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HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

Date post: 08-Apr-2016
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El primer número de Hamaka, una revista cultural de Higuera de la Sierra.
16
HAMA A k febrero2015 revista cultural
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Page 1: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

�HAMA Ak

febrero2015

revistacultural

Page 2: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

Nace una nueva mirada, una mirada de hoy con referencias al pasado y alusiones al futuro; una mirada distinta en hechos, personas y lugares. Y es que a veces, la magia de ser diferentes la convertimos en una barrera. Nunca es tarde para aprender de las diferencias y disfrutar de las anidades, desprenderse de lo que nos separa y compartir lo que nos une.Porque, aunque entre aquellos que compartimos calles, plazas, tiendas y bares es innita la diversidad de ideas, vivencias y emociones, no existe mejor forma de ver las diferencias que compartiendo la mirada.La Hamaka nace con la intención de crear un instrumento cultural e integrador a nivel local. Una revista que pretende difundir la cultura local y abrirla a realidades de otros contextos, entendiendo siempre la complejidad de las mismas.Como símbolo utilizamos la hamaca colgada en los tres pinos en la subida a la Sierra de Santa Bárbara, labor que un grupo de jóvenes realizó de forma altruista para el uso y disfrute de todos aquellos que pasaran por el lugar.De la misma forma pretendemos que se utilice nuestra particular Hamaka. Queremos que nos tumbemos en ella y visualicemos una panorámica de nuestro pueblo que nos agrade, interese e ilusione y también pedimos que nos ayudéis a hilar las cuerdas en un trabajo común en el que todas estamos invitadas.Creemos que es posible la creación de una plataforma abierta donde se puedan recopilar opiniones y satisfacer inquietudes culturales con total libertad de acceso a quienes quieran. Buscamos destacar a las personas que han hecho de nuestro pueblo lo que hoy es, personas que quizás nunca lleven una calle con su nombre ni obtengan un reconocimiento merecido, pero que son la esencia de Higuera.Queremos recordar aquellos momentos de la historia de nuestro pueblo que se nos han quedado en la memoria, acercar a los higuereños que están fuera y acomodar a los que vienen de lejos. Todo ello con una actitud crítica que nos permita luchar por un pueblo mejor, donde no reinen la inmovilidad y el conformismo.Es probable que podamos cometer algunos errores, pues no somos profesionales de esto, tan sólo somos un grupo de higuereños que intenta buscar la forma de hacer que el pueblo mejore desde la unión, la creatividad y promoviendo el talento de nuestras personas a la vez que fomentamos nuestro entorno.Quizá esto tan solo sea un sueño, en la misma medida que lo era esta revista para nosotros hace un tiempo. Pero los sueños algunas veces se hacen realidad…. Disfrútenla.

EQUIPO EDITOR

DirecciónPAULINO RAMOS

RedactoresENRIQUE GARZÓN

MATILDE DOMÍNGUEZ MARÍA BRAZO

ESPERANZA RODRÍGUEZ

ColaboradoresLEONOR RUIZ

ÁLVARO LÓPEZMARIO DEL VALLE

JAIME DOMÍNGUEZPEPE RECIO

Diseño y fotografíaPAULINO RAMOS

02| editorial

ditoriale

Page 3: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

Son muchas las bambalinas que esconde este telón que se presenta imponente como la nueva “obra” revulsiva de cambio del panorama educativo y pocas las alternativas que se presentan como “telones” en una escuela que quiere y tiene que cambiar sin saber como hacerlo. Bambalinas oscuras que me hacen cuestionar la viabilidad o la ecacia de esta inversión. Que pueda generar cambios sustanciales en este ámbito. Profundizando, comienzan a aparecer raíces podridas que más que arraigar al árbol lo tambalean.

El afán por mantener el sistema socioeconómico y la vaga consulta que se hace de los otros sistemas educativos, generan una neblina que entorpece el andar de la escuela, aparentemente nítido en otros momentos. Las “cosas” desde la modernización han alcanzado su mayúsculo empoderamiento y es en las “cosas” donde se basará el cambio. Las nuevas tecnologías. Tomando a González Faraco. JC, recurrimos de nuevo al hardware como en la modernización, sin cuestionar mucho como hacerlo funcionar, o mejor dicho como hacerlo funcionar bien. Por otra parte, es impensable hacer una separación entre política y escuela. En un contexto tan peculiar como el español donde la escuela poco ha cambiado y los discursos de la misma cambian

constantemente casando a la perfección con las que están en el poder, se destila inecacia de acción. Curiosamente si hacemos por un momento de arqueólogos de la escuela, hallaremos en épocas pasadas “las formas” que en la actualidad se proponen como buenas prácticas escolares (trabajar con centros de interés, contextualizar al máximo nuestra práctica, todo desde una perspectiva inclusiva,…) todas ellas sin sacralizar al hardware y profundizando en el software.

Las nuevas tecnologías son una de las principales demandas del profesorado, que lejos de, por ejemplo, hacer cambios en sus metodologías empleadas, piensan que en la introducción de otro instrumento está la cuestión del cambio. Y es eso lo que personalmente pienso que son las nuevas tecnologías tal y como se incluyen en el ámbito educativo. Son otro instrumento más, que al igual que cualquiera de los existentes tendrá más o menos repercusión en el aprendizaje del alumnado según se utilice. Y en la praxis, se quedan en el cuadro innovador que aparentan, en el índice de medición de calidad educativa que dicen ser y en un intento de cambio fallido. Todo ello abrazado por una clara ideología que quiere crear buenas ruedas de engranaje para el mantenimiento del escaparate que poco a poco se está cayendo y quieren apuntalar con nuevas piezas.Tomando un símil gastronómico, la calidad de unos buenos espaguetis a la boloñesa estaría reducida a los instrumentos utilizados, no al proceso de elaboración.

Y es que de fachada vive el cambio, una vez más, propuestas puramente epidérmicas de invers iones económicas desorbitadas, que proporcionan una buena fotografía a los “poderosos” y un perfecto “telón” al pueblo que lejos de conocer lo que esconde sólo puede apreciar los bordados del mismo.

Seguiremos esperando unos buenos espaguetis a la boloñesa...

|03opinando

De fachada

por ÁLVARO LÓPEZ

cambio

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“Estaba en Sevilla y mi ilusión era Higuera”

Entrevistamos al pintor Manuel Delgado Runo, nacido en Higuera de la Sierra el 30 de Diciembre de 1922. Vivió en Higuera hasta los 16 años, a esa edad se marchó a estudiar a Sevilla, donde creó su hogar, con su mujer y sus tres hijos, siempre tuvo la ilusión de volver algún día a vivir en Higuera. Y desde hace unos años esa ilusión se hizo realidad. Él es una persona admirable y sensible, que siempre mira el lado positivo de la vida. Podemos asegurar sin lugar a dudas que “Marqueto”, como casi todo el mundo lo conoce, es uno de los artistas más prolícos que ha vivido en Higuera en los últimos años. A sus 92 años nos trasmite energía y alegría, está lleno de vida. Siempre sonriente, con la serenidad que dan los años y la tranquilidad de los pintores prolijos, Manuel nos recibió en casa de su hija.

por MATILDE DOMÍNGUEZ

04| singulares

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¿A qué edad y cómo se inicia en el arte?

A los 16 años empecé Arte y Ocio en Sevilla,

y como eso era por la tarde, durante el día

me coloqué en el mejor taller de pintura que

había en Sevilla.

¿Por qué empezó?

Porque mi ación en mi casa era pintar las

caras de los artistas que a mí me gustaba en

un mostrador de un Estanco, donde había

una piedra de mármol. Vino el profesor de los

hijos de Don Antonio Ordóñez y le dijo a mi

padre, este niño debe de ir a Sevilla a Bellas

Artes.

Su padre era carpintero, ¿usted cree que

tiene relación el arte de la pintura con la capacidad del

carpintero de crear?

Sí, porque mi padre tiene cosas hechas en mi casa muy

buenas, la cómoda, las columnas de la cama de nogal... Todas

esas cosas se las veía yo dibujar a mi padre y claro siempre algo

se queda. Pero esas cosas eran más lineales y a mí me tiraba lo

artístico.

¿Sus hijos han heredado el arte?

Todos pintan. Mi hijo Miguel Ángel es profesor de dibujo,

estudio Bellas Artes. Mi hija Macu pinta más que yo, se ha

dedicado a los mantones. Y Manolín es muy bohemio, también

pinta.

¿En qué manera su familia y los amigos le han repercutido a

la hora de expresar el arte ?

Los amigos mucho, allí en Arte y Ocio éramos tres íntimos

amigos. Y todos los domingos íbamos con el tren a Alcalá, un

tren que había de los panaderos, a pintar abajo que hay unos

molinos muy bonitos. Con el tiempo cada uno tiraba por un

lado. Pero un juez que era presidente en el Ateneo de Sevilla,

estaba buscando gente que venía a hacer la cabalgata. Y

entonces como yo le había pintado a él el despacho, me dijo

que si me atrevía a hacer la cabalgata. Yo lo que se es dibujarla.

Y estando allí, cambió de director el Ateneo y venía de director

artístico mi compañero Pepe Santos, el que hizo la cabalgata. Y

ya estuvimos juntos para toda la vida, yo no hacía nada sin él y

él no hacía nada sin mí. Treinta años estuvimos haciendo la

cabalgata.

Cuando usted venía de Sevilla ¿qué sentían por usted sus

amigos: admiración o incomprensión por su arte?

Exactamente, muchos amigos no sabían lo que era el arte,

pero yo lo que venía aquí era a disfrutar, a

coger setas, a salir al campo, a coger

pájaros con la red. Yo disfrutaba en verano

aquí porque era una condición en el taller

donde yo estaba en Arte y Ocio, sólo podía

venir en verano.

¿Cómo eran esos veranos en Higuera?

Los dos o tres meses que no había clases yo

me venía aquí, y claro mi padre era

carpintero y el estanco apenas dejaba

dinero para nada, pues yo pintaba las casas

y me ganaba mis perras. Estuve pintando la

huerta El Llano, y luego Don Manuel Rincón

me dijo “¿usted se atreve a restaurarme la

pared que con la humedad se le ha

estropeado mucho la parte baja?” “Yo sí que me atrevo, yo le

hago a usted una habitación y si le gusta sigo y sino no”. En su

despacho había unas grecas formando rayas, se lo hice porque

eso lo había aprendido yo en el taller. Y me dijo “haz el favor de

rmarme esto en la puerta que tú lo has hecho en tal fecha”, y

allí está mi escrito y ya seguí toda la casa. Buscar el color de 90

años que dice que tenía no era fácil, pero dio la casualidad que

yo había hecho todas esas pinturas en el taller y tenía el truco

de la sombra natural para darle al color antigüedad.

¿Recuerda que es lo primero que pintó?

Lo primero que pinté fue por un pintor de Sevilla que venía

aquí a veranear, un tal Baena, que vino a mi casa y me hizo

pintar un bodegón; me puso unas manzanas, unas botellas y

unos pimientos. Y ese es el primer cuadro que pinté.

¿Qué ha sido el arte en su vida? ¿Una manera de vivir?

Exactamente, pero me ha dado más dinero la pintura

industrial que la artística. Entonces, me dediqué a la pintura

industrial, formé una empresa y tuve hasta 12 empleados

porque pintaba la caja de ahorro San Fernando, la barriada El

Cano y pintaba a particulares.

¿Y los cuadros eran su hobby?

Exactamente.

¿El artista nace o se hace?

Yo creo que nace, porque yo no sabía de nada y sin embargo mi

idea era pintar en la piedra de mármol para que la gente viera

lo que yo pintaba.

¿Qué es lo que quieres transmitir con tu obra?

Transmitir pues mis sentimientos, mi ilusión, mi parte artística.

|05singulares

“Lo primero que pinte fue por un pintor de

Sevilla que venía aquí a veranear,

un tal Baena, que vino a mi casa y me hizo pintar

un bodegón”

Page 6: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

“Cuando tiraron

la parte alta del

retablo[...] los

artesanos lo hicieron

de nuevo[...] yo le

hice el color”

¿Cuál es su artista favorito?

Grosso (Alfonso Grosso Sánchez), fue profesor

mío y pintor de los conventos de Sevilla.

¿Cómo deniría su estilo al pintar? ¿Qué es lo

que más le gusta pintar?

Yo siempre he sido un poco clásico. Mi hijo está

luchando para que yo sea como él, que es más

valiente, pero eso no ha nacido en mí. Hasta

ahora yo me he defendido más en bodegones y

los cuadros de conventos.

¿Se ha quedado con alguna espina clavada en

lo referente a su vida artística?

No haber podido ir a Bellas Artes, porque allí se aprende diez

veces más que en Arte y Ocio, pues Arte y Ocio es más ocio

que otra cosa.

¿Considera Higuera una fuente de inspiración para su pintura?

Totalmente, por todos los estilos, por los reyes, por los cuadros, por

la talla, por todo. Me gusta mucho pintar cosas de aquí, yo estaba

en Sevilla y mi ilusión era Higuera, siempre.

¿Cree que su arte está reconocido en Higuera?

Bueno a mí me dicen Marqueto, el pintor. Puse todos los cuadros

que he podido pintar en casa de Curro y en exposiciones que

también he hecho aquí. También me dieron un homenaje.

¿A qué obra que ha creado le tienes más cariño y por qué?

La Pastora de Tovar de una lámina que me dieron. La terminé de

pintar el día antes de casarme, ¡con una ilusión!, para ponerla en

mi dormitorio. Y todavía la tengo puesta en mi cama.

¿Hay algún suceso en su pasado o niñez que le haya marcado

como persona o como pintor?

A mí me gustó mucho cuando Sebastián Santos, el escultor, una

vez pasó por mi casa y vió lo que yo había pintado y le gustó, eso

me animó.

¿Afectó la guerra civil al arte?

La guerra afecta a todo el mundo, porque ya no hay esa paz y esa

tranquilidad. Y para colmo yo me fui tres años a la mili en Valencia

y cuando yo vine el taller ya no existía, ya lo habían cerrado. Tuve

que buscarme la vida para trabajar por mi cuenta. Cogí una

bicicleta y por detrás una pancarta “Pinturas Ruiz Runo”, me

asocié con un amigo mío. Y en los cines de verano que había antes

en el Prado (Sevilla) pintaba anuncios y carteles.

¿Antiguamente había más diferencias de clases sociales?

Antes había ricos y pobres. Hacían una caseta los ricos y otra los

pobres. Yo tenía una reunión: Aquilino, Pedro Moreno y muchos

más que tenían guitarra y acordeón. Nos íbamos allí a tocar.

Manolo Robledo era de los ricos y nos decía “me voy a venir aquí

con ustedes porque mi caseta es muy

aburrida”. Entonces lo metimos y le dijimos que

trajera una botella de aguardiente y una caja

de galletas, nos dimos unos lotes tocando el

acordeón y bailando, y ya se metió en nuestra

reunión.

¿Nos puede contar alguna anécdota que

recuerde?

Cuando tiraron la parte alta del retablo donde

estaban los últimos apóstoles los artesanos de

Higuera hicieron nuevo todo lo que se estropeó.

Don Domingo me dijo “¿te atreves a subirte

ahí?” y le dije “vamos a ver lo que sale”. Tenía yo

22 años o por ahí, era verano y ya no tenía que ir a Sevilla. Le hice

el color, si tú notas la diferencia de arriba a abajo, te doy un

premio.

¿Cuál es su refrán por el cuál se conserva usted tan bien?

Muy sencillo, un médico de Sevilla me dijo “Muchos zapatos y

pocos platos”. Mucho andar y poco comer, comer lo que te

mantenga bien pero hártate poco.

Declaración de su nieta Blanca. Para mí, EL EJEMPLO. La dedicación, la bondad, la

entrega, la pasión, la armonía, la lucha, la cercanía, la

alegría. El positivismo está innato en él. El mejor

maestro de vida que cualquier persona desearía tener.

Tiene tanto amor que dar, que por eso pinta, para dar

parte de él a los demás. Porque nació dando y morirá

dando su amor. Y porque él es el regalo.

Manuel posa orgulloso junto a alguno de sus cuadros

06| singulares

Page 7: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

¿cómo lo

viviste?

“En el camino que va para Aracena, que siempre se ha llamao la Calleja de Aracena, había un vacie y la gente tiraba las cosas fuera. Encendieron una candela e hizo una chispa y empezó a arder por lo de Gallarrez, eso todo para arriba hasta que llegó un buen pedazo. Yo estaba aquí en mi casa, pero cuando se quemo y hubo fuego, vino la Guardia y estuvo informándose de todo. Entraron por aquí por mi cercao, ya teníamos nosotros la noria. Me acuerdo que Paulino Rincón estaba aquí y pedía agua, yo tenía unas babuchas de esas que se llevaban antiguamente y cogí un cántaro y me fuí a la Sierra para llevarlo, nosotros teníamos una vaca entonces y estaba preocupada porque se quemara o no la becerra y eso es lo que recuerdo sobretodo. Y unos veraneantes que se quedaban ahí en lo de la Fuente, tenían unos prismáticos y yo veía la becerrina con eso.

“La Sierra se quemó en el 60, porque yo me casé en el 61 y yo todavía estaba arriba trabajando en casa de Francisco Girón. Vimos la Sierra ardiendo y toda la gente con cubos y cosas para arriba, porque

entonces no había lo que hay ahora. Lo recuerdo poco asustada porque era muy joven y claro, no se tiene el miedo que se tiene ahora cuando eres mayor, pero vamos que estábamos todos muy

preocupados. Ardió la Sierra un trozo, entera no, pero acudió mucha gente con los cubos de agua, cántaros y todo lo que tenían, yo no porque estaba allí arriba y no podía, pero hubo mucha preocupación. Lo que hacía la

gente era salir corriendo a ayudar a apagar el fuego y vamos que la apagaron. No recuerdo si las campanas sonaron o no, a mí me parece que no, si no que se vio arder, tampoco sé quién lo intentaría,

ni porque sería, ya de eso no me acuerdo.”

Yo recuerdo de la Sierra, estar viendo la Sierra y asomarnos nosotros desde mi casa a donde está la fuente , ¿no?, mirando para arriba y entonces se veía la Sierra en llamas. A mí me impresionó

muchísimo ver aquello arder y a los hombres pidiendo agua porque se asxiaban de sed.Entera, entera, entera no ardería. entonces nosotros, que yo era medio zagalona, vamos como que en mi casa estaba Mercedes la de Carmona, que estaba con nosotros , pues cogimos y con cántaros nos

íbamos del cercao de Currita, así recto. Los hombres venían para abajo y cogían el agua y luego pedían agua para apagar aquello. Eso lo recuerdo yo como una cosa muy lejana, yo con una cantarilla

acarreando agua por allí, por lo de Currita. A mi eso se me quedó grabado como una cosa imponente, yo solo veía el inerno allí y me decía a mi misma “ aquí nos quedamos todos”; Eso es lo que recuerdo,

lo que no sé es, si le metieron fuego o pasó porque tenía que pasar.

“Yo vivía en El Barrio todavía y estaba soltero, mira si hace años de esto. Bueno no, estaba recién casado. Estaba aviando tomates para embotellarlos y me quedaban 3 ó 4 y mi madre llega allí y me avisa de que La Sierra está ardiendo, entonces me asomé a la puerta y había una humarea enorme, estaba ardiendo por la Cueva del Tórtolo; total, que acabé de pelar los tomates, le eché los polvos a los tomates y me voy a apagar el fuego. Yo ayudé a apagar el fuego con toda la gente que estábamos allí, de aquí de la Noria de Currita se sacaba el agua, unos con los cubos, otros con lo que podían, subiendo y bajando de la Sierra. No se quemó entera porque nosotros acudimos, que si no... Acudieron toda esta parte de Las Provincias y toda aquella parte de El Barrio, hombres y mujeres, nos enteramos porque sonaron las campanas y se asomaron y vimos la Sierra arder.

Eduardo Ruiz

F. M. M.

A principios de los años 60, tuvo lugar un acontecimiento bastante alarmante para la historia de Higuera de la Sierra.

Quizás algunos aún lo recuerdan, a otros se lo habrán contado padres, tíos o abuelos, se trata del día en que la

Sierra Santa Bárbara se quemó.Para tener más conocimiento sobre este hecho, le hemos preguntado a varias personas del pueblo, ¿Cómo vivieron

este acontecimiento...?.

?

Por MARÍA BRAZOy ESPE RODRÍGUEZ

DIBUJO - MARIO DEL VALLE |07recordando

Rosario Fernández

Esta persona preerepermanecer anónima.

?

Page 8: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

Redescubriendotesoros

Por MARIO del VALLE

08| recordando

Page 9: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

|09recordando

Page 10: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

mbos artistas dejaron tras de sí importantes

Acreaciones, con su personalidad impresa en ellas.

Gracias a su legado tenemos la posibilidad de

conocer más a fondo a estos artistas y el deber de proteger

su herencia para que perdure en el tiempo como parte de

nuestra historia, a la vez que nos sentirnos orgullosos de ella.

A lo largo de toda la historia de la humanidad, el arte y la

cultura han estado arraigadas en las creencias y en la religión,

y sus mayores logros siempre eran puestos a prueba en

creaciones sagradas como los interiores de parroquias y

catedrales, creando así focos de gran interés artístico-

cultural.

uestra parroquia de San Sebastián alberga un sin

Nn de tesoros de gran interés histórico-artístico-

cultural, desde obras de arte de los artistas ya

mencionados hasta presentes entregados al pueblo de

Higuera de la Sierra por algunos monarcas de la historia de

España. Así, por ejemplo, en su interior tenemos la

oportunidad de disfrutar de un retablo churrigueresco de los

pocos que quedaron por la comarca tras nalizar la Guerra

Civil, el cual actualmente se ve afectado por el paso del

tiempo y las malas condiciones a las que se ve expuesto.

Nuestra parroquia se ve amenazada por un alto nivel de

deterioro y consecuentemente sus bienes muebles

también, entre los cuales destaca una “Sagrada familia”

realizada en marl de un valor incalculable.

odos estos tesoros que tímidamente nos susurran

Tmomentos de transcendencia histórica para

nuestro pueblo y que conforman el “patrimonio

higuereño”, representan nuestra herencia de artes y

costumbres. Debemos proteger este legado para que no

acabe por borrarse o pueda caer en el olvido, conservando

así la originalidad y autenticidad de nuestros antepasados

como marca de identidad, entendiendo de esta manera que

un buen método para poder entender el presente empieza

por conocer el pasado.

ada representación, ya sea escultura, pintura,

Carquitectura o artes menores, es una aportación

que el artista transmite de generación en

generación. Consciente o inconscientemente, dicho artista

nos brinda la oportunidad de entender la realidad a la que

perteneció, y nos ayuda a comprender la evolución hasta

nuestro momento actual. Gozamos de un rico e interesante

patrimonio histórico que deberíamos conocer mejor y

proteger. Está disponible para todo aquel que lo quiera

visitar en la parroquia de San Sebastián. Multitud de

proyectos amenizan el turismo de localidades como

Higuera de la Sierra, presentando su patrimonio y sus

tesoros al visitante, reviviendo su historia y compartiéndola

con todos los interesados.

¡Atrévete a conocer tu entorno y a aprender de él!

Son innumerables los elementos de alto valor artístico e histórico que están en la parroquia de San Sebastián. Destacamos algunos de ellos.

BIENES PATRIMONIALES

de la IGLESIA

10| recordando

Pila bautismal. Realizada en mármol de canteras locales data de 1741 siendo cura Bernabé Rincón García.

Obras de Sebastián Santos. La gura de San Sebastián, titular de la Parroquia es el más destacado.

Tallas del S. XVIII. Numerosas imágenes pueblan los altares de la parroquia. Destaca la Inmaculada Concepción del entorno de Benito Hita del Castillo.

Cuadros del S. XVII. Algunos de ellos del ilustre pintor local Alonso Miguel de Tovar. Destaca La Divina Pastora.

Platería antigua. Se encuentran principalmente en la sacristía.

Sagrada Familia. Talla realizada en marl datada alrededor de 1700. Es de arte Hispanolipino. Estuvo expuesta en la exposición Iberoamericana de 1929 de Sevilla.

Retablo churrigueresco. Fue tallado por Manuel García de Santiago (1750 - 60) Ha sido varias veces restaurado y reformado. Original del siglo XVI.

Page 11: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

|11de lejos y de cerca

No creo en nacionalidades, himnos o banderas. Lo esencial de las personas va más allá de su adscripción territorial. Aunque suene a chiste, “¿De dónde eres?” es una de las más terribles

preguntas que me pueden hacer. Nunca sé bien qué responder. Es un aspecto de la personalidad con el que se aprende —o no— a convivir, y que tiene una doble cara: a veces funciona como debilidad, otras como fortaleza. Es liberador no sentir una identicación plena con ningún sitio.

Pero hay que ser capaz y estar dispuesto a cargar, a ratos, con cierto vacío. Un conicto menor dentro de los que asolan el mundo, por supuesto.

Nací un 28 de febrero en una Pamplona de luz marchita. Nunca me gustó ese norte. Y sin embargo, la vida iría tirando de mí más hacia el norte todavía. Mi padre y mis abuelos paternos

nacieron en Higuera de la Sierra. Allí pasamos mi hermana y yo algún invierno y muchos veranos. Veranos que parecían borrar el resto del año. Veranos largos de niñas. De ellos

regresábamos marcadas por la casa, el patio, el habla, la gente, el olor de la noche, la luz y el contento.

Mi abuelo tenía un despacho y en el despacho una máquina de escribir. Cuando cumplí nueve años me regaló un Platero y yo verde, de encuadernación cartoné, que aún conservo

conmigo. Más tarde me entregó libros de pintores andaluces: Velázquez, Pacheco, Valdés Leal, Murillo; la novela Bomarzo y un álbum de cromos, Conocer Sevilla, que me sirvió para viajar sin moverme a ese sur lleno de hechizo. Pero lo importante no es esto. Lo importante es que ese

abuelo, siendo yo muy niña, me salvó de morir ahogada en un río.

Higuera era un inagotable pueblo blanco que terminaba en despedida. Paraíso: lugar del que uno nunca se cansa y que no se desea abandonar. Higuera era un temporalmente habitado

paraíso. En ocasiones pienso que tal vez haya vivido allá más tiempo que en ningún otro sitio, pues lo imaginado —y no solo lo vivido— condiciona y forma igualmente parte de la existencia.

Higuera y el Sur han ocupado con tesón mi pensamiento.

La identidad, como la memoria, se inventa y reinventa. Tan intransferible es el yo como un recuerdo. La identidad es una casa en obras, un ejercicio narrativo, una cción, un mito, una

pequeña farsa. Sé que la lejanía y la distancia han sido ejes centrales de mi yo y mi existencia. Sé que el amor dura mientras persiste el recuerdo.

paraíso inhabitado

«Se es de donde se quiere ser».Ana Mª Matute, Paraíso inhabitado

por LEONOR RUIZEnero 2015, Países Bajos

FOTO - JAIME DOMÍNGUEZ

Page 12: HAMAKA - revista cultural. Nº 1.

“Aunque existe una mayor sensibilidad religiosa, inuyen

más las tradiciones propias de la

cultura”

melancolía por él”. También nos cuenta que a los españoles debido al paso de los árabes por nuestras tierras y también por la ación al futbol nos tratan con un gran respeto. Allí ha conseguido un enorme crecimiento tanto personal como profesional.

Su jornada laboral es de 8 a 14 horas con una hora de descanso de Domingo a Jueves (regido por el calendario árabe) y trabaja con personas de 20 nacionalidades distintas con más de 7 idiomas y una gran diversidad de religiones y culturas. Esta pluralidad de personas y costumbres, hacen que su trabajo sea enormemente enriquecedor y una fuente de aprendizaje día a día. La mentalidad qatarí es más parsimoniosa, añora la competitividad y la exigencia de sus pacientes en Sevilla. Como es la tónica general en Qatar no paga ningún tipo de impuestos.

Las mayores diferencias las aprecia en el modelo de estado, pues allí se convive con una Monarquía Absoluta. La otra gran diferencia es el aspecto religioso, en diferencia de un estado aconfesional como es el nuestro, Qatar es un estado musulmán, donde es obligatoria respetar una serie de leyes religiosas (El código de La Sharia). Nos reconoce que a pesar de los estereotipos y aunque existe una mayor sensibilidad religiosa, inuyen más las tradiciones propias de la cultura que las propias exigencias religiosas.

Según José Luis, Qatar pretende seguir unos patrones de modernización distinto respecto a otro de los grandes focos orientales, como son los Emiratos Árabes Unidos. Mientras que estos últimos están promoviendo una occidentalización de la cultura, tanto en medios como en mentalidad, promoviendo un turismo de lujo y aceptando más patrones culturales externos, el estado qatarí, aboga por una modernización mucho más sostenible manteniendo su identidad y promoviendo un progreso en las líneas de educación, investigación y deporte.

Otra gran diferencia que encuentra reside en el precio de los productos; todos aquellos productos basados en el petróleo son muy baratos, mientras que el resto aumenta en gran proporción el precio debido a que la inmensa mayoría son productos importados. Este carecimiento se aprecia más en la cesta de la compra. En relación al ocio existe una amplia oferta de actividades

diferentes respecto a España y con mejores medios. El fútbol, las carreras de camellos y la caza con halcones son algunas de las actividades en las que emplea su tiempo libre.

Algo que añora profundamente es irse con su padre a la Plaza de Toros a dar unos pases a las embestidas de un toro portado por el maestro Domingo Moya, al son de Antonio “El Vinagre” vitoreando con unos - ¡bien! ¡bien!- con el cascabel de la perra de Domingo sonando de fondo. Uno de esos momentos, a los que llamamos felicidad y que solo se consiguen en un

determinado sitio, rodeado de unas personas concretas. Echa de menos la calidad de vida en el pueblo (lo que él llama “vida pura”) sin contaminación, polución, estrés y todos esos valores que va apreciando con la edad. No duda que le gustaría volver a vivir en Higuera en un futuro, aunque considera imprescindible la mejora del nivel de educación que existe en España para sus futuros hijos.

Con treinta años nuestro amigo, en el tiempo trascurrido entre la entrevista y la publicación de este primer número ha contraído matrimonio con Halima, una francesa de origen árabe que reside también en Qatar, le deseamos lo mejor.

BIOJosé Luis Rodríguez Robledo

2 de Octubre de 1984.

Recién casado.

Fisioterapeuta

Doha (Qhatar)

Por ENRIQUE GARZÓN

entrevista con el

PARADA

12| de lejos

Aquellos que en nuestra niñez hemos compartido juegos y aventuras con el “Parada”, sabemos que aunque el niño ha dado paso al hombre, hay algo que no se ha esfumado, eso que solo se aprecia en las personas auténticas: el afán por hacer reír a los demás y sobre todo unas innitas ganas de vivir. Sobre las ocho de la tarde en Higuera, las diez en Qatar, en una fría noche de Enero establecemos la conexión vía Skype para tener una agradable conversación con José Luis. Rápidamente nos contagia su alegría y entusiasmo y lo que puede parecer una situación distante pasa a convertirse en un rato ameno de risas, con un paisano encantador.

Llegó a Higuera a una edad temprana donde vivió su infancia y su adolescencia, poco después de dar sus primeros pasos en el pueblo de su familia paterna, Sanlúcar de Barrameda. Se fue a Madrid a estudiar la profesión que tanto ama y volvió a Sevilla para trabajar y seguir su formación realizando cursos por todo el país. Hoy ejerce en Doha la capital de Qatar. Sin ningún género de dudas el afán de superación y de mejora es la mejor característica que describe la vida profesional de nuestro paisano José Luis. Prueba de ello, es que teniendo una situación cómoda puso su punto de mira en Qatar para obtener un progreso laboral. Contactó a través de internet, siendo el único impedimento su nivel de inglés, consiguiendo un margen de dos meses para otra entrevista posterior. Por aquella época, en 2006 era el sioterapeuta de Cayetano Rivera, uno de los toreros más prestigiosos a nivel nacional. La segunda entrevista en inglés la hizo con la colaboración de su hermano Antonio y lo aceptaron en la planta de Rehabilitación de uno de los hospitales más innovadores del mundo en su ámbito. Los trámites para llegar a Qatar tardaron 7 meses, en los que José Luis aprovechó para partir a Bristol (Inglaterra) y obtener un excelente nivel de inglés.

Una vez en Qatar, el proceso de adaptación no le resultó difícil, su positivismo fue una de la claves de su éxito al llegar a un país con una cultura tan distinta, además de seguir el consejo que recibió a su llegada: “si quieres sobrevivir aquí, no lo compares con el sitio del que vienes”. “Donde fueras, haz lo que vieres”. Así todo parecerá nuevo y exótico, mientras por el contrario, “teniendo cada día presente tu lugar de procedencia continuamente sufrirás ,

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BIOAlicia Canaviri Callisaya.

01 de Enero de 1982.

Mamá de una niña y embarazada.

Cuidadora.

Nació en Cochabamba (Bolivia).

Por PAULINO RAMOS

Hacía meses que la niebla no cubría el pueblo de esa manera. La mañana del domingo se había despertado con llovizna y con la amenaza de una nieve que nunca llegó. Siempre fue agradable conversar con Alicia. Nos esperaba en su casa recién estrenada del Paloseto con la sonrisa que siempre la acompaña viendo la tele en el sofá, mientras su hija Fabiola jugaba a la videoconsola en un escritorio cercano. Un plato de cristal verde con unos pistachos nos esperaban sobre la mesa de camilla donde el calor de una estufa de gas nos hizo la entrevista más llevadera. Lleva ocho años viviendo en España y unos seis en Higuera.

Pasó sus primeros tres años viviendo con su familia en el campo, en un pequeño pueblo perteneciente a la Región de Cochabamba. Su padre falleció cuando tenía sólo dos años. Poco después su madre se casó con otro hombre y se mudaron a la ciudad de Cochabamba. De los siete a los catorce años vivieron en La Paz, la capital del país y volvieron de nuevo a su ciudad de origen donde comenzó a trabajar de dependienta en algunas tiendas mientras iba al colegio por la noche.

Su adolescencia la pasó viviendo con su madrina. Realizó un curso de cocina en el que le enseñaron a realizar platos típicos de su país, lo que le sirvió para montar un restaurante con sus hermanos. Compartía la cocina con su propia hermana y eso le sirvió para ganar algo de dinero. También en aquella época tuvo a su hija Fabiola.

La decisión de venir a España no fue fácil. Por aquellos entonces se encontraba en una buena encrucijada. Por un lado su hermana no quería darle la mitad del dinero que habían ganado para montar su propio negocio. Como ella misma nos dijo “la gente en Bolivia llora mucho por dinero”. Sin embargo, el padre de su hija, su pareja en aquellos entonces le pedía una separación con su familia para montar otro restaurante. Había escuchado que mucha gente se venía a España e incluso algunas de sus amigas ya lo habían hecho. Decidió cruzar el charco y pasar una temporada aquí para pensar mejor qué podía hacer con sus problemas. Arribó directamente a Barcelona donde tenía algunas amigas con la idea de hacer dinero suciente para montar el negocio sin

AL I C IAentrevista con

depender de su familia al volver. Gracias a una amiga llegó a la sierra viviendo en algunos pueblos de alrededor. Siempre que pasaba por la carretera se quedaba prendada de las ores que la decoraban y pensaba que podía ser un bonito lugar para vivir. Le hablaban en aquel entonces del corcho y de los Reyes. Ahora es una vecina más de Higuera que vino para quedarse. Al principio para ella fue duro vivir sin papeles, le daba miedo viajar y le resultaba casi imposible volver a su país de visita. Hace unos años José Antonio Ruiz la ayudo a legalizar su situación con un permiso de residencia, gracias a haber tenido un contrato de trabajo.

Por aquellos entonces lo que más le dolía era vivir separada de su hija, Fabiola. A pesar de que se divertía en Higuera siempre le quedaba la pena, muchas veces compartida con lágrimas de la distancia con ella. “Como madre siempre sientes que no está bien y andas llamando”, nos confesaba emocionada. Asegura que siempre fue bien recibida en Higuera y que nunca tuvo problemas, aunque alguna vez han interpretado mal que ella sea cariñosa y familiar y toque a la gente más de lo que nosotros estamos acostumbrados.

La risa se desató entre nosotros cuando Alicia recordó la primera vez que comió cocido, le parecía muy poca cantidad y no entendía como aquella familia comía tocino medio podrido “¿Qué tan pobre es esta familia?”, se preguntó. Añora la comida de su tierra, aunque a veces ella prepara salteñas y tucumanas cuando la visitan algunas amigas. Admira que aquí la gente tenga una buena sanidad y una educación sin depender del dinero que cada uno posea, ya que en Bolivia ella le pagaba a su hija un colegio privado. También echa de menos que la gente aquí es más recelosa a la hora de invitar a la gente en sus casas, aunque una vez que la gente tiene conanza se han portado muy bien con ella.

En la actualidad, está mucho más tranquila. Vive por n con su hija y con José, un chico de Aracena con el que espera un hijo que vendrá muy pronto al mundo. Fabiola quiere estudiar medicina, actriz y modelo como buena soñadora. Se queja de tener muchos deberes, aunque le gusta mucho el cole y sus profesores. José, Alicia y ella nos llaman la atención sobre lo poco respetuosos que son los niños de Higuera con sus mayores y es que, como nos recuerda José, el respeto y la calidez humana son sus señas de identidad.

Desde La Hamaka le deseamos a los tres que tenga una vida feliz en nuestro pueblo.

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He de reconocer que cuando era pequeño todo lo que sonaba a tradicional en la radio o en la televisión me parecía de mal gusto. En esa época en la que de alguna manera todos nos revelamos contra nuestros mayores, entendía que la música que mis padres y mis mayores escuchaban era una cosa del pasado a la que era mejor no echar mucha cuenta. Quizás lo más llamativo de todo era que lo hacía para escuchar música que yo presuponía de mayor calidad. ¡Qué ingenuo era en aquellos entonces!

Por suerte cuando uno crece las cosas se ven de otra manera y he aprendido a valorar lo que me rodea en su justa medida, siempre desde una experiencia subjetiva y tamizado por mis propios gustos personales. Sin embargo, hay algo que parece indudable, más allá de lo personal y es que cada cultura, cada pueblo tiene una música que le es propia y que marca con diferencia una parte importante de la identidad de la gente. No creo en las esencias puras o en las identidades cerradas. Ni en la esencia pura de las personas, ni en la esencia pura de los pueblos. Tanto unas como otras son cambiantes y abiertas. Ser de Higuera hoy no es lo mismo que haber sido de Higuera hace 40 años. Son muchos los cambios y factores que hacen que cuestiones como la identidad colectiva vayan cambiando a lo largo del tiempo. Pasa lo mismo con la identidad personal. En la adolescencia veía el Flamenco como algo aburrido y sin gracia. Por más que trataba ver que gusto

podía tener la gente por ello no lo entendía bien. Según ha pasado el tiempo y he comenzado a madurar me he dado cuenta de que las notas, armonías y sones que compusieron los días de mi infancia forman parte de mi identidad del presente, como una de las grandes raíces que van componiendo mi persona. En la actualidad sin el gusto por el Flamenco me sería difícil explicar mi propia existencia.

Una cuestión de memoria.Dicen que la memoria se divide principalmente en dos

componentes principales. De un lado, las vivencias (recordadas u olvidadas) y los objetos materiales o simbolizados forman la parte racional de nuestra memoria, de la que podemos dar cuenta, la que hace que hablemos de nuestro pasado. No obstante, el sentido de la memoria también está compuesta de otros recuerdos que no son tan

razonables ni razonados. Es lo que Agustín García Calvo llamaba la memoria hiponoética.

Un olor que nos hace sentir cómodos; una voz o una cara que sin haberla visto o escuchado antes nos resultan familiares, la desconanza que sentimos al entrar en algún lugar que no nos gusta y lo mismo para alguien del que apenas nos amos sin conocerlo demasiado. ¿Intuición, emoción, sentimientos...? Esa es la memoria sentida.

Al son de nuestra

MUSICAPor PAULINO RAMOS

“cada pueblo tiene

una música que le es propia y que marca con

diferencia una parte importante de la

identidad de la gente”

14| cajón desastre

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Los sones que denen nuestra identidad.¿Nunca les ha pasado que tan sólo oyendo los primeros

acordes de una canción los vellos se les erizan por todo su cuerpo? O quizás, bien entrada una armonía ¿les resulte casi inevitable dejar escapar un recuerdo en forma de lágrima? O ¿el ritmo de una canción que nos hace mover el pie marcando un compás o empezar a tocar las palmas sin que nadie nos haya enseñado? Esa es la música que se instala en nuestro memoria inconsciente, en la memoria sentida, como si nuestra piel y nuestros músculos fueran un pentagrama en el que se escriben las notas y los compases para formar la partitura de nuestros recuerdos.

Es indudable el esfuerzo que nuestro pueblo ha realizado en los últimos tiempos por recuperar y mantener viva esas tradiciones musicales, por sacar a ote esas músicas de antes que de alguna forma tienen que ver con nuestra identidad colectiva. Y es que la música, antes que nada trae alegría. Es alegre escuchar villancicos con guitarras y panderetas estas navidades o ver un pregón plagado de buenas voces. Da alegría pasar una velada en la que Juan Lama, Currito y Carmelo o muchos otros alzan la voz de manera valiente para amenizar los oídos de los demás. Es gozoso encaminarse al paseo y escuchar en el hogar del pensionista voces angelicales recordando viejas coplillas o tomarse un vaso de sangría al son de “nuestra charanga”. Aunque si hay algo de lo que puede estar contenta la gente de Higuera, es de ver pasar por sus calles a la amante banda de Higuera. Sus componentes saben como nadie lo que signica emocionar los corazones recorriendo las calles de Higuera en la noche del 5 de enero. Y todos los demás sabemos lo que signica

ese pellizco que aprieta el pecho cuando a las siete de la tarde comienzan a sonar los tambores. Esa es sin duda la mejor seña de nuestra memoria sentida.

La identidad es también abierta y plural.Sin embargo, no podemos perder la perspectiva. Tan

bueno es conservar lo que se tiene como apreciar lo bueno que viene de fuera, saber disfrutar de festivales de otras músicas como el de Jazz es tan fundamental como respetar nuestras propias tradiciones. La cultura de un pueblo depende en gran medida, de saber ajustar de una manera apropiada estas dos vertientes de una misma cara. Puedo decir que me emocioné este año en el festival de Jazz cuando vi a los jóvenes de mi pueblo improvisar unas canciones de este estilo de una manera colosal. Entendí entonces que Higuera y su música iban en el buen camino sabiendo rescatar y perpetuar aquello que nos ha sido legado y sumando músicas de calidad que vienen de fuera, pero que tienen mucho que enseñarnos.

Eso sí, a ninguno de nosotros se nos ocurriría decir que el Jazz es un “invento” nuestro. Por eso, a veces me sorprende cuando en las radios escucho Flamenco y dicen que es la “música española”. Está claro que forma parte de las músicas de nuestro país, pero no la única, ni la de todo el mundo. Preguntar en Cuenca o en Valladolid por un compás de tres por cuatro es como querer ir a Nueva York en bici, una locura. El Flamenco es para toda la Humanidad, nosotros lo compartimos. Pero que no nos confundan, sus partituras están en las pieles de la gente de Andalucía, no en las de Madrid.

“Sus componentes

saben como nadie lo que signica

emocionar los corazones recorriendo

las calles de Higuera en la noche del 5 de enero”.

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Siempre lo hemos conocido como los tres pinos, a pesar de que

hay cuatro. Parada casi obligatoria cuando

subimos a la Sierra para respirar después del

esfuerzo de la Calleja del Infierno. Desde hace unos años unas cuerdas entrelazadas hacen de

este lugar, un fantástico lugar para descansar, pensar, leer un libro,

mantener una agradable conversación e incluso

dar algún beso a escondidas.

Las Asaduras en Caldillo son una

comida típica de las matanzas. Se fríe una rebanada de pan y se refríen una cebolla y

siete ajos. Todo se maja en el mortero con algo

de comino. En el mismo aceite se añade el hígado troceado con

un poco de pimenta colorada. Pasado

unos minutos se añade el majado, la cáscara de una

naranja, un vasito de vino y

sal. Se cubre todo con agua hasta

que la salse espese. ¡LISTAS PARA COMER!

placeres en higueraDistancia: 31 km

Recomendación: Bicicleta de montaña.Tiempo: Una mañana.

Tomando la carretera hacia la rivera, nos encaminamos en una bella bajada hasta el puente cercano a la Estación de la Junta. A partir de ahí, el camino comienza a subir hasta llegar a la carretera que pasa por debajo del embalse. Continuamos por

carretera hasta llegar a la localidad vecina de Puerto Moral. Se sigue por la carretera que nos trae de vuelta a Higuera, a unos 800 metros a la izquierda sale un camino que

nos llevará a La Umbría en unos 4 km. Cruzamos la aldea en busca de la calleja que nos traerá hasta el alto en una intensa subida. A

partir de ahí sólo resta bajar a Higuera y

detenerse a descansar y

beber un poco de agua en la

Fuente del Cristo.

La Caléndula es una planta que florece en primavera, aunque aquí tenemos la suerte de que comienza a florecer a

mediados de la época invernal. Podemos encontrarla en muchas dehesas soleadas y en las cunetas de la carretera vieja y algunos caminos. Dejando secar sus flores puede usarse como tinte natural. Tomada en infusión tiene un

efecto emenagogo, es decir, para regular la menstruación. Si se deja macerar en aceite durante 40 días tendremos un

fantástico cicatrizante, además de un aromático hidratante.

taur anu


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