FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
Grado en enfermería
Trabajo Fin de Grado
Medidas para promoción
de la autonomía personal
y funcional en personas
con demencia- Alzheimer
en fase inicial;
Una Revisión.
ALUMNA: MARÍA LOURDES MERCADO LÓPEZ.
TUTOR: PROF. D. PEDRO ÁNGEL PALOMINO MORAL
DPTO: ENFERMERÍA
JUNIO, 2015
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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
Grado en enfermería
Trabajo Fin de Grado
Medidas para promoción
de la autonomía personal
y funcional en personas
con demencia- Alzheimer
en fase inicial;
Una Revisión.
ALUMNA: MARÍA LOURDES MERCADO LÓPEZ.
TUTOR: PROF. D. PEDRO ÁNGEL PALOMINO MORAL
DPTO: ENFERMERÍA.
JUNIO, 2015
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ÍNDICE DE ABREVIATURAS
Instituto Nacional de Estadística (INE)
Persona(s) con demencia (PcD).
Persona Cuidadora Familiar (PCF).
Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD)
Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD)
Descriptores de Ciencias de la Salud (DeCS)
Medical Suject Headings (MeSH)
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico 1. Distribución por frecuencia de los principales tipos de demencia…………. 9
Gráfico 2. Frecuencia de la enfermedad de Alzheimer respecto a otras
enfermedades…………………………………………………………………………………….. 9
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1: Diagrama de flujo de los resultados de la búsqueda. ……..………………… 23
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1: Medidas de carácter general………………………………………………. 25
Tabla 2: Medidas generales sobre el entorno físico………………………………… 27
Tabla 3: Medidas sobre el entorno físico según estancias………………………….. 29
Tabla 4: Medidas a nivel de las ABVD……………………………………………. 32
Tabla 5: Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo 1 .……………………….. 42
Tabla 6: Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo 2…………………………. 45
Tabla 7: Medidas a nivel afectivo………………………………………………….. 46
Tabla 8: Medidas a nivel conductual 1..……………………………………………. 47
Tabla 9: Medidas a nivel conductual 2……………………………………………… 47
3
AGRADECIMIENTOS
Es necesario dar las gracias principalmente a Pedro Ángel Palomino Moral,
profesor de la Universidad de Jaén, por su asesoramiento y ayuda incondicional en este
proyecto que para mi es algo más que un trabajo académico. Le agradezco que me haya
motivado para llevarlo a cabo y que haya sabido darle el valor que se merece a un tema
tan importante para mi. Sin su ayuda no hubiera sido posible. Y por último agradecer a
esa persona tan especial para mi como fue mi abuela, que indirectamente, me hizo
descubrir la profesión más humana del mundo.
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RESUMEN
Introducción: Las personas que padecen demencia experimentan a lo largo de la
enfermedad un deterioro progresivo de las funciones globales que repercuten en el
desarrollo de las actividades de la vida diaria y a su vez en su autonomía personal y
funcional. En las fases iniciales de la demencia, esta pérdida de autonomía puede ser
ralentizada, puesto que en esta etapa de la enfermedad las funciones cognitivas están
relativamente conservadas. El objetivo de este estudio es revisar la literatura para poner
de manifiesto una serie de medidas que podrían ayudar a ralentizar este proceso de
pérdida de autonomía funcional en personas con demencia en fase inicial. Metodología:
Se ha realizado una búsqueda con la finalidad de identificar literatura (de revisión,
originales, guías de práctica clínica o educativas) sobre el tema. Para esto se utilizaron
bases de datos tanto nacionales como internacionales, aparte de otros recursos. Las
bases de datos utilizadas fueron: PUBMED, SCOPUS, ENFISPO, CINHAL, CUIDEN,
COCHRANE, LILACS, IME y SCIELO. También se ha recurrido a webs oficiales
sobre demencia, guías de práctica clínica y guías educativas. Resultados: Tras la
revisión de los 37 documentos seleccionados, 11 de estos se han incluido en resultados.
Se han identificado una serie de medidas que tendrían como finalidad un abordaje
integral de la promoción de la autonomía personal- funcional en personas con demencia
en fase inicial. Estas medidas se han clasificado en 6 subgrupos. Discusión: La escasa
existencia de documentos científicos sobre el tema, ha dado lugar a un escaso número
de documentos en resultados y a la utilización de documentos en base a su evidencia
empírica. Conclusión: Son necesarios estudios que demuestren efectividad de estas
medidas.
Palabras clave: Demencia, enfermedad de Alzheimer, autonomía personal y
dependencia.
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ABSTRACT
Introduction: People who suffer from dementia experiment a progressive
deterioration of the daily functions and also in their personal autonomy. Early stages of
dementia do not affect autonomy seriously due to the fact that in this stage of the illness,
cognitive functions are relatively preserved. The aim of this study is to bring to light a
series of measures which could help decreasing this process of loss of autonomy in
people who suffer from dementia. Methodology: We have made a search in order to
identify some documentation. We have resorted to various national and international
databases: PUBMED, SCOPUS, ENFISPO, CINHAL, CUIDEN, COCHRANE,
LILACS, IME and SCIELO. We have also resorted to official websites which offer
information about dementia, clinical practice guide and educational guides. Results:
after revising 36 documents, 11 of these have been included in results. We have
identified a series of measures which could be able to promote the autonomy of people
who suffer from early stages of dementia. These measures have been classified into 6
subgroups. Discussion: The little empirical evidence on the subject, has led in a small
number of documents in result and use of documents based on empirical evidence.
Conclussion: Additional studies are needed to demonstrate effectiveness of these
measures.
Keywords: Dementia, Alzheimer disease, personal autonomy and dependency.
6
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN. _________________________________________________ 7
1.1. DEMENCIAS. _________________________________________________ 8
1.1.1. Concepto de demencia. _______________________________________ 8
1.1.2. Epidemiología de la demencia- Alzheimer. _______________________ 8
1.1.3. Tipos de demencias. _________________________________________ 9
1.1.4. Etapas de las demencias- Alzheimer. ___________________________ 11
1.2. PROMOCIÓN DE LA AUTONOMÍA PERSONAL. _________________ 13
1.2.1. Aproximación al concepto de Promoción de autonomía personal_____ 13
1.2.2. Abordaje de la promoción de la autonomía personal. _____________ 15
1.2.3. Beneficios e indicadores de la autonomía personal. _______________ 18
1.2.4. Cuidador de la PcD. ________________________________________ 18
1.3. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO. _______________________________ 20
2. METODOLOGÍA. ________________________________________________ 22
2.1. Objetivo del estudio. ___________________________________________ 22
2.2. Diseño. ______________________________________________________ 22
2.3. Estrategia de búsqueda. _________________________________________ 22
2.4. Criterios de inclusión. __________________________________________ 23
2.5. Descripción general de los resultados de la búsqueda. ________________ 23
3. RESULTADOS ___________________________________________________ 24
3.1. Medidas de Carácter General. ___________________________________ 25
3.2. Medidas sobre el entorno físico. ____________________________________ 26
3.3. Medidas a nivel de las ABVD. ______________________________________ 32
3.4. Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo. _________________________ 42
3.5. Medidas a nivel afectivo. __________________________________________ 46
3.6. Medidas a nivel conductual. _______________________________________ 47
4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN. _____________________________________ 49
4.2. Limitaciones del estudio. __________________________________________ 51
5. BIBLIOGRAFÍA. _________________________________________________ 51
6. ANEXOS. _______________________________________________________ 54
7
1. INTRODUCCIÓN.
Los cambios demográficos en España son precursores del considerable aumento
de personas mayores que tendrá lugar en los próximos años, puesto que según indica
el Instituto Nacional de Estadística (INE) (1) la esperanza de vida aumentaría a 84
años en varones y 88.7 en mujeres. Como consecuencia de esto, en España, tendrá
lugar, un envejecimiento demográfico mayor en España, que en el resto de Europa(2).
Como consecuencia, este envejecimiento de la población traerá consigo un aumento
de las enfermedades propias de la vejez como puede ser la demencia o Alzheimer,
una de las causas más importantes de discapacidad y dependencia en los mayores(3).
Para hacernos una idea de la prevalencia del Alzheimer, las estimaciones para
Europa, según la web oficial de la Comisión Europea de Salud Pública(4), señalan
que en 2006 unos 7,3 millones de personas residentes en Europa con edades
comprendidas entre 30 y 99 años de edad padecieron algún tipo de demencia, con una
prevalencia de 14,6 por 1 000 habitantes, siendo más frecuente en mujeres que en
hombres.
Esta enfermedad afecta a diferentes funciones cognitivas y del comportamiento, como
consecuencia, las personas que la padecen van aumentando progresivamente la
dificultad para realizar actividades cotidianas, al disminuir sus capacidades
funcionales y con esto su autonomía personal y funcional, volviéndose
completamente dependientes en la fase tardía o terminal de la enfermedad(3,5).
Este trabajo se propone como objetivo analizar las medidas disponibles para
intervenir sobre la autonomía personal y funcional de la persona con demencia (PcD),
con el fin de promover esta y retrasar lo máximo posible esta pérdida de autonomía.
Estas medidas podrían ser de utilidad para ser consideradas por los equipos
interdisciplinares de trabajo tanto en el en ámbito sanitario (hospitales de agudos,
crónicos…), como sociosanitario (residencias, unidades de estancia diurna…);
también podría ser interesante incluir estas medidas en la formación y el
entrenamiento de las personas cuidadoras familiares (PCF), que son el eje de la
atención a las PcD en nuestro país.
8
1.1. DEMENCIAS.
1.1.1. Concepto de demencia.
Las demencias, tal y como explica la Guía de práctica clínica Alzheimer del
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad en 2010(6), son consideradas un
síndrome clínico (conjunto de signos y síntomas que no pertenecen una enfermedad
en concreto). Este se caracteriza por una pérdida progresiva de más de un dominio o
función cognitiva, que por consiguiente termina por afectar a la autonomía personal y
funcional del individuo que la padece (6,7). Según el Instituto Nacional de Trastornos
neurológicos y cerebrovasculares(8), las personas que la sufren tienen dificultades
para resolver problemas y para controlarse emocionalmente, también pueden darse
cambios de personalidad o conducta. Aunque el síntoma más común de esta es la
pérdida de memoria, si es cierto que para diagnosticarla es necesario que se haya
dado la pérdida de dos o más funciones cerebrales, entre las que encontramos: la
memoria, la capacidad para hablar, el razonamiento y el juicio.
1.1.2. Epidemiología de la demencia- Alzheimer.
Basándonos en datos epidemiológicos de la Organización Mundial de la
Salud (OMS)(9), podemos decir que contamos con 47,5 millones de PcD en el
mundo. La aparición de casos nuevos es de 7,7 millones por año y como
consecuencia, las previsiones para 2050 son de 135,5 millones de personas afectadas
por esta enfermedad. A partir de estos datos epidemiológicos, parece que la demencia
no es una enfermedad que debamos ignorar, puesto a su enorme prevalencia y el
impacto de sus consecuencias. Basándonos en diferentes fuentes(9-12), podemos
establecer una relación proporcional directa entre la prevalencia de la demencia y la
edad de la persona que la padece. Esta indica que la prevalencia en personas de 65
años se sitúa entre un 1- 5%, duplicándose cada 5 años a partir de los 65, hasta llegar
a una prevalencia aproximada del 20- 32% a los 80-85 años. Las previsiones de
futuro indican que para 2030 el 75% de los mayores de 65 años padecerán
Alzheimer(12). En el caso concreto de España, los datos muestran que las personas
mayores representaban, en 2010, el 16.9% de la población total y para 2050
supondrán un 30% de la población española(2). Si combinamos estos datos de
envejecimiento junto con las previsiones de Alzheimer anteriores a nivel mundial,
9
podemos entender que la OMS(13) considere la demencia como “La epidemia del
siglo”.
1.1.3. Tipos de demencias.
A partir de datos obtenidos de la neuropsicóloga Gramunt(14) y Burlá(7)
podemos decir que en los países occidentales, del 100% de las demencias, el
Alzheimer supone entre un 50- 80% aproximadamente, es decir; más de la mitad de
las demencias serían de tipo Alzheimer. Posteriormente le siguen las demencias
vasculares, demencias por cuerpos de Lewy y las demencias de los lóbulos
frontotemporales, en ese orden. Es difícil dar datos aproximados de prevalencia,
puesto que muchas veces es complejo diferenciar unas de otras, pero si podemos
decir que estos 4 tipos de demencias suponen el 90% del total de demencias.
En estos gráficos mostramos las 4 formas de demencia más frecuentes.
Gráfico 1: Distribución por frecuencia de los principales tipos de demencia. Fuente:
Gramunt Fombuena N. Memoria y otros retos cotidianos: Vive el envejecimiento
activo. Fundación "La Caixa". Barcelona, 2010.
Gráfico 2: Frecuencia de la enfermedad de Alzheimer respecto a otras
enfermedades. Fuente: Gramunt Fombuena N. Memoria y otros retos cotidianos:
vive el envejecimiento activo. Fundación "La Caixa". Barcelona, 2010.
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Tras el analizar la prevalencia de cada tipo de demencia, explicaremos las más
comunes. La guía de práctica clínica sobre la atención integral a las personas
enfermas de Alzheimer y otras demencias del Ministerio de Sanidad, Política Social e
Igualdad (6), las define así:
Demencia con cuerpos de Lewy.
Se trata de la asociación de deterioro cognitivo- demencia, parkinsonismo y
síntomas psicóticos. La demencia suele cursar con alti-bajos de los déficits cognitivos
y del nivel conciencia. Debido a esa asociación parkinsoniana se puede ver afectada
la marcha y por tanto aumenta la probabilidad de caídas. En cuanto a los síntomas
psicóticos podemos encontrar alucinaciones visuales o delirios.
Demencia por degeneraciones lobulares frontotemporales.
Esta demencia se caracteriza por una alteración del comportamiento unido o no
a una alteración en el lenguaje, debido a una atrofia cerebral en la localización que le
da nombre a esta demencia. No es muy frecuente pero en individuos de menos de 65
años es la causa más frecuente de demencia después del Alzheimer. Esta demencia se
caracteriza por cambios en el comportamiento y alteración de la conducta, labilidad
emocional más que la pérdida de memoria en sí.
Demencias vasculares.
Las demencias vasculares son demencias secundarias a daños en vasos
sanguíneos del cerebro, como consecuencia de infartos de vasos grandes en la corteza
cerebral, bajo esta o a zonas claves que afectan a las funciones cognitivas. Esta puede
darse como consecuencia de diabetes, hipertensión, ictus, lesiones hemorrágicas…
Es decir; las causas que dan lugar a enfermedades circulatorias, básicamente.
Enfermedad de Alzheimer:
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y cerebrovasculares(8) sitúa
la enfermedad de Alzheimer como la causa de demencia más común, al igual que
hemos comentado anteriormente. Esta enfermedad, cuyos síntomas suelen aparecer
en torno a los 60 años, provoca una disminución progresiva de las habilidades
11
cognitivas como la memoria el lenguaje, el movimiento, las emociones, el
comportamiento…
Los síntomas generales del Alzheimer, que Gonzalez- Cosío(15) en su Manual
para cuidadores de pacientes con demencia pone de manifiesto son:
Disminución de la memoria reciente o inmediata.
Alteraciones del comportamiento y personalidad: irritabilidad, cambios de
humor, labilidad emocional…
Dificultad para encontrar la palabra adecuada al hablar: el individuo utiliza
frases cortas y mezcla ideas sin relación directa unas con otras.
Estos síntomas van cambiando en función del avance de la demencia, por este
motivo es conveniente conocer los síntomas que caracterizan cada fase de esta.
1.1.4. Etapas de las demencias- Alzheimer.
Hablaremos de las fases del Alzheimer ya que, por norma general, son iguales a las
fases del resto de demencias, desarrollaremos las de este tipo de demencia en
concreto, por ser la forma más común de demencia.
Puesto que la enfermedad avanza de forma gradual, se solapan unas etapas con
otras y puede ser difícil diferenciar cuando acaba una de cuando empieza la otra,
simplemente por los síntomas. Las diferentes etapas en el Alzheimer que vamos a
exponer, son el resultado de la combinación de las etapas que proponen González
Cosío(15) y Alonso (16):
Fase inicial:
Suelen aparecer los primeros síntomas y puede que no se detecte con prontitud la
enfermedad y se confunda con simples achaques de la vejez.
El individuo comienza a tener problemas con el lenguaje.
Comienzan las alteraciones de memoria, por lo general la memoria reciente,
conservando la memoria de hechos pasados.
12
La PcD sufre desorientación en relación al tiempo y al espacio.
Dificultad para la toma de decisiones y pérdida concentración.
Falta de iniciativa y motivación: apatía.
Se dan cambios de personalidad: agresividad y depresión.
Desinterés en actividades, incluso aislamiento.
Cambios en el patrón del sueño.
Dejadez en cuanto a la higiene.
Fase intermedia:
Los síntomas se van haciendo cada vez más evidentes.
El individuo empieza a tener problemas al realizar las actividades básicas,
empieza a necesitar ayuda y no solo supervisión para realizarlas.
Continúan los problemas de memoria y olvida algunos nombres de personas.
Incapacidad para el cálculo y dificultades para la coordinación y la realización
de actos voluntarios.
Le cuesta más trabajo o incluso no puede realizar actividades instrumentales de
la vida diaria (AIVD) como puede ser cocinar o limpiar.
Tiene dificultades en la comunicación, incluso llegando a la afasia y apraxia.
Se desorienta en su entorno y sufre mayor confusión durante la noche.
Pueden darse alucinaciones y cambios en el comportamiento.
Aumenta su dependencia necesitando ayuda y supervisión todo el día.
Fase tardía:
Aquí la dependencia es completa. Los problemas de memoria son verdaderamente
serios y el deterioro físico se acentúa.
Le cuesta trabajo comer y tragar, no reconoce a la gente más cercana u objetos
familiares.
No sabe quién es él mismo.
Le cuesta trabajo entender o interpretar situaciones.
Se pierde en su propia vivienda.
La marcha se ve comprometida.
Aparecen incontinencias tanto urinaria como fecal.
Se encuentra encamado o en silla de ruedas con rigidez o posición fetal.
13
Tiene serias dificultades para hablar o es incapaz de hablar, emitiendo solo
ruidos.
Son capaces de notar el cariño de los suyos.
Algunos síntomas pueden aparecer en cualquier etapa y entre estas pueden darse
momentos de coherencia y lucidez.
1.2. PROMOCIÓN DE LA AUTONOMÍA PERSONAL.
1.2.1. Aproximación al concepto de Promoción de autonomía personal.
El Alzheimer es una enfermedad incurable, no obstante hay tratamiento
farmacológico y no farmacológico para procurar ralentizar el avance de la enfermedad y
retrasar sus consecuencias. Este tratamiento tiene como finalidad mantener a estas
personas en contacto con su entorno, evitando el aislamiento y en definitiva mantener la
calidad de vida de estas. Para mantener esta calidad de vida, es necesario mantener la
autonomía, y esta no se limita a las actividades cotidianas, sino también a las AIVD
(limpiar, cocinar…) y a las actividades avanzadas (ocio, trabajo, viajes…)(12,17).
García(18) propone que para evitar esta pérdida de autonomía es imprescindible la
prevención y promoción, es decir; anticiparse al problema y tomar las medidas
pertinentes para evitar la pérdida de autonomía de la PcD y la consiguiente
dependencia, antes de que sea tarde para actuar. Las medidas que se llevarían a cabo
en PcD en fase inicial, y podrían ser útiles, según la Guía de Práctica clínica de
Alonso et al(16), son la supervisión y la ayuda parcial. Estas son posibles porque en
esta fase la PcD aún conserva capacidades residuales(16,19).
La supervisión y la ayuda parcial pretenden promover y mantener esta
autonomía de la que hablamos. Para entender este concepto empezaremos definiendo
el término autonomía basándonos en la definición que propone la Ley 39/2006, de 14
de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas
en situación de dependencia(20):
14
“Autonomía: la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa,
decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias
propias así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”.
Esta, en el caso de una PcD, pasa por potenciar las capacidades residuales de la
persona ofreciéndole ayuda y dejándola hacer por si misma todo lo que sea capaz de
realizar de forma independiente(19). Para llevar esta tarea a cabo, se aplican un
conjunto medidas en el entorno de la persona dependiente, con el fin de mantener,
potenciar o prevenir el deterioro personal y funcional. En palabras de Bermejo(21):
“La promoción que puede ofrecerse para que la persona con demencia desarrolle su
autonomía y su independencia es directamente proporcional a la calidad de las
oportunidades del entorno, al empoderamiento que experimente partir de los apoyos
que se le presta e inversamente proporcional a la sobreprotección con que se le
trate”.
A partir de la definición anterior, es importante destacar el papel fundamental del
entorno familiar y social de la PcD, que debe ser principal punto de mira de las
intervenciones a realizar puesto que este es un factor muy determinante y de gran
influencia para la PcD. El entorno determina la socialización de la persona, la
estimulación que esta recibe para fomentar o no su autonomía, la existencia de
carencias afectivas o de comunicación, la sobreprotección que recibe y con esto su
vulnerabilidad, las redes sociales de las que dispone y el apoyo psicosocial con el que
cuenta para satisfacer sus necesidades psicológicas y sociales(21).
El entorno familiar en concreto, es la pirámide en la que se basa el cuidado de la
PcD ya que son los familiares y más específicamente el cuidador informal el
encargado de suplir las necesidades de la persona y mantener su calidad de vida. De
manera, que si tratamos de hacer un abordaje integral en la persona con demencia
tenemos que tener en cuenta el ambiente como principal factor influyente en la
evolución de la demencia(18,21).
Este motivo hace que un ambiente empoderador para la PcD sea fundamental.
Se trata de tener en cuenta a las personas a la hora de tomar decisiones que influyen
en su vida y su salud y hacer que estas actúen en consecuencia. Este empoderamiento
15
permite capacitar o recapacitar a estas personas con el fin de fomentar unas
habilidades que se estaban perdiendo. De lo contrario, el paternalismo, del que habla
Seoane (22), consiste en decidir en lugar de otra persona sobre esta misma sin tenerla
en cuenta, es en definitiva; una limitación de su autonomía. En el ámbito asistencial,
este parternalismo se daría si fuera el profesional el que decida por el paciente en su
beneficio apoyándose en unos conocimientos superiores. El paternalismo y la
sobreprotección ignoran por completo el principio de autonomía del paciente
respaldándose en el principio de beneficencia. Según Montorio et al(23), esto es algo
muy común en los pacientes con demencia ya que se tiende a sobreprotegerlos,
haciendo por el otro más de lo que necesita, con tal de evitarle esfuerzos a la PcD. En
un ambiente de sobreprotección, la persona se torna más dependiente y disminuyen
sus capacidades.
Viendo el enorme poder que tiene la familia sobre este tema, cabe pensar que es
fundamental intervenir sobre el entorno familiar y que este participe de forma activa
en el cuidado.
1.2.2. Abordaje de la promoción de la autonomía personal.
Es necesario tener en cuenta unas premisas básicas, para que esta promoción de la
autonomía personal sea exitosa. Martínez (19) nos propone una serie de
recomendaciones para llevar a cabo esta tarea de recapacitación de la PcD a través de
la promoción de la autonomía. Sería necesario destacar las siguientes:
Mantener y apoyar la autonomía personal de la PcD, teniendo en cuenta sus
capacidades residuales, fomentando y manteniendo estas.
Poner límites a la demanda de la PcD, si esta es excesiva e innecesaria, es
decir; prestar el apoyo preciso.
Valorar la cantidad de cuidado que necesita, analizando objetivamente la
situación de la persona.
Cuidar no significa suplir a la persona por completo si no ayudarla en lo que
ella no es capaz de hacer por sí misma. Para esto es necesario ver que puede
hacer la persona por sí misma, en que actividades necesita ayuda y cuales no
es capaz de realizar.
16
En cuanto al cuidador formal, Bermejo (21) y Gavan (24), añaden que es necesario
que este reconozca a la PcD como el centro de la atención y cree con ella una relación
de interdependencia en la que haya colaboración y confianza, olvidando esa relación
desequilibrada en la que el profesional sanitario es la persona experta independiente y
autónoma y la PcD; el enfermo dependiente y sin autonomía.
1.2.2.1. Aspectos Fundamentales a tener en cuenta.
Aspectos bioéticos.
Un cuidado que ofrecemos no puede ser de calidad si no responde a unos principios
fundamentales de bioética. Beauchamp y Childress en 1979(25) plantearon los 4
principios fundamentales de la Bioética que no está de más recordar:
Principio de Autonomía.
Principio de Beneficencia.
Principio de No maleficencia.
Principio de Justicia.
Igualdad en dignidad.
Igualdad económica.
Igualdad de responsabilidades.
Si miramos estos principios con la perspectiva de la demencia es necesario señalar que
en fases avanzadas de la demencia, el principio de autonomía no se podría hacer valer
debido al progresivo deterioro de las capacidades mentales y funcionales que se dan en
el individuo. En esta fase de la enfermedad la persona se vería incapacitada e
inhabilitada para la libre toma de decisiones y para el desempeño de sus ABVD de
forma independiente(3).
En las fases avanzadas de la demencia, donde hemos dicho que el principio de
autonomía no es aplicable, cobrarían aún más énfasis los principios de beneficencia y
no maleficencia ya que la persona se tornaría más vulnerable al no poder ejercer su
autonomía(3).
17
En cuando al principio de justicia, nos centraríamos principalmente en la
igualdad de responsabilidades para decir que no es justo que el cuidado de la PcD
recaiga en un solo cuidador, haciéndose visible la necesidad de hacer competentes a
otras personas en esta tarea para poder incluirlas en el cuidado y no sobrecargar a una
sola(3).
Aspectos psicosociales.
Para que la persona con demencia pueda sentirse incluida en la sociedad,
independiente y competente, dentro de sus capacidades, son necesarios tener en
cuenta los siguientes conceptos, que propone Bermejo(21) e incluirlos en los
cuidados diarios de esta. Se trataría de los siguientes:
Normalización:
Este concepto implica ofrecerles las mismas oportunidades que al resto sin
discriminación, con el fin de hacerlos “tan normales como sea posible”. Para que esto
sea factible puede ser necesario hacer cambios en el entorno, con el fin de adaptarlo a
la PcD. Para que pueda darse esta normalización es necesario que el entorno entienda
a la PcD como un individuo que se propone metas y su entorno le ayude a
conseguirlas, ya que el bienestar de esa persona depende en gran medida de las
personas que lo rodean y de lo que estas sean capaces de ofrecerle(21).
Ocupación:
La terapia ocupacional es una herramienta que puede ayudarlos a aumentar su
satisfacción personal al participar en ciertas ocupaciones. La ocupación nace como
consecuencia de que la persona está conectada a su entorno y en constante interacción
con otras personas y, en definitiva, hace que esta contribuya de alguna manera en la
sociedad. Es muy beneficiosa en particular para las PcD, debido a que su autoestima
va disminuyendo, y esto les permite mantener un rol social y sentirse útiles, aparte de
los beneficios que suponen para sus habilidades mentales y físicas(21).
Empatía y sentimientos en la demencia:
Lo principal para cuidar de forma adecuada a una persona que padece demencia, es
saber cómo se siente. Solo desde esta posición empática podremos actuar en su
beneficio. La PcD experimenta sentimientos de inutilidad y minusvaloración. Debido
a esto, el aspecto principal que debe tenerse en cuenta a la hora de tratar con personas
18
con demencia sería no tratarlos como sujetos pasivos, es decir; que no sea el cuidador
principal el que tome el papel de interlocutor absoluto. Si actuamos de esta manera, lo
único que hacemos es mandarle el mensaje a la otra persona de que es incapaz de
comunicarse y de valerse por sí mismo, y en definitiva, de inutilidad. Sin darnos
cuenta, con ese mismo afán de ayudar y sobreproteger, podemos dar un trato
deshumanizante e inadecuado(24).
1.2.3. Beneficios e indicadores de la autonomía personal.
La guía de práctica clínica de la Consejería para la Igualdad y el Bienestar social de
la Junta de Andalucía(26) con hacen evidentes los beneficios de la promoción de la
autonomía personal y funcional. Estos beneficios se dan para las ambas partes que
componen el cuidado, la PcD y el cuidador.
La persona cuidadora sufre menos sobrecarga puesto que no tiene que hacer
tanto esfuerzo, al potenciar las capacidades residuales de la PcD y por tanto
tiene tiempo para dedicarlo a ella misma.
La persona que recibe el cuidado potencia las habilidades que estaba
perdiendo y mantiene su mente ocupada con tareas, escapando así del
aburrimiento y aumentando su autoestima.
1.2.4. Cuidador de la PcD.
Puesto que aumenta la dependencia a medida que la demencia progresa, es
fundamental el papel del cuidador de la PcD, tanto formal como informal. Esta
persona es la encargada de suplir las necesidades de la PcD y mantener su calidad de
vida asistiéndolo a medida que la persona va perdiendo sus capacidades.
Cuidador formal:
Se trata de profesionales sanitarios, cuya función es preventiva y asistencial hacia la
PcD y a la familia. Los cuidadores formales sería los profesional de enfermería,
auxiliares de enfermería, psicólogos… Cualquier persona que tenga un trato directo
19
con el PcD y preste un servicio de atención sanitario o sociosanitario
remunerado(3,27).
Cuidador informal:
El cuidador informal es la persona encargada del cuidado, que pasa más horas con la
PcD, por lo general suelen ser mujeres, amas de casa con pocos estudios,
generalmente hijas o esposas de las personas con demencia con una edad
comprendida entre 40- 60 años. Esta es la persona encargada de ayudarla a adaptarse
a las limitaciones que se desarrollan como consecuencia del avance de la enfermedad,
facilitando su bienestar y calidad de vida. Por lo general solo hay cuidador que es
sobre el único que recae la carga del cuidado(3).
Como hemos comentado en apartados anteriores, el cuidador principal
obviamente debe ser incluido en las intervenciones hacia el paciente y por tanto
formado para esta labor.
Por parte de la Confederación de Organizaciones Internacionales de la Unión
Europea(28), podemos recurrir a la Carta Europea del Cuidador Familiar para
dedicarle al cuidador la importancia que se merece en esta tarea. Según esta; el
cuidador debe reconocerse y considerarse como eje fundamental para el bienestar de
la persona a la que cuida, y por tanto debe tenerse en cuenta en las políticas de salud.
Este tiene el derecho de acceso a la información y a la formación para que la labor de
cuidar sea del todo satisfactoria para ambas partes del cuidado.
Las intervenciones de los profesionales de la salud deben ir orientadas a formar a
estos cuidadores sobre cómo cuidar a las personas con demencia(3). Esta necesidad
de aprendizaje se hace visible en el estudio de Martínez(29) donde se pone de
manifiesto que el 96% de los cuidadores informales refieren desconocimiento e
incertidumbre a la hora de tratar con la demencia ya que poseen escasos
conocimientos y capacitación para realizar numerosas técnicas de cuidado. El 60% de
ellos no conoce a cerca del Alzheimer y por tanto desconocen cómo manejar a la
persona enferma de demencia.
Es aquí donde el cuidador formal y más concretamente el profesional de
enfermería toma importancia debido a su cercanía y contacto con la PcD y su familia.
Estos profesionales deben ser capaces de dar respuesta a las dudas y cuestiones que
20
les plantean los cuidadores informales, formándolos y preparándolos para el trato de
las personas con demencia(6). El papel más importante por tanto del personal de
enfermería, con respecto al entorno de la PcD, sería la formación de los
cuidadores(3,30,31).
Otras funciones importantes de enfermería con respecto a las PcD y sus familias,
serían:
Diagnóstico precoz de la demencia, es decir; confirmar indicios, aconsejar a la
familia un estudio diagnóstico diferencial y la puesta en marcha del protocolo
administrativo.
Adaptar el entorno a la persona de manera que se fomente su autonomía.
Promover una participación activa en terapias cognitivas (31,32).
1.3. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO.
La demencia afecta a diferentes funciones cognitivas y del comportamiento, como
consecuencia, en este tipo de enfermos va aumentando progresivamente la dificultad
para realizar actividades cotidianas, al disminuir sus capacidades funcionales y con
esto su autonomía personal funcional(5). Teniendo en cuenta los cambios
demográficos de la población y viendo las proyecciones de futuro relacionando el
envejecimiento y la demencia, podemos decir que estamos ante un gran reto para la
sociedad. Tanto es así que ya la Organización Mundial de la Salud (OMS)(13), ha
considerado la demencia como una prioridad de salud pública, y por ello en su
informe “Dementia: A public health priority” habla de intensificar los esfuerzos para
mejorar la atención y el apoyo prestado a este tipo de pacientes y a sus familias.
Esta revisión se justifica a partir del trato erróneo que se le da a la PcD, en muchos de
los casos entorpeciendo el ejercicio de su autonomía personal y funcional, por falta de
conocimientos y afán de sobreprotección. Las consecuencias de esta pérdida de
autonomía derivadas de un trato erróneo de la PcD o no, son de índole personal,
familiar y social- económicos (5,33). Por otro lado cabe señalar la importancia de
intervenir sobre el entorno familiar para abordar el tema de la demencia, ya que este
es un factor determinante hay estudios que ponen de manifiesto la falta de
conocimientos del cuidador informal para llevar a cabo la tarea de cuidar a la
PcD(21,29).
21
Por lo tanto, lo que se pretende con este trabajo es concretar una serie de medidas que
le permitan tanto al cuidador profesional como al informal, tras haber recibido la
formación adecuada, abordar el problema de la pérdida de autonomía en las PcD en
fases iniciales. El objetivo final al aplicar estas medidas que comentamos, es que la
PcD no pierda el control sobre su vida cuando aún es capaz y responsable para
mantenerlo, a la vez que la ayudamos a aprovechar al máximo sus capacidades
residuales para mantenerla incluida en su entorno.
La razón personal que me ha llevado a elegir este tema para la realización de mi
trabajo de fin de grado, ha sido que, a lo largo de mis prácticas clínicas y vivencias
familiares, he sido consciente del trato erróneo que se les da a las personas mayores
con demencia, tanto por parte de los profesionales sanitarios como de la familia. Las
personas encargadas del cuidado o supervisión de estas pasan a tratarlos como
incapacitados para muchas tareas o toma de decisiones, nada más ser diagnosticados
y considero que esto, aunque no se haga adrede, es un error con graves repercusiones
en la PcD.
Otro motivo personal, por el que he elegido tratar este tema, es porque considero
firmemente que la enfermera tiene en esto un papel fundamental por la cercanía a los
pacientes y porque, en mi opinión, es el profesional sanitario más capacitado para la
tarea de formar al cuidador familiar en unos cuidados de calidad y humanos.
22
2. METODOLOGÍA.
2.1. Objetivo del estudio.
El objetivo de este estudio es poner de manifiesto las medidas para la promoción de la
autonomía personal y funcional en personas con demencia- Alzheimer en fase inicial,
presentes en las Guías de Práctica Clínica y Manuales de nuestro entorno.
2.2. Diseño.
Este estudio es una revisión narrativa.
2.3. Estrategia de búsqueda.
En un principio, una vez definidas las palabras claves y los descriptores, se
realizó una búsqueda inicial entre Marzo y Abril de 2015, siendo necesarias
posteriores búsquedas de documentos concretos. Estas búsquedas bibliográficas se
llevaron a cabo en bases de datos tanto nacionales como internacionales como pueden
ser: PUBMED, SCOPUS, ENFISPO, CINHAL, CUIDEN, COCHRANE, LILACS,
IME y SCIELO. También se revisaron numerosas Guías de Práctica Clínica acerca de
demencias y/o dependencia, Guías educativas y sitios web oficiales sobre demencias-
Alzheimer.
Los documentos de interés fueron exportados a Refworks, eliminando duplicados
para ser posteriormente revisados. Los términos Descriptores de Ciencias de la Salud (DeCS)
utilizados para las bases de datos nacionales fueron: demencia, enfermedad de Alzheimer,
autonomía personal y dependencia. Para las bases de datos internacionales los términos Medical
Subject Headings (MeSH) fueron: dementia, Alzheimer disease, personal autonomy y
dependency.
23
2.4. Criterios de inclusión.
Para este estudio se han incluido artículos originales así como revisiones, Guías de
Práctica Clínica y educativas que abordaran el tema de la demencia- Alzheimer y
dependencia o pérdida de autonomía. No se han establecido límites en los años de
publicación puesto que nos interesaba saber el carácter cualitativo de las medidas
disponibles en la literatura. Se han utilizado artículos y revisiones
independientemente de su idioma, la mayoría de estos en Español, Inglés y Portugués.
También se han considerado válidas aquellas Guías de Práctica Clínica o Manuales
de carácter educativo, destinadas a cuidadores informales, obtenidos de sitios web
oficiales como el Ministerio de Sanidad, la Consejería de Salud o IMSERSO.
2.5. Descripción general de los resultados de la búsqueda.
Se localizaron 480 documentos en total encontrados en bases de datos y en otras
fuentes. El proceso de selección de dichos documentos, viene reflejado en el siguiente
gráfico:
Figura 1: Diagrama de flujo de los resultados de la búsqueda.
DOCUMENTOS
ENCONTRADOS
480
DOCUMENTOS
REVISADOS
480
DOCUMENTOS
RECHAZADOS
309
DOCUMENTOS
SELECCIONADOS
POR:
TÍTULO Y RESUMEN
171
TEXTO COMPLETO
37
UTILIZADOS EN
RESULTADOS
11
36
24
3. RESULTADOS
Tras la búsqueda bibliográfica se han encontrado 480 documentos, seleccionando 37
para la realización de este trabajo y utilizando 11 para la elaboración de los resultados.
Entre estos, se encuentran; revisiones, artículos originales, Guías de Práctica Clínica,
Manuales educativos.
A la vista de los resultados obtenidos tras la búsqueda, podemos constatar una
enorme heterogeneidad en cuanto al abordaje de la promoción de la autonomía
personal- funcional de PcD. Como consecuencia de esto, fue necesario diseñar un
criterio para clasificar las medidas propuestas en la literatura, con el fin de exponerlas
de forma más didáctica. De esta manera proponemos la siguiente clasificación para
agrupar las medidas encontradas.
Medidas de carácter general.
Medidas sobre el entorno físico (generales y por estancias).
Medidas a nivel de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD).
Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo.
Medidas a nivel afectivo.
Medidas a nivel conductual.
Para lograr la promoción de la autonomía, estos autores inciden en que es necesario un
abordaje completo de la persona, es decir; en todas sus esferas; cognitivo, afectivo,
conductual, funcional y en su entorno. Como consecuencia de esta atención integral las
medidas anteriores se solapan, puesto que abarcan diferentes campos a la misma vez.
25
3.1. Medidas de Carácter General.
Número
Fuente
Descripción y comentarios de las medidas propuestas.
1
Bermejo García, Lourdes.
Estudio sobre la creación de
una unidad de calidad de
vida en personas con
demencia en sus fases
iniciales. IMSERSO; 2014.
(21).
Bermejo propone que es preciso tener
en cuentas las decisiones y elecciones
de la persona, así como respetar la
privacidad e intimidad de esta.
A su vez, indica que debemos
proporcionarle todo la información
que solicite acerca de su estado de
salud y su enfermedad.
2
Consejería para la igualdad
y el bienestar social. Guía
práctica para el cuidado del
entorno familiar de personas
en situación de dependencia.
Junta de Andalucía;
2009.(26).
Esta Guía, incide sobre la
importancia de tratarlos como
adultos responsables y darles
autonomía para lleven a cabo las
tareas de forma independiente, si son
capaces de ello.
Para evitar que puedan sentirse
inútiles es aconsejable enseñarle
actividades fáciles de aprender, paso
a paso. Con el fin de facilitar la
realización de ciertas actividades, se
recomienda establecer rutinas y
hábitos en cuanto a las ABVD para
minimizar la toma de decisiones y
dar seguridad a la PcD. Es
importante motivar su participación
en la toma de decisiones.
26
Tabla 1: Medidas de carácter general.
3.2. Medidas sobre el entorno físico.
Conforme avanza la enfermedad se van perdiendo capacidades de la persona,
sería conveniente realizar algunos cambios en el hogar con el fin de compensar estas
limitaciones, es decir; adaptar el entorno a la PcD(17). Haciendo este entorno más
seguro y accesible, según Martínez(19), facilita que la PcD pueda manejarse de forma
autónoma. No solo adaptaremos el entorno físico si no también estableceremos
horarios y rutinas. Todo esto podría ayudar a la PcD a realizar su ABVD por ella
misma, aunque necesite supervisión.
Continuación Tabla 1.
3
Organización Mundial de la
Salud. Ayuda para cuidadores
de personas con demencia.
Department of Social Change
and Mental Health. World
Health Organization. Geneva;
1994.(34)
La OMS en este documento, se
propone como objetivo principal
mantener la independencia de la
persona el mayor tiempo posible.
Señala que es conveniente
simplificarle la toma de decisiones
dándole a elegir entre pocas
opciones y explicarle las tareas con
pasos sencillos. En cuanto al trato
con la PcD considera conveniente
evitar discusiones innecesarias y
enfrentamientos, tratando de
mantener el sentido del humor
riéndose con la PcD.
27
Número Fuente Descripción y comentarios de las
medidas propuestas.
1
Antoli J, De Miguel
MT, Miralles J et al.
Mantener la autonomía
de los enfermos de
Alzheimer. Guía de
consejos prácticos para
vivir el día a día.
Fundación La Caixa;
1999.(35)
Ambiente seguro:
Un ambiente seguro pasa por instalar
cerraduras de seguridad en las
ventanas y puerta exteriores y
eliminar las cerraduras internas de las
habitaciones para impedir
encerramientos accidentales. También
sería necesario mantener los productos
que sean nocivos en lugares seguros,
junto con los cuchillos, mecheros,
cerillas y posibles armas de fuego en
lugares que no estén al alcance de la
PcD. Con el fin de evitar quemaduras,
aconsejan proteger los radiadores y
estufas para evitar quemaduras.
Evitaremos caídas si eliminamos los
obstáculos del pasillo y las escaleras
junto con las alfombras que no estén
sujetas al suelo,
Ambiente estable, rutinario y familiar:
En esta guía se propone mantener la
vivienda ordenada, dejando las cosas
en el mismo sitio que de costumbre.
Consideran importante incorporar
rutinas a la vida diaria, hacer la misma
actividad de la misma manera y en el
mismo sitio, para crear nuevos hábitos
y automatismos.
28
Continuación Tabla 2
Para que la PcD sepa dónde encontrar
lo que necesite es conveniente no
cambiar las cosas de sitios, asignarles
un lugar. Conseguiremos un ambiente
familiar si dejamos en lugares
visibles fotos familiares, para hacer
recordar a la PcD. Si esta tiende a
aislarse, hay que tratar de evitar
reuniones con gente que sea poco
conocida por la PcD.
Ambiente estimulante:
Un ambiente que motive y estimule a
la PcD debe tener buena iluminación
y estar exento de ruidos que
distraigan. El entorno tiene que tratar
de orientar a la PcD para esto
podemos utilizar calendarios, relojes,
dejar notas en lugares claves,
señalizar las estancias de la casa… Si
la persona padece alguna alteración
sensorial, es necesario corregir esta
mediante gafas o audífonos.
2
Martínez MM. Guía
básica para el cuidador.
Gobierno de Aragón.
2010.(19).
Según Martínez Rovira, es necesario
evaluar la vivienda buscando posibles
riesgos para la persona e ir realizando
estas modificaciones de manera
gradual según vayan disminuyendo
las capacidades residuales de la PcD.
29
Tabla 2: Medidas generales sobre el entorno físico.
Hay otra serie de medidas más concretas dependiendo de la estancia de la casa que
pretendamos adaptar:
Número Fuente Descripción y comentarios de las medidas
propuestas.
1
Timón A. El espacio y
tiempo en la
enfermedad de
Alzheimer. Imserso.
Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e
Igualdad. 2013(17).
Cuarto de baño:
Si pretendemos adaptar el baño
tenemos que tener en cuenta que este
deber contar con los utensilios básicos
que la PcD utilice. La grifería debería
ser automática con regulador de
temperatura del agua, para evitar
quemaduras. Puesto que las caídas son
bastante frecuentes, podríamos
prevenirlas con suelo antideslizante y
barras en la ducha y WC.
Sería de ayuda eliminar barreras
arquitectónicas si fuese posible, no
realizar cambios bruscos en la
vivienda. En lugar de esto, es
conveniente redistribuir el mobiliario
para facilitar los desplazamientos y
hacer el espacio más accesible. Es
importante una buena iluminación y
restringir el acceso a zonas inseguras.
30
Habitación:
Esta estancia tiene que tratar de orientar
y confortar a la PcD, por lo que sería de
ayuda contra con un despertador de gran
tamaño. La habitación en tonos claros y
con bastante luz, ayudarán a la persona
a sentirse cómoda. En cuanto a la
adaptación de soporte cabe decir que la
cama con barandillas y una silla para
facilitarle la tarea de vestirse, podrían
ser de gran ayuda.
Cocina:
Con el fin de hacerle cómodo a la PcD
el uso de la cocina, la encimera y los
cajones deben estar a una altura
adecuada y tener buena iluminación.
Otros espacios:
Las escaleras tienen que estar bien
iluminadas, tener pasamanos y contar
con tiras antideslizantes para evitar
caídas.
Las estancias de la casa que puedan
resultar peligrosas como las terrazas,
balcones etc… Se encontraran cerradas
o bien con pestillos o llave. Es
importante que no haya sillas en las
terrazas o balcones donde la PcD
pudiera subirse. El pasillo debe estar
bien iluminado, sin obstáculos y con
pasamanos, a ser posible.
Continuación Tabla 3
31
2
Antoli J, De Miguel
MT, Miralles J et al.
Mantener la
autonomía de los
enfermos de
Alzheimer. Guía de
consejos prácticos
para vivir el día a día.
Fundación La Caixa;
1999.(35)
Cuarto de baño
En esta guía se aconseja que el baño se
localice cerca del dormitorio para evitar
largos desplazamientos durante la
noche ya que puede haber problemas de
movilidad que lo dificulten o
desorientación. Si contamos en el baño
con los utensilios precisos facilitaremos
la tarea de la PcD. Evitaremos riesgos
de quemaduras si disponemos de
grifería en la que se pueda graduar la
temperatura del agua. Abordando el
tema de las caídas, sería de utilidad el
suelo antideslizante. Para el acceso de
la persona al lavabo y la ducha estos
deben tener la altura adecuada y contar
con barras de sujeción.
Cocina
La cocina constituye una estancia de
riesgo, por tanto hay que tratar de
minimizar estos riesgos evitando que la
cocina sea de gas, que las llaves de
paso sean seguras y que las PcD la
utilice baja supervisión. Al igual que
en el baño, trataremos que el
calentador esté a una temperatura
media para evitar quemaduras. Si la
PcD se confunde fácilmente con los
botes de especias, rotularemos los
botes principales.
…..
32
….
Otros espacios
Por seguridad, las escaleras deben tener
pasamanos a ambos lados de un color
que contraste con la pared. Las tiras
antideslizantes en el suelo también son
de utilidad. El pasillo debe de estar
libres de obstáculos y bien iluminados.
Para evitar accidentes, las terrazas,
balcones y ventanas tienen que tener un
sistema de seguridad. Es importante
retirar objetos a los que pueda subirse.
3.3. Medidas a nivel de las ABVD.
En la tarea de recapacitar a la persona en las habilidades para la realización de
las ABVD es necesario estimularla a practicar y repetir las tareas. Así lo demuestra El
Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento de Estados Unidos(36), poniendo de
manifiesto que en medios donde no se estimula a la persona y hay actitudes de
sobreprotección, se produce un mayor deterioro cognitivo. Las ABVD sobre las que
vamos a trabajar son las siguientes:
Número Fuente Descripción y comentarios de las medidas
propuestas.
1
Antoli J, De Miguel
MT, Miralles J et al.
Mantener la
autonomía de los
enfermos de
Alzheimer. Guía de
Baño e higiene:
A la hora del baño hay que tener en cuenta
sus rutinas de baño anteriores. Tenemos que
tratar de dejarle el tiempo necesario para que
lo haga por sí mismo, aunque esto suponga
esperarles. Por supuesto es fundamental
Tabla 3: Medidas sobre el entorno físico según la estancia.
33
consejos prácticos
para vivir el día a día.
Fundación La Caixa;
1999.(35)
respetar su intimidad. En el caso de que haya
problemas de movilidad, colocaremos
asideros, una tabla en la bañera para que
pueda sentarse o si la hubiera, una silla
adaptada. Le explicaremos las tareas en pasos
sencillos, como puede ser la hora de secarse,
tratando de que lo hagan ellos solos.
Vestirse y arreglarse:
Es conveniente tratar de que la PcD
mantenga la misma apariencia y estilo, si es
coqueta facilitarle que siga siéndolo.
Debemos proporcionarles cada día ropa
limpia y tratar de que porten objetos
personales como joyas y otros
complementos.
Alimentarse:
Se recomienda crear un ambiente tranquilo
para la hora de comer y bien iluminado,
evitando distracciones y hablándoles en un
tono sosegado, dándoles el tiempo que
necesiten para comer. Como a cualquier otro
miembro de la familia, le pediremos opinión
acerca de sus gustos sobre la comida,
teniendo en cuenta que esta debe ser rica en
fibra. Si la persona que mancha con facilidad
le colocaremos un babero o servilleta.
Puede que no recuerden haber comido y
vuelven a pedir comida, podemos darle más
comidas al día y de menor cantidad. Si se
sienten reacios ante la comida, trataremos de
…
34
…
motivarlos a comer cocinando con ellos sus
platos favoritos. Pueden aparecer problemas
de deglución, si es así, espesaremos la
comida con gelatina o espesantes industriales
aunque no es lo más común en las primeras
fases de la demencia.
Mantenerse ocupado y sentirse útil
Antes de comenzar ninguna actividad es
necesario asegurarse de que no hay ningún
problema sensorial. Si las actividades que
realizamos con la PcD son fuera de la casa es
mejor ya que de esta forma se relaciona y
conoce a personas nuevas. No es aconsejable
recargarlos o un exceso de estímulos.
Moverse y realizar ejercicio
Si la PcD se niega a realizar este ejercicio es
necesario indagar en porqué se niega; puede
que haya algún problema en los pies que se
lo impida como callos u otras lesiones, puede
que no tenga un calzado adecuado… En el
caso de que se trate de problemas graves de
movilidad que impidan salir de casa, el
ejercicio a realizar trataremos de hacerlo en
casa por las zonas por donde la persona
pueda moverse realizando movilización de
todo el cuerpo.
Podemos utilizar utensilios auxiliares de
ayuda como bastones o caminadores y
debemos enseñarles a usarlos. Si la persona
…
35
…
no puede mantenerse erguida será necesario
levantarla con un elevador y transportarla
con una silla de ruedas.
Es muy importante que muevan las piernas,
que no pasen muchas horas tumbados y que
se le realicen cambios posturales.
Eliminación e incontinencia
Podemos establecer una rutina para ir al baño
siguiendo siempre los mismos paso y
repetirlas a las mismas horas. La ropa que
deben quitarse para ir a baño debe ser fácil de
desabrochar para evitar incontinencias por
este motivo. Es conveniente que el aseo se
encuentre cerca de la habitación donde
duermen por si durante la noche necesitara ir,
si no es así podemos utilizar un orinal en la
habitación. Si hubiera problemas de
movilidad, una barra inclinada a la que
agarrarse para levantarse del baño. Puede que
dejan de pedir ir al baño, por eso se lo
recordaremos 2-3 horas. Respetaremos los
horarios habituales, si tiene una rutina para ir
al baño, debemos procurar que vaya al baño
al despertarse antes y después de comer,
antes de acostarse y antes de salir de casa. Le
proporcionaremos la intimidad necesaria en el
baño. La PcD puede tener incontinencia para
esto recurriremos a pañales en las horas
donde más escapes se producen como puede
ser durante la noche, tratando de que la
persona lleve el pañal el menor tiempo
36
posible. En este caso la vigilancia de la piel
es muy importante. Es importante
asegurarnos de que no estén estreñidos
mirando las heces ya que ellos puede que no
nos lo digan.
Dormir y descansar
Las PcD suelen desorientarse a lo largo de la
noche y levantarse, por eso es necesario
cerrar aquellas puertas y ventanas que no
queremos que abra con llave y pestillo. Como
medidas de seguridad, quitaremos los
obstáculos del baño y el pasillo. Si se
levantan al baño durante la noche pueden ir
desorientados y caerse, así que restringiremos
el consumo de líquidos a partir de las últimas
horas de la tarde y que vayan al baño antes de
acostarse. Si aun así continúa levantándose
durante la noche a pesar de estas medidas,
tomaremos las medidas anteriores. Para
conseguir que descansen correctamente
durante la noche, es útil que no duerman a lo
largo del día demasiado, para eso los
mantendremos activos realizando cualquier
actividad, aunque les permitamos una
pequeña siesta después de comer. Durante la
noche trataremos de que no haya ruidos que
les molesten, que la temperatura sea adecuada
y que la ropa de la cama no les pese. En el
caso de que se altere a lo largo de la noche lo
tranquilizaremos hablándole en un tono
tranquilo y suave. También se les puede
…
37
…
colocar en la habitación un aparato de
escucha para oír cualquier problema que
pudiera haber.
Diversión y ocio
Algunas actividades que les pueden ayudar a
distraerse es escuchar música, ver fotografías,
jugar a juegos de mesa, realizar tareas
caseras… En el caso de que a la PcD desee
realizar ninguna de estas actividades
entablaremos una con conversación con ellos
acerca de hechos pasados que les apetezca
recordar o repasaremos fotografías, pero no la
obligaremos si no lo desea. Si prefieren
actividades al aire libre le llevaremos a
lugares conocidos y en horas tranquilas.
Tenemos que conseguir que la PcD continúe
con las aficiones que tuvieran anteriormente.
2
Instituto Nacional
sobre el
Envejecimiento. Guía
para quienes cuidan a
la persona con
Alzheimer. Estados
Unidos; 2010(36).
Baño e higiene.
Es conveniente planear el baño para que no
sea algo que a la PcD le coja de improvisto.
Puede que el baño le produzca miedo o les
incomode, por eso es necesario tratar de
respetarlos y escucharlos. Es fundamental,
explicarle a la persona los pasos a seguir para
darles seguridad. Trataremos de minimizar el
riesgo de caídas, facilitándole sujeción.
Vestirse y arreglarse
Le facilitaremos la tarea de vestirse, dándole
…
38
…
a elegir entre un número limitado de prendas
y organizando la ropa según el orden en el
que se la va a poner e ir dándosela a la vez
que le damos instrucciones claras y simples
para vestirse. Procuraremos que la ropa sea
fácil de poner y cómoda, evitando cierres
extraños. Los más aconsejables son los
velcros.
Alimentarse.
Estableceremos unas rutinas familiares en
cuanto a la hora de comer. Le daremos a
elegir entre número limitado de opciones de
comida. Podemos facilitarle la tarea
proporcionándole utensilios adaptados que le
faciliten su independencia en la comida. Si la
PcD no nos pide líquidos, le ofreceremos
frecuentemente. La comida debe estar sin
raspas si es pescado o huesos pequeños, y en
pequeñas porciones para evitar
atragantamientos, los líquidos pueden
espesarse con gelatina si fuera necesario.
Actividades.
Es muy beneficioso tanto para la PcD como
para el cuidador realizar actividades juntos.
Esta actividad debe ser del agrado de la
persona con demencia para que no sea difícil
un seguimiento. Trataremos de ofrecerle a la
persona actividades sencillas que sepamos
que puede a realizar con éxito. Dividiremos
…
39
…
la actividad en pequeños pasos fáciles de
seguir. Si la persona se cabrea o se frustra
durante la actividad desviaremos la atención
de esta. Las actividades las realizaremos a la
misma hora y en el mismo lugar de manera
que se convierta en un hábito. Incluiremos a
la familia todo lo posible en la actividad que
realicemos. El ejercicio debe realizarse de
forma gradual para evitar que a la persona no
le suponga un esfuerzo excesivo. Una forma
de hacerlo sentir útil es integrándolo en las
tareas del hogar, así ayudamos a mantener
sus habilidades funcionales y mejorará su
autoestima.
Ejercicio
(Las medidas anteriores son extrapolables a
este apartado puesto que el autor nombra las
mismas utilizando sinónimos).
Eliminación e incontinencias
Conforme la demencia avanza la habilidad
para controlar esfínteres disminuye y aparece
la incontinencia. Esta situación les provoca
vergüenza y como consecuencia una
disminución de las relaciones sociales
Es conveniente establecer una rutina para ir al
baño, aparte de esto es útil fijarnos en las
señales que nos indican que desea ir al baño.
Cuando se produzcan pérdidas trataremos de
apoyar a la persona y no alarmarnos ni
cabrearnos.
40
Dormir y descansar
Trataremos de que la persona realice ejercicio
durante el día para que por la noche se
encuentre con ganas de descansar, para esto
también limitaremos las siestas a un rato de
descanso después de comer. A medida que se
va acercando la noche es conveniente crear
un ambiente tranquilo con luces suaves que le
ayuden a la persona coger el sueño.
Tendremos en cuenta el consumo de bebidas
excitantes y lo reduciremos si este interviene
en el descanso de la PcD.
3
Alonso Asenjo P, Ferrer
Arnedo C, Fonseca
Redondo B, et al. Guía
Práctica de cuidados
para personas afectadas
de enfermedad de
Alzheimer; 2000.
Patrón 1: percepción y manejo de la salud.
Trataremos que la persona se encuentre
segura en todo momento tomando medidas
para evitar que se pierda o sufra otros daños.
Pretenderemos que sea capaz de tomarse la
medicación de forma autónoma, podemos
organizarla en un pastillero que señale el día
y la comida en las que debe tomárselas y
dejar este siempre en el mismo sitio.
Patrón 2: Nutricional- metabólico.
El objetivo principal de este patrón es que la
PcD sea capaz de alimentarse por sí mismo
de forma equilibrada. Facilitaremos la comida
con utensilios ligeros y largos y platos
adaptados. Realizaremos la lista de la compra
con su colaboración.
41
Patrón 3: Eliminación.
Nos proponemos como objetivo reducir al
máximo el número de perdidas posibles,
fortaleciendo el suelo pélvico mediante
ejercicios, asegurándonos de que la ropa que
lleva la persona es fácil de quitar e
identificando en la PcD las señales que indica
ganas de ir al baño.
Patrón 4: Actividad- ejercicio.
Queremos conseguir que la PcD lleve a cabo
sus ABVD mediante la aplicación de medidas
cognitivas como el entrenamiento de la
memoria, Técnicas de Orientación a la
realidad, técnicas de refuerzo positivo y
supervisando y facilitando en sí las ABVD.
En cuanto al ejercicio físico planificaremos
las actividades a realizar con la ayuda de la
PcD.
Patrón 5: Sueño- descanso.
La PcD debe tener un sueño reparador, para
esto actuaremos sobre los factores
ambientales, trataremos de relajarlo a medida
que avanza la noche y le recordaremos que
acuda al WC antes de acostarse.
Tabla 4: Medidas a nivel de las ABVD.
42
3.4. Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo.
Las medidas que propone la literatura tienen como objetivo estimular las
siguientes funciones cognitivas:
Número Fuente Descripción y comentarios.
1
Memoria:
Para ejercitar la memoria, conversaremos
acerca de cosas que han pasado
recientemente, ver un programa en la
televisión, ver fotografías y mentarlas…
también es útil repetiremos los datos que
identifican a la PcD como puede ser su
nombre y apellidos, dirección, teléfono…
Repasaremos recetas de cocina y recordar los
pasos mientras las hacemos. Puede ser
interesante hablar sobre acontecimientos
pasado importantes para la persona acerca de
su juventud, su vida pasada, historias de su
pueblo… Cantar canciones antiguas que le
gusten o contar refranes populares hasta la
mitad para que los termine él.
Lenguaje y capacidad de comunicación.
Es necesario hablarle de forma clara y con
frases cortas, asi como repetirle lo que hemos
dicho tantas veces como lo necesite, dándole
el tiempo suficiente para pensar y elaborar
una respuesta, sin presionarlo. Cuando
hablemos de una persona en concreto decir su
nombre cada vez que queramos nombrarlo en
lugar de utilizar pronombres. Las preguntas
que le realicemos deben ser cerradas para
guiar la respuesta y facilitar su elección.
…
Asociación de
familiares enfermos
de Alzheimer y
otras demencias de
Marbella. ¿Qué le
está pasando?
Fomentar la
autonomía de la
persona con
enfermedad de
Alzheimer.
Ayutamiento de
Marbella; 2007 (37).
43
…
Gesticularemos al hablar para facilitar la
comprensión del mensaje.
Cuando estemos conversando con ellos,
procuraremos que nadie interrumpa la
conversación, que desvíe la atención o que la
dificulte. Si observemos que la persona se
repite en la conversación desviaremos la
conversación a otro tema y por supuesto
evitaremos enfrentamientos con la PcD.
Lenguaje oral y escrito
Podría ser útil y ameno sacarles conversación
sobre fotografías, películas y temas que
sepamos que les interesa… Preguntarles los
meses del año, los días de la semana. Un
ejercicio podría ser clasificar palabras según
diferentes categorías, asociar palabras por
antonimos o sinónimos o comentar después
de leer un libro o ver una película. Hacerle
preguntas acerca de eso.
Orientación
Orientación temporal
La PcD se orientará mejor si mantenemos
unas rutinas para que se encuentre situada a
lo largo del día. Consiste en hacer las mismas
actividades a la misma hora cada día, de esa
manera según la actividad se situará en la
parte del día en la que está. Si le
proporcionamos un calendario que indique el
mes, la semana, y el día de la semana que es.
…
…
44
En ese calendario estaría bien señalar las
fechas importantes de ese mes.
Orientación espacial
Indicaremos las diferentes habitaciones de la
casa mediante dibujos o carteles para que a la
persona le sea más fácil orientarse y
encontrar la habitación que está buscando.
Orientación personal
Podría ser útil proporcionarle a la PcD un
diario para que pueda narrar sus vivencias y
poder leerlo para recordar. En él debe indicar
datos personales y signos característicos suyo
de manera que él lo identifique como
personal.
Atención
Trataremos de centrar a la persona en la
actividad que está realizando, evitando
elementos distractores como ruidos u otros
estímulos.
Reconocimiento a través de los sentidos.
Jugaremos a que reconozca a personas que le
sean familiares en fotografías, sus
expresiones fáciles según las emociones,
objetos cotidianos de su día a día, el sabor de
determinadas comidas, canciones que le
gusten… En definitiva estimular sus sentidos.
Realización de gestos
Preguntarle los pasos para realizar una acción
o movimiento. Podemos aprovechar para
45
…
hacerlo durante las actividades de la vida
diaria.
Cálculo
Podría ser de utilidad proponerle cuentas
sencillas al ir a la compra, y problemas
fáciles de resolver, que la PcD pueda
resolverlos sin problemas para tratar de
mantener la capacidad del cálculo mental.
Tabla 5: Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo 1.
La literatura propone unas técnicas concretas que podrían ser útiles para el abordaje
del funcionamiento cognitivo:
Número Fuente Descripción y comentarios de las medidas
propuestas.
1
Yanguas Lezaun J. Modelo
de atención a las personas
con enfermedad de
Alzheimer. Madrid,
IMSERSO, Colección
Documentos; 2007(12).
Técnica de Orientación a la realidad
(TOR). (Anexo1)
2
Montón F, Rodríguez N,
Ruíz N et al. Manual de
actucación en la
enfermedad de Alzheimer
y otras demencias.
Gobierno de Canarias;
2011(11).
Tabla 6: Medidas a nivel del funcionamiento cognitivo.2
46
Esta técnica suele ser combinada con otras que aparte de la estimulación cognitiva
tienen como objetivo un abordaje social y emocional, como las que veremos a
continuación.
3.5. Medidas a nivel afectivo.
En la literatura encontramos dos terapias que nos pueden ser útiles en el abordaje
afectivo.
Número Fuente Descripción y comentarios
1
Yanguas Lezaun J.
Modelo de atención a las
personas con
enfermedad de
Alzheimer. Madrid,
IMSERSO, Colección
Documentos; 2007(12).
La Reminiscencia o Terapia del Recuerdo
(TDR). (Anexo 2)
2
Montón F, Rodríguez
N, Ruíz N et al.
Manual de actucación
en la enfermedad de
Alzheimer y otras
demencias. Gobierno
de Canarias; 2011(11).
+
3
Yanguas Lezaun J.
Modelo de atención a
las personas con
enfermedad de
Alzheimer. Madrid,
IMSERSO, Colección
Documentos; 2007(12).
Terapia de validación. (Anexo 2)
Tabla 7: Medidas a nivel afectivo.
47
3.6. Medidas a nivel conductual.
A lo largo de la demencia, como bien indica Montón Álvarez (11), se dan gran
cantidad de síntomas conductuales que afectan de forma importante al cuidador y
pueden ser una causa principal de institucionalización, por tanto tiene gran
importancia abordar estos síntomas. Para tratarlos es preferible antes de comenzar con
tratamientos específicos antipsicóticos valorar los desencadenantes de estas conductas
y modificarlos si es posible. Esto cuenta con una serie de ventajas como puede ser la
ausencia de efectos secundarios y un abordaje integral de la PcD. He aquí unos
ejemplos de terapias que nos serán útiles:
Número Fuente Descripción y comentarios de las medidas
encontradas.
1
Montón F, Rodríguez
N, Ruíz N et al.
Manual de actucación
en la enfermedad de
Alzheimer y otras
demencias. Gobierno
de Canarias; 2011(11).
Programas de cuidados centrados en la
persona.
Musicoterapia.
Terapia Snoezelen (estimulación mul-
sensorial).
Intervención multicomponente sobre la
PcD. (Anexo 3)
Tabla 8: Medidas a nivel conductual 1.
Aparte de estas terapias hay medidas concretas a aplicar a síntomas concretos, como
pueden ser las alucinaciones, trastornos del sueño delirios…
Número Fuente Descripción y comentarios
1
Instituto Nacional sobre
el Envejecimiento. Guía
para quienes cuidan a
personas con Alzheimer.
Departamento de Salud
y Servicios Humanos de
los Estados Unidos.
2010.
Alucinaciones y delirios
Ante las alucinaciones no es conveniente
discutir con la persona la realidad o no de
estas, pero si es necesario tratar de responder
a las emociones que manifiesta la PcD. Lo
apropiado podría ser llamar la atención del
individuo con otro tema tratando de que se
48
distraiga. Es preciso procurar que el entorno
de la PcD no le permite hacerse daño ni a él
ni a los demás.
2
Asociación de familiares
enfermos de Alzheimer y
otras demencias de
Marbella. ¿Qué le está
pasando? Fomentar la
autonomía de la persona
con enfermedad de
Alzheimer.
Ayuntamiento de
Marbella.
Pérdida y ocultación de objetos
Para evitar despistes es necesario colocar sus
objetos personales siempre en el mismo sitio
y tener la casa ordenada. Si colocamos
pegatinas de color o llaveros a objetos
pequeños podríamos evitar que se perdieran.
Debemos tener copias de documentos
importantes o llaves. Lo de gran valor sería
conveniente tenerlo bajo llave. Si algo se ha
perdido trataríamos de buscarlo sin discutir.
Se recomienda evitar dejar mucho dinero por
casa o en poder de la PcD.
Preguntas reiteradas.
Puesto que él no es consciente de que
pregunta lo mismo varias veces, no tiene
sentido regañarle por ello y hacerse sentir
mal. Trataremos de que el mismo piense de
forma razonada en la respuesta.
Depresión
Es fundamental la escucha activa tratando de
entenderlos y empatizar, sin hacerles sentir
incomprendidos. Pretendemos ser un apoyo
para ellos, que sientan que pueden contar con
nosotros. Es imprescindible respetar sus
deseos de intimidad y realizar con la PcD
actividades en las que se sienta útil y segura.
49
Ansiedad, nerviosismo e inquietud.
El objetivo principal es encontrar el
detonante de este estado y tratar de
eliminarlo. Nos ayudaría evitar un entorno
sobrestimulante, en continuo cambio o
ruidos.
Tabla 9: Medidas a nivel conductual 2.
4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN.
La literatura revisada propone unas medidas de abordaje para la promoción de
la autonomía personal en PcD bastante heterogéneas. Con el fin de organizar la
información, ha sido necesaria la elaboración propia de una clasificación de dichas
medidas en 6 subgrupos: medidas de carácter general, sobre el entorno físico, a nivel
de las ABVD, a nivel cognitivo, afectivo y por último; conductual. Como resultado
de esta clasificación obtenemos un abordaje integral de la PcD que pretendíamos
conseguir al abarcar cada una de las esferas que componen el cuidado.
La escasa investigación científica sobre las medidas existentes para fomentar la
autonomía de las PcD en fase inicial, pone de manifiesto la gran complejidad de
estudiar un tema tan amplio y ha dejado al descubierto las carencias de investigación
sobre este tema.
Al comentar los resultados, es necesario decir que la transversalidad es el eje
principal de estos resultados, y esta la encontramos en las medidas de carácter
general que nos propone la literatura. Estas tienen como fin último situar a la persona
en el centro del cuidado y la toma de decisiones. Como consecuencia de esto,
ensalzan el trabajo de supervisión y ayuda parcial, en detrimento de la provisión y la
sustitución de la PcD por parte del cuidador, en etapas iniciales de la enfermedad.
50
Si desglosamos estos resultados, cabe destacar la importancia que le dan
numerosos autores a la necesidad de establecer rutinas y automatismos en la vida
cotidiana de la PcD(16,35,36). Subrayamos también el interés en fragmentar las
tareas en pasos simples y concretos para facilitar la realización de las
tareas(16,26,34). Aparte de esto, la necesidad de un entorno seguro también está
presente en estos resultados(17,19,35).
Hablando más concretamente de las referencias utilizadas en los resultados, sería
interesante resaltar la similitud de propuestas de Timón(17) y Antoli et al(35) en
cuanto a las medidas sobre el entorno físico, para decir que el eje principal de ambas
es la seguridad de la PcD y la facilitación de tareas en su entorno.
En cuanto a las medidas a nivel de las ABVD, diremos que debido a las limitaciones
de espacio, ha sido necesario resumirlas con el fin de una lectura más esquemática y
didáctica. La excepción en este apartado ha sido Alonso(16), puesto que utiliza
patrones funcionales y el resto de las referencias abordaban este apartado con ABVD.
Como consecuencia, ha sido necesaria una selección de las ABVD incluidas en
ciertos patrones, dejando excluidos aquellos patrones que no las abordaban.
Las medidas que se reflejan en este estudio podrían ser consideradas en la formación
de profesionales sanitarios y sociosanitarios dirigidos al cuidado de PcD, sin olvidar
la formación, enseñanza y evaluación de aquellas PCF, que tienen a su cargo PcD. Se
debe intervenir sobre ellas puesto que, como ya hemos visto, constituyen el pilar
fundamental para el bienestar de la PcD, al corresponderles la mayor carga de
cuidado de la PcD.
Los principios generales recogidos en esta revisión pueden ser útiles en todas las
etapas de la demencia, pero especialmente en la fase inicial de esta ya que la literatura
le atribuye a esta fase un carácter preventivo y de promoción.
Este trabajo aporta como aspecto novedoso la clasificación de las medidas propuestas
en las diferentes Guías de Práctica Clínica en 6 directrices: medidas de carácter
general, medidas sobre el entorno físico, a nivel de las ABVD, a nivel cognitivo,
afectivo y por último; a nivel conductual.
A pesar de las limitaciones que se evidencian en este estudio, los resultados
propuestos pueden ser de utilidad para profesionales sanitarios y cuidadores
51
informales, aunque creemos que para el conocimiento exhaustivo de la efectividad de
estas medidas serían necesarios posteriores trabajos de investigación sobre el tema.
4.2. Limitaciones del estudio.
El objetivo de este trabajo pretende poner de manifiesto las medidas para la
promoción de la autonomía personal presentes en las Guías de Práctica Clínica de
nuestro entorno. Este estudio supone una aproximación a la cuestión de la promoción de
la autonomía personal- funcional con información obtenida en diferentes Guías de
Práctica Clínica y manuales. Si bien estas medidas forman parte de documentos,
revisiones y literatura en general avalada por la evidencia empírica, la naturaleza de este
estudio (revisión narrativa) no permite poner de manifiesto la efectividad de las medidas
propuestas.
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Alzheimer. Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. 2010.
(37) Asociación de familiares enfermos de Alzheimer y otras demencias de Marbella. ¿Qué le
está pasando? Fomentar la autonomía de la persona con enfermedad de Alzheimer.
Ayuntamiento de Marbella.
54
6. ANEXOS.
6.1. Técnica de Orientación a la Realidad (TOR) (Anexo1)
Esta técnica apareció con el fin de mejorar la calidad de vida de personas mayores
que sufrían confusión. Es utilizada en personas que sufren pérdida de memoria,
desorientación espacio-temporal y confusión. Se basa en el entrenamiento cognitivo,
concretamente en proporcionar información de manera estructurada y reiterada sobre
ellos mismos y sobre su entorno. Esta información es sobre orientación temporal,
espacial y con respecto a otras personas. A esta terapia se le han unido otras medidas
como las nombradas anteriormente para estimular la orientación espacio- temporal
como puede ser el uso de calendarios, relojes de gran tamaño… Esta técnica puede
utilizarse con otros objetivos como tratar las conductas sociales, fomentar la
comunicación y la relación de las personas con demencia en su entorno.
6.2. Terapias para el abordaje afectivo. (Anexo 2)
La Reminiscencia o Terapia del Recuerdo (TDR)
Consiste en conversar acerca de hechos o situaciones pasadas de manera que la persona
con demencia los recuerde y reflexiones sobre ellas. Se pueden utilizar fotografías o
grabaciones de voz o música, cualquier cosa que le haga recordar a la PcD. Así
conseguimos estimular la comunicación y que el individuo se sienta integrado, aparte de
mejorar la relación entre el profesional de enfermería y el paciente al conocer más
acerca de él.
Terapia de validación.
Esta terapia tiene como base la idea de que los sentimientos y recuerdos de la persona
con demencia deben respetarse y considerarse válidos, aun cuando ellos sean ajenos a la
realidad. Tiene como objetivo entender el comportamiento de la PcD a partir conocer
sus sentimientos.
55
6.3. Técnicas de abordaje a nivel conductual (Anexo 3)
Programas de cuidados centrados en la persona.
Este programa pone de manifiesto la importancia de tener en cuenta a la persona, sus
deseos y necesidades.
Musicoterapia.
El tratamiento con música, ya sea tocar instrumentos, escuchar música o tener música
ambiental durante la realización de otras actividades, tiende a disminuir estas
conductas inapropiadas con efectos inmediatos, aunque no a largo plazo.
Terapia Snoezelen (estimulación mul-sensorial).
Esta terapia se basa en la creencia de que un ambiente que no estimula a la persona
facilita la aparición de trastornos en la conducta. En esta técnica se combina la
estimulación visual, auditiva y táctil con la relajación, en espacios pensados para esto
y con una duración de entre 30-60 min. Al igual que la anterior los resultados son
inmediatos pero no continúan una vez que la sesión finaliza.
Intervención multicomponente sobre la PcD
Los programas multicomponente se llevan a cabo combinando la TOR, con ejercicios
de estimulación cognitiva y ejercicios sobre AVD, de forma grupal en sesiones de 160
min.