INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
ESCUELA SUPERIOR DE MEDICINA
SECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN
EFECTO DEL GLICOFOSFOPEPTICAL EN LA CUENTA
LINFOCITARIA Y EN LOS NIVELES DE INMUNOGLOBULINA A EN CLAVADISTAS DE ÉLITE DURANTE UNA ETAPA DE
ENTRENAMIENTO INTENSO.
TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE:MAESTRÍA EN CIENCIAS EN INVESTIGACIÓN CLÍNICA
PRESENTA:EVANGELINA MUÑOZ SORIA
DIRECTORES DE TESIS:
Dra. en C. Martha Moreno LafontDr. en C. Rafael Campos Rodríguez
MÉXICO, DF., 2004
Título.
EFECTO DEL GLICOFOSFOPEPTICAL EN LA CUENTA
LINFOCITARIA Y EN LOS NIVELES DE INMUNOGLOBULINA A EN CLAVADISTAS DE ÉLITE DURANTE UNA ETAPA DE ENTRENAMIENTO INTENSO.
Acta de registro de tema de tesis y designación del Director de Tesis.
Acta de revisión de Tesis
Agradecimientos.
Esta tesis fue realizada en el Laboratorio de Inmunología Celular I del
Departamento de Inmunología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y en
el Laboratorio de Inmunología del Departamento de Bioquímica de la Escuela
Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, bajo la Dirección de la Dra.
Martha Moreno Lafont y la Codirección del Dr. Rafael Campos Rodríguez y en las
instalaciones del Comité Olímpico Mexicano con el apoyo del Dr. Carlos Ramírez
García, médico responsable de la selección nacional de clavados, el Sr. Jorge
Rueda, entrenador general y gracias a la colaboración de los atletas
seleccionados nacionales en ese deporte.
La autora fue becaria del Comité Técnico de Prestaciones a Becarios del
Instituto Politécnico Nacional (COTEPABE) del 1 de agosto de 2003 al 30 de abril
de 2004, para elaborar la presente tesis y obtener el grado de Maestría en
Ciencias en Investigación Clínica.
Índice.
PáginaTítuloActa de registro de tema de tesis y designación del Director de Tesis.Acta de revisión de TesisAgradecimientosÍndiceGlosario iRelación de cuadros y gráficas vAbreviaturas viiiResumen xSummary xiiIntroducción 1Antecedentes 4
Mecanismos neuroendocrinos del ejercicio físico y respuesta inmunitaria 4
Eje hipotálamo-hipófisis-adrenal en la producción de cortisol 10
Entrenamiento intenso y respuesta hormonal e inmunitaria 13
Fármacos moduladores de la respuesta inmunitaria 18Justificación 23Objetivos 26Materiales y métodos 27
Obtención y procesamiento de muestras en sangre periférica 28
Determinación de subpoblaciones linfocitarias 28Cálculo del número de células por µL de muestra de sangre. 29
Medición de cortisol en plasma 31 Evaluación de sIgA en saliva 33 Análisis estadístico 34
Resultados 35 Discusión 65 Conclusiones 77 Recomendaciones y sugerencias para trabajos futuros 78Bibliografía 79Anexos 83
1
Introducción.
En los últimos diez años se han realizado diversas investigaciones que
pretenden ampliar el conocimiento acerca de la relación existente entre el
ejercicio físico intenso, frecuente y de larga duración y la respuesta inmunitaria;
no obstante, son pocas las que abordan el estudio de fármacos que refuercen
el sistema inmunitario de atletas sometidos a largos e intensos periodos de
entrenamiento y competencias (Barrera y col, 1997; Barriga y col, 1992; Berk y
col, 1990; Blanin, 1998; Gleeson, 2000; Gray y col, 1992; Mackinnon, 2000;
Nieman, 1998; Shore y col, 1999; Zelazowska, 1997).
La respuesta del sistema inmunitario a cualquier desafío es compleja,
involucrando actividades coordinadas por diferentes tipos de células y
moléculas mensajeras. Un esfuerzo físico capaz de generar estrés, como el
ejercicio, puede actuar en cualquier punto a lo largo de la compleja secuencia
de eventos llamada respuesta inmunitaria. De acuerdo a lo planteado
anteriormente, no todos los parámetros inmunitarios responden de manera
similar a los mismos estímulos del ejercicio. Además, la magnitud y dirección
de cambio de cualquier parámetro inmunitario puede depender de la duración e
intensidad de ejercicio y del nivel de desempeño de los sujetos (Gleeson,
2000).
Muchos efectos agudos del ejercicio sobre la función inmunitaria parecen estar
relacionados con cambios neuroendocrinos, particularmente la liberación de
hormonas del estrés tales como catecolaminas y corticoesteroides. Es posible
que los cambios crónicos en la función inmunitaria tales como alteraciones en
2
la cantidad de hormonas liberadas durante el ejercicio, número y sensibilidad
de receptores hormonales, disminución de catecolaminas y/o de los receptores
de hormonas, pueda ocurrir durante períodos prolongados de entrenamiento
intenso. El entrenamiento también se asocia con niveles reducidos de
hormonas del estrés en sangre a la misma intensidad relativa de ejercicio.
Estas hormonas actúan como mediadoras de la respuesta inmunitaria del
huésped, incluida la liberación de citocinas, la función de neutrófilos, células
NK, redistribución de células inmunitarias en el cuerpo y la síntesis de
inmunoglobulinas.
La investigación en Medicina del Deporte en México, se orienta de manera
fundamental a cuestiones biotipológicas o antropométricas; en el ámbito de la
inmunología del esfuerzo físico y de la inmunofarmacología, la investigación en
nuestro país, es escasa y no hay reportes de estudios sobre el efecto de algún
fármaco en la modulación de la respuesta inmunitaria en atletas de élite
durante el desarrollo de su programa de entrenamiento en etapa competitiva.
Por lo anterior, en este trabajo se pretende evaluar el efecto del
Glicofosfopeptical (GF) en la cuenta de linfocitos en sangre periférica y en los
niveles de inmunoglobulina A (IgA) salival y de cortisol en clavadistas de la
selección nacional (atletas de élite) durante la fase de entrenamiento intenso.
Se espera que al administrar GF a las dosis terapéuticas establecidas se
incremente el número de linfocitos T, B, células NK e IgA salival.
Con este estudio se pretende generar información para entender los posibles
mecanismos involucrados en la inmunosupresión provocada por el ejercicio y
3
entrenamiento intensos, aportar elementos teóricos y metodológicos al campo
de la Medicina del Deporte en México e impulsar el desarrollo de la
investigación clínica en el ámbito deportivo.
4
Antecedentes.
Los mecanismos de acción bajo los cuales suceden los cambios en el sistema
inmunitario durante y después de la realización de ejercicio intenso, incluyen la
participación de factores neuroendocrinos como la adrenalina (epinefrina),
noradrenalina (norepinefrina), hormona del crecimiento y cortisol, como
generadores de una supresión en la producción de linfocitos e
inmunoglobulinas, lo que a su vez incrementa la susceptibilidad del sujeto a
infecciones.
Se ha observado que los atletas son susceptibles a infecciones del tracto
respiratorio durante un entrenamiento intenso y después de una gran
competencia (Gleeson y col, 2000); esto parece deberse a una disminución de
la respuesta inmunitaria.
Mecanismos neuroendocrinos del ejercicio físico y respuesta
inmunitaria.
El ejercicio físico realizado por los humanos involucra, además del trabajo
muscular en sí mismo y de las particularidades derivadas del tipo de actividad
física de que se trate (clavados), una compleja red de interacciones en la que
participan el sistema neuroendocrino y el sistema inmunitario y en cuyo
mecanismo de acción participa el eje hipotálamo, hipófisis anterior y corteza
suprarrenal a nivel general y el sistema nervioso autónomo a nivel local.
Las células que participan en las repuestas inmunitarias se encuentran
organizadas en tejidos y órganos; al conjunto de estas estructuras se le
denomina sistema linfoide. Está formado por linfocitos, células accesorias
5
(células presentadoras de antígeno) y en algunos tejidos, células epiteliales.
Los principales órganos y tejidos linfoides se clasifican en primarios o centrales
y secundarios o periféricos.
Las respuestas inmunitarias pueden ser innatas y adaptativas. Las respuestas
adaptativas presentan una alta especificidad por patógenos determinados y su
intensidad aumenta al ir aumentando en número las exposiciones al mismo
agente patógeno, mientras que las respuestas innatas no se modifican tras la
exposición repetida a un determinado agente.
En las respuestas inmunitarias innatas participan los fagocitos (monocitos,
macrófagos y polimorfonucleares neutrófilos), los cuales constituyen la primera
línea de defensa del organismo. En las respuestas adaptativas participan los
linfocitos T y B. Las células B se diferencian a células plasmáticas, las cuales
producen anticuerpos que se unen a antígenos específicos. Los linfocitos T
tienen acciones más variadas, algunos se encargan de controlar la proliferación
y diferenciación de linfocitos B y la producción de anticuerpos, otros
interaccionan con las células fagocíticas a través del proceso de presentación
de antígenos y en la liberación de citocinas, las cuales activan a los fagocitos y
promueven la destrucción de los patógenos ingeridos; por otra parte, los
anticuerpos liberados por las células plasmáticas permiten a los fagocitos
reconocer con mayor eficacia a los agentes patógenos. Un tercer grupo de
linfocitos T reconocen y destruyen células infectadas por virus.
En las respuestas inmunitarias adaptativas quienes reconocen al antígeno son
los linfocitos a través del proceso de selección clonal, que consiste en la
6
proliferación de las células que reconocen un antígeno específico. Cuando un
antígeno se une a las escasas células capaces de reconocerlo, dichas células
inician un proceso de proliferación masiva. El antígeno selecciona las clonas de
células que son capaces de unirse a él y promueve su proliferación, en un
proceso llamado selección clonal, que ocurre tanto en las células B, como T
(Stites y col, 1996).
La mayoría de las células B humanas de sangre periférica expresan dos
isotipos de inmunoglobulina sobre su superficie, IgM e IgD; menos de un 10%
de las células circulantes expresan IgG, IgA o IgE, aunque se encuentran
mayores cantidades de este tipo de células en algunos lugares del organismo,
como por ejemplo las células productoras de IgA de la mucosa intestinal. La
inmunoglobulina se encuentra asociada a otras moléculas de superficie de la
célula B, formando el complejo receptor de antígeno de la célula B (BCR);
dichas moléculas son heterodímeras de Igα e Igβ, unidas mediante enlaces
disulfuro. Los principales marcadores utilizados en la actualidad para identificar
las células B humanas son CD19, CD20 y CD22 (Stites y col, 1996).
Las células asesinas naturales NK constituyen el 15% de los linfocitos
sanguíneos y no expresan los receptores de antígeno de las células B ni T.
Expresan CD16 (receptor para Fc de IgG) y CD56 (Stites y col, 1996).
El proceso de activación y proliferación de las células B y T inducidas por el
antígeno se produce en los tejidos linfoides. Uno de los principales eventos que
se lleva a cabo, entre otros varios, consiste en que la señal de activación es
transmitida por segundos mensajeros en el interior de las células B o T. Dichos
7
mensajeros inducen cambios a nivel del DNA celular y se consideran el agente
encargado de iniciar estas reacciones de señalización que consisten en un
aumento del metabolismo del fosfatidilinositol que es un componente celular
dependiente de GTP (proteína G), tanto en células T como en B. Consecuencia
de dichas reacciones se producen dos mensajeros secundarios, el 1,4,5-
trifosfato de inositol (IP3) y el diacilglicerol (DAG). El IP3 provoca la liberación
del Ca++ almacenado en el interior de la célula, mientras que el DAG activa la
proteincinasa C (PKC). Junto con otras cinasas, la PKC fosforila una serie de
moléculas de superficie, lo que provoca la inducción de algunos factores de
transcripción con la consiguiente activación de determinados genes. Al poco
tiempo del encuentro entre los linfocitos T y el antígeno, se expresan una serie
de moléculas de superficie como gp39, citocinas como IL-2 y receptores para
citocinas. La interacción con IL-2 lleva a la proliferación y maduración de los
linfocitos (Figura 1).
Citoplasma
Núcleo
IP3
mRNA
Moléculas de superficie
DAG
Calcio
PKC
Antígeno
GP39
IL-2
Citoplasma
Núcleo
IP3
mRNA
Moléculas de superficie
DAG
Calcio
PKC
Antígeno
GP39
IL-2 Figura 1. Proceso de activación de células T y B en tejidos linfoides.
8
En las respuestas inmunitarias adaptativas específicas, en las cuales el
reconocimiento de los antígenos es la piedra angular, intervienen dos tipos de
moléculas diferentes: las inmunoglobulinas (Ig) y los receptores de antígeno
(Ag) de las células T (TCR).
Las Ig son un grupo de glicoproteínas que se encuentran presentes en el suero
y en los líquidos tisulares; algunas se encuentran fijas a la superficie de las
células B en donde actúan como receptores de Ag específicos. Otras, los
anticuerpos (Ac), se encuentran en estado libre en la sangre y en la linfa.
La IgA humana tiene dos subclases IgA1 e IgA2, las cuales están dadas por su
variabilidad isotípica. La IgA1 se encuentra presente en suero en un 80%,
mientras que IgA2 está en un 15 a 20% en secreciones mucosas como saliva y
secreciones traqueobronquiales, entre otras. La IgA de secreción (sIgA) es
predominantemente IgA2; es una molécula con un coeficiente de
sedimentación 11S, peso molecular de 380 000 daltons. La molécula completa
está formada por dos unidades de IgA, el componente secretor y una cadena J
La cantidad de IgA2 presente en las secreciones gastrointestinales permite su
cuantificación, particularmente en saliva.
Para que el sistema inmunitario se active y sintetice anticuerpos se requiere de
una serie ordenada de interacciones moleculares y celulares: las células T se
activan al reconocer el antígeno que les presenta una célula presentadora de
antígeno (CPA). Las células Th interaccionan con las células B a través de la
molécula CD40 y su ligando CD40L. Las células B activadas proliferan y se
diferencian, dando lugar a células plasmáticas productoras de anticuerpos;
9
producidos éstos, se desencadenan diversas respuestas inmunitarias en
función del tipo de anticuerpo producido (Figura 2).
ThAPC B
Th
Th2
Activación de las células T, por reconocimiento del
antígeno
Interacción de Th y células B, por medio de CD40 y su
ligando CD40L
Proliferación de células Th
B
B
Proliferación y diferenciación de células B
Células plasmáticas productoras de anticuerpos
Anticuerpos
IL-4, IL-5, IL10, etc.
ThAPC BB
ThTh
Th2Th2
Activación de las células T, por reconocimiento del
antígeno
Interacción de Th y células B, por medio de CD40 y su
ligando CD40L
Proliferación de células Th
BB
BB
Proliferación y diferenciación de células B
Células plasmáticas productoras de anticuerpos
Anticuerpos
IL-4, IL-5, IL10, etc.
Figura 2. Esquema de la respuesta inmunitaria integrada.
Se plantea que en la respuesta inmunitaria in vivo, las células T interaccionan
con las células B e inducen la división y proliferación de estas últimas, las
cuales han sido estimuladas previamente por el contacto directo con el
antígeno a través del BCR. Por otro lado, el antígeno que penetra en el
organismo es procesado por determinadas células y a continuación es
presentado en forma altamente inmunogénica a las células Th. Las células T
no reconocen los mismos determinantes antigénicos que las células B. Las
células T cooperan con las células B adecuadas, estimulándolas a través de
citocinas para que se dividan y diferencien y den lugar a células productoras de
10
anticuerpos. Así pues, los procesos necesarios para que se activen las células
B son: 1) la interacción del antígeno nativo con los BCR y 2) señales
estimulantes procedentes de las células Th que responden al antígeno
procesado unido al CPA (Stites y col, 1996).
Diversos autores (Roitt y col, 1998) afirman que situaciones generadoras de
estrés pueden conducir a la supresión de las funciones inmunitarias. Los dos
mecanismos principales mediante los cuales los acontecimientos que ocurren
en el sistema nervioso pueden modular las respuestas inmunitarias son:
� La mayoría de los tejidos linfoides están inervados directamente por el
sistema simpático, cuyas prolongaciones alcanzan tanto a los vasos
sanguíneos que los atraviesan como a los propios linfocitos.
� El sistema nervioso controla directa o indirectamente la producción de
varias hormonas corticosteroides tales como ACTH y cortisol. Estas hormonas
son liberadas durante situaciones de estrés y poseen propiedades
inmunosupresoras in vivo.
Eje hipotálamo-hipófisis-adrenal en la producción de cortisol.
Cuando el hipotálamo recibe mensajes neurales específicos secreta diversas
hormonas, algunas actúan como factores liberadores, mientras que otras lo
hacen como factores inhibidores, con lo que se garantiza un equilibrio sinérgico
entre las diversas hormonas que se han de secretar para responder a
situaciones específicas; estas hormonas pasan a través de los capilares del
sistema hipotalámico-hipofisiario en el tallo de la hipófisis y llegan a la hipófisis
anterior a través del sistema portal que conecta ambas estructuras. Estas
11
hormonas actúan sobre la síntesis (o inhibición de ella) de otras hormonas que
a su vez son liberadas hacía los órganos blanco, donde afectan la producción
de un tercer grupo de hormonas, que van a tener el efecto metabólico
correspondiente.
Uno de estos factores liberadores hipotalámicos de interés en este estudio, es
la hormona liberadora de corticotropina (CRH), que incrementa la síntesis y
liberación de las hormonas hipofisiarias corticotropina (ACTH), lipotropina
(LPH), estimulante de los melanocitos (MSH) y endorfinas. La ACTH es un
polipéptido de cadena sencilla que consta de 39 aminoácidos que regula el
crecimiento y la función de la corteza suprarrenal al aumentar la síntesis y
liberación de esteroides suprarrenales mediante el aumento de la conversión
del colesterol en pregnenolona.
La corteza suprarrenal sintetiza entre otras, a las hormonas glicocorticoides, las
cuales inician su acción mediante su interacción con los receptores
intracelulares específicos y este complejo se une a regiones específicas del
DNA para regular la expresión génica. Las hormonas de la corteza suprarrenal,
en particular los glicocorticoides, son componente esencial en la adaptación
frente al estrés grave.
En cuanto el cortisol se sintetiza es liberado en el plasma con una periodicidad
que está regulada por el ritmo diurno de liberación de la ACTH; por tanto, los
niveles de cortisol más elevados se observan por la mañana (20 µg/dL una
hora antes de levantarse), presentándose cierta disminución luego de despertar
12
y observando los más bajos niveles al final de la tarde o principio de la noche (5
µg/dL alrededor de la media noche).
Las hormonas glicocorticoides tienen diversos efectos sobre los mecanismos
de defensa del huésped y la respuesta al estrés a través de la supresión de la
respuesta inmunitaria; estos mecanismos se generan gracias a los siguientes
eventos:
� Lisis de linfocitos.
� Disminución del número de leucocitos circulantes y la migración de éstos a
los tejidos.
� Inhibición de la proliferación de fibroblastos.
� Inducción de las lipocortinas, lo cual sucede por inhibición de la fosfolipasa
A2 .
� Disminución en la producción de moléculas antiinflamatorias
(prostaglandinas y leucotrienos).
Una función importante del cortisol es que casi en cualquier tipo de estrés, ya
sea físico o neurógeno, se produce un aumento inmediato y marcado de la
secreción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) por la hipófisis anterior,
seguido en minutos por un gran aumento de la secreción corticosuprarrenal de
cortisol; casi cualquier tipo de estrés físico o mental puede dar lugar en
cuestión de minutos a un gran aumento de la secreción de ACTH y, en
consecuencia, también de cortisol, cuya secreción a menudo aumenta hasta 20
veces.
13
El cortisol deprime el sistema inmunitario, haciendo que se reduzca de manera
marcada la reproducción de los linfocitos. Los linfocitos T resultan
especialmente suprimidos.
Entrenamiento intenso y respuesta hormonal e inmunitaria.
Desde 1983 se propuso un esquema de regulación hormonal durante el
ejercicio físico (Fernández y col, 1992). Este esquema plantea que impulsos
nerviosos procedentes tanto de centros motores como de la zona de trabajo
muscular (por estímulo de receptores de presión, el volumen plasmático,
osmolaridad y temperatura), hacia el sistema nervioso central, provocan una
respuesta simpático suprarrenal e hipofisiaria, que a su vez estimula la
respuesta de células subordinadas (Figura 3).
Hipotálamo (Comando central)
Hipófisis
Glándula suprarrenal
ACTH
CortisolÁcido láctico
CatecolaminasRespuesta rápida
Respuesta mediata
Insulina
Páncreas
Hipotálamo (Comando central)
Hipófisis
Glándula suprarrenal
ACTH
CortisolÁcido láctico
CatecolaminasRespuesta rápida
Respuesta mediata
Insulina
Páncreas
Figura 3. Respuesta humoral al ejercicio físico.
14
Algunos estudios han mostrado que personas que presentan síntomas de
fatiga crónica tienen niveles de cortisol más bajos que los que se encuentran
en la población general (Gaab y col, 2002).
Después de analizar resultados de 73 estudios acerca del ejercicio como
inductor de cambios en el sistema inmunitario se ha concluido que luego de un
ejercicio intenso y de larga duración, la concentración de todas las
subpoblaciones de linfocitos (CD4, CD8, CD19), la función y la actividad de las
células NK (CD16, CD56) y las células B está suprimida e inhibida
respectivamente. Además la producción de IgA secretoria también está
inhibida. Se ha reportado que entre atletas de élite australianos los períodos de
entrenamiento más pesados estuvieron asociados con concentraciones de IgA
salival reducidos (Shephard, 1999).
El estudio de la influencia de la actividad física sobre el sistema inmunitario,
tanto en humanos como en animales (Zelazowska y col,1997), sugiere que
dicha influencia puede estar condicionada por la intensidad y duración del
ejercicio, la forma y condición física del sujeto que lo realiza –sedentarios,
entrenados o de alta competencia- y las condiciones generales en que éste se
lleva a cabo –ámbito social, ecológico, psicológico, etc.-; en la Figura 4 se
muestra un esquema de la respuesta inmunitaria al ejercicio físico.
15
Hipotálamo (Comando central)
Hipófisis
Glándula suprarrenal
ACTH
Catecolaminas
Leucocitosis, con linfocitosis
Aumento de células BAumento de células Tc
Disminuye Relación CD4+/CD8+
¿Función disminuida?
No hay efectos sobre concentraciones de IgA
Aumentan células NK
Aumento de IFNγ
Aumento de IL-1
Hipotálamo (Comando central)
Hipófisis
Glándula suprarrenal
ACTH
Catecolaminas
Leucocitosis, con linfocitosis
Aumento de células BAumento de células Tc
Disminuye Relación CD4+/CD8+
¿Función disminuida?
No hay efectos sobre concentraciones de IgA
Aumentan células NK
Aumento de IFNγ
Aumento de IL-1
Figura 4. Respuesta inmunitaria al ejercicio físico.
Es conocido que el ejercicio induce una leucocitosis inmediata, cuya magnitud
varía con la intensidad y duración del esfuerzo físico. Sin embargo, al finalizar
el ejercicio el número de leucocitos puede variar dependiendo más de la
duración del ejercicio que de la intensidad (Barriga y col, 1992). Diferentes
líneas de investigación han puesto de manifiesto que las catecolaminas y el
cortisol son responsables de la leucocitosis producida por el ejercicio; se
supone que las catecolaminas son las responsables de la primera fase por
provocar una desmarginación de leucocitos, mientras que el cortisol es
responsable de la fase posterior, por provocar la liberación de leucocitos de la
médula ósea (Eliakin y col, 1997).
Varios autores coinciden en señalar que tras la realización del ejercicio el
número de linfocitos aumenta (Villa y col, 1992), sugiriéndose que dicho
aumento se produce a los cinco minutos luego de realizar un ejercicio
submáximo; dicha linfocitosis transitoria alcanza el máximo nivel y se mantiene
16
hasta después de los 15 minutos de haber finalizado el ejercicio, para
descender a valores basales tres horas después. El efecto del ejercicio en el
número total de linfocitos circulantes también afecta a las subpoblaciones de
éstos; se observa incremento en el número absoluto de células de todas las
subpoblaciones, siendo mayor el número de linfocitos B, por lo que la relación
T/B disminuye. Dentro de los linfocitos T, no se alteran por igual los diferentes
tipos. El mayor incremento ocurre en los linfocitos Tc (citotóxicos; CD8+), frente
a los Th (helper/cooperadoras; CD4+), por lo cual la relación CD4+/CD8+
disminuye. Algunos autores asocian la reducción de la relación CD4+/CD8+ con
un fenómeno de inmunosupresión (Shephard y col, 2000), por lo que en
determinadas circunstancias puede aumentar la susceptibilidad a las
infecciones. Se ha observado también que los valores obtenidos en las
diferentes subpoblaciones de linfocitos retornan a los valores basales a los 15 ó
30 minutos de finalizar el ejercicio. Aunque el número de linfocitos en sangre se
incrementa con el ejercicio físico, algunos autores sugieren que su función
puede encontrarse temporalmente disminuida.
En diversos estudios, no se aprecia ninguna variación respecto a la
cuantificación de IgA antes y después de realizar un ejercicio físico (Mackinnon,
2000); no obstante, otros autores (Gleeson y col, 2000) reportan que si bien el
ejercicio moderado ejerce poco o ningún efecto sobre los niveles de sIgA en
suero y mucosas, éstos pueden estar reducidos durante períodos de
entrenamiento intenso en atletas. La concentración de la IgA salival ha
mostrado una disminución aguda después de un ejercicio intenso, mientras que
17
la concentración en reposo es normal o baja en atletas competitivos
comparados con no atletas. A pesar de que está dentro de rangos clínicamente
normales, los niveles de IgA salival son más bajos en nadadores
sobreentrenados comparados con nadadores bien entrenados.
Gleeson y col (2000) encontraron que los niveles de IgA posentrenamiento en
nadadores estuvieron 8.5% más bajos por cada kilómetro adicional de nado por
sesión de entrenamiento y 7.0% más bajo por cada mes adicional de
entrenamiento. Concluyen que la medición de los niveles de IgA durante la
temporada de entrenamiento puede ser predictiva de riesgo de infección en
atletas.
Tanto el ejercicio moderado como el realizado a capacidad aerobia máxima
estimulan la actividad NK inmediatamente después de la finalización del
ejercicio, tanto en personas jóvenes como en viejos (Barriga, 1992). Algunos
autores sostienen que el entrenamiento induce por sí sólo un aumento
importante en la actividad de las células NK. Por otro lado, diferentes autores
argumentan que cuando el ejercicio físico no se realiza a capacidad aerobia
muy alta, no se produce estimulación de las células inmunocompetentes. Sin
embargo, existen investigadores que no coinciden con estas sugerencias,
planteando que el ejercicio máximo de corta o larga duración disminuye la
actividad NK. Sería necesario entonces investigar más estos fenómenos. A
pesar de estas dos posiciones, la mayoría de los investigadores han observado
que tras la realización de ejercicio moderado, se incrementa tanto la actividad
de estas células como su número (Berk y col, 1990; Pedersen y col, 2000).
18
La reactividad endocrina e inmunitaria al ejercicio exhaustivo en bicicleta y la
relación de los síntomas de fatiga o bajo vigor están relacionadas a las
respuestas inducidas por el ejercicio. El estrés físico agudo produce una fuerte
liberación de cortisol y otras hormonas y se incrementa de manera significativa
el número de células CD3+, CD4+, CD16/56+ (células NK) y CD8+. La actividad
de las células NK no aumenta significativamente a pesar del aumento en el
número de ellas (Pompe y col, 2001).
Mackinnon (2000) realizó una revisión reciente de la literatura sobre el efecto
del entrenamiento crónico sobre la función inmunitaria en los humanos,
encontrando que mientras el número de células inmunitarias son generalmente
normales durante un entrenamiento intenso, existen evidencias recientes que
sugieren que períodos de entrenamiento intenso pueden provocar un daño leve
en los parámetros como la función de neutrófilos, niveles de inmunoglobulinas
séricas y de mucosas, concentración de glutamina plasmática y posiblemente
en células citotóxicas (NK), a diferencia de lo que pasa en un entrenamiento
moderado en donde no hay efecto o bien puede estimular dichos parámetros
inmunitarios. El autor concluye que mientras el atleta no sea clínicamente
deficiente inmune, es posible que la combinación de pequeños cambios en
varios parámetros inmunitarios pueda comprometer su resistencia a
enfermedades menores como infecciones de tracto respiratorio alto.
Fármacos moduladores de la respuesta inmunitaria.
Los fármacos con capacidad de interacción con el sistema inmunitario se
denominan moduladores de la respuesta biológica. Dentro de éstos se incluyen
19
fármacos con capacidad reguladora sobre distintos componentes del sistema
inmunitario. Los moduladores de la respuesta biológica inducen los niveles
funcionales de homeostasis del sistema inmunitario; actúan al normalizar
aquellos parámetros que se encuentran incrementados o se manifiestan de
manera excesiva en el individuo o aumentan los que se encuentren
disminuidos o defectuosos.
Entre los moduladores de la respuesta biológica, con capacidad de modular la
función de las células del sistema inmunitario, destaca el Glicofosfopeptical
(Alvarez de Mon y cols, 2002; Andrómaco: Inmunol, 2000), inmunomodulador
con amplia actividad biológica cuyas principales dianas son las células
accesorias y fagocíticas, las células NK y los linfocitos T. Posee una actividad
dual sobre las células del sistema monocito-macrófago, con función de
agonista parcial. Este fármaco es capaz de desensibilizar a los monocitos
activados de forma reiterada por señales de activación proinflamatoria,
inhibiendo la exagerada producción de factor de necrosis tumoral alfa e
interleucina 1 (IL-1), en tanto que conserva la de interleucina 6 (IL-6).
La actividad moduladora sobre las células del sistema monocito-macrófago
aparece asociada a un efecto inductor de las células NK. EL glicofosfopeptical
posee capacidad de restaurar y normalizar funciones reguladoras efectoras de
distintos compartimentos inmunológicos con especial énfasis en monocitos y
células NK y con resultados subsidiarios en los linfocitos T.
El Glicofosfopeptical (Inmunol) está constituido por un componente orgánico
(Gp) consistente en el polisacárido de origen fúngico (Cándida utilis) unido no
20
covalentemente a una proteína de origen vegetal y adsorbidos ambos en una
matriz inorgánica de fosfato-sulfato-cálcico. El componente orgánico constituye
el principio activo del fármaco cuya composición química se muestra en el
Cuadro 1.
Cuadro 1. Composición química del glicofosfopeptical.Componente Origen biológico % Estructura
Polisacárido Cándida utilis 1.5 Glicomanano α 1-6, 1,2 PM 150,103
ProteínaSemillas no germinadas de Ricinus communis
0.3Heterodímero, PM 11,103Rico en glutaminaDos puentes disulfuro
Matriz orgánica 98.2 (CaSO4. 2H2O)2 (CaHPO4. 2H2 O)5
La matriz inorgánica se solubiliza completamente en el medio ácido estomacal,
liberando de esa manera el componente orgánico en aproximadamente media
hora; sólo el 5% del total de la dosis es absorbido y pasa a torrente sanguíneo,
el resto es eliminado por heces. El GF actúa a través del tejido linfoide y
macrófago asociado al intestino, activando y logrando modificar los
mecanismos reguladores que sinergizan o antagonizan para mantener la
fisiología inmunitaria y hematopoyética. Tiene efecto sobre los mecanismos
celulares efectores implicados en la resistencia antiinfecciosa y antitumoral:
polimorfonucleares, sistema monocito-macrófago y células NK, así como sobre
la producción de citocinas endógenas (IL) y factor de necrosis tumoral (TNF),
en consecuencia también estimula el sistema de complemento.
El glicofosfopeptical regula la producción de citocinas endógenas, inhibe
parcialmente la producción de TNF en animales tratados con endotoxinas
21
(Alonso y col, 1989), incrementa la producción precoz de interferón, de manera
significativa pero no excesiva sino más bien hasta sus niveles fisiológicos
(Moya y col, 1978) y modula la producción de citocinas reguladoras
inmunopoyéticas IL-1 y CSFs.
El Glicofosfopeptical, además, incrementa la producción de inmunoglobulinas
en humanos. No es un inductor inmunológico per se, sino que actúa como
segunda señal, amplificando o suprimiendo aquellas funciones que el propio
organismo pone en juego en su lucha frente a la infección u otros procesos de
estrés biológico. Así pues, Glicofosfopeptical respeta la integridad funcional de
la respuesta biológica defensiva del huésped, lo que evita efectos tóxicos
indeseables provocados por la regulación del sistema inmunológico.
Su actuación sistémica es debida a la acción de factores reguladores
inmunitarios liberados en el curso del contacto del fármaco con el macrófago.
Actúa como segunda señal en la inducción de interferones endógenos, es decir
citocinas endógenas reguladoras de diferentes mecanismos defensivos
celulares (Villarrubia y col, 1988); también actúa sobre la capacidad de
renovación hematopoyética y los mecanismos que la controlan; la mayoría de
las células encargadas de la defensa se originan en la médula ósea como
consecuencia de procesos de proliferación y maduración de células
progenitoras hematopoyéticas (Chertkow, 1986).
La mayoría de los estudios clínicos realizados en España, Italia, Suiza,
Alemania y México, acerca de los efectos del Glicofosfopeptical sobre patología
infecciosa recidivante, expresan resultados en términos de reducción en el
22
número de recidivas (Mozota y col, 1985), disminución en la intensidad de
signos y síntomas (Hotzinger, 1988) y por tanto menor necesidad de
tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios. Se ha reportado, además,
reducción significativa del número de recaídas agudas en pacientes tratados
con Glicofosfopeptical respecto a otro grupo de pacientes al que se le
administró placebo; disminución significativa en la duración del tratamiento
antibiótico en el grupo tratado con el fármaco y disminución significativa en la
duración de la sintomatología dolorosa (Andrómaco, Inmunol, 2000)
Por lo que se refiere a la tolerancia y efectos adversos a la administración de
Glicofosfopeptical, se ha observado que de un total de 454 pacientes
controlados en diferentes ensayos clínicos, solamente dos pacientes
manifestaron intolerancia digestiva y rash cutáneo resuelto favorablemente en
breve tiempo. En cuanto a los valores de frecuencia cardiaca y tensión arterial
no hay reporte de modificaciones. Las pruebas de funcionamiento hepático
señalan un posible efecto protector del Glicofosfopeptical. Desde 1987 en que
se introdujo el fármaco al mercado mexicano, hasta 1999, el laboratorio
farmacéutico reporta la no detección de reacciones adversas.
La dosis en adultos es de dos cápsulas de 500 mg tres veces al día, por vía
oral.
23
Justificación.
En México, la atención a la salud y desarrollo integral armónico de los
deportistas en general y de élite en particular, se conduce de manera
predominante con criterios asistencialistas y empiristas; se atiende el daño,
pero no se previene; se somete a esfuerzo intenso y por largos períodos y no
se previenen las consecuencias en la salud física y psicológica.
No existe una actitud científico-técnica sólida que posibilite la comprensión,
explicación y atención de las modificaciones fisiológicas y fisiopatológicas que
se desencadenan en los atletas como consecuencia de las cargas de trabajo
físico y psicológico a las que son sometidos.
Las acciones que se aplican a los atletas no se sustentan de manera
sistemática en el conocimiento científicamente comprobado, lo cual en
ocasiones se expresa en alteraciones orgánicas y/o psicológicas que afectan la
salud y el desempeño deportivo de los atletas, sobre todo en etapas de fuerte
entrenamiento físico y estrés psicológico a los que se someten en etapas de
precompetencia-competencia.
La investigación en Medicina del Deporte en México, se orienta de manera
fundamental a cuestiones biotipológicas o antropométricas; en el ámbito de la
inmunología del esfuerzo físico y de la inmunofarmacología, la investigación en
nuestro país, es escasa; algunos estudios se han realizado en situación de
laboratorio y pocos en atletas de élite.
24
No se encuentran reportes de investigaciones sobre el efecto de algún fármaco
en la modulación de la respuesta inmunitaria en atletas de élite durante el
desarrollo de su programa de entrenamiento en etapa competitiva.
En otros países se ha realizado un número importante de investigaciones que
pretenden ampliar el conocimiento acerca de la relación existente entre el
ejercicio físico intenso, frecuente y de larga duración, la respuesta inmunitaria y
la presencia de infecciones principalmente virales del tracto respiratorio alto y
en muy escaso número sobre fármacos que refuercen el sistema inmunitario de
atletas sometidos a largos e intensos entrenamientos y competiciones; se ha
logrado establecer que el ejercicio de larga duración y el entrenamiento diario
intenso, conducen a un incremento en la susceptibilidad a las infecciones.
Como se ve, existe la necesidad de controlar la posible inmunosupresión que
se presente con el ejercicio intenso y prevenir la presencia de infecciones que
afecten el desempeño deportivo armónico y saludable.
En este sentido, se sabe que existen diversos fármacos con capacidad de
interacción con el sistema inmunitario, los que genéricamente se denominan
moduladores de la respuesta biológica. Dentro de éstos se incluyen fármacos
con capacidad reguladora sobre distintos componentes del sistema inmunitario.
Los moduladores de la respuesta biológica inducen los niveles funcionales de
homeostasis del sistema inmunitario; actúan al normalizar aquellos parámetros
que se encuentran incrementados o se manifiestan de manera excesiva en el
individuo o aumentan los que se encuentren disminuidos o defectuosos.
25
Uno de esos fármacos es el Glicofosfopeptical, que administrado a dosis
terapéuticas establecidas, debería modificar la cuenta linfocitaria y los niveles
de IgA salival en atletas de élite (clavadistas de la selección nacional) durante
su etapa de entrenamiento intenso.
Por tanto se considera importante y trascendente realizar este estudio, el cual
generará información importante para apoyar el desempeño deportivo
saludable y armónico de atletas de élite, a través de entender los posibles
mecanismos involucrados en la inmunosupresión provocada por el ejercicio y
entrenamiento intensos, cuando ésta se presenta. Así mismo, abrir esta área
del conocimiento para la Medicina del Deporte en México e impulsar el
desarrollo de la investigación clínica en el ámbito deportivo.
26
Objetivos.
General.
Evaluar el efecto del glicofosfopeptical (GF) en la cuenta de linfocitos en sangre
periférica y en los niveles de inmunoglobulina A (IgA) salival de atletas de élite
durante la fase de entrenamiento intenso y competiciones.
Específicos.
Evaluar los cambios en:
1. Cortisol plasmático.
2. IgA salival.
3. Linfocitos TCD4+, TCD8+ en sangre periférica.
4. Células NK (CD16+/CD56+) en sangre periférica.
5. Linfocitos B (CD19+) en sangre periférica.
6. Relación CD4+/CD8+.
27
Materiales y métodos.
Se realizó un estudio clínico, controlado, aleatorizado, doble ciego, en 24
atletas integrantes de la selección nacional de clavados, 12 mujeres y 12
hombres, los cuales fueron distribuidos de manera aleatoria en dos grupos de
doce integrantes cada uno.
A un grupo se le administró glicofosfopeptical (GF) en dosis de 3 gramos
diarios en cápsulas de 500 mg dividido en tres tomas, durante 15 días; al otro
grupo se le administraron 6 cápsulas diarias similares a las del fármaco
divididas en tres tomas, durante 15 días.
Se realizaron tres mediciones de cortisol en plasma, linfocitos en sangre
periférica y sIgA en saliva. La primera medición se realizó antes de iniciar la
administración del fármaco o del placebo, a la cual se le denominó medición
basal (cero días), la siguiente medición a los 21 días (primera medición) y la
tercera, 150 días después (segunda medición).
Se aplicaron tres cuestionarios con el objeto de recabar datos sobre edad,
género, historia deportiva como seleccionado: años de entrenar como
seleccionado y número de días y horas de entrenamiento a la semana;
antecedentes y situación actual de salud, orientados sobre todo a detectar
signos y síntomas de infecciones agudas y/o crónicas, alergias y consumo de
medicamentos modificadores de la respuesta inmunitaria. Además se realizó la
toma de peso, estatura e índice de masa corporal. Los cuestionarios se
aplicaron durante el tiempo en que se realizaron las tomas de muestras de
sangre y de saliva.
28
Las muestras se tomaron entre 9 y 10 de la mañana o por la tarde entre las 15
y 16 horas, dependiendo de la disponibilidad de tiempo de los atletas. Las
muestras se dispusieron en recipientes con bolsas refrigerantes y se
trasladaron a los laboratorios para su procesamiento.
Obtención y procesamiento de muestras de sangre periférica.
Se citó a los atletas en el Comité Olímpico Mexicano en los horarios de
entrenamiento; se extrajeron de la vena cubital 7 mL de sangre que se depositó
en un tubo vacutainer de 7 mL para pruebas de hematología con EDTA - K3,
(BD, San José, CA). El tubo con la sangre se agitó suavemente, se depositó en
un recipiente con refrigerante y se trasladó al laboratorio; las muestras se
dejaron a que alcanzaran la temperatura ambiente.
Determinación de subpoblaciones linfocitarias.
La cuenta de linfocitos se realizó en un citómetro de flujo FACSCalibur ( Becton
Dickinson). Los reactivos y materiales utilizados para el recuento absoluto de
células fueron los siguientes:
CD3-FITC/CD16 + CD56-PE/CD45-PerCP/CD19-APC with TruCount tubes
(BD); CD3-FITC/CD8- PE/CD45-PerCP/CD4-APC with TruCount tubes (BD);
tubos TruCount; solución lisante FACS (10X); agua desionizada; agitador
vortex y micropipetas con puntas.
Se depositaron 20 µL de cada una de las mezclas de los conjugados el fondo
de los tubos, justo encima del retenedor de acero inoxidable, sin tocar el
sedimento del tubo. A cada tubo se agregaron 50 µL de sangre entera
anticoagulada bien mezclada, en el fondo del tubo. Los tubos se taparon y se
29
agitaron suavemente en el Vortex. Se incubaron 15 minutos en la oscuridad a
temperatura ambiente.
Posteriormente se añadieron 450 µL de solución de lisis (Becton Dickinson)
según el instructivo del fabricante. Los tubos se agitaron en el Vortex y se
incubaron 12 minutos en la oscuridad a temperatura ambiente (20 o a 25 o ). En
este momento las muestras estuvieron listas para su análisis en el citómetro.
Se adquirieron 2, 500 eventos CD45 ++++ a partir de una región R1 en la gráfica de
puntos de PerCP vs SSC.
Cálculo del número de células por µµµµL de muestra de sangre.
En la gráfica de FITC vs PE se hizo una región alrededor de las perlas
contenidas en el tubo TruCount (R2). Se realizó una tercera gráfica de puntos
de PE vs APC y se hicieron regiones para cada una de las estirpes celulares
(R3, R4, etc).
De las tres gráficas de puntos producidas en el citómetro, se tomó el número
de eventos de cada una de las regiones y cuadrantes para determinar el
número de células/µL, según la siguiente fórmula:
muestradeLlotedelperlasde.No
µ X
perlaslasdeeventosde.Noerésintdecélulaslasdeeventosde.No
= No. de
células/µL de sangre.
Como puede verse en la Figura 5, sustituyendo los valores se tiene lo siguiente:
54.1013=muestradeL50
67750µ
; por lo tanto 97.367=54.1013X)2R(942)3R(342
Así, el número de células B por µL de sangre es 367.97 ≈ 368
30
31
Los datos obtenidos fueron integrados a la base de datos del estudio para cada
individuo, en cada medición para su análisis estadístico posterior.
Medición de cortisol en plasma.
Para medir la concentración de cortisol plasmático, el resto de la muestra de
sangre se sedimentó, se separó el plasma del paquete celular y se almacenó a
menos 70 o C hasta su análisis inmunoquímico.
Se utilizó el kit de inmunoensayo (EIA) ACTIVE CORTISOL EIA DSL–10 –
2000, (Diagnostic Systems Laboratories, Inc.). El procedimiento sigue los
principios básicos de un inmunoensayo enzimático donde se establece una
competencia entre un antígeno no marcado y un antígeno marcado con enzima
para un número determinado de sitios de unión de anticuerpos. La cantidad de
antígeno marcado con enzima, unido al anticuerpo, es inversamente
proporcional a la concentración de la enzima no marcada.
Todos los reactivos permanecieron en refrigeración (2 a 8oC) y las muestras de
plasma (-70oC) se llevaron a temperatura ambiente. Estándares, controles y
muestras fueron ensayadas por duplicado conforme al siguiente procedimiento:
1. Se marcaron las tiras de poliestireno.
2. Se preparó la solución de lavado.
3. Se preparó la solución de enzima conjugada.
4. Se pipetearon 25 µL de soluciones estándar, control y muestra de plasma
en el pozo correspondiente.
5. Se agregaron 100 µL de solución de enzima conjugada en cada pozo, se
taparon y se dejaron así durante 10 segundos.
32
6. Se agregaron 100 µL de antisuero cortisol a cada pozo.
7. Se incubaron los pozos a temperatura ambiente, sobre un agitador de 500 a
700 rpm durante 45 minutos.
8. Se lavó cada pozo cinco veces con la solución de lavado y se escurrió la
placa invirtiéndola sobre papel absorbente.
9. Se agregaron 100 µL de solución cromógena TMB a cada pozo.
10.Se incubaron los pozos a temperatura ambiente durante 15 minutos.
11.Se agregaron 100 µL de solución inhibidora a cada pozo.
12.Se mezcló la placa durante 5 a 10 segundos.
13.Pasados 30 minutos se leyó la absorbancia a 415 nm, con una corrección
de longitud de onda de 655 nm
Para el cálculo de resultados se procedió de la siguiente manera:
• Se calculó la media de absorbancia para los estándares, controles y
muestras.
• Se construyó una curva estándar con los datos de absorbancia obtenidos
para cada una de las concentraciones de cortisol contenida en los viales.
• Se determinaron las concentraciones de cortisol de los controles y las
muestras a partir de la curva estándar, por apareamiento de sus promedios
de absorbancia con las correspondientes concentraciones de cortisol,
utilizando la función lineal: y = bx + a
Los datos obtenidos fueron integrados a la base de datos del estudio para su
análisis estadístico posterior.
33
Evaluación de sIgA en saliva.
Para obtener las muestras de saliva se entregó a cada atleta un frasco cónico,
de plástico, graduado en mL y esterilizado, en el que se solicitó depositaran 5
mL de saliva. Para estimular la producción de saliva se entregó a cada atleta
una porción de papel Parafilm "M" Laboratory Film (American National Can TM
Greenwich).
Las muestras se depositaron en un recipiente con bolsas de refrigerante y se
trasladaron al laboratorio, donde se agregó azida de sodio y se almacenaron a
- 70° C, hasta su análisis.
La cuantificación de IgA se realizó por el método de ELISA previamente
estandarizado. Se utilizaron anticuerpos de conejo anti IgA-humana a una
dilución 1:400; junto con regulador de recubrimiento (carbonato-bicarbonato:
150 µL en 15 mL de carbonatos) para forrar la placa y se incubó a 4°C durante
18 horas; en seguida se lavó la placa tres veces con PBS-T y tres veces con
PBS 1X. Se bloqueó con caseína al 1% y se incubó a 37°C durante una hora;
posteriormente se lavó dos veces con PBS-T y dos veces con PBS IX.
Enseguida se depositaron 50 µL de la muestra de saliva diluida 1:2; para el
blanco se utilizaron 100 µL de PBS; se forró la placa con 50 µL de PBS 1X y se
incubó a 4°C durante 18 horas; enseguida se lavó cinco veces con PBS-T y
cinco veces con PBS 1X.
Se aplicó un segundo anticuerpo anti IgA humana conjugada a peroxidasa
(PO− ) a una dilución 1:2000 en PBS más leche descremada al 5% y se incubó
durante una hora 30 minutos a 37oC, enseguida se lavó tres veces con PBS-T
34
y tres con PBS IX; posteriormente se puso en toda la caja 100 µL de solución
del sustrato (pH: 5) y se dejó a temperatura ambiente durante 30 minutos,
después de lo cual se paró la reacción con H2SO4 y se leyó en el lector de
ELISA (BIO – RAD Benchmark) a 490 nm.
Para calcular las concentraciones de IgA en cada una de las muestras de
saliva, se construyó una curva estándar a partir de datos obtenidos de las
lecturas de absorbancia correspondientes a las concentraciones de IgA
humana de 10, 5, 2.5, 1.25, 0.625 y 0.3125 µg/mL.
Para calcular las concentraciones de IgA de cada muestra se utilizó la función
lineal: y = bx + a
Los datos obtenidos (concentraciones de IgA en cada muestra) fueron
integrados en la base de datos de este estudio.
Análisis estadístico
Se usó la prueba de t-Student para la comparación entre los dos grupos; la
prueba de diferencia de proporciones para variables cualitativas; la prueba t-
pareada; ANOVA para comparación entre las tres mediciones; la prueba de
correlación de Pearson y las pruebas exacta de Fisher para muestras
pequeñas y ANOVA bifactorial.
35
Resultados.
Como se mencionó en el capítulo anterior, el conjunto de atletas en estudio se
distribuyó de manera aleatoria en dos grupos de 12 elementos cada uno. La
distribución por género (Tabla 1) en el grupo al que se le administró fármaco
fue de cinco hombres (41.6%) y siete mujeres (58.45); el grupo placebo quedó
constituido por siete hombres (58.4%) y cinco mujeres (41.6%), sin mostrar
diferencia significativa en ninguno de los dos casos (P = 0.51)
El promedio de edad fue de 18 años para el grupo de atletas que recibió
Glicofosfopeptical (GF) y de 18.5 años para el grupo Placebo (P), sin encontrar
diferencia significativa entre ambos grupos (P = 0.783), como se muestra en la
Tabla 1; en las variables antropométricas peso (53.67 vs 55.83 Kg), estatura
(1.59 vs 1.62 m) e índice de masa corporal (21.01 vs 21.10 Kg/m2) tampoco se
observaron diferencias significativas de promedio entre grupos y el valor de
estas variables es característico del grupo en estudio: atletas jóvenes.
Con relación a la historia deportiva de los atletas, si bien se observaron
diferencias en los valores promedio de las variables tiempo de haber sido
seleccionado (2.75 vs 4.67 años) y el tiempo de practicar el deporte de los
clavados (7.33 vs 9.58 años), éstas no mostraron diferencias estadísticas
significativas (P = 0.123 y 0.152, respectivamente), lo que sugiere
homogeneidad en los grupos al comienzo del estudio (Tabla 1).
36
Tabla 1. Características antropométricas y de carga de trabajo de los atletas que integraron el estudio, por tipo de tratamientos.
Variable Glicofosfopeptical Placebo Valor PRazón de género n = 12 n = 12
Masculino/Femenino 5/7 7/5 0.511
Edad (años) 18.00 ± 5.08 18.58 ± 5.16 0.7832
Peso (Kg) 53.67 ± 6.70 55.83 ± 8.28 0.4892
Talla (m) 1.59 ± .05 1.62 ± .06 0.2762
IMC (Kg/m2) 21.01 ± 1.59 21.10 ± 1.98 0.9092
Tiempo de seleccionado(años) 2.75 ± 1.54 4.67 ± 3.75 0.1232
Tiempo de practicar clavados (años) 7.33 ± 3.14 9.58 ± 4.19 0.1522
Tiempo de entrenamiento(días a la semana) 5.67 ± .49 5.42 ± .51 0.2372
Tiempo de entrenamiento (horas al día) 5.17 ± .72 4.83 ± .72 0.2682
1. Prueba de diferencia de proporciones.2. Valor P calculado por la prueba t-Student, comparación entre los dos grupos.IMC: Índice de Masa Corporal (Kg/m2)
Se realizó el análisis estadístico del patrón de comportamiento de las
subpoblaciones celulares en estudio, de la sIgA y del cortisol en cada una de
las tres mediciones. En general el análisis estadístico descriptivo mostró
diferencias en los promedios de las variables observadas en cada uno de los
grupos y en cada medición (basal, primera y segunda); las diferencias
estadísticas fueron observadas en los niveles de sIgA y de cortisol plasmático
en el grupo tratado con Glicofosfopeptical (P < 0.001 y P < 0.049,
respectivamente). Sin embargo los niveles de sIgA determinados en el grupo
control sugieren que los atletas que integraron este grupo no tenían la misma
37
carga de trabajo previo a la etapa de entrenamiento intenso (Tabla 2 y Gráfica
1 a 8).
La medición basal (tiempo 0), realizada antes de la administración del
Glicofosfopeptical y del Placebo, mostró que los atletas de ambos grupos
iniciaron en condiciones inmunitarias (celular y humoral) y hormonales (cortisol)
de manera diferente, pero sin diferencias estadísticas significativas (P > 0.05).
El grupo tratado con Glicofosfopeptical mostró ligero aumento de los promedios
en las subpoblaciones de linfocitos B CD19+ (354.3 ± 121.9 vs 346.9 ± 145.9
células/µL) en la razón CD4+/CD8+ (1.24 ± 0.56 vs 1.20 ± 0.42) y en cortisol
(2.88 ± 0.54 vs 2.71 ± 0.70) al comienzo del estudio; mientras que el grupo al
que se administró Placebo presentó mejores promedios en las subpoblaciones
de linfocitos T CD3+ (1,470.4 ± 421.7 vs 1,419.1 ± 324.6 células/µL), CD4+
(952.4 ± 253.6 vs 899.0 ± 268.2 células/µL), CD8+ (861.6 ± 345.8 vs 806.4 ±
309.5 células/µL) y células asesinas naturales (605.2 ± 286.1 vs 580.7 ± 209.0).
Cabe señalar que ambos grupos iniciaron con concentraciones de sIgA de 9.82
± 0.52 y 9.82 ± 0.44 µg/mL, respectivamente.
Una vez transcurridos los 21 días postratamiento (Tabla 2), la primera
evaluación mostró cierta variación en los promedios de las subpoblaciones
celulares analizadas y en las concentraciones de sIgA y cortisol; esta medición
es clave para identificar si hubo variación en el número de células de cada
subpoblación y en las concentraciones de sIgA y cortisol y si esta variación se
debe al efecto del fármaco.
38
Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.Variable Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días) P1
Linfocitos T CD3+ (células/µL)2 0.742 0.922 0.855Glicofosfopeptical 1,419.17 ± 324.66 1,744.56 ± 512.07 1,521.36 ± 529.59 0.281Placebo 1,470.42 ± 421.79 1,768.55 ± 571.05 1,566.67 ± 553.60 0.384
Linfocitos T CD4+ (células/µL) 2 0.621 0.950 0.701Glicofosfopeptical 899.00 ± 268.20 905.22 ± 370.18 824.18 ± 253.43 0.781Placebo 952.42 ± 253.64 895.60 ± 267.38 877.11 ± 334.31 0.814
Linfocitos T CD8+ (células/µL) 2 0.684 0.792 0.553Glicofosfopeptical 806.42 ± 309.51 868.44 ± 498.71 748.00 ± 217.12 0.745Placebo 861.67 ± 345.82 812.73 ± 415.65 841.33 ± 414.37 0.956
Relación CD4+/CD8+2 0.868 0.655 0.788Glicofosfopeptical 1.24 ± 0.56 1.28 ± .80 1.12 ± .29 0.809Placebo 1.20 ± 0.42 1.15 ± .37 1.17 ± .50 0.953
Linfocitos B CD19+ (células/µL) 2 0.894 0.482 0.334Glicofosfopeptical 354.33 ± 121.97 509.44 ± 134.92 339.55 ± 147.68 0.496Placebo 346.92 ± 145.73 454.10 ± 196.99 285.33 ± 94.31 0.062
Células NK (células/µL) 2 0.813 0.323 0.622Glicofosfopeptical 580.75 ± 209.03 570.22 ± 159.64 572.73 ± 226.54 0.992Placebo 605.25 ± 286.14 699.27 ± 379.04 515.33 ± 274.54 0.446
sIgA en saliva (µg/mL) 2 1.00 0.651 0.123Glicofosfopeptical 9.82 ± 0.52 10.63 ± 0.49 13.96 ± 1.29 0.001Placebo 9.82 ± 0.44 10.79 ± 1.05 13.27 ± .45 0.001
Cortisol plasmático, 6553 (µg/dL) 2 0.607 0.470 0.162Glicofosfopeptical 2.88 ± 0.54 2.16 ± 1.38 3.09 ± .26 0.049Placebo 2.71 ± 0.70 2.45 ± 0.70 3.02 ± .13 0.151
1. ANOVA2. Prueba t-Student, comparación entre los dos grupos de tratamiento; Glicofosfopeptical vs Placebo.3. Corrección de longitud de onda en nanómetros.
39
Los atletas a quienes se les administró Glicofosfopeptical, comparados con los
atletas a quienes se les administró Placebo, presentaron medias mayores en
las células T (CD4+, CD8+), razón CD4+/CD8+ y linfocitos B CD19+ y menores
en células T CD3+, NK, sIgA y cortisol, pero no hubo diferencia significativa
entre grupos, aunque sí al realizar el análisis de varianza entre las tres
mediciones para sIgA (P = 0.001 en ambos grupos) y cortisol (P = 0.049 sólo
para el grupo que recibió Glicofosfopeptical). En conjunto, el comportamiento
de las subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol en ambos grupos, presentó una
imagen en espejo: las medias mayores del grupo con fármaco, se
corresponden con las medias menores del grupo placebo.
A pesar de las diferencias entre las medias de los grupos celulares, sIgA y
cortisol entre ambos grupos, no se obtuvieron evidencias que indiquen
interacción significativa entre el Glicofosfopeptical y las modificaciones en los
grupos celulares, sIgA y cortisol.
Sin embargo, aquí habría que poner atención en el papel que juega cada tipo
de células en la activación de la respuesta inmunitaria y analizar si las que
presentan magnitudes mayores en sus medias, son las más importantes para
el caso concreto del estudio.
Podría sugerirse que la acción del Glicofosfopeptical se manifiesta en el
incremento de las células T (CD4+, CD8+), razón CD4+/CD8+ y linfocitos B
CD19+
Al analizar los datos obtenidos en la segunda medición (150 días) en ambos
grupos (Tabla 2), nuevamente se observó la imagen en espejo descrita para la
40
primera medición. En el grupo con Glicofosfopeptical, respecto al grupo con
Placebo, las células que presentaron una magnitud mayor en sus medias
fueron los linfocitos B CD19+, células NK, sIgA y cortisol; resalta que todas las
subpoblaciones de células T (CD3+, CD4+, CD8+) y razón CD4+/CD8+
presentaron medias menores que las del grupo que recibió Placebo.
El análisis comparativo del comportamiento de las subpoblaciones celulares,
sIgA y cortisol entre ambos grupos y en cada una de las mediciones permite
identificar el proceso en su conjunto, es decir cómo se desempeñan estos
elementos con la acción del Glicofosfopeptical.
Al realizar un análisis de conjunto de todos los datos integrados por grupo de
tratamiento y tiempo de medición es posible identificar qué grupos celulares se
comportan dentro de la lógica de la respuesta inmunitaria ante la presencia de
un inmunógeno, en este caso el Glicofosfopeptical. Así, el patrón de
comportamiento de las subpoblaciones celulares en el grupo con
Glicofosfopeptical se caracterizó por un incremento en la media de células de
cada grupo en la primera medición y un decremento en la segunda.
En el grupo tratado con Glicofosfopeptical todas las subpoblaciones celulares
incrementaron en la primera medición y disminuyeron en la segunda, con
excepción de las células NK, que bajaron en la primera e incrementaron en la
segunda; sin embargo, la magnitud de la disminución en la mayoría de los
casos estuvo por debajo de los niveles basales de los cuales partió, lo que
parece demostrar el efecto del fármaco.
41
En contraste, la concentración de sIgA presentó diferencias estadísticamente
significativas entre las tres mediciones (P < 0.001); sin embargo, el grupo de
atletas que recibió Placebo también presentó incrementos en la misma
magnitud.
En cambio, el cortisol presentó una dinámica inversa a la del conteo de células:
disminuyó en la primera medición y aumentó en la segunda, incluso a niveles
por arriba de los basales. La diferencia fue estadísticamente significativa (P =
0.049), sólo en el grupo que recibió Glicofosfopeptical, lo cual pudiera ser
atribuido a la acción del fármaco.
En el grupo con Placebo se observaron irregularidades en el comportamiento
del conteo celular sobre todo en las subpoblaciones de linfocitos T. Las células
CD4+ mantuvieron una tendencia descendente durante todo el período de
estudio, mientras que las CD8+ y la razón CD4+/CD8+ disminuyeron en la
primera medición y se recuperaron ligeramente en la segunda. Los linfocitos B
y las células NK, si bien aumentaron en la primera medición, disminuyeron muy
por debajo de los niveles basales en la segunda. La sIgA presentó diferencias
estadísticamente significativas respecto al tiempo de medición (P = 0.001), pero
no respecto al tratamiento, ya que dicha diferencia fue igual en ambos grupos.
La regularidad en el incremento de las medias en la mayoría de las
subpoblaciones celulares en la primera medición del grupo que recibió
Glicofosfopeptical, podría ser indicativo de activación de la respuesta
inmunitaria por efecto del fármaco, mientras que la disminución de dichas
medias en la segunda medición a niveles todavía más elevados que los
42
basales, podría ser indicio de un proceso de modulación de dicha respuesta;
este fenómeno fue diferente en el grupo que recibió Placebo y no obstante la
ausencia de diferencias contundentes, esto puede ser indicativo de un efecto
favorable del Glicofosfopeptical sobre la modulación de la respuesta
inmunitaria.
En las Gráficas 1 a 8 se presentan los valores agrupados, con la mediana y los
datos comprendidos entre el 25 y 75% (caja), los que se encuentran entre el 5
y 25% en el extremo inferior y entre el 75 y 95% en el extremo superior
(bigote), así como los puntos muestrales que se encuentran en los valores
extremos a las percentilas 5 y 95, en este caso representados por un círculo en
negro.
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
Cél
ulas
CD
3+ /µL
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
Glicofosfopeptical Placebo
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
Cél
ulas
CD
3+ /µL
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
Glicofosfopeptical PlaceboGráfica 1. Linfocitos T CD3+, por tipo de tratamiento y tiempo de medición.
Fuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
43
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
Glicofosfopeptical Placebo
Cél
ulas
CD
4+ /µL
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
Glicofosfopeptical Placebo
Cél
ulas
CD
4+ /µL
Cél
ulas
CD
4+ /µL
Gráfica 2. Linfocitos T CD4+ por tipo de tratamiento y tiempo de medición.Fuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
500
1000
1500
2000
2500
Glicofosfopeptical Placebo
Cél
ulas
CD
8+/µ
L
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
500
1000
1500
2000
2500
Glicofosfopeptical Placebo
Cél
ulas
CD
8+/µ
LC
élul
as C
D8+
/µL
Gráfica 3. Linfocitos CD8+ por tipo de tratamiento y tiempo de medición.Fuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
44
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
Glicofosfopeptical Placebo
Rel
ació
n C
D4+ /
CD
8+
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
Glicofosfopeptical Placebo
Rel
ació
n C
D4+ /
CD
8+
Gráfica 4. Relación CD4+/CD8+ por tipo de tratamiento y tiempo de medición.Fuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
Glicofosfopeptical Placebo
Cél
ulas
CD
19+ /µ
L
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
Glicofosfopeptical Placebo
Cél
ulas
CD
19+ /µ
LC
élul
as C
D19
+ /µL
Gráfica 5. Linfocitos B CD19+, por tipo de tratamiento y tiempo de mediciónFuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
45
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
Cél
ulas
NK
/µL
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
Glicofosfopeptical Placebo
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
Cél
ulas
NK
/µL
Cél
ulas
NK
/µL
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
Glicofosfopeptical PlaceboGráfica 6. Células NK, por tipo de tratamiento y tiempo de medición
Fuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
sIgA
g/m
L
4
6
8
10
12
14
16
18
Glicofosfopeptical Placebo
µ
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
sIgA
g/m
L
4
6
8
10
12
14
16
18
Glicofosfopeptical Placebo
µ
Gráfica 7. sIgA, por tipo de tratamiento y tiempo de mediciónFuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
46
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
Cor
tisolµ
g/dL
0
1
2
3
4
5
Glicofosfopeptical Placebo
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
Cor
tisolµ
g/dL
Cor
tisolµ
g/dL
0
1
2
3
4
5
Glicofosfopeptical Placebo
Gráfica 8. Cortisol, por tipo de tratamiento y tiempo de mediciónFuente: Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento.
Para complementar el análisis estadístico de los datos se aplicó la prueba t
para muestras pareadas, con el propósito de identificar las diferencias entre
cada uno de los momentos en que se realizaron las determinaciones. Para el
caso de las diferencias entre la medición basal y la primera determinación, es
decir el tiempo 0 contra los 21 días, se observó (Tabla 3) que el grupo tratado
con Glicofosfopeptical incrementó el valor promedio de todas las células, la
relación CD4+/CD8+ y sIgA y disminuyó la concentración de cortisol (2.88 a
2.35 µg/dL) de uno a otro momento, con diferencias estadísticamente
significativas solamente para linfocitos T CD3+ (P = 0.002), B CD19+ (P =
0.001) y sIgA (P = 0.001); no obstante, el grupo tratado con Placebo también
incrementó el conteo de CD3+, CD19+ y sIgA, con diferencia significativa, pero
disminuyó el conteo de células T CD4+ y T CD8+, así como de cortisol
47
plasmático, aunque en estos casos no hubo diferencia significativa. En las
Gráficas 9, 10 y 11 se presentan los resultados correspondientes a las
variables en que ocurrió significancia estadística.
Tabla 3. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs primera) por tipo de tratamiento, con muestras pareadas.
Variable Basal (0 días) Primera (21 días) P1
Linfocitos T CD3+ (células/µL)Glicofosfopeptical 1,378.22 ± 367.44 1,744.56 ± 512.07 0.002Placebo 1,438.82 ± 427.23 1,768.55 ± 571.05 0.042
Linfocitos T CD4+ (células/µL)Glicofosfopeptical 837.44 ± 196.97 905.22 ± 370.18 0.501Placebo 943.00 ± 265.77 895.60 ± 267.38 0.401
Linfocitos T CD8+ (células/µL) Glicofosfopeptical 813.11 ± 356.30 868.44 ± 498.71 0.382Placebo 883.36 ± 354.02 812.73 ± 415.65 0.439
Relación CD4+/CD8+
Glicofosfopeptical 1.20 ± .63 1.28 ± .80 0.436Placebo 1.11 ± .39 1.15 ± .37 0.616
Linfocitos B CD19+ (células/µL)Glicofosfopeptical 366.00 ± 119.05 509.44 ± 134.92 0.001Placebo 346.10 ± 147.37 454.10 ± 196.99 0.035
Células NK (células/µL)Glicofosfopeptical 547.00 ± 200.62 570.22 ± 159.64 0.556Placebo 577.82 ± 283.08 699.27 ± 379.04 0.298
sIgA en saliva (µg/mL)Glicofosfopeptical 9.77 ± .52 10.64 ± .49 0.001Placebo 9.82 ± .44 10.79 ± 1.05 0.007
Cortisol plasmático, 6552 (µg/dL)Glicofosfopeptical 2.88 ± .54 2.35 ± 1.30 0.553Placebo 2.71 ± .73 2.45 ± .70 0.1711. Prueba t-pareada para comparación entre la medición basal (0 días) y la primera
medición (21 días), por grupo de tratamiento.2. Corrección de longitud de onda en nanómetros.
48
0
500
1000
1500
2000
2500
Basal (0 días) Primera (21 días)
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Glicofosfopeptical (p = 0.002) Placebo (p = 0.042)
Gráfica 9. Linfocitos T CD3+, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días)contra primera medición (21 días)
Fuente. Tabla 3. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs primera) por tipo de tratamiento.
0
100
200
300
400
500
600
Basal (0 días) Primera (21 días)
Cél
ulas
CD
19+ /µL
Glicofosfopeptical (p = 0.001) Placebo (p = 0.035)
Gráfica 10. Linfocitos B CD19+, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) contra primera medición (21 días)
Fuente. Tabla 3. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs primera) por tipo de tratamiento.
49
0
3
6
9
12
15
Basal (0 días) Primera (21 días)
µg/m
l
Glicofosfopeptical (p = 0.001) Placebo (p = 0.007)
Gráfica 11. sIgA, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) contra primera medición (21 días)
Fuente. Tabla 3. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs primera) por tipo de tratamiento.
Para el caso de las diferencias entre la medición basal y la segunda, es decir el
tiempo 0 contra los 150 días, se observó (Tabla 4) que el grupo tratado con
Glicofosfopeptical incrementó el valor promedio de linfocitos T CD3+ y células
NK, así como de inmunoglobulina salival y cortisol, con diferencias
estadísticamente significativas solamente para sIgA (P = 0.001); el grupo
tratado con Placebo incrementó el conteo de CD3+, relación CD4+/CD8+,
Cortisol y sIgA, con diferencia significativa para esta última variable, pero
disminuyó el conteo de células T CD4+, T CD8+, B CD19+ y células NK, aunque
en estos casos no hay diferencia significativa. En la Gráfica 12 se presentan los
resultados correspondientes a la variable en que ocurre significancia
estadística (sIgA).
50
Tabla 4. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs segunda) por tipo de tratamiento, con muestras pareadas.
Variable Basal (0 días) Segunda (150 días) P1
Linfocitos T CD3+ (células/µL)Glicofosfopeptical (n = 11) 1406.91 ± 337.59 1521.36 ± 529.59 0.285Placebo (n = 9) 1,465.11 ± 413.35 1,566.67 ± 553.59 0.600
Linfocitos T CD4+ (células/µL)Glicofosfopeptical (n = 11) 839.45 ± 179.78 824.18 ± 253.42 0.806Placebo (n = 9) 954.56 ± 254.72 877.11 ± 334.31 0.450
Linfocitos T CD8+ (células/µL)Glicofosfopeptical (n = 11) 795.27 ± 322.09 748.00 ± 217.11 0.630Placebo (n = 9) 936.56 ± 372.89 841.33 ± 414.37 0.258
Relación CD4+/CD8+
Glicofosfopeptical (n = 11) 1.20 ± 0.57 1.12 ± 0.29 0.485Placebo (n = 9) 1.11 ± 0.39 1.17 ± 0.50 0.363
Linfocitos B CD19+ (células/µL)Glicofosfopeptical (n = 11) 342.82 ± 120.89 339.55 ± 147.68 0.926Placebo (n = 9) 357.89 ± 145.22 285.33 ± 94.31 0.114
Células NK (células/µL)Glicofosfopeptical (n = 11) 558.36 ± 203.59 572.73 ± 226.54 0.853Placebo (n = 9) 585.67 ± 259.41 515.33 ± 274.54 0.275
sIgA en saliva (µg/mL)Glicofosfopeptical (n = 11) 9.77 ± 0.52 13.96 ± 1.29 0.001Placebo (n = 9) 9.88 ± 0.26 13.27 ± 0 .46 0.001
Cortisol plasmático, 6552 (µg/dL)Glicofosfopeptical (n = 10) 2.88 ± 0.54 3.06 ± 0.26 0.763Placebo (n = 8) 2.72 ± 0.68 3.02 ± 0.13 0.4081. Prueba t-pareada para comparación entre la medición basal (0 días) y la segunda
medición (150 días), por grupo de tratamiento.2. Corrección de longitud de onda en nanómetros.
51
0
3
6
9
12
15
Basal (0 días) Segunda (150 días)
g/m
l
Glicofosfopeptical (p = 0.001) Placebo (p = 0.001)
Gráfica 12. sIgA, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) contra segunda medición (150 días)
Fuente. Tabla 4. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs segunda) por tipo de tratamiento, con muestras pareadas.
Con el objetivo de identificar cómo se dan las relaciones (matemáticas, no
causales) entre las variables celulares, sIgA y cortisol al interior del proceso de
estudio, se aplicó un modelo de correlación lineal para determinar el coeficiente
de correlación de Pearson, el cual mide el grado de relación lineal entre dos
variables. Se encontró correlación positiva mayor de 0.75 (muy
buena/excelente) en las tres mediciones en las subpoblaciones de linfocitos T;
esto es, aumentaron las células CD3+, CD4+ y CD8+ con mayor persistencia en
el grupo que recibió Glicofosfopeptical. Sin embargo, se dió una correlación
negativa entre linfocitos T CD8+ y la relación CD4+/CD8+; esto es, aumentaron
los linfocitos T CD8+ y disminuyeron el valor de la relación, con mayor
intensidad en el grupo tratado con Placebo que en el grupo al que se le
administró Glicofosfopeptical, lo que podría indicar una posible
52
inmunosupresión en el grupo que recibe Placebo –provocada, posiblemente,
por la ausencia de un factor protector durante la fase de estrés agudo (Eliakin y
col, 1997)-, donde la correlación negativa se presentó en las mediciones basal
y primera, a diferencia del grupo que recibió el fármaco, que la presentó sólo en
la primera medición. La sIgA correlaciona en un 70.6% con linfocitos B CD19+
en el grupo con Glicofosfopeptical. Todas las correlaciones se dan a una
significancia < 0.05.
Al analizar la influencia del género sobre las subpoblaciones celulares, sIgA y
cortisol se observó que las mujeres, en general, presentaron mejor respuesta
inmunitaria que los hombres (Tabla 5).
En la medición basal las medias de las subpoblaciones celulares, sIgA y
cortisol fueron mayores para las mujeres que recibieron Placebo en casi todos
los casos, excepto sIgA; pero el grupo tratado con Glicofosfopeptical estuvo
mejor equilibrado en su situación inmunitaria entre hombres y mujeres, que el
grupo tratado con Placebo; en este último se observó diferencia significativa en
la subpoblación de linfocitos CD4+ (P = 0.005).
53
Tabla 5. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de mediciónVariable Linfocitos T
CD3+ Linfocitos T
CD4+Linfocitos T
CD8+Relación
CD4+/CD8+Linfocitos B
CD19+Células
NK IgA en saliva Cortisol plasmático
Medición basal (cero días)Hombres
Glicofosfopeptical 1,219 ± 272 939 ± 399 634 ± 205 1.56 ± 0.71 393 ± 109 554 ± 253 9.72 ± 0.64 2.80 ± 0.32Placebo 1,329 ± 501 804 ± 222 840 ± 422 1.06 ± 0.35 305 ± 175 583 ± 342 9.97 ± 0.26 2.69 ± 0.59
MujeresGlicofosfopeptical 1,562 ± 294 870 ± 153 930 ± 324 1.01 ± 0.31 326 ± 131 599 ± 191 9.89 ± .46 2.91 ± 0.64
Placebo 1,669 ± 168 1,160 ± 102 891 ± 243 1.40 ± 0.47 405 ± 71.57 636 ± 218 9.62 ± .58 2.73 ± 0.91Glicofosfopeptical(P1) 0.066 0.730 0.082 0.168 0.358 0.742 0.635 0.720 2
Placebo(P1) 0.135 0.005 0.799 0.216 0.211 0.751 0.264 0.948
Primera medición (21 días)Hombres
Glicofosfopeptical 1,269 ± 212 747 ± 208 459 ± 162 1.86 ± 1.10 488 ± 208 422 ± 167 10.52 ± 0.53 2.12 ± 1.86Placebo 1,646 ± 623 793 ± 276 762 ± 448 1.03 ± 0.25 449 ± 253 741 ± 441 11.36 ± 0.84 2.76 ± 0.42
MujeresGlicofosfopeptical 1,982 ± 445 984 ± 423 1,073 ± 486 0.99 ± 0.49 520 ± 107 644 ± 99 10.70 ± 0.49 2.19 ± 1.20
Placebo 1,982 ± 463 1,050 ± 187 901 ± 398 1.32 ± 0.49 461 ± 96 625 ± 281 9.99 ± 0.78 1.90 ± 0.81Glicofosfopeptical(P2) 0.014 0.296 0.028 0.305 0.820 0.037 0.614 0.951
Placebo(P2) 0.339 0.117 0.610 0.335 0.917 0.607 0.017 0.042
Segunda medición (150 días)Hombres
Glicofosfopeptical 1,014 ± 381 678 ± 270 559 ± 110 1.21 ± 0.44 292 ± 56 643 ± 294 13.59 ± 0.62 3.12 ± 0.21Placebo 1,500 ± 459 778 ± 289 865 ± 412 0.98 0.31 280 ± 101 603 ± 267 13.38 ± 0.34 3.03 ± 0.09
MujeresGlicofosfopeptical 1,811 ± 354 907 ± 219 856 ± 188 1.07 ± 0.19 366 ± 180 532 ± 193 14.17 ± 1.57 3.07 ± 0.30
Placebo 1,649 ± 721 1,001 ± 387 811 ± 479 1.41 ± 0.63 292 ± 99 405 ± 277 13.13 ± 0.59 3.00 ± 0.17Glicofosfopeptical(P2) 0.014 0.205 0.009 0.577 0.343 0.532 0.412 0.781
Placebo(P2) 0.734 0.376 0.865 0.278 0.869 0.318 0.490 0.7881. Prueba t-Student, comparación entre hombres y mujeres para ambos grupos de tratamiento.2. Prueba exacta de Fisher para muestras pequeñas.
54
En la primera medición (21 días), las diferencias entre las variables medidas en el
grupo que recibió Glicofosfopeptical dependieron también de las mujeres, sobre
todo en las células TCD3+, TCD8+ y células NK, con significancia estadística de
0.014, 0.028 y 0.037 respectivamente.
Lo anterior parece indicar que la variable género influye en las diferencias
observadas al interior del grupo tratado con Glicofosfopeptical, al mostrar mejor
respuesta al fármaco que el grupo de los hombres, aunque en el grupo al que se
le administró Placebo presenta diferencia estadísticamente significativa en la
concentración de sIgA (P = 0.017) y cortisol (P = 0.042).
En la segunda medición (150 días), las mujeres tratadas con Glicofosfopeptical
presentaron mejores condiciones inmunitarias que los hombres de su mismo
grupo, aunque sólo en las subpoblaciones T CD3+ y CD8+ se logró significancia
estadística con valores P = 0.014 y P = 0.009 respectivamente. En esta segunda
medición el grupo que recibió Placebo presentó diferencias entre géneros, también
a favor de las mujeres, pero ninguna fue estadísticamente significativa.
En las Gráficas 13 a 16 se observa el comportamiento de las variables en las que
hay diferencia significativa, según el género y el tiempo de medición, empleando el
mismo tipo de gráfica de caja descrito para las gráficas 1 a 8; se corrobora con
mayor objetividad lo señalado en los párrafos previos.
55
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Glicofosfopeptical Placebo
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Glicofosfopeptical Placebo
Gráfica 13. Linfocitos T CD3+, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición1
1. Hay diferencia significativa por género en la primera (1,269 en hombres vs 1,982 en mujeres) y segunda (1,014 en hombres y 1,811 en mujeres) mediciones, en el grupo tratado con Glicofosfopeptical; p = 0.014, en ambas mediciones.Fuente. Tabla 5. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición.
56
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
Cél
ulas
CD
8+ /µ
L
Glicofosfopeptical Placebo
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
Cél
ulas
CD
8+ /µ
LC
élul
as C
D8
+ /µL
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
500
1000
1500
2000
2500
Cél
ulas
CD
8+ /µ
L
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
500
1000
1500
2000
2500
Cél
ulas
CD
8+ /µ
LC
élul
as C
D8
+ /µL
Glicofosfopeptical Placebo
Gráfica 14. Linfocitos T CD8+, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición1
1. Hay diferencia significativa por género en la primera (459 en hombres vs 1,073 en mujeres) y segunda (559 en hombres y 856 en mujeres) mediciones, en el grupo tratado con Glicofosfopeptical; p = 0.028 y 0.009, en ambas mediciones, respectivamente.Fuente. Tabla 5. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición.
57
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
1000
1200
1400C
élul
as N
K/µ
L
Glicofosfopeptical Placebo
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
200
400
600
800
1000
1200
1400C
élul
as N
K/µ
LC
élul
as N
K/µ
L
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
200
400
600
800
1000
Cél
ulas
NK
/µL
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
200
400
600
800
1000
Cél
ulas
NK
/µL
Cél
ulas
NK
/µL
Glicofosfopeptical Placebo
Gráfica 15. Células NK, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición1
1. Hay diferencia significativa por género en la primera (422 en hombres vs 644 en mujeres) medición, en el grupo tratado con Glicofosfopeptical; p = 0.037Fuente. Tabla 5. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición.
58
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
1
2
3
4
5
Cor
tisol
µg/
dL
Glicofosfopeptical Placebo
Hombres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)
0
1
2
3
4
5
Cor
tisol
µg/
dLC
ortis
ol µ
g/dL
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
1
2
3
4
5
Cor
tisol
µg/
dL
Glicofosfopeptical Placebo
Mujeres
Basal (0 días) Primera (21 días) Segunda (150 días)0
1
2
3
4
5
Cor
tisol
µg/
dLC
ortis
ol µ
g/dL
Glicofosfopeptical Placebo
Gráfica 16. Cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición1
1. Hay diferencia significativa por género en la primera (2.76 en hombres vs 1.90 en mujeres) medición, en el grupo tratado con Placebo; p = 0.042Fuente. Tabla 5. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición.
59
Tabla 6. Valores ajustados por género, para subpoblacionescelulares, sIgA y cortisol a los 21 días 1
Variable Glicofosfopeptical Placebo P2 P3 P4
Linfocitos T CD3+ 1,744.56 ± 512.07 1,768.55 ± 571.05 0.439 0.042 0.438
Linfocitos T CD4+ 905.22 ± 370.18 895.60 ± 267.38 0.715 0.119 0.950
Linfocitos T CD8+ 868.44 ± 498.71 812.73 ± 415.65 0.749 0.080 0.256
Relación CD4+/CD8+ 1.28 ± 0.80 1.15 ± 0.37 0.366 0.299 0.047
Linfocitos B CD19+ 509.44 ± 134.92 454.10 ± 196.99 0.582 0.891 0.910
Células NK 570.22 ± 159.64 699.27 ± 379.04 0.316 0.720 0.260
sIgA en saliva 10.63 ± 0.49 10.79 ± 1.05 0.829 0.056 0.017
Cortisol plasmático 2.16 ± 1.38 2.45 ± 0.70 0.722 0.429 0.3571. ANOVA de dos vías.2. Diferencia en la magnitud del efecto logrado por tipo de tratamiento.3. Diferencia en la magnitud del efecto logrado por el tratamiento en uno u otro género.4. Diferencia en la magnitud del efecto logrado por uno u otro tratamiento, cuando se ajustan
los valores al género.
Con el fin de reafirmar estos aspectos se realizó un análisis de varianza de dos
vías, en el cual se tomó como covariable al género en virtud de la tendencia
observada anteriormente; en la Tabla 6 se observan los resultados en cuanto a los
valores obtenidos en la primera medición, es decir a los 21 días de administrado el
tratamiento, que –como se explicó con anterioridad- es la más importante; se
observó que no hay diferencias significativas en ninguna de las variables en
estudio cuando se comparan los dos grupos de tratamiento, pero sí cuando dicha
comparación se hace en cuanto al género y sólo en el caso de las células CD3+
(P = 0.042); cuando los valores se ajustan a la variable género, es decir cuando
las variaciones dependen del tipo de género de que se trate, la relación
CD4+/CD8+ (P = 0.047) y la concentración de IgA en saliva (P = 0.017) mostraron
diferencias significativas; no obstante, como se observa en la tabla de referencia,
60
el conteo de células CD3+, NK e IgA, fueron menores en el grupo de atletas que
recibió Glicofosfopeptical, cuando lo esperado era a la inversa.
En la Tabla 7, en cambio, se presenta el mismo tipo de análisis, pero ahora para
las diferencias encontradas entre la medición basal y la obtenida a los 21 días; en
este caso, como se observa, los cambios fueron más intensos en el grupo tratado
con Glicofosfopeptical, y para el caso del conteo de linfocitos T CD3+ hubo
diferencia significativa (366.33 vs 329.73; P = 0.001) entre ambos grupos de
tratamiento; para las otras variables, aunque no existen diferencias
estadísticamente significativas, debe destacarse que el grupo de atletas que
recibió el fármaco tuvo mejor repuesta que el que recibió Placebo. En las Gráficas
17 a 21 se aprecian mejor estas diferencias biológicas, aunque no necesariamente
estadísticas.
Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol 1
Variable Glicofosfopeptical Placebo P2 P3 P4
Linfocitos T CD3+ 366.33 ± 233.08 329.73 ± 469.16 0.001 0.372 0.188
Linfocitos T CD4+ 67.78 ± 288.47 -47.40 ± 170.19 0.360 0.976 0.444
Linfocitos T CD8+ 55.33 ± 179.36 -70.64 ± 290.81 0.454 0.402 0.507
Relación CD4+/CD8+ 0.083 ± 0.30 0.036 ± 0.22 0.441 0.241 0.210
Linfocitos B CD19+ 143.44 ± 90.88 108.00 ± 137.69 0.643 0.809 0.278
Células NK 23.22 ± 113.52 121.45 ± 366.71 0.584 0.634 0.817
sIgA en saliva 0.86 ± 0.63 0.97 ± 1.01 0.999 0.104 0.220
Cortisol plasmático -0.53 ± 1.69 -0.26 ± 0.90 0.989 0.227 0.8441. ANOVA de dos vías.2. Diferencia en la magnitud del efecto logrado por tipo de tratamiento.3. Diferencia en la magnitud del efecto logrado por el tratamiento en uno u otro género.4. Diferencia en la magnitud del efecto logrado por uno u otro tratamiento, cuando se ajustan
los valores al género.
61
0
100
200
300
400
500
Cél
ulas
CD
3+ /µL
Linfocitos T CD3+ (p = 0.001)
Glicofosfopeptical
Placebo
Gráfica 17. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, T CD3+
Fuente. Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol.
-100
-50
0
50
100
150
Cél
ulas
/ µL
Linfocitos TCD4+
Linfocitos TCD8+
Linfocitos BCD19+
Células NK
Glicofosfopeptical
Placebo
Gráfica 18. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, linfocitos T CD4+, T CD8+, B CD 19+ y células NK
Fuente. Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol
62
0
0.02
0.04
0.06
0.08
0.1
Relación CD4+/CD8+
Glicofosfopeptical
Placebo
Gráfica 19. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, Relación CD4+/CD8+
Fuente. Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
g/m
L
sIgA
Glicofosfopeptical
Placebo
Gráfica 20. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, sIgAFuente. Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol
63
-1
-0.5
0
g/dL
Cortisol plasmático
Glicofosfopeptical
Placebo
Gráfica 21. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, Cortisol plasmático
Fuente. Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol
El Índice de Masa Corporal (IMC), el tiempo de seleccionado, el tiempo de
practicar clavados y el tiempo de entrenamiento también fueron considerados para
evaluar su posible influencia en las subpoblaciones celulares, sIgA y el cortisol; no
obstante que en todos los casos los tamaños de muestra no permitieron definir
comportamientos contundentes, se puede sugerir alguna asociación entre el IMC y
el conteo de células T (CD3+ y CD4+) en el grupo al que se le administró
Glicofosfopeptical; esta relación parece sugerir que la respuesta inmunitaria,
mediada por el Glicofosfopeptical, fue mejor en los atletas con IMC < 21 Kg/m2.
En el mismo sentido, el tiempo de seleccionado (años) podría mostrar el efecto del
estrés acumulado en la respuesta inmunitaria de los grupos en estudio. Las
64
mejores condiciones inmunitarias las presentó el grupo tratado con
Glicofosfopeptical y con menos de tres años de seleccionado y aunque las
diferencias no son estadísticamente significativas, parece evidenciarse cierta
tendencia que podría suponer que el Glicofosfopeptical tiene efecto modulador
sobre los mecanismos de producción de cortisol, fenómeno que requiere de
mayores estudios.
Los atletas que tienen más de siete años de practicar clavados y que recibieron
Glicofosfopeptical, parecen presentar mejores condiciones inmunitarias que los
que tienen menos de siete años; en cambio, en el grupo tratado con placebo las
mejores condiciones inmunitarias las presentó el grupo con menos de siete años
de practicar clavados; otro tanto ocurre en el caso del tiempo de entrenamiento a
la semana (días); el grupo con mejor respuesta inmunitaria fue el tratado con
Glicofosfopeptical y con cinco días de entrenamiento a la semana, mientras que
en el grupo Placebo los atletas con mejor respuesta inmunitaria fueron los que
entrenan seis días a la semana. Lo anterior, como se dice en líneas previas, no es
del todo conclusivo dados los tamaños de muestra y los propios rangos de tiempo
establecidos.
65
Discusión.
Este estudio clínico, controlado, aleatorizado y doble ciego, analiza el efecto del
Glicofosfopeptical (GF) sobre subpoblaciones de células T CD3+ , CD4+, CD8+,
razón CD4+/CD8+, células B CD19+, concentración de sIgA y de cortisol en
clavadistas de élite durante una etapa de entrenamiento intenso.
Entre los moduladores de la función de las células del sistema inmunitario destaca
el Glicofosfopeptical, con amplia actividad biológica sobre las células accesorias y
fagocíticas, células NK y linfocitos T.
Homogeneidad inicial de los grupos.
Los clavadistas participantes en este estudio fueron distribuidos aleatoriamente a
cada uno de los grupos de estudio. La tabla 1 muestra que cada uno de los grupos
presentó características físicas y deportivas similares al inicio del estudio. Las
diferencias que entre ellos se observaron no fueron estadísticamente
significativas, lo que sugiere homogeneidad de grupos, por lo que las diferencias
encontradas en las distintas mediciones pueden ser atribuidas al comportamiento
intrínseco de las variables en estudio.
Patrón de comportamiento de las subpoblaciones celulares.
Resalta de manera muy importante los niveles de cortisol tan bajos que
presentaron ambos grupos en las tres mediciones; éstos estuvieron por debajo de
la media menos una desviación estándar de la concentración más baja establecida
en el kit de reactivos: 4 ± 1.2 µg/dL (Cortisol serum control level I).
66
Un análisis de conjunto de todos los datos integrados por grupo de tratamiento y
tiempo de medición permite identificar el patrón de comportamiento de las
subpoblaciones celulares ante la presencia de un inmunógeno, en este caso el
Glicofosfopeptical.
Al inicio del estudio (medición basal/0 días) los dos grupos presentaron condición
inmunitaria y hormonal semejante, ya que las diferencias no fueron
estadísticamente significativas. El grupo tratado con Glicofosfopeptical presentó
valores promedio mayores en las subpoblaciones de linfocitos B CD19+, en la
razón CD4+/CD8+, sIgA y cortisol y menores en las subpoblaciones T CD3+, CD4+,
CD8+ y células NK; el grupo al que se le administró Placebo presentó mayores
promedios en la subpoblación de linfocitos T CD3+, CD4+, CD8+ y células NK y
menores en razón CD4/CD8, linfocitos B CD19+, sIgA y cortisol, pero en ningún
caso hubo diferencias estadísticamente significativas, lo que refuerza la
homogeneidad inicial de los grupos y permite afirmar que las diferencias que
posteriormente se encuentren, son debidas al efecto del fármaco o del placebo.
En la primera medición, 21 días después de administrados los tratamientos, los
atletas tratados con Glicofosfopeptical incrementaron sus valores promedio en las
células T CD4+, CD8+, razón CD4/CD8 y linfocitos B CD19+; y los disminuyeron en
las células NK, sIgA y Cortisol, mientras que el grupo tratado con Placebo mostró
prácticamente una imagen en espejo. Sin embargo, al aplicar prueba de diferencia
de medias (t–Student) no se obtuvo significancia estadística para ninguna de las
subpoblaciones celulares, sIgA ni cortisol por lo que solo se puede hablar de
tendencias.
67
El incremento en los valores promedio de las subpoblaciones de linfocitos T en el
grupo de atletas que recibió Glicofosfopeptical, se explicaría por la acción del
fármaco que induce la secreción de IL-1, la cual es primordial en la iniciación de
respuestas proliferativas de linfocitos T (Gray y col, 1992).
La IL-1 es el factor más importante dentro de la regulación inmunopoyética de los
seres vivos, es producida por la mayoría de las células nucleadas bajo las formas
alfa y beta; su secreción por el sistema monocito-macrófago adquiere gran
importancia en la regulación de los mecanismos inflamatorios, en la puesta en
marcha de respuestas específicas y en los procesos de recambio celular
hematopoyético. Así la IL-1 induce la liberación de otras citocinas como IL-2 e
interferón e inicia la respuesta proliferativa linfocitaria T. Estos efectos también se
alcanzan con la administración de Glicofosfopeptical (Andrómaco: Inmunol, 2002).
Los niveles homeostáticos de IL-1 permiten al organismo mantener una buena
actividad inmunitaria antiinfección, natural y T -específica; IL-1 y CSFs colaboran
estrechamente en los mecanismos de recambio celular hematopoyético exigido en
situaciones de estrés biológico (Barrera y col, 1997).
La disminución de las medias de las subpoblaciones de linfocitos T en el grupo
tratado con Glicofosfopeptical, en la segunda medición, a niveles por debajo de los
basales, podría ser indicio de un proceso de modulación en la respuesta
inmunitaria (Andrómaco: Inmunol, 2000).
En resumen, es posible afirmar que el grupo tratado con Glicofosfopeptical
presentó en las subpoblaciones celulares un comportamiento dentro de la lógica
de la respuesta inmunitaria normal, cuando el organismo se enfrenta a un
68
inmunógeno como el Glicofosfopeptical: a) activación de la respuesta inmunitaria,
b) incremento del número absoluto de células y de sus valores promedio y c)
disminución del número absoluto de células y de sus valores promedios hasta los
valores basales, lo que significa que la respuesta inmunitaria se activa -prolifera-se
modula (Alvarez y col, 2002). Una excepción a este comportamiento fueron las
células NK.
Por el contrario, el grupo tratado con Placebo presentó irregularidades en el patrón
de comportamiento celular en las tres mediciones, observándose en algunos
grupos celulares verdaderas imágenes en espejo (T CD4+, CD8+, relación
CD4+/CD8+), respecto del grupo de atletas que recibió Glicofosfopeptical.
Por otra parte, al comparar las mediciones basal y primera, el grupo tratado con el
fármaco incrementó el valor promedio en todas las subpoblaciones celulares y la
relación CD4+/CD8+, con diferencias estadísticamente significativas para T CD3+ y
CD19+, al aplicar la prueba t para muestras pareadas.
El grupo Placebo también incrementó en CD3+ y CD19+ aunque con menor
significancia estadística que el grupo con fármaco y disminuyó en las células T
CD4+ y T CD8+.
Lo anterior parece fortalecer la propuesta que señala que el fármaco tiene efecto
sobre los linfocitos B CD19+ puesto que la significancia estadística es mayor en el
grupo tratado con Glicofosfopeptical.
En este sentido, aunque se sabe que el Glicofosfopeptical actúa sobre las células
NK (Andrómaco: Inmunol, 2000), en este estudio no se presentó dicho efecto. Por
69
el contrario, bajaron en la primera medición, cuando deberían haber aumentado, y
aumentaron en la segunda medición cuando debieron haber disminuido, aunque
sin presentar diferencias estadísticamente significativas. En contraparte, el grupo
que recibió Placebo si tuvo un comportamiento conforme a lo esperado, ya que
incrementó los valores de células NK en la primera medición y los disminuyó en la
segunda, pero tampoco hubo diferencias estadísticamente significativas.
Lo anterior puede ocurrir (Metcalf, 1987) en virtud de que los factores
estimuladores de colonias hematopoyéticas (CSFs) juegan un papel primordial, no
solamente en la proliferación celular en médula ósea, sino también en la posterior
movilización de las mismas hacia los focos infecciosos; además, la IL-2,
reguladora del sistema inmunitario específico en los compartimentos periféricos,
es capaz de promover el crecimiento y diferenciación de células progenitoras de la
médula ósea hacia células NK (Pedersen y col, 2000). Por tanto, la no activación
de estos factores podría explicar la disminución o casi nulo incremento de las
células NK en ambos grupos en estudio. En el caso del Glicofosfopeptical podría
suponerse que el fármaco no logra activar a la médula ósea y por tanto no se
promueve el crecimiento y diferenciación de las células progenitoras hacia células
NK, lo que se expresa en un no incremento del valor promedio de estas células
después de la administración del Glicofosfopeptical.
Los resultados de esta investigación concuerdan con los hallazgos expuestos por
Mackinnon (2000) quien encontró que el número total de leucocitos y células NK
puede declinar durante períodos prolongados de entrenamiento intenso.
70
Por otro lado, en este estudio, la concentración de sIgA en saliva presentó
aumento en los valores de las medias en la primera y segunda mediciones, con
diferencias estadísticamente significativas (ANOVA) en ambos grupos y entre las
tres mediciones, con igual valor de P < 0.001; las diferencias entre los valores
promedio entre ambos grupos y entre las mediciones favorecen al grupo tratado
con Glicofosfopeptical (cfr. Tabla 2); al aplicar la prueba de t para muestras
pareadas, los resultados reafirman la significancia estadística obtenida a través del
análisis de varianza.
Estos resultados contrastan en forma importante con lo descrito por Gleeson y col,
(2001), quienes encontraron que los niveles de sIgA postentrenamiento, en
nadadores, estuvieron 8.5% más bajos por cada kilómetro adicional de nado por
sesión de entrenamiento y 7.0% más bajo por cada mes adicional de
entrenamiento. De manera similar Mackinnon (2000) refiere que en una revisión
de la literatura reciente del efecto del entrenamiento crónico sobre la función
inmunitaria en los humanos encontró evidencias que sugieren que:
� Períodos de entrenamiento intenso pueden provocar daño leve en los niveles
de inmunoglobulinas séricas y de mucosas.
� El ejercicio moderado ejerce poco o algún efecto sobre los niveles de
anticuerpos Ig en suero y mucosas. Pero éstos pueden estar reducidos durante
períodos de entrenamiento intenso en atletas.
� La concentración de la IgA salival ha mostrado una disminución aguda
después de un ejercicio intenso.
71
� La concentración de IgA en descanso es normal o baja en atletas competitivos
comparados con no atletas.
� A pesar de que está dentro de rangos clínicamente normales, los niveles de
IgA salival fueron significativamente más bajos en nadadores sobreentrenados
comparados con nadadores bien entrenados seguidos más allá de seis meses.
� La concentración de IgA salival no presentó cambios durante entrenamiento
moderado.
� La concentración de IgA salival disminuyó progresivamente con el incremento
en la intensidad del entrenamiento durante una etapa de siete meses en
nadadores de élite y más allá de cuatro meses en nadadores colegiales.
En un estudio en atletas de élite de squash y hockey, la IgA salival declinó durante
un ejercicio intenso y agudo (Gleeson y col, 1999)
En la presente investigación el incremento en la concentración de sIgA en el grupo
tratado con Glicofosfopeptical pudo deberse al efecto del fármaco, puesto que
hubo diferencias estadísticamente significativas contra el grupo placebo; aunque
en este último grupo también se muestra la misma situación, las diferencias entre
los valores promedio de ambos grupos, fue favorable al grupo con fármaco. Podría
entonces decirse que el incremento en la concentración de sIgA es debido al
Glicofosfopeptical, ya que uno de sus efectos es incrementar la producción de
inmunoglobulinas en humanos (Andrómaco: Inmunol, 2000)
En este estudio se observó que los niveles de cortisol en ambos grupos se
comportaron de manera similar: iniciaron con valores promedio casi iguales,
72
disminuyeron en la primera medición y aumentaron en la segunda incluso a
niveles por arriba de los basales. Sin embargo, al aplicar un análisis de varianza
(ANOVA), el grupo tratado con Glicofosfopeptical presentó diferencias
estadísticamente significativas con un valor P = 0.049. Así mismo, con la prueba t
para muestras pareadas, se observó significancia estadística de P = 0.043 entre
los valores promedio de la primera y segunda mediciones, lo cual puede ser
atribuido al efecto del Glicofosfopeptical.
Es posible suponer que justamente por los bajos niveles de cortisol, los promedios
de las subpoblaciones celulares se incrementaron en la primera medición,
respecto de los valores basales. Así mismo, que al incremento de los valores
promedio de cortisol, se debe la disminución en las subpoblaciones celulares en la
segunda medición.
Otros autores (González, 1992) sostienen que cuando el ejercicio físico no se
realiza a capacidad aerobia muy alta, no se produce estimulación de las células
inmunocompetentes; suponen que con este tipo de ejercicio no se produce un
aumento significativo en los niveles plasmáticos de catecolaminas ni cortisol,
hecho que sí se produce después de ejercicios realizados con mayor intensidad.
Por lo anterior, puede suponerse que los atletas que participaron en esta
investigación no realizaron ejercicio físico a capacidad aerobia suficiente para
producir aumentos significativos en los niveles de cortisol y por tanto la
estimulación de la proliferación de algunas subpoblaciones celulares no se llevó a
efecto. No obstante, los resultados del estudio no concuerdan totalmente con esa
73
afirmación, puesto que las subpoblaciones celulares T y B sí incrementaron sus
valores promedio después de administrado el fármaco (21 días).
También se investigó la correlación entre subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol;
se aplicó un modelo de correlación de Pearson en el cual se observó correlación
positiva mayor de 0.75 entre las subpoblaciones de linfocitos T y de 0.71 entre
sIgA y linfocitos B CD19+ en el grupo tratado con Glicofosfopeptical y correlación
negativa entre linfocitos T CD8+ y la relación CD4+/CD8+, con mayor intensidad en
el grupo que recibió Placebo, lo que sugiere una posible inmunosupresión más
intensa en aquellos atletas que no recibieron Glicofosfopeptical provocada por la
ausencia de un factor protector durante la fase de estrés agudo (Eliakin y col,
1997).
Además de lo anterior, como se observa en el capítulo de resultados, se trató de
investigar si existían diferencias en el comportamiento de las variables, atribuibles
al género, IMC, tiempo de seleccionado, tiempo de practicar clavados y número de
días a la semana en que los atletas entrenan. El Índice de Masa Corporal (IMC)
sugiere alguna asociación con el conteo de células T (CD3+ y CD4+) en el grupo al
que se le administró Glicofosfopeptical; esta relación parece sugerir que la
respuesta inmunitaria, mediada por el Glicofosfopeptical, fue mejor en los atletas
con IMC < 21 Kg/m2.
Las mejores condiciones inmunitarias las presentó el grupo tratado con
Glicofosfopeptical y con menos de tres años de seleccionado, más de siete años
de practicar clavados y con cinco días de entrenamiento a la semana; lo anterior
74
no es del todo conclusivo dados los tamaños de muestra y los propios rangos de
tiempo establecidos.
Género y subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol.
Se analizó el comportamiento de las subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol por
género, grupo de tratamiento y tiempo de medición, observándose que las mujeres
fueron las que en general presentaron mejores condiciones inmunitarias que los
hombres, en las tres mediciones (cfr. Tabla 5). En la medición basal el grupo
Placebo presentó un mayor promedio de células T CD4+ en mujeres, con
significancia estadística (P = 0.005); en la primera medición las mujeres tratadas
con Glicofosfopeptical presentaron mayores promedios en las subpoblaciones
celulares T CD3+ (P = 0.014), T CD8+ (P = 0.028) y células NK (P = 0.037). En el
grupo tratado con Placebo se observó una diferencia estadísticamente significativa
de 0.017 en sIgA, pero con valor superior en los hombres y de 0.042 en el cortisol,
también a favor de los hombres. De manera similar, en la segunda medición la
significancia estadística se presentó en las mujeres del grupo tratado con
Glicofosfopeptical en las subpoblaciones T CD3+ con valor P = 0.014 y en T CD8+
con P = 0.009.
Para explicar mejor la relación que pudieran tener las variaciones en los conteos
celulares en relación con el tipo de género se procedió a realizar un análisis de
varianza de dos vías, en el que la covariable fue precisamente el género y se
analizaron los valores de la primera medición (21 días) y las diferencias entre los
valores basales y la primera medición.
75
El conteo de células CD3+, NK y sIgA en la primera medición (21 días) tuvo
valores menores en el grupo de atletas que recibió Glicofosfopeptical, respecto a
los que fueron tratados con Placebo (cfr. Tabla 6); no se encontraron diferencias
significativas en ninguna de las variables en estudio cuando se comparan los dos
grupos de tratamiento entre sí, como se ha venido comentando a lo largo del
estudio, pero sí cuando la comparación se hace en cuanto al género y sólo para el
caso de las células CD3+ (1,744 vs 1,768; P = 0.042); esto es, hubo diferencia
significativa entre ambos géneros; cuando los valores dependen del tipo de género
de que se trate, la relación CD4+/CD8+ (1.28 vs 1.15; P = 0.047) y la concentración
de IgA en saliva (10.63 vs 10.79; P = 0.017) mostraron diferencias significativas
entre ambos tipos de tratamiento, en el primer caso a favor del grupo que recibió
Glicofosfopeptical y en el caso de sIgA, con mayor promedio en el grupo tratado
con Placebo.
Con el propósito de clarificar este comportamiento, se analizaron las diferencias
entre los valores basales y la primera medición; se observó que los cambios
fueron más intensos y favorables en el grupo tratado con Glicofosfopeptical para
todas las variables, excepto células NK (23.22 vs 121.45) y sIgA (0.86 vs 0.97);
para el caso del conteo de linfocitos T CD3+ hubo diferencia significativa (366.33
vs 329.73; P = 0.001) entre ambos grupos de tratamiento; para las otras variables,
aunque no existen diferencias estadísticamente significativas, debe destacarse
que el grupo de atletas que fue tratado con Glicofosfopeptical tuvo mejor repuesta
que el que recibió Placebo (cfr. Tabla 7 y Gráficas 15 a 19).
76
El análisis de estas diferencias sugiere que el fármaco tiene un efecto modulador
positivo de la respuesta inmunitaria; lo anterior se refuerza al observar las
diferencias negativas en los linfocitos T CD4+ y CD8+ en el grupo al que se le
administró Placebo.
77
Conclusiones.
1. El efecto del glicofosfopeptical no fue comprobado de manera contundente en
todas y cada una de las subpoblaciones celulares: linfocitos T (CD3+, CD4+,
CD8+), linfocitos B (CD19+), células NK, ni tampoco en sIgA y cortisol en
clavadistas de élite durante una etapa de entrenamiento intenso y
competiciones.
2. Sin embargo, el análisis del patrón de comportamiento de estas
subpoblaciones, inmunoglobulina y hormona, permite afirmar que el
glicofosfopeptical tuvo efectos de activación de la respuesta inmunitaria de los
atletas a quienes les fue administrado, lo cual se expresó en la tendencia al
incremento del número absoluto de células y en las concentraciones de sIgA y
cortisol.
3. Las subpoblaciones en las que se observó efecto con diferencias
estadísticamente significativas, al comparar las mediciones con el grupo
tratado con placebo, son fundamentalmente las células T, que son justamente,
las que inician la respuesta inmunitaria.
78
Recomendaciones y sugerencias para trabajos futuros.
Como corolario de la presente investigación respecto al efecto del
Glicofosfopeptical en la cuenta linfocitaria y en los niveles de inmunoglobulina en
clavadistas de élite durante una etapa de entrenamiento intenso, puede
recomendarse que se conformen grupos de investigadores vinculados con las
autoridades deportivas y en su caso con las empresas farmacéuticas, para que en
una relación académica y profundamente ética, con la participación consciente de
los sujetos de estudio –posibles atletas-, se desarrollen líneas de investigación
clínica relacionadas con el área de medicina del deporte, a partir de la perspectiva
de la inmunología u otra área del conocimiento biomédico que pudiera resultar
relevante.
Para lograr lo anterior se sugiere:
1. Mejorar la coordinación entre el investigador o grupo de
investigadores y las autoridades deportivas y sujetos de la
investigación.
2. Establecer acuerdos con los proveedores de reactivos y/o
fármacos a emplearse en las investigaciones, para disponer de
tales recursos en la oportunidad y cantidades requeridas.
3. Profundizar en el análisis de la respuesta inmunitaria ante la
presencia de diversos antígenos, en deportistas de élite.
4. Realizar investigaciones con una metodología similar a la aquí
empleada, para dilucidar la relación de la respuesta inmunitaria
con el tipo de género en población sana y deportista.
79
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i
Glosario.
Absorbancia. Magnitud logarítmica del cociente de la radiación electromagnética
transmitida en una determinada longitud de onda, dependiente de la naturaleza,
del espesor y de la concentración del medio absorbente.
Anticuerpo. Proteínas sintetizadas por la línea de células B denominadas
inmunoglobulinas; tienen la propiedad de fijar específicamente y con gran afinidad
al antígeno; pueden ser sólo de superficie celular o secretadas por células
plasmáticas (B) que es cuando realmente reciben el nombre de anticuerpos.
Antígeno. Agente que desencadena la respuesta inmunitaria; se refiere a la
propiedad de una molécula de ser reconocida por una inmunoglobulina o receptor
de célula T y actuar como blanco de una respuesta. No todos los antígenos tienen
la propiedad de inducir respuestas inmunitarias.
Células NK. Subgrupo de linfocitos que nacen de una célula precursora en la
médula ósea, pueden identificarse por la presencia de ciertos antígenos
característicos de diferenciación. No poseen especificidad por el antígeno y no
adquieren memoria inmunológica, no se han identificado receptores de membrana;
expresan CD16 y CD56.
Citometría de flujo. Método analítico por el que se mide la emisión de múltiples
fluorescencias y la dispersión de luz de células o partículas microscópicas
alineadas secuencialmente mediante una corriente líquida laminar, cuando son
presentadas de una en una y a gran velocidad (hasta miles de células por
segundo) frente a un haz de luz láser de longitud de onda adecuada. Permite
ii
obtener información sobre poblaciones celulares a partir de un estudio
individualizado de un gran número de células.
Coeficiente de correlación de Pearson. Describe la relación entre dos variables
de la muestra.
Cortisol. Hormona glucocorticoide que se produce en la zona fascicular y reticular
de la corteza suprarrenal.
Curva estándar. Curva que se construye con los promedios de absorbancia
obtenidos de las muestras, los cuales se grafican en el eje de las ordenadas y los
datos de concentración de la sustancia en estudio, que se grafican en el eje de las
abscisas.
Distribución t. Es una distribución simétrica con media 0 y una desviación
estándar mayor de 1 para muestras pequeñas.
Entrenamiento intenso. Está dado por la cantidad y volumen del ejercicio físico
realizado en cada sesión de entrenamiento. Se puede medir de manera indirecta
por la cantidad de cortisol producida.
FACS (Fluoresceine Activated Cell Sorter). Es un separador de células.
Gráfica de puntos. Método gráfico para mostrar la distribución de frecuencias de
observaciones numéricas para uno o más grupos.
Grupos de diferenciación CD. Marcadores característicos de la superficie
celular.
Inmunoensayo enzimático competitivo. Procedimiento en el que se establece
una competencia entre un antígeno no marcado y un antígeno marcado con
iii
enzima para un número determinado de sitios de unión de anticuerpos. La
cantidad de antígeno marcado con enzima, pegado al anticuerpo, es inversamente
proporcional a la concentración de la enzima no marcada presente en la muestra.
Inmunógeno. Molécula o conjunto de moléculas que pueden inducir una
respuesta inmunitaria en un huésped particular. Los inmunógenos clásicos
incluyen microorganismos patógenos (virus, bacterias, parásitos), injertos de tejido
extraño u otras sustancias ambientales tales como las proteínas de polen, pastos
o alimentos.
Inmunomodulador. Fármaco con capacidad de interacción con el sistema
inmunitario; actúa al normalizar aquellos parámetros que se encuentran
incrementados o se manifiestan de manera excesiva en el individuo, o aumentan
los que se encuentren disminuidos o defectuosos.
Interleucina. Conjunto de moléculas que trasmiten señales entre las células del
sistema inmunitario.
Linfocitos B. Células que expresan inmunoglobulinas en la membrana, la cual se
encuentra asociada a otras moléculas de la superficie formando el complejo
receptor de antígeno de las células B (BCR).
Linfocitos T. Células del sistema inmunitario que se identifican por su receptor de
membrana llamado TCR.
Placebo. Tratamiento o procedimiento sustituto falso. Se usa para reducir el sesgo
en estudios clínicos.
iv
Prueba de Turkey HSD. Es una prueba a posteriori para hacer comparaciones
apareadas múltiples entre medias y después obtener una F en el análisis de
varianza.
Prueba exacta de Fisher. Prueba estadística utilizada cuando las muestras son
menores de cinco elementos.
Prueba t. Análisis estadístico para comparar una media con una norma
(parámetro) o para comparar dos medias extraídas de muestras de tamaño
pequeño (n < 30).
Prueba t-pareada. Prueba estadística donde las observaciones en el mismo
individuo son pareadas unas con otras para encontrar las diferencias. Los mismos
individuos son objeto de la medición de una variable numérica antes y después de
una intervención.
Razón CD4/CD8. Relación entre células T cooperadoras y células T citotóxicas,
que expresa la situación inmunitaria del individuo. Una razón menor de 1.5 indica
cierto grado de inmunosupresión.
sIgA. Glicoproteína subclase IgA2, presente en secreciones mucosas. Es una
molécula con un coeficiente de sedimentación 11S, peso molecular de 380,000
daltons, formada por dos unidades de IgA, el componente secretor y una cadena
J.
v
Relación de figuras, cuadros y gráficas.
Página
Figura 1. Proceso de activación de células T y B en tejidos linfoides. 7
Figura 2. Esquema de la respuesta inmunitaria integrada. 9
Figura 3. Respuesta humoral al ejercicio físico. 13
Figura 4. Respuesta inmunitaria al ejercicio físico. 15
Cuadro 1. Composición química del glicofosfopeptical. 20
Figura 5. Reporte de datos de la citometría 30
Tabla 1. Características de la muestra, por tipo de tratamiento. 36
Tabla 2. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por medición y tipo de tratamiento. 38
Gráfica 1. Linfocitos T CD3+, por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 42
Gráfica 2. Linfocitos T CD4+ por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 43
Gráfica 3. Linfocitos T CD8+ por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 43
Gráfica 4. Relación CD4+/CD8+ por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 44
Gráfica 5. Linfocitos B CD19+, por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 44
Gráfica 6. Células NK, por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 45
Gráfica 7. sIgA, por tipo de tratamiento y tiempo de medición. 45
Gráfica 8. Cortisol, por tipo de tratamiento y tiempo de medición 46
Continúa
vi
Continuación
Página
Tabla 3. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs primera) por tipo de tratamiento, con muestras pareadas.
47
Gráfica 9. Linfocitos T CD3+, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) vs primera medición (21 días) 48
Gráfica 10. Linfocitos B CD19+, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) vs primera medición (21 días) 48
Gráfica 11. sIgA, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) vs primera medición (21 días) 49
Tabla 4. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol. Diferencias entre mediciones (basal vs segunda) por tipo de tratamiento, con muestras pareadas.
50
Gráfica 12. sIgA, por tipo de tratamiento. Medición basal (0 días) vs segunda medición (150 días) 51
Tabla 5. Subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición. 53
Gráfica 13. Linfocitos T CD3+, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición. 55
Gráfica 14. Linfocitos T CD8+, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición. 56
Gráfica 15. Células NK, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición. 57
Gráfica 16. Cortisol, por tipo de tratamiento, género y tiempo de medición. 58
Tabla 6. Valores ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol a los 21 días 59
Tabla 7. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, para subpoblaciones celulares, sIgA y cortisol 60
Continúa
vii
Continuación
Página
Gráfica 17. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, T CD3+ 61
Gráfica 18. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, linfocitos T CD4+, T CD8+, B CD 19+ y células NK 61
Gráfica 19. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, Relación CD4+/CD8+ 62
Gráfica 20. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, sIgA 62
Gráfica 21. Cambios desde la basal hasta los 21 días, ajustados por género, Cortisol plasmático 63
viii
Abreviaturas.
Ac: Anticuerpo.
ACTH: Hormona adreno cortico trópica.
Ag: Antígeno.
ANOVA: Análisis de varianza.
BCR: Receptor de anfígeno de células B.
CPA: Célula presentadora de antígeno.
CRH: Hormona liberadora de corticotropina.
DAG: Diacilglicerol.
DNA: Ácido desoxirribonucléico.
FACS: Fluorescine Activated Cell Sorter.
GF: Glicofosfopeptical.
GTP: Guanosín trifosfato.
Ig: Inmunoglobulinas.
IL: Interleucinas.
IMC: Índice de Masa Corporal.
IP3: Inosín trifosfato.
LPH: Lipotropina.
MSH: Hormona estimulante de los melanocitos.
ix
PKC: Proteincinasa.
sIgA: Inmunoglobulina soluble.
TCR: Receptor de antígeno de células T.
TMB: Tetrametilbenzidina.
TNF: Factor de necrosis tumoral.
x
Resumen.
El efecto del glicofosfopeptical (GF) como inmunomodulador se ha estudiado en
personas enfermas que tienen la respuesta inmunitaria alterada, pero no en
personas sanas ni tampoco en atletas.
En este trabajo se evalúa el efecto del GF en la cuenta de linfocitos T (CD3+,
CD4+, CD8+), CD4+/CD8+; linfocitos B (CD19+), células NK, sIgA (saliva) y cortisol
(plasma); éste, como indicador indirecto de la intensidad del ejercicio durante una
etapa de entrenamiento y competiciones en atletas.
Se diseñó un estudio clínico controlado, aleatorizado y doble ciego. Se estudiaron
24 integrantes de la selección mexicana de clavados distribuidos en dos grupos de
12 individuos. El grupo experimental –cinco hombres y siete mujeres, con
promedio de edad de 22 y 15 años respectivamente- recibió 3 g de GF cada 24
horas, en tres tomas, durante 15 días; el grupo control –siete hombres y cinco
mujeres, con promedio de edad de 22 y 17 años respectivamente- recibió seis
cápsulas de placebo, con la misma posología.
Se realizaron tres mediciones en muestras de sangre periférica y saliva: basal (0
días), primera (21 días) y segunda (150 días); el conteo de linfocitos se realizó en
un citómetro de flujo FACSCaliburMR (Becton Dickinson); el cortisol y la sIgA por
inmunoensayo (Active cortisol EIA DSL-10- 2000) con el método de ELISA.
Los resultados se analizaron con las pruebas t-Student, t para muestras pareadas,
ANOVA, prueba exacta de Fisher y modelo de correlación de Pearson mostrando
un comportamiento celular, de sIgA y de cortisol favorable al grupo tratado con
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GF. El grupo experimental mostró diferencias significativas (ANOVA) en sIgA (p <
0.001), cortisol (p < 0.049); CD3+ y CD19+; así como también en sIgA al aplicar la
prueba t-pareada; el grupo experimental también mostró correlación > 0.75 en las
subpoblaciones de linfocitos T y hubo diferencias significativas en la relación
género- fármaco en las células CD3+ (p < 0.03), CD8+ (p < 0.02) y NK (p < 0.03)
Los resultados anteriores sugieren que el GF tuvo efectos positivos en la
respuesta inmunitaria de los atletas a quienes se les administró y con mayor
impacto en las mujeres; así mismo, GF favoreció la respuesta inmunitaria de
atletas con IMC < 21 Kg/m2, con menos tiempo de seleccionados, con más años
de practicar clavados y con menos días a la semana de entrenamiento.
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Summary.
The effect of glicofosfopeptical (GF) as an inmunomodulador has been studied in ill
people who have an altered immune response, but not in healthy people, or in
particular, athletes. In this work the effect of GF in the count of T lymphocytes
(CD3+, CD4+, CD8+), CD4+/CD8+, B lymphocytes (CD19+), NK cells, sIgA
(saliva) and cortisol (plasm) is evaluated; this was done as an indirect indicator of
the intensity of the exercise during a competition and training phase of athletes. A
controlled, randomized and doubl blind clinical study was designed. 24 members of
the Mexican selection of divers was studied distributed in two groups of 12
individuals. The experimental group -five men and seven women, with an average
of age of 22 and 15 years respectively- received 3 g. of GF every 24 hours, in three
doses of 1 g., during 15 days; the group control – seven men and five women, with
an average of age of 22 and 17 years respectively- received six capsules of
placebo, with the same dosage. Three measurements in peripheral blood samples
and saliva were made: basal (0 days), first (21 days) and second (150 days); the
count of lymphocytes was made in a flow citometer FACSCaliburTM de Becton
Dickinson, cortisol by inmunoassay (IT ACTIVATES CORTISOL EIA DSL-10-
2000) and the sIgA by the ELISA method. The results were analyzed with the tests
t-Student, t for twin samples, ANOVA, exact test of Fisher and model of correlation
of Pearson, and show a cellular behavior favorable to the group treated with GF for
sIgA and cortisol. The experimental group showed significant differences (ANOVA)
in sIgA (p < 001), cortisol (p < 049), CD3+, CD19+ and sIgA (t-twin), as well as
correlation > 0.75 in the subpopulations of T lymphocytes; there are significant
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differences in the relation of the drug to gender in CD3+ (p < 0.03), CD8+ (p <
0.02) and NK (p < 0.03) cells. These results suggest GF had positive effects in the
immune response in those athletes to wohm it was administered, with greater
impact in the women; also, GF improved the immune response, with IMC < 21
Kg/m2, of those athletes with less time on the team, those with more years
practicing diving, and finally those with less days of training each week.