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INTERNET EN LA VIDA...Internet, videojuegos y móvil) en los países en los que se llevó a cabo la...

Date post: 30-Jan-2021
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  • INTERNET EN LA VIDADE NUESTROS HIJOS

    ¿Cómo transformar los riesgosen oportunidades?

    Fernando García Fernández

  • © Del texto, Fernando García Fernández (2010).

    © De esta edición, FORO GENERACIONES INTERACTIVAS(2010).

    Primera edición: junio 2010. 3000 ejemplares.

    Reservados todos los derechos. Ninguna parte de estapublicación puede ser reproducida, almacenada o transmitidaen modo alguno o por ningún medio sin permiso previo deleditor.

    Depósito legal: NA 1710/2010

    Impreso por: Gráficas Alzate, S.L. Pol. Comarca 2.Esparza de Galar (Navarra)

  • ”No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va”

    (Séneca)

  • Prólogo de D. Benilde Caro Ortega,Director General del Foro Generaciones Interactivas. 7

    1. De la nada a la web 2.0. 9

    2. ¿Son distintos nuestros hijos? 15

    3. Hacia la familia interactiva. 23

    4. ¿Internet tiene algo bueno? 29

    5. La importancia de la educación 37

    6. Preguntas para provocar la reflexión. 49

    ¿Abandonarías a tu hijo en medio del océano? 51

    ¿Pondrías un microondas en su habitación? 54

    ¿De quién es el ordenador? 56

    ¿Qué se rompe antes, un ordenador o un niño? 57

    ¿Es tu hijo adicto a la pantalla? 59

    ¿Es tu hijo víctima del ciberbullying? 63

    ¿Los amigos de sus amigos son sus amigos? 66

    7. Epílogo. 77

    8. Siete libros para saber más. 81

    ÍNDICE

  • PRÓLOGO

    Hace apenas tres años, un grupo multicultural, multinacionale interdisciplinar de hombres y mujeres nos pusimos a trabajarcon el mismo objetivo: queríamos conocer más y mejor el uso quel@s ñin@s y adolescentes hacían de las nuevas tecnologías de lainformación y la comunicación (TIC). Desde el conocimientogenerado, pretendíamos ofrecer herramientas que ayudaran a lasociedad en general a gestionar esta situación de forma positiva.Con este objetivo surgió el Foro Generaciones Interactivas.

    Teníamos claro que estábamos ante un nuevo contexto socialque, sin apenas darnos cuenta, por lo rápido que ocurren losacontecimientos, estaba cambiando nuestras vidas. Hoy yanuestros hijos, nietos, sobrinos, etc. tienen nuevas formas dehacer casi todo: relacionarse, comunicarse, aprender y divertirse.Esto genera oportunidades inéditas y, por qué no decirlo, algunosriesgos que hay que conocer y gestionar.

    Gracias a este excelente equipo, hoy conocemos mejor el usoque l@s niñ@s y adolescentes hacen de las diversas pantallas (TV,Internet, videojuegos y móvil) en los países en los que se llevó acabo la investigación: Argentina, Brasil (Estado de Sao Paulo)Chile, Perú, Colombia, Venezuela, México y España.

    Con la colección Educar-Divulgar pretendemos, mediante elanálisis de los resultados de nuestra investigación, expuestos enlos informes sobre la Generación Interactiva en España eIberoamérica, ayudar a responder a las preguntas que nos puedanhacer nuestros hijos, nietos o alumnos, influyendo de una formaconstructiva para que hagan un mejor uso de las TIC.

    Son dos los libros que hemos editado con este fin: EducarHijos Interactivos, de los profesores Xavier Bringué Sala yFernando García Fernández, y Nativos Interactivos del profesorFernando García Fernández. Hoy presentamos el tercer libro:Internet en la vida de nuestros hijos, del profesor Fernando GarcíaFernández. Este libro pretende de una forma fácil, sencilla yamigable, profundizar en las situaciones cotidianas y reales que sedan entre l@s niñ@s y adolescentes y su relación con Internet, ypor ende, como decía con anterioridad, dotar de herramientas alos adultos que les permitan una mejor interacción con ellos.

  • Desde el Foro entendemos que la buena educación vaacompañada de grandes dosis de paciencia, comprensión yreflexión, y de alguna forma, y necesariamente con humildad, losadultos debemos ponernos en la situación del niñ@ o adolescentey reflexionar juntos sobre los temas a debatir.

    El camino es largo y duro, pero la motivación y ganas deayudar que se esconde detrás de todo este trabajo es inmensa.El Foro Generaciones Interactivas está siempre a la enteradisposición de cada uno de los lectores, y para nosotros será unverdadero placer que nos hagan llegar sus inquietudes,observaciones o sugerencias. Para nosotros serán unainestimable ayuda de cara a preparar nuestro próximo trabajo.Pueden hacerlo a través de nuestra web:

    www.generacionesinteractivas.org

    Benilde Caro Ortega

    Director General FGGII

  • CAPÍTULO 1

    DE LA NADA A LA WEB 2.O

  • 1. DE LA NADA A LA WEB 2.0

    Quizá pueda parecer extraño que comience este texto conun breve reseña histórica de la red Internet, sin embargo,conocer algo de su devenir puede ayudarnos a comprender elporqué de su repercusión social.

    El origen militar

    Los orígenes más remotos de Internet cabría situarlos en elcontexto sociopolítico originado al finalizar la Segunda GuerraMundial, en la llamada Guerra Fría. En esos años, las dos super-potencias mundiales, los Estados Unidos de América (EEUU) y laUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se disputabanel dominio mundial y cualquier pequeño detalle que pudiera indicarcierta supremacía del uno sobre el otro, sobre todo en el ámbi-to militar, podía inclinar la balanza hacia uno de los dos bandos.

    En 1957 se produce uno de esos acontecimientos: la URSS,mediante el exitoso lanzamiento del satélite artificial llamado“Sputnik”, se coloca en una clara posición de dominio estra-tégico, tecnológico y militar. Para paliar este hecho, el generalDwight Eisenhower, a la sazón presidente de los EEUU, ordenala creación de la Advanced Research Projects Agency (ARPA),con el fin de recuperar la supremacía mundial en el campo tec-nológico. Los investigadores americanos adoptan como objeti-vo prioritario el desarrollo de una red de comunicación entreordenadores. Dicha red debía ser indestructible; para ello seconcibió con carácter descentralizado, es decir, compuesta porvarios ordenadores localizados en puntos alejados geográfica-mente. Todos funcionaban como nodos de la red de igualimportancia y, por tanto, tenían la posibilidad de crear, trasmitiry recibir mensajes, de manera que la destrucción de cualquierade ellos no impedía la comunicación entre los restantes. En1973, pueden establecerse conexiones entre ordenadores depaíses tan distantes como el Reino Unido, Noruega y los pro-pios Estados Unidos.

  • El salto al ámbito civil

    La mayoría de los historiadores considera que el nacimientode Internet se produce en 1983. En este año, el Departamentode Defensa de los EEUU procedió a la separación de las partescivil y militar de la red de ordenadores creada hasta la fecha.

    Las Universidades son las primeras en aprovechar unainfraestructura que permite conectar varios centros académicosentre sí, potenciando la comunicación y colaboración de lacomunidad científica.

    En 1989 se produce otro importante acontecimiento; sin él,sería muy difícil explicar la explosión de Internet. Tim Berners-Lee, un científico británico de Laboratorio Europeo de Física dePartículas (CERN), inventó la World Wide Web (www);literalmente, la “red que envuelve el mundo”. Para ello, combinódos tecnologías, el hipertexto y el protocolo de comunicacionesde Internet, con el objetivo de encontrar un método eficiente yrápido para intercambiar datos entre científicos. Quizá sinpreverlo, acababa de desarrollar un modelo de acceso a lainformación intuitivo e igualitario, por lo que rápidamente sepopularizó. También en ese año, la Universidad de McGill deMontreal desarrolló Archie, un programa que realizababúsquedas en una base de datos que contenía informaciónsobre lo almacenado en la Red; tratándose, por tanto, delprimer buscador.

    Al parecer fue el 12 de diciembre de 1991 cuando se creó elprimer sitio web de la historia. Todo su contenido consistía entres líneas de texto, un enlace a un correo electrónico y otro auna base de datos científica. Su diseño gráfico era más sencilloque el de un telegrama y, por supuesto, no contenía ningúnelemento multimedia: gráficos, sonidos, vídeos… Su creadorfue Paul Kunz, un físico de la Universidad de Stanford, enCalifornia, y lo hizo tras visitar el CERN y entrevistarse con elmencionado creador de la World Wide Web.

    Internet en la vida de nuestros hijos12

  • El propio Tim Berners-Lee, desarrolló en ese mismo año de1991 el primer esbozo de navegador de Internet y lo puso adisposición de todo el mundo en la Red, para que losinvestigadores pudieran seguir desarrollándolo. Algo quecristalizó en 1993, año en el que se produjo el lanzamiento deMosaic, un visualizador de páginas web de instalación sencilla,fácil utilización y que ya contenía muchas de las opciones ycaracterísticas de los navegadores más populares en laactualidad. El acontecimiento se debe al ingenio y dedicaciónde Marc Andreesen y su equipo, del National Center forSupercomputing de la Universidad de Illinois.

    La nueva etapa

    A partir de 1995 empieza una nueva etapa. Después delnacimiento bajo el auspicio militar y la aplicación no bélica enlas universidades, se intuye el enorme potencial económicoasociado a la Red, debido a las casi ilimitadas posibilidades dedistribuir información y permitir la comunicación entre sereshumanos. Comienza, por tanto, su colonización por parte deempresas, instituciones de tipo muy diverso y usuariosparticulares. Podríamos decir que en esas fechas nace la web1.0, la web del consumidor de contenidos o servicios: el quebusca información, adquiere un producto o se comunicamediante correos electrónicos.

    Hoy en día el acceso a Internet está cada vez menosvinculado a los ordenadores y más a otros aparatos comoteléfonos móviles o televisores. A su vez, han caído algunas delas barreras que impedían el acceso masivo a Internet en losprimeros años. Factores como el precio de la conexión, lacalidad y rapidez de la transmisión, el coste de los aparatos ola simplicidad de uso han conseguido que en muy pocos añoscasi todos los hogares españoles cuenten con acceso alciberespacio.

    Para hacernos una idea del desarrollo de Internet en eltiempo y su espectacular crecimiento, pueden ser útiles un par

    De la nada a la web 2.0 13

  • de datos. Por un lado, el número de usuarios de Internet en elmundo era de trescientos sesenta millones en el año 2000,mientras que en la actualidad ya sobrepasa los milcuatrocientos millones. Por otro lado, el número de sitios deInternet –lugares en los que existe algún tipo de informaciónaccesible a todos los internautas- era en 1993 de ciento treinta;en el 2001 la cifra se había disparado hasta superar los treintay un millones; en la actualidad se calcula que hay más de cienmillones.

    Otro hito importante, que también explica el espectacularcrecimiento de Internet, es la aparición de la web 2.0, la llamadaweb social. El principal cambio con respecto al modelo anteriores que el usuario no sólo es consumidor sino que tambiénproduce contenidos que pone a disposición del resto delmundo. Así, hoy es muy habitual ser administrador de un blogpersonal, tener perfil en alguna red social o interactuar en algúnuniverso virtual, y a casi todos nos suenan palabras comoFacebook, Tuenti, Twitter o Second Life.

    El futuro desarrollo de Internet es tan imprevisible como loson los constantes avances tecnológicos a los que estamosasistiendo. Ya se habla de la web 3.0, la web semántica, la webinteligente, la web 3D,… habrá que estar atento.

    En el siguiente capítulo intentaremos descubrir cómo nosestán afectando estos vertiginosos cambios tecnológicos anosotros y a nuestros hijos.

    Internet en la vida de nuestros hijos14

  • CAPÍTULO 2

    ¿SON DISTINTOSNUESTROS HIJOS?

  • 2. ¿SON DISTINTOS NUESTROS HIJOS?

    Asegura el Dr. Gary Small, uno de los neurobiólogos másimportantes de los Estados Unidos, que “la actual eclosión dela tecnología digital no sólo está cambiando nuestra forma devivir y comunicarnos, sino que está alterando, rápida yprofundamente, nuestro cerebro”. Y menciona unas cuantasconsecuencias prácticas de este hecho, “además de influir encómo pensamos, nos está cambiando la forma de sentir ycomportarnos”. Además, hace hincapié en un hechofundamental, la rapidez a la que se está produciendo estaevolución, lo que “es posible que constituya uno de los avancesmás inesperados y de mayor importancia de la historia del serhumano. Tal vez nuestro cerebro no se haya visto afectado contanta rapidez y radicalidad desde que el hombre primitivodescubrió el uso de herramientas”.

    El distinto contexto que les acompaña

    A lo anterior se suma en el caso español que nuestros hijosestán creciendo en un contexto social, cultural y educativo radi-calmente distinto al que nos acompañó a nosotros, sus padres yprofesores. Ya casi nadie duda de que los “viejos” modeloseducativos no encajan en su “forma de ser”, y de que esto origi-na frecuentes tensiones, tanto en la escuela como en la familia.

    Estos chicos y chicas han nacido inmersos en un periodo deexpansión económica, bienestar material y alto consumismo.Por otro lado, es habitual que vivan en hogares con un reducidonúmero de miembros, con la madre incorporada al mercadolaboral y con una evidente dificultad para conciliar, por parte detodos, la vida laboral, personal y familiar. Además, la crecienteinseguridad de nuestras ciudades ha dificultado que losmenores puedan ocupar parte de su tiempo libre jugando al airelibre. La confluencia de todos estos factores explica quemuchos hayan crecido rodeados de todo tipo de artilugiostecnológicos que les hicieran más grata la soledad.

  • Además, no hay que olvidar que estos chicos y chicas sonhijos de los que nacimos en torno a mayo del 68. Hay autoresque resaltan lo que este acontecimiento ha supuesto para lainstauración de la cultura del “haz lo que quieras” o el“prohibido prohibir”, y el paulatino deterioro de la autoridad enla familia y la escuela.

    Las circunstancias relatadas en los anteriores párrafosexplican algo que se constata a primera vista: la frontera entreinfancia y madurez se ha difuminado. Los niños y niñas de estageneración manifiestan muchas características propias de losadultos: disponibilidad de recursos económicos, acceso acontenidos reservados a individuos de mayor edad o ciertaindependencia a la hora de elegir medios, productos yservicios.

    La Generación Interactiva

    Por otro lado, nuestros hijos forman parte de la GeneraciónInteractiva, caracterizada porque al alto grado de posesión depantallas y tecnologías digitales le han añadido un mayor gradode interactividad entre el hombre y la tecnología, o entre lospropios seres humanos gracias a ella. Esto les confiere unascaracterísticas algo peculiares que conviene conocer.

    Por su repercusión mediática, quizá fue Tapscott quien, alfinal del pasado siglo, dio el pistoletazo de salida a las obrasque reflexionaban sobre la relación de los niños y jóvenes conlos medios digitales, cuando publicó “Growing Up Digital: TheRise of the Net Generation”.

    Repasando la literatura encontramos que el autor máscitado a la hora de describir cómo son estos adolescentes esMark Prensky. En el año 2001 publicó su artículo “DigitalNatives, Digital Inmigrants”, que rápidamente alcanzó granpopularidad y sirvió para que otros autores se interesaran poreste asunto. En el año 2007 publiqué junto a Xavier Bringué ellibro “Educar hij@s interactiv@s”; en el primero de sus capítulos

    Internet en la vida de nuestros hijos18

  • intentamos, a partir de las ideas de Prensky y las aportacionesde otros autores como Salomon, Greenfield, Tapscott o Gros,definir unas cuantas características de la GeneraciónInteractiva, para entender la forma en que, de la mano de latecnología, los seres humanos estaban modificando los modosde comunicarse, estudiar o relacionarse.

    Así, nuestros hijos tienen una gran facilidad para procesarinformación rápidamente. Reciben mucha información y laadquieren por muchos canales distintos. La selección tanto dela información como del canal responde a un impulso muyrápido, que no siempre ha sido pensado ni implicanecesariamente una posterior reflexión. Por ello, muchas vecesno realizan un análisis crítico de la información recibida.

    No es difícil imaginarlos en continua acción porque tiendena pensar que es más importante hacer que hacer bien, por loque les cuesta mucho reflexionar sobre sus propias actitudes yconductas.

    Además, necesitan recibir una recompensa inmediata enlugar de gratificaciones que se materializarán a medio o largoplazo. Necesitan saber para qué les sirve lo que van a realizaren el mismo instante en el que se proponen realizarlo.

    Tienen la atención más diversificada. Por eso son capacesde realizar varias tareas de forma simultánea como, porejemplo: escuchar música mientras leen, mantener variasconversaciones en el Messenger a la vez que estudian o hacenla tarea, hablar con los amigos que están presentes al mismotiempo que envían mensajes a los ausentes.

    El texto les sirve para ilustrar la imagen: sólo en el caso deque no comprendieran ésta se acudiría a aquel. Ciertamente,tienen la inteligencia visual muy desarrollada.

    Se mueven en un medio en el que la información se organizade una manera absolutamente distinta a la utilizada en laescritura convencional. Por ello, los libros les pueden resultarextraños y les cuesta tanto la lectura pausada de un texto.

    ¿Son distintos nuestros hijos? 19

  • Están creciendo en un mundo conectado tanto sincrónicacomo asincrónicamente. Esto les ha generado, por un lado, lanecesidad de estar permanentemente conectados. Por otro,una nueva manera de enfrentarse a los problemas o satisfacerlas necesidades: cualquier persona del mundo puederesolvérselos o dar cuenta de ellas con tal de que estéconectada a Internet; cualquier pregunta o petición puedeencontrar respuesta en la enorme base de datos o la grandiosacomunidad de personas que es la Red. En consecuencia, nosuelen pensar ni evaluar la validez o bondad de la respuestaobtenida. Además, los padres y los profesores dejamos de serla única fuente de conocimiento, lo que nos puede erosionar laautoridad.

    Les encanta lo fantástico, para convencerse de ello bastacon observar los libros que leen, las películas que ven, losvideojuegos que juegan o el imparable éxito de los mundosvirtuales que nacen en cualquier esquina del ciberespacio.

    Su identidad digital tiene tanto valor o más que la real. Porello le conceden tanta importancia y le dedican tanto tiempo yatención a lo que se dice de ellos en la Red, o a las fotos ovídeos en los que aparecen. Además, experimentan nuevasformas de relacionarse y, muchas veces, expresan emociones yproporcionan información propia o de otras personas, endiversos formatos (texto, audio o vídeo), sin pudor alguno.

    Utilizan e incluso dominan los medios de producción digital:cámaras de foto y vídeo, programas para el tratamientofotográfico, la edición de vídeo o la creación de páginas web.Es decir, no son sólo consumidores digitales, como muchosadultos, sino que también producen. Además, quieren estar a laúltima tanto en hardware como en software.

    En conclusión: distintos

    Leído lo expuesto hasta ahora, no hace falta ser un expertosociólogo para darse cuenta de que los progenitores somos en

    Internet en la vida de nuestros hijos20

  • general bastante distintos a nuestros hijos. Y no hablamos sólode la habitual brecha generacional que siempre ha existido. Enla actualidad el cambio es tan profundo que no puede serexplicado sólo como una moda que surge para diferenciarse delos padres. El Dr. Small, al que hemos citado anteriormente, loexpresa de la siguiente forma: “antes los jóvenes se solíanrebelar contra la forma de comportarse de sus padres durantecierto tiempo, y luego también ellos acababan por integrarse enla sociedad de sus mayores –adoptaban la mayor parte de losprincipios, actitudes y valores de la generación anterior, altiempo que vertían en esa mezcla su propia cultura, susopiniones y su forma de ver las cosas-. Hoy, en cambio, lasmentes digitales se están adaptando a una cultura nueva regidapor la tecnología y que se impone al modo de vida de bajatecnología de ayer”.

    Un último hecho que conviene resaltar es que, quizá porprimera vez en la historia, los hijos saben mucho más que suspadres y madres sobre algo que, como hemos visto, estáresultando crucial a la hora de configurar su “forma de ser”, susvalores y actitudes. Los niños y niñas españoles declaran serlos “expertos tecnológicos” del hogar, han aprendido a manejarla tecnología digital de manera autónoma, sin la mediacióneducativa de un adulto, reconocen ser los que más saben sobreella y los que hacen un uso más intensivo y multifuncional. Portanto, es evidente que frente a las nuevas pantallas y a Internetla generación interactiva va por delante en conocimiento y uso,hecho que sitúa a los progenitores en clara desventaja, incluso,puede llegar a cuestionar su autoridad para ejercer cualquiermediación.

    Ante este panorama, aparentemente desolador, podemosadoptar dos actitudes. La primera, la más cómoda, es dejarnosllevar esperando que al final todo salga bien. Pensar que ladistancia entre el mundo sensato del que educa y el mundoinmediato del que aprende siempre ha existido. Confiar en que,a pesar de la brecha generacional, del enfrentamiento entreeducador y educando, las cosas acaban bien y aquí estamos

    ¿Son distintos nuestros hijos? 21

  • nosotros, que también fuimos adolescentes rebeldes, paracertificarlo.

    La segunda pasaría por creer que es verdad que los niños yniñas de esta generación son radicalmente distintos a suspadres y madres, que la diferencia que nos separa de ellos nose explica tan sólo con la habitual brecha generacional, y actuaren consecuencia. Para ello proponemos constituir una familiainteractiva. Dedicaremos el próximo capítulo a explicar en quéconsiste.

    Internet en la vida de nuestros hijos22

  • CAPÍTULO 3

    HACIA LA FAMILIAINTERACTIVA

  • 3. HACIA LA FAMILIA INTERACTIVA

    Como hemos descrito en el capítulo anterior, nuestros hijosson consumidores y productores activos de contenidosdigitales, experimentan nuevas formas de relacionarse,encuentran caminos distintos y desconocidos para resolver susdudas o problemas, propagan informaciones y emociones sinpudor alguno, tienden a hacerlo todo a gran velocidad y conmuy poca reflexión, etc.

    Por el contrario, los progenitores somos consumidorespasivos, inexpertos y timoratos de las tecnologías digitales.Defendemos a ultranza la transmisión cultural basada en eltexto y en la distribución lineal de los contenidos. Pensamosque los padres o profesores seguimos siendo las únicaspersonas a las que acudir para solucionar problemas oinquietudes. Creemos que la relación humana sólo es posiblecara a cara, somos muy celosos de nuestra intimidad y noaireamos las emociones.

    Estas diferencias evidentes han llevado a diversos autores ahablar de los nativos digitales –los hijos- y los inmigrantesdigitales –los padres- y de la dificultad de encontrar puntos deencuentro entre ambos. Y es evidente que si no nos esforzamospor estrechar el margen que nos separa en cuanto al uso deestos nuevos medios no podremos mediar educativamentesobre ellos y no podremos mostrar con nuestro hacer el buenhacer.

    El “migrante digital”

    Frente al nativo digital, que nunca podremos ser, o alinmigrante digital, que nos deja muy poco margen de maniobradesde el punto de vista educativo, debe emerger la figura delmigrante digital. Es decir, el adulto que usa la tecnología demanera eficaz, que tiende puentes hacia los nativos digitales,que se sumerge en los nuevos entornos donde la información,

  • la comunicación y el entretenimiento fluyen y se producen demanera distinta, que tiene una visión positiva de todos estosmedios que le sirven para el trabajo y para el ocio.

    Como dice Ismael Peña, “es probable que haya que acelerarnuestra “nacionalización” en el mundo digital: siempre nosquedará el acento de nuestra lengua materna, pero únicamentehablando el mismo idioma el entendimiento será posible”. Y loque es más importante, sólo así podremos ejercer algún tipo demediación educativa eficaz que vaya más allá de la prohibiciónabsoluta, la censura indiscriminada o el control exhaustivo, yque permita a nuestros hijos desarrollarse como personas libresy responsables.

    Es cierto que, como escribe Juan Cueto, “el problema es elprofundo duelo generacional entre estos nativos digitales quevinieron al mundo con los bits bien puestos y estos inmigrantesdigitales que intentamos reciclarnos para los usos ycostumbres de la nueva galaxia. Lo extraño es que a losinmigrantes nos toque el suicida papel pedagógico de intentarconvencer en sus propios territorios a los nativos”. Pero paraello contamos con dos ventajas fundamentales: criterio paradiscernir lo bueno de lo malo y experiencia para implementarlode forma eficiente. A las que podría sumarse una tercera que nonecesita más explicación: sencillamente, queremos a nuestroshijos.

    La familia interactiva

    Así surge el paradigma de la familia interactiva, aquella en laque sus miembros comparten la experiencia del uso de latecnología digital. Los progenitores se esfuerzan por entender ycompartir estos medios e intentan familiarizarse con esta nuevacultura, los hijos se esfuerzan por cumplir sus obligaciones a lavez que exigen su derecho a no quedar fuera de estos entornosdigitales.

    Internet en la vida de nuestros hijos26

  • En el mundo interactivo, de la misma forma que cuando seva a un país extranjero, se pueden mantener dos actitudes. Laprimera, poco recomendable, consiste en quedarse en un guetoen el que sólo se conviva con individuos del propio país, con loque resultará muy difícil empaparse de la cultura y lascostumbres de esas tierras y, por lo tanto, relacionarse con sushabitantes. La segunda, más inteligente, consiste en mezclarsecon las gentes, intentando aprender su idioma e integrar suscostumbres cuanto antes, lo que permitirá acabar siendo unomás entre ellos. Es cierto que siempre quedarán rasgos delorigen personal, pero el esfuerzo, sin duda, habrá merecido lapena.

    Nos consta que cada vez son más los adultos que se hanapropiado de los medios digitales, han hecho el esfuerzo deadaptación necesario y ya manifiestan muchas de laspeculiaridades de esta nueva generación. Estos adultos, a losque se ha venido llamando migrantes digitales, que usan laspantallas y tienden puentes hacia los más jóvenes para llegar acomprenderlos. Que intentan, dejando de lado miedos yreservas, sumarse a los nuevos entornos por los que fluye lainformación, se produce la comunicación o se disfruta denuevas modalidades de ocio o relación. Es cierto que, aunque“nacionalizados” en el mundo digital e interactivo, quedaránrasgos indelebles de su pasada condición, pero sólo de estamanera podrán acercarse a sus hijos para mediareducativamente entre ellos y sus pantallas.

    Resumiendo, los padres y madres aunque por edad nopodamos ser considerados nativos digitales, debemos hacer elesfuerzo de integrar en nuestra vida los medios digitales einteractivos. Este esfuerzo se verá recompensado cuandocomprobemos que hemos estado más cerca de nuestros hijos.De lo contrario, nos veremos en la tesitura de decidir y actuarsobre unos auténticos desconocidos, unos individuos queestán creciendo en un contexto social, cultural y educativoradicalmente distinto, a los que no se puede responder con lasviejas recetas ni catalogar en categorías conocidas.

    Hacia la familia interactiva 27

  • Quizá a estas alturas se esté planteando resolver elproblema desde la radicalidad absoluta y haya optado porimpedir la entrada de nuevas pantallas en su hogar. Si ladecisión es firme e irrevocable, adelante: es usted muy libre decerrar este libro y renunciar a vivir en el siglo XXI. Si, por elcontrario, es de los que piensa que quizá merezca la pena elesfuerzo de adaptarse a esta nueva realidad, vamos a intentardarle en el siguiente capítulo algunas razones para demostrarlelo buenas que pueden ser las pantallas en la vida de sus hijos.

    Internet en la vida de nuestros hijos28

  • CAPÍTULO 4

    ¿INTERNET TIENE ALGOBUENO?

  • 4. ¿INTERNET TIENE ALGO BUENO?

    Internet ha puesto a nuestro alcance toda una serie deposibilidades para el desarrollo personal y para la realización demuchas de nuestras actividades diarias (ocio, trabajo, gestionesadministrativas, etc). Todas estas ventajas están sustentadas enel siguiente hecho: la red facilita el acceso a la información, lacomunicación y el entretenimiento.

    Estas posibilidades, que ya han sido descubiertas por laeconomía, la empresa, la política o la ciencia, están empezandoa explotarse en la educación. Los que somos docentespodemos asegurar, desde nuestra propia experienciaprofesional, que Internet es un estupendo aliado de nuestrosalumnos para la realización de sus tareas escolares y lespermite nuevas formas de relacionarse y divertirse. Además, laweb 2.0 les ofrece novedosas maneras de desarrollar sucreatividad.

    En definitiva, estas tecnologías pueden aportar mucho valora la educación: son más divertidas, están más de acuerdo conla forma de ser de nuestros hijos y con la sociedad en la quevivimos, y con ellas se puede aprender más y mejor. Por lotanto, los padres debemos procurar que nuestros hijos sebeneficien de ellas. En los siguientes párrafos pondremos derelieve algunas de estas ventajas.

    Apoyo para las tareas escolares

    La investigación que hemos realizado en España concluyeque más de la mitad de los estudiantes entre 10 y 18 añosutiliza el ordenador e Internet como apoyo para las tareasescolares. No sólo como fuente de información, sino tambiénpara poner en práctica métodos de aprendizaje cooperativo,mediante la realización de proyectos o la resolución deproblemas en grupos.

  • Además, ya empieza a ser bastante habitual que losprofesores pongamos a disposición de nuestros alumnosplataformas de aprendizaje on-line, a través de las cuales lesofrecemos múltiples recursos didácticos y educativos, y laposibilidad de autoevaluarse. Esto no es ciencia ficción, yaexisten muchas universidades, tanto españolas comoextranjeras, en las que se puede estudiar y obtener lastitulaciones a través de Internet.

    Una nueva forma de aprender

    Pero la red no es sólo un lugar en el que encontrarinformación o desarrollar trabajos conjuntos, también permiterealizar un aprendizaje interactivo, de gran valor para fijarnumerosos conceptos y ejercitar múltiples procedimientos.

    En Internet existen muchos lugares en los que practicar yasentar todo lo que tiene que ver con el aprendizaje mecánicoy repetitivo: operaciones aritméticas, reglas ortográficas, listasa memorizar…

    También es un excelente lugar para experimentar consimulaciones interactivas de muchas realidades naturales oartificiales que antes o se reproducían a duras penas en loslaboratorios escolares o no podían realizarse por la falta derecursos o su alta peligrosidad. Hoy en día, cualquier reacciónquímica, fenómeno físico, aparato mecánico o procesobiológico puede ser simulado de manera virtual con muy bajocoste y sin ningún riesgo.

    Posibilita la relación y la diversión

    Internet permite la relación social, algo que valoran muchotanto los chicos como, especialmente, las chicas: el Messenger,las redes sociales o el correo electrónico son muy popularesentre ellos ya que ofrecen múltiples oportunidades de conocer,compartir y divertirse.

    Internet en la vida de nuestros hijos32

  • La causa de este éxito puede explicarse por la aspiraciónque los seres humanos tenemos de comunicarnos y establecerrelaciones con otras personas. Si aceptamos como cierta estahipótesis, no deberíamos sorprendernos al constatar loselevados porcentajes de utilización de estas herramientas yservicios de Internet y su extraordinaria popularidad.

    Fomenta la creatividad

    El ordenador y otros dispositivos digitales permiten elaborarcreaciones audiovisuales o textos de manera muy sencilla, queluego se comparten muy fácilmente mediante blogs, redessociales o portales para colgar fotos o vídeos. Estos hechosabren enormes posibilidades para ejercitar la creatividad. Así,por ejemplo, cuatro de cada diez españoles entre 10 y 18 añoshan creado su página web personal o su blog, lo que les sirvepara expresar su opinión, escribir sobre lo que les gusta ocompartir información.

    Facilita la solidaridad

    Internet también ofrece muchas oportunidades en el ámbitode la solidaridad entre los seres humanos. Esto facilita que loschicos y chicas salgan de sí mismos y se abran a los demás,que descubran las penurias que sufren muchos hombres ymujeres, ¡tantos niños y niñas! Gracias a las redes sociales esmuy fácil contactar y conocer grupos de jóvenes que dedicanparte de su tiempo libre a los más necesitados.

    Este tipo de actividades les reportan muchas satisfaccionesy permiten que aumente su autoestima, al sentirse útiles.Además, les hace mejores personas.

    Una lista de oportunidades a modo de resumen

    El profesor Pere Marquès en un artículo titulado “Usoseducativos de Internet”, resume en una lista muchas de las

    ¿Internet tiene algo bueno? 33

  • ventajas que ofrece la red a los estudiantes. Aunque algunas yalas hemos desarrollado de forma breve en los párrafosanteriores, la reproducimos en las siguientes líneas, casi deforma literal, a modo de resumen de este capítulo.

    • Universalización de la comunicación, posibilidad decomunicación con todo tipo de personas: compañeros,profesores, expertos…

    • Entorno propicio para un aprendizaje cooperativo, laresolución de problemas y la realización de proyectos entreestudiantes y entre estudiantes y profesores.

    • Desarrollo de habilidades básicas de lectura, escritura yexpresión.

    • Punto de encuentro entre profesores y estudiantes de todoel mundo.

    • Acceso fácil y económico a un inmenso caudal deinformación multimedia de todo tipo.

    • Conocimiento de otras lenguas y culturas.

    • Oportunidad de practicar otros idiomas, especialmente elinglés.

    • Desarrollo de habilidades de búsqueda, selección yorganización de la información.

    • Difusión universal de las creaciones personales.

    • Posibilidad de contactar con las personas que hanelaborado la información que se está consultando para pedirnuevos datos o compartir opiniones.

    • Familiarización con esta tecnología, sus lenguajes y susprotocolos.

    Vistas muchas de las oportunidades que Internet les ofrecea nuestros hijos en el ámbito escolar y educativo, dedicaremos

    Internet en la vida de nuestros hijos34

  • el siguiente capítulo a repasar algunos de los inconvenientesque pueden presentarse. Incidiremos en las maneras deminimizar los riesgos potenciales que les acechan durante susincursiones en el ciberespacio.

    ¿Internet tiene algo bueno? 35

  • CAPÍTULO 5

    LA IMPORTANCIADE LA EDUCACIÓN

  • 5. LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN

    Tras leer el capítulo anterior, quizá se estén preguntando:¿pero esta gente piensa que Internet sólo tiene cosas buenas?Y la respuesta inmediata es: ¡por supuesto que no! Sabemosque también existen riesgos. Negarlo sería adoptar la actituddel avestruz que esconde la cabeza bajo el ala cuando acechael peligro.

    Es más, estamos casi seguros de que si hiciéramos unaencuesta entre ustedes, los padres y madres que están leyendoestas páginas, sobre los peligros de Internet, saldrían a relucirtemas relacionados con la adicción a las pantallas, el acceso acontenidos inadecuados, las relaciones poco convenientes oincluso peligrosas que pueden establecerse o los actosdelictivos que pueden perpetrarse con relativa facilidad yaparente impunidad.

    Estas crudas realidades, tan presentes en los medios decomunicación que ocupan casi diariamente algún lugar en lasportadas, pueden hacer pensar a los padres que la mejorsolución de cara a preservar la integridad física y moral de susretoños es impedirles el acceso a Internet. Sin darse cuenta deque el resultado puede ser casi tan catastrófico como el que seobtendría si hubiera una ausencia total de mediación educativa.Como hemos apuntado unas páginas antes, ni la prohibiciónabsoluta ni la censura indiscriminada ni el control exhaustivovan a conseguir que los niños acaben siendo adultos libres yresponsables. Más bien aumenta el riesgo de que acabensiendo personas temerosas, con baja autoestima, muy pocainiciativa y alta probabilidad de fracasar en la vida.

    Sin olvidar que se les está privando de todos los beneficiosque puede aportarles una relación saludable con las pantallas,como hemos visto en el capítulo anterior.

    Podríamos redactar una especie de artículo de obligadocumplimiento en los hogares españoles en este comienzo del

  • siglo XXI: los hijos tienen el derecho de acceder a Internet y laobligación de cumplir las condiciones que sus padres han fijadopara asegurar que la “ciberexperiencia” sea lo más beneficiosaposible.

    Instrucción versus educación tecnológica

    Sabemos perfectamente que los niños instruidos en el usode la tecnología serán capaces de utilizarla eficazmente (casicon seguridad, más que cualquier adulto), pero sólo los quehayan sido educados en su uso harán cosas buenas para él ypara el resto de la sociedad. En palabras de d. Iñaki Urdangarín,duque de Palma y presidente de honor del Foro GeneracionesInteractivas, “se trata de educar en un uso correcto de losmedios para que sirvan al mejor de los fines: la formación deuna generación interactiva que sea dueña de las grandesoportunidades que les ofrecen las pantallas y no esclava de susrincones más oscuros”.

    Dicho sea de paso, el Foro tiene como misión “promover unuso de la tecnología que haga mejores a las personas”, lo queya es toda una declaración de intenciones.

    Una tarea urgente

    Esta tarea educativa y formativa sobre el buen uso deInternet es urgente. Los datos del primer estudio de lageneración interactiva en España, presentado por el ForoGeneraciones Interactivas en octubre de 2010, en el queparticiparon casi 13.000 escolares españoles de entre 6 y 18años, son concluyentes. Entre otras cuestiones, nos permitenasegurar que estamos ante una generación equipadatecnológicamente y que accede de forma precoz al universodigital.

    Así, en el 97% de los hogares españoles con hijos entre 10y 18 años hay ordenador y en el 82% conexión a Internet.

    Internet en la vida de nuestros hijos40

  • Porcentajes significativamente superiores a la media española,por lo se puede concluir que son los menores los que animan asus padres a conectar los hogares a la red. Además, los niñosacceden a Internet a muy temprana edad, antes de cumplir losdiez años el 71% ya ha tenido experiencias en el ciberespacio.

    Una nueva dimensión educativa

    Si los hogares españoles con niños son en realidad“ciberhogares”, ya que en ellos la penetración de Internet esaltísima y se usa con mucha frecuencia, ¿no debería la familiaasumir con mayor intensidad la formación para el buen uso delas pantallas? Además, si uno de los pilares de la educación yel aprendizaje es la observación de modelos a seguir, ¿nodeberíamos convertirnos los adultos en un testimonio de altovalor educativo en cuanto al buen uso de Internet? ¿No escierto que, como dice el clásico, “las palabras mueven, pero elejemplo arrastra”?

    Asumir esta nueva dimensión educativa familiar, lamediación entre las pantallas y los hijos, arroja sus frutos caside manera inmediata. Si en la muestra del estudio que hemoscitado nos fijamos en los chicos y chicas que en alguna ocasióncomparten el uso de las pantallas con alguno de susprogenitores, encontramos diferencias de actitud muyimportantes, que van a permitir una relación más saludable conlas pantallas.

    ¿El punto de mira mal situado?

    Da la impresión de que durante algún tiempo los educadoresnos hemos fijado excesivamente en la pantalla, en la propiatecnología, sin percatarnos de que lo realmente importanteestaba al otro lado de ella, en el ser humano que la usaba. Poreso, se ha invertido mucho en dotar de hardware y softwaretanto los colegios como los hogares. Lo que, dicho sea depaso, está muy bien y merece todo nuestro elogio. Pero se echa

    La importancia de la educación 41

  • en falta un esfuerzo similar para conseguir educar en el buenuso. Aunque no es tarea sencilla porque faltan referenteseducativos: es difícil educar sobre aquello para lo que no hassido educado. Es más, a nada que nos descuidemos, losadultos podemos convertirnos en un mal referente.

    La ignorancia, el mayor de los peligros

    Hemos citado algunos de los riesgos que acechan anuestros hijos en Internet, aunque el más peligroso es el que nose suele mencionar: la ignorancia de los educadores que leslleva a no realizar ningún tipo de mediación educativa.

    El que ignora vive tranquilo, dado que lo que desconoce nopuede alterarle. Lo ignorado ni le preocupa ni le ocupa, por loque, consecuencia inmediata, no podrá minimizar loshipotéticos desmanes que produzca. En esta coyuntura,habitualmente, cuando el problema le “estalla en las manos” yaes demasiado tarde. Siempre se ha dicho que “la ignorancia esla madre de todo atrevimiento”; en el caso que nos ocupaademás puede ser el principio de todos los desastres. Laspantallas que pueblan nuestros hogares, junto a ventajasinfinitas, las más, pueden ejercer una influencia negativa sobrenuestros hijos, y tenemos la obligación de conocerlas y actuarpara minimizar sus riesgos y maximizar sus oportunidades.

    Los cuatro factores

    Los padres y madres deberíamos prestar atención a cuatrofactores a la hora de mediar educativamente entre nuestroshijos y cualquiera de las pantallas que utilizan: el tiempo, ellugar, la compañía y el contenido.

    En los siguientes párrafos mostraremos cómo están usandoInternet los chicos y chicas españoles a la luz del estudio quevenimos citando. Al hilo de estos datos estadísticosextraeremos algunas conclusiones educativas.

    Internet en la vida de nuestros hijos42

  • Tiempo

    El tiempo hace referencia tanto a la cantidad como almomento. Es decir, deberíamos preocuparnos de cuánto usannuestros hijos Internet, pero también de cuándo lo hacen.

    Si nos referimos al cuánto, la mayoría de los chicos y chicasespañoles le dedican más de una hora al día. De lunes aviernes, se observa una distribución similar entre los queafirman usar la red menos de una hora, entre una y dos horas omás de dos horas, siendo este porcentaje en torno al 30%. Alllegar el fin de semana, como hay más tiempo libre, crece elporcentaje de individuos que dedica más de dos horas al día aconectarse a Internet, llegando hasta el 38%, mientrasdesciende el de aquellos que le dedican menos de una hora.

    Una primera reflexión educativa nos lleva a considerar si elhecho de que los adolescentes dediquen a Internet más de doshoras al día puede conllevar algún tipo de problema relacionadocon la adicción.

    La manera de confirmar si nuestro hijo o hija está abusandode la pantalla, si está “enganchado” a ella, es preguntarnos si loque hace tiene algún fin predeterminado o se trata tan sólo de“pasar el tiempo” o “matar el aburrimiento”. Se trata depreguntar no sólo por el cuánto sino el por qué y el para qué.Como en el siguiente capítulo nos referiremos másconcretamente a la adicción a Internet, dejamos para entonceslas formas de detectarla y tratarla.

    Si nos referimos ahora al cuándo, el principal problemaeducativo es que nuestros hijos pueden desplazar otrasactividades importantes para su desarrollo físico, psíquico,emocional o intelectual por un uso desordenado de Internet. Eneste sentido, sabemos que uno de cada cuatro españoles entre10 y 18 años admite haber disminuido el tiempo dedicado alestudio o la lectura, un 15% a la relación familiar y otro 15% ala práctica de deportes.

    La importancia de la educación 43

  • Habría que prestar especial atención a las noches. Habríaque verificar si los niños y niñas duermen suficiente o, porpermanecer conectados, están restando tiempo de descansonocturno. Esta situación sin aparentes consecuencias si esesporádica, sostenida en el tiempo acarrea una llamativadisminución del rendimiento escolar y un sinfín de problemasfísicos y psíquicos.

    Lugar

    El lugar desde el que acceden puede ser público o privado.

    Son públicos los lugares en los que el niño o la niña puedensentirse “vigilados” de alguna manera mientras navegan por lared, lo que sin duda minimiza muchos de los riesgos que hemosvenido citando. Entrarían dentro de esta categoría lugares comolos cibercentros o locutorios de Internet, las bibliotecas o elcolegio. También sería público el propio hogar, siempre ycuando el acceso se produzca desde una zona común de lacasa, en la que cualquier miembro de la familia puedapresentarse sin previo aviso y pueda verificar al instante lo queestá ocurriendo en la pantalla.

    Por el contrario, serían privados aquellos lugares en los queel niño o la niña se sienten a salvo de observadores, por lo quese sienten libres de navegar por donde les de la gana o utilizarlos servicios que les apetezcan. El lugar privado más recurrentees el propio dormitorio.

    Los datos del estudio sobre la Generación Interactiva enEspaña muestran que el 89,0% de los adolescentes españolesnavega por Internet desde su hogar, siendo esta la opción máshabitual. Además, uno de cada tres tiene el ordenador en supropia habitación. Sobre este dato y sus repercusioneseducativas reflexionaremos en el siguiente capítulo.

    Otros lugares desde los que acceden a la red, ordenadossegún su frecuencia son: la casa de un amigo (29,4%), elcolegio (28,5%), la casa de un familiar (24,4%) o un “cíber”(10,2%).

    Internet en la vida de nuestros hijos44

  • Una mención aparte merece el acceso desde los teléfonosmóviles, los “smartphones”. Nuestro estudio permite confirmarque en España uno de cada diez adolescentes accede aInternet desde estos dispositivos, en muchos casos con unatarifa plana que le permite conectarse todo lo que quiera sinaumentar el gasto. Y la tendencia indica que va a producirse unespectacular crecimiento, por lo que es de esperar que en muypoco tiempo este acceso será masivo.

    Sin apenas darnos cuenta, estamos pasando de unescenario en el que las pantallas –televisor, videoconsola,ordenador, etc.- estaban en el hogar a otro en el que la pantallaúnica y multifuncional se encuentra en el bolso o en el bolsillo.Pasamos de la family screen –pantallas en el hogar con usomás o menos mediado- a la bedroom culture –pantallas en lahabitación del menor sin mediación adulta- y de esta a lapocket screen –pantalla multifuncional de uso no mediado-.

    Esta novedad acarrea unas repercusiones educativas quehabría que empezar a considerar seriamente. Aunque no vamosa detenernos más en ellas, sí podemos mencionar que lamediación entre el menor y la pantalla, que ya resultabacomplicada en el hogar, puede resultar imposible si el niño o laniña disponen de esta tecnología y “barra libre” para conectarsecuando quieran y a dónde quieran. Por lo que habría que valorarla conveniencia de que dispongan de ella.

    Desde luego, impone una urgencia mayor a la educaciónpara el buen uso de las pantallas; antes de que el Smartphoneesté en su poder, el menor debería conocer los principalesriesgos que existen y asumir una forma de funcionar segura ysaludable.

    Compañía

    Al hablar de compañía nos referimos a dos realidades muydistintas. La primera haría referencia a si el menor navegaacompañado de manera presencial por otras personas que leguían o aconsejan. La segunda a si Internet le posibilita algúntipo de relación virtual.

    La importancia de la educación 45

  • Los datos del estudio que hemos realizado en Españamuestran que la experiencia de uso de Internet es autónoma,con marcado carácter social y escasa mediación adulta. Así, el86,5% de los adolescentes españoles que usa Internet estásólo frente a la pantalla. Lo que no quiere decir que olviden lacomponente social: también es bastante frecuente el usocompartido con los amigos (42,9%), los hermanos (26,2%) o,incluso, las madres (17,7%) o los padres (15,8%).

    En cuanto a la compañía virtual, la posibilidad que ofreceInternet de contactar con desconocidos es uno de los riesgosmás comentados, sobre todo porque los medios decomunicación informan con bastante frecuencia sobredelincuentes que han dañado a menores de edad tras ganarsesu confianza a través de Internet. En este sentido, los datos delestudio sobre la Generación Interactiva en España ponen derelieve que, a pesar de todo, todavía hay bastantes chicos ychicas que no tienen inconveniente en relacionarse conpersonas desconocidas en el mundo real, a las que sóloconocen por sus contactos en Internet.

    Uno de cada diez chicos no ve ningún problema en poner suintimidad al alcance de desconocidos, las chicas son algo másprudentes. De media, algo más de uno de cada diezadolescentes no tiene inconveniente en agregar adesconocidos a la lista de contactos del Messenger. Por último,en torno al 16% de los chicos y al 11% de las chicas opina quees divertido hablar con desconocidos a través de Internet.

    A este respecto, hay una serie de cuestiones a las quecualquier adolescente debería saber responder antes de teneracceso a Internet: ¿es Internet tan anónimo y seguro comoparece?, ¿es prudente poner tu intimidad o la de los demás alalcance de cualquiera?, ¿es aconsejable agregar desconocidosa mi Messenger o abrirles mi perfil en la red social? Volveremossobre estas cuestiones en el siguiente capítulo.

    Internet en la vida de nuestros hijos46

  • Contenido

    Por último, el contenido se refiere a qué hace el niño con latecnología y para qué la utiliza.

    Si nos fijamos en los servicios utilizados en Internet, la granmayoría de los adolescentes además de visitar páginas web,buscan comunicarse. Así son muy populares aplicacionescomo el Messenger, las Redes Sociales o el correo electrónico.

    En cuanto al contenido de las páginas web visitadas, tantolos chicos como las chicas manifiestan preferencias sobre loscontenidos relacionados con el ocio. Así en los primeros lugaresaparecen los juegos, la música, el humor o los deportes. Enclara oposición a estos aparecen los contenidos relacionadoscon la educación o la cultura, ya que se sitúan en los últimoslugares de la lista.

    Es de reseñar la diferencia que se observa en cuanto alacceso a contenidos calificados para adultos; mientras para laschicas no despierta ningún interés, para los varones es el quintocontenido más demandado: uno de cada cinco chicosreconoce visitar ese tipo de páginas. Éste dato puede servirnospara plantearles dos cuestiones: ¿es conveniente visitar estetipo de lugares de Internet?, ¿hay alguna forma, además de supropia fuerza de voluntad, de dificultar el acceso a estaspáginas? Y así introducimos el debate sobre la conveniencia deinstalar en el ordenador algún software de protección personal.Volveremos sobre este tema en el siguiente capítulo.

    Resumiendo, deberíamos dialogar con nuestros hijos sobrecuánto, cuándo, dónde, con quién y para qué usan latecnología. Para ello, quizá nos ayude responder comoeducadores a unas cuantas cuestiones. A ello le dedicaremos elpróximo capítulo.

    La importancia de la educación 47

  • CAPÍTULO 6

    PREGUNTAS PARAPROVOCAR LA REFLEXIÓN

  • 6. PREGUNTAS PARA PROVOCAR LAREFLEXIÓN

    Plantearemos en este capítulo siete preguntas, con unenunciado que puede parecer en ocasiones absurdo, pero cuyoobjetivo es provocar la reflexión sobre ciertos temas queconsideramos capitales a la hora de conseguir un uso seguro,saludable y educativo de Internet.

    Se refieren a temas tan diversos como las formas deconseguir que nuestros hijos se sientan acompañados en elciberespacio; que la pantalla ocupe el lugar más adecuado ensu vida, aquel en el que sientan el control sutil y distante deleducador; que no piensen que tienen todo el derecho a usar latecnología, pero ninguna obligación de hacerlo de formaadecuada; que los educadores veamos la necesidad deemplear ayudas tecnológicas que protejan tanto al ordenadorcomo al usuario; que conozcamos de qué forma se puedenprevenir la adicción o el ciberbullying; y, por último, quesepamos cómo transmitir a nuestros hijos una serie de normasde funcionamiento en las redes sociales.

    ¿Abandonarías a tu hijo en medio del océano?

    Da la impresión de que la llegada de Internet ha conseguidodisminuir de manera drástica la costumbre de compartir laspantallas en familia. Aunque es cierto que cada vez iba siendomás habitual que los menores tuvieran televisor en su propiodormitorio, mirar la televisión seguía siendo una actividad quese hacía en grupo en la sala de estar del hogar. Sin embargo, ala luz del estudio sobre la generación interactiva española quevenimos citando, la navegación por la red parece ser más bienuna experiencia única y personal.

    Por otro lado, no tenemos ninguna duda de que el papel dela familia es de importancia capital para moderar y modelar eluso y acceso a las pantallas por parte de los jóvenes. El hogar

  • se configura como un espacio donde el joven accede a laspantallas y también adquiere, por interacción con padres yhermanos, pautas y criterios sobre su uso.

    La investigación realizada nos permite conocer algunoscomportamientos paternos y maternos que nos permitiránarrojar algo de luz sobre la siguiente cuestión: ¿en los hogaresespañoles en los que convive algún adolescente se estáproduciendo algún tipo de mediación educativa familiar a lahora de utilizar Internet? Los datos que manejamos nospermiten clasificar la mediación adulta en el hogar en trescategorías:

    1. Mediación activa: la más recomendable desde el punto devista educativo. Implica cierto grado de intervención de losprogenitores cuando sus hijos están utilizando las pantallas.El ejemplo más eficaz de mediación activa sería compartircon ellos momentos de uso, navegando por internet. Otrasactitudes en sentido activo serían: preguntar por lo que seestá viendo o haciendo, echar un vistazo mientras estánusando la pantalla o estar en la misma habitación. Tambiénpodríamos clasificar en esta categoría las prohibicionesrazonadas.

    2. Mediación pasiva: se trataría de revisar lo realizado aposteriori, bien mediante preguntas o mediante ayudastécnicas (software de control, verificar el historial denavegación, revisar la bandeja de entrada del correo, etc.).Es mucho menos recomendable porque sitúa al hijo o a lahija bajo sospecha (interrogatorios, registros, etc.). En estamisma categoría podríamos situar a los progenitores queprohíben el uso de las TIC sin explicar el porqué de talmedida.

    3. Mediación nula o ausencia de mediación: la menosrecomendable porque dejan al chico o a la chica totalmentedesprotegidos.

    Internet en la vida de nuestros hijos52

  • Como hemos apuntado en páginas anteriores, casi nueve decada diez niños y adolescentes españoles que usan Internetestán habitualmente solos frente a la pantalla. No llegan a dosde cada diez los que afirman que alguno de sus progenitores lesacompaña en alguna de sus singladuras. Aunque también escierto que cada vez son más los progenitores que, por lomenos, preguntan por lo que hacen sus hijos en Internet,situación reconocida por el 45% de los adolescentes.

    Ahora bien, el grupo que más nos preocupa está constituidopor algo más de un tercio de estos mismos individuos quereconocen que sus padres se desentienden totalmente de loque hacen en la red y del tiempo que le dedican. Estosadolescentes no sólo no sienten la presencia física de suspadres cuando salen al ciberespacio sino que ni tan siquieraexperimentan el control sutil y distante del que sabe que suspadres controlan. Resumiéndolo: pueden encontrarsecompletamente desprotegidos ante los riesgos que les acechanen la red.

    De la misma forma que ni es posible ni deseable quesiempre les acompañemos, sobre todo a partir de cierta edad,es muy aconsejable que los menores perciban estos medioscomo lugares en los que también existen normas. De locontrario, si en sus aventuras en estos nuevos universos losadultos se diluyen, los menores conciben la red como unespacio libre y no sometido a ninguna norma.

    Una posible estrategia sería la siguiente:

    1. Con niños pequeños, desde que son bebés hasta queacaban la Educación Primaria, en torno a los 12 años, lospadres deben acompañar a sus hijos en sus salidas alciberespacio, de manera constante cuando son muypequeños y de forma esporádica a medida que vancumpliendo años. Deben ser sus guías y compañeros deviaje. Deben proporcionarles buenas experiencias, divertidasy formativas, para que vayan descubriendo las infinitasposibilidades orientadas al bien que se nos ofrecen.

    Preguntas para provocar la reflexión 53

  • Además, los niños van a crecer con la sensación de que suspadres son auténticos expertos.

    2. Cuando comienzan la Educación Secundaria, debemos con-cederles cierta autonomía, pero siempre deben darnos razónde sus salidas al ciberespacio: dónde, cuándo, cuánto y conqué fin. La navegación sin un fin predeterminado suele aca-bar en naufragio. Además, si se ha cumplido la etapa ante-rior, saben de nuestro conocimiento del medio, por lo quesienten nuestra presencia aunque no estemos físicamentepresentes, lo que siempre supone un freno a las malasacciones. Es algo similar a lo que sienten cuando se van aenfrentar a la bebida o a la droga o al sexo y son conscien-tes de que nosotros ya hemos pasado por esa etapa y sabe-mos lo que puede ocurrir y cuáles son sus efectos, porqueestos temas han sido motivo de conversación familiar.

    3. Al llegar al Bachillerato, en torno a los 16 años, una vezsuperada la etapa educativa más complicada, si hemoscumplido las premisas anteriores, ya habrán desarrolladosuficiente espíritu crítico y tendrán la suficiente experienciapara discernir el bien del mal. Habrán ganado enresponsabilidad por lo que se merecen mayor libertad. Encualquier caso, ya poco más podemos hacer.

    ¿Pondrías un microondas en su habitación?

    Una de las dudas más frecuentes entre los padres de familiaque deciden conectar su hogar a Internet, es en qué lugarubican el ordenador, sobre todo si lo van a usar los hijos. Lasencuestas que manejamos nos ilustran sobre cuáles son lasopciones más habituales en España.

    En el 36% de los hogares en los que hay algún hijo o hija conedades comprendidas entre los 10 y los 18 años el ordenadorestá en su dormitorio, siendo la opción más habitual. Además,al porcentaje anterior le podríamos sumar otro 11% que declaradisponer de ordenador en la habitación de algún hermano.

    Internet en la vida de nuestros hijos54

  • Aunque es muy posible que se trate del lugar más deseadopor el adolescente, pensamos que es el menos adecuadodesde el punto de vista educativo, porque dificulta la mediaciónque deben ejercer los padres. A nuestro modo de entender, estaes la peor de las soluciones, porque en ese lugar es más difícilejercer un control sobre el tiempo que duran las conexiones, elmomento en el que se producen o los contenidos que pasanpor la pantalla del ordenador.

    ¿Cuál es entonces la mejor opción?

    En el 21% de los casos la alternativa la ofrece el salón ocuarto de estar. Se trata de una buena elección en cuanto a quees un lugar común, pero tiene la desventaja de que allí puedeproducirse una competencia entre medios tecnológicos–ordenador, música, consola, televisión,…-. Además, puedenconfluir muchos actores con intereses bien distintos, por lo quedifícilmente se podrá realizar trabajo académico o laboralalguno con tanto “ruido” en el ambiente.

    Imaginemos una estampa que puede ser bastante habitualpara intentar aclarar a qué nos referimos con el apunte anterior:uno de nuestros hijos quiere hacer un trabajo con ayuda deInternet, su hermano pequeño está jugando con elcaracterístico estruendo y alboroto que producen los niños,mientras la abuela quiere ver la televisión, ¿son estas lasmejores condiciones para que todos desarrollen la actividadprevista?

    Hay otro 18% de hogares en los que el ordenador se instalaen un cuarto de estudio o similar. Creemos que es una buenaopción porque es un lugar accesible a todos los miembros de lafamilia y, por tanto, todos los que lo utilicen se van a sentir“vigilados”. El inconveniente es que, desgraciadamente, dadala escasez de metros cuadrados, no todos los hogares puedendisponer de una habitación libre para dedicarla a esosmenesteres.

    Preguntas para provocar la reflexión 55

  • Una buena solución es un portátil y una red inalámbrica enel hogar. De esta forma, podemos conectarnos a Internet en ellugar en el que sea preciso. Lógicamente, dicho ordenadordebe estar bajo control paterno o materno, y sólo se usacuando hay razones para ello. ¿Se imaginan que lográramosque nuestros hijos nos dijeran siempre cuándo, cuánto y paraqué van a usar el ordenador? Tendríamos casi ganada la batallaeducativa, por lo que no debería haber mucho inconveniente enque se “encerrara” en su habitación buscando la intimidad y elsilencio que se precisa para estudiar con ayuda de Internet ochatear un rato con los amigos.

    Es cierto que se trata de la más cara de las opciones –sibien, la diferencia se va haciendo cada vez menor-, peropensamos que debemos tenerla en cuenta. Según nuestrosdatos, cada vez son más los padres de familia que optan poresta alternativa; en la actualidad así ocurre en un 15% de loshogares.

    Lo que nos parece indiscutible es que, de la misma maneraque no se nos ocurriría poner una microondas en la habitaciónde nuestros hijos, tampoco es conveniente instalar allí unordenador de manera perpetua, mucho menos si tiene conexióna Internet. De ahí el origen de la pregunta que nos hacíamos.

    ¿De quién es el ordenador?

    Muy relacionado con lo anterior, se nos presenta el dilemade dilucidar quién es el dueño del aparato. Nosotros pensamosque si queremos mantener el control sobre el ordenadordeberíamos evitar que nuestros hijos puedan argumentar quees suyo y, por lo tanto, pueden usarlo cuando les apetezca.

    Creemos que lo adecuado es hacer saber al menor que elordenador pertenece a la familia y está tutelado por el padre ola madre, por lo tanto, deben consensuarse entre todos lascondiciones de uso: quién, cuándo, cuanto y para qué lo usa.Además se puede establecer más fácilmente una normativa que

    Internet en la vida de nuestros hijos56

  • recoja tanto las condiciones de uso como las sancionesprevistas si se produce algún incumplimiento.

    Este asunto tiene una relevancia desde el punto de vistaeducativo bastante mayor de lo esperado a priori. Tal y como leoíamos recientemente en una conferencia a Fernando Sarrais,un prestigioso psiquiatra de la Clínica de la Universidad deNavarra, si el aparato es del hijo, aunque lo use mal nopodemos quitárselo por la sencilla razón de que es suyo y lajusticia exige no quitarle a nadie lo que le pertenece. Podremosno pagarle el saldo (él se refería al teléfono móvil, pero creemosque el razonamiento es extensible a cualquier aparato) o laelectricidad para que cargue la batería, pero el aparato esintocable.

    Una última idea es que, para asegurarnos el éxito en estacuestión, debemos evitar que algún familiar o amigo sedescuelgue sin avisar con algún regalo para nuestros hijos quetenga que ver con estas tecnologías: un portátil, un netbook, untablet PC, un Smartphone…. Debemos comunicar a nuestrosallegados que antes de ofrecer a un menor este tipo depresentes habría que consultar previamente con los padres supertinencia.

    ¿Qué se rompe antes, un ordenador o un niño?

    Los datos del estudio “La Generación Interactiva en España”indican que el 19,65% de los chicos y el 14% de las chicastienen instalado un filtro de contenidos en su ordenador.Mientras que, el 68% dispone de antivirus.

    Dicho de otro modo, mientras apenas uno de cada cincoadolescentes dispone de algún software que le proteja contra elacceso a contenidos inapropiados, dos de cada tres sí tienealgún programa que protege al ordenador. A primera vista, da laimpresión de que nos preocupa tres veces más lo que puedaocurrirle a la inteligencia artificial de la máquina que a lainteligencia humana del menor que se sitúa al otro lado de la

    Preguntas para provocar la reflexión 57

  • pantalla. Esta es la razón por la que planteábamos la preguntacon la que encabezábamos este apartado. Y no viene malrecordar en este punto que, tal y como relatábamos en elcapítulo 5, a ciertas edades casi la mitad de los chicos accedea páginas que el mismo califica para adultos.

    Nosotros les sugerimos que, por supuesto, protejan elordenador con todo tipo de programas para luchar contra los“enemigos tecnológicos”: antivirus, antiespías, cortafuegos,etc. Pero también que instalen un filtro de contenidos en elordenador (o en cualquier otro dispositivo con el que seconecten a Internet), para enfrentarse a los “enemigos de laeducación”. Sinceramente, nos preocupa que en muy pocoshogares se invierta un puñado de euros para evitar que lainmensa mayoría de las páginas web con contenidos nocivospuedan aparecer en la pantalla que miran los hijos y el resto delos miembros de la familia. Incluso, si el problema eseconómico, existen soluciones gratuitas como el propio controlparental que ofrecen los sistemas operativos más populares.

    Sabemos que hay personas a las que esta sugerencia lesparecerá antipedagógica. Son aquellas que optan por no ponerlímites a la curiosidad de los niños; las que alegan que el niñodebe experimentarlo todo para descubrir lo bueno y lo malo yelegir en consecuencia. Lo paradójico es que, siguiendo dichacorriente permisiva, nadie nos aconseja que dejemos a losniños jugar al borde de una autopista o gatear por su asfalto.

    Hemos leído también que “nadar juntos es mejor idea quefiltrar el mar”, bonita metáfora de esa solución ideal que evitaríainstalar filtro alguno: que los padres acompañen a sus hijos ensus salidas por el ciberespacio y les vayan diciendo lo que estábien o mal. Pero lo ideal y lo real no siempre coinciden, y enesas excepciones se esconden situaciones de evidente peligropara los menores. A nosotros nos gusta más la idea de nadaren un mar filtrado, algunas veces en compañía otras ensolitario.

    Internet en la vida de nuestros hijos58

  • Desde el punto de vista educativo es muy convenienteexplicar a los hijos que ese tipo de programas no se instala sólopor ellos, sino que también nosotros queremos evitar que en lapantalla nos aparezcan cosas inconvenientes. Incluso, decirlesque desde el punto de vista práctico, la existencia de un filtrode contenidos nos ayuda a hacer un uso más eficaz de Internet,porque nos quita de en medio muchos lugares en los que,como mínimo, perderíamos el tiempo.

    En última instancia el mensaje que estamos enviando a loshijos es: como te quiero, me preocupa lo que pueda ocurrirte,por eso intento protegerte para que no te pase nada malo(argumento que vale tanto para ponerle un cinturón deseguridad en el coche, un casco en la bici o un filtro en elordenador).

    Resumiendo, hay que usar algunas herramientas técnicaspara asegurar la mejor calidad posible de los contenidos a losque se accede desde el hogar, las aplicaciones que se usan yel tiempo que se le dedica (filtros de contenidos, bloqueo deaplicaciones, software de control temporal), de la misma formaque hay que instalar herramientas que protejan al ordenador decualquier ataque.

    ¿Es tu hijo adicto a la pantalla?

    La posible adicción a Internet o a lo que allí puede hacerse(navegar, relacionarse, jugar, comprar…) es una de las cosasque más preocupa a los padres y madres.

    Lo cierto es que se trata de un tema que ya ofrece pocadiscusión. Las primeras posturas, bastante reacias a admitir laexistencia de algún tipo de adicción, han ido dejando paso aplanteamientos más próximos a la necesidad de ejercer uncontrol sobre su uso temporal para evitar males mayores. A díade hoy ya se habla abiertamente de adicción a Internet (y aotras pantallas) y ya existen en el mundo muchos centrosdedicados a tratar este tipo de patología.

    Preguntas para provocar la reflexión 59

  • Podríamos definir la adicción como aquella enfermedad enla que se necesita algo concreto para estar y sentirse bien, ycuando no se puede conseguir se produce malestar.

    Toda adicción es una necesidad a consumir con el fin últimode sentirse bien. El consumo puede ser de una sustanciaquímica como por ejemplo las drogas o un comportamiento quealivie la tensión y desencadene, en cualquiera de los casos, unasensación de bienestar.

    Una de las razones que solía esgrimirse para negar laadicción a Internet era que no implicaba un deterioro físico o dela salud. Sin embargo, está demostrado que un adicto descuidasu alimentación y sus horas de sueño por seguir conectado asu entorno digital. Esto hace que su salud se resienta yempeore debido, entre otras cosas, al deterioro ocasionado ensu sistema inmunitario, lo que le hace más sensible a muchasenfermedades.

    Para corroborar esta afirmación podemos acudir a laexperiencia de otros países, especialmente los orientales, quenos llevan unos cuantos años de ventaja en la implantación yuso masivo de las tecnologías digitales. Por ejemplo, en Coreadel Sur los estudios de la Comisión de Protección de laJuventud concluyen que más de la mitad de los adolescentespensaban que tenían algún problema de adicción a los juegoson-line.

    En España, según nuestro estudio, uno de cada tresadolescentes reconoce que se pone nervioso o se enfadacuando no puede o no le dejan navegar por Internet, y ya haybastantes individuos que están siendo tratados paradesengancharse de la pantalla.

    La adicción existe y hay que estar especialmente vigilantescon los más pequeños de la casa. Los niños entre ocho y treceaños constituyen un grupo de alto riesgo; ya con laadolescencia suele abrirse el abanico de actividades a realizary llegan nuevos intereses que van más allá del ordenador, por lo

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  • que el riesgo pude disminuir, aunque no desaparece del todo,sobre todo en individuos con cierto perfil psicológico.

    Para Echeburúa (1999), hay ciertas características de perso-nalidad o estados emocionales que aumentan la probabilidadde sufrir un desorden de adicción a Internet estos son:

    • Déficit de personalidad: introversión acusada, bajaautoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones.

    • Déficit en las relaciones interpersonales: timidez y fobiasocial.

    • Déficit cognitivos: fantasía descontrolada, atención dispersay tendencia a distraerse.

    • Alteraciones psicopatológicas: Adicciones químicas opsicológicas presentes o pasadas. Depresión.

    Conviene llamar la atención sobre el hecho de que algunasde estas características o estados emocionales puedenpresentarse de manera transitoria y completamente natural enla adolescencia, por lo que cualquier adolescente es poblaciónde riesgo a la hora de desarrollar algún tipo de adicción a losmedios digitales. Parece que los datos confirman que la franjade edad en la que tiene mayor incidencia esta patología es laque va de los 12 a los 15 años.

    Pero, ¿cómo saber si alguien cercano a nosotros es,probablemente, adicto? Según el psicólogo Enrique Echeburúa,la adicción llega cuando “interfiere en tu vida cotidiana o no sebusca esa conducta para pasarlo bien, sino para no pasarlomal”. Esto se manifiesta en una serie de actitudes que lospadres y educadores debemos descubrir, y que puedensintetizarse en los siguientes puntos:

    • El usuario parece estar ensimismado, tan pendiente de loque está ocurriendo en la pantalla que todo lo demás dejade existir. Es incapaz de apartar los ojos de ella, por lo queno atiende a las llamadas de ningún tipo.

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  • • Pierde interés por otras actividades vinculadas al ocio queantes realizaba con gusto: deporte, lectura, cine, etcétera.

    • Tiene trastornos del sueño, muchas veces producidosporque no puede dejar de pensar en la tecnología y lo quepodría estar haciendo con ella y, sobretodo, porque la usapor la noche hasta caer rendido, por lo que se quedarádormido durante el día.

    • No respeta los horarios habituales de comida o estudio. Porejemplo, pretende comer cualquier cosa delante de lapantalla en lugar de sentarse a la mesa o intenta hacer latarea sin apagar el ordenador.

    • Se distancia de su familia y de sus amigos. Las relacioneshumanas pierden interés. A lo sumo se relaciona con otrosindividuos que comparten sus intereses para hablar deaquello que les mantiene enganchado, “conversaciones”que muchas veces son on-line utilizando Internet.

    • Lógicamente, todo ello desemboca en una llamativa caídaen su rendimiento escolar.

    Como siempre lo mejor es la prevención. Algunasrecomendaciones que pueden hacerse, todas ellas de sentidocomún y citadas de alguna manera en otras partes de estaobra, son:

    • Pactar un horario de utilización. Debe referirse tanto a lacantidad de tiempo como al momento; al cuánto y alcuándo.

    • Presentar al menor -cuanto antes y cuantas más mejor- todoun conjunto de actividades de ocio. Compartirlas con él paradespertar su interés. Que nuestro hijo no llegue a lapreadolescencia sin haber tenido la oportunidad de practicarvarias de ellas, lo que le permitirá elegir entre un abanico lomás amplio posible: deportes, música, pintura, actividadesal aire libre –montañismo, pesca, caza, esquí,...-, lectura,cine, etcétera.

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  • • Ubicar las tecnologías en su lugar: siempre como un mediode aprendizaje, de diversión, de socialización, nunca comoun fin en sí mismo.

    • Utilizarlas, al igual que otras actividades de ocio, como unpremio por la correcta realización de otras tareas de mayorimportancia: deberes escolares, colaboración en las faenasdomésticas.

    • Convertirlo en una actividad social. En este sentido, hacer loposible porque se comparta con los hermanos, los amigos,con los mismos padres, evitando el aislamiento del usuario.

    ¿Es tu hijo víctima del ciberbullying?

    Cada vez son más las instancias públicas y privadas quevienen alertando sobre el hecho de que muchos escolaresespañoles están recibiendo dosis diarias de menosprecio,agresión y amenazas por parte de otros compañeros a travésdel ordenador. Nuestro estudio apunta el dato, ciertamentealarmante, de que, de media, uno de cada diez menoresreconoce haber usado Internet para perjudicar a algúncompañero. Una proporción similar reconoce que alguien le haperjudicado a través de la red.

    Aunque las estadísticas a veces son frías, podemos intentaracercar este dato a la realidad personal de cada padre o madre,para que se haga cargo de la tragedia que puede suponer tantoagredir como ser agredido utilizando estos nuevos medios. Sisu hija o hijo adolescente comparte clase con otros treintacompañeros, en este mismo momento habrá tres acosadores ytres acosados entre ellos.

    Es cierto que el bullying o acoso entre iguales ha existidosiempre. ¿Quién no recuerda al matón de la clase campando asus anchas por el aula: insulto por aquí, mamporro por allá?

    Ahora bien, a diferencia de lo que ocurre en el mundo real,en el mundo digital no se necesita ser muy fuerte o contar con

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  • el apoyo de una pandilla para acosar a un compañero, por loque cualquiera puede ejercer este tipo de agresiones si disponede la tecnología (y ya sabemos que disponen de ella). De estaforma se explica la gran incidencia del ciberbullying entre losadolescentes.

    Cámaras fotográficas o de vídeo, que cualquier menor deedad actual lleva en el bolsillo, posibilitan que se grabe o sefotografíe a algún compañero en situaciones íntimas ocomprometidas, por ejemplo cuando está en la ducha o en elcuarto de baño. Esa foto o vídeo, convenientementemanipulado si fuera necesario, se distribuye después entre elgrupo de iguales, incluso colgándolo en Internet, para burla dela pobre víctima.

    Otra forma de perjudicar a alguien es aislarlo del entornovirtual, sacarlo de la lista de contactos, cerrarle el perfil en la redsocial, en definitiva, hacerle el vacío sacándolo del grupo deamigos.

    Sin olvidarnos de los que se dedican a calumniar o difamara otros compañeros, atribuyéndoles acciones ocomportamientos que pueden marcarlos de por vida (todossabemos lo fácil que resulta quitarle la buena fama a unapersona y lo difícil que es devolvérsela).

    Para evaluar correctamente la maldad intrínseca de estoshechos recurriremos a la sabiduría de Eduardo Punset, querecientemente relataba, en un artículo titulado “¿Cuánto nosafectan los insultos?”, el caso de una persona víctima deldesprecio de sus compañeros de clase y cuyos males eranachacados al miedo y a la ansiedad. Nadie ponía el énfasis enel factor decisivo: “el desprecio que irrumpe cuando la manadaexpulsa literalmente a la víctima al espacio no controlado pornadie”.

    Y continuaba: “Es el impacto dejado por el desprecio lo quealimenta el miedo, que deja una huella irreparable. La vidacarece de sentido cuando el desprecio logra destruir la

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  • confianza en sí mismo y la curiosidad por profundizar en elconocimiento y amor de los demás. Experimentos muyrecientes –divulgados por el psicólogo Richard Wiseman- hanpuesto de manifiesto las repercusiones negativas de laspalabras malintencionadas, de los insultos, improperioslanzados contra otra persona, de la violencia resultante de laemoción fruto del desprecio. Se ha comprobado que por cadacalumnia se requieren cinco cumplidos para compensar el dañoinfligido”.

    Además, los menores pueden demostrar una crueldad brutaly enzarzarse en auténticas espirales de violencia, parapetadostras el anonimato que permiten estos medios. Esto, que estrágico para el acosado, también es pernicioso para elmaltratador. Unos y otros van a deformar sus sentimientos loque puede acarrearles problemas en su vida adulta.

    Para unos padres es terrible descubrir que su hijo estásiendo acosado, pero también lo es si se trata del acosador: undelincuente (porque es un delito) que hace daño a otros y que,muchas veces, disfruta haciéndolo, aunque sólo sea a modo debroma. Como mínimo, debería ser tema de conversaciónfamiliar, como máximo, puede acarrear alguna consecuenciapenal (aunque la ley del menor los ampare) y civil(compensaciones económicas por el daño causado).

    Además, no hay que olvidar que el menor acosado sufre unauténtico drama, no suele hablar de lo que le ocurre, por temor,por vergüenza, porque piensa que nadie le va a entender o,incluso, porque llega a echarse a sí mismo la culpa de lo que lesucede. Su autoestima caerá hasta límites insospechados yaparecerán, con más frecuencia de lo que pensamos, tentativasde suicidio.

    Si observa en su hijo o hija cambios en el estado de ánimo,abandono del grupo de amigos, miedo a relacionarse… puedesospechar que su hijo quizá esté siendo víctima delciberbullying. En este caso, busque ayuda en su entornopróximo, amigos, profesores, orientador escolar, etc. Si se

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  • confirma la sospecha, tome las medidas pertinentes para ponerfin a tan desagradable y peligrosa situación, recurriendo, si nohubiera más remedio, a la denuncia ante las autoridadescompetentes.

    Como medida educativa básica, que este asunto sea temade conversación frecuente, quizá al hilo de las cada vez másfrecuentes noticias en los medios de comunicación. Si su hijo ehija han hablado del tema con usted, estarán más predispues-tos a contarle lo que les ocurre si llegara a sucederles. Si hanreflexionado en familia sobre la maldad de estos hechos y hanhecho esfuerzos por ponerse, aunque sólo sea con la imagina-ción, en el lugar del agredido, habrá dado un paso crucial paraevitar que sus hijos maltraten a cualquier compañero.

    ¿Los amigos de sus amigos son sus amigos?

    Hemos barajado para este apartado un par de títulos más, asaber: ¿dejarías que cualquiera se relacionara con tus hijos? o¿abrirías una ventana indiscreta en sus vidas? Al final noshemos decantado por el que mejor reflejaba el gran boomactual de los medios de relación social en Internet: desde el“antiguo” pero masivo Messenger hasta las “modernas” ymultitudinarias Redes Sociales en Internet (a las que, dicho seade paso, les estamos prestando una especial atención en elForo, tanto desde el punto de vista académico-investigadorcomo en lo referente a lo educativo-divulgativo). Además, porsu propia naturaleza, hablar de amistades on-line también nosva a permitir referirnos a la prudencia con la que deben elegirselos contactos virtuales o el valor que se le debe conceder a laintimidad en el ciberespacio.

    Los datos de nuestros estudios confirman que en Españaestos nuevos medios para la comunicación y la relación entreseres humanos están de moda entre los menores. Tanto es asíque muchos opinan que no eres nadie si no te invitan aparticipar en una red social o si no tienes cientos de contactosen ellas.

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  • El 70% de los españoles con edades comprendidas entrelos 10 y los 18 años está dado de alta en alguna red social. Lapreferida en nuestro país es Tuenti: tres de cada cincoadolescentes así lo declaran. Le sigue a cierta distanciaFacebook, en la que está dado de alta uno de cada cinco.

    Estos números no dejan lugar a dudas: las redes socialesgozan de gran popularidad entre los adolescentes y jóvenes(incluso bastantes niños). En ellas se pueden realizar cosas tanvariadas como: intercambiar información personal, escribir unblog, chatear, enviar correo electrónico, publicar fotos y vídeoso comentar las que otros cuelgan, organizar eventos, adherirsea diversas causas, hacerse fan de personas o instituciones,…

    La red social crece de forma espontánea (y exponencial)entre grupos de amigos o conocidos que se invitan unos a otrospara formar parte de la comunidad virtual. Algunas redes secrean por amistad, otras por trabajo, por un conocimientoespecífico o un hobby, etc.

    Ante esta masiva presencia de chicos y chicas, suseducadores deberían conocer algunos de los riesgospotenciales asociados al mal uso de estos medios de relaciónen Internet y la forma de minimizarlos. A este respecto algunasideas serían las siguientes:

    • Los usuarios deberían respetar la normativa de uso de la redsocial, en especial en lo referente a la edad mínima deacceso. En el caso de Tuenti sus creadores la han fijado enlos 14 años. Aunque nos consta que muchos niños y niñasde menor edad están dados de alta en ella, porque es muyfácil mentir acerca de la edad real del individuo. Los datosdel estudio “La Generación Interactiva en España” ponen demanifiesto que más de la mitad de los chicos y chicas yatienen perfil en esta red social antes de cumplir 14 años.

    • Una vez que hemos permitido que estén presentes en esosentornos virtuales, habría que consensuar una normativa deuso que debería recoger los siguientes aspectos:

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  • - Cuánto y cuándo se permite el acceso; así evitamos quenecesiten estar permanentemente conectados.

    - Qué información ponen en el perfil y qué fotos o vídeoscuelgan; así evitamos que proporcionen informaciónsensible. En este sentido, nuestro estudio concluye que,en media, uno de cada cinco españoles entre 10 y 18años piensa que puede poner cualquier foto o vídeo suyoen Internet. Es urgente hablar con ellos para queentiendan que su información personal no debeproporcionarse a cualquier persona. Hay que explicarlesque una vez que hayan puesto algo en Internet (textos,fotos o vídeos) han perdido el control sobre ello. Queentiendan que todo lo que cuelguen puede ser empleadoen su contra, por lo que deben pensar antes de subircualquier cosa a la red.

    - Quiénes pertenecen a su red de amigos; así sabremoscon qué personas se relaciona. Deben comprender queno deberían aceptar desconocidos entre sus contactos.Los datos indican que sigue habiendo muchos chicos ychicas que no tienen ningún inconveniente enrelacionarse con desconocidos: uno de cada diez no veproblemático poner su intimidad al alcance decualquiera, uno de cada cinco acepta desconocidosentre sus contactos y casi la misma proporción opina quees divertido “hablar” con ellos.

    • Por último, es muy aconsejable plantear una estrategiafamiliar frente a las redes sociales que podría apoyarse endos acciones muy concretas:

    - Compartir el uso de la herramienta con los hijos creandoun grupo de la familia dentro de la red. Esto nos permitiráconocer su dinámica y funcionamiento, descubriremoslas oportunidades que nos ofrecen y conoceremos losriesgos a los que estamos expuestos. Nuestros hijos nosguiarán en la parte tecnológica a la vez que nosotros lesdamos criterios educativos.

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  • - Hablar con los padres de los amigos de nuestros hijossobre este tema: ¿qué redes frecuentan sus hijos,quiénes son sus contactos, cuándo se conectan…? Asípodremos consensuar unas normas de uso grupal yevitaremos la típica excusa del adolescente: a misamigos les dejan, yo soy el marginado…

    Merecen una mención especial ciertos lugares de Internet enlos que los menores (y también mayores) cuelgan fotos que losdemás usuarios valoran. En muchas de ellas, las poses y lasactitudes están en el límite de lo pornográfico. Además, losvotantes suelen dejar mensajes bastante soeces y direcciones,normalmente de Messenger, para conseguir contactos. Susnombres ya lo dicen todo: votamicuerpo, sexyono,… De lamisma forma que estamos de acuerdo en que, cumpliendounas normas consensuadas, las redes sociales pueden serusadas por nuestros hijos, habría que evitar que estuvierandados de alta en estos otros lugares que tan poco aportan ytanto pueden destruir.

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  • CAPÍTULO 7

    EPÍLOGO

  • 7. EPÍLOGO

    Tenemos la suerte de ser pioneros. A los padres y madres deeste comienzo de siglo nos ha tocado vivir y educar en unaépoca en la que el entorno se está modificando de formaapreciable a gran velocidad.

    Como si fuéramos intrépidos marinos, nos desplazamosremando junto a nuestros hijos por estos nuevos mares.Sentimos la angustia de no conocer qué corrientes puedenarrastrarlos hacia el abismo o qué seres de los que allí habitanpueden representar un peligro. Pero también tenemos laoportunidad


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