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Fray Domingo Cosenza - Los salmos en la religiosidad judía en la época del segundo templo

Date post: 13-Sep-2015
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Fray Domingo Cosenza - Los salmos en la religiosidad judía en la época del segundo templo.
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Página | 1 Los Salmos en la religiosidad judía en la época del Segundo Templo/Fray Domingo Cosenza Los ministros del culto del Templo. Las fuentes rabínicas y los historiadores judíos de la antigüedad indican con bastante precisión el lugar que la liturgia del Templo de Jerusalem otorgaba al canto de los salmos. La importancia que se le asignaba a este canto está indicada por el hecho de que ni los laicos ni cualquier levita podían formar parte del grupo de los cantores. ¿Quiénes cantaban, entonces?
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    Los Salmos en la religiosidad juda en la poca del Segundo Templo/Fray Domingo Cosenza

    Los ministros del culto del Templo. Las fuentes rabnicas y los historiadores judos de la antigedad indican con bastante precisin el lugar que la liturgia del Templo de Jerusalem otorgaba al canto de los salmos. La importancia que se le asignaba a este canto est indicada por el hecho de que ni los laicos ni cualquier levita podan formar parte del grupo de los cantores. Quines cantaban, entonces?

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    Los levitas constituan el Clero menor del Templo. Considerados inferiores a los sacerdotes, no podan tener acceso a los mbitos interiores del Santuario ni podan acercarse al altar, puesto que de hacerlo incurran en una grave falta, segn las instrucciones dadas a Aarn: Los levitas atendern a tu ministerio y al de toda la Tienda. Pero que no se acerquen ni a los objetos sagrados ni al altar, para que no muris ni ellos ni vosotros Como un servicio

    gratuito os doy vuestro sacerdocio. El laico que se acerque morir (Nm 18,3.8). Los levitas antiguamente oficiaban en los santuarios que estaban dispersos por el pas antes de la reforma del rey Josas. Hasta entonces no haba diferencias y se los identifica como sacerdotes:

    Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Lev, no

    tendrn parte ni heredad con Israel: vivirn de

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    los manjares ofrecidos a YHWH y de su

    heredad Si el levita llega de una de tus

    ciudades de todo Israel donde reside, y entra

    por deseo propio en el lugar elegido por

    YHWH, oficiar en el nombre de YHWH su

    Dios, como todos sus hermanos levitas que se

    encuentran all en presencia de YHWH; comer

    una porcin igual a la de ellos (Dt 18,1.6-8).

    La situacin cambi cuando el rey Josas

    unific el culto, suprimiendo todos los

    santuarios y dejando al Templo de Jerusalem

    como nico lugar de culto: hizo venir a todos

    los sacerdotes de las ciudades de Jud y

    profan los altos donde quemaban incienso,

    desde Gueba hasta Bersheba (2 Re 23,8).

    Pero, ante la superpoblacin clerical

    amontonada en Jerusalem, los sacerdotes de la

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    capital se opusieron a fin de que se les

    reconociera slo un rango subalterno:

    Con todo, los sacerdotes de los altos no podan

    acercarse al altar de YHWH en Jerusalem,

    aunque coman los panes zimos en medio de

    sus hermanos (23,9).

    Ezequiel dar, durante el destierro, la

    justificacin teolgica a esta discriminacin:

    En cuanto a los levitas, que me abandonaron

    cuando Israel se descarriaba lejos de m para ir

    en pos de sus basuras, soportarn el peso de

    sus culpas. Sern en mi Santuario los

    encargados de la guardia de las puertas de la

    Casa y ministros del servicio de la Casa Pero

    los sacerdotes levitas, hijos de Sadoq, que

    cumplieron mi ministerio en el santuario

    cuando los israelitas se descarriaban lejos de

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    m, ellos s se acercarn a m para servirme, y

    estarn en mi presencia para ofrecerme la grasa

    y la sangre, orculo del Seor YHWH (Ez

    44,10s.15).

    Por eso la tradicin sacerdotal del Pentateuco,

    inspirada en la predicacin de Ezequiel,

    retrotrae esta distincin a la poca de Moiss:

    Donars los levitas a Aarn y a sus hijos en

    concepto de donados. Le sern donados de

    parte de los israelitas. A Aarn y a sus hijos los

    alistars para que se encarguen de sus

    funciones sacerdotales. El laico que se acerque,

    ser muerto (Nm 3,9-10).

    En los comienzos, los cantores del templo no

    formaban parte de los levitas, sino que

    constituan un grupo aparte, segn se

    desprende de la lista del retorno del exilio:

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    Levitas: los hijos de Josu, y de Cadmiel, de los

    hijos de Hodavas: 74. Cantores: los hijos de

    Asaf: 128 (Esd 2,40s).

    Pero poco a poco, los cantores y los porteros se

    fueron incluyendo entre los levitas y fueron

    ocupando un lugar cada vez ms protagnico:

    El encargado de los levitas en Jerusalem era

    Uzz, hijo de Ban, hijo de Jasabas, hijo de

    Mattanas, hijo de Mik; era uno de los hijos de

    Asaf que estaban encargados del canto segn el

    servicio de la Casa de Dios (Neh 11,22).

    Ms tarde se otorg el mismo privilegio a los

    porteros, y el Cronista hizo que en su historia

    unos y otros descendieran del patriarca Lev (1

    Cro 6,16ss).

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    A causa de la gran cantidad de sacerdotes que

    haba en tiempos de Jess para oficiar en un

    nico Templo, la clase sacerdotal se divida en

    24 grupos, cada uno de los cuales ejerca su

    ministerio de sbado a sbado. Terminado el

    turno semanal, sus 300 miembros regresaban

    cada cual a su respectivo lugar de residencia.

    Por ejemplo, Zacaras, el padre del Bautista, era

    uno de los 300 sacerdotes del grupo de Abas

    (Lc 1,5). Tambin un grupo de levitas, formado

    por cantores, porteros y otros servidores,

    acompaaba a cada grupo de sacerdotes en sus

    funciones. Sabemos que cada tarde se

    necesitaban al menos 20 porteros para cerrar

    cada una de las 10 puertas de

    aproximadamente 15 m de altura. Puesto que

    segn 1 Cro 23,5 era el mismo el nmero de

    cantores que el de porteros, habra que calcular

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    cerca de 200 cantores por turno semanal, es

    decir 4.800 en total.

    Los cantores de salmos.

    Los cantores y los msicos constituan la clase

    superior de los levitas. A ellos les era exigida la

    prueba de un origen sin mancha cuando

    queran ser nombrados para un puesto. Al

    igual que la dignidad sacerdotal, la levtica se

    transmita por herencia y no poda ser

    adquirida por ningn otro camino. Era, por

    tanto, de la mayor importancia conservar la

    pureza de la descendencia, a lo cual contribua

    primeramente una cuidadosa anotacin de las

    genealogas y, en segundo lugar, unas reglas

    severas para los casamientos.

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    En la sala de las piedras talladas, en el Templo,

    se sentaban y examinaban las genealogas de

    los sacerdotes y de los levitas

    (Toseft Sanhedrn VII,1).

    Cundo un sacerdote o un levita msico era

    de origen puro? Siempre que proceda del

    matrimonio de un sacerdote o de un levita con

    una mujer de la misma condicin de pureza

    legal que l. Al casarse era necesario al

    sacerdote o levita examinar la genealoga de su

    mujer, con el fin de que un nacimiento legtimo

    asegurase a los descendientes la dignidad

    sacerdotal o levtica.

    La Mishn ofrece indicaciones precisas al

    respecto: Si un sacerdote se quiere casar con la

    hija de un sacerdote, ha de inquirir por cuatro

    madres, que son ocho: su madre, la madre de

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    su madre, la madre del padre de su madre, la

    madre de sta, la madre de su padre, la madre

    de sta, la madre del padre de su padre y la

    madre de sta. Si es la hija de un levita o de un

    israelita, se le aade todava otra ms

    (Quidushim IV,4). En el caso de que la mujer

    fuese hija de un ministro en funciones no era

    necesario el exmen, puesto que su padre ya

    haba tenido que probar su origen legtimo al

    entrar en funciones:

    No es necesario inquirir sobre la genealoga de

    los que sirven en el altar ni de los que suban al

    estrado ni de los que forman parte del

    sanhedrn (Quidushim IV,5).

    Quedaba excludo cualquier matrimonio

    considerado impuro:

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    No tomarn por esposa a una mujer prostituta

    ni profanada, ni tampoco una mujer repudiada

    por su marido (Lev 21,7).

    El cantor, adems, deba contar con una edad

    mnima para entrar en funciones, fijada de

    manera variable por la tradicin, pero que

    rondaba en los 30 aos: se hizo el censo de los

    levitas de treinta aos para arriba (1 Cro 23,3).

    Entre los msicos del Templo y los servidores

    del mismo haba, desde el punto de vista

    social, un abismo, el cual se explica por la

    evolucin histrica de los ministerios. Los

    cantores haban sido los primeros en conseguir

    su integracin en la corporacin de los levitas

    y, por eso, se ubicaron por encima del rango

    respecto a los porteros cuando tambin stos

    llegaron a formar parte de los levitas. La

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    distancia que, en la poca de Jess, separaba a

    ambos grupos, aparece reflejada en la siguiente

    ancdota:

    Un da, Rab Yosha ben Hananya quiso

    ayudar a Yohann ben Gudgeda a cerrar las

    puertas. Yohann le dijo: hijo mo, vuelve, pues

    t eres de los msicos y no de los porteros

    (Talmud de Babilonia, Arakhin 11).

    Es instructivo en este contexto la bsqueda de

    reivindicacin social que los levitas sostuvieron

    con xito en el ao 64 d.C. Arroja una luz sobre

    la separacin en el seno de los levitas, pero

    tambin sobre el resentimiento de los levitas

    contra los sacerdotes. Flavio Josefo nos

    transmite la noticia de este reclamo:

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    Los levitas -una de nuestras tribus-, que

    cantaban los himnos, pidieron al rey (Agripa)

    que reuniera al Sanhedrn y les permitiera

    utilizar, al igual que los sacerdotes, una tnica

    de lino, pues pretendan que durante su reino

    tena que llevar a cabo una innovacin

    memorable. Tuvieron xito en su pedido, pues

    el rey, con el consentimiento de los que

    formaban el Sanhedrn, concedi a los cantores

    que abandonaran su antigua vestidura y se

    pusieran una de lino, como pedan. Y como

    una parte de la tribu estaba al servicio del

    Templo, permiti que aprendiera los himnos,

    tal como lo pedan. Todo esto se haba llevado

    a cabo en contra de lo que ordenaban las

    costumbres patrias, cuya violacin reportara

    los castigos que se merecan (Antigedades de los

    judos XX, 9,6).

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    El relato de esta innovacin, inadmisible para

    el pueblo, muestra una vez ms a los cantores

    en el estrato superior de los levitas y aspirando

    a la igualdad respecto a los sacerdotes, a la vez

    que a los dems servidores del Templo en la

    misma aspiracin respecto a los msicos.

    Las funciones de los cantores.

    Los cantores tenan por funcin el

    acompaamiento musical, cantando y tocando

    instrumentos, del culto diario de la maana y

    de la tarde y con ocasin de fiestas particulares.

    Los instrumentos utilizados eran los cmbalos

    (dos discos de bronce semejantes a nuestros

    platillos), arpas (de doce cuerdas ejecutadas

    con la mano) y liras (de diez cuerdas,

    ejecutadas con el plectro).

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    Cuntos intervenan en cada oficio religioso?

    No haba menos de doce levitas de pie sobre el

    estrado, aunque su nmero poda aumentar

    hasta el infinito (Arakhn II,6).

    Cuntos instrumentos y en qu ocasiones se

    utilizaban?

    No se tocaban menos de dos arpas ni ms de

    seis, ni menos de dos flautas ni ms de doce.

    Doce das al ao se tocaba la flauta delante del

    altar: el da de la inmolacin de la primera

    Pascua de la inmolacin de la segunda Pascua,

    el primer da festivo de Pascua, el da festivo

    de la fiesta de Pentecosts y los ocho das de la

    fiesta de las Tiendas. No se tocaba una flauta

    de cobre, sino de caa, debido a que el sonido

    de sta era ms agradable. No se pona punto

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    final a la pieza musical, sino con una sola

    flauta, ya que esto permita un final ms

    bello No haba menos de dos trompetas,

    pero su nmero poda ser aumentado hasta el

    infinito. No haba menos de nueve liras, pero

    su nmero poda ser aumentado sin lmite. Sin

    embargo, slo haba un cmbalo (Arakhn II,3.5).

    Los levitas cantores nunca se situaban en el

    atrio de los sacerdotes, el cual estaba reservado

    exclusivamente a stos y protega el edificio del

    Santuario. nicamente podan, como cualquier

    laico, entrar en l cuando es necesario: para la

    imposicin de las manos, para la inmolacin

    y para la agitacin ritual (Kelim I,8). Es decir,

    para imponer las manos sobre la cabeza de la

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    res ofrecida (Lev 3,2) o para llevar con sus

    propias manos los manjares que se abrasarn

    para YHWH (Lev 7,30) cuando l quera

    ofrecer un sacrificio de comunin.

    El sitio que propiamente ocupaban los levitas

    cantores era un estrado ubicado en lmite entre

    el atrio de Israel y el atrio de los sacerdotes. R.

    Eliezer ben Jacob dice: haba una grada de un

    codo de altura sobre la que estaba colocado el

    estrado y que tena otras tres gradas de medio

    codo cada una. Resultaba, pues, que el atrio de

    los sacerdotes era dos codos y medio ms alto

    que el atrio de Israel (Middot II,6).

    Los levitas, por tanto, se ubicaban 40 cm por

    encima del resto del pueblo, y 1 m por debajo

    del nivel del altar, permitiendo la visin del

    sacrificio.

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    Ambos atrios estaban ubicados a continuacin

    del atrio de las mujeres:

    Desde all suban quince gradas hasta el atrio

    de Israel, correspondiendo a los quince salmos

    graduales (Sal 120-134) y sobre los que los

    levitas entonaban sus cantos (Middot II,5).

    Se discute si la anotacin shir

    hamaalot (cancin de las subidas) con la que

    comienzan estos salmos debe entenderse

    simplemente en este sentido de distribucin

    coral (canto de las gradas o gradual) o,

    ms bien, como cantos de peregrinacin (subida a

    Jerusalem).

    En apoyo de este sentido est el saludo a las

    puertas de la ciudad por parte de aquellos que

    con alegra aceptaron visitar la Casa de

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    YHWH: Ya estamos, ya se posan nuestros pies

    en tus puertas, Jerusalem! Por amor de mis

    hermanos y de mis amigos, quiero decir:

    Shalom! (Sal 122,2.8).

    Pero estas gradas eran ocupadas ciertamente

    por los levitas en el curso de las alegres fiestas

    nocturnas que formaban parte de la festividad

    de las Tiendas, de la que participaban una gran

    multitud de peregrinos que haban subido a

    Jerusalem expresamente para dicha

    celebracin. Era la fiesta de la luz y del agua

    para los campos:

    El ltimo da de la fiesta, el ms solemne, Jess

    puesto en pie grit: Si alguno tiene sed, venga

    a m, y beba el que crea en m, como dice la

    Escritura: De su seno corrern ros de agua

    viva Jess les habl otra vez diciendo: Yo

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    soy la luz del mundo; el que me siga no

    caminar en la oscuridad, sino que tendr la

    luz de la vida (Jn 7,37s; 8,12).

    Esta fiesta era la ms popular:

    Los piadosos y los hombres de accin

    danzaban delante del pueblo teniendo

    antorchas encendidas en sus manos y recitaban

    delante de ellos canciones y loas. Los levitas

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    con arpas, liras, cmbalos, trompetas y otros

    numerosos instrumentos musicales estaban en

    las quince gradas por las que se baja del atrio

    de Israel al atrio de las mujeres y que

    corresponden a los quince cantos graduales del

    salterio; los levitas suelen estar de pie sobre

    ellas con instrumentos musicales y entonan

    cantos (Sukka V,4). A pesar de que duraba ocho

    das, el Talmud refiere que mientras duraba esa

    fiesta no dorman.

    Qu hacan? Al alba, el sacrificio tamid.

    Despus la oracin. Despus, el sacrificio

    aadido (por la fiesta). Despus, las oraciones

    festivas. De ah a la casa de estudio. Despus a

    comer y a beber. De ah a la oracin de la tarde.

    Despus el sacrificio del atardecer. De ah en

    adelante, a la fiesta de Bet Hashoev (Sukk 53).

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    Los instrumentos musicales contribuan de

    modo fundamental a crear el clima festivo:

    El sonar de la flauta, cinco o seis das. Es la

    flauta que se tocaba en la fuente que no

    desplaza ni al sbado ni al da festivo. Se sola

    decir que quien no ha visto la alegra en la

    recogida del agua de la fuente no ha visto

    jams alegra (Mishn Sukka V,1). Ni las

    mujeres ni los nios podan traspasar la puerta

    de Nicanor, que estaba al final de las 15 gradas.

    A veces se poda hacer excepciones:

    Ningn menor poda entrar en el atrio del

    Templo para realizar una funcin litrgica a no

    ser cuando los levitas estaban en pie cantando.

    Tampoco poda ningn menor acompaar el

    canto con arpa o con lira, sino slo con la boca,

    para dar armona al canto. R. Eliezer ben Jacob

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    deca que aquellos no entraban a formar parte

    del nmero ni se ponan de pie sobre el

    estrado, sino que se colocaban de pie sobre el

    suelo, con sus cabezas entre los pies de los

    levitas. Se les llamaba los atormentadores

    (var.: pequeos) de los levitas (Arakhn II,6),

    puesto que con su timbre obligaban a los

    levitas a alzar su voz.

    La asignacin de salmos para cada da.

    El Talmud de Babilonia nos informa qu salmo

    se deba cantar cada da de la semana en el

    Templo:

    R. Yuda deca, en nombre de R. Aqiba: estos

    son los salmos que se cantan durante la

    semana: el primer da el Sal 24, porque Dios ha

    adquirido y dado adquisiciones, y l gobierna

    todo el universo. El segundo da: el Sal 48,

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    porque dividi sus obras y rein sobre ellas. El

    tercer da: el Sal 82, porque en este da ha

    develado la tierra en su sabidura y ha

    establecido el universo para su asamblea. El

    cuarto da: el Sal 94, porque en este da cre el

    sol y la luna, y castigar a los que lo adoran. El

    quinto da: el Sal 81, porque cre peces y

    pjaros para glorificar su nombre. El sexto da,

    el Sal 93 porque acab sus obras y rein sobre

    ellas. El sptimo da el Sal 92 por el da que es

    sbado (Rosh ha-shan 31a). Por su parte, la

    versin de los LXX, que en el Salterio difiere

    mucho respecto del texto hebreo, coincide con

    este dato rabnico en las notas que encabezan

    cinco de estos salmos mencionados:

    * Sal 24 (23): Psalms t Dauid. Ts mas

    sabbtn.

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    * Sal 48 (47): Psalms ods tois huiois

    Kore. Deutra sabbtou.

    * Sal 94 (93): Psalms t Dauid, tetrdi sabbtn.

    * Sal 93 (92): Eis tn hemeran tou prosabbtou.

    * Sal 92 (91): Psalms ods, eis tn hemeran tou

    sabbtou. Este es el nico salmo que en su

    texto hebreo conserva la indicacin del

    da:mizmor shir leyom hashabat.

    Aparte de estos salmos asignados a los das de

    la semana para el sacrificio del holocausto,

    otros estaban indicados para otras ceremonias,

    y especialmente para las grandes

    solemnidades. ste es el caso del Halel, el

    grupo formado por Sal 113-118. La secuencia

    pslmica se cantaba principalmente en la fiesta

    de Pascua. En primer trmino durante la

    inmolacin del cordero de cada familia. Por

    razn de la cantidad de vctimas inmoladas, el

  • P g i n a | 26

    espacio del atrio resultaba escaso, y por tanto el

    sacrificio se realizaba en tres turnos.

    A partir de las dimensiones J. Jeremas calcula

    que en cada turno llegaban a ingresar al atrio

    6400 hombres, cada uno con un cordero. En

    cada pascua se inmolaran alrededor de 18000

    animales (cf. Jerusalem en tiempos de Jess,

    Madrid 1977, p.100).

    La Mishn nos relata que en cada uno de los

    turnos recitaban el Halel. Cuando terminaban,

    lo repetan por segunda vez y cuando

    completaban esta segunda recitacin, volvan a

    recitarlo por tercera vez, aunque nunca ocurri

    que pudieran terminarlo en la tercera vuelta. R.

    Yehud dice: jams los del tercer grupo

    llegaron hastaamo al Seor porque me oye, ya que

    estaba formado por poca gente (Pesahim V,7).

  • P g i n a | 27

    Tambin se cantaba durante la cena:

    En la primera pascua se exige la recitacin

    del Halel en la comida, mientras que en la

    segunda no es necesario. Pero tanto en una

    como en otra se recita el Halel durante la

    celebracin (Pesahim IX,3). Tambin lo cant

    Jess en su ltima cena: Y cantados los himnos,

    salieron hacia el monte de los Olivos (Mc

    14,26).

    El Halel naturalmente no poda estar ausente en

    la ms gozosas de las fiestas. Durante la fiesta

    de las Tiendas uno est obligado a la recitacin

    del Halel, al jolgorio y a hacer los honores al

    ltimo da de la fiesta como a los restantes das

    de la misma (Sukka IV,8).

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    El ltimo salmo del Halel expresaba la gratitud

    de todo el pueblo ante los beneficios de

    YHWH, porque es eterno su amor! (Sal 118,1).

    En una procesin con ramas y frutos de la

    ltima recoleccin se imploraba la bendicin

    de los sacerdotes: Ah YHWH, da la

    salvacin (hoshiah na = Hosanna)! Ah,

    YHWH, da el xito! Bendito el que viene en

    el nombre de YHWH! Desde la Casa de

    YHWH os bendecimos. YHWH es Dios, l nos

    ilumina. Cerrad la procesin, ramos en mano,

    hasta los cuernos del altar! (118,25-27).

    Tambin se cantaba el Halel en la fiesta del Ao

    Nuevo (Rosh Hashan IV,7).

  • P g i n a | 29

    La relectura de los Salmos.

    Al considerar la prctica litrgica del Templo

    que acabamos de describir no debemos dejar

    de tener en cuenta un hecho importante. La

    historia de Israel ha conocido dos pocas muy

    distintas, divididas por la destruccin de su

    capital y de su Templo y por la cautividad de

    sus dirigentes en Babilonia. Por eso se suele

    designar ambos perodos histricos como

    poca del Primer o del Segundo Templo.

    La consecuente existencia de dos modalidades

    en la liturgia que se celebraba en ellos tuvo

    tambin repercuciones importantes sobre los

    textos reguladores de los ritos y sobre los

    cantos que animaban las celebraciones. Si antes

    de la cautividad la figura de mayor relieve era

    el rey davdico consagrado por la uncin

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    divina, en el perodo del Segundo Templo

    ocup la primaca el sumo sacerdote, autoridad

    suprema de la nacin autnoma, protegida por

    los imperios sucesivos (persa, helenista o

    romano).

    As, la comunidad cultual del Templo de

    Jerusalem fue considerada, en cierto modo,

    como la realizacin de la soberana de Dios en

    el presente:

    Te darn gracias, YHWH, tus obras todas, y tus

    amigos te bendecirn; dirn la gloria de tu

    reinado, de tus proezas hablarn, para mostrar

    a los hijos de los hombres tus proezas, el

    esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, un

    reino por todos los siglos, tu dominio, por

    todas las edades (Sal 145,10-13).

  • P g i n a | 31

    Segn Flavio Josefo, la comunidad de

    Jerusalem era una teocracia:

    Algunos legisladores han permitido que sus

    gobiernos estuviesen sometidos a monarquas,

    otros los sometieron a oligarquas, y otros a

    una forma republicana; pero nuestro legislador

    no consider ninguna de esas formas, sino que

    orden nuestro gobierno segn lo que, a travs

    de una expresin un poco forzada, podra ser

    denominado Theocracia, atribuyendo la

    autoridad y la potestad a Dios, y persuadiendo

    a todo el pueblo a que le obedezca como al

    autor de todos los bienes disfrutados en comn

    por la humanidad, o por cada uno en

    particular, y de todo lo que ellos mismos

    obtuvieron mediante la oracin en las grandes

    dificultades (Contra Apin II,164ss).

  • P g i n a | 32

    El modo concreto de realizar esta teocracia era

    a travs de la aristocracia sacerdotal,

    recomendada, segn l, por el mismo Moiss:

    La aristocracia es lo mejor; en ella, las leyes

    son soberanas y hacis todo de acuerdo con

    ellas. Porque Dios debe bastaros como

    soberano (Antig. IV,223).

    Las corporaciones de cantores del siglo IV aEC.

    haba recopilado textos tanto pre-exlicos como

    postexlicos, y, por lo mismo, textos con

    perspectivas temticas muy diferentes. La

    consecuencia de este cambio fue que si se

    conservaron los textos preexlicos en la liturgia,

    stos ya no podan utilizarse bajo la misma

    ptica despus del destierro; se haca necesario

    una relectura que adaptase ms o menos su

    sentido para la nueva situacin. Las palabras

  • P g i n a | 33

    empleadas reciban entonces una sobrecarga de

    sentido.

    La fe de Israel haba girado siempre en torno al

    porvenir de Dios. Pero las decepciones

    experimentadas en una historia catica

    condujeron progresivamente el pensamiento

    de los creyentes a poner ese porvenir ms all

    de un lmite marcado por el juicio soberano de

    Dios: las promesas divinas, referidas a los

    ltimos tiempos, al final del tiempo presente, se

    hacan escatolgicas, y la relectura de los textos

    que alimentaban la fe y la oracin integraba

    esta nueva dimensin bajo las palabras que

    traducan anteriormente la fe y la esperanza.

    Esto quedaba especialmente en evidencia en el

    caso de los llamados Salmos reales. Puesto que

    ya no rega a Israel un soberano de la Casa de

  • P g i n a | 34

    David, el Rey aludido en dichos Salmos no

    poda ser ya ms que un rey ideal con el que

    soaban las esperanzas judas para un futuro

    desconocido.

    Un mbito de relectura de la Escritura fue la

    proclamacin litrgica en las sinagogas. Para

    hacer inteligibles los libros sagrados a las

    gentes que ya no lean hebreo, se traducan los

    textos al arameo que se hablaba corriente-

    mente, y se le agregaban amplificaciones

    considerables que pretendan explicar el

    sentido actualizado de los mismos. La prctica

    se remontaba a los tiempos de Esdras:

    Los levitas exponan la Ley al pueblo, que se

    mantena en sus puestos. Ellos lean el libro de

    la Ley de Dios, con claridad, e interpretando el

  • P g i n a | 35

    sentido, de manera que se comprendi la

    lectura (Neh 8,8).

    El resultado fue la elaboracin paulatina de

    unos escritos llamados targumim. Los aadidos

    al texto original nos permiten conocer hoy la

    interpretacin que se haca del mismo en el

    perodo del Segundo Templo y en los primeros

    siglos despus de la destruccin del mismo.

    Los Salmos tambin fueron objeto de esta

    traduccin interpretativa, con una libertad tal

    en el orden de la alegora que desapareca a

    veces el sentido literal u original. Tal es el caso

    del Sal 45, que en su sentido literal fue un canto

    nupcial de un rey, pero que la tradicin

    targmica transform en una imagen del

  • P g i n a | 36

    desposorio entre el Mesas y la comunidad de

    Israel:

    (7) El trono de tu gloria lo ha establecido

    YHWH por los siglos de los siglos. Tu cetro real

    es un cetro de rectitud. Y ati, oh rey mesas,

    comohas amado la justicia y odiado la

    impiedad, YHWH tu Dios te ha consagrado

    con el leo de alegra con preferencia a tus

    compaeros. (10)Las provincias de los reinos

    vienen a visitar tu rostro en el tiempo fijado.

    El libro de la Ley est a tu lado derecho, escrito en

    tu copia esplndida lo mismo que en oro

    fino procedente de Ofir. (11) Escucha, asamblea de

    Israel, la ley de su boca, y vers las maravillas de

    tus obras. Inclinars tu odo hacia las palabras de

    la ley; olvidars las obras malas de los impos de tu

    pueblo y la casa de los dolos que serviste entre tus

  • P g i n a | 37

    padres. (12) Y as el rey desear tu

    belleza, pues l es tu seor y t lo adorars.

    (13) Y los habitantes de la ciudad de Tiro vendrn

    a presentarse a ti, las ms ricas de las naciones se

    apresurarn hacia tu santuario. (14) Todo lo mejor,

    lo ms hermoso, lo ms deseable de las riquezas de

    las provincias, y los tesoros de losreyes que estn

    ocultos en su interior, los ofrecern en oblacin

    ante el rey y en regalo a los sacerdotes con vestidos

    multicolores de oro brillante. (15) En vestiduras

    bordadas ofrecern sus oblaciones ante el rey del

    mundo, y el resto de sus compaeros que estn

    dispersos entre las naciones sern llevados con

    alegra delante de ti a Jerusalem. (16) Sern

    llevados con alegra y regocijo y entrarn en

    el templo del rey del mundo.

    https://domingocosenza.wordpress.com/2015/06/27/los-salmos-en-la-religiosidad-judia-en-la-

    epoca-del-segundo-templo/

    [28/06/2015]


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