MAESTRÍA EN DESARROLLO TEMPRANO Y EDUCACIÓN INFANTIL
Desarrollo de actitudes y desempeño favorecedores del desarrollo, aprendizaje y
bienestar infantil en educadoras de centros infantiles
Lorena Castillo Vera
Guía: Jennifer Ordoñez Urgilés
Guayaquil, marzo del 2019
II
Índice
Agradecimientos IX
Resumen X
Abstract XI
Introducción 1
Punto de Partida 9
Objetivos 13
Objetivo General 13
Objetivos Específicos 13
Descripción de la Sistematización 14
La Reflexión 16
La Importancia de la Reflexión 17
Proceso para Reflexionar 17
Tarea STAR 19
La Observación 20
Importancia de la Observación 20
Cómo Observar 20
Registrar Observaciones: El Reporte Cinematográfico 21
Tarea de Reporte Cinematográfico 24
III
Juego y Desarrollo 25
El Juego desde la Perspectiva del Desarrollo 25
Tipos de Juego 26
El Juego Sensopático 29
Sugerencias en la Preparación del Juego Sensopático 32
Sugerencias en Relación a las Acciones en el Juego Sensopático 33
Ejemplos de Juegos Sensopáticos 34
Participación de un Juego Sensopático 35
Tareas sobre Tipos de Juego y Juego Sensopático 36
Bienestar 37
El Involucramiento 38
Propuestas que Surgieron para Optimizar el Bienestar y el Involucramiento 40
Ejercicios de Apreciación del Nivel de Bienestar e Involucramiento 40
Resultados de la Presencia de Bienestar e Involucramiento 45
La Retroalimentación 46
Otras Prácticas Pedagógicas en el Desarrollo Integral del Niño 48
El Currículo de Educación Inicial 48
Zona de Desarrollo Próximo 49
Competencias Esenciales a tomar en cuenta en el Desarrollo Integral 50
Observación Sistemática en un CDI 51
IV
Herramientas de Observación Aplicadas en el CDI por parte de las Educadoras 52
El Proceso de la Reflexión dentro del CDI 53
El Juego como herramienta Metodológica del CDI 53
Características de Bienestar e Involucramiento en el CDI 54
Registros de Observación realizados en el CDI 54
Revisión de la Literatura 57
La Reflexión 57
La Reflexión como Aprendizaje y Desarrollo Personal 58
La Reflexión y su Importancia en el Desarrollo Profesional 59
La Observación 60
El Valor de la Observación Sistemática en el Desarrollo Infantil 60
El Juego 61
El Juego y Desarrollo Integral 61
El Juego y el Aprendizaje 62
El Juego y la Exploración por medio de los Sentidos 64
Bienestar e Involucramiento 65
Expresiones de Bienestar 66
Niveles de Bienestar 67
Expresiones de Involucramiento 68
Niveles de Involucramiento 68
V
La Importancia del Bienestar e Involucramiento del Niño para su Desarrollo 69
Relación entre el Bienestar e Involucramiento 71
Factores que Contribuyen el Bienestar e Involucramiento 72
La Autoestima en el Bienestar e Involucramiento 73
La Retroalimentación como Oportunidad para el Personal 74
Zona de Desarrollo Próximo y la Exploración 75
Las Destrezas y Competencias en el Currículo de Educación Inicial 77
Conclusiones 77
Referencias Bibliográficas 85
Anexos 89
Descripción de las Visitas al CDI 106
VI
Índice de Tablas
Tabla 1. Fechas de participación en la capacitación. 50
Tabla 2. Niveles de Bienestar. 67
Tabla 3. Niveles de Involucramiento. 69
Índice de Figuras
Figura 1. Fotografía de un Dibujo sobre un Iceberg Cultural. 17
Figura 2. Esquema de momentos de la técnica STAR. 18
Figura 3. Diagrama del proceso en la reflexión de grupo. 19
Figura 4. Formato de Ficha Cinematográfica Entregada por Capacitadoras. 22
Figura 5. Esquema Entregado por Capacitadoras. 23
Figura 6. Taller con materiales sensitivos. 33
Figura 7. Escala de apreciación en bienestar e involucramiento. 43
Figura 8. Formato de involucramiento. 44
Figura 9. Ecosistema del niño. 46
Figura 10. Formato entregado por las Capacitadoras. 51
VII
Glosario de Abreviaturas
BID: Banco Interamericano de Desarrollo
CDI: Centro de desarrollo infantil.
CIBV: Centro Infantil del Buen Vivir.
CLASS Párvulos: Classroom Assessment Scoring System.
DECE: Departamento de Consejería Estudiantil.
EGB: Educación General Básica.
HOME: Observation for Measurement of the Environment.
INFA: Instituto de la Niñez y la Familia.
ITERS-R: Infant/Toddler Environment Rating Scale Revised Edition.
ITFI: Infant-Toddler and Family Instrument.
KIDI: Knowledge of Infant Development Inventory.
MIES: Ministerio de Inclusión Económica y Social.
MINEDUC: Ministerio de Educación.
MITRCC: Missouri Infant-Toddler Responsive Caregiving Checklist.
NEE: Necesidades Educativas Especiales.
OVP: Orientación Vocacional y Profesional.
UCG: Universidad Casa Grande.
VIII
ZDP: Zona de Desarrollo Próximo.
IX
Agradecimientos
Agradezco a Dios, por ser el ente que ilumina mi camino, mis pensamientos e ideas. Por ser
mi fortaleza y motivación para acercarme a mis metas y colocarme en un nivel de conocimiento
asertivo y seguir aprendiendo y valorarlo en mi vida profesional y personal.
A Miek D´Argent y Sofie Vastman, capacitadoras extraordinarias, no solo por sus
conocimientos impartidos sino por su entrega incondicional, brindando confianza, esperanza y el
convencimiento de que el esfuerzo de nuestro trabajo, en desarrollo infantil, tendrá resultados
influyentes.
A los catedráticos evaluadores Indira Vásconez, Sofía Mora, Leticia Orcés, sobre todo, a
Marcela Santos y Jennifer Ordóñez, por las recomendaciones brindadas, su tiempo y asesoría en
este trabajo.
A mis hijos José, Liz y mi pequeña Lorena, que siendo niños aún, disfruté relacionando sus
ocurrencias y acciones con mis aprendizajes inspirándome a seguir una formación en el campo
de la educación y ser un ejemplo en su camino.
A mi esposo José, compañero y gran amigo, quien ha sabido cautivar el esfuerzo invertido
con alegrías y gran apoyo en cada uno de los momentos de la maestría.
A mis profesores y compañeras de la maestría, sobre todo, a las que compartieron conmigo la
capacitación ya que con sus aportes brindaron en mí un fruto de desempeño motivador.
Finalmente, a mis padres Bolívar y Beatriz, quienes a pesar de la distancia han sabido
apoyarme en mi gestión y brindarme su confianza.
X
Resumen
El presente trabajo tiene como finalidad desarrollar actitudes y habilidades de las educadoras
de los centros infantiles y sus interacciones con los niños favoreciendo el aprendizaje y su
bienestar. Se describe, también, los conocimientos captados en la formación del mes de
noviembre del 2017 y del mes de mayo del 2018, impartidos por las docentes Miek D´Argent y
Sofie Vastman y la participación en los centros infantiles desde la observación sistemática,
reflexión, retroalimentación, tipos de juego, bienestar e involucramiento.
Esta descripción es sistemática, basada en la experiencia, asentándose en el uso de
herramientas como el Iceberg cultural, la metodología STAR, el reporte cinematográfico, y el
uso conceptos de exploración, tipos de juego y niveles de bienestar e involucramiento aportando
significativamente el desarrollo integral infantil, documento desarrollado en base a autores como
el grupo PROMEBAZ, Loevers, Condemarín y el currículo de educación inicial.
XI
Abstract
The purpose of this paper is to focus on the development of attitudes and skills of educators in
child care centers and their interactions with children, favoring learning and their well-being. It
also describes the knowledge gathered in the formation of the month of November 2017 and the
month of May 2018, taught by teachers Miek D'Argent and Sofie Vastman and the participation
in the children's centers from the systematic observation, reflection, feedback, types of play,
well-being and involvement.
This description is systematic, based on experience, based on the use of tools such as the
Iceberg, the STAR, the cinematographic report, and the use of concepts of exploration and types
of play and levels of well-being and involvement, contributing significantly to the integral
development of children. A document developed on the basis of authors such as the group
PROMEBAZ, Loevers, Condemarín and the initial education curriculum.
1
Introducción
Ecuador es un país de amplia diversidad, promociona proyectos con la finalidad de velar por
los derechos constitucionales de su población, que conllevan a ejercer la garantía de una vida de
oportunidades e igualdad, su Plan Nacional de Desarrollo Toda una Vida 2017 – 2021 indica “el
reconocimiento pleno de derechos llama a ver al otro como alguien igual y diverso” (p. 27). Los
Ministerios de Educación, de Salud, e Inclusión Social sostienen proyectos y programas en
ejercicio pleno con la Constitución del Estado, la Carta Magna y la Ley Orgánica de Educación
Intercultural que benefician el desarrollo de la niñez desde sus primeras etapas de vida.
Las modalidades de atención institucionalizada: Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y, lo que
hace tiempo atrás, se conocía como Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV), sobre todo en el
sector público, “están destinados a la atención a niñas y niños de 12 a 36 meses de edad, los
centros priorizan la atención a grupos vulnerables” (MIES, 2014, p. 83) en un aproximado de
atención a 40 niños bajo el cuidado de cuatro educadoras y una coordinadora, quienes son
responsables de velar el cumplimiento, según las normas técnicas establecidas por el Ministerio
de Educación Económica y Social (MIES) en el año 2014, “incluyen acciones de salud
preventiva, alimentación saludable y educación, en corresponsabilidad con la familia y la
comunidad y en articulación intersectorial; desde el enfoque de derechos, interculturalidad e
intergeneracional”(MIES, 2014, p. 8). Luego que los niños y niñas cumplen la edad de 36 meses,
pasan al MINEDUC, al nivel de educación inicial 2, que comprende a infantes de tres a cinco
años de edad como lo indica el reglamento de la LOEI, capítulo II, artículo 27.
En el espacio laboral y profesional, como psicóloga educativa, he formado parte de algunas
experiencias, es así que: en cuanto a la Primera Infancia, dispongo de prácticas como
coordinadora de programas en Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV), respaldando talleres
2
conjuntamente con las familias de los niños y niñas en temas de estimulación temprana,
alimentación sana y nutritiva, gestionando con el centro de salud de la localidad en cuanto a
vacunas, peso y talla, etc.
Asimismo, he formado parte de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE), y en
relación a niños y niñas de educación inicial propios de 3 – 5 años de edad, he participado en
procesos de adaptación de los niños (observación, entrevista con familias), así como en la
contribución a mejorar la calidad de los servicios de atención desde la prevención, detección,
intervención y seguimiento con la comunidad educativa, orientación vocacional y profesional
(OVP) en actividades de información y autoconocimiento, en esta misma experiencia, he
compartido vivencias en relación a las necesidades educativas especiales (NEE) asociadas o no a
una discapacidad por medio del apoyo y acompañamiento de la elaboración de las adaptaciones
curriculares con los docentes.
Estas diversas prácticas han despertado en mí, un interés hacia la calidad de las interacciones
que se ofrecen a los niños en los Centros de Desarrollo Infantil (CDI). Por esta razón, pienso que
la elección de este tipo de planeación, llamado sistematización, será un valioso aporte para
mejorar las habilidades propias y profesionales orientadas a transmitir a educadoras que están al
cuidado de los niños y niñas. Al mismo tiempo, permitirá recoger las experiencias de todo un
proceso de formación enfocado al reconocimiento y valoración de elementos claves en el
proceso pedagógico.
En relación al contexto institucional donde laboro aproximadamente tres años, corresponde a
una unidad educativa fiscal ubicada en la parte céntrica del Cantón Samborondón, en sus
interiores funciona un espacio para aproximadamente noventa niños de 3 a 5 años,
correspondiente a educación inicial y primero de educación general básica (EGB). En este
3
espacio, se comparten experiencias con las docentes en relación a las interacciones con los niños,
niñas y sus familias, cuyas prácticas pedagógicas se simplifican en observaciones generales en
relación al comportamiento de los mismos. Estas observaciones no se evidencian mediante un
escrito, sino que son derivadas al DECE verbalmente cuando se menciona casos como:
agresividad, llanto excesivo del niño/niña dentro del salón, ausencia escolar, o cuando los niños
no alcanzan los aprendizajes requeridos, no participan en actividades lúdicas, también en casos
de vulnerabilidad de derechos, entre otras. Las evaluaciones son cualitativas, pero no están
centradas en la reflexión sino en el desempeño de indicadores de desarrollo, es decir, si el niño
cumple o no con ciertos parámetros. Este proceso evaluativo es ejecutado por una sola maestra y
no por un equipo interdisciplinario. Por lo general, no se desarrolla la observación sistematizada.
La metodología que utilizan está basada en el juego, y para desarrollarlo las docentes
reorganizan constantemente los rincones lúdicos, haciéndolos creativos y llamativos para lograr
participación de los niños y docente en alrededor de una hora por cada jornada y en horas de
recreo, también. Para la adquisición de los aprendizajes involucran la misma metodología pero,
en este caso, es la maestra quien dirige la actividad lúdica, en lo posible, evitando un sistema
escolarizado.
Según Araujo, López, Novella, Schodt, y Tomé, (2015), en su estudio sobre “la Calidad de los
Centros Infantiles del Buen Vivir en el Ecuador” publicado en la revista del Banco Internacional
de Desarrollo (BID), en 404 CIBV en el año 2015, “indican puntajes de nivel bajo registrados en
la dimensión de procesos enfocado a las educadoras y su desempeño pobre sobre el cuidado en el
desarrollo de los niños y niñas e interacciones con las familias” (p. 39), surgiendo nuevas
políticas en el marco de mejorar la calidad de atención. Los Instrumentos elegidos para la
evaluación de la calidad de cada uno de los centros fueron: el Classroom Assessment Scoring
4
System (CLASS Párvulos), el Infant/Toddler Environment Rating Scale Revised Edition
(ITERS-R), el Observation for Measurement of the Environment (HOME), el Missouri Infant-
Toddler Responsive Caregiving Checklist (MITRCC), el Infant-Toddler and Family Instrument
(ITFI), el Knowledge of Infant Development Inventory (KIDI) y la Escala sobre Prácticas de
Cuidado y el Cuestionario de Infraestructura basado en el Instituto de la Niñez y la Familia
(INFA). Los autores se basaron en dos variables principales: las estructurales y las de proceso,
tanto las observaciones estructurales como las de proceso corresponden a las interacciones
suscitadas dentro del centro infantil bajo el enfoque de la calidad, lo que significa un cierto grado
de complejidad. Los resultados de cada uno de los instrumentos se encuentran correlacionados y
coinciden en las puntuaciones bajas en el análisis y conclusiones.
Ante estas circunstancias, surge la iniciativa de mejorar las prácticas pedagógicas e
interacciones entre educadoras y niños. En este contexto, el Currículo de Educación Inicial
(2014) orienta el desempeño de una buena práctica docente, a fin de que los niños, que dirigen
los educadores, alcancen el desarrollo de todas sus destrezas, proponiendo una educación integral
basada en el juego, respetando las diferencias individuales, culturales y los distintos ritmos y
estilos de aprendizajes de los niños. Por consiguiente, la Universidad Casa Grande (UCG)
pensando en el desarrollo integral del niño, en convenio con la Universidad de Artevelde de la
ciudad de Ghent – Bélgica, iniciaron el proyecto de sistematización en el cual, por medio de un
proceso de formación y acompañamiento a profesionales maestrantes en temas como:
observación, juego, reflexión, retroalimentación, bienestar e involucramiento, se han
desarrollado actitudes y habilidades que apuntan a favorecer el desarrollo, aprendizaje y
bienestar infantil, desde las interacciones de las educadoras con los niños de los centros
infantiles.
5
En la capacitación con las Docentes Belgas de la Universidad de Artevelde, de Ghent: Miek
D´Argent y Sofie Vastman, se detallan temas correlacionados al currículo de educación inicial
como son: La observación, el desarrollo integral de niños, el juego y la importancia de las
interrelaciones dentro de las actitudes y desempeño de las educadoras. Cabe recalcar que en una
etapa anterior a la sistematización, en lo personal, adquirí la oportunidad de visitar centros
infantiles en la ciudad de Ghent – Bélgica y tener un primer diálogo sobre el proceso con las
mencionadas docentes. En esta primera experiencia de visita se realizaron observaciones en
centros, cada uno con una metodología que prioriza lo esencial: el niño.
Unos de los fundamentos conceptuales de esta experiencia se basa en los aportes de Loris
Malaguzzi (1920 – 1994), que en su propuesta del currículo de Reggio Emilia sitúa como
cimiento la participación del niño con respecto a su entorno y se enfoca en el educador como un
transformador social, a la vez, se “señala la importancia de los derechos de los padres a participar
activamente” (Peralta, V. 2008 p. 151). Dentro del desarrollo integral, en el marco del mismo
esquema, se brinda importancia a la escucha en las interacciones con los niños y niñas. Para la
escuela de Reggio Emilia, “el niño tiene la capacidad de moverse en el espacio cotidiano como
un paisaje sonoro en el que danza y se manifiesta por medio de la gráfica y otras disciplinas”
(Rubio, C. 2014. p. 25). Podemos, bajo este enfoque, tener en cuenta que la participación de los
niños y sus aprendizajes, lo que conocen y comparten con otros compañeros, manifiesten sus
preguntas e ideas bajo el marco del juego, son momentos donde toma relevancia la capacidad de
observación de las educadoras dando paso a sus principales reflexiones.
En este trabajo se incluye el proceso de sistematización, proceso que incorpora una serie de
actividades que aportan significativamente el desarrollo de actitudes y desempeño favorecedores
del desarrollo, aprendizaje y bienestar infantil por parte de educadoras de centros infantiles, en
6
base a la observación, retroalimentación y el juego adquiridos en la capacitación de docentes
belgas. Aprendizajes que aportan conocimientos obtenidos desde la experiencia en base a
fundamentos teóricos. “La sistematización es un proceso permanente y acumulativo de
producción de conocimientos a partir de las experiencias de intervención en una realidad social”
(Acosta, 2005, p. 5). En este caso, nos permite afianzar conocimientos y aprendizajes a raíz de
las experiencias vivenciadas, fortaleciendo habilidades en las observaciones e interacciones.
Cabe destacar que durante la primera capacitación dirigida por las profesoras belgas Miek
D´Argent y Sofie Vastman, surgieron aprendizajes relevantes que aportan al desarrollo integral
de los niños como: la observación como un proceso sistemático, observar al niño en su
interacción evitando juicios de valor, reflexionar las vivencias aprendidas y experimentadas,
tipos de juegos en relación con las destrezas que plasma el currículo de educación inicial, la
creatividad con la imaginación como punto de partida para el aprendizaje, retroalimentación, el
juego como actividad fundamental para el desarrollo integral.
En una segunda capacitación con las docentes anteriormente nombradas, se fortalecieron
nociones en relación a temas relevantes para el desarrollo del niño y su aprendizaje, en este caso,
el juego sensopático y el bienestar e involucramiento, con argumentos sólidos que mejoran la
calidad de interacciones entre educadoras y niños enmarcados desde un acompañamiento
figurado desde la zona de desarrollo próximo (ZDP), en la que la educadora o docente observa la
participación de niño y evalúa su estado tanto de bienestar como de involucramiento, siendo
importante para identificar posibles dificultades presentes en los niños, o afianzar las
potencialidades de los mismos. Es decir, sabemos tener en cuenta que el estado de placer y gozo
del niño, la autoconfianza en sí mismo y la conexión que proyecta con la realidad manifiesta
desde su mirada, relajación y paz interior.
7
En cada una de estas actividades las educadoras son un elemento importante para este
proceso, ya que se pretende enriquecer sus interacciones, conocimientos, habilidades de
observación, la reflexión, la creatividad, y el interés por asumir un rol transformador en temas
como: la observación, la retroalimentación, el juego, el bienestar, el involucramiento, y otras
prácticas pedagógicas con una visión constructiva en su conocimiento, sin duda, que aportan a la
adquisición del aprendizaje y al desarrollo integral del niño. Por lo tanto, es importante que “para
preparar una sistematización el equipo que participa debe estar conformado por personas que
forman parte de una experiencia y que posean información relevante” (Atehortúa, s/f. p. 31).
Adicionalmente, disponer la capacidad de guiar a las educadoras de los CDI en actividades
enfocadas al desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños es uno de los objetivos de esta
sistematización, los beneficiarios, en este caso, son los niños y niñas en el marco del
fortalecimiento de sus destrezas enfocadas en el currículo de educación inicial. Pues,
compartiendo con las educadoras de los CDI tanto los aprendizajes como los conocimientos y
experiencias, sobre la observación, el juego, la reflexión, bienestar e involucramiento y la
retroalimentación, se fortalecerán habilidades con las que puedan contar y enriquecer sus
interacciones con los niños.
Para llevar a cabo este proceso, la UCG, con solicitud dirigida al MIES, distrito 1 de la ciudad
de Guayaquil, con los oficios y permisos emitidos pertinentemente, estableció acuerdos para
realizar seis visitas en los CDI por parte de las maestrantes participantes durante dos meses, en
donde se observaron las interacciones entre educadoras y niños relacionadas a temas como: la
importancia del juego, la observación sistematizada, la reflexión, bienestar e involucramiento y
la retroalimentación.
8
Como maestrante, y una vez obtenidos los permisos pertinentes, en una primera instancia, se
realizó un acercamiento con la coordinadora, educadoras y niños, con el fin de que conozcan el
proceso, en segunda instancia, se utilizaron recursos como fichas de observación para recolectar
los datos presentados entre las interacciones de las educadoras y los niños y niñas de cada uno de
los grupos, por último, se realizó una retroalimentación de las fortalezas y debilidades con las
respectivas sugerencias, y, finalmente una reflexión de los conocimientos aprendidos
conjuntamente por todos los participantes basados en su experiencia.
Para fortalecer la adquisición de la información en la observación se tomó en cuenta el
siguiente enunciado: “entre los recursos para recolectar la información en el proceso de
sistematización, por lo general, se debe de utilizar, por ejemplo: el diario de campo, actas,
cuestionarios, protocolos, guías de Observación, portafolio de desempeño, fichas temáticas y
carpetas temáticas”. (Amigó, s/f).
A partir de esta perspectiva de reflexión, observación, el juego, el bienestar, involucramiento
y retroalimentación surgen beneficios que aportarán al desarrollo integral de los niños,
favoreciendo sus capacidades en diferentes áreas de los ejes trabajados en el currículo de
educación inicial los cuales son: descubrimiento natural y cultural, desarrollo personal y social y
expresión y comunicación. En este mismo plano, las educadoras también fortalecerán sus
habilidades de observación y reflexión con una metodología establecida a un objetivo: conocer el
desarrollo del niño, analizar interacciones en relación a las destrezas que dispone el niño, fijar
metas de bienestar e involucramiento.
Estas habilidades fortalece los procesos de reflexión, bajo un enfoque de procesos de análisis
y una metodología organizada que desemboca en un conjunto de resultados ante diversas
situaciones, así mismo, el juego y sus tipologías y su desenlace de destrezas en el niño,
9
importante para su desarrollo. La observación, constituye un registro sistemático que desemboca
en conclusiones a favor del niño y su bienestar e involucramiento. Por último, la
retroalimentación, que consiste en conocer y mejorar las limitaciones de las educadoras y del
centro.
En este camino, nos enfrentaremos a posibles acciones que limiten la visión obtenida en cada
uno de los temas dentro de las interacciones, por la cotidianidad habitual que se encuentra
enmarcada en cada uno de los centros, el desconocimiento, la falta de apertura a nuevas
metodologías, entre otros factores, mismos que podrían influenciar en el desarrollo integral de
los niños. Sin embargo, por medio de la comunicación, constancia y práctica se puede llegar a las
metas que, como maestrantes nos proponemos.
Punto de Partida
Partiendo de las vivencias experimentadas y compartidas, en lo laboral y en relación a la
interacción con los niños que se encuentran en la etapa de la primera infancia, dispongo de
conceptos, en relación a la teoría de Vygotsky, principalmente en lo que respecta a la
metodología de la mediación y la zona de desarrollo próximo (ZDP), lo cual, ha sido de gran
utilidad en la aplicación de diversos procesos y poder alcanzar aprendizajes en los niños.
Asimismo, la utilidad del Currículo de Educación Inicial, guiaba las actividades a ejecutar
desde diferentes áreas para alcanzar las destrezas requeridas en los mismos, en ello se
seleccionaba, entre la variedad de indicadores y destrezas, determinadas actividades lúdicas para
plasmarlas en un registro de planificación semanal, mismas que eran ejecutadas diariamente con
los niños y niñas del área.
10
Dentro de estos procesos y actividades, consideraba la observación como una de las
herramientas que acompaña dichos procesos. En un principio, dentro del contexto y experiencia
propia, las observaciones me conducían, por lo general, a emisiones de juicios de valor a lo
observado en los niños, como por ejemplo suposiciones y la aplicación de palabras como:
siempre, nunca, no entiende, no quiere participar, entre otras; por lo que la observación, se volvía
simplemente empírica y subjetiva, sin plasmarla en un registro escrito y sin el previo
planteamiento de una pregunta o hipótesis sobre el desarrollo integral que aporte a lo que se
desea conocer en el niño desde la observación, quedando en acercamientos verbales sin una meta
a desarrollar.
Los registros de observaciones con los que contaba brindaban un acercamiento a las escalas
de evaluación en el caso de que el niño lo logró o no lo logró, hizo, no hizo, participó o no
participó, o si alcanzó los aprendizajes o no, clasificando al niño si se encontraba dentro de un
parámetro o categoría de aprendizaje. Esta práctica, que llevaba a cabo de una manera subjetiva,
por lo general, dada por percepciones personales, familiares o del grupo profesional de la
institución educativa, describía los comportamientos de los niños como observaciones no
sistematizadas.
En consecuencia de ello, se obtenían desempeños en las educadoras que no aportaban al
proceso de desarrollo integral del niño porque no involucraba un proceso ordenado, reflexivo y
con objetivos claros en las actividades rutinarias y que, a su vez, comprenda entre ellos una
interacción de calidad, ya que los resultados que se esperaban no se promulgaba en su totalidad
el bienestar del niño.
Enunciado esto, y relacionado con el juego, en lo personal, no involucraba la observación
sistematizada en el momento en que los niños se encontraban jugando o interactuando con algún
11
tipo de juguete, ya sea en hora del recreo o en una actividad lúdica en los rincones, y mucho
menos lo relacionaba con las destrezas expuestas en el Currículo de Educación Inicial. Dicho
esto, solamente observaba que el niño participara, por lo que, si no se involucraba en una
actividad lúdica, simplemente lo dejaba a su ritmo e interés, sin ubicar la información en un
registro sobre lo observado.
El juego lo consideraba como una acción pedagógica y una herramienta importante para
alcanzar aprendizajes en los niños, pero, sin brindar una visualización en el aporte que tiene éste
en el desarrollo integral, es decir, como una actividad lúdica en un contexto escolarizado con los
niños de educación inicial, sin ofrecer el acercamiento enriquecedor que despierte las destrezas
bajo una mirada al desarrollo integral. Por ejemplo, cuando realizaba una actividad lúdica con los
niños, la ejecutaba como parte de una metodología previamente planificada, o clasificada según
los rincones elaborados en los salones de clase, es decir, como maestra que, por lo general, es el
centro que direcciona estas actividades, limitando el accionar, en tiempo, el espacio y lugar del
niño sujeto a ciertas normas asignadas por mi persona.
En lo referente a la reflexión, la encaminaba mediante el análisis de una determinada
situación, basada en hechos empíricos o, también, por adquisición de conocimientos o
información, sin ser parte de un proceso determinado y ajustado a un plan de acción que genere
el compartir de resultados. Además, esta reflexión se realizaba con el equipo de trabajo en
relación al contexto laboral, limitando el desarrollo de habilidades de los y las profesionales que
interactúan con los niños y padres de familia, en donde las experiencias se quedan allí,
simplemente como experiencias. Esta pauta de acciones obstaculizaba la capacidad de conocerse
a sí mismo. Descubrir/analizar las fortalezas y debilidades con las que cuenta cada persona;
12
cómo se muestra al mundo externo y lo que siente en el interior, su personalidad propiamente
dicha, limitando de esta manera el pensamiento reflexivo.
Añadiendo a esto, cuando ejecutaba procesos de reflexión dejaba de lado la importancia de
pensar, sentir y hacer, pues pensaba en ideas y acciones basadas en disposiciones de autoridades
institucionales, olvidándome del sentir, mismo que indicaba una visión importante en el
momento de la recepción de casos y su análisis para la toma de decisiones. Por ende, esto
limitaba los procesos de bienestar del niño en cuanto al desarrollo integral y a las interacciones
entre educadoras, niños y familias.
En cuanto a la retroalimentación, trabajaba desde una visión que contradecía lo aprendido en
la capacitación, es decir, mencionaba los aspectos negativos de los procesos y actividades
realizadas con las docentes y educadoras, en especial, las actividades lúdicas, acciones
ejecutadas en casos de vulnerabilidad, o situaciones tensas con las familias, pues, suponía que
mencionar los aspectos negativos de los procesos en donde intervienen las educadoras daban
resultados positivos.
Contrariamente a mi idea, conseguía solamente confusión e incomodidad dentro de un grupo
de trabajo. A la vez, durante la participación del equipo de trabajo, tenía la opinión de que el
conocimiento lo asumía, solamente, un asesor o director, en este caso, mi persona, sin la escucha
previa de un grupo (educadoras/docentes) que dispone de experiencias e información importante.
Finalmente, Miek D´Argent y Sofie Vastman nos brindaron diferentes reflexiones en la
formación con el grupo de maestrantes, cuyas interacciones alcanzadas, guían los conocimientos
y experiencias, su utilidad en cada uno de los procesos, los objetivos y resultados conseguidos en
favor de un crecimiento personal y profesional. Un aspecto importante de su formación fue la de
13
conocer a mayor profundidad prácticas como: la reflexión, el juego, la observación y la
retroalimentación.
Cabe mencionar que, un aspecto importante que se abordó es el Currículo de Educación
Inicial en su relación con el desarrollo integral del niño. Las formadoras expresaban que los
diferentes tipos de juego en los cuales el niño se encuentre participando se los puede relacionar
con las destrezas expuestas dentro del currículo; participaciones lúdicas que se encuentran
encaminadas al desarrollo de las áreas de: descubrimiento natural y social, desarrollo personal y
social, expresión y comunicación, y, que para las educadoras y cuidadoras de los niños, disponer
una actitud de reconocerlas en sus prácticas constantes se volverán un hábito y una habilidad en
identificar a dichas destrezas a través del juego. Saber que, nuestros aprendizajes se construyen
en base a las diferentes soluciones y alternativas que situamos en las interrelaciones y que
pueden crear reflexiones y aprendizajes, fue uno de los puntos claves para el desarrollo de
actitudes favorecedoras.
Objetivos
Objetivo General
Desarrollar actitudes y desempeño favorecedores del desarrollo, aprendizaje y bienestar
infantil en educadoras de centros infantiles en base a la observación, retroalimentación y el juego
adquiridos en la capacitación de docentes belgas.
Objetivos Específicos
- Fortalecer la capacidad de observación a las interacciones de los niños y niñas, e
interpretación enfocada a su desarrollo.
- Favorecer diferentes tipos de juego en las interacciones de los niños y niñas, con el uso de
recursos disponibles en el centro y/o de fácil elaboración.
14
- Afianzar la capacidad de guiar a las educadoras en actividades enfocadas al desarrollo,
aprendizaje y bienestar de los niños en el centro infantil brindando calidad en el centro.
- Relacionar las diferentes actividades lúdicas realizadas por los niños en sus interacciones
con las destrezas expresadas en el Currículo de Educación Inicial.
Descripción de la Sistematización
En esta sección se dará lugar a los temas tratados durante la formación con las docentes Miek
D´Argent y Sofie Vastman, haciendo hincapié en que, desde un inicio, nos recomendaron
conservar la conexión con el Currículo de Educación Inicial, teniendo en cuenta sus objetivos,
contenido y estructura. Al mismo tiempo, nos invitaron escoger un juguete para realizarlo con
material de reciclaje, basado en el Manual de Guía de Materiales Didácticos del MIES, el mismo
que serviría para uso en la capacitación (Anexo 5).
Durante las interacciones con las capacitadoras, conservé aspectos importantes como: la
reflexión como recurso que promueve el pensamiento y desarrolla habilidades e involucra un
proceso sistemático llamado STAR (Situación, Tareas, Acción y Resultados), métodos que
exponen un análisis y reflexión grupal. En esta misma línea, se encuentra el iceberg cultural, que
es un diagrama en donde lo que se observan son los comportamientos y las prácticas cotidianas
de las personas y lo que no se observa son las actitudes y valores adquiridos en el entorno.
Finalmente, la importancia de sentir, pensar y hacer como un proceso que genera resultados en
diferentes actividades para el desarrollo infantil.
Otro de los aspectos importantes que subrayé en la capacitación fue la observación, misma
que es sistemática y específica, en donde se desarrollaban procesos de registrar, interpretar y
tomar decisiones; formular conclusiones orientadas a la acción y la forma de guiar dichos
procesos. Técnicamente se registran las interacciones del niño con su entorno en base a la
15
formulación de una pregunta relacionada al desarrollo, este registro técnico, llamado también,
reporte cinematográfico, es un instrumento objetivo y detallado en lo que se observa.
El juego de igual forma, lo considero un aspecto importante, pues define la perspectiva de
desarrollo mientras el niño está jugando, actuando, haciendo, al mismo tiempo, tiene diversos
roles y situaciones y un alto grado de libertad y acción. El niño explora su entorno, desarrolla
todas las áreas y tiene oportunidades para aprender. Con la interacción de un juguete, el niño
transforma su pertenencia a diversos tipos de juegos y relaciona su utilidad, desarrollando en él
habilidades y destrezas, donde las educadoras cumplen con las competencias de explorar,
conectar, enriquecer lo que les permite acompañar el desarrollo de los niños con los medios
pertinentes. Por lo tanto, el juego no solamente es una actividad lúdica y pedagógica sino, una
potencia para el desarrollo del niño en todas sus áreas: cognitiva, psicomotriz y socio -
emocional.
Del mismo modo, en la retroalimentación, cabe mencionar la importancia de reconocer las
habilidades y fortalezas de sí mismo, dentro de los procesos e intervenciones con los niños, es
vital recalcar, los aspectos positivos de las interacciones y luego un aspecto que tenga que
fortalecer con el acompañamiento oportuno del director o asesor, el intercambiar y escuchar
experiencias de interacciones también son importantes porque podrían aportar las diferentes
retroalimentaciones.
Las docentes Miek D´Argent, y Sofie Vastman, formaron, en nuestro grupo de maestrantes,
han habilidades enmarcadas en el ámbito de la Reflexión, la Observación, el Juego, el bienestar e
involucramiento y la retroalimentación para desarrollarlas como una práctica pedagógica en la
que el niño participa y desarrolla competencias relacionadas con el currículo de educación
inicial. Es vital tener en cuenta que el centro es el niño en relación a su entorno y que la
16
mediación es un recurso importante en el concepto de la ZDP para su desarrollo. Unos de los
fundamentos pedagógicos que considero nombrarlo en relación a la formación recibida es de
Reggio Emilia de Loris Malaguzzi, escuela que “caracteriza su pedagogía como de tipo
relacional o de la participación” (Peralta, 2008, p. 149). A continuación, presentaré una narrativa
de cada uno de los temas que he mencionado y desarrollado en este proceso, y los fundamentos
teóricos que sustentan estos aprendizajes.
La Reflexión
Verse a uno mismo, lo visible y lo no visible, mejora la habilidad de crecer personal y
profesionalmente, la reflexión no solo debe concebirse para eventos positivos sino para
situaciones difíciles o relacionadas a sucesos negativos. Es el conocimiento de sí mismo y tiene
como objetivo mejorar las interacciones de los cuidadores con los niños. Dentro de estas
interacciones es importante dejar de lado los aspectos que no nos gustan o que nos ocasionan un
cierto grado de tensión y enfocarse en lo que queremos perseguir en dichas interacciones. Estas
reflexiones nos permitirán ver a un niño más allá; es decir, cómo actuamos frente a él, qué
entorno le brindamos, cómo lo apoyamos, etc. Para ello, el proceso de la reflexión se lo relaciona
con un Iceberg, en cuanto a lo que vemos y lo que no vemos de nuestro comportamiento.
Este Iceberg, considerado como un iceberg cultural se lo abordó desde una primera actividad,
dentro del capítulo de la reflexión, ampliando a esto, en dicha formación, fue el dibujar un
‘Iceberg’ y relacionarlo con un iceberg cultural, y desde un análisis más destallado, primero
observamos que lo visible es lo que podemos ver de dicho iceberg, y relacionarlo con un ser
humano. Por ejemplo, los comportamientos, prácticas, hábitos, características que son
perceptibles para el espectador. Segundo, relacionamos un iceberg con lo no visible representado
en los sentimientos, valores, experiencias adquiridas en el medio sociocultural, en las
17
interacciones, que afloran en las decisiones. En la figura 1 apreciamos un ejemplo de iceberg
dentro de la capacitación.
Figura 1. Fotografía de un Dibujo sobre un Iceberg Cultural.
La Importancia de la Reflexión
Es importante aprender a reflexionar porque permite una consolidación del pensamiento y el
aprendizaje, constituyendo el abordaje de tareas desafiantes y metas a cumplir. Dentro de las
interacciones educativas es importante que la reflexión sea parte de lo planificado con el
propósito de promover habilidades de aprendizaje. Se reflexiona en base a las interacciones, ya
sean positivas o negativas, sobre una situación concreta, un solo momento, cuando somos
observadores o participantes y cuando se tiene preguntas de aprendizaje.
Proceso para Reflexionar
Para dar paso a la reflexión es necesario que este proceso se constituya sistemáticamente
consolidando un aprendizaje y/o habilidad. Por ello, se plantea la metodología STAR como en la
figura dos, en relación a un proceso en torno a una situación, tarea, acción y resultados.
18
S (Situación), son situaciones que se presentan dentro de la cotidianidad, en el contexto, en las
interacciones. Por ejemplo, un niño es constantemente agresivo con los demás compañeritos.
T (Tarea), se describe el problema y se propone desafíos para resolver ese problema, por
ejemplo, el niño es agresivo porque vive en un hogar donde su papá y tíos son agresivos con los
demás y constantemente son impulsivos. El desafío sería bajar los niveles de agresividad.
A (Acción), representa lo que se realizó y cómo se lo hizo, es decir, las acciones que se
tomaron para cumplir con dicho propósito en relación a un trabajo de equipo interdisciplinario.
Por ejemplo: entrevista con los padres del niño, observaciones en las interacciones del niño
dentro del centro, diálogo con los padres, diálogo con la docente, entre otros.
R (Resultados), expresa los beneficios que resultaron en el momento de las acciones, qué falta
por hacer, los aprendizajes formados y las habilidades, es la reflexión propiamente dicha.
Figura 2. Esquema de momentos de la técnica STAR.
De esta forma, se deducen conclusiones que permiten solventar el conocimiento y
experiencias, cuando se plantea una reflexión en grupo se la realiza como:
19
Figura 3. Diagrama del proceso en la reflexión de grupo.
Somos parte de un equipo, y necesitamos buscar espacios de reflexión, el pensar nos permite
analizar ¿qué es lo que los compañeros aprenden o conocen después de que nos escuchan o leen
nuestro material?, el sentir ¿cuáles son los sentimientos que queremos manifestar con nuestra
comunicación? y, el hacer ¿cuáles son las acciones específicas que los compañeros realizan en
conjunto contigo? Según el Departamento de Educación de California (2010), “una de las
principales responsabilidades de los maestros es la de establecer y mantener relaciones positivas
con las familias, con los niños, y el entorno. Con operaciones rutinarias predecibles y
consistentes, fomentando el crecimiento socioemocional, cognitivo y de comunicación” (p. 33).
Por ello, la reflexión involucra un proceso de planificación.
Tarea STAR
El trabajo realizado fue exponer la situación de un niño de 3 años de primero de Inicial, quien
presentaba indicadores de comportamiento agresivo hacia sus compañeros. Su abuela, quien
cumplía el rol de madre y representante, mostraba preocupación por ello. En dicho trabajo, se
describieron todos los acontecimientos suscitados en el desarrollo del niño, quien no vive con sus
padres, ya que cada uno formó diferentes hogares, y por varias ocasiones el niño ha presentado
problemas de salud. A la edad de 1 a 2 años de edad asistió a un CIBV en donde logró
estabilidad, en las acciones se llevaron a cabo entrevistas con la representante y docente,
observaciones al niño tanto en grupo como en juego individual y se aportaron con sugerencias de
actividades lúdicas tanto a la maestra como a la abuela. Finalmente, en los resultados se
20
observaron que las actividades sugeridas han disminuido los niveles de agresividad en el niño
(Anexo 2).
La Observación
La observación es una estrategia para determinar una información de aprendizaje y desarrollo
de los niños, es una percepción sistemática y específica que involucra registrar, interpretar y
tomar decisiones para mejorar el proceso del desarrollo y la forma en que se guiará el mismo. Se
lo define como un plan a raíz de una formulación de pregunta que indicará cuál es el propósito
que guiará la observación. “Observar significa construir la realidad, no es sólo una acción, sino
también una relación de reciprocidad, un proceso que ayuda al docente a ser consciente de todo
lo que está sucediendo” (Peralta E, 2008, p. 156).
Importancia de la Observación
Observar a los niños brinda información necesaria para conocer sus necesidades y poder
responder mejor en sus juegos e interacciones; diseñar mejor las actividades a ejecutarse,
expresar una imagen de los niños a sus padres o personas interesadas. Observar constituye una
forma de investigación. “Una vez que llegan a comprender las observaciones y las evaluaciones,
los maestros consideran cómo ésta mejor comprensión podría conducir a la introducción de
nuevos materiales o posibilidades para la exploración para un niño o un grupo de niños”
(Departamento de Educación, 2010, p. 115). Es importante porque otra persona lee e imagina
desde el registro de observación, en donde a más de interpretar, investiga.
Cómo Observar
Para ello, es indispensable no caer en observaciones subjetivas, porque constituiría
información falsa, poco confiable y no validada. Por el contrario, se trata de recopilar datos por
21
medio de fichas estructuradas de observación que constan de la pregunta de observación, de un
contexto, del reporte e interpretaciones de cada una de las observaciones en respuesta a la
pregunta que se plantea, así mismo que contenga las reflexiones y las conclusiones. Se pueden
realizar observaciones de dos maneras: distante/sentado y participando/trabajando.
De la forma distante/sentado, por lo general, no se interactúa, no se interviene en la actividad,
sino que se mantiene una distancia prudente. La pregunta de observación es clara y concisa. Por
lo general, te encuentras con los niños, quienes saben que no deben molestarte mientras los
observas, pero ellos desconocen que son observados. La ventaja es que se puede concentrar y
recordar ágilmente. La desventaja es que se puede perder alguna información en la escritura o
también, la distancia se encuentra muy pronunciada y no se logra visualizar, con exactitud, la
participación de los niños.
De la manera participando/trabajando se puede interactuar con los niños e influir en su
comportamiento dentro de la actividad. Sin embargo, se toma como clave las iniciativas de los
niños para no dirigir demasiado. La ventaja es que los niños desconocen que se encuentran
siendo observados y la desventaja es que por escribir los reportes y participar al mismo tiempo,
se puede olvidar lo observado o desapercibir cierta información.
Registrar Observaciones: El Reporte Cinematográfico
La observación debe ser sistemática, es decir, dar lugar a una investigación a base de una
pregunta de aprendizaje. Las educadoras pueden registrar las observaciones por medio de una
nota, o un reporte. Por ejemplo, la educadora le cambia el pañal y en ese momento el niño dice
‘pa’ por varias ocasiones y le sonríe, este registro puede determinar el nivel de desarrollo en el
que se encuentra; a la vez, encontrar barreras que limiten el mismo. Uno de los instrumentos es
22
el registro de observación, que se lo denomina el reporte cinematográfico y se lo compara con
una filmación de cámara en donde se registran todos los datos observados.
Entre las sugerencias para escribir un reporte cinematográfico es la de tener en cuenta criterios
que solventarán las observaciones, por ejemplo, debe ser objetivo y específico. Debe contener el
suficiente detalle, tomando en cuenta que las palabras emitidas por las personas observadas
deben ser escritas entre comillas. El reporte debe ser descriptivo, es decir, debe plantearse la
pregunta de observación desde el inicio. Se escribe en tiempo presente y cada una de las líneas
escritas se las enumera. El Departamento de Educación de California (2010), considera que “las
notas de las observaciones, (…), y los indicadores de las evaluaciones se pueden utilizar en
conjunto para reflexionar acerca de la exploración y el descubrimiento de los niños y llegar a
comprenderlos” (p. 111). A continuación, un ejemplo de reporte cinematográfico. (Figura 4).
Figura 4. Formato de Ficha Cinematográfica Entregada por Capacitadoras.
23
Se recomienda evitar etiquetas o juicios de valor, por ejemplo: el niño es vago, es inteligente,
es travieso, etc. obviar palabras extremas como: siempre, nunca, a la vez, evadir suposiciones
como: está cansado, tiene pereza, no le gusta; declinar de escribir datos subjetivos o
interpretaciones como: se cayó porque estaba despistado, etc. Sin embargo, si es necesario incluir
interpretaciones, éstas se las debe subrayar; es importante tenerlo en cuenta y relacionarlo a
manera de hipótesis, en este caso, escribirlo entre paréntesis. Todo este proceso sigue un ciclo
representado en la figura 5.
Figura 5. Esquema Entregado por Capacitadoras.
Este proceso sigue a la pregunta que se encuentra formulada: ¿Quién?, ¿Qué?, ¿dónde?,
¿cuándo?, ¿cómo?, y determina una contestación confiable que solventará la investigación
durante las veces que se determine la observación, “creando muchas preguntas en el marco del
juego sin dar respuestas, con el objetivo de seguir obteniendo información de lo que piensa y
sabe el niño” (Rubio, 2014, p. 25)
La interpretación de las observaciones escritas en un reporte encamina a las hipótesis y
requiere de tiempo, entrenamiento y habilidad para desarrollarlos. Entre algunos ejemplos
expongo: ¿qué clase de recreación juega Sthefi?, ¿qué aprendes acerca del desarrollo
24
socioemocional de Sthefi?, ¿cómo expresa el lenguaje verbal y no verbal Sthefi en el juego?, la
observación deber ser planificada y consciente, dando lugar a una evaluación, “la información de
la documentación de las observaciones se utiliza para completar los perfiles de evaluación
formales” (Departamento de educación, 2010, p. 111).
Agregando a esto, en relación al reporte cinematográfico, hay una herramienta de
autoevaluación que brinda un análisis y reflexión de su ejecución, en donde considera si la
pregunta de observación se encuentra bien formulada, así como el contexto en que se ejecutó,
cómo está constituido el informe cinematográfico y las interpretaciones (Anexo 4).
En los centros de la ciudad de Ghent - Bélgica: Freinetschool De Boomgaard, Teunisvloem
Steinerschool, De Biotoop, Knuffelboom, St – Janscollege Heiveld, durante mi visita, pude
presenciar que un recurso principal de los y las educadoras es el uso de la observación, cuyo
propósito es el de conocer el desarrollo del niño a más de ser parte de evaluación y una fuente de
comunicación con sus padres.
Tarea de Reporte Cinematográfico
La tarea consistía en realizar un reporte cinematográfico, en este caso, se realizó una
observación sentada, con 5 niños, en una situación de juego libre con cosas en un CDI del
Cantón Samborondón. Entre los materiales se dispusieron legos, atornilladores, figuras
rectangulares, todos ellos de colores primarios. En el reporte se anotaron todos los movimientos,
expresiones, participaciones de los niños y niñas en las actividades lúdicas, llegando a la
conclusión que los niños construyen su imaginación gracias al juego simbólico, ya que lo
personifican y tienen expresiones verbales espontáneas (Anexo 3).
25
Juego y Desarrollo
¿Qué es jugar?, para Condemarín, Chadwick, GorosteguI, y Milicic, (2016), “se debe
entender que entre juego y desarrollo no se da una relación de causa efecto lineal, sino una
relación circular retroalimentada, en que el juego es factor del desarrollo, pero también, que el
desarrollo influye en los juegos” (p. 167). Por lo tanto, debo recalcar el valor que adquieren las
interacciones brindadas por las educadoras a su grupo de niños, interacciones que alimentan el
desarrollo integral desde las actividades lúdicas en donde la imaginación, creatividad y
organización sellan un aspecto importante en el bienestar del niño.
El Juego desde la Perspectiva del Desarrollo
Durante las actividades de juego, los niños se encuentran ocupados con material,
interactuando entre ellos, actuando, haciendo diversas actividades, en diversos roles y situaciones
con empatía. Tienen un alto grado de libertad de acción, es decir, los niños deciden a qué quieren
jugar, qué quieren hacer (contenido del juego y objetivos), cómo lo van a hacer (acción del
juego), con qué pueden hacer y ponen sus reglas del juego. Según Aquino Casal & Sánchez de
Bustamante, (1999) “entre las características del juego infantil y comprender al niño que juega
hay un contenido de placer, es espontáneo, posibilita a la imaginación y es social por definición,
prepara al niño para los roles sociales” (p. 134).
El juego es importante porque los niños exploran su entorno natural y sociocultural, a la vez
que desarrollan todas sus áreas, se crea una zona de desarrollo próximo y verdaderas
oportunidades para el aprendizaje.
26
Tipos de Juego
Juegos de movimiento: el niño expresa con su cuerpo y coordina movimientos. Por ejemplo,
juegos con pelotas, patines, agua, triciclo, bicicleta, bailes, hula hula, piscinas inflables, patio.
Juego con cosas: el niño manipula, explora, siente y crea, por ejemplo, legos, rompecabezas,
arena, plastilina, harina, cuentos, ladrillos, cubos, cilindros, tornillos, ensartados.
Juego de roles – juego de fantasía: el niño posibilita la creatividad: por ejemplo, disfraces,
cocinita, peinadora, lavadero, utensilios, jardinera, títeres, máscaras, ropa de diferentes oficios y
profesiones, muñecos, herramientas de albañilería.
Juego con reglas: el niño desarrolla habilidades y funciones cognitivas, tales como: láminas
en serie, colores, números, dominó, figuras geométricas, rompecabezas, tarjetas de secuencia,
tabla de palillos con sus agujeros.
Juego con lenguaje/música: el niño despliega el lenguaje y expresión corporal, como las,
canciones, marchas, trabalenguas, representaciones, ilustraciones, cuentos, tambores, sonajeros,
timbales, platillos, panderetas.
Durante la formación, junto con el grupo de maestrantes, colocamos, sobre una mesa, los
juguetes confeccionados, por cada una, estos juguetes fueron elaborados en base a la Guía de
materiales didácticos para niñas y niños de 0 a 3 años de las modalidades CIBV y CNH del
MIES, de los cuales realizamos una clasificación entre los mismos, aquellos que podían
pertenecer a diferentes tipos de juego mencionados anteriormente.
“El juego puede ser utilizado y valorado como estrategia de aprendizaje. La literatura es
coincidente en que el juego favorece el aprendizaje en general, además de la creatividad y la
imaginación, la comunicación y la expresión”. (Condemarín, Chadwick, GorosteguI, y Milicic,
27
2016, p. 165). Se debe respetar el ritmo de aprendizaje de los niños, no se puede ayudar a crecer
una planta jalándole sino abasteciéndose de agua, tierra y amor. Esta comparación se la realiza
con los niños en su desarrollo, entregándoles seguridad durante el juego y también interviniendo
en casos de conflicto. Todos los niños deben estar involucrados en el juego, observar como
juegan, crear estímulos de elogio, observar en relación a su desarrollo, tener en cuenta que, “la
invitación a jugar no debe confundirse con la invitación a trabajar” (Condemarín, Chadwick,
GorosteguI, y Milicic, 2016, p. 174).
Las educadoras tienen una decisiva tarea que es la de tomar en cuenta que el juego tiene el
propósito de estimular a los niños en su desarrollo, proporcionándoles nuevas experiencias. Por
lo que es de vital importancia mejorar la calidad de los juegos. Preparar las actividades de juego,
requiere de una planificación: de un antes, durante y después conjuntamente con las
observaciones y reflexiones, o sea, preparar y permitir desarrollar el juego con materiales
necesarios y brindar, cada vez, nuevos contenidos de aprendizaje. Tener iniciativas, planificar,
dar lugar a más materiales de juego y con una densa variedad y creatividad. Según Aquino Casal
y Sánchez de Bustamante (1999) afirman:
Para la autora Martín Buber, considera la creatividad como un potencial que se debe cultivar
con la guía de un maestro, porque si bien no hay que reprimir la creatividad en el niño, no
basta con dejarlo que se desarrolle sólo. (p. 143).
Las educadoras pueden darse cuenta de que, su actividad lúdica ha sido de alta calidad cuando
observa el alto involucramiento y participación de los niños, y hay una alta perspectiva sobre el
desarrollo.
28
Uno de los ejercicios realizados con las docentes belgas, era la relación existente entre el
juego de un grupo de niños (Thomas, Stijn, Joffry y Sofie) con el Currículo de Educación Inicial
(2014). En la lectura, sobre el juego de los niños, se dio como conclusión, que los mismos se
encontraban interactuando con juguetes pertenecientes a: cosas, movimiento y de lenguaje, su
edad oscilaba entre los 2 a 3 años, dentro de su interacción, ‘Thomas’ demostraba dominio en el
juego a diferencia del resto de niños.
Y, en torno al Currículo de Educación Inicial (2014), se relacionó las destrezas de los niños
con el objetivo de aprendizaje: desarrollar su identidad, a partir del reconocimiento de ciertas
características propias y de vínculos de pertenencia con personas y objetos de su entorno
cercano. Este tipo de ejercicio, es decir, la lectura de una interacción lúdica de niños y la relación
que se expresaba con el tipo de juego, brinda, a los cuidadores y educadores, la oportunidad de
fortalecer habilidades de relacionar las interacciones del niño en el juego con sus características
del desarrollo marcadas dentro del currículo de educación inicial, ejercicio que nos sirvió para
resaltar una habilidad que se desarrollará con su puesta en práctica.
Un ejemplo que expongo es que en Knuffelboom, centro visitado en Ghent - Bélgica, el
profesor debe observar e ir construyendo el avance en el desarrollo, a la vez, deben ir mejorando
los juegos brindando materiales y un grado de dificultad para hacer posible dicho avance, las
docentes planifican para cada niño según las necesidades que interpretan desde sus
observaciones propiciando la participación desde la metodología del juego.
A raíz de este tema: el juego, se abordó también, dentro de una segunda capacitación el juego
sensopático, pues, las docentes profundizaron la importancia de la relación entre el niño y el
mundo que lo rodea y su alcance al conocimiento y aprendizaje a través de los sentidos, de
descubrir, de experimentar y apreciar las diferentes características que enmarcan su entorno y de
29
desarrollar habilidades en diferentes áreas. A continuación, despliego una serie de experiencias
transcritas en torno al tema mencionado relacionándolo con la importancia que tiene desde el
desarrollo integral.
El Juego Sensopático
A partir de la exposición de las docentes Miek D´Argent y Sofie Vastman el juego
sensopático, llamado también sensorial, es la forma básica del juego en la cual la percepción y
experiencia sensorial se asientan con el material del juego. Ellas manifestaban que uno de los
actores principales es el niño, quien se enfoca más en el material que en darle forma. Es decir, es
una cualidad del juego que estimula los sentidos y, por ende, contribuye al desarrollo integral a
través de los sentidos. Por ejemplo, el niño juega con: agua, arena, barro, pintura, espuma de
afeitar, piedras, frejoles, etc. activa, por medio de la manipulación y la exploración, las
sensaciones de experimentar, conectar y conocer.
Este descubrimiento de sensaciones facilita al niño una experimentación que distingue a
través de sus sentidos: tacto, vista, oído, olfato y gusto. Estos sentidos despiertan, en sí, una
relación entre el objeto y el conocimiento de lo que el niño posee. Cada uno de los sentidos
irradia un alto nivel de importancia en el momento en el que el niño se encuentra descubriendo,
de tal manera, que cada uno de los sentidos tiene un grado relevante en el momento de
interacción en el juego.
En la segunda capacitación, recepté que cada uno de los materiales que se utiliza en un juego
despierta los sentidos y el aprendizaje. Se debe agregar también que, el sentido del tacto es uno
de los sentidos más grandes que tenemos, no solo porque implica a ‘las manos’, sino también,
por todas las sensaciones que se estimulan a raíz de la piel, que permiten explorar los materiales
30
y descubrir todos los medios que establece el cuerpo como: deslizar entre los dedos, hacer pala
con las manos, agarrar, recoger algo del piso con los dedos de los pies, etc.
Asimismo, concluí que ver, observar, es una de las formas que se utiliza con frecuencia en las
actividades lúdicas, es decir, el sentido de la vista, es un sentido que brinda seguridad de
contacto, es mucho más cómodo visualizar los materiales, pero, en el momento del juego se
puede fortalecer dichas observaciones asegurándose que los niños expongan miradas fijándose
en todos los detalles y características de los materiales que los rodean, o sea, que aprendan a
observar desde todas las perspectivas.
El oír y escuchar son también relevantes en el momento de aprender y desarrollar habilidades,
pues de seguro el sentido del oído es muy importante para el juego sensorial, dicho en otras
palabras, al activar esta sensación en una determinada actividad lúdica, el niño identifica diversas
tonalidades de sonidos y los clasifica entre música y ruido por medio del descubrimiento, por lo
general, los materiales con los que juegan los niños, en ciertos casos, no generan sonidos por sí
mismo, sin embargo, los niños tienen la facilidad de provocar sonidos en los mismos por medios
de la manipulación con sus dedos, hacerlos rodar y sacudir, o golpearlos contra otro objeto.
Los sentidos anteriormente mencionados, por lo general, son los que más recurrimos en el
momento de una jornada lúdica. Por lo contrario, las percepciones como oler denotan también un
alto nivel de importancia en el momento del aprendizaje. El sentido del olfato es uno de los
sentidos que con frecuencia olvidamos, pero no deja de ser significativo como los demás. Así
mismo el sentido del gusto, es uno de los más difíciles, porque a los niños no se les permite
probar todos los materiales que los rodean, ya que ante todo es la seguridad de su integridad, lo
que se recomienda es tener presente la edad cronológica acompañado de normas y reglas en la
31
que identifiquen un elemento que puedan gustar y explorar mediante la experimentación desde la
sensación en su boca.
Uno de los ejercicios que realizamos las maestrantes, es la de practicar qué objeto tenemos en
nuestras manos, a partir de un vendaje puesto en los ojos y permitirnos oler, tocar y adivinar
dicho material, determinando también las sensaciones que nos provocaba, en este caso, miedo,
curiosidad, quitarse la venda y observar. Finalmente, es recomendable asegurar que los niños
sean conscientes de los olores que perciben, y de sensaciones que provocan a través del gusto, les
permite articular lo que oyen, ven, sienten, huelen y gustan. Estas sensaciones aportarán con el
desarrollo de su lenguaje y, por ende, la exploración de su entorno y el aprendizaje.
Entre los ejemplos de juegos sensopáticos que expusimos en la capacitación mencionamos: el
juego de masa con harina, en donde involucra sentidos como la vista, olfato y tacto. El juego con
goma, que provoca sensaciones desde los sentidos del tacto, olfato y vista, así también, la
manipulación de la espuma de afeitar que provoca sensaciones táctiles, visuales, olfativas, y
otros ejemplos como materiales para empacar como las láminas plásticas que provocan sonidos
estimulando el oído, así también, observamos una mesa de madera que consta de un espejo sobre
el tablero en donde el niño se puede mirar, otros ejemplos que observamos fueron una caja de
luz, pintura con los pies sobre un papel o piso, cocina con lodo, el pintar con los ojos vendados y
experimentar con el agua.
Durante la capacitación se mencionó que no todos los materiales despiertan los sentidos,
debemos enfocarnos en constatar una buena preparación de cada uno de los recursos con la que
los niños van a interactuar de manera que despliegue una gama de sensaciones que provoquen un
aprendizaje. A continuación señalo algunas de las recomendaciones que surgieron a raíz de la
formación que tuvimos con respecto al tema.
32
Sugerencias en la Preparación del Juego Sensopático
Desde la interacción con las capacitadoras, surgió que es prioritario mantener una preparación
de calidad que promocione el despertar de sensaciones en los niños. Las educadoras, debemos,
primeramente, enfocarnos en aplicar con nosotras mismas, así también, acomodar los materiales
a utilizar con anticipación, para encontrar seguridad en el mismo. Organizar dentro del centro el
espacio, el material, la protección y la integridad del niño. Por ejemplo, un salón amplio
(espacio), papeleras espaciosas y a la altura del niño (material), protectores para la ropa,
mandiles, protección para la mesa (seguridad). Es recomendable no mencionar a los niños
ejemplos con el juego porque contribuye a limitar su creatividad, se sugiere darle libertad ante
sus iniciativas en relación a los recursos que lo rodea.
Otra sugerencia, en torno a las educadoras, es que mientras los niños se encuentren jugando,
lo que podemos hacer es observar y jugar, colocarnos al nivel del niño, ver las actitudes, por
ejemplo, si se sienten bien participando, observar qué hace y específicamente cómo lo hace y con
qué material se identifica más. En este caso, para identificar dicho material, con la que se
identifica el niño, podemos mencionar la siguiente clasificación: el material sensopático, material
netamente para explorar y experimentar como el agua, aceite, goma, etc. el material de
exploración que proveen la investigación y búsqueda, la imaginación, empuje y creatividad, así
tenemos: una pala, caja, muñeco, cepillo, cuchara, botellas vacías, frascos. Y el material creativo
que despiertan la creatividad del niño, como: pintura, tiza, goma, arcilla, cera, cinta scotch, papel
de dibujo, lápices, espejo.
Como experiencia, ante esta clasificación, las docentes belgas nos pidieron a cada una de las
maestrantes asistir al taller con materiales como: hilo, lana, arcilla, pintura, acuarela, goma,
esponja, plastilina, papel, papel brillante, entre otras, estos materiales los distribuimos sobre una
33
mesa y, de forma general, con la participación del grupo se direccionó cada uno de los materiales
hacia una determinada categoría teniendo como punto de partida dicha clasificación.
Figura 6. Taller con materiales sensitivos.
Sugerencias en Relación a las Acciones en el Juego Sensopático
Entre las sugerencias que se abordaron, dentro de la capacitación, es la relevancia en la
observación y/o exploración de las actitudes de los niños en el momento del juego, por ejemplo,
si desea o no comenzar, o se muestra curioso, también si necesita apoyo para empezar y, si este
apoyo es verbal o físico, si el niño imita a otros niños, y si empieza inmediatamente. Si se
muestra inquieto o callado, si utiliza todos sus sentidos y cómo es el cuidado y trato del niño
hacia los materiales. Observar la exploración del niño es ver cómo experimenta y despliega su
creatividad.
En esta misma línea, debemos tomar en cuenta que, en el momento de observar un juego
sensorial, como educadoras tenemos que tener presente lo siguiente: jugar con ellos (niños), y
seguir la corriente explorando a manera de espejo lo que ellos realizan, al mismo tiempo,
afianzamos su autoestima porque, por lo general, los niños se sienten importantes y tiene un
34
valor radical para su desarrollo, ya que se da espacio a sus habilidades y destrezas. Durante el
juego es importante conectarse con las actividades de los niños en ocasiones, se le debe brindar
una acción como el imitar el juego del niño, ya que se convencerá de que lo que está haciendo es
importante. Al final, cuando se termine el juego sensorial, desarrollar en el niño el hábito de la
limpieza, involucrándolo activamente en el orden y aseo del espacio que se ocupó para la
actividad.
Es importante para los niños, en especial los niños con capacidades especiales, despertar sus
sentidos, poner énfasis en la exploración y experimentación y luego darle pautas sobre los
conocimientos adquiridos. Reforzando esta afirmación, es imprescindible, luego de la actividad,
compartir los aprendizajes y experiencias obtenidas por los niños, mantener un registro de
observación y obtener información sobre el desarrollo de cada uno. Las sugerencias se le
formulan dentro de un juego, se afirman siempre y se mencionan solamente cuando enriquecen
la interacción de los niños con los materiales, es decir, se dé lugar al descubrimiento,
exploración, experimentación y creatividad.
Ejemplos de Juegos Sensopáticos
Sabemos que son los niños quienes deben dirigir su estilo en el juego, sin embargo, es
importante que la educadora comience enfocando ciertas pautas para dar paso al juego,
generalmente podemos comenzar diciendo: - ¿qué vamos a hacer con este material?, y, ante las
diversas ideas motivarlos a que lo pueden hacer. A continuación, se debe permitir que
experimenten, combinen, exploren, pinten, etc.
Entre algunos juegos sensopáticos podemos mencionar materiales que se pueden utilizar para
el trabajo de arte sensorial: hojas secas de plantas con pintura e impresas en hojas de papel,
construir con piedras, madera y retazos de cartón una maqueta, pasar por encima de la pintura
35
(en diversos colores) las llantas de carros de juguetes, elaboración de corchos de pintura con
tapas de botellas presionados en pintura y sellados en una hoja de papel, elaboración de hojas de
la naturaleza con material arcilloso, pintando con la jeringuilla de un doctor con diversos colores
de pintura, sobre un tablero se pinta una hoja de papel con canicas previamente bañadas en
pintura, entre otros.
Después de la actividad dar lugar a que los niños cuenten acerca de su trabajo, de su
experiencia en la actividad sensorial, esto enriquecerá aún más las interacciones. Al mismo
tiempo, debemos asegurarnos con un registro de observación de manera que cuando lo
escribamos podamos contarlo a sus padres sobre su actividad en el juego.
En el momento en el que el niño se encuentra involucrado dentro de un juego, a más de
despertar sus sentidos, este accede a explorar, experimentar y disfrutar, se desarrolla su
independencia y se muestra activo y participativo, a la vez que en sí mismo fortalece su
autoestima ya que incluye la expresión de sus emociones brindando bienestar en sí. Al ser
partícipe de tener varios materiales aprende con sus sentidos, utiliza la motricidad fina y gruesa,
afianza nuevos conceptos y técnicas, desarrolla el lenguaje y la iniciación de las matemáticas.
Participación de un Juego Sensopático
Con los mismos materiales solicitados por las docentes belgas, las maestrantes que
participamos en la capacitación realizamos una actividad lúdica sensorial: durante 20 minutos,
aproximadamente. Estos materiales sobre la mesa como: la lana, arcilla, pintura, acuarelas,
esponjas, palitos de madera, plastilina, etc. se realizó, en primer lugar, una observación y luego
la exploración. Siguiente a esto, se realizó con los materiales lo que nosotras deseábamos de
acuerdo a nuestro interés y nuestra creatividad. Por último, escribimos en una ‘hoja de trabajo:
juego sensorial – trabajo de arte sensorial’, la descripción de actividades realizadas por nosotras
36
sobre el tema, los objetivos y las áreas a enfocarse, así como también la organización, el material
que se utilizó en este juego sensorial, los puntos de atención y la diferenciación para la inclusión
(Anexo 13). En este juego, las docentes belgas recalcaron, que cuando se observa aburrimiento
en los niños se debe dar por terminado el juego.
Tareas sobre Tipos de Juego y Juego Sensopático
El trabajo realizado consistía en elaborar un breve análisis sobre los tipos de juego, en
relación al de movimiento, con cosas, roles, lenguaje/música y de movimiento, en relación a
cuáles son los tipos de juego que se encuentran en nuestro entorno laboral. Dentro del contexto
escogido, se observó que hay un predominio de todos los juegos a excepción del juego con
movimiento, a raíz de esto, se describieron cuáles fueron los ideales a conseguir en relación a las
oportunidades y obstáculos que encontraba para llegar a cumplirlo sistematizado en un
formulario de acción (Anexo 8).
En relación al juego sensopático, primeramente, seleccioné un grupo de 8 niños y niñas de un
CDI entre las edades de 24 a 36 meses, luego de llenar la respectiva hoja de trabajo con tres
clases de material se escribieron otros materiales (acuarela de color rojo, esponjas, tapas de
botella, plumas) que acompañaban a la actividad y los objetivos a lograr.
Una vez presentado y entregado los materiales a los niños, observé y reflexioné sobre la
participación de los mismos en la actividad sensorial obteniendo la siguiente conclusión: ‘En las
actividades lúdicas llevadas a cabo, los niños y niñas, exploraron, crearon y descubrieron por sí
mismos, formas, contexturas y colores de los diferentes objetos que disponían sobre la mesa,
entre sus interacciones, pude presenciar, que utilizaron el sentido de la vista y el tacto hacia los
diferentes objetos, percibiendo sus características y compartiendo entre ellos sus experiencias y
37
conocimientos, enunciando frases como: rojo, azul, duro y demostrando curiosidad, empatía e
interés sobre las acciones que realizaban desde sus iniciativas’.
Luego subrayé una última hoja de trabajo las ideas sobre actividades y materiales que
reforzaban la observación y reflexión obtenida anteriormente, teniendo en cuenta que, como
punto de partida: los materiales son para la edad, no involucran ningún daño físico ni psicológico
al niño, los materiales estimularían el sentido auditivo y captarían la atención de la mayoría de
los niños para fomentar el movimiento corporal con los sonidos emitidos y como diferenciación
para la inclusión se añadió lo siguiente: los niños, aparte de explorar con los sentidos visual y
táctil, descubrirían sonidos emitidos por los diferentes sonajeros, se podría incluir el apoyo de las
madres de los niños para la elaboración de los mismos (Anexos 14 y 15).
Durante la segunda capacitación, cuyo tema expuesto fue sobre el juego sensopático, se
abordaron temas en relación a la participación del niño en el juego, participación que se la puede
medir desde la observación. Esta participación observada enfoca un acercamiento ineludible al
niño, constituye conocerlo y acercarnos más a su desarrollo, contexto y resultados que vamos
obteniendo. Es decir, en este proceso observamos cómo se siente el niño (bienestar) y cuál es su
participación (involucramiento). Seguidamente, expongo ciertos términos retenidos en la
capacitación que son necesarios conocerlos en el momento de interactuar con los niños como es
el bienestar e involucramiento dentro de las actividades lúdicas e interacción en el centro.
Bienestar
Durante la formación que mantuve en la capacitación, las docentes propiciaron una
participación activa – reflexiva en cuanto al significado de bienestar de un niño en las
interacciones, lo cual nos lleva a ver el juego como un mecanismo por medio del cual, el niño se
siente a gusto consigo mismo, actúa espontáneamente y responde fácilmente a estímulos,
38
muestra energía y vitalidad en su participación, demuestra autoconfianza y todas sus necesidades
básicas están satisfechas.
Puedo deducir que el bienestar es un período individual de sentir, que puede ser reconocido
por la satisfacción, el disfrute y placer. PROMEBAZ (2007) refiere que, para conocer si el
desarrollo social y emocional de los niños se encuentra bien podemos observarlo desde su
bienestar. Esto es, cuando el niño se muestra relajado como un reposo desde su interior, siente el
flujo de la energía e irradia vitalidad, es abierto al entorno, accesible y flexible. Todos estos
esquemas satisfacen sus necesidades y aportan positivamente a sí mismo y/o autoestima, en
conclusión se encuentra conectado. Como resultado del bienestar se obtiene una salud emocional
garantizada.
En los centros infantiles los niños se relacionan con su grupo de compañeros y educadoras, y
si queremos obtener una calidad en sus interacciones, debemos mirar desde la dirección que
debemos tomar, es decir, fijarnos en mecanismos asertivos que promocionen el desarrollo
infantil integral y, uno de esos mecanismos es observando el nivel de bienestar de los niños. La
observación que brinden las educadoras en estas interacciones proporcionará un registro de
información importante para la misma.
El Involucramiento
En la capacitación con las docentes belgas, se favoreció una participación activa como
maestrantes en cuanto al significado de involucramiento. Desde una participación reflexiva de
esta formación, en lo personal, comprendí que el involucramiento de un niño se da cuando se
encuentra en actividad y observamos su estado de participación en relación a su flujo, es decir, a
su interés, concentración, motivación y cómo se encuentra atraído por la actividad. PROMEBAZ
(2007) expresa que podemos reconocer a una persona involucrada en una actividad cuando está
39
motivada, fascinada y comprometida con la situación, hay, a la vez, un disfrute y satisfacción.
Puedo deducir que el niño, involucrado en el juego, participa de la actividad humana, que puede
ser reconocida por la concentración y la persistencia.
En la capacitación descubrimos que podemos identificar el involucramiento del niño
observándolo y presenciando características como: la motivación, el interés y fascinación. Su
actividad mental es intensa ante los estímulos y el arranque de una fuerte energía y fluido. Este
accionar está determinado por un impulso exploratorio y los esquemas básicos obtenidos desde
su desarrollo.
Una de las capacitadoras belgas, nos manifestó que, durante la participación de las
maestrantes en el juego sensopático, observó un nivel alto de bienestar, pero que también
observó un bajo nivel de involucramiento, explicó que esto se debe a que se demostró un sentir
adecuado al espacio y actividad, pero el interés por participar por parte del grupo fue
disminuyendo por la tensión y la fatiga debido a las diferentes actividades desarrolladas en el
taller. Lo que quiso explicar es que no siempre el bienestar debe estar en un mismo nivel que el
involucramiento o viceversa.
Desde esta perspectiva sabemos que el bienestar e involucramiento se encuentran orientados a
la calidad y es importante comenzar a evaluarla en cada uno de los centros de desarrollo infantil.
Comprendo que estos dos aspectos deben observarse en las interacciones de los niños, de tal
forma que, para alcanzar dicha calidad debemos centrarnos tanto en el contexto y en los procesos
como resultados que se obtienen, en dichas interacciones desde el desarrollo integral. Esto quiere
decir, -¿qué es lo que pasa en un niño? (contexto), -¿qué emociones siente un niño, qué sucede
adentro, qué siente? (proceso) y -¿cómo es su desarrollo? (resultados), de manera que, en el
40
proceso podemos observar el bienestar y el involucramiento de los mismos, qué sucede dentro de
cada uno de ellos y mejorar las interacciones, es decir, los resultados.
Propuestas que Surgieron para Optimizar el Bienestar y el Involucramiento
Entre las propuestas que nos compartieron las capacitadoras se encuentra la de brindar
actividades de calidad en los niños, necesitamos brindar juegos y materiales que promocionen su
bienestar y su involucramiento. Así, por ejemplo, es de vital importancia reorganizar el salón de
clases en rincones o áreas atractivas, también, revisar constantemente los rincones y suplantar los
materiales que dejaron de ser atractivos por otros llamativos y creativos.
Durante la capacitación, en un análisis importante que realicé y concluí, que luego de
observar a los niños y descubrir sus intereses, y descubrir sus intereses, se deben promocionar
actividades que satisfagan sus orientaciones. Afianzar las actividades en marcha con
promociones e intervenciones enriquecedoras, acompañar las iniciativas de los niños desde una
base de reglas y acuerdos introduciendo dinamismos que ayuden a los niños a explorar el mundo
de los comportamientos, sentimientos y valores, mejorar la relación entre los niños por medio de
la exploración de sus interacciones con el entorno. Es importante identificar los niños con
problemas socio – emocionales y limitados en su desarrollo y trabajar en ello con intervenciones
sostenidas.
Ejercicios de Apreciación del Nivel de Bienestar e Involucramiento
En un ejercicio elaborado por las capacitadoras, cuya consigna era la de recrear una
información dada, mediante videos, dentro de un centro sobre las interacciones de niños,
participamos haciendo un enfoque sobre el nivel de bienestar e involucramiento sobre los
diferentes casos. Sabemos que, tanto para niños como para adultos, el sentirse genial y disfrutar
41
de la vida no siempre es posible, por lo tanto, es importante observar el contexto y ciertos
parámetros a la hora de evaluar. Por ejemplo, observar indicadores como: sonrisas, mayor fuerza
en la tonalidad de la voz, el contar una narración con mucha emoción, el brillo de los ojos,
satisfacción en las facciones del rostro, entre otros indicadores demuestran que el niño se
encuentra en placer, gozo, relajación y paz interior, muestra energía, vitalidad, apertura y
autoconfianza.
En este ejercicio de observar las interacciones de los niños, se resaltaron indicadores que son
indispensables durante un proceso de registro de información, no solamente una vez, sino en
varias sesiones, y de forma organizada, esto permitió que el proceso de autoevaluación de
bienestar en los niños determine no solo un nivel de bienestar, sino que podamos acompañarlo de
un análisis y de una serie de actividades que podamos implementar para el desarrollo.
A continuación, presento alguno de los indicadores que enfocamos en la capacitación y que
debemos tenerlos en cuenta en el momento de observar a los niños como son: placer y gozo,
autoconfianza, apertura, relajación y paz interior y vitalidad, ante ello, resaltamos aspectos
observables como la sonrisa, la timidez, sentirse abierto, mostrarse accesible, amenazado,
relajado, músculos tensos, energía, alegría, etc. en donde las características se basaban en la
mirada que proyectaba en los ojos, el contacto consigo mismo y con otros y la alegría de vivir,
entre otros aspectos.
En cada uno de los ejercicios realizados en los casos expuestos, como maestrantes,
analizamos, desde el punto de vista de los indicadores de bienestar, y desde lo observable,las
características que se presenciaba en los niños (alegría, contacto consigo mismo, conexión,
alegría), y se determinó que mientras más se verificaba la presencia de dichos indicadores de
bienestar mayor era el nivel en que se ubicaba cada uno de los casos. Una vez obtenida esta
42
información, se le ubicaba al niño en un nivel alto o bajo. Si la mayoría de niños se ubicaban en
un nivel alto, pues, las interacciones marchaban de forma óptima, pero, contrariamente, si varios
niños se ubicaban en un nivel bajo, algún aspecto se encuentra mal en el centro, puede ser el
material, el personal, el espacio, el contexto que rodea a los niños, entre otros.
Asimismo, con otros casos diferentes a los presentados anteriormente, las maestrantes, con el
acompañamiento de las capacitadoras, realizamos una evaluación en relación al involucramiento,
en donde, resaltamos la observación sobre el interés y la motivación que dispone el niño en el
momento de participar dentro de una actividad. Presidiendo esto, debemos tomar en cuenta que
no siempre los niños se encuentran en nivel alto, sino que varía. Por ello, llegamos a la
conclusión de repetir la observación y la evaluación.
Entre los indicadores que puedo resaltar, captados en el momento de la capacitación, son: la
concentración, la persistencia, la apertura y exactitud, una actividad mental intensa, motivación y
satisfacción. Entre los aspectos observables nombramos: la postura corporal, la mirada fina, la
pérdida de la conciencia del tiempo, el momento de atención, el compromiso, el descuido, el
entusiasmo, el aburrimiento y la motivación intrínseca. Entre las características mencionamos: la
mirada, mímicas, la concentración y los gestos corporales, el cumplimiento de lo que desea y el
interés.
Si en la mayoría de los niños el nivel se encuentra bajo, quiere decir que posiblemente la
metodología que el centro esté aplicando no es la adecuada dentro de la interacción entre los
niños, educadoras y actividades.
Lo que nos explicaron en el taller, es que para determinar un mejor panorama de la actividad
en cada uno de los casos, debemos relacionar a los colores de un semáforo, es decir, las
capacitadoras nos facilitaron los colores para establecer y ubicar el nivel de escala de bienestar e
43
involucramiento en la que se encuentran los niños: Verde 4 – 5 (bien, alto, no preocuparse),
Naranja 3 (riesgo, contexto no ideal, no se brinda las oportunidades necesarias) y Rojo 1 – 2 (no
se encuentra feliz, no se observa avance en su desarrollo, significa preocupación). Estos colores
fueron utilizados tanto para el bienestar como para el involucramiento en el momento del análisis
de cada uno de los casos expuestos. Seguido a esto presento la escala que se utilizó:
Figura 7. Escala de apreciación en bienestar e involucramiento.
Podemos evaluar un bajo nivel de bienestar cuando las necesidades básicas no están
satisfechas, por ejemplo: cuidado, la nutrición, el aseo, el sueño, el afecto, la seguridad, los
valores, la experimentación y exploración, entre otros. Es más complicado reconocer un bajo
nivel de bienestar en los niños hasta los tres años.
Esta escala se utiliza tanto para determinar el nivel de bienestar como del involucramiento,
como grupo de análisis llegamos a la conclusión de que, debemos tener en cuenta, en el
momento de evaluar que la percepción que utilizamos tiene fundamento desde un concepto de
explicación. En este enfoque, nos proporcionaron una ficha que permite obtener información en
44
el momento de observar, sobre todo, el involucramiento de los niños, como es el siguiente
esquema:
Figura 8. Formato de involucramiento.
En base a esta ficha podemos tener indicadores que ayudan a determinar factores que pueden
estar interfiriendo en las interacciones, así, por ejemplo, si observamos que no hay actividad pues
no podemos proseguir con el proceso de observación, pero, en el caso de que si haya actividad se
va obteniendo una serie de información que pueden ayudar a registrar dichos indicadores.
Crear cambios en los centros es importante para crecer profesionalmente, teniendo en cuenta
varias perspectivas. Es importante pensar en la edad del niño y en el nivel de desarrollo, observar
sus actitudes e identificar su nivel a más de la curiosidad. En el caso de que el niño no tenga una
actividad mental intensa, no quiera hacer nada, o esté en zona de aburrimiento, la actividad no
tiene sentido. Debemos enfocarnos en que no toda actividad atrae bienestar e involucramiento,
esto varía, se recomienda realizar diversas observaciones en momentos distintos y una vez
registrada la información y el nivel, determinar qué podemos hacer para mejorar y qué hacer para
ayudar a todos los niños del grupo.
45
Resultados de la Presencia de Bienestar e Involucramiento
En la participación verbal del grupo de maestrantes, presenciamos que los resultados que
alcanza un niño, al encontrarse en un alto nivel de estado de bienestar e involucramiento, obtiene
‘autonomía’ como una meta final de los procesos ejecutados, es decir, se despliegan en el niño
una base emocional saludable, un fuerte impulso de exploración y motivación surgido
intrínsecamente en el mismo, hay aprendizajes y una actitud de conectividad. Esta actitud de
conectividad, constituye una base fundamental en el niño en cuanto a prevención de
comportamientos criminales futuros o de cualquier otra actitud que cause daño a las cosas, al
entorno y a las personas. Apoyar a los niños a desarrollar actitudes de vinculación es
imprescindible ya que comenzamos desde ellos mismos, su relación con los demás, el mundo
material, la sociedad y como resultado se obtendrá la unidad final de todo ecosistema.
Desde una base, en la que forjamos el desarrollo de habilidades, bajo la perspectiva de calidad
en los procesos tanto de bienestar como de involucramiento, sabemos que una persona que es
emocionalmente fuerte, crítica y explorativa, se siente conectada con las personas y el mundo y
que está comprometido con él. A continuación, presento en la figura 9 un esquema en donde,
como seres humanos, estamos conectados con el entorno que nos rodea: nosotros mismos, lo
demás, el mundo material, la sociedad, un ecosistema, donde el bienestar e involucramiento
juegan un papel determinante en torno a la importancia que debemos brindar al niño y a su
desarrollo.
46
Figura 9. Ecosistema del niño.
La Retroalimentación
Durante la formación aprendimos que para realizar una retroalimentación se deben manifestar,
inicialmente, aspectos positivos de la persona que acompaña en las interacciones del niño, por
ejemplo: 10 cosas positivas. Luego de esto, ella se encontrará lista y preparada para recibir
aprendizajes que requieren ser fortalecidos y poder formular preguntas. Esto es, que la persona
está lista para recibir una retroalimentación con respecto a sus debilidades en cuanto a las
interacciones dentro del centro infantil. En otros términos, mencionamos, primeramente, sus
aspectos positivos y luego los negativos.
Una retroalimentación no es llevar, a un grupo de personas, a una zona de pánico, sino a una
zona de aprendizaje, es necesario evitar comparaciones entre el equipo. En lo posible, el
educador debe cuestionarse por sí mismo. Por ejemplo: ¿qué herramientas me hicieron falta para
completar la actividad lúdica? Es decir, gracias a las preguntas, ella misma será capaz de
47
realizarse una autoevaluación. Luego de manifestadas las preguntas iniciales y de reflexión sobre
la acción, se debería formular preguntas direccionadas a encontrar soluciones: ‘¿qué harías tú?’.
Esto se realiza con el propósito de saber que las educadoras son también profesionales y pueden
encontrar sus propias soluciones, trabajando en conjunto entre el equipo, asesores y directores.
Acompañarlas en su pensar, cuestionar y escuchar propuestas desde sus iniciativas, no darles la
solución, pero, sí reflexionar con ellas, que confíen en nosotras, tratando de evitar que se está
imponiendo conocimientos porque se estaría entrando a la zona de pánico.
Para llevar al equipo a la zona de aprendizaje se recomienda la formulación de oraciones que
expresen sentido positivo a sus competencias como: ‘yo encuentro que tu tuviste una excelente
forma de interactuar con los niños’, ‘me gustó mucho cómo llevaste a cabo la actividad lúdica’,
entre otros. De manera que estas personas abran su pensamiento con ejemplos concretos. Otra
sugerencia es demostrar discreción y experiencia.
Cuando se da lugar a confrontaciones, la evitación no es una resolución, en este caso, es
importante apreciar y ver lo bueno. Primero, es comprender; segundo, es mantener la relación;
tercero, es confrontar (de qué se trata tu perspectiva); cuarto, qué es lo que persigues, qué te
gustaría que haga la otra persona; y quinto, es solicitar lo que quieres, dar un espacio para que se
dé una retroalimentación. Si, por el contrario, la otra persona se enoja o llora, se lo debe permitir,
a la vez, debemos expresarle que también sentimos lo mismo y que nos vemos afectados, pero
que sepa que es un aprendizaje por el que pasamos todos los profesionales.
Una actividad que se realizó, fue el ejercitar retroalimentaciones por medio de fotografías de
educadoras interactuando con niños. En éstas se destacaron aspectos positivos y fortalezas de las
mismas. Al mismo tiempo, mencionando las debilidades conjuntamente con propuestas para
mejorarlas en favor del desarrollo de los niños (Ver anexo 6). Otro de los ejercicios desarrollados
48
por el grupo de maestrantes, fue el de colocar 10 pequeñas piedritas en el bolsillo del pantalón en
cada uno de los sectores laborales, en donde cada piedrita representa una acción suscitada de una
retroalimentación a fin de obtener un bienestar personal, una vez cumplido éste se eliminará la
piedra (Anexo 7).
Otras Prácticas Pedagógicas en el Desarrollo Integral del Niño
Las capacitadoras belgas mencionaban la importancia de temas que se encuentran vinculados
con el juego y la observación que constituyen prácticas pedagógicas, y que en el ejercicio
profesional debemos tenerlas presente, hacemos referencia al Currículo de Educación Inicial y la
Zona de Desarrollo Próximo.
El Currículo de Educación Inicial
El currículo es una guía metodológica significativa para las prácticas pedagógicas en torno al
juego, dentro del aula y en las interacciones con los niños. Para llegar a su dominio, es necesario
poner en práctica la observación y la interpretación del juego de los niños, crear y guiar sus
juegos, preparar y permitir el juego, es decir, explorar, conectar y enriquecer.
El Currículo de Educación Inicial (2014) en el Ecuador propone tres ejes importantes en torno
al desarrollo de los niños que se encuentra en su primera etapa de vida: desarrollo personal y
social, descubrimiento del medio natural y cultural, expresión y comunicación. Se pueden palpar
los objetivos y destrezas involucrados en cada una de las etapas de desarrollo, los mismos que,
las educadoras pueden llegar a dominar a través de las observaciones que realicen a su grupo de
niños. “Una interacción adecuada supone un reconocimiento de quien está al frente, distinto y
con un estado psicológico diferente” (Condemarín, Chadwick, GorosteguI, y Milicic, 2016, p.
80). Además, las educadoras llegan a entender que el nivel de desarrollo de sus niños en las
diferentes áreas ayuda a crear maneras de facilitar los aprendizajes y el desarrollo.
49
En todas las actividades ejecutadas en el taller utilizamos el currículo, con el propósito de
mencionar los objetivos y destrezas a partir de las observaciones realizadas en las lecturas de
casos y videos sobre los diferentes tipos de juegos. Al mismo tiempo que se conocía la base
metodológica establecida para el desarrollo integral de los niños.
Zona de Desarrollo Próximo
La propuesta curricular está asentada en la participación del niño y bajo el enfoque de la ZDP
propuesto por Vygotsky, y que se entiende “como la distancia entre el nivel real de desarrollo,
determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un
adulto o en colaboración con otro compañero más capaz” (Maldonado, 2001, p. 120). Hay un
área angosta entre lo que ‘ya puedes hacer’ y lo que ‘todavía no puedes hacer’ o entre lo que ‘ya
comprendes’ y lo que ‘todavía no comprendes’ en el límite de su conocimiento y habilidad con la
necesidad de un compañero con mayor conocimiento o competencia, que puede ser otro niño, un
adulto, un profesor.
En Freinetschool De Boomgaard, en Ghent - Bélgica, durante la visita el 23 de octubre del
2017 se presenció que, los niños de dos años y medio se reúnen con los de cinco y tiene clases
juntos una vez por semana, los grandes cuidan y los pequeños aprenden, hacen proyectos,
investigaciones y correlaciones, esto, como un ejemplo de ZDP.
La mejor forma de mantener a los niños en el fluir de sus capacidades es por medio del juego,
porque es muy estimulante y va a su ritmo, a su nivel y con el acompañamiento de la educadora
se encontraría vinculado con la ZDP y el niño, va explorar algo que conoce hacia lo que no
conoce. Por lo general, se interesa por algo que no conoce. El juego también es aprovechado
como ZDP ya que se encuentra dirigido a niños desde muy temprana edad, también a niños
50
mayores o de una etapa escolar, misma que permite observarlos durante su participación y
adquisición de destrezas, al mismo tiempo, el juego se encuentra dirigido a niños con
capacidades especiales y a niños emocionalmente perturbados. Por esta razón, la ZDP es una
buena base para el desarrollo integral de cada niño pues constituye un acompañamiento
apropiado para el desarrollo de habilidades.
Competencias Esenciales a tomar en cuenta en el Desarrollo Integral
Entre las interacciones con los niños y las educadoras es necesario mantener tres
competencias las cuales son: explorar, conectar y enriquecer. Explorar es observar, tomar
asiento, mirar, fijar, escuchar a los niños, el escucharlos eleva su autoestima. Conectar, es
encontrarse a la altura del niño, al mismo nivel de él y proximidad, demostrarle interés y permitir
que sea autónomo, decir lo que hace el niño e involucrar a otros niños. Y enriquecer, es guardar
tus observaciones, crear ideas e introducir nuevos juegos.
A partir de esta reflexión, considero importante la experiencia compartida en la capacitación,
en el ámbito de una mejor visión en la particularidad de las interacciones con los niños por parte
de quienes estamos en constante relación en su desarrollo, brindando calidad para su bienestar, a
partir de ello se expone, en la tabla 1, las actividades que se ejecutaron en el transcurso de la
formación y que se encuentran descritas en las siguientes fechas:
Tabla 1.
Fechas de participación en la capacitación.
Fecha Actividades
23 – 27 de octubre 2017 Visita a centros infantiles en la ciudad de
Guent – Bélgica
17 de noviembre 2017 Reflexión, iceberg, STAR
18 de noviembre 2017
El juego, interacción con los juguetes
elaborados con la guía de materiales,
ejercicios de observación
51
24 de noviembre 2017 Feedback 25 de noviembre 2017 Fichas cinematográficas, plan de acción.
18 de mayo 2018 Cinco etapas del método WANDA
19 de mayo 2018 Ejercitación de casos con el método WANDA
19 de mayo 2018 El Juego Sensopático (jornada vespertina)
20 de mayo 2018 Calidad en el cuidado y en la educación
(bienestar e involucramiento)
20 de mayo 2018 Niveles de Bienestar e involucramiento
Elaboración propia.
Una vez conocidos estos recursos era importante formular un plan de acción que contenga lo
que queremos lograr (objetivos), cómo queremos lograrlo (procesos), qué se necesita en concreto
(contenidos) y cuáles son los recursos como lo presento en la figura 10.
Figura 10. Formato entregado por las Capacitadoras.
Observación Sistemática en un CDI
Las observaciones, con respecto a los temas abordados, se realizaron en un CDI perteneciente
al MIES, ubicado en una zona céntrica de la ciudad de Guayaquil, que brinda un servicio de
atención a niños desde 12 a 36 meses de edad, dentro de un horario de atención de 8H00 a
16h00. El CDI dispone de un espacio para cada grupo de niños, espacio que es de uso múltiple:
juego, comedor y descanso, es un local arrendado, no dispone de un espacio para juegos y
recreación, tampoco de un lugar para la alimentación, por lo que las actividades se realizan
dentro del área que ocupa cada grupo.
52
El CDI consta de 6 áreas, cada una con un número de 10 niños y una educadora a su cargo
quien es responsable del cuidado, el aseo, alimentación, hora de sueño y estimulación de cada
uno de los niños, bajo la coordinación de una profesional en educación infantil quien se
encuentra brindando el constante apoyo pedagógico y técnico a su equipo. Los niños que recibe
el CDI, por lo general, son de familias cuyos padres y madres se encuentran desempeñando
diferentes oficios laborales, por lo que requieren el servicio del centro para el cuidado de sus
hijos ya que, por el motivo de sustento económico no disponen del tiempo suficiente para
cuidarlos.
Herramientas de Observación Aplicadas en el CDI por parte de las Educadoras
En cuanto al desarrollo de la observación sistemática en el CDI, la educadora explicaba que
disponían de una ficha de observación entregada por su coordinadora desde el MIES, pero que
no la realizaban por el corto espacio de tiempo que disponían. Sin embargo, realizaba la
observación por medio de la lista de cotejo y el registro anecdótico, los mismos que le permitían
escribir las destrezas de los niños y actividades desarrolladas en la rutina diaria. La utilidad de
estas herramientas permite a la educadora presenciar los temas desarrollados y destrezas en
relación a su planificación lúdica y al currículo de educación inicial de su grupo de niños.
Uno de los objetivos, de la lista de cotejo, era el de implementar a partir de la planificación
lúdica los intereses de los niños, de sus capacidades, de lo que observaba que en ellos debía
fortalecer y de las informaciones que le brindaban algunas de las madres de familia de los niños
con el apoyo de su coordinadora. Al mismo tiempo, el registro anecdótico permite que las
familias conozcan sobre las actividades de sus hijos, ya que éste tiene como objetivo recrear las
actividades rutinarias. El registro anecdótico tiene como objetivo dar una mirada a los
acontecimientos más importantes establecidos en las interacciones del grupo durante la rutina
53
diaria, no solamente con actividades lúdicas sino también con actividades de recreación, hora de
aseo, alimentación y descanso (Anexo 10 y 11).
El Proceso de la Reflexión dentro del CDI
Con respecto al proceso de reflexión, las educadoras enfocaban que los realizaban en conjunto
con la coordinadora del CDI y las familias de los niños ante el descubrimiento de una posible
dificultad, ya sea en la adaptación, comportamiento, alimentación, salud, etc. de los niños. Estas
reflexiones son llevadas a cabo entre educadora y coordinadora, para luego reunirse con la
familia y finalmente, realizar un seguimiento. La coordinadora del centro procede a observar al
niño y brindar sugerencias a la educadora sobre su trabajo con el mismo, a la vez, que acompaña
este trabajo busca el apoyo de la familia. Cabe mencionar que no lleva un proceso metodológico
que respalde tal función, es decir, una guía en función de pensar, sentir, hacer o un objetivo
desde la situación, tarea, acción y resultados que enfoquen acciones a posibles soluciones que
enmarquen un registro.
El Juego como herramienta Metodológica del CDI
Por lo general, las actividades lúdicas son dirigidas por las educadoras, lo realizan dos veces
en la jornada y de acuerdo a la planificación lúdica. Entre los materiales, utilizaban el papelote,
pinturas, crayones, acuarelas, etc. donde se reflejaba actividades como: ‘las manitas de los niños
con pintura de acuarela’, también, ‘adornos de dibujos como corazones’, ‘mariposas’, así mismo,
papelotes en donde se plasmaba ejercicios del ‘entorchado’, ‘rasgado’ y otras técnicas de
motricidad fina. Con periodicidad, la educadora, entregaba diversos juguetes y recursos en los
tiempos libres (juego de cosas) para que los niños pudieran recrear y deleitar su imaginación. No
se realizaban juegos dirigidos por los niños y se desconocía sobre los tipos de juego y su relación
con el currículo de educación inicial.
54
En el juego sensopático se observaron juegos con pintura, burbujas, y goma sobre las manitas
de los niños. Estas actividades, en su mayor parte la realizaban los niños con el acompañamiento
de la educadora, se observaba que había un mayor disfrute por parte de los niños, que en los
juegos dirigidos por la misma.
Esta metodología pretendía alcanzar la recreación de los niños y las destrezas registradas en el
currículo de educación inicial por medio de la planificación lúdica, con el propósito de afianzar
destrezas en relación a los indicadores de desarrollo.
Características de Bienestar e Involucramiento en el CDI
En cuanto al bienestar e involucramiento la educadora integraba a sus niños en todas las
actividades, en su área había un niño nuevo, un niño con problemas en el desarrollo del lenguaje,
sin embargo, no se evalúa estos aspectos para conocer sus fortalezas y capacidades, por el
contrario la educadora disponía de un registro anecdótico es donde describía si el niño participó
o no, cómo fue su participación y la constancia en la misma. La evaluación del desarrollo del
niño lo hace por medio de una ficha de indicadores entregada por su coordinadora, corresponde a
la vinculación emocional y social, exploración del cuerpo y motricidad, descubrimiento del
medio natural y cultural, lenguaje verbal y no verbal.
Registros de Observación realizados en el CDI
Desde la experiencia compartida con las educadoras en el CDI, pude percibir en las
observaciones realizadas, aprendizajes que me permiten destacar la importancia de la calidad de
actividades que brinda la educadora a su grupo de niños, calidad que se ve manifestada en los
puntos abordados en esta sistematización.
En cuanto a la observación, la educadora se basaba en la información que describía en su lista
de cotejo, esto le permitía tener un enfoque de las interacciones principales del niño, y también le
55
permitía desarrollar su planificación lúdica en relación al currículo de educación inicial para la
siguiente actividad lúdica. En la reflexión, la educadora se encuentra en constante análisis y
síntesis en cuanto a las interacciones con el grupo de niños, mantiene información con su
coordinadora y padres de familia en el caso de situaciones que requieren mayor atención a
posibles soluciones.
Con respecto a las actividades lúdicas, los niños participaban de actividades dirigidas por su
educadora y también de juegos autónomos en sus tiempos libres. La educadora planificaba con
anterioridad de tiempo la actividad lúdica a realizarse, la misma que preparaba el espacio y tenía
los materiales adecuados para la actividad a desarrollar con los niños, expresaba consignas,
brindaba seguridad, y daba un acompañamiento a los mismos, los observaba y registraba en su
lista de cotejo. En el tiempo libre, la educadora preparaba el espacio adecuado con los recursos
que disponía (juguetes) o que le entregaban los padres de los niños y les entregaba a los niños
para que jueguen de forma autónoma. Ante esto, los observaba, y ante la detección de alguna
disputa entre los niños por algún juguete, la educadora intervenía expresando frases en relación a
compartir y la amistad. Observaba que había un mayor disfrute por parte de los niños en el uso
de su tiempo libre con juegos autónomos que plasmaban su creatividad e imaginación.
En relación al bienestar e involucramiento, la educadora mantiene conceptos básicos desde
perspectivas fisiológicas y de seguridad en cuanto al bienestar, reconoce cuando un niño se
siente enfermo, con hambre, ansioso, irritable. Asimismo, mantienen una estrecha relación con el
centro de salud de su comunidad, lo que permite detectar alguna limitante que esté atravesando el
niño. En las actividades con su grupo de niños los motiva y propicia la participación de todos, los
incluye y recrea espacios llamativos y de interés para los mismos. La educadora planifica
56
actividades acorde a edad e intereses de los niños como por ejemplo, juegos con burbujas,
acuarelas, goma, etc.
Dentro de las observaciones en el CDI, también pude presenciar diferentes manifestaciones de
ciertas falencias, estas son más por motivo de desconocimiento que por impericia, por ejemplo el
registro de observación el grupo de educadoras no lo transcriben por el tiempo que es muy
limitado en su jornada laboral, tanto en las observaciones lúdicas como en las de bienestar e
involucramiento no se mantiene un registro que exprese de forma objetiva el desarrollo del niño
en relación a sus capacidades y participación. El juego en que participan los niños de forma libre
y espontánea no se acentúa en un registro, de forma que se compare con las destrezas del
currículo de educación inicial. Al mismo tiempo, las reflexiones y retroalimentaciones deben
mantener un proceso metodológico objetivo que enfoque un plan de acción para el mejoramiento
de las interacciones dentro del centro.
El grupo de educadoras se exponen comprometidas con su trabajo en base al cuidado de los
niños, desde el aseo, la alimentación, la rutina de descanso, las actividades lúdicas diarias, el
registro de asistencia, registro de avance de desarrollo, la planificación lúdica y la atención a las
familias de los mismos. Planifican jornadas de adaptación de los niños nuevos y jornadas de días
festivos, mantienen fortalezas en la observación desde su experiencia y conocimientos abordados
con su coordinadora. Conocen a su grupo de niños, desde su realidad, sus gustos, su desarrollo
físico y sus capacidades, esto por medio de fichas de registro y a raíz de las interacciones diarias.
Una de las fortalezas de las educadoras es el currículo de educación inicial, lo abordan en cada
una de sus planificaciones, a más de tener capacitaciones constantes por parte de su coordinadora
en relación al desarrollo infantil, a las normas técnicas y programas enfocados por el gobierno
local y gubernamental.
57
Otra de las capacidades observadas es el acompañamiento que brindan las educadoras a los
niños, que se transfiere como ZDP, en la que muestran satisfacción ante los logros que alcanza el
grupo de niños en las actividades diarias. Por ejemplo, expresiones como: ‘cuando ingresó no
cantaba, ahora lo hace muy bien’, ‘no podía coger la cuchara, ahora ya come solo’, ‘identifica los
colores’ etc. prevalecen la importancia de las destrezas del currículo de educación inicial con los
logros que observan en sus niños.
Estas capacidades que han desarrollado las educadoras en su interacciones se ven limitadas
por ciertas dificultades dentro de su centro, por ejemplo, el que el centro no disponga de un
espacio de recreación, por lo que los niños ocupan la misma área en su estadía en el CDI, así
también, materiales de juego, los mismos que son solicitados a las familias, sin embargo, no
siempre tienen el apoyo de los mismos por diferentes razones.
Revisión de la Literatura
En el siguiente punto enfocaré, desde la lectura de diferentes autores, terminologías
importantes en relación al desempeño de las educadoras partiendo del desarrollo, aprendizaje y
bienestar infantil con respecto a temas como: observación, retroalimentación y el juego
adquiridos en la capacitación de las docentes belgas.
La Reflexión
La reflexión no solamente debe basarse en pensamientos esporádicos, sino en pensamientos
que desembocan hacia acciones que enfoquen un análisis hacia la mejora de las interacciones, es
decir, una acción – reflexión – acción. “La reflexión está en función de este actuar, de nuestra
práctica. Es decir, reflexionamos con la intención de comprender nuestra práctica, de tal forma
que las ideas que surjan desemboquen en nuevas acciones como punto de llegada”
(PROMEBAZ, 2007, p. 133). Al adquirir esta habilidad de pensamiento, reflexionamos sobre
58
nuestro trabajo en relación a los niños, en tal caso, si es un trabajo que trae resultados o, por lo
contrario, no se consiguió las metas establecidas, sobre todo, en relación al comportamiento de
los niños, alcanzaremos con ello, el mejoramiento de nuestras experiencias futuras.
A raíz de nuestras experiencias personales y profesionales, como seres humanos
interiorizamos acontecimientos positivos y negativos que reflejamos en diversas acciones con el
medio que nos rodea. Debemos tener claro que las reflexiones no solamente deben darse para las
educadoras o cuidadores sino también para los líderes de los programas, con los que “se
sostienen conversaciones con regularidad en las que exploran juntos los múltiples sentimientos,
pensamientos y problemas complejos que surgen en el trabajo con niños pequeños, sus familias y
otros miembros del personal.” (Departamento de educación, 2010, p. 48). Los líderes deben
ofrecer el apoyo, conocimiento y experiencia necesaria para proporcionar un buen servicio.
La Reflexión como Aprendizaje y Desarrollo Personal
Cada aprendizaje dado desde la reflexión constituye un recurso para el desarrollo de la
persona ya que organiza y profundiza situaciones cotidianas con estrategias, resultados y calidad,
no es una repetición sino una construcción de esquemas reflexivos y fundados. Daros (2009)
describe la reflexión tomando el pensamiento de J. Dewey, de tal manera, que la refleja en una
consideración activa, creciente, persistente y cuidadosa acerca de cualquier creencia o una
problemática de conocimiento, en donde se derivan los fundamentos en los que se basa y se
abordan conclusiones que permiten plasmar posibles soluciones.
Por lo tanto, las reflexiones constituyen en sí un valor importante en los aprendizajes
cotidianos, “necesitamos reflexionar sobre lo que hemos visto, escuchado, experimentado en el
aula. Sólo una reflexión con base en los hechos nos ayudará luego a preparar acciones acertadas”
(PROMEBAZ, 2007, p. 134).
59
La Reflexión y su Importancia en el Desarrollo Profesional
A partir de las diversas experiencias, la reflexión es una herramienta que nos permite
abordarlas desde aspectos que no son visibles (como los valores) y otros aspectos visibles (como
los comportamientos) accediendo a la formación de aprendizajes y habilidades. La reflexión, en
el ámbito profesional, constituye conocer habilidades desde nuestras acciones. Así, el rol de los
educadores es fomentar sus competencias profesionales, transformar los hechos en pensamiento,
los pensamientos en reflexión, y las reflexiones en cambios de pensamiento y acción para luego
volverlas a transformar (Peralta, 2008).
Para la consolidación de aprendizajes y habilidades, la reflexión se abre, fácilmente, desde
una base metodológica: Situación, Tarea, Acción y Resultados. En donde, para dar un cambio
positivo, partimos de situaciones problemáticas o tensas observadas desde la cotidianidad,
proponiendo metas para intervenir y remediar circunstancias que afectan el desarrollo de las
interacciones diarias, proponiendo acciones que cumplen un propósito, abordado por un equipo
de personas que desean un entorno que brinde la calidad de las interacciones. Por ello, la
reflexión es importante cuando: “consiste en un acto por el cual el hombre que ya conoce algo
fija ahora su atención (su posibilidad de conocer) en algún aspecto de lo que conoce, volviéndose
sobre lo ya conocido” (Daros, 2009, p. 38).
Estas acciones de fijar la atención en las interacciones que ya conocemos se inducen en sí a un
pensamiento, por consiguiente, exponer ideas centradas en resultados puede llegar a ser
conocidos y aplicados por un equipo de trabajo. De igual forma, estas acciones evocan
emociones o reacciones que, por lo general, provocaron doctrinas asertivas en los resultados
obtenidos, en definitiva, dar a conocer las acciones ejecutadas en un momento de reflexión y
acción detalla habilidades que el grupo de personas pueden compartir, conocer y aplicar.
60
La Observación
Introduciéndonos en el desarrollo infantil, y en las características que las docentes y
educadoras deben disponer para brindar a los niños se encuentra la ‘observación’, es decir, una
habilidad de percibir sistemáticamente las interacciones de los niños con su entorno, a través de
un registro, interpretación y toma de decisiones para optimizar el proceso de desarrollo en base a
cuestionamiento desde las destrezas de diferentes áreas: cognitiva, social y física. En efecto,
Peralta E. (2008) expresa que lo central es documentar el proceso de desarrollo de los proyectos
en sus diferentes etapas a través de diversos medios: como son las transcripciones de los diálogos
de los niños, de sus gestos. Documentar lo que observamos implica un proceso sistemático y
objetivo que se percibe en las interacciones de los niños y que se acerca a una realidad asertiva y
no subjetiva.
El Valor de la Observación Sistemática en el Desarrollo Infantil
Para la Revista de Docencia Universitaria (REDU) la “investigación educativa, debe tener un
carácter intencionado, específico y sistemático que requiere de una planificación previa que nos
posibilite recoger información referente al problema o la cuestión que nos preocupa o interesa”
(Fuertes Camacho, 2011, p. 238). Su objetivo no es juzgar sino mejorar la calidad de las
interacciones con los niños. Es importante que las observaciones sean imparciales, que enfoquen
una realidad encaminada a obtener información para un beneficio.
Se puede observar participando y no participando del evento en cuestión. Esta información
registrada, a más de su interpretación es necesario llegar a conclusiones que permitan un
accionar y una evaluación del proceso. Según Fuertes Camacho (2011) indica que:
La persona que observa se involucra y ‘vive’ las experiencias en el contexto y en el ambiente
cotidiano de los sujetos, de modo que recoge los datos en tiempo real (…) la observación no
61
participante la información se recoge desde fuera sin intervenir en el grupo que es foco de
estudio. (p. 39)
Podemos observar cuando estamos distantes de los niños o cuando nos involucramos con
ellos. Todo esto en favor a desarrollar una habilidad que, como educadoras ponemos en práctica
con el fin de afianzar su desarrollo por medio de la observación sistemática.
Hay que sostener que, desde el punto de vista sistemático, la observación debe ser objetiva, en
otras palabras, que nos permita obtener una información clara sin juzgamientos ni subjetividades
con el propósito de llegar a conclusiones que nos permita plantearnos proyectos o acciones a
tomar que promuevan el bienestar de los niños y el desarrollo integral. Una de las herramientas
importantes es el reporte cinematográfico, instrumento que permite señalar cada una de las
observaciones bajo un registro certero e imparcial.
El Juego
El juego ha sido una actividad considerada por diferentes pedagogos como una actividad
beneficiosa para el desarrollo de los niños. Aquino Casal y Sánchez de Bustamante (1999)
concibe que el juego como toda actividad o acción realizada por placer y que la gratuidad es su
característica fundamental, es decir, un disfrute que es accesible a un estado de deleite. Jugar,
para el niño, es un propósito, es estar activo, le gusta y lo hace de forma voluntaria. El juego
constituye una actividad enriquecedora en el niño ya que le promociona una serie de destrezas y
habilidades que disfruta desarrollarlas.
El Juego y Desarrollo Integral
Recordemos que el juego tiene un contenido de placer que proporciona habilidades sociales,
imaginativas y de creatividad, desarrollando oportunidades de aprendizajes para los niños. “A
través del juego, el niño no sólo aprende a relacionarse con los demás, sino que sobre todo
62
agudiza sus competencias corporales, perceptivas y creativas” (Loos y Metref, 2007, p. 26). Por
ende, el niño aviva su desarrollo en relación a su edad, y enriquecer las actividades lúdicas en los
centros fortalecería el desarrollo de los mismos.
El grupo PROMEBAZ (2007) define el desarrollo como un proceso integral, cambios que
suscitan en el crecimiento del ser humano en cuanto a conocimientos, capacidades y valores. Se
entiende que el desarrollo no es un proceso independiente, sino que se encuentra influenciado
por el medio que rodea al ser humano, es decir, se encuentra sujeto a cambios. El MINEDUC
(2014) indica:
El desarrollo humano es un proceso continuo y secuenciado que comienza desde la
concepción y persiste a lo largo de la vida, en la que se producen cambios progresivos en
todos los aspectos del ser humano que son influenciados por la calidad de los estímulos del
entorno en el que se encuentra el individuo. (p. 15)
El juego, al ser una actividad de disfrute y gozo para los niños, se constituye estimulante para
su desarrollo, es importante que como educadoras hagamos hincapié en brindar actividades
enriquecedoras para los niños de forma continua, organizada y secuenciada.
El Juego y el Aprendizaje
El juego no solamente aporta al desarrollo del niño, sino también, enlaza aprendizajes,
esquemas y conocimientos, “el juego podría incluirse en cualquiera de los factores revisados de
madurez para el aprendizaje, por sus vinculaciones con los factores intelectuales, afectivos y
sociales” (Condemarín, Chadwick, GorosteguI, y Milicic, 2016, p. 164). Cada niño tiene su
propio ritmo en el momento de aprender, las educadoras estamos convocadas a promocionar
actividades acorde a las capacidades de nuestros niños, a fortalecerlas y acentuarlas. Adaptarse al
ritmo de aprendizaje de todos los estudiantes o, de la mayoría de ellos, implica darnos cuenta de
63
que cada estudiante tiene su propio ritmo individual de aprendizaje y su propio nivel de
capacidad (PROMEBAZ, 2007).
Desde las diferentes clasificaciones sobre los tipos juego, y desde los diversos conceptos que
en torno a este tema se establecen, entendemos que “a partir de las investigaciones que han
analizado las contribuciones del juego al desarrollo social sabemos que en los juegos de
representación (que los niños realizan desde temprana edad y en los que representan el mundo
social que les rodea)” (Edo, Blanch, & Anton, 2016, p. 17). Es decir, que el juego representa, en
el niño, parte de su desarrollo. Bajo esta experiencia, proponemos los juegos de movimiento, de
roles, de reglas, de cosas y de música, a más de la estimulación que ofrece cada uno de los
juegos.
El juego acentúa, también, el desarrollo de destrezas y habilidades en los niños creando
diversos aprendizajes consolidando la motricidad, el lenguaje, la cognición, las interacciones
sociales, bajando los niveles de tensión, etc. Por ejemplo, en relación con los juegos de reglas,
hay estudios que concluyen que estos tipos de juegos involucran un aprendizaje de estrategias de
interacción social, que facilitan el control de la agresividad e implican un ejercicio de
responsabilidad y democracia (Edo, Blanch, y Anton, 2016).
Para desarrollar aprendizajes mediante el juego, a más de la dirección que señala la educadora
es importante que los niños exploren y descubran según el grado de interés de manera que
desarrolle seguridad por medio de sus iniciativas. El grupo de PROMEBAZ (2007) manifiesta:
Los estudiantes tienen que sentir que hay más posibilidades para explorar, y que ellos
realmente pueden tomar sus propias iniciativas. Eso implica que el maestro/a les dé el tiempo
para acostumbrarse a su libertad de iniciativa y conocer otras posibilidades de trabajo. (p.
151)
64
El Juego y la Exploración por medio de los Sentidos
Las interacciones entre niños y diferentes tipos de juego, incentiva la activación de sus
sentidos. En lo que se refiere a esto enfocamos el juego sensopático o juego sensorial “cuando
jugamos ponemos en acción todo el aparato sensorial. Más del 80% de nuestro sistema nervioso
está ocupado en integrar los impulsos sensoriales procedentes de nuestro cuerpo y del ambiente
circundante” (Loos & Metref, 2007, p. 20).
Del mismo modo, para Miek D´Argent y Sofie Vastman, docentes capacitadoras,
fundamentadas en el autor Laevers (2005), expresan que las experiencias que obtienen los niños
durante las actividades lúdicas o en un determinado juego, en relación a los diversos materiales
que ellos utilizan, despiertan sus sentidos del tacto, de la vista, el oído, el olfato y del gusto,
activando sus propios esquemas, habilidades y resaltando diversos aprendizajes. Esta diversidad
de materiales trasfiere en el juego la experimentación, descubrimiento e imaginación
consolidándose como ‘sensorial’ o ‘sensitiva’ transformándose en habilidades que consolidan la
independencia en los niños. Por lo tanto, la calidad de los juegos puede verse inmersa desde
materiales sencillos de exploración, sensación y creatividad.
Es indispensable que las educadoras preparen un material diverso y creativo para estas
interacciones: el espacio, material, seguridad, etc. de manera que permita el descubrimiento, la
exploración y participación de los mismos y, que se fortalezca, en ellas, la observación como una
herramienta a sus proyectos y actividades.
En un proyecto sobre la estimulación de los sentidos en la actividad pedagógica con niños y
niñas de 3 a 5 años de edad para el beneficio del Desarrollo Cognitivo en el Colegio Montessori
de Medellín en el año 2016, indican que la estimulación sensorial en los primeros años de vida
de los niños y las niñas crea de manera positiva un aprendizaje significativo:
65
Los niños y las niñas van adquiriendo nuevos aprendizajes que permiten darle solución a
diferentes situaciones que se presentan en su diario vivir, en este mismo sentido, se hace
relevante sensibilizar a todas aquellas personas que están relacionadas con la educación
preescolar, sobre la importancia de implementar actividades en las que la estimulación
sensorial forme parte del proceso de los educandos” (Agudelo, Pulgarín, & Tabares, 2017, p.
74).
El juego sensopático permite en el niño el desarrollo de su autonomía e independencia, por
ende, fortalece su autoestima. Para Laevers (2005), indica que mirar las cosas desde diferentes
ángulos y perspectivas, es decir, ser flexible, gracioso, arriesgarse a entrar en conflicto con el
entorno por las nuevas iniciativas, salir de lo habitual, lo que puede significar una amenaza para
el orden existente en un centro. En este sentido, como personas responsables del cuidado y
desarrollo de los niños debemos permitir que los niños descubran, exploren y fortalezcan su
desarrollo desde una perspectiva de alcanzar nuevos aprendizajes.
Bienestar e Involucramiento
Podemos observar en nuestros niños, mediante su participación, cómo se desarrolla para sí
mismo y para los demás y cómo pone a prueba todas sus posibilidades desde sus habilidades.
Según indica Laevers (2003), un determinado nivel de bienestar es condición básica para que
los estudiantes se involucren. Entonces conseguimos deliberar que, si los niños se encuentran
bien social y emocionalmente, si se sienten seguros y reconocidos, podrán movilizar todas sus
capacidades, habilidades y destrezas para aprender. Estos elementos se exteriorizan desde el
interior de los niños durante sus interacciones resaltándose como comportamientos observables y
concretos. “¡Y se puede observarlo, aquí y ahora! Durante la clase podemos constatar y evaluar
66
el bienestar y el involucramiento de los niños/as y ya durante la clase misma podemos corregir el
proceso” (PROMEBAZ, 2007, p. 32).
Expresiones de Bienestar
Como educadoras debemos tener presente, al momento de observar y registrar, ciertos
parámetros con que podamos vivenciar indicadores de ‘bienestar’ en nuestros niños.
El bienestar se refiere al estado de la vida interior del niño, a su estado sentimental o
emocional. Se trata de un estado básico que no cambia de un momento a otro. Es el resultado
de su experiencia en las diferentes situaciones de su vida y las diferentes relaciones que tiene
con sus padres, maestros, compañeros, vecinos, etc. (PROMEBAZ, 2007, p. 43).
Entre los signos que podemos mencionar, a más de que si se siente bien o no, es su actitud, la
forma de relacionarse, sus palabras, sus gestos. PROMEBAZ (2007) describe que en las
interacciones los niños expresan diversión y disfrute sin mostrar amenazas o tensiones
transmitidas a los demás. No obstante, demuestran relajamiento y tranquilidad al hablar o se
tranquilizan rápidamente ante las situaciones tensas, expresan una energía vital pues tienen ganas
de vivir, sus ojos brillan y su cuerpo es expresivo. Podemos observar, también, que los niños
manifiestan sensibilidad y se abren al mundo para conocerlo, exteriorizan espontaneidad y
confianza en sí mismo, se sienten bien en el lugar que ocupan.
De todas formas, cuando observemos estos indicadores, debemos tomar en cuenta que el
bienestar parte de las necesidades básicas como: necesidades físicas, es decir, comer, beber,
dormir, temperatura adecuada del cuerpo y ambiental, necesidad de afecto, ternura, ser amado,
necesidad de seguridad o sea querer saber con quién contar en un ambiente ordenado y
predecible, necesidad de reconocimiento y respeto de ser aceptado y valorado por los demás,
67
necesidad de sentirse capaz, de tener éxito, realizar algo, de obtener y construir destrezas y
sentirse bien moralmente (PROMEBAZ, 2007).
Niveles de Bienestar
Cuando hemos observado y registrado indicadores de bienestar en los niños durante varias
sesiones, es importante enfocar una categoría que nos permita analizar el contexto y emprender
acciones para un mejor desarrollo. Una situación problemática enfoca un nivel bajo, las señales
de bienestar se encuentran ausentes, casi no se manifiestan o, por lo contrario, son niños que se
encuentran con una autoestima negativa, tienen conflictos internos, no hay momentos para el
disfrute, y sus necesidades básicas no están satisfechas. “El nivel bajo de bienestar indica que la
situación del niño/a es sumamente problemática. Estos niños/as no se sienten bien del todo. En la
mayoría de las circunstancias, no logran sentirse a gusto, están intranquilos” (PROMEBAZ,
2007, p. 53). Un nivel bajo en su bienestar, puede influir en el desarrollo integral.
Un nivel moderado merece atención pues hay señales de satisfacción y de no satisfacción, sin
embargo, es importante precautelar el bienestar de estos niños, pues también se considera que se
encuentran en zona de peligro. En un nivel alto no hay que preocuparse, sus señales de bienestar
son claras e influyentes en su desarrollo (PROMEBAZ, 2007, p. 54). A continuación, proyecto
en la Tabla 4 el esquema sobre los niveles de bienestar:
Tabla 2.
Niveles de Bienestar.
Nivel bajo Nivel moderado Nivel alto
Disfruta poco
Intranquilo y tenso
Falta vitalidad
Poco espontáneo
Disfruta de forma limitada
En ocasiones se muestra
tenso e intranquilo
A veces es espontáneo
Disfruta en su plenitud
Se muestra tranquilo y
relajado
Posee vitalidad y es
espontáneo Datos obtenidos de PROMEBAZ (2007) p. 53.
68
Expresiones de Involucramiento
En un determinado momento en que los niños participan de las actividades lúdicas,
observamos que cada uno de ellos muestra un interés hacia la actividad, un impulso exploratorio
o deseo de conocimiento, y que parte desde su propia voluntad, motivación e interés
En el momento de observar e identificar indicadores de involucramiento en el
comportamiento de nuestros niños, es importante considerar señales que manifiestan los
resultados de sus actividades. Según PROMEBAZ (2007), debemos registrar la concentración y
persistencia, el niño fija y centra su mirada en lo que hace, contrasta con la mirada perdida o
indiferente. Cuando una apertura y actividad mental intensa, el niño se encuentra alerta y
experimenta de forma intensa sus percepciones. Manifiestan energía, motivación y satisfacción
se esfuerzan para entender o hacer algo, expresan lo que han realizado y descubierto con gestos y
sonrisas. Tienen el interés por la exploración desde una motivación intrínseca.
Niveles de Involucramiento
Al igual que el bienestar, es importante que, luego de algunas sesiones de observación y
registro, categoricemos el nivel de involucramiento en el que se encuentra el niño, con el
propósito de realizar un análisis y determinar acciones que promocionen resultados a beneficio
del desarrollo de los niños. El grupo PROMEBAZ (2007) indica que una situación problemática
es el nivel bajo que demuestra indicios de comportamientos distraídos, mirada perdida y sus
capacidades se encuentran limitadas o no salen a flote. Una situación que merece atención es el
nivel moderado que son niños que se muestran ocupados, pero sin mucho uso de energía, no se
presencia un interés en las actividades y fácilmente se distraen, en este nivel, como educadores,
no podemos ser indiferentes ya que los niños no se desarrollan en lo más alto de sus capacidades.
El nivel alto es un nivel en el que no hay que preocuparse, pues denota un desarrollo de
69
capacidades con una actividad intensa y enérgica. A continuación, proyecto en la Tabla 5 el
esquema sobre los niveles de involucramiento:
Tabla 3.
Niveles de Involucramiento.
Nivel bajo Nivel moderado Nivel alto
Involucramiento ausente
Se distrae fácilmente, no
logra conectarse.
Su participación es pasiva y
mecánica
No muestra interés
Se frustra fácilmente ante la
actividad
Involucramiento más o menos
persistente
Participa, pero fácilmente se
distrae.
Participa sin mucho uso de
energía.
Su actividad mental es
limitada.
No disfruta de la actividad
Involucramiento intenso y
sostenido.
Trabaja concentrado, no se
distrae.
Participa con energía, interés
y motivación
Actividad mental intensa
Disfruta de lo que hace.
Datos obtenidos de PROMEBAZ (2007) p. 71
La Importancia del Bienestar e Involucramiento del Niño para su Desarrollo
Como mencionamos anteriormente, cuando el niño se encuentra inmerso en una actividad
lúdica, actúa naturalmente respondiendo a los estímulos con facilidad y energía, su participación
muestra confianza en sí mismo y presenta satisfacción en sus necesidades básicas. Según Laevers
(2005), cuando queremos acercarnos más a los niños y conocer cómo le va a cada uno de ellos
con respecto a su entorno, primero tenemos que enfocarnos en conocer su bienestar, explorando
el grado en que los niños se sienten a gusto, actúan espontáneamente, muestran vitalidad y
confianza en sí mismos. Todo esto indica que su bienestar emocional está bien.
Deseo subrayar que bienestar es encontrarse como “como un pez en el agua, así es como
puedes describir a los niños que se sienten bien. Expresan sus sentimientos positivos de varias
maneras” (Laevers, 2005, p. 7). Ante esta comparación puedo describir que el niño se siente
bien expresando sus sentimientos positivos de varias maneras: disfrute, relajación y paz interior,
vitalidad, confianza y autoestima. En este balance, la educadora debe preparar y acompañar
diversas actividades y observar en el niño su bienestar e involucramiento. Por ejemplo: en el
70
desarrollo personal y social, en el descubrimiento del medio natural y cultura y, por último, en el
área de expresión y comunicación.
Para PROMEBAZ (2007) al encontrarse los niños bien social y emocionalmente, participan
con involucramiento en cada uno de los procesos de aprendizaje conllevando al desarrollo de las
destrezas y habilidades que apuntan las educadoras en cada actividad lúdica preparada. Por lo
tanto, este bienestar e involucramiento manifestado dentro de un buen nivel en el niño, hacen
sentir más sólida a la persona, fortaleciendo la comunicación consigo mismo y favoreciendo al
desarrollo emocional, lo cual aportaría a un creciente desarrollo de su autonomía y confianza en
sí mismo en relación al mundo que lo rodea, formando seres seguros, estables, con valores y
actitudes positiva, que permitan al niño construir sus propios conocimientos y descubrir el
mundo que lo rodea como lo indica el eje de desarrollo personal y social, natural y cultural del
currículo de educación inicial.
Siguiendo los objetivos del currículo de educación inicial, persigue la expresión y
comunicación utilizando el lenguaje, en todos sus medios, como herramienta principal para el
desarrollo del pensamiento, experiencias y emociones, un niño con alto nivel de bienestar e
involucramiento transmite su experiencia y lo hace significativo para sí mismo.
Por el contrario, si los niveles de bienestar e involucramiento no están satisfechos, provocará
un estado de frustración trayendo consecuencias como dificultades socio – emocionales
(PROMEBAZ, 2007). Lo que puede limitar el desarrollo de las áreas personal y social, natural y
cultural y de expresión y comunicación, es decir, el niño puede comenzar a aislar sus
experiencias de aprendizaje, tener efectos negativos sobre todo en la confianza en sí mismo y a
afectar su identidad. Haciendo énfasis en esto, el bajo nivel de bienestar e involucramiento
afectaría su autoestima.
71
El niño disfruta de su actividad y de estar con otros niños, conversan, incluso cantan, no se
sienten amenazados sino relajados, su expresión facial es abierta sin demostración de signos de
tensión, expresan energía, se encuentran animados y expresivos con una actitud abierta hacia los
demás, demostrando seguridad en sí mismo. ‘Bienestar’ es sentirse bien emocionalmente y estar
cómodo con uno mismo, de lo contrario, un bajo nivel de bienestar indica que un niño no tiene
éxito en cumplir sus necesidades básicas. Según Laevers, (2005) “El bienestar indica que uno
está bien emocionalmente, se siente cómodo con uno mismo como persona. Un bajo nivel de
bienestar indica que un niño no tiene éxito en el cumplimiento de sus necesidades básicas” (p. 8).
Estas necesidades se refieren, sin duda a las físicas, de afecto, de seguridad, de
reconocimiento, de afianzar habilidades y de encontrar significado al entorno y sus valores.
Cuando el niño se encuentra participando de una actividad lúdica, decimos que está involucrado,
expresa una energía que fluye, mas no que le sitúa en tensión o aburrimiento, o sea, se encuentra
concentrado, motivado y con curiosidad de aprender. Como lo indica Laevers (2005) el niño se
encuentra absorbido por el juego. Su estado es de estar motivado, atraído e interesado por la
actividad, su interés por la misma nace desde su interior mas no por obligación. Esta actividad
permite al niño ubicarse en una actividad mental intensa, es decir, sus interacciones provocan en
sí sensaciones corporales y movimientos llegando a fortalecer capacidades.
Relación entre el Bienestar e Involucramiento
El involucramiento está relacionado con el bienestar, o sea, con un nivel de satisfacción, ya
que toman iniciativas para complacer sus necesidades por medio de un despliegue de energía,
sienten el deseo de descubrir, de explorar y experimentar el mundo y, en lo posible, de controlar
la realidad. Desencadenan desafíos en cada actividad disponiendo de sus habilidades para
ejecutar las diversas actividades en el juego.
72
Es importante no limitar o perturbar el juego de los niños, sobre todo cuando están
involucrados. De acuerdo a Laevers (2005) cuando los niños participan, sabemos que abordan
sus capacidades y que están "en desarrollo": aprenden en un nivel más profundo, se vuelven más
competentes, sentimos que no podemos desconectar o desorganizar su juego, mucho menos
interrumpirlos, ya que vemos que afloran sus capacidades y que dentro de su desarrollo están
aprendiendo y adquiriendo nuevas habilidades. El no involucramiento del niño paralizará su
desarrollo y ante esta situación es vital crear ambientes enriquecedores con actividades que
promocionen la participación del mismo.
No se trata, solamente, de complacer en todos los aspectos a los niños, sino por el contrario,
de guiarlos y acompañarlos en sus habilidades y logros, permitirles que jueguen un papel activo,
que afiancen sus sentimientos, que logren aprendizajes en las interacciones con sus pares y
experimenten sus habilidades por medio de su autoconfianza.
Factores que Contribuyen el Bienestar e Involucramiento
PROMEBAZ (2007) se basa en las afirmaciones de Laevers 2003, en las cuales expone que
existen elementos que pueden influir en el desarrollo del bienestar e involucramiento de los
niños, como es el clima y relaciones con su entorno social, asimismo la adaptación en el medio
donde interactúa, la cercanía a la realidad de los niños por parte de las educadoras, y el
acompañamiento de las iniciativas de los niños. Involucra todo un sistema que influye en el
desarrollo y que en su momento, debemos conocerlo.
Para promover un ambiente adecuado para el desarrollo del bienestar e involucramiento, el
del grupo PROMEBAZ (2007) manifiesta que las educadoras debemos propiciar un clima en el
cual el niño se sienta a gusto, en confianza, dialogue y se exprese espontáneamente, un lugar
donde coexiste el respeto y la inclusión. Debemos acercarnos a sus vivencias, experiencias y
73
comprender cómo sobrellevan las diversas situaciones, observarlos en los momentos desafiantes,
desde sus propias posibilidades y limitaciones, haciendo que se responsabilicen por lo que ocurre
en su entorno desde sus iniciativas. Permitiendo el desarrollo de sus capacidades lograremos
afianzar el bienestar e involucramiento.
La Autoestima en el Bienestar e Involucramiento
Para un niño que se encuentra en desarrollo y que se encuentra con conocimientos nuevos y
otros adquiridos, también se está construyendo su autoestima, herramienta que, en el momento
de sus interacciones, le es útil para desempeñarse. Si esta construcción de autoestima es positiva,
pues actuará de manera segura, “por esta seguridad de sí mismo y esta confianza en sí mismo, el
niño puede adoptar una actitud abierta y sensible hacia su entorno” (PROMEBAZ, 2007, p. 64).
Esto permite enfrentar nuevos retos, sin embargo, si su autoestima refleja debilidad tiende a
fracasos y resultados de frustración lo cual tendrá inseguridad ante sus nuevos retos. Por ello, el
autoestima se encuentra ligada al bienestar e involucramiento y se expone en el comportamiento
de los chicos, es importante que las educadoras identifiquen indicadores relacionados al
autoestima dentro de sus observaciones. Podemos detectarla en factores como la motivación, la
fascinación o el interés de los niños, tomando en cuenta su nivel de desarrollo.
Para PROMEBAZ (2007) la idea del ‘afán exploratorio’ es fundamental y explica lo que
mueve al estudiante. Supone un ser humano con una motivación innata de crecer, de saber, de
comprender, de ser capaz o de adquirir destrezas. A veces perdemos este afán por las
circunstancias en que vivimos, pero cada ser humano nace con la característica de querer
comprender la realidad de su mundo. Desarrollar esta habilidad exploratoria en los niños
acentuaría sus capacidades de seguridad, autoestima e independencia.
74
La Retroalimentación como Oportunidad para el Personal
Sabemos que la retroalimentación nos permite conocer las fortalezas y debilidades que
acompañan nuestra vida profesional, mencionar los aspectos positivos del equipo que interactúa
en el centro permitirá fortalecer sus habilidades y reflexionar sobre los aspectos débiles que
limitan el desarrollo integral. Según el Departamento de Educación de California, 2010, “una vez
que los maestros hayan reflexionado acerca de las observaciones que hayan anotado y pensado
en las maneras en que podrían apoyar o ampliar el aprendizaje, planifican para llevar estas ideas
a la práctica y ver qué sucede” (p. 116).
En inglés la retroalimentación se lo denomina como feedback, y consiste en un proceso que
incluye estrategias con el objetivo de regular las acciones entre un equipo interdisciplinario en
beneficio del desarrollo, en este caso, los niños. En lo posible, desde una situación determinada,
se empieza nombrando los aspectos positivos de las personas y luego ciertas limitaciones
llevándola a una zona de aprendizaje. Para el Departamento de Educación de California, 2010,
“el conocimiento de sí mismo y la reflexión ayudan a los maestros a comprender los fuertes
impulsos que sienten de proteger a los niños” (p. 31). La retroalimentación se la compara a un
regalo, ya que permite solventar herramientas dentro de los hábitos de vida.
El desarrollo profesional de cada una de las personas que conforman el centro implica
centrarnos dentro de un esquema que brinde calidad en el servicio de atención de los niños, así
como también entre sus interacciones, propiciando el respeto y la participación de todas las
personas con el ideal de apoyar aprendizajes. La intención no es llegar a un sistema de pánico,
sino, por lo contrario, que cada uno de los integrantes del centro reflexione sobre su práctica
diaria en relación a las interacciones con sus niños. “Comprender lo que pasa en el aula es un
avance importante, pero tenemos que aplicar nuestras ideas en una nueva acción. Una vez que
75
conozcamos bien el problema y tengamos las explicaciones, podemos orientarnos a las
soluciones” (PROMEBAZ, 2007, p. 131).
Para el Centro de Liderazgo de Educación Escolar (Leiva, Montecinos, & Aravena, 2017), la
retroalimentación “es un proceso mediante el cual la información recogida en las observaciones
del aula cobra valor en la medida que pueda ser devuelta al docente; es decir compartida,
analizada y comprendida en conjunto” (Ulloa & Gajardo, 2016, p. 9). Se retroalimenta no solo
los aspectos positivos de la educadora en su área sino también sus logros y capacidades, sus
limitaciones y en qué puede mejorar, si las ideas surgen de sí misma, será más favorable la
retroalimentación.
Zona de Desarrollo Próximo y la Exploración
Como se mencionó anteriormente, la ZDP es la distancia entre lo que el niño ya conoce y lo
que alcanza a conocer, puede desarrollarse con el acompañamiento de un adulto o un niño mayor
que ya conocen un aprendizaje o, se llega a manifestar en las interacciones que realiza con su
entorno como son las actividades lúdicas, juego, exploración, descubrimiento. Esta distancia
entre lo que ya se conoce y se llega a conocer Vigotsky lo llamó la Zona de Desarrollo Próximo.
Se refiere al punto entre lo que el estudiante es capaz de hacer por sí solo y lo que únicamente
puede hacer con la ayuda del maestro/a o de otra persona (PROMEBAZ, 2007).
Las educadoras al permitir el sentido exploratorio de los niños brindan un acompañamiento
esencial para la adquisición de habilidades. La exploración se transforma en una motivación
innata de los seres humanos para comprender y conocer lo que nos rodea. Para PROMEBAZ
(2007) la condición es que las actividades atiendan el afán exploratorio de los estudiantes y que
las actividades les lleven al límite más alto de sus capacidades actuales. Al permitir el
descubrimiento y la exploración, las educadoras cumplen un acompañamiento vital en el
76
desarrollo, desde la perspectiva de la ZDP, en la que el juego se muestra como una actividad de
goce en los niños y, en donde los transportamos desde una zona de desarrollo actual (lo que
conoce) a una zona de desarrollo potencial (lo que no conoce). Este acompañamiento no es
forzado o crea situaciones tensas, por el contrario, el niño se encuentra en un estado de fluidez.
Es preciso tener presente que la ZDP y su relación con el flujo de energía o el fluir en las
actividades lúdicas o de juego constituyen un factor clave para llegar al aprendizaje. Prueba de
ello, el autor Mihaly Csikszentmihalyi (2004) en su discurso sobre la teoría de la felicidad, indica
que la cantidad de desafío y habilidades que cada una de las personas experimentan en un
momento determinado, se establecen, de manera diferente, uno de otro, y, cada uno de ellos,
obtendría un punto definido que estaría en el medio, lo cual sería su punto de satisfacción. Este
punto es cuando la persona se encuentra fluyendo, lo que sería cuando los desafíos son más
elevados que el promedio y las habilidades son más altas que el promedio, es decir, cada persona
fluye en su canal haciendo lo que realmente quiere hacer.
Este flujo se encuentra relacionado con la ZDP, ya que el niño despliega sus potencialidades
en un estado acorde a sus intereses, no se encuentra ansioso ni tenso, sabe que solo puede lograr
lo que se propone y que acompañado lo puede hacer mejor.
. “La zona de desarrollo próximo corresponde a la diferencia entre lo que el niño puede hacer
solo y lo que puede hacer con la ayuda de un mediador. Cabe preguntarse quién media cuando
juega solo. La respuesta es que median las reglas internalizadas” (Condemarín, Chadwick,
GorosteguI, y Milicic, 2016, p. 166).
77
Las Destrezas y Competencias en el Currículo de Educación Inicial
“La Reforma define entre otros algunos lineamientos básicos, los objetivos de la educación
básica y las destrezas que se desea desarrollar en los niños y niñas” (PROMEBAZ, 2007, p. 22).
Como educadoras, es importante definir bien las actividades que se desean desarrollar con un
propósito, que es la de alcanzar prácticas de calidad y que muchas de ellas se encuentran
enmarcadas en el currículo de educación inicial. Según el grupo de autores de PROMEBAZ,
(2007) “la diferencia se hace en la aplicación concreta en el contexto específico de la escuela, del
aula, del grupo de niños/as y las características específicas de cada uno de ellos, lo que
difícilmente se puede expresar en una simple recomendación” (p. 28).
Sabemos que, según el contexto que rodea a nuestros niños, el currículo se torna moldeable a
las circunstancias y necesidades de los mismos. PROMEBAZ (2007) menciona que uno de los
lineamientos básicos de la reforma curricular habla de un currículo flexible y abierto. En cada
escuela se puede adecuar el currículo nacional a la realidad de los estudiantes y su entorno, para
permitir aprendizajes significativos.
Conclusiones
Seguidamente de haber culminado con el proceso de sistematización, donde el objetivo era el
de desarrollar actitudes favorecedores del desarrollo, aprendizaje y bienestar infantil en
educadoras de centros infantiles en base a herramientas como la reflexión, la observación, el
juego, y la retroalimentación, he perfeccionado capacidades de observación en relación a las
interacciones de los niños, asentando énfasis en el juego como una metodología disponible y de
fácil elaboración. Tuve un progreso significativo en mi capacidad de guiar a las educadoras de
los centros en actividades enfocadas al desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños y de
78
relacionar el desarrollo de los niños con las destrezas manifestadas en el Currículo de Educación
Inicial (2014).
Antes de continuar con la síntesis, comienzo por detallar, de una manera crítica, los
aprendizajes logrados dentro de la sistematización. Partiendo de las acciones habituales que se
manifiestan en los centros infantiles, como es la observación, definitivamente la registraba de
manera subjetiva, anteponiendo supuestos que no me permitían obtener una visión cercana al
desarrollo del niño. En contraste con esto, he logrado visualizar, a partir de la sistematización,
una observación cuyo registro cinematográfico tiene como objetivo responder a una pregunta de
conocimiento y que contiene información objetiva de las interacciones lúdicas de los niños, lo
que permite llegar a una conclusión en relación a su desarrollo integral.
Considerando ahora el juego en la relación de explorar, conectar y enriquecer las
interacciones de los niños con su entorno, en un principio, no reconocía la importancia de dichas
interacciones, sobre todo, con las destrezas que se manifiestan en el Currículo de Educación
Inicial (2014). Partía, simplemente, de una planificación lúdica y actividades dirigidas que
limitaban el avance de las habilidades de los niños. Y, esto hacía que no se obtenga una
percepción sobre la preparación de actividades y del desarrollo integral de los niños. Ahora
puedo decir que el juego es un proceso importante, que conjuntamente relacionado con la ZDP
da cumplimiento al fortalecimiento de las destrezas de los infantes desde los diferentes tipos de
juegos como: de roles, con cosas, lenguaje y de movimiento, bajo el acompañamiento de la
educadora.
Dentro de este mismo esquema, los juegos sensoriales permiten que el niño afiance sus
aprendizajes, que éstos sean significativos, vivenciales y que le permitan llegar a un
descubrimiento por medio de la exploración y la conexión a través de sus sentidos. Consideraba
79
que solamente el sentido de la vista y el oído eran vitales para el aprendizaje, sin embargo, ahora
comprendo que los demás sentidos no dejan de ser importantes para que el niño pueda manifestar
su sentir en las interacciones de aprendizaje.
De la misma manera, la reflexión, no la consideraba como un proceso metodológico al igual
que la retroalimentación, en donde, más bien, resaltaba expresiones de lo negativo que observaba
en los demás. Por lo tanto, considero que, la reflexión constituye un proceso metodológico para
llegar a una posible solución ante la detección de una dificultad suscitada en el desarrollo de los
niños, y al mismo tiempo, es un compartir de las experiencias obtenidas para llegar a obtener
resultados. Siguiendo este mismo enfoque, expreso que la retroalimentación es una guía por
medio de la cual debemos fortalecer las habilidades de las educadoras y proyectar un trabajo en
las debilidades para mejorar las interacciones entre ellas y los niños, el centro y las familias.
Y, por último, en el concepto de la calidad de los centros, por lo general, no se incluyen temas
como el bienestar e involucramiento de los niños, sino, por el contrario, daba una mirada a lo
físico y el proceso metodológico que aplicaban las educadoras, obviando el estado de los niños.
A partir de la sistematización, veo que el niño es el principal protagonista en un centro infantil y
que para considerar su calidad debemos mirar primero cómo está su bienestar e involucramiento,
sus niveles y qué herramientas utilizan las educadoras para conseguirlo.
Expongo que al adquirir nuevas habilidades y aprendizajes en el transcurso de las
capacitaciones por parte de las docentes Miek D´Argent y Sofie Vastman, han marcado una
visión transformadora en el marco de brindar interacciones de calidad para el desarrollo integral
de los niños, sobre todo, ofreciendo calidad desde la experiencia y vida laboral. Así también,
poder compartir las vivencias alcanzadas, en especial, con personas que interactúan con niños, en
este caso las educadoras. Ofrecer un acompañamiento sostenido en actividades que tienen mucha
80
relación con la reflexión y la retroalimentación para conseguir posibles soluciones desde un
análisis interno con el propósito de fortalecer capacidades en un equipo interdisciplinario.
En relación a los temas abordados, las personas que somos responsables del desarrollo
integral de los niños, sabemos que contamos con herramientas innovadoras que nos permitirán
enmarcar calidad en las actividades diarias, en donde el niño demuestre seguridad y no temor, se
encuentre feliz, alegre y no estresado, donde desarrolle sus potencialidades y no sea limitado.
Participar en dinámicas lúdicas como el juego, tipos de juego y el juego sensopático con los
niños y niñas, notificaremos un fortalecimiento en los aprendizajes y destrezas adquiridas por los
mismos, desde su interacción que despierta la imaginación, creatividad, exploración y
descubrimiento, procesos que influirán en su autonomía y autoestima. En definitiva, intervenir
por medio de la observación sistemática en las diferentes acciones y participaciones en la que se
desenvuelve el niño en relación con su entorno, nos podrá permitir acercarnos a conocer sus
niveles de bienestar e involucramiento. Observaciones objetivas que nos permitan destacar sus
habilidades y detectar posibles dificultades en su desarrollo.
Igualmente, el proceso de la sistematización incluye un proceso de aprendizaje profesional
sobre las experiencias vividas, “es un recurso valioso para ‘mirarse a sí mismo’, para ser críticos,
para reconocer los avances y seguir aprendiendo. Integra la reflexión sobre la propia experiencia
y es una oportunidad para crecer profesionalmente” (UNESCO, 2016, p. 12). Como reflexión, se
determina que la participación de los niños en diversas actividades lúdicas es crucial para su
desarrollo, sin embargo, requiere de habilidades desarrolladas por las personas responsables de
su cuidado, como es el caso de las educadoras. Estas habilidades involucran procesos como la
reflexión, la observación, el juego, bienestar e involucramiento y la retroalimentación.
81
Estos procesos permiten a las educadoras conocer las destrezas adquiridas por los niños, y
poder relacionarlas con los objetivos que se enmarcan desde el currículo, propiciando un
acercamiento a las capacidades desarrolladas y, en algunos casos brindar un acompañamiento al
niño desde una ZDP, de manera que el niño llegue a una zona de aprendizaje. Así mismo, estos
procesos permiten conocer al niño desde un acercamiento de bienestar e involucramiento, el
desarrollo de su independencia, autonomía y autoestima. Por otro lado, las educadoras no solo se
enfocan en los niños, sino que también, en sí mismas, permitiéndose crecer personal y
profesionalmente, o sea, como una autoevaluación a sus interacciones brindadas con los niños.
Vemos así, la importancia de la participación de los niños, su interacción entre sí, y con
recursos que se encuentran a su disposición bajo un proceso organizado, en donde las educadoras
observan y registran sus informaciones como un medio para conocer al niño en su proceso de
desarrollo, bajo una pregunta de conocimiento cuyo objetivo es informar sobre las destrezas. En
nuestro medio, observamos frecuentemente, que el niño goza de interacciones que enriquecen su
proceso. Por ejemplo, el juego y su diversidad de materiales y recursos, le permite desarrollar en
todas las áreas cognitivas, sociales y de motricidad, conocerse a sí mismo, descubrir, explorar,
experimentar, lo que lo vuelve más curioso y autónomo.
Es fundamental describir que el niño se enfoca en el material que lo rodea, por ello, aprovecha
el proceso de descubrir y experimentar. Al descubrir a través de sus sentidos se acerca a describir
lo que está vivenciando, características de los materiales. Al experimentar aprecia y percibe
diferencias y semejanzas de dichos recursos. Esta relación que el niño descubre en el juego
sensopático, estimula sus sentidos en sí mismo. Sus manos sienten y recuerdan estímulos a más
que se le puede decir que también puede tocar materiales con sus pies o caminar sobre una
82
superficie. Debemos asegurarnos que el niño utilice y goce de sus sentidos como mirar las
características de los materiales, sus detalles, o, cerrando sus ojos y recordar lo que sintió.
Asimismo, que el niño haga sonidos con el juguete y que, no solamente, lo toque, lo mueva o
escuchen, se trata de que descubra sonidos. Con el sentido del gusto es mucho más complicado
que los demás, sin embargo, con el uso de normas y reglas pueden llegar a descubrir diferentes
sabores. Con el sentido del olfato, usualmente se le tapa los ojos y con el olfato descubren olores.
Cuando incorporamos los sentidos en el juego, es importante que los niños describan su
experiencia.
Como he nombrado anteriormente, un niño que no juegue, que no se involucre o que se
encuentra con un grado de bienestar no satisfecho corre riesgos. Por ello, es importante la
observación que desarrolle la educadora y el plan de acción que ejecute para el desarrollo del
niño. Sabemos que en algún momento se presentan situaciones incomodas para los niños,
mismas que son inevitables, según Laevers (2005) un bajo nivel de bienestar a lo largo del
desarrollo puede ocasionar problemas psicológicos, causa dificultades en la personalidad del
niño ya que limita el contacto consigo mismo y su ego. Un niño pierde contacto consigo mismo y
con sus sentimientos. El niño puede comportarse extremadamente apático, ansioso o agresivo o
parece dar un paso atrás en su desarrollo.
Bajo este enfoque, la participación de los niños en el proceso de adquisición de aprendizajes
es importante. La participación de los niños en las actividades lúdicas involucra su fluir y con
acompañamiento de su ZDP se logrará desarrollar todas sus potencialidades en todas sus áreas.
Su participación e involucramiento permiten conocer su grado de atención y concentración, sus
objetivos en el juego y su estado emocional. Al igual que el bienestar, conocer al niño desde la
83
satisfacción de sus necesidades hasta el sentimiento que lo acompaña en el momento de su
participación.
Debo mencionar a continuación las fortalezas y debilidades desde mi experiencia,
capacidades y dificultades adquiridas expuestas en el contexto institucional, desde un punto de
vista analítico y una posición que engloba la práctica de los conocimientos conseguidos:
Una fortaleza fue el compromiso de la coordinación del MIES, para permitir el acceso a los
CDI, basado en la puntualidad tanto en su personal como en la del centro, consintiendo observar
y registrar las interacciones de los niños y educadoras bajo un determinado horario y con el
respeto a la integridad personal de cada uno de sus participantes. En este mismo enfoque, la
predisposición de las familias de los niños que apoyaron la iniciativa de observar bajo el
esquema de los temas abordados en este proyecto, aprobando las visitas, consintiendo la
presencia de mi persona para dar lugar al registro de las interacciones dadas dentro del centro.
Otra de las fortalezas fue la actitud positiva de las educadoras en el momento que realizaba las
visitas, actitud que daba lugar a lo que conocían y una predisposición por escuchar sobre lo que
desconocían en relación a los temas abordados. Sus acciones relacionadas a exponer sus
capacidades tanto en las actividades lúdicas, adaptación, desarrollo integral como en el cuidado
de su grupo de niños. En el mismo marco, las retroalimentaciones fueron recibidas con vocación
y afinidad, manifestando satisfacción en su trabajo con el deseo de adquirir nuevas habilidades
en sus interacciones con las familias y niños.
Una de las debilidades que presencié fue la ausencia de la coordinadora del centro, esto se
debió a su estado de salud ya que se encontraba en estado de gestación, sin embargo, esta
debilidad permitió, a las educadoras del centro, conducir el ritmo que llevan diariamente en torno
84
a las actividades y rutinas abordadas por cada una de ellas. Se podría decir que fue, a la vez, una
fortaleza para cada educadora, asumir una responsabilidad más, ante la ausencia de su
coordinadora.
Para terminar, en nuestro contexto, aún hay mucho que abordar en cuanto a la metodología de
la observación, reflexión, el juego, retroalimentación, y el bienestar e involucramiento y tenerlos
en cuenta como factores relevantes dentro de la ZDP, indispensable para alcanzar aprendizajes
en nuestros niños.
Estas experiencias han sido enriquecedoras como desarrollo profesional y personal. Las y los
docentes y equipos de las escuelas que aprenden y utilizan la metodología de sistematización,
identifican y aprenden a valorar sus experiencias de cambio. “Con la sistematización realizan la
reconstrucción del proceso vivido durante el desarrollo de estas experiencias. Pero, además,
analizan los componentes aplicados, las metodologías utilizadas e identifican los factores que
han favorecido el cambio” (UNESCO, 2016, p. 11).
Finalmente, concluyo expresando que para Laevers (2005) la práctica está formada por el
personal responsable y supervisores, el espacio disponible, cómo se organiza y qué material se
ofrece, observamos el proceso en cuanto a los niños, esto es cómo experimentan su estadía en el
entorno desde cómo se sienten los niños (bienestar) y cuán comprometidos están en sus
actividades (involucramiento). Y, se evalúan los resultados desde la atención en los niños, desde
el desarrollo de diferentes áreas, como la motricidad, autosuficiencia, competencias sociales,
lenguaje, entre otros.
85
Referencias Bibliográficas
Fuertes Camacho, M. T. (20 de Julio de 2011). La observación de las prácticas educativas como
elemento de evaluación y de mejora de la calidad en la formación inicial y continua del
profesorado. REDU Revista de Docencia Universitaria, 9 (3), 1 - 22. Obtenido de
http://red-u.net/redu/files/journals/1/articles/248/public/248-647-1-PB.pdf
Acosta, L. A. ( 2005). Guía práctica para la Sistematización de proyectos y programas de
cooperación técnica. Oficina Regional de la FAO para América Latina y El Caribe.
Agudelo, L., Pulgarín, L., & Tabares, C. (9 de 02 de 2017). La Estimulación Sensorial en el
Desarrollo Cognitivo de la Primera Infancia. Fuentes, 1 - 11. Obtenido de
https://revistascientificas.us.es/index.php/fuentes/article/viewFile/3011/3340
Amigó, F. U. (s/f). Sistematizar las Prácticas, Experiencias y Proyectos Educativos ¿Tarea del
Gestor Educativo? Medellin - Colombia.
Aquino Casal, F., & Sánchez de Bustamante, I. (1999). Algunas Reflexiones Acerca del Juego y
la Creatividad desde el punto de vista Constructivista. Revista Interinstitucional de
Investigación Educativa, 131 - 153.
Atehortúa, D. M. (s.f.). Los Pasos en el camino de la sistematización. 30 - 36.
Casilimas, C. A. (2002). Investigación Cualitativa. Bogotá Colombia: ARFO Editores e
Impresores Ltda.
Condemarín, M., Chadwick, M., GorosteguI, M. E., & Milicic, N. (2016). Madurez Escolar.
Santiago Chile: Ediciones Universidad Católica Chile.
86
Csikszentmihalyi, M. (febrero de 2004). TED Ideas worth spreading. Obtenido de
https://www.youtube.com/watch?v=BYpFp5GgBtI
Daros, W. R. (2009). Teoría del Aprendizaje Reflexivo. Argentina: INSTITUTO ROSARIO DE
INVESTIGACIONES EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN. UNR - CONICET.
David Rodríguez Gómez, J. V. (2012). Metodología de la Investigación. Obtenido de
http://zanadoria.com/syllabi/m1019/mat_cast-nodef/PID_00148556-1.pdf
Departamento de educación, d. (2010). Guías para Profamas de Aprendizaje y Desarrollo
infantil. California: Faye Ong.
Edo, M., Blanch, S., & Anton, M. (Julio de 2016). El juego en la primera infancia. Octaedro, 1 -
25. Obtenido de https://octaedro.com/appl/botiga/client/img/13154.pdf
Educación, M. d. (2014). Currículo Educación inicial . Quito - Ecuador: El Telégrafo EP.
Jara, C. B. (2012). UNA APROXIMACIÓN HERMENÉUNTICA A LA CONVENCIÓN DE
LOS DERECHOS DE NIÑO. Lima - Perú: IFEJANT - Instituto de Formación para
Educadores de Jóvenes, Adolescentes .
Laevers, F. (2005). Deep-level-learning and the Experiential Approach in Early Childhood and
Primary Education. EXPERIENTIAL EDUCATION Katholieke Universiteit Leuven, 1 -
11.
Laevers, F. (2005). Well-being and Involvement in Care Settings. A Process-oriented Self-
evaluation. Lovaina. Bélgica: Research Centre for Experiential Education Leuven
University.
87
Loos, S., & Metref, K. (2007). Jugando se aprende mucho. Madrid España: NARCEA, S.A.
EDICIONES. Obtenido de
https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=IhViQVlM3d0C&oi=fnd&pg=PA9&dq=L
oos,+S.,+%26+Metref,+K.+(2007).+Jugando+se+aprende+mucho:+expresar+y+descubri
r+a+trav%C3%A9s+del+juego).+Madrid:&ots=qiUL01nLa5&sig=8bRPgB0jmHLcFUi
NMbVwr3DZRVo#v=onepage&q&f=false
Maldonado, M. E. (2001). Teoría Psicológicas del Aprendizaje. Cuenca: s/e.
María Caridad Araujo, F. L. (2015). Calidad de los Centros Infantiles del Buen Vivir en el
Ecuador. Ecuador: Banco Interamericano de Desarrollo.
MIES. (2013). POLITICA PÚPLICA DE DESARROLLO INFANTIL INTEGRAL. Quito -
Ecuador: Dirección de Política Pública.
MIES. (2014). Desarrollo Infantil Integral. Quito: Dirección de Comunicación MIES.
MIES. (2018). Ministerio de Inlusión Económica y Social. Obtenido de inclusion.gob.ec:
http://www.inclusion.gob.ec/directores-zonales-Y-distritales/
Minujin, A. E. (2005). Pobreza infantil: conceptos, medición y recomendaciones de políticas
públicas. Costa Rica: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
MNEDUC. (2014). Currículo de Educación Inicial. Quito, Ecuador: Ministerio de Educación.
N., C. M. (1998). Jugar y Leer.
N., C. M., & CONDEMARÍN, M. (1998). Jugar y Leer.
Peralta E, M. V. (2008). Innovaciones Curriculares en Educación Infantil. México: Trillas.
88
Plan Nacional, d. 2.-2. (22 de Septiembre de 2017). Toda una vida. Secretaría Nacional de
Planificación y Desarrollo - Senplades. Quito, Pichincha, Ecuador.
PROMEBAZ. (2007). Con Nuevos lentes. Manejo Curricular desde la mirada de niños y niñas
(Vol. 1). Cuenca, Azuay, Ecuador: PROMEBAZ.
Roberto Hernández Sanpieri, C. F. (2010). Metodología de la Investigación. mexico :
McGRAW-HILL / INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V.
Rubio, C. (2014). Qué es la escucha en Reggio Emilia. redsolarecuador, 25.
Ulloa, J., & Gajardo, J. (Noviembre de 2016). Observación y Retroalimentación Docente como
Estrategias de Desarrollo Profesional Docente. Líderes Educativos. Centro de Liderazgo
para la Mejora Escolar(17), 1 - 15. Obtenido de https://www.lidereseducativos.cl/wp-
content/uploads/2017/01/NT-7.pdf
UNESCO. (2016). Sistematización de Experiencias Educativas Innovadoras. Lima, Perú:
CARTOLAN E.I.R.L. Obtenido de
http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002470/247007s.pdf
Vasilachis, I. (2006). Estrategias de Investigación Cualitativa. Barcelona - España: Editorial
Gedisa, S.A.
WOOD, D. (2000). Como piensan y aprenden los niños.
89
Anexos
Anexo 1. Centros infantiles de la ciudad de ghent - belgica
Freinetschool de Boomgaard
Teunisvloem Steinerschool
90
De Biotoop
Knuffelboom
91
St – Janscollege heiveld
Primera reunión con Miek D’argent y Sofie Vastmans on Campus Sint Amandsberg
92
Anexo 2. Tarea STAR
93
Anexo 3. Reporte cinematográfico
94
Anexo 4. Valoración del informe cinematográfico
95
Anexo 5. Elaboración de un tambor
96
Anexo 6. Análisis de una fotografía
97
Anexo 7. Semilla
98
Anexo 8. Tipos de Juego
99
Anexo 9. Planificación Lúdica de CDI
100
Anexo 10. Lista de Cotejo de CDI
101
Anexo 11. Registro Anecdótico de CDI
102
Anexo 12. Visitas al CDI
103
Anexo 13. Formato de Juego Sensorial
104
Anexo 14. Formato de Juego Sensorial
105
Anexo 15. Formato de Juego Sensorial
106
Anexo 16.
Descripción de las Visitas al CDI
En total realicé 6 visitas con fechas: 8, 10, 17, 24, 31 de mayo y 7, 15 de junio del 2018, con
el uso de la herramienta del reporte cinematográfico establecí las abstracciones pertinentes desde
la observación, reflexión, el juego, el juego sensopático, bienestar e involucramiento y
retroalimentación (Anexo 12). A continuación detallo una descripción breve de las experiencias
adquiridas en las diferentes observaciones.
Durante la primera visita, establecida el 8 de mayo del 2018, ejecuté una entrevista inicial con
la coordinadora del centro, en donde establecí el respectivo consentimiento informado para
realizar las observaciones en el centro, mismo que fue aceptado por el grupo del personal del
centro y padres de familia, así como también las fechas de visita como horarios y áreas de grupo
de niños.
En la segunda visita, realizada el 10 de mayo, observé diferentes actividades lúdicas que
realizaban los niños en cada una de las 6 áreas, en ese día, describí cómo las educadoras
interactuaban con los niños sobre el color rojo en actividades de dáctilo pintura, plasmando sus
manitas sobre un papelote. Así mismo, relaté que tanto en la hora de refrigerio como en el
horario del aseo, las educadoras conversaban con los niños sobre el color rojo.
En una tercera visita, dada el 17 de mayo, escogí una sola área y registré reflexiones que
realizaba la educadora sobre el desarrollo de un niño, mismo que presentaba dificultades en el
desarrollo de su lenguaje y su adaptación dentro del CDI. La educadora expresaba también las
actividades ejecutadas con la familia de los niños, con la coordinadora y con el grupo de
compañeras. También detallé actividades lúdicas libres donde los niños interactuaban entre sí y,
107
a la vez, puntualicé con un conjunto de recursos lúdicos entregados por la educadora, en la que
los niños despertaron su imaginación y creatividad.
En la cuarta visita del 24 de mayo, reconocí las actividades dirigidas por la educadora en
cuanto al garabateo donde los niños, mediante el uso de un crayón dibujaban con sus manitas
líneas dispersas en dispersos trazados sobre un papelote. Para esta actividad, la educadora se
ubicó en el suelo con los niños formando un círculo, todos acostados boca abajo con apoyo de
los hombros, cada niño tenía un crayón y el papelote se encontraba ubicado en el centro de dicho
círculo. En todo momento, la educadora acompañaba la actividad de cada uno de los niños,
cogiéndoles de sus manitas, brindándoles indicaciones, cantándoles y llamando su atención hasta
que cada uno de ellos consiguiera garabatear, por sí solo, sobre el papelote. Cada demostración,
lo hacía con frases motivadoras y, ante el logro, ésta los felicitaba. Al final de la actividad, la
educadora motivó a su grupo de niños aplaudirse por todos sus trazados realizados en el
papelote, al mismo tiempo, que lo colocó en la pared para que lo vieran todos. Terminado el
plan, la educadora programó videos en el DVD para que los niños vivenciaran videos, canciones,
dibujos animados en la televisión.
En mayo 31 participé de una quinta visita al CDI, la educadora manifestaba que el centro se
encontraba en la semana de la motricidad fina, por ello, le correspondía realizar actividades
como el arrugado. La educadora dibujó, sobre un papelote, una mariposa. Esta invitó a todos los
niños a sentarse en el suelo y, motivando la actividad con canciones les indicó sobre la actividad
lúdica a realizar por medio del arrugado de papelitos crepé. Los niños arrugaban el papel y
pegaban sobre el dibujo (mariposa), la educadora dirigía esta actividad demostrando cómo
arrugar el papel, y cada uno de los niños la observaba e intentaban realizarlo. La educadora
felicitaba todos los logros aunque había niños que, no conseguían hacerlo, sin embargo,
108
participaban en el mismo. Por último, la educadora colocó el trabajo realizado en una pared e
invitó, a su grupo de niños, a aplaudirse por su participación. Luego, todos ordenaron y
limpiaron el espacio.
En la sexta visita del 7 de junio, registré información donde la educadora jugaba con su grupo
de niños utilizando un conjunto de pelotas, basándose en las nociones de arriba – abajo, adelante
– atrás. Esta actividad fue motivada por la educadora para que todos los niños participaran, al
mismo tiempo, repetían, verbalmente, las nociones mencionadas por la educadora. Otra
actividad, llevada a cabo por la educadora, fue la de jugar con goma, ésta fue ubicada sobre las
manos de los niños, mismos que percibían, olían, miraban la goma sobre sus manos e intentaban
sacársela con su otra manita. Fue una actividad muy interesante para los niños. Se observó un
alto involucramiento.
El 15 de junio participé de una última visita, donde la educadora efectuó con los niños una
actividad sobre el afianzamiento del lenguaje, misma que utilizó la técnica del soplo realizando
burbujas de agua y jabón, deslizadas sobre un sorbete o plástico con forma circular. Después de
la actividad se realizó un conversatorio con las 6 educadoras sobre los temas abordados:
reflexión, observación, juego, retroalimentación, bienestar e involucramiento quienes se
mostraron interesadas en los mismos. Este, fue un conversatorio de 25 minutos,
aproximadamente, y se lo realizó de forma oral a manera de exposición, y en la cual se
interactuaba por medio de preguntas, sobretodo, a manera de cómo lo abordan dentro del CDI y
qué herramientas utilizan para llevar a cabo, exponiendo al finalizar la importancia sobre el
desarrollo integral infantil.