Date post: | 31-Jul-2015 |
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LA BRUJA
YOLANDA PINTO
Me fui a casa y me acosté, con todas las circunstancias que estaba viviendo me
vino a mi subconsciente de nuevo sueños inexplicables, mi sueño esta vez era
sombrío, nebuloso no veía con claridad, toda la calle estaba impregnada de una
espesa niebla, caminaba sobre una espesa nieve sin encontrar el final, la calle
parecía inacabable, sólo oía a lo lejos aullidos que parecían de lobos, agotado del
frío y de la oscuridad finalmente encontré una señal de calle cortada y un cartel
derruido en metal clavado con dos clavos en un tronco de un árbol que había a mi
derecha, dentro del cárcel se podía leer una flecha y las palabras “Bruja a 200
metros”, quedé anonadado dentro de mi sueño parado frente al cartel
preguntándome si quizás estaba en el país de Bélgica por el nombre de la ciudad y
que teniendo en cuenta lo cutre que estaba escrito se le hubiese caído la s y
realmente lo que me quisiera decir es que me encontraba en Brujas. No convencido
con mi hallazgo y su significado seguí caminando en el sentido de la flecha,
efectivamente una vez llegado a unos 200 metros me encontré una casita de
madera de aspecto achocolatada pero descuidada, entre el frío y la espesura de la
niebla destacaba el humo que salía de la chimenea, en los dos lados de la gran
puerta de madera había dos grandes estatuas de cuervos disecados, la puerta no
tenía timbre y la manecilla para llamar era un sapo hinchado de bronce, lo que
hacía de aquel lugar un sitio realmente tétrico y aterrador, como estaba en mi sueño
donde me vuelvo bastante impávido y curioso, me dirigí a la puerta y toqué varias
veces la puerta golpeando el sapo contra ella, pero no obteniendo ninguna
respuesta, aburrido saqué el mp3 que tenía en el bolsillo y me senté al lado de uno
de los inamovibles cuervos empezando a escuchar el temazo de Master of Puppets
de Metallica mientras mirada el cielo estrellado esperando que llegase el morador
de la casa para que me diese al menos un vaso de Coca-Cola y visitar tan insólita
casa. El cielo además de estrellado presentada una luna llena en totalidad parecía
una pelota blanca que podías abrazar desde la tierra por el volumen que presentaba
o inclusive utilizarla como un balón de fútbol por la perfección de su círculo, pero
cual fue mi sorpresa cuando vi contra el reflejo redondo y blanco de la luna una
sombra negra que se trasponía, la sombra era la figura de una anciana con una
larga nariz, gorro puntiagudo y un vestido andrajoso volando encima de una escoba.
No dando crédito a lo que divisaba mi vista me froté rápidamente los ojos mientras
me quitada los auriculares de un manotazo de los oídos, me puse de un bote de pie
para intentar mirar con mayor precisión y efectivamente la figura de la anciana
voladora seguía atravesando el perímetro de la luna. Me quedé estupefacto y
recordé entonces el cartel que me había encontrado un poco más abajo cavilando
entonces que estaba frente a la casa de una bruja, lo cual aunque conscientemente
me dio terror, sin embargo inconscientemente hizo sentirme aliviado, la bruja podría
ayudarme a descubrir algunas de las investigaciones que perseguía en mi vida real,
quizás ella tenía la llave maestra para conducirnos al asesino del emparedado y al
sistema de trabajo que tenía Bonifacio, de manera que consciente de la importancia
que tenía reunirme y entrevistarme con una bruja, volví a sentarme relajado y me
recliné de nuevo contra el disecado cuervo que parecía darme cobijo en mi espera a
la dueña de la casa.
Finalmente después de 30 minutos más o menos, vi que se acercaba en el
horizonte la bruja volando en su escoba, dio un giro brusco de 180 grados mientras
aterrizaba de manera que casi se puso totalmente tumbada de lado y finalmente
rozando casi el suelo del cobertizo de la casa dio un frenazo en seco, se apeó de la
escoba aparcándola en un rincón que tenía habilitada para guardarla y la protegió
rodeándola con un candado alrededor de ella cerrándolo con la llave.
Cuando vi que la bruja se acercaba hacia la puerta de la casa, me escondí detrás
de un árbol que había en un lateral de la puerta, observé que se detuvo frente a la
puerta, mientras se disponía a buscar sus llaves en el bolsillo negro del mugriento
vestido que llevaba, pero me envalentoné y la saludé diciéndole:
--Hola perdone, pasaba por aquí y he visto que es la única casa en toda la calle.
¿Vive usted aquí Sra.?
--La bruja, torció el cuello en dirección al sonido de mi voz, me templaron las
piernas, casi no me salía la voz cuando vi que se percató de mi presencia, y ella me
respondió:
--Hijo, ¿Pero qué haces ahí escondido?, acércate que te vea bien, que con la
oscuridad de la noche veo ya menos que un gato de escayola, además vengo un
poco mareada con todo el viaje volador que he hecho.
--Sí le dije, la vi volando en su escoba Sra. por eso tuve curiosidad por conocerla y
la esperé a que regresara, nunca vi una anciana voladora, por eso fue para mi
alucinante la experiencia y la verdad muy enriquecedora.
--Hijo pero no te quedes ahí, que la noche está muy helada, entra en casa y tómate
algo caliente.
La afabilidad de la bruja me persuadió para quedarme con ella y pasar a visitar su
casa, en la cual dado su oficio debía de estar preparado para encontrarme cualquier
cosa. La casa por dentro estaba muy adornada, tenía fotografías de ella sentada
con otras brujas reunidas, volando en escoba con otras brujas, de ella con clientes
parecía, incluso vi una de las fotos en la que aparecía en su juventud con un
bañador y unas gafas de sol en una playa, se veía que era una bruja entrañable, por
lo demás la decoración de la casa no distaba mucho de las demás casas de brujas,
tenía serpientes disecadas en las vitrinas, espejos enmarcados con tallados y
preciosos marcos de madera de múltiples relieves, botes de todo tipo de hiervas
milagrosas, ungüentos, bolas de cristal de distintos tamaños, cartas del tarot
desparramadas por la mesa del salón, libros ancestros de tapas gordas forrados en
negro con adornos y letras en relieve doradas donde parecía que tendría las recetas
de sus pócimas y sus hechizos, otros libros de astrología, calaveras, capas negras
con y sin capucha, una escoba con el mango roto apoyada en una pared, (parecía
que la estaba arreglando), y además tenía cuatro gatos negros que vivían con ella
dentro de la casa de profundos ojos verdes que te miraban y te traspasaban con la
mirada. Me acerqué a la cocina desde donde la oí que me hablaba y en el fogón
tenía una olla grande de metal negro con un largo hueso como de fémur humano
con el que daba vueltas a la cocción que preparaba, aquello desprendía un olor
agradable, como a violetas, de manera que me quedé con ella charlando un poco
en la cocina.
--Sra. ¿Puedo hacerle una pregunta?.
--La bruja mientras movía el guiso me dijo:
--Hijo no me llames Sra. llámame Berta, “Bruja Berta”. Y sí, dime lo que querías
preguntarme.
--Bueno Bruja Berta, quería saber ¿Porqué sale por la noche a volar en escoba?, la
vi bastante lejana a la superficie, incluso al lado de la luna. ¿Porqué se aleja usted
tanto de la tierra?. Puede ser peligroso para una anciana de su edad.
-- Hijo, voy a trabajar, cuando salgo con la escoba es porque tengo que ir a trabajar.
--¿A trabajar? Repliqué intrigado ¿A trabajar en qué?
--Voy a recoger polvo de estrellas, las brujas necesitamos tener polvo de estrellas
para nuestros conjuros, y por eso salimos en las noches estrelladas de luna llena a
buscarlo. Es más ahora encima tenemos mucha competencia con la hadas, las
hadas también necesitan para sus hechizos el polvo de estrellas y el firmamento
está muy concurrido y colapsado de hadas y brujas, por lo que tengo que
adelantarme y salir en cuanto anochezca sin entretenerme antes de que las demás
se lleven el polvo de estrellas de toda la noche.
--¿Polvo de estrellas Berta? ¿Pero no vi que lo trajo en ningún bote? Usted venía
sólo con la escoba.
--Bueno hijo es que el polvo lo recojo con el gorro, cuando estoy volando me lo
quito, paso por una estrella con el gorro en la mano e intento frotarlo contra la
estrella hasta que lleno de polvo todo el contenido del gorro puntiagudo que me
viste que llevaba, y una vez lleno me lo vuelvo a colocar en la cabeza y ya vuelvo a
casa, una vez en casa lo meto en un bote hermético de cristal de swaroski.
--Berta no sabía que la vida de bruja era tan sacrificada.
--Sí hijo las brujas trabajamos bastante, ahora de todas formas estoy bastante
contenta, porque me compré esta nueva escoba con más motor, es una 250 cc y
voy más veloz que antes, subo y bajo a la luna y a las estrellas más o menos en 15
o 17 min, lo tengo ya hasta cronometrado.
--Berta si no es mucho preguntar, me he fijado que en el salón hay una foto suya en
su juventud en una playa, pero usted vestía como las demás muchachas de su
edad, con un bañador y una gafas de sol ¿Cómo puede ser que una bruja se
muestre tan moderna y desenfadada?
--Cariño, me dijo la Bruja Berta, mientras caminaba lentamente conmigo hacia
salón, ¿A qué foto te refieres? ¿A esa en la que estoy en la playa de long beach?—
preguntó mientras se acercaba a ella y señalaba con su mano de piel arrugada
como una pasa y una uña larga y encorvada que daba miedo sino fuera por la
hospitalidad y la amabilidad que mostraba Berta para ser una bruja.
--Sí Berta a esta foto me refería si.
--Esa foto es muy importante para mí, me trae muy buenos recuerdos hijo, está
hecha en 1420 y ese día fue uno de los primeros de mi vida en que me di cuenta
que tenía poderes sobrenaturales.
--¿En serio, ese día porqué?
--Te cuento…pues ese día me encontraba como te digo en la maravillosa playa de
long beach con mis padres, en esa foto yo contaba con 15 años de edad, y estando
en la playa, le pregunté a mi madre, que porqué iba todo el mundo desnudo a la
playa, mi madre extrañada por la pregunta, respondió:
--¿Desnudos, pero estás de guasa o qué? ¿Quién hay aquí desnudo? ¿No ves que
todos llevan sus bañadores?
Me quedé muy preocupada por lo que decía mi madre porque yo veía todo el
mundo a mi alrededor desnudo y fue cuando me di cuenta que debía de tener algún
poder extrasensorial para poder ver a través de la supuesta ropa que llevaba la
gente que estaba en la playa. Con el tiempo y el estudio sé que lo que me pasaba
es que ya se me estaba desarrollando el poder de visión ecléctica que lo poseen
todas las brujas y como te digo podemos ver a través de la ropa.
--De repente sentí que me ruboricé sabiendo que la bruja me podía ver desnudo y
me tapé con las dos manos mis partes más íntimas.
--No hijo no te preocupes soy una anciana y estoy harta de ver la anatomía
humana, son ya muchos años con el poder de la visión ecléctica que ya no me fijo
en nadie. Tranquilo, puedes quedarte relajado.
Posteriormente con unos 16 años también empecé a desarrollar el poder de la
videncia in extremis, me siguió contando, que consiste en averiguar el futuro de una
persona, lo cual lo estuve practicando con las amigas de mi madre que venían a
tomar café, a una de ellas le dije una tarde:
--Cuidado, puede ser el último día de tu vida si pisas una cáscara de plátano que
hay justo en el escalón tercero de las escaleras de tu casa.
Mi madre estando con sus amigas cuando escucharon esta advertencia de mi boca,
hasta me regañó diciéndome:
--Anda niña vete a tu cuarto a hacer tus deberes y no digas más sandeces.
--Lo malo es que empecé a ganar credibilidad cuando Anette que así se llamaba la
susodicha amiga de mi madre murió desnucada contra el bordillo de la acera
cuando se resbaló esa misma tarde con la cáscara de plátano que finalmente pisó
en la tercera escalera al entrar a su casa y no se percató de su existencia.
Por todo esto y muchos más detalles fue por lo que mis padres me forzaron a
realizar las pruebas para entrar en el First Witch College (colegio de brujas),
finalmente fui admitida y allí pasé hasta los 18 años que entré en el White Witch
University College.
La bruja Berta me contaba sus vivencias mientras señalaba con su larga y negrienta
uña diversas fotos que colgaban en la pared del salón de su juventud y de sus años
en el First Witch Collage.
--Berta, ¿Pero porqué se llamaba White Witch la universidad de brujas? Le
pregunté.
--Bueno hijo, cuando ya entras a estudiar para licenciarte, debes de elegir la rama
de White o de Black , bien si quieres ser una bruja que presta ayuda a las personas
que buscan el amor, el trabajo, la amistad o la paz, o puedes elegir una Black que
son las que ayudan a las personas que buscan la venganza, la revancha, el
resentimiento, la codicia, la avaricia etc… Realmente las dos tienen luego trabajo,
tanto la gente visita a una bruja para conseguir algo positivo como algo negativo,
depende la situación en que se encuentren en la vida.
Sí Berta, comprendo lo que quiere decir, conociendo la naturaleza del ser humano
es cierto que hay gente de los dos tipos, yo también suelo tratar con las dos
bandas, a veces recibo a víctimas y a veces a delincuentes y la verdad que en un
50% de proporción.
--Sí hijo, respondió la anciana, no me hacía falta preguntarte tu profesión, ya sé que
eres Abogado, lo leí en tu mente nada más saludarte. Pues sí, prosiguió Berta,
parece ser que los Abogados y las brujas tenemos mucho en común, la gente viene
a nosotros para que los ayudemos con sus problemas.
--Lleva razón, le contesté, pero la única diferencia es que mientras que ustedes las
brujas saben y tienen seguridad en arreglar a una persona su problema, los
Abogados estamos más en el filo de la ley en ese sentido, la única seguridad la
tiene el Juez, pero el Abogado al fin y al cabo es un mero recadero y peticionario de
la justicia, ustedes las brujas tienen mucho más poder que nosotros.
--Bueno hijo, date tu cuenta que aparte de mis poderes, de mis estudios
universitarios, también tengo mis años, en la actualidad tengo 605 años y ya se dice
que más sabe el diablo por viejo que por diablo, jajajaja.
Berta se empezó inexplicablemente a reír con una gran carcajada que retumbaba
en toda la casa, no paraba de reír sin descanso, la verdad que no sé porqué este
símil entre las brujas y los Abogados le había causado tanta hilaridad pero a pesar
de que sólo tenía uno de sus dientes delanteros paletos y lo demás que mostraba
sólo eran las encías desnudas, no se privaba de mostrar su boca sin percatarse de
lo horrendo que resultaba su imagen, sólo le faltaba decir la frase de “Que risa
Cuñaooooooo” jajajaja.
Por fin volvió a la normalidad y me comentó:
--Perdona hijo que haya sido tan desconsiderada contigo, pero no te ofrecí nada de
beber. Y dime ¿Qué te apetece a ti beber?, yo por mi parte me voy a preparar un
zumo de murciélago, aderezado con unas gotitas de licor de ancas de rana y otras
de pico de pato.
Al escuchar semejante brebaje e intentar disuadirla de que a mí no me ofreciera lo
mismo le comenté:
--Bruja Berta, estuve este verano en el caribe y ese cóctel se ofrecía entre las
sugerencias del hotel en el que me hospedaba creo que se llamaba Cahipiriña de
Murciélago, pero realmente quedé extasiado de los cócteles caribeños, por lo que si
no le importa deme algo más europeo como un whisky con agua, se lo agradecería.
--La bruja Berta, afablemente me respondió claro hijo, inclusive voy a abrir un gran
reserva para ti que tengo del año 1570, me lo regaló una condesa porque le hice
una pócima para que su marido dejase a la amante que tenía y me lo agradeció de
por vida con regalos exquisitos.
--De esta manera la bruja Berta apareció desde la cocina cargando en una bandeja
de plata, dos lujosas copas con nuestras bebidas y nos dispusimos a sentarnos en
el sofá para beberlas con más tranquilidad.
--Bueno hijo espero que lo esté pasando bien con esta pobre anciana, es tarde ya
son las tres de la madrugada, si quieres puedes quedarte a dormir, arriba hay una
habitación con una cama lo que pasa que está llena de esqueletos y calaveras pero
subo contigo y la arreglamos perfectamente para que tú descanses.
La verdad que quedarme a dormir en la casa de una bruja era bastante arriesgado
pero pensándolo fríamente debía de convencerla mañana por la mañana para que
me ayudase en mis investigaciones, por lo que asentí a su invitación y subimos los
dos a la habitación para ayudarme a preparar la cama. Efectivamente la cama
estaba repleta de esqueletos tumbados y calaveras, mientras los transportábamos
entre los dos a un sofá que había en la habitación, Berta me estuvo contando que
estos esqueletos pertenecían a clientes que ella había tenido a lo largo de su vida, a
los que le había solucionado alguna cuestión muy importante y en agradecimiento
dejaron en sus testamentos que no querían ser enterrados después de muertos ni
en un nicho ni encinerados, sino pasar la eternidad en la casa de Berta además de
dejarle suculentas fortunas para ella también. Le comenté a Berta que era más
rentable ser bruja que Abogado, porque nunca escuché ningún cliente que dejase
nada en el testamento a su Abogado, más bien lo único que nos podían dejar son
minutas impagadas, y más que desear pasar el resto de la eternidad junto a
nosotros lo que deseaban es huir una vez que le habíamos solucionado los
problemas.
Berta me miró con un gesto de comprensión pero también de compasión.
--Por favor Berta, le voy a hacer una última pregunta antes de irme a la cama.
--Sí hijo dime. Comprendo que todo esto para tí es nuevo y todo te causa
curiosidad, no te preocupes, soy una bruja comprensiva.
--Gracias Berta, lo que quería preguntarle es si no se aburre en esta casa viviendo
sola y sin televisión.
--Bueno hijo, ¿Quién te dijo que no tengo televisión?.
--No sé, es que me fijé cuando estábamos abajo en el salón y no vi ninguna.
--Cariño, respondió Berta. ¿Cómo se nota que estás acostumbrado a tu mundo?. Mi
televisión es el espejo que viste junto a las fotografías.
--¿El espejo es la televisión?, repliqué extrañado.
--Sí claro, le hice un hechizo en el año 1970 con una pócima de puerro, apio, ancas
de rana, manzanilla y bombillas rotas, y convertí el espejo en televisión, no sin antes
pronunciar unas palabras mágicas de hechizos que viene recogido en uno de mis
libros que viste en la vitrina. Para que veas vosotros esperásteis casi a 1995 para
tener televisiones de plasma y yo ya la tenía desde 1970.
--Oh Bruja Berta, es increíble el poder que tenéis las brujas. ¿Pronunciando unas
frases de hechizos?
--Sí claro, nosotros estudiamos y tenemos nuestra teoría, igual que vosotros los
Abogados tenéis vuestros artículos que los tenéis que repetir en el estrado cuando
defendéis a un cliente.
--Si Berta, llevas razón pero ojalá yo pronunciando en mi casa un artículo del código
penal pudiese convertir la vieja televisión de caja que tengo en el salón por una
elegante y lujosa televisión grande de plasma, aunque fuese para ver el fútbol con
calidad.
--Bueno hijo, descansa ahora, acuéstate y quién sabe si un día te visito en tu casa,
llevo la pócima del hechizo y te convierto esa televisión antigua que tienes por la
que tú deseas, todo es posible, pero ahora no te preocupes por eso. Hasta mañana
y que descanses.
--Hasta mañana Bruja Berta, que sueñes con el polvo de estrellas.
--Igualmente hijo.
Dormí plácidamente en la casa de Berta y me desperté por la mañana al oír
repetidamente la frase “Vamos Berta, es la hora del desayuno, es la hora del
desayuno”. Me quedé extrañado de quien podía ser el que pronunciaba
incansablemente esas frases, teniendo la idea de que Berta vivía sola, de manera
que bajé somnoliento por las escaleras crujientes de madera buscando al nuevo
huésped, cuando vi que en el final de un pequeño pasillo que conducía al cuarto de
baño había una gran jaula con un loro de plumas azules que al verme cambió la
frase por “Hola, ¿Cómo te llamas?, Hola ¿Cómo te llamas?. Me alegré mucho que
el supuesto huésped fuese un loro tan dicharachero, y le respondí:
--Hola lorito, me llamo Alejandro, encantado de conocerte¡¡
Seguidamente escuché abrirse la puerta de madera principal de la casa, me giré
para mirar quién la había abierto y era Berta que entraba con una cesta llena de
huevos de gran tamaño.
Berta me saludó diciéndome:
--Hola hijo espero que Nico no te haya molestado mucho, es que se pone muy
pesado cuando amanece y quiere su ración de huevos de Troncosaurio con cuernos
de caracol todo machacado, es lo que desayuna todas las mañanas y tengo que
preparárselo.
--Qué raro Berta, pensé que los loros comían pipas y pienso, le respondí extrañado.
--No cariño, no todos, este loro además es un loro encantado, antes fue un hombre
muy bello, pero al perder a su amada en un accidente de avión, prefirió convertirse
en un animal enjaulado para siempre, renunció a su propia libertad y a su propia
belleza, hizo algo parecido como las personas que se autoflagelan o se inmolan
pero aún con más sacrificio, para colmo hasta que él me pida deshacer el hechizo,
seguirá siendo loro toda la eternidad, y ahí lo tienes aguantando su cautiverio día
tras día, es una persona (o loro) excepcional, el amor que sentía por su amada era
del todo auténtico, de los que sólo se ven una vez en la vida.
--Es increíble Bruja Berta, toda su casa está llena de anécdotas increíbles y de
seres encantados y maravillosos, es como vivir en el país de nunca jamás donde no
existe fin ni limite a la imaginación.
--Bruja Berta me encanta este lugar la verdad que me gustaría aprender más de
usted y vivir aquí una larga temporada, esta casa está llena de vida y de magia (y
nunca mejor dicho), las horas que paso con usted son mucho es más
enriquecedoras que las que paso en mi vida real todo el día escuchando problemas
de mis clientes y intentando luchar por cambiar la sociedad y sus problemas.
--Hijo me alegro que te sientas como en tu casa, tú también me das mucha
compañía.
---Y bueno ¿Qué quieres desayunar? Me preguntó amablemente la bruja.
--¿Te apetece leche de asno y una tostada de mantequilla de rinoceronte?
--Mmmmmmm, no sé, no sé Bruja Berta, la verdad que si supiera manejar su
escoba voladora, me acercaba al McDonalds más cercano porque a mí me apetece
un Big Mac aunque sea pronto en la mañana.
--No hijo habiendo comida en casa no hace falta que gastes dinero, dime si te
apetece otra cosa veré si puedo ofrecértelo.
--Berta ¿No podría hacer con alguno de sus hechizos una tarta de chocolate y un
batido de vainilla? Eso es lo que me gustaría desayunar si no fuera mucho
inconveniente para su sabiduría de bruja.
--La bruja sonrió dejando ver su único diente delantero, mientras se rascaba la
barbilla pensativa con su larga uña de su dedo indice de la mano derecha, y
finalmente respondió:
--Claro hijo, voy coger el libro de los hechizos de comidas, trasformaré dos ratones
muertos que tengo en un armario de la cocina por tu fantástica y suculenta tarta de
chocolate y tu batido de vainilla, pero espera que voy a coger las gafas de vista
cansada para leer bien las frases que tengo que pronunciar, a ver si en vez de la
tarta y el batido, los ratones se convierten en un ogro, o en King Kong jajajjaja, es
broma hijo, soy vieja pero no soy tonta, además las brujas antes de hacer el hechizo
a través de nuestro poder de visión ecléptica podemos visualizar en qué se
convertirán las cosas, tu tranquilo hijo, confía en mi¡¡¡
La bruja se dirigió al armario de la cocina y sacó efectivamente dos ratones muertos
que tenía quizás para otros menesteres que no le pregunté, y envueltos en una
servilleta de tela blanca los colocó en la mesa del salón abriendo la servilleta y
dejando a la vista los dos ratones que estaban totalmente rígidos, posteriormente
cogió con mi ayuda un enorme y gordísimo libro que tenía en la vitrina donde tenía
perfectamente ordenados sus libros de faena y una vez que lo apoyamos entre los
dos en la mesa de madera que tenía en el salón, se colocó las pequeñas gafas de
vista que se apoyaban sobre la mitad de su encorvada y desgarbada nariz, empezó
a pasar las páginas ayudada de su larga uña negrienta y su lengua con la que
mojaba de vez en cuando la yema de su dedo para tener la soltura suficiente para
pasar las páginas del libro sin que se pegaran una con otra, de manera que en voz
alta exclamó ¡¡¡Por fin, aquí lo tengo¡¡¡….Hechizos de desayunos, y las palabras
mágicas son…..”Abra cadabra, pata de cabra, te ordeno en nombre de mis poderes
como Bruja Berta, colegiada número 240 del White Witch Univesity College que te
conviertas en tarta de chocolate y batido de vainilla, que así sea y que así
aparezcan ahora mismo”.
--Ok hijo, dijo la bruja, tenemos antes que ponernos unas gafas de protección
parecidas a la de los soldadores, tengo una para tí también en el cajón del armario
ahí al lado hay dos, ponte tu una y acércame la otra a mí.
--Vale Berta, me dirigí al armario del salón que me señaló la bruja y abrí el cajón
bajito que tenía, efectivamente había dos gafas protectoras, le alcancé una a Berta
que comenzó a ponérsela y la otra me la coloqué yo.
--Claro hijo, en breve verás que se produce una pequeña explosión donde inclusive
saltan chispas que podrían quemarnos los ojos y la cara, por eso tenemos que estar
protegidos, los hechizos tienen sólo este inconveniente, así que ¿Estás preparado?
--Si Berta, le respondí. !!Adelante¡¡ !!pronuncia la frase que ya tengo hambreee¡¡
Berta se concentró delante de la mesa, respiró profundamente tres veces aire y lo
espiró, puso sus manos encima de los ratones, pronunciando lentamente la frase
del hechizo, cuando la acabó efectivamente se produjo una explosión donde pude
observar los dos ratones chamuscados y carbonizados pero cual fue mi sorpresa
cuando a continuación saltó un ruido como el de la traca final de los fuegos
artificiales, es decir petardazos simultáneos sin parar hasta que finalmente al
apartarse todo el humo que semejante explosión había dejado se podía divisar
perfectamente una maravillosa tarta de chocolate y un gran batido de vainilla incluso
con sirope de chocolate por los bordes del enorme vaso.
Mi alegría fue tal que no lo pude evitar y me puse a aplaudir efusivamente a la vez
que aclamaba a Berta, Increíble¡¡¡ !!!Esto es alucinante¡¡¡
Berta me contestó, cariño me alegro que te haya gustado, ha sido un poco
aparatoso pero finalmente ahí tienes tu desayuno y encima gratis, no hay nada más
gratificante que complacer a los invitados.
Decididamente me senté delante de la tarta y el batido y comencé a desayunar sin
esperar a Berta que volvió a la cocina, creo que para prepararse su desayuno, al
cabo de un rato apareció con una gran bandeja en la que traía la mitad de la corteza
de un coco vaciado y dentro de él una especie de compota parecida a la de
manzana, intrigado le pregunté que cuál era su desayuno a lo que me contestó que
era un zumo espeso de la fruta psicodélica ¿Fruta psicodélica?, sí dijo Berta la crío
yo misma, tengo un árbol plantado cerca del cobertizo, y recojo los frutos cada cinco
años que es cuando crecen y los guardo todos en una gran caja que tengo en la
alacena de la cocina, esta fruta nos ayuda a las brujas a mantener nuestros poderes
intactos, compré las semillas que planté en uno de los primeros congresos de brujas
a los que asistí.
Después de desayunar me senté sobre el sofá para descansar un poco y escuché a
Berta como ordenaba a Tumba (uno de sus negros gatos) que encendiera el
espejoplasma, de repente el espejó empezó a emitir imágenes del canal
Brujolandia, según me comentó Berta ese canal lo veía todas las mañanas para
estar informada de las noticias de su profesión. Le pregunté intrigado que cómo el
gato encendía el espejoplasma sin mando y me dijo que había dotado a Tumba de
un microconector en sus profundos ojos verdes ya que el poder de su mirada felina
era más potente que la de sus propios ojos cansados de anciana, de manera que
con una señal que el gato emitía a su microconector se encendía el espejoplasma,
En las imágenes se veía a una superanciana bruja sentada en una silla de ruedas
con la cabeza daleada a un lado y cuyo deteriorado cuerpo y manos se movían
como con convulsiones por efecto parece ser del parkinson, y al lado suya había
otra bruja más joven cargando con la botella de suero que la anciana llevaba
conectado a uno de sus brazos, esta bruja más joven portaba en su gorro negro
puntiagudo la cruz roja de enfermera por lo que pude intuir que era la cuidadora de
la anciana de la silla de ruedas.
Pregunté rápidamente a Berta quién era esta anciana tan demacrada y me contestó
que era la madre superiora de las brujas, algo así como la madre reina, la que
dirigía todo el cotarro en una palabra.
Berta me dijo, espera hijo tengo que escuchar a Bruja Sagana II a ver que nos
comenta hoy.
De esta manera la bruja anciana comenzó a hablar, o más bien comenzó a intentar
hacerse entender porque su ínfima salud hacía que sus posibilidades dialécticas
estuvieran bastante mermadas, pero con un poco de esfuerzo escuchamos su
discurso:
--“Buenos días, brujas de todo el planeta, os tengo que decir que el Consejo de
brujas y yo en su nombre estamos muy disgustados por la poca imaginación y
participación que habéis tenido en los disfraces en la última fiesta de Halloween, ya
se sabe que nosotras las brujas lo tenemos fácil para disfrazarnos ese día por la
propia indumentaria que llevamos, pero lo que es inaudito es que con el poder y la
magia que tenemos todas nosotras para inventar y crear disfraces, casi todas no os
hayáis esmerado ni un ápice, de esta manera el porcentaje ha sido que un 15% vino
de bruja patinadora, un 20% de bruja cocinera, un 25% de bruja avería, otro 18% de
bruja de blancanieves otro 20% de bruja roquera y sólo un 2% imaginó y realizó un
disfraz original para la ocasión, entre ella algunas se disfrazaron de gárgola
voladora y otras de Lily Drácula de la de la familia Monster, por tanto quiero desde
aquí advertiros que ya bastantes privilegios tenéis para ser tan vagas que ni tan
siquiera imaginéis un disfraz al año. El Consejo de brujería está muy triste con este
asunto así que en su nombre todos esperamos que el próximo año haya más
participación por vuestra parte”.
Berta asentía con la cabeza como si estuviera en total acuerdo con lo que decía la
anciana y le pregunté:
¿De qué fue usted disfrazada Berta?
--Bueno la verdad que no asistí a la fiesta porque ese día tenía dos clientes a los
que debía de prepararles una pócima para solucionarles algunos problemillas, pero
en mi opinión la Bruja Sagana tiene toda la razón, estoy de acuerdo con ella.
Antes de pasar a preguntarle a Berta si podía ayudarme con mis investigaciones le
quería hacer la última pregunta sobre su forma de vida.
--Berta un última pregunta, ¿Cuándo es Navidad las brujas se cruzan por el aire
con el trineo de Papanoel? ¿Le ha ocurrido a usted alguna vez?
--Sí claro hijo, son muchos los años que llevo volando en Navidad y más de una vez
me crucé con Papanoel claro, es un tipo muy educado y bondadoso, aunque en mi
opinión debería de adelgazar un poco más, un día puede ser que necesite más
propulsión en su trineo para poder tirar de tanto peso, date tu cuenta que los renos
no sólo tiran de él sino de multitud de regalos que lleva en el trineo y a mi modo de
ver es demasiado pesado para ir volando.
--Sí lleva razón, aunque le digo una cosa Berta, si yo supiera manejar la escoba
voladora, ¿Sabe lo que haría?
--No dime hijo, me respondió la bruja.
--Pues intentaría en Navidad cruzarme con Papanoel y cuando lo viera le daría 4
escobazos hasta que perdiese el conocimiento y después le robaría la SP3, la Wii y
la Play Station III, pero claro no sin antes llevar un casco integral y un paracaídas
por si me caigo volando.
--Pero hijo ¿Porqué harías eso? Eso no es justo¡¡ El lleva los regalos que le pidieron
por carta los niños.
--Sí sé que no es justo pero es que mi sobrino lleva tres años pidiendo esos regalos
y a su casa nunca vino, puede ser que los regalos que ya tres años lleva pidiéndole
mi primo se lo lleve a otros niños y eso tampoco es justo. ¿No cree?
--Bueno, dijo la bruja Berta, si es así como dices, tienes tu parte de justicia, claro.
Cambiando de tema Berta, verá no sé como explicárselo pero creo que yo también
necesito de sus servicios sino le molesta.
--¿De mis servicios? Claro hijo, yo te ayudo en lo que te haga falta pero dime ¿Qué
te sucedió?
--Bueno es largo de explicar y también sorprendente que últimamente me estén
pasando tantas cosas raras, en primer lugar el día de mi cumpleaños alquilé un
garaje para hacer la celebración de mi cumpleaños y en medio de la fiesta una de
las invitadas descubrió que existía un muerto emparedado en el cuarto de baño.
--¿En serio? Replicó la bruja.
--Sí Berta en serio, fue algo espeluznante, vino el grupo de homicidios, el Juez de
guardia, el médico forense, todos, y en la actualidad se está investigando quién o
quiénes fueron los asesinos sin que todavía la investigación haya llegado a su fin.
--Entiendo, dijo con cara pensativa Berta.
--Sí Berta, yo sé que las brujas tienen muchos recursos para ver las cosas en la
distancia, tenéis las bolas de cristal, las cartas del tarot, las patas de cabra,
sahumerios…y quizás con algún método suyo pueda ayudarme a mí o al Inspector
a descubrir a los culpables del asesinato.
--Claro hijo, esta misma tarde voy a intentar llegar al fondo del asunto tanto como
me sea posible, y para ello lo primero que tengo que buscar es en el libro de
videncia sobre investigaciones y leer si será más conveniente el uso de la bola de
cristal u otro artilugio. De esta manera la bruja estuvo mirando en los índices de sus
abultados libros hasta que dio con un capítulo de uno de ellos donde recogía a la
bola de cristal como visionaria de los casos en que se investigaba un asesinato.
La Bruja por fin se sentó después de almorzar en la mesa redonda del salón, y puso
en el centro de la mesa una gran bola de cristal que pareció sacarla de uno de sus
múltiples armarios que tenía por todo el salón, esta bola era transparente y dentro
de ella se podían ver destellos de luz que parecían emanar de su núcleo, antes de
que
Berta comenzara a estudiar la bola de cristal, le acerqué una foto del rumano Vasile
para que así pudiese fijarse si lo veía en sus imágenes, la bruja se puso de nuevo
las gafas de vista cansada y comenzó a decir unas palabras que parecían hebreo o
latín, de repente empezó a ver algo dentro de la bola, pero yo por más que me
fijaba no veía nada.
Berta comenzó a explicarme que veía las imágenes borrosas, no pudiendo distinguir
bien las caras de los individuos que había ni asegurar que alguna de las imágenes
que veía fuera la de Vasile, me dijo que lo que sí veía era una deuda de por medio,
no pudiéndome aclarar quién debía dinero a quién, pero que oía dentro de la bola
discusiones por dinero y en especial por una deuda que no era pagada, de repente
Berta dijo coger mejor sintonía y pudo ya diferenciar los rasgos de la cara de Vasile,
veía en las imágenes que se encontraba hablando con tres hombres españoles y le
requerían el pago de una deuda de manera inmediata, después Berta veía
interferencias sin poder proseguir en su visión de la bola.
Berta se quitó las gafas de vista de un manotazo, y exclamó:
--Lo siento hijo, es inútil por lo menos por hoy, no hay señal nítida, y a lo sumo que
llego a ver es a Vasile con tres hombres españoles que le recriminan que no
cumplió con el pago de una deuda.
--Mmmm una deuda…. me quedé meditando…..qué raro, ¿Qué tendrá que ver una
deuda que debía este rumano que al fin y al cabo no participó en el asesinato con el
crimen? Es todo muy extraño.
La bruja Berta asintió con la cabeza, pero manifestó que cuando ella lo veía en la
bola era porque tenía que ser una pista para esclarecer el crimen, la magia según
me contó es así, tampoco es algo infalible 100% sino que lo que hace es ayudar a
las personas a seguir el camino correcto sin desviarse.
Bueno Berta, esta información tendré que dársela al Inspector Menéndez y que él
investigue sobre la posible deuda que tenía Vasile con tres hombres españoles y
que se la exigían de manera ya extorsionadora sí.
--Hijo ¿Conoces algún otro dato que nos pueda servir de extremo de la madeja?,
me preguntó Berta.
--Bueno Berta hay algo que quizás tú puedas descubrir con tus trucos de magia y es
el hecho de que el Inspector me comentó que el rumano viajó en avión a Bacau
justo en la fecha del crimen, y el crimen según me comentó el Inspector Menéndez
se produjo en Agosto. ¿Podrías tu ratificar que el rumano voló en avión en agosto
pasado a Rumanía?
--Creo que para eso será mejor que utilice las cartas del tarot, dijo la bruja.
Berta apartó la bola del medio de la mesa y empezó a barajar las cartas con gran
velocidad y maestría, finalmente comenzó a colocarlas en fila india una detrás de
otra según las iba cogiendo del montón que portaba en una de sus manos. La bruja
no apartaba la vista de las cartas que iba lentamente colocando y cuando llegó a
ponerlas todas sobre la mesa rotundamente dijo:
--Hijo, el rumano Vasile lleva entre uno y dos años sin salir del territorio nacional, es
imposible que este agosto pasado hubiese volado a Bacau.
--Pero Berta ¿Cómo lo ve usted con tanta exactitud en las cartas?
--Muy sencillo hijo, replicó Berta. En la fila de cartas que muestran su vida personal
y estado movible, salió la carta de la estabilidad, de la familia, de la rutina y de lo
estático, salió repetida tres veces por lo que puedo acreditar fielmente que Vasile
lleva más de un año sin salir de España.
--Muchas gracias, Berta, son unos datos muy importantes para el avance de la
investigación, me has servido en el caso del asesinato de gran ayuda.
--Ahora, expuse, sino es mucho trabajo para usted si podría averiguarme algo sobre
un caso que yo y mi amiga Mamen también Abogada estamos investigando, verás,
se trata de un Abogado que vive en Cádiz capital, este Abogado terminó la carrera
tan sólo hace cuatro años por lo que su bagaje y experiencia profesional todavía
dejaría mucho que desear, pero sin embargo misteriosamente se está haciendo de
oro porque por lo visto gana todos los juicios que se le encomiendan, y yo como
letrado puedo certificar que eso es materialmente imposible, vamos Berta que usted
al igual que yo habrá escuchado ese dicho verdadero de “Que tengas juicios y los
ganes”, y usted sabe que los dichos populares reflejan la realidad de la sociedad
por eso mismo son populares y pegadizos.
Berta escuchaba con detenimiento la historia del Abogado Bonifacio y reconoció
que ella como clientes había tenido efectivamente gente que le solicitaban alguna
solución al haber perdido sus juicios con la justicia humana.
--Bueno hijo, veremos que puedo hacer con eso que me planteas. Para ayudarte
necesito un dato ¿Tú sabes la calle exacta donde trabaja ese tal Bonifacio y
conoces sus apellidos?, si Bruja Berta esos datos los conozco, verá su filiación
correcta es Bonifacio Rogelio Arenca Bautista y su dirección es Avenida Luz del
mar, bloque 3, 4º A, Cádiz . Perfecto, exclamó con alegría Berta, entonces lo
primero que voy a hacer es conectar la bola de cristal con el ordenador para
poderme meter en el Google Earth y así ubicar perfectamente su casa y de paso
entrar en el Facebook por si estuviese registrado alli y podamos leer datos sobre su
perfil.
--¡¡Es increíble, bruja Berta, repliqué!! No sabía que las brujas estaban tan
avanzadas con la tecnología del siglo XXI, creí que ustedes estaban ancladas en
sus ancestros métodos de trabajo.
--No hijo, no, ya te dije que las brujas tenemos mucho estudio, congresos que
debemos de asistir y cursos de reciclaje, teniendo en cuenta lo avanzada que está
la tecnología no podemos nosotras quedarnos atrás.
--Sí ya veo sí.
De esta manera la bruja Berta conectó su gran bola de cristal transparente al
ordenador y estuvo navegando primero en internet buscando a Bonifacio en el
Facebook el cual efectivamente estaba registrado, Berta y yo leímos su perfil y se
anunciaba como un Abogado infalible en las materias de Extranjería y Penal, con
una frase que rezaba “HARTO DE PERDER SUS JUICIOS, HARTO DE QUE NO
LE DEN LA RAZÓN, TODO ESO SE ACABÓ, LLAMEMÉ GANARÉ SUS PLEITOS
O LE DEVUELVO EL DINERO, ALTA EXPERIENCIA”
La verdad que era increíble con la seguridad que colgó su reclamo en el Facebook,
no tenía ningún ápice de duda de perder nada por lo que se veía, para colmo en la
foto de su perfil aparecía conduciendo un mercedes descapotable modelo SL500 lo
que resultó del todo provocador y desafiante a nuestros ojos
Seguidamente Berta se conectó al Google Earth buscando la dirección exacta del
despacho de Bonifacio, la bruja me comentó que si bien a través de este programa
se ubicaría en el mismo edificio de Bonifacio, sin embargo posteriormente con los
poderes de la bola de cristal entraría por la ventana de su despacho y nos
colaríamos dentro de él, pudiendo observar todos sus movimientos y todo el
mobiliario y objetos que tuviera en su interior.
La bruja una vez que se encontraba en la cuarta planta del edificio encontró la
ventana lateral del despacho de Bonifacio y como si nos tratáramos del hombre
invisible penetramos dentro de la oficina, lo primero que vimos fue la sala de espera
que estaba bastante concurrida de gente, era normal después de la publicidad que
se daba el tío, y de la inexplicable suerte que tenía para ganar todos los asuntos
que caían en sus manos, seguimos avanzando por un pasillo que daba a un
pequeño despacho donde se encontraba la secretaria muy atareada contestando
sin parar llamadas al móvil y al fijo del despacho, descolgando y respondiendo.
--Despachó del Abogado Bonifacio Arenca dígame.
No nos interesaba entretenernos escuchando a la secretaria y seguimos avanzando
hasta otro despacho que había más adelante que ponía en la puerta “Archivo, no
pasar”, nosotros como podíamos traspasar cualquier objeto material nos
adentramos dentro de este despacho donde se encontraban ordenados todos los
pleitos que desde hacía dos años había llevado Bonifacio, los archivos estaban
perfectamente ordenados en cajas por año y por meses, y llamaba la atención la
cantidad que tenía para sólo ser el archivo de un Abogado con dos años de ejercicio
profesional, seguimos mirando y hurgando por el archivo y cuál fue nuestra
sorpresa cuando vimos una pequeña repisa donde tenía agolpados en fila india una
gran cantidad de móviles de alta generación, además de tres portátiles y una gran
cantidad de maletines algunos de ellos muy lujosos apilados uno encima de otro en
otra balda de la repisa más abajo.
Berta y yo torcimos nuestras caras, mirándonos fijamente a los ojos con mirada de
interrogación, al ver todos esos móviles, maletines y portátiles, todo era muy
extraño ya que lo normal es que tuviera un sólo móvil o a lo máximo dos, el de
trabajo y el personal, pero ese lote era algo que levantaba sospechas.
Salimos por fin de el “Despacho Archivo”, y nos dirigimos al despacho principal de
Bonifacio, era un despacho muy amplio de unos 45 metros cuadrados, tenía una
gran mesa de despacho en el centro y otra redonda de reuniones de madera rojiza
de caoba y los sillones estaban lujosamente tapizados con piel de vaca, todas las
paredes estaban forradas en madera, y sobre el suelo se alzaban dos majestuosas
alfombras persas de espectacular diseño clásico con tonos marrón terrazo y verde
aceitunado, preciosos cuadros al óleo con representaciones de libros, togas, y
estrados se posaban sobre las paredes del despacho y en la parte izquierda del
despacho había una biblioteca de multitud de libros de tapa dura perfectamente
encuadernados que ocupaba toda la pared de extremo a extremo y del suelo al
techo, una gran joya de arte en libros que ni siquiera muchos de los Abogados más
veteranos habían tenido dinero para adquirir en toda su vida profesional. Y allí nos
encontrábamos frente a Bonifacio, el cual estaba hablando con un cliente, Berta
habló y me dijo:
--Hijo es muy importante que oigamos la conversación que mantiene con este
hombre, escuchemos detenidamente¡¡
--Sí Berta, contesté, llevas mucha razón.
De esta manera la conversación de Bonifacio con el cliente era la siguiente:
--El procedimiento entero te costará 4000 euros, pero tienes garantizado que tu
hermano no volverá a Marruecos, tengo mucha amistad con los jueces del
contencioso administrativo y respetan mucho mis argumentaciones en las
demandas de manera que traemé todas las pruebas del tiempo que tu hermano
Hamid lleva aquí ilegal en España, tales como envíos de dinero que tu hermano
haya realizado a tu país, billetes de tren o de autobús a nombre de Hamid, contratos
de alquiler en los que figure él como inquilino, facturas a su nombre de móvil, tickets
de compras que haya realizado, fotocopia de su cartilla sanitaria,
empadronamientos etc… Y ya verás como todo sale perfectamente y le revoco la
orden de expulsión a tu hermano Hamid.
El cliente le contestó entusiasmado al Abogado:
--Sí Abogado, yo por mi hermano hago lo que sea, y pago lo que haya que pagar,
por eso hemos recurrido a usted porque nos han recomendado dos paisanos míos a
los que usted le revocó la orden de expulsión.
--Pues sí, y a tu hermano también se la revocaré, la jurisprudencia tiene que ser
unánime en sus fallos y por lo tanto ahí tienes ya los ejemplos de que es posible
que a tu hermano lo regularicen en España y quede tranquilo, así que lo dicho, la
secretaria a la salida te dará el número de cuenta, ahí haces el ingreso de los 4000
euros y tú te encargas de traerme la documentación y en dos o tres meses tienes el
tema de tu hermano solucionado.
--Muchas gracias, Abogado, en breve le traigo la documentación y le hago el
ingreso sí.
Berta se desconectó de la bola de cristal, se quitó las gafas de vista que llevaba y
después de emitir un suspiro me miró y me dijo:
--Hijo la sala de espera estaba llena de clientes con los que Bonifacio se reunirá en
las dos horas siguientes, así que cuando haya pasado ese tiempo nos volvemos a
conectar y vemos qué hace en su despacho cuando los clientes se hayan
marchado.
--Está bien bruja Berta, veremos más tarde su actitud, mientras tomemos usted un
caipiriña de murciélago si le apetece y a mí me sírvame otro whisky reserva de 1520
con agua.
Pasadas dos horas, Berta volvió a conectar la bola de cristal y ambos observamos
en su interior para volver a entrar en el despacho de Bonifacio, una vez que la bola
nos condujo de nuevo a su interior, en esta ocasión el Abogado se encontraba sólo
con la secretaria, todos los clientes ya habían abandonado el despacho, de manera
que lo estuvimos observando, mientras yo me bebía ya el segundo whisky de la
tarde. Parecía no ocurrir nada extraordinario en su oficina, pasaban los minutos y lo
único que veíamos era a Bonifacio trabajando en su escritorio y la secretaria idem
de lo mismo, pero como la paciencia es la madre de las ciencias, al cabo de treinta
minutos, observamos a través de la bola, como la secretaria entraba en el despacho
de Bonifacio con unos folios sin poder desde nuestro ángulo de la bola ver con
claridad qué contenían escrito los folios, sin embargo la secretario habló y dijo:
--Sr. Bonifacio aquí le ha llegado la sentencia del Contencioso administrativo de
Hayat el Kanfodi, aquí se la dejo en la mesa.
Bonifacio le contestó:
--Gracias María del Mar, pero sorprendentemente Bonifacio no hizo ni siquiera
ademán de cogerla y mirarla y la dejó en la esquina de la mesa donde su secretaria
la había colocado.
.
Ahora sí que Berta y yo estábamos perdidos, estábamos frente a un Abogado que
prometía en sus anuncios ganar todo, que efectivamente Mamen y yo investigamos
que en estos dos años pasados ganaba todos los pleitos que defendía y sin
embargo incomprensiblemente la secretaria le dio una sentencia y no mostraba ni la
más mínima curiosidad por ver el fallo de la sentencia, ¿Sería que tan seguro
estaba de que era estimatoria?.
Berta levantó la mirada de la bola de cristal y con voz inquietante manifestó:
--Que extraño es todo esto hijo, pero sigamos observando a Bonifacio para ver qué
hace con la sentencia, veamos si la llega a coger para leerla y llama al cliente para
comentarle el resultado.
--Buena idea Berta, respondí deseando ver los siguientes acontecimientos por la
bola de cristal.
La secretaria como dije antes, una vez que dejó la sentencia sobre la mesa de
Bonifacio salió del despacho de éste, y ya finalmente y sin un ápice de ansiedad al
cabo de un largo rato Bonifacio estiró la mano para coger y así leer tranquilamente
la sentencia, su semblante era inexpresivo, no se podía averiguar por su expresión
el sentido del fallo, sin embargo hizo algo raro, seguidamente acercó la sentencia al
teclado de su ordenador y comenzó a abrir la carpeta de documentos para elegir
uno de ellos, una vez abierto comenzó a escribir algo dentro de él, pero dada la
distancia a la que nosotros observábamos desde la bola de cristal no podíamos
discernir con precisión qué había escrito en el documento que abrió, posteriormente
se levantó de su sillón y se dirigió con la sentencia a una gran fotocopiadora que
tenía en un rincón de su despacho, donde la empezó a escanear, seguramente para
guardarla en la carpeta virtual del cliente, una vez que estuvo escaneada y la pasó
al ordenador, Berta y yo pudimos leer las letras grandes del comienzo de la
sentencia donde ponía Juzgado de lo Contencioso administrativo número 2 de
Cádiz, pero dado el tamaño diminuto de las demás palabras y lo lejos que nosotros
veíamos desde la bola de cristal no podíamos discernir el contenido del fallo,
aunque Berta y yo coincidimos en que nos pareció leer “Debo condenar y condeno
a Hayat el Kanfodi a…….”, sin estar totalmente seguros de ello por la poca nitidez
con que leíamos las letras de la sentencia.
Seguimos observando y una vez que guardó la sentencia escaneada, Bonifacio
llamó por teléfono al cliente para informarle del fallo estimatorio, diciéndole que
viniese al despacho dentro de cuatro días porque él iba a estar de viaje en los
próximos días, finalmente colgó el teléfono y siguió allí trabajando en su ordenador
hasta que abandonó él y la secretaria el despacho sobre las 8.30 de la tarde..
Le dije a Berta:
--Ya está bien por hoy, desenchufe la bola, no podemos profundizar más en la
investigación ni parece que vamos a averiguar nuevos datos, al fin y al cabo
Bonifacio ya ha abandonado la oficina por hoy.
Berta asintió moviendo su arrugada cara de pasa, y tiró del cable que unía por usb
la bola de cristal al ordenador que tenía en su salón, de repente sentí ganas de
orinar, le dije a Berta que ahora volvía que iba al cuarto de baño, comencé a andar
por el salón, torcí el pasillo, abrí la puerta del cuarto de baño y entré, miré en el
espejo y me percaté que no estaba en la casa de Berta, el cuarto de baño era el
mío, salí de nuevo del baño y pude observar que me encontraba en mi
apartamento, caminé hacia el salón y estaba todo en orden sin la mesa y los sofás
que aún se encontraban en el sótano de la comisaría, me froté los ojos y después
las sienes intentando reencontrar a través de mis pupilas la imagen de la bruja
anciana y encorvada y su bola de cristal, pero me rendí yo mismo a la evidencia al
percatarme que todo había sido fruto de un sueño, de uno de mis múltiples sueños,
que como en los anteriores podía recordar perfectamente todas las escenas y las
conversaciones.
Me comprometí conmigo mismo a no comentar este sueño con Jorge hasta
descubrir que las pistas que a través de la bruja imaginaria había recopilado fueran
ciertas, y me condujeran hasta la resolución de las dos investigaciones abiertas.