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La Princesa de Hielo

Date post: 07-Aug-2018
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    La princesa de hielo  1

    The Ice Princess

    de LarisaTraducido por: Julieta “Meltryth” (2014)

    Descargo: See see see, todos conocemos esa parte. ¡Éstos son míos!

    Violencia: ¡Ohh yeah! ¡¡¡VIOLENCIA INTRAFAMILIAR GRÁFICA!!! Traté de escribir estas partes de manera que no sean demasiado terribles. Si aborreces tanto como yo este tipo de violencia, omitelas y continua leyendo.

    Sexo, palabras sucias, etc: ¿Qué te parece? Mis chicas no tienen sexo y no juran como marineros ¡JAA!

    La cosa de la edad: Si aún tomas en un vasito con sorbete, ¡FUERA! Aquí no está Spiderman.

    Gracias a Lesia, Ri, Maggie, Thorie, Bardeyes y pobre Webwarrior que hace un trabajo muy bueno con mis garabatos. ¡Sin dolores de estómago permitidos! [email protected] 

    Nota de traducción:  Toda la historia y bla, bla. Lo de siempre. Pertenecen a su autora. La traducción se 

    hace con fines recreativos y meramente hedonistas. La historia original se encuentra en  The Athenaeum. 

    Yo sé que los Xenites si no escriben policiales, escriben historias de médicos para sus über fanfictions, 

    bien, éste es uno de estos últimos.

    Y como siempre, no se cobra un penique, dinar o se pone un anuncio de publicidad por click. ¡Por los 

    dioses! Dejen de hacer eso con mis textos si los copian y tengan la amabilidad de dejar los descargos 

    correspondientes. Si quieren mas… (vicios@s) me buscan en la web y ya, que en mi cuenta de Scribd hay  

    más de estos relatos. ¡Disfruten! Julieta “Meltryth”.

    Primera Parte

    Quienes vestían batas blancas conocidos como “Doctor Wannabes”, se reunieron alrededor de la camilla del paciente. En un tono monótono, un médico de urgencias se quedó a un lado y leyó la cartilla de paciente.

    - El paciente es una mujer de 54 años que se queja de dolor abdominal superior, fiebre, náuseas y sudoración fría. ¿Alguna conjetura, gente? - miró alrededor del grupo y sacudió la cabeza con disgusto - Vamos esto es algo que aprendí cuando tenía 5 - ella entrecerró los ojos 

    mailto:[email protected]:[email protected]://www.google.com/url?q=http%3A%2F%2Fxenafiction.net%2F&sa=D&sntz=1&usg=AFQjCNFeRVopYcoGv5_JRv0iiCMAyUtCLQmailto:[email protected]

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    y señaló a un joven escondido en la parte de atrás - Tú que estás escondido ahí, escuchaste los síntomas, ¡dime algo! ¡Antes de que el paciente busque a un veterinario!

    El joven interno se secó el sudor de su labio superior y tartamudeó. - ¿Apendicitis?

    - ¿Cómo determinaste eso? - ella puso una marca junto a su nombre en la lista - Ven aquí y examínala, ¿cómo puedes averiguar eso si no revisas su estómago?

    Él pasó a través de los otros médicos asustados y presionó el estómago de la paciente. Él negó con la cabeza y dio un paso atrás.

    - Ok, entonces escuchaste su estómago - ella señaló a otra persona y observó a la mujer  estremecerse - Tú sigues, habla conmigo.

    - Uhhmm ¿tomamos sangre para hacer unas pruebas?

    La médico entornó los ojos y gimió. - ¡Ahora escúchenme, señores, esto es una ficha no un evangelio! En triaje se escriben solamente cosas básicas, necesitan hacerle más preguntas a  2

    la paciente. Ahora, préstenme atención - cerró la carpeta y se volvió hacia la paciente - Señora, ¿cuando empezó este dolor y es un dolor constante o aparece y desaparece?

    - Comenzó ayer por la mañana después del desayuno, una hora más tarde ya no estaba.

    - ¿Empeora o mejora si se acuesta?

    - Me parece que mejora si me acuesto.

    - Ok, ahora ¿tiene este dolor cada vez que come alimentos o simplemente cosas grasosas como tocino o salchicha?

    - No, ocurre cada vez que como.

    - ¿Qué parte de su estómago duele? ¿la derecha o la izquierda? ¿y se propaga a partir de ahí?

    - El lado derecho y a veces pasa por debajo de mi omóplato.

    - Ok, gente, ¿alguna conjetura ahora? - ella señaló a un hombre que estaba limpiando las uñas con su insignia de hospital - ¿Estás ahí, niño bonito?

    - ¿Úlceras?

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    - Saben, gente, ¡yo no permitiría que trabajen ni sobre un cadáver! Esta paciente está mostrando todos los signos de cálculos biliares. ¿Tratamos a la paciente por éstos? Depende de si el cálculo es demasiado grande para pasar a través del conducto biliar si no, operamos para quitarlo. Si se trata de un problema repetitivo, por lo general se extirpa la vesícula biliar y todo estará bien. ¿Qué sucede si no eliminamos la piedra? No será bonito, gente, YO los odiaré 

    por este día, los familiares nos odiaran por siempre y terminarán en los tribunales por  negligencia.

    Saludó con la mano al siguiente paciente y sacó la cartilla. - Hombre de 72 años de edad, quejándose de la falta de aliento, tos con flema de color grisáceo, fiebre, dolor en el pecho superior empeorado por silbidos en el pecho. Vamos, gente, esto está en los libros de texto - miró a su alrededor y gruñó a la cara de los que no respondían - ¡Olvidenlo! Si yo estuviera enseñando en su clase todos reprobarían y terminarían en Taco Bell. El paciente tiene bronquitis aguda que se puede tratar con antibióticos. Ahora, ¡fuera de mi vista antes de que vaya y los golpee! - colgó la carpeta a un lado de la camilla y salió de la habitación maldiciendo hasta por  

    los codos.

    - ¡Maldita y estúpida gente, no podrían tratar ni una miserable uña!

    Se quitó la bata blanca de laboratorio, la tiró contra la pared y salió por la puerta principal de la sala de emergencias. Cualquiera que haya estado dentro de los diez metros cerca de ella, giraba y se dirigía en dirección opuesta. Se puso el estetoscopio alrededor de su cuello, lo arrojó en el aire, y observó cómo caía en el estacionamiento donde fue atropellado por alguien. Ella pasó el dedo del medio por su cabello rubio corto y gritó con todas sus fuerzas antes de volver a enfrentar el rápido ritmo de la sala de emergencias.

    El jefe de emergencias Besom, suspiró y se pasó las manos por la calva, él acababa de oír la enésima queja contra la Dra. Shay Gerard. Cuando llegó al hospital, ella era una estrella brillando en su personal. Ahora era un agujero negro que succionaba la vida misma de los estudiantes de medicina que llegaban al hospital por la rotación. Tenía dos opciones: o bien despedirla o dársela a la única persona que podía averiguar los secretos más profundos de un espía. Odiaba la idea de perder a la Dra. Gerard, era una excelente cirujana y nunca entraba en pánico, aún en el peor de los casos. Ella se enriquecía con el rápido ritmo de la sala de emergencia y lidiaba con la mayoría de documentos de emergencias que dejaban un exceso de trabajo por parte de los pacientes. El personal que quería tratar con ella bien podría terminar  lidiando con un mástil, un árbol, puente o cualquier cosa a mano. Incluso los paramédicos tenían miedo de acercarse a distancia de tiro de ella, sobre todo después de que les arrojó a uno de ellos un orinal lleno por atropellarla con una camilla. o podía culparla, el paciente pesaba más de ciento treinta kilos y la rueda rompió todos los dedos de su pie derecho. Lo malo fue que el paramédico necesitó suturas en la parte superior de la cabeza después de que ella inclinó el 

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    orinal sobre él. Había intentado hablar con ella y recibió el movimiento de "habla con la mano" en innumerables ocasiones.

     Ahora, su único problema real era que un enfermo llegase y se enfrentase a Shay “la terrible” o como los demás la llamaban, “la princesa de hielo”. Él había hecho más de una docena de 

    llamadas telefónicas y finalmente encontró a alguien que le pasase la información a Pez. Dejó un mensaje simple que se explicaba por sí. Una palabra “¡AYUDA!”. Sólo esperaba que Pez llegara pronto, sino sería el elegido para enrollar la cuerda y colgar al más de metro sesenta de terrorista por sí mismo.

    Pez salió de su Humvee y miró debajo de la rueda delantera para ver en los extremos de la rueda un estetoscopio. - Y la gente se pregunta por qué cuesta dos millones de dólares un paseo por emergencias -. Moviendo de un tirón el sombrero de los Piratas de Pittsburg al revés, 

    ella tomó sus llaves con el llavero de los Teletubbies y cerró su billetera de motociclista encadenada y se dirigió hacia las puertas de la sala de emergencias. El sonido de sus botas de combate desatadas chillaron contra el suelo de baldosas, la cadena en su billetera y el tintineo de las llaves cantaban a cada paso. Con largas zancadas tomó el pasillo hacia la puerta de la escalera mientras era observada por dos miembros del personal. Se quedaron en el pequeño salón de médicos con sus mandíbulas abiertas y la vieron desaparecer por la puerta. Tan pronto como se cerró, envolvieron sus brazos alrededor de la otra, saltando arriba y abajo y aullaban como una manada de lobos. Cuando una enfermera entró en la habitación para inspeccionar el ruido, las miró como si hubieran perdido sus pequeñas cabezas.

    - ¿Cuál es el problema de ustedes dos hoy? ¿Demasiadas inhalaciones al tanque de O2 de nuevo?

    - ¡Ahh, vamos! Sólo lo hacemos cuando tenemos resaca -. La fornida médico de urgencias de cabello oscuro se deslizó por el suelo y se abrazó a la enfermera mayor. - Vamos, abuelita, dame un poco de azúcar -. Betty era la enfermera más antigua en el personal, la jefa de enfermeras para las horas de turno diurno, con el pelo blanco por completo se veía como Phyllis Diller en todos los sentidos.3

     - Suéltame Roy antes de que te golpee - ella pisoteó el pie de la doctora y la agarró por el aro en forma de pluma de plata - ¡Espero que hayas dormido en el salón de llamadas, porque voy a sujetar tu salvaje culo a la fregona atándolo!

    - Mejor aún - dijo la cohorte de Roy con locura - pásalo sobre ella, todo el mundo incluyendo los hamsters viven allí saben que la mataría -. Los ojos pardos se estrecharon ante Roy. - Espera un minuto, ¿dónde está mi celular? La última vez que lo tenía estábamos en la cama -. Tiró la 

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    cabeza de Roy hacia abajo y comenzó a buscar a través de la espesa masa de pelo enredado oscuro.

    Betty entornó los ojos y desacoplo los musculosos brazos de su cintura. - Griffin, haz algo con ella y dime por qué están gritando y saltando.

    Dos voces sonaron y saltaron por el suelo gritando. - ¡PEZ!

    Betty se tapó los oídos y oró para que ellas no dijesen el nombre de la más loca jefa de cirugía con la que jamás había tenido que trabajar. Caminando hacia la habitación, miró hacia arriba y abajo del pasillo y vio que era claramente el un metro ochenta de problemas que era Pez.

    Besom sacó la bolsa de hielo de sus ojos y la dejó caer a su escritorio cuando oyó un suave 

    golpe en la puerta de su oficina. Confiaba en que no era otro residente que viniera a quejarse de Gerard. - ¡Los que están de alta en el manicomio fuera!

    - ¿Tiene habitación simple o doble? - La puerta se abrió para mostrar a la matona de un metro ochenta sonriente.

    - No me importa cómo te llegó mi mensaje pero yo soy el más feliz maldito hombre en el mundo. Entra aquí Pez y ayúdame a salvarme a mí mismo de una celda en la cárcel.

    - Oye, cuando me llega un mensaje largo y lleno de detalles, simplemente no podía volar más 

    rápido cruzando la calle para ver qué necesitabas.

    Sus ojos verdes parpadearon confundidos. - ¿Con cruzar la calle te refieres a que pasaste por  el jardín de infantes?

    - Sep. Tuve que detenerme y darles a unas damas allí unos medicamentos y guantes de goma. Ya sabes cómo son los pequeños mocosos, pequeñas bestias brutas. Entonces, ¿cuál es el problema?

    - ¿Cuándo vas a volver a trabajar?, realmente necesito tu ayuda - Deslizó el archivo con todas las quejas en el mismo a través de su escritorio a ella. Abrió el archivo y leyó cada una, una ceja se elevó más allá de los lentes de sol.

    Pez utilizó un acento e hizo un gesto con la mano al estilo Brando en el Padrino. - ¿Quieres que yo golpee y quite a esta perra, o qué?

    - ¡Oohh, ojalá fuera así de fácil! - deslizó otro archivo sobre su escritorio - Este era su archivo hace seis meses, de repente cambió. He tratado de hablar con ella, ¿entiendes?

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     Pez levantó la mano hacia él - Eso es lo que se me da bien.

    Él negó con la cabeza y sonrió.

    - ¿Qué hay de mis chicas? ¿Qué dicen ellas?

    - ¿Te refieres a tus pequeñas Amazonas psicópatas Griffin y Roy? ¡JAA! La ven a ella y buscan el armario más cercano para esconderse y dime si no es una hazaña de esas dos.

    - ¿Mis chicas se ocultan y crees que puedo hacer algo con esto? ¿Cómo luce esta doctora?

    - Ohh, un metro sesenta, cincuenta kilos, ojos verdes, rubia y dientes de vampiro.

    Dos cejas oscuras se enterraron en el tupido flequillo oscuro. - ¿Me estás diciendo lo que 

    realmente necesita es un buen dentista o unas pocas víctimas por una noche para hacerla feliz?

    - Ohh ella tiene a todos los residentes chupando su sangre, lo que quiero es que mi vieja Shay regrese. Ella pertenece a su pequeño grupo de inadaptados, si me entiendes. Por lo que tú eres perfecta para el trabajo, porque ¿y si ella está teniendo problemas personales?

    - Quieres decir que el personal acepte su estilo de vida, ella pudo ver que aquí no importa demasiado con solo ver a Grif y Roy - Ella se echó hacia atrás en su silla, cruzó los brazos sobre el pecho ancho y miró por encima de los marcos de las gafas - ¿O estás sugiriendo que 

    tal vez abuse de drogas o alcohol?

    Se encogió de hombros y extendió las manos. - No sé lo que es, ella simplemente cambió de la noche a la mañana o eso me pareció a mí.

    - Entonces, ¿qué quieres que haga?

    - Estoy a punto de ceder los residentes a los otros médicos, ¿puedo asignarte a ella?

    Ella mostró sus dientes blancos y perfectos en una enorme sonrisa. - Ohh, ¿podría jugar a hacerme la estúpida y salirme con la mía más de lo habitual?

    - Como peligroso y estúpido que sea, sí, eso es lo que estoy diciendo - se frotó las sienes y gimió - Sé que voy a lamentarlo tan pronto como llegues a la sala de emergencias, pero si esto me ahorra una excelente cirujana, vale la pena.

    - Es mejor hacer saber a todo el mundo que estoy aquí y que nunca fui jefa de cirugía. Si se entera entonces no hay mucho que pueda hacer.

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    Shay terminó todos los archivos de los pacientes, echó la bata de laboratorio en su casillero y se estrelló con fuerza suficiente para sacudir a todos los demás. Agarró su mochila y archivos 

    que estaba por llevar a su casa, ella abrió la puerta a los vestuarios y empujó más allá de un pasante con sorpresa.

    - ¡Fuera de mi maldito camino! - Ella gritó y empujó a éste en su pecho de nuevo con fuerza suficiente como para rebotar en la pared de enfrente. Todos los demás en la sala saltaron fuera del camino de la médico permanentemente cabreada y sólo vieron como salía de las puertas. Suspiros de alivio se escucharon a través de la sala de emergencia, y luego todo volvió a la normalidad. Hasta que Pez apareció, entonces el lugar era como las calles de Nueva Orleans durante el Mardi Gras. Griffin y Roy fueron las primeras en saltar y tirarla hasta el piso de baldosas.

    - ¿Dónde has estado? - Griffin murmuró a su oído y le plantó un beso en la mejilla - Te hemos extrañado, Pez.

    Roy estaba encima de su amiga alta cuando su rostro se acurrucó contra su pecho. - Yo más que tú, ella me lleva a Chucky Cheese y me permite jugar a los juegos.4

     Pez dio un abrazo a Roy, empujó la cabeza de Griffin y besó su frente. - Chicas, ¿puedo levantarme ya? Este piso está frío como teta de bruja.

    Se bajaron de ella y la pusieron de pie, ella envolvió sus brazos sobre los hombros de su amigas más pequeñas y las acompañó por los pasillos hacia la sala de médicos.

    Roy levantó la vista para ver su reflejo en las gafas de sol oscuras. - Conocemos qué es más frío que una teta de bruja, la Dra. Gerard.

    - Ella realmente es una “princesa de hielo” -, Griffin detuvo su movimiento - ¿Es por eso que has vuelto tan pronto?

    - Más o menos, me hice cargo de las otras cosas más rápido de lo que nadie pensaba que era posible y que había planeado simplemente vegetar durante otros dos meses. Entonces recibí la llamada de socorro esta mañana de Besom - se dejó caer en un sofá desgastado y estiró sus largas piernas - Estaré alrededor haciéndome pasar por una residente pasada de años. No quiero que la princesa piense lo contrario hasta que pueda averiguar cuál es el problema con ella.

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    Roy le dio una taza de café y se dejó caer sobre la mesa de café. - Es como si las verdaderas personas por aquí hubiesen robado a la vieja Shay.

    - ¿Por qué ustedes dos tienen tanto miedo de ella? - Ella miró a la pareja con una sonrisa en sus labios.

    Griffin trazó la mandíbula de Roy con la punta del dedo. - ¡Ella puede ser pequeña, pero puede patearte como no lo creerías! Golpeó a Roy con tanta fuerza que quedó de culo en medio de la sala de emergencias. Mi pobre bebé estuvo estúpida el resto del día - Ella se inclinó hacia un lado y besó la mandíbula de su amante.

    Pez resopló ante ella y dio un codazo pierna de Roy con la punta de su bota. - Todavía eres estúpida, bien, ¿qué hiciste?

    - No mucho, sólo le dije que necesitaba encamarse y ella me hizo caer en una - dio unos 

    golpecitos Pez en su rodilla - Deberías decirle eso, me encantaría verla saltando arriba y abajo tratando de golpearte.

    - Ohh créeme, ella me querrá matar los primeros dos segundos después de conocerme.

    Shay entró por la puerta principal de su departamento, dejó caer su mochila en el suelo cerca de la puerta y se dirigió a la cocina a tomar una cerveza. Sacando una Black and Tan , tomó la  5

    mitad hasta que se dejara caer en una silla de madera en la mesa. Colocando la botella fría 

    sobre su frente, cerró los ojos y gimió por el ligero dolor que causó. Ella se puso rígida en su silla cuando oyó la puerta pasos cercanos y fuertes viniendo hacia la cocina.

    - ¿Shay estás aquí?

    Shay deseaba que ella pudiera tener un par de minutos a solas durante el díapara relajarse antes de tener que enfrentarse a su amante. El sonido del pesado cinturón Sam Browne golpeando la mesa sacudió su cabeza.

    - Te mandé un mensaje al pager, llamé a tu celular antes de dejar la comisaría - un bastón pesado cayó a la mesa junto con una navaja de hoja larga - ¿Por qué no me llamaste?

    - Estaban en mi mochila, no los escuché. Lo siento, ¿era importante?

    Ella la empujó su silla y contra la pared con tanta fuerza que su cabeza rebotó. La amante de Shay puso su gran mano alrededor de su cuello y la empujó contra la pared más fuerte.

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    - ¡No importa si es importante o no, si te llamo contestas! - Ella azotó a Shay contra la pared y luego le dio un puñetazo en el estómago. Cuando Shay cayó al suelo de rodillas, su amante descendió y le dió una patada en las costillas.

    - Por favor, Jenny, detente - Ella se puso en posición fetal y se cubrió la cabeza. Tres patadas 

    acertaron en la parte baja de la espalda y luego fue quitada del suelo por el brazo.

    - ¡Ahora haz algo de comer, y nada de esa mierda que tiras en el microondas! ¡Quiero comida de verdad - Su despedida fue un golpe entre los omóplatos de Shay e hizo que el aire de sus pulmones saliera de golpe. Apoyada en la mesada de la cocina, ella jadeó en busca de aire y contuvo el estómago. El sonido de la ducha le dijo que tenía exactamente diez minutos antes de que Jenny estuviera lista y en la cocina aguardando por su comida. Limpiando su boca, vio sangre en la mano y sabía que el golpe en su estómago había causado la hemorragia.

    Griffin, Roy y Pez se sentaron alrededor de su pequeño departamento a diez kilómetros del hospital en Charlestown, West Virginia. A pesar de que había estado ausente en una misión especial por un año, ella había mantenido su departamento y dispuso que se limpiase una vez por semana. Corriendo por alimentos, se detuvo en Taco Bell y ordenó 30 tacos y guarniciones para la cena. Ahora, con la mesa de café cubierta de envolturas y vasos de Pepsi vacíos, ellas estaban en los muebles, gimiendo, quejándose y sosteniendo sus estómagos adoloridos.

    Griffin dio la vuelta y miró a los ojos azules de su amiga. - Entonces, ¿dónde has estado durante los últimos diez meses?

    - No te puedo decir dónde, pero yo digo que no fue divertido -. Ella sabía que iban a dejar las cosas así como estaban, a menudo necesitaba ir otros lugares y tenía que estar fuera durante tiempos prolongados. Gracias a Besom, ella fue capaz de mantener su posición como jefa de cirugía.

    Roy dio un tirón en su pie, movió las cejas y la lengua a ella. - ¿Buenas mujeres donde quiera que estabas? ¿Reptando a medianoche o algo?

    - ¡Eso desearía! Infierno, la única mujer buena que estaba allí era su servidora - se incorporó y se apoyó en su sofá - Mañana quiero que ustedes mantengan una intensa vigilancia extra en la Dra. Gerard.

    - ¿Pez qué vas a hacer? - Griffin preguntó con los ojos entrecerrados.

    - Voy a husmear un poco en su armario.

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    - ¿Estás loca o qué? - Roy la golpeó con el pie - ¿Qué pasa si entra mientras que estás buscando en su armario? Y de cualquier forma, ¿por qué vas a hacer eso?

    - Para asegurarme que no está bebiendo en el trabajo o tomando drogas.

    - Puedo decirte ahora mismo que no, he estado allí cuando ella ha estado en su casillero y la única cosa en su casillero es la bata, el estetoscopio y el spray nasal.

    - Entonces creo que sólo voy a irritarla como el Infierno y ver qué pasa.

    Era 0430 a la mañana siguiente cuando Shay oyó el golpe de la puerta principal siendo cerrada, ella trató de salir de la cama, pero el dolor en la espalda baja y el estómago sólo le provocó un gemido. Llegando a la orilla de la cama, ella rodó hasta que estuvo de rodillas. Las lágrimas 

    llenaron sus ojos cuando ella trató de tomar una respiración profunda, para complicar aún más sus heridas, un fuerte dolor irradiaba detrás de sus ojos y en los pómulos. Durante el último año, tuvo problemas de sinusitis continuos y necesito continuamente utilizar el spray nasal, porque no podía respirar. Arrastrando los pies por el suelo de rodillas, consiguió llegar al baño y utilizó la mesada del baño para ponerse de pie. Arrojando su ropa, se miró al espejo y vio los moretones oscuros en su cuerpo. Siempre estaban en lugares que no se podían ver; Jenny nunca lastimaba su rostro, cuello o brazos. Ella le había dicho que si alguna vez le contaba a alguien sobre sus golpes, ella nunca viviría para ver el día siguiente. Pensó en huir, pero el hecho de que Jenny era un agente de la policía estatal, no había ningún lugar al que pudiese ir  sin que ella la buscase.

    Había conocido a Jenny una noche en la sala de emergencias cuando ella trajo un conductor  ebrio que había sido herido cuando él golpeó una hilera de buzones. Cuando empezaron a salir, todo estaba bien. Hasta que Jenny fue a vivir con ella seis meses más tarde, que fue justo cuando comenzó a golpearla un par de veces a la semana. Al principio era una bofetada en la cara o un fuerte empujón, a medida que pasaba el tiempo, se volvió más violenta. hay había intentado defenderse innumerables veces y solo le parecía que las palizas empeoraban y se prolongaban por más tiempo. La rabia que sentía por ser tan débil como para no salir de la situación en casa, la descargaba en el trabajo. Todos los días ella deseaba poder volver el tiempo atrás, al momento de su encuentro y cambiar todo. Metiéndose bajo la ducha, permitió que el agua libremente golpeara su espalda y lavase las lágrimas que fluían por sus mejillas.

    Pez estaba vestida con sus peores ropas: rasgados y desgastados Levi’s, botas de combate desatadas, camisa de franela con las mangas cortadas y sus omnipresentes gafas de sol. Los tacones de sus botas golpeaban el suelo de baldosas y atraían la atención hacia ella. El brillo de la cadena en su cadera enviaba destellos a través de las paredes y directo a los ojos de Shay. 

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    Ella miró de reojo y vio una breve visión de los ojos verdes y luego la espalda de Shay como ella entró en una de las salas de triage. Al detenerse en el escritorio de la enfermera, ella abrió un armario alto por encima de la pared al lado de la mesa y sacó su bata de laboratorio y otras cosas que necesitaba para trabajar. Poniendo su placa en el cuello de su bata de laboratorio, llenó sus bolsillos con los dulces que había traído, y luego se dirigió rumbo a la sala de médicos 

    para conseguir su dosis diaria de veneno. Se apartó de la jarra de café cuando oyó la voz de Besom en el pasillo.

    - ¿Por qué yo? ¿Por qué no puedes poner a esa matona con con Griffin o Roy? ¡Mi Dios, ella ni siquiera parece humano y mucho menos una residente! - Shay se paseaba delante del Dr. Besom, mandando fulgores con su vista hacia él cada vez que pasaba.

    - La voy a poner contigo porque es una fábrica de problemas, ella ha sido expulsada de todos 

    los hospitales a los que fue.

    - Así que tengo a la rufián creadora de problemas encima porque de cualquier otra maldita cosa podrida que pasa por aquí con los residentes. Simplemente genial, al igual que se supone que tengo que ser capaz de hacer cualquier cosa con ella.

    El Dr. Besom se encogió de hombros, levantó las manos a los lados y se alejó. Se detuvo y habló por encima del hombro. - Utiliza tu carisma con ella, eso podría ayudar - Él sabía muy bien que ella entendía lo que decía; él sólo esperaba que ella no lanzó su carpeta en su cabeza.

    - Entonces, ¿así que soy una doc que es un dolor en el culo que ha sido echada de otros hospitales? - Pez rió para sí misma y luego abrió la puerta y salió al pasillo para ver Shay en el otro extremo - Un dolor en el culo que tendrá que lidiar con otro, espero que el hospital esté preparado para esto.

    Ella fue informalmente por el pasillo hacia donde Besom tenía a todos los médicos y los residentes reunidos en torno a él. De dos en dos, el pasillo fue quedando limpio hasta que solo estuvieron Pez, Besom y una muy enojada Shay en el pasillo.

    - Dra. Shay Gerard esta es Pez - Besom señaló a Pez y se estremeció ante la visión de ella. No esperaba verla vestida como si acabara de salir de una alcantarilla. - Pez esta es la Dra. Shay Gerard, con las que harás las rondas y a quién asistirás en la sala de emergencias. Diviértete - Él rápidamente se alejó y desapareció por una puerta. Pez observó como los ojos verdes miraban furiosos hacia ella y le enviaban un claro mensaje de “voy a deshacerme de tí”.

    - Sígueme Dra. Pez, tenemos trabajo que hacer.

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     - Es simplemente Pez, sin el título por delante.

    Shay entrecerró los ojos hacia ella y se alejó. - Bien, sígueme Pez.

    Ella se dirigió con sus tacos golpeando duro en cada paso, la rigidez de su cuerpo le recordó a Pez a los soldados alemanes con paso de ganso. Imitó su andar y siguió detrás de ella por el pasillo. Llegó incluso a balancear los brazos hacia delante de ella y haciendo clic en sus talones cuando Shay se detuvo para hablar con otro médico. Shay se giró para mirarla y le lanzó un aspecto de disgusto.

    - ¡Lo que sea que estás haciendo ya basta!

    - ¿Yo? - Pez golpeó su pecho y le dio una mirada inocente - Sólo la estaba siguiendo, como usted dijo que lo hiciera - En el minuto que Shay se giró para hablar con el médico, luchó para 

    no reírse. Pez saludó desde sus espaldas.

    - ¿Qué es lo que tenemos por ahora para emergencias? - Shay preguntó y miró a la carpeta que el otro médico tenía.

    - Tenemos un paciente en el Nº 2 que se queja de estreñimiento, en el Nº 7 una profunda herida en el antebrazo de una hoja de escoplo, en el Nº 9 un niño de cinco años de edad, con un nuevo récord de lanzar vómito como proyectil y el último que tenemos hasta ahora es un hombre sin hogar con un caso de cada parásito que uno se pueda agarrar y algo más.

    Shay miró a la lista; una sonrisa maligna atravesó sus labios y viajó directo hasta sus ojos, asustando al otro médico.

    - Tomaremos al lanzador primero - ella tomó la carpeta de las manos de él y la golpeó contra el pecho de Pez - Espero que no seas miedosa - ella silenciosamente esperaba que la alta matona diese la vuelta y corriera apenas el chico lanzase sus galletitas contra ella.

    Pez miró la cartilla y sonrió. - Okey dokey, suena como jugar a las escondidas.

    - See, lo que sea.

    Shay caminó por el pasillo y se detuvo fuera de la habitación número 9. Ella miró para ver a un niño con el cabello color maíz, ojos azules y un cubo casi tan grande como él a su lado en la camilla. Su madre estaba sentada detrás de él, frotando su espalda y murmurando en su oído. Ella entró en la habitación, se puso de pie a un lado de la camilla y esperó a que Pez se uniera a ellos. Cuando Pez entró, ella entornó los ojos ante la gran bolsa de residuos que cubría la parte superior del pecho de Pez y que colgaba hasta bajo de sus rodillas.

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    - Hey, ¿el pequeño no se siente muy bien hoy, eh? - ella dio un paso hacia el otro lado de la camilla y presionó su gran mano en la frente y luego en las mejillas - Voy a ver los latidos del corazón aquí y algunas otras cosas, pero necesito que me hagas un favor - ella bajó la mirada hacia su rostro pálido y sonrió cuando él asintió con la cabeza.

    - Aferrate a mi amiga - ella hizo una pausa y miró a Shay luego de vuelta al niño que estaba tomando respiraciones profundas - ¡Buen movimiento, doc! - el niño volvió la cabeza, fallando al cubo y cubriendo a Shay con su desayuno. Pez hizo una carcajada cuando una mirada de disgusto apareció en el rostro de Shay. Miró su bata de laboratorio multicolor e hizo una mueca.

    - ¿Fruit loops eh? Mi cereal favorito, es mejor cuando se queda en el estómago - Ella sacó una figura de Batman de su bolsillo, se la entregó a él y luego le limpió la boca con un trapo mojado - Ok, vamos a ver qué puedo hacer por tí aquí - después de examinarlo y ver que regaba a Shay de nuevo con su desayuno, ella escribió un par de cosas y se lo entregó a Shay para que ella lo comprobase.

    - ¿Por qué supositorios y no algo por vía oral? - Shay agitó el papel en la mano.

    - Porque él es un pequeño individuo que está deshidratado, no puede retener nada en el estómago y el medicamento se meterá en su sistema más rápido - ella se volvió hacia su madre angustiada y le dio más instrucciones - No bebidas carbonadas, leche o Gatorade. Tome algunos Pedialite y déselos a temperatura ambiente. Si tiene hambre, que tome pollo diluido o caldo de carne durante los siguientes ocho horas. Voy a decirle a la enfermera que le de su primer supositorio y ella le dará una botella de electrolitos que lo ayudarán con su deshidratación. Ok, pequeño hombrecito, ya te puedes ir, sé bueno con tu madre y no vomites 

    en el coche - Ella le entregó a él un dispenser de Batman, revolvió su pelo y dejó que una empapada Shay la siguiera.

    Pez miró una vez terminado a Shay y apuntó hacia ella. - Tal vez deberías ir a cambiar tu bata, apestas.

    - O tal vez, debería quedarme así para recordarme a mí misma que odio a los niños y te odio a tí - Ella fue pisoteando hacia el final del pasillo.

    - Eso está bien por mí, solo era para hacerte saber que el rojo no es tu color - Ella intensificó los pasos de ganso por detrás de Shay y le dio una sonrisa a Griffin que estaba escondida. Shay se detuvo en el segundo cuarto y dio una palmada con la carpeta empapada en el pecho de Pez.

    El hombre con sobrepeso yacía de costado, gimiendo en posición fetal y sosteniendo su estómago. El sudor de la cara empapaba la almohada pequeña y su bata de hospital Los sonidos que estaba haciendo solo le provocaron un escalofrío a Pez. Ella agarró un par de guantes de goma y sacó una linterna de su bolsillo.

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    - Señor, necesito que gire hacia su espalda para mí - Con dificultad, Pez lo ayudó a darse la vuelta mientras Shay dio un paso atrás y observó divertida. Ella tenía una idea de cuál podía ser  el problema del hombre y se alegró que no tendría que hacer el procedimiento. Vio cómo la alta matona palpaba el bajo vientre del hombre y se encogió cuando él dio un aullido.

    - Señor, ¿cuándo fue la última vez que tuvo un movimiento intestinal?

    - La semana pasada en algún momento, no me acuerdo - Se dio la vuelta a una posición fetal y gimió.

    - ¿Ha tenido problemas antes?

    - Sí, pero yo suelo tomar un poco de Ex-Lax y se va.

    - Usted no pasa de ser un estricto comedor de papas y carne, ¿verdad? - Ella sonrió hacia él 

    cuando vio una pequeña sonrisa vino a su cara sonrojada.

    - Gané un concurso de la semana pasada por comer un filet de dos kilos.

    - Apuesto a que estaba preparado raro ¿no?

    - Sep, cuánto más sangriento mejor.

    - El mío tiene que estar muerto y no mugiendo cuando me lo engullo. Solo quédese ahí y trate de relajarse para mí - Ella sacó una bola de stress de su bolsillo y se la entregó. - Cuando sienta 

    dolor, quiero que la exprima como la mierda - Ella levantó la parte posterior de su vestido, cubierto un dedo con la jalea KY y meneó las cejas oscuras a Shay - Tome una respiración profunda para mí y lo dejela escapar lentamente - Él dejó escapar un grito, apretó la bola de stress y cubrió a Shay y a sí mismo de arena.

    - ¡Maldita sea! - Shay gritó, se limpió la arena de la cara y estornudó - ¡Perra estúpida!

    Pez rió y levantó la vista de lo que estaba haciendo. - ¿Quiere hacer cambio, doc? - Ella levantó la mano y movió los dedos sucios a Shay - ¿Puedo hablar con usted en la sala? - Se quitó el guante y aguardó a Shay en el pasillo.

    - ¿Cuál demonios es tu problema, Pez? - Ella negó con la bata de laboratorio y pataleó para deshacerse de la arena - ¡En el lapso de dos pacientes, me han vomitado y ahora me arrojan un chorro de arena!

    - Hey, cuéntalo como un buen día. No me he enojado contigo, todavía. De todas formas, no puedo ayudar a ese tipo.

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    Los ojos verdes se estrecharon en ella, dio un paso más cerca de Pez y mantuvo el movimiento porque Pez estaba retrocediendo, lejos de ella. - Vamos ahora apestas, párate allí en alguna parte.

    - ¿Demasiado desagradable para tí? - ella empujó Pez contra la pared - Ahora díme, ¿por qué 

    no puedes ayudarlo?

    - Es simple, él tiene tanto la placa acumulada ahí que la única manera que puedo ayudarlo es si meto un taladro eléctrico en su culo. Sentí tres pólipos de tres centímetros dentro de su recto y sé que tiene que tiene que haber más y podría haber una obstrucción en los intestinos.

    - Entonces, ¿qué sugieres hacer al respecto? - o podía esperar a que esta respuesta; nunca nadie lo hizo bien hasta ahora.

    - Laparoscopia, ecografía y una colostomía además de un nuevo plan de dieta. Podría incluso 

    intentar un lavado de colon en seis meses sólo para mantener después de éste.

    - ¿Qué pasa con su problema ahora? ¿Qué vas a hacer por él?

    - Ohh yo podía sentarme allí y hacerle muecas y tal vez hacer que se cague encima, o podría darle un goteo con IV con una inyección de Demerol y pedirle al Gastro Doc que le eche un vistazo.

    Ella le dio un golpecito en el pecho con cada palabra. - ¿Por qué no eliminar la retención menor, darle un laxante y enviarlo a casa?

    - Puedes, si quieres, pero yo no voy a hacer nada con esos pólipos allí - Pez entregó el archivo de nuevo a ella - Si eso es lo que quieres, fírmalo. Yo no lo haré.

    Shay le dio una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza. - Llama al Departamento de Gastro y haz que vengan abajo, ordena el goteo intravenoso y luego Demerol. Estaré en la estación de enfermeras cuando hayas terminado.

    Cuando Shay se acercó a la estación de enfermeras, ni una sola palabra vino de Betty. Ella había aprendido hacía mucho tiempo a no decirle nada a la Dra. Gerard por la mañana. Demonios, ella creía que podía estar a medianoche y la doctora seguiría siendo igual de desagradable.

    - Betty, ¿Tenemos las víctimas realmente repugnantes, chorreantes, con sangre salpicada aquí hoy?

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    Los ojos de Betty se agrandaron cuando Shay le habló, su boca se movió un par de veces antes de contestar. - No, Doc Shay, nada de eso todavía. Lo peor que tenemos es el vagabundo Pete. Viene una vez al mes por un baño y despioje.

    - Maldita sea, ¿dónde están los accidentes automovilísticos desagradables cuando ya quieres 

    uno? - Ella se alejó de la sala de médicos dejando a Betty arrugando la nariz con el hedor  procedente de la pequeña doctora. Tan pronto como ella se fue, Pez se acercó a la mesa.

    - Hey abuelita, ¿vas dame un poco de azúcar?

    - ¿Has vuelto a hacer de mi vida un infierno viviente?

    - Pues no y por lo que usted sabe que soy la metedora de pata más grande del mundo - ella bajó la voz - Estoy haciendo el trabajo encubierto para averiguar quién roba todo los depresores de lengua y pastillas de ginecología.

    Betty entrecerró los ojos hacia ella. - ¿Besom te ha llamado para que mires a Shay, no es así? Trata de mirarla cuando ella se va de aquí, ella se sacude de una manera que no lo creerías.

    Shay había tirado una camisa de aseo limpia sobre su cabeza cuando Pez entró en el vestuario y se dejó caer en el sofá. Haciendo caso omiso a Shay, cerró los ojos y se relajó. El sonido de Shay usando el aerosol nasal la hizo abrir un ojo y echar un vistazo a la pequeña médico masajeando su frente y luego el área debajo de su ojo derecho. - Esa cosa te hace mal, 

    empeora tu sinusitis.

    - Realmente no me importa si es malo para mí - Cerró su casillero, se acercó a la parte trasera del sofá y miró hacia abajo en gafas de sol oscuras. - Saca tu culo perezoso, tenemos trabajo que hacer. Las rondas empiezan en diez minutos y eso significa que puedo llegar a destrozarte.

    - Dame tu mejor tiro, enana - Se levantó en toda su estatura y empequeñeció a Shay.

    - ¿Es eso una amenaza Pez?, porque si lo es que estás amenazando a la persona equivocada. Yo como residentes para el desayuno.

    Una oscura ceja se levantó sobre los marcos de sus gafas de sol y una esquina de su boca se levantó un poco. - No permito que las mujeres me coman antes del mediodía así que vamos y terminemos con esto - Mientras seguía a Shay fuera de la habitación, Roy pasó a su lado y le pasó de una bolsa de colostomía. Pez le dio un meneo de los dedos, se acercó más a Shay y colgó la bolsa en la parte trasera de su cinturón en la bata de laboratorio.

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    Shay estaba tan enfrascada en su stress hogareño que había traído consigo que le tomó un segundo darse cuenta de que Pez le había hecho una indirecta. Se detuvo y se dio la vuelta tan rápido que Pez se estrelló contra ella.

     Agarrando la parte delantera de la bata de laboratorio de Shay, le impidió volver a caer de culo. - 

    Lo siento, tus luces de freno no funcionan - Enderezó bata de laboratorio de Shay e hizo que sus dedos se alejaran cuando se acercaban demasiado a sus pechos.

    - ¿Acabas de coquetear conmigo en la sala? Porque si lo hiciste, no me interesa, ¿entendido?

    - Si yo lo estaba haciendo y lo dejaste pasar, entonces no tienes ni idea de lo que te estás perdiendo.

    - Tienes un poco de ego, pues dile adiós porque te llevaré al Infierno y de vuelta.

    - Personas más malas y mezquinas lo han intentado - Caminó alrededor de Shay y saltó por el pasillo.

    - ¿Por qué de todos los malditos médicos aquí me tuve que quedar con ella? - La siguió y quería darle una patada a la idiota alta saltando. Entraron en la primera sala de pacientes, levantó la ficha desde el extremo de la cama, miró por encima de cualquier cambio antes de entregársela a Pez. - Echa un vistazo y dime si necesita un cambio de tratamiento.

    Pez miró a través de la ficha, a continuación a Shay. Ella negó con la cabeza y señaló hacia el pasillo. Sosteniendo un dedo hacia la adolescente, mientras caminaba por el pasillo tras Shay.

    - ¿Saben sus padres la verdad sobre lo que le sucede? - Señaló que lo que estaba escrito en la hoja superior y luego pasó las páginas a los resultados de laboratorio.

    - No sé, yo no era el médico tratante inicial. Realmente no importa ya que ella tiene dieciocho.

    - ¡Demonios, no importa! - Pez susurró lo suficientemente alto para que solo Shay la escuchara - Si ella lo tiene entonces que alguna vez ha estado con alguien que lo tenía, y así sucesivamente.

    - ¿De verdad crees que ella va a decirnos con quién está? Vamos es una niña, no confía en los adultos como nosotros no confiamos en ellos. Olvídalo Pez, es una causa perdida.

    Pez se movió cerca de Shay y habló en un suave ronroneo que envió escalofríos arriba y abajo de la columna vertebral de Shay. - Si me da la información que necesitamos, comprarás el café. Sino, yo pago el almuerzo. ¿Trato?

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    Shay se quedó allí y estudió los afilados planos de la cara de la mujer alta y le dio un golpecito en el pecho. - Si pierdes, no solo el almuerzo, tendrás que quitarte esos malditos lentes baratos.

    - Trato - Ella tendió la mano a Shay y esperó - Ohh vamos, me lavé las manos ayer y mis dedos sólo han estado en mi nariz y en la de nadie más.

    - Eres realmente un individuo muy enfermo.

    - Gracias - Ella negó con la pequeña mano y saltó un poco cuando ella se sorprendió - Terapia de shock. ¡Maldita sea! ¡Me gusta!

    Ella sonrió y fue a la sala para presionar por información a la adolescente. Al tirar de la silla cerca de la cama, puso un pie en el asiento y se inclinó hacia adelante para que sus brazos descansaran sobre sus rodillas. Dejando caer la cabeza hacia abajo, veía sobre los lentes a la chica. - No se si conoces la gravedad de la infección que tienes, que es del tipo desagradable 

    que continúa reapareciendo y pasándose. Podemos tratarte, pero en el momento en que estés con quién te lo contagió, nos veremos nuevamente.

    - Que importa. El hijo de puta que me lo pasó merece tenerlo de nuevo.

    Pez negó con la cabeza hacia ella. - No es así como funciona, el o la que lo tiene te lo pasó a tí. Te tratamos, vuelves con quién te lo pasó y tú lo tendrás de nuevo. Necesito saber quién es esta persona, para que puedan recibir tratamiento. Detener el círculo por así decirlo, hay otras cosas que pueden aparecer con esta infección y son fatales. Si quedas embarazada, el bebé puede contraer la ETS, ¿te gustaría tener en tu conciencia la vida de un niño inocente? Porque 

    tú no querías delatar a algún idiota que está extendiendo la enfermedad y no le importa un comino. Has venido aquí porque está enferma, mostrando más agallas que la babosa que anda por ahí suelta.

    Shay se puso de pie apoyado en la puerta escuchando Pez, ella no sabía lo que decía, pero la chica parecía aterrorizada y empezó a perder sus agallas.

    - No puedo dar nombres, todo lo que puedo decir y espero que entiendas la indirecta es que me arrestan mucho en ese sitio llamado Spice Garden. Está en la Ruta 340, solía ser un restaurante de carne hace un tiempo atrás.

    - Cuando eres arrestada, ¿ellos olvidan los cargos y te dejan ir?

    - Sí, mi historial está limpio y nadie sabe de esto, excepto ellos y yo.

    - ¿Estamos hablando de cualquiera de los sexos o sólo hombres?

    - El género no cuenta, el dinero sí.

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     - Ok, gracias por lo que has hecho, deberías estar orgullosa - Salió de la habitación y esperó a Shay - Bueno, eso fue fácil, ¿cómo debemos hacer esto? ¿contactamos a control de enfermedades o vamos a hablar con algunos policías?

    Shay sacudió la cabeza, empujó a Pez a una habitación vacía y cerró la puerta.

    - ¡Maldición! ¡Soy buena! He hipnotizado a dos mujeres a la par. ¿Quieres ver mi caduceo?

    - Hipnotizada mi culo. No estoy interesada, así que basta - Ella cruzó la habitación y se pasó los dedos por el pelo, sabía que iba a ser un problema si el control de enfermedades se involucraba, y si ella le contaba a Jenny parecería que la acusaba de ser uno de esos oficiales.

    - Shay, ¿qué quieres hacer? - Pez dio un paso por detrás y le puso una mano en su hombro, ella se sorprendió cuando Shay dio un salto y se apartó de ella - Lo siento, no fue mi intención 

    acercarme sigilosamente hacia tí.

    - Si vamos a DC, entonces la familia se enterará. Tal vez si vamos al restaurante podamos hablar con los oficiales y ver qué sucede alrededor.

    - ¿Qué tal a la hora del almuerzo? ¿Sería un buen momento?

    Shay asintió con la cabeza y suspiró. - Es mejor que nada, si es el turno equivocado, estoy segura de que los chicos van a transmitirlo.

    Después de discutir en el estacionamiento del hospital y con Pez señalando que ella estaría conduciendo mucho más cómoda en el maletero del Eclipse de Shay que en el asiento delantero. Casi terminó cumpliendo su deseo cuando Shay amenazó con llevarla de rodillas si decía una cosa más acerca de las personas pequeñas. Renunciando, Shay aceptó viajar en el Humvee de Pez. El vehículo era más grande que su cuarto de baño y ella se sentía como si estuviera siendo absorbida por el asiento.

    - ¿Es acaso que pasas por encima a los coches con esta cosa?

    - Depende de si se meten en mi camino o no - miró de reojo para ver a Shay aferrándose al asiento como si su vida se fuera en ello - Relájate antes de que rompas algo - ella acarició una mano pequeña y se dio cuenta de que Shay se encogió - ¿Debemos hablar con un oficial de cada fuerza?

    - Eso sería probablemente mejor, todos comen aquí y creo que deberíamos incluir a los empleados también. Un montón de chicos jóvenes trabajan aquí.

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     - Tal vez sería más fácil estar de pie sobre una mesa y dar una clase sobre enfermedades de transmisión sexual o también decirles a los policías suavemente que sus penes se están cayendo.

    Shay resopló y entornó los ojos. - Ohh eso haría realmente que el hospital quede bien.

    Fue más fácil de lo que creyeron, cuando entraron en la playa de estacionamiento, vieron tanto a la policía de Ranson y Charlestown, con los oficiales y sheriff en ellos. Cada una tomó dos coches y hablaron con los oficiales en el interior, se aseguraron de que la forma en que su pequeño discurso fue redactado no fuera acusatorio de ningún modo y que sólo querían pasar la voz. Shay se ofreció a hablar con el director acerca de pasarlo a sus empleados. Él no estaba muy contento con lo que estaba pasando en su estacionamiento, pero debido a que los policías estaban involucrados, decidió olvidarse de ello. Cuando salió de la parte trasera del restaurante, vio a Pez apoyada contra la pared, esperando.

    - Yo no sé tú, pero yo me muero de hambre. ¿Qué tal si almorzamos y después volvemos a trabajar? - Pez esperaba una respuesta y cuando Shay sólo le dio una mirada confusa, ella se encargó - Ok, vamos a comer. Te guste o no.

    Ella la tomó de la mano y la condujo a una mesa en la esquina. Sentada con la espalda contra la pared, vio un aspecto divertido en la cara de Shay. - ¿Problemas?

    - Se podría decir que sí - Ella llegó detrás y tiró de la bolsa de colostomía en el cinturón de la bata de laboratorio. En cuanto a la bolsa después a una cara seria Pez, ella se la arrojó - Tenía 

    que ser tuya, nadie más ha estado cerca de mí, ¡estúpida! - Lanzó una servilleta hacia ella y todo lo que podía para salirse con la suya y se puso furiosa cuando Pez atajó a todos a la vez. - Comportamiento infantiloide en un adulto.

    - Estoy de acuerdo, me detuve lanzando paquetes de azúcar hace un rato - Ella sonrió cuando Shay le gruñó.

    Shay se levantó y apuntó con un corto dedo. - Hazte a un lado porque si respiras cerca de mí , voy a golpearte hasta que te haga papilla - se deslizó en el banco a su lado y levantó un puño en señal de advertencia - No me gusta sentir que tengo la espalda descubierta -. Ella se sentó y luego saltó cuando ella se sentó en algo, alcanzando bajo su cadera, ella tiró de la larga cadena de la billetera de Pez - Eres del tipo que ata la billetera con una cadena y mantienes a los Teletubbies en esclavitud.

    - Nunca se puede confiar carteristas, de esta manera me llevarían con ellos - sacudió la cadena - ¿Y somos un poco paranoicos, no? - ella levantó ambas manos en defensa - Nosotras dos, quiero decir, me gusta ver quién viene hacia mí. Ella tendió una mano a la camarera y tomó el 

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    menú de ella. - ¿Alguna vez comido aquí antes? - Miró a Shay y vio que su menú todavía estaba cerrado. - Ayuda si nos fijamos en el menú, ya sabes.

    - Sólo quiero té helado, yo no tengo hambre.

    Ella comenzó a desgarrar en pedazos su servilleta y poniendo los trozos a un lado. Pez le levantó una ceja y luego ordenó a alimentos suficientes para un pequeño ejército. Se sentaron en un cómodo silencio hasta que la comida y las bebidas fueron entregadas en su mesa. Pez pudo ver la mirada en los ojos de Shay; que le recordaba a un animal hambriento cuyo plato comida estaba fuera de su alcance. Tomando un plato de tiras de pollo búfalo, camarones y papas, ella puso el plato delante de Shay y vio como los ojos verde esmeralda miraron hacia el plato y luego hacia ella.

    - Voy a comprar el almuerzo y me niego a comer sola, come o tendré que sostenerte y dártelo por la fuerza -. Tomó un camarón y empezó a comer mientras miraba a Shay por el rabillo del 

    ojo. Los pequeños dedos jugaban con la comida y finalmente tomaron una fritura francesa y la comió lentamente. Tomando la pequeña mano de Shay en la de ella, le dió un camarón y envolvió sus dedos alrededor de ella y se lo puso en la boca de la mujer. - Come Shay, no va a matarte.

    - Por lo general sólo como cuando llego a casa, no estoy acostumbrada a comer durante el día.

    - Hoy estás conmigo y yo vivo peligrosamente - Pez comió su comida y observó como Shay devoraba todo lo que estaba en su plato. Se preguntó qué pasaba por la mente de la pequeña doctora. En un minuto le estaba lanzando paquetes de azúcar y al siguiente estaba acurrucada 

    en un rincón. Tomando un sorbo de su té helado, casi hizo que escapara por su nariz cuando Shay agarró su muslo en una asimiento como garra. El rostro de la pequeña doctora palideció y se hundió en el banco tanto que podría deslizarse por debajo de la mesa.

    - Shay, ¿qué sucede? ¿estás bien?

    Trató de ver donde sus ojos estaban mirando, pero sólo vio un par de policías estatales y un asistente de Sheriff a unas pocas mesas de distancia. Shay empezó a temblar y a sudar en su frente cuando un policía estatal femenina se acercó a su mesa. Su respiración se aceleró y se movió lejos de Pez como pudo, cayendo al suelo.

    - Me dijiste que no ibas a ningún lado a almorzar, así que ¿qué estás haciendo aquí y no en el hospital? - La policía le preguntó a Shay en un tono condescendiente.

    - ¿Esto? Tuvimos que hablar con unos oficiales por trabajo - ella miró hacia donde se aferraba con tanta fuerza que sus nudillos se tornaron blancos - La Dra. Pez decidió que podríamos almorzar antes de regresar al hospital.

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    Pez vio lo asustada que estaba Shay y decidió intervenir y salvar a la pobre mujer un infarto. Le tendió la mano a la policía y se sorprendió cuando no fue tomada. - Correcto, vinimos a pasar la voz a los oficiales sobre un individuo que opera fuera de la zona de estacionamiento aquí. Ella tiene gonorrea en la boca y la garganta, así que quería asegurarme de que si alguien tenía algún tipo de asociación con ella fuese al hospital y se hiciera un chequeo - Ella vio que había perdido 

    el aliento en la policía cuando ella ni siquiera la miró, pero se mantuvo mirando hacia Shay - De todos modos, creo que debemos volver al trabajo.

    La policía golpeó su bastón sobre la mesa delante de Shay antes de dar vuelta y caminar de regreso a su mesa.

    - ¿Quién demonios es ella y por qué le tienes miedo?

    Shay giró la cabeza y vio su reflejo en las gafas de sol oscuras. - No es de tu incumbencia. Vamos antes de que nos metamos en problemas.

    Parece más como que tú te metas en problemas,  ella dijo a sí misma. Poniendo los billetes sobre la mesa, ella esperó a que Shay se levantara y prácticamente tuvo que correr para ponerse al día con ella. Ella dio un paso hacia el lado del pasajero de su Humvee y casi fue atropellada cuando Shay saltó junto a ella, se arrastró hasta el asiento y se encogió. Ella sólo había encontrado el problema al que la pequeña doctora se enfrentaba y no le gustaba ni un poco. Mirando hacia atrás a los grandes ventanales, que vio a la policía observando con una mirada que podría derretir el acero. Bien por mí, he despedazado idiotas más grandes que tú.  

    En el corto trayecto de vuelta al hospital, ella le preguntó Shay si quería hablar de lo sucedido y 

    se encontró con el silencio.

    Cuando regresaron al hospital, cada uno de ellas fueron por caminos separados para ponerse al día con la documentación de los casos de la mañana. Pez pensó en todo lo que había sucedido en el restaurante y llegó a una conclusión. La Dra. Gerard estaba involucrada de alguna manera con la policía estatal, fue hacia la segunda mejor opción para una base de datos: Roy y Griffin. Ella las encontró durmiendo en una sala de guardia y no podía dejar pasar la oportunidad de aterrorizarlas. Tirando de un martillo de reflejos de su bolsillo, alzó la mano, golpeó la campana de incendio con la manija y gritó fuego. Sus amigas cayeron de las camas al piso arrastrándose en busca de sus zapatos y se detuvieron cuando la vieron de pie junto a la puerta sonriendo.

    - ¡Tarada! Juro que jamás aprenderemos - Griffin se quejó y se dejó caer en el catre.

    - Un día el maldito lugar se prenderá fuego y terminaremos como bichos crujientes, ¡y va a ser  tu culpa, Pez! - Roy lanzó su zapato hacia ella y suspiró cuando lo empujó en el aire.

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     - ¿Conocen alguna de la policía del Estado, el tipo femenino de uno setenta, grandota y que parece el Infierno en persona?

    Griffin miró desde detrás de donde tenía el brazo sobre sus ojos. - ¿Cabello marrón, ceño 

    permanente en su cara fea?

    - Es ella, ¿quién es para Shay?

    - Creo que su nombre es Jennifer Osborne, ella solía andar por aquí todo el tiempo. ¿Por qué?

    Pez le dijo a sus amigas sobre lo que pasó durante el almuerzo y cómo Shay llegó a estar tan quieta en el viaje de vuelta. - Estaba lista para golpear a la perra por solo mirar a Shay. Quiero decir, mierda, estábamos almorzando no cogiendo sobre la mesa - se pasó una mano por la cara y la arrojó en el aire.

    Griffin se sentó y envolvió su brazo alrededor de Roy, esta fue la primera vez que había visto Pez actuar así por alguien. - Suenas un poco protectora, Pez.

    - ¿No lo harías también si vieras alguna enorme imbécil asustando a alguien con la mitad de su tamaño? Y la cosa maldita bastón, golpeando sobre la mesa como si fuera a usarlo - Sabía que iba a tener que mantener un ojo por si la policía ingresaba en el hospital. Ellos no necesitaban su llegada ahí, asustando a Shay cuando tantas vidas dependían de ella.

    Shay rompió todas las leyes de tránsito para llegar a casa con tiempo suficiente para preparar la cena antes de que Jenny llegase. Ella sabía al segundo que golpeó el bastón sobre la mesa en el Spice Garden que tendría que pagarlo. Nunca pensó que Jenny estaría en el restaurante, si lo hubiera hecho, habría dejado a Pez ir sola. Ahora era demasiado tarde para preocuparse por  ello, el daño ya estaba hecho. Lanzando la carne en el asador, comenzó con el agua de las papas y colocó el plato con brócoli fresco en éste en el microondas. Después de poner la mesa, sacó una cerveza y la puso al lado derecho del plato y se aseguró de que los utensilios estaban en consonancia perfecta el uno con el otro. Al sonido del portazo, saltó e hizo todo lo posible para parecer muy ocupado y esperar a que Jenny fuese directo a ducharse. Su suerte no la acompañó, sintió que venía hacia la cocina antes de que pudiera verla. Ella apretó su cuerpo al sonido sibilante y cayó al suelo cuando un fuerte dolor irradió a través de sus costillas. Con falta de aire, envolvió su brazo alrededor de éstas y gritó cuando el bastón se estrelló contra sus nudillos.

    - ¡Te dije que si alguna vez me engañabas la pagarías! - Ella gritó y empujó su bastón hacia el cuerpo derrumbado de Shay. - ¡Nunca hablarás con esa medico de nuevo! ¡Si te veo cerca de ella le disparo! - Agarró Shay por el brazo y se lo retorció detrás de la espalda hasta que oyó un 

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    chasquido fuerte acompañado de un grito de dolor. Entonces la levantó del suelo y la golpeó contra la cocina con fuerza suficiente para derribar el agua hirviendo. El brazo de Shay golpeó la olla, golpeando su frente y arrojándola al suelo. Ella dejó escapar un grito y se encontró tirada en el suelo con Jenny gruñendole.

    - ¡Limpia tu puto lío y haz que mi cena esté lista! - Ella pisoteó fuera de la cocina y se fue dejando a una Shay sollozando en el centro del piso.

    Pez yacía en su cama mirando hacia el techo, estaba tratando de reconstruir todo sobre lo que decían sobre Shay desde Besom a sus amigas. La única persona que no había hablado con era Betty. Ella se acercó a la mesita de noche y tomó el teléfono, después de tres rings, oyó a Betty en el otro extremo.

    - Betty, soy Pez. Necesito un favor.

    - Ohh dioses, cuando necesitas un favor se limita a bordear la cadena perpetua.

    - No esta vez, sólo un poco de información sobre la Dra. Gerard. ¿Sabes si ella sale con alguien o vive con alguien?

    - Sería más fácil saber dónde está el cuerpo de Hoffa que descubrir cosas personales sobre Shay. Ella es un libro cerrado, no habla con nadie aquí y seguro como el infierno no habla de su vida hogareña. Nadie siquiera sabe dónde vive, de hecho.

    - ¿Qué hay de personal? Deben tener algún tipo de información.

    - No sólo un apartado de correos en la ciudad, que es donde envié su tarjeta de cumpleaños.

    - ¿Por qué no se la diste en el trabajo?

    - Ella estuvo fuera durante seis semanas con una fractura de tobillo, se cayó bajando las escaleras de la puerta principal - Betty hizo una pausa por un minuto, sin saber si lo que diría significaba algo o no - Pez, fue realmente mala suerte. Nunca he visto el tobillo de alguien siendo aplastado cayendo a unos pocos pasos.

    - ¿Aplastado como tornillos y varas trituradas?

    - Lo tienes nena, ella tenía un pie como Freddie Kruegar. Como varas en las puntas de los dedos de los pies y en los lados de su tobillo. Sus rayos X se encuentran archivados si quieres verlas.

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    - Gracias Betty te debo una - Colgó el teléfono y se puso un par de Levi’s y una remera. Ella quería mirar las radiografías de Shay sin que ella lo sepa y ahora era el momento perfecto.

    Shay yacía en el sofá con tanto dolor que apenas podía respirar, sus costillas estaban fracturadas sino rotas, su hombro derecho estaba dislocado y su corazón palpitando, además su mano estaba tan hinchada que no podía mover los dedos. Trató de levantarse cuando Jenny entró en la habitación, pero no se molestó cuando vio que pasó directamente frente a ella sin una mirada o una palabra y salió por la puerta. Las lágrimas corrían por su rostro y se impregnaban en el almohadón donde su cabeza descansaba. No podía ir al hospital y ser  chequeada, porque no había ninguna excusa en el mundo para explicar todas sus heridas. Jenny la había golpeado más cuando regresó a la cocina después de la ducha y encontró que la mesa aún continuaba sin la comida. Así que ahora por encima de todo, su rodilla izquierda estaba hinchada a dos veces su tamaño y podía sentir el músculo anudado en el muslo, desde 

    donde parte del bastón del Jenny lo había atrapado. Rodando en el piso, ella gritó de dolor. Tenía que colocar su hombro nuevamente y sólo había un modo de hacerlo. Caminando de rodillas, se detuvo en la pared, respiró hondo y empujó su hombro contra ella. Un ruido repugnante llegó como anuncio conjuntamente con el golpe cuando ella cayó inconsciente al suelo.

    Pez deslizó radiografías de Shay en en la caja y miró a todos los pasadores, tornillos y varillas que los mantenían juntos. Tomando uno antes de la cirugía reconstructiva, vio cómo tarsal casi se había partido en dos, los metatarsianos triturados y cuatro falanges retorcidas hacia los 

    lados. - Se cayó por las escaleras, mi culo, es más como que algo muy pesado cayó sobre ti - Sacó las radiografías, apagó la luz y se fue a la oficina de Besom. Dejaría las radiografías de Shay a él junto con una nota. Ella llegaría al fondo de esto aún si le costara la vida.

    Después de poner la carpeta bajo la puerta de Besom, bajó la escalera a la sala de registros para buscar más información sobre Shay y mientras tanto, vería si también había un archivo sobre Osborne.

    Jenny nunca regresó esa noche, Shay se despertó por la madrugada en el suelo y con un dolor  extremo. Cada vez que se movía, parecía que su cuerpo estaba siendo despedazado. Cuando ella se levantó sobre sus pies, fue al baño y se bebió cuatro Percodans con agua. Ella apoyó la cabeza en la fría pileta y esperó a que las pastillas hicieran efecto. Sabía por la penumbra de la habitación que tenía dos horas antes de tener que estar en el hospital. Sabiendo que iba a estar  más segura en el trabajo que si Jenny llegaba a casa, ella salió del baño, tomó las llaves del coche y se fué. Ella iría al cuarto de guardias hasta que su cambio se inicie y lidiaría con todo después.

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    Pez había pasado casi toda la noche buscando en el departamento de registros y no estaba contenta con lo que encontró. A pesar de que eran cosas de menor importancia, nadie era tan 

    torpe que necesitara puntos de sutura en sus piernas y brazos. Shay había estado en el hospital por suturas más veces de lo normal. Cada vez que tenía una llamada a emergencias, iría a que un médico la mirase, lo que ella no sabía era que mantenían un archivo sobre ésto. Mirando el reloj de la pared, ella vio que tenía algo de tiempo antes de que comenzara turno. Bacon, huevo y galletas de queso continuaban llamándola junto con croquetas de papa. Cómo guardó los archivos en un escritorio cuchitril, salió de la sala de archivos y se dirigió a la puerta de incendios hacia el estacionamiento.

    Ella acababa de salir de la puerta cuando vio a Shay a caminar hacia la sala de emergencias. Corrió alrededor de la esquina del edificio y la interceptó.

    - Voy por el desayuno, ¿quieres venir o te traigo algo?

    Los cansados ojos verdes hicieron contacto con las gafas de sol, ella parpadeó un par de veces confundida. - Pez está oscuro afuera y tienes los lentes de sol, ¿por qué?

    - Va a estar claro en un momento, así que estoy preparada - Ella le sonrió - Te voy a llevar el desayuno, espérame en el comedor y si ves a Betty y a mis Amazonas diles que fui por comida.

    - ¿Pez? Yo no quiero.

    - Voy a traerte el desayuno no discutas - Ella puso suavemente una mano sobre el hombro de Shay antes de salir corriendo a su Humvee. Fueron observados desde la parte de atrás del aparcamiento por un par de ojos enojados, éstos vieron como Pez tocó a Shay y luego corrió hacia el Humvee.

    - ¡No mientras te vigile! - una voz gruñó en los oscuros confines del coche.

    Pez se detuvo en el estacionamiento de McDonalds y pidió las órdenes, odiaba el autoservicio porque siempre confundían su pedido y nunca le daban nada de azúcar para su café. 

     Acarreando cinco bolsas con ella, abrió el lado del pasajero, puso las bolsas en el suelo y estaba cerrando la puerta cuando un coche pasó a toda velocidad junto a su lado disparando. Ella cayó al suelo y sintió ardor en la parte superior del brazo y la caja torácica. Se metió debajo de su Humvee, se puso en en el lado del conductor y esperó. Ni una sola persona salió a ver de dónde provenía el ruido, disgustada, condujo de regreso al hospital.

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    Tomando las bolsas, Pez se dirigió a la puerta principal y se encontró con Griffin y Roy como estaban abriendo la puerta. Con una mirada de sus amigas, ella sabía que estaba en problemas.

    - ¿Qué mierda Pez? - Roy tomó las bolsas de las manos, se las entregó a Griffin y arrastró Pez 

    través de las puertas y la tiró al suelo en una camilla.

    - Vamos Roy, son solo heridas frescas, ponme algunas curitas y estaré como nueva.

    Roy tiró de la manga y miró la herida desagradable a través de su área de tríceps y luego vio la herida a través de su caja torácica. - ¡Por el amor de Dios!, Pez. Solo tú podrías ser tiroteada en Mickey D's. ¿Qué hiciste? ¿Robarles?

    - Creo que me robé el sitio de estacionamiento favorito de alguien, fueron hacia mí y me dispararon.

    - Sólo tú Pez, ahora no te muevas o te golpeo.

    Griffin puso las bolsas de comida a los pies de la camilla y ayudó a Roy a empujar a su amiga gritando por el pasillo.

    - ¡Vamos chicas, dejenme bajar esta cosa! - ella trató de saltar y consiguió un golpe en la cabeza - ¡Hey eso es abuso del paciente, Roy!

    - Dijiste que no había forma de que pudiera golpearte.

    Shay escuchó la conmoción que provenía del pasillo, ella levantó la vista del escritorio de la enfermera y vió a Griffin y Roy luchando con Pez. Pensando que jugaban, regresó a su papeleo.

    - Sólo dame algunos curitas o cinta adhesiva - ella señaló a sus costillas - Mira, no está sangrando mucho.

     Ante la mención de la sangre, Shay se puso de pie y miró como Pez luchando intentó bajarse de la camilla. La vista de sangre manchando la remera blanca la sacó de detrás del mostrador.

    - ¿Qué le pasó? ¿Robó el juguete de un nene de la Cajita Feliz? - Rápidamente se calló cuando vio toda la sangre corriendo por el brazo y las costillas Pez.

    Roy señaló a Pez y le dio una bofetada en la parte superior de su cabeza. - Doc Shay dice que dejes de saltar para que podamos llevarte al cuarto de suturas.

    - ¡Eso es! ¡Robé el juguete de un niño! ¡Se los dije chicas, son unas pequeñas enanas! - Su voz comenzaba a ser insultante y por una extraña razón, pensaba que todo era divertido. Shay 

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    señaló hacia una habitación vacía y tomó una sábana blanca de la mesa. Si lograba pasar por la mesa de examen, ella entonces pasaría a correr la mesa de comida de la camilla. Antes de que cualquiera de los dos pudiese hacer nada, Pez estaba fuera de la camilla y empujando hacia la puerta.

    - ¡HEY, VUELVE AQUI! - gritó Griffin y corrió tras ella - ¡Voy a matarla! - Pez estaba de pie en la parte superior de la camilla mientras rodaba por el pasillo, gritando a todo el mundo que despejara el camino para la Reina y sus bufones.

    Roy y Shay estaban en la puerta viendo a Griffin tirando de la camilla de nuevo hacia la habitación con Pez fingiendo que ella estaba surfeando.

    - ¿Qué sucede con ella? - Shay preguntó ante un resoplido de Roy.

    - Ohh, ella es hipoglucémica. Deberías ver lo que sucede cuando no come y pierde sangre. En 

    una palabra, camisa de fuerza.

    Cuando la camilla estaba cerca de la sala, Pez miró hacia el conducto de aire acondicionado y pasó un dedo sucio hacia abajo. - ¡Mira toda esta mugre! Realmente deberían usar productos de limpieza - Ella saltó, besó a Roy y cayó de la camilla - Hey, amiiiiiiga, ¿dónde está mi caramelo? Necesito al Pájaro Loco - Shay le dio Roy una mirada extraña.

    - ¿Pájaro Loco? ¿De qué está hablando?

    Roy y Griffin comenzaron a buscar los bolsillos de caramelos Pez y la encontraron dispenser. 

    Griffin lo levantó y se lo mostró a Shay. - El Pájaro Loco - . Sacó dos de los dulces y los dejó caer en la boca de Pez - Ahora, ¿podemos conseguir que la arregles así podemos ir a trabajar?

    Shay entornó los ojos, ahora tenía sentido, los dispensadores de caramelos que llevaba en los bolsillos para los niños y su apodo . Sin pensarlo, ella extendió la mano con el brazo derecho y  6

    trató de tirar de Pez a una posición sentada. Ella dejó escapar un fuerte grito, cayó al lado de la camilla y luego al suelo. El sonido de su cabeza golpeando las baldosas hizo un ruido repugnante, Pez salió de la camilla hacia el piso. Tomando a Shay entre sus brazos, ella le acarició la cabeza en su regazo.

    - Chicas, esto no es bueno - La sangre fluía de la nariz de Shay, Pez intentó secarla con la bata de laboratorio de Shay pero rápidamente estuvo empapada.

    - ¡Ooohh mierda! - Roy entró corriendo en una sala de trauma y salió con una compresa fría y esponjas quirúrgicas, se las entregó a Pez y fue otra vez a su izquierda.

    - Grif, ayúdame a ponerla en la habitación de allí.

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     - Una vez que ella esté asentada, te suturaré. ¿Me oíste, Pez?

    - Como sea, primero ocúpense de Shay - ella la tomó en brazos y la llevó, mientras Griffin ponía las esponjas y compresas frías en el lugar. Roy volvió corriendo a la habitación con Betty detrás, 

    trayendo con ellas la máquina de Rayos X portátil y un carrito de triaje. Betty preparó la radiografía mientras Roy colocó un collar cervical alrededor del cuello de Shay.

    - Ok, vamos fuera mientras la abuelita bombardea su cabeza y pecho. ¡Tú, alta y estúpida! ¡Vas a suturarte ahora mismo! - Roy la arrastró fuera de la habitación y del lado de Shay - Griffy cose su boca cerrada mientras estés con ella - Roy esperó junto a la puerta hasta que terminó Betty y luego entró a examinar a Shay.

    - Voy a llevar las radiografías abajo y traerlas de vuelta cuando estén listas - Betty tomó las placas y se fue de la habitación. Otras enfermeras vinieron por las dos habitaciones y se les 

    pidió que trajeran otros suministros y mantengan un mano a mano mientras los pacientes llegaban. Griffin tenía parte del camino hecho con la herida en el lado Pez cuando oyeron a Roy maldiciendo hasta por los codos.

    - ¡Maldita sea, Pez! - Griffin tuvo que correr para mantenerse al día con Pez; todavía tenía el cromato en la mano junto con la aguja de sutura - ¡Te debo puñalada en el culo por esto! - Se dio por vencida y dejó que la aguja cuelgue desde el cromato. - ¡Idiota obstinada! - Se quedó inmóvil en la puerta cuando vio los moretones feos que cubrían el cuerpo de Shay. - ¡Hijo de puta!

    Pez cortó el resto de la ropa de Shay, más del cuerpo de la pequeña doctora fue revelado y más molesta se ponía. - Grif, envuelve mi brazo, así no goteo sangre sobre ella -. Con una mano, mientras que Griffin envolvió la otra, ella y Roy examinaron a Shay. Betty entró corriendo en la habitación, tiró las radiografías en la pizarra y silbó.

    - Ustedes mejor echar un vistazo a estos, voy a llamar a un cirujano y un anestesiólogo.

    - Espera abuelita - Roy le tendió la mano y miró de cerca las radiografías - Nosotros conseguimos una habitación y nos encargamos por nuestra cuenta, consíguenos el tomógrafo - Pasó el dedo a través de la radiografía del cráneo de Shay y miró a Griffin y a Pez - ¿Qué piensan chicas? ¿tenemos un tumor en la parte superior del seno maxilar o la parte inferior del seno esfenoidal?

    Pez miró más de cerca los rayos X y negó con la cabeza - Es difícil decir con esto, podría estar  detrás y empuja contra los senos o hasta en el cornete medio. Vamos a esperar hasta que veamos un análisis, mientras tanto la estabilizamos y preparamos. Ahora tenemos que arreglar  su costillas para que pueda respirar.

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    Veinte minutos más tarde, con las costillas unidas, la rodilla y los dedos ferulizados, Shay llegó y luchó para sentarse. Griffin y Roy estaban vendando heridas las heridas de Pez y vieron su movimiento por el rabillo de sus ojos. - No te atrevas a moverte, Shay.

    - ¿Por qué estoy desnuda y en esta mesa?

    - Oh, te subimos porque eres el dolor de culo del mes. Pez te dará una copia cuando las imágenes estén listas - Roy se quitó los guantes, los tiró lejos y sacó otros nuevos antes de que ella comprobar a Shay. - ¿Te acuerdas de algo?

    - Solo que Pez entró y actuaba como idiota. Ohhh, dioses. Ustedes lo vieron - Ella subió la sábana que la cubría y cerró los ojos. Las lágrimas fluían de sus ojos cerrados y corrían por sus mejillas. No había nada más que ocultar lo que había estado sucediendo con ella hasta ahora.

    - ¿No lo declaraste, no es así? - Ella abrió los ojos y todo el aliento abandonó sus pulmones, los 

    ojos azules más increíbles que jamás había visto estaban mirándola. Las pupilas oscuras como pinchazos de alfiler en la masa de hielo azul rodeada de negras pestañas oscuras.

    - No, no lo hiciste. Pero no es lo importante en estos momentos. Cuando tu cabeza golpeó el suelo tenías sangre en la nariz, la cantidad de sangre suficiente como para hacer que nos preocupasemos. Y golpeaste tu cabeza con tanta fuerza en el suelo que te hicimos una placa de rayos X. ¿Utilizas el spray nasal a causa de dolor en los senos y la congestión?

    - Todo comienza de esa manera y luego me da un dolor de cabeza con migraña detrás de mis ojos. ¿Por qué?

    - Tienes una masa en el área del seno maxilar, pedimos una tomografía computarizada para comprobar más a fondo - Ella respiró hondo y cerró los ojos por un segundo antes de reabrirlos - Necesitamos que firmes unos papeles.

    - ¿Para que me operen? ¿Están las tres dementes? ¡No voy bajo el bisturí de nadie! - Ella trató de incorporarse y Pez colocó las manos en sus hombros desnudos. El calor que sentía de sus grandes manos la calmó.

    - Shay eres una doctora, si se tratara de un paciente con lo mismo ¿qué le dirías? - Ella cerró los ojos y lágrimas silenciosas fluía por sus mejillas, Pez las limpió con un dedo y le acarició la mejilla. - ¿Shay?

    - Está bien, pero no dejes que esa carnicera me toque - Ella trató de levantar su brazo derecho y gimió - Ese medico de oido, nariz y garganta no conoce un culo sobre agujeros en el suelo.

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    Betty envió a sus mejores enfermeras para asistir a los tres médicos, ella había llamado a Besom y le comentó lo que estaba sucediendo, así él llamaba a otros médicos para cubrir la sala de emergencias en caso de que algo pasara. Él no estaba contento de que sus mejores cuatro médicos de urgencias estaban todos en la misma sala de cirugía, pero sabían que no había forma de detenerlo.

    Hizo su camino a la sala de operaciones, ataviada y caminó adentro para observar. Vio a Roy sentada a la cabeza de Shay viendo los monitores, Pez se estaba preparando para la cirugía oral y Griffin preparaba su rodilla para la reinserción del ligamento cruzado anterior y el ligamento colateral medial. Por lo que podía ver, Shay parecía que había sido atropellada por un coche. No estaba de acuerdo con ellos en realizar dos operaciones al mismo tiempo, pero la cirugía de la rodilla habría terminado rápidamente y no insistieron en el cuerpo. Lo que le preocupaba era que Pez estaría pasando por el paladar de Shay para extraer el crecimiento de su cavidad sinusal. Vio cómo las tres médicos trabajaron juntas y quedó sorprendida de cómo cada una se comunicaba con la otra, sin una sola palabra. Incluso las enfermeras parecían 

    anticipar lo que necesitaban, ya fuera Pez o Giffin. Cuando no estaba mirando los monitores, Roy ayudaba a sus dos amigas utilizando ambas manos para repartir instrumentos especializados. Era como ver una pelea de equipo. Con la última sutura colocada en la rodilla de Shay, Griffin dejó que la enfermera la estabilizara, mientras se movía para ayudar a Pez con la eliminación definitiva de la masa de la cavidad sinusal. La colocó en un recipiente y se lo entregó a una enfermera para llevarlo al laboratorio para una biopsia.

    - Ok chicas, estoy lista para cerrar aquí.

    - ¿Qué crees que lo causó? - Roy le preguntó cuando ella estaba ajustando el goteo 

    intravenoso.

    - Por lo que vi allí, ella hizo que le extrajeran sus muelas de juicio, pero no todas las raíces fueron retiradas de la mandíbula superior. Las raíces habían crecido en el seno maxilar  provocando un absceso que eventualmente formó el crecimiento tumoroso. Estaba presionando los filamentos del nervio olfatorio que pasa a través del hueso etmoides - Griffin puso una mano sobre su hombro y le dio un suave apretón.

    - No más dolores de cabeza para ella, no es de extrañar que fuera una perra a veces.

    - Señoras, buen trabajo el que hicieron, se los devolveré por haberlas llamado sobre la hora - Besom se acercó a ellas y sacudió la totalidad de sus manos - ¿Y por qué se ve tan mal Shay? - Miró entre las tres, cruzó los brazos y esperó.

    Pez terminó con las pequeñas suturas en el paladar de Shay y lo miró a los ojos. - ¿De verdad quieres saber?

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    - Sí, y sabes que esta es la primera vez que te he visto sin los lentes, ahora sé por qué los usas. ¿Son esos lentes de contacto?

    - Nope, ojos de vidrio, muy buenos para una persona ciega ¿eh? - ella limpió todo el equipo quirúrgico alrededor de Shay y señaló el pasillo - Vamos a hablar por ahí para que limpien a 

    Shay y la coloquen en una habitación.

    - Hey Pez, nosotras vamos a llevarla a la habitación, tú habla con el jefe - Griffin y Roy sacaron la camilla y la empujaron hacia el ascensor.

    Observó hasta que se fueron y luego señaló a la sala de espera en el pasillo. - Vamos Besom, realmente necesito sentarme - Se quitó la bata, el gorro, la máscara y la camisa quirúrgica. Los arrojó en un cesto en el pasillo y se dejó caer en la silla más cercana con un gemido de huesos cansados.

    - ¿Qué te pasó? - él señaló las vendas en su cuerpo.

    - Hice enojar a alguien en McDonald’s, y disparó hacia mí y mi probre Humvee, algo bueno es que está blindado o estaría muy enojada.

    - ¿Lo reportaste a la policía?

    - Nop, no creo que sirva de nada - ella lo miró directamente a los ojos - Tengo una fuerte sospecha de que quien me disparó es el mismo que hizo mierda a Shay.

    - ¿Estás diciendo que un policía le pegó? Será mejor que te asegures de ello antes de decir una sola palabra.

    - Lo haré si Shay me habla sobre eso. En cuanto a quién me disparó, era un coche oscuro y eso es todo lo que vi desde donde estaba tirada en el suelo - ella se inclinó hacia delante en la silla y se pasó las manos por el pelo largo - Tuvimos un caso de ayer, una joven de 18 años de edad con gonorrea en la boca y la garganta. Nos enteramos de que ella ha estado dando mamadas a los policías en el Spice Garden. Así que fuimos allí para informar a la policía y mientras estábamos comiendo el almuerzo un policía estatal femenina vino a nuestra mesa y asustó como la mierda a Shay.

    - Esto tiene que ser informado de Pez, no podemos tener policías dando vueltas, disparando a la gente o golpeandolos. Yo lo reportaré ya que soy el superior de Shay, de este modo, si hay algo que pueda suceder me sucederá a mí - se levantó de su silla y bajó la mirada hacia ella - Cuida de Shay y yo me encargo del resto.

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    Pez llamó a Betty y se informó sobre dónde habían puesto a Shay, antes de ir a su habitación a ver cómo estaba, ella regresó a la sala de emergencias. Lo que escuchó proveniente del escritorio de admisiones la envió corriendo.

    - ¡Dime dónde está la Dra. Gerard o despedazo este lugar hasta que la encuentre! - La policía 

    Osborne estaba inclinada sobre la mesa tratando de conseguir agarrar a la enfermera de admisión, desde el rabillo del ojo, Pez vio a dos médicos enojados que llegaban a la mesa y se abrían paso entre Osborne y el escritorio.

    La cara de Griffin era de un rojo fuerte, la vena de la sien palpitaba con los latidos de su corazón. - ¡Deberás salir de aquí, la Dra. Gerard no quiere verte! ¡No nos obligues a echarte por  la fuerza!

    - ¿De verdad crees que me puedes sacar de aquí? ¡Soy un agente del Estado, puedo ir a donde quiera que yo quiera! ¡Así que fuera de mi maldito camino! - Ella sacó su porra y le dio un golpe 

    a Griffin, lo que no esperaba era que Roy tomara el bastón, se lo quitara de las manos y se lo arrojase a Pez.

    Roy se acercó hasta ella y se metió en su espacio personal. - ¡Fuera antes de que te saque! - La mirada que apareció en el rostro de Osborne decía que Roy podía con ella, pero no se dió por aludida. Un gancho con la derecha golpeó a Roy en la mandíbula, ella sacudió un poco la cabeza, escupió sangre y sonrió. - Shay golpea más fuerte que tú y eso fue un gran error  porque ahora estoy presentando cargos por brutalidad policial y asalto. ¿Quieres probar otra vez, así que puedo tirar más cargos sobre tí?

    Osborne se giró sobre sus talones y pisoteó fuera de emergencias, en cuanto ella salió por la puerta, Roy volvió a caer en los brazos de su amante. - Maldita sea, eso duele. Creo que me aflojó un par de dientes.

    Pez se acercó a ellas y chequeó la mandíbula de Roy, un moretón se estaba comenzando a formar por el golpe.

    - Saca una foto de esto y haz la mayor cantidad de declaración testimonial posible y firmada como puedas - se volvió para marcharse y se acordó de algo - Roy, ¿las tomaste?

    - Imágenes de la princesa, seep, todo está hecho y en un archivo en tu armario.

    Pez no tenía un armario; ella miró a sus amigas sonrientes. - Le pedí ayuda a la abuelita y ella puso un pequeño armario en el cuchitril. Pensé que nadie más sería capaz de llegar hasta allí.

    - Gracias Roy, ahora ve a arreglarte. Voy a chequear a Shay y asegurarme que su nombre no está en ningún sitio del sistema, solo en caso de que la perra agarre a alguien de otro turno.

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    Pez se sentó en una silla junto a la cama de Shay, en su regazo tenía una pila de informes y pruebas que necesitaban su firma. Se había apoderado de las rondas de Shay y tenía sus informes, así, éstos podrían esperar hasta después de que ella hiciera las rondas nocturnas. 

    Renunciando a leer el archivo que tenía en su mano, dejó caer los archivos en el suelo, se estiró y se levantó de la silla para comprobar cómo estaba Shay. Chequeando la rodilla primero, vio que Griffin sólo había hecho la incisión necesaria para reparar el daño a los ligamentos ACL y MCL. Se alegró de que ella había sido herida, porque de otra forma tal vez no hubieran sabido las graves lesiones que tenía Shay. Su rodilla le habría la nota, tarde o temprano, y con el tiempo, habría sido más difícil de arreglar. Comprobó las correas de la pierna ortopédica para asegurarse de que no estaban demasiado apretadas y luego chequeó las ataduras en sus costillas. Por el músculo que Shay tenía tenía a través de su caja torácica, la mayor parte del trauma se localizaba en esa área. Ella tenía dos fisuras en la parte derecha y otra en la izquierda. Pero nada que no se curara con el tiempo y con descanso, eran los moretones de la 

    espalda baja los que tenían preocupada a Pez. Pasaban por sus riñones y hacían un recorrido hasta el coxis. Sacó la bolsa del catéter y comprobó la sangre, al no verla, hizo una nota en la ficha para que comprobasen los fluidos y notificarán inmediatamente cualquier cambio o si se encontraba sangre.

    Había terminado con su examen cuando un suave golpe vino de la puerta, dejó la carpeta, ella la abrió para ver un ayudante del sheriff con el pelo oscuro con gris salpicando las sienes y bigote, sus ojos azules eran oscuros y mostraban una amabilidad que no era esperada.

    - ¿Eres Pez? El Dr. Besom dijo que podría encontrarte aquí.

    - Esa soy yo ¿qué puedo hacer por ti?

    - Soy el Adjunto Michaels. Vine a tomar su declaración sobre lo sucedido en el McDonald’s esta mañana y para ver si la Dra. Gerard ya se encuentra despierta.

    - Pensé que Besom te lo habría dicho - ella se estaba enojado. No confiaba en ningún policía.

    - Señora yo sé lo que estás pensando, no se preocupe. Verá que solo soy un oficial auxiliar pero puedo tomar declaraciones, dar citaciones y el resto de trabajo a pie que necesita hacerse. No estoy con el muro azul de silencio porque no creen que yo sea un policía de verdad - él se encogió de hombros - La protección de compañeros oficiales es un bien y está bien, pero es un error cuando un policía está cometiendo un delito.

    Pez se relajó y se dejó caer en una silla. - Está bien, te diré lo que pasó desde el principio, pero quizá desees hablar con la Dra. Roy Carpenter. El policía Osborne vino y tuvo un altercado con ella en la sala de emergencias hoy.

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