Periodo 2_____ 14 -15 años
Intermedio ____Orgullo de fuego
“¡Ellos se entrometieron en nuestros asuntos de nuevo! ¡Esos dos bastardos de nuevo!”
“¡Hay que ir por ellos!”
“¡Im-imposible! ¡Ellos son rápidos…!”
El duo de Homra, quienes su punto fuerte es la velocidad –parecía que ese era el tipo de
reputación que Yata y Fushimi habían ganado entre los vándalos del barrio desde que se
unieron a Homra.
“¡¿Quiénes son esos bastardooos?!”
“¡¿Qué están haciendo ustedes que no pueden dar ni un solo golpe en contra de esos
mocosos?! ¡Ellos son más jóvenes, solo golpeen sus estómagos y sus cabezas!”
Como una vanguardia los dos se encargaban de los vándalos quienes estaban listos para salir
corriendo. Su tarea consistía en dejar un camino abierto para Suoh y llegar los dos primero en
un lugar donde el jefe del enemigo había huido. Ellos pensaban que no era necesario causar
problemas a Suoh por lo cual ellos destruían todo por sí mismos. Esperaron tranquilamente
sentados en la parte de atrás donde estaba ahora tirado el jefe del enemigo inconsciente
debido al dolor, estaba cubierto de moretones y quemaduras, sin duda dejarían atónitos a sus
camaradas que llegaron tarde. Kusanagi retrocedería, Totsuka daría una sonrisa irónica.
Entonces Suoh llegaría al último y tan pronto como viera la situación, tal vez involuntariamente,
bajaría la mirada y dejaría escapar un suspiro, les daría la espalda con un “Vámonos”
Si Yata formara equipo con Fushimi, entonces demostrarían un poder que no solo se duplicaría,
se multiplicaría. Su poder seria incluso igual al de Kusanagi, excluyendo a Suoh, él era el
hombre más poderoso que destacaba en Homra. Kusanagi, quien utilizaba un encendedor
como un arma y controlando una fuerte llama que era por así decirlo la potencia del fuego,
pero Yata y Fushimi su característica principal era la velocidad por encima de todo. Se
acercaban desde atrás antes de que se dieran cuenta, como una llama avivados por el viento,
burlando las llamas cortando en dos – tan pronto como este duo llegaba a su objetivo ya no les
quedaba nada que hacer, solo huir aterrorizados.
En ese otoño Yata Misaki tenía 17 años y más o menos tres meses de edad.
Su compañero, Fushimi Saruhiko, tenía 16 años y aproximadamente once meses de edad.
Cuando se habían unido a Homra en invierno el año pasado a la edad de 15 años habían sido
los más jóvenes entre los miembros. Sin embargo la edad no tiene nada que ver con los
meritos y deméritos de la energía de la llama que recibieron de Suoh. Cuando utilizaban sus
poderes, la experiencia podía ser relevante en cierto punto, pero Yata y Fushimi se habían
destacado por sobresalir sin experiencia alguna. Desde entonces ellos fueron la vanguardia
para Suoh.
El llevar la posición de vanguardia de Homra junto con Fushimi era el orgullo de Yata.
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“¡Esperen!”
Siete, ocho hombres vestidos con un uniforme en color azul como un tono básico estaban
persiguiéndolos después de ellos.
“Este es el tercer pelotón de la tercera unidad. Estamos en medio de la búsqueda de dos
fugitivos, pero un grupo del clan rojo “Homra” están interfiriendo. Participar con ellos en la
batalla es inevitable. Por favor nos da permiso pasa sacar nuestras espadas.”
Después de que el hombre se volviera hacia su receptor en la cabeza y diera un fuerte
testimonio desenfundo su sable de su cadera.
“Hah, los azules no pueden luchar sin un permiso” burlándose Yata miro por encima de su
hombro al patear hacia adelante su patineta. No hay manera de que se perdieran una lucha
contra los perros domésticos impresionables.
Cuando giro su sable un color azul corto el aire vacio, a pesar de que el arma era para pelea
cuerpo a cuerpo, un viento cortante fue en dirección de Yata. Doblando las rodillas apoyado
con el peso de su cuerpo cambio la ruta de la patineta. De las ruedas salieron fuego y corrió
hacia la pared, esquivando los ataques que venían desde atrás. Al igual la patineta se deslizaba
por mucho tiempo sobre la pared mientras Yata dio media vuelta y levanto el bate de metal
que llevaba sobre su hombro.
“¡Uraaahhh!”
Dio un salto en la patineta en un movimiento rápido, como si se inclinara hacia arriba. Yata
estaba envuelto en llamas. Él golpeo su bate contra el sable del azul que se había colocado por
encima de su cabeza y un sonido sordo estallo entre ellos. Otro de los azules llego a Yata por
un lado, pero sin prestar ninguna atención a él Yata solamente se concentro en el oponente
que estaba justo en frente de él empujándolo con fuerza. En aproximadamente al mismo
tiempo en que el sable voló de su mano oyéndose un ruido seco. Fushimi había deslizado
varios cuchillos de sus manos deteniendo el sable del azul que estaba a un lado de Yata.
“¡Saruhiko!”
Yata le sonrío.
Esta vez Fushimi estaba cercas bloqueando las armas de los azules, pero en ese momento el
lado izquierdo de la patineta que casi volaba en el aire, se estrello contra la parte posterior de
la cabeza de uno de los azules. El azul se hundió en el suelo con un gemido que lo hacía sonar
como un tonto.
Encolerizado, los azules restantes los rodearon. Yata recupero su patineta y cargo su bate listo
de nuevo para usarlo, Fushimi tomó un cuchillo de combate cuerpo a cuerpo en su mano
derecha y varios cuchillos para lanzar en su mano izquierda. Se coloco en la parte posterior de
Yata, se enfrentaban a enemigos que lo superaban en número.
“La vanguardia del clan rojo, Fushimi Saruhiko y Yata Misaki” murmuro uno de los azules que al
parecer era el líder. Este último se aclaro la garganta dirigiéndose a ellos dos con una voz rígida
y formal.
“Minato Hayato y Minato Akito, miembros de un clan del antiguo Rey Azul Habari Jin, han
desobedecido la obligación del límite de uso de poderes sobrenaturales que se basan en la ley
de control de desarrollo peculiar y han dañado al personal en el edificio de gobierno “Scepter
4”. Los consideramos individuos con súper poderes peligrosos y nos han encomendado la tarea
de capturarlos rápidamente. Con su interferencia, miembros del clan rojo, ustedes, así como
su Rey, que de acuerdo al protocolo 120, comenten una infracción grave a esta ley.”
“Su discurso es taaaaan largo. Y es un poco difícil, así que realmente no entiendo.”
“Entonces, ¿El Rey Rojo tiene un bajo nivel de educación y ni siquiera puede leer una Ley
escrita?”
“¿Hah? ¡¿Acabas de burlarte de Mikoto-san, bastardo?! Además, ¡Kusanagi-san fue a la
universidad!”
Fushimi detuvo a Yata, quien se había enfadado de repente mirándolo como si digiera “Cállate
por un segundo” el comportamiento de Yata era algo problemático. Fushimi asumió el control
y respondió al líder con una voz fría.
“Tenemos una instrucción para ir a buscar a algunos conocidos, eso es todo. Ustedes son los
que nos están obstaculizando. No hemos afirmado la información que los individuos con súper
poderes conocidos son peligrosos, así que no sabemos nada acerca de eso. Ya que ustedes
deben mantener la información para ustedes mismos y no distribuirla.”
“Es-Ese tipo de argumento falso solo viene de un miembro de un clan malcriado…”
“Tú estás perdiendo en una discusión con un mocoso por un argumento falso”
Perdiendo incluso su orgullo ante la burla de Fushimi, una vena apareció en la frente del líder.
Yata lo vio y sintió una satisfacción emocionante. Cuando llegaba el momento de burlarse de
los adultos Yata sabía que nadie era tan hábil como Fushimi.
En el PDA en forma de reloj que estaba en la muñeca de Yata le hizo saber que tenía una
llamada entrante. En el momento en que Yata acerco el PDA a su boca había unos cuantos
azules que trataron de acercarse, pero Fushimi lanzo algunos cuchillos sin siquiera mirar,
perforando el suelo justo frente a sus pies.
“¡Yata-san!”
Podía oír una voz profunda que se mezclaba con la estática proveniente del PDA.
“Kamamoto ¿Cómo te fue?”
“Tenemos a los gemelos. Kusanagi-san dijo que Fushimi y tú pueden volver”
Los azules también podían oír la voz del PDA y su líder se puso pálido.
“¡Mierda!, ¡Todo esto era un señuelo! ¡Son probablemente los del bar de Homra! ¡De prisa por
ellos!”
Yata y Fushimi se miraron por encima de sus hombros y asintieron uno al otro.
“Ellos dijeron que deberíamos volver, Saruhiko. ¡Hey azules!, es exactamente como se han
enterado. Los gemelos que han estado buscando se resguardan en la sede del Rey Rojo”
“Un dominio real”, corrigió Fushimi y se hizo cargo de la conversación “La intromisión al
dominio de otro Rey, ¿No es también una grave infracción al protocolo 120?”
Los azules que estaban a punto de darse la vuelta al escuchar las órdenes de su líder estaban
desconcertados ahora al escuchar eso y dejaron de moverse. El líder apretó los dientes y
agarro la empuñadura de su sable. Así mismo Yata apretó su bate también.
“Si los miembros del clan azul hay cobardes entonces está bien luchar contra ellos, ¿Verdad?”
En respuesta Yata lleno de vigor envolvió su bate en llamas “Esta bien, de acuerdo, ¿Saruhiko?”
Fushimi que por lo general detenía las acciones imprudentes de Yata, miro a los azules con una
mirada descarada y dejo que la potencia de las llamas cubriera los cuchillos que sostenía.
“Por supuesto. No estaba de acuerdo con la tarea de hoy, así que estoy molesto”
A pesar de que estaban rodeados de hombres entrenados, los dos no estaban nerviosos en lo
absoluto, los miembros de otro clan de la clase ordinaria de otro rey no podían competir
contra ellos.
Esto era diferente a su primera vez en primer año de secundaria cuando habían sido golpeados
por los tres de tercer grado. En esta ocasión tenían poderes especiales. Además de eso sus
poderes se manifestaban fuertemente, incluso entre los que habían recibido poderes de un
mismo rey.
Constantemente tenían disputas con otros grupos y tuvieron roses con la muerte en
innumerables ocasiones. Hace un año y medio – siempre y cuando Fushimi fuera su espalda,
Yata nunca tuvo miedo. Él no se lamentaba ni una sola vez de ser lanzado a este mundo. Él no
pensó que estos días satisfactorios carecieran de algo.
Podía sentir el calor debajo de su clavícula izquierda. Como si fuera un segundo corazón,
latiendo, el poder se deslizaba a través de todo su cuerpo con un gran ritmo. Si Fushimi estaba
cerca podía sentir el poder de la marca que tenía en el mismo lugar.
Apretando esa zona jalando su ropa una sonrisa apareció en el rostro de Yata.
“¡Vamos Saruhiko! No dejare que estos perros azules se burlen de Mikoto-san”, poniendo un
pie en su patineta Yata comento entusiasmado.
Fushimi lo miró por encima del hombro con los ojos entrecerrados. “Un perro eh… ¿No es eso
lo que eres?”
Sin tener en cuenta la expresión de desconcierto que se formó en Yata, Fushimi dio una patada
al suelo y se lanzo hacia adelante, con un cuchillo afilado se fue contra los azules.