabado) giraron en torno a la música y
la organología del grupo chileno Inti Illimani, así como su historia y la producción musical en
los diferentes momentos por los cuales ha pasado el grupo. El programa en sus inicios tenía
mucho que ver con la música andina (desde el sur de Colombia hasta la Argentina) pero poco a
poco se fue abriendo el espectro hacia la música del interior de Colombia, al folclor colombiano
y por supuesto a las otras músicas no andinas de Latinoamérica, como el samba brasilero, el
Bossa Nova, la música antillana, la nueva trova y el Rock en español.
68
Es así como empiezan a sonar en el programa desde Totó La Momposina, Guafra Trio y
Jorge Velosa hasta Chico Buarque, Fito Paez y Charly Garcia. Así mismo se empieza a dar
cabida a los grupos locales como Whari, Juglares, el Grupo Minga y el Grupo Siembra.
7.3.2 Nuevas voces:
Figura No. 11 Grupo Juglares en el “Festival de festivales”, Cali 2012. Alberto Riascos en la mitad Fuente: Perfil de Facebook de Alberto Riascos
Mientras el programa transcurre las risas van y vienen, y el final de la canción “Tiempo” del
grupo Bandola de Sevilla nos indica que tenemos los micrófonos abiertos:
- Alberto, estábamos hablando de otras personas, de otros personajes que también han
sido vitales en la construcción del programa-
- Si claro al comienzo de “Latinoamérica es mi país”, el locutor era yo, entonces Mario
Alonso así como Reina Bejarano eran los fieles oyentes al programa, pero Mario era el
incisivo qué básicamente estaba todo el tiempo. Así que un día le digo “venga y lo
69
conozco” y el viene aquí y se enamora de este espacio, se enamora de la emisora y
comenzamos a trabajar juntos en la programación del programa y la siguiente historia
del programa después de Mario fue Fabio Lozano, integrante de Dana Wha, que
precisamente está en el fondo musical-
7.3.3 De Miami a la vereda Las Vueltas: Fabio Lozano contaría su ingreso al programa en
entrevista realizada el pasado 17 de octubre de 2012 en la ciudad de Pasto. Tras un fugaz paso
por Comunal Estéreo, una de las emisoras comunitarias con las que contaba la ciudad, Fabio
llega a Latinoamérica es mi país:
Yo por cuestiones de la vida y de la música había conocido a un gran amigo que se llama
Alberto Riascos, pues estuve trabajando en Jamundí un tiempo en el Jardín de la esposa,
entonces él alguna vez me dijo “Quieres ir al programa” y le dije “Uy que bien ¿dónde?”
y me dijo “hago un programa en Javeriana, te invito” y yo le dije “no pues listo, con
gusto, chévere… y eso ¿cuándo es?”, “los martes en las noches, ayúdeme, colabóreme ”
y le dije listo (Lozano, 2012)
Durante ese año, el equipo estuvo integrado por Alberto, Mario Alonso y Fabio, quienes
sortearon con circunstancias como la escacez de dinero para dirigirse hacia la emisora a hacer el
programa. Y desfilando por el estudio Victor Heredia, Victor Jara, Pablo Milánes, Silvio
Rodríguez, kjarkas… en este paisaje tan diverso y multicolor que es el Valle del Cauca… con un
compromiso aún mayor: la incursión en el Internet a través del Real Audio, lo que permitó a
muchas personas que viven en el exterior escuchar el programa.
70
…leíamos tantas cosas yo diría culturales y políticas que hacían mella en la gente… y la
gente llamaba porque eran reflexiones muy acertadas con la época sin nosotros irnos a la
izquierda o a la derecha. Hablar de los procesos de cambio personal, de un proceso de
cambio en las comunidades es un compromiso, un compromiso ético porque no puedes
en ningún momento en esas dos horas decir mentiras sino más bien fomentar tantas cosas
que a veces por la radio es tan sabroso escuchar, ahora que ya todo es tan material, que ya
no se escucha de una buena radio o de una buena música, tú estás invadida (sin lapidar de
nadie) de una música totalmente carente de raíz, de fondo; entonces eso hace que las
masas vayan perdiendo como el norte, por eso es tan importante esas dos horitas de una
música que tenga un contenido poético, que tenga una parte histórica tanto para los
jóvenes como para los que ya estamos pasados de años
También se leían textos que quizás no fueron de agrado para los directivos de la emisora
y que merecieron un llamado de atención para Alberto, pues hacían referencia a Jaime
Bateman y a Carlos Pizarro, aunque la intención no era hacer una apología a la guerrilla
ni propaganda al M- 19 sino compartir con los oyentes reflexiones en el sentido de hacer
propuestas de justicia social, para el país. (Lozano, 2012)
Fue entonces cuando los oyentes del programa empezaron a reportar sintonía desde
lugares tan disímiles con Miami o Nueva York o la vereda “Las vueltas” en Santander de
Quilichao en donde algunos estudiantes indígenas del colegio Juan Tama se reunían las noches
de los martes en un llano cerca del colegio pues era el lugar en donde mejor se sintonizaba la
emisora. Allí escuchaban el programa alrededor de una fogata y en medio de la oscura
complicidad de la noche que invitaba al recogimiento.
71
7.3.4 Aires de cambios, aires de crisis
Vuelvo a casa, vuelvo compañera.
Vuelvo mar, montaña, vuelvo puerto.
Vuelvo sur, saludo mi desierto.
Vuelvo a renacer, amado pueblo.
Vuelvo para Vivir. Illapu.
Entonces se empiezan a dar varios cambios en el programa, la emisora cambia de director y el
programa cambió de horario al que está actualmente: los sábados de 12 a 2 PM. Por su parte
Alberto Riascos, debido a sus compromisos laborales, empezó a tener dificultades para asistir al
programa, lo que motivó a Mario Alonso Ayala a seguir con el liderazgo del programa.
Semanas después la nueva directora de la emisora informa - a través de carta - el cierre
definitivo del programa; decisión que se replica con varios integrantes del Movimiento Andino
convocando a varios amigos a un programa especial de despedida…
- Escuchábamos la canción “Vuelvo para vivir” del grupo Illapu, canción con la cual se
reinicia el programa después de haberse despedido de sus oyentes pero Franco tu ya
estabas en el programa sino estoy mal, cuéntanos ¿Cómo se dio tu llegada al
programa?-
- Recuerdo que se dio a raíz de una coyuntura digamos que de índole institucional donde
quedaba en vilo la suerte del programa y me acuerdo mucho al compañero Jhony Muñoz
de Huari con el que estuvimos reunidos y hacíamos una serie de comentarios y llamadas
al aire del público clamando unánimemente de que el programa continué, felizmente esa
presión sirvió y bueno ahí tenemos Latinoamérica es mi país hasta hoy. Con Alberto
72
Riascos establecimos más contactos, intercambiamos más ideas, unas propuestas y
entonces yo pude acompañarlos por un tiempo también-
Mario Alonso Ayala Santacruz, relata los recuerdos de ese momento:
Estuvimos fuera del aire un sábado – pensábamos que iba a ser más- la respuesta fue
total, el apoyo fue total, hubo correos, cartas, llamadas al programa y la sorpresa nuestra
fue que así como nos mandaron esa carta diciendo que el programa no iba más a los 15
días de haber dicho adiós nos llegó una carta de la directora diciendo que preparemos un
especial para el retorno a pesar de que habíamos estado sólo un programa por fuera del
aire y entonces seguimos. Así como hicimos un especial de despedida, hicimos un
especial de retorno con los amigos (Ayala, 2012)
Desde ese momento se vincula Franco Rosero y Reina Bejarano al equipo realizador del
programa. Franco como el elemento que fortaleció la parte musical y el debate sobre la situación
cultural, política y social del país. Reina trajo consigo toda su femineidad: aparece por primera
vez una voz femenina en el programa.
7.3.5 Y la Voz femenina se hace escuchar: Llama la atención al realizar el ejercicio de
sistematización del proceso del programa que sólo dos mujeres hemos participado de manera
decidida y comprometida poniendo sus voces en él en casi 12 años. Situación que no es
diferente en los otros dos programas radiales ya nombrados. Las mujeres suelen participar como
invitadas o se dedican a otras actividades dentro del Movimiento Andino, pero pocas se arriesgan
a tomar la palabra. Al respecto Reina Bejarano nos diría:
73
Todavía pesa muchísimo el sistema patriarcal entonces hay escenarios que supuestamente
se llama para hombres o que la preparación la tienen solamente los hombres entonces en
ese sentido es posible que algunas mujeres sientan todavía timidez de enfrentar esos
medios de comunicación porque es importante que las mujeres derriben esos paradigmas
de solamente dedicarse a la parte operativa o a lo logístico; eso es muy importante, es
muy valioso y es muy bello pero hay otros trabajos que también es importante realizarlos,
entonces a mi me parece que también tiene que ver en ese sentido. Además dentro del
Movimiento Andino es muy fuerte todavía el machismo y no quiero decir que los
compañeros, sino que se teje alrededor una entretela que no visibiliza más a las mujeres,
entonces me parece que hay que hacer un trabajo fuerte de género en ese sentido para
empoderar a las mujeres no solamente de lo que está pasando, de las noticias sino
también de cómo comunicarlas y de otras cosas que queremos decir y que hasta pueden
llegar a ser muy caseras, muy cotidianas (Bejarano, 2012)
Con la vinculación de Reina se crea una sección poética y junto con los demás
participantes del programa se realizaron cambios al programa; así mismo se seleccionaron
nuevas cortinillas, algunas de las cuales todavía hacen parte del programa.
En ese entonces reciben capacitaciones de parte de la Universidad Javeriana en temas
relacionados con la producción radial, pero también empieza la exigencia de la consecución de
pauta radial y de realizar el programa a través de pregrabados. Es allí cuando la participación de
Reina y de Franco empieza a dificultarse; ya Alberto Riascos se había retirado definitivamente.
La tarea de buscar patrocinadores para el programa así como la imposibilidad de acordar
horarios para realizar los pregrabados de tal forma que no se perjudicara sus actividades
74
laborales hacen que Reina Bejarano y Franco Rosero se retiren del grupo de producción de
Latinoamérica es mi País, después de casi un año de participación.
Por otro lado, Mario Alonso anota que la salida del programa de Reina y de Franco
también tiene que ver con las peticiones de la dirección de la emisora de hacer del programa un
espacio musical y no tanto de opinión, es decir la voz al aire no debía demorarse mucho, las
intervenciones debían ser cortas.
Mario Alonso continúa solo al frente del programa por varios años, realizando los
pregrabados los días jueves, esto hizo que se perdiera el contacto directo con los oyentes.
7.3.6 Nuevos miembros de la familia y la antena rota: El siguiente en entrar a hacer parte
de este proceso es el músico Nariñense William Rodríguez, también integrante del grupo Dama
Wha, quien llega por invitación de Mario Alonso Ayala y por supuesto con la aprobación de
Alberto Riascos. Ya corre el año 2009.
William propone diferentes secciones para el programa, y se empieza a trabajar con él
una serie relacionada con las dictaduras que se han tenido lugar en Latinoamérica. Ingreso yo
también a hacer parte del programa ya como profesional del área de las comunicaciones para
aportar desde mi formación. Sin embargo, esta nueva etapa se ve truncada por un rayo que
durante un fuerte aguacero daña la antena trasmisora de la emisora. Los programas nuevamente
tienen que ser pregrabados, así que de nuevo Mario Alonso continúa solo.
75
7.3.7 Y de nuevo se arma el equipo
“Virgen dame Aché
Ay protégeme
Danos tu bendición”
Bendición, Rubén Blades
Trabajando en un Colegio de Cali, Mario Alonso conoce a Leonardo Álvarez quien se
desempeña allí como profesor de ciencias sociales:
Hablamos y me doy cuenta que le gusta mucho la música y la cultura latinoamericana y
siendo él profesor del área veo que tiene mucho que aportarle al programa y le hago la
invitación. Yo le hago la invitación pero ya sabía que él iba para el programa tan pronto
me di cuenta sus gustos, sus aficiones, su amor por la tierra, lo de la raza porque entre
otras cosas ya estaba buscando otra persona u otras personas a quien dejarles el programa,
ya había hablado con el Betico (Alberto Riascos) precisamente de buscar una persona que
nos colabore porque a futuro miraba que no iba a poder continuar con el programa y
necesitábamos que alguien continuara, no queríamos que el programa fuera sólo música y
ya, y esto daría pie para que se acabe al no haber alguien al frente. (Ayala, 2012)
Ese fue el último año de Mario Alonso Ayala, en su vida personal y profesional se
empiezan a dar cambios que apuntan su regreso a su ciudad natal: San Juan de Pasto. Leonardo
empieza a asistir al programa inicialmente como invitado y poco a poco empieza a
comprometerse con el espacio.
76
Yo siempre he escuchado América Andina y Latinoamérica es mi país desde que era
semana en las noches, le seguía la pista y lo escuchaba los sábados, un día Mario me dijo
“Caminá y para que hablemos un rato de cosmovisión andina” y yo “¿Cosmovisión
andina? ¿Pero yo que sé de eso? Y me dijo “Vos sabés” entonces yo le dije: ¡ah bueno! Y
me llevé un material y participé ese día en el programa hablando de cosmovisión andina
porque se acercaba el Inti Raymi, y como a los 15 días me dijo ¿por qué no vas otra vez?
Un día me soltó la bomba y me dijo que quería dejar un encargo muy especial y me contó
todo y me dijo: “Yo quiero que te quedes con el programa” y yo “¿cómo así Mario?” y
eso fue brutal porque yo venía trabajando con el Yajé y con estas medicinas nativas y en
una toma por estos días , después de que él me soltó la invitación entendí que nosotros no
somos más que instrumentos de los seres ancestrales y que ahí se estaba dando un
permiso de los mayores, de los abuelos de los andes y de la selva de continuar haciendo
un trabajo en los medios de comunicación y que si a mí me lo regalaban era un regalito
pero también una responsabilidad y un “Hágale mijo que ahí le vamos abriendo espacio y
ayúdenos a difundir lo que venimos construyendo ancestralmente” … yo vi esa situación
como una cuestión trascendental, mística (Álvarez, 2012)
Pero la experiencia le había enseñando a Mario que en el programa debían estar por lo
menos dos personas, entonces me convocan nuevamente, e ingreso de nuevo al programa. Se
inicia entonces un proceso de aprendizaje e investigación de las compresiones e interpretaciones
del mundo andino pero también de sus ritmos, sus instrumentos en aras de fortalecer el proceso
formativo que se adelantaba desde el programa. Así surgieron una serie programas a propósito de
la conmoración del denominado “Bicentenario de independencia” a la que se llamó “Los héroes
no oficiales” en donde se resaltaron perfiles como los de la Cacica la Gaitana, Benkos Bioho,
77
Manuel Quintín Lame, personajes de la historia nacional que adelantaron luchas sociales desde
sus contextos pero que generalmente no son reconocidos por la oficialidad al ser considerados
como subversivos.
7.3.8 Y entonces un “Duende” se metió a la cabina: Entonces Mario Alonso se radica
definitivamente en Pasto, y la dirección de la emisora intentó poner “orden” al programa,
ingresando un nuevo elemento que tenía experiencia radial. Él llegó con la idea de hacer
diferentes secciones al estilo de una revista radial. De esa manera se impusieron secciones como
“El café” o “La hora del cuento” que no tenían nada que ver con la línea editorial y de
programación musical que hasta ese momento había manejado el programa llevándolo a perder
de a poco su identidad. Llegó el momento en que sólo quedo “El Duende” al frente del
programa.
Un día, el coordinador de la emisora convocó a Leonardo Álvarez para dialogar al
respecto acordando el regreso de él al programa y la salida de “El Duende” pues al parecer se
habían recibido quejas de parte de los oyentes a quienes no les gustaba el rumbo tomado por el
“digamos que de la damnificada en esa negociación fue Ángela, porque la cosa fue que se dieron
ciertos orgullos y no se permitió que siguiera en el programa” (Álvarez, 2012). Sin embargo la
decisión en conjunto fue seguir y el programa poco a poco fue tomando un giro relacionado una
especie de “Relevo generacional” que consiste en programar no solamente lo que puede
considerar “Clásicos” de la música latinoamericana (Inti Illimani, kjarjas, Mercedes Sosa,
Silvio Rodríguez) sino que también se empezaron a programar artistas más recientes que no
estaban sonando en el espectro de la ciudad como Susana Baca, Lila Downs, Soledad Pastoruti,
Jorge Drexler, Manu Chao, Fabulosos Cadillacs así como abrir la posibilidad a grupos locales
78
que empiezan a tener reconocimiento como Africali, Mama Julia y los sonidos ambulantes,
Herencia de Timbiquí, Grupo bahía o Maria Mulata.
7.3.9 Nuevos Aires: Con la nueva sangre que entró al programa se crea la página en
Facebook, que permite establecer lazos de comunicación con los oyentes sobre todo con los más
jóvenes. En este momento la página cuenta con 206 miembros con quienes existe la posibilidad
de conversar vía chat durante la emisión del programa, ellos además cuelgan links, videos,
eventos, reflexiones, imágenes; esta página, a su vez, ha permitido realizar una caracterización
muy general del tipo de oyente del programa: estudiantes de Bellas Artes, artesanos de la loma
de la Cruz, educadores, artistas, pintores, los integrantes de los diferentes grupos de danza andina
e inclusive amas de casa. Se trata por tanto de un grupo muy diverso y variopinto como una
muestra de lo que es el Movimiento Andino.
Leonardo recoge entonces el legado creado por Alberto Riascos y entregado de manos
directas de Mario Alonso Ayala, con el compromiso de dar continuidad a este programa que
busca celebrar la vida, cantarle al amor, al encuentro, a la transversalidad, a los colores sin llegar
a caer en tendencias políticas, sino a través de una línea educativa para visibilizar los pueblos
ancestrales; en ese sentido se han realizado series de la literatura indígena colombiana con sus
poemas, mitos y leyendas; se hizo una serie basada en el libro “América profunda” del filósofo
argentino Rodolfo Kush “que es una invitación a reconocer quiénes somos, no a seguir
luchando, sino a saber quiénes somos hoy, a saber qué es ser latino, que es ser negro, blanco,
indio, entonces digamos que en eso nos hemos puesto de acuerdo con la universidad” (Álvarez,
2012)
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- Se nos acaba el tiempo, ha transcurrido este tiempo compartido con ustedes mis
compañeros de la mesa y también con los oyentes que nos han felicitado a través del
teléfono y también por Facebook. Pero Franco, antes de cerrar, quisiéramos saber
¿Qué percepción se tiene de Latinoamérica desde afuera?-
- Pues yo percibo como oyente que en los medios universitarios en que me desenvuelvo
sobre todo en la universidad del Valle -San Fernando hay un público cautivo que uno ya
sabe que asiduamente el sábado está en sintonía o están en el Real Audio con sus
portátiles, grupos estudiantiles, la gente del sindicato que uno conoce. Otros medios
puede ser en Meléndez. En fin son los medios sobre todo universitarios los que acceden
más a esto porque sin tener el espectro de la emisora en comparación con otras -
sabemos que las emisoras comerciales son abrumadoras en eso y ellos tienen otro
manejo de las cosas- pero si sabemos que hay gente que está escuchando y es gente que
está en la misma línea de pensamiento de esto, lo que es la identidad cultural o la
realidad cultural que se quiere mantener todavía un poquito de las raíces, de los valores.
Entonces la semilla está echada, da sus frutos, no es un árbol frondoso pero es un árbol
firme y eso es lo bueno que hay que seguirlo cultivando-
- ¿Alberto, por qué es importante que se mantenga este espacio?-
- Latinoamérica es mi país como otros programas “Así canta Colombia” y “América
Andina” - porque siempre hemos sido programas hermanos- son programas de
resistencia. Hemos venido generando conciencia y hemos venido liderando la labor de
difundir algo que nos pertenece a todos que es el folclor de cada región, de cada país y
de cada lugar y de forma silenciosa se ha venido trabajando esto, así que pienso que se
80
debe continuar de alguna forma como se está haciendo como ustedes lo vienen
trabajando, porque básicamente lo que aquí se programa, lo que la gente escucha es una
música que tiene una muy buena intención, es importante no perder eso de la
intencionalidad de la música; sabemos que en el ámbito comercial, la música puede
llegar a tener otra intención que no es precisamente la intención de sublimar o la
intención de meditar o de conectarse con qué se yo, sino otro tipo de intenciones. Sin
embargo sabemos que el folclor tiene una intención muy clara, la intención de
permanecer entendiendo de dónde venimos y Latinoamérica es mi país es precisamente
eso lo que está mostrando, lo que está difundiendo -
7.4 Talleres de danzas andinas…
Figura No.12 Danzantes durante un TADI
Fuente: El autor
ya con tanta peña y tanto
evento y en Cali que es
diferente, no es lo mismo en
otro sitio, Cali es Cali y la
gente quiere bailar la música
andina, se aburre de
solamente mirar, en los eventos de acá la gente miraba pero se movía de alguna manera,
movía el pie no podían estar sentados dos horas, en una hora o 20 minutos se aburre,
inclusive se ponían a bailar la música andina como salsa, entonces pensamos de que ya
era tiempo, que había que crear un taller en donde se aprenda la danza andina étnica
81
como es, como se bailaba en su forma tradicional y creamos en el 2000 el primer taller de
danza andina ya formal en la loma, para crear un grupo de danza precisamente y el
ensayo era aquí en la loma en el espacio público, y entonces alrededor de eso la gente
mira, como aquí todo mundo puede venir, espacio libre, entonces le gusta, curiosea, mira,
se integra y poco a poco termina bailando. (Flores E. , 2012)
La tarde ha terminado. El olor al humo de sahumerio indica que la actividad está por
iniciar. Son casi las 7 de la noche, el sol ya ha caído y la brisa caleña llega desde los farallones
para compensar un día de calor. Un hombre de rasgos indígenas recorre todos los rincones de
la rotonda principal del parque Artesanal Loma de la Cruz mientras lleva en sus manos las
plantas secas quemándose en un acto de purificación de aquel sitio en el que se va a realizar
uno de los rituales más antiguos de la humanidad: la danza.
Alrededor de la rotonda, se encuentran las personas que llegan cada jueves a esta
actividad. También llegan aquellos que de manera desprevenida pasan por el lugar y se
preguntan las razones de tanto alboroto. En un rincón, se encuentran los organizadores quienes
ultiman detalles técnicos para la amplificación del sonido: se conectan los aparatos ¡listo el
reproductor! ¡Con la cabuya ahí que hacer un cuadro alrededor de los equipos! … ¡listo
también… los que quieran dejar sus maletas acá y las reclaman al final! … y de repente el
sonido de una zampoña y una maraca Inga: el taller de danza andina TADI ha iniciado
oficialmente.
82
Los Talleres Ancestrales de Danza Andina iniciaron alrededor del Taller Wara de
propiedad del artesano de origen Aymara Edy Flores. Allí junto a otros gestores culturales de la
época como Alexander Agudelo se vio la necesidad de enseñar al público caleño que frecuentaba
la loma y se interesaba por la música andina, la forma tradicional de danzar los aires andinos.
Del Taller Wara, los ensayos pasaron a la rotonda de la media luna allí se fueron uniendo
a los ensayo, espectadores como Patricia Recalde, quien narra su experiencia en el documental
TADI: talleres aeróbicos de danza indígena, dirigido por el estudiante de Comunicación de la
Universidad Javeriana- Cali, Luis Ernesto Loaiza Rodriguez:
Llegábamos y sacábamos la extensión, el equipo iba aquí, a veces era grabadora, a veces
era equipo, el bafle siempre fue el de Edy, lo conectábamos, recuerdo que en este bolso o
en otro bolso yo traía todos los CD y la gente se sentaba acá, todo esto era lleno (Loaiza,
2012)
Rápidamente los profesores del taller convocan al calentamiento en el centro de la
rotonda, los niños y los más lanzados llegan rápidamente, los más tímidos esperan a que se
reúnan más personas para integrarse a la actividad: movimiento de las articulaciones,
empezamos de abajo para arriba, los tobillos… ahora las rodillas, las caderas…
El inicio de una saya caporal indica que los movimientos deben ser más rápidos… y la
gente llega a unirse al círculo danzante, mientras se recomienda a los niños formar un circulo
en el centro para evitar ser estropeados y a los más avanzados ubicarse en la media luna en las
afueras de la rotonda y así dar rienda suelta a su danzar. Los talleristas por su parte, indican
uno a uno los pasos a seguir y de golpe, cuando se percatan de la necesidad se acercan a algún
83
principiante para explicarle de manera detallada los pasos a seguir: ¡uno: a la derecha, dos: al
frente, tres: a la izquierda, cuatro: atrás… y de nuevo: uno, dos, tres, cuatro… uno, dos, tres,
cuatro, último y básico!... Sin embargo, los que están más atrás no alcanzan a ver muy
claramente el paso indicado por el guía, así que se limitan a seguir a la multitud.
Cuando el taller se hacía en la rotonda de la parte de abajo o rotonda de la media luna,
muchas personas se empezaron a integrar al ya conformado grupo de danzas Suyay. Es así, como
se vio la necesidad de conseguir un espacio cerrado para continuar con una formación más
académica y que trascendiera de los ensayos en este sitio público.
Por su parte, los vecinos del sector al ver la fuerza que iba cogiendo la actividad y
preocupados por su tranquilidad interponen una acción de tutela. Nuevamente Patricia Recalde
recrea este momento
Lastimosamente, la paciencia, la tolerancia no todo el mundo la tiene y algunos de los
vecinos de acá en un tiempo, no recuerdo si fueron 2, 3 años nos colocaron una tutela, la
tutela era por la bulla aunque esto siempre ha sido cultural, pero en esa época cuando
pensábamos que nos hicieron un daño, nos hicieron fue un favor y claro cuando nos
mandan arriba a la rotonda (rotonda principal), el cambio inicialmente no gusta, nosotros
nos sentíamos extrañísimos pero bueno eso sirvió para que halla más público como
ustedes lo conocen ahora (Loaiza, 2012).
Y así uno a uno y durante dos horas van desfilando los aires musicales de este continente
que se mezclan con la brisa un poco fría que refresca la ciudad; san juanitos, sayas, tinkus,
bambucos y tobas se escuchan y se danzan en la loma; algunos pisones, uno que otro codazo y
84
un “disculpe que pena” y el olor a sudor de los danzantes significa que la rotonda está llena y
que el taller se encuentra en su punto de esplendor. Mientras tanto, algunos aprovechan para
vender sus productos: artesanías, comida vegetariana, la chicha y el juguito de uva conviven
con los chitos, el agua con gas o sin gas y los minutos a trescientos. La policía observa, según
ellos “no tienen de qué preocuparse” y en el ambiente se siente una esa especie de hermandad
entre policías y participantes que parece
distante de las imágenes de confrontación que hasta hace muy poco se veía en la televisión entre
indígenas y ejército. Sin embargo, las tensiones están latentes.
Los desprevenidos y los que no, toman registro fotográfico y audiovisual de la actividad.
Esta actividad genera algún tipo de fascinación, farandulera tal vez… un tema de investigación,
quizás. Otros sentados alrededor de la rotonda observan y aprovechan el espacio para
distraerse, para ver lo exótico de esta música, al indio “que baila como un putas”; en cambio
los que han emigrado de lugares más al sur del continente vienen para encontrarse, para
escuchar esa música tan propia, la música de su tierrita.
Y con la saya las mujeres mueven sensualmente sus caderas al estilo de las mujeres afro
bolivianas y con los tambores al son de un tobas amazónico todos saltan como lo hacen en lo
profundo de la selva los indígenas imitando al jaguar. El tiempo transcurre y el TADI de este
jueves llega a su fin, todos sudan, algunos muy cansados realizan estiramientos, otros
entusiasmados aplauden y agradecen a quienes han organizado la actividad, otros quizás más
generosos dejan algo de dinero en las canastillas destinadas para tal fin y que al final de la
85
jornada serán repartidas a los talleristas; Edy quien coordina la actividad desbarata todo el
andamiaje de equipos, a veces cuenta con ayuda, otras veces no tanto.
Hay papeles, envolturas, bolsas plásticas en el suelo como si ese “respeto” a la
pachamama solo existiera en las letras de las canciones danzadas.
El TADI llega a su fin como ya han pasado casi 600 a lo largo de 10 años cuando un grupo
de mujeres decidieron aprender a bailar las danzas andinas; el TADI llega a su fin, el sonido de
las quenas, las zampoñas y el charango se guardarán para la próxima semana… quedan
algunos que aún no quieren irse a descansar… es juernes, la noche es joven y en este Cali
Pachanguero.
86
VIII. CONCLUSIONES
8.1 Lo que emerge o las formas alternativas de esperanza: una mirada de lo comunicativo
Encontrarse. Brindarse esa oportunidad de “estar juntos”. Reunirse en torno a un sentimiento en
común, a una forma de pensar y de vivir la vida. Reconocerse como sujeto y como colectivo en
una ciudad que por su geografía se puede definir como Andina, pero que culturalmente es una
riquísima mezcla de etnias, sonidos, colores, olores y sabores…
Se trata también de proponer una forma de “habitar” esta ciudad que también puede ser
esquiva, huraña, violenta, exclusora… una ciudad cuyo imaginario se moldea con los juegos
comerciales liderados por algunos sectores sociales y difundidos por los medios masivos de
comunicación.
Allí, en lo variopinto y en lo homogenizado de la “capital de la salsa” se gesta este
movimiento social que ha inspirado esta investigación. El Movimiento Andino de Cali reivindica
una forma de vida, un estilo de pensar, sentir y sobre todo relacionarse con la naturaleza; se trata
de un reclamo cultural construido localmente para un contexto global, son reclamos que
terminan constituyendo todo un significado social, una generación de conciencia sobre el
presupuesto de la difusión del folclor, eso que nos pertenece a todos.
Representa pues todo un desafío, es una afrenta a esa identidad homogénea de “ser
Caleño”. Son propuestas de “otras” formas de socializar con la gente y los espacios de esta
también “sucursal del cielo”. Es ser latinoamericano con conciencia de sus implicaciones y no
sólo por moda; ello implica instalar una mirada profunda a este continente, a sus problemáticas,
sus dolores, sus colores y sus sabores. El Movimiento Andino se ha instalado en una ciudad de
contingencias, coyuntural, movediza, de texturas, de sonidos y de voces que también puede
87
mirarse a sí misma, a un pasado más cercano a lo indígena y a lo afrodescediente que a lo
proclamado por otras culturas importadas por intereses comerciales.
El movimiento Andino de Cali ha logrado construir un proceso político que tiene como
base la cultura, o más precisamente la resistencia cultural, que por un lado los configura en su
interior como comunidad y por otro lado los relaciona como ciudadanos de esta urbe. “Es de
comunidad por sus orígenes culturales e históricos; es de ciudadanía, porque actualmente las
ciudadanías no circulan a través de mecanismos electorales individuales, sino colectivos” (Motta,
2004, pág. 199)
8.2 Reflexiones en torno a lo encontrado
Reflexionando sobre la información recogida y las
categorías de análisis establecidas (Resistencia
cultura, espacios educativos alternativos y
comunicación alternativa) es difícil diferenciar en la
práctica los límites entre unas y otras.
Si cabe la opción de hacer una representación,
podría definirse como una especie de mandala6: que
para este caso es círculo y es espiral, es decir se
presenta una relación sistémica entre las categorías
analizadas, por eso las conclusiones tratan de abordar el tema de una manera holística a
semejanza de la concepción andina del mundo, es decir la vida como un ciclo infinito. Sin
6 Los mandalas son representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, que en
muchas culturas tiene una connotación espiritual. Un mandala es básicamente un círculo que representa el símbolo del cosmos y de la eternidad. Representa la creación, el mundo, Dios, el ser humano, la vida.
Figura No.13 Mandala Andino Fuente: http://www.heteronimos.cl/galeria.php
88
embargo, finalmente lo que se construye y también pervive es el ser, el sentir y el pensar de lo
andino a nivel colectivo más que a nivel individual, a pesar de las múltiples dificultades que se
han presentado durante el proceso como lo puede la corrupción, la politiquería y la falta de
compromiso de algunos miembros del colectivo como lo manifiesta Rosa Bejarano7
Tales posiciones generan que el trabajo en colectivo se replantee para que de colectividad
se pase a individualidades trabajando para un colectivo, en cambio que si muchos son los
que están, el que hacer se hace en menos tiempo, con mas compromiso de todos y
mejores resultados; sostengo que el Colectivo no lo hace una persona, así brinde lo mejor
de sí porque termina cargándose con lo de todos; este trabajo lo integran, desarrollan un
conjunto de humano con matices de personalidades que sumados hacen
complementariedad de conceptos, de gestiones, de fuerzas y manifestaciones que
terminan materializándose recuperando espacios de ciudad, integrando transeúntes que
encuentran en cada acto una riqueza digna de apreciar y conocer (Bejarano R. , 2011)
Lo anterior permite percibir una conciencia “de pertenencia transmitida y heredada,
ligada a la tierra, al grupo parental, a los rituales, a la lengua como máxima expresión simbólica,
y a un sentimiento subjetivo de comunidad” (Motta, 2004, pág. 201), pero así mismo los
integrantes del Movimiento Andino de Cali han entendido que no pueden ser un movimiento
aislado y por ello dan apertura a sus eventos para relacionarse con otras identidades porque
como lo menciona Néstor García Canclini “hoy todas la culturas son de frontera” (Canclini,
1990, pág. 325) es decir, son permeadas por otras culturas.
7 Educadora popular, estudia actualmente etnoeducación en la Universidad del Cauca. Nacida en Mazanares,
Caldas ha acompañado procesos comunitarios en el municipio de Cali y es integrante activo del Colectivo Cultural Andino. Integró por el periodo de un año el equipo del programa “Latinoamérica es mi país”
89
Pues sobre todo en un contexto de globalización para estimular un sentido de pertenencia:
“los grupos humanos para construir sus identidades seleccionan caracteres que surgen de su
experiencia y de su historia y del patrimonio sociocultural propio y de aquellos con quienes se
han relacionado y les resulta más significativos” (Motta, 2004, pág. 204). Motta citando a
Zambrano (1992)
Lo anterior se refleja en su discurso integrado por una gran variedad de voces y de
acentos, y en las prácticas a través de espacios virtuales como el programa radial o directo como
los Talleres de Danza. Así se da un proceso de reelaboración simbólica que muestra como el
espacio urbano real y virtual se reconfigura hacia lo andino y a su vez, se reelabora una
identidad de lo andino en la modernidad.
8.3 Sobre los lugares: el simbólico, el transitado, el ancestral, el imaginado y hasta el
virtual
Durante esta investigación resultó muy potente esta subcategoría en tanto los lugares permiten
que se establezcan las relaciones entre los sujetos (tanto a nivel individual como colectivo). El
Parque Artesanal Loma de la Cruz se puede considerar el lugar que congrega muchas de las
actividades en donde el Movimiento Andino construye y recrea su identidad y desarrolla muchas
de sus “prácticas simbólicas para la expresión de su etnicidad” (Motta, 2004, pág. 235) en la
ciudad. Es el espacio público en donde los integrantes de este movimiento ejercen su derecho a
ser vistos, a ejercer su ciudadanía, a ser sujetos políticos.
Otros lugares a tener en cuenta son los virtuales, como el sitio en Facebook del programa
Latinoamérica es mi país o inclusive el mismo programa refuerzan cada sábado esa noción de
comunidad imaginada, según la entiende Benedict Anderson: “Una comunidad construida
90
socialmente, es decir, imaginada por la personas que se perciben a sí mismas como parte de ese
grupo”. (Anderson, 1991)
Son estos lugares, tanto virtuales como reales, por donde transitan los elementos
inmateriales que construyen el sentido de comunidad y de resistencia cultural, son ámbitos de
apropiación de prácticas, es el sitio en donde se comunican los actores y por ende, transitan los
discursos y se establecen sus instituciones.
“El espacio”, es la ciudad – Santiago de Cali- en donde se produjo este movimiento
social y donde habitan y transitan sus actores. En suma se trata de una ciudad que se convierte
en aula ampliada, es una ciudad que educa a través de procesos pedagógicos que se van dando
desde la formación artística, la recordación de fechas que tienen significado histórico y cultural
para el Movimiento Andino, el seguimiento a algún personaje o un movimiento social en
particular, la recuperación de su folclor, la literatura indígena, la espirtualidad andina la
formación política y las reflexiones que se van dando en diferentes escenarios y que contribuyen
a un tejido que permite al sujeto construir y delimitar sus propios horizontes, es decir abordar
ciertos temas que responda a la urgencia de sentirse latinoamericano. Se trata de una apuesta por
crear más interrogantes que certezas para que cada uno se encargue de investigar y profundizar
según sus intereses.
8.4 Ser andino es ser político…
Otro asunto que es bastante trascendente es la acción política, entendiendo que las diversas
actividades buscan realizar un aporte a la ciudad desde una cosmovisión andina. Frente a la
propuesta de asumir una postura claramente política desde el movimiento alrededor de los
debates y las situaciones relacionadas con lo indígena y lo andino en la contemporaneidad, se
91
evidencia dos tendencias que si bien no generan tensión, si pueden llegar a considerarse
complementarias.
Por un lado están aquellos que no conciben una división entre lo político y las
reflexiones y acciones que se dan en el seno del Movimiento Andino, es decir lo andino no debe
ser ajeno a las luchas obreras, a las luchas indígenas, a las luchas estudiantiles y como tal se debe
asumir una actitud “militante” como bien lo declara Rosa Bejarano en el texto Ser Andino es ser
político:
El Colectivo Cultural Andino es una apuesta política con la que nos hemos
comprometido, de allí que las estrategias desde el arte son expresiones que han atraído a
jóvenes, niños, niñas, familias, adultos a adentrarse en este principio, que genera sentido
de pertenencia andino, genera conexión de familiaridad, compadrazgo, cuidado,
empoderamiento y reconocimiento, sin embargo es un libro por escribir, apenas estamos
iniciando estos son los primeros trazos, pues nos esperan faenas de motivación a la
reflexión, a la práctica del respeto, a tejer unas relaciones distintas y coherentes con
nuestro entorno, a la construcción de seres críticos, consecuentes con la identidad que nos
mueve, ser seres conscientes del uso de la palabra (Bejarano R. , 2011)
Esta posición obedece también a la preocupación de una especie de banalización (si cabe el
término lightización o fashionización8) de las actividades y la razón de ser del Movimiento
Andino.
8 En el texto “La civilización del espectáculo” Mario Vargas Llosa describe la literatura light como “leve, ligera, fácil,
una literatura que sin el menor rubor se propone ante todo y sobre todo (y casi exclusivamente) divertir”, luego agregaría “la literatura light, como el cine light y el arte light, da la impresión cómoda al lector, y al espectador, de ser culto, revolucionario, moderno y de estar a la vanguardia, con el mínimo esfuerzo intelectual. De este modo, la
92
Teniendo en cuenta que la puerta de entrada al movimiento para muchas personas es la
vistosidad de lo artístico (los talleres de danza, los conciertos de música andina, las peñas, las
artesanías) se corre el riesgo de no trascender hacia una transformación personal y mucho menos
hacia la adopción de prácticas y posturas que se acerquen más a los que promulga el pensamiento
de los pueblos amerindios andinos.
Por ejemplo en el Movimiento Andino uno detecta que se inicia a partir de la danza o a partir
de lo artístico y digámoslo de la danza o de la música, pero eso nos tiene que llevar a la
reflexión de dónde nace la danza, de dónde nacen esas melodías, cuáles son sus contenidos;
las danzas que son de origen ancestral son completamente distintas a las danzas
contemporáneas, así tengan algo en que se relacionen, pero casi siempre están ligadas con la
tierra, con esa relación con esos otros seres de los que siempre estamos- en cierto sentido-
dependiendo de ellos. (Bejarano R. , 2012)
Se trata de empezar a tejer desde estas actividades artísticas una relación con la naturaleza
que se convierte en un punto de partida para tejer relaciones con la ciudad, sus problemáticas y
las posturas que se van a construir colectivamente frente a ellas. Se trata por ende de construir los
criterios de vida que se deben proyectar, reflexionar y tejer con otros.
Es pertinente rescatar el término “Bio-pedagogía” propuesto por la profesora Esperanza
Cerón durante su ponencia “Desarrollo ¿de eso se trata agenciar la educación?”9 y que – como
su nombre lo indica- no es más que una pedagogía para preservar la vida (no solamente la vida
humana) “ un aprendizaje en el holismo y la complejidad; una educación que deje entrar a la
cultura que se pretende avanzada y rupturista, en verdad propaga el conformismo a través de sus manifestaciones peores: la complacencia y la autosatisfacción. (Vargas-Llosa, 2009) 9 V Encuentro de Educación y Desarrollo Humano, Universidad de San Buenaventura Cali, Noviembre 17 de 2012.
93
vida y que parta de ella como su ion fundamental, una educación agenciada desde esta
perspectiva tendría que romper la arrogancia de las superespecialización desconectada” (Cerón,
2012), entendiendo que “La vida no sería vida sino fuera también en sí misma la conjugación del
verbo aprender” (Cerón, 2012)
La otra posición se puede considerar “menos” militante pero no por eso indiferente ni apática
pues busca ir al origen para construir un presente pero sin tomar militancias en grupos
determinados. Esta posición considera que en la militancia se puede caer en la sectorización y
por ende en la descalificación del otro. Esta segunda postura se convierte más un llamado a la
reflexión, más al “estar” que a una reinvidicación del “ser”. “en los días del Cauca se hicieron
unas lecturas, pero no eran ese tipo de lecturas tirando línea sino que llamando la atención sobre
la resistencia de los pueblos y la belleza de ser así y digamos que parte de la línea educativa de
nosotros ha sido reconocer a los pueblos” (Álvarez, 2012).
8.5 Entre los diálogos y las mediaciones: una ciudad y unos medios que educan.
Finalmente está el asunto de la comunicación alternativa como el hilo conductor implícito de
esta investigación, en tanto es mi apuesta personal. Se trata entonces de apartarse del
pensamiento meramente instrumental del campo de la comunicación para pensarlo más bien
desde la cultura.
Es ahí a donde apunta en último término la perspectiva abierta por el paradigma de la
mediación y el análisis cultural, a la pregunta por el peso social de nuestros estudios y nuestras
investigaciones, a la exigencia de repensar las relaciones comunicación/sociedad y de redefinir el
papel mismo de los comunicadores (Barbero, 2003, pág. 210)
94
Esta investigación buscó reconstruir las experiencias de dos actividades comunicativas que se
mueven en niveles diferentes: por un lado está la comunicación dialógica (o comunicación
directa) y por otro lado, la comunicación mediada (generalmente asociada con los medios de
comunicación masiva). El comunicador social, entre tanto es el profesional llamado a ser el
mediador entre una y otra, pues hoy:
Se hace más nítida la demanda social de un comunicador capaz de enfrentar la envergadura
de lo que su trabajo pone en juego y las contradicciones que atraviesan su práctica. Y eso es
lo que constituye la tarea básica del intelectual: la de luchar contra el acoso del inmediatismo
y el fetiche de la actualidad poniendo contexto histórico y una distancia crítica que le permita
comprender a los demás, el sentido y el valor de las transformaciones que estamos viviendo
(Barbero, 2003, pág. 212)
Entonces los Talleres de Danza representan ese ritual que congrega, que permite “estar
juntos”; la proximidad se convierte en un llamado a la solidaridad en el proceso de resistencia
cultural, que se repite jueves a jueves a través de las dinámicas que surgen entorno a la figura
geométrica del circulo en donde
confluyen un sin número de
personas, sin distingo de edad,
credo o clase.
Figura No. 14 Grupo de danza Nuna Kallpa durante el festival del Cali Viejo 2012, evento realizado en el marco de
la Feria de Cali Fuente: Fan page en Facebook del
grupo Nuna Kallpa
95
El parque no está exento de los problemas sociales de la ciudad, todos los problemas
sociales llegan acá, como la inseguridad, la violencia, aquí también hay choques de tribus
urbanas. Nosotros hemos respondido a esos problemas sociales de la ciudad, hemos respondido
con cultura y las danzas andinas han sido una herramienta eficiente para eso (Flores E. , 2012)
La danza constituye un suceso comunicacional donde se narra una secuencia de significados
que contienen a una cultura. En este sentido “las danzas andinas son portadoras de sabiduría,
resistencia y ritualidad de los pueblos indígenas y mestizos que componen el espacio andino en
nuestro continente” (Nayra, 2010)
La danza ha formado parte de la historia de la humanidad desde el inicio y narra la
representación de la vida y del mundo, refleja la forma de conocer un pueblo y de relacionarse
con la naturaleza. Permite la relación de los cuerpos entre sí, así como del cuerpo individual con
los diferentes ciclos de la vida. Esta relación cuerpo/ sociedad/ naturaleza que permite la danza
se construye colectivamente en una cultura.
Es ese cuerpo que danza en el tiempo y el espacio, ese cuerpo que se expresa y se comunica
con otros cuerpos, permite la construcción también de una identidad que es colectiva y es
individual a la vez, una identidad relacional con la cultura en la que se enmarca.
Entonces, mientras los TADI se ubican en el ámbito de lo público, el programa radial llega
al ámbito privado, al interior de los hogares. La reconstrucción del proceso de “Latinoamérica es
mi País” muestra cómo el movimiento ha encontrado en los medios de información de masas
de tipo universitario aliados estratégicos para visibilizarse ante la ciudad de manera masiva. Es
decir, en el sentido nombrado por el profesor Carlos Eduardo Valderrama se pueden considerar
96
como generadores de horizonte de sentido ético- político (Valderrama, 2010), son además como
lo mencionaría el profesor Barbero (2004) “espacios virtuales de resistencia”.
El programa permite que desde la localidad se reconfigure una identidad cultural que tiene
parte de su asiento en la cultura popular, y por otro lado en la ancestralidad de los pueblos
indígenas. Sin embargo es válido aclarar que la comunicación alternativa no pasa solamente por
estos medios masivos a pesar de que se trata de un programa no convencional en una emisora no
comercial y en el cual los oyentes alcanzan cierto nivel de participación, a través de las llamadas
o de la página en facebook. Una comunicación alternativa no pasa solo por el producto sino
también y sobre todo por el proceso.
Es así como la comunicación alternativa puede ser más cercana a las diversas actividades
que se realizan de manera directa con la comunidad, en donde los programas radiales como
“Latinoamérica es mi país” es una pieza más de todo un engranaje. En ese sentido el movimiento
realiza diversas actividades para difundir, a lo largo del año, su trabajo y que no necesariamente
pasa por las tecnologías de la información, como lo son conversatorios, conciertos, talleres de
música andina y talleres de danza en diferentes sitios de la ciudad. La ciudad y sus espacios
públicos se convierten pues en un lugar de comunicación, a través de él la ciudad habla (a través
de sus estructuras, sus edificaciones, las características de éstas) y en sí misma permite el
encuentro, la comunicación cara a cara que “permite la acción colectiva” y que “es lo que se
interpreta como “identidad” en el sentido de identidad de intereses” (Hoffman, 2002, pág. 9).
97
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