Date post: | 15-Jan-2016 |
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Investigación iconográfica e iconológica de diez obras en exposición del
Museo de Arte religioso Ex convento de Santa Mónica
de la ciudad de Puebla
Historia del Arte II
Maestría en Estética y Arte
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Presentado por: Lic. Sandra López
Presentado a: Dra. Isabel Fraile
Diciembre 2014
2
Tabla de contenido
Introducción ………………………………………………….… 3
Obras
1. Santo Tomas de Aquino “Doctor Angelicus” …………... 4
2. San Juan de Dios lavando los pies a Jesús ………..….… 8
3. Santa Rita de Casia ………………………………….… 11
4. Quinto mandamiento ………………………………...… 14
5. Jesús como el Sagrado Corazón ……………………..… 19
6. Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena … 23
7. La sagrada familia ………………………………...…. 27
8. Santa Gertrudis la Magna ………………………………. 31
9. San Antonio con el niño ………………………………... 35
10. Entrega de reglas y constituciones a la orden ………….. 38
Bibliografía fundamental ……………………………….…... 43
3
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo analizar la iconografía y la iconología de diez obras
en exposición (tanto temporal como permanente) del Museo de Arte religioso Ex convento
de Santa Mónica de la ciudad de Puebla.
La pertinencia de la obra de este Museo radica en ser uno de los acervos más
importantes del país sobre la vida monacal femenina. El Museo está “conformado en su
mayoría por cuatro colecciones de antiguos conventos femeninos de la ciudad de Puebla:
Santa Mónica (Agustinas Recoletas), Santa Catalina (Dominicas), del Señor San Joaquín y
Santa Ana (Capuchinas) y La Soledad (Carmelitas Descalzas)”1.
Las obras que analizaremos en el presente documento fueron seleccionadas por su
singularidad. La intención de la selección fue dejar a un lado lo obvio y analizar imágenes
que pusieran a prueba nuestra capacidad interpretativa.
La metodología utilizada para este trabajo parte de la estructura analítica planteada
en clase, la cual se basa en los Estudios sobre iconología de Panofsky, que, agrandes
rasgos, consiste en 1) una valoración formal de la pintura, es decir, la descripción pre-
icónica, para luego dar paso al 2) análisis iconográfico -que lo enfocaremos en la teleología
de la imagen a través de sus signos y símbolos- para llegar posteriormente al 3) nivel
iconológico.
Finalmente debemos señalar que para lograr el análisis iconográfico nos basaremos
en la estrategia interpretativa vista en clase que se basa en el reconocimiento de atributos,
símbolos y alegorías, para llegar al develamiento de la escena, y de esta manera, dar con el
potencial sentido de cada una de las obras.
1 Tomado de la documentación del INAH. http://www.inah.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=5643
4
Obras
1. Santo Tomás de Aquino
“Doctor Angelicus”
Descripción formal
En esta pintura vemos como personaje principal a un hombre ya adulto y con hábito
religioso sentado en un carruaje. Este hombre lleva en su mano izquierda una suerte de
espejo lujoso del que emana luz. En su mano derecha lleva un pluma blanca y larga. Tras
de si, y en dirección a su cuello, vemos una paloma blanca de cuyo pico brota una luz
blanca que se dirige hacía su nuca. A los píes del hombre y aún sobre el carruaje, se
5
encuentra un pequeño niño alado vestido de rojo, quien porta un libro cerrado y lo que
pareciera una pequeña maqueta de un templo. Bajo el niño alado y tirando del carruaje
vemos un águila, un toro alado y un león alado. Bajo el carruaje reconocemos cinco
cabezas humanas con expresiones de demencia y sufrimiento. En el costado superior
derecho de la imagen vemos tres cabezas aladas que miran en distintas direcciones.
Descripción iconográfica
Como nos indica el nombre de la pintura, el
personaje principal, a quien describimos como
u hombre adulto perteneciente a una orden
religiosa es Santo Tomás de Aquino (1224-
1225). Iconográficamente lo sustentamos por
sus atributos principales: una paloma blanca
símbolo del “espíritu santo” que le dicta lo
que debe escribir, el “sol sobre su pecho”
(Revilla, 2009, p. 656) y el característico
hábito dominicano blanco con esclavina
negra, el rosario y el escapulario blanco largo.
Santo Tomás fue el Teólogo dominico
que escribió la Summa theologica obra por la
que fue proclamado doctor de la Iglesia
católica (Ibíd.) y razón por que en esta imagen
vemos sus atributos de sabiduría y “autoridad intelectual”2 como la pluma (1), los libros (5)
y una maqueta de la iglesia (4).
Un atributo interesante en esta imagen es la custodia (2) que lleva Santo Tomás en
su mano izquierda. La custodia u ostensorio, es el símbolo de la eucaristía “sacramento
central en la liturgia católica, por constituir el principio vital de la iglesia” (Revilla, 2009, p.
254) y su función es la de “hacer ver” (ostensorio del latín ostentare: mostrar, presentar);
hacer ver la ostia eucarística, círculo que es símbolo de la “suma realidad perfecta”
(Revilla, 2009, p. 499) y del cuerpo de Cristo.
2 Contenido visto en clase de Historia del Arte II, impartida por la Dra. Isabel Fraile. MEyA, BUAP.
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Describimos antes que Santo Tomás está sentado en un carro tirado por animales
alados. Debemos referirnos primero al carruaje. Dentro de la iconografía cristiana el carro
simboliza “el hombre espiritual que se remonta por encima de su condición […] por merced
divina” y en este sentido tenemos en nuestra imagen una compleja alegoría de Santo Tomás
derrotando el mal, representado por las cinco cabezas insalubres en la parte inferior de la
imagen (6) y remontándose así hacía la gracia divina, representada por los tres querubines
en la parte superior de la imagen, así como por la custodia y la paloma.
En cuanto a los animales que tiran del carruaje (7), tanto el toro, como el león y el
águila, son animales relacionados con la fuerza física, el poder y la soberanía siendo
especialmente el águila símbolo de la “elevación intelectual” siendo esta una de las virtudes
de Santo Tomás. En todo caso, como en la obra en cuestión se trata de animales alados,
debemos relacionarlos con el hecho del “remontar místico” del carruaje, así como con la
resurrección (Revilla, 2009, p. 25).
Finalmente debemos referirnos al pequeño ángel que lleva la maqueta y el libro.
Como no lleva ningún atributo particular, debemos reconocerlo como hemos ya hecho en
otras descripciones: el ángel es el ser ubicado entre la gracia divina (lo celeste, Dios) y el
hombre (lo terrenal, lo humano), y en este sentido, debemos comprenderlo como símbolo
del vínculo divino entre Santo Tomás y Dios, y esta interpretación la refuerza la filacteria
que encontramos frente al ángel y que reza: “Rigans Montes de luperioribus, defructu
operum tuurum fatiabitur terra” (Él riega los montes desde arriba, del fruto de la tierra de
tus obras)3.
3 En la pintura encontramos también la filacteria que hace referencia a nuestro personaje principal “Divus Thomas Doctor Angelicus, Comunis Eucharticus que” y “Super Afpidern, et Bafiliscum arbnulabis”.
7
Título:
Santo Tomás de Aquino “Doctor Angelicus”
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Joseph OrtizDimensiones: 84,7 x 62,8cmsTécnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa a Santo Tomas de Aquino con sus atributos principales, llendo en un carrua-je tirado por animales alados por sobre imágenes demoniacas.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta baja, “Sala capitular” (15) Puebla, México
FICHA: 01
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Croquis de localización (punto azul)
8
2. San Juan de Dios lavando los pies a Jesús
Descripción formal
Es una escena en la que aparecen tres personajes masculinos. Dos de ellos lavando los pies
a la figura principal del cuadro. De izquierda a derecha en el primer plano, podemos
apreciar la figura de un hombre joven, sentado, vestido con una túnica larga, humilde, y de
color azul. Este hombre tiene cabello largo recogido y barba. En su mano derecha puede
identificarse un gesto particular, ya que tiene levantados sus dedos índice y medio, mientras
con la mano izquierda está recogiéndose la túnica. En sus manos y en el píe que está a la
vista, pueden identificarse estigmas o marcas de martirio. Uno de sus píes está sumergido
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en el agua mientras que el otro lo esta sosteniendo el segundo de los personajes, quien se lo
está lavando.
El segundo hombre esta arrodillado frente al primero. Con su mano izquierda
sostiene el píe derecho del primer personaje, y la mano derecha la tiene recogida contra su
pecho. Su gesto facial es suave con una ligera inclinación hacía su izquierda, está descalzo,
tiene el cabello corto y está vestido con una túnica oscura y humilde.
En tercer plano, a espaldas del segundo personaje, encontramos un ángel al cual
reconocemos como tal porque es un joven con un par de alas. Tiene botas de paño altas, en
su mano izquierda lleva una tela y en su mano derecha una jarra metálica. Como vestimenta
porta una túnica blanca, sobre esta una roja y sobre esta un escapulario negro que reza -en
letra roja- la expresión: “Medicina dei” (Medicina de Dios).
En último plano la obra muestra una cama con sábanas blancas y cabecera de
madera en lo que aparenta ser un diseño de época.
Descripción iconográfica
En primer plano reconocemos a Jesús (1) principalmente
por los estigmas ubicados tanto en sus manos como en el
píe que le está siendo lavado (2). Así mismo, su cabello
largo, rostro joven, y el gesto de su mano derecha
bendiciendo, nos confirma que se trata de Jesús.
Quien está lavando los píes de Jesús es San Juan de
Dios, beatificado en 1630 y nombrado patrono de los
enfermos y de los hospitales, por sus obras en vida como la
construcción de hospitales y el sacrificio personal por el
bienestar de los otros.
Dentro del grupo de Arcángeles es San Rafael quien
es considerado el patrono de los enfermos y en el que aparece la inscripción “Medicina dei”
(5) reafirmándonos que se trata de una alegoría al poder curativo de la religión cristiana,
pues analizando la escena en conjunto vemos que se desarrolla en una habitación con una
cama, como significando la convalecencia del enfermo y representando que con la
“medicina de Dios” San Juan de Dios y San Rafael pueden curar al hombre.
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Título:
San Juan de Dios lavando los pies a Jesús
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: No identi!cadoDimensiones: 150 x 119cmsTécnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa a San Juan lavandole los píes a Jesús acompañado por el Arcangel Gabriel.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones: Restaurada
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta baja, sala “Refectorio” (11)Puebla, México
FICHA: 02
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Croquis de localización (punto azul)
11
3. Santa Rita de Casia
Descripción formal
En el primer plano y como figura principal aparece la imagen de una mujer vestida con
túnica, toca y manteleta negra. En su mano izquierda lleva un crucifijo con un Cristo
mientras con la mano derecha señala hacía el pequeño cuerpo de la cruz. Tras su cabeza –
que está ligeramente inclinada hacia la derecha- hay un halo de luz y en su frente tiene
clavada una espina (o clavo) y le brotan tres gotas de sangre. Al lado de éste primer
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personaje femenino hay una mesa que tiene un mantel rojo de una tela aparentemente
pesada y gruesa. Sobre la mesa, hay un libro cerrado y un cráneo humano. Suspendidos en
el aire, entre la mesa y el personaje femenino hay dos rostros de niños alados. En el fondo
de la imagen reconocemos una columna dórica con una tela roja que la envuelve.
Descripción iconográfica
La figura principal la reconocemos como Santa Rita
de Casia (1) quien según la mitología católica en
1432 mientras rezaba frente a un crucifijo por la
muerte de su marido, pidió a Cristo (2) que le
permitiera compartir parte de su sufrimiento, y de
esta manera, Santa Rita recibió milagrosamente una
espina o astilla de madera (1) que se le clavó en el
hueso frontal del cráneo. Tal astilla fue guardada
como reliquia, pero –milagrosamente- el estigma
volvió a abrírsele durante quince años4.
Luego de la muerte de su marido, Santa Rita
dedicó su vida a la oración, lo cual podemos
identificar en el cráneo (3) como símbolo de “vida
de anacoreta, penitencia y meditación”5, y en el libro cerrado (3) como símbolo de
“sabiduría divina”. Por su leyenda, Santa Rita es reconocida como Santa de causas
imposibles y de los problemas maritales.
Los dos personajes alados que describimos antes, los reconocemos como querubines
(4) ubicados allí no solo con un propósito compositivo sino también reforzando la
atmosfera sagrada de la escena en tanto que los ángeles son los “intermediarios entre la
vida del hombre y el mundo celestial” 6. En el fondo, como describimos arriba, hay una
columna dórica (5) que simboliza, así como los ángeles, la vertical que une lo terrenal con
lo divino, siendo también símbolo de “la Fortaleza, la Castidad y en general La virtud
(Revilla, 2009, p. 158).
4 Esta leyenda católica fue extraída de http://digilander.libero.it/raxdi/spa/vita.htm. 5 Contenido visto en clase de Historia del Arte II, impartida por la Dra. Isabel Fraile. MEyA, BUAP. 6 Ibíd.
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Título:
Santa Rita de Casia
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: No identi!cadoDimensiones: 191.5 x 127cms Técnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa a Santa Rita con una espina en la frente y sosteniendo un cruci!jo.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta baja, sala “Refectorio” (11) Puebla, México
FICHA: 03
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Croquis de localización (punto azul)
14
4. Quinto mandamiento
Descripción formal
Esta imagen podemos dividirla entre la imagen central, el borde o marco, y una serie de
escenas de fondo. La imagen central es un personaje andrógino y alado, vestido
elegantemente. Porta joyería con piedras preciosas incrustadas tanto en su cuello como en
algunos accesorios de su ropa. Viste tres colores principales: dorado, azul y rojo. En su
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mano izquierda lleva un escudo con la imagen de una copa de la que sale una serpiente y en
su mano derecha lleva una espada larga que apoya en el suelo. Este personaje se encuentra
flotando centrado dentro de un paisaje con cinco escenas violentas diferentes.
De abajo hacia arriba y de derecha a izquierda las describiremos así: la primera (2)
(ver numeración en en la imagen-guía que se encuentra abajo) se encuentra a los pies del
personaje central y representa a un hombre que va a cortar con un hacha la mano de una
mujer mientras otro hombre amenaza a la mujer con un arma de fuego. La segunda (3) es la
imagen de un toro que se encuentra acostado en el campo. La tercera (4) se encuentra al
costado izquierdo superior del personaje central y representa una pelea entre cinco mujeres
vestidas con faldas largas de colores blanco, dorado y azul. La quinta (5), del mismo
constado del personaje central pero un poco más arriba, es la representación de dos
hombres luchando con espadas y en el fondo aparece la imagen de un cadáver colgado de
un árbol, así como de un cordero colgando. Al costado derecho de la imagen principal
vemos una escena violenta (6) entre ocho personajes donde tres de ellos se encuentran
desarmados y los otros armados con espadas y escudos, y un poco más arriba de estos
hombres vemos un hombre apaleando a otro, cinco borregos y una casa quemándose y
humeando.
Alrededor de estas escenas y como a manera de marco, se encuentra pintada una
filigrana con joyas y filacterias. La filacteria principal (8) reza la frase “Qvinto
mandamiento” (sic). Al lado izquierdo de ésta una filacteria dice “No mataras” (sic). Al
costado derecho otra filacteria dice “Exod. C. 20. Leui”. En la parte inferior de la pintura
también tenemos otras filacterias (7), la central dice “No ofendas laFe ni aotros F” (sic), la
del costado izquierdo “B Cain, Judas, Saul. D C” (sic), la del costado derecho “Note ocupes
en desafíos E” (sic) y la firma del pintor “Joshep Ortiz”.
Descripción iconográfica
La figura que hemos identificado como la principal (1) es San Miguel Arcángel, lo
reconocemos así por su atuendo e “indumentaria bélica”7 ya que es el “abanderado de
Cristo en el ejercito de los Santos Ángeles, y él será quien […] matará violentamente al
anticristo en la cima del monte Olivete” (de la Vorágine, 1996b, p. 621). Usualmente se le
7 Contenido visto en clase de Historia del Arte II, impartida por la Dra. Isabel Fraile. MEyA, BUAP.
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representa parado sobre un dragón vencido pero en este caso el demonio está representado
en forma de serpiente en el escudo (1). Otro elemento que nos ayuda a reconocerlo es el
toro (3), pues según de la Vorágine, una de las apariciones de este arcángel tuvo lugar en el
monte Gárgamo en el año 390. A un pastor de la región se le perdió uno de sus toros y
cuando fue a buscarlo lo encontró en dicho monte frente a la entrada de una cueva. Por el
odio que le causo que el animal se hubiera separado de su manada, el dueño le disparó una
flecha envenenada que “milagrosamente” se regreso e hirió mismo al hombre. El obispo del
pueblo le dijo que tal hecho había sido una
aparición de San Miguel, quien le comunicó
al obispo que había hecho su aparición para
dar a conocer a la gente del pueblo que
estaba allí para vigilar y cuidar de la cueva
que se hallaba en el monte (1996b, p. 621).
En la segunda aparición que describe de la
Vorágine, nos habla de nuevo de un toro, el
cual estaría oculto donde San Miguel desea
que un obispo le construya un templo. Así
mismo, siguiendo la línea argumentativa de
San miguel Arcángel como guerrero, el toro
simboliza tanto la fuerza física como sexual,
es decir, que representa tanto el poder
“dador de vida” como “aniquilador
(potencia guerrera o justiciera según los
casos)” (Revilla, 2009, p. 656).
Por otro lado, las escenas que rodean
al Arcángel representan de manera general las doctrinas dadas por San Mateo en el Éxodo
20, y las reconocemos así por la filacteria “Exod. C. 20. Leui” (8) que significa: “Éxodo 20.
San Mateo”. Leui es otro nombre dado al apóstol Mateo en el Nuevo testamento8. A partir
de este reconocimiento vemos que la filacteria “Qvinto mandamiento” nos determina el
sentido iconológico de la imagen, la doctrina del Quinto mandamiento: No matarás; y en
8 Tomado del diccionario online http://www.nombra.me/significado-uso-origen-nombre/levi.html
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este sentido, todas las escenas circundantes representan distintos aspectos de los
mandamientos dados por San Mateo apóstol en el éxodo 20 del nuevo testamento, y esto
nos da suficiente sustento iconográfico para determinar que las escenas de lucha
representan una de las victorias militares del Arcángel San Miguel sobre el demonio.
La escena que se encuentra a los píes del arcángel (2) que representa a un hombre
que va a cortar con un hacha la mano de una mujer mientras otro hombre amenaza a la
mujer con un arma de fuego, está acompañada por una filacteria en un “sagrado corazón”
que dice “Charidad” (sic). Bajo ésta, se encuentra la otra filacteria antes nombrada “No
ofendas laFe ni aotros F” (7). Y este conjunto de símbolos visuales y lingüísticos nos
permiten suponer que la mujer será castigada por haber violado las “leyes divinas”. En este
mismo sentido interpretamos las demás escenas, como resultados violentos por desobedecer
los mandatos divinos.
Por otro lado, el conjunto de la imagen podemos atribuirla a la orden dominica ya
que en la parte superior de la imagen reconocemos un perro colgado de una cadena
(Toisón) el cual nos recuerda a Santo Domingo quien se hacía llamar “el perro de Dios”, y
aún más a fondo, podemos recordar que Santo Domingo evangelizaba por Europa a través
del Evangelio de San Mateo que es el que aparece en la filacteria superior de este cuadro
(8).
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Título:Quinto mandamiento
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Joseph OrtizDimensiones: 170 x 113cmsTécnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa el quinto mandamiento con el Arcangel San Miguel, guerrero y veladorde los intereses de Dios sobre la tierra. La pintura muestra escenas de lucha religiosa.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta baja, “Sala capitular” (15) Puebla, México
FICHA: 04
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Croquis de localización (punto azul)
19
5. Jesús como el Sagrado Corazón
Descripción formal
En esta pintura vemos como figura general a un hombre joven de cabello largo y rostro
amable. Se encuentra representado desde sus rodillas para arriba en un plano parecido al
“americano” en el cine. Se encuentra vestido con una túnica azul con un lazo atado en la
cintura. Lleva en su mano derecha una rama de azucenas y un estigma. En su mano
izquierda tiene una sortija de la que una paloma blanca esta aparentemente alimentándose.
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En esta mano también presenta un estigma. En el centro de su pecho tiene un corazón rojo
con nimbo, rodeado por una corona de espinas y encabezado por una cruz. El corazón tiene
una herida de la que brota sangre y, en sus piernas -de manera bastante surrealista- aparece
un pequeño cordero que está bebiendo la sangre que brota del corazón. El joven tiene una
filacteria que sale de su boca y se dirige hacia la paloma que dice: “vulnerasti cor meum in
uno oculorum tuorum”.
Descripción iconográfica
La figura principal es el joven Jesús. Sus atributos principales son los estigmas (2 y 4), el
nimbo (5) y su fisionomía joven (1), de cabello largo y rostro amable. Reconocemos en esta
imagen una representación resaltable en tanto que no corresponde al cristo acongojado y
sufriente del barroco.
Cómo el título de la pintura nos indica,
Jesús está representado como el sagrado
corazón, devoción que fue promovida durante el
siglo XVII y que luego fue aceptada por la
tradición católica. Revilla nos dice que el
sagrado corazón se representa comúnmente
como un “Jesucristo en ademán de descubrir o
mostrar su corazón, resplandeciente, en llamas o
también coronado de espinas” (2009, p. 169).
En este caso encontramos todos los atributos
nombrados por Revilla que según él mismo
significan “el inmenso amor” de Jesús hacia los
hombres (2009, p. ibid). Esta tradición de
considerar al corazón como “órgano del amor”
fue establecida particularmente durante el renacimiento y luego adoptada por la simbología
cristiana y popular.
El cordero (3) simboliza la pureza y la bondad, y en este sentido es también
“símbolo de Cristo, en cuanto a suprema víctima”. Recordemos que Juan Bautista llama a
Jesús “Cordero de Dios” (Revilla, 2009, p. 169). Sin embargo debemos recordar también
21
que el cordero obedece a la imagen del animal que requiere de un pastor guía y por lo tanto
también representa a los seguidores del Dios cristiano. En este sentido tenemos en la
imagen una alegoría de los fieles bebiendo la sangre de Cristo, quien se sacrifico para
salvar a los hombres.
Como identificamos antes, Jesús sostiene en su mano izquierda una vara de
azucenas que principalmente es un símbolo mariano, y por extensión, un símbolo de
pureza. En su mano derecha el joven Cristo sostiene un anillo, simbología del “nexo entre
tierra y cielo” (Revilla, 2009, p. 41) y del que una paloma blanca (4) está alimentándose. En
la tradición paleocristiana –específicamente en el Génesis- la paloma es el animal que
“anuncia el final de la catástrofe (Gén., 8, 1-12)” (Revilla, 2009, p. 506) siendo así
emblema de Paz. Como dijimos antes, Jesús presenta en ambas manos sus estigmas,
símbolos de su sacrificio y sufrimiento en la cruz.
Finalmente, la filacteria que proviene de la boca de Jesús “vulnerasti cor meum in
uno oculorum tuorum” que significa: “me robaste el corazón con una sola mirada de tus
ojos” nos deja claro que nuestro “Jesús como el sagrado corazón” es una imagen que
representa el “amor” de cristo hacía Dios y hacía los hombres. Debemos notar que la
filacteria se encuentras escrita “boca abajo” por lo que tal “enunciado” estaría dirigido a la
lectura de Dios.
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Título:
Jesús como el Sagrado Corazón
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Joseph OrtizDimensiones: 115 x 55.5cms Técnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa a Jesús como el sagrado corazón.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaPlanta alta, “Sala temporal 3” (38)Puebla, México
FICHA: 05
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Croquis de localización (punto rojo)
23
6. Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena
Descripción formal
Esta pintura nos muestra una escena principal: un hombre y una mujer religiosos que
ofrecen un recipiente con corazones. La mujer, ubicada al costado derecho de la pintura
lleva en su mano izquierda un libro cerrado, una vara de azucenas y un rosario colgando de
su cuello. Con su mano derecha sostiene parte del recipiente con corazones, el cual, del otro
24
lado, está sosteniendo el hombre del costado izquierdo de la pintura. Este hombre lleva
también en su mano derecha una vara de azucenas, y en de su cuello cuelga un rosario.
En la parte superior-central de la pintura se encuentra un corazón rodeado por una
corona de espina y “encabezado” por una cruz. Alrededor de éste, (del corazón) vemos
once querubines formando un círculo.
Descripción iconográfica
Como nos indica el título las figuras principales
corresponden a Santo Domingo de Guzmán
(1170-1221) y a Santa Catalina de Siena (1347-
1380). Iconográficamente reconocemos a Santo
Domingo de Guzmán (1) –Fundador y padre de
la orden de predicadores (de la Vorágine,
1996b, p. 441)- principalmente por la estrella
que lleva en su frente, así como por su hábito
blanco de la orden dominica con esclavina negra
y el rosario de quince misterios que lleva en la
cintura. La vara de azucenas que lleva en su
mano derecha simboliza (como atributo
mariano) la pureza.
Así mismo, a Santa Catalina de Siena (2)
la reconocemos iconográficamente por su hábito
dominico blanco con esclavina negra y el rosario de quince misterios que lleva en la
cintura. La corona de espinas nos remite a su vida de sufrimientos y sacrificio a la que se
sometió dentro de la que resaltan la “rigurosa abstinencia de alimentos” (de la Vorágine,
1996b, p. 969).
Según de la Vorágine, cuando Santa Catalina de Siena tenía quince años se le
apareció Santo Domingo proponiéndole que tomara el hábito de su orden a lo que Santa
Catalina accedió felizmente. Tenemos entonces, que en nuestra imagen están Santo
domingo y Santa Catalina sosteniendo juntos un recipiente con cinco corazones (3) que
(como hemos dicho antes, los corazones representan el amor) aparecen como alegoría de la
25
misión predicadora de estos dominicos; es decir, que a través de esta imagen, reconocemos
que ambos personajes entregan corazones devocionales (fieles) al “sagrado corazón” (4)
como representación del amor de Cristo y ubicado en la parte superior-central de la obra.
Así mismo, esta escena hace referencia al deseo de Santa Catalina de dar “su corazón a
cambio del de Jesús”9 como alegoría del matrimonio místico entre la Santa y Jesucristo.
Anteriormente describimos un círculo de querubines (5) que rodeaba al sagrado corazón. A
dicha composición podemos atribuirle principalmente dos cosas: a) la intención de generar
una atmósfera divina y de “sabiduría” (Revilla, 2009, p. 557) a la cual le son entregados los
corazones y b) una intención meramente compositiva10 a favor de la estética visual de la
obra.
9 Contenido visto en clase de Historia del Arte II, impartida por la Dra. Isabel Fraile. MEyA, BUAP. 10 Ibíd.
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Título:
Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Y Bara (sic)Dimensiones: 79,1 x 63,3cms Técnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, S. XVIIIForma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa a Santo Domingo y Santa Catalina entregando los corazones dominicanos al Sagrado Corazón de Jesús.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
FICHA: 06
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaPlanta alta, “Sala temporal 3” (38)Puebla, México Croquis de localización (punto rojo)
27
7. La sagrada familia
Descripción formal
En el primer plano de la imagen aparece una jarra sobre un platón apoyado en el suelo. En
el segundo plano hay una mujer de espaldas que se dirige hacia el tercer plano con un plato
vacío en sus manos. En el tercer plano hay una mesa centrada. Dicha mesa tiene un mantel
azul largo y sobre éste un mantel blanco un poco más corto. Sobre la mesa hay alimentos
(al parecer son trozos de pan, ajos y cebollas) y utensilios de mesa (cuatro cucharas, un
tenedor, un cuchillo y una campana). Alrededor de la mesa y de frente a la perspectiva del
observador, se encuentran sentados cuatro personajes. De izquierda a derecha, el primero es
una mujer joven que porta ropa larga en la que predomina el color verde olivo. La mujer
esta extendiendo su mano derecha mientras con la otra se toca el pecho. El segundo
personaje es también femenino y joven. Lleva un vestido rojo con una capa azul. Tiene una
postura particular, ya que tiene la cabeza ligeramente ladeada hacia su lado derecho, así
como sus manos unidas de frente a manera de oración. A su lado, el tercer personaje es
masculino y así mismo joven, tiene cabello largo y barba, porta un vestido verde olivo con
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una capa café. En su mano derecha está levantando tres dedos y su mirada se dirige hacia
arriba. El cuarto personaje es también un hombre joven con barba. Lleva un vestido rojo
ajustado y sobre él una capa gris con tonos rojizos. Está sentado sobre una silla de piel azul
con incrustaciones de piedras o piezas metálicas, tras la cual se ve una cortina verde y, en
último plano, una vajilla limpia y un caldero humeante (8). Los cuatro personajes de la
mesa tienen en común un halo de luz alrededor de sus cabezas, así como rasgos jóvenes y
piel blanca. El fondo general de la pintura es una suerte de nube blanquecina que genera
dos líneas entre las cabezas de los dos personajes centrales (segunda mujer y primer
hombre).
Descripción iconográfica
La iconografía de la imagen no es
muy clarificadora, pero gracias al
título “La sagrada familia”
podemos concluir que se trata de
la familia de Jesús. Esta es una
escena poco común pues al
parecer es una versión de la Santa
cena (o última cena) combinada
con una representación de la
Sagrada familia. La jarra y el platón (7) del primer plano nos recuerda la pintura de “La
última cena” de Juan de juanes (1562), y que hace referencia al acto del lavatorio de píes
que Jesús hace como muestra de humildad a sus discípulos. Esto nos hace suponer que
Jesús ha lavado los pies de su familia, quienes le acompañan a la mesa.
El halo de luz o nimbo, nos indica que los cuatro personajes sentados a la mesa
(1,2,3 y 4) del tercer plano corresponden a representaciones de santos mientras que la mujer
del segundo plano (5) corresponde a una figura compositiva que hemos identificado como
una sirvienta.
De izquierda a derecha identificamos los cuatros personajes principales así: la
primera mujer es Santa Ana (1), madre de la Virgen María a quien reconocemos por su
túnica verde, color que representa la esperanza y que simboliza el que Santa Ana llevará en
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su cuerpo “la esperanza del mundo” es decir, a Jesús (Revilla, 2009, p. 36). A la derecha de
Santa Ana reconocemos a la Virgen María (2) quien suele estar acompañando las
representaciones de Santa Ana y quien, por su túnica azul, relacionamos con lo divino, lo
inmaterial y la pureza. Sus manso en gesto de oración también nos reafirman el carácter
sagrado de este personaje. A su lado, encontramos a Jesús (3) a quien reconocemos por su
rostro suave, joven, su cabello largo y especialmente por el gesto de su mano, que
corresponde a la iconografía de la “diestra bendiciente de Dios padre” y que remite
específicamente al poder absoluto de Dios (Ibíd, 419). Así mismo, vemos que en su ropa
lleva el color verde de la esperanza relacionado directamente con la túnica de Santa Ana. A
la derecha de Jesús reconocemos a San Joaquín (4) -padre de María y esposo de Sana Ana-
quien siempre aparece con advocaciones marianas o acompañado de Santa Ana; éste último
es nuestro caso. San Joaquín es representado comúnmente como un hombre anciano como
signo de paternidad y con rasgos dulces. Su gesto de reverencia en esta imagen refuerza el
sentido de la grandeza divina de Jesucristo.
Las nubes de la parte superior de la imagen (6) refuerzan la atmosfera sagrada de la
escena. Vemos como la nube genera unas líneas ascendentes desde la cabeza de María y la
de Jesús, estableciendo con esto una jerarquía en la divinidad de los cuatro personajes, pues
serían la Virgen María y Jesús quienes estarían en contacto directo con la divinidad.
Por último, y como habíamos identificado en la descripción formal, vemos que el
conjunto de la imagen se trata de una cena que sin duda debemos relacionar con la última
cena, y por lo que suponemos, que Bara (autor de la obra) plasmó en esta pintura la
despedida de Jesús con su familia.
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Título:La sagrada familia
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Juan de VillalobosDimensiones: 109 x 169cmsTécnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, 1700 (fecha aprox-imada)Forma: Escena religiosa con 5 perso-najes.Descripción formal: Escena que representa una cena entre Jesús, la Virgen María, Santa Ana, San Joaquín y una sirvienta.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intemperie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informáticas varias © Sandra López
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta baja, sala “Refectorio” (11)Puebla, México
Croquis de localización (punto azul)
FICHA: 07
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
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8. Santa Gertrudis la Magna
Descripción formal
En esta obra resalta un figura central compuesta de dos cuerpos: a la izquierda, el cuerpo de
una mujer religiosa que en una posición ambigua (entre sentada y parada) muestra con sus
dos manos un corazón reluciente que tiene en el costado izquierdo de su pecho, y dentro del
cual hay un pequeño niño pintado. Su cabeza sutilmente ladeada y enfocada hacia arriba
parece fijarse en un punto del cielo, el cual está representado con un grupo de nubes en la
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parte superior del cuadro. La mujer, lleva en su brazo izquierdo un bastón alargado que
termina en una punta enroscada con una pequeña cruz. El segundo cuerpo, ubicado a la
derecha del cuadro –y aún en primer plano- es un ángel casi desnudo que con sus manos
hace el gesto de mostrar a la mujer. Tras estos dos personajes principales vemos una mesa
de piedra sobre la que hay un cráneo humano, y sobre este, un libro abierto. Tras esta
escena, en un tercer plano, encontramos una estructura arquitectónica de dos columnas y
una tela rojiza y pesada. En cuarto plano de la imagen, vemos una casa con una torre y tras
de esta un bosque y un cielo azul.
Descripción iconográfica
En esta obra la figura principal es Santa Gertrudis
(Eisleben, Alemania, 1256-1302) a quien
iconográficamente podemos reconocer por sus
atributos principales: el nimbo, el hábito negro
benedictino (1), el corazón luminoso (2) con el
niño Jesús que “sale de su pecho” y que hace
referencia a una frase de sus escritos "Me
encontraréis en el corazón de Gertrudis", y el
báculo de abadesa (3) que remite –una vez más- a
la orden benedictina a la que perteneció la Santa.
En cuanto al corazón con el niño que “sale
de su pecho” es su atributo más notable y obedece
a la representación de sus visiones las cuales están
descritas en sus propios libros. Esta actividad de
escritora la vemos simbolizada con el libro abierto
(5) que se encuentra en el segundo plano de
nuestra imagen. Así mismo el cráneo (5) nos
indica la entrega o la “vida de anacoreta”11 a la que se sometió Gertrudis y nos recuerda la
“condición perecedera del ser humano” (Revilla, 2009, p. 116).
11 Contenido visto en clase de Historia del Arte II, impartida por la Dra. Isabel Fraile. MEyA, BUAP.
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El ángel (4), como lo hemos descrito antes, nos aporta a comprender la conexión
divina entre la Santa (lo terrenal) con lo divino (lo celeste). Reforzando este sentido de
conexión divina tenemos la representación del cielo (7) –aunque la escena se desarrolle en
un interior- en el segundo plano de la imagen. La representación de las nubes es muy
importante en esta imagen, pues representa las apariciones divinas que se le dieron a Santa
Gertrudis, y, en relación iconográfica con las columnas (6) debemos interpretar la escena
como el conjunto de simbologías acerca de las epifanías divinas de la Santa, pues la
columna (6) simboliza –una vez más- la “vinculación entre la tierra y el cielo” (Revilla,
2009, p. 483). Este mismo sentido iconográfico de la unión de lo terrenal y lo divino es
atribuido a las torres, que en nuestra imagen vemos representada al fondo (7) en el cuarto
plano de la imagen.
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Título:
Santa Gertrudis la Magna
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Joseph OrtizDimensiones: 184,5 x 113cms Técnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa a Santa Gertrudis la Magna mostrando su principal atributo: un corazón con un pequeño niño Jesús. Esta imagen simbolizá las epifanías divinas que la Santa escribió en luego en sus libros.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
FICHA: 08
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaPlanta alta, “Sala temporal 2” (36)Puebla, México
Croquis de localización (punto rojo)
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9. San Antonio con el niño
Descripción formal
En esta imagen encontramos como figura principal a un hombre con hábito de orden
religiosa cargando a un niño. Tanto el niño como el hombre sostienen la misma vara de
azucenas. El niño esta semidesnudo y la tela que le cubre parcialmente el cuerpo es de color
azul. La composición y forma de la pintura es ovalada y esta en sentido vertical.
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Descripción iconográfica
Como nos indica el título de la obra nuestro personaje
principal es San Antonio a quien reconocemos como
San Antonio de Padua (o de Lisboa) (Lisboa, 1115-
1231). Iconográficamente podemos reconocerlo por
su atributo principal establecido después del siglo
XVI (Revilla, 2009, p. 44), y es el niño Jesús (2) que
le acompaña y que simboliza al hijo de Dios. La vara
de azucenas (3), como hemos dicho antes, es el
símbolo mariano de la pureza y la virginidad, que
luego extendido a todos los santos, representa la
entrega religiosa y el ascetismo de San Antonio.
Por otro lado vemos que el hábito que porta
(1) es de capilla corta y austero; corresponde a la
orden franciscana, pues San Antonio de Padua fue un
teólogo y predicador que en 1220 se convirtió a la orden franciscana, y a quien luego se le
atribuyeron gran cantidad de milagros que determinaron su iconografía (Ibíd.), entre estos,
la leyenda de que San Antonio cargó al niño Jesús por una noche, razón por la cual el niño
Jesús en sus brazos (2) es uno de sus atributos principales.
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Título:
San Antonio con el niño
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: No identi!cadoDimensiones: 85 x 60cms Técnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, sf. Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa al monje franciscano San Antonio cargando al Niño Jesús, que es una de sus escenas misticas representativas.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
FICHA: 09
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta alta, sala “Vida Santos” (43)Puebla, México
Croquis de localización (punto rojo)
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10. Entrega de reglas y constituciones a la orden
Descripción formal
En esta imagen encontramos una escena compleja que dividiremos en tres niveles
principalmente. El primero que corresponde a la tercera parte inferior de la pintura describe
una escena donde siete monjas de una orden religiosa -con hábito blanco y toca negra-
reciben escritos por parte de tres ángeles. Estos ángeles los ubicamos en el segundo tercio –
central- de la imagen donde se nos presenta en total a seis ángeles en acción de entregar
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escritos y de recibir un recipiente con corazones. En el tercer bloque (o tercio superior) de
la imagen, vemos a una santa con nimbo que porta un hábito blanco y azul y quien señala
con su mano izquierda a otro santo que porta una cruz, dos lanzas y un cáliz, y se encuentra
vestido con hábito violeta y capa azul. Tanto a los píes como arriba-derecha de éste santo
vemos seis querubines. Este último tercio de la imagen y el segundo, parecen desarrollarse
en una atmósfera celeste, mientras que el primero, donde se encuentran las monjas tiene
una atmosfera terrenal y arquitectónica.
Descripción iconográfica
Como hemos divido la imagen en bloques, iniciaremos por la descripción iconográfica por
el bloque inferior. En este vemos a siete monjas (1) vestidas con hábito blanco, esclavina
negra y toca blanca y que corresponde al hábito de la orden de los dominicos. Podemos
apreciar que llevan el escapulario largo y
blanco, así como el rosario con la cruz. De
manera general –y como dijimos en la
descripción formal- podemos reconocer
que las sietes monjas dominicas están
recibiendo escritos de los ángeles del
segundo nivel.
De izquierda a derecha
transcribiremos cada uno de los escritos
que los ángeles están entregando a las
monjas: a) “La perfecta guarda de los
Votos, Reglas, Constituciones y todas las
obligaciones de nuestro estado, hagase”
(sic) b) “El remedio de todas nuestras
necesidades espirituales y corporales y la
conversión de los pecadores, hagase” (sic),
c) “El acierto en el Gobierno de nuestros
Prelados Preladas y confesores, hagase”
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(sic), d) “Los Dones y Frutos del Espíritu Sto, y la Gracia final hagase” (sic), e) La virtud
de la humanidad verdadera y las demás virtudes religiosas. hagase.” (sic).
Como podemos notar cada uno de estos escritos describen mandatos que los ángeles
entregan a las monjas. Siguiendo la línea narrativa y jerárquica de la pintura, vemos que
tales escritos provienen del segundo y tercer nivel.
Como hemos descrito antes, los ángeles son los intercesores de Dios en la tierra, son
ellos los encargados de proteger los intereses de Dios y de crear un vínculo entre los santos
y los dioses. De esta manera vemos como los mandatos (escritos a,b,c,d,e) provienen del
mundo celeste (parte superior de la imagen) y llegan al mundo humano (monjas) gracias a
la intervención de los ángeles. Un elemento fundamental en el tercio medio de la imagen,
es el ángel que lleva un recipiente con catorce corazones, y en que se posa el rosario que
lleva nuestro segundo gran personaje de la escena La Virgen María.
Entre el tercio central y el superior reconocemos a María (4) principalmente por su
nimbo, su cabello largo y su expresión piadosa, así como por el hábito azul y blanco, que
pertenece especialmente a la iconografía mariana en tanto que representan la pureza (el
blanco), la desmaterialización y el acercamiento a lo divino (azul) (Revilla, 2009, p. 76).
Vemos también que la virgen lleva un “sagrado corazón” en su pecho y que de él cuelga el
rosario que llega hasta los corazones. Interpretamos esta escena de manera que el corazón
del pecho de María representa el quinceavo corazón del rosario de los quince misterios. De
esta manera en el recipiente que lleva el ángel (3) no habría solo catorce corazones sino
quince contando el de la Santa virgen.
Vemos también como con la mano derecha María le entrega a un ángel otro escrito
de manera que podemos interpretar que la virgen ha hecho entrega de todos los escritos que
los ángeles están “llevando” a las mojas dominicas.
Siguiendo la narrativa de la pintura, vemos que la Virgen apunta con su mano
izquierda hacia el personaje (5) ubicado en el tercio superior de la imagen, a quien
reconocemos como Jesús por sus atributos como el nimbo, el cabello largo, su rostro dulce
y joven, así como la cruz y la lanza (7), siendo estos últimos símbolos de la pasión de cristo
(Jn., 19, 31-34). Dentro de los atributos que identificamos debemos resaltar el “sagrado
corazón” que lleva en su pecho. Podemos ver que se trata de un corazón herido (5) lo cual
hace alusión a una de las cinco llagas con las que fue asesinado, y tal herida fue perpetrada
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con una lanza (7) que le atravesó de costado hasta llegar al corazón. Otro atributo
considerable es el cáliz que hace alusión al ritual eucarístico del sacrificio de Cristo.
No menos importante es reconocer que en su mano derecha lleva Jesús otro escrito
con mandatos, y como siendo éste el último de los personajes en la jerarquía marcada por la
pintura, concluimos que es Jesús quien a través de María –y en sucesión de los ángeles-
envía mandatos a las monjas dominicas. Esta interpretación se refuerza porque si vemos
claramente, el corazón de Jesús despide un halo de luz que llega hasta el corazón de María,
como una alegoría de la interconexión entre los dos santos.
Como describimos antes, los dos tercios superiores de la pintura están en una
atmósfera celestial. Esto lo argumentamos con el hecho de que todos estos personajes se
encuentran “flotando” sobre nubes, cuya significación remite a lo divino, puesto que el
cielo es sede de Dios. Además las nubes, en la iconografía cristiana, simbolizan la epifanía
o las apariciones de los santos. Reforzando esta atmósfera divina, tenemos además a los
seis querubines (8)(6) que como estrategia compositiva, afirman la escena celestial de la
parte superior del cuadro.
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Título:
Entrega de reglas y constituciones a la orden
Tipo de bien inmueble: Pintura Autor: Autor no identi!cadoDimensiones: 200 x 120cms Técnica: Óleo sobre telaÉpoca: Novohispano, 1849Forma: Escena religiosaDescripción formal: Escena que representa la entrega de reglas y con-stituciones a la orden agustina recoleta.
Estado físico de conservación:BUENO REGULAR MALO RUINOSO
Recomendaciones de preservación:Conservar protegida de la humedad y la intem-perie.
Observaciones:Colección Santa Mónica
Procedencia: Ex convento Santa Mónica
Fecha de elaboración de la !cha: Nov/30/14Fuentes informativas varias © Sandra López
FICHA: 10
Museo de arte religioso Ex convento de Santa Mónica
Ubicación: Ex convento de Santa MónicaExposición permanentePlanta alta, sala “Patrocinios devociones” (40)Puebla, México
Croquis de localización (punto rojo)
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Bibliografía fundamental
De la Vorágine, S. (1996a). La leyenda dorada. Alianza Forma. De la Vorágine, S. (1996b). La leyenda dorada. Alianza Forma. Revilla, F. (2009). Diccionario de Iconología y simbología. Madrid: Ediciones Cátedra. Panamericana formas e impresos. (2006). Sagrada Biblia. México. Editorial Crédito
Reymo, S.A. de C.V.