Hasta aquí La crítica de la novelamexicana contemporánea fluye sin mayores reparos. se siente equilibrada en'el criterio de selección: permite contrastes. Sin embargo. Aurora M. Ocampo deja en su antología un hueco doble :faltan los críticos de edad intermedia.pues brinca de los respetables nombresy carreras de los citados. a los jóvenescríticos educados dentro de la " nuevasensibilidad": a Emmanuel Carballo y aCarlosMonsiváis Ocampo los cita en labibliografía con 20 y 6 ensayos respectivamente. y. pese a esta recomendacióntan tumultuosa. no recoge ninguno deellos. Esto sorprende.pues el criterio deselección parece tan amplio que llega aincluir tonterías como los de los argentinos Catellanos y Cresta. También faltan los apuntes. análisis o estudios delos años de 1950. pues esta década nosólo es Carlos Fuentes - Rulfo es frontera- . como parece desligarse del conjunto de los artículos.
Pero estas ausencias las suplen losdiscípulos:' Paloma Villegas y AdolfoCastañón por parte de uno. y José deJesús Sampedro por parte del otro. La"nueva sensibilidad" de Villegas y Castañón difiere enormemente de los otroscríticos de la antología debido a los rasgos que los distinguen: rompen con lasolemnidad y no temen desacralizar nilos valoresde la tradición ni sus propiosvalorescontemporáneos: emplean unaprosa ágil y epigramática que no aspiraa la frase célebre. aunque sí a la ironíacontundente: juguetean y hacen guiños.distraen y pegan fuerte en los flancos débiles: no temen la polémica ;creen en la cultura como algo vital ymovedizo. sin dogmas ni cotos. y no enalgo que se escribe con mayúscula;gustan del desacatode las normas aunque a veces se quedan en brabuconadas; intentan análisise interpretacionesde conjunto aunque terminan con unaacumulación de fichas que no se integran como una expresión compacta;aspiran a visiones amplias e inteligentes. pero a veces padecen indigestión.Sampedro no en'gancha en esta "nuevasensibilidad" y sequeda en un punto híbrido: grita y acata: lucha contra dogmas y lo vence la "ideología": intentaser abarcador y se atora en baches quese agigantan: desea ir contra la corriente de los grupos-de-poder literario ytermina elogiando a los talleres del INBA; combate el acartonamiento acadé-
mico de la crítica a través del ejercicioperiodístico. y escribe como si hicieraun informe para funcionario público:aspira a que la corr iente de la cultu rasea libre. pero no rechazaría un puestodirectivo.
En el conjunto. la anto logía de Aurora M. Ocampo es un valioso mues trarioque perm ite todo t ipo de contrastes. deestudios. La bibliografía adjunta es elsegundo paso para cont inuar.
Víctor DíazArciniega
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DE SLETRA
EL SEXO DELA ESCRITURA
Los más acuciosos ya se habrán dadocuenta de que no soy mujer.
Acaso mi mejor credencial sea la deser un modesto residente de la ciudad.algunos dirían el pueblo. de Ithaca.Creo. por cierto. que hay cierta just iciapoética en el hecho de que se celebreesta asamblea sobre nuevas aproximaciones a mujeres poetas del mundo hispánico en una ciudad llamada lthaca. yprecisamente en el college que lleva sunombre. Si recordamos. es justamenteuna Ithaca la que le sirvede escenan abuena parte de La Odisea. uno de losprimeros poemas de la cultura occidental. Ithaca representa. en el mundo imaginario de Occidente. el origen. el puntode partida y de llegada de Ulises. comotambién el sitio donde aguarda Penélope. su fiel esposa. durante más de diezaños. protegiendo su hogar y convencida del retorno del marido ausente. Esen el segundo canto de La Odisea. cuyosignificativo título es "La asamblea enlthaca". donde se nos narran los traba-
El título de este trabajo, texto de una intervenciónen el simposio " Nuevas aproximaciones a poetasmujeres hispánicas" , celebrado en abril de 1980en Ithaca College. Ithaca, New York. me fue sugerido por una pregunta de Jul ieta Campos lef ."¿Tiene sexo la escritura?" Vuelta , 21 . agosto1978). Ignoro si la he contestado,
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Manuel Puig
do. claro está. a los presupuestos teór icos que sustentan una asamblea comola nuestra . Mis comentarios son muybreves. pero en general se explicancomo una glosa a la alegoría que acabode resum ir.
Todo discurso acerca de una literatura escr ita por mujeres. implica. hoy porhoy. un acto polít ico. Escribimos sobrela escritora. le dedicamos simpos ios yantologías. porque tradicionalmentenuestras instit uciones - ya sea la historia. la economía. o la propia universidad- le han vedado acceso a la circulción del conocimiento. Dedicar le tiempo y atenc ión crít ica a la escritora. denunciar su injusto olvido y reconocersus valores es la tarea de una críticaque se sabe subversiva en relación auna cultura masculina (por no decir machista) cuyos resortes no han dejado deser repres ivos. Nos importa conoce r laobra de Sor Juana. de Gabriela Mistral.de Delmira Agust ini o de Rosario Castellanos. no para erigirles monumentoso crearles mitologías . sino como unacontraofensiva mental -un arma decombate para el futuro .
En el caso de la escritora del mundo
~SEÑAS
hispánico la urgencia política queacompaña al discurso crítico se acentúa aún más. Dentro de la marginalidadde la cultura y literatura hispánicas. lamarginalidad de su literatura femen inasignifica una doble represión : así comoel Occidente colonizador margina alTercer Mundo. el proverbial machismohispánico censura la literatura escritapor sus mujeres . De ahí que el acto polí tico del crít ico se vuelva doblementedescolonizante -no sólo liberación deprejuicios sexuales. sino también demutilantes dependencias culturales. Ybaste que la recuperación crítica seaplique a la poesía escrita por mujerespara que esa censura se vuelva no yadoble sino triple : nada bueno se puedeesperar de una mujer hispánica quepara colmo sea también poeta .
Esta " hipótesis represiva". llamémosla así.2 que como hemos visto semagnifica en el caso de la literatura hispánica. permea nuestras actitudes críticas con tal intensidad que con frecuencia la asumimos y aplicamos irreflexiva-
. mente. Y de manera tal que su aplicación las más de las veces termina subvirtiendo el propio acto político que la
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origina. cuando no distorsionando deltodo el radical cuestiona miento queplantea toda literatura escrita por mujeres. Porque aplicada específicamente ala lectura de textos literarios y. sobretodo. a la lectura de poemas. la hipótesis represiva descansa sobre un modelode lectura que invariablemente resulta .en menor .o mayor medida . "biográfico". Por lectura "biográfica" .no quierodecir el tipo de descodificación a partirde los datos que poseemos sobre lavida del autor empírico. Me refiero másbien a la proyección dramática de unavoz lírica cuyo sexo se cree identificado.o al menos sugerido. en el texto. Reducida a su síntesis. al menos en su aplicación crítica. la hipótesis represiva sehace posible cuando postulamos. explícita o implícitamente. la plena presencia en el poema de un sujeto que aparece identificado sexualmente y cuya escritura encarna la intención conscientede esa identidad sexual. El texto llamado "femenino". en este tipo de interpretación. aparece entonces cerno un documento lírico. replegado sobre sí mismo. que surge a partir de una supuestacontinuidad. lisa e ininterrumpida. entrerealidad y experiencia. concepto y expresión. sexo y escritura .
Pero la continuidad tiene un bache .Por un lado. es evidente que la proyec ción de la existencia de una Autora (loque equivale a un centro emitidor designos plenos de sentido y presencia)satisface el modelo biográfico de la hipótesis represiva. Por otro lado. sin embargo. al postularse una Autora se impone a la vez una serie de límites epistemológicos que frustra cualqu ier otralectura que plantee la diferencia sexualcomo tal. Por diferencia sexual quierodecir la posibilidad de que el texto nopermita decidir cuál es el sexo de su hablante y. de ahí. cuál sea el sentido de laescritura. Lejos'de configurar una política de liberación. como proponen muchas feministas. la hipótesis represivaesconde. al menos en cuanto se aplicaa fenómenos lingüísticos. una estrategia de poder que reprime ella misma elescándalo de la diferencia -aquelloque es impensable porque cae entre losdos sexos. lo que cae más allá del signoy de la representación. la posibilidad deque la escritura no tenga sexo. o. quizá.de que tenga más de uno. Travistiendoun poco la conocida frase de Borges: sediría que el culto femenista a la hipóte-
Notas
lthaca, New York
Enrico Mario Santí
CASI AL MARGEN
ñado de jóvenes mexicanos. Antes deque algunos textos sean integrados enun libro . ya sea por pertenecer a un género de raro cultivo. por la lent itud delproceso edi torial. o bien por la exigencia de term inar obras para cubrir cierta cantidad mínima de hojas. o seaya que algunos textos . por su extensión.no son publ icados en periódicos y revistas. los editores de esta colección- presentada hace unas semanas en laLibrería Universitaria- se propusieronla tarea de " hurgar en los escritorios delos autores para mostrar a unos pocosamigos el estado que guardan algunasobras" . Obras en proceso. es decir . nodefinit ivam ente term inadas. que pueden servir para una última lectura crít ica. estático (SIC) " antes de entrar alconjun to e t tico llamado libro" .
La p gin dot dí . Que toma su nombre d un v r o de OctOVIO Paz. empezó o publ ic rs n Julio de 1982 . Losautore cuy obras han aparecido enla colección son ollJunos de nueva aparici6n en I campe do I 1tueraturn - Palomo UI ci . Dante Medrnu. Juan AI céntar . Arm ndo R. Bnseño. Ats ukoTon b - y otro Y conocido - Raymundo Romo . Enrique Fierro. MarcoAntonio Cam po .Gcnz álc Rojos.
Lo ditor IErn to Trejo. HéctorPoroo Y Joim V I lQUOl) pusieron éntasis n la rrnport ncrn de reedita r piezas ignorados por los I ctores act ualespor er de difícil acceso. Porte de eseprovecto es lo presencio de José JuanTablado se seleccionó una crónica apameros veint e números de La página. DeTablada se seleccinó una crónica aparecida hace más de cuarenta años enuna revista y que. como otros textos delpoeta. t iene diversos niveles de importancia - en este caso. quizás el más notable sea el que allí se encuentra unpoema no pub licado en el grueso tomode sus Poesías Completas. De AlfonsoReyes. a pesar de los 2 1 tomos de susObras. La página presentó una de lasburlas literarias que escribió en Madridjunto con Enr ique Diez Canedo. y quedon Alfonso sólo había recogido en laedición de su Archivo. limi tada a cincuenta ejemp lares. Trejo. Perea y Velázquez también anunciaron los planespara 1983. los autores que incluirán yla presentación de dibujos y fotografías-no como ilustraciones de textos. sinocomo piezas independientes- asícomo traducciones.
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1. Jonathan Culler. en un reciente libro . propo nun "corte" en tres "momentos" de la cr lnca femenista. Un primer momento en que " el con cepto dlectora nos lleva a afirma r una continu idad enula exper ienc ia femenina de estructuras social s Vfamiliares y la experiencia de la tector» en si misma". Un segundo momento . en que " hay un 110 'mado a la experiencia de la lectore (que escap rEolos límites del/ectorl. y de ahí. el desarrollo de unaserie de perspect ivas que le permitieran a la mujerleer como lectora. es decir no como IBctO'''. Porúltimo. habría un tercer momento que. " en vez docuestionar la asociación del lector y la razón. nosllevaría a invest igar la manera en que nuestraconcepción de la razón es cómpl ice de los intereses del lector". Ver On Deconstruction I ltha ca.New York : Cornell University Press. 1982l. pp.46 . 58 . Creo que mi meditación se podr ía situaren este terc er " momento".
2. La expresión es de Michel Foucau lt. LII Va·lonté de savoir IParis: Gallima rd. 19751.
3. " El escritor argent ino y la tradición" . enDiscusión (Buenos Aires : Emecé. 1952).
4 . Derivo esta hipótes is de la interesante meditación de Jacques Derr ida. Eperons. Les Stylesde Nietzsche IParis: Flammarion. 19781 .
nuestros valores . y no al revés comoacostumbramos pensar; y que lo quellamamos el "individuo" no es sino elsitio de encuentro de toda una serie depresupuestos económicos e ideológi cos. Es por eso que no puedo concebirpeor destino para la poesía femeninahispánica. o para la crít ica que a explicarla se dedica. que el que caiga en manos de un femenismo sent imental. deun marxismo de salón. o de las nuevassleqancias de una estilística trasnochada. Cada uno de estos intentos se aproximan al texto un poco como lo hacenaquellos indignados pretendientes dePenélope. quienes la obligan a terminarde tejer (de escribir) su texto para pasardespués a las delic ias de la poses ión(de la interpretación). Acaso ignoranellos. no sin alguna ironía. que ese textosigue siendo un sudario.
Entre los libros y la difus ión de literatura a través de periódicos y revistas. hayuna t ierra de nadie que puede cubrirsede varias maneras. Una de ellas son lascuriosas separatas de La página del día.una publ icación auspiciada por un pu-
sis represiva es un mito machista másque la crítica feminista debería rechazar por represivo,'
La hipótesis que yo propondría. lIamémosla dispersiva. es que el verdadero acto político de la literatura llamadafemenina no radica tanto en la denuncia de una represión o en la recuperación de una identidad sexual. como seha pensado. sino en la dramatizacióndel cuestionam iento de la identidadmisma como fuente de autoridad. seaésta textual o pclítica." Esta dispersión.que el propio texto femenino plantea.disuelve la necesidad de proyectar unAutor o Autora omnipotentes. Propone.en su lugar. una circulación del deseoque impide que el texto sea interpretado. su sentido determinado. a partir deuna unívoca identidad sexual. Resultaría ocioso. y quizás hasta aburrido paraesta asamblea de especialistas (a la
. cual no pretendo instruir) realizar un catálogo de todos aquellos textos queplantean esta lectura plural. Pienso. sobre todo . en algunos sonetos de SorJuana donde encontramos una radicalinversión del código del amor cortés . enlos mejores poemas de Delmira Agustini. como "El intruso". donde la experiencia del deseo nos impide determinar quién es el poseedor y quién el poseído. como también en textos más actuales como De donde son los cantan tes (1967) de Severo Sarduy. El besode la mujer araña (1979) de ManuelPuig. o El palacio de las blanquísimasmofetas (1981) de Reinaldo Arenas: enlos que la .radical ambigüedad de lospersonajes impide que su identificaciónsexual sirva de fuente para la interpretación del texto. Guardo la impresión.no obstante. de que mi hipótesis dispersiva no es muy nueva. Aun en losplanteamientos críticos más idealistas.aquellos que invocan la " universalidad"o " el humanismo" de la obra. por ejemplo. aparece implícito este germen dispersivo. sólo que nunca es reconocidopor lo que verdaderamente significa-la radical negación de toda determinación genét ica que el texto realiza sobre sí mismo.
Si hay algo que tenemos sabido.después del psicoanál isis. la lingüísticaestructural y el marxismo. es que nuestras acciones no controlan nuestros deseos sino que son los deseos los quedeterminan nuestras acciones; que sonnuestros intereses los que determinan
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