Date post: | 06-Jul-2015 |
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Versión en español
Junto con diciembre llega el invierno, el frío aprieta y el hielo, su
constante compañero, brinda un nuevo aspecto a la naturaleza que nos
rodea.
Pero diciembre es también el mes de grandes e
importantes festejos, que comienzan a partir del Día de la Inmaculada, bendita entre las mujeres y Madre
de Jesús.
Precisamente en el día de la Inmaculada
muchos siguen la antigua tradición de
preparar el pesebre y de comenzar a
adornar las calles, para recibir con
alegría el festejo del nacimiento de Jesús.
Incluso la naturaleza, en este período, parece también
querer lucir puntillas y encajes bordados por el
hielo,
o bien la manta cándida y suave de la nieve, que nos hace desear refugiarnos en nuestros hogares cálidos,
rodeados de la familia o de nuestros pensamientos.
En cambio, estas ocasiones son festejadas jubilosamente
por los niños, quienes con vivaz algazara encuentran
motivos de alborozo y diversión a cada paso,
y quedan vagamente desilusionados cuando la
lluvia, siempre presente en invierno, elimina las trazas
de nieve.
Pero la nieve es persistente, y retorna para acompañarnos
una y otra vez en todo su brillante esplendor a través de los meses invernales.
Afortunadamente, la calma y la quietud tienen la ventaja
de hacernos reflexionar, principalmente en diciembre cuando, ante la llegada del
nuevo año, se echan cuentas de aciertos y errores y se formulan propósitos de
bondad, equidad y paz,
en base al ejemplo de ese Niño Dios que
porta consigo no sólo dichas características,
sino una nueva luz renovadora de
esperanzas para la redención de toda la
humanidad.
Llegue a todos el augurio de que este mes sea portador de
reencuentros, perdón y amor
hacia el prójimo, permitiéndonos
recibir con serenidad el nuevo año.
Texto y gráficos: [email protected]ón en español: [email protected]
Feliz mes de Diciembre para todos.