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¿Espiritualidad?
Harold Segura
Fundación Bautista UniversitariaCali, agosto 1-2, 2014
Pablo Richard:
«La espiritualidad es una dimensión fundamental de la vida... El hombre
espiritual no es el hombre que busca a Dios dedicado a las cosas del alma, sino
el hombre que busca a Dios en la construcción de la vida.
La espiritualidad es la experiencia de Dios en la plenitud de la vida... es la
experiencia de fe en el Dios Vivo, que nos da vida y nos libera de la muerte».
Roberto Suderman:
«Espiritualidad, en el sentido amplio de la palabra, se refiere a los valores y
compromisos últimos que gobiernan nuestros deseos y sueños, [es] el marco
dentro del cual nuestras acciones cobran sentido. La espiritualidad
cristiana, entonces, se refiere a la identificación de nuestro espíritu humano con el Espíritu de Dios»
C. René Padilla:
«... hablar de espiritualidad es hablar de un estilo de vida que se orienta hacia el
cumplimiento del propósito de Dios para la vida humana y la totalidad de la creación; se
concreta en una manera de pensar, sentir y actuar coherente con Jesucristo como modelo de la nueva humanidad, y depende del poder
del Espíritu Santo. La espiritualidad es la puesta en práctica del discernimiento de la
voluntad de Dios para la vida comunitaria en todas sus dimensiones... La espiritualidad es un
don y una tarea»
Gustavo Gutiérrez:
«La espiritualidad, en el sentido estricto y hondo del término, es el
dominio del Espíritu... espiritualidad es una forma concreta, movida por el
Espíritu, de vivir el evangelio».
Gustavo Gutiérrez: «La espiritualidad, en el sentido
estricto y hondo del término, es el dominio del Espíritu...
espiritualidad es una forma concreta, movida por el Espíritu,
de vivir el evangelio».
Hablar de espiritualidad es hablar de un estilo, una forma o una manera de vivir el evangelio. Está relacionada con nuestras motivaciones más profundas y con procesos de transformación personal (conversión). De lo dicho hasta aquí podemos destacar:
1. Que la espiritualidad cristiana es un proceso. No es un evento puntual, ni una virtud cristiana que se logre por medio de una experiencia de éxtasis.
2. Que la espiritualidad cristiana se caracteriza por el seguimiento de Jesús. Esta es una valiosa herencia enfatizada por el movimiento Anabautista del siglo XVI.
3. Que la espiritualidad cristiana es una experiencia trinitaria, que nos convoca a la comunión con Dios. No es de alcance humano.
4. Que la espiritualidad cristiana es un peregrinaje comunitario. Se vive en comunidad y se proyecta hacia la comunidad en general.
Ver a Dios(vía ascendente)
Ver como Dios(vía peregrina)
Dos perspectivas complementarias
Escala
div
ina
(s.V
II)
Ver
a D
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Juan
Clím
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o Juan d
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scale
ra
“A todos aquellos que deseen tomar el rumbo que llevará su nombre a ser inscripto en el libro del cielo, estas
páginas les mostrarán el mejor camino. Si tal es nuestro propósito, aquí
hallaremos una guía segura, una escalera muy firme que nos conducirá de
las cosas terrestres a las santas realidades, en cuya cima veremos a
Dios. Esta es, pienso yo, la escalera que Jacob — "aquel que suplantó las
pasiones" — contempló mientras reposaba en la ascesis.
Yo os exhorto a trepar con coraje y confianza por esta escalera espiritual
que lleva al cielo, la cual, desde su primer escalón, nos muestra claramente
el camino a seguir”(La santa escala. Prólogo)
La fecomo
seguimiento
"Nadie puede conocer a Cristo, a no ser que lo siga en
la vida".
Hans Denck (1495-1527)
Dios ve… ¿qué ve?
7 Pero clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y el Señor oyó nuestra voz, y vio
nuestra aflicción, nuestros pesados trabajos y nuestra opresión. 8 Entonces el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, y con señales y portentos que causaban terror, 9
y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, ¡tierra que fluye leche y miel!
Deute
ronom
io 2
6:7
-9 (
RV
C)
Dios ve… ¿qué ve?
41 Esta clase de vida he tenido en tu casa durante veinte años. Catorce te serví por tus
dos hijas, y seis por tu ganado, y varias veces me has cambiado la paga. 42 Si no estuviera
conmigo el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán, el Dios a quien Isaac temía, estoy
seguro que me dejarías ir ahora con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi aflicción y el
trabajo de mis manos, y por eso te reprendió anoche.»G
én
esi
s 31
:41
-42
(R
VC
)