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1
Silvia Sowa de Monterroso
UMG
GUATEMALA [ESCRIBIR EL TÍTULO DEL DOCUMENTO]
2
Coordinación editorial - edición - producción - diseño
Por: Silvia Teresa Sowa de Monterroso
© Ssowa, Guatemala, septiembre de 2011
© Edición en castellano
“Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley.”
Texto publicado para el curso:
Tendencias y desafíos de la educación superior
MCs. Dilia Figueroa de Teos
En base documentos proporcionados por la profesora y fuentes de consulta.
Universidad Mariano Gálvez
3
Guatemala, Guatemala
ISBN 84-89384-19-3
“Saber qué está bien y no hacerlo implica falta de
coraje”
Confucio 551 a. de C. - 479 a. de C., filósofo chino
4
Índice
Prólogo 5
Introducción 6
Capítulo 1:
La preocupación de la dimensión ética
en la formación universitaria en el siglo XXI 7
Capítulo 2:
La cultura docente en la universidad y la
voluntad del cambio 8
Capítulo 3:
El aprendizaje ético en el siglo XXI 11
Capítulo 4:
Los cinco puntos de la propuesta 12
Propuesta 1 12
Propuesta 2 13
Propuesta 3 14
Propuesta 4 15
Propuesta 5 16
Términos 18
Citas de ética 19
Conclusiones 20
Referencias bibliográficas 21
5
Prólogo
¿A quién le corresponde educar en valores? ¿Es menester realizar
este proceso desde casa y luego mantener un acompañamiento en la
escuela? y ¿Qué hay del papel del profesor universitario y la
universidad en este aspecto?
Responder a estos cuestionamientos no es precisamente fácil. Es
común encontrar, opiniones encontradas con respecto al tema de la
educación en valores de los niños y especialmente de los jóvenes
que asisten a la universidad.
Carlos de la Isla, (2004) escritor de la Revista Estudios, número 69
volumen II, menciona que la universidad debe mostrar y más aún
iluminar a los estudiantes a salir de la caverna, haciendo cita de
Saramago, quien menciona “Cavernícolas del mundo; salid de la
cueva…”1 a abrirles la puerta y auxiliar en el avance de las sombras
hacia la luz.
La ética y la universidad van de la mano. No podemos negar que
existan bases formadas en los educandos, mismas que pueden influir
de manera importante en su propio desarrollo social; sin embargo la
universidad posee el papel fundamental de coadyuvar en la
formación integral de los profesionales, proporcionándoles el
ambiente que favorezca su desarrollo pleno, consciente y
comprometido. Es obligación de la universidad apoyar el encuentro
del futuro profesional con las verdades, los factores sociales, de
honestidad, de ética, que le permitan desarrollar el ejercicio de su
profesión exitosamente y en lo cotidiano de sus relaciones con otros
seres humanos a nivel social.
1 Saramago, José. La Caverna. 2009
6
Introducción
a universidad es una comunidad organizada para un determinado fin;
la educación. El término, del latín universitas se refiere precisamente
al conjunto de unidades educativas con un objetivo específico.
A partir del siglo XII se empiezan a crear las universidades y poco a poco se
van definiendo como comunidades de aprendizaje divididas en disciplinas, es
decir sectores del conocimiento. Se ha encargado a estas instituciones la
formación de profesionales y especialistas en diversas áreas del conocimiento.
En el presente siglo, la universidad afronta un reto fundamental, el de formar
profesionales competentes al nivel de las exigencias del momento y además
poseedores de ética, valores, responsabilidad y compromiso social. La
universidad de hoy, está enmarcada en las diversas formas de trasmitir el
conocimiento, inmerso en los procesos de globalización económica mundial y
más aún dentro de los nuevos entornos de las tecnologías de la información y
la comunicación, TICS y los nuevos ambientes de aprendizaje y de aplicación
laboral; así como en la acogida de nuevos campos profesionales y
consecuentes culturas convergentes con los cambiantes contextos humanos.
Por ello, la universidad debe cumplir con el encargo social de formación
profesional conjugando un enfoque educativo integral que asegure la calidad
profesional del ser humano como una persona con los valores éticos, espíritu
de servicio, respeto, justicia social, actitud ciudadana competente y ante todo
comprometida. La ética, como parte central del desarrollo integral de los
profesionales en formación, debe considerarse desde varias perspectivas:
contenidos, escenarios, dimensiones, entornos y ante todo el papel del
docente; en pro del desarrollo de las habilidades de la persona, holísticamente
hablando.
En las siguientes páginas se delinean y amplían los aspectos fundamentales
ligados a la ética educativa en las universidades, en la propuesta de
aprendizaje y aplicación presentada por la Revista Iberoamericana de
Educación en las ponencias de Miguel Martínez, María Rosa Buscarais y
Francisco Bara.
L
7
Capítulo 1
La preocupación de la dimensión ética
en la formación universitaria en el siglo
XXI
Actualmente los cambios de la
sociedad, inmersa en los procesos de
globalización en el campo económico,
de adaptaciones culturales, intercambio
de experiencias comunicativas y con la
expansión del conocimiento a través de
los nuevos entornos virtuales
de comunicación; postulan a la
universidad como la encargada de formar
profesionales especialistas en las diversas
áreas del conocimiento enfatizando en la
ética como el componente de reflexión
socio-moral indispensable para el
desarrollo integral de las prácticas
profesionales eficaces. No se trata de
moralizar el papel de la universidad en la
formación, sino hacer el encuentro entre
la ética y la realidad social, siendo
conscientes de las vivencias que tendrá el
futuro profesional en su campo de trabajo.
En consecuencia con la integración
cultural y humana en constante cambio y
adaptación.
El enfoque que el aprendizaje
universitario proporciona al estudiante,
debe facilitar la construcción de las
capacidades y habilidades integrando los
niveles del autoconocimiento y
autonomía; en razón de la búsqueda de
mejorar el pensamiento crítico en relación
con el propio yo y el mundo. De tal
manera que se llegue a fusionar la ciencia
con el razonamiento moral y el
comportamiento ético integral como
respaldo de su desarrollo profesional que
se traduce a acciones y toma de
decisiones que involucran compromiso,
relación con las personas, injerencia en
proyectos a niveles diversos, convivencia
con culturas varias, religiones y
costumbres de las sociedades y del
ámbito económico en general. Pero sobre
todo en la formación de hombres y
mujeres formados holísticamente.
Más que meramente
conocimientos dentro de la maya
curricular enlazada con métodos
orientados al conocimiento científico, la
universidad debe fecundar el pensamiento
crítico, el análisis y la búsqueda de la
verdad, enmarcada en la ética no solo
desde el punto de vista de la titulación,
sino más bien, desde la perspectiva de los
valores, las actitudes, el conocimiento de
las prioridades, obligaciones,
compromisos en la metacognición de los
procesos profesionales desde todos sus
puntos de vista.
Se trata entonces de implementar
un nuevo modelo de educación
universitaria que involucre objetivos
fundamentados en la formación ética del
8
estudiante, apoyado por programas de
soporte, enlazado a contenidos de
aprendizaje significativos y de práctica
social. Integrando los componentes
necesarios en cuanto a recursos,
actividades y contexto. Pero
principalmente integrando al docente
holísticamente, al estudiante en su
preparación y formación, a través de una
cultura de la voluntad del profesorado, en
su preparación y capacitación constante,
llevándolo hacia su papel fundamental de
promotor de valores éticos profesionales
y humanos.
Capítulo 2
La cultura docente en la universidad y
la voluntad de cambio
En las universidades se están
llevando a cabo procesos de integración
de la ciencia en los proyectos educativos.
Se están también acomodando los
contenidos con la información y las
capacidades de los estudiantes y avances
en cuanto a la formación del profesorado
y la promoción de la investigación. De
hecho son funciones de la universidad, el
contribuir a la búsqueda del rigor de la
verdad y la utilización de diversos
métodos y perspectivas pedagógicas. Sin
embargo estos procesos se dan en forma
aún conservadora y con cierta prudencia.
En la mayoría de los casos la tradición es
todavía mayoritaria en cuanto a los
procesos innovadores.
En el presente siglo, se hace
necesario también elaborar una propuesta
de la formación profesional basada en
valores éticos orientada hacia las pautas
normativas de educación superior.
Incluyendo acciones encaminadas a la
integración de la ética como formación
deontológica, pero que contribuya
Consejos de ética y formación universitaria
Difundir un conocimiento exacto y veraz de lo que es la persona: su ser, su dignidad, su origen, el sentido de la vida, de quehacer en la tierra, su destino eterno.
Dar a conocer, favorecer y fomentar lo que son los valores de la persona; específicamente lo que son las virtudes de os hombres: amor a la verdad, libertad responsable, espíritu de servicio, sinceridad, laboriosidad, generosidad, sano optimismo, espíritu de sacrificio, fortaleza, amabilidad, respeto, deseos de superación, humildad, etc.
Fomentar el desarrollo de los valores esenciales de la fe y la religión, del matrimonio, de la familia, la amistad, el amor entre el hombre y la mujer, el trabajo honesto, etc.
Favorecer las actividades deportivas, culturales y artísticas.
9
primordialmente al desarrollo integral del
profesional y que a su vez apueste por
una la construcción de una sociedad más
equitativa y congruente con los cambios
de la sociedad y su contexto.
Se hace necesario establecer una
cultura docente particular en conjunto con
los adecuados estímulos que motiven al
cambio, que adopten diversidad de
formas de entender y aplicar el
conocimiento, que permitan el avance
hacia la ética en el marco del
establecimiento de las condiciones de
apoyo que hagan posible la concepción de
estos nuevos formatos de aprendizaje.
Desde luego que toda innovación
merece exigencias base que requieren de
cambios y adaptaciones de los medios, los
componentes y los actores, así como de
las estructuras organizativas de las
universidades. Algunos de dichos
cambios están fundamentados en la
utilización de proyectos compartidos, en
la normativa encaminada a la guía de
base, pero especialmente deben
encaminarse hacia escenarios de
implicación ética, modificando los
objetivos terminales, actitudinales en
relación con los nuevos programas de
contenidos de aprendizaje enlazados en
dichos formatos.
Por otro lado, no es solamente la
utilización e incorporación de los
elementos mencionados, sino que se
requiere tener una nueva perspectiva del
alumno, en su formación deontológica,
pero también de esta misma formación en
el docente. Resumiendo, los autores de
esta propuesta plantean 3puntos:
1. Formación deontológica del
estudiante: que procure la
optimización de las dimensiones
morales de los estudiantes, en
desarrollo de sus propios valores
éticos de manera responsable,
profesional y racional en pleno
conocimiento de sus obligaciones
y sus responsabilidades
profesionales, humanas y sociales.
2. Formación deontológica del
profesorado: en la secuencia
lógica de la integración de carga
docente con los contenidos, pero
primordialmente en la mejora de
su propia preparación ética y
moral que le permita promover en
los alumnos las características
necesarias para su desarrollo ético
profesional completo.
3. Formación ética del estudiante: no
tanto enmarcado en lo que se
refiere a lo correcto e incorrecto,
sino más bien en cuanto el mero
ejercicio de su profesión en los
valores profesionales en el
comportamiento ético y como
ciudadano. Que sepa comportarse
de acuerdo a su condición de
profesional, así como su
integración al a realidad de
manera crítica y reflexiva.
En general existe una conciencia de
aceptación de la preocupación de la
universidad por considerar las
necesidades urgentes que le hacen tomar
acción en pro de la resolución de las
mismas. Además se dan aspectos
considerados también importantes a los
cuales se les debe atender. Entre ellas las
10
necesidades de tipo social. Como parte
fundamental en todo este proceso de
necesidades y aplicación de estrategias de
cambio, el docente posee un papel
fundamental en la promoción de la
mejora de la calidad de la enseñanza
integrada con los aspectos fundamentales
de la formación ética.
La respuesta del docente está ligada a
alcanzar la excelencia de la enseñanza en
su integración ética y adaptándola además
a las exigencias de la sociedad de la
información y la comunicación.
Estableciendo metas, prioridades en
función de nuevos objetivos aunados a la
obtención de recursos. Pero además en el
interés ético en su preparación, en el
dominio de las competencias que
transmitan los objetivos fundados en la
ética.
Es necesario llevar a cabo un cambio
de perspectiva en el modelo de educación.
Que establece además los objetivos
centrados en los logros de compromiso
público, en la respuesta social que el
profesional universitario debe mantener.
En la integración de la formación ética de
los contextos diversos. En el
conocimiento de las exigencias y deberes
de la profesión y en la verificación de los
ámbitos y las exigencias actuales de la
excelencia profesional combinadas con
los nuevos entornos de aprendizaje; que
esté delineada por la voluntad de cambio
abordándolos no solo desde el sentido
deontológico, sino desde el mismo
proceso de aprendizaje y en los diseños
de las condiciones del mismo.
La atención a los programas de
estudio, sin dejar del lado los recursos
aunados a políticas destinadas objetivos y
actividades de soporte, debe estar
vinculada principalmente a los valores
éticos y morales en los diversos factores
generales e individuales y profesionales.
Para ello también hay que trazar
elementos de control de verificación y
seguimiento.
11
Capítulo 3
El aprendizaje ético en la
universidad del siglo XXI
Faustino Corchuelo Alfaro2 define
la ética como “…un modo de ser que se
configura con el fin que deseamos
perseguir en el conjunto de nuestra vida.
Este trasfondo de toda decisión particular
constituye lo que se llama la opción
fundamental…” la sigue definiendo como
“…reflexión crítica del quehacer humano,
estudia al hombre como ser en
crecimiento y en proyecto, e intenta
precisar cuál debe ser esa orientación
básica para el mejor futuro del hombre.”
2 Corchuelo Alfaro, Faustino. Ética y Universidad,
2000
En educación, la ética se
fundamenta en la orientación básica para
el mejor futuro del educando.
Estructurando las bases educativas de
crecimiento promoviendo una orientación
teleológica y en función del alcance de
del desarrollo integral del ser humano y
buscando los fines últimos del individuo.
Es función de las instituciones de
educación superior proveer un ambiente
que favorezca el desarrollo de los
parámetros y fundamentos de la ética,
para a través de ellos, modificar las
estructuras de la sociedad entera.
La ética universitaria debe
platearse desde varias vertientes. La
docencia, la investigación, la
planificación, la extensión y la
administración. En la primera, su función
principal es la transmisión del
conocimiento de manera académica, pero
en aplicación de la realidad y en sus
distintas expresiones sociales.
La investigación aporta la ética a
través de la búsqueda de conocimientos
nuevos apoyados por métodos específicos
en apoyo de las necesidades primordiales
y los problemas prioritarios. En la
extensión se vincula la realidad y el
universo ético en la sociedad. Y en la
planificación se diagnostica y se orienta
Concepto de la ética y la
moral
El término ética,
etimológicamente, deriva de
la palabra griega ethos, que
significa "costumbre".
El término Moral,
etimológicamente, proviene
de la palabra latina mores, que
significa costumbres. Antes
de ir en busca de una
definición de la ética o la
Moral, detengámonos sobre el
objeto material y formal de la
moral.
12
la función universitaria en su entorno
ético hacia el logro de la misión y se
canaliza en las expresiones de las
facultades en su conjunto. La
administración está supuesta a apoyar
todo el proceso institucional en función
de la institución, los docentes, los
estudiantes y la comunidad.
Los autores del artículo de la
revista Iberoamericana de educación3 uno
de los documentos base del presente
texto, plantan la propuesta del aprendizaje
ético para la ciudadanía del siglo XXI en
la educación superior. Fundamentando la
necesidad de atender tanto el
fortalecimiento de los aspectos del
conocimiento como la formación de
profesionales en los nuevos paradigmas
especialmente de tipo social a los que se
enfrentan, en el cual las capacidades y
habilidades con respecto de la ética les
sean útiles permitiéndoles un desarrollo
integral pero fundamentado
especialmente en el cómo del actuar
respecto a su área de trabajo. Formando
profesionales que se construyan de
manera responsable y autónoma,
comprometida y humana de su actuar
constante; formando ciudadanos
completos e íntegros.
En esta propuesta se plantean
cinco puntos, atendiendo a la formación
ética de los estudiantes en las
universidades en el siglo XXI, que son, el
sentido del alcance del enfoque ético, el
desarrollo moral, los contenidos de
3 Martínez, Bucaray, Bara. Revista Iberoamericana
de educación, 2002
aprendizaje, el docente como gestor y el
escenario educativo.
Capítulo 4
Los cinco puntos de la propuesta
1. Primera propuesta: Sentido
del alcance del enfoque ético
Contenido en la intencionalidad
pedagógica incorporándola tanto
en los medios como en los
recursos. En los ambientes y en la
relación existente entre fines y
objetivos identificados entre sus
mismas relaciones y las
condiciones generales del
aprendizaje. Especialmente en la
construcción de la personalidad
moral y ética de los sujetos,
estableciendo las condiciones
entre los fines, los objetivos, los
medios y las relaciones que en
13
ellos se dan. Enfocándolos en la
construcción de la personalidad
moral de los sujetos.
En esta propuesta también se
plantea la promoción de las
intenciones pedagógicas aunadas a
las éticas, procurando optimizar
las dimensiones que cada de ellas
cubre, principalmente en la
construcción de la persona y sus
roles en la sociedad y su
profesión.
Hay que poner especial atención a
la integración además de las
dimensiones humanas individuales
en la búsqueda de una preparación
que permita al estudiante
establecer nexos con su propia
felicidad, su dimensión personal y
su desarrollo profesional; puesto
que el alcance individual de
dichos aspectos, provee la mejor
integral del ser en su entorno y su
comunidad.
2. Segunda propuesta:
Desarrollo y construcción de
la personalidad moral
La conceptualización de los
procesos de aprendizaje y de
enseñanza, deben encontrarse
ligados a la perspectiva socio-
constructivista, como acotado por
el Dr. Peré Marqués (2010) en su
aporte sobre las concepciones del
aprendizaje4 como una forma de
aprender en la que se utiliza la
propia capacidad cognitiva y de
análisis a partir de los propios
saberes y desarrollo personal; en
cuanto al hecho de comprender los
temas, promoviendo el
cuestionamiento, la investigación
y la construcción personal del
conocimiento.
En la presente propuesta, debe
encontrarse al constructivismo
debe defender el desarrollo de la
persona en el proceso de su propia
construcción de valores éticos, en
formatos de libertad y la
aplicación de los valores éticos en
su actuar autónomo e
incorporarlos a su quehacer
profesional enfocados en cuatro
niveles de optimización humana,
estos son:
a) Codificativa:
Relacionada a la capacidad de
crear los patrones y organizar
adecuadamente el entorno de
relaciones de aprendizaje con
la realidad.
b) Adaptativa:
La relación entre la
consciencia del ser, de yo
personal con el ambiente y los
entornos sociales y
profesionales. Con el actuar
4 Peré Marqués. Multimedia educativo,
clasificación, funciones, ventajas, diseño de actividades. 2010
14
fundamentado en los valores
morales y éticos como
referencia de actitudes.
c) Introyectiva: la parte interior
de la persona como
fundamento de acciones y
toma de decisiones, en su
comportamiento ético-moral,
en sus expresiones de respeto,
de atención al otro, de empatía
y consciencia social y de
justicia. En la libertad, el
respeto, la tolerancia
especialmente de la dignidad
humana.
d) Proyectiva:
En la relación del profesional
con los ambientes de trabajo,
con él mismo, con sus seres
cercanos y con su sociedad
particular. Como pieza
fundamental del desarrollo de
las naciones y de las
sociedades. Extremando
acciones determinantes y
fundamentales en su propio rol
y de su comunidad.
3. Tercera propuesta: Tipos de
contenido de aprendizaje y
su enfoque
Esta propuesta se encuentra
enlazada hacia la organización de
los contenidos en función de los
aspectos sociales, éticos y
humanos del conocimiento.
Integrándolos como partes
fundamentales de la sociedad.
Deben enlazarse y organizase de
acuerdo a los aspectos sociales del
conocimiento y del que hacer
educativo, enmarcado en la
sociedad. Entiendo los valores no
solamente como parte del
conocimiento intelectual del ser
humano, sino como las cualidades
que le permiten integrarse a sus
sistemas sociales, en la toma de
decisiones y el entendimiento de
las repercusiones que generan las
mismas.
Especialmente en el siglo
XXI, el profesional está llamado a
estar consciente de sus actitudes y
de las reacciones que su desarrollo
puedan causar. La integración de
su ética en unión con sus
capacidades y su entorno, le
permitirán adecuar y relacionar las
dimensiones de las diversas
situaciones dadas en el campo de
trabajo, en la implementación de
proyectos y en las acciones
individuales.
Este principio también implica la
capacidad introyectiva,
mencionada con anterioridad, de
entenderse éticamente,
ampliándose desde el yo hacia la
comunidad, considerando las
acciones de su trabajo en pro de su
entorno. Los entornos comerciales
de estos tiempos también son
15
escenarios que pueden poner a
prueba a los profesionales,
tentándolos en cuanto a la relación
monetaria y las actitudes de valor
y éticas que deben ser
primordiales. Por ello, es
fundamental, la formación
humana desde sus bases morales,
éticas y de justicia que fomenten
una actitud más que todo
responsable, comprometida e
íntegra.
4. Cuarta propuesta: La figura del
docente como gestor de la
enseñanza:
5.
En el tercer milenio el
docente es más que un
intermediario entre los alumnos y
los contenidos de aprendizaje y las
actividades para alcanzar las
metas propuestas.
El cuestionamiento constante de
las actitudes, las cualidades
personales, las acciones morales y
éticas, debe ser parte de la
planificación de contenidos y de
las actividades de soporte en los
métodos de trabajo. La inserción
de temas trascendentes y la
ubicación en entornos reales que
permitan al alumno precisamente
cuestionarse y obtener las
respuestas a dichas preguntas, le
permitirá desarrollarse éticamente,
ejerciendo honestamente y en
libertad comprometida su
profesión.
Las funciones del docente
entonces, reafirman y delimitan el
hecho de encontrase él también
comprometido con sus alumnos,
como tutor y referencia de
actitudes, como ejemplo de
relaciones, debe también
enfocarse a mantener una actitud
de respeto, de dialogo
fundamentando su relación con los
alumnos, en la no inserción de
factores de control o dominio que
no le permitan al alumno la
expresión en libertad, pero además
en la función de su propia
actividad, en sus asignaturas, en
sus contenidos. Además debe
alcanzar facetas de comunicación
continua basadas en la veracidad
de sus propios comportamientos y
reacciones.
Por ello, es indispensable que
exista constante preparación y
entrenamiento en dichos aspectos,
así como herramientas de control
y verificación del ejercicio de la
profesión docente.
El docente hoy en día ha dejado de
ser el tutor tradicional, que espera
16
resultados de sus alumnos, que no
se integra a los procesos de
descubrimiento. Ya no es
solamente el encargado de la
transmisión del conocimiento,
sino él mismo se convierte en un
modelo del tratamiento de la ética,
de la responsabilidad, del diálogo,
de la comunicación, en su
compromiso moral y social con
sus estudiantes y con la sociedad.
6. Quinta propuesta: El escenario
educativo como elemento
primordial del aprendizaje
En los procesos educativos, el
estudiante y el profesor están ambos
situados en escenarios concretos pero
a su vez variados y amplios. Que no
están sencillamente enmarcados
dentro de las aulas de trabajo, sino
que van hacia el exterior, en la
conjugación de las relaciones de
ambos con su entorno, con sus
comunidades y el mundo.
No siempre se entienden estos
aspectos, como fundamentales en el
aporte de la educación hacia las naciones.
Dejando del lado aquellas experiencias,
que pudiendo enriquecer el desarrollo
completo del futuro profesional, le dejan
del lado en su crecimiento.
Debido a ello, es menester que las
condiciones del aprendizaje no sean
simplemente de tipo formativo en
aspectos cognitivos, sino que se
encuentren en función de la validez que
posee el compartir, el trabajar en aspectos
metacognitivos de manera responsable,
ética y moral. Las sesiones de trabajo
pueden estar o no, encaminadas a
descubrir aspectos cotidianos del
conocimiento, sin embargo no pueden
dejar del lado, el papel más importante de
la educación, la formación responsable,
integra del ser humano y de su propio
entorno.
Es además fundamental, encontrar
el punto de unión práctica entre las
nuevas tecnologías de la información y la
comunicación, como herramientas de
soporte que se encuentran envueltas en
este proceso. El que hacer del docente se
vuelve ahora entorno de la utilización
consciente de dichos recursos, pero de
manera activa y responsable. El trabajo
del aula debe estar centrado en formatos
de convivencia, experiencia, socio-
constructivistas, que aporten la
autonomía, el respeto, la cooperación, el
respeto a la diferencia y a los diversos
contextos. Saliendo al encuentro de los
contenidos de forma más diversa y
actualizada.
17
Es necesario además abrir nuevos
espacios de participación genuina. En
donde exista encuentro de opiniones,
aplicación de contenidos, acción solidaria
y apoyo de las instituciones y la
comunidad.
De los términos:
El objeto material de una Ciencia es el
fenómeno que dicha Ciencia estudia. El objeto
formal es el enfoque específico, desde el cual
el fenómeno es estudiado. Por ejemplo: el
hombre es el objeto material tanto de la
Anatomía como de la Fisiología. Pero el
objeto formal de la Anatomía es la estructura
del organismo humano, mientras que el objeto
formal de la Fisiología es el funcionamiento
del organismo humano.
Aclarados los términos, procedamos a señalar
el objeto material y el objeto formal de la
Moral.
El objeto material de la Moral son las
costumbres y conducta humana.
El objeto formal de la Moral es el conjunto de
leyes que deben informar y orientar la
actividad humana.
Referencia: Ética: Conceptos de Ética y Moral
© Apocatastasis.com: Literatura y Contenidos
Seleccionados
18
¿Qué es lo moral?
Para adentrarnos en los problemas de
la ética, partamos de nuestra
experiencia. Es un hecho que nos
señala nuestra propia experiencia que,
en determinadas circunstancias,
expresamos valorizaciones morales.
Los contenidos de nuestros juicios se
refieren a categorías opuestas: de bien
o mal.
Así hablamos de actos nobles,
heroicos, desinteresados, los que están
en la esfera del concepto de "bien".
Pero, hablamos de actos infames,
egoístas, los que están en la esfera del
concepto de "mal".
En el primer caso, hablamos de actos
morales positivos; en el segundo, de
actos morales negativos. Así, por
ejemplo: a un asesino lo tratamos de
inmoral; a una persona que sacrifica su
vida para salvar a otro la tratamos de
héroe, pues este sacrificio es de gran
calidad moral. Ello nos pone en
evidencia que nuestra valoración tiene
un carácter objetivo, es decir, que se
rige por el objeto que verificamos. En
nuestro caso, el asesinato, y por otro
lado, el heroísmo. Dicha objetividad
nos permite formar juicios morales
de validez universal: "El asesinato
es una inmoralidad"
Referencia: Ética: Conceptos de
Ética y Moral
© Apocatastasis.com: Literatura y
Contenidos Seleccionados
19
Citas relacionadas a la
ética y la educación
“A todos aquellos que tienen fe y
realizan buenas acciones, Dios les
concederá una recompensa y les
enriquecerá con su abundancia”. Corán, Surah Women, 4:173
“La mente del hombre superior valora
la honradez; la mente del hombre
inferior valora el beneficio”.Confucius
551 a. de C. - 479 a. de C., filósofo
chino, The Analects, libro IV, capítulo
XVI.
“Dirigir es hacer las cosas
adecuadamente; liderar es hacer las
cosas adecuadas”. Peter F. Drucker,
gurú de dirección norteamericano.
“Cuando eres un educador siempre
estás en el lugar apropiado a su debido
tiempo. No hay horas malas para
aprender”. Betty B. Anderson
“Educación es formar al ser humano
para el cambio permanente y aún para
la eventual crisis producto de la transición”. Miguel Angel Buonarroti
“La educación necesita tanto de
formación técnica, científica y
profesional como de sueños y utopía”. Freire
20
A manera de conclusión:
1. Especialmente en el siglo XXI, el profesional está llamado a estar consciente
de sus actitudes y de las reacciones que su desarrollo puedan causar. La
integración de su ética en unión con sus capacidades y su entorno, le
permitirán adecuar y relacionar las dimensiones de las diversas situaciones
dadas en el campo de trabajo, en la implementación de proyectos y en las
acciones individuales. En los procesos de la formación de la educación
superior, se deben promover las intenciones y las acciones pedagógicas claras,
con intención de colaborar en la construcción de la personalidad del estudiante
en todas sus dimisiones: sociales, humanas, profesionales, individuales y
colectivas, en relación con el mundo, que lo preparen para la vida, en una
función responsable, honesta y altamente ética.
2. Los entornos comerciales de estos tiempos también son escenarios que pueden
poner a prueba a los profesionales, tentándolos en cuanto a la relación
monetaria y las actitudes de valor y éticas que deben ser primordiales. Por
ello, es fundamental, la formación humana desde sus bases morales, el
razonamiento moral, los comportamientos éticos y la justicia, que fomenten
una actitud más que todo responsable, que conlleve procesos de meta
cognición, se encuentre comprometida con el desarrollo humano y social en su
conjunto y sea íntegro.
3. Más que impartir el conocimiento científico, es obligación de la universidad
formar estudiantes con ética social profesional, criterio, pensamiento crítico y
sentido de justicia sobre todo en las acciones presentadas en el campo laboral,
que es donde en definitiva se lleva a cabo la práctica del aprendizaje
universitario. Para ello, deben de darse ciertos cambios y adaptaciones
generales en los elementos integrales de la comunidad educativa, que se
encuentran establecidas desde los fundamentos éticos y valores morales. La
importancia de apoyar al desarrollo de profesionales conscientes, con altos
valores humanos morales es fundamental para el desenvolvimiento de las
relaciones sociales entre individuos y en la sociedad como un todo
21
Referencias bibliográficas
1. Figueroa de Teos, Dilia. MSc. La Universidad como espacio de
aprendizaje ético. PDF. Universidad Mariano Gálvez de Guatemala.
2. Martínez Miguel, Buscarais Rosa, Bara Francisco. La universidad como
espacio de aprendizaje. Revista Iberoamericana de Educación. Número 29.
OEI Ediciones. Mayo-agosto 2002
3. De la Isla, Carlos. Ética y universidad. Revista Estudios. No. 69. Volumen
II. Editorial Nueva época. 2004, pp 7-18
Referencias electrónicas
1. Saramago, José. La Caverna. 2001 sitio:
http://lahistoriadeldia.wordpress.com/2009/08/19/jose-saramago-la-
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