Date post: | 28-Dec-2015 |
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La vida de Macondo refleja mucho de la historia de Colombia; sin embargo, sus implicaciones crean ondas de significaciones que abarcan toda Hispanoamérica y hasta la experiencia universal. El pueblo se ubica en la selva colombiana, donde se establece un grupo de precursores. Crece, sufre una epidemia y un diluvio, la prosperidad y la miseria. Macondo goza de su mayor prosperidad cuando una compañía de los estados unidos establece una plantación de plátanos. Mas tarde, los precursores se van y los reemplaza la miseria. La fuente de la prosperidad efímera tiene una connotación claramente hispanoamericana; no obstante, el ciclo de prosperidad y de depresión creado por hechos semejantes en el campo comercial o industrial, es una experiencia común en el mundo. Macondo refleja la influencia de la revolución y el progreso tecnológico. Ambos fenómenos parecen ser una intrusión; vienen del mundo foráneo, tales como los toques de cosmopolitismo que animan este pueblo. Macondo tiene su propia vida que es una existencia separada y aislada. No obstante, la vida es afectada siempre por el ataque de la intrusión desde fuera. Por eso, la realidad del pueblo de García Márquez es algo como un espécimen de laboratorio, y esta condición realza la sensación de que todo en este lugar es especial de algún modo. Es un lugar extraordinario y la gente que vive allí suele ser tan extraña como el pueblo.
Fragmento tomado de John S. Brushwood.
La novela hispanoamericana del siglo XX. Estados Unidos
La expresión “Por eso, la realidad del pueblo de García Márquez es algo como un espécimen de laboratorio, y esta condición realza la sensación de que todo en este lugar es especial de algún modo”, es
A Una ironía, porque da a entender lo contrario de lo que dice el texto
B Una paradoja, porque contrapone dos conceptos desvelando una verdad
C Un circunloquio, porque expresa por medio de rodeos, una idea sintética
D Un símil, porque compara dos argumentos para dar una idea más clara
2. Lectura
... Y me contestó la divina entre las diosas:
“Hijo de Laertes, de linaje divino, Odiseo de mil trucos,
no te quedes ya más en mi morada contra tus deseos.
Pero ante todo tienes que cumplir otro viaje y llegar
a las mansiones de Hades y la venerada Perséfone,
a consultar en oráculo el alma de tebano Tiresias,
el adivino ciego, que conserva su entendimiento firme.
A él, incluso muerto, le concedió Perséfone mantener su mente
despierta, a él solo, que los demás se mueven como sombras”.
Así dijo. Entonces a mí se me partió el corazón.
Me eché a llorar tumbado sobre el lecho, y mi ánimo
ya no quería vivir ni ver más la luz del sol.
Luego que me sacié de llorar y de revolcarme,
entonces a ella le dirigí mis palabras y dije:
“¿Ah, Circe, quién va, pues, a guiarme en ese viaje?
Hasta el Hades nunca nadie llegó en una negra nave.
(Homero, Odisea, canto X; Madrid, Gredos, 1987: págs. 487-502)
Los puntos suspensivos que aparecen al inicio del texto anterior, indican que
A Hay información que se ha venido diciendo
B Hay información que no fue posible traducir
C Quien habla le ha cedido la palabra a otro
D Ha quedado incompleto el sentido del texto
ectura Marcel Proust a Genevieve Straus
Jueves, después de dejarte.
Madame:
Amo a mujeres misteriosas, puesto que vos sois una de ellas, y lo he dicho con frecuencia en Le
Banquet, en el que a menudo me habría gustado que usted se reconociese a sí misma. Pero ya no
puedo seguir amándola por completo, y le diré por qué, aunque no sirva de nada, pues bien sabe
usted que uno pasa el tiempo haciendo cosas inútiles o, incluso, perniciosas, sobre todo cuando se
está enamorado, aunque sea poco. Cree que cuando alguien se hace demasiado accesible deja que
se evaporen sus encantos, y yo creo que es verdad. Pero déjeme decirle qué sucede en su caso. Uno
habitualmente la ve con veinte personas, o, mejor dicho, a través de veinte personas, porque el
joven es el más alejado de usted. Pero imaginemos que, después de muchos días, uno consigue
verla a solas. Usted sólo dispone de cinco minutos, e incluso durante esos cinco minutos está
pensando en otra cosa.
Pero eso no es todo. Si alguien le habla a usted de libros, usted lo encuentra pedante; si alguien le
habla de gente, a usted le parece indiscreto (si le cuentan) y curioso (si le preguntan); y si alguien le
habla de usted misma, a usted le parece ridículo. Y así, uno tiene cien oportunidades de no
encontrarla deliciosa, cuando de repente usted realiza algún pequeño gesto que parece indicar una
leve preferencia, y uno vuelve a quedar atrapado. Pero usted no está lo bastante imbuida de esta
verdad (yo no creo que esté imbuida de ninguna verdad): que muchas concesiones deberían dársele
al amor platónico. Una persona que no es en absoluto sentimental se vuelve asombrosamente así, si
se la reduce al amor platónico. Como yo deseo obedecer sus preciosos preceptos que condenan el
mal gusto, no entraré en detalles. Pero píenselo, se lo suplico. Tenga alguna indulgencia hacia el
ardiente amor platónico que usted despierta, si todavía se digna creer y aprobarlo.
Marcel Proust.
Davidson, Chathy N. El libro del amor. Barcelona: Círculo de lectores, S.A., 1.994.
La intención central del texto es
A Hacer una solicitud
B Presentar un reclamo
C Presentar una disculpa
D Hacer una crítica
Lectura Épica y novela
Según Georg Lukács, autor de Teoría de la novela, “sólo los poemas homéricos son épica en sentido
estricto”. En ellos las divinidades que gobiernan el mundo y rigen los destinos humanos se ponen
cerca de los hombres como el padre respecto del niño, y las aventuras que superan los héroes son
simplemente el itinerario de un camino previamente trazado. En la épica no existe la pregunta por el
sentido del viaje, ya que el héroe conoce la respuesta antes de partir hacia Ítaca. El mundo es ancho
y está lleno de peligros, y, sin embargo, es como la casa propia, pues hombres y dioses están en
comunión. Homero nos revela la perfección del helenismo, que resulta impensable para nosotros,
hombres modernos, hombres del sin sentido, autores y lectores de novelas.
La consolidación del capitalismo durante el Renacimiento provoca una completa transformación del
concepto de la vida y una profunda alteración de los puntos de orientación trascendentales del
mundo occidental. La desdivinización del mundo es uno de los principales fenómenos que
caracterizan a la modernidad. De acuerdo con Milan Kundera, la desdivinización, que no debe
confundirse con el ateísmo, “designa la situación en la que el individuo, ego que piensa, reemplaza
a Dios como fundamento de todo”. En este contexto tiene su génesis el género novelesco con la
obra de Cervantes. Don Quijote se encuentra en el vértice entre la épica y la novela; su aventura es
una búsqueda de la trascendencia, que culmina con la triste constatación de que los dioses han
abandonado el mundo; los gigantes no son más que molinos, y el abismo que separa al hombre de
los dioses ya no será superado.
Sólo en el siglo XIX alcanza la novela su madurez, con las obras de Flaubert y Dostoievski. El triunfo
de la burguesía tras la Revolución Francesa y las prácticas de capitalismo salvaje tras la Revolución
Industrial agudizaron el sentimiento de desamparo trascendental, hasta tal punto que la filosofía, en
la pluma Nietzsche, predicó la muerte de Dios. La novela intentó colmar el vacío que se produjo tras
el exilio o deceso divino explorando la psiquis humana. ¿Qué es un individuo? ¿En qué consiste su
identidad? Las novelas modernas buscan una respuesta a estas preguntas. En la estética de
Dostoievski, el más importante entre los novelistas modernos, el hombre se define por su visión del
mundo: sus personajes están arraigados en una ideología personal muy particular según la cual
actúan inflexiblemente.
En la novela contemporánea, el hombre se define por su discurso. Una nueva conciencia del
lenguaje, entendido como constructor de realidad y no como simple medio de comunicación,
condujo a autores como James Joyce y Virginia Woolf a buscar, en el flujo de la conciencia individual,
una respuesta a la pregunta por la identidad. Así pues, el héroe de nuestros días no emprende,
como Odiseo, una aventura que lo lleva por el mundo al encuentro de su destino, sino que realiza un
viaje interior en busca de sí mismo y de un sentido para su existencia. Épica y novela son, en este
sentido, manifestaciones de la relación particular que la antigüedad y la modernidad han sostenido
con lo trascendente.
Texto inédito de Iván Pinilla
De acuerdo con lo planteado en el texto, la oposición entre gigantes y molinos en el Quijote
representa, más que la oposición entre locura y cordura, el contraste entre
A La vida y la muerte
B El feudo y el burgo
C Lo divino y lo humano
D La mentira y la verdad
Lectura
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces
una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas
que se precipitaban por un lecho de. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de
nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de
marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande
alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un
gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de
Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava
maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes
metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se
caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de
desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se
les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de
Melquíades.
“Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de
despertarles el ánima.” José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos
que el ingenio de la naturaleza, y aun más allá del milagro y la magia, pensó que era posible
servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra…
Gabriel García Márquez, Cien años de soledad
En la expresión “había de recordar aquella tarde remota”, el verbo subrayado indica que el coronel
A En ese momento recordó aquel episodio de su vida
B La cercanía de su muerte lo llevó a pensar en sus orígenes
C El evocar la invención del hielo lo devuelve al pasado
D Sintió el peso de los acontecimientos vividos en el pueblo
Lectura La ventanilla del bus
Comienza a oscurecer, ya están encendidas las vitrinas de la Carrera Trece, en los andenes se
agolpa la multitud; voy en un bus que lucha por abrirse paso en la congestión vehicular. Entre la
ciudad y yo está el vidrio de la ventanilla que devuelve mi imagen, perdida en la masa de pasajeros
que se mueven al ritmo espasmódico del tránsito. Ahora vamos por una cuadra sin comercio, la
penumbra de las fachadas le permite al pequeño mundo del interior reflejarse en todo su cansado
esplendor: ya no hay paisaje urbano superpuesto al reflejo. Sólo estamos nosotros, la indiferente
comunidad que comparte el viaje.
El bus acelera su marcha y la ciudad desaparece. Baudrillard dice que .un simulacro es la
suplantación de lo real por los signos de lo real. No hay lo real, tan sólo la ventanilla que nos refleja.
Nosotros, los pasajeros, suplantamos la realidad, somos el paisaje. ¿Somos los signos de lo real?
Un semáforo nos detiene en una esquina. Otro bus se acerca lentamente hasta quedar paralelo al
nuestro; ante mí pasan otras ventanillas con otros pasajeros de otra comunidad igualmente apática.
Pasan dos señoras en el primer puesto. Serán amigas -pienso-, quizás compañeras de trabajo. Pero
no hablan entre ellas. Sigue pasando la gente detrás de las otras ventanas, mezclando su imagen
real con nuestro reflejo. Creo verme sentado en la cuarta ventanilla del bus que espera la señal
verde junto a nosotros. Es mi reflejo, intuyo; pero no es reflejo: soy yo mismo sentado en el otro bus.
Con temor y asombro, él y yo cruzamos una mirada cómplice, creo que nos sonreímos más allá del
cansancio del día de trabajo. Los dos vehículos arrancan en medio de una nube de humo negro.
PÉRGOLIS, Juan Carlos; ORDUZ, Luis Fernando; MORENO, Danilo
Reflejos, fantasmas, desarraigos. Bogotá recorrida.
Otro posible título para el texto anterior sería
A La ciudad y el transporte
B Caos y transporte
C La ciudad se puede leer
D El transporte público
Lectura Ciudad y literatura
La ciudad puede ser perfectamente un tema literario, escogido por el interés o la necesidad de un
autor determinado.
Ahora pululan escritores que se autodenominan o son señalados por alguna “crítica” como
escritores urbanos. No obstante, considero que muchos de ellos tan sólo se acercan de manera
superficial a ese calificativo y lo hacen equívocamente al pretender referirse a la ciudad a través de
una mera nominación de calles, de bares en esas calles, de personajes en esos bares de esas calles,
como si la descripción más o menos pormenorizada de esas pequeñas geografías nos develara una
ciudad en toda su complejidad.
La ciudad es, en sí misma, un tema literario. Además, es el escenario donde transcurren y han
transcurrido miles y miles de historias de hombres y mujeres. La ciudad es la materia prima de los
sueños y las pesadillas del hombre moderno, el paisaje en el cual se han formado sentimental e
intelectualmente muchas generaciones de narradores en todo el mundo.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un imperativo
temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa contemporánea. Por supuesto que
existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los urbanos; pero quiero señalar de forma
especial la impresionante presencia de lo citadino en la literatura y, en este caso, primordialmente
en la cuentística universal del presente siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano no es
necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede ubicarse
legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar, actuar y expresarse
"rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último, lo urbano, posee sus maneras
específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus problemáticas singulares: en definitiva, un universo
particular. En consecuencia se podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los
temas y los comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de
unos lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese universo
esquivo y manoseado de lo urbano.
Guido L. Prólogo al texto Cuentos urbanos. Colección El Pozo y el Péndulo
De lo dicho en el segundo párrafo del texto se puede concluir que
A El arte es el espejo en el que se refleja la realidad del hombre
B El mundo de la literatura es ajeno a la cotidianidad del hombre
C En la literatura se construye la cotidianidad del hombre
D En la realidad se construyen los mundos posibles de la literatura
La ciudad puede ser perfectamente un tema literario, escogido por el interés o la necesidad de un
autor determinado.
Ahora pululan escritores que se autodenominan o son señalados por alguna “crítica” como
escritores urbanos. No obstante, considero que muchos de ellos tan sólo se acercan de manera
superficial a ese calificativo y lo hacen equívocamente al pretender referirse a la ciudad a través de
una mera nominación de calles, de bares en esas calles, de personajes en esos bares de esas calles,
como si la descripción más o menos pormenorizada de esas pequeñas geografías nos develara una
ciudad en toda su complejidad.
La ciudad es, en sí misma, un tema literario. Además, es el escenario donde transcurren y han
transcurrido miles y miles de historias de hombres y mujeres. La ciudad es la materia prima de los
sueños y las pesadillas del hombre moderno, el paisaje en el cual se han formado sentimental e
intelectualmente muchas generaciones de narradores en todo el mundo.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un imperativo
temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa contemporánea. Por supuesto que
existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los urbanos; pero quiero señalar de forma
especial la impresionante presencia de lo citadino en la literatura y, en este caso, primordialmente
en la cuentística universal del presente siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano no es
necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede ubicarse
legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar, actuar y expresarse
"rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último, lo urbano, posee sus maneras
específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus problemáticas singulares: en definitiva, un universo
particular. En consecuencia se podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los
temas y los comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de
unos lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese universo
esquivo y manoseado de lo urbano.
Guido L. Prólogo al texto Cuentos urbanos. Colección El Pozo y el Péndulo
De lo dicho en el segundo párrafo del texto se puede concluir que
A El arte es el espejo en el que se refleja la realidad del hombre
B El mundo de la literatura es ajeno a la cotidianidad del hombre
C En la literatura se construye la cotidianidad del hombre
D En la realidad se construyen los mundos posibles de la literatura
ectura
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces
una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas
que se precipitaban por un lecho de. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de
nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de
marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande
alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un
gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de
Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava
maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes
metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se
caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de
desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se
les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de
Melquíades.
“Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de
despertarles el ánima.” José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos
que el ingenio de la naturaleza, y aun más allá del milagro y la magia, pensó que era posible
servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra…
Gabriel García Márquez, Cien años de soledad
En el fragmento anterior, la descripción de Macondo responde a un contexto
A Realista, porque alude a ciertas situaciones políticas
B Antropológico, porque remite a los valores culturales
C Mágico, porque evoca situaciones inexplicables
D Mítico, porque remite al momento de la creación
Pregunta No. 9
Pregunta tipo I
Lectura Ciudad y literatura
La ciudad puede ser perfectamente un tema literario, escogido por el interés o la necesidad de un
autor determinado.
Ahora pululan escritores que se autodenominan o son señalados por alguna “crítica” como
escritores urbanos. No obstante, considero que muchos de ellos tan sólo se acercan de manera
superficial a ese calificativo y lo hacen equívocamente al pretender referirse a la ciudad a través de
una mera nominación de calles, de bares en esas calles, de personajes en esos bares de esas calles,
como si la descripción más o menos pormenorizada de esas pequeñas geografías nos develara una
ciudad en toda su complejidad.
La ciudad es, en sí misma, un tema literario. Además, es el escenario donde transcurren y han
transcurrido miles y miles de historias de hombres y mujeres. La ciudad es la materia prima de los
sueños y las pesadillas del hombre moderno, el paisaje en el cual se han formado sentimental e
intelectualmente muchas generaciones de narradores en todo el mundo.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un imperativo
temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa contemporánea. Por supuesto que
existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los urbanos; pero quiero señalar de forma
especial la impresionante presencia de lo citadino en la literatura y, en este caso, primordialmente
en la cuentística universal del presente siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano no es
necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede ubicarse
legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar, actuar y expresarse
"rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último, lo urbano, posee sus maneras
específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus problemáticas singulares: en definitiva, un universo
particular. En consecuencia se podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los
temas y los comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de
unos lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese universo
esquivo y manoseado de lo urbano.
Guido L. Prólogo al texto Cuentos urbanos. Colección El Pozo y el Péndulo
Del enunciado “La ciudad es la materia prima de los sueños y las pesadillas del hombre moderno”
se puede inferir que
ALa problemática y el presente del hombre moderno se pueden estudiar a partir de la
literatura urbana
BEl estado mental del hombre moderno depende del grado de desarrollo expresado en la
ciudad
CLa imaginación es una diferencia fundamental entre el hombre moderno y el hombre
antiguo
D El hombre moderno desarrolla su capacidad para soñar únicamente si vive en la ciudad
Pregunta No. 10
Pregunta tipo I
Lectura
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Constantino Kavafis, Ítaca
De la expresión “si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca”, se puede inferir que el viajero debe ser
AReflexivo y consecuente en cada uno de sus actos, a fin de tener fortaleza para
enfrentar los obstáculos
BOptimista y sensato, a fin de meditar en torno a todos los posibles temores que se
presentan en el camino
C Consciente y consecuente, a fin de evitar los problemas que halle en el viaje
D Racional y constante con cada uno de sus propósitos, a fin de evitar dilema
Pregunta No. 11
Pregunta tipo I
Lectura Ciudad y literatura
La ciudad puede ser perfectamente un tema literario, escogido por el interés o la necesidad de un
autor determinado.
Ahora pululan escritores que se autodenominan o son señalados por alguna “crítica” como
escritores urbanos. No obstante, considero que muchos de ellos tan sólo se acercan de manera
superficial a ese calificativo y lo hacen equívocamente al pretender referirse a la ciudad a través de
una mera nominación de calles, de bares en esas calles, de personajes en esos bares de esas calles,
como si la descripción más o menos pormenorizada de esas pequeñas geografías nos develara una
ciudad en toda su complejidad.
La ciudad es, en sí misma, un tema literario. Además, es el escenario donde transcurren y han
transcurrido miles y miles de historias de hombres y mujeres. La ciudad es la materia prima de los
sueños y las pesadillas del hombre moderno, el paisaje en el cual se han formado sentimental e
intelectualmente muchas generaciones de narradores en todo el mundo.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un imperativo
temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa contemporánea. Por supuesto que
existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los urbanos; pero quiero señalar de forma
especial la impresionante presencia de lo citadino en la literatura y, en este caso, primordialmente
en la cuentística universal del presente siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano no es
necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede ubicarse
legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar, actuar y expresarse
"rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último, lo urbano, posee sus maneras
específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus problemáticas singulares: en definitiva, un universo
particular. En consecuencia se podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los
temas y los comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de
unos lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese universo
esquivo y manoseado de lo urbano.
Guido L. Prólogo al texto Cuentos urbanos. Colección El Pozo y el Péndulo
En el texto, con el enunciado “La ciudad puede ser perfectamente un tema literario” se
A Afirma algo que posteriormente se sustenta
B Predice algo que luego se constata
C Instituye algo que posteriormente se realiza
D Advierte algo que luego se comprueba
Pregunta No. 12
Pregunta tipo I
Lectura
La vida de Macondo refleja mucho de la historia de Colombia; sin embargo, sus implicaciones crean
ondas de significaciones que abarcan toda Hispanoamérica y hasta la experiencia universal. El
pueblo se ubica en la selva colombiana, donde se establece un grupo de precursores. Crece, sufre
una epidemia y un diluvio, la prosperidad y la miseria. Macondo goza de su mayor prosperidad
cuando una compañía de los estados unidos establece una plantación de plátanos. Mas tarde, los
precursores se van y los reemplaza la miseria. La fuente de la prosperidad efímera tiene una
connotación claramente hispanoamericana; no obstante, el ciclo de prosperidad y de depresión
creado por hechos semejantes en el campo comercial o industrial, es una experiencia común en el
mundo. Macondo refleja la influencia de la revolución y el progreso tecnológico. Ambos fenómenos
parecen ser una intrusión; vienen del mundo foráneo, tales como los toques de cosmopolitismo que
animan este pueblo. Macondo tiene su propia vida que es una existencia separada y aislada. No
obstante, la vida es afectada siempre por el ataque de la intrusión desde fuera. Por eso, la realidad
del pueblo de García Márquez es algo como un espécimen de laboratorio, y esta condición realza la
sensación de que todo en este lugar es especial de algún modo. Es un lugar extraordinario y la
gente que vive allí suele ser tan extraña como el pueblo.
Fragmento tomado de John S. Brushwood.
La novela hispanoamericana del siglo XX. Estados Unidos
Según las características, este fragmento pertenece a un
A Resumen, porque sintetiza los acontecimientos básicos de la obra que presenta
B Articulo periodístico, porque presenta cierta información entorno a un tema
C Texto literario, porque expone poéticamente la realidad a la que se refiere
D Ensayo, porque plantea una hipótesis y la desarrolla a través de proposiciones
Pregunta No. 13
Pregunta tipo I
Lectura
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Constantino Kavafis, Ítaca
Cuando en le texto se habla de “adquiere hermosas mercancías” se hace referencia a
A La posibilidad de enriquecerse durante el trayecto
B El conocimiento que puede adquirir con cada una de las experiencias
C Las ganancias que trae para la vida el hecho de conocer otras culturas
D La oportunidad de deleitarse en cada paraje visitado
Pregunta No. 14
Pregunta tipo I
Lectura
La vida de Macondo refleja mucho de la historia de Colombia; sin embargo, sus implicaciones crean
ondas de significaciones que abarcan toda Hispanoamérica y hasta la experiencia universal. El
pueblo se ubica en la selva colombiana, donde se establece un grupo de precursores. Crece, sufre
una epidemia y un diluvio, la prosperidad y la miseria. Macondo goza de su mayor prosperidad
cuando una compañía de los estados unidos establece una plantación de plátanos. Mas tarde, los
precursores se van y los reemplaza la miseria. La fuente de la prosperidad efímera tiene una
connotación claramente hispanoamericana; no obstante, el ciclo de prosperidad y de depresión
creado por hechos semejantes en el campo comercial o industrial, es una experiencia común en el
mundo. Macondo refleja la influencia de la revolución y el progreso tecnológico. Ambos fenómenos
parecen ser una intrusión; vienen del mundo foráneo, tales como los toques de cosmopolitismo que
animan este pueblo. Macondo tiene su propia vida que es una existencia separada y aislada. No
obstante, la vida es afectada siempre por el ataque de la intrusión desde fuera. Por eso, la realidad
del pueblo de García Márquez es algo como un espécimen de laboratorio, y esta condición realza la
sensación de que todo en este lugar es especial de algún modo. Es un lugar extraordinario y la
gente que vive allí suele ser tan extraña como el pueblo.
Fragmento tomado de John S. Brushwood.
La novela hispanoamericana del siglo XX. Estados Unidos
Por a forma como el autor presenta sus ideas, se puede deducir que pretende
AResaltar cómo una obra puede hacer que un contexto particular adquiera una validez
universal
B Resumir los principales hechos de una novela para dar cuenta de su valor literario
CHacer un análisis de la obra retomando su estructura, los principales eventos y los
personajes del lugar
D Contrastar el contenido de la novela con la realidad de los pueblos colombianos
Pregunta No. 14
Pregunta tipo I
Lectura
La vida de Macondo refleja mucho de la historia de Colombia; sin embargo, sus implicaciones crean
ondas de significaciones que abarcan toda Hispanoamérica y hasta la experiencia universal. El
pueblo se ubica en la selva colombiana, donde se establece un grupo de precursores. Crece, sufre
una epidemia y un diluvio, la prosperidad y la miseria. Macondo goza de su mayor prosperidad
cuando una compañía de los estados unidos establece una plantación de plátanos. Mas tarde, los
precursores se van y los reemplaza la miseria. La fuente de la prosperidad efímera tiene una
connotación claramente hispanoamericana; no obstante, el ciclo de prosperidad y de depresión
creado por hechos semejantes en el campo comercial o industrial, es una experiencia común en el
mundo. Macondo refleja la influencia de la revolución y el progreso tecnológico. Ambos fenómenos
parecen ser una intrusión; vienen del mundo foráneo, tales como los toques de cosmopolitismo que
animan este pueblo. Macondo tiene su propia vida que es una existencia separada y aislada. No
obstante, la vida es afectada siempre por el ataque de la intrusión desde fuera. Por eso, la realidad
del pueblo de García Márquez es algo como un espécimen de laboratorio, y esta condición realza la
sensación de que todo en este lugar es especial de algún modo. Es un lugar extraordinario y la
gente que vive allí suele ser tan extraña como el pueblo.
Fragmento tomado de John S. Brushwood.
La novela hispanoamericana del siglo XX. Estados Unidos
Por a forma como el autor presenta sus ideas, se puede deducir que pretende
AResaltar cómo una obra puede hacer que un contexto particular adquiera una validez
universal
B Resumir los principales hechos de una novela para dar cuenta de su valor literario
CHacer un análisis de la obra retomando su estructura, los principales eventos y los
personajes del lugar
D Contrastar el contenido de la novela con la realidad de los pueblos colombianos
Pregunta No. 15
Pregunta tipo I
Lectura
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Constantino Kavafis, Ítaca
Según el poema, Ítaca es un lugar que simboliza
A El deseo de regresar después de un lago viaje
B La necesidad de tener presente nuestras raíces
C Un referente indispensable para todos los viajeros
D Un recuerdo para quienes han abandonado su casa
Lectura
... Y me contestó la divina entre las diosas:
“Hijo de Laertes, de linaje divino, Odiseo de mil trucos,
no te quedes ya más en mi morada contra tus deseos.
Pero ante todo tienes que cumplir otro viaje y llegar
a las mansiones de Hades y la venerada Perséfone,
a consultar en oráculo el alma de tebano Tiresias,
el adivino ciego, que conserva su entendimiento firme.
A él, incluso muerto, le concedió Perséfone mantener su mente
despierta, a él solo, que los demás se mueven como sombras”.
Así dijo. Entonces a mí se me partió el corazón.
Me eché a llorar tumbado sobre el lecho, y mi ánimo
ya no quería vivir ni ver más la luz del sol.
Luego que me sacié de llorar y de revolcarme,
entonces a ella le dirigí mis palabras y dije:
“¿Ah, Circe, quién va, pues, a guiarme en ese viaje?
Hasta el Hades nunca nadie llegó en una negra nave.
(Homero, Odisea, canto X; Madrid, Gredos, 1987: págs. 487-502)
Teniendo en cuenta el estilo del texto anterior, es posible afirmar que pertenece al periodo
A Medieval
B Barroco
C Moderno
D Clásico
Pregunta No. 16
Pregunta tipo I
Lectura
... Y me contestó la divina entre las diosas:
“Hijo de Laertes, de linaje divino, Odiseo de mil trucos,
no te quedes ya más en mi morada contra tus deseos.
Pero ante todo tienes que cumplir otro viaje y llegar
a las mansiones de Hades y la venerada Perséfone,
a consultar en oráculo el alma de tebano Tiresias,
el adivino ciego, que conserva su entendimiento firme.
A él, incluso muerto, le concedió Perséfone mantener su mente
despierta, a él solo, que los demás se mueven como sombras”.
Así dijo. Entonces a mí se me partió el corazón.
Me eché a llorar tumbado sobre el lecho, y mi ánimo
ya no quería vivir ni ver más la luz del sol.
Luego que me sacié de llorar y de revolcarme,
entonces a ella le dirigí mis palabras y dije:
“¿Ah, Circe, quién va, pues, a guiarme en ese viaje?
Hasta el Hades nunca nadie llegó en una negra nave.
(Homero, Odisea, canto X; Madrid, Gredos, 1987: págs. 487-502)
Teniendo en cuenta el estilo del texto anterior, es posible afirmar que pertenece al periodo
A Medieval
B Barroco
C Moderno
D Clásico
Pregunta No. 17
Pregunta tipo I
Lectura Épica y novela
Según Georg Lukács, autor de Teoría de la novela, “sólo los poemas homéricos son épica en sentido
estricto”. En ellos las divinidades que gobiernan el mundo y rigen los destinos humanos se ponen
cerca de los hombres como el padre respecto del niño, y las aventuras que superan los héroes son
simplemente el itinerario de un camino previamente trazado. En la épica no existe la pregunta por el
sentido del viaje, ya que el héroe conoce la respuesta antes de partir hacia Ítaca. El mundo es ancho
y está lleno de peligros, y, sin embargo, es como la casa propia, pues hombres y dioses están en
comunión. Homero nos revela la perfección del helenismo, que resulta impensable para nosotros,
hombres modernos, hombres del sin sentido, autores y lectores de novelas.
La consolidación del capitalismo durante el Renacimiento provoca una completa transformación del
concepto de la vida y una profunda alteración de los puntos de orientación trascendentales del
mundo occidental. La desdivinización del mundo es uno de los principales fenómenos que
caracterizan a la modernidad. De acuerdo con Milan Kundera, la desdivinización, que no debe
confundirse con el ateísmo, “designa la situación en la que el individuo, ego que piensa, reemplaza
a Dios como fundamento de todo”. En este contexto tiene su génesis el género novelesco con la
obra de Cervantes. Don Quijote se encuentra en el vértice entre la épica y la novela; su aventura es
una búsqueda de la trascendencia, que culmina con la triste constatación de que los dioses han
abandonado el mundo; los gigantes no son más que molinos, y el abismo que separa al hombre de
los dioses ya no será superado.
Sólo en el siglo XIX alcanza la novela su madurez, con las obras de Flaubert y Dostoievski. El triunfo
de la burguesía tras la Revolución Francesa y las prácticas de capitalismo salvaje tras la Revolución
Industrial agudizaron el sentimiento de desamparo trascendental, hasta tal punto que la filosofía, en
la pluma Nietzsche, predicó la muerte de Dios. La novela intentó colmar el vacío que se produjo tras
el exilio o deceso divino explorando la psiquis humana. ¿Qué es un individuo? ¿En qué consiste su
identidad? Las novelas modernas buscan una respuesta a estas preguntas. En la estética de
Dostoievski, el más importante entre los novelistas modernos, el hombre se define por su visión del
mundo: sus personajes están arraigados en una ideología personal muy particular según la cual
actúan inflexiblemente.
En la novela contemporánea, el hombre se define por su discurso. Una nueva conciencia del
lenguaje, entendido como constructor de realidad y no como simple medio de comunicación,
condujo a autores como James Joyce y Virginia Woolf a buscar, en el flujo de la conciencia individual,
una respuesta a la pregunta por la identidad. Así pues, el héroe de nuestros días no emprende,
como Odiseo, una aventura que lo lleva por el mundo al encuentro de su destino, sino que realiza un
viaje interior en busca de sí mismo y de un sentido para su existencia. Épica y novela son, en este
sentido, manifestaciones de la relación particular que la antigüedad y la modernidad han sostenido
con lo trascendente.
Texto inédito de Iván Pinilla
En el enunciado del primer párrafo: “En la épica no existe la pregunta por el sentido del viaje, ya
que el héroe conoce la respuesta antes de partir hacia Ítaca”, Ítaca es símbolo de
A La interioridad de los hombres
B Un puerto de descanso en el viaje
C El umbral entre la vida y la muerte
D El destino final de todo viaje
Pregunta No. 18
Pregunta tipo I
Lectura
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Constantino Kavafis, Ítaca
El tema del texto anterior es
A La necesidad de tener experiencias antes de volver al lugar de origen
B La vida como una travesía donde es más rico el proceso que el fin
C Las diferentes dificultades por las que se debe atravesar en la vida
D Las experiencias negativas y positivas del aprendizaje y su repercusión
Pregunta No. 19
Pregunta tipo I
Lectura
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces
una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas
que se precipitaban por un lecho de. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de
nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de
marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande
alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un
gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de
Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava
maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes
metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se
caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de
desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se
les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de
Melquíades.
“Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de
despertarles el ánima.” José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos
que el ingenio de la naturaleza, y aun más allá del milagro y la magia, pensó que era posible
servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra…
Gabriel García Márquez, Cien años de soledad
La situación con que se abre el fragmento remite a un contexto social donde predomina un gobierno
A Democrático
B Anárquico
C Militar
D Absolutista
Pregunta No. 20
Pregunta tipo I
Lectura Épica y novela
Según Georg Lukács, autor de Teoría de la novela, “sólo los poemas homéricos son épica en sentido
estricto”. En ellos las divinidades que gobiernan el mundo y rigen los destinos humanos se ponen
cerca de los hombres como el padre respecto del niño, y las aventuras que superan los héroes son
simplemente el itinerario de un camino previamente trazado. En la épica no existe la pregunta por el
sentido del viaje, ya que el héroe conoce la respuesta antes de partir hacia Ítaca. El mundo es ancho
y está lleno de peligros, y, sin embargo, es como la casa propia, pues hombres y dioses están en
comunión. Homero nos revela la perfección del helenismo, que resulta impensable para nosotros,
hombres modernos, hombres del sin sentido, autores y lectores de novelas.
La consolidación del capitalismo durante el Renacimiento provoca una completa transformación del
concepto de la vida y una profunda alteración de los puntos de orientación trascendentales del
mundo occidental. La desdivinización del mundo es uno de los principales fenómenos que
caracterizan a la modernidad. De acuerdo con Milan Kundera, la desdivinización, que no debe
confundirse con el ateísmo, “designa la situación en la que el individuo, ego que piensa, reemplaza
a Dios como fundamento de todo”. En este contexto tiene su génesis el género novelesco con la
obra de Cervantes. Don Quijote se encuentra en el vértice entre la épica y la novela; su aventura es
una búsqueda de la trascendencia, que culmina con la triste constatación de que los dioses han
abandonado el mundo; los gigantes no son más que molinos, y el abismo que separa al hombre de
los dioses ya no será superado.
Sólo en el siglo XIX alcanza la novela su madurez, con las obras de Flaubert y Dostoievski. El triunfo
de la burguesía tras la Revolución Francesa y las prácticas de capitalismo salvaje tras la Revolución
Industrial agudizaron el sentimiento de desamparo trascendental, hasta tal punto que la filosofía, en
la pluma Nietzsche, predicó la muerte de Dios. La novela intentó colmar el vacío que se produjo tras
el exilio o deceso divino explorando la psiquis humana. ¿Qué es un individuo? ¿En qué consiste su
identidad? Las novelas modernas buscan una respuesta a estas preguntas. En la estética de
Dostoievski, el más importante entre los novelistas modernos, el hombre se define por su visión del
mundo: sus personajes están arraigados en una ideología personal muy particular según la cual
actúan inflexiblemente.
En la novela contemporánea, el hombre se define por su discurso. Una nueva conciencia del
lenguaje, entendido como constructor de realidad y no como simple medio de comunicación,
condujo a autores como James Joyce y Virginia Woolf a buscar, en el flujo de la conciencia individual,
una respuesta a la pregunta por la identidad. Así pues, el héroe de nuestros días no emprende,
como Odiseo, una aventura que lo lleva por el mundo al encuentro de su destino, sino que realiza un
viaje interior en busca de sí mismo y de un sentido para su existencia. Épica y novela son, en este
sentido, manifestaciones de la relación particular que la antigüedad y la modernidad han sostenido
con lo trascendente.
Texto inédito de Iván Pinilla
Del primer párrafo del texto anterior se puede deducir que la perfección del helenismo consiste en
A La belleza y la armonía de los poemas homéricos
B La comunión que existe entre hombres y dioses
C El sinsentido de la existencia para los griegos
D La predeterminación del itinerario de los héroes
Pregunta No. 21
Pregunta tipo I
Lectura
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Constantino Kavafis, Ítaca
Durante todo el texto el poeta se dirige
A Al lector
B Al viajero
C A Ulises
D A un interlocutor
Pregunta No. 22
Pregunta tipo I
El modelo rojo
René Magritte
La imagen que aparece en el cuadro ha sido creada por el pintor surrealista René Magritte. Con
respecto a una obra como ésta, se puede afirmar que
A Es posible en la medida en que fue pensada y plasmada artísticamente por el autor
BResulta extraña, pues da la impresión de que el artista posee una idea equivocada de la
realidad
CEs absurda, en vista de que el autor confunde sus intereses estéticos con la función del
arte
D Corresponde a una propuesta real de ciertos objetos que son usados por el artista
Pregunta No. 23
Pregunta tipo I
Lectura Marcel Proust a Genevieve Straus
Jueves, después de dejarte.
Madame:
Amo a mujeres misteriosas, puesto que vos sois una de ellas, y lo he dicho con frecuencia en Le
Banquet, en el que a menudo me habría gustado que usted se reconociese a sí misma. Pero ya no
puedo seguir amándola por completo, y le diré por qué, aunque no sirva de nada, pues bien sabe
usted que uno pasa el tiempo haciendo cosas inútiles o, incluso, perniciosas, sobre todo cuando se
está enamorado, aunque sea poco. Cree que cuando alguien se hace demasiado accesible deja que
se evaporen sus encantos, y yo creo que es verdad. Pero déjeme decirle qué sucede en su caso. Uno
habitualmente la ve con veinte personas, o, mejor dicho, a través de veinte personas, porque el
joven es el más alejado de usted. Pero imaginemos que, después de muchos días, uno consigue
verla a solas. Usted sólo dispone de cinco minutos, e incluso durante esos cinco minutos está
pensando en otra cosa.
Pero eso no es todo. Si alguien le habla a usted de libros, usted lo encuentra pedante; si alguien le
habla de gente, a usted le parece indiscreto (si le cuentan) y curioso (si le preguntan); y si alguien le
habla de usted misma, a usted le parece ridículo. Y así, uno tiene cien oportunidades de no
encontrarla deliciosa, cuando de repente usted realiza algún pequeño gesto que parece indicar una
leve preferencia, y uno vuelve a quedar atrapado. Pero usted no está lo bastante imbuida de esta
verdad (yo no creo que esté imbuida de ninguna verdad): que muchas concesiones deberían dársele
al amor platónico. Una persona que no es en absoluto sentimental se vuelve asombrosamente así, si
se la reduce al amor platónico. Como yo deseo obedecer sus preciosos preceptos que condenan el
mal gusto, no entraré en detalles. Pero píenselo, se lo suplico. Tenga alguna indulgencia hacia el
ardiente amor platónico que usted despierta, si todavía se digna creer y aprobarlo.
Marcel Proust.
Davidson, Chathy N. El libro del amor. Barcelona: Círculo de lectores, S.A., 1.994.
A juzgar por la manera como Marcel Proust describe a Genevieve Straus, se puede afirmar que él
A La valora por sus características de mujer de prestigio
B No la valora por sus características de mujer de prestigio, sino por su belleza física
C No valora ni su belleza física ni sus características de mujer de prestigio
D La valora, ante todo, por sus características intelectuales
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Pregunta No. 24
Pregunta tipo I
Lectura La ventanilla del bus
Comienza a oscurecer, ya están encendidas las vitrinas de la Carrera Trece, en los andenes se agolpa la multitud; voy en un bus que lucha por abrirse paso en la congestión vehicular. Entre la ciudad y yo está el vidrio de la ventanilla que devuelve mi imagen, perdida en la masa de pasajeros que se mueven al ritmo espasmódico del tránsito. Ahora vamos por una cuadra sin comercio, la penumbra de las fachadas le permite al pequeño mundo del interior reflejarse en todo su cansado esplendor: ya no hay paisaje urbano superpuesto al reflejo. Sólo estamos nosotros, la indiferente comunidad que comparte el viaje.
El bus acelera su marcha y la ciudad desaparece. Baudrillard dice que .un simulacro es la suplantación de lo real por los signos de lo real. No hay lo real, tan sólo la ventanilla que nos refleja. Nosotros, los pasajeros, suplantamos la realidad, somos el paisaje. ¿Somos los signos de lo real?
Un semáforo nos detiene en una esquina. Otro bus se acerca lentamente hasta quedar paralelo al nuestro; ante mí pasan otras ventanillas con otros pasajeros de otra comunidad igualmente apática. Pasan dos señoras en el primer puesto. Serán amigas -pienso-, quizás compañeras de trabajo. Pero no hablan entre ellas. Sigue pasando la gente detrás de las otras ventanas, mezclando su imagen real con nuestro reflejo. Creo verme sentado en la cuarta ventanilla del bus que espera la señal verde junto a nosotros. Es mi reflejo, intuyo; pero no es reflejo: soy yo mismo sentado en el otro bus. Con temor y asombro, él y yo cruzamos una mirada cómplice, creo que nos sonreímos más allá del cansancio del día de trabajo. Los dos vehículos arrancan en medio de una nube de humo negro.
PÉRGOLIS, Juan Carlos; ORDUZ, Luis Fernando; MORENO, DaniloReflejos, fantasmas, desarraigos. Bogotá recorrida.
El enunciado “un simulacro es la suplantación de lo real por los signos de lo real” se introduce en el texto con la intención de
A Argumentar la idea de que leer la ciudad es leernos a nosotros mismos
B Definir el significado de simulacro partiendo de un viaje en bus por la ciudad
C Proponer un método para leer la ciudad a partir de los planteamientos de Baudrillardl
D Discutir la concepción de Baudrillard en torno a la posibilidad de hallar la ciudad
Pregunta No. 21
Pregunta tipo I
Lectura
Respodióle Atenea, la deidad de ojos de lechuza:
¡Padre nuestro Crónida, el más excelso de los que imperan! Aquel yace en la tumba por haber
padecido una muerte muy justificada.
¡Así perezca quien obre de semejante modo!
Pero se me parte el corazón a causa del prudente y desgraciado Ulises, que, mucho tiempo ha,
padece penas de los suyos, en una isla azotada por las olas, en el centro del mar; isla poblada de
árboles, en la cual tiene su mansión, una diosa, la hija del terrible Atlante, de aquel que conoce
todas la profundidades del Ponto y sostiene las grandes columnas que separan la tierra y el cielo. La
hija de este dios retiene al infortunado y afligido Ulises, no cejando en su propósito de embelesarle
con tiernas y seductoras palabras para que olvide a Ítaca; mas Ulises, que está deseoso de ver el
humo de su país natal, ya de morir siente anhelos. Y a ti, Zeus olímpico, ¿No te era grato Ulises
cuando sacrificaba junto a las naves de los argivos? ¿Por qué así te has airado contra él, Oh Zeus?
Homero. Odisea
En el texto anterior, la expresión “aquel que conoce todas la profundidades del Ponto y sostiene las
grandes columnas que separan la tierra y el cielo” hace alusión a
AEl poder de dios reflejado en su dominio sobre tres elemento vitales dentro del orden
natural
B La furia del dios reflejada en el poder que le confiere a su hija para apoderarse de héroe
CEl miedo que acarrea el poder del dios, reflejado en su superioridad sobre los otros
dioses del Olimpo
DEl respeto que inspira al Crónida la potestad de este dios, reflejada en la fuerza que lo
caracteriza
Pregunta No. 22
Pregunta tipo I
El modelo rojo
René Magritte
El cuadro “El modelo rojo”, como toda obra de arte, puede remitir a quien la contempla a múltiples
significados, pero si se piensa que estos zapatos acaban de ser usados por alguien, una posible
causa de que hayan sido dejados al lado de una construcción de madera es que, para esta persona,
A Sentir las piedras del camino es más agradable que usar zapatos
B Un lugar a donde ingresó está sucio y no desea dañar sus zapatos
C El camino que va a recorrer es suave y no necesita zapatos
D El suelo que va a pisar ya no exige el uso de zapatos
Pregunta No. 24
Pregunta tipo I
Lectura
Respodióle Atenea, la deidad de ojos de lechuza:
¡Padre nuestro Crónida, el más excelso de los que imperan! Aquel yace en la tumba por haber
padecido una muerte muy justificada.
¡Así perezca quien obre de semejante modo!
Pero se me parte el corazón a causa del prudente y desgraciado Ulises, que, mucho tiempo ha,
padece penas de los suyos, en una isla azotada por las olas, en el centro del mar; isla poblada de
árboles, en la cual tiene su mansión, una diosa, la hija del terrible Atlante, de aquel que conoce
todas la profundidades del Ponto y sostiene las grandes columnas que separan la tierra y el cielo. La
hija de este dios retiene al infortunado y afligido Ulises, no cejando en su propósito de embelesarle
con tiernas y seductoras palabras para que olvide a Ítaca; mas Ulises, que está deseoso de ver el
humo de su país natal, ya de morir siente anhelos. Y a ti, Zeus olímpico, ¿No te era grato Ulises
cuando sacrificaba junto a las naves de los argivos? ¿Por qué así te has airado contra él, Oh Zeus?
Homero. Odisea
En la expresión “¡padre nuestro Crónida, el más excelso de los que imperan!” las palabras
subrayadas corresponden a
A Un epíteto, porque acentúa una casualidad del personaje
B Una hipérbole, porque exagera ciertas características
C Un símil, porque compara dos elemento semejantes
D Una metáfora, porque sustituye unos rasgos por otros
Pregunta No. 23
Pregunta tipo I
Lectura
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Constantino Kavafis, Ítaca
El tema del texto anterior es
A La necesidad de tener experiencias antes de volver al lugar de origen
B La vida como una travesía donde es más rico el proceso que el fin
C Las diferentes dificultades por las que se debe atravesar en la vida
D Las experiencias negativas y positivas del aprendizaje y su repercusión