Date post: | 22-Jul-2015 |
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LOS MOLINOS
Guía
del ARBOLADO URBANO de
http://www.ayuntamiento-losmolinos.es
Todas las fotografías contenidas
en esta publicación se hallan bajo
licencia de Creative Commons
(Reconocimiento 4.0 Internacio-
nal), y han sido cedidas por sus autores, tanto anóni-
mos como: Alves,G., Bloem,M., Böhringer,F., Con-
rad,J., Dressi,G.C., Evans,P., Fernández,L., Filip-
pov,P., Fischer,C., Grunig,J., Hoyer,H., Hulhoven,R.,
Lavin,M., Livermore,L., Náydenov,D., Nijboer,R.,
Opiola,J., Palomino,D., Pires,J.M., Porse, S., Ram-
sey,D., Ruiz,V.R., Sweeney,S., Univ. Trieste y Zell,H.
GUÍA DEL ARBOLADO URBANO DE LOS MOLINOS
Autor:
A. David Palomino Nantón. Biólogo formado en la Universidad Complutense de Madrid y el Museo Nacional
de CC. Naturales. Ha centrado toda su carrera profesional en el estudio y mejora de los hábitats y poblaciones
animales y vegetales de entornos muy humanizados (pueblos y ciudades, mosaicos agropecuarios, etc.),
tratando de conciliar su conservación y usos socioeconómicos.
Cita bibliográfica recomendada:
Palomino, D. (2015). Guía del arbolado urbano de Los Molinos. 82 pp. Publicación divulgativa. Ayuntamien-
to de Los Molinos.
Guía del
ARBOLADO URBANO de
LOS MOLINOS
La creciente importancia de los valores ambientales de la Sierra de
Guadarrama como señas de identidad local y como potenciales moto-
res socioeconómicos, conlleva el reto de que los municipios de esta comarca transmitan a vecinos y visitantes
que sus espacios urbanos se conciben de manera armónica con tan privilegiado entorno natural. En este sentido,
las acciones destinadas a la mejora del patrimonio arbóreo de la ciudad son de enorme importancia debido a la
asociación que existe entre árboles, bienestar y conservación ambiental.
Así, los investigadores especializados han demostrado que los árboles urbanos, entre sus numerosas aportacio-
nes: atemperan el microclima de las calles y urbanizaciones, reducen la contaminación y los gastos energéticos,
mejoran los parámetros de salud ciudadana (física y psicológica), incrementan la biodiversidad urbana y periur-
bana, modulan la continuidad entre la ciudad y su entorno, constituyen un atractivo turístico, justifican el precio
del terreno, e incluso influyen en la disminución de los accidentes y delitos.
Los Molinos dispone de una detallada ordenanza municipal destinada a la protección, conservación y fomento
de su arbolado urbano y conforme a las normativas autonómicas en vigor en esta materia. Gracias a ello, Los
Molinos se sitúa entre los municipios de la comarca de Guadarrama que más atención prestan a la protección
efectiva de este patrimonio natural, potenciando su disfrute público y su aprovechamiento como recurso cultu-
ral, educativo y turístico.
Esta guía se ha realizado al amparo del primer inventario municipal del arbolado del viario público, y su objeti-
vo principal es el de lograr una mayor empatía de los vecinos y visitantes de Los Molinos con este patrimonio
natural, a menudo poco valorado por desconocido.
Y es que conocer los árboles es el primer paso para apreciarlos, y todo lo que se aprecia se trata de respetar y
conservar, como esperamos que ocurra en Los Molinos.
EL ARBOLADO URBANO DE LOS MOLINOS
INTRODUCCIÓN
El número total de ejemplares inventariados
en el viario y parques públicos de Los Molinos
asciende a casi 4.000 ejemplares, pertenecientes a 34 familias, 55 géneros y 81 especies.
ALGUNOS DATOS GENERALES
0
100
200
300
400
500
600
700
Pin
áce
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s
3
Cipreses, tuyas
Pinos, cedros, píceas
Tejos
Sequoyas
Arces
Abedules
Catalpas
Ciclamores, Acacias
Acacias, sóforas
Robles, encinas
Liquidámbares
Castaños de Indias
Nogales
Laureles
Magnolios
Agriaces
Mimosas
Moreras, higueras
Fresnos, aligustres, olivos
Plátanos
Ciruelos, almendros
Chopos, álamos, sauces
Ailantos
Tilos
Olmos
Adelfas
Acebos
Durillos
Boneteros
Cornejos
Madroños
Alteas
Pitosporos
Distribución geográfica del arbolado del
viario público de Los Molinos
4
El 9% de todo el inventario está compuesto por matas de un metro o menos de altura, aún demasiado jóvenes o
que se podan sistemáticamente para que mantengan un porte arbustivo; pero todas ellas pertenecientes a especies
leñosas, con el potencial de superar en unos años los dos o tres metros como mínimo y conformar una copa, lo que
las distinguiría entonces como árboles.
El 91% restante promedia una ALTURA de unos 7,7 m (con valores extremos de 1 a 22 m) y un GROSOR DEL
TRONCO de 72 cm de diámetro como media, variando entre 13 y 411 cm. Álamos, chopos, cedros y pinos están
entre los ejemplares de mayores tallas de la ciudad.
Los tres grandes parques de Los Molinos, el de Rodríguez Padilla, el de Las Cigüeñas y el de Las Especies, acogen
una gran diversidad de árboles, pero siempre primando a las especies más representativas del acervo ecológico
de la comarca de Guadarrama, como fresnos, robles y otros árboles emblemáticos que en términos patrimoniales
son fundamentales para preservar la identidad y salud de este patrimonio natural.
En las siguientes páginas se describen brevemente las especies más representativas de Los Molinos, por su abun-
dancia o por su originalidad, 49 en total. Estas descripciones siempre están sujetas inevitables imprecisiones, in-
herentes a su variabilidad natural, incluyendo la debida a distintas edades y/o variedades biológicas. Esto, si ya es
aplicable cuando se alude a las medidas de algunos rasgos, es particularmente evidente cuando se refiere, por
ejemplo, a tonalidades de color. En cualquier caso, se ha tratado de caracterizar a las especies de la manera más
clara posible, y recurriendo a la terminología botánica sólo en casos puntuales, y que al final de esta guía se expli-
can en un pequeño glosario.
5
Coníferas Hojas en forma de agujas
Hojas solitarias
Piñas erguidas Pinsapo 7
Abeto común 31
Piñas colgantes Pícea de Colorado 9
Hojas agrupadas
Por pares Pino piñonero 11
Pino resinero 13
Pino albar 15
Pino laricio 31
De cinco en cinco Pino del Himalaya 31
En ramilletes Cedro del Atlas 17
Cedro del Himalaya 19
Hojas en forma de escamas
Ramillas muy aplanadas
Piñas alargadas Libocedro 21
Piñas globosas Tuya oriental 23
Falso ciprés de Lawson 31
Ramillas no aplanadas Ciprés común 25
Ciprés de Arizona 27
Ciprés de Monterrey 31
Hojas en forma de lezna Secuoya gigante 29
Frondosas perennifolias Hojas opuestas Aligustre de China 33
Adelfa 37
Hojas alternas
Con bellotas Encina 35
Con frutos semejantes a bayas Madroño 37
Acebo 37
Laurel 37
Con frutos semejantes a una piña Magnolio 37
Frondosas caducifolias Hojas compuestas
Ramas con espinas Robinia 39
Acacia de tres espinas 79
Frutos en sámaras (con “alas”) Fresno de hoja estrecha 41
Fresno de hoja ancha 79
Ailanto 43
Arce negundo 45
Frutos esféricos pequeños(<2cm diám.) Agriaz 79
Frutos esféricos grandes (>3cm diám.) Nogal 47
Castaño de Indias 49
Hojas simples
Hojas opuestas Catalpa 51
Arce real 79
Hojas alternas
Con bellotas Roble melojo 53
Con almendras Almendro 55
Frutos en sámaras redondas Olmo común 57
Olmo siberiano 59
Frutos en amentos alargados Chopo 61
Álamo 63
Sauce llorón 65
Abedul 67
Frutos esféricos secos y pequeños (<2cm diám.) Tilo de hoja pequeña 69
Frutos esféricos secos y grandes (>3cm diám.) Plátano 71
Liquidámbar 79
Frutos esféricos carnosos Ciruelo de Pissard 73
Morera 75
Frutos como vainas alargada Ciclamor 77
ESPECIES DESCRITAS
6
Una joya botánica mediterránea, que tras finalizar la última era glaciar (hace 15.000 años),
quedó acantonado de manera natural en sólo unas pocas sierras andaluzas y marroquíes.
ornamentalmente es una de
las coníferas más aprecia-
das. Cuidados Como todo
abeto, requiere cierto gra-
do de umbría y humedad.
Cultivares comunes Los
viveros comercializan sobre
todo variedades de follaje
muy azulado, así como for-
mas de porte enano.
OBSERVACIONES
Varios ejemplares de la
Comunidad de Madrid
(Aranjuez, El Escorial) han
alcanzado dimensiones
monumentales, aunque para
ver los mayores de toda
España, hay que acercarse
a los jardines segovianos
del Palacio de La Granja:
más de 40 m de altura y 6
de circunferencia.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol robusto de
hasta 30 m, de copa muy
cónica, aunque en los ejem-
plares más viejos se redon-
dea parcialmente. Tronco y
ramas principales Tronco
columnar de circunferencia
muy regular, a veces se
observan ejemplares con
más de un fuste; las ramas
principales se disponen casi
en horizontal, desde muy
abajo del tronco. Corteza
Grisácea, más bien clara y
lisa (con sólo algunas placas
y fisuras), pero en ejempla-
res muy añosos más oscura
y agrietada. Ramillas Dis-
puestas de manera más o
menos verticilada. Hojas
Acículas de 1-2 cm y sec-
ción bastante cuadrangular,
muy rígidas y dispuestas
alrededor de toda la ramilla
muy uniformemente y per-
pendicularmente a ella (la
comparación nemotécnica
típica es con un cepillo
cilíndrico); son de color
verde vivo y con bandas
claras en todas sus caras,
aunque más o menos visi-
bles según las variedades.
Cuando se frotan huelen
agradablemente, entre
afrutadas y resinosas. Ye-
mas invernantes Cubiertas
de resina, sobresalen por
encima de las acículas ter-
minales. Inflorescencias
Primaverales, de 1-3 cm; las
masculinas amarillas al
principio, y luego purpúre-
as; las femeninas verdes
oscuras. Piñas Otoñales.
Erectas sobre las ramas (y
más abundantes en las más
altas), cilíndricas, de 10-15
cm, con escamas más an-
chas que largas de color
rojo parduzco; se deshacen
en las ramas una vez libera-
das las semillas (aladas),
permaneciendo sobre las
ramas los ejes centrales.
Confusiones con otras
especies Prácticamente
inconfundible, salvo con
ejemplares resultantes de
su hibridación con otras
esp eci es d e a bet os
(principalmente con el abe-
to común, Abies alba).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Muy
localizada, en sólo unas
pocas sierras de Andalucía
(en Cádiz y Málaga) y de
Marruecos. Crecimiento
Lento, pero capaz de super-
ar holgadamente los 300
años. Preferencias am-
bientales Su carácter mon-
tano le permite desarrollar-
se en suelos poco profun-
dos, prefiriendo ambientes
umbrosos y frescos, orienta-
dos al norte. En todo caso,
por su carácter meridional,
es uno de los abetos más
resistentes al estío, siempre
que no sea excesivamente
árido.
MANEJO
Utilidades La madera, blan-
da y ligera, no tiene mucho
valor comercial. En cambio,
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
PINSAPO
Abies pinsapo
Árboles adultos en su hábitat
natural.
Ramas y detalle de las acículas
Yemas
Inflorescencias masculinas
Corteza de ejemplar adulto.
Piñas
7
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 24
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
De los 24 ejemplares conta-
bilizados, 22 se localizan en
las Piscinas Municipales, la
mayoría muy agrupados en
un mismo lateral de las
instalaciones. La singulari-
dad de sus ramillas cilíndri-
cas con hojas rígidas los
hace rápidamente identifi-
cables entre el resto de
coníferas presentes en sus
inmediaciones: pinos resi-
neros, albares y piñoneros
(Pinus pinaster, Pinus sylves-
tris y Pinus pinea, respecti-
vamente.) o cedros (Cedrus
sp.), además de un falso
ciprés de Lawson algo más
alejado (Chamaecyparis
lawsoniana). Todos ellos
son aún jóvenes (alrededor
de 30 años), rondando en
promedio los 7 m de altura,
y con troncos de apenas 20
cm de grosor.
Los otros dos ejemplares
inventariados en el munici-
pio, fueron plantados más
recientemente y, por tanto,
tienen menor talla. Pero a
diferencia de los de las
Piscinas Municipales, pue-
den ser visitados durante
todo el año, y además se
encuentran más o menos en
el centro de la ciudad, cer-
ca del Parque de Rodríguez
Padilla: uno, de cerca de 5
m, a la entrada de un portal
de la calle Miguel Menén-
dez Boneta; el otro, de ape-
nas 2-3 m, se halla en un
parterre elevado al comien-
zo de la avenida Cañada
Real.
Afortunadamente, todos se
encuentran en un buen
estado de conservación.
Estos árboles son valiosos
integrantes del inventario
municipal, que a medida
que vayan incrementando
su tamaño, ganarán tam-
bién en atractivo estético,
por el majestuoso porte de
esta especie en su madu-
rez. Pero además, tienen
también un indudable in-
terés patrimonial por su
escasez y singularidad
ecológica. Así, el pinsapo
es uno de los dos únicos
abetos autóctonos de la
Península Ibérica (el otro es
el abeto común, Abies alba,
propio de los Pirineos, y
del que también se han
registrado algunos ejem-
plares en el viario público).
3; 13%
21; 88%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
25
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
3; 13%
21; 88%
Algunos de
los pinsapos
que pueden
obse rvarse
en las Pisci-
nas Munici-
pales.
En este sentido, los situa-
dos en las Piscinas Munici-
pales tienen un gran po-
tencial didáctico, en la
medida en que las familias
que disfruten de estas
instalaciones en verano
tienen la oportunidad de
dedicar unos minutos a
identificarlos, compararlos
con el resto de especies
allí presentes, etc.
8
Por su peculiar tonalidad azulada, se han convertido en un (punzante) elemento de color de
muchos parques y jardines.
péndulas.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Su
área natural se limita a
algunos bosques norteame-
ricanos de alta montaña de
las Rocosas. Crecimiento
Crece lentamente, pudien-
do superar los 500 años.
Preferencias ambientales
Bastante más resistente que
otras especies de la familia,
prefiriendo en cualquier
caso los suelos ricos y los
climas húmedos.
MANEJO
Utilidades La madera es
muy resinosa, lo que limita
su aprovechamiento. Pero
ornamentalmente, es una
de las coníferas más cultiva-
das. Cuidados Es de fácil
propagación por semilla,
aunque también se cultiva
mediante estacas o injertos.
Cultivares comunes Se
comercializan multitud de
variedades con distintos
portes y tonalidades de
follaje, algunas poco o nada
azuladas.
OBSERVACIONES
Las píceas son comercializa-
das frecuentemente como
árboles de Navidad.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de más de 30
m. con una copa inicialmen-
te cónica, pero mucho más
columnar con la edad. El
ramaje abundante le confie-
re un aspecto general bas-
tante compacto. Tronco y
ramas principales Tronco
muy derecho y robusto con
fuertes ramas principales,
más bien cortas. Corteza
Gruesa y escamosa, de
color pardo grisáceo, se
agrieta verticalmente desde
temprana edad. Ramillas
Marrón pálido brillante y
glabras, a menudo parcial-
mente caídas. Hojas En su
forma más típica, las acícu-
las son de color intensa-
mente azulado por sus cua-
tro caras (tienen una sec-
ción muy cuadrangular),
debido tanto a finas bandas
blanquecinas de estomas
(orificios respiratorios mi-
croscópicos), como a una
pruina cérea. Se distribuyen
perpendicularmente alre-
dedor de las ramas, pero
más densamente en su cara
superior (lo que se acentúa,
además, porque las acículas
de la cara inferior de las
ramillas tienden a curvarse
hacia arriba). Miden 1-3 cm,
son muy rígidas y extrema-
damente punzantes. Cuando
se frotan huelen agradable-
mente a resina. Yemas
invernantes De color ana-
ranjado, son cónicas y pe-
queñas (0,5-1 cm), glabras,
no resinosas y de consisten-
cia papirácea, con escami-
llas curvadas hacia atrás. A
veces aparecen varias agru-
padas. Inflorescencias
Primaverales. Los pequeños
conos masculinos son de
tonos rosados, y los femeni-
nos más rojizos tintados de
verde, apareciendo prefe-
rentemente en la mitad
superior de la copa. Piñas
Colgantes de las ramas.
Cilíndricas, de 6-10 cm de
long., de color marrón claro
una vez maduras; las esca-
mas son romboidales y muy
finas, con sus bordes denta-
dos y ondulados, como
plisadas; se disponen col-
gantes de las ramas, más
abundantemente de las
superiores. Una vez que se
abren y liberan las semillas
(aladas), las piñas caen
enteras al suelo. Confusio-
nes con otras especies
Menos frecuente, pero tam-
bién habitual, la pícea
común (Picea abies), es
típicamente verde. Pero, al
igual que existen varieda-
des verdosas de la pícea
del Colorado, también se
cultivan variedades azula-
das de la común. En estos
casos, se distinguirían por-
que las piñas de la común,
de escamas lisas, sobrepa-
san los 10 cm de long. y sus
acículas no son tan punzan-
tes. Pero no siempre son
fácilmente distinguibles.
Respecto de los abetos,
estos tienen siempre piñas
erectas sobre las ramas, no
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
PÍCEA DE COLORADO (O PÍCEA AZUL)
Picea pungens
Árbol adulto
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yemas
Piña Piña de pícea común (P. abies)
9
Una de las píceas azules, ya de
notable talla, que se pueden
encontrar a lo largo de la calle
Calvario
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 64
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
nes que pueden alcanzar
(como sí se aprecia fácil-
mente en muchos de los
pies plantados en los jardi-
nes privados).
No obstante, en la glorieta
que hay frente al parque
Garrido Lestache (justo
antes de llegar al colegio
subiendo por la calle Calva-
rio), se encuentra un buen
ejemplar de 7 metros de
altura.
Los Molinos cuenta con 64
píceas, la gran mayoría de
ellas distribuidas en alinea-
ciones ornamentales a am-
bos lados del gran eje urba-
no formado por la calle
Calavario y la avenida Ca-
ñada Real.
Los viveristas comercializan
una cantidad verdadera-
mente asombrosa de varie-
dades de pícea de Colora-
do, que incluyen toda la
gama cromática de verdes,
azules y grises, sí como
ramajes de acículas más o
menos largas, densas y
punzantes. Por ello, es fácil
encontrar ejemplares con
rasgos más típicos de otras
especies que de ella misma.
No obstante, la mayor parte
de las identificadas clara-
mente en Los Molinos co-
rresponderían a esta espe-
cie.
En el parque de las Espe-
cies es posible observarlas
pausadamente, y comparar
tanto sus distintas varieda-
des (en intensidades de
color principalmente), co-
mo sus diferencias con algu-
nos ejemplares de pícea
común, o, ya más claramen-
te con otras coníferas como
cedros (Cedrus sp.).
Todos los ejemplares del
viario municipal son aún
muy jóvenes, y están lejos
de las enormes dimensio-
1; 2%
4; 6%
46; 72%
10; 16%
3; 5%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 2%
4; 6%
46; 72%
10; 16%
3; 5%
Se incluyen todos los ejemplares pertenecientes al género Picea
Píceas comunes, en
las inmediaciones
del parque de Las
Cigüeñas.
10
De silueta inconfundible en la madurez, esta especie forma parte del paisaje más típicamente
meditérráneo, aunque sea muy capaz de adaptarse a los rigores serranos.
arenosos y climas más bien
secos y con mucho sol, pues
soporta muy bien la falta de
humedad. Pero si supera los
primeros años, también
prospera en otros ambien-
tes menos adecuados.
MANEJO
Utilidades La madera es
muy resistente a la hume-
dad, por lo que se usa sobre
todo en construcción. Pero
su principal aprovecha-
miento comercial son los
apreciados piñones. No
obstante, tanto las ramas de
las podas destinadas a in-
crementar su productividad
de piñas, como la cáscara
de los piñones son muy
buenos combustibles. Orna-
mentalmente, por su ele-
gante porte es el pino más
frecuentemente plantado en
los parques y jardines me-
diterráneos. Cuidados Es
de fácil reproducción por
semilla, y crece fácilmente
si no padece encharcamien-
tos o heladas intensas. Al
necesitar varias horas de
pleno sol, no crece bien a la
sombra de otros árboles.
Cultivares comunes: Los
viveros no comercializan
variedades particularmente
diferentes.
OBSERVACIONES
Su principal plaga, la mari-
posa procesionaria (llamada
así por la llamativa costum-
bre de sus orugas de des-
plazarse en una ordenada
fila), raramente puede aca-
bar con un árbol adulto,
pero supone un peligro
urbano notable por las
gravísimas lesiones que
puede ocasionar a los pe-
rros y gatos domésticos.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 30 m
muy erguido, y de copa
característicamente ancha y
globosa en la madurez, a
menudo aparasolada cuan-
do crece con espacio de
sobra. El follaje es poco
denso, y se concentra mu-
cho en el extremo superior
de toda su altura. Tronco y
ramas principales Casi
siempre con un único fuste
principal, muy derecho y
regular, que se divide más
o menos radialmente en
varias ramas ascendentes y
de similar longitud. Corteza
Muy gruesa, con espejuelos
grises o algo plateados, y
con profundas grietas oscu-
ras; se desprende en placas
que descubren nuevas ca-
pas vivamente anaranjadas.
Ramillas De color gris y
escamosas. Hojas Acículas
reunidas en pares, bastante
largas (10-20 cm), aunque
no tan rígidas ni punzantes
como en el pino resinero
(Pinus pinaster). Son de
color verde claro. Al rom-
perlas y frotarlas despiden
un algo olor fuerte
(lejanamente parecido a
cebolla). Yemas invernan-
tes Grandes (1-2 cm), de
color marrón claro, con
escamillas no resinosas
festoneadas de blanco y de
ápices recurvados hacia
atrás. Brotes Verdes, algo
anaranjados. Inflorescen-
cias Primaverales. Las mas-
culinas, de 1-2 cm y agrupa-
das en el extremo de las
ramillas, son amarillentas;
las femeninas, de 2-3 cm,
son purpúreas y erectas.
Piñas Inicialmente muy
verdes y alargadas, pero
una vez maduras (a los tres
años), son esféricas u ovoi-
des y grandes (8-15 cm de
long.), con escamas muy
anchas y bastante planas
(no pinchan nada al apretar-
las con la mano); son de
color marrón rojizo, bastan-
te brillantes y resinosas,
liberando entonces los co-
nocidos piñones de mesa,
sin alas (en realidad inicial-
mente sí las tienen, pero
muy pequeñas y frágiles,
las pierden rápidamente).
Confusiones con otras
especies Los ejemplares
aún jóvenes de pinos piño-
nero y resinero (Pinus pinas-
ter) suelen tener portes y
hojas bastante parecidos,
así como piñas aún muy
pequeñas en ambos casos
(si es que tienen), favore-
ciendo la confusión entre
ellos, e incluso con alguna
otra especie, como el pino
laricio (Pinus nigra, también
de acículas más bien lar-
gas).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
naria de la cuenca medi-
terránea, es muy abundante
en la Península Ibérica,
especialmente en su mitad
suroriental. Crecimiento
Bastante rápido durante las
primeras décadas, pudien-
do alcanzar los 500 años.
Preferencias ambientales
Principalmente en suelos
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
PINO PIÑONERO
Pinus pinea
Árbol adulto
Corteza de ejemplar adulto
Inflorescencias masculinas
Piñas
Hojas
11
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 162
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 4%
En Los Molinos...
42; 26%38; 23%
69; 43%
13; 8%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
70
80
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
42; 26%38; 23%
69; 43%
13; 8%
La especie de pino orna-mental por excelencia, el
piñonero cuenta con 162
ejemplares en el inventa-rio.
Los mayores ejemplares,
con claridad, se concen-
tran en las calles de la ur-
banización Montepinar, formando parte de varias
alineaciones mixtas con
arizónicas (Cupressus gla-
bra), plátanos (Platanus x
hispanica) y pinos resine-ros (Pinus pinaster). Varios
de estos pinos piñoneros
superan los 10 metros, y tienen troncos cercanos a
los dos metros de circunfe-rencia.
El parque de Rodríguez
Padilla también cuenta con
varias decenas de ellos,
todos de edad muy similar, que ya miden entre 7 y 10
metros de alto.
Aunque sólo sea a modo anecdótico, en la calle de
los Pinos (así se llama,
cercana a la estación del
tren), los cuatro que allí
crecen, ya bastante gran-des, previsiblemente aca-
barán resintiéndose de la falta de un alcorque míni-
mamente amplio (de
hecho recientemente ya se ha talado allí algún ejem-
plar)
En las Piscinas Municipales
también hay varios peque-
ños ejemplares, de entre 2 y 5 metros, separados de
los ya muy maduros pinos albares y resineros (Pinus
sylvestris y Pinus pinaster,
respectivamente), que les
Algunos de
los pinos
p i ñ o n e r o s
que pueden
obse rvarse
en el parque
de Rodrí-
guez Padilla.
privarían del mucho sol
que requieren.
Por último, también cabe
destacar los muchos ejemplares plantados al
final del parque de las
Especies, aunque de ape-nas dos metros todavía.
En general todos ellos se
encuentran en buen esta-
do.
Ejemplares jóvenes de las Pisci-
nas Municipales
12
Antaño protagonista de la industria de la miera (la resina extraída artesanalmente mediante
incisiones en su corteza), hoy sigue teniendo importancia como fuente de biomasa, en la
fabricación de pellets para calderas.
MANEJO
Utilidades La madera, bas-
tante resinosa, no es tan
apreciada como la de otros
pinos, pero aún así se utiliza
muchísimo en las industrias
de carpintería y combusti-
bles. Antiguamente, su resi-
na era la materia prima para
la obtención de trementina
y colofonia, dos elementos
químicos con multitud de
aplicaciones; pero actual-
mente el resineo es una
actividad casi testimonial.
Ornamentalmente no es
muy común, sobre todo en
comparación con otros pi-
nos. Cuidados Es de fácil
reproducción por semilla, y
crece fácilmente sin cuida-
dos particulares. Cultiva-
res comunes: Los viveros
no comercializan varieda-
des particulares.
OBSERVACIONES
Es una especie muy adapta-
da a los incendios foresta-
les, siempre que no sean
muy intensos. Algunas
adaptaciones a esto serían
su gruesa corteza y la poda
natural de las ramas inferio-
res (para proteger el dosel
de las llamas), o que las
piñas se abran con tempe-
raturas elevadas para libe-
rar entonces las semillas, a
su vez muy resistentes al
fuego.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 30 m
bastante erguido, y de copa
más o menos cónica y densa
al principio, pero progresi-
vamente más irregular y
abierta, concentrada en el
tercio superior de su altura
total. Tronco y ramas prin-
cipales No siempre dere-
chos ni muy gruesos en
relación a su altura, sobre
todo cuando crecen muchos
ejemplares en poco espacio
(muy densamente); las ra-
mas principales surgen muy
horizontalmente, y las más
bajas van quebrándose a
medida que el árbol crece.
Corteza Gruesa, con pro-
fundas grietas oscuras (a
veces algo violáceas), que
delimitan grandes placas de
tonalidades ocres. Rami-
llas De color ocre y esca-
mosas. Hojas Acículas re-
unidas en pares, más largas
que en otros pinos (10-25
cm), y también más gruesas
y rígidas, algo punzantes.
Son de color verde oscuro.
Yemas invernantes Bastan-
te grandes en comparación
con otros pinos (2-3 cm),
con escamillas no resinosas
y de ápices bastante recur-
vados hacia atrás. Brotes
Verdes y brillantes. Inflo-
rescencias Primaverales.
Las masculinas, de 1 cm y
agrupadas en el extremo de
las ramillas, son amarillen-
tas; las femeninas, de 2-3
cm, son purpúreas y erec-
tas. Piñas Cónicas y muy
grandes, de 10-20 cm de
long., con escamas muy
punzantes, a veces se unen
a la rama mediante un
pedúnculo, aunque siempre
es muy corto; son de color
marrón, bastante brillantes
y resinosas cuando están
maduras (tras dos años),
liberando entonces los pi-
ñones, de alas muy largas;
ya secas las piñas suelen
persistir algunos años en las
ramas antes de caer. Confu-
siones con otras especies
Los ejemplares aún jóvenes
de pinos resinero y piñone-
ro (Pinus pinea) suelen tener
portes y hojas bastante pa-
recidos, así como piñas aún
muy pequeñas en ambos
casos (si es que tienen),
favoreciendo la confusión
entre ellos, e incluso con
alguna otra especie, como
el pino laricio, Pinus nigra
(también de acículas más
bien largas).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Cir-
cunmediterráneo, en la
Península Ibérica es prácti-
camente ubicuo, sobre todo
debido a sus extensas repo-
blaciones artificiales, a ex-
pensas de otras masas fo-
restales. Crecimiento Muy
rápido, pudiendo alcanzar
los 300 años. Preferencias
ambientales Es muy adap-
table a todo tipo de condi-
ciones, desde el nivel del
mar hasta la media monta-
ña, y soporta tanto sequías
como heladas, siempre que
no sean extremas.
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
PINO RESINERO (O PINO RODENO, PINO NEGRAL)
Pinus pinaster
Árbol adulto
Piñas
Hojas e inflorescencias masculinas
Semillas
Corteza de ejemplar adulto
13
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 103
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 3%
En Los Molinos...
4; 4%
43; 42%
56; 54%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
70
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
4; 4%
43; 42%
56; 54%
El inventario municipal cuenta con 103 ejempla-
res, de los que 86 (el 83%)
se localizan en las Piscinas Municipales.
Allí, son a su vez la conífe-ra más abundante junto a
los ejemplares de pinos
albares y piñoneros (Pinus
sylvestris y Pinus pinea,
respectivamente), pinsa-
pos (Abies pinsapo) o ce-dros (Cedrus sp.), además
de un falso ciprés de Law-son algo más alejado
(Chamaecyparis lawsonia-
na). En promedio rondan
los 10 m, variando entre 5
metros escasos y los 15 de los más añosos. Se en-
cuentran en buen estado
de conservación, si bien acogen algunos nidos de
procesionaria, que convie-ne controlar. Quizá no esté
de más recordar que las
piñas de pino resinero, enormes y muy punzantes,
tienden a abrirse y caer
con las altas temperaturas del verano, lo que puede
ocasionar algún pequeño (o no tan pequeño) percan-
ce en las mesas que hay
bajo los pinos mayores.
El resto de ejemplares, se
localizan en las calles de la urbanización Montepinar.
Forman parte de varias
alineaciones con grandes arizónicas (Cupressus gla-
bra) y pinos piñoneros, y alguno de ellos también
tiene un buen tamaño, de
más de 10 m.
Por tanto, esta especie, aun
cuando está muy bien re-presentada numéricamen-
te, se concentra únicamen-
te en dos zonas de la ciu-dad.
El pino resinero es una de las especies más represen-
tativa del arbolado de
montaña en Guadarrama, y tiene una interesante histo-
ria de usos tradicionales. Por ello, es una especie
muy adecuada para pro-
fundizar en el tema de la botánica local.
En este sentido, los situa-dos en las Piscinas Munici-
pales tienen un gran po-
tencial didáctico, en la
Algunos de
los pinos
r e s i n e r o s
que pueden
obse rvarse
en las Pisci-
nas Munici-
pales.
medida en que las familias
que disfruten de estas
instalaciones en verano
tienen la oportunidad de dedicar unos minutos a
identificarlos, comparar-
los con el resto de espe-cies allí presentes y, en
definitiva disfrutar del
placer de aprender y co-
nocer el entorno en el que
vivimos.
14
Uno de los árboles más ampliamente distribuidos de toda Europa, en el cercano monte de
Valsaín conforma un representativo bosque de importantísimo valor ecológico, cultural y
comercial.
pudiendo alcanzar los 600
años. Preferencias am-
bientales Netamente mon-
tana, es uno de los pocos
árboles que forma bosques
por encima de los 1.500 m
de altitud. Lógicamente es
capaz de crecer en suelos
pobres y de soportar inten-
sas heladas. Pero es una
especie que muestra bas-
tante variabilidad en sus
preferencias según las sub-
especies y localidades.
MANEJO
Utilidades Su compacta
madera es muy empleada
tanto en carpintería como
para combustible. Las ra-
mas jóvenes suelen ser
ramoneadas por el ganado.
Ornamentalmente es uno de
los pinos más atractivos.
Cuidados En general, los
brinzales necesitan más sol
que sombra. Soporta mal la
falta de agua, y necesita
bastante espacio para su
gran volumen de raíces. Es
bastante menos atacado por
la oruga de la procesionaria
que otros pinos. Cultivares
comunes Existen varieda-
des comerciales de hojas
atípicas, pero no son nada
frecuentes.
OBSERVACIONES
Genera tanto polen (que,
además, es de mayor tama-
ño que el de otros árboles)
que en las zonas en las que
existen masas de pino albar
son muy características las
nubes amarillas primavera-
les en los días con algo de
viento. No obstante, poca
gente es alérgica a él.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol esbelto y recto
de hasta 40 m, cónico ini-
cialmente, pero bastante
irregular a medida que
envejece. Carece de ramas
en más de la mitad de su
altura, y en condiciones
muy expuestas a fuertes
vientos, suelen darse portes
retorcidos. Tronco y ramas
principales Fuste principal
muy derecho y cilíndrico,
con ramas principales dis-
puestas horizontalmente,
más bien finas y escasas
incluso en ejemplares año-
sos (a medida que crece las
más bajas se quiebran de
manera natural), lo que le
confiere una copa poco
densa. Corteza La de la
parte inferior del tronco,
bastante gruesa y agrieta-
da, y que se desprende en
finas placas grises y ocres,
contrasta mucho con la de la
parte superior, de un tono
homogéneamente asalmo-
nado muy característico y
que se desprende en finas
láminas papiráceas. Rami-
llas Escamosas, pardo ver-
dosas, más bien finas en
comparación con otros pi-
nos. Hojas Acículas reuni-
das en pares, de 3-8 cm
(por tanto, más cortas que
en el resto de pinos urba-
nos). Son de color verde
mate, pero con un matiz gris
azulado debido a una fina
capa pruinosa. Sin llegar a
ser punzantes, son más bien
rígidas. A menudo están
algo retorcidas sobre su eje
longitudinal. Yemas inver-
nantes Ovoides, algo recu-
biertas de resina, con finas
escamas de márgenes blan-
cos, de ápices libres pero
no recurvados hacia atrás.
Brotes Marrón verdosos,
glabros. Inflorescencias
Primaverales. Las masculi-
nas, de menos de 1 cm,
pardo amarillentas. Las
femeninas, de 2-3 cm y
dispuestas normalmente
por pares, son purpúreas y
erectas. Piñas Cónicas y
pequeñas, de 4-8 cm de
long., con escamas pardo
amarillentas y mates, con un
pequeño pico central en
cada una; una vez maduras
(tras dos años), liberan los
pequeños piñones alados, y
pueden persistir algunos
años en las ramas antes de
caer. Confusiones con
otras especies Probable-
mente el pino de la región
más fácilmente identifica-
ble, gracias a su corteza
superior asalmonada, y sus
pequeñas acículas y piñas.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Muy
extendido por la Eurasia
más septentrional, tanto de
manera natural, como por
importantes repoblaciones.
De hecho, probablemente
sea la especie de pino más
ampliamente distribuida del
mundo. En España aparece
en todos los grandes siste-
mas montañosos. Creci-
miento Bastante rápido,
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
PINO ALBAR (O PINO SILVESTRE)
Pinus sylvestris
Árbol adulto
Hojas
Cortezas de la parte alta y baja
del tronco
Piñas
15
Uno de los pinos albares que se
pueden observar en las Pisci-
nas Municipales,
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 19
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
inventario, el pino al-
bar es muy represen-
tativo del acervo
ecológico y cultural
de la comarca de Gua-
darrama, por lo que su presencia es siempre
de agradecer.
Así, es oportuno re-
cordar que el pino de
San Roque o pino Soli-
tario, que crece en las
faldas de la Peñota y
es el emblema del
municipio de Los Moli-
nos (como atestigua el escudo oficial), perte-
nece a esta especie.
Ya tricentenario y de
camino de los 30 m de
altura, es sin duda uno
De los 19 ejemplares
contabilizados, 16 se
localizan en las pisci-
nas municipales, don-
de pueden distinguir-
se fácilmente del resto de pinos presentes,
resineros y piñoneros
(Pinus pinaster y Pinus
pinea, respectivamen-
te), y aún más fácil-
mente de cedros
(Cedrus sp.) y pinsa-
pos (Abies pinsapo).
Todos ellos se en-
cuentran en buen es-
tado de conservación,
y algunos ya comien-
zan a tener unas di-mensiones relevantes,
por encima de los 10
metros.
Los otros tres se hallan
en las calles Calvario
y Molineras y en la
avenida de la Consti-
tución.
A pesar de su escasa
representación en el
6; 32%
4; 21%
9; 47%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
2
4
6
8
10
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
6; 32%
4; 21%
9; 47%
de los más impresio-
nantes de toda la Sie-
rra de Guadarrama.
16
Originario de la cordillera africana que indica su nombre, los populares cedros del Líbano se
hallan muy estrechamente emparentados con él.
identificar el cedro ante el
que nos encontramos. Apar-
te de esto, ninguna otra
especie de conífera (salvo
los alerces, Larix sp.) tiene
ramilletes de acículas seme-
jantes.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Como
indica su nombre, del entor-
no de esa cordillera nortea-
fricana. Crecimiento Muy
longevos, hasta superar los
800 años. Preferencias
ambientales Preferente-
mente los ambientes que
recuerden a su clima monta-
no nativo (frescos, de suelos
poco húmedos), pero tras
infinidad de generaciones
cultivándolo, existen varie-
dades adaptadas a todo tipo
de condiciones.
MANEJO
Utilidades La madera es de
muy buena calidad (densa,
duradera, aromática), por lo
que es muy empleada en
construcción y carpintería
de calidad. También tiene
aplicaciones en medicina y
perfumería. Ornamental-
mente, todos los cedros son
apreciadísimos, y siempre
abundan en avenidas y
jardines urbanos. Cuidados
Es de fácil reproducción por
semilla o injertos. Cultiva-
res comunes Se comerciali-
zan multitud de variedades
e híbridos de todas las es-
pecies de cedros.
OBSERVACIONES
Se dice que los cedros son
los árboles más citados en
la Biblia, lo que da una idea
de su antigua e intensa vin-
culación con los seres
humanos.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de más de 25
m., superando los 40 en
condiciones adecuadas. con
una copa inicialmente cóni-
ca, pero más irregular y
abovedada con la edad. Su
aspecto general es bastante
abierto y muy estratificado.
Tronco y ramas principa-
les Tronco muy derecho y
robusto con fuertes ramas
principales, ascendentes u
horizontales, pero raramen-
te caídas, por lo que a me-
nudo parecen distribuidas a
modo de pisos. Corteza
Cenicienta y lisa al princi-
pio, con la edad se va oscu-
reciendo y agrietando. Ra-
millas Derechas (no col-
gantes como en el cedro del
Himalaya, Cedrus deodara),
incluso las más largas.
Hojas Acículas reunidas en
densos ramilletes (aunque
en los extremos de las rami-
llas también aparecen ací-
culas sueltas), que no super-
an los 3 cm de long., rígidas
y punzantes. Son de color
verde azulado. Yemas in-
vernantes Muy pequeñas.
Inflorescencias Pequeños
conos erguidos otoñales.
Los masculinos son pardo
amarillentos, y los femeni-
nos verde violáceos, apare-
ciendo preferentemente en
la mitad superior de la co-
pa. Piñas Muy lisas y con
forma de tonel, de 5-8 cm
de long., a menudo con una
depresión, como un peque-
ño ombligo, en su extremo
superior; se disponen erec-
tas sobre las ramas. A medi-
da que se abren para libe-
rar las semillas, se van des-
haciendo sobre las ramas.
Confusiones con otras
especies Idealmente, las
acículas de los cedros del
Himalaya (Cedrus deodara)
serían claramente más lar-
gas y claras, mientras que
los cedros del Líbano
(Cedrus libani, más escasos)
presentarían caracteres
intermedios. Pero en la
práctica, la enorme diversi-
dad de cultivares e híbridos
existentes, hacen que casi
siempre sea sumamente
difícil, si no imposible,
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
CEDRO DEL ATLAS
Cedrus atlantica
Árbol adulto cultivado
Hojas
Piña
Inflorescencias masculinas
Corteza de árbol adulto
17
Los dos árboles más grandes del
inventario de Los Molinos: los
cedros gemelos (el segundo no
se aprecia bien tras el primero)
de la calle Miguel Menéndez
Boneta.
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 228
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 6%
En Los Molinos... Menéndez Boneta muestran
rasgos generales bastante
más cercanos al cedro del
Atlas que al del Himalaya:
ramas principales recurva-
das hacia arriba, las secun-
darias poco péndulas, hojas
de menos de 4 cm...
Así, estos dos gigantes
hacen honor al titán de su
nombre (en la mitología
griega, Atlas tenía la tarea
de cargar sobre sus hom-
bros los pilares de la Tie-
rra), y su enorme altura la
soportan sendos troncos de
casi tres metros de circunfe-
rencia.
Algunos de los ejemplares
más inequívocamente clasi-
ficables como cedros del
Atlas se encuentran en el
parque de Las Especies.
Los cedros constituyen el
6% de todos los árboles
inventariados en Los Moli-
nos. Como se aprecia en la
gráfica de su repartición
por alturas, predominan los
ejemplares de tallas me-
dias, aunque los excepcio-
nalmente maduros son más
frecuentes que los juveniles
plantados muy reciente-
mente.
Así, en Los Molinos es posi-
ble observar bastantes ce-
dros ya espectacularmente
grandes, incluyendo los dos
que comparten el récord
absoluto de altura de todo
el inventario municipal: 22
metros.
Como ya se ha explicado,
aunque únicamente existen
dos especies principales de
cedro en todo el mundo, el
del Himalaya (Cedrus deo-
dara), y el del Atlas (C.
atlantica; pues el del Líbano,
C. libani y el de Chipre, C.
brevifolia, se consideran a
menudo subespecies del del
Atlas), ambas están muy
cercanamente emparenta-
das, y desde hace mucho
tiempo se comercializan
multitud de variedades e
híbridos de jardinería. Por
ello, es posible encontrar
ejemplares con casi cual-
quier combinación posible
de los rasgos más identifica-
tivos, y muy raramente se
pueden asignar con certeza
a una u otra especie.
No obstante, los dos cedros
gemelos de la calle Miguel
1; 0%5; 2%
133; 58%
62; 27%
25; 11%
2; 1%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
20
40
60
80
100
120
140
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 0%5; 2%
133; 58%
62; 27%
25; 11%
2; 1%
Se incluyen todos los ejemplares pertenecientes al género Cedrus
Ejemplar del parque de Las
Especies
18
Sin duda uno de los árboles más majestuosos de cualquier jardín, sus abundantes variedades
se han adaptado perfectamente a vivir por debajo de sus 2.000-3.000 m de altitud naturales.
den a su clima montano
nativo (frescos, de suelos
poco húmedos), pero tras
infinidad de generaciones
cultivándolo, existen varie-
dades adaptadas a todo tipo
de condiciones.
MANEJO
Utilidades La madera es de
muy buena calidad (densa,
duradera, aromática), por lo
que es muy empleada en
construcción y carpintería
de calidad. También tiene
aplicaciones en medicina y
perfumería. Ornamental-
mente, todos los cedros son
apreciadísimos, y siempre
abundan en avenidas y
jardines urbanos. Cuidados
Es de fácil reproducción por
semilla o injertos. Cultiva-
res comunes Se comerciali-
zan multitud de variedades
e híbridos de todas las es-
pecies de cedros, con todo
tipo de ramajes (más o me-
nos péndulos, erectos, eri-
zados...), follajes (verdes,
azulados, casi negros...), y
portes muy abierto, colum-
nar, enano…).
OBSERVACIONES
Se dice que los cedros son
los árboles más citados en
la Biblia, lo que da una idea
de su antigua e intensa vin-
culación con los seres
humanos.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol que supera con
facilidad los 30 m., pudien-
do llegar a 60 en condicio-
nes adecuadas. con una
copa siempre netamente
cónica, aunque con la edad
la guía terminal a menudo
se recorta o dobla, dándo-
les un aspecto algo aparaso-
lado. Por tener un ramaje
algo colgante y acículas
largas, le hace aparentar un
follaje más denso y menos
estratificado que el del ce-
dro del Atlas (Cedrus atlán-
tica). Tronco y ramas prin-
cipales Tronco muy dere-
cho y robusto del que pron-
to surgen pesadas ramas
principales, horizontales o
algo caídas (este último
rasgo más evidente en ra-
mas de segundo o tercer
orden). Corteza Cenicienta
y lisa al principio, con la
edad verdea muy ligera-
mente, y se va agrietando.
Ramillas Colgantes, sobre
todo las más largas. Hojas
Acículas reunidas en densos
ramilletes (aunque en los
extremos de las ramillas
también aparecen acículas
sueltas), que tienden a su-
perar los 4 cm de long. y
flexibles (a diferencia de las
rígidas acículas del cedro
del Atlas, que pinchan al
apretarlas). Son de color
verde brillante, en general
mucho más claras que otros
cedros, pero también se
cultivan formas de follaje
muy glauco. Yemas inver-
nantes Muy pequeñas,
ocultas por los brillantes
brotes verdes. Inflorescen-
cias Otoñales. Piñas Muy
lisas y con forma de tonel,
de 7-12 cm de long., se
disponen erectas sobre las
ramas. A medida que se
abren para liberar las semi-
llas, se van deshaciendo
sobre las ramas. Confusio-
nes con otras especies
Idealmente, los cedros del
Atlas tendrían acículas cla-
ramente más cortas, pun-
zantes y azuladas, mientras
que los cedros del Líbano
(Cedrus libani, más escasos)
presentarían caracteres
intermedios. Pero en la
práctica, la enorme diversi-
dad de cultivares e híbridos
existentes, hacen que casi
siempre sea sumamente
difícil, si no imposible,
identificar el cedro ante el
que nos encontramos. Apar-
te de esto, ninguna otra
especie de conífera tiene
ramilletes de acículas seme-
jantes (salvo los alerces,
género Larix, que se carac-
terizan por ser una de las
pocas coníferas que pier-
den sus hojas durante el
invierno).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Como
indica su nombre, del entor-
no de esa cordillera. Creci-
miento Muy longevos, pu-
diendo alcanzar los 600
años. Preferencias am-
bientales Preferentemente
los ambientes que recuer-
Características
Fam. PINÁCEAS CONÍFERAS
CEDRO DEL HIMALAYA (O CEDRO LLORÓN)
Cedrus deodara
Bosque natural
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Brotes
Piñas
19
Los grandes cedros del parque
de Rodríguez Padilla tienen
rasgos muy propios de C.
deodara, especie a la que
probablemente pertenecen.
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 228
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 6%
En Los Molinos...
asegurar la especie a la
que pertenecen los ce-
dros, debido a la enorme
variabilidad morfológica
que se ha generado tras
multitud de hibridaciones
artificiales.
No obstante, algunos
ejemplares muestran ras-
gos que son más clara-
mente asumibles como
una de las dos especies
naturales principales.
Respecto a los Ejemplares
de los Molinos, en princi-
pio predominan los ejem-
plares del tipo del Hima-
laya. Así, algunos de los
ejemplares más inequívo-
camente clasificables
como cedros del Himala-
ya se encuentran en el la
calle Calvario, o en el
parque de Rodríguez Pa-
Los cedros constituyen el
6% de todos los árboles
inventariados en Los Moli-
nos. Como se aprecia en
la gráfica de su reparti-
ción por alturas, predomi-
nan los ejemplares de
tallas medias, aunque los
excepcionalmente madu-
ros son más frecuentes
que los juveniles planta-
dos muy recientemente.
Así, en Los Molinos es
posible observar bastan-
tes cedros ya espectacu-
larmente grandes, inclu-
yendo los dos que com-
parten el récord absoluto
de altura de todo el inven-
tario municipal: 22 me-
tros.
Como ya se ha explicado,
resulta muy complicado
1; 0%5; 2%
133; 58%
62; 27%
25; 11%
2; 1%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
20
40
60
80
100
120
140
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 0%5; 2%
133; 58%
62; 27%
25; 11%
2; 1%
Se incluyen todos los ejemplares pertenecientes al género Cedrus
dilla, estos últimos de
grandes dimensiones y en
muy buen estado de con-
servación.
También es posible com-
pararlos directamente con
congéneres del tipo del
Atlas, en el parque de las
Especies, así como con
variantes intermedias.
Ejemplares en el parque de Las
Cigüeñas
20
Una especie cada vez más común en jardines y avenidas, de gran interés por su originalidad
entre el grupo de las coníferas.
ya maduras y leñosas toman
un bonito tono marrón cla-
ro. Confusiones con otras
especies Pueden confundir-
se con otras coníferas de
ramillos aplanados, como
las tuyas (género Thuja) o
los falsos cipreses (género
Chamaecyparis), aunque las
piñas, a menudo muy abun-
dantes, sirven para distin-
guirlos fácilmente a todos
estos grupos entre sí.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Proce-
de de las montañas al oeste
de Norteamérica. Creci-
miento Inicialmente muy
rápido, pudiendo alcanzar
los 400 años. Preferencias
ambientales Bastante resis-
tente tanto a las heladas
fuertes como a cierta seque-
dad, crece mejor cuanto
más típicamente montano es
el clima.
MANEJO
Utilidades La madera, que
tiene la particularidad de no
astillarse fácilmente se uso
por ello en ebanistería o
marquetería. Ornamental-
mente es una especie cada
vez más habitual debido a
su rápido crecimiento y
resistencia. Cuidados Es de
fácil reproducción por se-
milla o injertos, y crece
fácilmente sin cuidados
particulares (mejor en semi-
sombra). Cultivares comu-
nes Los viveros comerciali-
zan sobre todo variedades,
de follaje total o parcial-
mente dorado, y de porte
arbustivo o incluso rastrero.
OBSERVACIONES
Otro de sus nombres vulga-
res, cedro de incienso, alu-
de a que su corteza es
aromática al quemarse.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol que en condi-
ciones óptimas alcanza los
45 m, con una copa colum-
nar o cónica, bastante densa
inicialmente, pero aclarán-
dose con la edad. Tronco y
ramas principales Tronco
muy derecho y ramas cor-
tas y predominantemente
ascendentes. Corteza De
color marrón rojizo, esca-
mosa en árboles jóvenes,
pero luego muy fibrosa,
formando tiras y grietas
longitudinales. Ramillas
Dispuestas en planos muy
marcados (como en dos
únicas dimensiones, se
suele decir), inicialmente
de color verde oscuro, pero
ocres con la edad. Hojas
Escamiformes, de color
verde mate; mucho más
largas que anchas, rasgo
muy diagnóstico de la espe-
cie (junto con las piñas), y
adpresas a las ramillas salvo
en el ápice; al frotarse des-
prenden un olor que re-
cuerda al betún. Inflores-
cencias Primaverales. Co-
nos muy pequeños situados
en el extremo de las rami-
llas, las masculinas amari-
llas y las femeninas rojas.
Piñas Alargadas, de 2-3 cm
de longitud, y muy peculia-
res: están formadas por 3
pares de escamas: las exter-
nas, comparativamente muy
pequeñas, las intermedias
con unos piquillos puntiagu-
dos en sus extremos, y las
más internas soldadas entre
sí conformando un especie
de tabique en el que se
apoyan las semillas. Como
regla nemotécnica, recuer-
dan un pequeño tulipán.
Inicialmente son de color
verde claro y brillante, lue-
go amarillean, y finalmente,
Características
Fam. CUPRESÁCEAS CONÍFERAS
LIBOCEDRO (O CEDRO BLANCO DE CALIFORNIA)
Calocedrus decurrens
Árbol adulto silvestre
Ramillas y detalle de las hojas
Corteza de ejemplar adulto
Inflorescencias
Piñas
21
El ejemplar de la Glorieta frente
al parque de Garrido Lestache
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 4
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
soporta el estío serrano
bastante mejor que
otras coníferas exóti-
cas), al ser una especie
de rápido crecimiento
inicial, estos árboles
serán llamativos inte-
grantes del grupo de las
coníferas en el viario
público.
En este sentido, por su
relativa rareza, tiene el
interés para los vecinos
interesados de su pecu-
liar ramaje y originales
piñas, muy diferentes a
los del resto de conífe-
ras.
El inventario sólo cuenta
con cuatro ejemplares
de esta especie, que en
los últimos años se culti-
va cada vez más en pue-
blos y ciudades de Es-
paña.
Uno de ellos, el de ma-
yor talla aun teniendo
apenas 5 metros, se lo-
caliza en la glorieta que
hay frente al parque
Garrido Lestache, justo
antes de llegar al cole-
gio subiendo por la ca-
lle Calvario. Los otros
tres, que apenas levan-
tan 1 ó 2 metros del sue-
lo, se hallan todos muy
juntos en un parterre
elevado (y muy diverso
en especies) al comien-
zo de la avenida Cañada
Real.
A pesar de su juventud
(un periodo crítico en la
supervivencia de cual-
quier árbol urbano),
todos parecen encon-
trarse en un buen esta-
do de salud.
De seguir así (y en ge-
neral las condiciones
ambientales de Los Mo-
linos le favorecen, te-
niendo en cuenta que
3; 75%
1; 25%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
1
2
3
4
5
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
3; 75%
1; 25%
22
Una conífera atípica en cuanto a su preferencia por ambientes secos y cálidos, que en algunas
de sus áreas de procedencia (China, Mongolia) se vincula con los cultos funerarios.
vamente) no tienen las ra-
millas en planos tan vertica-
les, ni las piñas tan grandes
y ganchudas. Y lo mismo se
aplica a otras coníferas de
ramillos aplanados, como
los falsos cipreses (género
Chamaecyparis) o los libo-
cedros (Calocedrus).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Proce-
de del centro y este de Asia
(desde Irán hasta Mongo-
lia). Crecimiento Muy len-
to, y muy longeva (600 años
o más). Preferencias am-
bientales En sus áreas nati-
vas es más frecuente en
climas secos y de tempera-
turas templadas, aunque
soporta el frío.
MANEJO
Utilidades La madera no
tiene mucho valor comer-
cial. Ornamentalmente es
muy empleada para la for-
mación de setos y barreras,
debido a su rápido creci-
miento y resistencia a las
podas. Cuidados Es de fácil
reproducción por semilla,
injertos o estacas, y crece
fácilmente sin cuidados
particulares. No obstante,
no soporta el encharca-
miento del suelo. Cultiva-
res comunes Los viveros
comercializan muchas va-
riedades, según su porte o
la coloración y densidad del
follaje.
OBSERVACIONES
A pesar de que una de sus
denominaciones comunes
es la de árbol de la vida,
durante un tiempo su made-
ra fue muy utilizada para la
fabricación de... ataúdes.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 10-15
m. (aunque muy frecuente-
mente mantenida en forma
arbustiva), con una copa
muy cónica y densa durante
sus primeros años, pero que
con la edad se va aclarando
mucho, tomando un porte
muy desgarbado, de copa
abierta y muy laxa. Tronco
y ramas principales Tron-
co muy derecho, no espe-
cialmente grueso. Las ramas
principales surgen desde
muy abajo del tronco, muy
verticalmente y bastante
sinuosas. Corteza Marrón
rojiza y fina, con un fino
entramado de grietas y
crestas que se desprenden
en delgadas tiras. Ramillas
Dispuestas en planos verti-
cales muy marcados, sobre
todo en los ejemplares jóve-
nes, lo que las hace muy
fácilmente reconocibles.
Hojas Escamiformes, fuer-
temente adpresas a las ra-
millas, salvo en su punta,
muy aguda. Son de color
verde mate de distinta in-
tensidad según las varieda-
des, pero con la particulari-
dad de que en invierno se
tintan de tonos broncíneos
durante las semanas más
frías. Son algo olorosas al
frote, pero no tanto como
otras especies de la familia.
Brotes Muy finos y de tonos
verdes apagados. Inflores-
cencias Primaverales. Las
masculinas muy pequeñas
(menos de 0,5 cm) y amari-
llentas; las femeninas algo
mayores y verdosas. Piñas
Esféricas u ovales, de 2-3
cm, con 6-8 escamas, las
más grandes con un notable
garfio en su centro. Inicial-
mente verdosas y pruino-
sas, una vez maduran son
pardo rojizas y brillantes.
Confusiones con otras
especies Otras tuyas menos
frecuentes (la gigante o la
de Canadá, Thuja plicata y
Thuja occidentalis, respecti-
Características
Fam. CUPRESÁCEAS CONÍFERAS
TUYA ORIENTAL (O BIOTA, ÁRBOL DE LA VIDA)
Thuja orientalis
Árbol adulto cultivado
Ramillas y detalle de las hojas
Corteza de ejemplar adulto
Piñas
23
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 49
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 1%
En Los Molinos...
23; 47%
13; 27%
3; 6%
10; 20%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
25
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
23; 47%
13; 27%
3; 6%
10; 20%
(Izda.) Una de
las muchas
pequeñas tuyas
que salpican
los parterres
municipales...
La tuya oriental cuenta
con 49 ejemplares
inventariados.
En su forma arbórea, plenamente desarro-
llados, no hay muchos
pies, destacando so-
bre todo los que flan-
quean la ermita en el
parque de Rodríguez
Padilla, de unos 7 m.
Es interesante compa-
rar su porte desgarba-
do con el de los mu-
chos pies jóvenes
plantados aquí y allá,
mucho más densos,
con su peculiar ramaje
como tableteado verti-calmente, en dos di-
mensiones.
En general se repar-
ten entre el centro del
pueblo y las urbaniza-
ciones del norte. Va-
rios de los ejemplares
de menor tamaño
están plantados en
jardineras, o como
acompañantes de
otras especies de ma-
yor talla, por lo que es muy previsible que
estén destinados a
mantener su porte ar-
bustivo.
Todas ellas aparentan
un buen estado de
salud.
(Dcha.)… Y
una de las de
mayor tamaño,
junto a la ermi-
ta de San José.
24
Asociado a multitud de símbolos y leyendas, su inconfundible silueta acompaña al hombre
desde tiempos bíblicos, en gran parte debido a su casi indestructible madera y su proverbial
longevidad.
templados, soporta mucho
mejor el calor y la seque-
dad que el frío y la hume-
dad.
MANEJO
Utilidades La madera, den-
sa, aromática y casi impu-
trescible e incombustible,
es muy valorada en carpin-
tería y construcción. Su
elegante y sobrio porte lo
convierten en una especie
emblemática de jardines y,
sobre todo, de cementerios.
Cuidados Se cultiva por
semilla, pero no crece fácil-
mente si se le cambia de
lugar. Aunque soporta muy
bien la poda de las ramas
exteriores, los cortes que
afecten al tronco, casi nunca
rebrotan. Cultivares comu-
nes Los viveros comerciali-
zan muchas variedades de
rasgos atípicos, tanto por el
follaje (dorado, glauco,
etc.), como por el porte
(rastrero, péndulo, etc.).
OBSERVACIONES
La gran resistencia de su
madera a la humedad le han
valido multitud de leyendas,
entre las que destaca el que
Noé construyera su enorme
arca con cipreses para ca-
pear el Diluvio Universal.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol que puede
alcanzar fácilmente los 20 m
(en condiciones idóneas
hasta 40), con una copa
inconfundiblemente colum-
nar y muy ahusada y bastan-
te densa, en su variedad
más habitual. No obstante,
más discretamente también
se dan otras formas con la
copa más globosa, e incluso
muy abierta y retorcida.
Tronco y ramas principa-
les Tronco muy derecho y
cilíndrico, con muchas ra-
mas principales cortas y
predominantemente ascen-
dentes (en su forma colum-
nar, más habitual), que pue-
den surgir desde muy aba-
jo, sobre todo en ejempla-
res jóvenes. Corteza De
color gris oscuro, fina y muy
fibrosa, con largas hendidu-
ras verticales, pero que no
se desprende fácilmente.
Ramillas Muy finas, de
color verde oscuro mate.
Tienen una sección más o
menos cuadrangular. Hojas
Escamiformes, de color
verde mate muy sombrío;
son muy pequeñas y romas
(menos de 1 cm), fuerte-
mente adpresas a las rami-
llas, a las que cubren com-
pletamente; las glándulas
resinosas características de
la familia, en el ciprés
común faltan o son muy
poco destacadas (por lo que
al frotarse las hojas despi-
den un olor menos intenso
que en otras especies em-
parentadas). Brotes Dimi-
nutos y poco distinguibles
del resto de las hojas. Inflo-
rescencias Entre finales de
invierno y primavera. Muy
pequeñas (menos de 1 cm),
las masculinas son pardo
amarillentas y las femeninas
verdosas. Piñas Esféricas o
algo ovoides, de 2-4 cm,
inicialmente son verdes,
pero al madurar se vuelven
pardo grisáceas y muy lus-
trosas; están formadas por 8
-14 escamas poligonales,
poco o nada picudas. Aun-
que maduran en un par de
años, pueden permanecer
años sin abrirse. Confusio-
nes con otras especies De
entre las especies comunes,
los más parecidos son el
c i p r é s d e A r i z o n a
(Cupressus glabra), de cor-
teza muy distinta, y el de
Monterrey (Cupressus ma-
crocarpa), de hojas más
gruesas, habitualmente en
variedades de tonos amari-
llentos, y de característico
olor a limón al frotarlas.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Algo
incierta por lo antiquísimo
de su cultivo, pero bastante
probablemente de Asia
Menor y/o el Mediterráneo
oriental. Crecimiento Ini-
cialmente muy rápido, pero
más lento una vez alcanzada
la plena madurez, pudiendo
alcanzar los 2.000 años de
vida. Preferencias am-
bientales Típica de climas
Características
Fam. CUPRESÁCEAS CONÍFERAS
CIPRÉS COMUN
Cupressus sempervirens
Árbol adulto cultivado
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Ramas (desde la base)
Piñas
25
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 43
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 1%
En Los Molinos...
1; 2%
17; 40%
19; 44%
6; 14%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
25
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 2%
17; 40%
19; 44%
6; 14%
En inventario municipal
cuenta con 43 ejemplares
contabilizados. Cierta-
mente no es un número
muy alto, si se tiene en
cuenta lo popular que es
esta especie como orna-
mental desde tiempo in-
memorial.
Los más destacados, con
unos 12 m de altura, se
localizan en el patio de la
Escuela de Música. Allí,
alineados en dos filas y en
un espacio muy abierto,
es perfectamente aprecia-
ble la elegancia que ca-
racteriza a esta especie
cuando alcanza la madu-
rez. A falta de datos más
precisos, en fotos aéreas
de la zona de los años 60
ya se adivina su presen-
cia, por lo que como míni-
mo, ya superan el medio
centenar de años.
En el Parque de Rodríguez
Padilla, también hay va-
rios ejemplares de buena
talla, cuyo sobrio porte
parece particularmente
adecuado como acompa-
ñantes de la robusta ermi-
ta (a la que rodean).
La mayoría del resto de
ejemplares, aún de bas-
tante menor talla, se loca-
lizan en las calles Moline-
ras y del Chopo, de las
urbanizaciones más al
norte de la ciudad .
En general se encuentran
en un buen estado de con-
servación, aunque a algu-
no de ellos se le puede
achacar una excesiva cer-
canía a una fachada o un
ángulo de inclinación ma-
yor del deseable.
(Dcha.) Algunos de los
presentes junto a la
ermita de San José.
(Izda.) Los seis grandes
cipreses comunes que
flanquean la entrada al
edificio principal de la
Escuela de Música.
26
A pesar de su enorme popularidad como seto separador y arbusto ornamental, se suele
desconocer las enormes dimensiones que puede alcanzar cuando se desarrolla plenamente.
rens y Cupressus macrocar-
pa, respectivamente).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Como
indica su nombre, principal-
mente de Arizona, aunque
también de otros estados
del suroeste de Norteaméri-
ca. No obstante, es muy
empleada para realizar
repoblaciones artificiales
extensivas. Crecimiento
Inicialmente muy rápido,
pudiendo alcanzar los 200
años. Preferencias am-
bientales Es de una gran
rusticidad, siendo capaz de
prosperar en ambientes
muy diversos siempre que
no sean demasiado húme-
dos.
MANEJO
Utilidades La madera, blan-
da y ligera, no tiene mucho
valor comercial. Ornamen-
talmente es la especie por
excelencia para la forma-
ción de setos y barreras,
debido a su rápido creci-
miento y resistencia a las
podas. Cuidados Es de fácil
reproducción por semilla, y
crece fácilmente sin cuida-
dos particulares. Cultiva-
res comunes Los viveros
comercializan muchas va-
riedades, con distinta colo-
ración y densidad del folla-
je.
OBSERVACIONES
Su polen es uno de los que
más alergia producen a
muchas personas.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 20 m.
de altura con una copa más
o menos cónica, que aunque
inicialmente es densísima,
con la edad se va aclarando
notablemente. Tronco y
ramas principales En
ejemplares añosos, dere-
chos y robustos troncos, a
menudo dobles, y ramas
principales más bien esca-
sas y extendidas. Corteza
Muy característica: se des-
prende en delgadas placas
y láminas papiráceas más o
menos poligonales, resul-
tando un llamativo mosaico
de tonos ocres, verdes y
grises. En función de este
grado de exfoliación
(dependiente de la edad y
variedades de cultivo), las
cortezas que se pueden
observar van desde las muy
lisas, hasta las extremada-
mente ásperas y fibrosas.
Ramillas De color pardo
rojizo nudosas y ásperas.
Hojas Escamiformes, muy
adpresas salvo en el ápice,
agudo y saliente. Son de
color verde oscuro, pero
aparentan ser gris azuladas
debido a la presencia de
pequeñas glándulas de
resina, muy olorosas al fro-
tarse. Inflorescencias Apa-
recen desde mediados del
invierno hasta principios de
primavera. Son pequeños
conos escamosos dispues-
tos al final de las ramillas,
los masculinos de color
amarillo, verdosos los
femeninos. Piñas Esféricas
u ovales, de 2-3 cm, con 6-
10 escamas con un pequeño
pico central. Inicialmente
blanco-azuladas, pasando a
ser verde-grisáceas una vez
maduran (cada dos años).
Tras liberar las semillas
pueden persistir secas du-
rante muchísimo tiempo en
el árbol. Confusiones con
otras especies Aunque
mucho menos frecuente,
existe una especie muy
similar (para muchos auto-
res, en realidad una subes-
pecie), Cupressus arizonica,
que básicamente sólo se
distingue claramente por
tener una corteza fibrosa
que no se descama y menos
coloreada (muy similar, por
ejemplo a la de otros
congéneres, como los ci-
preses común y de Monte-
rrey Cupressus sempervi-
Características
Fam. CUPRESÁCEAS CONÍFERAS
CIPRÉS DE ARIZONA (O ARIZÓNICA)
Cupressus glabra
Árboles adultos en su hábitat
natural
Ramilla
Cortezas de ejemplares adultos
Inflorescencias
Piñas
27
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 82
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
2; 3%
6; 8% 5; 7%
48; 68%
10; 14%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
2; 3%
6; 8% 5; 7%
48; 68%
10; 14%
Sólo se representan los 71 ejemplares no podados en el mo-
mento de realizar el inventario.
El inventario municipal
cuenta con 82 ejempla-
res de esta especie.
La mayoría de ellos, y
sin duda también los
más impresionantes, se
localizan en las calles de
la urbanización Montepi-
nar. Forman parte de
varias alineaciones mix-
tas con pinos piñoneros
y resineros (Pinus pinea
y Pinus pinaster, respec-
tivamente) y con pláta-
nos (Platanus x hispani-
ca). Algunos de estos
cipreses de Arizona no
sólo superan holgada-
mente los 10 metros,
sino que en promedio el
conjunto de los allí plan-
tados ronda los 7-8 me-
tros.
Esto es significativo, si
tenemos en cuenta que
la visión más habitual de
las sufridas arizónicas
consiste en los apreta-
dos y permanentemente
tijereteados setos, de
uno o dos metros de
alto, con los que se ro-
Una de las grandes arizónicas
de la urbanización Montepinar.
dea todo chalet que se
pretenda aislar mínima-
mente.
Así, se da la paradoja
de que estos grandes
ejemplares permiten
observar a una especie
tremendamente familiar
en un excepcional gra-
do de desarrollo (el
natural por otra parte).
Aparte de esto, salvo un
par de ejemplares bien
desarrollados en otros
puntos del pueblo
(calles Calvario, y Re-
al), lo que se observa
son los habituales pies
aislados de 1-2 metros,
y sometidos a poda or-
namental.
En su mayoría se en-
cuentran en muy buen
estado de conservación.
28
Originaria de California, a esta especie pertenecen algunos de los árboles más altos (hasta 100
m) y longevos (3.500 años) del planeta.
Distribución nativa De
forma natural ocupa sólo
unos pocos y valles califor-
nianos. Crecimiento Uno
de los pocos seres vivos
literalmente milenarios. No
obstante, mientras es joven
crece bastante rápidamen-
te. Preferencias ambienta-
les Requiere ambientes
húmedos y frescos, toleran-
do las heladas pero no las
sequías. Las raíces se ex-
tienden en un radio enorme
para cubrir sus demandas
hídricas, aunque no muy
profundamente.
MANEJO
Utilidades Afortunadamen-
te para su conservación, su
madera no es de muy buena
calidad, por lo que su uso
predominante es el pura-
mente ornamental. Cuida-
dos Se la cultiva mediante
semillas o estacas. Cultiva-
res comunes No se comer-
cializan variedades particu-
lares.
OBSERVACIONES
Cuando los primeros explo-
radores europeos descri-
bieron sus dimensiones por
primera vez no fueron creí-
dos. Si bien hay alguna otra
especie similarmente alta y
longeva, ninguna es tan
grande en términos de volu-
men de madera.
IDENTIFICACIÓN
Porte En condiciones natu-
rales, con sus 100 m de
altura, es una de las espe-
cies más altas del planeta.
De joven presenta aspecto
de cono, con ramaje muy
denso y algo caído (las ra-
mas más bajas pueden des-
cansar en el suelo); pero a
medida que madura la copa
va tomando una forma más
irregular, y va perdiendo
las ramas inferiores. Tronco
y ramas principales Fuste
principal (a veces doble),
muy grueso y extremada-
mente derecho, que con la
edad incrementa mucho su
diámetro sobre todo en la
base, confiriéndole un ca-
racterístico aspecto (como
aflautado, se suele decir).
Las ramas principales nunca
de desarrollan en mucha
longitud, y en árboles cen-
tenarios son además relati-
vamente pocas, para un
árbol tan enorme. Corteza
De tonos rojizos, es muy
gruesa y agrietada, pero
esponjosa, desprendiéndo-
se fácilmente en largas tiras
fibrosas. Ramillas Finas y
algo recurvadas, cubiertas
por las hojas completamen-
te. Yemas Diminutas, y
cubiertas por las hojas.
Hojas Muy pequeñas (5-8
mm de long.) y puntiagu-
das, en forma de lezna
(progresivamente más agu-
das desde la base hacia la
punta, que acaba muy agu-
damente), dispuestas apre-
tadamente alrededor de las
ramillas, pero con la punta
libre; son de color verde
oscuro y desprenden un
olor algo anisado al frotar-
las. Inflorescencias Peque-
ñas (0,5-1 cm), amarillas,
situadas al final de las rami-
llas. Piñas Solitarias, col-
gantes (con un corto pedún-
culo) y llamativamente pe-
queñas (4-8 cm), con 15-20
escamas leñosas con una
pequeña punta caediza en
su centro. Se forman en el
extremo de las ramillas, y
tras dos años de madura-
ción y liberar las semillas,
pueden persistir sobre el
árbol durante varios años
más. Confusiones con
otras especies Las peculia-
res hojas aleznadas sólo las
presentan parecidas otras
especies de géneros orna-
mentales muy poco comu-
nes (Cryptomeria o cedros
japoneses; Araucaria o pi-
nos de pisos). Si a esto le
añadimos las enormes di-
mensiones que tienen los
ejemplares de secuoya
incluso con sólo unas dece-
nas de años, hacen muy
difícil confundirla.
ECOLOGÍA
Características
Fam. TAXODIÁCEAS CONÍFERAS
SECUOYA GIGANTE
Sequoiadendron giganteum
Árbol adulto silvestre
Hojas
Inflorescencia
Corteza de árbol adulto
Piñas
29
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 1
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
La única secuoya gigante del inventario
público municipal, con detalle de su tron-
co, y de una gran cavidad que atraviesa
toda su corteza.
El inventario municipal
únicamente cuenta con un
ejemplar de secuoya gi-
gante (si bien se pueden
observar unos pocos más
en jardines privados). Se
localizan en la confluencia
entre la avenida de la
Constitución y la calle real,
en un vértice de un peque-
ño parque ajardinado. Ape-
nas tiene 30 años, y sólo
mide unos 7 metros de
altura y metro y medio de
circunferencia: una minia-
tura aún, para las descomu-
nales dimensiones que esta
especie puede alcanzar.
Desgraciadamente presen-
ta una gran abertura en la
corteza que deja al descu-
bierto parte de la madera,
aunque no se aprecian
exudaciones o manchas
que evidencien el inicio de
males mayores. Con suer-
te, la herida se podría ce-
rrar sin mayores conse-
cuencias.
Aparte de esto no se apre-
cia ninguna otra lesión
evidente, como ramas par-
cialmente secas, que pu-
dieran deberse a que no
satisface adecuadamente
sus enorme s requerimien-
tos hídricos.
Evidentemente, es un valio-
so miembro del inventario,
tanto por su singularidad
(uno de los mayores y más
longevos seres vivos de la
historia del planeta), como
por su estratégica ubica-
ción, pues según aumente
de tamaño constituirá una
atractiva referencia visual
para entrar al centro del
pueblo desde una de sus
vías principales.
1; 100%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
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CONÍFERAS
OTRAS ESPECIES
ABETO COMÚN Abies alba
Porte Árbol de hasta 30-40 m, de copa cónica o columnar. Corteza
Gris, con grietas someras y pequeñas vejigas resinosas. Ramillas
Pardas y finamente pilosas, con yemas terminales no resinosas.
Hojas Acículas aplanadas dispuestas más o menos en dos filas (3-4
cm), de color verde vivo, con bandas blancas en el envés. Piñas
Erguidas (10-20 cm) de color pardo anaranjado, con escamas grue-
sas y anchas entre las que sobresalen otras finas, curvas y dentadas.
En Los Molinos Únicamente hay 4 ejemplares inventariados, con
alturas entre 2 y 9 m.
PINO LARICIO Pinus nigra
Porte Árbol de hasta 30-40 m, de copa abovedada o irregular. Cor-
teza Gris oscura, con placas cenicientas (a veces espejuelos algo
brillantes) y grietas finas. Ramillas Ocres, con yemas terminales
resinosas. Hojas Acículas pareadas (10-15 cm), flexibles, de color
verde oscuro. Piñas Pequeñas (4-10 cm) de color marrón brillante,
con escamas algo picudas. En Los Molinos En el patio del Colegio
Público ‘Divino Maestro’ hay una veintena de ejemplares de buen
porte (8-10 m).
PINO DEL HIMALAYA Pinus wallichiana
Porte Árbol de hasta 40 m, mientras es joven muy cónico, más irre-
gular con la edad. Corteza Gris, relativamente lisa para ser un pino.
Ramillas Gris parduzco, con yemas terminales resinosas. Hojas
Acículas agrupadas de 5 en 5, de color verde claro, largas (10-20
cm) y muy finas y flexibles, colgantes. Piñas Grandes (15-25 cm) y
alargadas, de color marrón claro y muy recubiertas de resina. En
Los Molinos Al comienzo de la calle Calvario se pueden observar
sus dos únicos ejemplares, de unos 4 m de altura.
CIPRÉS DE MONTERREY Cupressus macrocarpa
Porte Idealmente hasta 30 m (aunque sea muy frecuente en formato
arbustivo), de copa con ramas muy erizadas y que nacen casi desde
la base. Corteza Rojiza, en un entramado vertical de fibras y grie-
tas. Ramillas Ocres, las más finas cubiertas por las hojas. Hojas
Escamosas, de color verde claro o amarillo, desprenden olor a
limón al frotarlas. Piñas Esféricas (20-30 cm), de color rojizo. En
Los Molinos Se han inventariado 22 ejemplares, en su mayoría
mantenidos con porte arbustivo (1-3 m), aunque también se puede
observar alguno mayor (5-8 m).
FALSO CIPRÉS DE LAWSON Chamaecyparis lawsoniana
Porte Árbol de hasta 40 m, con la copa muy cónica o columnar. Cor-
teza Gris, con anchas placas que se desprenden y grietas profun-
das. Ramillas Grises o verdosas, las más finas cubiertas por las
hojas. Se disponen en planos muy horizontales (como ordenados en
dos únicas dimensiones) Hojas Escamosas, de color verde, des-
prenden olor a perejil al frotarlas. Piñas Esféricas y muy pequeñas
(1 cm), de color gris. En Los Molinos Se han inventariado 13 ejem-
plares, en su mayoría mantenidos con porte arbustivo (1-3 m), aun-
que también se puede observar alguno mayor (5 m).
31
Más conocido por ser empleado para formar setos, por su gran resistencia a las podas, cuando
se le permite crecer es un arbolillo muy atractivo con una densa y redondeada copa.
como especie ornamental.
Crecimiento Poco longevo
(50-60 años), durante sus
primeros años crece rápida-
mente. Preferencias am-
bientales Es enormemente
adaptable, prosperando en
ambientes muy diversos
siempre que se mantengan
húmedos. Soporta muy bien
la contaminación urbana.
MANEJO
Utilidades Al ser una espe-
cie muy resistente y de hoja
perenne, en su forma arbus-
tiva se emplea muchísimo
para formar macizos y setos
en parterres y jardines; en
su forma arbórea adorna
parques y avenidas.
Además su atractiva flora-
ción dura bastante más que
la de otras especies urba-
nas. Cuidados Se le cultiva
por semilla e injertos, y
crece fácilmente siempre
que no se descuiden los
riegos estivales. Aguanta
muy bien las podas regula-
res. Cultivares comunes
Los viveros comercializan
multitud de variedades: con
portes atípicos, con hojas
variegadas, doradas, violá-
ceas, etc.
OBSERVACIONES
En China se cultiva desde la
remota antigüedad debido
a que es la planta nutricia
de un áfido (la familia de
insectos de los pulgones)
del que se obtenía cera.
IDENTIFICACIÓN
Porte Arbolillo normalmen-
te de 5-8 m (aunque excep-
cionalmente pueda llegar
hasta los 15 m). Tiene un
aspecto muy abovedado, de
copa densa y globoso cuan-
do es joven principalmente
por causa de las anchas
hojas: el ramaje, aunque
abundante, tiende a ser
muy abierto, por lo que en
los escasos ejemplares que
llegan a su máximo desarro-
llo la copa es más bien laxa.
Normalmente, se le mantie-
ne con porte arbustivo me-
diante podas recurrentes,
teniendo entonces una apa-
riencia muy densa y com-
pacta. Tronco y ramas
principales Tronco casi
siempre muy delgado en
relación a la altura total del
árbol, a menudo retorcido y
con varios fustes desde la
base. Las ramas principales
surgen verticalmente, a
menudo casi como meras
bifurcaciones del tronco.
Corteza Gris oscura muy
lisa, con grietas ocasionales
en los ejemplares muy ma-
duros. Ramillas Verdosas y
glabras, finas y flexibles.
Hojas Opuestas y bastante
gruesas. Tienen forma elíp-
tica y miden 7-1 cm, con el
ápice agudo. Son de color
verde oscuro muy lustroso,
más claro por el envés.
Dependiendo de las varie-
dades, en inviernos muy
duros, algunas de las hojas
pueden caer. Yemas inver-
nantes Diminutas (menos
de 0,5 cm) y verdes, son
opuestas, ovoides y puntia-
gudas. Brotes Tonos ocres
brillantes, antes de verdear.
Flores Brotan durante el
verano, pero pueden durar
varios meses abiertas. Son
de colores claros (blanco,
crema, amarillo pálido), y
se agrupan en grandes raci-
mos cónicos, erectos y muy
fragantes. Son flores herma-
froditas. Frutos Invernales.
Pequeños (1 cm aprox.),
esféricos, ovoides o algo
arriñonados, de color negro
azulado brillante (a veces
algo pruinosos). Son vene-
nosos. Confusiones con
otras especies Otra espe-
cie de aligustre ornamental,
el de Japón, Ligustrum japo-
nicum, es más escaso
(aunque tampoco raro, so-
bre todo como arbusto);
teóricamente, se distingue
del de China principalmen-
te por tener unas hojas y
flores algo más pequeñas y
redondeadas. Pero muchos
autores los consideran la
misma especie, y en la
práctica, la diversidad de
variedades de cultivo exis-
tentes hoy en día es tan alta
que resulta muy difícil dife-
renciarlo con seguridad.
ECOLOGÍA
Distribución nativa De
manera natural, como su
nombre indica, su distribu-
ción se limita a China. Pero
actualmente está extendidí-
simo por medio mundo
Características
Fam. OLEÁCEAS FRONDOSAS PERENNIFOLIAS
ALIGUSTRE DE CHINA
Ligustrum lucidum
Árbol adulto cultivado
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Frutos
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Número de ejemplares inventariados en la vía pública 55
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 1%
En Los Molinos...
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51; 93%
2; 4%
y únicamente dos su-
peran los 5 metros (uno
en un portal de la calle
Miguel Menéndez Bo-
neta, y el otro en la ca-
lle del Chopo). Pero
realmente esta especie
nunca suele de alcanzar
una altura mucho ma-
yor.
Por ello, uno de sus
Algunos ejemplos de los aún
jóvenes aligustres de Los Molinos.
En el viario de Los Mo-
linos se han registrado
55 ejemplares de ali-
gustre.
Actualmente es una
especie ornamental
muy cultivada en toda
España, principalmente
en formato arbustivo
mediante podas inten-
sivas, para poder con-
formar setos y adornar
los estratos inferiores
de los parterres.
No obstante, plenamen-
te desarrollados, son
arbolillos muy atracti-
vos, siempreverdes y
de duradera y muy
aromática floración
(aunque, desgraciada-
mente, mucha gente
padezca alergia a su
polen).
Existen varias especies
muy semejantes, y mul-
titud de variedades,
sobre todo variaciones
de color o tamaño de
hoja.
Casi todos los ejempla-
res registrados en Los
Molinos tienen una altu-
ra muy constante, en
torno a sólo 3-4 metros,
usos más habituales, es
alineado en calles o
arriates estrechos, don-
de especies de mayor
talla no serían adecua-
dos.
Todos presentan un
buen estado general de
salud.
34
El árbol mediterráneo por excelencia, resistente a los fríos y calores más rigurosos, cada vez
es más valorado como ornamental por su representatividad y simbolismo.
árbol ibérico por excelen-
cia, aunque está presente
en todos los países medi-
terráneos, especialmente
por debajo de 1.000 m de
altitud. Crecimiento De
gran longevidad (más de
700 años, existiendo ejem-
plares milenarios), y creci-
miento muy lento. Prefe-
rencias ambientales Resis-
tencia proverbial, pues
aguanta todo tipo de suelos
y climas mediterráneos,
incluyendo sequías y hela-
das severas.
MANEJO
Utilidades La madera, es
de excelente calidad, dura
densa y resistente a la
humedad, muy utilizada
tanto en carpintería o eba-
nistería, como en construc-
ción o para combustible.
Adehesados, los encinares
son muy adecuados para la
ganadería, que ramonea sus
ramillas y abundantes re-
brotes, pero sobre todo sus
nutritivas bellotas. Orna-
mentalmente es poco em-
pleada, aunque en los últi-
mos años cada vez es más
frecuente. Cuidados Se
multiplica bien mediante
semillas. Pero, sobre todo,
mediante renuevos espontá-
neos: de la raíz principal de
un ejemplar maduro crecen
numerosas raíces laterales
próximas a la superficie del
suelo (estolones) que gene-
ran con mucha facilidad
nuevos brotes aéreos. Cul-
tivares comunes No se
comercializan variedades
atípicas.
OBSERVACIONES
No muy conocidos, los
híbridos de la encina con
alcornoques y robles son
relativamente frecuentes,
denominándose popular-
mente mestos (por mestizos
o mixtos).
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol que puede
llegar a superar los 25 m,
muy corpulento y de abun-
dante ramaje, que conforma
una copa muy ancha y glo-
bosa, de ramaje muy denso
e intricado; los rebrotes
basales son muy comunes.
Tronco y ramas principa-
les En sus primero años el
tronco es bastante variable,
desde muy derecho y ergui-
do hasta inclinado y algo
retorcido, pero estos últi-
mos suelen corregirse a
medida que ensanchan y
alcanzan la madurez; enton-
ces muestra un tronco muy
grueso y corto en relación a
su altura, con fuertes y rígi-
das ramas principales, de
aspecto pesado y nacidas
desde muy abajo. Corteza
Gris y bastante lisa al prin-
cipio, pero según envejece
se ennegrece y agrieta
finamente tanto longitudinal
como transversalmente,
aunque no muy profunda-
mente. Ramillas Finas,
grisáceas y tomentosas.
Hojas Alternas, de 2-8 cm
de long., son algo polimor-
fas: desde redondeadas a
algo lanceoladas, de mar-
gen entero o dentado, iner-
mes o muy punzantes (estas
últimas abundan más en las
los pisos bajos de la copa);
son de color verde oscuro,
glabras y brillantes por el
haz, pero blanquecinas y
muy tomentosas por el
envés; muy coriáceas, a
menudo se recurvan. Ye-
mas invernantes Alternas a
lo largo de las ramillas, y
aisladas en sus extremos,
son ovoides y pequeñas (0,5
cm, o menos), de tonos
pardos claros y tomentosas.
Brotes Verdes y brillantes.
Flores De primavera a ve-
rano; las masculinas son
bonitos amentos colgantes y
dorados de 3-6 cm; las fe-
meninas surgen aisladas o
en racimos poco densos.
Frutos Las conocidas bello-
tas, otoñales, solitarias o por
pares, de unos 2-5 cm.
Según las subespecies tie-
nen un sabor dulce o amar-
go. Confusiones con otras
especies Salvo con otros
congéneres muy cercanos
(el alcornoque Quercus
suber, o la coscoja Quercus
coccifera) es difícil confun-
dir a la encina, aunque sólo
sea por lo frecuentemente
que se ve.
ECOLOGÍA
Distribución nativa El
Características
Fam. FAGÁCEAS FRONDOSAS PERENNIFOLIAS
ENCINA
Quercus ilex
Árbol adulto
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Fruto
35
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 70
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
1; 1%
5; 7%
53; 76%
11; 16%
< 1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
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1; 1%
5; 7%
53; 76%
11; 16%
Razonablemente bien
representada en el viario
municipal, con 70 ejem-
plares. Como en el caso
de otros típicos repre-
sentantes de la flora
autóctona (fresnos, ro-
bles melojos), casi nin-
guna de estas encinas ha
sido plantada intenciona-
damente. Esto se debe a
su perfecta adaptación a
las condiciones ambien-
tales de Los Molinos,
permitiendo que brote
de manera espontánea
en cunetas y arriates
(seguramente con la ayu-
da previa de córvidos y
roedores olvidadizos,
que dispersan sus pre-
ciadas bellotas).
Esta circunstancia, es de
agradecer, por ser tan
representativo del acer-
vo ecológico de la co-
marca de Guadarrama.
Así, las encinas deben de
ser una de las especies
de árboles más reconoci-
bles y apreciadas incluso
por los menos aficiona-
dos a la botánica. Por
tanto, su buena repre-
sentación en el viario de
Los Molinos es funda-
mental.
La mayoría de ellas se
reparte entre el parque
de Las Especies y el ex-
tremo sur de la avenida
Cañada Real.
No obstante, ninguna de
ellas tiene aún dimensio-
Una de las mayores encinas del
inventario, en el parque de Las
Especies.
nes relevantes, 6-7 metros
a lo sumo. De hecho mu-
chas de ellas son meras
varas, estolones brotados
a partir de otro ejemplar
cercano mayor.
Sería interesante, por tan-
to, favorecer el que algu-
nos de los ejemplares me-
jor emplazados puedan
alcanzar las dimensiones
que les situarían entre los
más dignos representantes
del arbolado municipal.
Como es habitual en el
caso de los ejemplares
brotados espontáneamen-
te, varios pueden entrar en
conflicto con algún otro
elemento urbano, como
tendidos o muros.
36
FRONDOSAS PERENNIFOLIAS
OTRAS ESPECIES
OTRAS ESPECIES
MADROÑO Arbutus unedo
Porte Arbolillo normalmente de 4-6 m (idealmente hasta 10), de
copa irregular y apretada. Corteza Gris rojiza, escamosa. Ramillas
Rojizas. Hojas Alternas, elípticas (4-8 cm) de margen finamente
aserrado, color verde vivo. Flores Otoñales, pequeñas (1 cm) y
globosas, de color blanco. Fruto Baya de pulpa algo harinosa (2-3
cm) de color anaranjado o rojo, que tardan un año en madurar
(coincidiendo en las ramas con las flores del año siguiente). En Los
Molinos Cuenta con 23 ejemplares, la mayoría matas de menos de
1 m, si bien hay uno de 4 m en la calle de Las Dalias.
ADELFA Nerium oleander
Porte Arbusto normalmente de 2-3 m (pero idealmente hasta 5-6),
de ramaje largo y abierto. Corteza Gris, lisa o finamente estriada.
Ramillas Verdosas. Hojas Opuestas o en verticilos de tres, lanceo-
ladas (8-15 cm) coriáceas de margen liso, de color verde vivo. Flo-
res Estivales, grandes (5 cm), de color blanco o rosa y cinco pétalos
que se abren en estrella. Fruto Vaina cilíndrica (7-15 cm) de color
marrón o negro, que libera semillas muy peludas. En Los Molinos
Alrededor de un centenar de ejemplares, la mayoría podados a
poco más de 1 m, pero ocasionalmente alguno rondando ya los 3 m.
ACEBO Ilex aquifolium
Porte Árbol de hasta 10-15 m; mientras es joven muy cónico, más
irregular con la edad. Corteza Gris o verdosa, lisa o finamente cuar-
teada, a veces con verruguillas. Ramillas Verdosas. Hojas Alter-
nas, elípticas (4-8 cm) muy rígidas, de borde ondulado y muy espi-
nosas (sobre todo en las ramas bajas), de color verde vivo, muy
lustrosas por el haz. Flores Primaverales, pequeñas (0,5 cm) y poco
vistosas. Fruto Bayas (0,5-1 cm) carmesíes y brillantes. En Los Mo-
linos 36 ejemplares, todos ellos matas (menos de 1 m).
LAUREL Laurus nobilis
Porte Arbusto de 4-5 m (idealmente, árbol de hasta 10 m), de copa
alargada e irregular. Corteza Gris o verdosa, muy lisa o finamente
estriada. Ramillas Verdosas. Hojas Alternas, elípticas (6-10 cm)
coriáceas, de borde ondulado, color verde oscuro, muy aromáticas.
Flores Primaverales, pequeñas (0,5 cm) de color crema y poco
vistosas. Fruto Bayas ovoides (1-2 cm) inicialmente verdes, pero
negros y brillantes una vez maduros. En Los Molinos Hay 15 ejem-
plares inventariados, los más grandes de 5-6 m.
MAGNOLIO Magnolia grandiflora
Porte Árbol de hasta 15 m, con copa piramidal, de aspecto muy
rígida. Corteza Gris, muy lisa o con placas/láminas aisladas. Rami-
llas Tomentosas y beiges. Hojas Alternas, ovales y enormes (10-20
cm) coriáceas, de borde ondulado, color verde oscuro lustroso por
el haz, anaranjadas y pilosas por el envés. Flores Primaverales,
enormes (20 cm o más) de color blanco y muy olorosas. Fruto Muy
llamativos: semejantes a alcachofas erectas y peludas (7-10 cm) de
color verde pálido, con semillas muy rojas. En Los Molinos Sólo 4
ejemplares, de entre 2 y 6 m.
37
Originaria de Norteamérica, probablemente fue uno de los primeros árboles norteamericanos
introducidos en Europa (en Francia hacia el año 1.600).
Distribución nativa Del
cuadrante suroriental de
Norteamérica. En Europa se
halla ampliamente distribui-
da tanto cultivada como
asilvestrada. Crecimiento
De rápido crecimiento,
puede alcanzar los 300
años. Preferencias am-
bientales Muy adaptable a
todo tipo de condiciones
ambientales, soportando
heladas y sequías. Este
hecho, junto a la facilidad
de germinación de sus
abundantes semillas, le
permiten crecer espontá-
neamente en cunetas y
baldíos periurbanos, espe-
cialmente si son muy solea-
dos. Por ello tiene un eleva-
do potencial como especie
invasora.
MANEJO
Utilidades La madera, fuer-
te y duradera, es útil en
carpintería y ebanistería,
así como para combustible.
Durante un tiempo se em-
pleó mucho para fijar talu-
des arenosos. Pero su prin-
cipal uso es el ornamental,
sobre todo como árbol de
sombra en parques y aveni-
das, debido a su rápido
crecimiento y bonita flora-
ción. Cuidados Es de fácil
reproducción por semilla e
injertos, además de por sus
rebrotes de raíz. Cultivares
comunes Los viveros co-
mercializan ejemplares de
hojas doradas o con distinto
número de foliolos por hoja,
de portes atípicos, etc.
OBSERVACIONES
Su nombre científico, y tam-
bién uno de los comunes,
aluden al hecho de que sólo
está indirectamente empa-
rentada con las plantas del
género botánico Acacia.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de 15-20m, de
amplia copa irregular y
poco frondosa, de aspecto
como plumoso; en su base
es habitual encontrar nume-
rosos rebrotes. Tronco y
ramas principales A menu-
do presenta varios fustes
principales desde la base.
En ejemplares añosos, los
derechos y robustos troncos
contrastan mucho con la
tortuosidad de las ramas
principales. Corteza Oscu-
ra, de tonos pardo-
grisáceos, muy fisurada
desde joven formando un
reticulado de largas crestas
y grietas longitudinales.
Ramillas Delgadas y par-
das, con costillas longitudi-
nales, casi siempre brotan
acompañadas por un par de
cortas espinas en su axila
(de 1 cm, aprox.) muy dia-
gnósticas. Hojas Alternas y
compuestas: hojas impari-
pinnadas de 10-30 cm de
long., que constan de 9-21
folíolos de unos 4 cm cada
uno, ovales, de bordes lisos
y ápice redondeado (con
una diminuta cerda blanca
terminal). Son de color ver-
de vivo por el haz, y más
apagados por el envés
(sobre todo debido a un fino
tomento, que pierden a
medida que crecen). Al
igual que las ramillas, en la
base del peciolo presentan
un par de espinas. Yemas
invernantes Diminutas (0,1
cm) y sin escamas protecto-
ras. Brotes Verdes y bri-
llantes. Flores Primavera-
les. Grandes racimos col-
gantes de flores blancas y
amariposadas de 2 cm cada
una, bastante fragantes, que
brotan en las axilas de las
hojas. Frutos Racimos de
vainas aplanadas de color
marrón oscuro y unos 10 cm
de long., que se forman
durante el verano, y una vez
secas pueden persistir so-
bre el árbol durante todo el
invierno. Confusiones con
otras especies En invierno,
las ramas con racimos de
vainas secas son muy pare-
cidas a las del ciclamor
(Cercis siliquastrum), pero
sus espinas son determinan-
tes.
ECOLOGÍA
Características
Fam. FABÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
ROBINIA (O FALSA ACACIA DE FLOR BLANCA)
Robinia pseudoacacia
Árboles adultos
Fruto
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
39
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 138
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 4%
En Los Molinos...
Una de las muchas robinias que
crecen más o menos asilvestradas
en Los Molinos.
blemas. En total, aproxi-
madamente el 40% de
las robinias de Los Moli-
nos han brotado espontá-
neamente.
Al igual que otras espe-
cies exóticas, su uso ur-
bano se popularizó mu-
cho durante las últimas
décadas en pueblos y
ciudades de toda Espa-
La robinia es una de las
especies más comunes
de Los Molinos, con 138
ejemplares inventaria-
dos. No obstante, buena
parte de ellos nunca fue-
ron plantados intenciona-
damente, sino que su
enorme capacidad ger-
minativa le ha permitido
dispersarse y crecer en
cunetas y baldíos sin
ninguna ayuda adicional,
Así, muchas robinias
medran hoy en puntos
más o menos aleatorios
del municipio. Por ejem-
plo, en algunos tramos
de la avenida Cañada
Real, o de la calle Eras
de la Lancha, se pueden
observar grupillos asil-
vestrados de esta espe-
cie, prosperando sin pro-
2; 2%
44; 42%
56; 54%
2; 2%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
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2; 2%
44; 42%
56; 54%
2; 2%
Sólo se representan los 104 ejemplares no podados en el
momento de realizar el inventario.
ña, para cultivarse ahora
con menos frecuencia.
Respecto a estos ejem-
plares explícitamente
plantados en el pueblo,
varios de ellos se en-
cuentran ya un tanto de-
teriorados (en los par-
ques de Rodríguez Padi-
lla o Garrido Lestache,
por ejemplo), si bien
numéricamente quedan
más o menos compensa-
dos por las nuevas incor-
poraciones, como los
plantados en el patio del
Colegio Público ‘Divino
Maestro’, o en el parque
de Las Especies.
En promedio, rondan los
6 metros de altura, aun-
que puntualmente alguno
ronde los diez metros.
Las robinias (podadas) del parque
infantil de Rodríguez Padilla
40
Especie identitaria del medio natural madrileño, un verdadero emblema de la historia
socioeconómica, cultural y ecológica de las laderas de la sierra de Guadarrama.
siones con otras especies
Es fácil distinguirlo del otro
fresno habitual, el norteño
(Fraxinus excelsior), que
tiene yemas negras y hojas
de envés peloso.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
naria de la Península Ibérica
y el norte de África. Creci-
miento Poco longevo (150-
200 años), pero de rápido
crecimiento. Preferencias
ambientales Principalmen-
te en las márgenes de ríos y
vegas más húmedas de
clima fresco.
MANEJO
Utilidades La madera es
muy densa y resistente, por
lo que es apreciada en car-
pintería, ebanistería y como
combustible. Las fresnedas
adehesadas son muy ade-
cuadas para la ganadería
extensiva, que ramonea sus
ramillas y abundantes re-
brotes. El desmoche de sus
copas cada pocos años es
una práctica agropecuaria
tradicional del centro de
España, y que ha modelado
un paisaje extremadamente
característico de la Sierra
de Guadarrama. Su uso
estrictamente ornamental es
relativamente escaso. Cui-
dados Se multiplica me-
diante semillas, estacas o
acodos. Cultivares comu-
nes Los viveros no comer-
cializan variedades atípicas.
OBSERVACIONES
A pesar de su aparente
robustez, los más grandes
fresnos desmochados acos-
tumbran a estar parcialmen-
te huecos, debido a lo que
terminan por no poder so-
portar el peso y tensiones
mecánicas de una copa muy
desarrollada.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de 10-15 m a lo
sumo (excepcionalmente
supera los 20 m), y aspecto
robusto. La copa es globo-
sa, de aspecto flotante y
ligero a pesar de su frondo-
sidad; habitualmente sur-
gen rebrotes basales. Tron-
co y ramas principales
Tronco más bien corto, res-
pecto a la altura total del
árbol, muy especialmente
cuando han sido desmocha-
dos durante décadas. Las
ramas principales surgen
desde bastante abajo del
tronco, muy erectas, y se
ramifican mucho en toda su
longitud. Corteza Muy lisa
y gris verdosa en los ejem-
plares jóvenes; pero con la
edad se recubre de un den-
so entramado de finas grie-
tas y costillas oscuras. Ra-
millas Pardo grisáceas y
glabras, con numerosos
nudos muy marcados. Fre-
cuentemente se bifurcan
formando horquillas termi-
nales. Muchos rebrotes
adventicios a lo largo del
tronco cuando han sido muy
podados. Hojas Opuestas y
pinnadas, no muy grandes
(10-20 cm de long.), que
constan de 9-13 finos folio-
los lanceolados de color
verde vivo (más claros por
el envés), de 5-10 cm cada
uno, con bordes irregular-
mente dentados. Yemas
invernantes Opuestas,
pequeñas (menos de 1 cm)
y mazudas, con un tomento
ferruginoso. Brotes Verdes
y brillantes. Flores Apare-
cen en la primavera tempra-
na, antes que las hojas. Nor-
malmente, las flores de
cada sexo aparecen en
árboles distintos, pero algu-
nos ejemplares pueden
cambiar de sexo de un año
a otro, o portar flores de
ambos sexos. Pero nunca
son muy numerosas, y al
carecer de pétalos sus raci-
mos no resultan muy visto-
sos. Frutos Se forman entre
el final del verano y el co-
mienzo del otoño. Son
sámaras alargadas de unos
3-4 cm, y dispuestas en
densos racimos que a me-
nudo persisten durante gran
parte del invierno. Confu-
Características
Fam. OLEÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
FRESNO DE HOJA ESTRECHA
Fraxinus angustifolia
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yemas
Sámaras
Árbol adulto silvestre
41
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 233
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 6%
En Los Molinos...
1; 0% 2; 1%
43; 19%
178; 79%
2; 1%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
40
80
120
160
200
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 0% 2; 1%
43; 19%
178; 79%
2; 1%
Una de las especies más
abundantes en el inven-
tario municipal, con 233
ejemplares. Buena parte
de ellos no han sido
plantados intencionada-
mente. Esto se debe a
que la perfecta adapta-
ción de esta especie
autóctona a las condicio-
nes ambientales de Los
Molinos, permiten que
brote de manera es-
pontánea en cunetas y
arriates del viario urba-
no sin mayores proble-
mas.
Esta circunstancia, que
en el caso de varias es-
pecies exóticas supondr-
ía un problema notable
de sobreabundancia
descontrolada, en el ca-
so del fresno es de agra-
decer, por ser tan repre-
sentativo del acervo
ecológico de la comarca
de Guadarrama. Así, los
fresnos son una auténtica
seña de identidad patri-
monial de Los Molinos,
con una riquísima histo-
ria (y esperemos que
también futuro) en los
devenires socioeconómi-
cos y culturales serra-
nos. Por tanto, su buena
representación en el
viario de Los Molinos es
fundamental.
Los parques de Las Es-
pecies y de Las Cigüe-
ñas, el Polideportivo
Municipal, o el paseo a
la orilla del río acogen
un buen número del total
Algunos fresnos del Polideporti-
vo Municipal, en invierno.
de ejemplares, algunos
bastante maduros.
En términos de altura,
resulta muy difícil deter-
minar al más meritorio,
debido a las continuas
podas a que se someten
los más añosos. Pero
recurriendo al grosor
de su tronco, hay varios
ejemplos de árboles
con más de un metro y
medio de circunferencia
(en el parque de las
Cigüeñas, la travesía de
San Pascual, o el solar
de la plaza de toros), si
bien el récord lo osten-
taría un ya venerable
ejemplar a la entrada de
la plaza del 3 de Abril,
que se acerca a los 3
metros de perímetro.
Como es habitual, tanto
este último como otros
similarmente viejos,
acusan ya la severidad
de las podas de desmo-
che, que acaba deján-
dolos huecos y con mul-
titud de lesiones, inca-
paces de sostener y
nutrir la copa si se la
deja crecer demasiado.
42
Originaria de China, donde se le atribuyen innumerables propiedades medicinales, en Europa
se ha introducido principalmente como árbol ornamental de sombra.
China, pero naturalizada en
medio mundo. Crecimiento
M u y p o c o l o n g e v o
(alrededor de 80 años),
pero de rapidísimo creci-
miento. Preferencias am-
bientales Prospera en
prácticamente cualquier
clima, tanto frío como calu-
roso, siempre que estén
bien soleados mientras es
aún joven. Además parece
que soporta especialmente
bien los ambientes muy
contaminados. Todo ello,
junto a la facilidad de ger-
minación de sus abundantes
semillas, le permiten crecer
espontáneamente en cune-
tas y baldíos periurbanos.
Por ello tiene un elevado
potencial como especie
invasora.
MANEJO
Utilidades La madera, muy
blanda y quebradiza, no
tiene mucho valor comer-
cial. En su día se plantó
deliberadamente para suje-
tar taludes y cunetas areno-
sos y con pendiente, aun-
que actualmente ya ocupe
asilvestradamente esos
ambientes (y muchos otros)
con toda facilidad, debido a
su descontrolada propaga-
ción. Ornamentalmente se
emplea sobre todo como
árbol de sombra debido a
su rápido crecimiento y
espeso follaje. Cuidados Es
de fácil reproducción por
semilla, rebrote o estaca, y
crece fácilmente sin cuida-
dos particulares. Cultiva-
res comunes No se comer-
cializan variedades particu-
larmente atípicas.
OBSERVACIONES
Sus hojas exudan unos jugos
azucarados con los que
atraen a las hormigas, que a
cambio combaten a otros
insectos que traten de insta-
larse en el árbol.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol que sobrepasa
fácilmente los 15 m
(pudiendo alcanzar hasta
25). Presenta una copa am-
plia y globosa, a menudo
más ancha que alta, de ra-
maje abierto y laxo, aunque
el follaje es denso y com-
pacto. Frecuentemente
surgen rebrotes basales.
Tronco y ramas principa-
les Tronco más bien corto,
respecto a la altura total del
árbol, robusto y bastante
cilíndrico. Las ramas princi-
pales son largas y retorci-
das Corteza De un pálido
marrón grisáceo, muy lisa y
delgada, incluso en ejem-
plares añosos, cuando se
acentúan algunas fisuras
longitudinales, delgadas y
curvilíneas. Ramillas Inten-
samente anaranjadas u
ocres, muy brillantes y lisas
(a veces con un finísimo
tomento blanquecino), con
abundantes lenticelas. Du-
rante el invierno los ailantos
son muy reconocibles tanto
por lo gruesas y coloreadas
que son las puntas de sus
ramillas más fuertes, como
por el gran tamaño de sus
cicatrices foliares, de forma
acorazonada. Hojas Alter-
nas y pinnadas, enormes
(30-60 cm de long., a veces
más), que constan de 10-20
finos folíolos de color verde
lustroso, más claros por el
envés, de 5-10 cm cada uno,
lanceolados y muchas veces
con algún pequeño pero
destacado diente en uno o
los dos lados de la base.
Brotan más tardíamente que
las hojas de otras especies
urbanas. Cuando se frotan
desprenden un olor des-
agradable. Yemas inver-
nantes Alternas, muy pe-
queñas (menos de 0,5 cm),
ovoides y con muchas esca-
mas imbricadas; de color
púrpura pero recubiertas
de un tomento blanco. Bro-
tes Inicialmente muy rojos,
para luego verdear. Flores
Aparecen casi en verano,
en grandes racimos (10-20
cm) blanco verdosos y algo
malolientes (sobre todo las
masculinas); las flores de
cada sexo pueden tanto
coincidir en un mismo árbol
(monoicos), como en dos
diferentes (dioicos). Frutos
Se forman entre el final del
verano y el comienzo del
otoño. Son sámaras alarga-
das (3-5 cm) y ligeramente
espiraladas, dispuestas en
densos y vistosos racimos
muy coloridos (naranja,
escarlata o púrpura), que
una vez secos pueden per-
sistir durante casi todo el
invierno. Confusiones con
otras especies La combina-
ción de grandes hojas pin-
nadas con frutos en sámaras
alargadas es inconfundible
(quizás sólo semejantes a
los fresnos, cuyas hojas son
opuestas y menores, y las
sámaras más estrechas).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
naria del centro y norte de
Características
Fam. SIMARUBÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
AILANTO (O ÁRBOL DEL CIELO)
Ailanthus altissima
Árbol adulto cultivado.
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Sámaras
Ramillas y cicatrices foliares
43
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 118
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 3%
En Los Molinos...
2; 2%
30; 27%
76; 67%
5; 4%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
70
80
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
2; 2%
30; 27%
76; 67%
5; 4%
Sólo se representan los 113 ejemplares no podados en el
momento de realizar el inventario.
Un ailanto de Los Molinos, en
invierno.
seable, pues puede aca-
bar brotando en conflic-
to con tendidos, farolas u
otros árboles.
En definitiva, el ailanto
es una especie que con-
viene controlar, para
poder aprovechar su
belleza y fácil manteni-
miento, sin padecer ma-
yores problemas.
cia el vigor y resistencia
que, entre otras razones,
le han llevado a ser tan
habitual en la flora urba-
na.
De hecho, se propaga
con una facilidad pasmo-
sa, y se la considera una
especie invasora muy
problemática. De acuer-
do con esto es muy ilus-
trativo el que casi las
tres cuartas partes de
todos los pies registra-
dos en Los Molinos no
han sido plantados inten-
cionadamente, sino que
se han naturalizado es-
pontáneamente a partir
de las semillas liberadas
por los ejemplares orna-
mentales del viario. Esto
no siempre es muy de-
El ailanto es una de las
especies más abundan-
tes de Los Molinos, con
118 ejemplares registra-
dos en el inventario mu-
nicipal. Al igual que
otras especies exóticas,
desde hace unos años,
esta especie se ha plan-
tado profusamente en
pueblos y ciudades de
toda España. Esto se
debe a su rápido creci-
miento y su resistencia
bajo un escaso manteni-
miento, desarrollando en
pocos años un elegante
porte de copa amplia y
frondosa.
Aparece bastante repar-
tido por todo el pueblo,
creciendo aislado o en
pequeños grupos, pero
no en alineaciones (muy
habituales en otras ciu-
dades). Pero es en las
inmediaciones de la ave-
nida Cañada Real donde
se concentran más pies.
En general, para el buen
tamaño que es capaz de
alcanzar esta especie,
los inventariados no son
aún muy grandes, salvo
los cuatro ejemplares
emplazados en los jardi-
nes de la calle Sauquera,
que rondan los 13 m.
Se han detectado muy
pocos ejemplares con
problemas de salud im-
portantes, lo que eviden-
44
Originaria de Norteamérica, donde a veces se explota en la producción del jarabe de arce, en
Europa se ha introducido principalmente como árbol ornamental de alineación.
una gran rusticidad, siendo
capaz de prosperar en am-
bientes muy diversos siem-
pre que estén bien solea-
dos. Este hecho, junto a la
facilidad de germinación de
sus abundantes semillas, le
permiten crecer espontá-
neamente en cunetas y
baldíos periurbanos, espe-
cialmente si son algo fres-
cos. Por ello tiene un eleva-
do potencial como especie
invasora.
MANEJO
Utilidades La madera, blan-
da y ligera, no tiene mucho
valor comercial, aunque se
usa en marquetería o eba-
nistería. Eventualmente, en
su área natural se explota
por su savia azucarada para
elaborar el típico jarabe de
arce, si bien el de mayor
calidad proviene de otras
especies (como el arce
dorado, Acer saccharum).
Ornamentalmente es fre-
cuentísimo en alineaciones
urbanas como árbol de
sombra, debido a su rápido
crecimiento. Cuidados Es
de fácil reproducción por
semilla, y crece fácilmente
sin cuidados particulares.
No obstante, su madera es
bastante quebradiza, y es
muy sensible a la poda de
ramas gruesas, debido a
que durante su lenta cicatri-
zación pierden mucha savia
y se ven muy expuestos a
infecciones y pudriciones.
Cultivares comunes Los
viveros comercializan fre-
cuentemente ejemplares de
hojas variegadas, doradas o
violáceas.
OBSERVACIONES
El término negundo proce-
dería del sánscrito y se
emplea en India para desig-
nar a un árbol de hojas simi-
lares.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de talla media,
normalmente 8-10 m como
máximo (aunque idealmen-
te pueda llegar hasta los 18-
20 m). Presenta un aspecto
desgarbado, de abundante
ramaje pero muy abierto y
laxo, aunque el follaje es
denso y compacto; habitual-
mente le surgen rebrotes
basales. Tronco y ramas
principales Tronco más
bien corto respecto a la
altura total del árbol, a me-
nudo inclinado y con varios
fustes. Es muy frecuente
observar abultamientos,
generalmente tumoraciones
por lesiones mal cicatriza-
das. Corteza Gris pálido,
bastante lisa y delgada en
los ejemplares jóvenes,
pero más netamente fisura-
da con la edad. Ramillas
Verdosas o algo violáceas,
glabras pero ligeramente
pruinosas, y con los nudos
bien marcados. Frecuente-
mente rebrotan de manera
adventicia desde muy abajo
del tronco. Hojas Opuestas.
Al contrario que otros arces
urbanos, de hojas carac-
terísticamente palmadas, el
negundo tiene hojas pinna-
das de 10-25 cm de long.,
que constan de 3-7 (más
raramente 9) finos foliolos
de color verde claro de 5-10
cm cada uno, más o menos
trilobulados (sobre todo el
terminal), puntiagudos y
con bordes irregularmente
dentados. Caen muy tem-
pranamente, en compara-
ción con otras especies
urbanas, tras tornarse ama-
rillas. Yemas invernantes
Opuestas, globulosas y con
un fino tomento blanqueci-
no. Brotes Verdes o sonro-
sados y brillantes, y pubes-
centes. Flores A diferencia
de otros arces, el negundo
es un árbol dioico, cuyas
flores aparecen en primave-
ra, algo antes que las hojas.
Se disponen como pena-
chos colgantes en el extre-
mo de las ramas, sobre
largos rabillos rosados, y
aunque carecen de pétalos
resultan muy vistosos. Fru-
tos Se forman entre el final
del verano y el comienzo
del otoño. Son sámaras de
unos 2-3 cm, con dos alas
convergentes en un ángulo
bastante agudo (60 grados o
menos), y dispuestas en
densos racimos que a me-
nudo persisten durante casi
todo el invierno. Confusio-
nes con otras especies La
combinación de hojas pin-
nadas con los frutos en
sámaras dobles y muy ce-
rradas es inconfundible.
ECOLOGÍA
Distribución nativa De
forma natural ocupa una
extensa área en el centro y
este de Norteamérica.
Crecimiento Poco longevo
(50-60 años), pero de ra-
pidísimo crecimiento. Pre-
ferencias ambientales En
sus áreas de origen crece
principalmente en las
márgenes de ríos y hume-
dales. No obstante, es de
Características
Fam. ACERÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
ARCE NEGUNDO (O ARCE DE HOJAS DE FRESNO)
Acer negundo
Árbol adulto cultivado.
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores y brotes
Sámaras
45
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 80
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
Uno de los pies de Los Molinos
Aunque se propaga con
m u c h a f a c i l i d a d
(demasiada, de hecho,
llegando a ser una espe-
cie problemática medio-
ambientalmente), en Los
Molinos aún no son muy
frecuentes los pies asil-
vestrados espontánea-
mente (apenas un 5% de
todos los inventariados).
rondar los 15 años.
Como es habitual en esta
especie, bastantes de
ellos (10%) presentan
lesiones en el tronco
como fendas, oquedades
o descortezamientos. En
este sentido, a esta espe-
cie se la suele someter a
podas muy recurrentes
y mediante técnicas algo
severas (como terciados,
o en cabeza de gato),
por lo que son muy fre-
cuentes los abultamien-
tos, tumoraciones y bro-
tes adventicios debidos
a malas cicatrizaciones.
Pero en términos gene-
rales, la población de
negundos de Los Moli-
nos presenta un buen
estado de salud.
El arce negundo es una
de las especies más
abundantes de Los Moli-
nos, con 80 ejemplares
registrados en el inven-
tario municipal. Esto no
es excepcional, pues
desde hace unos años,
esta especie se cultiva
con mucha regularidad
en pueblos y ciudades
de toda España. Esto se
debe a su rápido creci-
miento y su resistencia
bajo un escaso manteni-
miento, desarrollando en
pocos años una copa
amplia y frondosa.
Así, la mayoría de los
ejemplares del pueblo
aparecen concentrados
en algunas vías forman-
do alineaciones, como
ocurre por ejemplo en
las calles Eras de la Lan-
cha, Antonio Fernández
o al comienzo de Calva-
rio.
Ninguno de ellos supera
los 10 m (habitualmente
su talla límite aproxima-
da), aunque sí que hay
varios que ya alcanzan
los 8-9 m, a pesar de que
como media deben de
1; 1%4; 5%
26; 33%
48; 61%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 1%4; 5%
26; 33%
48; 61%
Sólo se representan los 79 ejemplares no podados en el mo-
mento de realizar el inventario.
Alineación de negundos
46
Extendido por toda Europa durante el imperio romano por sus apreciados frutos, las nueces, la
magnificencia de un nogal centenario hace honor a su nombre científico.
vez se encuentra más fre-
cuentemente al nogal negro
americano, Juglans nigra, de
corteza más oscura y agrie-
tada, ramillas pilosas, hojas
con mayor número de folío-
los (10-20, casi siempre sin
el terminal) y menos des-
iguales.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Proba-
blemente de algunas zonas
transcaucásicas, pero intro-
ducida desde épocas remo-
tas y naturalizado por toda
Europa, aunque nunca for-
ma masas forestales, salvo
como cultivo. Crecimiento
Muy lento, pero capaz de
vivir durante centenares de
años. Preferencias am-
bientales Preferentemente
zonas parcialmente solea-
das, pero que mantengan
bien la humedad, con sue-
los ricos y profundos, y sin
heladas.
MANEJO
Utilidades La madera, dura
y pesada, tiene mucho valor
en ebanistería, carpintería y
como combustible. Pero,
por supuesto, su principal
aprovechamiento comercial
consiste en sus comestibles
y saludables nueces. Orna-
mentalmente se emplea
como árbol de sombra.
Cuidados La mejor manera
de cultivarlo es mediante
injertos. Es bastante sensi-
ble a las heladas. Cultiva-
res comunes Debido a su
antiquísimo aprovecha-
miento alimentario, existen
multitud de variedades.
OBSERVACIONES
Aparentemente, sus raíces
liberan compuestos quími-
cos en el suelo destinados a
impedir el crecimiento de
otras plantas en sus inme-
diaciones.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de talla media,
de 15-20 m, pero de aspecto
muy robusto, con una am-
plia copa redondeada y
densa, aunque algo desor-
denada. Tronco y ramas
principales Tronco más
bien corto, respecto a la
altura total del árbol, grueso
y cilíndrico. Las ramas prin-
cipales nacen bastante hori-
zontalmente, y a menudo
son retorcidas y de aspecto
pesado, pero muy fuertes.
Corteza Gris plateado,
bastante lisa incluso en
ejemplares añosos, cuando
le surgen estrías y costillas
longitudinales. Ramillas
Glabras y brillantes, verdo-
sas inicialmente, luego par-
do grisáceas. Durante el
invierno, son muy útiles
para identificarlo, por ser
muy gruesas en su extremo,
y al seccionarlas longitudi-
nalmente muestran la
médula tabicada. Hojas
Brotan algo tardíamente en
comparación con otras es-
pecies urbanas. Son opues-
tas y compuestas, de 20-30
cm de long., que constan de
5-11 foliolos son de color
verde vivo por ambas caras,
con los nervios amarillentos
y muy marcados; son ovala-
dos con el ápice ligeramen-
te puntiagudo, y de longitu-
des muy desiguales dentro
de cada hoja: entre 5 y 20
cm, van aumentando pro-
gresivamente de tamaño
desde la base al extremo, y
el foliolo apical es siempre
mucho más grande que los
laterales; son coriáceos, de
márgenes lisos, y que des-
piden un olor algo cítrico
muy característico al frotar-
las. Yemas invernantes A
menudo dispuestas de tres
en tres, rechonchas y pelo-
sas, de color ocre oscuro.
Las cicatrices foliares que
quedan tras la caída de las
hojas son inconfundibles,
grandes y que recuerdan
muy fácilmente a una diver-
tida carita. Brotes Rojizos y
brillantes, y rápidamente
glabros. Flores Primavera-
les, las masculinas, amentos
alargados y colgantes, se
forman antes que las feme-
ninas, globosas y pareadas.
Todas ellas son pequeñas y
poco vistosas. Frutos Entre
finales del verano y otoño.
De 4-5 cm, ovales, lisos y
verdes, solitarios o agrupa-
dos hasta de a cuatro. Una
vez eliminadas la cáscara y
la pulpa, aparece la semilla,
la popular nuez comestible.
Confusiones con otras
especies Muestran muchos
rasgos que los hacen incon-
fundibles: medula de las
ramillas tabicadas, cicatri-
ces foliares “sonrientes”,
nueces… No obstante, cada
Características
Fam. JUGLANDÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
NOGAL COMÚN
Juglans regia
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores masculinas y brotes
Frutos
Árbol adulto cultivado
47
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 14
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
municipales desde lo
alto del terraplén en que
crece. En fotos aéreas de
los años sesenta ya se le
observa plenamente
desarrollado, por lo que
seguro que supera ya
holgadamente los 60-70
años (probablemente
bastante más, teniendo
en cuenta que es una
especie de muy lento
En el viario de Los Moli-
nos se han registrado
sólo 14 ejemplares de
nogal común. Además
de no ser muy abundan-
te, la mayoría se concen-
tran en sólo un par de
zonas del pueblo: en los
jardines de la calle Sau-
quera (5 pies), y en el
parque de Las Especies
(3 pies).
La mayoría son aun muy
jóvenes (meras varas en
varios casos), pero se
encuentran en buen es-
tado.
No obstante, en el solar
de la Plaza de Toros se
puede disfrutar de un
magnífico ejemplar de
unos 10 metros de altura
y metro y medio de cir-
cunferencia del tronco,
que preside los festejos
1; 7%
2; 14%
4; 29%
7; 50%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
2
4
6
8
10
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 7%
2; 14%
4; 29%
7; 50%
El añoso nogal de la Plaza de
Toros (el ejemplar en primer
plano) en invierno.
desarrollo).
Los nogales, son intere-
santes ejemplos de la
flora autóctona (en reali-
dad semiautóctona, in-
troducidas desde hace
decenas de siglos a las
distintas civilizaciones
que han ocupado la
Península Ibérica), por lo
que en términos patri-
moniales es interesante
mantener su buena re-
presentación en el viario
de Los Molinos.
En este sentido, varios
municipios de la sierra
acogen nogales singula-
res, reconocidos en el
listado de especies pro-
tegidas de la Comunidad
de Madrid.
Otro notable ejemplar.
48
Su nombre puede llevar a confusión, pues no está emparentado con el castaño común, a pesar
del enorme parecido de los frutos de ambas especies.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
nariamente procede de
Europa oriental (Balcanes y
alrededores; la alusión a las
Indias de su nombre común
corresponde a un antiguo
error nunca reparado).
Crecimiento Rápido al
principio, llegando a 300
años. Preferencias am-
bientales Teóricamente es
una especie montana, de
zonas frescas y umbrosas,
pero al haberse cultivado
con mucha asiduidad, exis-
ten variedades capaces de
prosperar en todo tipo de
ambientes.
MANEJO
Utilidades La madera es
blanda y muy putrescible,
por lo que su uso principal
es el ornamental, gracias a
su espectacular floración, y
a la frondosidad de su som-
bra, y su porte equilibrado.
Cuidados Se reproduce sin
mucha dificultad por semi-
llas. Un tanto delicado en
cuanto al riego pues no le
convienen ni los suelos
encharcables, ni la falta de
agua durante mucho tiem-
po. Además tiene propen-
sión a la rotura de sus ra-
mas. Cultivares comunes
Los viveros comercializan
muchas variedades e híbri-
dos de los distintos castaños
de Indias.
OBSERVACIONES
El término hippocastanum
alude a que los caballos
(hippos en griego) comen
gustosamente sus frutos.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol robusto pero
elegante, capaz de superar
los 20 m con facilidad, con
una amplia y frondosa copa,
entre globosa y piramidal.
Tronco y ramas principa-
les Tronco más bien corto,
respecto a la altura total del
árbol, pero muy derecho y
grueso. Las fuertes ramas
principales se curvan hacia
arriba, y se subdividen
profusamente, propor-
cionándole su característica
amplitud de copa. Corteza
Gris pálido, bastante lisa y
delgada en los ejemplares
jóvenes, pero más rojiza y
muy escamosa con la edad.
Ramillas Gruesas y muy
lisas, de tonos pardos.
Hojas Opuestas y compues-
tas, muy características:
grandes (15-30 cm), forma-
das por 5-7 foliolos palmea-
dos, que se disponen radial-
mente, de color verde cla-
ro, ápice aguzado y bordes
irregularmente dentados. Al
caer dejan unas grandes
cicatrices en forma de
herradura Yemas inver-
nantes Opuestas, con esca-
mas ocres, y muy reconoci-
bles tanto por su gran tama-
ño (2-3 cm), como por su
recubrimiento algo pegajo-
so y muy brillante. Brotes
Verdes y brillantes. Flores
Primaverales. Muy atracti-
vas y fragantes, se disponen
en abundantes y grandes
racimos (15-30 cm) erectos,
de color blanco con marcas
centrales rosas o amarillas.
Frutos Cápsulas globosas
de unos 5 cm y con peque-
ñas púas, que en otoño se
abren y liberan unas semi-
llas parecidísimas a las
castañas comestibles (pero
muy indigestas, en cambio).
Confusiones con otras
especies Por el pasmoso
parecido de sus frutos, se
puede confundir con el
castaño común (Castanea
sativa), pero este tiene hojas
simples completamente
distintas, y una floración
mucho más discreta,
además de unos “erizos”
mucho más punzantes.
Además existen otras espe-
cies congenéricas e híbri-
dos entre todas ellas, que
pueden distinguirse con
más o menos dificultad
atendiendo al tamaño de
sus hojas y, más fácilmente,
por el color de sus flores:
Aesculus carnea (flores ro-
jas) Aesculus indica (rosas),
o Aesculus flava (amarillas).
Características
Fam. HIPOCASTANÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
CASTAÑO DE INDIAS
Aesculus hippocastanum
Árbol adulto cultivado
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Frutos
49
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 54
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 1%
En Los Molinos...
Algunos jóvenes ejemplares del
parque de las Especies (con un
detalle de sus características
yemas, aún sin abrir, en primer
plano).
dida que crezcan, se
localizan en el parque de
Las Especies, a lo largo
de la avenida Cañada
Real, o en el patio del
Colegio Público ‘Divino
Maestro’.
No obstante, un par de
ejemplares, sin ser aún
muy espectaculares
(unos 8-9 metros), apun-
En el viario de Los Moli-
nos se han registrado 54
ejemplares de castaño
de Indias. Sin ser abun-
dante, sí que se puede
afirmar que se reparte
bastante ampliamente
por los distintos barrios
y urbanizaciones de la
ciudad.
Actualmente es una es-
pecie ornamental muy
cultivada en toda Espa-
ña, por su atractiva flora-
ción y la densidad de la
sombra que ofrecen sus
amplias copas.
En este sentido, la ma-
yoría de los árboles del
pueblo son aun muy pe-
queños, pues el 85% no
superan los 5 metros.
Algunas agrupaciones
de estos pies aún jóve-
nes, pero que irán ga-
nando relevancia a me-
5; 9%
41; 76%
8; 15%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
5; 9%
41; 76%
8; 15%
tan ya las virtudes que
caracterizan a los ejem-
plares adultos de esta
especie. Se los puede
encontrar en la calle
Buenos Aires, al sur de la
ciudad.
Todos presentan un
buen estado general de
salud.
50
Originaria de Norteamérica, en Europa se ha introducido masivamente desde hace pocos años
como uno de los árboles ornamentales de alineación más habituales.
sora, si bien no tan acusado
como otras especies exóti-
cas típicas del viario urba-
no.
MANEJO
Utilidades La madera, es
bastante resistente a la
humedad por lo que se
emplea en construcciones a
la intemperie. Pero su uso
ornamental es el principal,
sobre todo como árbol de
sombra y alineación en
avenidas debido a su rápido
crecimiento. Cuidados Es
de fácil reproducción por
semilla, y crece fácilmente
sin cuidados particulares.
No obstante, sus ramas son
bastante quebradizas, y
necesita mucho riego, por
lo que es sensible al estío.
Cultivares comunes Los
viveros comercializan fre-
cuentemente ejemplares
híbridos con otros congéne-
res.
OBSERVACIONES
El curioso término catalpa
procedería de la manera en
que lo llamaban los indios
nativos de EE.UU.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol normalmente
de 10-15 m como máximo.
Presenta un aspecto desgar-
bado, de abundante ramaje
pero muy abierto e irregu-
lar, aunque el follaje es muy
denso y compacto. Tronco
y ramas principales Tron-
co más bien fino, a menudo
curvo o inclinado. Las ramas
principales a menudo se
distribuyen como azarosa-
mente, sin un patrón común
muy claro, y se subdividen
en multitud de ramas secun-
darias retorcidas y tortuo-
sas. Corteza Gris pálido,
bastante lisa y delgada en
los ejemplares jóvenes,
pero más fisurada y algo
exfoliable con la edad. Es
muy frecuente observar
largas fendas, probable-
mente causadas por heladas
y cambios bruscos de la
temperatura y humedad.
Ramillas Verdosas o par-
das, glabras y relucientes.
Hojas Opuestas, con la
particularidad de que sue-
len aparecer en grupos de
tres alrededor de las rami-
llas. Son endebles y muy
grandes, de 15-30 cm de
long., con forma redondea-
da o, más a menudo, clara-
mente acorazonada y con
ápice muy puntiagudo y
bordes lisos, de un vivo
color verde claro. Despiden
un olor desagradable al
frotarse. Al caer dejan una
cicatriz foliar muy grande
circular y bastante cóncava,
muy diagnóstica. Yemas
invernantes Muy pequeñas
y escamosas. Brotes Inicial-
mente purpúreos, antes de
verdear. Flores Entre fina-
les de primavera y princi-
pios de verano. Son tubula-
res o acampanadas y gran-
des (hasta 5 cm), con péta-
los fruncidos blancos
(punteados de amarillo y
rojo), que se agrupan en
racimos erectos de 15-20
cm. Frutos Otoñales. Son
larguísimas vainas de hasta
40 cm, finas y delgadas, de
sección circular y color
marrón o negro, que cuel-
gan de los extremos de las
ramas, a menudo durante
todo el invierno. Confusio-
nes con otras especies Sus
inconfundibles frutos, per-
sistentes durante casi todo
el año, garantizan su identi-
ficación. Además sus gran-
des hojas acorazonadas
ECOLOGÍA
Distribución nativa De
forma natural ocupa una
extensa área del sureste de
Norteamérica. Crecimien-
to Poco longevo (50-70
años), pero de rapidísimo
crecimiento. Preferencias
ambientales En sus áreas
de origen crece principal-
mente en las márgenes de
ríos y humedales. No obs-
tante, es de una gran rustici-
dad, siendo capaz de pros-
perar en ambientes muy
diversos. Tiene cierto po-
tencial como especie inva-
Características
Fam. BIGNONIÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
CATALPA
Catalpa bignonioides
Árbol adulto cultivado
Hojas y fruto
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Yema y cicatrices foliares
51
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 87
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
Las catalpas alineadas de uno
de los callejones con la espe-
cie, en invierno.
permita a todos los indi-
viduos obtener suficien-
te agua.
Por otra parte, las gran-
des hojas, que cuando
caen no están siempre
del todo secas, en el
suelo pueden resultar un
tanto sucias (y algo ma-
lolientes) o molestas
(por los resbalones).
Todas ellas se disponen
en densas alineaciones,
muy homogéneas en
cuanto a sus dimensio-
nes (unos 6 metros, en
promedio), pues es casi
seguro que debieron de
ser plantadas práctica-
mente a la vez. Sólo un
par de ejemplares, su-
peran los diez metros.
Como es habitual en esta
especie, bastantes de
ellos (24%) presentan
lesiones en el tronco
como fendas o descorte-
zamientos. Esta especie
tiene elevadas necesida-
des hídricas durante los
meses de verano, y su
emplazamiento y densi-
dad en los callejones
probablemente no le
La catalpa cuenta con
con 87 ejemplares regis-
trados en el inventario
municipal. Esto la con-
vierte en una de las es-
pecies más abundantes
de Los Molinos, si bien
está excepcionalmente
poco repartida, pues
prácticamente todos sus
ejemplares se localizan
en media docena de ca-
llejones (pasos estrechos
entre dos calles propia-
mente dichas) de la ur-
banización Montepinar.
4; 5%
16; 18%
65; 75%
2; 2%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
70
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
4; 5%
16; 18%
65; 75%
2; 2%
Otro ejemplar de catalpa, en
invierno, mostrando su tortuoso
ramaje.
52
La especie caducifolia forestal por excelencia en Guadarrama, aunque predominantemente
conforme paisajes adehesados o de monte bajo, antes que bosques densos y maduros.
ibérica (curiosamente, en
Pirineos, de donde toma su
nombre científico, es muy
raro). Crecimiento De lon-
gevidad media (300 años), y
crecimiento relativamente
rápido. Preferencias am-
bientales Mientras los sue-
los sean silíceos y poco
compactos (como los graní-
ticos de Guadarrama), tole-
ra gran diversidad de con-
diciones ambientales, salvo
sequías muy persistentes.
MANEJO
Utilidades La madera, es
de buena calidad, pero
sensible a la humedad, por
lo que es más utilizada co-
mo combustible que en
carpintería. Adehesados,
los melojares son muy ade-
cuados para la ganadería
extensiva, que ramonea sus
ramillas y abundantes re-
brotes. Ornamentalmente
es muy poco empleada.
Cuidados Se multiplica
bien mediante semillas.
Pero, sobre todo, mediante
renuevos espontáneos: de
la raíz principal de un ejem-
plar maduro crecen nume-
rosas raíces laterales próxi-
mas a la superficie del suelo
(estolones) que generan
con mucha facilidad nuevos
brotes aéreos. Cultivares
comunes Por su poca pre-
sencia como especie orna-
mental no se comercializan
variedades.
OBSERVACIONES
En muchas ramas se en-
cuentran unas esferas par-
das y duras, de 3-6 cm, con
pequeños ápices agudos,
provocadas por la puesta de
una diminuta avispa. Estas
formaciones se denominan
agallas, y son la respuesta
de defensa de la planta ante
el ataque del insecto, el cual
se sirve de ella para que sus
larvas se alimenten.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol normalmente
no muy alto, de 8-10 m
(aunque pueda superar los
25, en condiciones adecua-
das). Los melojos maduros
son árboles muy robustos
de abundante ramaje que
conforma una copa muy
ancha pero de contorno
irregular; los rebrotes basa-
les son muy comunes. Tron-
co y ramas principales
Mientras es joven el tronco
es bastante variable, desde
muy derecho y erguido
hasta inclinado y algo retor-
cido, pero estos últimos
suelen corregirse a medida
que ensanchan y alcanzan la
madurez; entonces muestra
un tronco muy grueso en
relación a su altura, con
fuertes ramas principales
nacidas desde muy abajo.
Corteza Gris o marrón páli-
dos, muy resquebrajada por
abundantes surcos, tanto
longitudinales como trans-
versales, pero no muy grue-
sa. Ramillas Grisáceas,
muy tomentosas y con mu-
chas lenticelas, con los nu-
dos bien marcados. Hojas
Alternas, de 8-18 cm de
long., tienen entre 4 y 8
lóbulos profundos y redon-
deados en cada lado, más o
menos pareados; son ver-
des (más pálidas por el haz)
y muy aterciopeladas (más
por el envés), algo coriáce-
as. Una vez secas, pueden
permanecer parte del in-
vierno sin desprenderse de
la rama (fenómeno denomi-
nado en botánica marces-
cencia). Yemas invernan-
tes Alternas a lo largo de las
ramillas, pero en sus extre-
mos muy agrupadas, cóni-
cas y pequeñas (medio cm
aprox.), de tonos pardos
claros y tomentosas. Brotes
Tomentosos y muy sonrosa-
dos antes de verdear. Flo-
res Primaverales; las mas-
culinas son bonitos amentos
colgantes y dorados de 3-8
cm; los femeninos son raci-
mos poco densos y menos
vistosos. Frutos Las conoci-
das bellotas, otoñales, soli-
tarias o agrupadas de a dos
o tres, de unos 3-5 cm. Son
de sabor amargo. Confu-
siones con otras especies
Difícil, gracias a sus bellotas
(la encina, Quercus ilex,
tiene hojas muy distintas y
perennes).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Su
área natural corresponde al
suroeste de Europa y noro-
este de África. Muy común
en casi toda la Península
Características
Fam. FAGÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
ROBLE MELOJO (O ROBLE REBOLLO, ROBLE MAROJO)
Quercus pyrenaica
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yemas
Agalla
Árbol adulto
53
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 283
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 7%
En Los Molinos...
2; 1%
147; 52%
129; 46%
5; 2%
< 1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
20
40
60
80
100
120
140
160
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
2; 1%
147; 52%
129; 46%
5; 2%
Los 283 ejemplares inventa-
riados de roble melojo le
sitúan como la segunda
especie más abundante de
Los Molinos, y la primera si
nos ceñimos sólo a las
autóctonas (puesto que el
plátano, Platanus x hispani-
ca, con 385 pies, es alócto-
no).
Si bien la sobreabundancia
urbana de especies particu-
lares no es recomendable
(no sólo no incrementan la
diversidad municipal, sino
que favorecen la prolifera-
ción de plagas), en el caso
de las especies autóctonas,
esto no conlleva tantas con-
notaciones negativas como
en el caso de las exóticas.
Así, los robles melojos, son
árboles emblemáticos de la
comarca de Guadarrama y
en términos patrimoniales
es muy interesante su bue-
na representación en el
viario de Los Molinos.
Perfectamente adaptados a
las condiciones ambienta-
les de la zona, casi ninguno
ha sido plantado intencio-
nadamente, sino que han
brotado de manera natural
en distintas parcelas, cune-
tas y arriates.
Los parques de Las Espe-
cies y de Las Cigüeñas, y el
Polideportivo Municipal
acogen un buen número del
total de ejemplares, algu-
nos bastante maduros.
No obstante, los ejemplares
más grandes se sitúan en la
calle de los Veneros (de la
urbanización Cerca del
Pozo), con tres de ellos
Algunos de
los robles
melojos que
p u e d e n
obse rvarse
en el parque
de Las Ci-
güeñas.
superando los 10 metros
de altura y el metro y me-
dio de circunferencia.
En general, todos presen-
tan un buen estado, aun-
que por su carácter semi-
silvestre es frecuente que
broten en puntos inade-
cuados, en conflicto con
tendidos, farolas u otros
árboles.
Un grupo de varios ejemplares de
buen tamaño (en invierno).
54
Presente en todas las tradiciones y mitologías circunmediterráneas y, por supuesto, en sus
gastronomías desde tiempo inmemorial.
darrama), los árboles son
capaces de prosperar, pero
produciendo muchos menos
frutos debido a que las hela-
das afectan a sus flores
invernales. Con todo son
muy frecuentes los ejempla-
res naturalizados espontá-
neamente en cunetas y
baldíos periurbanos.
MANEJO
Utilidades Evidentemente
su aprovechamiento princi-
pal son las almendras co-
mestibles, si bien propor-
ciona un excelente combus-
tible tanto por su madera
como por las cáscaras de
las semillas. Además, es el
típico portainjertos para
otros frutales congenéricos,
como melocotoneros o ci-
ruelos. Por su rusticidad y
atractiva floración es bas-
tante frecuente como orna-
mental. Cuidados Se repro-
duce por semillas e injertos,
sobretodo. Crece fácilmen-
te sin cuidados particulares.
Cultivares comunes No
muy extendidos, ornamen-
talmente hablando. No obs-
tante, cabe advertir que
algunas variedades produ-
cen almendras amargas,
que pueden llegar a ser
extremadamente tóxicas
por albergar compuestos
de cianuro.
OBSERVACIONES
A pesar de su temprana
floración, los frutos necesi-
tan hasta ocho meses en el
árbol para madurar, razón
por la que los postres tradi-
cionalmente almendrados
coincidan con la Navidad.
IDENTIFICACIÓN
Porte Pequeño árbol de 4-6
m a lo sumo (aunque excep-
cionalmente supere los 10
m). Presenta un aspecto
muy desvaído, de ramaje
muy abierto y follaje laxo.
Tronco y ramas principa-
les Tronco muy retorcido,
incluso tortuoso, a menudo
con varios fustes principales
desde la base. Corteza
Negruzca o algo plateada
oscura; en algunas varieda-
des muy rugosa y cuartea-
da, en otras muy lisa y/o
con grietas aisladas muy
marcadas, desprendiéndo-
se en placas y tiras vertica-
les. Pero bastante variable,
en definitiva. Ramillas
Verdes o algo rojizas y gla-
bras. En ocasiones son algo
espinosas. Hojas Alternas y
simples. De unos 8-12 cm,
tienen una forma muy lan-
ceolada, con el margen
finamente dentado; a menu-
do están como arrugadas
(incluso directamente ple-
gadas en su base), pero
siempre bastante lustrosas.
Yemas invernantes Alter-
nas a lo largo de las ramas,
pero muy agrupadas en los
extremos, agudas y con un
fino tomento blanquecino.
Brotes Verdes y brillantes.
Flores Desde mediados de
invierno, brotan mucho
antes que las hoja (su ya
notable vistosidad se acent-
úa por lo tempranamente
que aparecen). Son de unos
5 cm, con cinco pétalos
blancos o rosados, solitarias
o en parejas. Frutos De 3-5
cm, aterciopelados, verdes
al principio y luego casi
negros, cuando su escasa
pulpa se reseca hasta abrir-
se y liberar el duro hueso
que protege a la semilla: la
conocida almendra. Confu-
siones con otras especies
Cada una de las distintas
especies del género Prunus
son enormemente variadas,
debido a su interés frutícola
y ornamental. Y esta dificul-
tad se acrecienta por el
hecho de que hibridan con
mucha facilidad entre ellas.
En invierno, especialmente,
son muy semejantes. No
obstante, el almendro es
una de las más fácilmente
distinguibles del género,
sobre todo gracias a que
algunos frutos suelen
aguantar sobre las rama
durante todo el invierno.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Proba-
blemente proceda de Asia
menor, Oriente Medio y el
norte de África, aunque se
cultiva mucho en toda la
cuenca mediterránea desde
tiempo inmemorial. En la
Península Ibérica es casi
ubicuo, aunque mucho más
común en provincias levan-
tinas. Crecimiento Poco
longevo (60-80 años), pero
de rápido crecimiento ini-
cial. Preferencias ambien-
tales Muy adaptable, aun-
que prefiere los climas cáli-
dos y secos. En zonas de
inviernos fríos (como Gua-
Características
Fam. ROSÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
ALMENDRO
Prunus dulcis
Árbol adulto cultivado
Hojas
Cortezas de ejemplares adultos
Flores
Frutos
55
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 104
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 3%
En Los Molinos...
5; 5%
51; 49%48; 46%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
5; 5%
51; 49%48; 46%
Muy bien representada
en el inventario munici-
pal, con 104 ejemplares,
si bien casi ninguno de
ellos de ellos ha sido
plantados intencionada-
mente (con fines orna-
mentales, al menos).
Esto se debe a que las
variedades de la zona
están muy bien adapta-
das a las condiciones
ambientales de Los Moli-
nos, brotando de manera
espontánea en cunetas y
arriates del viario urba-
no sin mayores proble-
mas. Muy probablemen-
te, entre los responsa-
bles de la dispersión de
los almendrucos quepa
contar con varias espe-
cies de aves y mamíferos
aún comunes en Los Mo-
linos (el arrendajo o la
ardilla, por ejemplo),
que entierran multitud
de semillas aquí y allá,
propiciando los más des-
memoriados la germina-
ción de la planta.
La mayoría de estos pies
espontáneos se reparten
a lo largo de toda la ave-
nida Cañada Real, y al-
gunos pocos también en
la de La Concordia. Los
presentes en el parque
de las Especies sí pare-
cen deliberadamente
cultivados.
Uno de los muchos almendros
semiasilvestrados del municipio.
Algunos de los ejempla-
res ya alcanzan una altu-
ra considerable para su
especie, de 9-10 metros,
pero en conjunto pro-
median los 6-7 metros.
Salvo algunos casos
muy puntuales, de fuste
excesivamente inclina-
do, presentan un buen
estado de salud.
No obstante, su princi-
pal problema tiene que
ver con el hecho de que
puedan haber brotado
bajo tendidos o dema-
siado pegados a otros
árboles o muros.
Pero en todo caso, por
su carácter autóctono,
preciosa floración y
bajo coste de manteni-
miento, el almendro es
un interesante compo-
nente del arbolado ur-
bano de Los Molinos.
56
El árbol que antaño fuera tan común en las plazas mayores de los pueblos de España, hoy en
día es casi una rareza, debido a un mortífero hongo.
Crecimiento Crece relati-
vamente rápido, sobre todo
durante las primeras déca-
das. Normalmente poco
longevo (200 años). Prefe-
rencias ambientales Cre-
ce muy ligado a las vegas
húmedas y frescas, aunque
es resistente a los extremos
climáticos del centro penin-
sular.
MANEJO
Utilidades La madera es
dura y resistente a la hume-
dad y los golpes, por lo que
es útil en carpintería y cons-
trucción. Su ramón es un
buen forraje para el gana-
do. Ornamentalmente forma
parte del paisaje urbano
desde la más remota anti-
güedad, como el árbol de
más fresca sombra en vera-
no en todas las plazas y
avenidas serranas y mesete-
ñas. Cuidados Se reprodu-
ce bien por semillas o esta-
cas. Desgraciadamente, es
muy difícil lograr ejempla-
res adultos saludables: co-
mo ya casi todo el mundo
sabe, la grafiosis (un hongo
parásito transmitido por un
insecto) lleva ya cerca de
un siglo devastando las
poblaciones europeas de
esta y otras especies de
olmos, manteniéndolas bajo
mínimos tanto en estado
silvestre como cultivados.
Cultivares comunes: Los
olmos que comercializan los
viveros suelen ser híbridos
imprecisos entre este y
otros tipos de olmos, cu-
briendo un amplísimo es-
pectro de rasgos morfológi-
cos y ecológicos.
OBSERVACIONES
A pesar de aludir a especies
muy distintas, las palabras
olmo y álamo, tienen su
origen en un mismo término
del norte de Europa.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 15-20
m. (idealmente hasta 40), de
copa progresivamente más
amplia y globosa. En su
base es habitual encontrar
numerosos rebrotes. Tron-
co y ramas principales El
tronco es derecho y robus-
to, con grandes ramas prin-
cipales que surgen princi-
palmente hacia arriba. Cor-
teza De tonos pardo-
grisáceos, muy fisurada
desde joven, con un entra-
mado longitudinal de largas
costillas algo corchosas.
Ramillas Grises o algo
tintadas de rojo, muy finas y
largas, finamente tomento-
sas, surgen principalmente
horizontales. En ocasiones,
algunas ramillas desarrollan
unas costillas alargadas
corchosas muy característi-
cas. Son frecuentes las ra-
mas adventicias. Hojas
Alternas, anchas y de forma
típicamente elíptica y con la
base muy asimétrica, de
tamaño muy variable (4-16
cm); son muy ásperas al
tacto, de color verde relu-
ciente, más claro por el
envés, con ápice puntiagu-
do y bordes doblemente
aserrados. Yemas inver-
nantes Muy pequeñas
(menos de 0,5 cm), entre
globosas y cónicas, pardo
rojizas y con varias escamas
diminutas. Brotes Verdes y
brillantes. Flores Brotan
durante la primavera tem-
prana, antes que las hojas.
Son muy poco vistosas,
muy agrupadas sentadas
sobre las ramillas. Frutos
Muy abundantes, maduran
rápidamente tras la flora-
ción, desprendiéndose del
árbol en primavera. Son
sámaras redondeadas de
poco más de 1 cm, inicial-
mente verdes, luego amari-
llas. Confusiones con otras
especies Las distintas espe-
cies de olmo hibridan con
suma facilidad, siendo muy
difícil (a menudo imposible)
distinguirlas con certeza.
Idealmente, los ejemplares
con hojas grandes y de
base asimétrica y borde
doblemente aserrado, ser-
ían más cercanas al olmo
común que al siberiano
Ulmus pumila (aunque otras
especies también autócto-
nas pero más escasas en la
región, como el olmo de
montaña, U. glabra, o el
olmo blanco, U. laevis, pre-
sentan estos rasgos aún más
marcados). Las costillas
corchosas en las ramillas
finas son casi exclusivas del
olmo común (sólo el li-
quidámbar, Liquidambar
styraciflua, y el arce menor
Acer campestre, las tienen
también), pero no siempre
están presentes.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Proba-
blemente nativa de alguna
zona de Eurasia, hoy difícil
de precisar dado su sis-
temático cultivo por doquier
desde épocas romanas.
Características
Fam. ULMÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
OLMO COMÚN (U OLMO CAMPESTRE)
Ulmus minor
Árbol adulto silvestre
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yemas
Sámaras
57
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 181
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 5%
En Los Molinos...
El bonito ejemplar de la plaza de
La Bodega (probablemente con
cierto grado de hibridación).
particulares de olmo común
(las ramillas corchosas son
una buena pista), por lo que
quizá esta especie autócto-
na pueda volver a ser algu-
na vez tan habitual en la
comarca como en el pasado
reciente.
explicado, las especies
principales de olmo que
hoy se cultivan en la Penín-
sula Ibérica, el común
(Ulmus minor), el de Siberia
(Ulmus pumila), el de mon-
taña (Ulmus glabra) y el de
Holanda (Ulmus x hollandi-
ca), hibridan constantemen-
te entre sí, tanto de manera
natural como por obra de
los viveristas. Esto, añadido
al hecho de que el trabajo
de campo de este estudio se
realizó en invierno (estando
todos los olmos sin hojas, un
rasgo relativamente dia-
gnóstico), no ha permitido
asignar con certeza la espe-
cie de cada pie.
No obstante, se puede ase-
gurar que las formas híbri-
das son las predominantes.
A pesar de ello, también se
han identificado con clari-
dad algunos ejemplares
Los olmos suponen el 5% de
todos los árboles inventaria-
dos en Los Molinos. Como
se aprecia en la gráfica de
su repartición por alturas,
predominan los ejemplares
de tallas medias. No obstan-
te, los olmos están entre las
especies que con mayor
regularidad se podan, a
veces muy drásticamente,
lo que impide identificar al
más alto (que de hecho
varía de un año para otro
según el turno de podas).
Así, en el momento de reali-
zar este trabajo, se midie-
ron varios ejemplares de
alrededor de 10 metros en
distintos puntos del pueblo
como en las calles Barda-
guera y Calvario, en la ave-
nida Cañada Real o en los
parques de las Eras de la
Lancha o de Garrido Lesta-
che.
Pero resulta más fiable
identificar a los ejemplares
más destacables en térmi-
nos de su perímetro troncal.
Entonces, con una circunfe-
rencia cercana a los 2 me-
tros, cabe destacar al ejem-
plar de la plaza de La Bode-
ga. En este emplazamiento,
con tan buena envergadura,
recordaría a los tradiciona-
les olmos centenarios que
antaño presidían las plazas
mayores de multitud de
pueblos de España, antes
de ser devastados por la
grafiosis (y también por
algunos planes de remode-
lación urbana, por qué no
decirlo).
En todo caso, como ya se ha
2; 1%
31; 17%
130; 72%
18; 10%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
20
40
60
80
100
120
140
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
2; 1%
31; 17%
130; 72%
18; 10%
Se incluyen todos los ejemplares pertenecientes al género Ulmus
58
Introducida en toda Europa por su mayor resistencia a la grafiosis del olmo (enfermedad
fúngica transmitida por un insecto), puede suponer un problema por su invasividad y
tendencia a hibridar con los olmos nativos.
glabra, o el olmo blanco,
Ulmus laevis, ambas con
hojas mucho mayores y más
pelosas por el envés).
ECOLOGÍA
Distribución nativa Como
indica su nombre común,
procede del centro y norte
de Asia. Crecimiento Cre-
ce relativamente rápido,
sobre todo durante las pri-
meras décadas, pero es
poco longevo (200 años).
Preferencias ambientales
Como otros olmos, muy
resistente a los extremos
climáticos, así como a la
contaminación atmosférica
urbana. Sus semillas tienen
mayor tasa germinativa que
otros olmos, lo que le per-
mite crecer espontánea-
mente en márgenes de jar-
dines, cunetas y baldíos
periurbanos.
MANEJO
Utilidades La madera es
poco empleada comercial-
mente, salvo como leña o
pasta de papel. Ornamen-
talmente ha desplazado a
los olmos autóctonos, por
resistir algo mejor a la gra-
fiosis. Cuidados Se repro-
duce bien por semillas o
estacas. Soporta muy bien
las podas, incluso drásticas,
así como los trasplantes.
Cultivares comunes Los
olmos que comercializan los
viveros suelen ser híbridos
imprecisos entre este y
otros tipos de olmos, cu-
briendo un amplísimo es-
pectro de rasgos morfológi-
cos y ecológicos.
OBSERVACIONES
En sus países de origen, la
gruesa corteza se trituraba
para formar una especie de
harina, con la que se cocían
“panes”.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 10-15
m. (raramente más de 20),
de copa progresivamente
más amplia y globosa. En su
base es habitual encontrar
numerosos rebrotes. Tron-
co y ramas principales El
tronco es derecho y robus-
to, con grandes ramas prin-
cipales que surgen princi-
palmente hacia arriba. Cor-
teza De tonos pardo-
grisáceos (a veces tenue-
mente asalmonados), muy
fisurada desde joven, con
un entramado longitudinal
de gruesas costillas algo
corchosas. Ramillas Ver-
dosas, muy finas y largas,
finamente tomentosas al
principio, pero prontamente
glabras, surgen principal-
mente horizontales. Son
frecuentes las ramas adven-
ticias. Hojas Alternas, de
forma elíptica o algo lan-
ceoladas, y con la base
bastante simétrica (o com-
pletamente), de 3-7 cm de
long.; son de color verde
reluciente, más claro por el
envés, con ápice puntiagu-
do y bordes simplemente
aserrados (y no doblemen-
te, como en otros olmos).
Yemas invernantes Muy
pequeñas (0,5 cm, aprox.),
globosas, pardo rojizas y
con varias escamas diminu-
tas. Brotes Verdes y brillan-
tes. Flores Brotan durante
la primavera temprana,
antes que las hojas. Son
muy poco vistosas, muy
agrupadas y sentadas sobre
las ramillas. Frutos Muy
abundantes, maduran rápi-
damente tras la floración,
desprendiéndose del árbol
en primavera. Son sámaras
redondeadas de poco más
de 1 cm, inicialmente ver-
des, luego amarillas. Con-
fusiones con otras espe-
cies Existen muchos híbri-
dos entre las distintas espe-
cies de olmo, tanto artificia-
les como naturales, siendo
muy difícil (a menudo impo-
sible) distinguirlas con cer-
teza. Idealmente, los ejem-
plares con las hojas más
pequeñas, poco o nada
asimétricas, serían más
cercanas al olmo siberiano
que al común, Ulmus minor
(o a otras especies también
autóctonas pero más esca-
sas en la región, como el
olmo de montaña, Ulmus
Características
Fam. ULMÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
OLMO DE SIBERIA
Ulmus pumila
Árbol adulto cultivado, en invierno
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yemas
Sámaras
59
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 181
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 5%
En Los Molinos...
Grupo de olmos en la avenida
Cañada Real, en invierno
2; 1%
31; 17%
130; 72%
18; 10%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
20
40
60
80
100
120
140
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
2; 1%
31; 17%
130; 72%
18; 10%
Se incluyen todos los ejemplares pertenecientes al género Ulmus
nantes suelen ajustarse
mucho al olmo de Siberia.
Debido a lo intensamente
que se introdujo su cultivo
en nuestro país, su hibrida-
ción espontánea con las
especies autóctonas proba-
blemente ayudó a cavar
más profundamente la tum-
ba del olmo común.
algunos planes de remode-
lación urbana, por qué no
decirlo).
En todo caso, como ya se ha
explicado, las especies
principales de olmo que
hoy se cultivan en la Penín-
sula Ibérica, el común
(Ulmus minor), el de Siberia
(Ulmus pumila), el de mon-
taña (Ulmus glabra) y el de
Holanda (Ulmus x hollandi-
ca), hibridan constantemen-
te entre sí, tanto de manera
natural como por obra de
los viveristas. Esto, añadido
al hecho de que el trabajo
de campo de este estudio se
realizó en invierno (estando
todos los olmos sin hojas, un
rasgo relativamente dia-
gnóstico), no ha permitido
asignar con certeza la espe-
cie de cada pie. No obstan-
te, se puede asegurar que
las características predomi-
Los 181 olmos suponen un
alto porcentaje de todos los
árboles inventariados en
Los Molinos.
Como se aprecia en la gráfi-
ca de su repartición por
alturas, predominan los
ejemplares de tallas me-
dias. No obstante, se trata
de una de las especies que
con mayor regularidad se
podan, a veces muy drásti-
camente, lo que impide
identificar al más alto con
fiabilidad (que de hecho
varía de un año para otro
según el turno de podas).
Así, en el momento de reali-
zar este trabajo, se midie-
ron varios ejemplares de
alrededor de 10 metros en
distintos puntos del pueblo,
como en las calles Barda-
guera y Calvario, en la ave-
nida Cañada Real o en los
parques de las Eras de la
Lancha o de Garrido Lesta-
che.
Pero resulta más fiable
identificar a los ejemplares
más destacables en térmi-
nos de su perímetro troncal.
Entonces, con una circunfe-
rencia cercana a los 2 me-
tros, cabe destacar al ejem-
plar de la plaza de La Bode-
ga. En este emplazamiento,
con tan buena envergadura,
recordaría a los tradiciona-
les olmos centenarios que
antaño presidían las plazas
mayores de multitud de
pueblos de España, antes
de ser devastados por la
grafiosis (y también por
60
El tradicional paisaje adehesado de enormes fresnos desmochados que tanto identifica a
Guadarrama, en otras comarcas de España lo protagonizan los centenarios chopos cabeceros.
inundados, por lo que abun-
da en las llanuras aluviales,
tanto cultivado como es-
pontáneamente. Esto, junto
a la facilidad de germina-
ción de sus abundantes
semillas, le permite coloni-
zar las cunetas y baldíos
periurbanos más frescos.
MANEJO
Utilidades La madera es de
baja calidad, muy blanda y
putrescible, pero se emplea
muchísimo, industrialmente
(embalajes, conglomera-
dos, pasta de papel), por la
rapidez con que crecen los
cultivos de esta especie. Su
uso como ornamental es
muy frecuente, sobre todo
en sus variedades de copa
columnar, como árbol de
alineación. Cuidados Por
semillas, retoños de raíz, o
esquejes, crece fácilmente
sin cuidados particulares.
Cultivares comunes De la
enorme cantidad de varie-
dades comerciales existen-
tes, las formas ornamentales
más extendidas son las de
portes más piramidales o
columnares (como el llama-
do chopo lombardo), y con
follajes de coloración otoñal
más atractiva.
OBSERVACIONES
Equivocadamente, mucha
gente identifica a las abun-
dantes pelusas blancas que
liberan los chopos y álamos
en primavera con polen y
con picores. En realidad
esto son sus semillas, y el
verdadero polen, liberado
muchas semanas antes, es
además de muy baja aler-
genicidad.
IDENTIFICACIÓN
Porte Supera fácilmente los
15 m, pudiendo alcanzar los
30. Tiene forma erguida,
con una gran copa lanceola-
da (en algunas de sus varie-
dades más frecuentes) de
abundante ramaje, sobre
todo en su mitad superior,
pero a pesar de todo de
aspecto más bien aclarado.
Los rebrotes basales son
muy frecuentes. Tronco y
ramas principales Tronco
cilíndrico y recto, que aca-
ba adquiriendo un gran
diámetro. Una característica
muy frecuente en los ejem-
plares adultos es la apari-
ción de unos gruesos nudos
y abultamientos (una acu-
mulación anómala de tejido
en respuesta a una antigua
poda en la zona), de los que
nacen densos haces de
ramillas. Las ramas de pri-
mer orden surgen hacia
arriba, a menudo desde casi
la base. Corteza De color
gris, a medida que gana
grosor se va oscureciendo y
adquiriendo numerosas
grietas y costillas longitudi-
nales. Ramillas Flexibles y
glabras; amarillentas y algo
viscosas inicialmente, des-
pués más grisáceas y ya
secas. Con frecuentes re-
brotes adventicios a lo largo
del tronco. Hojas Alternas.
Un mismo árbol las puede
tener con distintas morfo-
logías, aunque predominan
las más o menos triangula-
res, de 5-10 cm, y verdes
por ambas caras; en las
ramillas más débiles las
hojas son más pequeñas y
romboidales. Yemas inver-
nantes Alternas, muy pun-
tiagudas y de tonos ambari-
nos, brillan mucho y a me-
nudo son pegajosas al tacto.
Brotes Verdes y glabros.
Flores Es un árbol dioico.
Los ejemplares masculinos
tienen largos amentos col-
gantes de 5-10 cm, anaran-
jados; los femeninos son
algo más cortos y verdosos.
Florecen en la primavera
temprana. Frutos Maduran
en primavera, desprendien-
do unas abundantísimas
semillas recubiertas de
pelos algodonosos para que
el viento y el agua las dis-
perse. Confusiones con
otras especies Existen
muchos híbridos entre las
distintas especies de álamos
y chopos, siendo en ocasio-
nes difíciles de distinguir
entre ellos.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
nariamente de toda Europa
y regiones adyacentes de
Asia y África. Crecimiento
Poco longevo (alrededor de
100 años), pero uno de los
árboles europeos de más
rápido crecimiento. Prefe-
rencias ambientales Re-
quiere suelos muy húmedos
como los de las inmediacio-
nes de ríos y humedales. De
hecho es capaz de medrar
en terrenos periódicamente
Características
Fam. SALICÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
CHOPO (O ÁLAMO NEGRO)
Populus nigra
Árboles adultos
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yema
Frutos
61
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 86
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
El enorme chopo del solar de la
Plaza de Toros
En general, todos pre-
sentan un buen estado
de salud, lo que no deja
de ser algo sorprenden-
te para esta especie,
poco longeva y propen-
sa a las roturas y pudri-
ciones.
este gigante, en el par-
que de Las Cigüeñas,
también son magníficos.
Pero además, también se
cuentan entre los de más
grueso tronco, ostentan-
do el récord municipal
un viejo ejemplar a la
orilla del río: 132 cm de
diámetro, o lo que es lo
mismo ¡algo más de cua-
tro metros de circunfe-
rencia! (debido a que en
su día se le talara el fuste
central, en altura “sólo”
llega a unos 12 metros).
No obstante, casi todos
ellos se hallan muy con-
centrados en el parque
Rodríguez Padilla, distri-
buidos sobre todo en
varias alineaciones.
Los 86 chopos inventa-
riados, aún sin ser un
grupo particularmente
abundante, constituyen
una de las especies más
conspicuas del arbolado
urbano de Los Molinos,
debido a sus enormes
tallas.
Así, más de media doce-
na rondan los 18 metros,
y uno en particular, em-
plazado en el solar de la
Plaza de Toros, alcanza
los 20. Otros dos ejem-
plares muy cercanos a
53; 62%
32; 37%
1; 1%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
53; 62%
32; 37%
1; 1%
El árbol con el tronco más grueso
de Los Molinos, a la orilla del río.
62
Uno de los árboles urbanos más habituales, en ocasiones tan atractivo como problemático por
su poca longevidad y facilidad a deteriorarse.
suelos muy húmedos como
los de las inmediaciones de
ríos y humedales. Este
hecho, junto a la facilidad
de germinación de sus
abundantes semillas, le
permiten crecer espontá-
neamente en las cunetas y
baldíos periurbanos más
frescos.
MANEJO
Utilidades La madera es de
baja calidad, muy blanda y
putrescible, pero se emplea
muchísimo, industrialmente
(embalajes, conglomera-
dos, pasta de papel), por la
rapidez con que crecen los
cultivos de esta especie. Su
uso como ornamental es
enorme, debido a su ele-
gante porte y bonito follaje
discolor. Cuidados Es de
fácil reproducción por se-
milla, y crece fácilmente sin
cuidados particulares. No
obstante, su madera es muy
quebradiza, con el consi-
guiente problema ante los
temporales climatológicos.
Además, es muy sensible a
la poda de ramas gruesas,
lo que casi siempre acaba
en pudriciones irreversi-
bles. Cultivares comunes
De la enorme cantidad de
variedades comerciales
existentes, las formas orna-
mentales más extendidas
son las de portes más pira-
midales o columnares, y con
follajes de coloración más
contrastada.
OBSERVACIONES
Equivocadamente, mucha
gente identifica a las abun-
dantes pelusas blancas que
liberan los chopos y álamos
en primavera con polen y
con picores. En realidad
esto son sus semillas, y el
verdadero polen, liberado
muchas semanas antes, es
además de muy baja aler-
genicidad.
IDENTIFICACIÓN
Porte Supera fácilmente los
15 m, pudiendo alcanzar los
30. Habitualmente tiene
forma columnar o muy ova-
lada (aunque no siempre, y
además es frecuente que no
crezca muy derecho), con
una copa más bien aclara-
da. Los rebrotes basales son
muy frecuentes. Tronco y
ramas principales Tronco
cilíndrico y recto, que aca-
ba adquiriendo un gran
diámetro. Las ramas de
primer orden surgen hacia
arriba, a menudo desde casi
la base, pero las siguientes
toman formas más azarosas.
Corteza Muy blanca (o gris
claro) y lisa mientras es
joven, salpicada de marcas
romboidales; pero se
agrieta y oscurece bastante
con la edad; no obstante en
los tramos más altos del
tronco suele mantenerse la
corteza blanca y más reco-
nocible. Un rasgo bastante
característico en algunas
variedades son dos cicatri-
ces negras, una a cada lado
de la inserción de las ramas
principales, que recuerdan
largas bigoteras caídas.
Ramillas Con un denso
tomento blanco que dura
mucho tiempo, después
verdes y brillantes. Con
frecuentes rebrotes adventi-
cios a lo largo del tronco.
Hojas Alternas. Un mismo
árbol las tiene de dos tipos
diferentes: unas grandes (8-
12 cm) y muy lobuladas, y
otras de menor tamaño (4-8
cm), ovaladas o triangulares
sobre las ramillas más débi-
les; ambos tipos son verdes
y glabras por el haz, y muy
blancas y tomentosas por el
envés, con el borde tosca-
mente dentado. Yemas
invernantes Alternas, ova-
ladas y recubiertas de un
fino tomento blanquecino
que acaban perdiendo,
siendo entonces rojizas.
Brotes Blancos y lanosos.
Flores Es un árbol dioico.
Los ejemplares masculinos
tienen largos amentos col-
gantes de 5-10 cm, anaran-
jados; los femeninos son
algo más cortos y verdosos.
Florecen en la primavera
temprana. Frutos Maduran
en primavera, desprendien-
do unas abundantísimas
semillas recubiertas de
pelos algodonosos para que
el viento y el agua las dis-
perse. Confusiones con
otras especies Existen
muchos híbridos entre las
distintas especies de álamos
y chopos, siendo en ocasio-
nes difíciles de distinguir de
sus congéneres. Aparte de
esto, únicamente los abedu-
les (Betula sp.) tienen una
corteza tan lisa y blanqueci-
na.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
nariamente de toda Europa
y regiones adyacentes de
Asia y África. Crecimiento
Poco longevo (alrededor de
100 años), pero de rapidísi-
mo crecimiento. Preferen-
cias ambientales Requiere
Características
Fam. SALICÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
ÁLAMO (O CHOPO BLANCO)
Populus alba
Árboles adultos
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores masculinas
Semillas caídas
63
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 71
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 2%
En Los Molinos...
3; 4%
49; 69%
15; 21%
4; 6%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
10
20
30
40
50
60
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
3; 4%
49; 69%
15; 21%
4; 6%
Uno de los árboles más altos del
inventario, en la calle Cañada
Real (en invierno).
En cualquier caso, sin
ser muy abundantes, sí
que se hallan bastante
repartidos por la ciudad,
aunque en la mitad sur
de la calle Cañada Real,
junto con el gigante ya
citado, se puede disfru-
tar del impresionante
porte de los más saluda-
bles.
Al igual que su congéne-
re, el chopo (Populus
alba), los 71 álamos de
Los Molinos están entre
los árboles más grandes
inventariados.
De hecho, uno de ellos
ostenta el privilegio de
ser el más alto de entre
los de hoja ancha (es
decir, sin incluir a las
coníferas), con 21 me-
tros. Se sitúa en la calle
Cañada Real, y además
de su enormidad, llama
la atención (por fortuna)
el buen estado de salud
que aparenta.
Efectivamente, entre los
álamos registrados
abundan todo tipo de
lesiones, y algunos de
ellos están claramente
tocados de muerte
(aunque en un árbol, la
muerte pueda ser un
proceso muy largo).
Además, apenas hay
ejemplares jóvenes (sólo
3 de menos de 5 metros)
que puedan tomar el
relevo de sus mayores
en el futuro, no muy leja-
no teniendo en cuenta
que no son árboles lon-
gevos.
Alineación de
media docena
de pies en la
calle Calvario
(uno de ellos
b a s t a n t e
dañado).
64
Uno de los árboles ornamentales clásicos, esta es una de las pocas especies relativamente
fáciles de distinguir en su complicadísima familia.
divulgativa, pues en reali-
dad existen multitud de
variedades diferentes, pero
con estos mismos rasgos
generales.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Apa-
rentemente, sus primeros
ejemplares se habrían culti-
vado en China, desde don-
de se introdujo en todo el
mundo. Crecimiento Poco
longevo (alrededor de 100
años), pero de rapidísimo
crecimiento. Preferencias
ambientales Siempre en
terrenos muy húmedos,
como las orillas o vegas de
los ríos.
MANEJO
Utilidades La madera es de
mala calidad, por lo que su
uso casi único es el orna-
mental. No obstante, en este
sentido es una de las espe-
cies indiscutibles en todo
parque que se precie debi-
do a su elegantísimo porte.
Cuidados Es de fácil repro-
ducción por estacas o injer-
tos, principalmente. Pero
requiere mucho riego, pero
también bastante insolación
por lo que es proclive a
secarse. Cultivares comu-
nes Entre la enorme canti-
dad de variedades tanto
naturales como comerciales
existentes, junto a las muy
habituales formas doradas,
se pueden citar unas muy
peculiares, con ramas y
hojas extremadamente riza-
das y retorcidas.
OBSERVACIONES
Su nombre común alude a
que en su día habría engala-
nado los legendarios jardi-
nes colgantes de Babilonia,
una de las Siete Maravillas
del Mundo Antiguo.
IDENTIFICACIÓN
Porte Supera fácilmente los
10 m, aunque muy raramen-
te llega a 20. Es frecuente
que no crezca muy derecho,
y su copa, irregular y más o
menos caída, acrecienta
cierta sensación de pesa-
dez. Tronco y ramas prin-
cipales Tronco cilíndrico y
grueso una vez maduro, del
que surgen oblicuamente
las ramas de primer orden.
Corteza Muy agrietada
desde joven, se forman
costillas grisáceas y grietas
ocres, muy pronunciadas y
que crean un entramado
longitudinal muy típico.
Ramillas Muy delgadas y
lisas, de tono verde claro, y
a partir de cierta longitud
muy flexibles y péndulas.
Hojas Alternas. Muy alarga-
das y acabadas en punta
(lanceoladas), de 8-15 cm,
de color verde fresco por el
haz y más pálidas por el
envés, con el borde muy
finamente aserrado. En
algunas ocasiones aguan-
tan gran parte del invierno,
si no ha sido muy severo.
Yemas invernantes Alter-
nas, marrones, ovaladas y
muy puntiagudas, están
muy apretadas contra la
ramilla. Brotes Blancos y
lanosos. Flores Primavera-
les. Se disponen en amentos
de 2 cm, verdosos, que
brotan a la vez que las pri-
meras hojas Frutos Madu-
ran en primavera. Pequeños
paquetillos de abundantísi-
mas semillas diminutas
recubiertas de pelos algo-
donosos para que el viento
y el agua las disperse. Con-
fusiones con otras espe-
cies Los sauces constituyen
un verdadero quebradero
de cabeza para su correcta
identificación, pues sus
distintas especies tanto
arbóreas como arbustivas,
tienen una facilidad asom-
brosa para hibridar entre
ellas, produciendo descen-
dencia fértil, que a su vez
puede hibridar nuevamen-
te, y así sucesivamente. De
hecho, asumir que los ejem-
plares arbóreos, cultivados
artificialmente y de follaje
más o menos péndulo con
hojas lanceoladas son Salix
babylonica, es una mera
cuestión de simplicidad
Características
Fam. SALICÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
SAÚCE LLORÓN
Salix babylonica
Árbol adulto
Ramillas y hojas
Corteza de ejemplar adulto
Amento
65
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 25
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
Conjunto de sauces a la orilla
del río, bajo el parque de
Rodríguez Padilla.
neral todos ellos alcan-
zan ya alturas importan-
tes, con unos 8 m en
promedio (y algunos
cercanos a los 13m).
Los de la calle Sauquera
y la plaza del 3 de Abril
también son grandes (9
- 11 m).
Todos ellos muestran
un estado de salud muy
bueno, a pesar de que
su poca longevidad
predispone a esta espe-
cies a padecer proble-
mas frecuentemente.
De los 25 ejemplares
inventariados, 22 se
concentran en el par-
que de Rodríguez Padi-
lla y el paseo junto al
río Guadarrama al que
se accede desde allí.
Se disponen en varias
alineaciones, y con su
fresco y grácil follaje de
tonos claros constituyen
un atractivo contrapun-
to visual tanto con los
rígidos chopos, como
con los oscuros cedros.
Aunque se podan con
mucha frecuencia, sus
ramas rebrotan muy
rápidamente, y en ge-
9; 36%
16; 64%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
9; 36%
16; 64%
Otro ejemplar de buen tamaño
en una de las calles del pueblo.
66
Testigo de la retirada de los hielos tras la última glaciación, es la especie típicamente pionera
en el proceso de creación de bosques sobre las montañas y páramos más austeros.
ECOLOGÍA
Distribución nativa De
forma natural por casi toda
Eurasia (sobre todo la mitad
más septentrional). En Es-
paña es más frecuente en el
tercio septentrional, aunque
en ambientes frescos y
húmedos, sobre todo de
montaña, aparece más pun-
tualmente en otras latitudes.
Crecimiento Poco longevo
(alrededor de 100 años),
mientras es joven crece
mucho más rápidamente
que cuando es adulto. Pre-
ferencias ambientales
Crece principalmente en
suelos húmedos y poco
compactados, con mucha
insolación. Soporta perfec-
tamente las bajas tempera-
turas, pero no las elevadas.
MANEJO
Utilidades La madera no es
particularmente apreciada,
aunque se usa en carpinter-
ía y ebanistería. Antigua-
mente tenía muchos medici-
nales. Actualmente su uso
ornamental es muy común,
dada la elegancia de su
porte y los atractivos colo-
res del tronco y el follaje.
Cuidados Se le cultiva fácil-
mente por semillas, estaqui-
llas o injertos. No prosperan
a la sombra de árboles muy
frondosos, por lo que se
deben situar en áreas des-
pejadas. Cultivares comu-
nes Como casi siempre, los
viveros comercializan ejem-
plares procedentes de
hibridaciones con otras
especies que muestran
coloraciones atípicas.
OBSERVACIONES
Por su blancura y finísimo
espesor, su corteza era
empleada antiguamente
para escribir.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol que normal-
mente no supera los 15 m
de altura, aunque es capaz
de alcanzar los 30 en condi-
ciones idóneas. Presenta un
aspecto muy grácil, más
bien erguido, de copa va-
riable pero con un ramaje
abierto, laxo y colgante, y
follaje ligero. Tronco y
ramas principales Tronco
derecho o algo flexuoso, no
muy ancho, incluso en
ejemplares muy altos. Las
ramas principales pueden
nacer algo horizontalmente
o incluso verticales, pero
acaban siendo péndulas en
su extremo final. Corteza El
abedul tiene una de las
cortezas más reconocibles
entre todo el arbolado urba-
no: blanco crema o algo
rosada, extremadamente
lisa, pero salpicada de ban-
das horizontales y marcas
en forma de flecha oscuras,
y que se desprende y enro-
lla transversalmente en
finas tiras papiráceas; a
medida que el árbol enveje-
ce, en las zonas más bajas,
esta corteza blanca deja
paso a otra más oscura y
agrietada, que acaba ocu-
pando toda la base del tron-
co. Ramillas Muy delgadas
y flexibles, glabras y de
color marrón. En aquellas
en las que el sol incide más
intensamente aparecen
pequeñas verrugas blancas.
Hojas De las primeras en
abrirse en primavera. Son
alternas, de sólo 3-7 cm de
long., pero con un largo y
débil peciolo que las hace
colgar mucho de las ramas;
tienen forma entre triangu-
lar y romboidal pero siem-
pre muy puntiagudas, con
dientes a lo largo del mar-
gen, alternándose unos
gruesos con otros más finos,
salvo en la base que es lisa;
son de color verde, con el
haz más vivo y reluciente
que el envés, y en el otoño
adquieren un intenso color
amarillo antes de caer. Ye-
mas invernantes Alternas,
pequeñas (menos de 1 cm),
puntiagudas y algo visco-
sas, de tono ocre. Brotes
Verdes y brillantes, gla-
bros. Flores Especie mono-
ica, con las flores de ambos
sexos reunidas en el mismo
árbol: amentos masculinos
pardo amarillentos y alarga-
dos, de unos 5 cm, que co-
mienzan a desarrollarse
lenta y prematuramente,
desde el otoño o invierno
anterior a la primavera en
que se abrirán; los femeni-
nos son más cortos, y apare-
cen en primavera. Frutos
Pequeños y densos cilin-
dros escamosos, con nume-
rosas semillas aladas; se
abren entre final del verano
y otoño. Confusiones con
otras especies Por su pecu-
liar corteza, quizá única-
mente se puede confundir
con el álamo (Populus alba),
pero atendiendo al resto de
rasgos y con un mínimo de
práctica acaba siendo in-
confundible.
Características
Fam. BETULÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
ABEDUL
Betula pendula
Árbol adulto (en otoño)
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Amentos masculinos (inmaduros)
Frutos
67
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 10
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
7; 70%
3; 30%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
2
4
6
8
10
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
7; 70%
3; 30%
Abedul (con doble fuste desde la
base) de la calle Molineras, en
invierno.
insolación para prospe-
rar (en estado silvestre
es típico de claros y
bordes de bosques
montanos, siendo una
de las primeras espe-
cies arbóneas coloniza-
doras de estos espacios
abiertos)
Los abedules, además
del atractivo que les
Únicamente se han con-
tabilizado 10 ejempla-
res de esta bonita espe-
cie. Ocho de ellos,
además, se encuentran
muy cercanos entre sí:
en las inmediaciones
del cruce entre la ave-
nida de La Constitución
y la calle Calvario.
Los dos restantes se
hallan en el parque de
Las Especies y en el
parque de las Eras de
la Lancha. Este último
es el de mayor tamaño
de todos los inventaria-
dos, alcanzando ya los
diez metros, lo que ya
es bastante considera-
ble para esta especie.
Todos presentan un
buen estado general de
salud, y han sido plan-
tados bastante apropia-
damente, sin muchos
árboles de gran tamaño
a su alrededor que les
hagan sombra, pues
esta especie requiere
un elevado grado de
confiere su innegable
elegancia y coloración,
son valiosos integran-
tes del inventario muni-
cipal por cuestiones
ecológicas y conserva-
cionistas.
Así, el abedul está in-
cluido en el listado de
especies protegidas de
la Comunidad de Ma-
drid, pues es una espe-
cie escasa en todo el
Sistema Central (sus
rodales rápidamente
son desplazados por los
robles o pinos, mayo-
res y más longevos).
68
Las flores y frutos de los tilos tienen gran cantidad de usos medicinales, y mejor contrastados
científicamente que los atribuidos a muchas otras plantas.
tinguirlas. De hecho, el
denominado a veces tilo
europeo común (Tilia x vul-
garis), muy extendido como
ornamental, no es sino un
híbrido entre el de hoja
pequeña y el de hoja gran-
de (Tilia platyphyllos).
ECOLOGÍA
Distribución nativa De
forma natural por casi toda
Eurasia (sobre todo la mitad
más septentrional). En Es-
paña, sólo en el tercio sep-
tentrional. Crecimiento De
longevidad media (entre
200-300 años), mientras es
joven crece más rápida-
mente que de adulto. Prefe-
rencias ambientales So-
porta mejor las bajas tem-
peraturas que las altas.
MANEJO
Utilidades La madera, blan-
da y ligera, se usa en car-
pintería y ebanistería. Sus
frutos son muy populares en
infusión, así como la miel
elaborada con sus flores. Y
son muy ornamentales, por
su equilibrado porte, la
densa sobra que proporcio-
nan y la fragante floración.
Cuidados Se le cultiva fácil-
mente por semillas, estaqui-
llas o injertos. Cultivares
comunes Los viveros co-
mercializan ejemplares
procedentes de hibridacio-
nes con otras especies, de
hojas más o menos grandes
y coloreadas.
OBSERVACIONES
El término latino cordata
hace alusión a la bonita
forma acorazonada de sus
hojas.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de hasta 20-30
m de altura, muy elegante.
La forma de la copa, perfec-
tamente definida y regular
mientras es joven, recuerda
a una campana o bombilla,
y es extremadamente carac-
terística; una vez son ya
añosos, es más desordena-
da y amplia. Tronco y ra-
mas principales Tronco
muy derecho y cilíndrico.
Las ramas principales de la
parte baja se extienden
principalmente hacia abajo,
las superiores hacia arriba.
Corteza Grisácea oscura,
bastante lisa al principio,
pero a medida que enveje-
ce se forma un entramado
longitudinal de crestas y
surcos. Ramillas Delgadas
y algo zigzaguenates, ini-
cialmente tomentosas, lue-
go glabras, de color marrón
rojizo o verdoso. Hojas
Alternas, muy acorazonadas
y de punta bruscamente
aguda, de 6-15 cm de long.,
con dientes a lo largo del
margen; son de color verde,
con el haz más vivo y relu-
ciente que el envés, más o
menos piloso según las
variedades. En el otoño
adquieren un intenso color
amarillo antes de caer. Ye-
mas invernantes Alternas,
pequeñas (alrededor de 0,5
cm), ovoides y de color rojo
(a veces más verdosas).
Brotes Verdes y brillantes.
Flores Estivales. Hermafro-
ditas. Son inconfundibles:
péndulas, de color crema y
muy aromáticas, pequeñas
(2 cm) pero con un largo
pedúnculo y una llamativa
membrana que se extiende
sobre ellas. Frutos Peque-
ñas esferas con 4-5 costillas
poco marcadas (a veces
ninguna) que permanecen
unidas a los largos pedún-
culo y membrana de la flor.
Suelen aguantar sobre las
ramas bastante tiempo des-
pués de caer las hojas. Con-
fusiones con otras espe-
cies Las distintas especies
de tilos hibridan muy fácil-
mente, y se observan ejem-
plares con todo el gradiente
posible en sus característi-
cas principales, por lo que a
menudo no es posible dis-
Características
Fam. TILIÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
TILO DE HOJA PEQUEÑA
Tilia cordata
Árboles adultos (en invierno)
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Frutos
Yemas
69
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 36
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 1%
En Los Molinos...
1; 3%
7; 19%
17; 47%
11; 31%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
1; 3%
7; 19%
17; 47%
11; 31%
Uno de los tilos de mayor tamaño
de las calles de Los Molinos.
bastante diagnóstico),
no ha permitido asig-
nar con certeza la es-
pecie de cada pie.
En cualquier caso,
todos ellos se encuen-
tran en un buen esta-
do de salud, y muy
probablemente su
espléndida y recono-
En el viario de Los
Molinos se han regis-
trado 36 tilos.
Su aromática floración y la densidad de la
sombra que ofrecen
sus equilibradas co-
pas, le convierten en
una especie cada vez
más cultivada en nues-
tro país.
Pero la mayoría de los
árboles del pueblo
son aun muy peque-
ños, pues sólo prome-
dian unos 4 m. Los
más maduros, en las calles al norte de la
ciudad, apenas alcan-
zan 6 metros.
Las distintas especies
de tilos se hibridan
muy fácilmente, sobre
todo para su comer-
cialización. Esto, aña-
dido al hecho de que
el trabajo de campo
de este estudio se rea-
lizó en invierno
(estando todos los ti-
los sin hojas, un rasgo
cible figura acampa-
nada les situará en
pocos años entre los
ejemplares más admi-
rados del inventario.
70
Habría surgido de cruzar dos especies de plátano semejantes pero muy distantes entre sí (de
Europa y Norteamérica), disputándose su autoría entre jardineros británicos, franceses y
españoles.
Distribución nativa Al ser
un híbrido de jardinería no
tiene área natural de origen
(aunque sus especies pro-
genitoras proceden de Eu-
ropa y Norteamérica. Cre-
cimiento Bastante longevo
si se le da la oportunidad
(400 años), pero también de
rapidísimo crecimiento.
Preferencias ambientales
Es de una gran rusticidad, y
siempre se le cita como
ejemplo de especie ultra-
rresistente a la contamina-
ción urbana. Pero requiere
bastante sol durante sus
primeros años.
MANEJO
Utilidades La madera, es
de buena calidad por lo que
puntualmente se emplea en
carpintería y ebanistería.
Pero, evidentemente, su
extendidísima presencia
como especie ornamenta
desplaza a cualquier otro
uso. Cuidados Se reprodu-
ce por semillas o por esta-
cas. Su resistencia a las
prácticas de poda más agre-
sivas es paradigmática (lo a
que a veces le hace pade-
cer verdaderas atrocida-
des). Cultivares comunes
Los viveros no comerciali-
zan ejemplares particular-
mente variados en sus ras-
gos.
OBSERVACIONES
Cada vez más personas son
alérgicas a esta especie,
aunque no tanto a su polen
como a los abundantísimos
pelillos de sus frutos.
IDENTIFICACIÓN
Porte Muy robusto y capaz
de alcanzar enormes di-
mensiones, de hasta 30-40
m. La copa es muy amplia y
redondeada o piramidal, y
de espeso follaje. No obs-
tante, esta especie es pro-
bablemente la más recu-
rrentemente podada de
entre todo el arbolado urba-
no, y es muy habitual en-
contrar plátanos de tan
avanzada edad como corta
altura, como los dedicados
a formar emparrados de
ramas fusionadas. Tronco y
ramas principales Tronco
normalmente muy derecho
y grueso, que a buena altu-
ra suele dividirse en varios
fustes y nudosas ramas prin-
cipales. En los ejemplares
demasiado podados es fácil
encontrar profundas oque-
dades, y abultamientos
resultantes de cortar una y
otra vez las ramas por el
mismo punto (las denomina-
das “cabezas de gato”).
Corteza Mientras es joven,
muy delgada y lisa, des-
prendiéndose en placas y
formando poco a poco un
característico dibujo tesela-
do en tonos crema, gris,
verde y ocre. Con la edad
se va engrosando y forma
gruesas escamas poligona-
les. Pero aunque relativa-
mente variable, muy fácil-
mente reconocible. Rami-
llas Verdosas e inicialmen-
te cubiertas de pelusilla,
pero que se desprende al
poco tiempo. Hojas Alter-
nas, de color verde intenso.
Miden 15-30 cm de long., y
son palmeadas, con 3 ó 5
lóbulos triangulares más o
menos dentados según va-
riedades. Yemas invernan-
tes Cónicas, y de tonos
pardos o verdes, con una
única escama. Brotes Pu-
bescentes. Flores Primave-
rales. Pequeñas esferas en
las que se agrupan radial-
mente las florecillas: las
masculinas amarillentas, y
las femeninas anaranjadas.
El mismo árbol las tiene de
ambos sexos. Pasan bastan-
te desapercibidas por su
pequeño tamaño, pero son
atractivas, en su sencillez.
Frutos Se forman entre el
final del verano y el co-
mienzo del otoño. Son unas
compactas esferas colgan-
tes de largos rabillos, de 2-
3 cm, inicialmente verdes,
pero una vez maduras de
color marrón claro. Se van
deshaciendo, liberando
multitud de pequeñas semi-
llas con unos filamentos
(irritantes al frotarse) desti-
nados a que las disperse el
viento. A menudo persisten
sobre el árbol durante todo
el invierno, lo que resulta
muy estético. Confusiones
con otras especies Su cor-
teza y frutos , lo hacen in-
confundible, además de que
su abundancia y ubicuidad
urbana permiten practicar
sobradamente en su identi-
ficación.
ECOLOGÍA
Características
Fam. PLATANÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
PLÁTANO (O PLÁTANO DE SOMBRA, PLÁTANO HÍBRIDO COMÚN)
Platanus x hispanica
Árbol adulto
Cortezas de ejemplares adultos
Frutos
Hoja
Semillas
71
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 385
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 10%
En Los Molinos...
Sólo se representan los 240 ejemplares no podados en el
momento de realizar el inventario.
56; 23%
172; 72%
11; 5%1; 0%
< 1 m
< 2 m
< 5 m
< 10 m
< 15 m
> 15 m
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
56; 23%
172; 72%
11; 5%1; 0%
Los 385 ejemplares in-
ventariados convierten
al plátano en la especie
más abundante, con dife-
rencia, de Los Molinos.
Como en todas partes,
habría que decir, pues la
debilidad que sienten
los responsables del
arbolado urbano de toda
España por esta especie
es casi enternecedora.
Curiosamente, no es tan
frecuente en los jardines
particulares.
Por supuesto, que esta
especie tiene enormes
virtudes que justifican su
abundancia, entre las
que destacan la estoici-
dad con que soporta las
podas más brutales, re-
brotando una y otra vez.
No obstante, esta sobre-
abundancia y el maltrato
con que a veces se le
trata, le acaban pasando
factura en forma de
oquedades con pudricio-
nes, y poca resistencia a
las plagas. A pesar de
ello, los del inventario
municipal presentan un
buen estado general.
Algunos ejemplares son
ya verdaderamente
magníficos, particular-
mente los de las calles
de la urbanización Mon-
tepinar, al norte de la
ciudad (cuya presencia
ya se observa claramen-
te en fotos de 1975).
Cuando han podido me-
dirse (antes de su poda
de rigor), varios han
rondado o superado los
15 metros.
Por supuesto, son tam-
bién muy llamativos los
habituales emparrados,
en los que ramas finas de
distintos pies acaban
fusionándose, proporcio-
nando una sombra densa
y continua para sobrelle-
var la canícula. A lo lar-
go de la calle Real hay
varios ejemplos de este
tipo.
(Izda).Algunos de
los plátanos más
grandes de Los
Molinos, en la
calle de los Siete
Picos.
(Dcha.) Uno de los
emparrados de
plátanos, en la
calle Real.
72
Este pariente de frutales tan apreciados como el cerezo, el albaricoquero, el melocotonero, el
almendro o, por supuesto, el ciruelo común, aporta una nota de color en todo jardín.
que se ha naturalizado por
toda Europa, sus formas
naturales procederían del
centro de Eurasia (Balcanes,
Caúcaso, Persia...). Creci-
miento Poco longevo (70-80
años), inicialmente crece
rápido, para luego ralenti-
zar mucho su desarrollo.
Preferencias ambientales
Gracias a la gran afición por
su cultivo, , existen varieda-
des capaz de soportar todo
tipo de condiciones. No
obstante, en sus variedades
de hojas más oscuras nece-
sita exposiciones más solea-
das.
MANEJO
Utilidades Puramente orna-
mental (aunque sus frutos
sean aptos para la alimenta-
ción). Sin duda, una de las
especies más recurrentes
en parques y jardines, dado
el vivo contraste de su fo-
llaje y su espectacular flora-
ción. Cuidados Es de fácil
reproducción por semillas,
injertos o estacas, y crece
fácilmente sin cuidados
particulares. Aguanta bien
las podas agresivas. Culti-
vares comunes Los viveros
comercializan multitud de
variedades, sobre todo en
torno a la coloración de las
hojas.
OBSERVACIONES
Su nombre común se dedica
al jardinero francés contra-
tado por uno de los Shahs
de Persia, de finales del
siglo XIX, quien casualmen-
te descubrió que uno de sus
ciruelos tenía una rama con
un color diferente, y que
esquejó con éxito.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol o arbolillo, de
5-7 m (raramente más de 10
m, pero, en cualquier caso,
mayor que otros ciruelos).
De aspecto desgarbado,
con abundante ramaje muy
abierto y algo caótico, con
ramas en todas direcciones
(aunque son muy caracterís-
ticos los rebrotes de rami-
llas perfectamente vertica-
les). No obstante, el follaje
es denso y compacto, por lo
que la copa en primavera es
muy globosa. Tronco y
ramas principales Casi
siempre con varios fustes
principales desde la base,
tanto verticales como muy
retorcidos e inclinados, y
muy prontamente divididos
en gruesas y nudosas ra-
mas. Corteza Siempre muy
oscura (marrón purpúrea,
negra o algo plateada),
bastante lisa en los ejempla-
res jóvenes, pero con la
edad progresivamente más
cuarteada, y con grietas
anchas y profundas, más o
menos aisladas. Ramillas
Delgadas pero con nudos
muy marcados, violáceas,
glabras y brillantes. Con
frecuentes rebrotes adventi-
cios a lo largo del tronco.
En ocasiones, son algo espi-
nosas. Hojas Alternas, an-
chas y de forma típicamente
elíptica; miden 4-8 cm de
long., relucientes y de color
rojo, púrpura o casi negro
(en sus variedades más
habituales, pues los ejem-
plares de hojas verdes son
mucho más raros), ápice
aguzado y bordes aserra-
dos. Yemas invernantes
Alternas a lo largo de las
ramillas, pero muy amonto-
nadas en sus extremos, son
pequeñas (0,5 cm. Aprox.),
de punta aguda y con nume-
rosas escamas parduzcas.
Brotes Purpúreos y brillan-
tes, glabros. Flores Muy
tempranas, comienzan a
brotar desde finales de
invierno, siempre antes que
las hojas. Son abundantísi-
mas y llamativas, de unos 2-
3 cm, con cinco pétalos
desde blancos a muy sonro-
sados, solitarias o en peque-
ños grupos. Frutos Se for-
man entre primavera y ve-
rano. Son pequeñas cirueli-
llas redondas de unos 2-3
cm, muy tersas y algo prui-
nosas, de distintos colores
según la variedad (amarillo
oscuro, rojo vinoso, mora-
do, negro...), y generalmen-
te muy ácidas, aunque co-
mestibles. Confusiones
con otras especies Existen
muchos híbridos entre las
distintas especies incluidas
dentro del amplísimo géne-
ro Prunus , siendo muy difí-
ciles de distinguir entre sí.
Pero como regla general
(muy laxa, a decir verdad),
todo ciruelo con follaje rojo,
púrpura o negro, inconfun-
dibles entre cualquier otra
especie urbana, se asume
como de Pissard.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Aun-
Características
Fam. ROSÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
CIRUELO DE PISSARD (O MIROBOLANO)
Prunus cerasifera
Árbol adulto
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Frutos
73
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 254
Porcentaje que representan respecto del arbolado total 6%
En Los Molinos...
Varios ejemplares
de ciruelo de Pis-
sard de las calles de
Los Molinos.
Con 254 ejemplares, el
ciruelo de Pissard es una
de las especies más
abundantes de Los Moli-
nos: concretamente la
tercera, después del
plátano (Platanus x hispa-
nica) y el roble melojo
(Quercus pyrenaica).
Esto simplemente res-
ponde a que, sin lugar a
dudas, actualmente es
una de las especies or-
namentales favoritas en
toda España (y proba-
blemente también en
muchos otros países),
por su bonita floración,
el peculiar colorido de
sus hojas, y sus serpen-
teantes troncos múlti-
ples.
Muy raramente alcanza
tallas espectaculares, y
más de las tres cuartas
partes de todos los in-
ventariados se hallan
entre 2 y 5 m. Con todo,
varios de ellos rondan
los 8 metros, como por
ejemplo algunos de los
parques Rodríguez Padi-
lla o Garrido Lestache.
No obstante, para ser tan
abundantes, se distribu-
yen de manera relativa-
mente agregada por el
pueblo, destacando sus
concentraciones en el
Parque de las Especies,
en la urbanización El
Balcón de la Peñota, o en
un extremo del paseo
Antonio Fernández Sola.
En general, todos pre-
sentan un buen estado,
aunque su tendencia a
que alguno de sus fustes
esté algo inclinado, les
pueden suponer cierto
riesgo de roturas, por
ejemplo ante fuertes
temporales de viento.
27; 11%
195; 77%
32; 13%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
50
100
150
200
250
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
27; 11%
195; 77%
32; 13%
74
Extendido por toda Eurasia por ser el alimento de los antaño valiosos gusanos de seda, hoy se
sigue cultivando ornamentalmente por su densa sombra.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
nariamente, de China e
India, pero introducida
desde épocas remotas en el
Próximo Oriente, y de ahí
en toda Europa (aunque
nunca forma masas foresta-
les, salvo como cultivo).
Crecimiento Lento, y no
muy longeva (200 años).
Preferencias ambientales
Muy resistente tanto a los
fríos invernales como a los
calores estivales, siempre
que esté en suelos que no
se encharquen.
MANEJO
Utilidades La madera, dura
y resistente a la humedad,
es empleada en ebanistería
y carpintería. En su día cul-
tivadas extensivamente
como frutales y como sus-
tento del gusano de seda,
pero al decaer ambas in-
dustrias pasaron a plantarse
predominantemente por
razones ornamentales, gra-
cias a la densidad de su
sombra. Cuidados Se re-
produce tanto por semillas
como por esquejes, estacas
o injertos. Cultivares co-
munes Se cultivan muchas
variedades diferentes: con
hojas más o menos grandes
y lobuladas, de tonos dora-
dos, con ramillas colgantes
o muy erectas, con portes
enanos, con frutos rojos,
negros, o sin frutos, etc.
OBSERVACIONES
Por las manchas con que se
llena el suelo y mobiliario
urbano al aplastarse sus
frutos (y por la dificultad
con que se eliminan de la
ropa), los viveristas han
extendido el cultivo de va-
riedades estériles, sin mo-
ras.
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol de talla media,
rarmente más de 12 m, pero
de aspecto muy robusto en
la madurez, con una amplia
copa abovedada y densa.
Tronco y ramas principa-
les Tronco más bien corto,
respecto a la altura total del
árbol, pero grueso. A menu-
do algo inclinado. Las ramas
principales surgen algo
irregularmente, y se divi-
den bastante. Corteza Entre
gris y marrón pálido, a ve-
ces muy blanquecina; bas-
tante lisa de joven, pero
progresivamente más fibro-
sa con la edad, y en ejem-
plares viejos con grietas
profundas y de tonos ana-
ranjados. Ramillas Grises y
tomentosas durante poco
tiempo, luego glabras. Son
frecuentes los ejemplares
con porte péndulo, de rami-
llas muy finas y flexibles
que pueden llegar casi has-
ta el suelo. Hojas Alternas,
de 8-20 cm de long., y for-
ma oval, aunque también
brotan hojas más o menos
aisladas con lóbulos profun-
dos (parecidas a las hojas
de parra) o base irregular;
son de color verde claro
brillante, más pálidas por el
envés donde tienen algunos
pelos en los nervios princi-
pales; son bastante finas,
casi endebles, y el borde es
muy dentado. Antes de caer
en otoño, se vuelven de un
intenso color amarillo. Ye-
mas invernantes Muy pe-
queñas (menos de 0,5 cm),
escamosas, con forma de
mitra y de color marrón
claro. Las cicatrices foliares
son muy características:
semicirculares, de color
crema, y con un reborde
duro y muy sobresaliente.
Brotes Verdes y brillantes.
Flores Primaverales. Dimi-
nutas y agrupadas en pe-
queños amentos cilíndricos
(1 cm) de tonos verdosos.
Frutos Estivales (muy tem-
pranos). Moras carnosas de
2-3 cm, entre ovales y cilín-
dricas, de color blanco o
rosado; son comestibles,
pero más insípidas que las
de su congénere el moral
(Morus nigra). Confusiones
con otras especies Su
congénere el moral (Morus
nigra) tiene unas hojas bas-
tante distintas, con el haz
muy áspero al tacto pero el
envés muy suave y peloso,
además de que sus moras
son negras y muy dulces.
Características
Fam. MORÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
MORERA
Morus alba
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Yemas y cicatrices foliares
Frutos
Árbol adulto cultivado
75
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 36
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
Uno de los ejemplares de va-
riedad péndula de la calle
Molineras, en invierno.
5; 14%
29; 81%
2; 6%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
25
30
35
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
5; 14%
29; 81%
2; 6%
Es interesante compro-
bar qué diferentes pue-
den ser las variedades
de cultivo de esta espe-
cie, como por ejemplo
los ejemplares de la ca-
lle Molineras, de porte
péndulo (algunas de sus
ramas arrastran por el
suelo), o los de la calle
Ciprés, con hojas pro-
fundamente lobuladas.
En el viario de Los Moli-
nos se han registrado 36
ejemplares de morera. A
pesar de no ser muy
abundante, sí se hallan
bastante repartidos, en
grupos, en barrios y ur-
banizaciones de la ciu-
dad distantes entre sí:
calles Molineras, Calva-
rio, de la Estación, o ave-
nida Cañada Real.
La mayoría son aun muy
jóvenes, de unos 4 me-
tros en promedio, pero
se encuentran en buen
estado.
A la entrada de la Casa
Museo Julio Escobar se
pueden encontrar los
dos ejemplares de ma-
yor talla del inventario,
con 7 metros de altura.
Moreras frente a la Casa Museo
Julio Escobar.
Grupo de moreras junto al
Colegio Público ‘Divino
Maestro’.
76
Vinculado a varias leyendas en torno a la Pasión de Cristo (como indican algunos de sus
muchos nombres comunes), los romanos ya apreciaban sus cualidades ornamentales.
das a las de la robinia
(Robinia pseudoacacia),
pero las espinas de la última
son determinantes.
ECOLOGÍA
Distribución nativa Origi-
naria del Mediterráneo
oriental. Crecimiento Poco
longevo (50-60 años), pero
de rapido crecimiento ini-
cial. Preferencias ambien-
tales Prospera en ambien-
tes muy diversos siempre
que estén bien soleados, y
los suelos no se enchar-
quen. De hecho, es particu-
larmente resistente a las
sequías.
MANEJO
Utilidades Su madera es
quebradiza y bastante pu-
trescible a la intemperie.
Así, su amplio uso se debe a
motivos puramente orna-
mental, es muy frecuente en
parques y jardines, sí como
en avenidas, en alineación,
gracias a su bonita flora-
ción. Cuidados Es de fácil
reproducción por semillas,
acodos o estacas, y crece
fácilmente sin cuidados
particulares. Soporta bien
las podas. No obstante, no
se trasplanta fácilmente.
Cultivares comunes: Las
plantas que se comerciali-
zan no son particularmente
variadas, salvo en la intensi-
dad del color de las flores.
OBSERVACIONES
Las flores, recolectadas
antes o después de abrirse,
habrían tenido aplicaciones
culinarias (aparentemente
ya no muy extendidas).
IDENTIFICACIÓN
Porte Árbol o arbolillo nor-
malmente de 5-8 m como
máximo (aunque pueda
llegar hasta los 12 m). Pre-
senta un aspecto desgarba-
do, con una copa irregular
muy abierta y de ramaje
tortuoso; el follaje no es
muy denso. Tronco y ra-
mas principales Tronco
corto respecto a la altura
total del árbol, casi siempre
con varios fustes y a menu-
do inclinados, nudosos y
retorcidos. Corteza Inicial-
mente lisa y delgada, con la
edad se cuartea mucho y se
desprende en placas. Pero
siempre muy oscura (desde
marrón rojizo a negra) Ra-
millas Ocres o grises, gla-
bras, y generalmente angu-
losas y con nudos muy pa-
tentes. Hojas Alternas, de
forma muy reconocible:
algo más anchas (10-12 cm)
que largas (5-10 cm), entre
circulares y arriñonadas,
con la base acorazonada y
la nerviación palmeada. Son
verdes por ambas caras,
aunque ligeramente azula-
das por el envés, y con el
largo rabillo rojizo. Antes
de caer se vuelven intensa-
mente doradas. Yemas
invernantes Alternas, pe-
queñas (menos de 0,5 cm),
ovoides y puntiagudas, de
color rojo vinoso. Brotes
Purpúreos antes de verde-
ar, muy lustrosos. Flores
Primaverales, brotan antes
que las hojas. Pequeñas (2
cm) pero en racimos muy
abundantes, recuerdan a
mariposas de color rosa o
magenta, y huelen agrada-
blemente, por lo que resul-
tan muy agradecidas orna-
mentalmente. Tienen la
peculiaridad de formarse,
además de sobre las rami-
llas del año (lo habitual),
también directamente sobre
la madera de las ramas más
gruesas (o incluso del mis-
mo tronco; caulifloras, en
terminología botánica).
Frutos Desde finales del
verano al otoño. Vainas
largas (6-10 cm) y aplana-
das, en racimos colgantes,
inicialmente entre verdes y
algo rosadas, pero una vez
secas marrones. Pueden
mantenerse durante todo el
invierno sobre las ramas.
Confusiones con otras
especies En invierno, sin
sus características hojas, las
ramas con racimos de vai-
nas secas son muy pareci-
Características
Fam. CESALPINÁCEAS FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
CICLAMOR (O ÁRBOL DEL AMOR, ÁRBOL DE JUDAS)
Cercis siliquastrum
Árboles jóvenes (en floración).
Hojas
Corteza de ejemplar adulto
Flores
Frutos
77
Número de ejemplares inventariados en la vía pública 34
Porcentaje que representan respecto del arbolado total <1%
En Los Molinos...
podas de manteni-
miento regulares.
Con todo, en el casco
antiguo del pueblo,
en la calle Herren-
zuela, es posible ob-
servar a los dos
ejemplares más ma-
duros del inventario,
que habiendo dejado
Aunque en su forma
arbórea esta especie
resulta verdadera-
mente atract iva
(sobre todo durante
su floración), ningu-
no de los ejemplares
inventariados en Los
Molinos pasa aún de
5 metros. De hecho,
la inmensa mayoría
(el 83%) son arbustos
de menos de 2 me-
tros.
Se localizan muy con-
centrados en dos
puntos del pueblo:
sendos tramos de la
avenida Cañada Real
y de la calle Calva-
rio.
Están dispuestos con
la clara intención de
complementar a las
alineaciones de otras
especies de mayor
talla (cedros, píceas),
por lo que es muy
previsible que estén
destinados a mante-
ner un porte peque-
ño durante mucho
tiempo, mediante
8; 24%
20; 59%
6; 18%
<1 m < 2 m < 5 m < 10 m < 15 m > 15 m0
5
10
15
20
25
Nú
me
ro d
e e
jem
pla
res
8; 24%
20; 59%
6; 18%
Dos de los pocos ciclamores de
porte no arbustivo de Los Moli-
nos.
hace tiempo su etapa
juvenil rondan ya los
4-5 metros.
78
FRONDOSAS CADUCIFOLIAS
OTRAS ESPECIES
Corteza de ejemplar maduro.
OTRAS ESPECIES
FRESNO DE HOJA ANCHA Fraxinus excelsior
Porte Árbol de hasta 40 m, de copa ancha y globosa. Corteza Gris,
delgada y surcada de finas costillas y grietas verticales. Ramillas
Gris verdosas, muy lisas y con yemas terminales de color negro.
Hojas Opuestas y compuestas, con 7-15 foliolos (8-12 cm cada uno)
anchos y de margen aserrado, de color verde vivo. Flores Primave-
rales, pequeñas y poco vistosas, brotan antes que las hojas. Fruto
Sámaras alargadas (4 cm) que permanecen en el árbol bastante
tiempo. En Los Molinos Cuenta con 17 ejemplares, todos ellos
similarmente jóvenes, varas de entre 4 y 5 m.
ARCE REAL Acer platanoides
Porte Árbol de hasta 30 m, de copa amplia y abovedada. Corteza
Gris y rugosa, densamente surcada en vertical. Ramillas Parduzcas
y estriadas, con yemas rojizas y escamosas. Hojas Opuestas y gran-
des (10-25 cm), palmeadas con 5 lóbulos y dientes espaciados y
agudos, de color verde. Flores Primaverales, en racimos colgantes,
de color crema verdoso. Fruto Sámara doble (5-7 cm), con alas muy
divergentes. En Los Molinos Alrededor de una docena de ejempla-
res, en general jóvenes, aunque alguno ya ronde los 8 m (como el
que crece junto al río, bajo el parque Rodríguez Padilla).
LIQUIDÁMBAR Liquidambar styraciflua
Porte Árbol de hasta 20 m, muy piramidal, sobre todo de jóven.
Corteza Gris, con crestas verticales muy marcadas. Ramillas Gri-
ses u ocres, a menudo con unas características costillas longitudina-
les corchosas. Hojas Alternas, estrelladas (10-15 cm) con 5-7 lóbu-
los triangulares, de bordes finamente dentados. Muy vistosas en
otoño, con intensos tonos desde el amarillo al púrpura. Flores Pri-
maverales, pequeñas y poco vistosas. Fruto Cápsula globosa (2-3
cm), muy picuda, que una vez seca, y que permanece mucho tiempo
en las ramas. En Los Molinos 16 ejemplares (entre 2 y 9 m).
ACACIA DE TRES ESPINAS Gleditsia triacanthos
Porte Árbol de hasta 20 m, de copa laxa y algo desordenada. Corte-
za Gris, con numerosas placas alargadas que se desprenden, y con
largas espinas (6-12 cm). Ramillas Zigzagueantes y finas, ocres y
también con espinas. Hojas Alternas y compuestas, con 10-30 folio-
los ovalados (2-5 cm cada uno), de color verde fresco, algo azulado.
Flores Primaverales, en racimos apretados verde amarillentos.
Fruto Vaina aplanada y muy larga (30-40 cm), de color chocolate.
En Los Molinos Unos 25 ejemplares, de unos 8 m en promedio,
como los que se pueden ver en el parque de Garrido Lestache.
AGRIAZ Melia azedarach
Porte Normalmente 10-15 m, de copa densa y aparasolada. Corteza
Oscura y lisa o finamente agrietada. Ramillas Marrones. Hojas
Alternas y compuestas, con 5-7 foliolos lanceolados (4-10 cm cada
uno), lustrosos y oscuros por el haz, más claros por el envés. Flores
Primaverales, muy atractivas y fragantes, con cinco pétalos de color
blanco o lila y un tubo central violáceo. Fruto Esféricos (1-2 cm) de
color amarillo y muy malolientes (y tóxicos). En Los Molinos Única-
mente 4 ejemplares, emplazados en el parque Rodríguez Padilla.
79
GLOSARIO
En cursiva se indican las palabras de una definición para las que a su vez también se ha incluido otra definición
en el glosario.
ACÍCULA: Hoja con forma de aguja, largas y muy estrechas, más o menos puntiagudas; son características de
muchas especies de coníferas (pinos, abetos, cedros, etc.).
ADVENTICIA: Aplicado a una ramilla, que emerge directamente desde el tronco (y no desde otra rama mayor).
ALÓCTONA: Especie que no es nativa del lugar en que crece, sino que ha sido introducida (normalmente por
el hombre). Se contrapone a autóctona.
ALTERNAS: Aplicado a las hojas o yemas, cuando surgen sucesivamente a distintas alturas de la ramilla. En con-
traposición a opuestas.
AMENTO: Un tipo de inflorescencia, con forma de espiga alargada, cilíndrica, con flores diminutas de un único
sexo y escamillas protectoras. En distintas formas, es la típica de sauces o álamos.
ADPRESA: Aplicado a una hoja, que está muy apretadamente aplanada sobre la ramilla, como las de los cipre-
ses.
AUTÓCTONA: Especie que es nativa del lugar en que crece. Se contrapone a alóctona.
BROTE: En el contexto de esta publicación, las hojas en proceso de formación.
CADUCIFOLIA: Planta que pierde todas sus hojas durante el invierno. Se contrapone a perennifolia.
CONÍFERA: En términos muy generales, grupo de plantas cuyos cuerpos fructíferos tienen forma de conos le-
ñosos (piñas, más popularmente). Habitualmente tienen hojas aciculares y perennes, y portes más o menos pi-
ramidales.
CORIÁCEO: De consistencia parecida a la del cuero.
CULTIVAR: Variedad cultivada de una especie de planta, en la que se potencian rasgos concretos
(generalmente atípicos) con fines particulares, principalmente comerciales.
DIOICA: Planta en la que cada sexo se presenta en un pie diferente, con unos ejemplares de flores masculinas
y otros de flores femeninas. Se opone a monoica.
ESPECIE: En términos muy generales, unidad básica de clasificación biológica, en la que se agrupan todos
aquellos individuos de características muy semejantes y que habitualmente se cruzan sólo entre sí (en vez de
con individuos de otra especie, puedan o no hacerlo).
ELÍPTICA: Aplicado a una hoja, cuando no es mucho más larga que ancha, con ambos extremos atenuados so-
bre todo el de la base (más o menos en forma de barca).
ESPONTÁNEA: Planta que crece en un lugar sin que haya sido plantada deliberadamente, tanto si es autóctona
como alóctona.
FAMILIA: Grupo en el que se reúnen varios géneros con muchos rasgos en común, por estar muy emparenta-
das en términos evolutivos.
FOLIOLO: Cada una de las hojuelas de una hoja pinnada.
FRONDOSA: En términos muy generales, plantas cuyas hojas son anchas y planas (en oposición a las que tie-
nen hojas aciculares).
FUSTE: Eje principal del tallo leñoso de un árbol, desde el punto en que brota del suelo hasta que se interrum-
pe su desarrollo lineal, al dividirse o aparecer las ramas de primer orden.
GÉNERO: Grupo en el que se reúnen varias especies con muchos rasgos en común, por estar muy emparenta-
das en términos evolutivos. Corresponde al primero de los dos términos latinos del nombre científico de la
planta.
GLABRO: Lampiño, que no tiene pelos.
GLAUCO: De tonalidad gris azulado pálido.
HÍBRIDO: Ejemplar resultante de dos progenitores pertenecientes a especies diferentes.
INFLORESCENCIA: En el contexto de esta publicación, agrupación de flores dispuestas de manera más o me-
nos compacta. Para el caso particular de las coníferas, por definición plantas sin flores, se usa este término por
semejanza para referirse a los pequeños conos que suelen desarrollar para producir polen y óvulos.
81
LANCEOLADA: Aplicado a una hoja, cuando esta tiene forma de punta de lanza más larga que ancha estrecha-
da y progresivamente hacia la punta.
LENTICELA: Cada una de las pequeñas marcas circulares u ovaladas repartidas principalmente por la corteza
de las ramas y ramillas, a veces muy visibles por ser de color más claro y algo protuberantes. Sirven para favo-
recer la transpiración de la planta.
MATA: Planta de tallo leñoso, ramificada desde la base y de escasa altura (típicamente menos de 1 m).
MONOICA: Planta en la que ambos sexos se presentan en un mismo pie, bien porque presente tanto flores
masculinas como femeninas, bien porque presente flores hermafroditas (con ambos sexos simultáneamente).
Se opone a dioica.
NUDO: Los puntos del tallo desde los que nacen las hojas o ramas de siguiente nivel. La porción de tallo que
separa dos nudos se denomina entrenudo.
OPUESTAS: Aplicado a las hojas o yemas, cuando se disponen por pares que surgen a la misma altura de la ra-
milla. En contraposición a alternas.
PERENNIFOLIA: Planta que mantiene hojas verdes durante todo el año. Se contrapone a caducifolia.
PIE: En botánica, término habitual para referirse a cada uno de los individuos de una especie, sobre todo en el
caso de los árboles.
PINNADA: Aplicado a una hoja, cuando esta se compone de varios foliolos dispuestos paralelamente a uno y
otro lado de su eje principal, más o menos por parejas. A su vez pueden ser opuestas (cada par de foliolos sur-
ge del mismo punto) o alternas (surgen contrapeados). Atendiendo a su número pueden ser imparipinnadas
(rematadas con un último foliolo) o paripinnados (sin foliolo terminal).
PODA EN CABEZA DE GATO: La eliminación sistemática de las mismas ramas en podas sucesivas y que acaba
provocando una excrecencia más o menos redondeada, formada por la acumulación de anillos de cicatrización
siempre en un mismo sitio.
PODA DE DESMOCHADO: Poda severa consistente en cortar todas las ramas de un árbol a ras del tronco.
PODA DE MANTENIMIENTO: La eliminación de ramas, generalmente de segundo y tercer orden, sin afectar al
vigor del árbol ni a su porte básico, para minimizar riesgos de rotura o interferencias con edificios, mobiliario
urbano o tendidos.
PODA ORNAMENTAL: La que se realiza en la fase de formación de la planta para forzar una forma determinada
y con fines puramente estéticos.
PODA DE TERCIADO: Poda severa consistente en cortar indiscriminadamente todas las ramas principales de
un árbol hasta dejarlas aproximadamente en un tercio de su longitud.
PORTE: En botánica, término habitual para referirse al aspecto general de una planta.
PRUINA: Recubrimiento céreo de algunas partes de las plantas que les da un aspecto blanquecino.
PUBESCENTE: Cubierto densamente de pelos finos y suaves, a modo de pelusa. Similar a tomentoso.
RAMILLA: Las ramas más finas de la planta, de último orden, brotadas durante el último año.
SÁMARA: Tipo de fructificación provisto de una o varias extensiones en forma de ala para facilitar su dispersión
aérea, y que las semillas que portan germinen en nuevas zonas. En distintas formas, es la típica de arces, fres-
nos o ailantos.
TOMENTOSO: Cubierto densamente de pelos finos y muy pequeños, a modo de fieltro. Similar a pubescente.
VARIEGADO: Referido a la coloración de las hojas, de reborde blanquecino o dorado. Es frecuente que se cul-
tiven variedades comerciales de muchas frondosas con esta característica.
VERTICILADO: Aplicado a ramas u hojas, cuando varias de ellas (muy a menudo tres) brotan desde un mismo
nudo, de manera más o menos radial en torno al tallo.
YEMA: Brote o flor incipientes, aún no brotados, generalmente protegidos por una o varias escamas más o me-
nos duras, que se forman durante el invierno.
82