Providencia de mi Dios, admirable y divina Providencia, infinitamente ilustrada, que prevés todo y provees a todo.
Providencia infinitamente sabia, que gobiernas todo con orden, peso y medida.
Me abandono a ti sin reserva, pongo mi suerte en tus manos.
Te adoro en todas tus disposiciones.
Te confío el cuidado de mi cuerpo, de mi alma, de mi salud y de mi reputación; de mis bienes y de mi fortuna;
de mi trabajo por la construcción del Reino;
de mi vida y de mi muerte y, sobre todo, el de mi salvación eterna,
con la firme persuasión de que en ninguna parte estará mejor que en tus manos.
Padre Bueno, no quiero en adelante,
gobernarme más por mi mismo, quiero dejarme guiar en
todo por tu Providencia.
No quiero inquietarme
inútilmente; haciendo de mi parte lo que Tú
me ordenas,
dejo a tu Providencia el éxito de mis trabajos;
no quiero emprender nada sin antes habértelo
confiado; espero todo de tu bondad y descanso totalmente en
Ti;
en las pruebas y dificultades acudiré a Ti, seguro de que tu Providencia no me faltará jamás.
Creo en Ti, Padre. Sé que me
preservarás de los males que temo, o si me suceden, me darás fuerzas para
soportarlos con paciencia y los
harás servir para mi bien, porque yo
te amo
Contigo,no temo mal alguno,
pues aun el mismo pecado encuentra perdón en
tu corazón misericordioso
Estoy convencido de que Tú estas íntimamente presente en todo lo que me acontece
y de que cuidas de mí como si fuera único en el mundo.
Así, tranquilo en todo y contento de todo, quiero vivir y morir bajo el amparo y las disposiciones
de tu Providencia.
En lugar de apartarme de ella o Precederla, quiero esperar vigilante
su hora y seguirla hasta en las cosas más pequeñas.
Santa y amable Providencia, te doy gracias por los cuidados
caritativos que has prodigado a una criatura tan
débil como yo;
te ruego, humilde e insistentemente, que continúes prodigándomelos.
Conduce todos mis pasos, regula todas mis acciones,
guíame en todos los momentos de mi vida;
dispón de mi y de todo lo que me p
ertenece,
Como te a
grade,
para tu mayor
gloria y mi salvación.
Amén.
(Cfr Beato Juan Martín Moyë)