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Genes
Psicpatas
Pablo Verdezoto
Agradecimientos
Quiero agradecer todos mis amigos que leyeron toda esta historia por partes, a
Elizabeth y Evelyn geniales mujeres que me ayudaron a corregir el borrador, y a
todos aquellos que dijeron que queran la continuacin de cada captulo que
escriba.
El asesinato es un crimen para la mayora, o un
privilegio para unos pocos
James Stewart, en el papel de Rupert
Cadell, en La soga (1948)
Prlogo
Richard Miller, despert como todos los das, se duch, desayuno,
cepill sus dientes y, como todos los das reviso a sus pequeos as
los llamaba l, aunque en su mayora eran adultos- los aliment,
anot los cambios o cualquier agente extrao en su comportamiento.
Miller experimenta con la mente de las personas, hace de cada noche
un juego en el que si quieres vivir debes matar, debes escoger entre t
vida o la vida de un desconocido; lleva a sus pequeos al lmite
obligndolos a ser lo mscreativos posibles (Haciendo que creen
torturas, desmembraciones, etc.), y al final del da recoge las partes de
quien no sobrevivi -de quien es dbil y no pens en su propia
supervivencia; quien cumpli con su deber moral que no es ms que
un espejismocreado y simulado por una sociedad que obligan a la
existencia de un ser superior y un sirviente o inferior que nunca
sobresaldr; la cadena alimenticia de la vida- para servrselos en sus
tres comidas diarias (siempre cenaba con los sobrevivientes, a una
adecuada distancia, claro; le encantaba ver como se coman a una ser
humano, le encantaba ver que no lo diferenciaban de la carne de un
animal irracional), nada se puede desperdiciar, aunque claro ellos no
saben que estn comiendo a sus antiguos vecinos de celda, o jaula
en este caso, pero da igual cuando lo descubran ya estarn en el plato
o simplemente les dar igual.
CAPITULO I
Richard Miller, de un metro ochenta, cabello de color castao claro,
corto, de cuerpo atltico y muy atractivo para tener cuarenta y cinco
aos, y con un rostro muy bien cuidado, donde se aprecia lo mucho
que ese preocupa por su imagen.
Es tambin, un respetado doctor de Seattle, que vive en las afueras de
la ciudad, su casa es enorme y tiene un jardn bien cuidado e
imponente alrededor de la gran construccin. Se haba quedado
viudo a los veinte y ocho cuando su carrera empezaba a tomar fuerza,
una pena, su mujer Romina de origen alemn, hermosa como
ninguna, con facciones perfectas para l. Fue asesinada mientras l
trabajaba, encontraron solo pedazos de ella escondidos por toda la
antigua casa de la que se mud, claro-, faltaban los labios del sexo y
la mano derecha, adems, la autopsia revel que fue atacada
sexualmente por tres hombres diferentes que a pesar de conocer su
identidad nunca fueron encontrados y por tanto nunca respondieron
por el homicidio de la Sra. Miller; ella muri con secretos. Quiz
cuando todos nosotros estemos muertos nadie pensar en la
posibilidad de que guardamos secretos que se irn con nosotros,
hasta podrirnos en aquel hueco inmundo que se encuentra en un
ttrico cementerio -en la mayora de los casos-.
Este hecho fue la raz de la necesidad que tiene Richard de descubrir
la verdadera naturaleza humana, quitando toda ilusin e imagen dada
por la sociedad.
Toma a sus vctimas del stano, aunque su uso original era para una
bodega aqu almacena a sus vctimas. Secuestra, en su mayora, a
jvenes hermosas, turistas indocumentadas, y hombres sin familia o
simplemente despistados, son humanos despus de todo.
Cuando se dio cuenta que los restos de sus experimentos eran
difciles de eliminar empez a comrselos una delicia, si sabes cmo
prepararlo adecuadamente- y a drselos a sus pequeos. Los quiere
de alguna forma, a pesar de sus terribles finales, porque gracias a ellos
podr comprender el por qu y cmo de muchas cosas.
CAPITULO II
Llegaba el momento y Richard preparaba el campo de accin-
como le gustaba llamar a la habitacin donde realizaba sus juegos-. La
habitacin esalgo espaciosa y est equipada con un cmara en donde
el autor del experimento puede observar todo el juego, aquel lugar no
posee ventanas solo tres paredes de mrmol blanco y la ltima pared
que est formada completamente por un vidrio unidireccional -
disfrutaba mirar como el lquido vital de estos animales racionales
salpicaba-, frente al vidrio unidireccional se visualiza una mesa
grotesca de madera con agarraderas de cuero para manos y pies, el
suelo es de baldosa color blanco hueso -tardo mucho en decidir el
color de este, pero termino eligiendo el blanco porque le encantaba
como se vea el color de la sangre en las baldosas, era un contraste de
colores sublime-. Solo existen dos salidas, aquella por donde entraban
sus pequeos y otra por donde Miller ingresaba a la cmara en donde
hacia sus anotaciones y sacaba conclusiones. Dentro de la habitacin,
colocadas en pequeas pizarras adaptadas con ganchos y pegadas a la
pared con tornillos, estaban los instrumentos con los que se llevara a
cabo la accin; en la pared que se encuentra detrs de la mesa se
puede localizar uno de estos tableros lleno de sogas, alambres, ltigos,
y dems objetos para atar, al lado derecho de esta se encuentra otro
con cuchillos, bisturs, tenazas, tijeras, todo aquello que se use para
cortar. Y su tablero favorito, que es el que exhibe toda su coleccin
de instrumentos para tortura y de guerra medieval que es casi lo
mismo que torturar-, desde mazos hasta la araa de hierro que
consigui con mucho esfuerzo. Le encantan no solo por ser vistosos,
en realidad lo excitaba el hecho de que sus pequeos ni siquiera
saban de la existencia de estas herramientas en su vida normal. Los
sujetos pensaban en tantas maneras de utilizarlas, algunas graciosas y
otras simplemente perfectas.
Ya con todo listo, Rich -como le decan sus muy escasos amigos-
subi las escaleras que se encontraban justo a un lado de su sala de
experimentos.
No dejaba de recordar la tortura del da de ayer, cuando aquel joven
de diecisis aos mat a un hombre de cuarenta y tres. Aquel
hombre, Julin, pens que vivi suficiente y que sera mejor
sacrificarse y dejar a Ramiro -el joven- vivir y cumplir sus sueos.
Ramiro lo tortur, primero, cortando sus genitales con una tijera,
Julin solo gritaba desesperado amarrado en aquella mesa, gritaba y
gritaba mientras Ramiro segua viendo cmo se poda notar cada uno
de los conductos ahora incompletos de la virilidad de Julian, quiz el
ms grande era una uretra incompleta por el corte, se dijo, mientras
terminaba de cortar lo que quedaba de aquel aparato reproductor;
luego hbilmente con un bistur llego hasta sus ojos y obligndolo a
abrirlos los corto desde las cejas hasta el mentn.
Fue ah cuando Ramiro se sinti vivo y Julin cumpli su objetivo,
hacer sentir realizado a ese muchacho -ese sentimiento que te
completa-, el joven sigui con las extremidades, las corto con un
cuchillo comn de arriba para abajo intentando no causar una
hemorragia demasiado fuerte y para el gran final, el cuello, meti uno
de los cuchillos ms pequeos a la altura de la yugular, esta se rompi
y cuando se ba con esa sangre sinti un calor y alivio, sinti el
sabor salado e inspido a la vez en su boca que le dio un placer
infinito que haba descubierto sin querer, sin importarle Julian -su
salvador-.Cuando esto termino, Miller hizo que se duchara y como
siempre llev al sobreviviente a la cena, pero cuando el joven llego a
la mesa tomo un cuchillo y se suicid frente a sus ojos, y siempre le
quedara la duda de por qu lo hizo. Quitando esos recuerdos de su
cabeza sigui caminando.
Llego a su destino: la primera planta de su enorme casa, atravesando
el pasillo de color blanco en donde cuelgan varias de las pinturas de
Frida Khalo -siempre admir a esa mujer tan fuerte de pensamiento-
hasta llegar a su despacho de caoba lleno en su mayora por los
estantes donde colocaba los libros que tanto amaba leer.
Tom la laptop para revisar el programa de hoy, vio dos nombres
titilantes en la plana pantalla de su MacBook y sonriendo dijo en voz
alta.
- Hoy es su turno, Marcus y Arlett.
Haba esperado tanto este momento, su ltimo experimento.
Despus de unos aos de haber empezado el experimento se
convirti en una forma de entretenimiento y es aquel juego el que le
da esa diversin, aunque el Dr. Richard tambin sacaba y anotaba sus
conclusiones cuando estaba de nimo, creme que luego de seis aos
haciendo lo mismo no puedes dejar de odiarlo o tomarle gusto, o en
el caso de Miller mezclar el significado de juego con el de un
experimento.
Cuando la monotona atacaba a la mayor de las distracciones de Rich,
se dedicaba a leer libros de su autora a sus pequeos, sentado en el
imponente escritorio, los obligaba a hacer trabajos crticos y
resmenes sobre los textos y calificaba su desempeo sobre 100, lo
que le permita cortar partes del cuerpo del sujeto siguiendo una tabla
de valores que l hizo.
Parte del cuerpo Porcentaje.
Cabeza 18%
Cuello 9%
Trax y espalda 18%
Extremidades superiores 18%
Pierna y pie derecho 18%
Pierna y pie izquierdo 18%
Genitales 1%
Por ejemplo si el individuo casi siempre un sobreviviente que no
realiz la tortura de forma interesante- obtuvo una nota de 70 sobre
100, Miller cortaba un 30% del cuerpo del sujeto y como es de
suponer, escoga en su mayora partes innecesarias para que con las
partes sobrantes su pequeo pueda vivir, y junto a l o ella cenaban su
parte ahora sobrante, cocinada con las ms ingeniosas y elaboradas
recetas que encontraba en la red con solo teclearlo en Google, es
increble lo que ah puedes encontrar, sobre todo si tienes gustos
particulares, y te gusta apreciar esa combinacin de sabores tan
exticos, que te pueden llevar a una excitacin insuperable, aquella
que hace que el Dr. Richard sopese el inmenso rencor con todos
aquellos animales racionales regidos por la moralidad.
CAPITULO III
En la habitacin en donde se encuentran sus dos pequeos elegidos
o prximas vctimas todo est oscuro y silencioso, solo hay dos
personas, Marcus, un hombre de, aparentemente, veinticinco aos,
yArlett, una joven preciosa que asemeja unos diecinueve o veinte
aos. Los dos despertaron de una ensoacin inducida por la droga
que aquel hombre les inyecto y, al verse encerrados, se quedaron en
shock, no podan hacer ms debido a que se encontraban en una
jaula de dos metros por un metro y medio, sobre un colchn delgado
y al tamao justo de la jaula. De pronto la luz se encendi y se pudo
ver varias jaulas con las mismas caractersticas y solo dos de ellas
ocupadas por Marcus y Arlett. Hay un espacio frente a ellas con un
escritorio con varios papeles sobre l, tambin una televisin con un
DVD; el lugar estaba muy bien ordenado y limpio, casi tan pulcro
como un quirfano.
Miller ingreso a la habitacin feliz como muy pocas veces -caray! El
da de hoy se encontraba de excelente nimo-, listo para explicar a sus
nuevos invitados como iba el juego.
Se par frente las jaulas y se asegur que los dos estn consientes -no
quera dar ventajas a nadie- y dijo:
Bienvenidos, amigos mos le encantaba tratarlos con
amabilidad- Est noche sern participes de un juego, un muy
interesante juego, pero antes de explicrselos, tienen acaso ustedes
alguna pregunta? les dijo a los dos jvenes al ver la expresin de
confusin en sus rostros.
Arlett una muchacha de facciones suaves de apariencia londinense,
alta, de cabello cobrizo, ojos claros color gris y muy guapa, de pronto,
de forma involuntaria grito.
Quin coo eres?! Y Por qu estoy aqu?! Mientras
Marcus la vea muy sorprendido y se preguntaba como esa muchacha
pudo haber tenido el valor de haber dicho eso estando enjaulada.
Pero Richard, despus de seis aos llevando a cabo su experimento,
se acostumbr a ese tipo de agresiones verbales, y solo respondi de
forma corts.
Pues yo, querida, soy el Dr. Richard Miller, y te encuentras
aqu porque quiero y puedo tenerte aqu dijo, mientras Arlett lo vea
con odioAntes de iniciar con el juego deben conocer las reglas:
tienen ustedes en el hombro derecho un dispositivo que yo mismo
coloque en ustedes y claro yo disee, este inyectar un veneno muy
potente que los matara en menos treinta segundos, y solo se activar
cuando yo quiera, con tan solo aplastar este botn Sac un pequeo
control de la bata que nunca se quitaba, agitndolo, y lo volvi a
guardar. As que no intenten huir, Ah! Ni tampoco gritar que aqu
nadie los oir.
Fue entonces cuando Marcus, que muy a pesar de sus falencias
internas, era de buen ver -con cabello negro como la noche, ojos
azules y un cuerpo atltico-y que siempre haba sido alguien tmido y
en cierto modo cobarde, dijo:
Explcanos de una buena vez de que va est locura!
Rich movi levemente la cabeza hacia Marcus, y con un aire pedante
se dirigi a l.
Locura? Pregunto y ro . Pues les dar treinta minutos a
los dos para que se conozcan y decidan, ya que los dos irn a una
habitacin y uno tendr que matar al otro.
Con esto ltimo, Marcus y Arlett se miraron dicindoseEsto no
puede ser real. Y entonces Rich sonri y dijo.
Solo sobrevivir aquel que mate al otro, y deben hacerlo de la
forma ms creativa posible, as podrn prolongar su estancia aqu un
poco ms, antes de que yo mismo los desmiembre por partes.
Miller, alto e imponente sali de la habitacin como llego, con una
sonrisa y tranquilidad de envidiar. Ya a solas los dos muchachos
empezaron a hablar.
Hola, Cul es tu nombre? dijo Marcus tmido, viendo a la
joven enojada y frustrada -.
Hola dijo ella con un tono un tanto grosero, pero qu se
poda esperar?, ella o l iban a morir . Mi nombre es Arlett.
l mo es Marcus. Cmo fue que llegaste aqu?
Pues, sala de casa, luego de que me dieron la noticia de que
era adoptada. Siempre lo haba sospechado, pero nunca lo cre cierto,
solo sal a caminar y digerir lo que me dijeron y de pronto despert
en este lugar. dijo, mientras miraba las jaulas con una ir tenaz.
Yo, en cambio, sala de la facultad me sent en un banco de
madera cerca del parque y no recuerdo nada ms, solo s que ahora
estoy aqu encerrado Todo qued en silencio por unos segundos,
hasta que el joven volvi a hablar. Sabemos que pasar Verdad?
Ella sorprendida volvi la mirada hacia l y dijo:
-Qu? Esperando una respuesta.
Marcus, con voz baja y algo ronca susurro:
Me mataras t a m.
CAPITULO IV
Ella se qued anonadada, la respuesta del joven fue como un
relmpago, l haba decidido quin sera el que se vivir sin
inmutarse, sin preguntarle siquiera. Ella no se haba detenido a
pensar en las ltimas palabras de aquel hombre Miller-.
Claro que no te matar, no soy una asesina.
Mira seamos realistas, no hay otra escapatoria Dijo cortante, el
joven.
Por varios minutos, ambos se miraron fijamente, aceptando su
destino quiz, porque saben que no podrn salir de aqu, por lo
menos, no vivos. El silencio era insoportable, y l finalmente baja la
mirada, escuchando la voz de la joven con ojos color gris.
Saldremos de esto.
Vamos Arlett mtame te dar la oportunidad de vivir, luces
como una mujer inteligente, adems de guapa. Solo hazlo.
Miller regreso, sonriente como solo l sabe, tarareando una cancin,
el clsico We Will Rock You de Queen, quien sabe porque, la
cancin se le haba metido en la cabeza. Abri la puerta diciendo:
Muy bien muchachos, treinta minutos, quien matara a quien -
Vio que ambos sorprendidos lo vean con odio y solo se limit a
decir -. Djenme adivinar Arlett matar a Marcus, tan obvio suspiro
.Bueno, Marcus por favor ve con cuidado recuerda que puedo
matarte con solo oprimir un botn y no quiero sorpresas al abrir la
jaula Deca mientras sacaba un arma de la parte trasera de sus
pantalones.
Saco a Marcus quien camino pasivo a donde sea que Miller lo
condujera, cuando lleg a la habitacin, Marcus vio los instrumentos
y la mesa de caoba, palideci y empez a temblar. Rich se dio cuenta,
solt una risa, mientras deca:
Recustate en la mesa lo apunt con el arma -.
Marcus obedeci y el hombre alto, lo ato sin decir una palabra o
hacer siquiera algn gesto, lo aseguro bien a la mesa y sali.
Luego tom a Arlett, y la llevo a su cuarto de experimentacin
apuntndola con el arma y cuando llegaron a la puerta le dijo:
Recuerda que si t no quieres ser torturada, debes torturarlo a
l, puedes tomar lo que quieras de la habitacin y entre ms rpido lo
mates, ms tardare matndote a ti. Se creativa y empieza por partes
no vitales y ten en cuenta que puedo matarte solo apretando un
botn acabo su discurso sonriendo y guindole un ojo como a
todos sus participantes, luego la empujo dentro de la habitacin cerro
con llave la puerta de hierro y entro en su cmara de observacin.
CAPITULO V
Ya en la habitacin, Arlett respir y se sorprendi al ver los tableros
con armas y a Marcus, su amigo de tan corto tiempo, amarrado a la
mesa. Escucho en un parlante la voz de Miller
Empieza, Arlett por favor Se le pusieron los pelos de punta al or
eso, y slo pudo imaginar enque estara pensando Marcus.
Se qued viendo al rostro de Marcus que tena la mirada perdida en
el techo, no haca nada ms y volvi a escuchar la voz por el parlante
que no poda encontrar en la blanca habitacin.
Contar hasta tres y si no empiezas a torturarlo, liberar el
veneno, uno dos... y fue entonces cuando Arlett tom uno de los
mazos favoritos de Rich y golpe con todas sus fuerzas a Marcus en la
pierna, rompindosela, se poda ver como el color de aquel peron
era exactamente igual al color de las baldosas y la sangre que sala a
borbotones de la extremidad inferior de Marcus, pintando el suelo
como a su anfitrin tanto le gustaba, con esta accin Miller ri
descontroladamente mientras vea como Marcus trataba de soportar
el dolor.
Miller comprob una vez ms lo que ya saba, que el hecho de
poner en riesgo la vida de una persona hace que sobresalga el
verdadero ser humano, el experimento tuvo por fin sus conclusiones
y el resultado fue lo ms obvio: el hombre es un animal, que solo se
gua por las ilusiones e imgenes dibujadas por la sociedad llegando a
cualquier cosa por defenderse hasta acabar con su prjimo, su
especie.
Arlett continu, con la siguiente pierna y dej caer el mazo; tom la
tenaza ms grande y empez a crtale los dedos uno por uno.
Cuando termino puso la tenaza a un lado y, luego, con timidez fue
hasta el tablero de herramientas punzantes y tom una tijera, con ella
empez a cortar el pantaln y la camiseta de Marcus. La voz regreso y
volvi a resonar en la habitacin.
Buena chica, Arlett, t tienes un talento oculto, lo saba.
Arlett dejo la tijera a un lado simulando no haber puesto atencin a lo
que el hombre dijo. Tom un cuchillo para romper huesoscon l
rompi en dos el esternn y dividi en dos su piel -pens en tomar
un estilete para separar su piel pero con el cuchillo fue suficiente,
adems con una fuerza sorprendente logro romperle el esternn sin
mucho es fuerzo, es increble hasta donde se pude llegar solo por
sobrevivir-. Agarr una cierra para cortarle el torso lentamente,
deleitndose con toda la sangre y los rganos que comenzaban a ser
visibles -en medio de toda esta sangre, ella dejo de ser Arlett, paso de
ser un ser humano normal como dira la sociedad a nada
mientras Marcus tena una expresin de asco y miedo, era
comprensible por el tormento que sufra, porque est tortura alargaba
su vida solo para hacerlo sufrir y retorcerse en su propia sangre, pero
Arlett, sin turbarse ni un poco meti la mano en su pecho y pudo
sentir el latir vago del corazn de su joven compaero de juegos y fue
en ese instante cuando por primera vez se dio cuenta de la afliccin
de Marcus, en su rostro se reflejaba dolor y traicin, estas dos
emociones las sinti porque Arlett le haca sentir dolor y lo traicion
de alguna manera y fue lo ltimo que sinti mientras le arrancaban el
corazn con la mano y terminaba por fin con su sufrimiento.
En ese momento Arlett regreso a s misma y vio lo que haba hecho,
solo pens en llorar -despus de soltar el corazn de Marcus-, pero
no salieron lgrimas de sus ojos. Percibi a alguien en la habitacin,
cuando alz la vista vio a Richard sonriendo y complacido por el
trabajo de su nueva invitada.
CAPITULO VI
Miller llev a Arlett al bao que tena adecuado para sus pequeos,
dentro de la bodega en donde tena sus jaulas. El bao obviamente
tenia cmaras y no tena ni una sola ventana, era pequeo, solo
contaba con un lavabo, una ducha y un retrete.
Espero a que Arlett se duchara y la encerr en su prisin reducida en
tamao. Ella estaba totalmente impactada y no haca ms que
moverse cuando l se lo ordenaba.
CAPITULO VII
Miller pasaba su trapeador lentamente una y otra vez, satisfecho por
la blanca baldosa. Con una gran sonrisa de euforia por el ltimo
resultado de sus experimentos.
Cuando termino de limpiar vea con nostalgia al lugar al que nunca
regresara. Mientras pensaba en eso recolectaba las partes sobrantes
de Marcus para la cena con Arlett.
Preparo todo con el mayor de los gustos, hgado humano frito
Delicioso, pens-, el cerebro era exquisito, lo mejor de lo mejor para
su amiga, lo dems lo comera luego -Brazos asados, los genitales
sazonados y hechos en una plancha saben tan bien-.
Puso la mesa y sac a Arlett de su jaula - segua atnita por lo
sucedido-, la sent en la mesa, no puso objecin alguna. Rich empez
a comer animado, mientras vea interesado a la joven.
Ella con la cabeza gacha record lo que l haba dicho y solt:
Dijiste que sabas de m desde antes, que. que tena un
talento oculto, me has investigado acaso? Por qu me conoces?
exigi saber la joven.
Miller sonro y dijo:
Bienvenida a casa, hija ma.
CONTINUACIN OPTATIVA
He escrito una continuacin para el final ya expuesto, puedes escoger quedarte
con el final anterior o leer est pequea continuacin, segn mi punto de vista
como autor.
Despus de la noticia dada por Miller, Arlett palideci, y luego
regres a un gesto neutro en su rostro, no poda mostrarse dbil
frente aquel desgraciado. Mientras pensaba en esto Richard hablaba.
-Nunca te preguntaste, por qu no te parecas a tus padres? Por qu
eres diferente a ellos? Par en seco- Tu madre era hermosa, eres
muy parecida a tu madre, tus ojos... tu cabello...
Arlett, no cambio la expresin en su rostro pero se levant de la mesa
en completo silencio camino haca su padre mientras el soltaba su
discurso-, se abalanz sobre l como si quisiera abrazarlo y Miller
solo abri los brazos y espero, pero la joven le quit el arma y el
control con el que poda matarla, disparo a las piernas de su padre y
dijo:
Si, cabrn hijo de puta, tengo un don! le espet
mientras le haca aicos las piernas a balazos y cuando las balas se
terminaron presiono el botn del control y muri de forma
instantnea dejando a su padre con un dolor extremo por los balazos
y la muerte de su nica hija.
-Fin?-