TRAVESÍA TIERRA ADENTRO
JHENNY ELENA ZAMBRANO SIERRA
UNIVERSIDAD DISTRITAL
FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD.
BOGOTÁ, D.C.
2017
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TRAVESÍA TIERRA ADENTRO
JHENNY ELENA ZAMBRANO SIERRA
Trabajo de grado para optar por el título de
Especialista en Desarrollo Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad.
DIRECTOR:
FRANCISCO RAMOS
UNIVERSIDAD DISTRITAL
FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN CREATIVIDAD Y
PROCESOS AFECTIVOS
BOGOTÁ, D.C.
2017
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DEDICATORIA
Este trabajo está dedicado, en primer lugar, a ti, un cómplice insospechado que creí
perdido hace mucho tiempo, sin esperarlo y en medio de ésta travesía que me llevó un año
apareciste de nuevo. A ti Dios. A todas las personas que han hecho parte de mi vida, pues en éste
caminar del que tomé conciencia en la Especialización y sigo haciendo hoy, me he dado cuenta
lo importantes que han sido, ya no puedo decir si ha sido “para bien o para mal”, hoy debo decir
que de la forma en que haya sido, ha sido perfecto. A mis papás, porque a diario me siguen
enseñando las más importantes lecciones sobre la vida y sobre mí. A mis amigas Luz, Liz y
Pilar, porque nos cruzamos en el mejor y más perfecto momento para recordarnos que siempre
hay gente creyendo en lo que somos capaces de hacer. Al Movimiento de Fotógrafos y a la
Corporación Cultural Kontrabía porque han sido mis hogares, donde ésta idea se empezó a
gestar, donde se han cimentado muchas de las razones por las que sigo intentando siempre ser
mejor para mí y para otros. A mí, porque no ha habido otro momento en el que me haya acercado
tanto a mi propia vida y porque finalmente he decidido escucharme. Y finalmente a todas las
personas que siguen con amor a las artes, que han seguido y defendido ese impulso de inventar,
de crear y que han encontrado en ello otra forma de ser.
AGRADECIMIENTOS
A Dios y a la vida por ponerme en los lugares adecuados siempre. Al profesor Wilson
Díaz por abrir la puerta hacia la exploración de nuevos referentes e ideas. Al profesor Francisco
Ramos por ponerme de nuevo en el camino de crear.
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Nota de Aceptación
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Director
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Jurado
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Jurado
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Tabla de contenido
1. ¿NOMBRE? (titulo) 7
2. ¿QUÉ HACER? (objeto) 7
3. ORÍGENES E INTERROGANTES (Justificación) 7
4. DICEN LOS QUE SABEN (Bases Conceptuales) 17
4.1. Antecedentes 17
4.1.1. Creación literaria y emociones. 18
4.1.2. Literatura y emoción. 22
4.1.3. Psicología y literatura 25
4.1.4. Planes de trabajo nacionales y promoción literaria. 26
4.2. La ineludible relación Psicología-Literatura 31
4.3. Bases epistemológicas y teóricas desde la psicología. 34
4.3.1. Lenguaje y relato en la construcción del ser 36
4.3.2. La emoción y algunos apuntes sobre a inteligencia emocional 47
4.4. Los elementos literarios. 55
4.4.1. Literatura. 55
4.4.2. Las cuestiones de la creación literaria y el escribir sobre uno
mismo.57
6
4.4.2.1. Un paseo por uno mismo. 66
4.4.2.2. La preparación. 67
4.4.2.3. Para lograr un texto literario. 69
4.4.2.4. El tiempo de los recuerdos. 70
4.4.2.5. Encontrar más ideas. 71
4.4.2.6. Los instrumentos útiles. 73
4.4.2.7. Decidir el formato literario. 74
4.4.2.8. La composición narrativa. 75
4.4.2.9. La calidad ante todo. 77
5. ¿CÓMO SUCEDIÓ? (Descripción del proceso). 78
6. Y AL FINAL… (Resultados) 85
7. ¿QUIÉN DIJO QUÉ? (Referencias bibliográficas). 85
7.1. Otra bibliografía sugerida. 87
7
1. Título:
TRAVESÍA TIERRA ADENTRO.
2. ¿Qué hacer? (Objeto):
El elemento creado es un libro ilustrado que presenta una compilación de cuentos y
poemas creados a partir de la exploración de la vida personal de la autora, de su emocionalidad y
del ejercicio literario a fin de dar vida a situaciones y personajes que resultan ser una mezcla de
las emociones y experiencias propias y de otras personas que han sido significativas para la
autora.
3. Orígenes e interrogantes (Justificación).
En primer lugar, se debe mencionar que la autora tiene como profesión la psicología, lo
cual enmarca unas inquietudes particulares y es que si bien los psicólogos trabajan
fundamentalmente con la palabra, ¿cuál podría ser su relación con la literatura?, ¿qué otras
perspectivas o conocimientos ha obviado o se han desenfocado del interés de la psicología y que
se relacionan con la literatura?, ¿es posible encontrar un interés común entre éstas dos áreas –
psicología y literatura- sin que una deba estar subordinada a la otra?, éstas preguntas se encierran
en la certeza de que la psicología es un área de conocimiento que intenta explicar al ser humano
en todas sus dimensiones, pero es solo una de entre tantas otras que buscan lo mismo por otros
medios, por lo que no debe ni puede negarse a otras disciplinas, artes, ciencias, técnicas, pues
algunas veces el saber disciplinado y especializado lo es tanto que resulta insuficiente.
Así pues, al hacer una mirada en retrospectiva a la humanidad, a su historia, bajo la
perspectiva particular de quien escribe éste trabajo, resulta fascinante ver que el ser humano
siempre ha buscado la manera de enunciarse y dejar su huella en el mundo que conoce. En
8
esencia, ha creado el lenguaje, la comunicación desde los recursos más primigenios de la
espacie, frente a lo que Giambattista Vico (1995 citado en Krauze 2011) dice que “la sabiduría
poética fue la primera sabiduría de la historia, sentida e imaginada como debió ser la de los
primeros hombres ya que carecían de todo raciocinio y, en cambio, tenían muy robustos sentidos
y muy vigorosas fantasías, […] fingiéndolas las creaban, por lo que fueron llamados “poetas”,
que en griego suena igual que creadores” (pp. 20-21).
Siguiendo a éste autor, el lenguaje inicia con la onomatopeya, es decir la imitación de
sonidos y a partir de ella la creación de las primeras palabras, luego las interjecciones como
expresiones repentinas provenientes de eventos sorpresivos e intempestivos, después los
pronombres, partículas, nombres y verbos, siendo siempre la metáfora un imperativo de la
lengua. El mismo autor sostiene que “La lengua nació siendo poesía, no por lujo, sino por
necesidad, esa necesidad de la naturaleza humana de explicarse el mundo” (pp. 21-22).
Encontró además el modo de representar de manera gráfica, o tallada sobre piedras y
huesos, aquello que veía a su alrededor como animales, otras personas, cosas, acontecimientos,
inmortalizándolos en las primeras piezas, (esculturas, manuscritos, telares, monumentos,
pinturas, etc.), creados por los primeros habitantes del mundo como textos, que han de ofrecer
una primera imagen de cada época y de la capacidad de inventiva del ser humano, las cuales hoy
son observables, algunos protegidos como “bienes” patrimoniales de la humanidad, apreciables
en diversas fuentes como por ejemplo: los libros de historia y de historia del arte, enciclopedias,
museos, documentales e internet, por nombrar algunas. En el caso de la literatura, Krauze (2011)
dice que se le coloca “la condición tardía de la aparición misma del lenguaje verbal en la
evolución humana, sumada a la aún más tardía aparición de la escritura. La escritura, tal como la
9
entendemos hoy en día, es considerada históricamente muy posterior al habla, y se la define
como una forma más depurada y precisa de la expresión humana” (p. 9).
La literatura, como interés fundamental de éste trabajo, ha de ser entendida como un
referente imprescindible en la comprensión del ser humano. Anastasio Ovejero (2008) por
ejemplo, trae la voz de los grandes autores que desde sus respectivas épocas han plasmado en sus
novelas, una percepción de la realidad, la psicología de las sociedades de sus tiempos, no solo
como reflejo de lo evidente, sino como representación del comportamiento social y las rupturas o
momentos coyunturales en los que las sociedades han de requerir algún tipo de voz o camino por
el cual manifestarse, siendo entonces una co-constructora de la sociedad.
Así pues, durante el Medioevo, cuando empieza a surgir el humanismo, nace una de las
primeras novelas, La Celestina, de Fernando de Rojas, evidenciando la descomposición social
del final del Medioevo y el principio del Renacimiento. Luego aparecería El lazarillo de Tormes,
que trataría sobre la profunda problemática del yo individual, después vendría una de las grandes
obras de la humanidad; El Quijote, del escritor Miguel de Cervantes, de la cual Foucault dirá que
“es la primera de las obras modernas, ya que se ve en ella la razón cruel de las identidades y de
las diferencias juguetear al infinito con los signos y las similitudes, porque en ella el lenguaje
rompe su viejo parentesco con las cosas para penetrar en esta soberanía solitaria de la que ya no
saldrá, en su ser abrupto, sino convertido en literatura (Foucault 1966, citado en Ovejero 2008, p.
230).
Posteriormente alrededor de la Revolución Industrial y los cambios sociales producidos
en ella, empiezan a publicarse las obras de Zola (Germinal en 1885), Dickens (Oliver Twist en
1835, David Copperfield en 1850 y Tiempos difíciles en 1954) y Víctor Hugo (Los miserables en
1862). Con el estallido de la primera guerra mundial, aparecen los escritores Franz Kafka (El
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proceso en 1914), James Joyce (Ulysses en 1914) y Marcel Proust (A la busca del tiempo
perdido en 1909 y 1919), así continuamente han ido naciendo grandes escritores de novela que
resultan reveladores en sus épocas y que aún permiten dilucidar cómo se ha desarrollado la
humanidad. Ovejero se permite mencionar a algunos, además de los ya escritos, como
Shakespeare, Balzac, Dostoievski, Unamuno, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, quienes de
manera acertada han sabido adentrarse en la psique de sus sociedades, para llevar a otros, los
lectores de ahora, una idea de la historia que le otorga además un sentido a la identidad de los
sujetos (pp. 227-228), esto porque con la aparición de la imprenta y la expansión de los textos, se
empieza a configurar el ser humano moderno, un ser humano con la posibilidad de leer en
soledad y hacer sus propias comprensiones, empieza a reconocer su individualidad (Ovejero,
2008, p. 231).
Ahora, vista la literatura desde la actualidad, ella ha sido una de las artes que, pese a estar
inscrita en las entrañas de la existencia del ser humano, como se acaba de ver, no ha sido todo lo
reconocida que debería ser. Krauze (2011) por ejemplo, al hablar del ejercicio creativo de la
literatura, refiere que “La consecuencia de una actitud histórica y cultural que ha considerado la
creación literaria más un producto de circunstancias azarosas que el resultado de un proceso
consciente han provocado una serie de desequilibrios. Salta a la vista la escasa investigación a
propósito de la metodología para la posible enseñanza formal de la creación literaria” (p. 12) lo
que, vale la pena decirlo, no sucede con las demás artes.
En tal sentido, la estrecha relación que existe entre la literatura y la psicología, es
evidente, cada una ha hecho un aporte valioso a la otra y en consonancia Ovejero (2008) refiere
que “tanto la novela como la psicología surgieron con el inicio del capitalismo, se desarrollaron
plenamente con la Revolución Industrial y la Ilustración, y evolucionaron con los cambios que
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fueron produciéndose en el mundo capitalista. De hecho la Psicología moderna inicia con el
Renacimiento, pero es con la Revolución Industrial cuando se desarrolla, hasta el punto de que
suele decirse que nace en el siglo XIX” (p. 230) y en el mismo texto mencionó que “las obras
literarias serían una forma de expresión de los grupos sociales, de sus problemas, sus esperanzas
y sus ilusiones, por lo que si queremos analizar tales problemas, esperanzas e ilusiones, el
estudio de las grandes obras de la literatura nos será de gran ayuda” (p. 228).
Así pues, resulta innegable que ambas se han ocupado de la comprensión e interpretación
de acontecimientos humanos, comparten intereses, convergen en elementos comunes como los
sueños, deseos, fantasías, conductas o comportamientos, motivaciones, formas de comunicación,
recuerdos, emociones, así como la introspección y la autoconciencia, entre otros. Las historias
humanas han servido para darle vida a las historias narradas en la literatura, y la literatura,
gracias a su capacidad de recrear nuevos mundos, ha hecho posibles otras formas de ser de las
personas y de las sociedades, lo que puede ser posible dado que el proceso creativo que sucede
en la escritura requiere de una revisión interior, al menos desde el enfoque que pretende este
trabajo, en esa revisión es posible reconocer ciertas emociones y tomar una postura frente a ellas
y al mundo construido. Silvia Kohan (2004) dice que al tomar la decisión de escribir o escribirse,
ésta:
Pasa por tu historia personal, por lo que viviste en la infancia, por tu forma de ver el
mundo, por tu estado de satisfacción o de insatisfacción, por tu grado de libertad
interior, por tu personalidad y por las razones inconscientes que hacen que tu
identidad se instaure, en buena medida, en el texto, en ese mundo que construyes
como un edificio completo y bien plantado. […] Y de ahí el placer de escribir. Y
también la dificultad. Es un riesgo que te provee de un rico material: proviene de tu
12
propio campo semántico y de tu ritmo interno. […] con todo lo que ese cuerpo
siente, desea, espía, etc., etc., de la cabeza a los pies por fuera y por dentro. (pp. 14-
15 y 35)
De acuerdo con ésta última idea, el escribir constituye una oportunidad valiosa para
reconocer las emociones, un asunto que usualmente no se le da el manejo adecuado, de ahí el
innumerable listado de “motivos de consulta” por los que las personas recurren a profesionales
de la psicología o afines. Éste tema, el de las emociones, el cual es central en la Especialización
en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad, contexto en el que
surge éste trabajo investigativo, y bajo la perspectiva que ella maneja, convoca a los
profesionales no solo a hacer esa auto-revisión sino a plantear opciones que correspondan y
potencien el desarrollo humano propio y de otros. En ese sentido, han surgido aquí otros
interrogantes que buscan ser resueltos en el desarrollo de éste trabajo, como por ejemplo ¿cómo
orientar a otro individuo en la comprensión del mundo emocional propio y -con ello- el de
otros?, ¿cómo fortalecer o fomentar estrategias de afrontamiento en aquellos que recurren a
profesionales que aún no tienen muy en claro qué debe resolver con sí mismo o cómo lo han
hecho y de qué otras maneras pueden hacerlo?, ¿hasta dónde debe prevalecer el interés
interventivo disciplinado de la psicología en escenarios que no presentan una demanda explicita
de atención aun cuando fuera necesario? pero además ¿cómo enfocar esas cuestiones en el
trabajo con niños y niñas?, ésta última pregunta se formula porque desde la experiencia personal
éste ha sido un profundo cuestionamiento en la práctica, es decir, otra de las preocupaciones que
han servido de “musa” para éste trabajo es el cómo manejar y enseñar a los niños a comprender,
apreciar y manejar su mundo emocional, para esto es necesario tomar una postura ética, pero
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sobre todo humana, al reconocer que ser profesional no implica, necesariamente, tener todas las
respuestas.
A partir de lo que se ha dicho hasta aquí y a manera de síntesis, éste trabajo surge desde
tres puntos fundamentales de interés que no guardan ningún orden jerárquico; el primero, es la
curiosidad hacia la literatura y el rol de ella en el desarrollo de las sociedades y las personas
desde su potencial para adentrarse en el mundo emocional de las personas a partir sus dos
grandes campos, la lectura y la escritura, es decir, explorar en el proceso creativo en literatura, un
campo que pocas veces ha sido trabajado en los proyectos de grado de la especialización y sin
embargo, se debe considerar que es un campo sumamente enriquecedor para el ser humano,
principalmente en la medida en que fortalece la capacidad de crear posibilidades de ser, hacer,
creer, soñar, sentir, discernir, explorar, entre otras muchas y que sin duda liberan al ser de lo que
se le ha impuesto ser. Además la actividad de escribir, desde una perspectiva muy personal, es la
posibilidad real de libertad, ya que es el autor quien elige quién, qué y cómo ser en cada una de
sus líneas y le ofrece la posibilidad al lector de interpretar desde su propia elección de quién, qué
y cómo ser en las líneas que tiene en frente.
El segundo, es el interés de fortalecer el ejercicio profesional de la psicología a partir del
estudio e identificación de los elementos comunes de la relación literatura-psicología. En tercer
lugar se encuentra el interés por la población infantil y el desarrollo de estrategias que le
permitan al profesional en psicología acercarse de otra manera a los niños y niñas desde una
perspectiva más estética que fortalezca la sensibilidad.
Así pues, el presente proyecto resulta importante en la medida que es una propuesta que
acoge dos áreas de conocimiento como lo son la literatura y la psicología, se plantea un dialogo
entre ellas enfocado a contribuir a la construcción de herramientas para el desarrollo emocional
14
de niños y niñas desde el autoconocimiento, el reconocimiento de otros y la comprensión de qué
y cómo éste se afecta, lo cual se proyecta en la conformación de herramientas que permitan un
mejor desenvolvimiento en la vida a corto, mediano y largo plazo, un diálogo que podría ser
retomado en el ámbito académico que permita recuperar la experiencia estética como un proceso
trascendental en la vida del ser humano para su desarrollo en todos los procesos psicológicos y la
creatividad como una categoría que amerita su estudio en mayor profundidad, pues, como se
evidenciará en el marco teórico, sin ella simplemente no sería posible la evolución de la especie.
Para explicar porque éste trabajo es importante, resulta pertinente la siguiente reflexión
que hace Anastasio Ovejero (2012):
los grandes literatos amplían nuestra visión de lo psicosocial, a causa de su gran
sensibilidad y a causa también de que, al contrario de tantos psicólogos, ellos no
renuncian a la introspección: su observación de cómo funcionan las relaciones
humanas unido a la introspección de cómo funcionan sus propios procesos
psicológicos y psicosociales con frecuencia les permite conocer la naturaleza
humana mejor y más profundamente que lo que hacen muchos psicólogos” (p.14)
En consecuencia con la idea del autor y de los intereses propios de la investigadora, el
desarrollo de éste trabajo es importante porque desde el estudio que quiere hacerse de la relación
literatura-psicología, tiene como horizonte, en últimas, reconocer herramientas interdisciplinares
a favor del desarrollo humano en varias dimensiones (emocional, afectiva, psicológica,
cognitiva, artística, social, entre otras) y en diferentes niveles; Individual o personal porque
implica adquirir, apropiar y relacionar múltiples conocimientos que si bien servirán para generar
un producto final, han servido para la auto-reflexión, auto-critica y auto-reconocimiento por
parte de la autora. Colectivo o social, porque la finalidad es poner al servicio y en beneficio de
15
otros, los resultados y posibilidades generadas desde la investigación y la creación junto con sus
obstáculos, hallazgos y potencialidades, puesto que al atravesar el camino de la creación literaria,
se contará con mayores recursos para proyectarse en otros escenario y dirigido a otras personas y
generar escenarios que favorezcan el bienestar y la calidad de vida individual, que ofrezcan
elementos para el buen desarrollo y la comprensión de sí mismo y que puedan servir para toda la
vida, esto sin duda tendrá que verse reflejado directamente en el contexto social. Académico,
puesto que se pretende aportar a los marcos de referencia y la producción intelectual realizada en
las investigaciones previas desarrolladas por los estudiantes de la Especialización en Desarrollo
Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad y otros a los que puedan resultarles de
interés los temas abordados en éste trabajo aun cuando es una propuesta de creación. Además
contribuye a la reflexión, enriquecimiento y disertación interdisciplinar, siendo ésta una
perspectiva necesaria en la vida profesional actual y futura, algo que sin duda promueve
activamente dicha especialización.
Es también, desde una perspectiva personal, importante la realización de éste trabajo en la
medida que invita a pensar en el beneficio de otros, pero además al beneficio propio, lo cual
resulta supremamente acorde con los ejes de formación de la especialización en mención, es
decir:
La construcción de sujetos y desarrollo personal:
“mediante la orientación hacia la construcción de seres humanos con competencias
personales e interpersonales, a partir de la reconstrucción de su identidad y la
indagación en aspectos de su subjetividad” (Extraído del sitio web de la
Especialización http://espdesarrollohumano.udistrital.edu.co:8080/contenidos-
curriculares).
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Esto en la media que ha sido gracias a la autoreflexión que se han suscitado los intereses
fundamentales de ésta investigación que sin duda afecta y transforma al sujeto que investiga.
La construcción de conocimiento:
“se trabaja a partir de los campos de la creatividad artística, el desarrollo humano y
la pedagogía. En este caso el objeto de conocimiento e investigación está centrado
sobre la categoría teórico – práctica de la creatividad, orgánicamente articulada al
Desarrollo Humano y los Procesos Pedagógicos. En efecto se asume la Creatividad
como del Desarrollo Personal sin la cual cualquier proceso pedagógico (y por ende
cualquier proceso de formación) resultaría no solo ininteligible, sino quizás y
principalmente despojado y desprovisto de horizonte de sentido e intencionalidad
social y educativa.” (Extraído del sitio web de la Especialización
http://espdesarrollohumano.udistrital.edu.co:8080/contenidos-curriculares).
En este sentido es válido mencionar que justamente ha sido el interés de seguir abriendo
caminos hacia el desarrollo humano y el encuentro con la creatividad lo que ha generado éste
proyecto.
La proyección social y cultural:
“se materializa en el trabajo sobre la sensibilidad artística. Aquí la especialización
incorpora en su currículo aspectos de Desarrollo Personal que no son abordados por
los espacios académicos tradicional, como es la afectividad, la emocionalidad, la
sensibilidad estética, la corporalidad y la sensorialidad.” (Extraído del sitio web de
la Especialización http://espdesarrollohumano.udistrital.edu.co:8080/contenidos-
curriculares).
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Con relación a éste eje, el trabajo es una propuesta de creación en literatura y que nace
con la intención de provocar, desarrollar o fortalecer en otros esa sensibilidad artística, de la que
se ha hecho parte en la vivencia de toda la especialización, e incluso parte de una exploración e
investigación que fundamentan el proceso creativo y que guarda el interés personal de un día
lograr no uno sino muchos productos estéticos, es decir, lograr en algún momento orientar un
escenario autónomo de creación literaria.
En las bases conceptuales que se presentarán en el siguiente apartado, se evidenciará que
es necesario un proceso de fundamentación teórica y/o conceptual para la realización de obras o
productos estéticos, más aún cuando no se haya contado con la formación (académica o
empírica) de las artes, que en éste caso se habla específicamente de la literatura. En el apartado
de la descripción del proceso de creación se describirá como se llegó al resultado final y pue ser
éste una guía pedagógica para el desarrollo de otras obras o para la orientación de espacios de
creación literaria.
4. Dicen los que saben (Bases conceptuales)
4.1. Antecedentes:
Para el abordaje teórico se ha tenido como idea fundamental la posibilidad que tiene la
creación literaria con respecto al desarrollo emocional, particularmente teniendo en cuenta el
binomio psicología-literatura, en ese sentido al hacer una revisión bibliográfica de
investigaciones previas no se han encontrado trabajos que cuenten con éstas mismas categorías, o
al menos no en conjunto, por lo que la propuesta actual podría resultar novedosa e interesante.
La búsqueda se ha realizado principalmente en el repositorio de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas y posteriormente en otras sitios web destinados a la publicación de
artículos de investigación de diferentes revistas académicas, encontrando trabajos que aportan a
18
la fundamentación teórica retomando algunas de las categorías principales, la búsqueda ha
arrojado resultados teniendo en cuenta las siguientes relaciones: creación literaria y emociones,
literatura y emoción, psicología y literatura, planes de trabajo nacionales y promoción literaria.
Así pues, para la presente propuesta se han tomado como antecedentes los siguientes
trabajos:
4.1.1. Creación literaria y emociones.
Título: Creación literaria desde las narrativas de vida.
Autores: Lizeth Vanessa Medina Ramírez y Nelsy Johanní Armesto Argüelles.
Año: 2016
Ubicación Web:
http://repository.udistrital.edu.co/bitstream/11349/3937/1/ArmestoArg%C3%BCellesNel
syJhoann%C3%AD2016.pdf
Contribución a la propuesta:
Éste trabajo investigativo correspondiente a un proyecto de grado de la Licenciatura en
Educación Básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas brinda un acercamiento a lo que es la creación literaria y aporta algunos
elementos que son necesarios para producirla.
La propuesta tiene como elemento fundamental la historia de vida, es decir, la vida del
propio autor presentada de manera narrativa, estética, por lo que se invita a las participantes a
asumir diferentes roles respecto su vida, principalmente el de protagonista, siendo éstos los
intereses en común que guardan con este nuevo proyecto. Han retomado, además, ideas de otros
procesos en los cuales la narración de relatos de vida han servido para la reconstrucción de
memoria colectiva y la liberación de sentimientos reprimidos por mucho tiempo.
19
Las autoras invitan a comprender por qué es importante la narrativa en la construcción de
identidad al comprender los símbolos compartidos con otros e incluso los que nos diferencian de
ellos, siendo entonces una oportunidad en la que construir conocimientos, razones por las que la
narrativa se ha convertido en un objeto de investigación en la actualidad. Del mismo modo,
sugieren que para producir creaciones de tipo literario, es preciso no solo la escritura sino la
lectura, que la persona que dirija el espacio de creación domine los elementos básicos de la
literatura.
Finalmente, para las autoras, el del trabajo se hace desde el constructivismo, ya que para
éste es importante tanto el proceso personal como la interacción social en la construcción de
conocimiento. Enfoque común entre el trabajo de las autoras y la propuesta actual.
Título: Promoción de lectura y escritura en espacios no convencionales
Autores: Camila Marcela Loaiza Cárdenas
Año: 2016
Ubicación Web:
http://repository.udistrital.edu.co/bitstream/11349/3679/1/Promoci%C3%B3n%20de%20l
ectura%20y%20escritura%20en%20espacios%20no%20convencionales.%20Alternativa%20de
%20acceso%20a%20la%20cultura%20escrita.pdf
Contribución a la propuesta:
La Investigación se enmarca es un proyecto de grado de Licenciatura en Educación
Básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad Distrital Francisco
José de Caldas, aporta algunos referentes de planes y políticas distritales y nacionales que se han
enmarcado en la promoción de lectura y escritura lo cual indica un apoyo a iniciativas
20
institucionales o de tipo civil que tienen éste mismo objetivo, lo que evidencia que ésta propuesta
investigativa se ajusta también a la actualidad del país en materia de cultura.
Desde su perspectiva, la autora refiere que “Leer y escribir se han constituido como una
necesidad educativa, social y cultural; de esta manera, se encuentran ligados, no por el
aprendizaje y adquisición de habilidades técnicas para el desciframiento de códigos, sino por las
maneras mediante las cuales las personas adquieren y emplean el conocimiento.” (Loaiza 2016,
p. 25)
La autora habla sobre la importancia de la lectura y la escritura como dos procesos
inseparables y de gran trascendencia para el ser humano. Explica la necesidad de su ejercicio
para el desarrollo personal y la construcción de identidad, el papel político de éstos en cuando a
que permite el acceso a la información y a la participación en el mundo, también agrega que es
posible afirmar que la práctica de la lectura y de la escritura estimula tres aspectos en el ser
humano: La actividad de aprendizaje, la experiencia estética y las prácticas de goce.
Se sugieren actividades para la mediación con la lectura como por ejemplo, la lectura en
voz alta, la selección de textos, claridad en la labor, resaltando que los procesos de lectura deben
ser acompañados puesto que ello permite la construcción y consolidación del conocimiento a
partir de la conversación y la discusión.
En conclusión, la investigación referida reconoce la importancia de la literatura en la vida
humana, aporta elementos importantes para el planteamiento de espacios en los que la literatura
sea el interés fundamental, comprendiendo que la literatura tiene dos componentes que como ya
se ha mencionado son inseparables como los son la lectura y la escritura, la escritura en éste caso
será direccionada hacia la creación literaria y no a la réplica de textos.
21
Título: Imaginación literaria y emociones morales en formación ciudadana: Enfoque
de capacidades en educación.
Autores: María Lucía Pardo Orjuela y Wilson Hendez Puentes.
Año: 2016
Ubicación Web:
http://repository.udistrital.edu.co/bitstream/11349/2613/1/PardoOrjuelaMar%C3%ADaL
ucia2016.pdf
Contribución a la propuesta:
Éste trabajo es un proyecto de grado para la Maestría en Educación con Énfasis en
Ciencias Sociales, Ética, Política y Educación, de la Universidad Distrital Francisco José de
Caldas, trabajo que resulta importante en la medida que vincula a la literatura como una
oportunidad para el florecimiento de emociones, aunque se enfocan en el desarrollo emocional
moral y puntualmente en la empatía y la vergüenza retomando los postulados teóricos de
Lawrence Kohlberg relacionados con el desarrollo moral y de Martha Nussbaum con relación a
la construcción de ciudadanía y el desarrollo emocional que influye en ésta.
Se recupera una cita textual que resulta afín con la orientación que se dibuja para la
propuesta investigativa actual, ésta dice: “Marco Aurelio insistía en que para llegar a ser
ciudadanos del mundo, no bastaba con acumular conocimiento; también debíamos cultivar una
capacidad de imaginación receptiva que nos permitiera comprender los motivos y opciones de
personas diferentes a nosotros, sin verlas como extraños que nos amenazan, sino como seres que
comparten con nosotros muchos problemas y oportunidades” (Nussbaum, 2012, citada en
Hernández y Pardo, 2016, p. 16)
22
Los autores principalmente señalan a la literatura como una fuente de conocimiento del
mundo, acceder a ella implica acercarse al pensamiento de otros, a las realidades de otros y en
esa medida comprenderlas y generar empatía, una emoción que Nussbaum señala como
fundamental en la construcción de ciudadanía, es decir en la construcción de sujetos activos en la
sociedad, participativos, hábiles en el reconocimiento de derechos y libertades propios y de los
otros.
4.1.2. Literatura y emoción.
Título: Evaluación de la creación literaria: de la racionalidad técnica tradicional al
enfoque crítico, formativo y artístico.
Autores: Alirio Sneider Saavedra Rey.
Año: 2010
Ubicación Web:
http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc/article/view/3103/4465
Contribución a la propuesta:
“Este artículo hace parte de la tesis “Hacia una evaluación formativa, crítica y artística de
la creación literaria” presentada para optar al título de magíster en Educación de la Universidad
Pedagógica Nacional, la cual obtuvo distinción como tesis meritoria.” (Saavedra, 2010, p. 134)
La importancia de éste artículo para el presente trabajo, radica en diferentes puntos: 1)
clarifica algunos aspectos técnicos de la escritura como la ortografía, la morfosintaxis y el léxico.
2) plantea una reflexión sobre la dirección hacia la que deberían ir encaminados los procesos de
creación literaria al proponer una perspectiva crítica sobre la evaluación de éstos; por ejemplo,
Alfaro (sf. citado en Saavedra, p.122) enuncia que “evaluar significa establecer una comparación
23
entre lo deseado y lo realizado”, bajo ésta lógica, la evaluación en gran medida direcciona los
proceso. 3) enuncia cuales son los proceso que desde su investigación deberían ser desarrollados
durante los ejercicios de creación literaria, que son acordes al presente proyecto y van dirigidos
principalmente al carácter estético de la obra y no al formal, Saavedra (2010) dice puntualmente
que “Si bien la creación literaria puede fomentar el desarrollo de las habilidades mencionadas y
ser medio de expresión de diversos saberes o encuentro con el ocio, su especificidad estética
configura aportes significativos a los procesos mentales y afectivos asociados con la creatividad,
la imaginación, la sensibilidad, la argumentación o la producción narrativa, que constituyen su
esencia en cuanto creación artística.” (p 121) Así pues, más adelante en el planteamiento teórico
serán retomados algunos de los planteamientos de éste autor.
Título: A viva voz. Lectura en voz alta: Leer con otros para leerse a sí mismo. La
lectura mediada de literatura infantil y sus aportes al desarrollo de las competencias emocionales
del niño.
Autores: Felipe Munita y Enrique Riquelme.
Año: 2013
Ubicación Web:
http://portales.mineduc.cl/usuarios/bcra/File/boletin79/avivavoz_web.pdf
Contribución a la propuesta:
Éstos autores, al igual que el anterior, recalcan la necesidad de transgredir los límites que
imponen los estándares nacionales e internacionales con relación a los ideales en el campo de la
educación en literatura, pues ellos se restringen exclusivamente a lo formal dejando de lado el
efecto que podrían tener en el desarrollo de habilidades sociales y con ello la mejora en la
convivencia, en el caso del texto, a nivel escolar.
24
Esto autores manifiestan la perspectiva desde la cual vinculan su trabajo con la literatura
y las emociones dirigido a niños y niñas, así, indican que las competencias emocionales en los
periodos preescolar y escolar se enmarcan en tres; una es el reconocimiento de la emoción ante
lo que expresan que “Cuando nos referimos al reconocimiento de la emoción, hablamos del darse
cuenta del estado emocional en uno mismo y de la capacidad para reconocer emociones en los
otros. Saarni la define como “la habilidad para discernir y entender las emociones de los otros,
usando claves situacionales y expresivas que tienen algún grado de consenso social, así como de
significado emocional” (p.30). Otra es la expresión de emociones que “se refiere a la capacidad
para enviar mensajes acordes con el contexto social y con los propósitos de la persona” (p 31) y
finalmente se encuentra la competencia de la regulación emocional, la cual, durante los primeros
años de vida es apoyada por los adultos al atender a los niños en sus necesidades como respuesta
a sus manifestaciones emocionales, luego al ingresar a la escuela se desarrolla un poco más la
autonomía. “A su vez, es necesario destacar en estos procesos el surgimiento de la empatía como
uno de los componentes fundamentales de la promoción de vínculos sociales.” (p.31)
En consecuencia y siguiendo éstas ideas, los autores proponen que las competencias
pueden ser fortalecidas desde la lectura en voz alta como un ejercicio que se adentra en lo más
profundo de la cultura en la humanidad, pues el acto de contar cuentos es propio de la especie, en
la lectura en voz alta tanto el lector como en los oyentes deben permitirse reconocer la emoción
de los personajes, el lector para hacer una hábil representación, crear las atmósferas del texto y
transmitir la emocionalidad a la que lleva el relato y los oyentes para darle sentido a la historia y
en esta interacción permitirse reflexionar cómo actuaría cada quien si estuviese viviendo la
realidad del cuento en su realidad actual.
25
Por otro lado y al igual que varios de los autores aquí reseñados, resaltan la importancia
del otro elemento trascendental en la creación literaria que es la lectura, hacen reiterativa y
relevante la realización de la lectura en voz alta como medio para la interacción entre el texto, el
lector y la audiencia y la dinamización en los proceso de enseñanza/aprendizaje que se ven
involucrados en el ejercicio creativo. Recogiendo las palabras de los autores y a la que
seguramente se unirían los demás Munita y Riquelme (2013) dicen que “La narración de
historias, como una forma de explorar y ampliar la vida emocional, tanto de los niños como de
los adultos, tiene ya una larga existencia. Escuchar y narrar cuentos, dialogar para explorar las
emociones, disponernos a hablar y a escuchar legitimando al otro, y a aprender de él en la
conversación, son actitudes fundamentales de las que, lamentablemente, nos hemos distanciado,
y para las que venimos pidiendo una reconsideración.” (p.41)
4.1.3. Psicología y literatura.
Título: Lo que la Literatura puede aportar a la psicología social.
Autores: Anastasio Ovejero
Año: 2012
Ubicación Web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=259124566001
Título: Algunas reflexiones sobre la relación entre la Psicología Social y la Literatura
Autores: Anastasio Ovejero Bernal
Año: 2008
Ubicación Web: http://atheneadigital.net/article/view/n13-ovejero/502-pdf-es
Contribución a la propuesta:
26
Estos dos trabajos plantean un acercamiento importante a la relación entre la psicología
desde el área social y la Literatura, ampliando de manera importante la mirada desde donde se
inicia la exploración para éste proyecto. Enmarca sin duda una mirada global sobre la influencia
que ha tenido una en la otra (psicología-literatura) y los cuales habrán de servir en la
construcción del marco teórico pero además para la reflexión sobre la trascendencia de éste
vínculo que muchas veces se escapa de los ojos y la discusión academizada y especializada que
fracciona los conocimientos en diferentes áreas y de donde surge el interés personal por hallar la
relación existente entre éstas dos áreas de conocimiento.
4.1.4. Planes de trabajo nacionales y promoción literaria.
Título: Plan nacional de lectura y escritura “leer es mi cuento”
Autores: MINISTERIO NACIONAL DE CULTURA
Año: 2010
Ubicación Web: http://www.mincultura.gov.co/leer-es-mi-cuento/Paginas/leer-es-mi-
cuento.aspx
Título: Propuesta de lectura en Voz Alta
Autores: Moisés Melo
Año: 2010
Ubicación Web: http://www.mincultura.gov.co/prensa/noticias/Documents/Leer-es-mi-
Cuento/propuesta-lectura-en-voz-alta-moises-melo.pdf
Título: bibliotecas Públicas Móviles
Autores: Biblioteca Nacional de Colombia
Año: 2016
27
Ubicación Web: http://recursos.bibliotecanacional.gov.co/content/gobierno-nacional-
implementar%C3%A1-bibliotecas-p%C3%BAblicas-m%C3%B3viles-para-la-paz-en-zonas-
veredales
Contribución a la propuesta:
El Ministerio de Cultura por su lado, en conjunto con el Ministerio de Educación e
instituciones como la Biblioteca Nacional de Colombia y Fundalectura, han llevado a cabo desde
el año 2010 el Plan Nacional de Lectura y Escritura PNLE. Éste surge dado que:
El Gobierno Nacional considera de suma importancia que todos y cada uno de
los ciudadanos tengan acceso al bien cultural que ofrece por excelencia una de las
experiencias humanas más enriquecedoras: la lectura.
Diferentes estudios realizados en otros países demuestran que quienes leen por
gusto son quienes más acceden al disfrute y a la creación de todos los demás bienes
culturales. En los libros el abanico de posibilidades para un lector va desde el siempre
gozo placentero de un texto hasta la gratificación que da el conocimiento. Por ello,
impulsar la lectura y la escritura, facilitando la circulación y el acceso a la
información y al conocimiento, es un objetivo estratégico.” (Ministerio de Cultura,
2016)
Así pues es importante éste programa y se retoma aquí como un antecedente en la medida
que permite enlazar los intereses de éste trabajo dentro de un contexto nacional y con un sentido
que trasciende el ejercicio individual, académico, investigativo y creativo.
Resulta válido reconocer aquellos procesos que se están llevando a cabo y bajo los cuales
generar trabajos conjuntos que se aporten mutuamente. En ese sentido, hasta ahora el PNLE se
28
ha centrado en la adquisición y distribución de material bibliográfico y la promoción de lectura,
estimulando, por ejemplo, la lectura en voz alta puesto que:
Los testimonios de las memorias de quienes son los mejores lectores, los
escritores, muestran casi indefectiblemente la presencia, en los orígenes de la
pasión por la lectura, de la voz de un lector adulto. Las experiencias de las
bibliotecas y las investigaciones sobre su funcionamiento exitoso concluyen
siempre con la recomendación de incluir la lectura en voz alta, con la hora del
cuento, en las actividades necesarias de estas instituciones. Y las
investigaciones sobre la enseñanza de la lectura realizadas sobre todo en la
segunda mitad del siglo pasado son unánimes en recomendar esa práctica.
(Melo sf., p.2).
Finalmente, otro de los procesos desarrollados en éste plan es el de la instalación de 20
bibliotecas móviles en las Zonas Veredales en la cuales se ha iniciado el proceso de dejación de
armas y la concentración de excombatientes de las FARC, las bibliotecas serán instaladas en las
veredas a fin de que las comunidades sean las primeras beneficiarias, sin embargo, la idea es que
también los excombatientes participen de ellas, pues la intención es que se conviertan en puntos
de referencia y acceso a la información en dichos lugares. "Las Bibliotecas Públicas Móviles son
un gran aporte a la implementación de los Acuerdos con la Farc y a la consolidación de la paz ya
que en estos espacios los excombatientes y las comunidades de las zonas veredales tendrán las
posibilidades de leer, de acceder al mundo digital y de tener un punto para el encuentro y el
diálogo. Es a través de la cultura que podemos restablecer el tejido social". (Garcés, 2017, citada
por Biblioteca Nacional de Colombia 2017)
29
Éstas se instalarán en el marco de un proyecto conjunto con Francia y la ONG Bibliotecas
sin fronteras, quienes han venido instalando algunas en lugares atravesados por conflictos
armados muy fuertes o condiciones de desastre como el terremoto de Haití en donde la iniciativa
tomó fuerza, esto gracias a que “cayeron en cuenta de los enormes aportes que puede hacer la
lectura en situaciones difíciles” (García 2017 citado por Revista Arcadia 2017).
En conclusión, la recuperación y enunciación de esfuerzos realizados a favor de las
bibliotecas y la promoción de lectura se reconocen aquí como los primeros ejercicios que
coinciden con las posturas de que la lectura se convierte en una puerta al mundo, permite el
acceso al conocimiento y con ello a la civilización, a la cultura y a desarrollo de competencias
para enfrentarse al mundo laboral-económico que son los argumento principales en el que se
fundamenta el PNLE, el cual está en la mira de otros países latinoamericanos que buscan
implementarlo en sus planes de desarrollo (Se recomienda el texto publicado por la Biblioteca
Nacional de Colombia en el sitio Web http://bibliotecanacional.gov.co/es-
co/actividades/noticias/en-la-rnbp/pa%C3%ADses-latinoamericanos-buscan-replicar-leer-es-mi-
cuento).
En consecuencia, aunque en apariencia éstos objetivos son disonantes con el objetivo de
éste trabajo, en realidad resultan ser un apoyo; en una lógica cooperativa, la siguiente propuesta,
que como ya se ha mencionado, puede ser dirigida para otras personas, se presenta como un
complemento importante encaminado a “la otra parte del quehacer literario”, la escritura, la
posibilidad de crear algo con el conocimiento adquirido que aviva la imaginación, abriendo un
camino dirigido hacia el desarrollo y potenciación de habilidades creadoras, para sí mismo, para
el mundo interior y privado en el que ocurre el acto de crear, hacia el encuentro consigo mismo
permitiéndose el auto-reconocimiento, la autoconciencia del ser y del mundo emocional que
30
indefectiblemente tiene repercusiones en el mundo social, siendo éstos los intereses sobre los que
se plantea el proyecto.
Finalmente, lo que se concluye de ésta primera revisión y exploración es que todos los
ejercicios que se han realizado con respecto a la creación literaria y a la literatura en general, son
caminos que deben seguirse fortaleciendo e indiscutiblemente el factor emocional está
completamente vinculado en éstos procesos. Para el caso de las políticas que implementan las
instituciones y en las que se decide cómo acercarse a la literatura y las motivaciones para ello, es
necesario ahondar en la discusión de qué es lo que debe primar en los programas, si el asunto de
la formalidad (la técnica impecablemente aplicada) o la reflexión y la apropiación crítica de
contenidos y la creación estética, comprendiendo que la dedicación en la creación
inherentemente fortalecerá la técnica, pero por otro lado, la técnica al convertirse en un proceso
mecánico difícilmente genera reflexión, crítica y ese otro factor emocional que únicamente surge
en el encuentro con la intencionalidad estética. Por otro lado, emerge la pregunta de cómo se
vive y qué sucede en el acto creativo en entornos en los que no existe la calificación ni la
necesidad de cumplir con estándares, sino que por el contrario se pueden promover ejercicios
mucho más libres.
Se evidencia que efectivamente existe un vínculo entre la psicología y la literatura, que
además la emoción (que hace parte de los procesos psicológicos del ser humano) es un eje que
atraviesa a la literatura, en igual medida, durante la lectura y la escritura y que ambos procesos
deben ser tenidos en cuenta para la creación literaria y que históricamente desde que se reconoce
a la Literatura como un arte, ha sido un puente entre el mundo interior del ser humano, su
pensamiento y su emocionalidad por ejemplo, la sociedad y la realidad de la cual participa. Aún
más, la Literatura recupera la capacidad de agencia y de participación del ser humano dentro de
31
su realidad y lo invita a crear otra u otras y en ese sentido la Literatura dota de vida a la especie
humana.
A continuación se describirán los elementos teóricos principales que han de fundamentar
todo el ejercicio investigativo y la propuesta de creación que será planteada como producto de
todo el trabajo. En primera medida, se encuentra un breve texto sobre la relación Psicología-
Literatura que como se podrá observar, es un vínculo ineludible en la comprensión de la
evolución de las sociedades y de la humanidad. En seguida se encontrarán los elementos que
serán tomados desde la psicología en el abordaje del trabajo (Emociones e inteligencia
emocional, epistemología emergente en psicología y el lenguaje y el relato en la construcción del
ser) y finalmente serán descritos los elementos tomados de la Literatura (Definición de literatura,
creación literaria, el sí mismo como insumo para la escritura).
4.2. La ineludible relación psicología –literatura:
Para el desarrollo de éste trabajo se ha realizado la revisión de algunos documentos que
muestran el avance sobre la investigación a propósito de la relación entre Psicología y Literatura,
en ellos se hace visible la importancia del estudio y abordaje de ésta relación con la intención de
comprender los contenidos que los contextos transmiten al comportamiento, pensamiento y
emocionalidad humana. Desde éste punto de partida, un texto no se reduce únicamente a la
escritura testimonial de un hecho, sino que puede decirse que es la representación de una
perspectiva sobre hechos y lo que han generado en aquellos que deciden plasmarlo en un
documento. David Olson (1994 citado en Ovejero, 2008) dirá que “mostrar como nuestra
comprensión del mundo, es decir, nuestra ciencia, nuestra comprensión de nosotros mismos, es
decir, nuestra psicología, son producto de nuestras maneras de interpretar y crear textos escritos,
de vivir en un mundo de papel” (p.231).
32
En ese sentido, por ejemplo la psicología social, según Ovejero (2008), hace
acercamientos a la comprensión de los contenidos de obras literarias que resultan ser reflejo de
las sociedades y de los personajes que las componen, evidencian las relaciones de los autores con
los textos, es decir, cómo el autor vive alguna experiencia de la que luego surgen sus obras, en
ese caso representan las sensaciones que le producen sus experiencias con respecto a la época en
la que vive. La psicología y la sociología de la novela, por otro lado, estudian cómo las novelas
no se limitan a representar y grabar situaciones sino que, de manera importante, la ficción se
presenta como una posibilidad de ruptura ideológica, social, económica, moral, entre otras.
Resulta válido mencionar que el ser humano, a través de toda su historia ha inventado
muchas formas de dejar un legado, algún tipo de enunciado que confirme su paso por el mundo,
que prolongue su existencia más allá de la muerte, un modo de trascender. En su favor ha creado
las artes, todas ellas como un acto comunicativo, un texto en sí mismo que permite ser leído e
interpretado de tantas maneras como de lectores puedan haber; Jean-Paul Sartre en el texto de
Ovejero (2008) diría que “el hombre es siempre un narrador de historias; vive rodeado de sus
historias y de las ajenas, ve a través de ellas todo lo que le sucede, y trata de vivir su vida como
si la contara” (p. 233). A partir de éstas ideas, no es posible contradecir a Ovejero (2008) cuando
dice que “toda Psicología que quiera conocer realmente al ser humano deberá por fuerza
acercarse a éstas historias narradas, es decir, a la Literatura” (p. 233), sin embargo, si es
necesario agregar que son muchas las historias que han de llegar a los profesionales en
psicología, no escritas, no publicadas, no leídas, quizá narradas por primera vez, a las que
también la psicología se debe acercar. Aún más, sería valido contemplar que, continuando con
Ovejero (2012), “los grandes literatos amplían nuestra visión de lo psicosocial, a causa de su
gran sensibilidad y a causa también de que, al contrario de tantos psicólogos, ellos no renuncian
33
a la introspección: su observación de cómo funcionan las relaciones humanas unido a la
introspección de cómo funcionan sus propios procesos psicológicos y psicosociales con
frecuencia les permite conocer la naturaleza humana mejor y más profundamente que lo que
hacen muchos psicólogos” (p.14)
Una idea a la que de algún modo, Ethel Krauze (2011) puede hacer eco cuando dice que:
Parece que ha llegado la hora de escribir; todos, de alguna manera, estamos
compelidos a ello, inmersos en el impulso y el empuje por contarnos a nosotros
mismos nuestra historia y contársela a los otros. Las fronteras entre escritura
espontánea, escritura catártica, escritura social, escritura laboral y escritura literaria,
son cada vez más desdibujadas, caóticas, discutibles y transgredidas. […] Como
nunca antes, la gente siente la necesidad de “ponerse por escrito”, y esto es un
lógico y saludable paso en la evolución personal. (p. 10)
En ese sentido, sus palabras resuenan no solo como una invitación a escribir, sino a
reconocer que se puede escribir indistintamente de considerarse o no un escritor nato (de esos
que nacen con un don especial), lo cual corresponde con la necesidad de la que surge el lenguaje
mismo en la humanidad, y es la de comunicar, la de comprenderse mutuamente, el lenguaje
surge a partir de la configuración de signos consensuados, de sonidos que dicen que “algo se
llama de cierta manera” para todos y que también es relativo al idioma.
Así las cosas, es imposible desconectar a la psicología de la literatura, pues por un lado,
ésta última desde el punto de vista manifiesto en el presente trabajo, ha de representar un puente
entre el arte, la emoción humana y las posibilidades de ser libre a través de la creación, y por otro
lado la psicología, en sus esfuerzos por comprender, interpretar e intervenir en los fenómenos
propios de las relaciones con otros y consigo mismo, ha hecho uso de las narrativas y relatos que
34
expresan las situaciones problema que de alguna manera afectan a los seres humanos, por lo que
la psicología, comprende que en éstas narrativas particulares, es posible entrever cómo el ser
humano crea un pensamiento sistémico: cómo actúa cada persona en relación a otros (yo hago
esto, entonces x responde y yo…), como si se tratara de una obra de teatro en la que los
personajes ejecutan un guión, creado por ellos, del que no son conscientes, pero tienen una
secuencia que se interpreta de manera magistral a partir de los roles adoptados por cada
personaje (Zlachevsky, 2003, p. 49)
4.3. Bases epistemológicas y teóricas desde la psicología.
Uno de los autores más importantes para las bases epistemológicas posmodernas, de
donde la psicología trae propuestas emergentes como el enfoque sistémico, el construccionismo
social y el constructivismo y bajo los cuales se diseña éste proyecto, es el filósofo Martin
Heidegger, quien retoma la importancia del lenguaje y plantea en él su propuesta, “El lenguaje,
esencialmente, crea un mundo: la conciencia humana, y convierte al ser humano en un ser
histórico al permitirle dar testimonio de su pertenencia a la tierra. […] Heidegger nos enfrenta al
espejo de nuestro propio ser: querámoslo o no, somos portadores de la poesía, estamos
condenados al habla, a la libertad, a crear el mundo, tiempo, historia.” (Krauze, 2011, pp. 24-26)
A partir de esto, otros autores como Maturana, refiere a propósito de las posturas
emergentes o posmodernas que “se deconstruyen los límites entre el observador y lo observado y
se propone una integración entre el ser humano y el mundo” (Cardona & Osorio, 2015, p. 16),
Jerome Bruner (2004) diría que éstos son enfoques en los que “se comprende que la experiencia
humana toma forma y se transmite a partir de la estructuración de elementos narrativos como el
tiempo, el espacio, los personajes y las acciones” (Cardona & Osorio, 2015, p. 17) y retomando a
Krauze (2011):
35
Para las ciencias cognitivas, la lengua es la resultante de la socialización y ésta
significa interacción, de modo que la recurrencia en las interacciones permite la
emergencia de nuevos fenómenos que, a su vez, se instauran en el proceso evolutivo
humano. Desde la historiografía, la lengua nace como metáfora natural, por
“pobreza” expresiva: hay que inventar juntos o, si se quiere, entre todos “algo” que
se refiere a ese otro algo que es el mundo de la naturaleza, el entorno, la realidad
compartida por la comunidad. (p.14)
Adicionalmente una de las principales características por las que se retoman estas tres
posturas, es que rescatan al sujeto como un alguien activo en su papel de aprehender y pensar la
realidad, por su lado, sobre los enfoques posmodernos William Lax (s.f. citado en Pakman 1997)
dice que “estos enfoques expresan el desplazamiento desde la visión del individuo como morada
del problema hacia la comprensión de que las redes relacionales sociales e históricas y las
prácticas lingüísticas son fundamentales tanto para la conformación de los problemas, como para
su resolución; ponen de relieve nuestra naturaleza relacional mutua y señalan que los problemas
surgen (y se resuelven) a través del lenguaje y a través de las interacciones sociales” (p.148)
Es a partir de ésta visión que más que un compendio epistemológico ha de concebirse
como una forma de pensamiento, si se quiere, una forma de vida y bajo la que se lee el mundo,
por la que surge el interés de trabajar con el elemento que atraviesa todo el proyecto que es “el
lenguaje” o “la palabra”, que como ya se ha dicho es fundamental en la comprensión y la vida
del ser humano y cobra sentido hablar sobre el sí mismo y sobre mundos posibles.
4.3.1. Lenguaje y relato en la construcción del ser.
36
Al hablar específicamente de la psicología, en ella se ha planteado una propuesta
sistémica narrativa y uno de los elementos que cobra un importante valor es la metáfora como
medio para ejemplificar, retratar o mediar sobre temas que resultan sumamente complejos y
delicados para las personas y los sistemas, permitiendo adentrarse en su simbología o sus campos
de sentido siendo la razón por la que la metáfora resulta un elemento fundamental para la
resignificación en los relatos y consecuentemente en la reorganización de los sistemas que
usualmente proviene de una crisis, por lo que
Casi siempre es la historia difícil, desconcertante, dolorosa o iracunda de una vida o
de una relación ya arruinadas. Para muchos se trata de una historia de hechos
calamitosos que conspiran contra su sensación de bienestar, de satisfacción, de
eficacia. Para otros, la historia suele aludir a fuerzas invisibles y misteriosas que se
introducen en las secuencias de la vida para perturbar y destruir. Y para otros es
como si, en su ilusión de cómo es, cómo debería ser el mundo, hubieran tropezado
con dificultades para las que su relato preferido no los hubiera preparado” (Gergen,
K y Kaye, J. 1996 citados en Zlachevsky 2003, p.51)
Siguiendo ésta idea, Cardona y Osorio (2015) en su artículo titulado Uso de la metáfora
en terapia familiar. Aportes al enfoque narrativo, en el que entrevistan a un grupo de 10
terapeutas sistémicos sobre el uso de la metáfora en sus casos, dirán sobre ésta que “da cuenta de
la posibilidad de una mayor plasticidad, dado que la metáfora ofrece otros matices que dan lugar
a resignificaciones del evento traumático”, ante lo que afirma Witney (2012) que el enfoque
narrativo y las metáforas permiten que el consultante desarrolle agencia personal (Cardona &
Osorio, 2015, p. 19).
37
Por otro lado mencionan que es muy importante conocer y manejar el leguaje y
expresiones coloquiales de las personas como los dichos o refranes, puesto que de otra manera
tanto el espacio terapéutico, las conversaciones y las metáforas perderían sentido o no tendrían la
suficiente resonancia. Las metáforas tienen además el poder de poner fuera de sí una situación
problema, exteriorizarla, y así hacer aproximaciones diferentes, viabilizar posibilidades, es una
forma en que las personas se puedan hacer cargo de las situaciones con ayuda del terapeuta. Uno
de los participantes del proceso investigativo de las autoras refiere, sobre la metáfora, que
“cuando aparece la necesidad de describir una situación, y no se encuentran las palabras, hay que
recurrir a una imagen; cuando se agotan las posibilidades de descripción entonces hay que acudir
a una metáfora” (Cardona & Osorio, 2015, p.21).
Como complemento de ésta idea, se podrían mencionar las palabras de Gianmbattista
Vico (citado en Krauze, 2011) quien de una manera solemne, señala que:
La lengua nació siendo poesía, no por lujo, sino por necesidad, esa necesidad de la
naturaleza humana de explicarse el mundo. La poesía no es hija de la cultura, es su
madre, que surgiendo de la pobreza de la expresión, tuvo que recurrir a las
imágenes, las semejanzas, las comparaciones, los circunloquios… dicho en una
palabra abarcadora, a la metáfora, para parir el primer lenguaje netamente humano.
(p.22)
Uno de los psicólogos que más ha investigado sobre el acto de narrar y que será
fundamental para ésta propuesta, es Jerome Bruner puesto que según sus planteamientos, el acto
de narrar es parte constitutiva del ser humano y ha elegido ésta (la narración) como su forma
predilecta de situarse en el mundo. En el relato se circunscriben el narrador como ese alguien
que cuenta la historia, los personajes, las acciones que desarrolla cada uno frente a situaciones
38
que requieren ser solucionadas, comúnmente se les llama nudo, él les llama infracción a esas
situaciones “desestabilizantes” que aparecen en la historia y que se convierten en el centro de la
misma, luego han de aparecer las resoluciones que al ser vistas en retrospectiva, serán de algún
modo evaluadas, a esto Bruner le llama coda. (Siciliani, 2014, pp.33-34)
Por otro lado, otro de los puntos importantes es entender el rol del narrador, quien cuenta
desde SU perspectiva y desde ella construye su visión de lo real, explica el mundo, por lo que es
apenas natural que surjan los conflictos de interpretaciones, entonces “contar historias no es un
juego infantil sin trascendencia o un entretenimiento fútil con el que los seres humanos se
distraen. En el corazón de la narrativa hay un problema hermenéutico fundamental” (Siciliani,
2014, p. 36). La tarea de éste es vital, el narrador no es alguien que reporta lo evidente de una
situación sino que debe, por otro lado, ser mucho más meticuloso, “tendrá que generar una aguda
capacidad para hablar de lo que parece intrascendente. En [una] hermosa expresión de Bruner,
tendrá que aprender a “re-examinar lo obvio”. Aún más Bruner dice que el narrador, en
particular el literario, debe “tratar con reverencia aquello que es familiar, si quiere obtener
verosimilitud”” (Siciliani, 2014, p. 41)
En ese sentido, lo que resulta interesante para Bruner, no es “la obra final” o el texto
acabado, sino por lo contrario, el proceso, lo que sucede en la construcción de los relatos con los
sujetos que lo hacen, siendo el texto algo mucho más allá que una estructura gramatical, una
organización normativa de signos; son por otro lado, acontecimientos humanos que muestran la
existencia de esfuerzos e intentos por comprender y tomar control de las situaciones que se
presentan en la vida (Siciliani, 2014, pp.35-36).
En el artículo “Contar según Jerome Bruner” realizado por José María Siciliani en el que
estudia e interpreta en la obra “La Fabrica de Historias. Derecho, literatura y vida.” Se
39
encuentran descritas una serie de 12 funciones, las cuales no tienen ningún orden de jerarquía
pero que para Bruner son determinantes según sus planteamientos y para éste trabajo resultan de
gran relevancia. Estas funciones son:
“Narrar es un acto interpretativo que hace del relato una versión de una vida humana o
de una comunidad cultural”: Aquí se habla de la no neutralidad del relato, de la perspectiva
particular de quien cuenta la historia y en esa medida, reconoce la libertad de crear una
perspectiva y una visión de mundo (Siciliani, 2014, pp.37-38)
“Narrar es un acto intencionado que vehicula una pragmática comunicativa potente”; lo
que hace referencia a la naturalidad del deseo de contar algo a alguien, estableciendo una
relación narrador (hablante) – narratorio (receptor), en la que ocurre un acto intersubjetivo de
crear y brindar una oferta de mundo la cual es susceptible de ser aceptada o rechazada. (Siciliani,
2014, pp. 39-40)
“Narrar es el arte de transgredir lo banal para convertirlo en epifánico”; es decir, en
medio del acto de narrar, debe existir una tendencia hacia la verosimilitud, esto es, que el relato
sea coherente, creíble, plausible aún cuando sea ficción. Para ello, debe hacerse un estudio
delicado de lo que es familiar, “re-examinar lo obvio”, romper lo confortable y predecible y
hacer de lo insólito algo posible. (Siciliani, 2014, pp.40-42)
“Narrar es pensar y promover mundos posibles y proyectos de vida realizables[…]
narrar es entonces imaginar, narrar es transgredir la irresistible tiranía de lo obvio o lo evidente;
narrar es transfigurar lo banal […] el relato no solo invita a lo posible, sino que tiene que ver con
las expectativas truncadas” (Bruner, 2003 citado en Siciliani, 2014, pp.42-44), en ese sentido hay
un juego continuo entre lo que es viable y lo que viene del mundo de la imaginación
40
“Narrar es la forma privilegiada del ser humano para construir su identidad”. Éste es
uno de los puntos en el que Bruner desarrolla gran parte de sus estudios y sus textos, concibe que
“la relación estrecha entre narración e identidad es entonces tal que “sin la capacidad de contar
historias sobre nosotros mismos, no existiría una cosa como la identidad”” (Bruner, 2003, citado
en Siciliani, 2014, p.46).
“Narrar es una actividad que modela la mente del ser humano”; dicho en las palabras
del mismo Bruner “la narrativa modela la mente humana como instrumento de percepción del
mundo […]. De hecho seguimos aferrándonos a esos modelos de la realidad narrativos y los
usamos para dar forma a nuestras experiencias cotidianas […] las situaciones prototípicas llegan
a tornarse metáforas fundamentales de la condición humana” (Bruner 2003, citado en Siciliani,
2014, pp.47-48).
“Narrar es una actividad que modela la experiencia del mundo”. Sobre ésta función
Bruner expone que de la misma manera en la que el ser humano se cuenta a sí mismo, en un
orden, en alguna secuencia coherente que le dé un sentido a su relato, así mismo experimenta al
mundo, “se puede decir que la experiencia en sí misma es amorfa, sin estructura, confusa. Por
eso “nuestras historias no solo cuentan, sino que imponen a lo que experimentamos una
estructura y una realidad irresistible” (Bruner 2003, citado en Siciliani, 2014, p.49).
“Narrar es una forma de aprehender y dar sentido a la realidad”; es decir, narrar o
escuchar otros relatos permite crear referencias, puntos concretos o comunes bajo los cuales
situarse dentro de una realidad, “es por el relato que los seres humanos pueden referirse a ciertas
realidades concretas. Se diría que el relato tiene el poder de “concretizar”, vía la metáfora, ciertas
realidades que de otra forma quedarían en la penumbra” (Siciliani, 2014, p.50).
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“Narrar es un arte connotativo–simbólico cultural”; lo cual quiere decir para Bruner que
la expresión humana definida en el relato enmarca una búsqueda por describir de alguna manera
las connotaciones o el mundo simbólico de las personas que hacen parte de una cultura. Aquí las
historias operan de una manera dual entre “el paisaje de acción” que es lo factible, palpable, las
acciones y hechos concretos que configuran la historia, y por otro lado, el “paisaje de
conciencias” que “alude a los sentidos con los que los actores viven esas acciones: cómo las
sienten, cómo las viven, cómo las piensan, cómo despiertan en ellos temores, esperanzas,
ilusiones.” (Siciliani, 2014, p.52).
“Narrar es uno de los modos de conocimiento humano que necesita complementación”.
Bruner es enfático en que el conocimiento humano no puede producirse de una única manera o
vía, ante lo cual refiere que “Sí, existe un pensamiento paradigmático que se ocupa de verificar
las proposiciones bien formuladas acerca de cómo son las cosas. Sí, existe uno narrativo, dirigido
también hacia el mundo; pero no hacia cómo son las cosas, sino cómo podrían ser o haber sido”
(Bruner, 2003, citado en Siciliani, 2014, p.53)
“Narrar es una actividad intersubjetiva radicalmente cultural”: desde ésta función,
Bruner complementa otras sobre las que el acto narrativo tiene relación con la identidad y a la
luz de ésta idea, resulta innegable el papel de la cultural tanto en el relato como en la
constitución de la identidad, por lo que precisa que “Las fuentes interiores del Yo están
constituidas por “la memoria, los sentimientos, las ideas, las creencias, la subjetividad”. Las
fuentes exteriores la conforman “la aparente estima de los demás y las innumerables expectativas
que derivamos muy pronto, inclusive inconscientemente, a partir de la cultura en que estamos
inmersos. […] En toda cultura hay, ciertamente, una “propaganda de la identidad adecuada”, que
trata de modelar al individuo, o aún más, controlarlo. Pero el control social es imperfecto, y el
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individuo no se deja fácilmente atrapar: los imprevistos, incluso bochornosos o dolorosos, no son
en realidad inesperados. (Bruner 2003, citado en Siciliani, 2014, p. 55)
“Narrar es una actividad peligrosa”; fundamentalmente Bruner reconoce en el narrar un
acto transgresor, subversivo, que despierta al sujeto y lo lleva a perder su inocencia, esto es no
solo conocer algo nuevo, sino conocer diferente, en su voz “Hace que se empiece a discutir si la
vida tiene que ser así. Y este es el germen de la subversión” (Bruner, 2003, citado en Siciliani,
2014, p.53)
Posterior a leer el texto de Siciliani, quien hace un esfuerzo por describir de manera
sencilla y muy sintética la obra que ofrece Jerome Bruner, es posible entrever lo importante que
es para éste último el hecho natural, la habilidad innata del ser humano por asentarse en el
mundo a través del relato de sí mismo como individuo y del vinculo interactivo y dinámico entre
el individuo y la cultura, siendo ambos co-constructores el uno del otro.
El principal aporte de Bruner y por lo que resulta tan pertinente para la perspectiva que
quiere mostrar éste trabajo, es el reconocer al sujeto como un ser con posibilidades inherentes a
su condición humana. Como el autor lo permite ver, ciertamente narrar no es un simple hecho de
describir, dictar o tomar nota de lo que hay afuera del ser, de los datos que ofrece el mundo y las
acciones cotidianas. Sino que por el contrario esos datos resultan ser la mínima parte del acto
concreto de narrar. Es supremamente interesante que se requiera de una observación más
meticulosa, lo cual permite al sujeto narrador hacerse consciente y participe de su propia historia,
percibirse como protagonista y como aquel que tiene el poder de decisión y acción, no solo como
un alguien parte del mundo al que “le pasan cosas” que no controla.
Dicho de otro modo, el sujeto es el autor de su historia, asumirse como tal y no como
“víctima” de un libreto escrito y del que no hace parte, favorece su capacidad de agencia, que se
43
apropie de sus propias acciones, de sus oportunidades para reinventarse y reescribirse. Si bien la
cultura espera algún tipo de identidad “adecuada”, “aceptable”, el poder transgresor de la
narrativa permite jugar con sus propias posibilidades, contar “quién soy”, “quién esperan que
sea” y “quién puedo ser” pero además “cómo”. Estas son preguntas que resultan válidas ante las
frustraciones, los deseos, los malestares o disidencias que puedan existir entre “la expectativa
social” y “el deseo personal” en medio de esa construcción intersubjetiva continua del ser.
Otro autor que ha sido tomado para el presente trabajo, es Irvin Yalom con su libro
“Psicología y literatura. Un viaje de la psicoterapia a la ficción”, en el cual el autor muestra
cómo ha desarrollado su trabajo psicoterapéutico y cómo lo ha documentado haciendo un fiel uso
de elementos literarios. Para Yalom resulta enriquecedora la literatura en la comprensión de la
sociedad, encontrando ciertos acontecimientos, historias y referencias que nutren la intervención
terapéutica, en sus palabras “el enfoque terapéutico que finalmente desarrollé está estrechamente
vinculado al proceso creativo, a la lectura y escritura de ficción: lectura porque siempre escucho
atentamente la historia única y fascinante de la vida de cada paciente, escritura porque creo,
junto a Jung, que la terapia es un acto creativo y el terapeuta eficaz debe inventar una nueva
terapia para cada paciente” (Yalom, 2000, p.55).
Rescata además lo imprescindible de escribir textos que generen interés y cercanía de los
estudiantes no solo a los casos y a los estudios propios de la academia, sino a aquello que sucede
al interior de los espacios terapéuticos a los cuales se verán avocados indefectiblemente. Dice,
por ejemplo, que “los historiales clínicos escritos con un frío y preciso lenguaje científico,
simplemente fracasan en comunicar la complejidad, la pasión y el dolor de los dilemas
emocionales a los que se enfrenta cada ser humano” (Yalom, I. 2000, p.85), por lo que sus textos
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resultan en general un relato reflexivo, alimentado por las teorías en las que se permite sus
apreciaciones como profesional, que en últimas, también exige ser humano.
Hace bastante énfasis en la importancia de la relación Paciente-Terapeuta, pues en ella
está la base para generar conciencia sobre las situaciones y dramas de la existencia que llevan a
los pacientes a consultar, pero además se convierten en el eje central de sus escritos. Para
comprender esto, cuenta en primer lugar un caso en el que tanto él como su paciente escriben sus
impresiones posteriores a cada sesión terapéutica y luego las comparten pasados unos meses,
esto con la finalidad no solo de potenciar o catalizar la habilidad literaria de su consultante (una
de las razones por la cuales llega a terapia), sino de generar acercamiento y reflexión sobre lo
que no se dice en consulta pero que resulta sumamente significativo para ambos. En la
posibilidad de conocer esas “cosas no dichas” y en el estudio del proceso, genera ciertamente
mayores acercamientos y mayor movilización en la terapia.
Más adelante, hace referencia a uno de sus más importantes trabajos, el cual se centró en
la literatura como medio de expresión del acontecimiento humano que sucede al interior del
terapeuta en las sesiones, las cuales son combinadas entre sesiones individuales y grupales como
la estrategia interventiva de Yalom. Allí hace uso de su experiencia y los relatos terapéuticos
recogidos en grabaciones y notas sobre las “epifanías” ocurridas durante y posteriores a cada
sesión, con fines literarios y teóricos. Esto apoyado en que “existe una larga lista de pensadores
existenciales que decidieron que la profunda experiencia que deseaban describir era mejor
expresarla a través de la literatura que a través de la prosa formal filosófica: piensen en Camus,
Sartre, Unamuno, Kierkegaard, Nietzsche, Ortega y Gasset, de Beauvoir.” (Yalom, 2000, p.86)
Alrededor de todo el texto, es reiterativa la relación terapeuta-paciente ya que “es la
relación la que cura” (Rogers, C. s.f citado en Yalom, 2000. p.161), pero además, Yalom resalta
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que esa “cura” ocurre en simultáneo, es en doble vía, en principio porque es un espacio para
conectarse desde lo que es común a los dos; lo humano. Así pues, en lugar de hablar de los
problemas del otro “debemos hablar de nosotros y nuestros problemas, porque nuestra vida,
nuestra existencia siempre estará clavada a la muerte, el amor a la pérdida, la libertad al miedo, y
la plenitud a la separación. En esto todos nosotros estamos juntos.” (p. 100) En ese sentido, es
legítimo hablar de las sensaciones y emociones que se despiertan en los participantes con
respecto a los temas que los han llevado al espacio terapéutico, lo cual, requiere de parte de todos
una absoluta transparencia y honestidad, por ejemplo, el terapeuta puede mostrar sus anotaciones
a su consultante, sus propias intervenciones, dice Yalom (2000) “aquellas que considero
importantes, aquellas que desee hacer durante la sesión, pero que no hice, y aquellas que me
arrepiento de haber hecho” (p. 168), ello debe suceder sin perder de vista la intención u objetivo
del proceso terapéutico, sin embargo, siempre es necesario enmarcar los límites de la
intervención y de la relación.
En su libro: “Psicología y literatura. Un viaje de la psicoterapia a la ficción” en un
capítulo denominado “La novela psicológica”, Irvin Yalom propone algunos puntos importantes
para la creación literaria, sea como producto del espacio interventivo o como recurso para dicho
espacio. Así, por ejemplo los sueños tienen un importante papel, hablar de ellos puede servir para
manifestar los miedos, angustias, deseos a partir del significado que se les puede asignar a las
imágenes y/o escenas. Los sueños pueden ser atribuidos a personajes ficticios de una historia, es
decir, “poner mi sueño en alguien más” e incluso los personajes o los elementos del sueño
pueden servir como pretexto narrativo.
Otro punto es el aquí-y-el-ahora, es decir, se debe explorar lo que surge en el momento
actual de la terapia, “el proceso de terapia es una secuencia alternada de evocación afectiva y de
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integración afectiva. En la sesión se experimentan fuertes afectos –irritación, temor, toma de
conciencia, odio- y entonces son examinadas por el terapeuta.” (Yalom, 2000, p. 179), durante
éste proceso resultan validos los usos de algunos elementos como fechas, lugares, personas
reales, con sus respectivas características y con éstos elementos crear ficción. También resulta
válido el uso de fotografías con el fin de evocar recuerdos, descripciones de lugares o escenas.
Éstos sin duda, son recursos que caben perfectamente en la construcción literaria de historias y
ficciones.
La transferencia, por su lado, es cómo el paciente se relaciona con el terapeuta, las
emociones que le produce esa relación, que pueden ser un indicador de cómo el paciente
establece otras relaciones, y la contratransferencia, de otro lado, es el conjunto de reacciones,
emociones, sensaciones que le produce al terapeuta, la relación con su paciente. Ambos resultan
igual de susceptibles al análisis, ambos pueden ser expresados, preferentemente de manera
escrita y que luego pueda ser intercambiada, a fin de lograr comprensiones importantes y avanzar
en la resolución de dilemas y conflictos.
Finalmente, están la ficción y la verdad, puntos en los que el autor plantea que la gran
mayoría de los relatos, tienen mucho de ficción dado que, por ejemplo, “el objetivo terapéutico
se ha convertido en una construcción y no en una reconstrucción; buscamos proporcionar algún
relato vital que resulte plausible –incluso uno producto de la ficción- que pueda proporcionar
coherencia y comprensión.” (Yalom, 2000, p.182). Para él existe una imposibilidad de la no-
ficción en el relato biográfico puesto que “las evidencias” y “los soportes” resultan insuficientes
para considerar una continua verdad en el texto, pero además refiere que: “la memoria puede
estar influida también por un impulso estético, por el deseo de realizar un producto artístico de la
propia vida” (Yalom, 2000, p.186) que en esencia generará una forma de relato afín a ese deseo.
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Así pues, Irvin Yalom en el libro citado, aporta unos elementos que se tejen en los
procesos terapéuticos desde la psicología y además en la relación paciente-terapeuta que para la
finalidad de presente trabajo es pertinente, en la medida que da luces sobre cómo realizar un
proceso similar aunque como el mismo lo ha sugerido, deberá ser flexible a las necesidades de
cada caso. Tanto Yalom como Bruner ofrecen cada uno desde su perspectiva y experiencia una
serie de elementos generales y abarcadores que enriquecen la práctica y sirven de apoyo a éste
trabajo y sin embargo, siendo consecuentes con su lógica, no dan unas directrices concretas a
modo de “fórmula mágica” con la que realizar un proceso interventivo, dando la libertad a
quienes se apoyan en sus propuestas para crear sus propios caminos, pero más allá está la
importancia de rescatar las particularidades y necesidades de los sujetos y/o contextos a
intervenir, los cuales vienen intrínsecamente como recomendaciones ante posibles propuestas
que tengan como base los relatos, narrativas, textos u otros que puedan caber en el binomio
literatura-psicología.
4.3.2. La emoción y algunos apuntes sobre la inteligencia emocional.
Dicen los socio-biólogos que “nuestras emociones, […] nos guían cuando se trata de
enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado importantes para dejarlas solo en manos del
intelecto: los peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los
fracasos, los vínculos con un compañero, la formación de una familia. Cada emoción ofrece una
disposición definida a actuar; cada una nos señala una dirección que ha funcionado bien para
ocuparse de los desafíos repetidos de la vida humana” (Goleman, 1995, p. 22).A partir de ésta
idea, y para el desarrollo de éste proyecto, resulta fundamental abarcar la categoría de “las
emociones”, por lo que se hace necesario hacer manifiesto el punto de referencia que será tenido
en cuenta para todo el ejercicio investigativo.
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Continuando con la idea anterior, la biología ha transmitido gran parte del repertorio de
reacciones asociados a cada emoción, en ello tarda millones de años y para que toda acción o
actitud que no funciona pueda ser erradicada de esas platillas biológicas con las que nace el ser
humano, tardará miles de generaciones, pues si bien, la humanidad crece con mucha rapidez,
aumenta incesantemente, la genética tarda lo suficiente para modificar los rasgos característicos
que enmarcan la evolución de la especie en su totalidad. “En términos de diseño biológico para
el circuito neurológico básico de la emoción, aquello con lo que nacemos es lo que funcionó
mejor en las 50.000 últimas generaciones humanas, no en las 500 últimas… y sin duda no en las
cinco últimas. […]En esencia, todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos
para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. La raíz de la palabra emoción es
motere, el verbo latino “mover”, además del prefijo “e”, que implica “alejarse”, lo que sugiere
que en toda emoción hay implícita una tendencia a actuar” (Goleman, 1995, pp. 23-24).
Cada emoción tienen una serie de reacciones y disposiciones biológicas, así con la ira el
cuerpo se dispone a reacciones de fuerza, rápidas, destructivas; el miedo lo dispone a la alerta, a
determinar qué acción tomar frente a la situación como por ejemplo huir, quedarse quieto,
ocultarse, defenderse o atacar; la felicidad, por su lado, genera tranquilidad, sensaciones
positivas, energía, disposición y entusiasmo para llevar a cabo varias actividades; el amor, en
general produce sensaciones de satisfacción y bienestar, favorece la cooperación; frente a la
reacción primaria de la sorpresa que es levantar las cejas y abrir más los ojos, se facilita la
recepción de información, la visibilidad del entorno; El disgusto o asco por su lado, genera
movimientos para alejarse de aquello que podría ser nocivo para el cuerpo y en la tristeza el
cuerpo en general busca la quietud, desciende la energía, el metabolismo es mucho más lento,
49
aumenta la sensación de vulnerabilidad y búsqueda de “refugio” o protección (Goleman, 1995,
p.25).
Todos éstos son solo una parte de los repertorios conductuales con los que cuentan los
seres humanos impresos en su genética desde los tiempos remotos en los que cada reacción o
decisión podía marcar la diferencia entre la supervivencia y la muerte, por tanto el destino de la
especie. En éste sentido resulta importante mencionar que, siguiendo a Goleman (1995), el ser
humano tiene dos mentes, una que siente y una que piensa (p. 27), la que siente es rápida, mucho
más que la que piensa, e incluso la mente emocional puede iniciar un proceso o una respuesta
mucho antes de ser conscientes de ello, es la que reconoce la realidad emocional de un contexto
permitiendo disponerse acorde a ella en fracciones de segundo y según Ekman (sf. en Goleman
1995. p.335) el cuerpo empieza a prepararse para movimientos rápidos o para permanecer en
estado de alerta, se acelera el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo y los músculos faciales se
tensan acordes a la emoción, todo esto ocurre sin pasar por el proceso de pensamiento o
racionalización, éste se activa mucho después de que la emoción ha estado en su fase más alta.
Dicho lo anterior, es posible crear una perspectiva de lo primitivas que son las emociones
y de lo primitivas que pueden llegar a ser las respuestas ocasionadas por ellas, sin dejarle mucho
por hacer a la racionalidad. Aunque el ser humano ha tardado miles de años en seleccionar de su
genética lo que le sirve y lo que no, dejando que las emociones que hoy en día se conocen, que la
ciencia y los académicos siguen estudiando e intentando categorizar, sigan haciendo parte
constitutiva de la especie, las huellas que enmarcan en desarrollo emocional de la vida adulta no
tardan tanto en grabarse en el cerebro, por lo contrario Goleman (1995) dice que en los primeros
cuatro años de vida, suceden los cambios neurológicos más relevantes que conforman las
tendencias bajo las cuales las personas actúan durante gran parte de su vida, es en ésta época de
50
la vida en la que el aprendizaje sucede de manera rápida, son los encuentros e intercambios entre
padres e hijos los que “moldean las expectativas emocionales del niño con respecto a las
relaciones, punto de vista que impregnará su manera de moverse en todos los ámbitos de la vida,
para bien o para mal” (p. 230).
Así las cosas, pese a todas las circunstancias que generan huellas en la construcción de las
personas, de su forma de ser y de relacionarse desde los primeros años de vida y/o por algún
evento traumático, es fundamental abrir caminos hacia el cómo transformar todas aquellas
actitudes o patrones de comportamiento que se tornan problemáticos para cada persona o para los
entornos en los que se desenvuelve. Por ejemplo, según la propuesta de Goleman, los niños
encuentran algunas vías por las cuales expresar aquellas situaciones que se pueden llamar
traumáticas, por ejemplo el juego en el que pueden recrear la situación o el arte, por su lado,
aumenta la posibilidad de crear una imagen como símbolo del trauma y a partir de ella poder
crear una manera de intervenirla y resignificarla. Para Goleman (1995) del arte es una forma de
comunicar aquello que se aloja en el inconsciente y por otro lado, el cerebro emocional está
sintonizado con el mundo simbólico de las personas. Desde éste punto de vista “A veces el arte
puede abrir el camino para que los niños hablen de un momento de horror del que, de otro modo
no se atreverían a hablar.” (p. 245)
Una idea que puede clarificar de mejor manera la importancia de crear una imagen
concreta de aquellas situaciones traumáticas es la que propone Judith Herman (sf. Citada por
Goleman 1995) quien refiere que “el duelo que se produce al relatar esos acontecimientos
dolorosos sirve a un propósito fundamental: señala la habilidad de despojarse del trauma mismo
hasta cierto punto. Eso significa que en lugar de quedar permanentemente atrapado por aquel
51
momento del pasado, [la persona] puede empezar a mirar el futuro, incluso abrigar esperanzas y
a construir una nueva vida libre del dominio del trauma.” (p.248)
Además, Goleman (1995) sostiene que aunque algunas situaciones no alcancen el grado
de trauma, su constante presencia o el ser reiterativas generan huellas en lo que él llama cerebro
emocional, en éstas situaciones se enmarcan el rechazo, abandono, descuido, inhibición de
expresiones de afecto, entre otras que crearán algún tipo de distorsión en las relaciones
interpersonales de la vida adulta (p.264). Según el autor, los niños que desde los primeros años
de escolaridad manifiestan una alta propensión al conflicto y la agresión, en su adolescencia
tienen mayores probabilidades de ser delincuentes o a resolver cualquier inconveniente de
manera violenta, dificultando el establecimiento de otro tipo de relaciones a lo largo de la vida
(p.273). En éste sentido la infancia constituye una de las “oportunidades cruciales” para nuevos
caminos en la vida emocional, pues es en ella donde se hace posible la formación de hábitos más
saludables en éste aspecto.
Daniel Goleman, apoyándose en Urie Bronfenbrenner, hacen referencia a las múltiples
dificultades que genera el actual orden mundial en el que los sistemas de apoyo escasean o son
menos fuertes, las fracturas en las familias se acrecientan, los intercambios afectivos y otros
cuidados que requieren los niños deben dejarse en manos de otros personas o en otros casos el
acompañamiento está dado por objetos que los entretengan (p.271). Siendo éste el panorama, las
tareas de la sociedad con respecto al acompañamiento en el desarrollo emocional de los niños,
que más adelante serán los adultos responsables de otras generaciones, están dadas en dos
sentidos, uno es la búsqueda de alternativas a los órdenes mundiales hegemónicos que permitan
la socialización e intercambio socio-afectivo entre todos los sistemas sociales y de otro lado, se
debe propender por la generación de herramientas que permitan la expresión de necesidades
52
emocionales y el desarrollo de autonomías que no deslegitimen “al otro”, sus particularidades y
sus necesidades.
Goleman habla sobre un estudio realizado en la Universidad de Duke en el que los
participantes fueron niños que presentaban altos índices de agresividad en el salón de clases,
éstos estuvieron en un programa que tardó tres años e iba encaminado al control de los impulsos
agresivos, de ira y rabia a partir de la conversación y la dramatización de situaciones que
normalmente son foco de conflicto, permitiéndoles cambiar el desenlace normal de la historia
por otras series de reacciones en las que no agredieran de ninguna manera a sus compañeros y
conservaran su autoestima y dignidad. Éste trabajo mostró cambios positivos a largo plazo, sin
embargo, para el presente proyecto, dicha experiencia que retrata en gran medida los trabajos que
se hacen con respecto al manejo y control de emociones se queda corta o por lo menos no
evidencia el desarrollo de habilidades o el uso de herramientas por parte de los niños para
comprender la emoción, es decir, desde su origen, el qué es lo que las provoca y de dónde se han
aprendido las respuestas que se pretenden eliminar.
Éste punto es importante desde el enfoque del presente proyecto, ya que lejos de pensar
en el superficial ejercicio de reprimir una respuesta, de predecir y controlar un comportamiento
que resulta inadecuado, lo que se quiere es que tanto los niños como las personas jóvenes y
adultas sean capaces de conocerse a sí mismos, de que generen la capacidad de estudiarse,
comprenderse y aprender de sí mismo y de su historia, de tal manera que las transformaciones
sean profundas y significativas.
Otra situación que señala Goleman (1995), es por ejemplo la depresión; “Entre la gente
joven, especialmente, los problemas de relación son un desencadenante de la depresión. La
dificultad aparece tanto en su relación con los padres, como con los pares. Con frecuencia los
53
niños y los adolescentes con depresión son incapaces de hablar sobre las causas de su tristeza, o
renuentes a hacerlo. […] El resentimiento y la tristeza que sienten estos niños los lleva a evitar el
contacto inicial con los demás. […] El resultado final es que los niños deprimidos terminan
siendo rechazados o abandonados en el patio de juegos.” (pp. 277,281) Adicionalmente, durante
la depresión hay un descenso significativo en la energía requerida para los procesos involucrados
en el aprendizaje, por lo que se dificulta la memoria, la atención, la concentración, haciendo que
en consecuencia el desempeño escolar también sea bajo aumentando las situaciones
problemáticas.
Bajo éste panorama sobre el cómo se construye el mundo emocional del ser humano, es
sobre lo que habla Goleman y sobre el que fundamenta su propuesta de la inteligencia
emocional; si bien, existen bastantes aspectos que influyen en cada persona para su desarrollo
general, es posible fortalecer, trabajar o transformar las diferentes dimensiones dl ser humano
entendiendo que la construcción del ser es un trabajo inacabado, el desarrollo en su sentido
semántico implica dinamismo, movilización, progresión de un estado a otro. Es por ello que para
éste proyecto se tendrán en cuenta las cinco esferas de la inteligencia emocional propuestas por
Peter Salovey y Robert Sternberg (1990 en Goleman 1995) quienes acuñaron inicialmente éste
concepto y bajo el cual Golean desarrolla su libro titulado igualmente “La Inteligencia
emocional”.
Éstas esferas resultan de utilidad para la formulación de la propuesta de intervención que
aunque no va encaminada puntualmente al desarrollo de la inteligencia emocional, si
proporciona claridades sobre la importancia de la gestión de las mismas lo cual si es de interés de
ésta propuesta. Dichas esferas son:
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1. “Conocer las propias emociones”: Es decir la autoconciencia y el
reconocimiento de “un sentimiento mientras ocurre” como medida para conocerse
a sí mismo y abrir la posibilidad de autocontrol pero además se encuentra en ello la
habilidad de conocer qué es lo que se siente de manera exacta con respecto a una
situación y cómo manejarla.
2. “Manejar las emociones”: Lo cual implica mantener una reacción adecuada,
dirigida a quien o quienes las generan, esto sin duda permite sobresalir de eventos
que generan aflicción o molestia de manera rápida sin que implique reprimir o
guardar sentimientos negativos que hagan daño en un plazo de tiempo más largo.
3. “La propia motivación”: que tiene que ver con la creación y alcance de
objetivos personales, “ser capaz de internarse en un estado de “fluidez” permite un
desempeño destacado en muchos sentidos. Las personas que tienen esta capacidad
suelen ser mucho más productivas y eficaces en cualquier tarea que emprendan”
4. “Reconocer las emociones en los demás”: ciertamente parte de la construcción
del ser humano, está el ámbito social, ser capaces de reconocer las emociones de
los demás y actuar de manera acorde a ellas es una habilidad fundamental llamada
empatía y es la que permite una importante adaptabilidad a todos los contextos que
impliquen relacionarse con otros.
5. ”Manejar las relaciones”: Salovey y Sternberg dicen que “El arte de las
relaciones es, en gran medida, la habilidad de manejar las emociones de los
demás.” (en Coleman 1995 p.64) esto sin duda requiere de las cuatro esferas
anteriores y por supuesto el manejar las relaciones está ligado al liderazgo y a la
eficacia en el mundo interpersonal. (pp.63-64)
55
En resumen, con respecto a las emociones, en el momento actual de las sociedades, se
hace importante buscar o plantear maneras en las que abordarlas, trabajarlas con el ánimo de
aprehender elementos básicos que favorezcan su manejo y gestión, partiendo del
autoconocimiento y la autoconciencia. Es claro que al primer entorno al que deben dirigirse las
personas para mejorar su calidad de vida y encaminarse hacia un desarrollo humano que
involucre el bienestar individual y colectivo, es hacia sí mismo, hacia su propia historia, si se
quiere hasta sus propios traumas, esto en clave de contribuir a la construcción de nuevas
sociedades en las que sea posible ser entendido desde la potencialidad y la capacidad de
transformación personal lejos de las lecturas del déficit que dejan a las personas sin una opción
para despojarse de todo aquello que no le permite habitar en armonía con otros.
4.4. Los elementos literarios:
A partir de la revisión teórica realizada para el presente trabajo, se hace imprescindible
conocer algunos elementos propios de la literatura puesto que el conocimiento que ofrece la
psicología, incluso desde su perspectiva narrativa, no resultan suficientes no solo para
comprender la composición de los relatos sino además para orientar espacios de creación
literaria. Elementos que hacen parte de la estructura narrativa y que sin duda ofrecen
posibilidades de resignificación, nuevas comprensiones, confrontaciones en el que el creador o
autor puede tomar una postura, atreverse a “jugar” e interactuar con su propia historia y en ello
redescubrir su mundo.
4.4.1. Literatura:
Si bien la definición de literatura resulta compleja, es importante plantear aquí un punto
de referencia en el cual basarse para comprender qué es a lo que –en éste trabajo- se le llama
56
literatura, para ello se retoma un texto en el que participan Mirian Borja, Arturo Alonso, Yury
Ferrer (2010) en el que aludiendo a las reflexiones y replanteamientos a los que la definición de
ésta expresión artística, plantean que:
como lo ha sugerido el profesor y crítico literario Cristo Rafael Figueroa (2001), es
necesario repensar la historia literaria; así como es preciso desbordar todas las
posibles periodizaciones y definiciones estrechas y simplificantes de lo literario.
Considerar la literatura desde la lectura de textos en contextos sociales e ideológicos
implica, entonces –según Figueroa– concebirla como inter y multidisciplina; como
polifonía y diálogo de múltiples voces (Bajtín); como deconstrucción discursiva
(Derrida); como placer y goce (Barthes); como versión y no como simple ficción de
la historia (White); como síntesis del inconciente colectivo y subjetivo del hombre
(Lacan); como práctica social (Halliday); y como obra abierta, en constante
evolución (Eco). (p.160)
Retomando éstas ideas, es preciso mencionar que la literatura no se restringe al simple
acto de leer y escribir, por lo contrario, la literatura engloba en si misma una gran complejidad tal
como la del ser humano en sí mismo. Entendiendo que ésta es un “diálogo a múltiples voces”,
concuerda con la postura que quiere resaltar éste trabajo al recuperar la relación con un área
como lo es la psicología.
Sin embargo, pese a lo que puede representar una definición concreta de los que es la
literatura, haciendo la salvedad de que es un concepto dinámico como lo proponen los autores
(Borja, Alonso y Ferrer 2010), y a lo que habrá que orientarse cuando se hable de creación
literaria, se partirá del trabajo que han hecho y de sus planteamientos, los cuales dicen que:
57
la literatura, cualesquiera sean sus orígenes y particularidades, ha sido, es y será
siempre una forma de representar la realidad, en la que se mezclan hechos o
acontecimientos reales con hechos o fantasías imaginarias. […]
La literatura es imaginación, es lenguaje elaborado –diferente al lenguaje cotidiano
aunque no opuesto rigurosamente–, es forma, es contenido, ideas, crítica del
mundo; es un entramado de elementos que constituyen su carácter ficticio, a partir
del cual se aproxima a los individuos y las comunidades y sus configuraciones de
universos. (pp. 158-159)
Así pues, partiendo de ésta apertura a lo que es el universo de la literatura, se dará paso, a
continuación, al siguiente apartado que será crucial para la propuesta final y que se configura
como el corazón de todo el trabajo, éste tiene la finalidad de clarificar lo que implica la creación
literaria, haciendo una acotación y es que se han tomado unos planteamientos que resultan
pertinentes para ésta propuesta, sin embargo, el horizonte que se proyecta entorno a éste tema, es
irreductible, por lo que todo aquello que aquí se escribe es, para la autora, apenas un abrebocas
de todo lo que hay por explorar y conocer y pretende ser, para los lectores que han venido aquí
bajo algún interés, una invitación a ahondar y ampliar éste horizonte, a apasionarse también por
la magia de lo posible (aún cuando pueda sonar poco académico).
4.4.2. Las cuestiones de la creación literaria y el escribir sobre uno mismo.
Sobre éste tema, la autora Ethel Krauze (2011), docente e investigadora de la Universidad
Autónoma de México, propone que el proceso de la creación literaria surge a partir de algo que
ella ha nombrado metaforización consciente, que es un ejercicio individual de hacer estético el
acto común de la metáfora (p.14). Sin embargo para llegar a éste punto, es ineludible reconocer
que, de por sí, la creatividad es “una condición inherente a la condición humana, […] esta
58
habilidad evolutiva imprescindible no puede quedar fuera del campo de la literatura” (pp.13-29),
es en la interacción con las palabras donde se descubre la propia capacidad para la creación
literaria que ella misma define como “la expresión estética del idioma a través de la escritura,
[…] podríamos decir que se trata de una suerte de habla personal que, aunque nace del habla
común, se ha modificado estéticamente dentro de los límites de la norma y cuya resonancia
termina por enriquecer la misma norma.” (p.33) Bajo las palabras de la autora, Heidegger, en la
creación literaria, “toca la médula ósea de su tesis: la responsabilidad de todo ser humano para
tomar la decisión de establecer un diálogo auténtico y asumir su condición esencial.” (p.25).
A partir de éstas ideas que trae Krauze a colación, se puede decir entonces que crear
literatura no ocurre sólo desde la capacidad propia que tienen los humanos de producir un
lenguaje y plasmarlo en un papel, es necesario que el sujeto se asuma como un agente creador
natural, que en su capacidad está además el poder de dejar en el mundo un objeto que concrete su
existencia, ante lo cual surge otro sujeto que resulta igual de importante que el escritor, y es el
lector quien “termina siendo un co-creador del producto literario, pues en su interacción con la
obra, emerge a plenitud el fenómeno de la creación de un nuevo ser en el mundo” (Krauze, 2011,
p. 53).
Por otro lado, un autor que para éste proyecto resulta pertinente y que hará evidente que
cada ser humano cuenta de por sí con una serie de recursos con los que trabajar cuando se habla
de procesos creativos, es el psicólogo Lev Vigotsky para quien el lenguaje es un tema central en
todo su trabajo y quien además hablará de la infancia con relación al proceso de creación
literaria. Él hablará de uno de los puntos clave que es el de la imaginación, y en ese sentido el
aporte del texto “la imaginación y el arte en la infancia” ofrece desde su perspectiva una serie de
59
elementos que valdría la pena tener en cuenta en el momento en que se plantee orientar un
espacio de creación literaria.
Bajo su pensamiento, la actividad creadora es toda aquella que genere algo nuevo
(Vigotsky 2008, p.11), partiendo de la claridad de que el ser humano, en general, cuenta con una
disposición innata para la creación, y aunque el cerebro cuenta con la capacidad para conservar
experiencias y hace posible traerlas al presente toda vez que sea necesario, también es capaz de
seleccionar de estas los elementos que le permitan acomodarse a los cambios que exige el medio
en el que se desarrolla y en esa medida adaptarse, así pues, combinar la experiencia antigua con
la nueva es lo que logra darle bases a la creación.
Es entonces cuando Vigotsky (2008) habla de la imaginación “como base de toda
actividad humana, se manifiesta por igual en todos los aspectos de la vida cultural haciendo
posible la creación artística, científica y técnica” (p.13), ésta no es una actividad cualquiera de
divertimento y distracción del cerebro humano, sino que de hecho es una función vital,
alimentada por todos los elementos o el material que proviene de la realidad, por lo que entre
mayores sean las fuentes de información o la cantidad de experiencias vividas, mayores serán los
productos de la imaginación. En esa medida, al proveer experiencias, elementos novedosos que
amplíen los marcos de referencia se podrían fortalecer las capacidades de creación en los niños.
Continuando con la idea anterior, Vigotsky (2008) propone que hay cuatro formas en las
que la imaginación y la realidad se vinculan; la primera y la fundamental es a través de la
experiencia propia y de todos los elementos que se pueden captar en la interacción con el mundo;
la segunda, es por medio de la fantasía en la que los elementos provienen de otros relatos, de las
experiencias ajenas, de las imágenes que se forman con las información que se obtiene por
ejemplo de lugares, situaciones o personas con las que no se ha establecido relación alguna; la
60
tercera, es a través de la emoción en la que el ser humano ha aprendido a expresar de alguna
manera las emociones, de tal modo que es capaz de imaginar algo cuando se habla sobre una de
ellas, o por otro lado, en el mundo interior es posible atribuir símbolos a las emociones como por
ejemplo colores o imágenes, “como si la emoción pudiese elegir impresiones, ideas, imágenes
congruentes con el estado de ánimo que nos sometiera en aquel instante.” (p.22), comprender
éste punto ayudará a que en las representaciones artísticas sea posible generar reacciones en las
personas que tienen contacto con las obras o palpar las emociones de quien las ha creado.
Finalmente, en cuarto lugar está la posibilidad de representar algo completamente nuevo a partir
de las experiencias propias, es decir, lograr un producto que genere un nuevo significado, esto es
una “imagen cristalizada, convertida en objeto, [que] empieza a existir realmente en el mundo y
a influir sobre los demás objetos. Dichas imágenes cobran realidad” (p. 25). A partir de éstas
cuatro formas de la relación imaginación-realidad, es posible entrever que tanto el pensamiento
como la emoción tienen un papel trascendental en la actividad creativa, no en vano, éste autor
sostiene que “en la base de toda acción creadora reside siempre la inadaptación, fuente de
necesidades, anhelos y deseos” (p. 35).
Otro aporte importante para comprender la elaboración de imágenes y la selección del
material para la imaginación y la fantasía son los procesos de asociación, que es la integración de
fragmentos disociados o modificados; disociación, “que sirve de base al pensamiento abstracto, a
la comprensión figurada” (Vigotsky 2008, p. 32), es la fragmentación de la información que
poseen las personas; comparación, por la que algunas imágenes se recuerdan y otras no;
exageración, que hace posible pensar en cosas más allá de lo establecido, de lo conocido,
extiende límites y posibilidades; la combinación, en la que es posible tomar diferentes
características o cualidades de objetos, personas, lugares, etc., para crear una imagen nueva y
61
finalmente se encuentra la “imagen cristalizada” o exteriorizada, el producto concreto de todos
éstos procesos.
Vigotsky plantea que cada inventor, independientemente de su área y su grandeza es un
producto de los contextos en los que vive, su historia, las necesidades sociales, culturales,
científicas, entre otras. En sus palabras “Ningún descubrimiento ni invención científica aparece
antes de que se creen las condiciones materiales y psicológicas necesarias para su surgimiento”
(Vigotsky 2008, p.35), así las cosas, en consonancia Ribot (sf. Citado en Vigotsky 2008) plantea
que ninguna creación está exenta de un “coeficiente social”, en toda creación “queda siempre
alguna colaboración secreta, desconocida […]La imaginación creadora, en toda su forma trata
exteriormente de afianzarse en actos que no existan tan sólo para su autor, sino también para
todos los demás” (p.37). Estos planteamientos son importantes puesto que en ellos se encuentra
la clave para comprender que los productos de la creación literaria, sus símbolos y significados
serán variables dependiendo de la cultura, de las condiciones sociales en donde se encuentren
“los creadores”.
Al hablar de procedimientos, métodos o pautas, Vigotsky cita a Tolstoi desde un ejercicio
de creación literaria que tuvo la oportunidad de dirigir con niños campesinos huérfanos, que
como el mismo Tolstoi manifiesta, se encuentran mucho menos influenciados por el lenguaje y
estilo del adulto. Así pues Tolstoi (sf. Citado en Vigotsky 2008) sugiere que en primera medida
se debe brindar una amplio y diverso conjunto de temas no raros pero sí que puedan suscitar
algún interés incluso del profesor. Segundo: apoyarse en los ejemplos que ofrece la literatura
infantil. Tercero: que para él es de gran relevancia, al revisar las creaciones o ejercicios de
composición, se debe velar por no hacer objeciones “acerca de la limpieza, de la caligrafía, de la
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ortografía, ni, lo que es básico, sobre la composición o la lógica del relato” (p.58). Cuarto:
enfocarse en la trama del texto más que en la cantidad de texto producido.
Con relación a la creación literaria y el momento adecuado en el que deba iniciarse su
ejercicio, Soloviov (sf. Citado en Vigotsky 2008) propone que sea cuando inicia la madurez
sexual (p.52) dado que éste es el momento en el que los niños se encuentran con una amplia
gama de sensaciones, experiencias y vivencias. Es en éste momento de la vida en el que el
mundo interior también se encamina hacia un nivel más alto de desarrollo y es más capaz de
comprender las leyes que rigen el lenguaje verbal y el escrito, que, vale la pena aclarar, resultan
ser sumamente diferentes siendo el segundo mucho más complejo. Ésta etapa, además, coincide
con la escolar y en ella también se acceden a nuevas fuentes, formas y contenidos de
conocimiento, lo que puede ampliar la riqueza del mundo interior, sin embargo, según Blonski
(sf. Citado en Vigotsky 2008) su influencia ha de ser tal que puede limitar la imaginación, pues
la escuela en su mayoría orientará la creación hacia la reproducción del lenguaje adulto, con sus
normas y temas que carecen de interés para los niños, temas superficiales, desconocidos y con un
lenguaje que no es el suyo, como si se tratara de una actividad mecánica. Una cita que produce
reflexión en relación a lo que se acaba de mencionar, es la siguiente:
Hay que habituar al niño-dice Blonski-a escribir sólo sobre lo que conoce bien, en
aquello que ha meditado mucho y profundamente. Nada más nocivo para el niño que
imponerle temas en los que haya pensado poco y de los que no sepa qué decir, esto
equivaldría a educar escritores vacíos, superficiales. Para hacer del niño un escritor
es preciso imbuir en él fuerte interés hacia la vida que le rodea. El niño escribe
mejor sobre aquello que más le interesa, sobre todo cuando lo conoce bien. Hay que
educar al niño a escribir sobre lo que le interesa hondamente, en lo que ha pensado
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mucho y con profundidad, en lo que conoce bien y se orienta fácilmente. Hay que
enseñar al niño a no escribir nunca de lo que no sabe, de lo que no le interesa. Y, por
cierto, hay maestros que proceden completamente al contrario, con lo que matan al
escritor en el niño. (p.55)
Respecto a esto, lo que se busca en éste proyecto es que ese “escribir sólo sobre lo que
conoce” sea sobre sí mismo, sobre su propia vida, su entorno, sus pensamientos y emociones, se
espera que “aquello que más le interesa” sea la comprensión de su propio ser y de las otras
fuerzas que han influido en su vida, cómo el sí mismo y la autoconciencia pueden influir en lo
que será el adulto, es decir, que es posible ser el autor y protagonista de la propia vida. Para éste
caso, el autoconocimiento y la autoconciencia se enfocarán hacia el mundo emocional, ante lo
que sugiere Vigotsky que es en aquellos momentos de cambio o reconstrucción de la identidad,
en los que el equilibrio de la vida se ve atravesado por alguna circunstancia que exige un cambio,
generando una serie de emociones que pueden ser positivas o negativas dependiendo de la
capacidad con que se asuman, siendo de cualquier manera una fuente importante para la
creación.
Por otro lado, con relación a la infancia a la que le dedica gran parte de su texto, el autor
sostiene que la inventiva de los niños debe ser mayor para estos que para la misma literatura, por
lo que la creación literaria en éste momento de la vida no puede ser juzgada de la misma manera
que la de un literato. “El niño necesita jugar y la creación literaria del niño se necesita ante todo
para el justo despliegue de las fuerzas del propio autor, así como para el medio ambiente infantil
en que nació y en el que se desarrolla” (Vigotsky 2008, p.74), en consecuencia lo que realmente
debe tenerse en cuenta es el valor objetivo que tiene tanto el juego como la creación y es el
desarrollo y educación del niño. Al respecto Vigotsky resalta de Tolstoi, en el ejercicio
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referenciado anteriormente, que despertó en los niños “formas de expresar sus vivencias y su
enfoque del mundo que no conocían en modo alguno hasta entonces, y junto con los niños
inventaba, construía, combinaba, les inspiraba, les planteaba temas, es decir, canalizaba en lo
principal todo el proceso de su actividad creadora, les mostraba métodos literarios, etc. Y todo
eso es educar, en el sentido más exacto de esta palabra” (Vigotsky 2008, p. 59).
Hasta aquí, se ha buscado la pertinencia de éste proyecto aportando argumentos desde las
voces de otros autores que, en la psicología y en la literatura, rescatan la importancia de la
palabra y su uso como el eje central no solo para la comprensión de sí mismo sino para la
apertura y creación de nuevos caminos y mundos posibles en donde se transgreden los límites
entre la realidad y la imaginación. En la construcción de toda la fundamentación teórica se han
despertado interrogantes, cuestiones que para fines prácticos resultan cruciales, como por
ejemplo ¿cuál es el sentido de orientar espacios de creación literaria?, ¿por qué enfocarla hacia
el autoconocimiento y el mundo emocional personal? Y más aún ¿porqué dirigir éstos esfuerzos
a la población más joven?.
Con respecto a éstos interrogantes, los cuales se traen a colación en éste momento por que
de manera casi reveladora el texto de Vigotsky a acertado a cada una de ellas, por ejemplo,
manifiesta que en el juego y en la creación literaria los niños mantienen aún una relación
estrecha con sus propias vivencia e intereses personales que impregnan sus producciones, de lo
que se concluye que realmente es muy importante y valiosos en términos de bienestar personal,
el trabajar en el fortalecimiento de la relación consigo mismo en los niños, una relación que no
niegue, ni oculte, ni obvie la historia personal sino que por el contrario ésta sea el primer
elemento con el que se pueda contar para comprenderse, entendiendo que esto será lo que
permita manejarse con mayor seguridad a lo largo de la vida.
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Finalmente y a partir de la idea expresada anteriormente se rescata un fragmento del texto
de Vigotsky (2008) “La imaginación y el arte en la infancia” que es del todo pertinente con
relación a los interrogantes expuestos, pero que además ratifica la trascendencia del interés
orientador de éste proyecto, en ésta el autor expresa que:
El sentido y la importancia de esta creación artística residen tan sólo en que permite
al niño superar la angosta y empinada garganta en el desarrollo de su imaginación
creadora que imprime a su fantasía una dirección nueva, que queda para toda la vida.
Consiste también su sentido en que profundiza, ensancha y depura la vida emocional
del niño que por vez primera despierta y se dispone a la acción seria; por último,
consiste también su importancia en que permite al niño, ejercitando sus anhelos y
hábitos creadores, dominar el lenguaje, el sutil y complejo instrumento de formular y
transmitir los pensamientos humanos, sus sentimientos, el mundo interior del
hombre. (p.78)
Sobre las cuestiones de la creación literaria, se ha tomado un texto de la filóloga argentina
Silvia Adela Kohan el cual ha titulado “Escribir sobre uno mismo” (2011) y que aparece de
manera oportuna en la búsqueda que se ha emprendido para éste trabajo, resulta oportuno en
varios sentidos, por ejemplo, el trabajo de la autora ha sido enfocado a orientar procesos
creativos en literatura, se permite dar algunas luces y sugerir pautas sobre cómo “escribir sobre
uno mismo”, es decir, el uso de la propia vida como elemento fundamental para la producción
literaria, pautas que se describen a continuación teniendo en cuenta que pueden ser de utilidad
para la planeación de espacios de creación literaria autónomos o dirigidos a otras personas.
En el texto, además, se hace evidente que para Kohan el acto de escribir sucede en
soledad y favorece una gran serie de procesos como el reconocimiento, la autoconciencia, la
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reconsideración de lo vivido y recuperación de diferentes momentos que se han dejado olvidados
pero que guardan gran parte de aquello que le da sentido a lo que las persona son ahora, a su vida
actual logrando comunicar, trascender, reflejar las situaciones del contexto en el que se vive o se
vivió. Vale la pena decir aquí, que en gran medida, ésta idea se acerca a lo que se busca en el
escenario de la intervención psicológica, por lo que una vez más éstas dos áreas de conocimiento
(literatura y psicología) se acercan siendo más lo que tienen en común que lo que las hace
diferentes.
Sin más, el recorrido que hace Kohan en su libro es supremamente útil y concreto, aquí se
hablará un poco de cada uno de los apartados de éste que más adelante nutriran la propuesta
final. Dichos apartados que son entendidos aquí como algunas pautas para la escritura son:
4.4.2.1. “Un paseo por uno mismo”
El primer recurso con el que cuenta todo autor es su propia vida, para la autora siempre
existe esa necesidad de escribir sobre uno mismo o de alguna situación particular propia o de
otros que genera cierto grado de afectación. Por ésta razón, Kohan escribe que “todos los
escritores coinciden en que la experiencia personal es el centro del proceso creativo” (p.12), por
su lado Jean Paul Sartre al referirse a la literatura declara que “Todo viene del trabajo subversivo
de la biografía” (p.10), para Mario Vargas Llosa “Un escritor tiene la ventaja de que, por más
dolorosa que sea una experiencia, tiene esa defensa secreta del dolor, porque piensa que ese es el
material, un barro que le sirve para crear una ficción” (p.15) y Jean Rhys cuenta desde su propio
trabajo que “Hay poca invención en mis libros. Lo que primero apareció, en casi todos ellos, fue
el deseo de liberarme de esa horrible tristeza que me tiraba abajo. Cuando era niña descubrí que
si podía ponerla en palabras, desaparecía. Creo que escribo sobre mi misma porque es lo único
que verdaderamente conozco” (p.14).
67
Al recoger éstas voces, Kohan define que existen dos posibilidades para ese “hablar de
uno mismo”, una es desde la narrativa, es decir, tomar la forma de la novela, el cuento, la poesía
o el guión teatral para contar la o las experiencias que se desean contar y la otra forma es la
autobiografía propiamente dicha, sin embargo, manifiesta que la primera permite exagerar,
explorar, jugar, inventar con imágenes, con los sentidos y significados que se les ha otorgado a
cada vivencia. En la narrativa es posible ponerse en otro personaje, dotarlo de características
propias o fantásticas, deseables, es posible lograr la trascendencia de un lugar que en principio
solo es importante para el autor, pero que puede compartirse en el proceso escritura-lectura, se
hace viable, por ejemplo, traer a la vida aquellos personajes que siempre se han querido, se han
extrañado o algún otro que del que se desea existencia.
4.4.2.2. “La preparación”.
Para los primeros ejercicios o aproximaciones hacia la escritura, Kohan dice que “es
conveniente escribir para uno mismo, de manera que afloren los más recónditos pensamientos,
experiencias, ilusiones, etcétera” (p.22), ocuparse más por la fluidez, sin autocrítica, sin
demasiadas reglas ortográficas, gramaticales o de estilo, esto será lo último. En principio es
necesario preguntarse qué es lo que se quiere contar, qué es lo importante y porqué, es
importante tomar nota y no dejar pasar nada desapercibidamente, por lo que se hará necesario
empezar a organizar todo posible material como fotografías, cartas, tomar nota de ideas,
recuerdos, ensoñaciones, lo que venga y como venga a la cabeza, darle vía libre a la
espontaneidad, más adelante, al revisar y seleccionar el material, será posible encontrarse con
nuevas ideas, nuevos pensamientos, nuevas historias.
Cuando se trata de traer al presente historias para escribir, se puede recurrir a la memoria
que tenemos guardada en “Los elementos personales”, esos lugares, objetos, música, las
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diferentes etapas de la vida y personas que son representativos para cada uno, estudiar estos
elementos puede generar relatos. Otros recursos son:
Los “elementos compartidos”, aquellos que se comparten con familiares, amigos o
compañeros que tienen una gran recordación para todos, allí vale la pena tener en cuenta cómo es
recordada la misma situación por diferentes personas, cómo es contada y que otras percepciones
y emociones produce.
“La geografía de los ancestros” puede aportar al evocar fantasía y ficción pues “Uno
pertenece a la tierra en la que ha nacido y a aquella en la que nacieron los padres, los abuelos, los
bisabuelos. Uno lleva más de un personaje en sus venas. Unas veces esa tierra ancestral vive
como un paraíso abandonado que se puede recuperar; otras, es apenas una especie de neblina
como telón de fondo de la presencia de uno en el mundo”. (p.31)
“La información de los parientes”, teniendo en cuenta que ellos son parte de lo que las
personas son, tienen algo que decir de las diferentes etapas o mementos de la vida, son “un
eslabón de la herencia que te caracteriza” (p.31).
“La ciudad de la infancia”, señalan las primeras huellas de la memoria, es válido
preguntarse ¿quiénes estuvieron en la infancia, qué se hacía en ésta etapa, qué se jugaba, cómo se
vivía?
“La música evocadora” aquella que hace recordar algún momento o acontecimiento de la
vida, alegre, triste, especial.
“La historia documentada” es esa historia del contexto en el cual cada persona nace o
crece, “porque también los acontecimientos y los adelantos que han afectado a tu país y al
mundo han tenido distintos efectos en ti, han determinado la manera en la que has vivido y han
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influido en tu campo emotivo y en la formación de tu ideología” (p.33), es aventurarse a
averiguar qué pasaba en el mundo en el momento de la concepción, del nacimiento.
4.4.2.3. “Para lograr un texto literario”.
Silvia Kohan hace algunas sugerencias para la realización de un texto de orden literario y
para ello lo primero es que se debe elegir el tema que orientará todo el proceso, esto bajo la
pregunta central “¿de qué quiero hablar?” O “¿Qué me gustaría contar?”, a partir de la selección
del tema, se podrá elegir si contar, por ejemplo, desde las diferentes etapas de la vida, desde los
momentos más emotivos o desde los lugares más importantes.
Luego será necesario “Asentar lo hechos”, es decir, seleccionar y enlistar aquellos que
han generado alguna afectación y que van acordes con el tema elegido, discriminarlos de
aquellos que pueden hacer que al escribir, se pierda el centro de atención. Será necesario trabajar
con un acontecimiento a la vez, revisarlo, darle las características correspondientes, describirlo,
detallarlo. Esto permitirá profundizar en los significados, en la trascendencia de los
acontecimientos y las experiencias, en los cambios, sentimientos, pensamientos y aprendizajes
ocurridos con ellas.
Después, se reunirá todo el material trabajado, los borradores realizados y todo lo que se
ha escrito previamente, debe ser organizado según el tema y darles una introducción a partir de la
definición del eje que atravesará todo el texto, cuando existe más de un eje, será necesario
trabajar varios capítulos; uno por eje, recordando que es imprescindible que todos los hechos
estén conectados entre sí, orientados por esa columna vertebral que es el eje.
Cuando se escribe, debe haber un plan de trabajo que facilite la organización y
producción del texto, la autora propone una forma de plan de trabajo así:
70
1) Definir el nudo, esto es el punto crítico, el conflicto que le da sentido a la historia, 2)
Desarrollar la primera anécdota, 3) Agregar otras anécdotas que puedan alimentar o sumar a la
primera, 4) Establecer los enlaces entre cada una de ellas, 5) Concluir, hacer interpretaciones de
las historias y acontecimientos memorables.
Al pensar en un esquema productivo, se debe pensar en trascender lo privado, estar
dispuesto a ser leído, por ello “construir un texto que crezca, una atmosfera atractiva y un tono
coherente son los objetivos básicos si deseas escribir a partir de ti mismo” (p.43). También debe
tenerse en cuenta al tipo de lector al que se dirige el texto, pues al pensar en quién pueden ser, se
enfoca de diferentes maneras la escritura y el contenido que finalmente quedará seleccionado, en
ello cabe la pregunta “¿qué quiero dejar a otros con el texto?”
4.4.2.4. “El tiempo de los recuerdos”.
Éste es uno de los capítulos en los que la autora se permite una serie de tips, o
recomendaciones para quienes desean empezar a escribir partiendo de la idea de que “Tomarse a
uno mismo como campo proteico para el ejercicio literario implica también observarse en el
presente y atreverse a dibujarse en el futuro” (p.45). Así pues Silvia Kohan sugiere tener en
cuenta las siguientes ideas:
Acopiar evocaciones: Es decir, recordar y plasmar con nitidez los recuerdos, puede ser
desde las etapas clásicas de la vida; infancia, adolescencia, universidad, estudios, noviazgo,
hijos, vida familiar, etc., o desde secciones particulares como la casa, las fiestas, espacios de
ocio, amigos. (p.46)
Una fórmula útil: partir desde las palabras “Me acuerdo de” para describir recuerdos
relacionados con el tema elegido.
71
Rescatar escenas: esto puede hacerse desde una “travesía por el cuerpo” que es
preguntarse qué escenas evocan las partes del cuerpo, qué otros cuerpos se recuerdan. A través
de “oficios y tareas” que hace referencia a esas actividades que se desarrollan ahora, cómo se ha
llegado a éstos lugares de ahora, por qué se hace lo que se hace ahora, quiénes han influido.
Desde “la memoria de los objetos”, cuáles son los objetos a los que se les da un gran valor, por
qué, quién los trajo, cómo se obtuvieron, cuál es la historia detrás de ellos.
Encuadrar el enfoque: que es hacer énfasis en la conmoción de las situaciones, no
solamente en el hecho sino en ese “qué” del hecho que resulta simbólico.
El personaje agazapado: reconstruir esos grandes personajes de la historia de cada quien.
Revivir el lugar de origen: ese lugar del que viene cada persona, donde se ha vivido la
infancia, cómo era ese lugar y cómo se vivía allí.
La autora se permite señalar que “Las evocaciones permiten encontrar escenas olvidadas
y la vinculación entre algunas de esas escenas te llevará a construir el universo imaginario”
(p.52).
4.4.2.5. “Encontrar más ideas”.
Para Kohan es muy importante tener en cuenta que el sí mismo es una gran fuente de
ideas, por lo que es necesario poner atención a todos los estímulos, todo puede ser una fuente de
ideas, al investigar y preguntarse a sí mismo pues “la pregunta permite poner en movimiento la
fantasía” (p.55), bajo esa lógica ella propone:
La comparación: compararse con objetos u otras personas, y contar-se desde allí,
compararse con personajes de novelas literarias, de películas y hallar características comunes con
esos personajes o las propiedades de esos objetos.
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El desdoblamiento: Silvia Kohan dice que “los escritores del siglo XIX incorporaron la
figura del doble, <<el otro>> como lo que uno no puede aceptar de sí mismo. Wolfgang Goethe
escribió Fausto, cuya trama simboliza la escisión de la personalidad; Robert Stevenson, El
extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde; Oscar Wilde también separa en dos a su personaje en
Dorian Gray; Italo Calvino lo hace en El vizconde demediado. De las dos partes, una representa
el mal, las partes oscuras de uno mismo que no siempre se admiten. En mayor o menor parte, el
personaje es un doble del autor. Al inventar personajes te desdoblas consciente o
inconscientemente de la ficción, los vistes con tus pasiones, tus virtudes y tus perversiones.” (pp.
57-58)
El mensaje imaginario: que puede hacerse al escribir una carta a algún destinatario, sin la
intención de entregarla, más allá de eso, debe primar el decir lo que no se ha dicho e imaginar
una posible respuesta. Incluso se puede escribir a un personaje ficticio, alguno que no exista.
Mirar desde otro ángulo: que es básicamente ver las historias desde otros puntos de vista,
permitirse fantasear desde otras perspectivas, por ejemplo, dándole características ficticias a la
familia, preguntarse “qué podría decir otro sobre mí”. La autora, refiere que por ejemplo para
Jodorowsky, la genealogía es una fuente de ideas, la propia vida es el material literario, no es
importante el orden cronológico de los eventos y pero sí lo es el hecho de que la historia permita
transformar la vida propia y exaltar aquello que lo requiera. (pp. 60-61)
Dibujar el mapa biográfico: es decir, sobre lo que veo de mí desde afuera y desde
adentro; desde el cuerpo y su biografía, desde el entorno como la casa, el barrio, la ciudad. La
mirada interna habla de los deseos, carencias, búsquedas, logros, es una mirada que intenta
esclarecer de dónde salen las emociones, los sentimientos que hacen parte de la vida actual.
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Es en momentos como éstos, en los que las personas hacen una mirada retrospectiva o
vuelven la mirada a su interior, permitiéndose comprensiones acerca de su ser, de la vida que han
construido, de su origen, su identidad, son sin lugar a dudas los terrenos en los que la
psicoterapia se ha asentado, así pues, nuevamente es posible hallar un vinculo entre las funciones
que han ocupado la psicología y la literatura a propósito del estudio del ser humano y de la
creación de alternativas y posibilidades de acción, ambas trabajan creando o haciendo evidentes
las diversas perspectivas sobre las que se puede observar un fenómeno, una situación o una
historia.
4.4.2.6. “Los instrumentos útiles”
Dentro de las posibles herramientas de las que se puede hacer uso para recopilar
información que luego será usada para la escritura Silvia Kohan resalta cuatro:
El diario íntimo: éste puede servir para dejar un registro diario de la vida, al analizarlo o
releerlo es posible encontrar “tópicos” o temas que sean reiterativos o cobren una mayor fuerza
con relación a otros aspectos registrados. Podría convertirse en un personaje al otorgarle
características como interlocutor, al darle una voz, podría plantearse la pregunta, si el diario
cobrara vida ¿cómo sería el personaje?
La libreta de notas: Es un instrumento que acompaña a todas partes, útil para registrar
todo lo que viene a la cabeza de manera instantánea para reflexionarlo luego. Como dice Silvia
“la escritura produce escritura” (p.70)
La carta: incluidos los correos electrónicos. Sirven para contar y decir lo no dicho, pero
además pueden ser puntos de referencia al tener en cuenta aquellas que se han recibido, incluidas
las notas, esquelas, tarjetas, dedicatorias y demás. Cada una guarda una historia.
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El auto-relato: “Incluye todos aquellos aspectos que te caracterizan y con los que te
presentas al mundo, narrados desde tu perspectiva personal: eres tú el que informa sobre ti
mismo” (p.72). Aquí se pueden describir eventos, situaciones, emociones, pensamientos,
reacciones, incluyendo detalles como aspecto físico, nombre y temperamento, vestimenta,
actitud, etc.
4.4.2.7. “Decidir el formato literario”.
Al escribir se debe elegir qué material hará o no parte del texto final, se pueden omitir
“capítulos” o elementos, sin embargo, el texto debe gozar de unidad y orden. Al encontrarse
entre lo real y lo imaginario Gao Xingjian dice: “la literatura toca algo esencial del ser humano.
La misión del escritor es tocar lo real, aproximarse a él tanto como sea posible, hacerlo surgir en
sus páginas […]” (p.76). Por otro lado, al pasar de lo vivido a la ficción, se puede contar una
historia totalmente ficticia, inventada y nutrida con elementos como fechas y lugares reales, aquí
serán valiosos todos los elementos descritos de los que se ha hablado anteriormente.
Finalmente debe seleccionarse el formato en el que se contarán las historias, se puede
contar como novela, de lo cual dice Antonio Muñoz Molina que “se trata de un arte tan ilimitado
que nadie que se consagre a él con honestidad dejará nunca de ser un aprendiz. Y tiene tanto que
ver con la propia vida y con la posición y la actitud de uno con el mundo que es mucho más que
un aprendizaje técnico” (p.78). La novela permite incluir un gran número de detalles y cosas de
la vida cotidiana, se trata de crear situaciones para hablar de la de cada uno; como cuento, habrá
de contarse historias cortas pero intensas, situaciones puntuales; sobre la poesía, dice Kohan, “el
discurso de la poesía es el discurso autobiográfico más auténtico, dado que pone en escena el
mundo intimo del poeta y responde a las preocupaciones existenciales, más aún cuando se
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organiza en forma de retrato, presentación de uno mismo” (p.82) y como escena teatral, la idea
sería escribir en forma de diálogo.
4.4.2.8. “La composición narrativa”.
Es vital que al componer el texto, con todo el material seleccionado, este no parezca un
inventario de hechos, sino que por el contrario su contenido sea progresivo y tenga sentido, para
ello Kohan propone un grupo de diez técnicas básicas para mostrar por qué un hecho es tan
significativo y llevar al lector a que sienta y se conecte con la emoción plasmada en el texto, con
los personajes quienes deben parecer reales, dotarlos de capacidad para reaccionar, de detalles
que evoquen imágenes claras al lector (p.85). Se requiere de la construcción de una trama,
mantener algún tipo de tención. Las técnicas, como ella les llama son:
1) El tema, que es la idea que atravesará toda la historia, el eje del que se habló en otro
momento, éste será la comuna vertebral del texto.
2) La trama, es la forma de enlazar los episodios en una organización y progresión
narrativa.
3) Los carácteres, de los personajes que deben resultar creíbles, cada uno tendrá algo del
autor, aún cuando sean completamente opuestos. Manuel Vásquez Montalbán (s.f) dice que
“cuando un autor inventa a sus personajes, les aplica la conducta que el mismo tendría si fuese
ese personajes, y al final, ya sea un detective, un fascista, una mujer o un torturador, siempre hay
parte de ti en cada uno de ellos, sin que esto signifique una identificación […]. O sea, una suma
de conexiones y desconexiones” (p.88). Al caracterizar a los personajes, se pueden mezclar
características de diferentes personas, es preciso pensar en cuál es su carácter, personalidad,
miedos, prejuicios, ambiciones, costumbres, educación, qué dicen y cómo, qué hacen y cómo
actúan (p.89).
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4) Los detalles, son las texturas, olores, colores, sabores, todo aquello guardado en la
memoria de los sentidos y que pueda generar sensaciones en el lector.
5) El periodo de tiempo y lugar, es contar la historia principal en el momento que
corresponde y solo en caso de ser necesario evocar recuerdos en alguna escena bajo una buena
excusa. “Un buen modo de empezar tu historia de vida es hacerlo en un punto de crisis o de
cambio. Así, el lector se interesará inmediatamente en lo que ha evocado la crisis o el cambio y
en cómo se corresponde con él” (p.92)
6) El punto de vista y el tono, es decir, quién habla, cómo habla, si es en primera persona
ese “yo” no debe hablar tal como habla en la vida real, en cambio, al hablar en tercera persona
facilita el tomar distancia de sí mismo. El personaje vive en el texto, ese es su mundo.
7) La emoción, ésta es la que crea el vínculo entre el texto y el lector, sea porque
transmite o evoca la emoción a éste último, o sea porque de algún modo logre identificarse con el
personaje y se hagan mucho más vívidas las sensaciones.
8) El diálogo que permite tomar voz propia a los personajes y con ello evidenciar su
carácter. Se debe tratar, en lo posible, de no usar el dialecto, ya que el tratamiento de los acentos
resulta complicado al no ser universales.
9) El conflicto, son los dilemas y las situaciones que se enmarcan entre la diferencia de
posturas con otro pero que a la vez conservan un algo en común. Son aquellas encrucijadas,
paradojas y contradicciones que no se resuelven pronto, que deben desarrollarse para que avance
la trama y la historia.
10) La tención, es diferente al conflicto, “es la técnica que mantiene pendiente al
lector. Se puede provocar la tención no revelando cierta información hasta el final” (p.96)
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4.4.2.9. “La calidad ante todo”
Para lograr una revisión más pulida de los textos, es necesario dejar pasar un tiempo,
unos días y volver a leer el texto final, aquí si se hace importante la mirada crítica o autocrítica
definiendo qué dejar, qué cambiar y qué eliminar.
Se debe revisar: el uso de las palabras, que sean las adecuadas, exactas para que los
mensajes sean claros, que los hechos sean concretos, sin repetir la misma información para no
caer en la monotonía. Fijarse en la gramática, puntuación y sintaxis. Eliminar lo banal y dejar los
momentos genuinamente significativos y atractivos, “[e]l drama es la vida de la que se omiten
los pasajes aburridos” dice Alfred Hichcock (p.105), por lo que un informe no es un texto
literario, recuerda la autora. Se requiere, más allá de dar cuenta de una serie de eventos, provocar
emoción, que los datos, descripciones y detalles adquieran relevancia y resonancia en la historia.
Finalmente, sobre las condiciones adecuadas, es fundamental que las experiencias puedan
servir a otros, que el lenguaje sea preciso, que el personaje viva una transformación a lo largo del
texto. Debe ir dirigido a un público amplio, permitirse generar reflexión para no quedarse en lo
anecdótico, las emociones deben representarse igual de adecuadas, no exacerbadas al punto en
que puedan parecer falsas o fingidas si se quiere.
Al hacer éste barrido sobre el libro de Silvia Kohan (Escribir sobre uno mismo), se hace
evidente que todas las personas cuentan con un vasto material que es su propia vida, que no es
necesaria una búsqueda extraordinaria fuera de sí mismo, una fuente extraña de “inspiración”
sino que, de hecho, es suficiente con revisar el entorno más inmediato que es ese “sí mismo” del
que se habla en todo el texto. Así pues, dados tantos elementos, uno de los logros principales es
el proceso de autoconsciencia y auto-reconocimiento que se hace posible al escribirse, al
permitirse una mirada que vaya más allá de la crítica y permita hacer nuevas consideraciones
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sobre aquellas vivencias que han marcado el desarrollo de la propia vida. A partir de la lectura de
éste libro, se hace un llamado a descubrirse, reinventarse, despertar la memoria de cada quien,
pero además a aventurar y a escribirse de otra manera, jugar con las posibilidades que aún no se
ven y de las que nadie ha dicho que existen, es un llamado a crear-se, de manera inacabada,
permitirse pensar que se puede ser un símil de la literatura, un texto que nunca se acaba de
perfeccionar, que nunca está completamente listo, que se puede releer, borrar, editar, reescribir.
5. ¿Cómo sucedió? (Descripción del proceso de creación).
En primer lugar, a consideración personal resulta interesante mencionar los tres
momentos por los que pasó éste proyecto en general con el ánimo de evidenciar todo el proceso,
su transformación y sobre todo los aprendizajes obtenidos en el camino y que pueden, en ello,
encontrarse elementos importantes cuando se piensa en un proceso creativo. En primera medida
fue pensado como un trabajo de creación individual, partiendo de un interés personal de cerrar
algunas situaciones que habían representado crisis emocionales puntualizando en “los grandes
personajes de mi historia”, es decir, aquellos que tienen una gran recordación por su paso en mi
vida y que en su momento fue descrito como “negativo”, en ese sentido, el trabajo estaba
enfocado en la creación literaria cuyo beneficio era fundamentalmente personal, con un sentido
catártico y que de alguna manera ellos pudiera dejarme algunos elementos para llevarlo a
escenarios de intervención terapéutica.
En un segundo momento, al formalizar la idea, se reorientó de otra manera en la que la
intención terapéutica fue la prioridad, siendo el acto creativo un elemento secundario, por lo que
la literatura sería una herramienta de la que yo, en mi profesión de psicóloga, pudiera hacer uso
para contribuir a que mis futuros consultantes tuvieran otra forma de expresarse, así, nuevamente
la literatura serviría de medio para hacer catarsis. Según esta nueva idea, se planteó una
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investigación formal en la que se emprendió una búsqueda que permitiera consolidar un marco
teórico que sirviera como base a una propuesta de intervención terapéutica, una búsqueda que
para mi sorpresa avivó de manera más intensa el deseo de crear, cada uno de los referentes
citados en el apartado anterior relativo a las “bases conceptuales” se encuentran allí porque
leerlos fue la confirmación de una cantidad de ideas que ya tenía pero que carecían de fuerza,
orden y sentido, mientras que por otro lado abrió muchas otras perspectivas que fueron
necesarias para finalizar con el producto del que se hace entrega ahora.
En medio de éste ejercicio de fundamentación que fue en lo absoluto necesario, obtuve
conocimientos y herramientas imprescindibles para el ejercicio de creación, razón por la cual no
he omitido nada del marco construido dado que desde mi perspectiva resulta supremamente útil
en relación con los componentes didácticos y pedagógicos requeridos para los procesos de
creación, aunque si es válido aclarar que es apenas un brochazo de todo lo que existe en los
textos académicos y disciplinarios en las áreas de la psicología y la literatura sobre los que se
puede ahondar.
Continuando con la idea anterior, la búsqueda, exploración y lectura de diferentes textos
fue de nuevo encaminando el trabajo, ratificando mi interés en la experiencia estética y en el acto
creativo como posibilidad de autoconocimiento, y de encuentro consigo mismo, con la
sensibilidad y emocionalidad propia, pero además la de los otros, lo que sugirió voltear la mirada
a aquellos otros espacios, con los que tengo contacto frecuente, en los que no existe una demanda
explícita de intervención psicológica pero que si es necesario algún tipo de intervención según la
lectura de los contextos y en los que hay una amplia participación de niños y niñas, una
población que a modo personal, me resulta muy compleja puesto que no siento poseer las
suficientes herramientas para el diálogo con ellos. En ese sentido se empezó a pensar en la idea
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de plantear espacios de creación literaria en los que fuera posible vivir esa experiencia y en los
que primara la creación como una posibilidad de hablar sobre lo que más se conoce, la vida
propia y en ese sentido no era necesario tener un pretexto terapéutico, es decir, un problema
claramente identificado, para acercarse a los niños y niñas, sino que por lo contrario, era la
experiencia estética y la creación como forma de comprender la vida propia y la forma en la que
se ha desarrollado su mundo interior, es decir, potenciar la autoconciencia y la sensibilidad, lo
cual habrá de favorecer herramientas para la vida en general y no para la resolución de una
situación problema en un momento determinado de la vida, lo que sucede con mucha frecuencia
en el medio en el que trabajamos los psicólogos.
Así las cosas, al enfrentarme a la definición de un marco metodológico, de nuevo se
generaron nuevas preocupaciones e interrogantes, pues para ese momento no había ya ningún
interés en que fuera una mera revisión bibliográfica, ni una intención que pudiera encajar en lo
cuantitativo ni en lo cualitativo, pues no se trataba de obtener algún tipo de información que se
pudiera sistematizar, diseccionar y luego publicar dándole alguna clase de interpretación que
pudiera resultar egoísta y académica, además, las mismas lecturas realizadas sugerían que no era
posible la formulación de un método estándar ni para la creación, ni para una intervención de
orden psicológico o social, y como si nada de ello fuera suficiente, en mi vida de ser humano
fuera del rol de psicóloga me ofrecía una gran cantidad de situaciones que me seguían exigiendo
escucharme y en alguna medida satisfacer mis propios deseos, que eran aventurarme a crear,
tanto que el haber renunciado a la posibilidad de crear generó un descontento general con el
trabajo realizado hasta el momento, es decir, llegué al momento crítico en el que estaba haciendo
algo por el simple compromiso de entregar algo por el que ya no sentía una afinidad ni aprecio
importante.
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Acto seguido y a partir de ese momento, decidí ser franca y reconocer mi estancamiento,
darle voz a ese fuerte deseo de aventurarme a poner en práctica mucho de lo que ya había leído y
que sin duda abrió una gran cantidad de expectativas, pues me encontré con miles de
posibilidades a las que cuales yo estaba dejando en simples, aunque absolutamente
enriquecedores, conocimientos adquiridos para éste trabajo. Éste fue el momento decisivo en el
que todo ese camino recorrido tomó sentido, pues gracias a la nueva orientación del docente que
acompañó éste momento del trabajo, se sugirió finalmente terminar todo el ejercicio con una
creación, es decir, no renunciar al deseo y la intención originaria de donde surgió la idea, lo cual,
desde mi perspectiva me permite tener muchos más elementos para orientar a otros en éste
asunto de la creación, que aun cuando no hay una ruta estándar que seguir, tengo ahora desde la
experiencia propia, unas herramientas de las cuales he hecho uso y de las que pueden surgir
nuevas ideas y que se pueden poner en servicio de otros. Puedo reconocer qué ha funcionado
para mí, que no, por qué si y por qué no, tengo ahora una serie de elementos con los cuales
seguir explorando e invitar a otros a explorar, sin la necesidad obsesiva de calificar qué está bien
hecho y que no, sino que sé ahora que se trata es de abrir espacios en los cuales permitirse y
permitir a otros tener esa experiencia de crear, de imaginar y de hacer posible algo.
En consecuencia, se empezó a trazar un camino hacia la creación del libro ilustrado que
es el producto final de una serie de encuentros y desencuentros entre el ser psicóloga, ser una
persona con una vida independiente de la profesión que elegí y ese deseo latente de encontrarme
con las letras y con todas las sensaciones que genera el leer y el escribir.
Para el proceso de creación se realizaron los siguientes pasos teniendo en cuenta la
propuesta de la autora Silvia Kohan, citada en los referentes conceptuales:
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1. Hablar sobre uno mismo: se plantearon las preguntas movilizadoras de ¿De qué quiero
hablar?, ¿qué contar, sobre quiénes y porqué?.
En éste punto decidí que hablaría sobre las emociones que han sido protagonistas en mi
vida, es decir, las que de alguna manera siento que han dominado mis acciones siempre, para ello
me planteé hacer una revisión sobre las personas más importantes de mi vida y las emociones
que me generan o son características de ellas, lo cual me sirvió para identificar algunos patrones
en las relaciones interpersonales que he establecido a lo largo de la vida. Ellos serían entonces
sobre quienes hablaría, inventaría entonces un personaje cuyas características fundamentales
representaran cierta emoción y lo haría porque me permite reconocer la manera en la que los
percibo, pero además, cómo vivo esas percepciones y cómo las he apropiado de tal manera que
puedo responder de la mima manera o por lo menos acorde a lo que las personas me producen e
incluso porque me permiten cuestionarme sobre las formas en las que me he relacionado con
otros.
2. Los elementos personales: Aquí retomé a las personas representativas y los lugares
que a los que recurro con frecuencia o me generan alguna sensación o emoción, por lo que en
algunos textos aparecen lugares muy cotidianos, algunos otros han sido inventados según
imágenes que me han venido a la cabeza mientras escribo o leo.
En ese sentido las preguntas a las que intentaba dar respuesta es ¿cuáles son la
características de esas personas o esos lugares?, en caso de seleccionar lugares, ¿qué emoción o
sensación produce el lugar o con qué emociones los puedo asociar?, ¿qué podría decir un extraño
sobre ese lugar?
3. Los elementos compartidos: Desde éste ítem se retomó un juego de perspectivas, el
mirar desde otro ángulo, es decir, cómo pueden haber diferentes puntos de vista sobre una
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situación y cómo se le puede dar voz a alguien a partir del conocimiento que tengo de esas
personas o de la imaginación y la fantasía, para ello se recurrió a la pregunta de si él, ella o ese
objeto me estuvieran hablando ¿qué me dirían?, ¿qué otra historia se puede crear desde una
imagen o un recuerdo?.
4. Instrumentos útiles: Se llevó una libreta de notas, la cual se mantuvo desde el proceso
de fundamentación conceptual y teórica, pues de ella surgían varias ideas que podrían ser tenidas
en cuenta en una eventual creación, fuera propia o de otros. En dicha libreta se anotaron frases,
situaciones, pequeños ejercicios de creación que venían a la cabeza a partir de las ideas que iba
leyendo. El uso de éste elemento sugiere que se anote cualquier tipo de cosas que puedan servir
ya fuera para darle características a los personajes, para generar un diálogo, o para producir un
texto. Son susceptibles de ser registrados, los recuerdos, las suposiciones las conversaciones que
uno pueda escuchar de cualquier persona, imágenes producidas frente a alguna situación,
posibles respuestas a diferentes preguntas, frases de libros, todo.
5. Decidir el formato literario: Éste fue uno de los puntos más complejos dado que el
cuento y la poesía son dos formatos de mi gusto personal, sin embargo, siento mayor facilidad en
la escritura en verso libre – poesía-, por lo que tardé en decidir si hacer un poema para cada
personaje o escribir un solo cuento con todos los personajes, con el paso del tiempo y las ideas
que iban surgiendo, nació la de hacer una compilación de cuento y poesía, en el que pudiera
trabajar ambos formatos y en los que pudiera plasmar diferentes creaciones que no
necesariamente guardaban una misma línea con los personajes y las situaciones que harían parte
del cuento principal.
6. La composición narrativa. En cada uno de los textos creados se tuvo en cuenta: el
tema, la trama, los caracteres, los detalles, el periodo de tiempo y lugar, el punto de vista y el
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tono, la emoción, el diálogo, el conflicto y la tención, según la propuesta de Kohan. En todos los
textos se encuentran trabajados éstos ítems, si no todos en su estricto cumplimiento, si se trató
que se insinuaran de algún modo.
7. La calidad ante todo: Al finalizar cada uno de los textos, se hicieron revisiones
generales, analizando que la puntuación marcar la intención y la emoción que se quería
transmitir. Todos se dejaron de lado por un tiempo mientras se continuaba con otras
producciones para luego retomarlas y asegurarse de que quedaran escritos a satisfacción mía.
También fueron leídos por otras personas que dieron sus apreciaciones y opiniones sobre lo leído
y a partir del diálogo se hicieron los ajustes necesarios.
8. Las ilustraciones: Éste fue un punto adicional que se quiso realizar para complementar
los textos, pues si bien, no son un elemento obligatorio, siempre, desde que nació la idea de la
creación se quiso aventurar y asumir el reto de ilustrar los textos a modo de reto personal. Para
ello se hizo observación y lectura de literatura para niños, literatura ilustrada, cuentos e
ilustraciones en internet que sirvieran de referente para el desarrollo de las imágenes que
acompañarían la creación literaria y que establecería un referente sobre los personajes para los
lectores. Todas las imágenes fueron hechas por mi.
9. Diagramación: Las ilustraciones fueron escaneadas y ubicadas en el texto de acuerdo
al desarrollo de las historias. Aquí es válido mencionar que absolutamente todo el proceso
creativo fue realizado por la autora (salvo la impresión del libro), desde la idea inicial, hasta el
producto final sin tener un conocimiento amplio de muchas de las herramientas tecnológicas con
las que cuenta en mundo en la actualidad, se menciona esto con el ánimo de ampliar la visión de
que es posible hacer uso de herramientas básicas para obtener buenos resultados. Si bien éste es
un primer ejercicio, es necesario reconocer que se puede hacer uso de lo que se tiene, sin dejar de
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pensar en obtener mayores elementos y conocimientos técnicos, es decir, es necesario en primer
lugar atreverse a explorar cuales son los posibles alcances y qué debe reforzarse.
A partir de toda la experiencia vivida, nuevamente se aclara que todo el contenido de
carácter teórico fue de vital importancia para el proceso, se encuentran en ello las bases para la
realización de nuevos ejercicios. En ese sentido, el presente trabajo de grado contiene un
componente didáctico, para el caso particular de éste trabajo ya fue explicado, sin embargo, el
apartado de Referentes Conceptuales ofrece otros elementos de los que es posible extraer nuevas
propuestas, la bibliografía abordada sugiere textos que pueden ser abordados para ampliar
información, ello gracias a que toda la bibliografía fue dirigida a plantear una posible propuesta
de espacios de creación literaria. Gracias a todo ello, ésta creación fue posible aunque se reitera
que la bibliografía que existe es supremamente amplia, lo que se encuentra aquí fue material
seleccionado según mi criterio por afinidad con las teorías.
La obra presenta algunos ejemplos de qué elementos de la propia vida se pueden
seleccionar para escribir (que puede ser cualquiera), qué géneros literarios se pueden usar, cómo
escribir, etc., sin que ellos sean exclusivos y definitivos pues se puede pasar de un género a otro
dependiendo de la intención del autor.
6. Y al final… (Resultados)
Se anexa CD con la obra creada en versión digital la cual puede ser reproducida en
versión digital o impresa.
7. ¿Quién dijo qué? (Referencias bibliográficas)
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Públicas Móviles para la paz en Zonas Veredales. (B. N. Colombia, Editor) Recuperado el 10 de
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Límite , 47 - 64.
7.1. Otra bibliografía sugerida.
A partir de la exploración bibliográfica se encontraron los siguientes textos que pueden
ser de ayuda para quienes estén interesados en los procesos de creación literaria.
Cohen, D. (1993). El desarrollo de la imaginación. Los mundos privados de la infancia. España:
Ediciones Paidós.
Cassany, D. (2006). Taller de textos. Leer, escribir y comentar en el aula. México: Paidós.
Rodari, G. (1983). Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias. España:
Argos Vergara, S. A.
Lomas, C. (1999). Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras. Volumen II. Barcelona: Paidós.
Timbal, L. (1993). Escritura creativa. Técnicas para liberar la inspiración y métodos de
redacción. Madrid: EDAF.