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Influencia Conformidad y Obediencia

Date post: 06-Mar-2016
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influencia conformidad y obediencia

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  • Influencia,conformidad yobedienciaLas paradojas del individuo social

    Joel Feliu i Samuel-Lajeunesse

    P08/80500/00575

  • FUOC P08/80500/00575 Influencia, conformidad y obediencia

    ndice

    Introduccin.......................................................................................... 5

    Objetivos................................................................................................. 12

    1. El proceso de normalizacin...................................................... 131.1. Las normas sociales ................................................................... 13

    1.1.1. Algunas distinciones posibles ........................................ 141.1.2. Normas implcitas y explcitas ...................................... 151.1.3. La ruptura de las normas .............................................. 161.1.4. La normalidad ................................................................ 171.1.5. El orden social ............................................................... 171.1.6. Restriccin o posibilidad? ............................................ 18

    1.2. La creacin de normas .............................................................. 191.2.1. Normas de percepcin ................................................... 191.2.2. Normas de responsabilidad ........................................... 221.2.3. Normas en unos disturbios ........................................... 24

    1.3. Una polmica: qu son las normas sociales? .......................... 241.3.1. Las normas dentro y fuera ............................................ 251.3.2. Las normas, ni dentro ni fuera, sino todo lo

    contrario ......................................................................... 27

    2. Factores sociales en la percepcin............................................. 292.1. Percepcin y percepcin social ................................................. 29

    2.1.1. La realidad como construccin social ........................... 312.2. Percepcin y actitudes .............................................................. 312.3. Percepcin social y relaciones interpersonales ......................... 35

    2.3.1. La formacin de impresiones ........................................ 362.3.2. Las teoras de la atribucin y los sesgos cognitivos ....... 39

    2.4. Percepcin social y relaciones intergrupales: estereotipos ydiscriminacin ........................................................................... 44

    3. Influencia de la mayora: conformidad.................................. 473.1. Asch y la presin grupal ........................................................... 47

    3.1.1. Normas en conflicto ...................................................... 493.1.2. Implicaciones para la dinmica de grupos .................... 50

    3.2. Conformidad, conformismo y uniformidad ............................. 513.3. Formarse y conformarse ............................................................ 523.4. Alcance de la influencia de la mayora ..................................... 53

    4. Influencia de la minora: innovacin...................................... 554.1. Mayoras y minoras ................................................................. 56

  • FUOC P08/80500/00575 Influencia, conformidad y obediencia

    4.2. Conformidad o conversin ....................................................... 574.3. Caractersticas de la minora innovadora ................................. 604.4. Resistencias a la influencia de la minora ................................. 634.5. Explicaciones de la influencia .................................................. 64

    4.5.1. Modelos cognitivos ........................................................ 654.5.2. Modelos sociocognitivos ............................................... 66

    4.6. Relaciones de poder .................................................................. 68

    5. Obediencia a la autoridad........................................................... 715.1. El experimento de Stanley Milgram ......................................... 72

    5.1.1. Las diferentes condiciones experimentales ................... 755.1.2. Crticas al experimento ................................................. 765.1.3. Algunas rplicas experimentales .................................... 78

    5.2. El individuo en una sociedad burocrtica ................................ 795.2.1. La explicacin de Milgram ............................................ 805.2.2. Extensiones de la aplicacin de Milgram ...................... 825.2.3. Relaciones de poder ....................................................... 84

    5.3. La prisin de Stanford .............................................................. 865.3.1. Detalles del experimento ............................................... 885.3.2. El 'juego' de los roles ..................................................... 90

    5.4. El individuo en una institucin social ..................................... 915.5. Las posibilidades de la resistencia ............................................ 92

    Resumen.................................................................................................. 95

    Propuestas de reflexin...................................................................... 99

    Glosario................................................................................................... 100

    Bibliografa............................................................................................ 101

  • FUOC P08/80500/00575 5 Influencia, conformidad y obediencia

    Introduccin

    Presentacin

    En este mdulo encontraris ms elementos que os permitirn cuestionar al-gunas asunciones que el sentido comn y la psicologa han hecho duranteel siglo XX. El hecho de saber que los procesos psicolgicos habitualmenteconsiderados bsicos y solamente biolgicos o individuales son creados social-mente y determinados por relaciones de poder es esencial para comprenderla organizacin de nuestra sociedad, para entender algunas de sus maravillas,pero tambin, y sobre todo, algunas de sus injusticias. El tema de la influen-cia es precisamente uno de estos temas, en el cual las explicaciones posiblesoscilan entre una explicacin psicologista: pensar en la influencia como unainteraccin entre personas con caractersticas especiales de personalidad (elinfluenciador y el influenciable); y una explicacin social: la influencia es unproceso que tiene lugar en una situacin de caractersticas especiales, indepen-dientemente de las personas que estn presentes en ella.

    Aunque la psicologa social en conjunto haya apostado por una explicacinque pone nfasis en las caractersticas de la situacin, esto no hace que el pa-norama sea ntido. Las tensiones entre los puntos de vista diferentes que laconfiguran hacen que sea necesario entender bien el contexto en el cual seplantean algunos de los experimentos y de las teoras que veremos en este m-dulo. Por ejemplo, no es lo mismo pensar en la influencia desde la metfora debarniz o la plastilina (desde la nocin de impacto de los factores sociales sobreun individuo preexistente) que desde la inextricabilidad de lo psicolgico ysocial. No es lo mismo intentar comprender los fenmenos de influencia so-cial desde la idea de que la psicologa social es el estudio de cmo la presenciareal o imaginaria de personas afecta a la conducta del individuo que desde laidea de que la psicologa estudia los procesos de creacin, cambio y manteni-miento de la realidad (individuos incluidos).

    La construccin social de los individuos

    Que vivimos en una sociedad individualista es un tpico como tantos otros. Si hablamosdesde el sentido comn, hay quien dice que existen sociedades ms individualistas queotras, y lo que entendemos todos es que hay sociedades en las que los individuos sonms egostas que en otras, que se preocupan ms por su beneficio que por el bienestar delos dems. Esto hace que sea posible asistir a discusiones de caf eternas sobre si ahorasomos ms individualistas que antes, o si en Estados Unidos son ms individualistas queaqu. Sea como sea, el hecho es que vivimos en una sociedad individualista, pero no enel sentido que mencionbamos hasta ahora, sino en el sentido ms analtico de afirmarque vivimos en una sociedad formada por individuos. Esto os puede sonar como unabanalidad, pero no lo es. Pese a lo que nos pueda parecer, no slo no todas las sociedadeshumanas estn o han estado formadas por individuos, sino que adems los individuostienen una existencia limitada en el tiempo en los ltimos doscientos o trescientos aos.No obstante, el hecho de que no todos tengan claro que la existencia de individuos esun fenmeno histrico y cultural hace que sea importante insistir en ello.

    Ved tambin

    Recordad que las metforasdel barniz o la plastilina y lanocin de inextricabilidad delo que es psicolgico y de loque es social estn en el punto1 del mdulo 1.

    Ved tambin

    Recordad que en el punto 5.2.del mdulo 2 tenis una defi-nicin de la concepcin de in-dividuo que domina en Occi-dente.

  • FUOC P08/80500/00575 6 Influencia, conformidad y obediencia

    Por estas razones, el mdulo constituye un recorrido histrico, organizado te-mticamente, de los diferentes planteamientos que el estudio de la influenciasocial ha provocado. Un recorrido que permite pasar de entender la influenciacomo un proceso negativo que pisa al individuo y coarta su libertad, a ver lainfluencia como algo inevitable, el proceso necesario para llegar a ser huma-nos.

    Otras tensiones recorren todo el mdulo. Para comenzar con una tensin his-trica, citamos la fractura entre psicologa social psicolgica y psicologa socialsociolgica. Se trata de una fractura terica y metodolgica que no debemosolvidar, ya que gran parte de los estudios que presentaremos est constituidapor estudios generados desde la psicologa social psicolgica, aunque no ni-camente. Entender bien los estudios que encontraris descritos en el mdulopasa por entender en qu marco terico surgen. En general, todos los estudiosque encontraris estn inspirados en la psicologa de la Gestalt, que dar lugarposteriormente a la psicologa cognitivista. No obstante, si explicamos todoesto es porque en realidad el mdulo est descrito desde el punto de vista dela psicologa social construccionista y esto podra contribuir a generar algunasconfusiones. La razn es que las explicaciones de los mismos autores de losprimeros estudios son incompletas, entre otros motivos por la omisin delpapel de los factores histricos y culturales, una caracterstica habitual de laPSP. En este mdulo, realizaremos una tarea de reinterpretacin de aquellostrabajos para ofrecer una visin de conjunto del problema y alejarnos de ex-plicaciones causales simplistas para ofreceros herramientas de comprensin,no slo de los fenmenos en s, sino tambin de los estudios que los trataronen su momento.

    Tambin existe unatensinpoltica. No es lo mismo pensar que la humani-dad puede cambiar su destino que pensar que es inevitable que las cosas seancomo son. La fractura entre progresismo y conservadurismo tambin divide lapsicologa. Los conservadores prefieren explicaciones que legitimen su posi-cin en la sociedad y que garanticen que las cosas seguirn igual toda la vida. Elprogresismo busca formas de entender la realidad que justifiquen el hecho deque sta se pueda cambiar en beneficio de nuevas formas de organizacin so-cial. Fijaos en que, aunque queramos ofrecer un tratamiento cientfico a estascuestiones, no podemos escapar de los efectos que provocan nuestras explica-ciones (recordad la nocin de enlightenment presentada en el mdulo 1). Poresta razn, no es lo mismo, por ejemplo, explicar que las personas obedecemosa las autoridades por naturaleza, porque las personas somos as, que encontraruna explicacin basada en los factores histricos y culturales que las regulan.

    Finalmente, existe unatensindeordenmoral; si bien todas lo son, en estecaso es especialmente importante la dimensin moral y tica del asunto. Desdeel principio de su existencia, la psicologa social se haba preocupado por lamanipulacin de unas personas por parte de otras, primero bajo el nombrede sugestin y despus de influencia, desde la hipnosis y los estudios de masas,y continuando con los rumores y la propaganda. Sin embargo, despus de la

    Ved tambin

    Recordad que encontraris es-tas orientaciones en el punto 3del mdulo 1.

  • FUOC P08/80500/00575 7 Influencia, conformidad y obediencia

    Segunda Guerra Mundial el problema pasa a ser especialmente preocupante.Cmo se poda explicar que miles de personas se dedicasen al exterminiosistemtico de millones de otras personas? Los estudios sobre influencia socialparten sobre todo de esta ltima tensin.

    Para finalizar esta presentacin, slo nos falta destacar que el objetivo generaldel mdulo es derribar la nocin de individuo que hemos utilizado desde elsentido comn. Esto nos permitir establecer los elementos de comprensinde algunos de los comportamientos que ms nos sorprenden en el ser huma-no. Con el fin de conseguir este objetivo, tendris que utilizar sobre todo laspreguntas-gua que aparecern a lo largo de la explicacin, como por ejemplola que tenemos aqu al lado.

    Los procesos a partir de los cuales estudiaremos las diferentes modali-dades de influencia social son la normalizacin, es decir, la creacin denormas sociales; la percepcin o captacin e interpretacin de informa-cin; la conformidad, la sumisin del individuo a la mayora; la inno-vacin, es decir, la modificacin de las acciones y los discursos de lamayora por parte de una minora; y finalmente, la obediencia o acep-tacin de rdenes que provienen de otras personas.

    Introduccin

    En este punto de la asignatura ya sabris la consideracin que se tiene de lapsicologa social como disciplina, de cmo se han transformando sus preocu-paciones iniciales y sus diferentes definiciones; os hemos presentado tambinalgunas temticas importantes desde el punto de vista de la psicologa social,por ejemplo, cmo podemos pensar en la identidad de las personas, el origeny el papel de nuestras actitudes a la hora de enfrentarnos al mundo que nosrodea o el papel del lenguaje. En este mdulo de dos crditos retomaremos loque habis aprendido hasta ahora para aplicarlo a uno de los temas "estrella"de la asignatura en cualquier plan de estudios de psicologa: la influencia so-cial, tambin denominada influencia interpersonal.

    No obstante, antes de presentar esta nocin, es necesario redefinir otra vez ques la psicologa social, necesidad que se repetir ms adelante; hasta ahora,aparte de lo que os han explicado en el primer mdulo, tambin os habispodido imaginar la psicologa social como una psicologa de las relacionesinterpersonales, como una psicologa de los grupos, como una psicologa de laidentidad social o, incluso, como una psicologa de las creencias y opiniones;ahora nos interesa que os imaginis la psicologa social como una psicologade las situaciones.

    La psicologa de las situaciones

    A priori os puede parecer extrao que las situaciones puedan tener una "psicologa", poreste motivo pensad en el ejemplo siguiente: nuestro da a da consiste en llevar a cabo

    Pregunta-gua

    La pregunta que orienta elmdulo es la siguiente: porqu actuamos tan a menudoen contra de nuestras creen-cias?

  • FUOC P08/80500/00575 8 Influencia, conformidad y obediencia

    una serie de acciones consecutivas y pasar de una a otra sin parar. Nos levantamos, nosduchamos, desayunamos, nos transportamos, trabajamos, almorzamos, militamos, can-tamos, cenamos, vemos la televisin, dormimos... Estas acciones no tienen lugar en elvaco sino que, como podis intuir fcilmente mediante las imgenes que os han venidoa la cabeza mientras las leais, tienen un contexto, forman parte de alguna de las situacio-nes posibles con las cuales nos enfrentamos todos los das. Es importante que retengiseste concepto de situacin y que entendis que va ms all del contexto fsico, y que tam-bin incluye el contexto social, es decir, lo que las situaciones significan para nosotrosy para las dems personas. Por ejemplo, la presencia fsica de una mesa forma parte dedeterminadas situaciones laborales, pero tambin el significado de mesa y las normas queregulan qu debe hacerse en una mesa y qu no. As pues, los distintos usos y costumbresde las relaciones entre personas y mesas forman parte de la situacin y de su definicin.

    Con el fin de ejecutar cada una de las acciones que puede requerir una situa-cin dada, en primer lugar, es necesario que la interpretemos, que la enmar-quemos en un contexto ms amplio y la dotemos de una serie de significados.Hacer esto se denomina definir la situacin. Una vez que se ha definido la si-tuacin, podemos movernos en ella con gran comodidad y llevar a cabo todolo que se espera de nosotros (y que nosotros tambin esperamos de nosotrosmismos) sin demasiadas dificultades.

    Obviamente, estas definiciones no nos las inventamos nosotros solos,sino que las compartimos con otras personas que se encuentran con no-sotros en cada situacin, de manera que no somos nosotros quienes de-finimos la situacin, ya que el sentido que tiene para nosotros es siem-pre el producto de una negociacin con otras personas. Lo que en l-tima instancia determina la conducta final de una persona, contraria-mente a lo que solemos pensar, no es lo que esta persona en trminosindividuales crea o deje de creer que tiene que hacer o que est bienhacer, sino la definicin de la situacin de la cual parte. La nocin deinfluencia interpersonal o social se refiere precisamente a los diferentesprocesos implicados en la creacin de estas definiciones.

    Una psicologa de las situaciones tiene que entender no slo cmo se generauna determinada situacin, sino que debe explicar por qu esta definicin escapaz de sobreponerse a las opiniones y creencias diferentes que puedan tenerlas personas implicadas en la situacin, de manera que stas pronto adquieranun sentido de lo que es correcto o incorrecto hacer, decir o pensar en aquellasituacin. Por tanto, la definicin de una situacin comporta una moral, unsentido de lo que est bien y de lo que est mal o de lo que es adecuado y de loque no, y tambin un sentido de las acciones pertinentes, y de las habilidadesrequeridas para efectuarlas en un contexto determinado.

    Ejemplo

    Un ejemplo relativamente intrascendente es cmo se define una situacin de transporteen autobs, y cmo sabemos qu podemos hacer y qu no podemos hacemos en unautobs, pero podemos aplicar el mismo concepto para entender cmo se genera unasituacin de violencia domstica o la masacre de un grupo de civiles en una guerra.

    Definicin de la situacin

    La definicin de la situacin esuno de los conceptos ms im-portantes que aport la escue-la de Chicago, que trabaj enel marco terico del interaccio-nismo simblico.

  • FUOC P08/80500/00575 9 Influencia, conformidad y obediencia

    Aunque esta visin interaccionista de lo que son las relaciones interpersonales yde las situaciones en las cuales se desarrollan deja un gran espacio a la agenciaindividual, ya que el resultado de la negociacin depender de la implicacinde la persona en sta, no perdis de vista el hecho de que tanto las relacionescomo las situaciones, como incluso las mismas personas que participan enellas, son creaciones histricas situadas en una poca concreta y en un territo-rio concreto. Se trata de creaciones culturales y sociales insertas en relacionesde poder que limitan (y tambin permiten, claro est) las posibles definicio-nes. ste es el reajuste que propone la psicologa social construccionista en elinteraccionismo simblico.

    A estas alturas de la asignatura seguramente ya os habis dado cuentade que la nocin de individuo de sentido comn que habitualmenteutilizamos para interpretar y juzgar las acciones de los dems ha cam-biado. Si tenis claro que lo social y lo psicolgico son inextricables yque, por tanto, individuo y sociedad no son dos fenmenos separables,sino como mucho, dos caras de una misma moneda, si tambin tenisclaro que la identidad mediante la cual el individuo se piensa a s mis-mo no es fija ni inmutable, sino mltiple y emergente en las diferentessituaciones, y que las opiniones que expresamos las personas no sonprivadas, inventos particulares de cada uno de nosotros, sino discursosideolgicos que circulan en las interacciones diferentes, entonces os se-r fcil entender que las acciones que realizamos todos los das son so-bre todo un producto de la influencia social.

    Imaginaos por un momento que estis en Barcelona, o en cualquier ciudadcon servicio de transporte pblico, y queris tomar el autobs nmero 9. Lle-gis a la parada y hay tres personas ms esperando. Es culturalmente lgicopensar que estas personas van delante de nosotros, pero no sabis si en reali-dad hay una cola o no la hay. Segn cmo os pongis, en qu ngulo y enqu direccin, generaris la impresin de que hay una cola o que no la hay.Quiz esta primera distribucin de las personas es ms o menos azarosa, perosi vuestra presencia provoca el efecto de que hay una lnea de personas, la per-sona siguiente que llegue a la parada interpretar que hay una cola y se pondrdetrs de vosotros. Acabis de asistir al nacimiento de una norma social enuna situacin especfica. Este proceso se denomina normalizacin en psicolo-ga social. Las normas sociales son el primer mbito en el cual estudiaremos lainfluencia social, estudiaremos qu son, cmo se crean, y cul es su papel enla conformacin de las conductas individuales.

    Curiosidad

    En Barcelona no se acostumbra a hacer cola en las paradas de autobs, de manera queel orden de subida al autobs es una interaccin compleja de factores aleatorios (delantede quin ha quedado la puerta) y cvicos (si hay gente mayor o impedida esperando).En cambio, estos factores no tienen ninguna importancia en las paradas de origen delas lneas de autobs, ya que en stas la norma es hacer cola independientemente de losproblemas de movilidad de los diferentes usuarios.

    Reflexin

    Os habis preguntado algu-na vez por qu en general noos colis en el tren, por qucallis cuando vuestro jefe oslo pide, por qu aceptis unproceso de seleccin racistapara entrar en las discotecas,por qu cenis en Navidad conla familia en lugar de quedarcon los amigos, por qu consi-deris que la ecologa es algobueno o por qu en Kosovounas personas matan a otrascuarenta y las entierran en unafosa comn?

  • FUOC P08/80500/00575 10 Influencia, conformidad y obediencia

    Ser un cerdo no es una condicin especialmente agradable en nuestra socie-dad, especialmente si uno espera vivir muchos aos. Sin embargo... de questamos hablando? De una persona o de un animal? Bien, de ambas cosas.Son necesarias pocas interacciones desagradables entre dos personas para queuna acabe convencida de que la otra es un cerdo. No es fcil desligar percep-cin y pensamiento, as que es muy probable que de ahora en adelante lapersona-cerdo adquiera para la otra persona algunas de las caractersticas deeste animal, probablemente un tono de piel rosado, unas orejas puntiagudas,un tono de voz excesivamente agudo, una cola pequea, y la emisin de dife-rentes sonidos poco convenientes. Bromas aparte, poco a poco nuestro pen-samiento se convierte en percepcin y lo que haba comenzado siendo un in-sulto acaba adquiriendo tonos de objetividad. Las sucesivas interacciones quetenemos con una persona (incluso con nosotros mismos) van encaminadas aconfirmar nuestras impresiones, de modo que una persona que ha tenido uncomportamiento fro en una situacin concreta tiene muchas posibilidades deprovocar que la consideremos una persona "fra". Si esto pasa con las personas,imaginaos ahora lo que puede suceder con los objetos, los cuales no se puedenni defender de nuestras interpretaciones.

    Un cerdo, ahora el animal, no es realmente ms que el conjunto de interpre-taciones que hacen del mismo las diferentes personas que lo perciben. Un car-nicero no ve lo mismo que un campesino, el cual no ve lo mismo que unapersona de ciudad, que, a su vez, no ve lo mismo que un musulmn, quienno ve lo mismo que un zologo. Un bilogo musulmn cuyo padre tena unacarnicera lo vera de distintas maneras segn la situacin. La relacin entre lasituacin y lo que percibimos ser el motivo del punto que denominaremos"factores sociales en la percepcin".

    No habis tenido nunca la sensacin de que era mejor callar que predicar enel desierto? Y la sensacin de que es mejor no decir nada antes que ponerse enevidencia delante de todo el mundo? Muy a menudo preferimos no expresarnuestra opinin sobre un tema si pensamos que la gente que nos rodea noest de acuerdo. Sin embargo, con esta actitud lo que hacemos es contribuir ala idea de que la opinin mayoritaria es una sola y que no hay divergencias.Si alguien piensa diferente, probablemente tampoco expresar su creencia sinosotros no lo hemos hecho, ya que pensar que es la nica persona que nopiensa como el resto, hasta el punto de que todos acabamos creyendo quevivimos rodeados por un grupo de conformistas. El estudio de las condicionesy los efectos de este fenmeno se agrupa bajo el ttulo de influenciadelamayoraoconformidad. Para que no nos vean como diferentes o para salvaruna relacin personal somos incluso capaces de decir lo contrario de lo quepensamos. Y si no, recordad qu hicisteis la ltima vez que vuestra pareja osdijo que el camino ms corto para ir a los cines Dorado Multiplex es de toda lavida por la calle Mayor, precisamente cuando ibais a ver aquella pelcula quegust tanto a todos vuestros amigos menos a vosotros.

    Ejemplo

    Recordad que Jerome Brunerdemostr cmo, en nios ynias de ocho a diez aos,la percepcin del tamao deunas circunferencias variabasegn si eran de cartn o biensi eran monedas. Las mone-das valan ms y, por tanto,"eran"ms grandes.

    Conformistas oinconformistas

    Habitualmente pensamos quehay unas personas ms incon-formistas que otras, y que sise tiene una personalidad fuer-te no se es conformista. Estacreencia del sentido comnno tiene en cuenta que hay si-tuaciones en las cuales somosconformistas y situaciones enlas que no lo somos.

  • FUOC P08/80500/00575 11 Influencia, conformidad y obediencia

    La humanidad tiene cosas admirables y otras patticas, y los ltimos puntosdel mdulo tratan un aspecto admirable y uno pattico de la naturaleza hu-mana. Comencemos por la admirable. Hay que destacar que en los dos ltimosaos las cosas han cambiado y para bien. Existe un gran consenso en tornoa la necesidad de conservar el medio ambiente y, aunque sea con algunos so-bresaltos, de que la mujer adquiera los mismos derechos que el hombre. Estosfenmenos generan situaciones que eran impensables hace pocos aos: em-presarios detenidos por contaminar ros, hombres que cuidan bebs y mujeresque presiden el Congreso y el Senado del Estado espaol. Aunque sean anec-dticos, la diferencia es que antes no eran posibles ni tan siquiera anecdtica-mente. No obstante, el proceso que ha permitido llegar hasta este punto, y quetodava contina, ha sido largo y difcil y ha implicado el esfuerzo personal demucha gente y la organizacin de centenares de colectivos de todo el mundo;y, a pesar de la magnitud de los cambios que ha habido, han sido una minoralas personas que han buscado los cambios activamente y que, en definitiva,los han provocado. El proceso mediante el cual una minora puede provocarcambio social, y puede generar un cambio de actitudes, opiniones, creenciasy discursos, y consecuentemente algunos cambios en el comportamiento, seestudia bajo el nombre de la influencia de la minora o innovacin.

    An quedan cambios porrealizar

    En los ltimos aos en el Esta-do espaol han muerto unamedia de sesenta mujeres alao en manos de sus compa-eros masculinos. Las denun-cias por maltrato rondan lasveinte mil anuales y se sospe-cha que slo son la punta deliceberg. De momento, el cam-bio social slo se nota en elhecho de que estas cifras nosprovocan horror, y quiz algnda, siempre y cuando hayaquien contine luchando acti-vamente, dejarn de existir.

    Bien, centrmonos ahora en el aspecto pattico. Quien ms quien menos creeque la obediencia es necesaria para el buen funcionamiento de la sociedad.Sobrevivira una empresa en el libre mercado sin la obediencia de sus traba-jadores? Sera posible la escolarizacin masiva de la poblacin infantil y ju-venil sin que estas criaturas obedecieran? Cmo podra la polica reprimiruna manifestacin si la obediencia no fuera un valor? Debido a su funciona-lidad y eficacia, no dudamos en creer que la obediencia es un mal necesarioen una sociedad que no se sostendra si todo el mundo hiciese lo que quisiera.Est claro que pensamos que en todo caso la obediencia no debe ser ciega, yque unos ciudadanos con espritu crtico podran asumir perfectamente quela obediencia es necesaria, pero slo hasta cierto punto. No obstante, cules este punto? Cules son los lmites de la obediencia? El ltimo punto delmdulo va dirigido a profundizar en la comprensin del origen, el manteni-miento y las consecuencias de los procesos de obediencia a la autoridad ennuestra sociedad.

    Ejemplo

    A causa de la nocin de obe-diencia, miles de soldados sehan ahorrado, a lo largo de es-te siglo, de tener que respon-der sobre los crmenes que ha-ban cometido con sus manos.

  • FUOC P08/80500/00575 12 Influencia, conformidad y obediencia

    Objetivos

    Los objetivos que os propone este mdulo consisten en conseguir que, una vezque los hayis estudiado y hayis elaborado sus contenidos, seis capaces de:

    1. Describir los procesos principales de la influencia social.

    2. Comprender los conceptos principales vinculados al estudio de la influen-cia social.

    3. Distinguir entre explicaciones individualistas, interaccionistas y construc-cionistas de la influencia.

    4. Identificar el papel de la nocin vigente de individuo en la explicacin delos procesos de influencia social.

    5. Reconocer los procesos de construccin de individuos en nuestra sociedad.

    6. Proporcionar elementos de interpretacin psicosociales a los procesos queestudiaris a lo largo de la carrera.

    7. Utilizar las reflexiones que tenis en los mdulos en el anlisis de situacio-nes cotidianas.

    Es muy recomendable que no los perdis de vista, y que, si es necesario, enmomentos de duda volvis a consultarlos para retomar el hilo.

  • FUOC P08/80500/00575 13 Influencia, conformidad y obediencia

    1. El proceso de normalizacin

    Las relaciones entre las personas ciertamente tienen un grado importante deformalizacin. No podemos tratar de cualquier manera a cualquier persona,no slo por lo que respecta a los tratamientos gramaticales (vos, usted y t),sino tambin por lo que respecta a lo que tenemos que hacer o dejar de hacer,decir o dejar de decir a los dems. Las leyes de los estados modernos son unaforma importante de regulacin de estas relaciones y, de hecho, establecen to-da una serie de penalizaciones para aquellos que no las cumplen. No obstan-te, las leyes, los cdigos o los reglamentos no son la nica va para regular elcomportamiento de las personas. De hecho, deberamos decir que ni siquie-

    ra son la ms importante. En este apartado denominaremos normalizacin1 alproceso de creacin de las normas que regulan la conducta, la percepcin, elpensamiento o los deseos de las personas en una situacin concreta. La nor-malizacin es un concepto que se ha utilizado para explicar la uniformidadpresente en la sociedad. Las costumbres y las tradiciones, las reglas y los valorese, incluso, las modas, son ejemplos de normas que indican a las personas cules la conducta adecuada en una situacin determinada. En general, podemosdecir que cualquier criterio de comportamiento que est normalizado comoconsecuencia que es de una interaccin entre individuos es un caso concretode "norma social" (Sherif, 1936).

    1.1. Las normas sociales

    (1)Es importante que no confundisla nocin de normalizacin de lapsicologa social con la de norma-lizacin entendida como retornoa la normalidad que se aplica, porejemplo, en el caso de la normali-zacin lingstica.

    En principio no resulta muy difcil pensar en cualquier situacin y detectarlas normas que la regulan. El aeropuerto, la calle o una autopista, una cena deNavidad o un almuerzo de cualquier da, un bar o una discoteca, una boda,una venta o una compra, un entierro, pasear el perro o hacer el amor son si-tuaciones diferentes en las cuales una serie de normas constrie las posibilida-des de accin de las personas, aunque al mismo tiempo tambin las permite.

    Las normas sociales se pueden considerar las obligaciones que tienenlas personas en una situacin, pero tambin las expectativas que stastienen acerca de cul ser el comportamiento de las dems personas ysobre su mismo comportamiento.

    Veamos algunas definiciones al respecto:

    En primer lugar, una definicin que enfatiza la deseabilidad de los comporta-mientos regulados por las normas en un contexto determinado:

    Ruptura de expectativas

    Cuntas veces nos hemos sor-prendido de nuestras mismasreacciones! Pronunciar la fra-se "nunca me hubiera espera-do que reaccionara as" es mshabitual de lo que parece.

  • FUOC P08/80500/00575 14 Influencia, conformidad y obediencia

    Las normas son principios sociales que regulan la accin de los individuos en el interiorde un sistema, indicando qu acciones son deseables y cules no en cada papel y situacinconcretos.

    I. Martn Bar (1983). Accin e ideologa (p. 312). San Salvador: UCA.

    La definicin siguiente remarca el hecho de que se trata de expectativas, perotambin nos recuerda que la definicin de la normalidad est estrechamenterelacionada con la de norma social:

    Reglas para la conducta aceptada y esperada. Las normas prescriben la conducta "apropia-da". (En un sentido diferente de la palabra, las normas tambin describen lo que la ma-yora de los dems hace lo que es normal.)

    D. G. Myers (1995). Psicologa Social (p. 190). Mxico D.F.: McGraw-Hill.

    Y finalmente, Erving Goffman nos recuerda no slo que las normas se encuen-tran reguladas por sanciones y recompensas, sino que adems estn relaciona-das con la identidad de las personas.

    Una norma social es el tipo de gua de accin que se ve apoyada por sanciones sociales,negativas que establecen penas por la infraccin y positivas que establecen recompensaspor el cumplimiento ejemplar. No se pretende que el significado de esas recompensas yesas penas resida en su valor intrnseco, sustantivo, sino en lo que proclaman acerca dela condicin moral del actor.

    E. Goffman (1979). Relaciones en pblico (p. 108). Madrid: Alianza.

    A continuacin, haremos referencia a las implicaciones que contienen estasdefiniciones, y tambin a otros puntos remarcables de la nocin de normasocial.

    1.1.1. Algunas distinciones posibles

    Erving Goffman, en su libro Relaciones en pblico (1963), comenta algunas delas distinciones que podemos establecer entre las normas a modo de posibleclasificacin.

    a) Podemos distinguir entre prescripciones u obligaciones como, por ejemplo,aplaudir al final de un espectculo, y proscripciones o prohibiciones como,por ejemplo, hablar a un desconocido a menos de 20 cm de su cara.

    b) Los principiosson normas a las cuales se reconoce un valor intrnseco, co-mo, por ejemplo, el famoso precepto de "no matars"; en cambio, las conven-ciones son normas sin ningn valor especial excepto por el hecho de que sontiles para la fluidez de la vida cotidiana, por ejemplo, esperar a que nuestrointerlocutor haga una pausa antes de retomar el turno de palabra.

    c) Tambin se puede establecer una distincin entre las normas que resultaprevisible que la gente cumpla ms o menos y las que nadie cumplir, aunquesea deseable aproximarse a ellas. Goffman denomina rdenes a las primeras y

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    normas a las segundas. Por ejemplo, es de esperar que todos los habitantes deun pas occidental aprendan a leer y a escribir (ste es el orden social), pero noque nadie cumpla el ideal (la norma) de belleza occidental.

    d) Tambin es posible distinguir entre normas sustantivasy normas rituales.Las primeras regulan directamente los asuntos de valor, y las segundas lo hacenindirectamente; son las ceremonias, los rituales, las expresiones, etc.

    e) Finalmente, distingue entre derechos, cuando quien tiene que cumplir lanorma as lo desea, y deberes, cuando quien la tiene que cumplir no lo deseaespecialmente.

    El inters de estas distinciones no es tanto la clasificacin en s como el hechode explicar la variedad de mbitos a los cuales se puede aplicar el conceptode norma social.

    1.1.2. Normas implcitas y explcitas

    Probablemente, podramos buscar otras clasificaciones posibles, pero sin dudala distincin ms comn es la que establece la mayora de los autores (tambinGoffman) entre normas explcitas y normas implcitas, tambin denominadasnormas formales y normas informales, respectivamente.

    Se trata de una distincin basada, sobre todo, en trminos de conciencia, silas personas implicadas en su seguimiento son conscientes de que siguen unanorma o no lo son. Las normas explcitas son aquellas normas que sabemosque lo son, que con frecuencia, aunque no siempre, estn recopiladas en cdi-gos, leyes o reglamentos o incluso en manuales de civismo, urbanismo y bue-na educacin. Son tambin las normas que nos han transmitido oralmente enfrases del estilo "nio, esto no se hace" o "nia, esto no se toca", o "haga elfavor de apartarse, no ve que dificulta el trfico?".

    En cambio, las normas implcitas tienen la caracterstica remarcable de pasardesapercibidas, incluso para el que las cumple. En general, no sabemos queson normas, y por descontado no estn escritas en ninguna parte. Estudios deeste tipo de normas los encontramos en los trabajos ya clsicos de Garfinkel

    (1967), el fundador de la etnometodologa2, y de Erving Goffman (1959) sobrela presentacin de uno mismo. Muchos otros autores tambin han exploradoeste tipo de normas, como por ejemplo Stanley Milgram (1992).

    (2)La etnometodologa

    La etnometodologa es el estudio de los mtodos que utiliza la gente en su vida cotidianapara que sta fluya cmodamente, es decir, que funcione.

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    El ascensor

    Normas de este tipo son, por ejemplo, las que regulan las acciones de las personas en unascensor. Algunas son generales de todos los ascensores y otras son especficas segn siel ascensor es de una vivienda o de un edificio de oficinas, si se encuentra en una ciudadgrande o en un pueblo pequeo, etc. Por ejemplo, el silencio es la norma principal. Enun ascensor es deseable estar callado, aunque esta norma puede chocar con otra quepromueva la comunicacin entre personas. Cuando esto pasa, la norma que sucede a ladel silencio es la de hablar del tema ms neutro y con menos implicaciones personalesposibles, es decir, del tiempo que hace. Si se mantiene el silencio, encontramos tambinotras normas como, por ejemplo, no mirar directamente a las otras personas y, por tanto,evitar el contacto ocular y, en todo caso, mirar a las paredes del ascensor, las luces, elespejo (no demasiado para que los dems no piensen que somos unos presumidos o quelos miramos mediante el espejo) o leerse por millonsima vez las instrucciones de uso ylas limitaciones de personas y peso. Si es posible, hay que dejar el mximo espacio posibleentre personas y evitar cualquier contacto fsico; si esto no es posible, hay que expresarde forma clara, aunque no verbalmente, la incomodidad que nos provoca tal situacin.

    Los ejemplos anteriores son de normas implcitas, otras normas explcitas po-dran ser el hecho de no fumar, el hecho de que los menores no viajen solos oel hecho de saludarse al entrar el ascensor. Cualquier situacin est reguladapor una combinacin de normas explcitas e implcitas.

    Un buen ejercicio de psicologa social es pensar una situacin y encon-trar las normas sociales que la regulan. Un modo de hacerlo es romperla norma cuya existencia sospechis, aunque no est exento de riesgospersonales.

    Uno de los efectos de realizar el ejercicio anterior es darse cuenta de que ladistincin entre cundo una norma es explcita e implcita no est clara. Exis-ten normas que nos pueden venir enseguida a la cabeza y de las cuales es fcilrecordar cundo, cmo y quin nos las ense, mientras que otras son msdifciles de ver, y algunas podan haber sido explcitas y ahora ya no, porquelas hemos automatizado tanto que no sabemos ni cundo las aprendimos. Enrealidad, podramos decir que las normas se pueden situar en un continuode ms a menos implcitas, o de ms a menos explcitas, como queris. Unanorma hasta ahora implcita puede pasar de inmediato a ser explcita cuandoalguien la viola.

    1.1.3. La ruptura de las normas

    Las sanciones sociales por la ruptura de una norma son normas sobre normas:se trata de normas que regulan el cumplimiento y el incumplimiento de lasnormas. Las sanciones se pueden dividir en formales e informales, segn culsea el tipo de norma que se rompe. La ruptura de una norma explcita com-porta la aplicacin de sanciones claras cuyo conocimiento general se presu-pone. En general, adems, no son las personas implicadas en la situacin lasque aplican estas sanciones, sino un organismo competente. Por otro lado,la ruptura de una norma implcita comporta unas sanciones completamentediferentes.

    Lecturascomplementarias

    Para dominar el concepto denorma social implcita sonmuy recomendables las obrassiguientes:E. Goffman (1979). Relacionesen pblico. Madrid. Alianza.H. Garfinkel (1984). Studiesin Ethnomethodology (ed. ori-ginal 1967). Oxford: Black-well.

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    Las sanciones informales las aplican directamente las otras personas implica-das en la situacin o incluso uno mismo. La burla, el ridculo, el aislamien-to, los insultos y las amenazas son las ms obvias, pero tambin otras que seaplica uno mismo como, por ejemplo, la vergenza y el rubor, el silencio y lasumisin, bajar la cabeza y no mirar atrs. La presin del grupo va encaminadasobre todo a recordar que el hecho de pertenecer al grupo implica el respeto asus normas y que cualquier persona que no las respete ser excluida del mismoy calificada de "diferente", "anormal" o "desviada".

    1.1.4. La normalidad

    La conexin entre las nociones de normalidad y de norma social es directa. Enuna sociedad como la nuestra, que nos parece que est formada por indivi-duos que pueden actuar por su cuenta y que presuponemos libres, prever laconducta de los dems resulta imprescindible. Por este motivo, la nocin denormalidad tiene tanta fuerza; todos aspiramos a ser considerados normales entodo caso, cualquier caracterstica personal que nos haga ser individuales nopuede exceder los mrgenes de la normalidad. Es normal quien cumpla lasnormas implcitas y no lo es quien no las cumpla.

    La violacin de una norma implcita, por ejemplo, por la falta de reconoci-miento de su presencia, provoca momentos difciles y extremadamente com-prometidos. Si tenemos suerte, slo se nos calificar como personas con pocahabilidad social, pero la sancin puede ser ms grave, porque, como mencionaGoffman, lo implicado en la situacin es todo el carcter moral del actor y,por tanto, su identidad queda cuestionada. Aquel que rompe una norma esms fcilmente caracterizado como una persona imprevisible, poco fiable, in-moral y, en los casos ms graves, anormal. Un error de este estilo, aunque seaa causa de alguna ambigedad de la situacin, se atribuye con facilidad a unadeficiencia en la personalidad y, por tanto, a una caracterstica difcilmentemodificable de la persona.

    1.1.5. El orden social

    Como hemos visto, en la primera definicin las normas son principios activosen el interior de un sistema. La nocin de norma social est fuertemente impreg-nada de esta idea de que las normas estn organizadas y que, de hecho, perte-necen a un marco social ms extenso que el de la misma situacin. No pode-mos desvincular las situaciones, ni sus definiciones posibles, ni, por tanto, lasnormas que las regulan, de la historia de la sociedad en la cual tiene lugar estasituacin. Las normas sociales son mecanismos de control social que garanti-zan que "la mquina social" o el "organismo social" funcione eficazmente.

    Pregunta-gua

    Fijaos en las metforas que se utilizan para hablar de la sociedad. No son arbitrarias niaccidentales, tambin reflejan los valores sociales dominantes. Qu valores creis que

    El ascensor

    Es preferible que no intentisromper las normas del ascen-sor de vuestra casa para verqu sucede, si no queris te-ner que dar demasiadas expli-caciones y, sobre todo, si parti-cularmente no os apetece quela mayora de los vecinos noos dirija ms la palabra o eludavuestra presencia.

    Normas formales

    En cambio, las normas forma-les no estn tan vinculadas a lanocin de normalidad precisa-mente porque son explcitas.En general, su no cumplimien-to es indicio de rebelda, perono de anormalidad.

  • FUOC P08/80500/00575 18 Influencia, conformidad y obediencia

    refleja la metfora de la maquinaria social? Y la de organismo social? Creis que tienenlos mismos efectos?

    Las normas sociales estn organizadas en cdigos o sistemas de normas (tantolas explcitas como las implcitas). Toda norma tiene un contexto de uso enel cual es pertinente, y est relacionada con otras normas a las cuales hacereferencia o de las cuales depende. Podemos pensar fcilmente que existe unajerarqua de normas que nos indica cules son ms bsicas y cules ms con-vencionales, cules son imprescindibles para garantizar un orden social deter-minado y cules son ms fcilmente modificables, ya que no provocan cam-bios esenciales en el sistema. Las normas estn indisolublemente vinculadasa los valores, y la gravedad de la sancin por su transgresin es un indicio deestos valores.

    El ascensor

    Los ejemplos anteriores de las normas presentes en una situacin tan aparentemente"inocente" como la de un viaje en ascensor reflejan y construyen al mismo tiempo lo quesignifica la intimidad en nuestra sociedad, distinguen los espacios pblicos de los priva-dos, regulan la relacin entre el individuo autnomo y la colectividad. Indican que existeuna tensin que hay que resolver normativamente entre un espacio colectivo limitadoque anula la disponibilidad de espacio personal que cualquier individuo considera suyo.El ascensor de la vivienda es un momento de trnsito, una frontera entre lo pblico ylo privado que remarca la nocin de propiedad privada y la caracterstica del individuomoderno como poseedor o propietario de bienes, espacios y momentos, de los cualesnadie puede disponer sin su autorizacin expresa.

    La nocin de norma social nos permite entender por qu el vnculo entre elindividuo y la sociedad es inextricable: lo que la persona es no se puede separarde las normas que regulan las situaciones en las cuales se encuentra. La nocinde rol social de la cual hemos hablado en el mdulo 2 refleja precisamente esto:cul es el conjunto de normas que se encuentra asociado a una determinadaposicin o estatus social.

    Ambas nociones nos ayudan a ver cmo depende, lo que es normal o anormal,de las normas sociales instauradas en una sociedad determinada y no de valo-res abstractos definidos por especialistas (en nuestra sociedad los psiclogos).

    1.1.6. Restriccin o posibilidad?

    La nocin de norma social permite entender por qu la sociedad funciona conrelativa fluidez, cmo, la multitud de interacciones personales de todos losdas, no se convierte en una multitud parecida de conflictos interpersonales.Por este motivo, si bien las normas sociales restringen las posibles acciones delas personas, tambin permiten que stas tengan lugar, y ofrecen un contextorelativamente flexible. Las normas no regulan todos los mbitos de la vidacotidiana, sino que ofrecen mrgenes a la diversidad en reas poco importanteso bien dentro de los lmites de lo aceptable (Martn Bar, 1983).

    Por otra parte, se trata de una nocin que nos explica por qu somos capacesde adaptarnos rpidamente a situaciones no familiares para nosotros tan s-lo observando la conducta de los dems. Adems, remarcar el hecho de que

    Reflexin

    Para entender cmo marca elrol la identidad, pensad en lasdiferentes normas que debencumplir hombres y mujeres ennuestra sociedad y cmo con-diciona esto las posibilidadesde ser.

  • FUOC P08/80500/00575 19 Influencia, conformidad y obediencia

    la mayora de nuestros comportamientos tiene un origen social nos permitepensar que stos no proceden de alguna entidad exterior al ser humano, Dios ola madre naturaleza, sino que son productos de la interaccin entre personas.Aunque la mayora de normas sea implcita y no sepamos que estn, podemoscambiarlas desde el momento en que una ruptura nos permita identificarlasy plantearnos su validez.

    1.2. La creacin de normas

    Del punto anterior se desprende que las normas nacen en situaciones concre-tas histricamente contextualizadas, crecen y se expanden a otras situacioneso momentos y, finalmente, mueren cuando ya no se utilizan ms.

    En este punto veremos algunos ejemplos de cmo nacen las normas socialesque nos ayudarn a entender un poco ms el concepto y tambin sus impli-caciones.

    1.2.1. Normas de percepcin

    En 1936 Muzafer Sherif ide un experimento para ver cmo se generan lasnormas sociales. El punto de partida era la hiptesis de que las normas socialescambian cuando nos encontramos en situaciones sociales inestables. Cuandola confusin y la incertidumbre surgen porque las normas antiguas ya no sir-ven, entonces se crean otras nuevas. Sherif pens en aprovechar el efecto auto-cintico como prototipo de situacin en la cual la persona no tiene referencias.

    El experimento consisti en situar a una persona en una cmara oscura encuyo fondo haba una luz inmvil; puesto que el sujeto no tena ningn pun-to de referencia, al cabo de unos instantes la luz aparentemente comenzabaa moverse. Al experimentador le interesaba la distancia que recorra aquellaluz. A cada persona se le presentaba la luz cien veces y lo que se observ esque, al cabo de unos cuantos ensayos, la persona estableca un rango y unpunto dentro de este rango. A partir del establecimiento de esta norma pecu-liar de cada uno, todos los juicios subsiguientes que las personas efectuabandependan de esta norma particular. En dos series ms, de cien evaluacionescada una, se mostr que la persona mantena consistentemente los primerosjuicios. Por tanto, si la persona "vea" moverse la luz unas tres pulgadas cadavez, se mantena esta distancia hasta el final. Podramos decir que la personagenera en estas condiciones una norma individual de percepcin. Puesto que enrealidad la luz no se mova, las diferencias individuales fueron considerables,desde quien mantena que la luz casi no se mova (0,5 pulgadas) hasta el que lavea moverse 10 pulgadas. Otros experimentos posteriores han mostrado queel efecto autocintico puede generar apreciaciones que van desde quien no lave moverse hasta quien la ve desplazarse varios metros, pasando por los queslo la ven moverse algunos centmetros.

    El efecto autocintico

    Este efecto es bastante cono-cido por los astrnomos, quesufren sus consecuencias. Seproduce siempre que percibi-mos un objeto luminoso y nosfaltan las referencias espacialespara situarlo respecto a nues-tra posicin en el espacio. Enestas condiciones, el objeto lu-minoso parece que se muevaerrticamente en cualquier di-reccin pese a estar realmenteinmvil.

  • FUOC P08/80500/00575 20 Influencia, conformidad y obediencia

    Parece, pues, que en situaciones de ambigedad las personas tienen tendenciaa ordenar el entorno y a percibir regularidades e, incluso cuando stas son ine-xistentes, a inventrselas. A nadie se le escapa que una situacin tan artificialy tan particular no puede ser generalizable a la vida cotidiana de una persona.Esto es totalmente cierto, si no, cundo se encuentra una persona sola a lahora de emitir juicios sobre situaciones ambiguas o poco claras? De hecho, enestas situaciones buscamos activamente la opinin de los dems. Y sta fue lafase siguiente del experimento: poner a la persona en una situacin de grupo.

    Sherif cre cuatro grupos de dos personas y cuatro grupos de tres que ya ha-ban pasado por la primera fase y que, por tanto, ya tenan una norma indivi-dual de percepcin creada. Y repiti los ensayos. Lo que sucedi fue que en lasituacin de grupo las personas hablaban entre ellas, como era de esperar, ya continuacin modificaban su juicio previo, circunstancia que ya no era tanesperable. De este modo, ante la creencia de que la luz se mova igual para lasdos o las tres personas, se vean obligadas a modificar su juicio previo indivi-dual y adaptarlo a la percepcin del otro. En tres series de ensayos las personasconvergieron y crearon una norma de grupo. Comenzaron a "ver" que la luz semova como el resto del grupo y no como la vean en los ensayos individuales.Habra que saber si efectivamente la "vean" diferente o si slo se conformabancon la opinin del grupo.

    Entonces Sherif cre ocho grupos ms, de dos o tres personas, que no habanparticipado en ninguna sesin previa y, en lugar de hacerlos pasar primeropor las sesiones individuales, los puso directamente en la sesin de grupo.Ya desde la primera serie de juicios las personas se pusieron de acuerdo enun rango determinado y en ningn caso surgieron diferencias individuales.Despus de tres series de grupo, se puso a estas personas en una situacinindividual; si en esta sesin las personas se hubiesen conformado al grupo,ah es donde deberan haber aparecido diferencias individuales. Sin embargono fue as, las personas continuaron manteniendo la norma de grupo en losjuicios individuales.

    En las dos figuras de la pgina siguiente podis constatar la evolucin de losjuicios en cada uno de los grupos.

    En palabras del mismo Sherif:

    "La base psicolgica de las normas sociales establecidas, tales como estereotipos, modas,convenciones, costumbres y valores, reside en la formacin de marcos comunes de refe-rencia como producto del contacto de individuos. Una vez que tales marcos de referenciaquedan establecidos e incorporados al individuo, pasan a ser importantes factores en ladeterminacin o modificacin de sus reacciones, frente a las situaciones que afrontarn,ms tarde, sociales, e incluso en ocasiones no sociales, especialmente si el campo de es-timulacin no est bien estructurado."

    M. Sherif (1936). Las influencias del grupo en la formacin de normas y actitudes. En J.R. Torregrosa y E. Crespo (1984), Estudios bsicos de Psicologa Social (p. 344). Barcelona:Hora.

  • FUOC P08/80500/00575 21 Influencia, conformidad y obediencia

    Para explicar estos resultados entre otros, Leon Festinger propuso, en 1954, lateora de la comparacin social, de la cual ya habris tenido conocimiento enlos otros mdulos. Segn el autor de la teora, habra que explicar qu procesosgeneran uniformidad en el seno de los diferentes grupos sociales. La cuestinde partida es que existen temas sobre los cuales es ms fcil estar seguros quede otros. Si una persona no est segura de la medida de una baldosa, toma unmetro y se acaba el problema. En cambio, si duda de si un profesor es un buenprofesor o no lo es, no tiene ningn "metro pedaggico" a mano. Lo nico de loque dispone es de los otros estudiantes. En este caso, la creencia en la validez delas propias opiniones slo puede venir dada por las otras personas. De hecho,la mayora de los temas relevantes de la vida social es ms de este segundotipo que de los primeros, es decir, que en general no tenemos "pruebas" de lamayora de los temas que nos importan.

    Pruebas cientficas

    De todos modos, incluso laspruebas ms cientficas no sonms que consensos de gru-pos de personas en torno de loque se considera una pruebavlida y de lo que no. Su "ob-jetividad" es slo un "consen-so" entre grupos de personas"autorizadas".

  • FUOC P08/80500/00575 22 Influencia, conformidad y obediencia

    La teora de la comparacin social postula que las personas necesitamos eva-luar nuestras opiniones y nuestras habilidades, y que si no hay artefactos dis-ponibles para comprobar su validez, las personas comenzamos un proceso decomparacin con los dems para obtener alguna certeza. Como veris en elpunto 3 de este mdulo, la prctica de este tipo de comparaciones es tan ha-bitual que incluso en el caso de dilemas supuestamente obvios tenemos ten-dencia a confiar ms en los dems para saber qu tenemos que decir, hacer,pensar o incluso en lo que tenemos que ver, que en nuestros propios ojos.

    Est claro que las comparaciones no se deben al azar, sino que tendemos ahacerlas con personas que consideramos que son parecidas a nosotros. Cuantoms parecido percibamos o imaginemos con la otra persona, ms confiamosen ella para evaluar nuestros juicios. La necesidad de asegurar que estas com-paraciones sean fiables se traduce en una tendencia a querer parecernos msa los dems y al hecho de que los dems se parezcan ms a nosotros y, portanto, en un incremento de la uniformidad grupal.

    Una de las evoluciones de esta teora es la teoradelacategorizacinsocialque habis visto en el mdulo 2. La comparacin con otras personas acabasiendo un elemento esencial para evaluarnos a nosotros mismos, pero no ten-dr el mismo resultado si se establece con personas de nuestro grupo o de otrogrupo. En general, tendemos a percibirnos como similares a las personas denuestro grupo y confiamos ms en ellos para saber qu hacer o pensar en unasituacin dada. Por esto mismo utilizamos las comparaciones con gente deotros grupos, para garantizarnos una identidad social positiva. El "otro" no esnunca una referencia adecuada para "validar" nuestras creencias.

    La identificacin de la situacin es un elemento bsico para decidir qu com-paraciones son pertinentes y qu categoras sociales son las que hay que acti-var en una situacin concreta; de aqu que la identidad sea emergente en lasdiferentes situaciones y, por tanto, mltiple.

    El crculo se cierra: negociamos con los dems las normas adecuadas mediantevarias comparaciones sociales, basadas en las categoras sociales que hemoscreado. El acuerdo con los dems nos hace ms parecidos a los miembros denuestro grupo, acentuamos la percepcin de diferencias y, al mismo tiempo,creamos estas diferencias. Monitorizamos a las personas de nuestro grupo parasaber si actuamos correctamente y a la vez somos ejemplos para estas mismaspersonas. Nuestra identidad, lo que pensamos que somos, es el resultado deestas comparaciones.

    1.2.2. Normas de responsabilidad

    Veamos algunos ejemplos de nacimiento de normas sociales en contextos gru-pales.

    Reflexin

    Si pensis en el hecho de quepertenecemos a muchos gru-pos diferentes, podis captar lacomplejidad en la que nos mo-vemos a la hora de gestionarlas mltiples categorizacionesy comparaciones que hacemosdiariamente.

  • FUOC P08/80500/00575 23 Influencia, conformidad y obediencia

    Una situacin de emergencia

    Los casos de emergencia son situaciones particularmente ambiguas. La percepcin delpeligro para uno mismo o para los dems normalmente no est nada clara, y el hechode que sean situaciones excepcionales dificulta todava ms que haya pautas o normasestablecidas. En estas circunstancias buscamos elementos que nos proporcionen pistas,y habitualmente lo que hacemos es observar qu hacen los dems. La definicin de lasituacin y de las normas que imperan en ella ser entonces determinante con el fin desaber qu hacer. Varios estudios de psicologa social intentan explicar, sobre la base delconcepto de norma social, algunas situaciones particulares como pueden ser los distur-bios en la calle (Reicher, 1987) o bien la pasividad ante una emergencia (Latan y Darley,1970).

    Un suceso que tuvo lugar en Estados Unidos a finales de los sesenta conmo-cion a gran parte de la opinin pblica del pas. Una chica, Kitty Genovese,fue apaleada durante treinta y cinco largos minutos ante al menos treinta yocho personas que lo estaban viendo desde sus casas. Nadie hizo nada paraayudarla: nadie sali a la calle, nadie telefone a la polica hasta que la jovenfalleci. Sucesos como ste no son tan infrecuentes: en 1994 una nia se aho-g ante una multitud de baistas en un lago holands; en 1999 una estudiantede la Universidad Autnoma de Barcelona muri asesinada en una calle delbarrio barcelons de Gracia sin que nadie avisara a la polica, a pesar de que seescuchaban los gritos. Sin embargo, no hay que ir ms lejos, ya que cualquierhabitante de una gran ciudad sabe que no se puede parar a preguntar si senecesita su ayuda cada vez que ve a alguien tendido en el suelo.

    Existe una norma explcita que dice que si alguien necesita nuestra ayuda, sela tenemos que ofrecer, pero todos nos podemos imaginar un gran nmero decondicionantes que puede provocar que no la ofrezcamos. Latan y Rodin, en1969, efectuaron el experimento siguiente: primero, pusieron a una personaen una sala y se marchaban con cualquier excusa. Mientras los experimenta-dores estaban fuera, la persona oa en el despacho de al lado a una seora que sesuba a una silla, se caa al suelo y se quejaba de dolor. Un 70% de las personasque estaban solas se levantaban y salan para ofrecer su ayuda. No obstante,cuando haba dos personas en la sala, slo en un 40% de las ocasiones alguienintervena. Si de estas dos personas, una era un cmplice del experimentadorque tena instrucciones de no levantarse, la ayuda descenda hasta un 7%.

    Esto no se puede interpretar como una muestra de que en una sociedad indi-vidualista la responsabilidad es un elemento que se puede dividir entre el n-mero de personas presente (cada persona atribuye al otro la responsabilidad deactuar) y que, por tanto, cuantas ms personas estn presentes en una situa-cin de necesidad, menos probabilidades hay de que alguien ofrezca su ayuda.Sin embargo, tambin muestra que siempre estamos pendientes de saber quharn los dems. Una situacin como la descrita muestra el nacimiento deuna norma, de mbito restringido, en algunos casos la de ayudar y en otrosla de no hacerlo. La conclusin ms importante es que el papel de las normasimplcitas siempre va por delante del de las normas explcitas; ante la normaexplcita de ayudar a quien lo necesita, primero se impone saber cul es lanorma de la situacin.

  • FUOC P08/80500/00575 24 Influencia, conformidad y obediencia

    1.2.3. Normas en unos disturbios

    Los disturbios en la calle son calificados habitualmente por la prensa comouna muestra de la irracionalidad de algunos ciudadanos, especialmente si sonjvenes o miembros de minoras tnicas. Lo que no acostumbran a pensar losperiodistas es que quiz el comportamiento en unos disturbios no es tan irra-cional, sino que tiene sus normas, que no vienen impuestas por una minorade manipuladores provocadores, sino que surgen en la situacin misma.

    Steve Reicher, un psiclogo social ingls, dedic una investigacin a analizarlos disturbios que tuvieron lugar en 1980 en el barrio de St. Pauls de la ciudadde Bristol. El anlisis de las noticias de los medios de comunicacin, de losinformes oficiales sobre los hechos, de fotografas y de entrevistas a los parti-cipantes en los disturbios y tambin a otros habitantes del barrio mostr unpanorama muy diferente de la supuesta irracionalidad y furia de las masas.Durante los hechos se crearon una serie de normas. La ms importante fue laque distingui entre la comunidad de St. Pauls y los ajenos a la comunidad.Como sucede en otros casos, nicamente los bancos y la polica, smbolos depoder, fueron atacados. Slo fueron saqueadas las tiendas que pertenecan apersonas de fuera del barrio, y donde sobre todo compraba gente tambin defuera del barrio, dado que el poder adquisitivo de la gente del barrio era bas-tante bajo. Ninguna propiedad privada de gente de la comunidad ni ningunapersona privada fue atacada colectivamente.

    Todo comenz sin que se necesitase a ningn lder. Nadie en especial inicilos sucesos. Una batida antidrogas de la polica fue el desencadenante de loque se consider una provocacin hacia la comunidad. Las normas surgierona medida que los hechos se sucedan. Por ejemplo, un entrevistado comenta:"alguien grit de pronto 'el banco' y, una vez all, se lanzaron grandes piedras ytochanas... Fue una reaccin completamente espontnea" (Reicher, 1987). Esimportante sealar que si alguien hubiera gritado "el quiosco" nadie le hubierahecho caso; de hecho, hubo algunas piedras aisladas que cayeron en ventanas"no autorizadas" que nadie sigui, y cuando se rompi una ventana de unautobs, tampoco.

    1.3. Una polmica: qu son las normas sociales?

    A pesar de su importancia, el concepto de norma plantea algunos problemassobre su "realidad". Si nos hacemos, por tanto, la pregunta "qu son las nor-mas sociales?", no encontraremos una respuesta fcil.

    Si recordis las definiciones que expusimos al principio del mdulo, las normasse acaban definiendo mediante el uso de sinnimos, por ejemplo, las normasson guas, o principios, o reglas, etc., lo cual es una estrategia de definicinpoco aclaradora y, sobre todo, tautolgica. De hecho, las dificultades princi-pales que plantea el concepto parten de que se trata de un concepto creadopost hoc. El funcionamiento es el siguiente: percibimos una regularidad en las

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    conductas de las personas y pensamos que algn principio las debe unificar; apartir de aqu pensamos en la existencia de normas. Obviamente, las normasno se pueden observar, slo sus consecuencias. No obstante, est claro que lacausa de la uniformidad de comportamientos podra ser otra.

    A continuacin, nos centraremos en algunas de las posibilidades que la psico-loga, la sociologa y la lingstica nos ofrecen.

    1.3.1. Las normas dentro y fuera

    a)Dentrodelindividuo

    Nadie duda de su origen social, excepto quiz algunos adeptos a la sociobio-loga o la etologa aplicada a los humanos. No obstante, hay quien consideraque, en todo caso, si bien son un producto social, es necesario que las personaslas interioricen para que afecten a su conducta; como sucede en la mayor partede los procesos psicolgicos, su comprensin parte del uso de una metfora.De esto deducimos que existe un interior y un exterior de las personas.

    En este sentido, el aprendizaje y la socializacin seran los mecanismos me-diante los cuales las normas sociales "penetran" en el interior del organismo.Desde el punto de vista de la psicologacognitiva, las normas podran enten-derse como esquemas o bloques de procesamiento de informacin o manerasespecficas mediante las cuales codificamos, guardamos y utilizamos la infor-macin que proviene del medio ambiente.

    Los esquemas son bloques de conocimientos que contienen conceptos, suagrupacin en categoras y las relaciones entre stas. Estn basados en la expe-riencia social, pero, una vez establecidos, son resistentes al cambio. Puesto quese trata de estructuras que procesan activamente la informacin, esto implicaque no reflejan meramente los estmulos que reciben, sino que los reconstru-yen a partir de la informacin que ya tienen. Por ejemplo, un estereotipo esun tipo de esquema extremadamente resistente. Si pensamos que los catalanesson avariciosos y nuestro amigo cataln nos paga la bebida, pensaremos quel es una excepcin, en lugar de cambiar nuestro estereotipo. En cambio, sicasi nunca nos invita, pensaremos que se debe efectivamente a que es cataln,con lo cual reforzaremos nuestro estereotipo.

    Segn los cognitivistas sociales, hay esquemas de personas (imgenes de las ca-ractersticas psicolgicas de las personas que nos rodean), autoesquemas (im-genes y descripciones de nosotros mismos), esquemas para resolver problemas(pasos que hay que seguir para encontrar una solucin) y esquemas de grupos(como los estereotipos). No obstante, tambin hay esquemas que seran lasnormas: los esquemas de roles (grupos de expectativas atribuidas a una deter-minada posicin social) y esquemas de sucesos (guiones que nos indican pasoa paso qu se tiene que hacer en una situacin especfica).

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    Ejemplo

    El guin ms famoso es el guin del restaurante. Cuando entramos en un restaurante,ya sabemos todos los pasos que tenemos que seguir por adelantado y no necesitamospreguntar por qu nos sirve el seor de la camisa blanca ni si la comida la regalan.

    El problema de este tipo de visiones de las normas es la falsa apariencia de ex-plicacin que tienen. El hecho de que la creacin de categoras sociales incre-mente la ilusin de semejanza intragrupal y acente las diferencias intergru-pales, o bien el hecho de que los estereotipos sean impermeables al cambio, nodejan de ser constataciones post hoc. Se trata de falsas explicaciones porque, alcolocarse dentro del individuo, adoptan la apariencia de un proceso universaldescontextualizado. La visin ms psicologista, como siempre, olvida los as-pectos culturales e histricos y naturaliza procesos que son, sobre todo, locales.

    b)Fueradelindividuo

    Si seguimos con la metfora del interior y el exterior, la sociologa se ha encar-gado de estudiar las implicaciones de las normas sociales para la sociedad sinpreocuparse demasiado de cul era el vnculo con la psicologa social. Aunqueesto no significa que rompa con la dualidad dentro-fuera, sino todo lo contra-rio, la refuerza posicionndose en el otro extremo.

    Para la escuela funcionalista de la sociologa, las normas cumplen la funcinde mantener a la sociedad cohesionada. Constituyen algo as como el lubri-cante que hace que gire la maquinaria, como las leyes para los estudiosos dederecho: permiten que la sociedad no se disgregue. Las normas sociales permi-ten las interacciones entre personas, facilitan la comunicacin, crean un mar-co en el que moverse. Marcan los lmites de lo que se puede hacer y lo que no,mantienen a la sociedad organizada y garantizan la eficacia de la estructurasocial. Si el derecho prev una serie de penas para los infractores, las normassociales tambin; cuando el derecho sanciona con una multa, la sociedad seburla; cuando el derecho encierra en prisin, la sociedad excluye; cuando elderecho condena a muerte, la sociedad condena el ostracismo.

    Esta visin legaliforme de las normas plantea tres graves problemas:

    a) En primer lugar, convierte en aparentemente esttico un proceso dinmi-co. Las normas nacen, crecen y mueren a alta velocidad, su carcter es siem-pre provisional. Su dependencia de la situacin provoca que no las podamosplantear como si fuesen preceptos inamovibles que los individuos van interio-rizando poco a poco mediante aos de socializacin. Como hemos podido veren el punto anterior, las normas se crean con mucha rapidez, y con la mismarapidez pueden desaparecer. Slo se mantienen si la situacin se mantiene.

    b) En segundo lugar, conduce a pensar que las normas sociales pueden teneralgn tipo de expresin verbal: "si te encuentras en un ascensor con tu vecino,habla del tiempo". sta es una abstraccin del proceso que no tiene en cuenta

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    la concrecin de las situaciones en las que se aplican. En este sentido, la normaes ms parecida a todo el trabajo de interpretacin que provoca un juicio y alas discusiones posteriores del jurado que al cdigo penal que se quiere aplicar.

    c) En tercer lugar, plantea una visin de la sociedad excesivamente idlica ypoco conflictiva. Si nos dejamos llevar por la nocin, resulta ms fcil acabarviendo la sociedad como una partida de bridge entre seoras inglesas que to-man el t educadamente, que como un campo de batalla en el cual las relacio-nes de poder histricas marcan finalmente cmo se tendran que comportarlas personas.

    1.3.2. Las normas, ni dentro ni fuera, sino todo lo contrario

    El problema no es sencillo. Plantear la uniformidad social como un problemamerecedor de atencin marca ya las posibilidades de la respuesta. La unifor-midad social slo puede ser un problema si creemos que la sociedad est for-mada por individuos que deberan tomar sus decisiones con completa liber-tad. Sin embargo, si no es as, el problema desaparece, o en todo caso se debeplantear en otros trminos. Si aceptamos el problema, resolverlo apelando alas normas sociales tampoco es inocente, como habis podido comprobar enel punto anterior. El concepto que utilizamos para responder restringe otra vezlas posibilidades de respuesta.

    No hay demasiadas alternativas, pero el reciente giro lingstico en psicologa,patente en la psicologa construccionista, la psicologa cultural o bien la psi-cologa narrativa, abre algunas posibilidades. Una muestra de ello es la reva-lorizacin de los estudios clsicos de Frederic Bartlett sobre el hecho de recor-dar, en los que mostr que, al recordar un relato a lo largo del tiempo, ste sedeforma, de la misma manera que se deforman los rumores, y se adecua a loscnones culturales de lo que es una buena narracin. De esta manera demos-tr cmo los esquemas supuestamente individuales son en realidad produc-tos culturales, ya que el lenguaje tiene una estructura concreta, y son, por lotanto, un producto histrico de las instituciones sociales en las cuales se hancreado. Por tanto, no se trata de pensar que las normas sean unos esquemasindividuales que estn dentro de la cabeza de las personas, sino de ver que enrealidad son narraciones que se crean en las conversaciones con los dems.Estas narraciones actan como marcos de referencia en los cuales situamos lasacciones de las personas y elaboramos su significado, que consecuentementees un producto cultural.

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    Otra forma en la cual el lenguaje restringe (o posibilita, como os guste ms) lasacciones humanas es por medio de la narracin de lo que es real y de lo queno. En muchas ocasiones, la uniformidad viene dada no por la existencia deuna supuesta norma, sino por la imposibilidad de hacer otra cosa. El lenguajecotidiano diferencia lo real de lo ficticio y, por lo tanto, otorga "naturalidad" adeterminados componentes. Por ejemplo, alegrarse o entristecerse en un en-tierro no sera en este caso producto de una determinada norma social queexistira en los funerales y que "obligara" a alegrarse o a entristecerse, sino quesera consecuencia directa de lo que significa, es decir, de qu es realmente lamuerte para los miembros del grupo afectado. Y es que ciertamente no es lomismo morir en un contexto que cree en la existencia del paraso que en unoque cree que despus de la muerte no hay nada ms.

    En resumen, las normas sociales establecen y mantienen un determina-do orden social mediante la organizacin y la regulacin de las relacio-nes interpersonales. De hecho, manifiestan determinadas relaciones depoder, ya que prescriben la normalidad (y proscriben la anormalidad)mediante mecanismos de control evidentes o sutiles que dificultan lano adhesin a la norma: el castigo o el refuerzo por parte del autorizadopertinente en una situacin dada o bien la naturalizacin de determina-dos comportamientos, pensamientos y deseos. Junto con esta prescrip-cin de normalidad, los roles (conjuntos de normas asociadas a deter-minadas posiciones sociales) condicionan la identidad de las personas.Pese a todo esto, no debemos olvidar que las normas sociales implicandeterminados valores sociales distribuidos con los cuales las personaspodemos mostrar nuestro acuerdo.

    Finalmente y para hacer justicia a los investigadores que se han esforzado tantoen este tema, no podemos olvidar que, como la mayor parte de los conceptosen ciencias sociales, su valor es por encima de todo heurstico. La nocin de"norma social" es valiosa porque nos ayuda a comprender por qu no se puededesvincular lo social de lo psicolgico. Su valor no radica en su validez a lahora de generar explicaciones causales de la conducta humana, sino en las vasde comprensin que abre. Quiz por este motivo, ms all de lo que son o de loque dejan de ser, son importantes por el tipo de preguntas y de investigacionesque han impulsado.

    Michel Foucault

    El clebre filsofo francsmuestra en su libro Vigilar ycastigar cmo la disciplina im-puesta en las escuelas (y tam-bin en otras instituciones ce-rradas como hospitales, pre-siones, cuarteles o fbricas) notiene como efecto principal lainteriorizacin de determina-das normas de comportamien-to, sino la constitucin real decuerpos dciles y tiles, de su-jetos obedientes dispuestos aaceptar tareas que anterior-mente consideraban inacepta-bles. La disciplina, la vigilancia,los ejercicios fsicos, el cierreen espacios ordenados geom-tricamente, los exmenes m-dicos, etc. crean al individuomoderno, no como sujeto jur-dico sometido a unas normasexteriores a l, sino como unconjunto de normas ambulan-te: el individuo no es ms queun grupo de personas.

    Lecturascomplementarias

    Una buena introduccin aMichel Foucault es la lecturade los libros: Vigilar y castigare Historia de la sexualidad: lavoluntad de saber. Ambos es-tn publicados por la edito-rial Siglo XXI de Madrid.

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    2. Factores sociales en la percepcin

    Algunos procesos fundamentales de la psicologa suelen estudiarse exclusiva-mente desde un punto de vista individual, cuando en realidad tienen un com-ponente social bastante importante, e incluso esencial, en el que merece lapena que nos detengamos brevemente. El hecho de que sean procesos psico-lgicos bsicos no significa que podamos estudiarlos sin tener en cuenta sudimensin social, pues no se trata de procesos que afecten exclusivamente alas personas que viven en islas desiertas. Por ejemplo, la memoria, recordar esalgo que hacemos colectivamente; recordamos con los dems nuestros mejo-res momentos y los peores, tenemos conversaciones sobre lo que nos pas talda y tal ao, o sobre la importancia de un determinado suceso para la familia.En general, recordamos aquello de lo que hemos hablado o pensado, y no loque ha sucedido sin llegar a ser verbalizado. Como habis visto en el mduloanterior, el pensamiento no se produce de forma separada con respecto al len-guaje (que es uno de los productos sociales ms sofisticados), y ste tambines el caso de las emociones, ya que las utilizamos en contextos sociales queles dan sentido y las regulan.

    No poda quedar fuera de este grupo de procesos bsicos la percepcin, o loque es lo mismo, captar informacin con el fin de procesarla; como ya hanvisto los psiclogos cognitivistas, es ms un proceso de construccin de lopercibido que una absorcin directa de estmulos. En este apartado veremoscmo se produce colectivamente este proceso de construccin a pesar de tenerlugar en individuos particulares y en cuerpos concretos. En primer lugar, estu-diaremos las diferencias y similitudes existentes entre percibir objetos fsicos ypersonas, nos detendremos brevemente en los experimentos ms clsicos quese han llevado a cabo sobre percepcin y, finalmente, estudiaremos las impli-caciones que tiene esta visin de la percepcin para el estudio de las relacionesinterpersonales e intergrupales.

    2.1. Percepcin y percepcin social

    La percepcin es el proceso mediante el cual obtenemos informacin de nues-tro entorno por medio de los sentidos. El concepto de percepcin social hacereferencia sobre todo a la percepcin de personas, pero se extiende tambin ala percepcin de cualquier objeto o relacin que tenga un significado social.Una primera intuicin nos podra hacer creer que percibir a personas y per-cibir objetos fsicos son dos actividades diferentes. Percibir a una persona esuna actividad que incluye clasificarla en algn grupo social, hacer una primeraaproximacin a su personalidad e, incluso, deducir sus intenciones con el finde prever su conducta, mientras que percibir objetos parece, a primera vista,un fenmeno mucho ms pasivo.

    Lecturascomplementarias

    No os perdis la lectura deun gran clsico de la psicolo-ga social de la memoria:F. Bartlett (1995). Recordar(ed. original 1930). Madrid:Alianza.Y tambin: D. Middleton;D. Edwards (1992). Memoriacompartida. La naturaleza so-cial del recuerdo y del olvido.Barcelona: Paids.

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    Aparentemente, el entorno de la persona est plagado de elementos y hay queestar cerca de ella para comenzar a notar el olor que tienen, verlos, tocarlos osentir sus ruidos. En definitiva, para obtener una serie de sensaciones de nues-tros cinco sentidos parece que basta con enfrentarse slo a un objeto. Entendera la persona como un mero receptor pasivo de sensaciones representa olvidarque la accin bsica en la percepcin es la dotacin de significado de lo quese percibe. Por esta razn, la percepcin de objetos no deja de ser una activi-dad muy parecida a la de percibir personas, que incluye, claro est, tareas declasificacin, atribucin de caractersticas y de significados. Se trata de tareassociales en el sentido de que las hemos aprendido mediante las relaciones quemantenemos con los dems y de la historia de los grupos sociales a los cualespertenecemos.

    De hecho, no hay nada natural en la percepcin, por muy automatizada questa nos parezca. Los psiclogos de la Gestalt propusieron una serie de leyesque guan la percepcin. La ms importante es que el todo es ms que la sumade las partes, es decir, que la globalidad de lo percibido posee propiedadesemergentes que no estn presentes en las partes de las cuales se compone,hasta el punto de que esta globalidad otorga propiedades y significados a laspartes que stas no tenan antes. Otra de estas "leyes" afirma que la figurase impone por encima del fondo, es decir, que organizamos la informacinpercibida en totalidades (figuras) que se destacan del resto de la informacin(fondo). El carcter innato o aprendido de estas leyes y de las que se deduciranprovoc un gran nmero de investigaciones y poco acuerdo entre stas. Desdeel punto de vista de la psicologa social, parece ineludible llegar a la conclusinde que lo que determina qu elementos pasan a ser figuras y cules fondo, esel significado social otorgado al conjunto de la informacin.

    Lectura complementaria

    Podis consultar el resto delas leyes derivadas de stas enel libro siguiente:K. Koffka (1935). Principles ofGestalt Psychology. New York:Harcourt Brace.Tambin os servir cualquiermanual de psicologa de lapercepcin.

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    Esto explica por qu vemos una mesa y no un conjunto de maderas engan-chadas. La percepcin del objeto mesa est directamente vinculada al signifi-cado social de la mesa y a los usos que sta tiene. Visto as, toda percepcin essocial y podis entender la afirmacin anterior de que la actividad de percibirconsiste ms en construir una realidad concreta que en describirla. Aunqueparezca extrao, percibir es ms una actividad colectiva que individual.

    2.1.1. La realidad como construccin social

    Ahora es un buen momento para volver a definir la psicologa social. Si asu-mimos las premisas de que la percepcin es una construccin de la realidady que, adems, los actos perceptivos son una construccin conjunta y no unacto individual, podemos definir la psicologa social como la disciplina queestudia los procesos de constitucin, mantenimiento y cambio de la realidad.

    2.2. Percepcin y actitudes

    A finales de los aos cuarenta, una serie de investigaciones protagonizadas porJerome Bruner y sus colaboradores estudiaron algunos determinantes socialesde la percepcin que iban ms all de las leyes de la Gestalt, como por ejemplolos valores, las necesidades, las actitudes, la motivacin, el aprendizaje o ellenguaje. Esta lnea de investigacin recibe el nombre, medio en broma, deNew Look on Perception (una nueva mirada en la percepcin).

    Los trabajos de Bruner y de muchos otros estudiosos de la percepcin surgieroncomo reaccin a una psicologa experimental de inspiracin psicofisiolgicaque durante mucho tiempo estudi la percepcin aislada del contexto en elque se produca, y asuma que sus sujetos representaban sujetos universales,y que no habra interferencias culturales en la percepcin, aunque muchosestudios demostraron muy pronto la influencia en la percepcin de factorescomo el aprendizaje y la motivacin, el temperamento y el humor, las necesi-dades y los hbitos y las actitudes y los valores (Bruner, 1947). Para Bruner, lapercepcin es una negociacin entre lo que el organismo puede percibir parasus capacidades biolgicas y lo que selecciona para ser percibido. El aprendi-zaje determina qu percepciones son relevantes y provoca que los objetos quehabitualmente se seleccionan destaquen por encima de los dems, de maneraque parecen ms vvidos, ms claros, ms brillantes o ms grandes (Bruner,

    Lectura recomendada

    El punto de vista del cons-truccionismo social que se osha presentado en varias oca-siones en esta asignatura estexplicado didcticamente ycon detalle en el libro:V. Burr (1997). Introducci alconstruccionisme social. Barce-lona: Ediuoc-Proa.

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    1947). No obstante, incluso ms all del hbito, algunos objetos pueden pare-cer ms grandes segn su importancia, es decir, en funcin de su valor y de susignificado, dos aspectos que, por cierto, no se pueden separar fcilmente.

    Para mostrar esta ltima cuestin, explicaremos con ms detalle el experimen-to de Bruner y Goodman (1947) que se os ha presentado en el mdulo 1. Losinvestigadores pidieron a un grupo de nios de diez aos que evaluasen eltamao de unas circunferencias. Para hacerlo, disponan de una luz que pro-yectaba un crculo luminoso en una pantalla y que se poda hacer ms gran-de o ms pequeo con un botn que giraba. El experimento consista en elhecho de que, mientras un grupo de nios evalu el tamao de una serie demonedas las fracciones de dlar de 1, 5, 10, 25 y 50 centavos, que conocanbien y que utilizaban habitualmente el otro evalu unos discos de cartn delmismo tamao.

    Podis ver los resultados en el grfico siguiente:

    Como veis, las monedas se sobreestiman sistemticamente, mientras que losdiscos de cartn, no. La diferencia slo se puede explicar en trminos del valorque tenan estas monedas para los nios. Los autores consideran que el hechode que la moneda ms grande, el dlar, no siga el orden creciente de sobreesti-

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    macin se debe probablemente al hecho de que los nios no tenan demasia-do a menudo monedas de tanto valor al alcance y que, por tanto, la monedams valiosa era, con toda probabilidad, considerada irreal, menos familiar.

    El experimento prosigui con la hiptesis de que la sobreestimacin ira segnel valor que tienen las monedas para los nios. Los nios eran de una escuelade un barrio rico de Boston y de otra de un barrio pobre. Repitieron las sesionesde evaluacin de las dimensiones y los resultados volvieron a demostrar queefectivamente el valor determina la sobreestimacin, hasta el punto de quelas diferencias entre las estimaciones de un grupo y otro eran estadsticamentesignificativas con relacin al diferencial de valor percibido que para ambosgrupos tenan las monedas. Observad el grfico siguiente:

    En un artculo posterior, Bruner nos explica que percibir no es un procesoaislado, sino que forma parte del proceso de comprensin mismo.

    "... hay un flujo constante de estudios experimentales sobre el modo en que los factoressociales provocan tipos de selectividad respecto de lo que una persona percibe o infierey respecto de su forma de interpretarlo. [...] Sin actitudes apropiadas, y sin una estructu-ra lingstica adecuada, un sujeto no capta con facilidad ciertos acontecimientos en suentorno, que otra persona, debidamente equipada con actitudes y un lenguaje percibiracomo importantes."

    J. Bruner (1958/1984). Psicologa Social y Percepcin. En J. R. Torregrosa y E. Crespo (Ed.),Estudios bsicos de Psicologa Social (p. 143). Barcelona: Hora.

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    Por lo tanto, la percepcin no es, si utilizamos una metfora clsica, un procesode abajo arriba, sino de arriba abajo, de modo que la organizacin cognitiva esla que determina la percepcin. Esto no significa, sin embargo, que el procesosea individual: no lo es porque la organizacin cognitiva no es un productoindividual en el sentido de que no depende de la existencia particular de unindividuo para constituirse, sino que depende de la posicin que ste ocupaen la red de relaciones sociales y de las herramientas lingsticas y afectivasque ha construido esta red.

    Un ejemplo lo proporciona otro experimento de Bruner y Postman (1949) dela misma poca que el anterior. En ste se mostr una serie de cartas de pquera un grupo de estudiantes y se control el tiempo que tardaban en reconocer-las. Reconocan las cartas en 28 milisegundos de media. Sin embargo, qu su-cedera si los sujetos no conociesen las cartas? Bruner y Postman introdujeronalgunas cartas incongruentes, es decir, cartas en las cuales el color y el palo nocoincidan, por ejemplo un


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