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LA II REPÚBLICA (1931-1936).
1.-PROCLAMACIÓN II REPÚBLICA Y CONSTITUCIÓN DE 1931. La II República (1931-36) intento solucionar los viejos
problemas de España y aportar modernización,
democratización y regeneración, aunque la inestabilidad, la
radicalización, las divisiones internas y el desfavorable
contexto internacional, lo impidieron. La II República aborda
la crisis de la Restauración, desde 1898 a la dictadura de
Primo de Rivera, e intenta crear un sistema democrático a
España, dentro de un contexto internacional de crisis
económica y crisis de los sistemas democráticos atacados por el fascismo y el marxismo.
El intento de Alfonso XIII de pilotar una transición de la Dictadura a un régimen constitucional, con la
Dictablanda de Berenguer, primero, y el gobierno Aznar, después, fracasó, ya que después de la dimisión de
Primo de Rivera, la monarquía también carecía de apoyos suficientes.
Republicanos, catalanistas de izquierdas y PSOE, firmaron el pacto de San Sebastián, por el que se
comprometían a derribar la monarquía, crear un gobierno provisional y proclamar la II República. La sublevación
republicana de los tenientes Galán y García Hernández en diciembre, fracasó y fueron fusilados. Las elecciones
municipales del 12 de Abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito nacional contra la monarquía y el triunfo
republicano en las grandes ciudades provocó júbilo popular y la renuncia de Alfonso XIII. Los republicanos
ganaron en 41 ciudades con 26.563 concejales, aunque los monárquicos obtuvieron 40.275 concejales en el resto
de España, sobre todo en zonas rurales. El día 14 se proclamó la II República, por lo que "España se acostaba
monárquica y se levantaba republicana", con gran júbilo popular y aparente consenso.
LA FUERZA DE LOS REPUBLICANOS COMPARACIÓN ENTRE LA PRIMERA Y LA II
REPÚBLICA
El republicanismo había conseguido superar su
condición de tendencia minoritaria y se había
consolidado entre las clases medias, al contrario de
lo ocurrido en la primera República, cuando adoleció
de suficiente apoyo popular, a pesar de ser la única
salida posible tras las abdicación de Amadeo I, como
afirmó Castelar en su discurso ante el Parlamento. El
republicanismo de la II República se va a
caracterizar por la multiplicación de partidos de muy
diversas tendencias, hasta tal punto que podemos
hablar de partidos republicanos de derechas, de
centro y de izquierdas.
Las dos intentaban consolidar un estado democrático puro,
laico, con sufragio sufragio universal, limpieza electoral,
anticentralista, que apostase por la educación…Tanto la I
como la II República, encuentran circunstancias
desfavorables en el interior y en el exterior, en lo social,
económico e ideológico, debido a la crisis del 29 y al
ascenso de los fascismo y marxismo. La II República tuvo
una mayor duración, un mayor protagonismo del movimiento
obrero y logro imponer más reformas. La primera terminó
con la Restauración y la segunda con la guerra civil y la
dictadura de Franco.
1.1. EL GOBIERNO PROVISIONAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Tras la proclamación de la II República se formó
un gobierno provisional, presidido por Alcalá
Zamora y participado por representantes de
todos los partidos: Monárquicos (Niceto Alcalá-
Zamora, Presidente), Derecha Republicana
(Miguel Maura, Ministro de Gobernación),
partido Republicano Radical (Alejandro Lerroux,
Ministro de Estado, y Martínez Barrio), Partido
Radical-Socialista (Álvaro de Albornoz), Acción
Republicana (Manuel Azaña, Ministro Guerra),
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republicanos catalanes (Nicolau d’Olwer), y el PSOE (Indalecio
Prieto, Ministro de Hacienda, Fernando de los Ríos y Largo
Caballero). Era un gobierno de concentración para iniciar las
reformas y convocar elecciones a Cortes Constituyentes.
Se inició una legislación reformista muy importante:
1. Largo Caballero impulsó el Decreto de Términos municipales
(Contratar primero a los jornaleros del municipio), jornada laboral
de ocho horas, Jurados mixtos compuestos por propietarios y
jornaleros para resolver conflictos.
2. Marcelino Domingo (Ministro Educación) creo las Misiones Pedagógicas, reformó la carrera de Magisterio,
inició plan construcción 10.000 escuela de Primaria en dos años, suprimió la obligatoriedad de la enseñanza
religiosa, y llevó el cine y el teatro a las zonas rurales (La Barraca de García Lorca).
3. Azaña inicio las reformas militares, abordando su macrocefalia, exigiendo lealtad a la República,
racionalizando su estructura, y creando los Guardias de Asalto para colaborar con la Guardia Civil en el orden
público.
Las reformas contaron con la oposición de un sector del Ejército y de la oligarquía económica, puesto que veían
peligrar sus intereses, y de la Iglesia, que tradicionalmente había cumplido una función legitimadora del poder y
el orden social y se resistía a aceptar la concepción laica que los republicanos tenían del Estado. El anti
republicanismo eclesiástico provocó reacciones anticlericales, con el incendio de conventos e iglesias. También
hubo levantamientos campesinos y obreros, demandando más reformas, sobre todo por la CNT anarquista.
El 28 de junio de 1931 se celebraron elecciones con alta participación. Venció el PSOE, pero sin mayoría
absoluta, seguido del Partido Radical de Lerroux. La derecha, desunida, quedó en minoría, frente a una poderosa
izquierda liderada por el PSOE y apoyada por los republicanos de centro-izquierda (Azaña) y el PCE comunista.
LA MASONERÍA Y LA II REPÚBLICA
Muchos de los miembros de los gobiernos republicanos pertenecían a la masonería. Según Ferrer Benimeli ocho
de los miembros del gobierno provisional eran masones, lo llevó a los antirepublicanos a calificar a la República
de masona. La actitud antirrepublicana de Franco le llevaría incluso a promulgar la Ley de represión de la
masonería, y así la masonería, los judíos y los comunistas, se convirtieron en los obsesivos enemigos del régimen
franquista. La masonería procedía del siglo XIX y del liberalismo, con objetivos filantrópicos. Su carácter
secreto y los ritos necesarios para ingresar hacen que muchas la considerasen demoniaca.
1.2. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. La Constitución de 1931 se aprobó el 9 de diciembre, después de que una comisión constitucional presidida por el
socialista Jiménez de Azua presentase un proyecto a las Cortes para su discusión. Se caracteriza por una
especial sensibilidad hacia la cuestión social y los derechos de los ciudadanos, regulados de manera
pormenorizada, pero también por incluir cuestiones muy polémicas, como la cuestión religiosa, que empezaron a
quebrar el consenso y el júbilo inicial en torno a la República.
Tendrá un evidente carácter laico, republicano y descentralizado,
inclinada a la izquierda, y cuyas características más importantes
se resumen en:
1. El Art. 1 define España como una República de trabajadores,
recogiendo así la sensibilidad obrerista, aunque añadió "de
todas las clases" por presiones de la derecha.
2. Soberanía Popular, por lo que reconocía que el poder político
residía finalmente en el pueblo, y amplio catálogo de derechos
individuales y derechos para la familia (Matrimonio Civil, divorcio), la economía y la cultura,.
3. División de poderes muy estricta: Legislativo para un Parlamento unicameral con una Diputación Permanente,
ejecutivo para un Presidente de la República (a medio camino entre las repúblicas presidencialista y las no
presidencialistas en lo que se refiere a sus poderes, elegido de forma indirecta por 6 años, y que podía vetar
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al Presidente del Gobierno) y para el Gobierno con su Presidente, y judicial para los tribunales ordinarios y un
Tribunal de Garantías Constitucionales. Se dice que creaba un cuarto poder: El Presidente de la República.
4. Sufragio universal para hombres y mujeres mayores de 23 años, después de muchas discusiones y la oposición
de los que pensaban, incluso en la izquierda, que las mujeres votarían condicionadas por maridos, Iglesia, etc.
5. Estado laico y clara separación Iglesia-Estado y libertad de cultos. La posterior supresión de la Compañía de
Jesús, prohibición a la Iglesia de crear colegios, y el divorcio, provocaron la oposición de la Iglesia y los
diputados católicos, con su voto en contra, artículos periodísticos en “El Debate”, manifestaciones, y
campañas contra la “República enemiga de la Fe católica”, como la del Cardenal Segura (Toledo).
6. Estructura territorial que intenta solucionar el conflicto entre federalistas y centralistas, con la posibilidad
de crear Autonomías, con la oposición de los partidos de derecha. El 15 de abril de 1931 se proclamó el Estado
Catalá que llevó a pactar la futura autonomía catalana, y en Agosto se aprobó en Cataluña el llamado Estatuto
de Nuria, aprobado en referéndum por la Asamblea de Municipios catalanes.
7. Contemplaba la propiedad privada, pero también incluía la expropiación por interés público y general.
8. Principios liberales recogidos en el conjunto de derechos y deberes típicos del liberalismo, el respeto a la
legislación internacional, la “renuncia a la guerra como instrumento de política internacional", y el
“acatamiento de las normas universales del Derecho internacional".
9. Principios socialistas como derecho al trabajo, la educación, la salud o la vivienda.
Los enfrentamientos durante este período fueron notables, sobre todo con la cuestión autonómica y la cuestión
religiosa, provocando crisis políticas como la dimisión del Presidente del Gobierno Provisional (Alcalá-Zamora) y
ministros católicos como Miguel Maura, en Octubre, por estar en contra de las disposiciones religiosas y la
expulsión de los jesuitas, haciéndose cargo Manuel Azaña de la Presidencia, que puso en marcha la Ley de
Defensa de la República. (Suspensión de las garantías constitucionales por la violencia en el campo y en las
ciudades). El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución, y al día siguiente las Cortes eligieron a Alcalá
Zamora presidente de la República, y éste confirmó a Manuel Azaña como Presidente del Gobierno (2º gobierno
de Azaña). Muy pronto empezaron los intentos para acabar con la Constitución y la II República por la fuerza
(Sanjurjo) o en las urnas (Gil Robles ...). No logró el consenso necesario ni la pacificación política deseada.
EL ESTADO INTEGRAL COMPARACIÓN ENTRE LA CONSTITUCIÓN DE 1931 Y
1978
El estado integral es un punto intermedio entre el estado
centralista y el estado federal, permitiendo la formación de
Comunidades Autónomas. Se busca de este modo
contentar a los nacionalistas periféricos y no molestar en
exceso a las fuerzas tradicionales y conservadoras. Así, no
aparece en la Constitución el concepto nacionalidades y si
el de regiones. El castellano es el idioma oficial del estado,
pero se respeta la variedad lingüística de las provincias y
regiones. La constitución del 78 ha copiado muchos
aspectos de la organización territorial de la constitución del
31. Pero ni una ni otra consiguieron solventar el viejo
problema de la estructura de España. Así en la II República,
los catalanes pronto obtendrían la autonomía y su estatuto,
pero los vascos no lo obtuvieron hasta el 36, ya que el
carácter laico del gobierno hizo al católico PNV retirarse de
las negociaciones en un primer momento. En 1934, se
vuelve a declarar el estado catalán y Franco enarboló la
posible desmembración de España como una de las causas
del golpe de estado.
La actual es deudora en muchos aspectos de la
constitución del 31. Así podemos reseñar el estado de las
autonomías, el tribunal constitucional, la diputación
permanente, los derechos colectivos o la limitación por
interés común de la propiedad privada. No obstante, las
diferencias son importantes. Mientras que la Constitución
del 78 esta consensuada por todos los partidos políticos -
excepto PNV- es abierta y ambigua, dejando muchos
elementos para disposiciones posteriores, la del 31 es una
constitución de izquierdas. En este sentido podemos
destacar, como diferencias, de la Constitución del 78 la
monarquía constitucional, la mención a la iglesia católica, la
postergación a leyes posterior de asuntos como el divorcio,
el bicameralismo o la menor fuerza del poder legislativo. La
vigencia y la estabilidad otorgada al país por la constitución
del 78 pueden indicar que el éxito de esta constitución ha
estribado en la adaptación a las circunstancias políticas,
económicas, sociales y culturales de ese momento.
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2. BIENIO PROGRESISTA: ASAMBLEA LEGISLATIVA Y LAS
REFORMAS DE AZAÑA.
2.1. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA Y LAS REFORMAS DE AZAÑA. El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución y al día siguiente las Cortes Constituyentes, sin elecciones
legislativas previas, se convierten en Cortes Legislativas con los mismos diputados. Eligieron a Alcalá Zamora
Presidente de la República, y éste confirmó a Manuel Azaña como Presidente de un Gobierno (líder de Izquierda
Republicana) de coalición con el PSOE. Entre los principales ministros destacan los socialistas Indalecio Prieto
(en Obras públicas), Fernando de los Ríos (Educación), Largo Caballero (Trabajo), y Jaume Carner (Economía).
Tendrán que gestionar la Reforma Agraria, Autonomías, sublevación Sanjurjo en 1932, las protestas violentas en
el campo y la ciudad solicitando que las reformas fuesen más rápidas y radicales, amén de los problemas
externos derivados de la crisis económica mundial y la polarización ideológica europea.
Abordan una ingente tarea legislativa, aprobando la Ley de Congregaciones Religiosas, Ley de Orden Público, Ley
de Divorcio y Matrimonio civil, Ley Tribunal de Garantías Constitucionales, y la Ley de Bases de la Reforma
Agraria. La palabra reforma, según Gabriel Jackson, define el período (Bienio reformista), guiados por un
espíritu regeneracionista para modernizar España y resolver viejos problemas desde una ideología de izquierdas.
1) LA REFORMA AGRARIA: La más relevante, ya que la mayoría de la población todavía dependía del campo y la
agricultura. Las desamortizaciones decimonónicas no había resuelto el
reparto de la propiedad y habían beneficiado a los más ricos, y ahora se
buscaba reducir la miseria del campesinado español y modernizar este
sector económico. Los republicanos liberales proponían, respetando la
propiedad privada, expropiar las propiedades no cultivadas, entregarlas a
los cultivadores directos, e indemnizar a los antiguos propietarios salvo las
antiguas tierras de señoríos. Los socialistas coincidían, pero querían
ampliar las expropiaciones sin indemnización alguna. Se aprobó el proyecto
liberal con la Ley de Bases para Reforma Agraria del 9-IX-1932, que
permitía expropiar latifundios mal explotados y repartirlos entre
Comunidades de campesinos, explotando las tierras individual o colectivamente. Se creó el IRA para
gestionar el proceso. La necesidad de respetar la legalidad provocó lentitud, y durante el Bienio Conservador
se suspendió la reforma, que se reactivó en el período del Frente Popular con mucha más eficacia.
La derecha y los propietarios se opusieron lógicamente, pero también los jornaleros comunistas y anarquistas,
sobre todo de la CNT muy influida por la radical FAI, que habían esperado mucho tiempo y ahora querían
repartir las tierras sin esperar a la aplicación de la Ley, provocando invasiones de fincas, quemas de registros
civiles, y violencias: Corral de Almaguer (Toledo) en 1931, con ocupación de fincas saldada con cinco
campesinos y siete heridos al intervenir la Guardia Civil; Castilblanco de los Arroyos (Badajoz), con un
campesino muerto y la venganza de sus compañeros matando a cuatro guardias civiles; Arnedo (Rioja) donde
murieron siete personas y treinta heridos, como venganza por los sucesos de Castilblanco; y Casas Viejas, con
veinticinco muertos a manos de los Guardia de Asalto. La ilusión inicial del campesinado se trastocó
rápidamente en desencanto por la lentitud de la reforma y los obstáculos de los terratenientes (legales y no
legales como la quema de cosechas).
EL PROBLEMA DE LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD EN ESPAÑA LA LENTITUD DE LA REFORMA AGRARIA
La existencia de latifundios en España está documentada desde la época
romana y árabe, y en la "reconquista" se consolida por la repoblación por
donadíos en el sur. El segundo paso en la formación del latifundismo hay
que buscarlo en la expansión comercial a América en el siglo XVI. La
tercera fase se localiza en el siglo XIX. La desamortización de las manos
muertas, en vez de redistribuir la propiedad la concentró y, sobre todo, la
desamortización de Madoz perjudicó enormemente a los campesinos al
acabar con los bienes propios y comunes, creando una gran masa de
jornaleros que tenían en la pobreza la característica común. Ello contribuyó
a la dualización, aun mayor, de la sociedad agraria española. Unos muchos
La causa de esta lentitud, que tanto exaltó
los ánimos de las masas campesinas, estaba
en los trámites burocráticos y en el tiempo
que requerían los distintos procesos legales
que conllevaba el Estado de derecho, en cuyo
marco se realizaba la expropiación legal de la
tierra. Junto a esto hay que señalar la escasez
de presupuesto para abordar la
indemnización a los propietarios de las
tierras expropiadas. El presupuesto del IRA
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muy pobres, unos pocos muy ricos. Los ilustrados en el siglo XVIII ya
hablaban de la necesidad de una reforma agraria, y a finales del siglo XIX
era un clamor entre intelectuales como Joaquín Costa o Lucas Mallada
era de sólo 50 millones de pesetas, cantidad
verdaderamente ridícula en sí misma, pero
mucho más si se la compara con la magnitud
del problema que pretendía resolver.
2) LA REFORMA DEL ESTADO CENTRALISTA: El problema de la organización territorial planteado por los
nacionalismos periféricos intentó solucionarse con el derecho a la autonomía reconocido en la Constitución de
1931. Desde los Decretos de Nueva Planta, pasando por las guerras carlistas, con un importante componente
foral, se desarrolla una importante lucha entre los partidarios de un estado centralista y los partidarios de un
Estado descentralizado. La centralización de los gobiernos liberales del XIX se oponían al foralismo carlista,
al federalismo republicano, y al nacionalismo catalán o vasco surgido a fin de siglo.
Cataluña. En el s. XX, desde el incidente de la revista Cut-Cut barcelonesa, la reacción del Ejército y la Ley
de Jurisdicciones, esta cuestión se convertirá en un conflicto político entre los que reclamaban autonomías
(Mancomunidad Catalana, Asamblea de Parlamentarios de Barcelona en 1917) y los que consideran esto como la
desintegración de España . El nacionalismo moderado de Lliga de Cambó, que incluso fue Ministro en Madrid,
se verá superado por el radicalizado de la Esquerra de Macia o Compays, que el 15 de abril de 1931 proclamo
el Estat Catalá unilateralmente. Pronto se aprobó el Estatuto de Nuria, con el 99% de los votos municipales, y
en 1932 el Estatuto de Cataluña y la Autonomía, con la Generalitat con amplias atribuciones (orden público,
sanidad, cultura, hacienda, transportes, etc.), la doble oficialidad del catalán y el castellano. El estado se
reservaba competencias sobre asuntos exteriores, moneda, defensa y control de fronteras, por citar las más
importantes.
La Autonomía vasca. Los orígenes del nacionalismo vasco moderno también aparecen a finales del siglo XIX,
con la Euskalerría Sabiniana (las tres provincias vascas, el denominado País Vasco francés y Navarra), que
concebía Euskadi como una identidad cultural y "étnica" que se suponía la más antigua de Europa. Navarra y el
País Vasco transitaron juntas hasta la II República, ya que ambas salvaron sus fueros con Felipe V y los
perdieron con las guerras carlistas, aunque Cánovas les concedió el control de los derechos civiles y los
conciertos económicos. El estatuto vasco fue derrotado en 1932 al no lograr el acuerdo municipal con
Navarra, pero se aprobó en 1936, ya sin Navarra, que prefirió conservar sus fueros particulares y desligarse
de Euskadi. Ya durante la guerra, se aprueba el Estatuto Vasco, y su autonomía, con Aguirre como primer
Lehendakari.
En 1937 también se presentarán el Estatuto de Galicia y Andalucía, aunque no pasaron de la fase de estudio.
3) REFORMAS MILITARES: Azaña quería acabar con la macrocefalia militar (exceso de oficiales), reducir
protagonismo político del Ejército, y modernizarlo. La ley de Retiro permitía a los oficiales pasar a la reserva
con el sueldo íntegro, se exigió a los militares jurar la Constitución, suprimió algunos rangos de la oficialidad,
cerró la Academia Militar de Zaragoza, suprimió los tribunales de honor y la prensa exclusivamente militar,
derogó la Ley de Jurisdicciones, sustituyó las Capitanías Generales por Divisiones Orgánicas, y creó los
Guardias de Asalto.
4) LA CUESTIÓN RELIGIOSA: Para limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española y secularizar la
vida social, la Constitución oficializó el Estado laico, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto del
culto y clero. Se permitió el divorcio, el matrimonio civil, la secularización de los cementerios, la disolución de
los jesuitas, y se prohibió a la Iglesia dedicarse a la enseñanza. El Bienio Conservador restituyó el
presupuesto para el clero y a los jesuitas, pero el Frente Popular volvió a la política anterior. Todo esto
provoco reacciones anticlericales (incendios iglesias), pero también alimentó la principal oposición a la
República: Iglesia y católicos (El Cardenal Segura y el obispo de Vitoria fueron expulsados de España por sus
campañas antirrepublicanos)
5) LAS REFORMAS SOCIALES: El socialista Largo Caballero, ministro de trabajo, aprobó la Ley de contratos
de trabajo, Decreto de Términos municipales (Contratar primero a los jornaleros del municipio), jornada
laboral de ocho horas, Jurados mixtos compuestos por propietarios y jornaleros para resolver conflictos, la
ampliación de los seguros sociales, el reforzamiento del papel de los sindicatos en la contratación de las
tareas del campo, la prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras, el laboreo forzoso de las
tierras allí donde hubiese jornaleros en paro... En el Bienio Conservador se frenaron estas propuestas.
6) LAS REFORMAS EDUCATIVAS: Intentó promover una educación mixta, laica, obligatoria y gratuita, inspirada
en la Institución Libre de Enseñanza, con el Estado como garante del derecho a la educación en un país con el
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45% de analfabetismo. de toda la población. Propuestas muy modernas. Marcelino Domingo (Ministro
Educación) creo las Misiones Pedagógicas para llevar la cultura a zonas rurales (Cine, bibliotecas móviles,
teatro de “La Barraca”), reformó la carrera de Magisterio, inició plan construcción 10.000 escuela de Primaria
en dos años, y suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas.
LAS MISIONES PEDAGÓGICAS
Uno de los instrumentos más eficaces para extender la cultura por todos los rincones del país fueron las misiones
pedagógicas. Participaron muchos jóvenes intelectuales, desplazados desde las capitales hasta los rincones más
atrasados de las provincias. El entusiasmo por extender la cultura alcanzó todas las ramas del arte y la intelectualidad. El
ejemplo más conocido fue la compañía de teatro la "Barraca", fundada y dirigida por Federico García Lorca, cuyo objetivo
fundamental era dar a conocer el teatro a las capas más atrasadas y analfabetas.
2.2. LA OPOSICIÓN Y EL FÍN DEL BIENIO REFORMISTA. Las reformas encontraron una fuerte oposición; tanto de los
sectores “perjudicados” (Iglesia, Ejército, terratenientes,
organizaciones patronales...), como de sectores radicales de
izquierda que demandaban más reformas y mayor rapidez en su
aplicación.
La oposición conservadora se organizó en partidos o agrupaciones
políticas como la CEDA (Confederación de Derechas Autónomas)
desde 1933, dirigida por Gil Robles, que agrupó a los sectores
católicos, agrarios y derecha tradicional en un partido de masas, católico, defensor de la propiedad,
autodefinido como Accidentalista (ni monárquico ni republicano) y que buscaba la mayoría electoral para
modificar la constitución republicana, con un gran apoyo de clases medias, profesionales urbanos, parte élites
sociales. Los monárquicos de Calvo Sotelo, incluso pedían un golpe de estado para frenar a la República. La
Falange de José Antonio y las JONS, de corte nacional sindicalista y fascista, tenían su propia idea de Estado,
influidos por el fascismo italiano. Parte del Ejército también manifestó su descontento y apoyó el fracasado
golpe de estado de Sanjurjo en 1932.
En la izquierda, la CNT se dividió en moderados de Ángel Pestaña -
partidarios de cierta colaboración con la República- y la FAI de García
Oliver y Durruti –fieles a la insurrección revolucionaria-. El PCE también
mostraba su oposición a las reformas solicitando más profundidad, y el
área más radical del PSOE apoyó muchos actos poco pacíficos.
Las clases medias y la población católica se opondrán a muchas medidas
excesivamente radicales o de izquierdas de la República, apoyando al
Partido Radical de Lerroux y a los moderados monárquicos de Alcalá-
Zamora.
Los altercados, incendios de iglesias, invasiones de fincas,
manifestaciones y huelgas, pronto se convirtieron en habituales, polarizando a la sociedad y a la política. Se
suceden hechos como Huelgas generales revolucionarias en Cataluña (Alt Llobregat) y Aragón, violencia
campesina asaltando registros civiles, fincas y ayuntamientos: En Corral de Almaguer (Toledo) en 1931 mueren
cinco campesinos y siete heridos al intervenir la Guardia Civil; en Castilblanco de los Arroyos (Badajoz) un
campesino muerto provoca la venganza matando a cuatro guardias civiles; en Arnedo (Rioja) mueren siete
personas y treinta heridos por venganza de la Guardia Civil por los sucesos de Castilblanco; y en Casas Viejas
fallecen veinticinco personas a manos de los Guardia de Asalto. Esto provoca el desprestigio de Azaña, al
recrudecerse la conflictividad social desde junio de 1933, provocando la crisis de septiembre con la dimisión de
Azaña y la creación del gobierno de Lerroux el 12-9-1933, seguido el 8-10-1933 por el de Mtz. Barrio, que
convoca elecciones a Cortes para el 19 –XI-1933.
LA POLARIZACIÓN EXTREMA DE LA IZQUIERDA LA POLARIZACIÓN EXTREMA DE LA DERECHA
La CNT se radicalizó en su congreso de 1932 con el triunfo de
las posiciones de la FAI (Federica Montseny, Durruti...), que
Apareció el fascismo de las JONS (Juntas de Ofensiva
Nacional Sindicalista), que pronto se fusionaron con
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derrotaron a los moderados de Ángel Pestaña. Desde ese
momento su confrontación con el gobierno sería total hasta
1936. En enero del 32 se produjo una revolución
anarcosindicalista en el Alto Llobregat (norte de Barcelona y
Girona). Los revolucionarios proclamaron el comunismo libertario,
izaron la bandera negra y roja y procedieron a destruir los
registros de la propiedad. La represión fue rápida y dura.
Falange Española, de José Antonio Primo de Rivera,
hijo del fallecido dictador. El partido monárquico de
Calvo Sotelo también era partidario de un golpe de
estado y un régimen autoritario y militar. La CEDA no
era liberal de derechas, pero rechazada las políticas
religiosas de la República y sus reformas más
radícales, como la reforma agraria.
3. EL BIENIO RADICAL-CEDISTA Y LA ETAPA DEL FRENTE
POPULAR, 1934-1936.
3.1. EL BIENIO RADICAL-CEDISTA. EL TRIUNFO DEL CENTRO-DERECHA: La conflictividad social y el enfrentamiento derecha-izquierda, provocó
la caída de Azaña en Septiembre de 1933, el gobierno de Lerroux, primero, y Mtz. Barrio a continuación, y la
convocatoria de elecciones a Cortes para el 19 –XI-1933. La izquierda acudió desunida, con la abstención
anarquista, mientras la derecha concurrió unida y gano: 200 diputados para la coalición de derechas, encabezada
por la CEDA (115 de la CEDA), 170 el grupo de centro-derecha (102 el Partido Radical de>Lerroux), y 100
diputados la izquierda republicana e izquierda obrerista (59 el PSOE y sólo 5 la Acción Republicana de Azaña).
Será un período complejo y con inestabilidad gubernativa, ya que habrá 9 gobiernos y 4 presidentes distintos
hasta 1936, y para algunos hay cierta deslealtad de los radicales, de izquierdas y de derechas, hacia la
República, Después de las elecciones, formó gobierno Lerroux (republicano radical), con el apoyo de la CEDA pero
sin ministros cedistas, e inició una revisión de las reformas azañistas: Ralentizó la reforma agraria, dio un
presupuesto para el culto y el clero, amnistió a los golpistas del 32, redujo el presupuesto de educación, y
aumentó la vigilancia sobre la autonomía catalana. Estos gobiernos radical-cedistas (Lerroux y Samper), además
de derogar o ralentizar las referidas reformas, buscan el apoyo de la Iglesia y el Vaticano con gestos
favorables al colectivo católico, y el de la derecha ralentizando la reforma agraria, devolviendo algunas tierras
expropiadas, y amnistiando a los golpistas de Sanjurjo.
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En el Partido Radical, Lerroux deseaba la entrada de la CEDA en el gobierno para tener más estabilidad, pero
Mtz. Barrios consideraba la política de Lerroux antirrepublicana. A esta división interna se une la creciente las
amenazas revolucionarias del PSOE si la CEDA entraba en el gobierno y la conflictividad social: La Huelga
campesina convocada por la UGT se salda con más de 10.000 detenidos. En Octubre de 1934 el nuevo gobierno
ofrece a la CEDA los Ministerios de Justicia, Agricultura y Trabajo, por lo que la izquierda decide cumplir sus
amenazas y el 5 de Octubre los socialistas convocan una Huelga General en defensa de la República, iniciándose
un competencia entre UGT y CNT por convocar más huelgas, manifestaciones y rebeliones en el campo.
LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DE 1934: La proliferación de huelgas llevó al gobierno a declarar el Estado
de Guerra, logrando frenar estos movimientos momentáneamente, pero
no consigue evitar la llamada revolución de octubre, que tendrá dos
escenarios y motivos distintos:
a. En Cataluña, Esquerra intenta que el Parlament apruebe la Ley de
Contratos de Cultivo, que alargaba los contratos hasta la muerte de
las cepas (sector vinícola), pero los propietarios y la Lliga se oponen
y logran que el Parlament sea declarado incompetente para tomar
esta decisión, con el apoyo del gobierno de Madrid que les da la
razón. El 6 de Octubre, Companys, proclama el Estado Catalán
dentro de la República Federal Española. El gobierno recurre
al Ejército, mientras la Huelga General fracasa y la CNT no
participa en esta rebelión, por lo que en pocas horas acaba la
rebelión con miles de detenidos, Instituciones autonómicas suspendidas y la no entrada en vigor de la
mencionada Ley.
b. En Asturias los mineros protagonizaron una revolución social dirigida por la UGT, con la participación de
socialistas, comunistas y anarquistas. Columnas de mineros armados ocuparon la cuenca minera entre el 5 y 12
de Octubre, controlando Avilés, Trubia, Gijón, y sitiando Oviedo. El gobierno mandó a la legión, grupo elitista
de los africanistas, mandada por Franco, y sofocó la revuelta político-minera con una dura represión que
provocó más de 1.500 muertos. El objetivo era la toma del poder por parte del PSOE, aprovechando la Huelga
General en toda España y la revolución asturiana, pero el golpe de estado fracaso finalmente.
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LA CRISIS DEL BIENIO DE DERECHAS: La revolución de octubre endureció la postura del gobierno y las
cárceles se llenaron de presos políticos. Entraron cinco miembros de la CEDA en el gobierno, con Gil Robles en la
cartera de Guerra y Franco como Jefe del Estado Mayor. Se suspendió el Estatuto de autonomía de Cataluña, se
devolvieron las propiedades a los jesuitas y se presentó un anteproyecto para modificar la Constitución,
contemplando la abolición del divorcio, la restricción de las autonomías y la negativa a la socialización de la
propiedad. Los sucesos de Octubre 1934 reforzaron a la
CEDA y el 19-9-1935 dimite Lerroux por un escándalo
de corrupción (el estraperlo), lo que fue aprovechado
por Gil Robles para forzar otra crisis y pedir la jefatura
del gobierno. Alcalá Zamora no accedió después de
varios intentos de gobierno estable en 1935, convocó
elecciones.
3.2. ELECCIONES Y GOBIERNO
FRENTE POPULAR EN 1936. EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR: Lo Frentes
Populares aparecen en Europa, financiados por la
KUOMINTER desde Moscú, para frenar a los partidos
fascistas, logrando su primera victoria en Francia. En
España también se forman dos grandes bloques
electorales irreconciliables, y también aparecen partidos
claramente antidemocráticos por la derecha fascista
(FALANGE) y la izquierda marxista (PCE) o anarquista.
La alianza de Izquierda Republicana de Azaña y Unión Republicana de Martínez Barrio dará lugar al Frente
Popular, al que se unirán también el Partido Sindicalista, Esquerra, Acción Republicana, PSOE, PCE, POUM, y con
el apoyo de la CNT para ir juntos a las elecciones del 16 de Febrero de 1936. La derecha se unirá entorno a la
CEDA, creando el Bloque Nacional. En el centro sólo queda el partido del presidente del gobierno Pórtela
Valladares. El Frente Popular tenía un programa común: amnistía para los presos de Octubre, aplicación de la
legislación reformista del bienio de izquierdas, y el compromiso, una vez ganadas las elecciones, de disolverse y
permitir el gobierno de los republicanos de Azaña.
La campaña electoral será muy reñida y llena de enfrentamientos. Los
resultados electorales darán el siguiente escrutinio: Frente Popular (34,3%
votos, 257 diputados) y derecha (33,2%, 139 diputados), centro y
nacionalistas (57 dpto.). El resultado es engañoso en cuanto a diputados, ya
que la Ley Electoral favorecía la obtención de mayorías, otorgando los
escaños a las candidaturas más votadas. Hubo muchas irregularidades y la
segunda vuelta se celebró bajo responsabilidad del nuevo gobierno y con
muchos gobernadores civiles de la anterior administración, huidos o cesados
antes de que se formasen las nuevas Cortes. Todo esto dio argumentos a los
que no aceptaban los resultados.
GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR: Manuel Azaña se hace cargo del
gobierno antes incluso de celebrarse la 2ª vuelta electoral. Pronto Alcalá
Zamora fue destituido como Presidente de la República por las Cortes, por
entender ya había lo había sido durante 3 legislaturas. En realidad fue una interpretación polémica de la Ley, ya
que en diciembre de 1931 no hubo elecciones y muchos no lo entendían como cambio de legislatura. Manuel Azaña
fue elegido Presidente de la República y éste propuso a Casares Quiroga como
Presidente de un Gobierno republicano, sin ministros socialistas. Se decretó una
amnistía para los presos de Octubre de 1934, restableció el estatuto y el gobierno
catalán, reanudó la reforma agraria, y trasladó a los generales progolpistas lejos de
Madrid: Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Navarra.
CONFLICTOS Y CONSPIRACIONES: Parte de la derecha no aceptó los
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resultados electorales, mientras que la izquierda radical exigía reformas casi revolucionarias e inmediatas. La
sociedad española estaba polarizada entre derechas e izquierdas: Los sectores conservadores optaron por
acciones como la quema de cosechas o renunciaban a sembrar, muchos industriales cerraron sus fábricas, y la
falange formó patrullas callejeras que sembraron un clima de violencia enfrentándose a grupos izquierdistas. El
gobierno pretendía el cumplimiento de la ley, pero se vio desbordado por la espiral de violencia de la extrema
izquierda y la extrema derecha, que se adueñaron de la calle. El terrorismo fascista de Falange, financiada por
empresarios y personalidades económicas destacadas como J. March, provoco su ilegalización y el
encarcelamiento de sus líderes (José Antonio). También se persiguió a las milicias carlistas, los requetés, que se
unieron a las acciones violentas. Grupos paramilitares de derecha e izquierda provocaban continuos altercados
callejeros, y asesinaban a importantes líderes contrarios. Mientras tanto, los militares de derechas conspiraban
para llevar a cabo un golpe de estado contra la República.
La desaparición de la escena política de Alcalá Zamora, un gran moderador, complico más las cosas. Violencia de
Izquierda y Derecha, huelgas continuas de UGT y CNT, asesinatos, quema de Iglesias, certificó la incapacidad
de Casares Quiroga para controlar la situación. Los socialistas y comunistas
querían un Estado obrero, la derecha y centro querían acabar con la República. Gil
Robles y Franco pedían declarar el Estado de Guerra para evitar la revolución
socialista.
EL GOLPE DE ESTADO DE JULIO DE 1936: La idea de golpe de estado se empezó a gestar la noche de los
resultados electorales de febrero, cuando Franco ya pedía declarar el estado de guerra y se empezó a hablar de
fraude electoral. En marzo hubo un intento fallido, y desde ese momento el general Emilio Mola inició la
planificación de un pronunciamiento simultáneo de todas las guarniciones y contando con el ejército de África,
dirigido por Franco, para consolidar el golpe. Contó con el apoyo de civiles que aportaron dinero (Banca March),
cobertura diplomática y política (CEDA, los falangistas, los carlistas) y banqueros como Juan March, y el apoyo
de Italia y Alemania. Los radícales de derecha asesinaron al Teniente Castillo (Guardia de Asalto) el 12-7, y en
venganza los Guardias de Asalto asesinaron a Calvo Sotelo (Renovación Española) el 13 de julio de 1936. Se dice
que esto provocó el golpe, pero no fue así, como mucho lo aceleró. El 17 de Julio se inició en África y el 18 en la
Península. No triunfó, pero no fueron vencidos, por lo que se inició una guerra que duraría tres largos años.
¿FRACASÓ LA II REPÚBLICA?
Esta es una pregunta de muy difícil y compleja solución. Partamos de otra cuestión ¿Fue la guerra civil una consecuencia inmediata del fracaso de la
República? Si dejamos a un lado, como hoy ya hacen la mayoría de los historiadores, las explicaciones simplistas de la guerra civil (un movimiento
fascista que defendía los intereses de la oligarquía y la iglesia en contra de la mayoría de un pueblo que había conseguido el poder democrático o una
cruzada nacional contra el ateísmo, comunismo y el separatismo) la situación se nos plantea muy complicada y llena de matices. Si todos, o casi todos,
estamos de acuerdo con que la guerra es el fracaso supremo, entonces habría que admitir que éste no fue sólo de la República, fracaso toda España. Si
consideramos que los principales líderes republicanos se dejaron llevar muchas veces por un espíritu mesiánico (de salvadores) muy propio de la
mayoría de los intelectuales españoles de la época, que consideraron que había que solucionar los viejos problemas de una forma tajante y súbita, sin
tener en cuenta las circunstancias políticas, económicas y sociales del momento, también tenemos que considerar que estamos en una etapa histórica
donde el individuo ha sido sustituido por el estado, la libertad individual por la libertad de la patria o de la clase social o del pueblo, en un momento
histórico donde priman los totalitarismos y la violencia. Por supuesto, no solo en España, en toda Europa. En lo que la mayoría de los historiadores
actuales están de acuerdo, es que la Guerra civil hay que integrarla dentro de su contexto histórico y que no se le puede aislar de las circunstancias
internacionales e internas. La guerra civil española hay que entenderla dentro del triunfo de los totalitarismo y la crisis de la democracias en Europa y
dentro de las dificultades de implantación del Nuevo Régimen de España. Es por tanto, el penúltimo episodio de la crisis iniciada en el 98 en España.
4. LA II REPÚBLICA EN EXTREMADURA: LA CUESTION
AGRARIA EN LA EXTREMADURA D ELA II REPÚBLICA.
La II República
La II República creó grandes expectativas entre el campesinado extremeño. En las elecciones de 1931 participó
el 80% de la población con derecho a voto, sin duda, movida por la necesidad de una reforma agraria.
El régimen republicano se proclamo de manera pacífica en las provincias de Cáceres y Badajoz. Las muestras de
júbilo fueron bastante contenidas y la ausencia de disturbios fue la nota más destacada. Con la apertura de las
Cortes Constituyentes, los temas puestos a debate en la región fueron similares a los del resto de España:
a) El problema del paro, especialmente agrario. La crisis del 29 se dejaba sentir y parecía haber puesto fin a la
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fase expansiva del sector primario extremeño que se había producido durante el primer tercio del siglo XX...
b) El tema de la educación. Las nuevas autoridades se mostraban muy interesadas en la mejora de la enseñanza,
sin embargo, la prioridad por solucionar los problemas del día a día limitó los esfuerzos.
c) El asunto de la religión. Los sectores más conservadores provenientes del régimen de la Restauración
utilizaron este argumento tratando de asociar República con destrucción de la religión. Esa propaganda tuvo
bastante peso en una sociedad aún muy rural izada y apegada a la tradición.
En Extremadura, al igual que en el resto de España, existían diversas opciones políticas:
a) Los partidos propiamente republicanos, mayoritaria-mente de centro-izquierda, fueron bien vistos por las
profesiones liberales de la región. Destacó José Giral, una de las personalidades más afines a Azaña, vinculado
al Campo Arañuelo y varias veces ministro, formo parte tanto de Acción Republicana como de Izquierda
Republicana. El Partido Radical de Lerroux destacó con Diego Hidalgo, diputado por Badajoz y ministro de la
Guerra durante el segundo bienio.
b) La izquierda del PSOE y el sindicato Federación Nacional de Trabajadores de la
Tierra, como sección agraria de la UCT, que alcanzó en 1933 casi 50.000 afiliados
en la región, fueron liderados por los hermanos Canales, Luis Romero Solano,
Felipe Granado y Juan Simeón Vidarte. El PCE y el anarquismo fueron ganando
adeptos ante la lentitud de la reforma agraria, sobre todo el anarquismo vinculado
al sector ferroviario en el eje Don Benito-Villanueva y en el Campo Arañuelo.
c) La oligarquía conservadora, estaba obsesionada con el orden, religión, tradición
y protección de las propiedades, a través de la Agrupación de Propietarios de
Fincas Rústicas fueron dando forma a Derecha Regional Agraria, con políticos
como Enrique Granda Calderón, Eduardo Suva y el marqués de la Frontera,
simpatizando también con la Falange.
Reforma agraria y cuestión yuntera.
La vida política, económica y social de Extremadura dependió en buena parte de la cuestión agraria. La
agricultura extremeña había conocido un proceso de expansión a lo largo del primer tercio del siglo XX que hizo
que a la altura de 1930 se labraran más de un millón de hectáreas en la región, cifra nunca alcanzada hasta
entonces, aunque la mayoría de la propiedad distribuida en grandes latifundios, con mayoría campesinos
jornaleros o yunteros, sólo dueños de sus brazos y de un par de bestias para el trabajo. Existía un enorme paro
forzoso y subempleo en el campo, desigual distribución de la tierra, y con los terratenientes en contra de la
República al verla como una amenaza para sus propiedades y su posición social. Los campesinos demandaban en
Extremadura y del resto de la España latifundista: la recuperación del patrimonio comunal de los pueblos, vía
directa para conseguir asentar en las fincas al campesinado en paro mediante arrendamientos colectivos.
La legislación laboral de Largo Caballero desde el Ministerio de Trabajo, entre 1931 y 1932, a través de
decretos (colocación obrera, jurados mixtos, salario mínimo), supuso poner por primera vez en condiciones de
igualdad a patronos y propietarios. Sin embargo, el Gobierno Provisional no se atrevió a sacar por la vía del
decreto la Ley de Reforma Agraria. Eso permitió a los propietarios organizar su defensa en torno a la Minoría
Agraria, que detuvo tanto el debate como el texto de la ley, que no vería la luz hasta septiembre de 1932.
El yuntero era el labriego de secano que trabajaba -cuando le daban parcelas- la tierra arable adehesada de las
grandes fincas. A veces, falto de esa parcela, se contrataba a jornal, y era un bracero que, además de su
trabajo personal, ponía su yunta al servicio de un señor. Sus relaciones, como tal yuntero, podían concertarse
con el propietario de la finca o, lo que era peor, con el arrendatario, lo que hacía que la vida del yuntero se
deslizaba al borde de la miseria. Aunque la Ley de Reforma Agraria se aprobó en septiembre de 1932, el
complejo sistema burocrático para su puesta en marcha provocó el desencanto entre los campesinos. En otoño
de 1932, el paro alcanzaba en Extremadura sus cotas más altas. Azaña optó por recurrir a la vía del decreto
mediante la intensificación de cultivos de noviembre de 1932. Esta medida se aplicó en las provincias
latifundistas y tuvo especial importancia en Extremadura, donde fue-ron asentados más de 30000 campesinos |.
La agilidad de su aplicación en la región se debió a la labor del Gobernador General de Extremadura, Luis Pena
Novo, que durante los dos Últimos meses de 1932 se encargó de con-seguir tierras prácticamente pueblo a
pueblo para los yunteros extremeños
Durante el BIENIO PROGRESISTA se producen acontecimientos ya importantes: En abril de 1931 los
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campesinos de Trujillo se manifiestan pidiendo reducción rentas y mejores condiciones de trabajo. El liderazgo
de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, (FNTT) era incuestionable al principio. En Castilblanco
(Badajoz, diciembre 1931/enero 1932) se produce una manifestación pidiendo trabajo y contra connivencia
Gobernador y fuerza pública con los propietarios agrícolas., con la muerte de 4 guardias civiles. A esto se unen
invasiones pacificas de fincas por los yunteros. La Ley de Intensificación de Cultivos de 1932 permitió el
asentamiento de más de 30.000 campesinos a cambio de pagar una renta mínima al propietario y la Ley de
Reforma Agraria inició las expropiaciones. El decreto de intensificación de cultivos significaba que los yunteros
asentados podían trabajar las tierras durante dos años agrícolas (1932-1934) a cambio de satisfacer una renta
mínima al propietario, actuando el Instituto de reforma agraria como intermediario. Durante el Bienio Negro,
cuando se acababan los contratos de los yunteros, estos eran
expulsados por los propietarios de las fincas, lo cual hizo que
reaparecieran de forma masiva los problemas del paro campesino. Se
formaron las primeras comunidades de campesinos, organizadas según la
Ley de Reforma Agraria. Las fincas expropiadas procedían en su mayoría
de la extinguida Grandeza de España. Tuvieron especial importancia en
la zona de Navalmoral, Trujillo, Logrosan y en varios pueblos de La
Serena.
Con el Bienio de Derechas se suspende Ley Intensificación de Cultivos y
se expulsa a Yunteros de las tierras ocupadas, provocando la el 8-XII-1933 la insurrección anarquista nacional
apoyada en Navalmoral de la Mata, Oliva de Plasencia, Malpartida de Plasencia, Peraleda, Plasencia y Jarandilla.
El FRENTE POPULAR recupera las medidas de intensificación de cultivos, pero vuelven las invasiones de
fincas desde marzo de 1936, declarándolas expropiables. El gobierno del Frente Popular significó la restitución
de la intensificación de cultivos mediante los decretos de yunteros de marzo de 1936. A pesar de que se
asentaron a buen ritmo, se produjo una masiva oleada de invasiones de fincas en la madrugada del 25 de marzo
de 1936. Animados por las organizaciones obreras, más de 25.000 campesinos extremeños se lanzaron a roturar
dehesas que no se estaban labrando.
Otra cuestión de gran importancia que debía ir unida a la reforma agraria era la política hidráulica. Se avanzó en
los estudios para los pantanos del Cijara, Rosarito y Gabriel y Galán, fundamentales para la transformación en
regadío de las Vegas Altas, el valle del Tietar y el Alagón, respectiva-mente. La corta vida de la República y la
prioridad social de la reforma dificultaron su puesta en funcionamiento.
Con la victoria del Frente Popular (bastante polémica, en especial en la provincia de Cáceres donde hubo
denuncias de manipulación de resultados) y los decretos de yunteros, la reforma agraria pareció tomar un
impulso que ya habría de ser definitivo: se declararon expropiables por causa de "utilidad social" miles de
hectáreas en Cáceres y Badajoz y en vísperas del golpe de Estado se debatía en las Cortes el proyecto de
rescate de bienes comunales. La Guerra Civil frustró las esperanzas de una verdadera reforma agraria que,
como tal, no volvería a darse nunca.
Diego Hidalgo
Nacido en Los Santos de Maimona en 1886,
a pesar de su formación jesuita, estudió
como laico la carrera de Derecho en
Madrid. En los años veinte simultaneó en la
capital la labor de notario con la de
empresario de la construcción, lo que le
facilitó moverse entre las elites políticas
del régimen. Se afilió al Partido Radical de Lerroux, y fue su líder más activo en Extremadura. El suceso que
marcó la separación de republicanos y socialistas en la región fueron los acontecimientos de Castilblanco. Desde
^Á su periódico La Voz Extremeña y desde el Parlamente defendió con firmeza la actuación de la Guardia Civil.
Su postura ante la reforma agraria fue un tanto ambigua, pero sobre todo habría deseado un modelo más
moderado. En 1934 y bajo el gabinete de Lerroux ocupó la cartera de ministro de la Guerra. La dura represión
de la revolución de octubre de 1934 le obligó a dimitir. Tras la Guerra Civil pudo regresar sin mayores problemas
a España, donde compagino su trabajo como notario con sus viejas empresas inmobiliarias. Murió en Madrid en
1961.
RESULTADOS DEL DECRETO DE INTENSIFICACIÓN DE CULTIVOS 1932 Y DE
YUNTEROS DE 1936 EN EXTREMADURA 1932 1936
Hectáreas Asentados Hectáreas Asentados
Caceres 31690 14122 113466 31388
ßadajoz 53146 18699 125331 49809
Extremadura 84836 32821 238797 81297
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Juan Simeón Vidarte
Nacido en Llerena en 1902, a pesar de pro-ceder de las clases medias de la zona de Llerena, su vida cambio al
conocer el ambiente de la Residencia de Estudiantes durante los años veinte. Entre 1924 y 1931 fue directivo de
las Juventudes Socialistas. Durante la II República vivió a caballo entre Extremadura y Madrid, siempre cerca
de los centros de decisión del PSOE y del gobierno. Defendió a los campesinos juzgados tras los sucesos de
Castilblanco y trabajo activamente a favor del Frente Popular cuando la mayoría de los líderes obreros estaban
encarcelados por la represión de la revolución de octubre de 1934. Hombre de confianza de Negrín, durante la
Guerra Civil buscó apoyos internacionales para la República. Se pudo exiliar en México, desde donde escribió el
valioso "Todos fuimos culpables", uno de los testimonios de mayor valía para la historiografía sobre los años
treinta. Murió en México en 1976.
Luis Pena Novo
Este abogado gallego, colaborador de Casares Quiroga en la organización del galleguismo republicano, fue
reclamado por el entonces ministro de Gobernación para solucionar cuantos problemas fueron surgiendo: fue
gobernador civil de Sevilla tras la sublevación de Sanjurjo, y desde noviembre de 1932 a finales de 1933
gobernador general de Extremadura. Tras recorrer la región se dedicó a la tarea de aplicar activamente los de-
cretos de intensificación de cultivos. Querido por los campesinos y temido por los propietarios, la acción de es-
tos ante Azaña detuvo en enero de 1933 su frenética actividad.