Date post: | 02-Jan-2015 |
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LAS CLAVES DE LA
COMUNICACIÓN
LAS CLAVES DE LA
COMUNICACIÓN
Esteban Pérez López
Grupo Espirita de la Palma
Dice el refranero castellano que:
“No hay palabra mal dicha, sino mal interpretada”.
Pero el Conocimiento Espiritual nos dice:
“Que la responsabilidad de todo lo que nos ocurre, es
nuestra”.
Para entenderse con los demás, primero hay que
entenderse con uno mismo
Somos primordialmente seres “sociales”, en el
sentido de que pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas.
Por consiguiente, es importante aprender a
entenderse con los otros y a funcionar adecuadamente
en situaciones sociales.
La Comunicación es una actividad importante y
necesaria para los seres humanos. Es la forma en que hacemos ver a los
demás nuestros deseos y estado de ánimo, así como la forma de expresar las consecuencias que las
acciones del entorno tienen en nosotros
La comunicación es el acto por el cual un
individuo establece con otro un contacto que le permite transmitir una
información. En la comunicación
intervienen diversos elementos que pueden facilitar o dificultar el
proceso.
• Emisor: La persona (o personas) que emite un mensaje.• Receptor: La persona (o personas) que recibe el mensaje.• Mensaje: Contenido de la información que se envía.• Canal: Medio por el que se envía el mensaje.• Código: Signos y reglas empleadas para enviar el mensaje.• Contexto: Situación en la que se produce la comunicación.
La comunicación eficaz entre dos personas se
produce cuando el receptor interpreta el mensaje en el sentido
que pretende el emisor
TIPOS DE COMUNICACIÓN
TIPOS DE COMUNICACIÓN
Comunicación verbal
Palabras (lo que decimos)
Tono de nuestra voz
Comunicación no verbal
Contacto visual Gestos faciales (expresión de la cara) Movimientos de brazos y manos Postura y distancia corporal
El último trabajo realizado por un grupo de psicólogos, con una muestra de población de 10.000 habitantes, demuestra que al menos el 75% de las horas que estamos despiertos las dedicamos a la comunicación.
Pero minutos después de una charla el oyente medio recuerda menos del 25% de lo oído.
Lo cierto es que hablamos como cotorras, pero nos entendemos con dificultad, aunque oímos
mucho escuchamos poco y mal.
No saber transmitir y no saber escuchar esa es la madre de todos
os conflictos.
Tenemos un error de base: entendemos la palabra como un sinónimo de comunicación y la comunicación tiene mucho más
valor que el hecho de intercambiar palabras con las personas.
Para que se de una buena comunicación
hacen falta varios elementos
fundamentales:
Tiempo
Calma interior – Escucha Atenta
Conectar con los sentimientos propios y los del otro
Actitud generosa – Aceptar sin juzgar
El silencio- Acompañar
Entendiendo que hay tres tipos diferentes de comunicación:
Visual
Auditiva
Cinestésica
Sin olvidar la importancia de nuestros gestos, no en vano todos los estudios realizados al
respecto están de acuerdo que en cualquier modo de comunicación,
el 55% es lenguaje gestual, el 7% es
lenguaje oral y el 55% restante es la forma y el
tono en como lo decimos.
LA TEORIA DE LOS
“CINCO FAROS”
LA TEORIA DE LOS
“CINCO FAROS”
Los faros son, posiblemente, los
comunicadores más eficaces y seductores que
existen.
Dicha teoría se basa en la observación de la peculiar
forma que tienen de comunicar estos
instrumentos y como aplicarla en nuestra
comunicación con los demás.
La teoría se plantea un objetivo claro, mejorar nuestra
comunicación, para hacerla mas memorable y que llegue
al interior con quien nos vamos a comunicar.
Las tres primeras claves hacen referencia a la construcción y planificación del mensaje que
queremos dar. Y las dos ultimas tratan sobre el acto de
comunicar en si mismo es decir sobre su escenificación.
En numerosas ocasiones, cuando hablamos con los
demás los empujamos hacia lo que queremos decirles, en vez
de dejar que ellos vengan hacia lo que queremos
transmitirles.
Incluso los acorralamos con nuestros argumentos e
intentamos convencerlos desesperadamente, pero la
mayoría de las veces, a pesar de nuestros esfuerzos no
logramos, hacernos entender.
Primera Clave
Un único mensaje
Toda comunicación sea de la naturaleza que sea, tiene que
apoyarse en una gran idea, una única y gran idea que
tiene que recorrerla como una columna vertebral de un
extremo a otro.
Todos los argumentos tienen que girar a su alrededor,
mantener su esencia y los que escuchan deben poder captarla, apreciarla y
llevársela a casa, a sus vidas, como un único y gran regalo.
Solo así podremos brillar como brillan los faros en la
oscuridad de la noche.
Nos comunicamos para transmitir una idea, y
nosotros debemos ser los primeros en tenerlo claro.
Antes de hablar, tenemos que pensar que es
exactamente lo que queremos decir.
Tenemos que poder escribirlo en una sola frase, si no somos capaces de hacer este ejercicio de concreción o no tenemos nada que decir, o lo que tenemos que decir es demasiado complejo.
Cuando queremos decir demasiadas cosas corremos el riesgo de que ninguna llegue con claridad.
Se diluye el mensaje y las ideas acaban compitiendo unas con otras.
Esto no significa que nos limitemos a exponer una sola idea, significa que el
resto de explicaciones tiene que estar al
servicio de la idea única, es decir, cualquier
argumentación, ejemplo o detalle tiene que girar
en torno a la idea principal, que debe ser la
que queremos que las personas finalmente
recuerden.
Tener una única idea en mente, tenerla clara y concentrarse en
ella es la única garantía de poder llegar a las personas.
Pero no es suficiente con tener una única idea debe ser además
valiosa, Grande y Original.
Una Nueve idea o una Nueva Visión de una idea ya conocida,
porque las personas que nos escuchan nos dedican un tiempo
precioso y a cambio deben de llevarse algo que les merezca la pena, que reciban nuestra idea como un maravilloso regalo que
puedan disfrutar.
Segunda Clave
Contarlo de forma Memorable
Nuestro mensaje compite con infinidad de otros
mensajes que nos llegan a diario. Para que recuerden nuestro mensaje tenemos que hacerlo especialmente
interesante.
Eso lo podemos conseguir a través de historias.
Las historias se personalizan, toman
multitud de significados y multiplican el potencial de
impacto de un mensaje y en consecuencia las
posibilidades que se recuerde.
Cuando tengas tu idea – única y grande- encuentra una historia interesante de
hacerla llegar a las personas, utilizando tu
creatividad.
Los faros iluminan con una luz peculiar que
sobre sale de las demás.
Nosotros podemos hacer sobresalir nuestra idea a través de una historia, metáfora, anécdota o
cualquier otra construcción retórica,
que la haga inolvidable.
Tercera Clave
Un Lenguaje que Conecte
El lenguaje que escojamos para comunicarnos dependerá
de aquellos a quienes va dirigido el mensaje, no de
nosotros.
Tener o crear un lenguaje propio es un error que nos
aleja de quienes nos escuchan.
Escoger el lenguaje según nuestros interlocutores ya de
por si significa algo: “Que hemos pensado en ellos”
El lenguaje no solo se refiere al vocabulario, se refiere
también a los ejemplos, las situaciones y la construcción de frases, el ritmo, el tono, la
duración en definitiva al conjunto de nuestra
exposición..
Nosotros podremos establecer una buena conexión con las
personas si, en lugar de utilizar nuestro lenguaje, nos
adaptamos en cada caso a quien nos escucha.
Los faros se entienden a la perfección con los navegantes porque
comparten un lenguaje.
Cuarta Clave
Tener en cuenta que el mensaje que captan
las personas es el que vale
Lo primero que tenemos que pensar es que las
personas nunca entienden exactamente
lo que queremos decirles.
Por lo tanto lo que cuenta es lo que ellos
entienden.
Entre lo que queremos decir y lo que realmente decimos (que es lo que captan las personas)
están nuestros sentimientos
Podemos tener una determinada intención al comunicarnos, pero si no
somos conscientes de nuestros sentimientos, puede darse el caso de que estemos dando un
mensaje completamente diferente del que
queremos dar.
Por eso debemos estar en todo momento en contacto con nuestros sentimientos,
si los ignoramos, no sabemos lo que estamos
comunicando.
Las personas lo captaran por el tono de nuestra voz, ellos pueden oírlo, nosotros
no.
Tenemos que mirar a los ojos con quienes
hablamos, sentir sus reacciones y ser capaces
de cambiar la comunicación en todo momento dependiendo de las reacciones que
percibamos.
Igual que no importa la forma en que la luz sale del faro sino como la recibe el navegante.
nosotros tenemos que estar pendientes de lo que reciben las personas con las que nos
comunicamos, independientemente de lo que
creamos que les estamos diciendo.
Quinta Clave
Invitar en vez de Convencer
Cuando intentamos convencer, no convencemos.
Solo si nosotros estamos convencidos de lo que
decimos y somos capaces de transmitirlo, tenemos la oportunidad
de ser convincentes.
Convencer a los demás no puede ser nuestro objetivo.
Nuestro objetivo es mostrarnos convencidos, contagiar entusiasmo y
hacer que las personas se acerquen (solo si quieren) en vez de arrástralas hacia nosotros como hacemos a
menudo.
Tenemos que comunicarnos con respeto mutuo, de tu a tu, ofreciendo siempre la libertad de compartir o no
lo que estamos comunicando.
Tenemos que respetar a las personas con las que nos
comunicamos, evitar monólogos y dejar espacio
a sus opiniones.
Así como los faros invitan a acercarse sin
ningún tipo de coacción, así nosotros tenemos
que invitar a compartir nuestro mensaje sin
arrastrar ni empujar a nadie
A modo de reflexión decir: “A veces buscando la claridad olvidamos la armonía en las relaciones. Con frecuencia
somos demasiado impulsivos al hablar o damos demasiada
información superflua que disipa la idea principal, que
queremos transmitir.
Debemos preparar la comunicación. Eso implica
reflexionar sobre el objetivo de la misma, ajustar el
mensaje a la persona y el contexto y saber que vamos a
decir y como vamos a hacerlo”.
La verdadera comunicación solo se da
cuando se produce desde el entendimiento y el respeto, escuchando a
los demás con el corazón, el cuerpo y la
mente.
Olvidamos las cosas que solo entendemos, pero siempre recordaremos
las cosas que además de comprender, sentimos.
Que la comunicación nos ayude a crecer
como seres humanos y que
cuando comuniquemos, sea
para amar