Date post: | 23-Jul-2016 |
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(escrituras que escurren)
(Escriben en esta edición)
Nota de no-editores
Por Leonela y Alan
Popurrí de textos
(Con textos de Leonela Murazzo y Gabriel Costa)
Códigos invisibles
Por Leonela J. Murazzo y Alan D. Khoury
Sobre redes sociales
Por Alan J. Khoury
Esta primera edición cuenta con 30 ejemplares. Agosto de 2015
La posibilidad de producir novedad naufraga en un mar de papers
que no dicen nada: completamente reglamentados, se pauta lo que
se puede decir o no decir, pensar o no pensar, sentir o disentir, de
qué forma se acepta y de cual no. Flujos codificados. Se hace
imprescindible enunciar otros modos posibles, ante la existencia de
un sentir que nos obliga a pronunciarnos.
Creemos que los colectivos productores de enunciación, son uno de
los posibles caminos que pueden propiciar y disponer, otros modos,
cuerpos y estares, al encuentro con deseos, en un caudaloso
movimiento político emancipador.
Queremos realizar un trabajo solemne pero irrespetuoso de los
códigos que coagulan sentidos comunes y que sostienen y encubren
relaciones de poder, de violencia y de sometimiento académico y
cultural. Así como habilitar campos de elucidación poco frecuentes,
invisibilizados por codificaciones institucionales intencionadas y
dirigidas al estrechamiento y manipulación de flujos y potencias
estudiantiles (actuales e históricos) de pensamiento.
Queremos que este ejercicio crítico posibilite otras formas de
escritura y/o enunciación que promuevan pensar y crear nuevas
modalidades del transcurrir, y con ello, otras formas de acontecer.
(Nos) proponemos integrar líneas divergentes de pensamiento en
una zona de posibilidad de acción, y continuar un trabajo que
permita a su vez el inicio de este movimiento en otras direcciones.
Deseamos que el deseo sea el barco que nos impulse.
- POPURRÍ –
“(...) me pregunto y pregunto...si no pensamos (...) la
desmanicomialización, el trabajo de comunidades terapéuticas
truncadas por el horror de la dictadura, las potencialidades de los y
las "pacientes", entre otras muchas, los dispositivos de poder, los
entrelazamientos políticos...entonces...me pregunto y pregunto...
¿Qué se supone estamos haciendo en la Facultad de Psicología?”
L.M.
“ No cerremos en un abrazo, ni en una conclusión, ni en una
elaboración que nos quite la angustia. Angustiemos esas ficciones, que
capturan con el brillo fálico de jerarquía y de identidades,que
poderosas nos apagan la magia de desear, dejándonos mutuamente
impotentes.”L.M.
“No se trata de mí ficción, de mi lugar, de mi rol o de mi nombre, eso
no me interesa. No se trata de destruir, sino de abrir para que
podamos devenir, desarmando hostilidades, desarticulando
competencias, resquebrajando rostridades. No se trata de juzgar y
concluir en diagnósticos, ni de demandar respuesta por parte de
superiores. Se trata de desmontar esas ficciones que nos viven, de
agujerear su poder, para sostener en espíritu deseoso, aunque sea
algo, de la pregunta por la libertad. Es un intento de alarido para
permanecer en ficciones de demora, que nos permitan observación,
contemplación, vuelo y transformación.” L.M.
“(...) Y justamente, ser también es un momento, entonces, más que
un ser es un devenir porque está en constante cambio como una
quimera de infinitos discursos. Y esa es la esencia de nuestra vida, el
cambio, el convertir la jaula en pájaro como querría Alejandra
Pizarnik. Nuestro deseo no se debe quedar atrapado en redes.” G. C.
“Cómo vivir junto a estas contradicciones. Cómo animarse a romper
el espejo de la mismidad infinita, cómo trazar un camino nuevo en
el mapa. ¿Será que hay que tirar el mapa? Tirar la ventana desde la
cual tenemos una perspectiva y un horizonte.” G. C.
“Y quiero quebrar ese maldito círculo, esa figura de la eternidad
porque lo eterno nos hace olvidar de lo que perdura. (...) Quiero que
se desate la revolución porque solo una revuelta nos puede salvar
de morir sin haber dicho nada. ” G. C.
“Quiero sentir que grito este silencio. ¿Cómo se grita un silencio?
Quiero sentir que mis palabras gritan. ¿Mediante palabras?” G. C.
“(...) Una decisión es una herida a la hegemonía, a lo de siempre, es
el asalto de la minoría, es el desvío, es la esperanza que aún así
duele porque requiere el duelo de dejar la costumbre que nos ha
domado para arriesgarnos a transformarnos en licántropos
indomables, en bestias de la búsqueda de la potencia, de una fuerza
que es la voluntad que la cotidianidad no nos deja ver.
Quiero arriesgarme a más. Y para ello, hay que sospechar en el
dolor juntos. Hemos de arriesgarnos a destruir esta estupida ficción
para crear nuevas.” G. C
“Pero… ¿qué decidir y cómo dejarnos tomar por decisiones que no
nos tomen por completo?… ¿cómo pensar turbulencias en que el
sentido común no nos apacigüe?… ¿cómo arriesgarnos sin incurrir
en viejos peligros?. Respuestas al encontrarnos” A. J. K
Códigos invisibles
(Por Leonela Murazzo y Alan J. Khoury)
“Que somos esclavos,
sin ningún derecho,
expuestos a cualquier ataque,
abocados a una muerte segura,
pero que nos ha quedado una facultad
y debemos defenderla
con todo nuestro vigor porque es la última:
la facultad de negar nuestro consentimiento.”
Primo Levi, “Si esto es un hombre”
Facebook, no es la primera de una innumerable serie de
instituciones naturalizadas que funcionan sobre la base de
violencias invisibles. Tampoco se sabe si ha de ser la última (ni tal
vez la más importante) pero resulta necesario, en un afán de
visibilizar lo que intenta escurrirse en lógicas de violencia y
consumo, abordar un análisis crítico de los cambios y procesos que
estas nuevas dinámicas sociales introducen en los cuerpos, en el
fluir deseante y en la política.
Esta red, se presenta como panóptico virtual que toma como
bandera biopolítica el "hacer vivir para postear". El postear sostiene
el consumir permanentemente para poseer material de edición. Esto
aparece como lo vital. Este se presenta como instantáneo,
permanente y poco satisfactorio (su capacidad de captar interés es
efímera y requiere un esfuerzo constante de renovación)...
La fotografía, ya no aparece como un ejercicio para generar
recuerdos de un momento único, especial, al que se asiste en
presencia.
La fotografía, sostiene un movimiento cruel de mortificación del
estar, aparece como actividad central para la cual se vive.
La imagen no como arte de su potencia, sino artilugio-meta de
lógicas de poder.
El imaginario social se construye como flujos codificados que
quedan registrados en facebook, en biografìas, en muros. Nuevas
lógicas y funcionamientos del vínculo social se gestan: nuevas
marginalidades aparecen en juego (en
realidad, las marginalidades de siempre,
actualizadas).
¿Qué pasa con los y las que quedan fuera,
por decisión o por imposibilidad?
No participación, como posibilidad de
castrar una máquina que entrama la
violencia invisible de la categorización. No
participación como negación de consentimiento.
F.B.: código invisible y poco ingenuo del esclavismo moderno.
Las redes sociales, como el caso Facebook, demandan un trabajo
permanente, en forma de actualizaciones, retoques y ediciones. Esto
llama a vivir el instante virtual, y virtual no como lo entiende
Deleuze, sino en el sentido ficcional de la palabra.
Es que hay que pensar a facebook como codificante, muestrario de
una cantidad estricta y poco ingenua de
categorías/tipos/clases/casilleros que invitan a elegir a una
supuesta libertad, que ilusa y confundida, se embriaga entre
opciones.
Marcelo Percia retoma: “Marx advierte que el capitalismo decide
quién es quién. Clasificación que habilita violencias y matanzas”1. El
capitalismo se presenta como una máquina axiomática, “demente”
dice Deleuze, que se muestra como no saturable y a la vez
coherente, siempre lista para agregar un axioma más y seguir
funcionando de forma mortificante, en tanto detiene y disecciona la
potencia de la vida2.
Facebook es como nube explosiva que disipa los poderíos invisibles,
como máquina coaguladora y sostenedora de sentidos, como ilusión
de encuentro en medio de una cultura del aislamiento y el terror
por lo distinto. Facebook es la burocracia necesaria de una fobia por
lo social más o menos general de la soledad postmoderna. La
ilusión de un mundo conectado, de régimen positivo (el “me gusta”) 1 Percia, Marcelo (2014). Sujeto fabulado I: notas. Ed. La Cebra. Buenos Aires.
2 Giorgi,G. y Rodríguez, F. (2007) “Ensayos sobre biopolítica. Excesos de vida”. Prólogo. Ed. Paidós, Buenos Aires.
en lugar de la desconexión, la marginación, la negativa a dar el
consentimiento, la inconformidad o el odio.
En un contundente ensayo, Deleuze retoma a Foucault y realiza una
comparación entre el poder soberano, el poder disciplinario y las
sociedades de control, y en 1995 describe algo de esto, escribiendo:
“La corrupción se eleva entonces a una nueva po-tencia. El
departamento de ventas se ha convertido en el centro, en el "alma", lo
que supone una de las noticias más terribles del mundo. Ahora, el
instrumento de control social es el marketing, y en él se forma la raza
descarada de nuestros dueños. El control se ejerce a corto plazo y
mediante una rotación rápida, aunque también de forma continua e
ilimitada (…) El hombre ya no está encerrado sino endeudado.”3 Esta
observación, late en las ficciones actuales. No se piensan a las
sensibilidades hablantes como encerradas en sus hogares frente a
una pantalla, o en el encierro en los propios cuerpos capturados
por un celular, sosteniendo la ilusión de vivir en una ausencia
estacionada que insolente no le importa dejar a alguna sensibilidad
sin sostén de mirada, siquiera de escucha. La figura del
endeudamiento ha sido trascendida: la figura de la omnipotencia
3 Deleuze, G. (1995). “Post-scriptum, Sobre las Sociedades de control.”
recobra su fuerza, ilusión de completud por gadgets y accesorios,
hedonismo inquietante en el movimiento del comprar, del “me
gusta”.
La ficción de sujeto no se encuentra sólo capturada, sino pervertida,
corrompida, chupada, absorbida, consumida su virtualidad y
monstruosidad política4, en las tiranas fauces de ficciones digitales.
“Actualización de estado” en esta red, pretende ser una ingenua
forma de comentar estares presentes singulares. Actualización de
estado como recordatorio subliminal de la política que funciona.
Actualización de estado, modo que no escapa a la categorización.
Recordatorio de las reglas de juego, reforzamiento de ficciones
digitales. ¿De qué estado se está hablando?
“(…)¿cómo deshacer, cómo resistir los mecanismos de inscripción y
sujeción de lo vivo a ese poder que, reclamándose defensor de los
cuerpos y de las poblaciones en su salud y en su potencia, los sujeta a
mecanismos violentamente normalizadores, los interviene con una
intensidad sin precedentes, los codifica bajo el signo del capital y la
productividad, legitimando así las más persistentes violencias y las
guerras y genocidios más atroces?”5
¿Cómo resistir?
4 Giorgi,G. y Rodríguez, F. (2007) “Ensayos sobre biopolítica. Excesos de vida”. Prólogo. Ed. Paidós, Buenos Aires. 5 Giorgi,G. y Rodríguez, F. (2007) “Ensayos sobre biopolítica. Excesos de vida”. Prólogo. Ed. Paidós, Buenos Aires.
Bajo redes sociales
(Por Alan J. Khoury)
1
Encontramos que las telecomunicaciones dejan un saldo apreciable
sobre el lazo social cara-a-cara: nuevas formas de aislamiento y
alienación, nuevas formas de auto-control y vigilancia.
2
Hay un consentimiento basado en la desestimación que se da en el
marco de la profundización de tecnologías y mecanismos cada vez
más paranoicos de diseminación y re-concentración de poder. Se
desestiman los poderes que claramente se organizan en torno a
intereses ajenos, económicos y políticos.
3
Masas-de-productores-de-perfiles sirven a estas nuevas
concentraciones de poder a través una tarea cotidiana y
permanente de actualización de la vida recortada como dato. Crean
Masas-de-perfiles-de-consumidores y Masas-de-consumidores-de-
perfiles.
4
El perfil es el rastro de lo que fue imagen. La nueva forma de
inyectar opiniones y mercancías en un ejército de consumidores son
algoritmos programados para promocionar “personalizadamente”.
El algoritmo piensa al usuario.
5
Estas estrategias de marketing personalizadas se basan en la ficción
de perfiles singulares, cuando en realidad los perfiles representan y
reproducen las lógicas que el mismo sistema impone.
6
El registro virtualmente infinito del acontecer de millones necesita
de una fuerza de trabajo de etiquetamiento, edición y auto-
propaganda constantes. Se vive para las redes sociales. El perfil
tiene un cuerpo.
7
El archivo es omnipresente, el panóptico es total y “en vivo”. Se
sirve del suministro individual de fragmentos-registrados-de-vida.
El saldo de esta “existencia” virtual es una ficcionalización
permanente de lo vivo. Se vive para las redes sociales. El perfil tiene
un cuerpo.
8
La promesa subyacente es la de una felicidad en forma de
reconocimiento pseudo-social como una suma de respuestas o
premios que varían de red en red. El lazo social se vuelve desde una
perspectiva “individual” un dato estadístico. Se vive para las redes
sociales. El perfil tiene un cuerpo.
- Publicación irresponsable,
autogestiva y múltiple -