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MAESTRÍA EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
Y DESARROLLO REGIONAL
II MICROHISTORIA
Métodos y Técnicas
3ER. SEMESTRE
Mtro. Raúl Romero Ramírez
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
Y DESARROLLO REGIONAL
MÉTODOS HISTÓRICOS
DE LA MICROHISTORIA
Mtro. Raúl Romero Ramírez
Las formas de hacer Microhistoria, se apoyan en diversas corrientes
de pensamiento historiográfico con métodos que motivan cambios
epistémicos de gran importancia, como lo son:
1) El Círculo de Birmingham: las tradiciones socioculturales, el valor
de la cultura popular, la producción cultural estrechamente ligada
a condiciones materiales e institucionales relacionadas a las
“masas” y la mediología;
2) El Materialismo-Estructural, la historia estructurada desde lo local,
dándole valor a aquella estructura compuesta a partir de las
particularidades que una sociedad o grupo conciben como unidad
y explicación de lo micro;
3) La Historia Social, las costumbres, mitos y creencias en las
relaciones de la sociedad de masas, sean a través de relaciones
parentales, estructuras políticas y económicas, y su relación con
la religión, alimentación, salubridad, ecosistema, etc.;
4) La Historia Cultural, los actos y hechos ocurridos en la sociedad
abierta, por grupos no definidos ni de elite, en festividades y
rituales públicos, ocupándose de las tradiciones populares como
la trasmisión oral de cuentos, canciones, poemas épicos y otras
formas de tradición oral;
5) La Historia de las Mentalidades, los imaginarios sensibles,
individuales y sociales acerca de temas como la muerte, los
afectos, la locura, etc., como formas de apreciación personal que
un individuo o un colectivo posee sobre estos temas y
relacionándolos a un imaginario personal de éstos;
6) La Historia de la Vida Cotidiana, las representaciones sociales y la
sociabilidad en temas ínfimos o cotidianos, como la sensibilidad,
los afectos, el honor, el gusto, lo íntimo, la sexualidad, la niñez, la
familia, la pareja, el amor, etc.
1.- Operatividad de la Microhistoria: Birmingham.
Tanto la Microhistoria Italiana como la Microhistoria Mexicana, ambas
consideran elementos sustantivos del Círculo de Birminghan, esto es,
las tradiciones socioculturales, y el valor de la cultura popular.
Las Tradiciones Socio-culturales son normas religiosas y seculares
que se heredan conscientemente de una generación anterior a una
posterior por estimar dichas normas como parte íntegra de la
identidad del conglomerado social que las creó y preserva (sea una
familia, tribu, comunidad, pueblo, etc.), y que son consideradas muy
valiosa para legar a las siguientes generaciones.
Operatividad de la Microhistoria: Birmingham.
La Cultura Popular está integrada por el conjunto de patrones
culturales (costumbres, tradiciones, ritos y creencias),
manifestaciones artísticas (artes o artesanía de gusto popular), y
manifestaciones técnicas (modelos y métodos populares), creados o
consumidos preferentemente por las clases populares (plebeyos,
clase baja o media sin instrucción académica o muy poca) en
contraposición con una cultura académica.
2.- Operatividad de la Microhistoria: Materialismo-Estructural.
Tanto la Microhistoria Italiana como la Microhistoria Mexicana, ambas
consideran elementos sustantivos del Materialismo-Estructural, esto
es, una historia estructurada desde lo local:
Lo local es aquello que se expresa social y culturalmente en una
localidad, siendo ésta una división territorial o administrativa genérica
para cualquier núcleo de población con identidad propia (aldea,
comarca, pueblo, villa, etc.).
Operatividad de la Microhistoria: Materialismo-Estructural.
La estructuración o conformación de esa localidad depende de una
consideración material, siendo la base económica la que da por
resultado las actividades sociales de sus pobladores y explica (en
gran parte), sus roles, comportamiento social y actividad pública y
privada, generadores de la unidad localista pero con una explicación
de lo micro.
3.- Operatividad de la Microhistoria: Historia Social.
Tanto la Microhistoria Italiana como la Microhistoria Mexicana, ambas
consideran elementos sustantivos de la Historia Social, siendo las
costumbres, los mitos y las creencias en las relaciones de la sociedad lo
que les interesa averiguar, pero no consideran lo micro como una masa,
o clase social, sino como una localidad.
De este modo se alejan de señalar a la localidad como parte de una masa
general o de una clase en particular; sin embargo, sí se está atento en
reconocer las relaciones familiares y parentales, así como las estructuras
políticas y económicas de la localidad.
Operatividad de la Microhistoria: Historia Social.
En relación con la Historia Social, la Microhistoria Mexicana en general le
interesa cómo coexisten las relaciones de los pobladores con temas
diversos nacidos de la localidad: económicos como su alimentación; de
salubridad; de su ecosistema; de su religión; etc., pero para ser usados
como características propias y no como consecuencias de un proceso
mayor.
4.- Operatividad de la Microhistoria: Historia Cultural.
Tanto la Microhistoria Italiana como la Microhistoria Mexicana, ambas
consideran elementos sustantivos de la Historia Cultural, es decir, el
estudio de toda costumbre, tradición y rito público que una localidad
efectúa en conjunto.
Sin embargo, la Microhistoria en general, también se ocupa tanto de
actividades privadas, hechas por élites propias de la localidad, como por
actividades meramente individuales que pueden desarrollar un
imaginario sociocultural que apoye los procesos de la macrohistoria
regional, nacional o mundial (Microhistoria Italiana), o que apoye las
características propias de la localidad (Microhistoria Mexicana).
Operatividad de la Microhistoria: Historia Cultural.
De cualquier forma, la Microhistoria en general ocupa los temas de la
Historia Cultural como son las festividades y los rituales públicos; las
tradiciones populares y la trasmisión oral de cuentos, canciones,
poemas épicos y otras formas de tradición oral.
5.- Operatividad de la Microhistoria: Historia de las Mentalidades.
Tanto la Microhistoria Italiana como la Microhistoria Mexicana, ambas
consideran elementos sustantivos de la Historia de las Mentalidades, esto
es, el estudio de los imaginarios sensibles o afectivos, tanto individuales
como sociales.
Los imaginarios sociales son elementos de condición, posición, situación,
conducta y comportamiento social encarnados en las instituciones, los
cuales deben estudiarse de manera “sensible” con respecto al punto de
vista de los pobladores (los locales).
Operatividad de la Microhistoria: Historia de las Mentalidades.
Sin embargo acerca de la característica particular del tema a estudiar,
estos difieren en cuanto a que, por ejemplo, los sentimientos del terruño
son propios de la Microhistoria Mexicana; mientras que los afectos de
pareja, familiares, parientes y amistades son propios de la Microhistoria
Italiana; así como otras situaciones que se enfrentan en la vida como los
desastres naturales, los accidentes, la locura o la muerte, lo son unas
hacia el terruño y otras hacia los individuos.
Pero en ambos casos se intentan entender, las formas de apreciación
personal que un individuo o un colectivo posee sobre estos temas;
relacionándolos a un imaginario personal de éstos.
6.- Operatividad de la Microhistoria: Historia de la Vida Cotidiana.
Tanto la Microhistoria Italiana como la Microhistoria Mexicana, ambas
consideran elementos sustantivos de la Historia de la Vida Cotidiana,
siendo esto, las representaciones sociales y la sociabilidad.
Las representaciones sociales son el acto de relacionar un individuo (en
sí mismo o en un grupo) con un objeto determinado, reproduciendo
subjetivamente lo que hace, considerando que lo que hace es bajo un
significado; el cual intenta ser descubierto.
En la representación tenemos el contenido mental concreto de un acto
de pensamiento que restituye simbólicamente algo ausente, y que
aproxima algo lejano a nosotros, fusionando el precepto, concepto e
imagen.
Operatividad de la Microhistoria: Historia de la Vida Cotidiana.
La Microhistoria en general aborda los temas ínfimos o habituales de la
vida cotidiana, como la sensibilidad o valores humanos, los afectos o
sentimientos, el honor, el gusto o preferencias, lo íntimo o personal, la
sexualidad, la niñez, la familia, la pareja, el amor, etc.
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
Y DESARROLLO REGIONAL
TÉCNICAS HISTÓRICO-SOCIALES
DE LA MICROHISTORIA
Mtro. Raúl Romero Ramírez
La Microhistoria utiliza variadas metodologías que sirven como técnicas para
realizar su investigación, entre las que destacan: la Cliometría (Adalberto
Giannetti y Renato Baccini), la Historia Oral (Laura Benadiba) y la
Observación Participante (Óscar Guash), entre otras;
1.- Cliometría
La Cliometría (medición de la historia) es un término acuñado en los años
sesenta por Jonathan R.T. Hughes y Stanley Reiter; y es una metodología
propia de la Ciencia Histórica, que a manera de técnica es utilizada en los
análisis históricos que involucran variables cuantificables y que necesitan
mostrarse a base de estadísticas, por lo que su importancia es ser utilizada
de manera sistemática en la teoría económica, la estadística y la econometría
para el estudio de la Historia Económica.
El éxito de la cliometría fue mostrado por primera vez en 1993, cuando el
trabajo de Historia Cuantitativa elaborado por Robert Fogel y Douglass North
los hizo ganar el Premio Nobel de Economía, en parte por su contribución en
el establecimiento de la cliometría, y en particular “por haber renovado la
investigación en historia económica al hacer uso de la teoría económica y de
métodos cuantitativos para explicar el cambio institucional y económico”.
La Historia cuantitativa es parte de la historiografía, especialmente de la
Historia Económica, Historia Social y de la New Social History (EE.UU.), que
se caracteriza por el uso de la investigación cuantitativa y las herramientas
informáticas y estadísticas en variables como tasas de crecimiento de
población, de nacimiento, mortalidad, nupcialidad, morbilidad, estructura
laboral y educativa y cambios migratorios (Historia Demográfica), o acerca de
comportamientos políticos, económicos, religiosos, etc., (Psicohistoria).
La Cliometría tiene por función estricta establecer una historia comparada a
base de diferentes variables cuantificables que sirven de muestra o modelo
para determinar procesos en un determinado tiempo-espacio a partir de
estadísticas.
2.- La Historia Oral.
La historia oral es un método para crear fuentes nuevas y
para construir narraciones, pero siempre se deben tener
en cuenta sus límites que son, por un lado, la memoria de
los entrevistados, alterada por el tiempo, esto es, sobre la
memoria y sus falacias, pero también por el
funcionamiento mismo de nuestro inconsciente, con sus
olvidos, alteraciones y remociones. ,, sobre las fuentes y
sus problemas de interpretación, sobre las personas y sus
maneras de contar sobre sí mismas.
La historia oral puede ser utilizada como técnica que vive
entre dos extremos, el que podemos llamar de una Historia
Documental oficialista y una Historia no documentada de
la emotividad, siendo el equilibrio que debe prevalecer y
“llenar” o documentar con historias de vida los
fragmentos de historia que estaban manipulados “con
violencia” por la Historia Documental y con “demasiada
emotvidad” por los historiadores oficialistas y los
emocionales.
Como precauciones metodológicas y técnicas entendemos pues, que son
tanto el oficialismo como la emotividad.
El oficialismo ciega al historiador que intenta que “todo cuadre” de acuerdo a
lo establecido, mientras que en la emotividad el historiador debe gobernar
las emociones y no dejarse dominar por la empatía y por el sentimentalismo.
Es necesario transformar el documento oral con sus falacias en algo racional
y critico.
El riesgo que siempre se corre al utilizar esta metodología es que los cuentos
son más fascinantes que la elaboración científica, pero son ambiguos y el
historiador debe luchar contra esta situación si quiere darle al lector una
comunicación «cuidada».
Los trabajos de Alessandro Portelli por ejemplo o de Maurizio y de Gabriella
Gribaudi son importantes correctores de las patologías dominantes que
padece esta metodología, porque ponen explícitamente en el centro de sus
trabajos la discusión de la falacia de la memoria y de la narración.
3.- La Observación Participante.
La observación participante es una técnica de observación utilizada en las
Ciencias Sociales, sobre todo en la Antropología y la Sociología y suele
usarse en la Historia acerca de un acontecimiento próximo o contemporáneo.
La observación participante se da cuando el investigador comparte con los
investigados (objetos de estudio) su contexto, experiencia y vida cotidiana,
para conocer directamente toda la información que poseen los sujetos de
estudio sobre su propia realidad, o sea, pretender conocer la vida cotidiana
de un grupo desde el interior del mismo.
Entre las necesidades metodológicas para realizar la técnica de observación
particiante, uno de los principales aspectos que debe vencer el investigador
es el proceso de socialización con el grupo investigado para que sea
aceptado como parte de él y, a la vez, definir claramente dónde, cómo y qué
debe observar y escuchar.
Durante el proceso de investigación, para recolectar la información, el
investigador debe seleccionar el conjunto de informantes, que lo puede
hacer racionalmente por edades, experiencia, por el uso de técnicas o
instrumentos, etc., los cuales favorezcan un verdadero saber y conocimiento
del proceso de estudio en el sujeto de investigación.
Con los informantes deberá, además de observar e interactuar con ellos,
hacer uso de técnicas específicas de registro de información como la
entrevista, la encuesta, la revisión de documentos, entrevistas informales,
observación directa, participación en la vida del grupo; o bien de análisis
acerca de discusiones colectivas, documentos personales, historias de vida;
y la compilación en un diario de campo o cuaderno de notas en el cual se
escriben las impresiones de lo vivido y observado, etc.; todo con el interés
de poder organizar la información recabada y hacer uso de otros métodos de
análisis que contemplen una explicación antropológica, sociológica e
histórica.
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
Y DESARROLLO REGIONAL
TÉCNICAS DE ESCRITURA EN
LA MICROHISTORIA
Mtro. Raúl Romero Ramírez
La Microhistoria utiliza variadas formas de escribirse, esto es, una
técnica en la forma de su estructura sintáctica, y particularmente se ha
retornado al uso como obra literaria de la crónica (Carlos Monsiváis), y
como género literario el de la narrativa (Hayden White).
1. Crónica.
Una crónica (kronika-biblios), es una obra
literaria consistente en la recopilación de
hechos históricos narrados en orden
cronológico, según el orden temporal en que
ocurrieron, teniendo como fuentes a testigos
presenciales, o personas que dicen haberles
contado los hechos por este tipo de testigos, y
en la que intervienen tanto personajes que se
sitúan en el nivel de la historia mundial, como
personajes tan desconocidos como
aparentemente intrascendentes, pero que en la
trama de la obra resultan ser de gran utilidad,
ya sea como ejemplos de lo macro
(Microhistoria Italiana) o bien como salvedades
y excepciones que están ajenos al proceso
macrohistórico (Microhistoria Mexicana).
La crónica puede contra como tema principal
la historia detallada de un país o región, de
una localidad, de una época, de un hombre o
de un acontecimiento en general, escrita, ya
sea por un testigo ocular o por uno
contemporáneo que ha registrado, sin
mayores comentarios, todos los pormenores
que ha visto, y aún todos los que le han sido
transmitidos.
La crónica tiene un fin informativo y por ello
es fuente en sí misma para la Historia.
Ejemplos de crónicas latinas medievales son
las de Flodoardo (canónigo de Reims), de
Guillermo de Nangis (monje benedictino
francés), de Jean Froissart (mercader y
clérigo francés) o de Enguerrand de
Monstrelet (noble secular francés), entre
otros. De todos los países europeos, los más
ricos en crónicas son Francia, España, Italia
e Inglaterra.
En la crónica se utiliza un lenguaje sencillo, directo, muy personal y
admite un lenguaje literario con uso reiterativo de adjetivos para
hacer énfasis en las descripciones. Emplea verbos de acción y
presenta referencias de espacio y tiempo.
Por medio de las crónicas se pueden redactar escritos, tomando las
opiniones de varias personas para saber si esto es cierto o no, y
puede versar sobre un proceso ocurrido a una persona, una familia,
una casa, un poblado, una comarca, una región, a provincias, o al
país; como también a lo ocurrido en una etapa histórica concreta.
En México, uno de sus grades cronistas contemporáneos
lo fue Carlos Monsiváis (1938-2010), hombre preocupado y
comprometido con los problemas más urgentes del país,
así como de algunas ciudades de México en distintos
tiempos; su naturaleza curiosa hizo de sus tentaciones,
perversiones y subversiones, uno de los productos
intelectuales más importantes de la segunda mitad del
siglo XX.
Su obra alude a una especie de conciencia pública, en la
que se confía y a la que se acude cuando las instancias
oficiales insisten en su escandalosa indiferencia e
impunidad. Tan solicitado como escurridizo, no se resistió
a la tentación de participar en las fiestas populares y
mercadotecnia más frívola de la cultura y el espectáculo.
Como cronista, subrayó la importancia y valor de los
personajes a los que alude en sus libros, a los cuales
enfrentó a distintas voces de recogiendo las percepciones
de época y proyectándolas hacia el futuro.
2. Narrativa.
La narrativa es un género literario que engloba
todo tipo de relatos (novela, cuento, leyenda,
epopeya, crónica, etc.). Estos escritos,
generalmente en prosa, recogen una serie de
hechos, explicados por un narrador, que suceden
a uno o más personajes que son los que realizan
las acciones.
El autor puede o no estar directamente
involucrado en la obra, puede ser narrador en
primera persona, entonces se conoce como
narrador personaje y es partícipe en la historia
que narra; o bien el narrador testigo/objetivo
relata los hechos en tercera persona con carácter
de observador; o bien es narrador omnisciente
porque es el que habla, en tercera persona,
conoce los sentimientos y pensamientos de los
personajes, además de los hechos.
En las ciencias Sociales, hasta finales del siglo XX, solía
considerarse que si se trata de un cuento o de una novela, la historia
era imaginaria y, sólo en el caso de una crónica, se trataba de una
historia real.
Pero siguiendo a Hayden Wihte (1978) “ha habido una resistencia a
considerar las narraciones históricas como lo que manifiestamente
son: ficciones verbales cuyos contenidos son tan inventados como
descubiertos, y cuyas formas tienen más en común con sus formas
análogas en la literatura que con sus formas análogas en las
ciencias”.
Por eso de acuerdo a Ignacio Olábarri (1984), la narrativa es solo
contar una historia, reconstruyendo la cadena de actos humanos que
constituyen la historia, por lo que un cuento puede ser tan auténtico
como una crónica.
Esto traerá como resultado una “revolución epistémica” con respecto
al sentido y valor de un texto; un “resurgimiento de la narrativa” en la
historiografía.
El paradigma narrativo, según J.M. Adam (1984) y específicamente en
Walter Fisher (1987), hace referencia a toda «comunicación con sentido»,
el cual refuerza la experiencia y ve esta comunicación en forma de una
historia.
Cuando se habla de narrativa es importante destacar que actualmente el
término abarca otros campos además del literario, como el audiovisual
involucrando la radio, televisión, cine, videojuegos y recursos multimedia.
La narrativa pues, se compone de una estructura de significado en una
secuencia ordenada de sucesos; que circula por la cultura como válida y
la cultura facilita su validación; y permite interpretar, estructurar y
organizar la vida cotidiana.