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libros - Informacion sobre Juan B. Artigas · cional de Arquitectura; la publicación se ordenó...

Date post: 05-Oct-2018
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libros b 1 " ~ ]' 1 &..-.- KUBLER,GEORGE. Arquitectu- ra Mexicana del siglo XVI. Fondo de Cultura Económica. México 1983 ' Por Juan B. Artigas. He estado hojeando el libro de Geo- rge Kubler sobre la arquitectura me- xicana del siglo XVI. No es una nove- dad que esto suceda porque hace ya varios años que Kubler se ha vuelto libro indispensable de consulta para mí, por lo menos desde 1972, cuando obtuve un ejemplar de la segunda edi- ción de su Mexican Architecture 01 the sixteenth century. Antes era más dificil consultarlo porque la impre- sión original, publicada en 1948, era poco menos que imposible de conse- 74 guir, y, además, yo apenas empezaba a incursionar en este género de estu- dios. Los otros dos autores obligados en la historiografia tradicional de esta época son Manuel Toussaint y Diego Angulo Iñiguez, ambos, citados con frecuencia por el investigador de refe- rencia. El libro de Kubler es el trabajo ge- neral más completo y a la vez conciso, que se ha escrito sobre la arquitectura del siglo XVI mexicano, al cual tiene que recurrir todo aquel que desee comprender aquella época y el de- sarrollo del arte de México, obra que por su rigor sistematizó el conoci- miento como ninguna otra y que se ganó el lugar de texto clásico, aún cuando en investigaciones posteriores pueda ser modificado o ampliado, o ya lo haya sido, parte del conocimien- to q~e encierra. El primer acercamiento en lengua española de la arquitectura del siglo XVI de Kubler tuvo lugar en fecha seis de diciembre de 1975, bajo el patrocinio de la Dirección del Patri- monio Universitario, de la Universi- dad Nacional Autónoma de México, en una edición a cargo de Victor Ma- nuel Villegas. Reunió el material de un cursillo de ocho conferencias dic- tado por el autor en la Escuela ,Na- cional de Arquitectura; la publicación se ordenó bajo los títulos de l. Frailes y seglares, 2. Los grandes constructo- res, 3. Trabajo y técnica, 4. Arquitec- tura civil, 5. Capillas abiertas, 6. El convento, 7. Iglesia de tres naves y de contrafuertes interiores (debería ser pilares o columnas y no contrafuer- tes), Iglesias de nave única, y 9. Pin- tura y escultura del síglo XVI. En aquella ocasión Kubler cedió sus de- rechos de autor en beneficio de los es- tudiantes a quienes estaban dedicado el trabajo. Cabe el comentario de que poner a disposición del público de habla española dichos estudios, signi- ficó un acercamiento digno de tomar- se en cuenta, al pensamiento del escri- tor norteamericano. Llevó el título de La Arquitectura Nava-hispana del Siglo XVI, y, sin restar méritos a la labor de divulga- ción de las ideas, debemos comentar que tan distinguido autor y tan ilustre casa de estudios eran merecedores de una edición más cuidada. Algo falló en la realización, aunque la publica- ción ahí queda, para provecho de los estudiosos. Por aquellos tiempos hubo varios intentos, o conatos de intentos, de traducir completo el libro de Kubler; entre los profesores de historia no fal- taba quienes lo tuvieran "Ya traduci- do" , decían ellos. Y es que las empre- sas de cierta importancia no suelen re- solverse de un momento a otro, por- que no siempre van unidos el tener que hacer algo con el poderlo hacer, son dos aspectos que no se conjugan facilmente. Quienes saben, conocer lo que es conveniente pero no lo pueden; quienes pueden se creen que saben y deciden a su arbitrio: es asi como ,se convierten las gemas preciosas en, ba- ratijas. No se ahonda en los c.anteni- dos porque con lo que se apantalla es con las formas, como consecuencia en ellas, nos quedamos en la pura ex- terioridad, y, en ocasiones, tan solo en el querer hacer.
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KUBLER,GEORGE. Arquitectu-ra Mexicana del siglo XVI.Fondo de Cultura Económica.México 1983 '

Por Juan B. Artigas.

He estado hojeando el libro de Geo-rge Kubler sobre la arquitectura me-xicana del siglo XVI. No es una nove-dad que esto suceda porque hace yavarios años que Kubler se ha vueltolibro indispensable de consulta paramí, por lo menos desde 1972, cuandoobtuve un ejemplar de la segunda edi-ción de su Mexican Architecture 01the sixteenth century. Antes era másdificil consultarlo porque la impre-sión original, publicada en 1948, erapoco menos que imposible de conse-

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guir, y, además, yo apenas empezabaa incursionar en este género de estu-dios. Los otros dos autores obligadosen la historiografia tradicional de estaépoca son Manuel Toussaint y DiegoAngulo Iñiguez, ambos, citados confrecuencia por el investigador de refe-rencia.

El libro de Kubler es el trabajo ge-neral más completo y a la vez conciso,que se ha escrito sobre la arquitecturadel siglo XVI mexicano, al cual tieneque recurrir todo aquel que deseecomprender aquella época y el de-sarrollo del arte de México, obra quepor su rigor sistematizó el conoci-miento como ninguna otra y que seganó el lugar de texto clásico, aúncuando en investigaciones posteriorespueda ser modificado o ampliado, oya lo haya sido, parte del conocimien-to q~e encierra.

El primer acercamiento en lenguaespañola de la arquitectura del sigloXVI de Kubler tuvo lugar en fechaseis de diciembre de 1975, bajo elpatrocinio de la Dirección del Patri-monio Universitario, de la Universi-dad Nacional Autónoma de México,en una edición a cargo de Victor Ma-nuel Villegas. Reunió el material deun cursillo de ocho conferencias dic-tado por el autor en la Escuela ,Na-cional deArquitectura; la publicaciónse ordenó bajo los títulos de l. Frailesy seglares, 2. Los grandes constructo-res, 3. Trabajo y técnica, 4. Arquitec-tura civil, 5. Capillas abiertas, 6. Elconvento, 7. Iglesia de tres naves y decontrafuertes interiores (debería serpilares o columnas y no contrafuer-tes), Iglesias de nave única, y 9. Pin-

tura y escultura del síglo XVI. Enaquella ocasión Kubler cedió sus de-rechos de autor en beneficio de los es-tudiantes a quienes estaban dedicadoel trabajo. Cabe el comentario de queponer a disposición del público dehabla española dichos estudios, signi-ficó un acercamiento digno de tomar-se en cuenta, al pensamiento del escri-tor norteamericano.

Llevó el título de La ArquitecturaNava-hispana del Siglo XVI, y, sinrestar méritos a la labor de divulga-ción de las ideas, debemos comentarque tan distinguido autor y tan ilustrecasa de estudios eran merecedores deuna edición más cuidada. Algo fallóen la realización, aunque la publica-ción ahí queda, para provecho de losestudiosos.

Por aquellos tiempos hubo variosintentos, o conatos de intentos, detraducir completo el libro de Kubler;entre los profesores de historia no fal-taba quienes lo tuvieran "Ya traduci-do" , decían ellos. Y es que las empre-sas de cierta importancia no suelen re-solverse de un momento a otro, por-que no siempre van unidos el tenerque hacer algo con el poderlo hacer,son dos aspectos que no se conjuganfacilmente. Quienes saben, conocer loque es conveniente pero no lo pueden;quienes pueden se creen que saben ydeciden a su arbitrio: es asi como ,seconvierten las gemas preciosas en,ba-ratijas. No se ahonda en los c.anteni-dos porque con lo que se apantalla escon las formas, como consecuenciaen ellas, nos quedamos en la pura ex-terioridad, y, en ocasiones, tan soloen el querer hacer.

Afortunadamente ya contamos conla traducción del libro de Kubler alcastellano, su volumen de ventas queno conozco en números concretos,pero que estoy seguro que es conside-rable, indica, sin lugar a duda de nin-guna clase, la avidez del público porel arte del virreinato, interés presentepara todas las etapas del arte mexica-no, y para muchas del internacional.El arte interesa en México. Debe seruna muestra para las editoriales, de loque se consigue con buenos trabajos.Felicitamos a quienes lo hicieron rea-lidad.

Su título es Arquitectura Mexicanadel Siglo XVI y está publicada por elFondo de Cultura Económica, en1983. La obra estuvo conjuntada enla Dirección de Arquitectura del Insti-tuto Nacional de Bellas Artes, la pre-sentación quedó a cargo del arquitec-to Carlos Flores Marini y la coordina-ción entre ambas instituciones fue es-tablecida por Guadalupe Salcedo.Los créditos de elaboración corres-ponden a Roberto de la Torre comotraductor del texto, Graciela de Ga-ray y Miguel Angel de Quevedo ver-tieron las notas y los apéndices,mientras que la revisión fue realizadapor Victor Adib y Marco AntonioPulido. El diseño gráfico correspon-dió a Germán Montalvo y estuvocuidada la impresión por LorenzoAvila. Ya es todo un equipo de traba-jo.

A la obra original se agregaron no-tas a pie de página, cuyo interés fun-damental consiste en ampliar labibliografía con títulos de estudiosposteriores a 1948 y con datos que nose dice de donde salieron. Una deellas que está en la página 303, dicetextualmente uEn el caso de San

. Francisco,Pue., 'Ia bóveda nervadadel sotocoro es decorativa, ya quetiene tramos de cantera, ~adrillo y ar-gamasa". No habíamos oido hablarde bóvedas decorativas, habría que ira verla. ¿O querían decir algo que nodijeron?

La traducción carece del índice deilustraciones que tiene el original, y

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que es útil porque las fíguras, en lasdos versiones, no están colocadas enorden progresivo de numeración. Lefalta también el desglosedel conteni-do de los diferentes capítulos, queorientan al lector, en la versión ingle-sa, sobre la temática general de-sarrollada y las páginas donde se en-cuentra ubicada. Y estas carenciasson considerables si tomamos encuenta que una de las cualidadesde laobra original es su sistema de ordena-ción de las partes; es incluso meticu-losa en la colocación de notas, apén-dices e índices. Aquí radica uno desus mejores logros, el que lo hacelibro de consulta rápida y concreta.Asimismo este es un aspecto deKubler que tiene grandes enseñanzaspara nosotros, porque estamos acos-tumbrados a textos de otros escritoresque dicen las cosas, pero no de dondelas sacaron y a veces lleva meses de es-tudio verificar una aseveración o re-batirla. Kubler podrá equivocarse alinterpretar ciertos datos, o podrá darinterpretaciones ajenas a las nuestras,pero al rigor científico de su investi-gación no hay pero que ponerle.

Las omisiones citadas no hacendesmerecerla traducción que es de fá-cil y amena lectura. Está conjuntadaen una edición de calidad, con buendiseño gráfico, en el cual las ilustra-ciones, por su magnitud y disposiciónmejoran las del original. Y hay quetomar en cuenta que las representa-cionesgráficas, son fundamentales enun trabajo de historia del arte, lo sontanto como la parte escrita.

Sin embargo, algunas figurasfueron cambiadas o recortadas, noestamos de acuerdo con elloporque laintención del autor queda manifiestaen la selección, colocacióny hasta enen el encuadre de las imágenes, el tex~to está .referido a ellas que formanparte de su interpretación personal yésta debe ser respetada. Lo correctoes dejar la ilustración original y, siacaso complementaria con otras dedetalles, cosa que hicieron los edito-res en varios lugaresy que es un acier-to. En ocasiones ampliaron la

fotografía con respecto a las del libroen inglés, lo cual indica que localiza-ron buena parte de los originales ydicha labor no debió ser sencilla.

La gráfica de la figura número 7fue alterada. Aunque se conservaronlos puntos de inflexión, las líneas quelos unen en el original son sinuosas yhasta caprichosas, como señalando laausencia de datos. Las líneas de uniónen la traducción son rectas, e indicanuna tajante seguridad. ¿Verdad queno expresan lo mismo una línea traza-da un poco al azar, caprichosa, queun trazo rectilíneo, rotundo? Se mo-dificó el espíritu.

A cambio de lo anterior, diremostambién que el apéndice sobre lasconstrucciones de las órdenes mendi-cantes de franciscanos. dominicos oagustinos es el m~s completo que havisto la luz pública; es guía segura porla calidad de la enorme recopilaciónde datos que supone y por las conclu-siones que en ella están vertidas,cuenta además con notas que condu-cen a la bibliografia clásica sobre ca-da uno de los monumentos.

El contenido del libro es accesible atodo público, no sólo para los espe-cialistas. Estamos convencidos que ladifusión de la cultura debe de-sarrollB;rse a altos niveles, pero eso sí,explicados de manera que todos lo en-tendamos. Como conclusión, el ba-lance de la edición en español es posi-tivo, aunque ya vimos que tiene fallasserias.

Esta traducción ha sido todo unacontecimiento editorial, fue bienacogida desde el primer momento,puesto que se hizo acreedora al pre-mio Juan Pablosque es un galardónotorgado a las mejores ediciones na-cionales, este hecho la situó en todoslos diarios de la capital y no nada másen las publicaciones especializadas..

Ha sido comentada"con elogiosen re-vistas como Entorno, en el número 7,y en los Universitarios de agosto de1983,y seguramente en otras muchasa las que no hemos tenido acceso. yesto ocurre con una obra que se tra-duce a los treinta y cinco años de ha-

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ber visto la luz primera. Sí, ha leídousted bien, a los treinta y cinco años.Este es un mérito más de Kubler el ha-ber escrito un libro que permanececomo el mejor durante tanto tiempo.

Pero es un hecho que nos dá muchoque pensar sobre nuestro medio, elque en treinta y cinco años, entre to-dos nosotros, entre investigadores einstituciones docentes, entre quienessaben y entre quienes pueden, no ha-yamos sido capaces de crear obrasque superen las elaboradas hace trein-ta y cinco y cuarenta años por Kubler,Toussaint y Diego Angulo, y consteque las corrientes de pensamiento hancambiado bastante.

y es aquí cuando no sabemos sireir... si felicitamos por la proeza dehaber traducido a Kubler, o por la fe-liz acogida y por los premios obteni-dos... o si llorar; si sería convenientetomar alguna resolución tendiente aresolver la situación del marasmo enque nos encontramos sumergidos encuanto a investigación y crítica de ar-quitectura. De no hacerlo así tendre-mos que esperar que vengan de fueraa hacemos la luz, "la misma que ve-mos todos los días". Hemos de re-considerar que los primeros libros dehistoria del arte de Mé;1{icofueronescritos por gente que vino de fuera, yque unos son bien intencionados yotros no, pero, por lo pronto, ya nostragamos la píldora. El enfoque gene-ral lo ponen ellos y nosotros lo se-guimos. Enfoques generales abiertosa su concepción del mundo, no a lanuestra; por bien intencionados quesean los autores. Pongamos unejemplo: si alguien, en lo profundo desu ser, concibe el mundo divididoentre vosotros pálidos y pieles rojas,su' interpretación representará, fatal-mente, esta convicción, cualquieraque sea su campo de trabajo.

y nosotros nos tragamos la píldoray seguimos dividiendo el mundo entrenosotros pálidos y pieles rojas. Se-guiremos haciendo etrias en lugar debuscar los puntos comunes, de unión,cuando pensabamos que los etniashabían acabado, con la derrota del76

fascismo. Porque todas estas concep-ciones vivenciales tambiésn se refle-jan en la historia del arte, como en laindustria y en las relaciones públicas,se reflejan incluso en la postura delcuerpo al salir a la calle. El asunto esmucho más trascendente de lo que pa-rece a simple vista. y conste que el co-nocimiento no tiene fronteras, porello deberíamos de saber lo que sepiensa en uno y otro extremo del or-be.

Es claro que no estamos conformescon los resultados. Aunque no faltenfatuos que digan que todo está hechoy que vamos muy bien. Generalmentenos quedamos en la forma y nocomprendemos el fondo. Es el origenlo que hay que modificar; si el puntode partida no es más que la simpleinercia que hemos sido capaces de co-municar a nuestro pensamiento, paraefectuar determinados m.ovimientosmecánicos no nos es suficiente. Si nosomos capaces de encontrar el puntode arranque generoso, generador deentusiasmo y de actividad, no podre-mos estar conformes. Es evidente queno podemos estar conformes con losresultados obtenidos por nuestroscentros de investigación, y me estoyrefiriendo sólo a los de historia del ar-te o de teoría de la arquitectura, queno hay. No estamos conformes con lateoría de la máquina que servía parahacer otras máquinas, que reproduciamáquinas idénticas, a su vez, y así su-cesivamente.. .

¿Cuál es la producción de cada inves-tigador de nuestros centros de investi-gación? ¿Cuántos libros de qué cali-dad cada cuantos lustros? ¿Estaráequivocado el criterio de selección?¿Qué repercusiones tienen en el cono-cimiento general? ¿A través de quemedios se produce la c'omunicación?Porque es evidente que hay que edu-car. Pero en las ideas de nuestrosdías, no en las de hace cincuentaaños, ni siquiera en las de treinta yCInCO.

Lo cierto es que requerimos de mástraducciones; con referencia a la ar-quitectura del siglo XVI están John

Mc Andreww y Robert J. Mullen.Ojalá se pudiera reeditar la Historiadel Arte Hispanoamericano de DiegoAngulo.

En una ocasión querían que tradu-jéramos el libro de Mullen sobre la ar-quitectura de los dominicos en Oaxa-ca y nos fueron negados los treintamil pesos que requería una traduccióninicial. Faltó el dinero, me dijeron: loque faltó fue inteligencia, digo yo. Yesta anécdota no es interesante por-que me haya pasado a mí, sino por-que es lo que ocurre con mucha fre-cuencia. Traducir y reeditar resuelve,desde luego, un aspecto del proble-

. ma, pero no el de la investigación na-cional de la historia del arte y de la ar-quitectura. Deberiamos estar avoca-dos a resolver ambos. La Arquitectu-ra Mexicana del siglo XVI puede serun comienzo. Deseamos que así sea,aunque para ello tengamos que moti-.var a aquellos que deben, Tenemosque ser más exigentes con nosotrosmismos.¿Quiéndijoyo? .

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JOHN L. KESSELL, The Mis-sions of New Mexico Since 1776.Albuquerque: University of NewMexicoPress, 1980.

aara Bargellini.

Este libro es la contribución másreciente a una ya amplia bibliografiasobre las misiones construidas enNuevo Méxicodurante la época colo-nial. Vienea contemplar directamen-te la descripción de Nuevo Méxicohecha. en 1776 por fray FranciscoAtanasio Domínguez, publicada conejemplarcuidado y erudiciónpor Ele-anor B. Adams y Angélico Chávez.(The Missions 01 New Mexico. 1776.Albuquerque: Universityof NewMe-xico Press, 1956).

El otro libro esencial para el cono-cimientode las misiones franciscanasde Nuevo México es The Re/igionsArchitecture 01 New México. de Ge-orge Kubler. Preparado originalmen-te como tesis doctoral en la Universi-dad de Yale bajo Ja- dirección deHenri Focillon, este importante libroha tenido ya varias ediciones.La últi-ma y cuarta (Albuquerquc::universityof NewMexicoPress: 1972)contieneun prefacioque reseftabrevementelasinvestigaciones más significativas

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sobre el tema desde 1940 hasta 1971.Tal vez no sea muy sabido que Kublerllegó a ser investigador del arte y de laarquitectura de México gracias a suprimer interés en las humildes cons-truccionesde adobe de Nuevo Méxi-co. Estos edificios le llamaron la aten-ción en cuanto a productos de "recur-sos minimos y expresividadmáxima" .

Aunque menos académico en supresentación y en su lenguaje, el libr'ode Kessellno desmerecejunto a susilustres antecesores. Su fmaliad es deponer al dia las noticias sobre las mi-siones descritas tan acuciosamentepor fray Dominguez. Se trata, portanto, más de una historia de la res-tauración que de la arquitectura. Pa-ra cada edificio se revisala historia desu construcción y se da una brevedescripción de las obras más impor-tantes que contiene. Pero la .atencióndel autor se concentra en los cambiosobrados por el tiempo y por loshombres en las misionesdesdeel sigloXVIII hasta nuestros dias. Además,ailade documentación gráfica y fo-tográfica no incluida en el bienilustrado libro de Kubler. En este as-pecto, merecemención especial la ca-lidad de la impresión que nos permiteapreciar espléndidas fotografias anti-guas.

Aparte el interés de los nuevos da-tos y de la documentación, la impor-tancia de este libro está en que dirigela atención hacia los problemas de larestauración y hacia las actitudes quela inspiran. El caso de las misionesde

-Nuevo México es complicado por lanaturaleza efimera del material utili-zado, el adobe. En un edificio recons- .truido varias veces, la determinaciónde lo que se debe conservar o res- -taurar y cómo presenta una multitudde interrogantes. Los problemas nor-males de criterios frente a cualquierrestauración se multiplican. En Méxi-co, por la riqueza del patrimonio mo-numental y el gran número de cons-trucciones "más importantes" enpiedra, la restauración de edificiosdeadobe casi no se ha emprendido, pero

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cuando se haga este libro será un re-curso muy útil. Kesselldocumentalasintervenciones en las misiones deNuevo México. Sin embargo, las co-menta poco. Es más, concluyeen suepílogo que no hay respuestas fijas.Sin duda, tiene razón, pero quedamucho por decir y por examinar.

De hecho, en su introducción, elautor ejemplificará uno de los cami-nos que hay que seguir para ayudar aformar criterios: el histórico. Recuer-da como la arquitectura de las mi~sionesse aceptó o se rechazó a lo lar-go del tiempo y esbozacomo estas ac-titudes tenian distintos trasfondos deindole social, psicológico, económi-co, etc., los cuales llevaron a diferen-tes tipos de intervenciones.Hasta de-muestra la relación que hubo entre es-tas actitudes y la arquitectura deltiempo, como en el caso de los edifi-cios de la Universidad de Nuevo Mé-xico. EL mismo libro de Kesselly al-gunas de sus afirmaciones se puedenentender mejor tomando en cuentaun contexto históricomás amplio. Merefiero al interés contemporáneo porcuidar nuestro entorno, a vecesno sintoques sentimentales, como cuandoKessell insiste en la identidadindigena de los constructoresy artesa-nos de las misiones, cuando bienpueden haber sido mestizos,como sa-bemos en algunos casos que lofueron.

Kessell no agota las cuestionescomplejas que introduce. Sin embar-go, tiene el mérito de haberlas abor-dado y de haber preparado un libroque es una importante contribución ala historia de las construcciones sen-cillas de Nuevo México y de toda laNuevaEspafta. .

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Dra. Ellia Garcia Barragán.

Próxima publicación del libro "Elpintor Juan Cordero: Los dias y las

obras".

. Escrito por la doctora Elisa GarcíaBarragán, el texto constituye unhomenaje al pintor mexicano, conmotivo de haberse cumplido el cen-tenario de su deceso en 1984.

Contribuir a dar una visióncompleta del arte pictórico mexicanode! siglo XIX, y crear conciencia deque este no es caduco ni una simplecopia e! europeo, sino una expresiónestética cuya originalidad dio pauta ala realización de importantes obras enel presente siglo, es el propósito dellibro El pintor Juan Cordero: Losdias y las obras, que el Instituto de In-vestigaciones Estéticas publicará enfecha próxima.

Su autora, la doctora Elisa GarcíaBarragán, secretaria académica delILE, señaló que el texto constituye unhomenaje al pintor mexicano JuanCordero. Luego de que en mayo de1984 se cumplió el centenario de sumuerte.

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Portada del libro.

Explicó que se trata de una coedi-ción entre el HE y la.Fundación Jorgesánchez Cordero orientada a divulgarel valor del arte mexicano del siglopasado, en virtud de que gran partede su producción se encuentra, desa-fortunadamente, dispersa en elextranjero y en posesión de colec-cionistas privados.

Se le considera el artista más repre-sentativo del romanticismo decimo-nónico en el pais. Dentro de estacorriente sus obras manifiestan su ca-rácter independiente y su tempera-mento proyectados en la búsqueda denuevos valores estéticos, tanto en latemática como en el colorido.

Juan Cordero es considerado comoel antecedente más cercano al mura-lismo mexicano. En este sentido, re-nueva la tradición muralista .mexica-na al tratar asuntos de carácter reli-gioso (por ejemplo, en sus pinturas dela antigua Iglesia de Santa Teresa), ytemas con mensaje filosófico, comoes el caso del ya desaparecido muralde la Escuela Nacional Preparatoria"Triunfos de la ciencia y el trabajosobre la envidia y la ignorancia",

donde plantea los elementos funda-mentales de la doctrina positivista.

Además, Juan Cordero es e! primerpintor que trata un tema de historiaamericana. En su cuadro "Colón an-te los Reyes Católicos" trasciende elrelato sobre la Conquista y la evange-lización, aportando elementos dejuicio crítico sobre el particular. Porotra parte, su obra "El Redentor y lamujer adúltera" constituye el primercuadro de dimensiones murales que sehace en México bajo una temática re-ligiosa.

La doctor~ García Barragán preci-só que otra faceta del artista es la delretratista, pues legó obras de este tipoen cantidad considerable basados engrandes personalidades de su época.

Por su extraordinaria calidad des-tacan entre ellos el de su esposa, la se-ftora Ángela Osio, por ser un retratomuy académico a la manera de losque realizó el francés Ingres, así comoel de los es-cultores Pérez y Valero, enlos que por primera vez se plasman enun cuadro los rasgos indígenas.

En suma, concluyo, a través de Elpintor Juan Cordero: Los dias y lasobras se presenta un acucioso análisiscritico del quehacer artístico en Méxi-co durante el siglo XIX, acompañadode excelentes láminas a color y de unapéndice de artículos, aparecidos enla prensa periódica de la época en tor-no a algunas de las obras pictóricasque suscitaron polémica en ese pe-riodo. .

.Publicado en gaceta, UNAMReimpreso con autorización de gaceta UNAM.

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Catedral de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

DIVERSOS AUTORES. SANCRIST6BAL y SUS ALREDE-DORES. Patronato Fray Bartolo-mé de Las Casas. Gobierno del Es-tado de Cbiapas. Tuxtla Gu-tiérrez, Cbiapas, 1984.

El sábado II de agosto, fué presen-tado al público en Na-bolon, en SanCristóbal de Las Casas, el libro intitu-lado San Cristóbal y sus alrededorescon la presencia del gobernador cons-titucional del Estado de Chiapas, Ge-neral Absalón Castellanos Domin-guez y los miembros del PatronatoFray Bartomoé de Las Casas. Es eltrabajo más amplio que se ha impresosobre la ciudad y su región aledañamisma que ha sido muy variable enmagnitúd a través de los tiempos. Esencomiable que las altas autoridadespolíticas se interesen en este género deactividades culturales.

El objetivo fundamental del estu-dio es proporcionar una idea de la zo-na, considerada como un todo y re-

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saltar, a la vez, la riqueza de sus mati-ces. Esto se consiguió encargando adiversos especialistas la elaboraciónde los diferentes temas. Reúne tantola visión lugareña, inII:lersaen las tra-diciones y en la cotidianeidad del lu-gar, como la de los estudiosos deotras latitudes que llegaron a laciudad de San Cristóbal de las Casaspara asentarse en ella y dedicarle suactividad diaria; también presenta elpunto de vista del investigador de laUNAM que aunque aborda los temasregionales desde su propio centro, losrelaciona con los nacionales contem-poráneos y aún con algunos de fueradel país. Son múltiples los enfoques yse complementan, su conjunciónper-mite lograr la visión global que co-mentábamos antes.

La edición consta de 1000 ejempla-res, fue realizada en los TalleresGráficos del Estado y estuvo al cuida-do de Bertha Rivas, Ernesto León yFrancisco Tovar. Está presentada endos tomos 'y su índice general es el si-guiente:

1. SAN CRISTÓBAL,SU GEOGRAFÍA.J. Weber.

11. BREVE RELACiÓN DE ANTECE-DENTES DE LA REBELIÓN INDÍ-GENA DE 1712.Julio J. Sabines.

111. GUERRA DE CASTAS DE 1712.SUBLEVACIÓN TZELTAL. Pru-dencio Moscoso Pastrana.

IV. LAS HACIENDASY LOSRANCHOSSANCRISTOBALENSESDEL SIGLOXIX. ESTUDIOHISTÓRICO.GloriaPedrero.

V. SAN CRISTÓBAL Y SUS ALREDE.DORES. ESBOZO DE SU AR-QUITECTURA. Juan B. Artigas.

VI. CHIAPAS. CONJUNCIÓNDEESPA-CIO TIEMPO EN RITO, BELLEZAYTRADICIÓN. Gertrude DubyBlom.

INFORMACIÓN TURÍSTICA.Carlos Gutiérrez Liévano.

VII. EL ASENTAMIENTO PRECOLOM-BINO DEL VALLE DE HUEYZA.CATLÁNThomas A. Lee Jr.

VIII. SAN CRISTÓBAL Y SU ENTORNO.BIBLIOGRAFÍA.Roberto Thompson G. y Maríade Lourdes Poó R.

La sección de arquitecturacomprende desde la fundación de laVilla Real de Chiapas, en 1528hasta laarquitectura neoclásica de principiosde nuestro siglo, es decir, lo que hoyconsideramos como la ciudad tradi-cional. Se analizan y ejemplifican lossistemas constructivos de madera delas viviendas primitivas y la introduc-ción de técnicas de adobe, del tabiquey de la teja, hasta las obras de man-postería de los grandes edificios, nosólo de la ciudad de San Cristóbal delas Casas, sino también de la regiónque tenía en ella su centro de activi-dad. También contempla el aspectourbanístico, el de preservación de losvalores típicos y presenta proyectosde conservación y critica de diferenteslugares.

Se elaboraron para ello levanta-mientos arquitectónicos completos devarios edificios, que van desde cons-trucciones rústicas como el puente de"El peje de oro" hasta los grandiososedificios como Santa Lucía. y la Ca-tedral de San Cristóbal.

Reproduce los dos planos más anti-guos de la ciudad, localizados para

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esta obra, y ocho fotografias, tam-bién las mÁSremotas en tiempo queconocemos hasta ahora. De esta ma-nera se conforma la colección gráficade arquitectura más completa publi-cada sobre la localidad y la región.

Su temática está ordenada de estamanera: Fundación de la Villa Realde Chiapa. Concesión del titulo deCiudad Real. Ciudad Real de Chiapaa fines del siglo XVI. La arquitectura,fachada principal de Catedral, el tra-zo de la fachada. Generalidades de laarquitectura religiosa chiapaneca.Crecimiento actual de San Cristóbalde las Casas. San Juan Chamula.Amatenango del Valle.

Aunque presenta un número consi-derable de fotografias y una valiosacolección de planos no reunida conanterioridad, tanto el texto como lasilustraciones producen una publica-ción cuya principal cualidad es el con-tenido. De haberse editado en papelde mejor calidad hubiera ganadomucho en presentación, porque losdocumentos y la información sonespléndidos y así la ameritan. Sugeri-mos que en caso de reeditarse, si-tuación que será necesaria en pocotiempo, dado lo corto del tiraje de es-ta primera edición, se tome en cuentanuestra recomendación.

Próximamente se hará la presenta-ción del libro en la ciudad de México,ocasión en que se podrá adquirir unnúmero limitado de ejemplares. .

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Calle de San Cristóbal de las 0Lsas.

UNIVERSIDAD NACIaNALAUTÓNaMA DE MÉXICO.

RECTaRDr. Jorge CarpizoSECRET ARIO GENERALDr. José Narro RoblesSECRETARIa GENERALADMINISTRA TIVQlng. José Manuel CovarrubiasSECRETARIa DE LA RECTaRIAAct. Carlos Barros HorcasitasABaGADa GENERALLic. Eduardo Andrade SánchezDIRECTOR DE LA FACULTADDE ARQUITECTURAArq. Ernesto Velasco León

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