Date post: | 14-Apr-2016 |
Category: |
Documents |
Upload: | ache-viajes-cuba |
View: | 42 times |
Download: | 6 times |
EL CUERPO HUMANO SEGÚN LOS YORÙBÁS
Es muy importante para todos los que practiquen esta bella y ancestral
religión, conocer el cuerpo humano.
El fundamento principal de cualquier sistema metafísico es el “YO” interno.
Para el desarrollo evolutivo de cada individuo, es necesario captar este
orden interno, para luego vivir de acuerdo con sus principios inherentes. Es
entonces cuando debemos conocer la anatomía del cuerpo humano según
los Yorùbás.
Todo el conjunto Anatómico espiritual del hombre es llamado "Tìkara-Eni".
"TÌKARA-ENI" es la palabra Yorùbá para YO / MI.
TÌKARA es una combinación de TI, que significa "DE".
IKA, que significa "ENVOLVER / MUNDO".
ARA, que significa "CUERPO FÍSICO".
ENI, que significa "QUIEN" en Yorùbá.
Entonces, el concepto de TÌKARA-ENI se refiere a todos los elementos que
componen la persona en su totalidad, como “Quien Envuelve el Cuerpo”.
El cuerpo es considerado la casa de la inteligencia y las emociones.
Nosotros enseñamos que ambas, mente y emoción, deben estar alineados
para que la vida prospere. Una vez que este alineamiento ocurre, se tiene
acceso al poder espiritual llamado Ashé. Cuando se tiene acceso al Ashé,
podemos usarlo entonces en el contexto ritual para lograr la alineación con
los Òrìsà. En términos simples, vivir en alineamiento con los Òrìsà significa
vivir la vida en armonía con las Leyes de la Naturaleza que sostienen la
Evolución.
Para comprender plenamente la dinámica de la transformación espiritual se
requiere una explicación de los elementos que integran el TÌKARA-ENI.
ARA
Es el cuerpo físico y todos los órganos internos. Formar este cuerpo físico
es obra de las Fuerzas Espirituales (Òrìsás) conocidas como OBÀTÁLÁ (Rey
del Paño Blanco, el que representa el poder de la luz de transformarse en
materia), AJÀLÁ-MÒPÍN (El poder de la luz para crearnos, el que moldea
cada cabeza mientras se está formando en el útero) y OGÚN (Espíritu del
Hierro, el que moldear el cuerpo físico, particularmente los miembros).
ÈGBÈ
Palabra que es frecuentemente traducida como "Corazón”. El órgano físico
que bombea sangre a través del cuerpo es llamado "Okàn”. Dentro del
Okàn existe un centro que regula el flujo de las emociones, el cual es
llamado también como "…Gbè".
ASHÉ
Principio dinámico que lleva a la Creación a Ser. Es el principio dinámico
que lleva la creación y que está compuesto de energías tanto positivas
como negativas y es atraído a cada lugar por el Odù que controla una parte
específica del cuerpo de cada persona y representa una forma originaria de
energía con sus propias características únicas.
El Ashé entra al cuerpo a través de la cabeza, boca, garganta, hombros,
manos, pecho, los costados de las costillas, los genitales, la parte inferior
de los muslos y los pies.
Ejemplo:
CABEZA Obàrà Méjì
BOCA Otúrá Méjì
GARGANTA Iká Méjì
HOMBRO DERECHO Irètè Méjì
HOMBRO IZQUIERDO Otúrá Méjì
PECHO Odí Méjì
CAJA TORÁCICA DERECHA Iwòrí Méjì
CAJA TORÁCICA IZQUIERDA Oyèkú Méjì
ESTÓMAGO Ogbè Mèjí
MANO DERECHA Osé Méjì
MANO IZQUIERDA Ogúndá Mèjì
GENITALES (MASCULINOS) Ogúndá Méjì
GENITALES (FEMENINOS) Osà Méjì
MUSLO DERECHO Irosùn Méjì
MUSLO IZQUIERDO Owórín Méjì
PIE DERECHO Osà Méjì
PIE IZQUIERDO Ogúndá Méjì
ORÍ
Significa "Cabeza” y está compuesto del prefijo “O”, que es el pronombre
personal "ÉL" o "ELLA", y el sufijo “RÍ”, que significa "PERCIBIR". Sería
más preciso entender la palabra Orí como significando “La Sede de la
Percepción o Sede de la Conciencia”. Es el altar sagrado personal que aloja
la comunicación con las Fuerzas Espirituales que existen en el mundo. Para
que esto ocurra debe existir una conexión a través de tres centros de Ashé
ubicados en la cabeza. Estos centros se llaman Iwájù-Orí, Àtàrí e Ipákó.
IWÁJÙ-ORÍ: La fuente de poder espiritual ubicado en la frente,
también se le puede conocer como “El Tercer Ojo”.
ÀTÀRÍ: La fuente del poder espiritual en la coronilla de la cabeza. Es
en este punto que el individuo conecta su espíritu interior con la
dimensión trascendental, ese decir, ir más allá de los límites.
IPÁKÒ: La fuente de poder espiritual en la base del cráneo. Lugar en
donde las Fuerzas Individuales de la Naturaleza (Òrìsà) se unen con
la conciencia individual.
El IWÁJÙ-ORÍ permite la visión mística, y el IPÁKÒ permite la posesión. En
el momento en que un iniciado en los Òrìsà es poseído por un Òrìsà
específico, el Ashé de ese Òrìsà entra al ORÍ del médium a través del
IPÁKÒ.
ORÍ-INÙ
Es lo que podríamos llamar nuestro subconsciente. Si el ORÍ es la sede de
la conciencia, entonces el ORÍ-INÙ es como un misterio dentro de un
misterio. Es lo que nos deja saber quiénes somos y cuál es nuestro destino.
Este se compone de Àpárí-Inú y Orí Àpeere.
ÀPÁRÍ-INÙ: Es la Fuente de la Consciencia: “Apá” significa MARCA /
SEÑAL, “Orí” significa CONCIENCIA, y la palabra “Inù” significa
INTERIOR. Es decir…."SEÑAL DEL SER INTERIOR", el núcleo de la
conciencia de cada persona.
ORÍ ÀPEERE: Son los patrones de la conciencia. Todos los patrones
de energía que se le llaman Odù. Cuando cada individuo elige un
destino, está en realidad eligiendo un patrón específico de energía, o
Fuerza Espiritual para guiar su conciencia a través de una
reencarnación en particular.
Quien más actúa sobre nuestro “YO” en la religión Yorùbá
ÌPÍN NKAN TÀBÍ TI ENÍKAN: El concepto de destino dividido en tres
componentes conocidos como Àkúnlèyàn, Àkúnlegbá y Àyànmó.
ÀKÚNLÈYAN: El concepto de opción.
ÀKÚNLÈGBÁ: El concepto de libre albedrío.
ÀYÀNMÓ: El concepto de predeterminación.
A-PÉ-RÉ: El concepto de perfección.
ÀTÚNWÁ: El concepto del renacimiento del carácter.
QUE SE NECESITAMOS SABER PARA TOCAR LAS PARTES DEL
CUERPO HUMANO DENTRO DE LA RELIGIÓN YÒRÙBÁ
(REGLA OSHA – IFÁ)
La persona necesita, de vez en cuando o todos los días, ofrecer a las
divinidades Obí Omí Tútù (Coco y Agua Fresca) para proporcionar el
cuidado de su cuerpo con todas las exigencias que a continuación veremos.
Para ello se toca con cuatro pedazos de coco todas las partes señaladas del
cuerpo, deseando buenas cosas para cada una de ellas y, finalmente,
ofrecemos algunas secciones a la divinidad seleccionada.
Si la caída del fruto es favorable, ofrecemos una parte a Èşù, comeremos
parte de él y continuamos con nuestros propósitos.
También con los ofrecimientos de un sacrificio (ebó), al final de las
invocaciones, se deben tocar estas partes del cuerpo.
TOCAR LA FRENTE Kan jérí a bé bọrú
Toco para dar
testimonio a quien
ruego y ofrece un
sacrificio.
TOCAR EL OCCIPUCIO Èşù ní pàra aaré yún
(Echu ni kuarareño)
Èşù logra al momento
la fatiga cortar.
TOCAR LA GARGANTA A là kó bó tutó Lo que se lame, no se
libera y se vomita.
TOCAR EL BRAZO
DERECHO Ki yè lapá otún
Que esté sano el brazo
derecho.
TOCAR EL BRAZO
IZQUIERDO Ki yé lapá òsì
Que esté sano el brazo
izquierdo.
TOCAR EL VIENTRE Ki ta aboyún
(keta aboñu)
Que sea posible que se
cultive un embarazo
(sólo para mujeres).
TOCAR LA RODILLA
DERECHA Ki nkàn burúkú
Que no haya una cosa
mala.
TOCAR LA RODILLA
IZQUIERDA Ki nkàn burúkú lóde
Que no haya una cosa
mala afuera (no salir
con el pie izquierdo).
TOCAR EL PIE
DERECHO Ki elésè ntẹlè
Que este pie logre
caminar.
TOCAR EL PIE
IZQUIERDO
Ki elésè ntẹlè kó má
fà esè tè
Que este pie logre
caminar, no sea remiso
el pie al pisar.
TOCAR LA MANO
DERECHA Y LA
IZQUIERDA JUNTAS
Ki owó òtún,
owó òsi,
Aríkú bàbáwà
Que la mano derecha y
la mano izquierda,
verán la muerte de
nuestro padre.
DATOS INTERESANTES
La rodilla es la que manipula y conduce el pie que está a su lado.
En el dedo gordo del pie izquierdo vive “Ìpònrí” (quien le
comunica a Orí las orientaciones del destino) y representa la
residencia de nuestros antepasados femeninos.
Por el pie izquierdo recibimos todas las variaciones y corrientes
espirituales del entorno, tanto las buenas como las malas.
El dedo gordo del pie izquierdo se utiliza para sacrificios a la
cabeza y para mantener contacto con el Òrìsà tutelar, pisando una
sección de coco, con ese dedo, durante el rito del Itá y para
sacrificar al espíritu de nuestra madre, si estuviera muerta.
También se asegura que por Ìpònrí penetra la muerte. De ahí que
sea preciso evitar colocar primero, nuestro pie izquierdo en la
calle puesto que, corremos el riesgo de recibir las malas
influencias de afuera a través de Ìpònrí.
Uno de los cuidados que se tenían en la antigüedad era colocar
una cadena en ese pie que sirviera como barrera de todas las
malas espiritualidades. Por el contrario, por el pie derecho,
residencia de nuestros antepasados masculinos, salen al entorno
circundante todos nuestros pensamientos y deseos.
Si salimos con el pie derecho conjuntamente con una buena
proyección de nuestras ideas, de seguro que la contienda de
afuera resultaría ser bastante exitosa.
Qué significa Ìpònrí?
ÌPÒNRÍ: El poder superior.
El Ìpònrí se asocia con el concepto del Yo Superior. Es una referencia a lo
que Ifá describe como el doble perfecto de cada alma tal como existe en
Òrun, o la dimensión invisible.
Este es un concepto esotérico que sugiere que todas las formas de
conciencia evolucionan a partir de una Fuente Originaria que existe en
pureza sin diluir. En Ifá el propósito de todo crecimiento espiritual es mover
el orí de la conciencia humana viva hacia una alineación perfecta con la
conciencia eterna trascendente de la cual evoluciona toda la vida.
La función de la mayoría de las formas de trance usadas en Ifá es elevar la
conciencia individual más allá del Yo de la experiencia humana, hacia ese
Yo que genera todos los ciclos de reencarnación. Este es un concepto difícil
de expresar en términos objetivos, pero es un concepto que crece en
claridad a medida que un individuo desarrolla la capacidad de funcionar
como médium para los Òrìsà.
Cuando un iniciado comienza a captar completamente el significado del
Ìpònrí, agrega una dimensión a la creencia Ifá de que cuando la vida de
otra persona mejora, la vida de todos mejora. El fundamento metafísico
para esta creencia es que Ìpònrí está enraizado a los Odù, y los Odù están
enraizados a la Fuente de la Creación, lo que hace a todas las cosas una
extensión del Uno.
Resumiendo este tema tan importante, podemos decir que para nosotros
los practicantes de esta religión Yorùbá, vemos el mundo como un sistema
equilibrado que funciona con su propio sistema de guía interno, que
mantiene la armonía y el crecimiento. Es tarea de cada individuo captar
este orden interno, para luego vivir de acuerdo con sus principios
congénitos. Hereditarios e inseparables.
Ashé