DE HISTORIA NATURAL 349
La depresión del Barbate y sus estaciones prehistóricas
P O B
E. HERNÁNDEZ-PACHECO Y JUAN CABRÉ
La presente comunicación no tiene otro alcance que el de
una nota prel iminar al estudio más detallado y completo que
liaremos de las cuevas con p in turas rupestres y demás yac i
mientos prehistóricos que circundan la depresión del Barbate y
la histórica laguna de la J anda . Es el resultado de una pr imera
impres ión y consecuencia del viaje que para reconocer los yaci
mientos hemos efectuado hace unos días. Las numerosas fotogra
fías que el Sr. Cabré ha obtenido están aún revelándose, y los cal
cos copiándose. Hemos de volver á completar las investigaciones
y efectuar excavaciones, y después de hacer esto y estudiar los
materiales obtenidos, completos ya por lo que hace á la parte grá
fica de las p in turas rupestres, será la ocasión de publicar la mo
nografía en que se describan tan interesantes yacimientos. Aun
así podemos dar aquí algunos datos más que los que expuse en
la comunicación verbal que tuve el honor de hacer en el Congre
so de la Asociación española para el progreso de las Ciencias.
Como allí se dijo, el conocimiento de la más importante de las
cuevas con p in turas , se debe al i lustrado médico titular de Casas-
Viejas, D. José Espina, que , est imando la cueva de interés para la
ciencia, avisó á su colega de Cádiz, D. Rafael Bernal , quien en
unión del Correspondiente de la Academia de la Historia, D. Víc
tor Molina, la visitaron, publicando este úl t imo señor en el BOLE
TÍN de la expresada Academia una noticia de la existencia de la
cueva del Tajo de las figuras, reconociendo la importancia que
pudiera tener, si bien considerando las figuras como de edad his
tórica y haciendo un l lamamiento á los especialistas españoles en
la materia. Nuest ro Director en la Comisión de investigaciones
paleontológicas y prehistóricas del Instituto Nacional de Ciencias,
el señor Marqués de Gerralbo, á quien llegó primero la noticia,
juzgó de gran interés el estudio de estas cavernas, las más meri
dionales de España con arte rupestre , y se acordó que los que fir
mamos esta comunicación saliésemos en seguida á efectuar el es
tudio para después publicar una Memoria de la misma.
350 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA
Descripción geológica y geográfica de la depresión del Barbate*
Los yacimientos en cuestión bordean la laguna y depresión del
Barbate en el Sur de la provincia de Cádiz, y tienen su razón de-
ser en la existencia de la laguna , rica en caza, en aquella remota
época y aun hoy mismo.
La depresión del citado río forma un gran valle de fondo casi
plano, orientado de N . E. á S. W . , con una longitud de unos 35
á 40 kilómetros por una anchura de 8 á 10, por término medio.
Limitan la depresión al N . las altas sierras de las Cabras y del
Algibe, superiores á 1.000 metros de altitud, y que alineadas en
términos generales de B. á W. , están separadas por una gran cor
tadura de origen tectónico, en cuya entrada del S. está edificada
Alcalá de los Gazules; en esta quiebra nace el río.
Separa la depresión del mar una pequeña alineación monta
ñosa constituida por la Loma de la Meca, en cuya falda está edifi
cado Vejer de la Frontera, loma que se cont inúa hacia Levante por
la Sierra de la Silla del Papa. Entre ambos occidentes orográficos
se abre curso el Barbate, desembocando al mar por un pequeño
estuario relleno de aluviones.
El borde occidental de la depresión lo forma un áspero ta lud,
por el que se asciende á una planicie extensa, la Loma d é l a Gru
lla, constituida por areniscas y calizas miocenas, de formación
costera y plagadas de fósiles marinos. En el talud y hac i a ' l a m i
tad d é l a longitud de la loma está edificado Casas-Viejas, aldea de
Medinasidonia, á cuya jurisdicción corresponden los yacimientos
en su mayor parte.
Frente á la Loma de la Grulla l imi tan la depresión por su bor
de oriental, alineaciones montañosas a r rumbadas en términos
generales de N. á S. é in te r rumpidas por depresiones normales á
la general del Barbate. Por una de ellas corre el Celemín, anuen te
del río por la margen izquierda; por la otra penetra la laguna de
la Jonda hacia el E. Entre ambas depresiones transversales exis
ten los primeros contrafuertes del extremo occidental de la Sierra
de Zanona, a r rumbada de Saliente á Poniente .
En las sierras que l imitan por el E. la depresión del Barbate ,
más arr iba del valle transversal del Celemín, se aprecian diver
sas fallas longitudinales alineadas de N . á S., dando lugar á valles
altos paralelos, cortados bruscamente por la depresión transver
sal citada, en la cual vierten mediante cascadas los arroyos que
por ellas corren. (Tajo del Palomarejo.) Tales fracturas dan lugar
DB H I S T O R I A N A T U R A L 351
á que la sierra se divida en varias alineaciones longitudinales pa
ralelas al Barbate, de las cuales la que da frente á la depresión
de este río es la Siera Momia, detrás de la cual está la He r rum
brosa, y, en úl t imo término la del Cuervo, montañas todas cons
ti tuidas por areniscas eocenas.
El fondo de la depresión de que nos venimos ocupando const i
tuye una planicie al mismo nivel , ó m u y poco elevada sobre el
del mar . Duran te la época de las l luvias, enormes extensiones de
la l l anura se encharcan, formándose un lago de a lgunas leguas
de extensión. En el verano, las aguas de la l aguna de la J a n d a
se recogen á la parte S. de la depresión, ocupando extensiones de
30 ó 40 kilómetros cuadrados, con poco fondo y toda cubierta de
ciperáceas, carrizos y espadañas , entre cuya vegetación anidan
y pululan las aves acuáticas.
Las regiones bajas de la depresión, hasta altitudes de una de
cena de metros, están ocupadas por sedimentos arcillosos con cier
ta cantidad de arena y a lguna caliza, consti tuyendo una especie
de lehen m u y fértil, de color parduzco, producto del relleno de la
laguna, sedimentos entre los cuales el Barbate circula, describien
do los exagerados meandros de su cauce actual. Corresponde esta
zona de depósitos arcillosos de color pardo á la extensión que al
canzaba la laguna en épocas anter iores , si bien post-glaciares, ó
sea de régimen climatológico actual .
Exter iormente á las t ierras arcillosas de [que hablamos, b o r
deándolas y elevándose hasta altitudes de medio centenar de
metros, ocupan el resto de la depresión y especialmente a lgunas
lomas m u y bajas y redondeadas, depósitos de tierras negras, tam
bién m u y arcillosas, sumamente ricas en h u m u s y de gran espe
sor, en las que los calores estivales abren anchas grietas.
Son en extremo fértiles y en un todo semejantes á las célebres
tierras negras de Alcazarquivir, Casablanca y otras regiones del W .
de Marruecos. Parecen haber sido formadas también en un régi
men pantanoso, quizás del principio del cuaternario ó úl t imo del
plioceno, y que por haber sustentado u n a tupida vegetación en
condiciones climatológicas distintas de las actuales , se cargaron
de la abundante materia orgánica que contienen. El depósito de
tales tierras negras es anterior á los tiempos paleolíticos en que
vivieron, jun to á la laguna, los pueblos cuyos vestigios hemos
descubierto, por cuanto se aprecian claramente los campamentos
establecidos sobre tales depósitos, á juzgar por la gran cantidad
852 . BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA
de sílex tallados que en algunos sitios se encuenlran, especial
mente en la loma en donde está la venta del camino de Gasas-
Viejas á Algeciras.
Origen y edad de la depresión del Barbate y de la laguna de la
Janda.—La depresión del Barbate y la laguna de la Janda que
en ella queda, como residuo de otra más extensa en los tiempos
paleolíticos, reconoce un origen tectónico, y fué formada durante
el plioceno.
Al producirse al final del mioceno ó comienzos del plioceno, en
el antiguo macizo bético-rifeño, la fosa tectónica que lo seccionó
en dos mitades, una española y otra rifeña, estableciéndose así el
Estrecho de Gibraltar, se produjeron dos series de fracturas en
ambas regiones: unas paralelas á la alineación general del Estre
cho y otras normales.
La depresión del Barbate reconoce por causa un fenómeno, de
rivado del que produjo la ingente rotura, y se formó á consecuen
cia de un hundimiento alineado normalmente y limitado por las
líneas de fracturas que forman los bordes de los accidentes oro-
gráñcos que encuadran la depresión; fracturas transversales die
ron origen á las depresiones del Celemín y del brazo oriental de
la laguna.
Se trata de un fenómeno inverso por sus resultados, pero pro
ducido por la misma causa general que el que dio lugar al Peñón
de Gibraltar. Este colosal monolito de caliza jurásica quedó cor
tado por una falla, cuya cara mira á La Línea, y que corresponde
á una fractura alineada de E. á W . , y limitado del lado del Me
diterráneo por el frente de otra falla arrumbada de N. á S. signi
ficando la bahía de Algeciras otra depresión también N. S. de la
índole de la del Barbate. El Peñón de Gibraltar quedó en el alto
cuando todo se derrumbaba y hundía en su contorno, é inversa
mente el fondo de la depresión del Barbate descendió en la verti
cal entre la planicie de la Loma de la Grulla por el W . , y la Sie
rra Momia por el E.
Establecida así la fosa del Barbate su fondo fué invadido por
las aguas continentales, y comenzó á rellenarse por materiales ar
cillosos, transformándose en una región pantanosa, en cuyos bor
des una tupida vegetación dio lugar á la gran cantidad de humus
que dan su fertilidad á las tierras negras de que hemos hablado.
La laguna, que ocuparía al principio la mayor parte de la de
presión, fué cegada poco á poco por los acarreos y reducida á la
DE H I S T O R I A N A T U R A L
pequeña extensión que alcanza actualmente; pero de su desarrollo
en las épocas prehistóricas puede formarse idea cuando en las
invernadas el río y los arroyos, saliéndose de madre, invaden con
sus aguas la extensa depresión.
Fisonomía del país.—No debe haber cambiado mucho el aspec
to del país de los tiempos prehistóricos á los actuales. Ahora las
aves acuáticas abundan mucho; grandes bandadas de garzas, gru
llas, avutardas y otras zancudas pululan en la comarca; los patos,
gall inas de agua, gansos silvestres y otras palmípedas existen en.
tan gran cantidad en la l aguna , que en la época de la puesta los
habitantes de los cortijos ribereños consumen grandes cantidades
de huevos de las aves que anidan entre las espadañas, carrizos y
demás plantas acuáticas que cubren toda la laguna , la cual es el
sitio de cita de los cazadores de Gibraltar.
Grandes rebaños de vacas y piaras de yeguas se a l imentan en
los verdes hierbazales, y en las montañas inmediatas , cubiertas de
matorrales de carrascas, lentiscos y acebuches aún se caza el cor
zo, no hace muchos años el ciervo, y en las sierras del Norte exis
ten aún las cabras monteses (Sierra de las Cabras).
Todos estos animales silvestres, j un tamen te con el toro y caba
llo salvaje, son los representados en los abrigos y grutas totémi-
cas, de que ahora hablaremos.
Formación natural de las cuevas prehistóricas.—Los yacimien
tos prehistóricos están localizados en las an t iguas orillas de la la
g u n a , al pie de las sierras que l imitan la depresión por el E., y
especialmente en las excavaciones y pequeñas cuevas fraguadas
por la naturaleza en las areniscas de las zonas altas de las s ie
r ras Momia y extremo occidental de la de Zanona, que dan frente
al valle del Barbate.
Todas estas sierras son de arenisca silícea eocena, de color
grisáceo ó amari l lento y á veces l igeramente rojizo, ofreciendo
u n grado de coherencia m u y diverso. Esta roca la reputamos de
formación costera, y es en nuestra opinión los materiales de los
antiguos médanos de las costas del mar eoceno.
Este diverso grado de coherencia es el que ha producido las nu
merosas cuevas, abrigos y templetes con arcadas numerosas y
ventanales i r regulares que tan pintoresco aspecto dan á las cons
trucciones naturales á que nos referimos, excavadas á causa del
desgrane de las porciones incoherentes y persistencia de aquellas
partes más duras y coherentes de la roca.
354 BOLETÍN DE "LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA
En estas grutas , en los sitios resguardados de la acción demo
ledora de la intemperie, el hombre primitivo pintó con óxido rojo
de hierro, mezclado con una grasa animal , probablemente tuéta
no , diversos signos, animales y figuras humanas , que nos dan á
conocer la civilización y costumbres de los españoles de la Edad
de Piedra.
La estación prehistórica del Tajo de las figuras.—El yacimiento
más importante por el número y variedad de las escenas repre
sentadas es el conocido por Tajo de las figuras.
En el extremo S. de la Sierra Momia, donde es cortada por la
depresión transversal del arroyo Celemín, existe un tajo ó acan
tilado cortado á pico y dando frente al S S W . Al pie del tajo, u n
talud de grandes peñascos llega hasta una pradera en donde exis
ten unas cabanas de cabreros y al lado un bosquecillo y matorra l
donde brota al pie de la peña una fuentecilla de excelente agua .
En estos sitios acamparía el pueblo primitivo que pintó las cue
vas del Tajo inmediato; las cabanas de los cabreros actuales guar
darán, seguramente , con las que habi tar ían los hombres de la
Edad de Piedra, 1 a lguna remembranza. No lejos de la entrada
del matorral , hacia la laguna, los fragmentos de silex tallados
abundan .
En la pared vertical del tajo se abre á una al tura de unos cinco
metros del suelo una cueva que .se hunde en la roca hasta una
profundidad de ocho, presentaudo un vestíbulo amplio y más
adentro un recinto de cuatro metros de profundidad por otros cua
tro de ancho y dos y medio de alto. El piso de toda la cueva ofre
ce una pendiente resbaladiza hacia el exterior de unos 35 grados,
lo cual hace la estancia en su interior peligrosa, de no llevar ca l
zado á propósito.
Una persona ágil puede subir á la cueva, afianzándose á tres
muescas talladas intencionadamente en u n resalto oblicuo del
muro .
Todas estas dificultades y la pequenez de la cueva excluyen la
idea de que haya servido de habi tación.
Los muros son de arenisca compacta, de color grisáceo, y todas
las paredes y techo del recinto interno están cubiertas de p in tu
ras siluetadas, de color rojo, representando escenas de caza, g r u
pos de mujeres desnudas con tocado característico, hombres igual
mente desnudos, con cubrecabezas ornados de cuernos y armados
de arcos, existiendo, entre otros, una pareja h u m a n a que sostiene
DE H I S T O R I A N A T U R A L 353
en lo alto una línea curva que los cobija; estas figuras, aunque
de una gran tosquedad, acusan rasgos étnicos, de los que pueden
deducirse consecuencias interesantes .
Mezclados con las figuras h u m a n a s abundan los mamíferos, es
pecialmente ciervos, cabras monteses, toros, lobos y quizás caba
llos. Las aves, que tan rar ís imas son en las cavernas con pintu
ras, en ésta abundan en extremo; las zancudas y palmípedas son
numerosas , estando representadas a lgunas apareándose, otras en
el nido; se observan grupos volando, y otros, más numerosos , po
sados ó andando. Fáci lmente se reconocen entre estas aves las
avutardas y las grul las , de las que hay enorme cantidad represen
tadas, consti tuyendo el conjunto uno de los más complejos, por la
cantidad de figuras de la composición.
Ent re las p inturas se aprecia una , en la que hemos querido r e
conocer un lazo, a rma de caza no representada tan claramente ,
que sepamos, en las p in turas rupestres conocidas.
Se reconocen también signos y estilizaciones que deben cons i
derarse por este carácter y por el orden de superposición- que
guardan, respecto á otras figuras, como posteriores á las de hom
bres y animales de que acabamos de hablar. .
No se aprecia en las p inturas de la cueva el realismo intenso
de los animales de la caverna de Altamira, y , desde luego, la fauna
figurada es distinta de la del Norte de España, faltando el bisonte,
el elefante y otros animales, guardando en este respecto más ana
logía con los del Oriente y centro de la Península . Es esta d i
versidad de fauna, cuestión sobre la que aún no nos atrevemos á
dar opinión concreta, respecto á si deben interpretarse unas y
otras pinturas, las del Norte y Sur de la Península , como de edad
dist inta, ó es s implemente debido á que las faunas contemporáneas
en la región cantábrica y en el Sur de España se diferenciaron por
la presencia en una región y la falta en otra de algunos animales ,
del mismo modo que actualmente el oso y el rebeco, relat ivamente
abundantes en las Asturias y Cantabria , faltan en las zonas me
ridionales. Cuestión es ésta que sólo un estudio detenido de los
yacimientos de industr ias y osamentas que hemos descubierto, y
en los que pensamos efectuar excavaciones, podrá poner en claro.
Las figuras de animales están en la mayor ía de los casos con
un comienzo de estilización que se traduce, entre otros efectos,
en la exageración de la longitud de las patas y del cuello, y en
los ciervos en la posición de los candiles dé l a s cornamentas.
356 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA
En cambio, aunque siluetadas, las aves tienen bastante fuerza
realista; en las bandadas de avutardas andando se aprecia clara
mente la disposición característica que guardan estas aves, reco
nociéndose claramente también los rasgos característicos de las
grullas, ofreciendo una variedad de actitudes y movimientos que
revela en el artista un gran espíritu de observación y nada de
amaneramiento, como el que pintó los rumiantes.
La cueva de que tratamos puede considerarse como el monu
mento nacional de la tribu que en sus cercanías acampaba, algo
así como los monumentos totémicos de los indios de la América
del Norte.
Fácilmente se aprecia que la cueva se decoró, teniendo en
cuenta los sencillos ideales de los hombres primitivos: la caza y
la reproducción, pues debe hacerse notar que el órgano mascu
lino en hombres y animales siempre está bien aparente y de pro
porciones exageradas. Ideas madres que , después dé todo, son
en su esencia las del hombre de todos tiempos y lugares, más ó
menos modificadas y disfrazadas por la civilización.
En el mismo peñón existen otros dos sitios con pinturas primi
tivas. Dando un pequeño rodeo para salvar lo abrupto del tajo se
llega cerca de lo alto de éste á una concavidad natural, en donde
las acciones de la intemperie han labrado un bellísimo arco que
da entrada á un recinto descubierto, con otros dos á manera de
soportales laterales, en cuyas paredes están pintados, entre otros
signos y figuras, algunos ciervos y una pareja humana desnuda
disparando un arco.
En lo alto del cerro y coronando la cumbre existen tres bellísi
mas construcciones naturales que semejan templetes perforados
por grandes ventanales y con arcadas caprichosas, templetes en
uno de los cuales destaca en rojo una cabra montes sobre el tono
blanquecino de la arenisca.
N o lejos del cerro se abre otra pequeña cueva, llamada del T e
soro, en la que existe, como única pintura, el s ímbolo que los
griegos y romanos colocaban en los campos como representación
de la fecundidad; simbolismo bien sencillo, y del que vemos aquí
su remoto origen ancestral: un falo en rojo se señala en el blanco
amarillento de la pared. En esta cueva, y posteriormente á mi re
greso á Madrid, descubrió el Sr. Cabré un yacimiento con huesos
y pedernales, en el que tenemos esperanzas que las excavaciones
que efectuaremos nos proporcionen datos interesantes.
D E H I S T O R I A N A T U R A L 357
Cuevas con pinturas rupestres de la Sierra Momia y de Zanona.
No sólo en su extremo S., sino todo á lo lago de la sierra Momia,
existen cuevas con p in turas . No haremos sino mencionarlas , sin
entrar á describir las figuras que contienen.
En los terrenos del cortijo de Luis Lázaro existe una cueva sin
nombre , con representaciones de toros y cabras monteses.
En la garganta de la sierra que h a y en los mismos terrenos del
mencionado cortijo se abre otra, en la que está pintado un caballo.
La cueva de Levante contiene puntuaciones en rojo.
F ina lmente , en la garganta del Cuervo existen cuatro cuevas
próximas , l lamadas de los ladrones, que tienen: una , representa
ciones de manos y puntos en rojo; en otra hay algunos signos
neolíticos; en una tercera está pintado un animal indeterminado,
y en la cuarta animales con gran realismo y figuras h u m a n a s .
Eu la Sierra de Zanona, hacia la parte cercana á la l aguna , en
la garganta de la Mogea, existe la l lamada Cueva Ahumada , en
donde se ven p in turas representando mujeres, de dibujo estiliza
do, composición que pudiera interpretarse como una danza fálica,
pues un dibujo que pudiera interpretarse como un .gran falo des
taca en el centro de la composición pictórica.
E n la misma sierra, en la Laja de los hierros , existe una gran
composición neolítica de 25 metros de extensión con numerosas
estilizaciones grabadas profundamente en la roca.
Independientemente de las p inturas rupestres existen en u n a
pequeña loma cerca del camino de Casas-Viejas á Algeciras y so
bre las tierras negras, g ran abundancia de pedernales tallados,
que levanta el arado los años que se labra el terreno, todo lo cual
indica una población muy numerosa en los contornos de la lagu
na de la J anda , tan abundante en caza.
Consideraciones finales.—Aunque quizás p r ema tu ra s , y desde
luego m u y incompletas, haremos a lgunas consideraciones respec
to al conjunto de los yacimientos para finalizar esta pr imera nota
provisional.
Caracterizan las p inturas rupestres de la l aguna de la J a n d a
las representaciones de aves y nidos.
Las estaciones prehistóricas de la cuenca del Barbate tienen
una gran importancia geográfica, por cuanto son las más m e r i
dionales de Europa, y permit i rán obtener datos para establecer
las relaciones étnicas y emigraciones de los pueblos primitivos de
Europa y de África.
358 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA
Gomo fauna contemporánea de los puebles que pintaron las
cuevas descritas, están representados ciervos, toros, cabras mon-
tesas, caballos y lobos, y entre las aves, se distinguen claramente
la grulla, avutarda y diversas palmípedas.
La indumentaria de estos pueblos primitivos queda reducida en
las mujeres á un peinado en dos grandes ondas que caen á uno y
otro lado del cuello, y en los hombres á un cubrecabezas que sos
tiene dos cuernos de cabra montes.
Sin embargo, la desnudez característica de las figuras humanas
de las cuevas de la Sierra Momia aparece velada en las mujeres
de dibujo estilizado, y probablemente más moderno de la Cueva
Ahumada, en la Sierra de Zanona, por un faldellín que recuerda,
teniendo en cuenta la estilización, el de las mujeres representadas
en el abrigo de Cogul .
De las composiciones pictóricas parece deducirse que los primi
tivos ribereños de la laguna de la Janda tenían como preocupa
ciones constantes y como ideas fundamentales que presidían sus
fiestas y todos sus actos, la caza y la reproducción. Las escenas
guerreras no .aparecen, lo cual parece indicar un pueblo de cos
tumbres pacíficas.
Las pinturas rupestres que estamos estudiando nos llevan á es
tablecer analogías con el arte del Norte, por la presencia de pun
tuaciones y representaciones de manos tan características en Gar-
gas (Francia) y Altamira y Castillo (Cantabria). Algunas nos lle
van á establecerlas, atendiendo al tamaño y técnica de las figuras,
con las pinturas rupestres de Calapatá y Cogul, lo cual nos hace
suponer posibles emigraciones que, si bien tenemos esbozadas, no
nos atrevemos á exponer sin un estudio más detenido de los ma
teriales recolectados.
Por lo que se refiere á las pinturas más estilizadas, y por lo
tanto más modernas, que son las que más abundan, guardan
grandes analogías con las de Sierra Morena, lo cual parece indi
car una gran extensión del pueblo que así pintaba hacia las re
giones del centro de España.
Gomo se aprecia por lo dicho, las estaciones prehistóricas de las
inmediaciones de la laguna de la .Tanda son de un alto interés para
el estudio de las primeras páginas de la Historia de España, tan
obscuras y tan borrosas. En especial la cueva del Tajo de las figu
ras es uno de los más interesantes monumentos que se han des
cubierto de arte rupestre, estudio que, comenzado con intensidad
DE H I S T O R I A N A T U R A L 359
hace pocos años, ha adquir ido rápidamente gran interés é impor
tancia. España es el país en donde existen las más importantes
estaciones del arte primitivo, á la que viene á sumarse la que te
nemos en estudio, pudiendo congratularnos que, gracias á. la fun
dación de la «Comisión de investigaciones paleontológicas y pre
históricas» y á la protección que dispensa á estos estudios la
«Jun ta para ampliación de estudios é investigaciones científicas»,
podamos los españoles colaborar con intensidad en el estudio de
las razas primit ivas y de los orígenes del pueblo español, estudio
hasta ahora hecho en nues t ra patria casi únicamente por Comi
siones extranjeras.
El lago de San Martin de Castañeda
POE
J O S É T A B O A D A T U N D I D O R
( L á m i n a s VIH á x n i . )
Las bellezas del lago de San Martín de Castañeda y la h e r m o
sura de la región en que se asienta, hab ían llegado á mí en forma
tal que, más que impresiones de la realidad, parecíanme n a r r a
ciones de fantástica leyenda. Despertóse en mí ansia vivísima
de visitar el lago y hacer un estudio detenido del mismo, tanto
más cuanto que los datos y descripciones que de él tenía, pare
c íanme incompletos y deficientes.
Resolvime, pues, á emprender su estudio: no se me ocultaba
que para ello eran indispensables dos factores esencialísimos,
tiempo y material , y no disponía de lo uno ni de lo otro en la
abundancia necesaria. Adquir í , sin embargo, el mater ia l que
pude , procedente en su mayor ía de la Casa Negret t i & Zambra ,
de Londres , y provisto de él y en una semana, tiempo de que
escasamente dispuse y en el que he tenido que levantar el plano
del lago y hacer el relieve de su fondo con más de 50 sondajes,
realicé las observaciones que en las siguientes cuarti l las se con
s ignan y que, si no consti tuyen un trabajo completo, podrán, sin
embargo, servir de base para otros estudios más amplios y que
arrojen luz plena sobre el conocimiento científico del lago y re
gión que nos ocupa. Como por ahora no aspiro á más , conseguido
esto quedo satisfecho.