Date post: | 25-Jul-2015 |
Category: |
Documents |
Upload: | linibeth-urdaneta |
View: | 404 times |
Download: | 3 times |
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder Popular para la Educación Universitaria
Universidad Bolivariana de Venezuela
Convenio Misión Sucre
Programa de Formación de Grado Estudios Jurídicos
Aldea Universitaria – UBV Sede Maracaibo
Globalización Vs Mundialización
Unidad Curricular:
Estado, Globalización e integración
Regional.
Realizado por:
Certain, Dusty
Profesora:
Elsa Fuenmayor
Maracaibo, julio de 2012
ESQUEMA
Introducción
Globalización vs. Mundialización.
1.- Globalización
1.1.- Globalización: origen, teorías y características
1.1.1.- Bases conceptuales de la globalización
1.1.2.- El desarrollo histórico de la globalización
1.1.2.1.- De 1492 a 1945: del Mercantilismo al Capitalismo actual
1.1.2.2.- De 1945 a nuestros días: ¿De un mundo bipolar al fin de la historia?
1.1.3.- Teorías de la globalización
1.1.3.1.- Análisis Neoliberal del fenómeno de la globalización
1.1.3.2.- Análisis Marxista del fenómeno de la
globalización
1.1.3.3.- Otras teorías
Conclusiones
Referencias Bibliográficas
INTRODUCCIÓN
El termino mundialización se elaboró en los países latinos, en un principio
con un carácter más bien geográfico, mientras término globalización se
desarrollo en los países anglosajones con una gran carga ideológica.
La mundialización es la aldea planetaria provocada por el acercamiento de
los hombres y de los lugares a causa de la desaparición (en sentido
metafórico) de las distancias y por la información generalizada. Es una fase
superior de la internalización de la vida humana, económica, social, política,
cultural, y de la interdependencia entre países y entre continentes.
La globalización a través de la internalización de los mercados (es decir la
fase actual de desarrollo del capitalismo) está facilitando a las empresas
(sobre todo a las más grandes y a las transnacionales) su movilidad por todo
el planeta, sin apenas restricciones en busca de las legislaciones laborales y
medioambientales más favorables.
Sin embargo, a continuación se estarán desarrollando puntos esenciales de
la globalización y mundialización que tienen que ver con sus orígenes,
teorías, características, conceptualización, desarrollo histórico, retos,
desafíos y alternativas de estos procesos, en los cuales se aclara mejor esta
idea.
Globalización vs. Mundialización
1.- Globalización.
La globalización es un fenómeno de carácter internacional: su acción
consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales
(financieros, comerciales e industriales), ha permitido que la economía
mundial (mecanismos que la integran: el comercio, la producción, y las
finanzas) moderna abra espacios de integración activa que intensifiquen la
vida económica mundial y Surge como consecuencia de la
internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos,
los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.
Ha sido definida como el proceso de desnacionalización de los mercados, las
leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos por el
bien común. Aunque puede ser discutible que ello lleve a este bien , puede
definirse como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial,
caracterizada por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la
libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
También es un proceso histórico, el resultado de la innovación humana y el
progreso tecnológico. Se refiere a la prolongación más allá de las fronteras
nacionales, a la creciente interdependencia entre los países, a la creciente
integración de las economías de todo el mundo ( esto en todos los niveles de
la actividad económica humana), especialmente a través del comercio y los
flujos financieros, abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales
más amplios.
Entonces se puede decir que la globalización es un concepto que pretende
describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de
fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos,
ideologías políticas y condiciones socio-económicas o culturales, o sea un
intento de hacer un mundo que no esté fraccionado, sino generalizado, en el
que la mayor parte de las cosas sean iguales o signifiquen lo mismo.
1.1 Globalización. Origen, teorías y Características.
El proceso de la globalización.
Desde el punto de vista económico, la globalización es un proceso de
integración de los mercados a escala mundial. Para ello, ha sido
indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica
de libre comercio, con el fin de reproducir el capital. Este proceso, ha
implicado la creciente interconexión de los mercados de todo el mundo. De
ese modo, los eventos, crisis del sistema económico cada vez afectan con
mayor velocidad y fuerza a todos los países del mundo.
En el campo social, implica la reducción de las distancias entre todos los
países. Juega un papel primordial el desarrollo de las comunicaciones,
ejemplo de ello es el uso de Internet.
Ese proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho
que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por
los Estados Unidos, pero esta hegemonía se enfrenta hoy a bloques como la
Unión Europea, y otros bloques en Asia, América Latina y África.
Características de la globalización.
1. Se trata de un proceso universal, pues afecta a todos los países del
planeta, independientemente de la posición que ocupen dentro de la
economía mundial y del orden político.
2. Al existir un proceso irreversible de integración de los mercados, se parte
de la existencia de países mejor posicionados que otros, es decir que su
naturaleza económica es excluyente, porque aquellas naciones o regiones
que no pueden ser competitivas, quedarán a la saga del desarrollo,
3. al ser en mercado el elemento primordial de la globalización, el Estado
como unidad política y como espacio en el cual se desarrolla el gobierno y la
soberanía de los países, queda en segundo plano,
4. al ser el mercado el mecanismo que rige las relaciones entre los países y
regiones, la capacidad de consumo determinará su valor y no su condición
humana. Por esa razón se dice que la globalización es deshumanizante;
5. está cimentada por los Medios Masivos de Comunicación, y su influencia
es sobre los aspectos socio-culturales, políticos y económicos de los
involucrados (el mundo entero, en otras palabras), porque permiten difundir
ideas a cientos o miles de millones de personas.
6. Los mercados, el capital, la producción, la gestión, la fuerza de trabajo, la
información, el conocimiento y la tecnología se organizan en flujos que
atraviesan las fronteras nacionales.
7. La competencia y las estrategias económicas, tanto de grandes como de
pequeñas y medianas empresas, tienden a definirse y a decidirse en un
espacio regional, mundial o global.
8. La globalización empuja a las empresas y mercados a organizarse en
redes estrechamente hilvanadas a escala planetaria.
9. La ciencia, el conocimiento, la información, la cultura, la educación, etc.
Tienden a escapar de los límites o controles nacionales y ha asumir, al igual
que los mercados, una lógica de red transnacional y global.
Causas:
1. La importancia de las multinacionales. Las empresas requieren el apoyo
de sus Estados para el financiamiento de la infraestructura científica y
tecnológica, los incentivos fiscales, un acceso privilegiado a los mercados
públicos, y protección en las negociaciones comerciales. Simultáneamente la
misma legitimidad política del Estado depende de su capacidad para atraer a
los capitales financieros y las empresas innovadoras y creadoras de empleo.
2. La revolución tecnológica en los procesos productivos, la información,
las telecomunicaciones y el transporte. El "toyotismo" o sistema de
producción flexible permite combinar las ventajas de la producción artesanal
(calidad de producto) con aquellas de la producción de masa (velocidad y
bajos costos unitarios). El modelo se basa más en la organización (trabajo y
producción) que en la capacidad técnica.
3. El predominio de la esfera financiera. Un reducido número de operadores
controla las transacciones sobre el conjunto de mercados mundiales
interconectados por un sistema que permite ejecutar órdenes de compra y
venta en tiempo real.
1.1.2.- Bases conceptuales de la globalización
El concepto de «globalización» permitía explicar a los analistas y políticos
hechos tales como la eliminación de puestos de trabajo en países
desarrollados o la cuasi bancarrota de México en 1993, o Indonesia y Brasil
en 1998. Una lectura de los «informes mundiales» de organismos
internacionales como el Banco Mundial, la FAO, la ONU, la OCDE o el FMI
de aquellos años, parecía demostrar que la globalización, lejos de ser una
tendencia ideológica o una estrategia del capital, era un hecho histórico y
natural ante el que sólo cabrá la adaptación. Hoy no escapa ya a nadie que
este proceso es mucho más complejo e influyente de lo que en sí mismo
parecía cuando se inicio el uso de dicho termino y que no basta con un
análisis sobre sus consecuencias, sino que es también preciso ofrecer un
estudio en profundidad sobre la construcción del mismo y sus significados.
Pero es precisamente a la hora de intentar definir la globalización cuando
nos encontramos con tantas definiciones como disciplinas hay interesadas
en su estudio, las cuales definen el objeto en función de sus propios
intereses. Así, en economía, la globalización señala la creciente
internacionalización de la economía y el aumento de las relaciones
capitalistas de mercado. Para las disciplinas cuyo objeto de estudio son las
relaciones internacionales, este concepto revela sobre todo el incremento de
la densidad de las relaciones interestatales y el desarrollo de políticas
globales. Para el derecho y las ciencias jurídicas, la globalización significa la
intensificación de reglas y normas que rigen la emergente sociedad mundial,
así como la transformación de éstas.
En sociología, se define la globalización como el proceso por el que se da un
aumento significativo de las relaciones sociales a nivel global y por la
emergencia de la llamada «sociedad mundial». Otra visión de la
globalización la ofrecen las disciplinas dedicadas al estudio de los problemas
culturales, que ponen de relieve su significado en cuanto a proceso de
estandarización de las pautas culturales. En historia, la globalización ha
transformado la disciplina en un intento por construir la «historia global».
A la vista de todas estas definiciones no cabría sino afirmar que no existe
una única globalización, sino múltiples globalizaciones. Que se trataría de un
proceso en el que convergen diversos factores: el cultural, el económico, el
político, el social, el jurídico, etc., y del que se ocupan diferentes disciplinas.
Sin embargo, como señala Beck, la globalización es seguramente «la
palabra (a la vez eslogan y consigna) peor empleada, menos definida,
probablemente la menos comprendida, la más nebulosa y políticamente la
más eficaz de los últimos -y sin duda también de los próximos- años».
Definirla es pues en primer lugar intentar acotar su significado, analizar
aquellas cualidades que la definen per se, y respecto de otros conceptos.
Una de las formas en que podemos conseguir este objetivo es abrir una
ventana al debate en torno al concepto mismo de globalización, sobre el que
hay una intensa reflexión teórica y crítica que llega hasta hoy en día.
La globalización está siendo hoy estudiada desde distintos autores,
diferentes disciplinas y orientaciones teóricas, que pretenden ofrecer su
propia visión de la misma. Estos esfuerzos, concentrados en los últimos diez
años, no deben hacernos olvidar la larga tradición de estudiosos que han
dirigido su trabajo a comprender las tendencias globalizadoras en sus
diversos aspectos.
1.1.2:- El desarrollo histórico de la globalización
La semántica de la globalización, es decir, el estudio del significado de una
palabra que en los años noventa ha entrado a formar parte del lenguaje
común prestándose a una multiplicidad de interpretaciones, induce a definir
la globalización como un concepto polisémico.
La expresión globalización otorga unidad lingüística a una pluralidad de
significados, esto es lo que constituye la riqueza interpretativa y disciplinar y
también su intrínseca ambigüedad política. En una primera aproximación, por
globalización se entiende la liberalización del comercio y la desregularización
de los movimientos de capitales a escala mundial con el fin de universalizar
el modelo de crecimiento económico y de sociedad occidental.
Con la expresión pensamiento único, acuñada por Ignacio Ramonet, director
de "Le Monde Diplomatique", se entiende concretamente, como el proceso
de occidentalización del planeta, la reducción de las diversidades locales
(económicas, culturales, étnicas, ambientales) a la única racionalidad tecno-
científica de los países desarrollados con la generalización y la implosión de
la lógica de las empresas transnacionales y del capital financiero.
Los organismos internacionales encargados de imponer la racionalidad
occidental son el Fondo Monetario Internacional ( FMI), el Banco mundial
(BM) y l Organización Mundial del Comercio (4to). Las crisis financieras de
los años noventa, en particular la crisis mejicana (1994-95) y la asiática
(1997), han dado impulso a la organización de la resistencia internacional
contra los efectos desbastadores de la globalización sobre las poblaciones
de los países pobres y de reciente industrialización. El intento fallido de la
millennium round del Wto (Seattle, 2 de diciembre de 1999) gracias a las
movilizaciones militantes de las más diversas organizaciones no
gubernativas (sindicatos, organizaciones de consumidores, ecologistas,
ATTAC), ha demostrado que la organización de una "globalización desde la
base" es posible sobre el propio terreno de las tecnologías más sofisticadas
(Internet) que han contribuido a acelerar los procesos de "globalización
desde arriba".
La victoria de Seattle (Stop Wto Round, Paremos la "Ronda del milenio" de la
OMC, Nada será como antes), también ha revelado la insuficiencia política
de los análisis de la globalización en la óptica del "pensamiento único".
Según sus teóricos, el significado de la victoria de Seattle se resume en el
retorno de la primacía de la representación democrática sobre las lógicas
mercantiles, financieras y tecnocráticas. La salida política de la resistencia a
la globalización consiste en la constitución de grupos parlamentarios llamado
a trabajar sobre problemas del comercio, de los derechos de propiedad
intelectual, de los bosques, de los recursos hidraúlicos, de la enseñanza, de
la sanidad, de la explotación infantil. El objetivo político es construir una
"verdadera democracia internacional".
El análisis crítico que sostiene el éxito político de la revuelta
(parlamentarismo supranacional) contra una globalización que privilegia la
circulación de las mercancías y del capital: la exportación de bienes, de
servicios financieros y de capital es una ventaja exclusiva para los países del
centro; en consecuencia, la resistencia política contra la globalización es
interpretada como una primera victoria de los países del Sur contra las
organizaciones monopolísticas y las clases parasitarias del Norte. El límite de
este planteamiento, que pertenece a la totalidad de la historia de las teorías
del imperialismo, es el separar el estudio de las perversiones del mercado
global, del análisis de los procesos productivos que están en el origen de
estas mismas disfunciones de la circulación de las mercancías y de los
capitales. El eslogan anglosajón "Fix it or nix it", "ajusta o elimina" es la regla
de des-organización de instituciones como el Wto, revela la combinación
irresuelta de crítica reformista y de iniciativa política que caracteriza el
esquema de interpretación de la globalización según los teóricos del
imperialismo.
La globalización se inscribe en la constitución del mercado mundial, definida
por Marx como el máximo resultado histórico del capital. La generalización
de la explotación de la fuerza de trabajo a escala planetaria como
"presupuesto y resultado de la producción capitalista" es el elemento de
continuidad de la globalización en el interior del desarrollo histórico del
mercado mundial. En esta trayectoria histórica, el crecimiento del comercio
exterior y del dineromundial contribuye en la globalización del capital como
relación social, una relación que se articula con la división internacional del
trabajo y con las relaciones jerárquicas entre estados-nación.
La actual fase de la globalización está marcada por un mercado mundial en
plena recomposición sobre la base de la intensificación de los flujos de
comunicación, de la deslocalización y concentración industrial, de la
internacionalización de los mercados de bienes y servicios (aldea global), de
la financiarización de los procesos de acumulación (multiplicación de los
mercados bursátiles), del desmantelamiento del estado social y de la
redefinición del peso específico de las potencias económicas. En este
proceso de globalización de las relaciones capitalistas de producción, la
división técnica del trabajo converge en el espacio más rápidamente que el
costo de reproducción de la fuerza de trabajo, de tal forma que los
diferenciales salariales son utilizados para la construcción reticular de las
empresas a escala transnacional como indicación de la "concentración sin
centro", para la descentralización flexible, controlada y coordinada de las
empresas de los países-centro.
La economía mundial nunca ha sido solamente una economía internacional,
es decir, una economía fuertemente orientada hacia el exterior sino que las
principales entidades son las economías nacionales. La determinación de
relaciones asimétricas, vehiculadas por el sistema monetario y financiero
internacional, entre Centro y Periferia, Norte y Sur, desarrollo y
subdesarrollo, representa de siempre, incluso en el periodo del gold
estándar, el elemento global para el crecimiento económico internacional. No
es ni siquiera imaginable, en contraposición al esquema de la economía
puramente inter-nacional, una economía completamente globalizada, un
sistema mundo en el que las economías nacionales aisladas son sometidas y
rearticualdas por el sistema de procesos y transacciones que se
autonomizan completamente de los enraizamientos sociales de las
economías locales.
Con la globalización la determinación local (metropolitana) y regional de los
procesos de producción y de distribución de la riqueza mantiene y además
refuerza de manera conflictiva la dimensión Inter-nacional en el interior de la
economía global. La hibridación entre dimensión inter-nacional y la vocación
global del desarrollo económico mundial explica el paradójico resultado del
análisis evolucionista de estudiosos como P. Hirst, G. Thompson [Hirst, P.,
Thompson, G., La globalizaciones dell” economía, Editor reuniti, Roma 1997],
según los cuales la economía mundial era, comparativamente, más "global"
en el periodo entre el 1870 y el 1914 (mayor intensidad del movimiento de
capitales para inversiones directas en el exterior y mayores flujos
migratorios) y aún más "internacional" en el periodo entre el 1980 y los años
noventa (mayor concentración productiva y logística en los países de origen
de las propias empresas multinacionales).
El mérito de las interpretaciones "continuistas" de la globalización, más que
en la propuesta de reforzar la gestión institucional y la regulación inter-
nacional de la economía mundial, consiste en demostrar a que impasse
conducen los análisis de la globalización que no ponen en el centro de
atención las modificaciones de los modos de producción y las
transformaciones de la naturaleza del trabajo. Las consecuencias de la
globalización sobre la vida de las personas en los países desarrollados, más
que en los países pobres o en vías de desarrollo, las especificaciones de los
movimientos de capitales y del nuevo capital financiero desde el punto de
vista del ahorro obrero (renta de pensiones) y el financiamiento de las
economías domésticas, el análisis de las nuevas formas de la violencia
organizada en la edad global, son interpretaciones del fenómeno de la
globalización que tienden a individuar los elementos de discontinuidad en el
proceso histórico de creación del mercado mundial.
En el modelo de crecimiento postfordista la esfera de la circulación de las
mercancías está sometida directamente a los procesos de producción y
valorización del capital, es decir, que a la vez define en términos de
biopolítica las modalidades de control, de regulación y de reproducción de la
fuerza de trabajo a escala planetaria. La crisis de la relativa autonomía de las
regulaciones monetarias del ciclo económico, la subordinación de las
políticas de los bancos centrales, en primer lugar, de la Reserva federal a las
dinámicas de los mercados bursátiles y a la valorización de los fondos de
pensiones, son la otra cara de la subsunción directa de la circulación a la
producción de la riqueza social. Con la liberación de los fondos de pensiones
y del ahorro colectivo para los títulos de deuda del estado social y los títulos
de acciones y obligaciones de los mercados bursátiles se certifica el carácter
omnívoro de los procesos post-fondistas de producción de riqueza, la "puesta
a trabajar" de la propia vejez con la superación de la separación keynesiana
entre ahorro e inversión.
La naturaleza lingüística del trabajo post-fondista y la virtualización de los
procesos técnico-productivos (digitalización de los sistemas productivos,
aceleración de los flujos de información y superposición de la dimensión
producto y de la dimensión servicio de las mercancías) modificando
radicalmente el cuadro de procesos de producción de riqueza a escala
mundial. Bajo este perfil, la globalización es definible como paso de las
clásicas dinámicas del imperialismo a la lógica del Imperio. La globalización
como imperio es la organización mundial de la subsunción de la circulación
en la producción, la "puesta a trabajar" de la vida de la fuerza de trabajo en la
fábrica global. La cara oculta monetaria de la subsunción real es la
desinflación, el crecimiento no-inflacionista, la producción de una excedencia
estructural de riqueza social que las tradicionales maniobras sobre tasas de
interés para la regulación de los ciclos económicos ya no logran vehicular sin
agravar la inestabilidad del sistema financiero global. Con la globalización del
imperio las crisis financieras están circunscritas, aunque eso no corta de
ninguna manera la gravedad de sus efectos sobre las poblaciones locales.
Las exportaciones de mercancías y capitales que han caracterizado al
imperialismo histórico, la globalización añade la exportación del ahorro
colectivo en búsqueda de rendimientos tales como contrabalancear los
efectos monetarios del crecimiento no-inflacionista (no intermediación
bancaria como resultado de la reducción progresiva de las tasas de
intereses). En este proceso, la inestabilidad financiera y monetaria global
está determinada por movimiento de capitales a corto plazo, movimientos
condicionados cada vez menos por la especulación "en sí", pero cada vez
más determinadas por tasas de envejecimiento y por los ciclos de vida de las
poblaciones de los países-centro. La presión demográfica de los países de
las periferias del imperio aumenta con el aumentar de la subsunción real.
El paso del imperialismo al imperio problematiza el esquema jerárquico de la
división internacional del trabajo y las asimetrías entre Centro y Periferia
porque con los flujos de valores a escala mundial, con la distribución desigual
de la riqueza, efectúa resistencia el cuerpo de la fuerza de trabajo global, su
multiplicidad. Para funcionar, el imperio debe ejercitar un control sobre la
reproducción de la fuerza de trabajo que tiende a anular la diversidad
identitaria (étnica, religiosa, cultural) generando comunidades de la
indistinción. La lógica financiera que caracteriza la globalización imperial
balcaniza el cuerpo de la fuerza de trabajo global en el momento mismo en el
que dicta las políticas económicas de los gobiernos de los estados-nación.
La ejemplaridad de la "guerra humanitaria" de los Balcanes consiste en haber
puesto en evidencia la contradicción entre las políticas financieras globales,
las intervenciones del FMI y de la comunidad financiera internacional que a
partir de los primeros años ochenta, han llevado a la progresiva disolución de
la vertiente institucional de la ex Yugoslavia, generando altas tasas de paro y
pobreza, y la explosión de la multiplicidad del cuerpo de la fuerza de trabajo
de los Balcanes con la forma de la guerra étnica. El carácter humanitario de
la intervención de la NATO ha puesto en crisis la centralidad del cuerpo de la
fuerza de trabajo, la centralidad del tenerse cuidado del cuerpo en todas las
dimensiones de la época imperial de la globalización, el conflicto irresuelto
entre la determinación supranacional de los procesos de acumulación y la
ontología del cuerpo colectivo, su naturaleza irreductiblemente múltiple.
En el imperio de la globalización los derechos humanitarios son similares a
los elementos inmateriales, la componente de servicio de los productos, con
la diferencia que para los productos el elemento inmaterial define relaciones
de reciprocidad, mientras en el caso de los derechos el elemento inmaterial
los define como conceptos sin cuerpo, actos lingüísticos que se realizan
disolviendo los lazos de reciprocidad, balcanizando la naturaleza colectiva
del cuerpo humano. Después de Seattle, solamente la república de las
multitudes puede contraponerse a la globalización.
1.1.2.1:- De 1492 a 1945: Del mercantilismo al capitalismo actual:
La necesidad de un método válido y confiable apareció como una exigencia
fundamental para el quehacer científico. Los espíritus más progresistas se
dispusieron a buscar nuevos criterios metodológicos. Los límites espaciales y
cronológicos del mundo moderno
El prisma euro centrista desde el que se concibe la edad moderna es la
consecuencia de la valoración que el pensamiento europeo-occidental ha
hecho de unos procesos básicos y característicos de la cristiandad occidental
a lo largo de un dilatado periodo de tiempo. En este sentido, la geografía de
la modernidad estará delimitada por Europa, concretamente Europa
occidental, y por la magnitud de la expansión de su civilización desde el inicio
de los tiempos modernos.
Pero la conceptualización del mundo moderno y sus límites espaciales y
cronológicos son objeto de diferentes aproximaciones desde la propia
historiografía de Europa occidental. La historiografía tradicional francesa, por
su lado, considera que la edad moderna transcurre entre los siglos XVI y
XVIII, situando sus comienzos en torno a la caída de Constantinopla en
1453, al descubrimiento de América en 1492 y al fenómeno cultural del
renacimiento, en tanto que emplaza su final en el derrumbamiento de la vieja
monarquía y el proceso revolucionario iniciado en 1789 (Revolución
Francesa), con el que se iniciaba la contemporaneidad. En cambio, en la
historiografía anglosajona el término "moderno" hace referencia a un periodo
más prolongado y móvil.
En consecuencia, la duración de los tiempos modernos tradicionalmente se
ha situado tras el renacimiento, hacia el año 1600, y su final tiende a
prolongarse en el tiempo hasta el siglo XX. La delimitación de su ocaso
puede variar según las diferentes historiografías, en virtud del propio ritmo
histórico de cada pueblo: por ejemplo, en 1848, en las naciones de Europa
central; o en 1917 para Rusia.
De cualquier modo, y aunque la historiografía occidental ha tendido a situar
la edad moderna entre los siglos XVI y XVIII, la consideración de
acontecimientos puntuales de singular relieve en modo alguno son
significativos sin la valoración de los procesos de cambio a nivel estructural
en el devenir de las sociedades. Así, los inicios de la edad moderna
difícilmente pueden ser comprensibles sin atender al despertar del mundo
urbano en Occidente desde el siglo XIII, al clima de intenso debate religioso
que preludia la Reforma iniciada en el siglo XVI, a los primeros síntomas de
cambio en los comportamientos de la economía hacia formas precapitalistas
o al proceso de conformación de los primeros estados modernos desde
finales del siglo XV.
Del mismo modo, el final de la edad moderna habrá de ser igualmente
flexible en virtud de los procesos constitutivos de la quiebra y desintegración
del Antiguo Régimen, cuya transición tendrá un ritmo y una duración variable
según las diferentes realidades históricas de cada pueblo, y que a grosso
modo podemos dilatar desde finales del siglo XVIII hasta el siglo XIX, y aún
en algunos casos hasta el propio siglo XX. En consecuencia, las transiciones
hacia la modernidad y hacia el fin de la misma diluyen sus límites tanto en el
Medievo como en la contemporaneidad.
La modernidad en su origen y en su esencia es un fenómeno europeo, pero
la emergencia, extraversión y expansión de Europa le conferirán una
dimensión mundial, a través de la presencia y la interacción de los europeos
con otras civilizaciones de ultramar.
Como fenómeno esencialmente europeo los rasgos de la modernidad ilustran
unas pautas de cambio profundo en la configuración del universo social, no
sin variaciones según los diferentes pueblos de Europa. En el ámbito de las
creencias, el hecho más elocuente del inicio de la modernidad es la quiebra
de la unidad cristiana en Europa central y occidental, precedido del agitado
caldo de cultivo de las herejías y las contestaciones críticas a la Iglesia
romana en la baja edad media y que culmina en la Reforma protestante y el
inicio de un largo ciclo de las guerras de Religión desde principios del siglo
XVI. Asimismo, la secularización del saber, la consolidación de la ciencia y el
avance del librepensamiento, basados en el pilar de la razón, generarán
actitudes críticas hacia las religiones reveladas.
Estos cambios en la atmósfera cultural y su manifestación en los avances
tecnológicos revolucionarán los hábitos materiales de las sociedades
europeas y su visión y relación con el entorno a escala planetaria. Los
nuevos inventos, en la navegación y en el campo militar, por citar dos
ejemplos, facilitarán los descubrimientos geográficos y la apertura de nuevas
rutas de navegación hacia los mercados de Extremo Oriente y hacia el
Nuevo Mundo. En un plano más amplio, el nuevo marco cultural perfilado en
el renacimiento y el humanismo generarán un escenario en el desarrollo del
saber donde el hombre ocuparía un lugar central, cuya proyección alcanzaría
su más elocuente forma de expresión en el espíritu de la Ilustración en el
siglo XVIII y la configuración de Europa como paradigma de la modernidad.
Desde una perspectiva socioeconómica, la lenta pero progresiva
implantación de formas protocapitalistas, vinculadas al desarrollo del mundo
urbano desde los siglos XII y XIII, y el creciente peso de la actividad
mercantil y artesanal en unas sociedades todavía agrarias, irán definiendo
los rasgos de la sociedad capitalista. Aquellas transformaciones económicas
transcurrirán paralelas al proceso de expansión de la actividad económica de
los europeos en otros mercados mundiales, bien ejerciendo unas relaciones
de explotación sobre sus dependencias coloniales o bien en un plano más
igualitario, en primera instancia, en otras áreas del globo, como expresión de
la emergencia mundial de las potencias europeas. Asimismo, conviene
observar la traslación del eje de la actividad económica, y también
geopolítica, desde el Mediterráneo, que no obstante seguirá jugando un
papel crucial en la historia de los europeos en su relación con ultramar, hacia
el Atlántico.
Las transformaciones económicas transcurrieron. Parejas e indisociables a
ciertos cambios en la estructura social del Antiguo Régimen. Entre éstos, el
protagonismo de nuevos grupos sociales muy dinámicos en su
comportamiento, tradicionalmente asimilados al complejo concepto de
burguesía, los cuales recurrirán a distintas estrategias tanto de corte
reformista como revolucionario para su promoción social y política y la
salvaguardia de sus intereses económicos. Movimientos que no convienen
simplificar y superponer a otros fenómenos sociales que atañen a otros
sectores de la población, tanto agraria como urbana, de carácter más
revolucionario, como se pueden observar en el siglo XVII en el marco de la
revolución inglesa; o las estrategias de los grupos tradicionales de poder
para frenar o .neutralizar esos movimientos mediante la cooptación de esa
burguesía emergente o mediante el recurso a prácticas represivas. De
cualquier modo, estas pautas de transformación social conducirían con
mayor o menor celeridad y con las peculiaridades propias de cada sociedad
a la antesala del ciclo de revoluciones burguesas que se iniciaría desde
finales del siglo XVIII y que supondría, en términos generales, el
desmantelamiento del Antiguo Régimen.
Desde la perspectiva política, el fenómeno más relevante es la configuración
del Estado moderno, las primeras monarquías nacionales, las cuales se irán
abriendo paso a medida que se diluya la idea medieval de imperio cristiano a
lo largo de las luchas de religión del siglo XVI. El nacimiento del Estado
moderno concretará la expresión de nuevas formas en la organización del
poder, como la concentración del mismo en el monarca y la concepción
patrimonialista del Estado, la generación de una burocracia y el crecimiento
de los instrumentos de coacción, mediante el incremento del poder militar, o
la aparición y consolidación de la diplomacia, conjuntamente al desarrollo de
una teoría política. Fórmulas que culminarían en el Estado absolutista del
siglo XVII o en los despotismos ilustrados del siglo XVIII, pero que no pueden
ocultar la complejidad de la realidad política europea y el desarrollo de
modelos de gobierno alternativos, como las formas parlamentarias que se
fueron implantado desde el siglo XVII en Inglaterra, y que vaticinan en la
práctica y en sus teorizaciones el posterior desarrollo del liberalismo.
En su dimensión internacional, la emergencia y la configuración de la Europa
moderna perfilarán una nueva visión y una inédita actitud hacia el mundo, y
en esa perspectiva la modernidad implica el inicio de los encuentros, y
también desencuentros, con otras civilizaciones a lo largo del globo.
Los descubrimientos geográficos y las nuevas posibilidades habilitadas por
las innovaciones técnicas transformarán radicalmente la visión que del
mundo tendrían los europeos. Un cambio de actitud que conjuntamente con
las transformaciones socioeconómicas, culturales y políticas llevará a los
europeos a expresar su extraversión hacia ultramar y concretar en el plano
internacional la emergencia de Europa. En ese proceso, los europeos
entrarán en contacto con otros mundos y con otras civilizaciones, no siempre
con un ánimo dialogante, sino con la pretensión de imponer sus formas de
civilización, o dicho de otro modo, con la intención de crear otras Europa,
siempre que encontraran las circunstancias adecuadas para hacerlo. Es
cierto que en el caso de América, el Nuevo Mundo se convirtió en el punto de
destino de las utopías del viejo continente, pero en el plano ge. Eral de la
política europea hacia estas áreas, como más adelante ocurriría con. La
expansión europea por otros continentes, se plantearía en términos de
desigualdad en favor de las metrópolis europeas.
Por último, la emergencia y la progresiva hegemonía mundial europea
acabaría influyendo en el desarrollo de las relaciones internacionales, en la
misma proporción que su expansión por el globo, aún lejos a finales del siglo
XVIII de lo que sería la culminación de las prácticas imperialistas y de la
hegemonía europea en vísperas de la I Guerra Mundial. La crisis del
universalismo imperial y pontificio (la Cristianas medieval) entre los siglos XIV
y XVI dejará paso a una nueva realidad internacional europea definida por el
protagonismo de los estados modernos, la pluralidad de los estados
soberanos, y la configuración del "sistema de estados europeos", cuya acta
de nacimiento bien puede datarse en la Paz de Westfalia de 1648. Los
estados, y concretamente las grandes monarquías europeas de los siglos
XVII y XVIII, serán el elemento predominante en las relaciones
internacionales de la edad moderna y al designio de éstos quedará relegadas
la suerte de las posesiones europeas de ultramar y las posibilidades de
penetración en otros mercados extraeuropeos.
1.1.2.2.- De 1945 a nuestros días: ¿De un mundo bipolar al fin de la
historia?
La gestión de un mundo bipolar Teherán, Moscú, Yalta y Potsdam; en dicha
conferencia a la que asistió Stalin, Roosevelt y Churchill se decidió fijar el día
del desembarco y que en Yugoslavia los partisanos deberían recibir todo el
apoyo para ser ayudados en las operaciones de comandos. Al mismo tiempo
se acuerda que el ejército ruso iniciase una ofensiva hacia el este de Europa.
En octubre de 1944 tuvo lugar la de Moscú a la que Roosevelt no pudo asistir
y en la que se decidió el reparto de Europa. En febrero de 1945 tiene lugar la
de Yalta que supuso un experimento de gobierno mundial, el desprecio a las
pequeñas potencias en la participación de estas en la dirección de asuntos
mundiales. El fin del dominio del planeta por un solo país, el arranque de la
lucha entre el dogma marxista y el capitalismo, etc.
La elecciones polacas de iban a convertir en el primer acontecimiento
conflictivo de la guerra fría. Cuando molotov anuncio que estas se
celebrarían a la manera rusa el presidente norteamericano se disgusto. Mas
tarde este acuso a Stalin de quebrantar los acuerdos de Yalta. Gran bretaña
quería ganar la guerra estratégica y políticamente. Para la opinión pública
Británica Yalta fue la mayor traición británico-norteamericana. Entre el 17 de
julio y 2 de agosto de 1945 se produce la conferencia de potsdam, donde se
confirma de facto las fronteras germano-polacas ideadas por Stalin.
Se trató las reparaciones de guerra que tanto interesaban a los soviéticos y
se hablo de destruir económicamente a Alemania. Consecuencias de los
tratados internacionales; la repercusión de los tratados a nivel mundial. El
gran éxito político-geográfico de la URSS de Stalin que sale de la guerra
como primera potencia mundial junto a usa y además amplia su territorio,
nacimientos de estados comunistas en el este de Europa, guerra fría desde
1945 hasta 1989. La guerra fría paso por tres etapas. En este periodo se
suceden la crisis de los misiles y la caída del muro de Berlín, carrera
armamentística den de aparecen los complejos industriales y militares mas
espectaculares ,cambio de mentalidad de la sociedades europea que
percibían un mudo antagónico y bipolar hasta 1989, perdida de la hegemonía
europea en el mundo que intentar volver a recuperar su protagonismo con
los primeros esbozos de la UE, mantenimiento del pluripartidismo
democrático en el occidente de Europa bajo el aval que introduce el plan
Marshall y la doctrina truman para ayudar a los países que configurasen
modelos políticos pronorteamericano a cambio de ayudas, mantenimiento del
modelo comunista en la unión soviética y expansión del socialismo real en el
este de Europa, se busco frenar a los partidos comunistas en el ámbito de
occidente, el origen de la comunidad económica Europa, nacimiento de la
OTAN, aparición del patrón dólar en los países capitalistas frente al patrón
oro y la bipolarización mundial reparto de esferas de influencia entre la URSS
y Usa.
Guerra Fría La división ideológica y la lucha por la hegemonía entre las
superpotencias produjeron un clima de confrontación general conocido como
guerra fría. Dura desde 1947 hasta 1991. Es un conflicto global entre dos
bloques antagónicos liderados por EEUU y la URSS. Fue un estado
permanente de tensión internacional, pero no fue una confrontación directa la
reconstrucción política del mundo fue el resultado de los tratados firmados
por los aliados en Yalta y Postdam en 1945 se podría decir q hay empezó la
guerra fría. La desconfianza y el temor mutuo se imponía entre los antiguos
aliados q tenían intereses distintos.
Los primeros puntos de fricción fueron Irán, Grecia y Turquía. Se consolido
un mundo bipolar, el bloque occidental controlado por EEUU y el oriental por
la URSS, cuando se creó el plan Marshall q era una ayuda económica q
daba EEUU a Europa, a lo q la URSS respondió creando el CAME .El bloque
occidental creó una alianza militar la OTAN y el oriental respondió a el con el
Pacto de Varsovia. Los conflictos más importantes fueron la guerra de corea,
la crisis de Berlín y la guerra de Vietnam. Entre 1962 y 1970 se dio una etapa
llamada coexistencia pacífica en la q las dos grandes potencias llegaron a un
acuerdo de respeto mutuo .Fue promovido por Kennedy y kruschev. Pero
dentro de los bloques también había tensiones. En el BS Yugoslavia opto por
una vía propia de organización social y económica. También las relaciones
entre china y la URSS empezaron a deteriorarse y en el BO aparecieron
movimientos sociopolíticos opuestos al dominio d EEUU.
1.1.3.- Teorías de la Globalización
Además de la globalización, las otras teorías que tienen un papel central en
los estudios del desarrollo son: (l) modernización; (ll) de sistemas mundiales;
y (lll) de la dependencia. Desde una óptica más comparativa, la teoría de la
globalización coincide en ciertos aspectos con la teoría de la modernización.
Uno de esos aspectos es que ambos enfoques establecen que la "dirección
orientativa" del desarrollo son las condiciones propias de Europa Occidental
y de Estados Unidos. Se enfatiza el hecho de que los avances tecnológicos y
los patrones de acumulación que se establecen en esos polos de desarrollo
son los instrumentos para alcanzar mejores niveles de vida.
No obstante, la perspectiva de la modernización difiere de la globalización en
varios aspectos, incluyendo el que se refiere a que la modernización sigue
una exposición más normativa - el desarrollo debiera ser un seguimiento de
la "ruta" de los países más desarrollados. Indica cómo el desarrollo debiera
ser. La globalización por su parte contiene un carácter más descriptivo e
interpretativo con base en una aproximación más "positiva" de los fenómenos
que se hacen evidentes.
En cuanto a que la globalización enfatiza que los aspectos económicos y
culturales determinan los procesos sociales, esta teoría ofrece rasgos
similares a los de la "sociología comprehensiva" de Máx. Weber. Desde esta
óptica, el sistema de valores, creencias y los patrones de identidades son
aspectos claves para entender la dinámica social. Ya sea que esos
caracteres se refieran a los grupos dominantes o a grupos subalternos dentro
del contexto social. Para la globalización, los planteamientos weberianos de
los años veinte deben ser adaptados a las actuales condiciones de principios
del siglo XXI tomando en cuenta la difusión de ideas, valores culturales y la
influencia en general de los medios de comunicación en las sociedades.
Las anteriores consideraciones dan base para afirmar que la teoría de la
globalización y la teoría de los sistemas mundiales toman como unidad
fundamental de análisis lo global, más que la categoría de estado-nación, la
cual es más utilizada en los estudios de modernización y de dependencia. El
sentido contrastante entre la globalización y la teoría de los sistemas
mundiales se refiere, no obstante, a que esta última contiene adaptaciones
de principios de materialismo dialéctico e histórico, mientras que la
globalización acentúa sus fundamentos más bien estructurales y
funcionalistas. De allí que los globalitas consideren formas de transformación
más tendientes a las secuencias graduales de sucesos, que a saltos
revolucionarios de intensa y rápida transformación. Para la globalización el
reto de las sociedades es adaptarse secuencialmente a las innovaciones que
plantean los nuevos escenarios con sus cambios en las esferas de
comunicación y la economía.
La teoría de la globalización, la de los sistemas mundiales y hasta cierto
punto la teoría de la dependencia toman en cuenta los cambios que más
acentuadamente han ocurrido en la esfera económica. Por ejemplo:
(a) en marzo de 1973, los gobiernos de las naciones más desarrolladas
principiaron a operar con tasas de intercambio flexibles en sus mercados
monetarios, lo que limitó la permanencia de políticas de tasas fijas para el
valor de las monedas; esta condición impactó con drasticidad en el
movimiento de inversiones, de capitales especulativos y de colocación de
recursos en bonos y en bolsas de valores;
(b) especialmente desde 1976 las transacciones comerciales han reforzado
su carácter especulativo en los valores a futuro, lo que se ha visto más
favorecido con la implementación de innovaciones tecnológicas en el campo
de la informática, computadores y comunicaciones en general;
(c) la revolución de las computadoras personales de los ochentas contribuyó
a un más fluido movimiento de capitales, situación que también contó con el
apoyo del fax en esa década;
(d) durante los noventas la principal característica ha sido la promoción y
acceso a los servicios de Internet lo que ha dado un carácter de mayor
rapidez y flexibilidad a las intercomunicaciones. Es Internet quien ha creado
mayormente en los últimos años el escenario para una "economía virtual",
afectando significativamente con ello a las operaciones de mercados
específicos.
En la actualidad, los principales aspectos que se encuentran en estudio
dentro de la corriente teórica de la globalización se refieren a: (a) nuevos
conceptos, definiciones y evidencias empíricas relacionadas con las
variables culturales y como las mismas afectan los cambios nacionales y
regionales; (b) procesos específicos en los cuales se concretan los
mecanismos de una "sociología comprehensiva" dentro de las condiciones
de la "aldea global"; (c) integración a diferentes niveles de poder tanto dentro
como entre naciones y en términos comparativos con las diferentes
modalidades de integración/marginación que ocurren a nivel mundial; (d)
formas dinámicas mediante las cuales los nuevos patrones de comunicación
están afectando a los grupos minoritarios dentro de las sociedades; (e)
conceptos relacionados con la autonomía relativa de los estados y la relación
de los mismos con las sociedades civiles, y dentro de ese contexto, la
eficacia de la toma de decisiones nacionales respecto al campo
macroeconómico; y (f) formas en que el regionalismo y el multilateralismo
están afectando los procesos de integración económica y social.
1.1.3.1.- Análisis Neoliberal del fenómeno de la globalización.
El mundo avanza aceleradamente en el proceso de globalización.
Constantemente, se escuchan discusiones sobre cómo el mundo debe
orientarse. Unos plantean que las naciones deben abrirse a una economía
de mercado, donde el intervencionismo del Estado debe reducirse al mínimo,
específicamente, a los aspectos de seguridad, administración de los recursos
fiscales, salud y educación, como los más importantes. Otros sostienen que
debe reforzarse el poder del Estado, promoviendo el intervencionismo estatal
en todas las facetas de la vida ciudadana, en otras palabras, imponiendo
mayores controles en la economía, entre múltiples aspectos que conforman
este cuadro ideológico.
Estos debates, discusiones y estudios sobre tan importante tema se realizan
en las academias, en los círculos o agrupaciones protestatarias, así como en
los centros de desarrollo financiero y económico del mundo. Estos últimos no
lo plantean como posiciones ideológicas sino como parte de su estrategia de
negocios en todo el mundo.
Pareciera que el enfrentamiento comentado ha permitido que las sociedades
estuvieran en conocimiento de lo que es la globalización y de la manera de
cómo las afecta. Sin embargo, esta postura dista mucho de ser verdad, al
menos, de lo que se observa en la mayoría de la población de los países.
Puede sostenerse que sobre la materia existe un desconocimiento
generalizado.
El tema no es fácil, aunque si cotidiano. Implica demasiado porque aborda
todas las facetas de la sociedad. No es sólo que el mundo se abre o se cierra
aún más. La globalización lo involucra todo, es hasta un modo de existir. Se
puede decir que es hasta un sacar de su cultura y folklore al ser humano de
su hábitat natural, es decir, sus costumbres, modos de ser, gustos, incluso
maneras de comer. En síntesis, esta forma de organización mundial lo
involucra todo.
Hay autores que poco profundizan en la búsqueda de la esencia de la
globalización. Apenas, plantean que es un fenómeno mediante el cual las
naciones se abren al mundo. Qué manera superficial de tratarla. Ahora, hay
un grupo de tratadistas que plantean lo contrario. Empiezan por la dificultad
de su definición, entre ellos se encuentra Sánchez (2004) quien sostiene lo
complejo del tema y sin embargo, cree que lo determinan dos variables.
De acuerdo al citado autor, la primera variable se refiere al carácter
financiero que se ha venido desarrollando en el mundo a partir de dos
hechos: uno de los cuales es los avances tecnológicos y, el otro, la apertura
de los mercados de capitales. Bajo el amparo de estas dos columnas, la
globalización evoluciona de manera impresionante en la transformación de
todas las relaciones sociales donde participa el hombre.
Los avances tecnológicos han permitido que los negocios se lleven a efectos
en fracciones de segundos, con lo cual se realizan operaciones financieras
en cualquier parte del mundo. En este sentido, hoy en la mañana se puede
tener un gran capital en Alemania y, ya en la tarde, haberlo transferido a
China. Estos movimientos financieros, que solo se pueden realizar por el
desarrollo en el que se encuentran las telecomunicaciones, son productos
del manejo especulativo del dinero internacionalmente.
El Banco de Pagos Internacional, según Sánchez (2004), estimó que el
movimiento financiero en los diversos mercados de divisas mueve alrededor
de un billón novecientos mil millones de dólares ($ 1.9 billones) que, aunque
no aclara si es diario, mensual o anual, representa cuatro veces el producto
interno bruto (PIB) de España, por ejemplo. Desde luego, debe considerarse
que esas entradas y salidas de capitales han causado la ruina de muchos
países y, por ello, se pueden así explicar las crisis mexicana, rusa y del
sudeste asiático, por citar solo algunos ejemplos. (Es de acotar que el autor
citado expresa que esta situación ha reivindicado la tasa Tobin, la cual se
refiere a la creación de un impuesto para gravar impositivamente a los
movimientos de capitales).
La otra variable que maneja Sánchez (2004) es la globalización de las
transacciones de bienes y servicios que se viene realizando en el orbe
terráqueo. Debe considerarse que los países pobres y exportadores de
materia prima son los que demandan una mayor apertura de las fronteras, ya
que los Estados Unidos de América y la Comunidad Europea son los que
ejecutan más el proteccionismo. Países como las repúblicas bananeras de
Centroamérica constantemente lo plantean. Por su parte, muchas
organizaciones no gubernamentales (ONG’s), que luchan contra la
globalización, plantean la necesidad de la apertura del comercio, pero no la
de los capitales.
Todos estos cambios que se operan en el mundo, desde las
modificaciones en el mundo de los negocios hasta la manera de vestir,
justifica el interés que se pueda despertar para el conocimiento de la
globalización. En este sentido, también, se ha despertado una motivación
especial en el autor del presente trabajo
Venezuela es una nación importante para los objetivos estratégicos de
Estados Unidos de América; no con ello se dice que es de una importancia
trascendental. La posición de proveedor seguro y confiable de petróleo,
unido a la cercanía geográfica con la primera potencia mundial, hace que
este país sea un blanco de la globalización. Es decir, es imposible que no
sea considerada dentro del ajedrez mundial
1.1.3.2.- Análisis Marxista del fenómeno de la globalización.
El modo de producción capitalista tiene unas características exclusivas que
le diferencian cualitativamente de otros modos de producción anteriores, con
algunos de los cuales mantiene en la actualidad relaciones de superioridad
integradora y dominante; estas características, que son su contenido y
esencia genético-estructural, a la fuerza e inevitablemente se expresan con
formas y fenómenos exteriores pero dialécticamente unidos a los contenidos
y a la esencia interior. A lo largo de la historia del modo de producción
capitalista, cuyo parto data Marx en el siglo XVII, aunque se pueden rastrear
las primeras contradicciones prenatales ya en los siglos XII-XIII, el
capitalismo ha evolucionado en su forma y en su fenomenología, o si se
quiere en su expresión histórico-genética, mientras que ha mantenido
esencialmente iguales sus características cualitativas, su naturaleza
genético-estructural.
El conocimiento básico de las categorías dialécticas de contenido y forma, y
esencia y fenómeno, además de otras como ley, etc., este conocimiento es
imprescindible para entender la evolución del capitalismo. Pongamos un
ejemplo, mientras que la demagogia propagandística burguesa, en
cualquiera de sus modas intelectuales y opciones políticas, insiste en la
absoluta novedad y originalidad histórica de la globalización, diferenciándola
cualitativamente de un "capitalismo" nunca definido con rigor teórico, desde
nuestra parte se pregunta sobre cómo es posible entender que si a
comienzos del siglo XX el 37% de la humanidad malvivía en la pobreza, a
comienzos del siglo XXI esa masa de miseria, sufrimiento e hiperesplotación
se haya agigantado hasta el 83%, y todos los estudios actuales
mínimamente objetivos muestran su ciega e imparable tendencia al alza.
Los intelectuales burgueses sólo pueden responder a esta tendencia alcistas
innegable aduciendo que no tiene nada que ver con la globalización, es más,
que sólo ésta puede detener primero y luego revertir ese aumento. Desde el
marxismo que aquí asumimos, lo que ocurre es que el desarrollo capitalista
está confirmando las terribles "profecías" realizadas por la mayoría de las
corrientes socialistas del siglo XIX y muy especialmente las de Marx y
Engels. Y ocurre que, desde este método de transformación de la realidad, la
globalización es la forma actual de ese capitalismo.
El debate crucial gira sobre si existe o no un corte cualitativo entre la
definición burguesa de globalización y el capitalismo. En este debate el uso
de las categorías filosóficas añade otro factor de irreconciliabilidad entre el
método transformador marxista y la ideología burguesa. Naturalmente, por
método marxista nosotros entendemos el uso permanente de la dialéctica
materialista realizado por los clásicos del marxismo, y muy especialmente su
uso en la crítica de la economía política, que es lo que hicieron Marx y
Engels.
Semejante uso de la filosofía, la dialéctica hegeliana depurada de su
idealismo y puesta sobre sus pies materialistas, ha sido desde entonces
objeto de iracundos ataques no sólo de la intelectualidad burguesa sino
también reformista e incluso "socialista" y "marxista". Pero la dialéctica es
imprescindible para entender y aplicar el método marxista. No es en modo
alguno casual que Lenin advirtiera en su brillante e imprescindible Cuadernos
filosóficos que: "es imposible comprender plenamente El Capital de Marx, y
especialmente su primer capítulo, si no se ha estudiado y comprendido la
entera Lógica de Hegel". Esta advertencia de Lenin también fue repetida casi
literalmente por otros muchos marxistas entre los que destacamos a Lukács,
y de otras muchas formas por una larga lista que no podemos exponer aquí.
La advertencia de Lenin y de otros marxistas clásicos fue realizada cuando
todavía eran desconocidas obras fundamentales de Marx como, sobre todo
para el caso que tratamos, los Grundrisse, obra básica que permite
ahorrarnos muchos esfuerzos ya que en ella Marx nos enseña cómo ha
aplicado genialmente la Lógica de Hegel al meollo de su crítica como es la
mercancía, el tránsito del valor de uso al valor de cambio, la fetichización que
ello origina y sus efectos, etc.
La importancia de este primer capítulo es obvia y el propio Marx fue muy
consciente de que al empezar con unas páginas tan densas y exigentes
podía desanimar a muchos lectores de seguir con el estudio de su obra, pero
daba tanta importancia al problema de la mercancía que se negó a hacer
concesiones teóricas. La razón la iremos viendo conforme avancemos en la
crítica del capitalismo en su fase actual, la globalizada.
No podemos extendernos ahora en los problemas que ha causado la
exigencia marxista de especial esfuerzo intelectual en el primer capítulo, para
desentrañar la lógica dialéctica que lo estructura y que permite comprender
la ley del valor-trabajo, aunque simplemente diremos que incluso
intelectuales que se autoproclaman "marxistas" han propuesto posponer el
estudio de este primer capítulo y empezar por el segundo, por el del proceso
de cambio, o por otros.
1.1.3.3. Otras Teorías
Vale la pena examinar algunas breves "definiciones" de globalización
presentes en estudios de científicos sociales. Hay entre ellas congruencias y
disparidades, pero cabe registrar la unanimidad con que se reconoce la
problemática, Éste es un tema importante para el historiador: Pocas
afirmaciones provocan controversias tan pequeñas como la de que los seres
humanos están hoy en contacto unos con otros en todo el mundo, como
nunca en la historia. La lista de ejemplos se volvió una letanía: la
comunicación instantánea de la información, la cultura universal de estilos y
experiencias, el alcance mundial de mercados y mercaderías, los productos
compuestos de partes provenientes de diferentes continentes. Y la referencia
a la aldea global es ya un cliché que pocos impugnan.
También el antropólogo se interna en el tema: La idea de que el mundo
puede ser visto como un pequeño enjambre ligado por la fuerza abarcadora
de los más media y del capitalismo internacional es el telón de fondo que
sirve de base, en la actualidad, al empeño de muchos intelectuales, a la
actividad comercial y a las directrices de gobiernos. Una de las cosas que la
tecnología revoluciona realmente es la escala, o las escalas, en que se
desarrollan las relaciones sociales.
El sociólogo se plantea el mismo desafío: "La globalización se refiere a
aquellos procesos mediante los cuales los pueblos del mundo son
incorporados en una sociedad mundial, una sociedad global".
El científico político también participa del debate: La globalización se refiere a
la multiplicidad de relaciones e interconexiones entre estados y sociedades,
que configuran el moderno sistema mundial. Focaliza el proceso mediante el
cual acontecimientos, decisiones y actividades que ocurren en una parte del
mundo pueden tener consecuencias significativas para individuos y
colectividades en lugares distantes del globo.
En este "congreso" de científicos sociales está presente incluso el
economista: La economía global es el sistema generado por la globalización
de la producción y de las finanzas. La producción global se beneficia de las
divisiones territoriales de la economía internacional, jugando con las
diferentes jurisdicciones territoriales, para reducir costos, economizar
impuestos, evitar reglamentos antipolución y controles sobre el trabajo, así
como para obtener garantías de políticas de estabilidad y de favores. La
globalización financiera construyó una red electrónica conectada 24 horas
por día, sin controles. Las decisiones financieras mundiales no están
centralizadas en los estados, sino en las ciudades globales Nueva York,
Tokio, Londres, París, Frankfurt, y se extienden por medio de computadoras
hacia el resto del mundo.
Nótese que las "definiciones" de globalización no siempre se distinguen por
la originalidad. Algunas son un tanto vagas, mientras que otras se proponen
precisar aspectos o ángulos. Pero la mayoría reconoce la novedad de esa
problemática, que desafía la investigación y la teoría en las ciencias sociales.
Es notable la cantidad y la calidad de los estudios sobre la globalización, o
sobre sus diferentes aspectos, que pueden ser clasificados de metateóricos.
Unos son monográficos y otros ensayísticos, así como algunos son
principalmente descriptivos y otros interpretativos. Además, se destacan los
que son críticos, en el sentido de que se concentran en los nexos y los
movimientos de la realidad, buscando develar su constitución y su dinámica,
junto a sus impasses y sus contradicciones. Pero también se multiplican los
que se dedican a fundamentar y explicitar pronósticos, directrices u objetivos
convenientes para los gobiernos, corporaciones, organizaciones
multilaterales, movimientos sociales.
En relación con la orientación teórica, hay que reconocer que existen
estudios elaborados en términos evolucionistas, funcionalistas, marxistas,
weberianos, estructuralistas y sistémicos, entre otras orientaciones. No
siempre son "ortodoxos" respecto de una u otra orientación, ya que hay
diversos eclecticismos, a veces creativos y otros empobrecidos.
Sí, la globalización crea varios enigmas para las ciencias sociales. Vale la
pena examinar algunos, aunque sea brevemente. Primero, la realidad social,
o el "objeto" de las ciencias sociales se revelan diferentes, nuevos y
sorprendentes. Se revela simultáneamente mundial, nacional, regional y
local, sin olvidar lo tribal. Mucho de lo que es particular se revela también
general. El individuo y la colectividad se constituyen en la trama de las
formas de sociabilidad y en el juego de las fuerzas sociales en desarrollo en
el ámbito global. Mucho de lo que puede ser identidad y alteridad, nación y
nacionalidad, occidental y oriental, cristiano e islámico, africano e indígena o
soberanía y hegemonía, se revela constitutivo de las formas de sociabilidad y
del juego de fuerzas sociales que se desarrollan en un ámbito
simultáneamente global, regional, nacional, tribal o local.
En este sentido la globalización, la globalidad o el globalismo se
constituye como un objeto diferente, nuevo o sorprendente de las ciencias
sociales. Allí se desarrollan relaciones, procesos y estructuras que delimitan
las configuraciones y los movimientos de la sociedad global. Una sociedad
en la que se insertan dinámica y decisivamente los individuos y las
colectividades, los grupos sociales y las clases sociales, los géneros y las
razas, los partidos y los sindicatos, los movimientos sociales y las corrientes
de opinión pública; una sociedad en la que tanto se multiplican como se
disuelven los espacios y los tiempos. Segundo, "el acervo teórico de las
ciencias sociales" se revela problemático, insatisfactorio, carente de
significado, exigiendo una reelaboración, o incluso dependiente de nuevos
conceptos, categorías o leyes. Son muchos los recursos teóricos
acumulados por las diversas teorías de la realidad social que se muestran
problemáticos, inadecuados o faltos de complementación.
Sucede que, en su mayoría, los conceptos, las categorías y las leyes están
construidos con referencia a la "sociedad nacional". Esa realidad fue vista
mediante nociones científicas más o menos sedimentadas como: sociedad
civil y estado, estado-nación y soberanía y hegemonía, pueblo y ciudadano,
grupo social y clase social, clase social y lucha de clases, partido político y
sindicato, individuo y sociedad, naturaleza y sociedad, identidad y alteridad,
cooperación y división del trabajo, orden y progreso, democracia y dictadura,
nacionalismo e imperialismo, tribalismo y nacionalismo, cultura y tradición,
mercado y planificación, reforma y revolución, revolución y contrarrevolución,
revolución nacional y revolución social, relaciones internacionales y
geopolítica, geopolítica y guerra, capitalismo y socialismo.
En general, son nociones construidas, aceptadas, debatidas y más o menos
sedimentadas, que tienen como referencia principal a la sociedad nacional.
Aun cuando algunas de las nociones extrapolen esa realidad, como ocurre
con varias, es innegable que todas tienen como parámetro la sociedad
nacional. Por eso es necesario reflexionar sobre la "sociedad mundial", con
toda su originalidad y complejidad, con el propósito de interpretar sus
configuraciones y sus movimientos.
De allí la importancia de nociones, metáforas o conceptos como
mundialización, planetarización, globalización, mundo sin fronteras, aldea
global, fábrica global, shopping center global, ciudad global, división
transnacional del trabajo y de la producción, estructuras mundiales de poder,
desterritorialización, cultura global, massmedia globales, sociedad civil
mundial, ciudadano del mundo, mercados mundiales, infovía, internet,
metahistoria, metateoría. Tercero, son numerosos los estudios de
"orientación multidisciplinaria". En lugar de adoptar una perspectiva estricta,
ya sea sociológica, económica, política, antropológica u otra, se basan en las
sugerencias y las conquistas propiciadas por diversas ciencias sociales.
La originalidad y la complejidad de la globalización, en conjunto y en sus
distintos aspectos, desafían al científico social a movilizar sugerencias y
conquistas de diversas ciencias. Sucede que la globalización puede ser vista
como un vasto proceso no sólo político-económico, sino también
sociocultural, que comprende problemas demográficos, ecológicos, de
género, religiosos, lingüísticos y otros. Aun cuando la investigación privilegie
determinado ángulo de análisis, se ve continuamente desafiada a tomar en
cuenta otros aspectos de la realidad, sin los cuales el análisis económico,
político, sociológico, ecológico u otro da lugar a abstracciones carentes de
realidad, consistencia o verosimilitud. Cuarto, son muchos los estudios que
se apoyan necesariamente en el "método comparativo".
Más que nunca, frente a la problemática de la globalización, el científico
social es conducido a realizar comparaciones más o menos complejas, que
intenta hacer con rigor. En la medida en que la globalización abre un vasto y
complejo escenario a la observación, la investigación y el análisis, el
científico social se ve conducido a relevar ángulos y tendencias, condiciones
y posibilidades, coincidencias y discontinuidades, diversidades y
desigualdades, impasses y rupturas, desarrollos y retrocesos, progresos y
decadencias.
Son muchos los procesos y las estructuras presentes, activos, visibles o
subyacentes en el vasto y complicado escenario constituido a partir de la
globalización del capitalismo, como modo de producción y proceso
civilizatorio. De allí la importancia del método comparativo como una forma
experimental, una especie de experimento mental, ideal o imaginario. Quinto,
una vez más se reabre la controversia "presente y pasado", y viceversa.
Cuando se da la globalización, no sólo se crean nuevos desafíos y nuevas
perspectivas para la interpretación del presente, sino que también se ponen
de manifiesto otras posibilidades de interpretación del pasado. A partir de los
horizontes de la globalización, el pasado se puede revelar aún poco
conocido, enigmático o incluso carente de nuevas interpretaciones. Es como
si una nueva luz iluminase con otros colores lo que parecía diseñado, o como
si develase trazos, movimientos, sonidos y colores que no se habían
percibido, cuando la base podía ser el nacionalismo, el colonialismo, el
imperialismo, el internacionalismo o alguna otra.
Desde las nuevas perspectivas, hay muchas realidades e interpretaciones
que pueden ser repensadas. Es posible revaluar el alcance y el significado
de la acumulación originaria, del mercantilismo, del colonialismo y del
imperialismo, así como del nacionalismo y del tribalismo. También se torna
posible repensar otras realidades antiguas y recientes: islamismo y
cristianismo, Oriente y Occidente, occidentalización del mundo, africanismo,
indigenismo, transculturación.
Sexto, por último, aquí se plantea nuevamente el dilema del "sujeto del
conocimiento". Es necesario rever las posiciones habitualmente adoptadas
en el análisis de la problemática nacional. Posiciones que parecen
establecidas, cómodas o estratégicas, deben ser revistas o radicalmente
modificadas. En relación con la problemática global, el sujeto del
conocimiento se ve desafiado a desplazar sus miradas por muchos lugares y
por diferentes perspectivas, como si estuviese viajando por el mapa del
mundo. Las exigencias de la reflexión implican la adopción de una "mirada
desterritorializada", capaz de moverse del individuo a la colectividad,
caminando por pueblos y naciones, tribus y nacionalidades, grupos sociales
y clases sociales, culturas y civilizaciones. Una mirada desterritorializada que
se mueve a través de territorios y fronteras, atravesando continentes, islas y
archipiélagos.
Son varios los enigmas que enfrentan las ciencias sociales al tratar de
capturar los movimientos y las configuraciones de la sociedad mundial. Si es
verdad que las ciencias sociales nacen con la nación, quizá se pueda afirmar
que ellas renacen con la globalización.
Tomados en conjunto, los estudios sobre la globalización pueden ser
clasificados como "sistémicos" y como "históricos". Sus lenguajes pueden
ser muy variados e implicar nociones que parecen dispares:
transnacionalización, mundialización, planetarización, globalización o
globalismo; así como nuevo orden económico mundial, mundo sin fronteras,
aldea global, tierra-patria, capitalismo mundial, política global, historia global,
cultura global, modernidad-mundo, occidentalización del mundo y otras. Es
posible distinguir incluso los estudios de acuerdo con las orientaciones
teóricas: evolucionista, funcionalista, marxista, weberiano, estructuralista,
sistémico, etc. A pesar de estas y de otras diferencias o de las
convergencias, generalmente significativas, es necesario reconocer que los
estudios sobre globalización tienden a ser predominantemente "sistémicos" o
"históricos".
En general, los estudios sistémicos privilegian las relaciones internacionales,
la interdependencia de las naciones, la integración regional, la geoeconomía
y la geopolítica. Allí predomina el interés por las zonas de influencia, los
bloques de naciones, los espacios geográficos, las hegemonías, las
articulaciones de los mercados, la división transnacional del trabajo y de la
producción, la fábrica global, el shopping center global, las redes de internet,
el fin de la geografía y el fin de la historia; entre otras articulaciones, tramas,
redes, interdependencias o trazados del mapa del mundo. Buena parte de
las relaciones, los procesos y las estructuras que constituyen la trama de los
diversos niveles y segmentos de la globalización, son descritos e
interpretados en términos sistémicos.
Son principalmente sistémicos los informes, diagnósticos y pronósticos que
utilizan las corporaciones transnacionales, los órganos de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), los técnicos del Fondo Monetario Internacional
(FMI), del Banco Mundial (BIRF, Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento), de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y otras
organizaciones públicas y privadas, nacionales, regionales y transnacionales.
Los informes del Club de Roma revelan también el predominio de esa
perspectiva de análisis.
Los estudios históricos privilegian tanto la integración como la fragmentación,
la diversidad y la desigualdad, la identidad y la alteridad, la ruptura y el
impasse, el ciclo y la crisis, la guerra y la revolución. El análisis de las
relaciones, procesos y estructuras que articulan y desarrollan la
transnacionalización, o la globalización, comprenden siempre la dominación
política y la apropiación económica, tanto como la formación, la
consolidación y la crisis de las soberanías. En el ámbito de las
configuraciones y de los movimientos de la sociedad global, tanto se abren
nuevas perspectivas como se crean impasses insospechados, sobre las
condiciones y las posibilidades de la construcción de la hegemonía, ya sea
de la nación, de la clase social o del bloque de poder.
En un mundo en el que las corporaciones transnacionales y las
organizaciones multilaterales se despegan de los territorios y de las
fronteras, y navegan a través y sobre el mapa del mundo, se crean desafíos
insospechados para la construcción, el desarrollo o la realización de la
soberanía, la hegemonía, la democracia y la ciudadanía. Mucho de lo que
parecía natural y evidente, o posible y deseable, en el ámbito de la sociedad
nacional, puede tornarse difícil, imposible o simplemente quimérico en el
ámbito de la sociedad global. Sí, vista como realidad histórica, la
globalización puede ser reconocida como un escenario en el que
permanentemente se atraviesan muchas y diversas fuerzas convergentes y
divergentes, que es posible sintetizar en las expresiones de integración y de
contradicción.
Una vez más, frente a los desafíos y horizontes planteados por las
configuraciones y los movimientos de la sociedad mundial, las ciencias
sociales se ven llevadas a recuperar y desarrollar el sentido de historia,
diacronía, ruptura, retroceso, desarrollo, decadencia, transformación,
transfiguración.
Junto a lo que parece ser estructurado, organizado, cibernético o sistémico,
se encuentra la tensión, la fragmentación, la lucha, la conquista, la
dominación y la sumisión; así como la raza y el pueblo, la mujer y el hombre,
el esclavo y el amo, la acumulación y la pauperización, la alienación y la
condenación. Vista como un desafío epistemológico, la metateoría histórica
sintetiza y desarrolla la lógica de la historicidad activa en las relaciones,
procesos y estructuras de dominación y apropiación, o integración y
contradicción, que se expresan en el ámbito de la reproducción ampliada del
capital, así como en el ámbito del desarrollo desigual, contradictorio y
combinado, que se configuran en los movimientos de la globalización del
capitalismo.
En varios aspectos la metateoría histórica puede ser vista como un producto
sofisticado del pensamiento dialéctico, desarrollado y sistematizado por
Hegel y algunos de sus continuadores, con la primacía de la razón crítica.
Vivimos en un mundo conquistado, desarraigado y transformado por el
titánico proceso económico y tecnocientífico del desarrollo del capitalismo,
que dominó los dos o tres últimos siglos. Las fuerzas generadas por la
economía tecnocientífica son ahora suficientemente grandes para destruir el
medio, o sea, los fundamentos materiales de la vida humana. Las propias
estructuras de las sociedades humanas, incluidas algunos fundamentos
sociales de la economía capitalista, están en la inminencia de ser destruidas
por la erosión de lo que heredamos del pasado humano. Nuestro mundo
corre el riesgo de explosión y de implosión.
Los científicos sociales no necesitan ya imaginar la realidad mundial para
estudiarla, en su conjunto o en sus diferentes aspectos. Es ya evidente que
la transnacionalización, mundialización, planetarización o, con más
propiedad, globalización del mundo, es una realidad geohistórica, social,
económica, política y cultural. Ésta es una realidad problemática,
simultáneamente inquietante y fascinante, por sus implicaciones prácticas y
teóricas. Es como si repentinamente los individuos y las colectividades se
diesen cuenta de que forman parte no sólo de la historia universal, sino
también de la humanidad. Sin dejar de reconocer que esta humanidad no se
parece ni a la ideología ni a la utopía.
CONCLUSIÓN
Globalización o mundialización, se puede entender la situación que se crea
cuando existen relaciones, flujos, comportamientos, actores, procesos y
valores que tienen origen, actúan, se reproducen, repercuten o se identifican
en el espacio mundial, debiendo quedar claro que su mera existencia nada
dice de su importancia relativa. Es imprescindible ser conscientes de que lo
que es pertinente para un tipo de globalización no lo es para otra, y
viceversa. Además, aunque la globalización que hoy impera no es pura
ideología, es indudable que hay también una fuerte componente ideológica
cuando, a escala mundial, se presenta la lectura de los procesos que
propone el paradigma neoliberal como la única posible, la verdadera: ciencia
en estado puro.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) abarcan los
diferentes sectores de la sociedad, desde el productivo, económico,
científico, cultural hasta el educativo. Diversos países del mundo ya han
incorporado las TIC a la educación, sumergiéndola en las ideas de
globalización y mundialización del saber; creando cada día nuevas formas de
enseñar y aprender.
Una tentación frecuente en el enfoque del desarrollo rural y de la pequeña
producción familiar es intentar mantenerla al margen de la dinámica
económica del país y mucho más de la internacional.
Múltiples enfoques estimulan la tendencia a la autarquía de la producción
familiar pretendiendo un desarrollo rural auto centrado, autónomo e
independiente.
Referencias Bibliográficas
Aguilar M., A. (2002). Globalización y Capitalismo. Plaza & Inés. ISBN.
México.
De Sousa., S.B. (2003). Nuevos Movimientos Sociales.
De Sousa., S.B. (2003). La Globalización del Derecho. Los Nuevos
Cambios de la Regulación y la Emancipación. Publicado por el
Instituto Latinoamericano Legales Alternativos. Facultad de Derecho.
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá.
Harris, R. (2008). Revista Nueva Sociedad. Nº 214, Marzo – Abril.
ISSN: 025.
Ianni., O. (S/A). Las Ciencias Sociales en la Época de la
Globalización.
Isa., C. N. (2006). En el siglo XXI ¿Cuál democracia? ¿Cuál
Socialismo? Edi. Tapial. 1º Edición. Caracas – Venezuela.
Tomassini, L. (S/A). Integración Solidaria: América Latina en la Era de
la Globalización.
Vitale, L. (1998). Una lectura Latinoamericana del Manifiesto
Comunista. Contribución al 150 Aniversario del Manifiesto
Comunista. Santiago de Chile.