MANUEL ANTONIO DEL CORRAL
Manuel Antonio Del Corral nació en Santo Domingo de la Calzada, Logroño,
España, en 1790. Ricardo Miranda, en el estudio preliminar que hace para la edición y
publicación del Andante con Variaciones para Piano-forte, nos da una reseña completa
de la vida de este inquieto compositor, quien viviera en México en el momento más
difícil para un español, la Guerra de Independencia.
Del Corral, quien era un patriota leal al Rey de España, había compuesto una
ópera titulada El Saqueo o, Los Franceses en España en la que criticaba la invasión que
los ejércitos Napoleónicos realizaban en España. Temiendo una represalia por parte de
los franceses, Del Corral huyó de su país en busca de seguridad así como de un ambiente
propicio para desarrollarse como compositor, llegando a México cerca de 1808.1
Desde su llegada a México hasta la Consumación de la Independencia, Del Corral
realizó una actividad musical muy intensa. En su esfuerzo por darse a conocer y ganar el
favor del público y la fama, Del Corral dio numerosos recitales (en los cuales ejecutó
algunas obras de Haydn, tales como las variaciones Hob XVII/26), compuso varias
óperas, obras para instrumentos de teclado y canciones y se dedicó a la enseñanza. Como
español leal al Rey de España, Del Corral dedicó parte de su tiempo a la composición de
himnos patrióticos y canciones que alababan al rey español así como al virrey de la
Nueva España y celebraban los triunfos del ejército realista. 2
Después de la Consumación de la Independencia, en 1827, los españoles fueron
expulsados de nuestro país. Solamente aquellos con conocimiento sobre las ciencias,
oficios, y artes podían permanecer en México, siempre y cuando no representaran una
1 Manuel Antonio Del Corral, Andante con Variaciones, prefacio y edición de Ricardo Miranda
(México, D.F.: Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical, 1998), 7-23. 2 Juan José Escorza, “El Jarabe,” Heterofonía Vol. 100-101 (Enero – Diciembre 1989): 68-70.
amenaza para la joven nación. La última información relacionada con Del Corral, esta
fechada en 1824 y corresponde a la ejecución de su ópera Los Gemelos. Sin embargo, la
representación de esta ópera no significa precisamente que Del Corral estuviera en
México. No se sabe más de la vida y obra de este compositor. Del Corral pudo haber
emigrado a países más seguros y estables o haber regresado a España. Sin embargo,
ningún libro sobre la historia de la música española lo menciona. Se desconoce el lugar y
fecha de su fallecimiento.3
Las contribuciones de Manuel Antonio Del Corral a la historia de la música en
México tienen bastante relevancia: 1) Los datos que tenemos de su vida y su obra nos
ofrecen información acerca de la actividad musical en México a principios del siglo XIX;
2) Como maestro, Del Corral desempeñó un papel muy importante como formador de la
siguiente generación de compositores entre los que se encontraba José Antonio Gómez.
Gómez, fue fundador de la Segunda Sociedad Filarmónica de México (1839), llamada
Gran Sociedad Filarmónica, y publicó varias obras pedagógicas tales como el Método de
Pianoforte y el Método de Armonía;4 3) Finalmente, el Andante con Variaciones
representa un legado musical más, que aumenta el escaso repertorio para instrumentos de
teclado del Periodo Colonial.
Entre las composiciones de Del Corral se cuentan: un Concierto de Clave
obligado a toda orquesta, unas Variaciones para clave solo sobre la canción italiana Sul
Marggin e d’un río, Variaciones [para clave solo sobre la araucana], Andante con
variaciones, Variaciones [sobre su quinto minuet], Grande sonata, Sonata para clave
“El sueño y el amanecer,” Sonata para clave, Sonata para pianoforte “Prisión de
3 Del Corral, Andante con Variaciones, prefacio y edición de Ricardo Miranda, 7-23.
4 Orta Velázquez, Breve Historia de la Música en México, 269-270.
Hidalgo, Allende, Aldama, y demás insurgentes, por las tropas del rey, y Doce minuetos
para clave dedicados a Fernando VII.5 Desgraciadamente, el Andante con Variaciones
parece ser la única obra para instrumento de teclado que ha sobrevivido. Otra obra de
este compositor que ha llegado hasta nuestros días es un Jarave para guitarra que
formaba parte de la ópera Los Gemelos.
De acuerdo con Ricardo Miranda, su edición del Andante con Variaciones es el
resultado del análisis, comparación y combinación de dos fuentes. La primera es el
manuscrito encontrado en la Catedral de Durango, México, titulado Andante con
Variaciones para Piano-forte por el Señor Corral, fechado alrededor de 1821, publicado
por la Universidad Veracruzana, y consignado por Francisco Antúnez en su libro La
Capilla de Música de la Catedral de Durango México: Siglos XVII y XVIII. La segunda
fuente es una versión para dos guitarras titulada Variaciones de Corral, que fue
encontrada en la “Biblioteca Sutro” de San Francisco, California, por John Koegel y que
incluye tres variaciones que no forman parte del manuscrito de la Catedral de Durango.
Ricardo Miranda ha realizado un arreglo para teclado de esas tres variaciones y las ha
añadido al manuscrito de la Catedral de Durango dando como resultado una excelente
edición publicada recientemente por el CENIDIM.
5 Del Corral, Andante con Variaciones, prefacio y edición de Ricardo Miranda, 27.
Ilustración 19. Portada de las Variaciones de Corral para dos guitarras.
Fotocopia de la micropelícula.6
Ilustración 20. Tema de las Variaciones de Corral para dos guitarras.
Fotocopia de la micropelícula.7
6 Del Corral, “Variaciones de Corral,” partitura, SMMS M2, ca. 1800, Special Collections, Sutro
Library, San Francisco California. 7 Ibid.
JOSÉ MARIANO ELÍZAGA
José Mariano Elízaga es un personaje relevante en la historia de la música
Mexicana. Elízaga vivió durante los últimos años de la dominación española y los
primeros del México Independiente. Nació en Valladolid, hoy Morelia, Michoacán, en
1786, en el seno de una humilde familia. Su salud era tan frágil al momento de nacer que
fue bautizado in extremis.8
Su padre, José María Elízaga, sostenía a su familia enseñando a sus alumnos a
tocar el clavecín de oído. A la temprana edad de cinco años, Elízaga demostró el gran
talento que poseía para la composición y para tocar el clavecín.9 De acuerdo con Gabriel
Saldívar, el niño adquirió sus primeros conocimientos musicales por mera intuición y
observación, hasta que José María descubrió el gran talento de su hijo cuando este tocó
impecablemente el ejercicio que uno de sus alumnos era incapaz de aprender. El increíble
hecho estimuló al padre a dedicarse en cuerpo y alma a la instrucción musical de su
hijo.10
Las noticias acerca del gran talento de José Mariano se esparcieron a través de
Morelia y el organista, Don Juan Joseph Echeverría, se ofreció a enseñar al niño de
manera gratuita.11
Bajo la dirección de Echeverría, las habilidades de Mariano Elízaga continuaron
desarrollándose de tal manera, que su reputación traspasó los límites de Morelia y llegó a
la Ciudad de México. En 1792, el diario Gaceta de México publicó un artículo titulado
8 Jesús C. Romero, José Mariano Elízaga (México, D.F.: Ediciones del Palacio de Bellas Artes,
1934), 2. 9 Orta Velázquez, Breve Historia de la Música en México, 249.
10 Gabriel Saldívar, “José Mariano Elízaga,” Heterofonía Vol. 19:4 (Oct – Dec 1986): 41.
11 Gabriel Saldívar, “Mariano Elízaga, Niño Prodigio,” Heterofonía No. 106 (Enero – Junio
1992): 36-37.
Mariano Elízaga, Niño Prodigio, en el que se decía que Elízaga poseía un talento
monstruoso para manejar las consonancias y las modulaciones.12
Las noticias acerca del niño prodigio llegaron hasta el virrey quien ordenó que
Mariano Elízaga tocara para él. El niño y sus padres fueron presentados ante Don Vicente
de Güemes Pacheco de Padilla, Segundo Conde de Revillagigedo y virrey de la Nueva
España. El virrey quedó tan impresionado después de escuchar a Elízaga, que convenció
a los padres para que permitieran que el niño permaneciera en la Ciudad de México para
continuar su educación bajo los auspicios del virreinato. Mariano fue registrado en el
Colegio de la Asunción de María Santísima de Infantes de Coro de la Santa Iglesia
Catedral.13
Durante sus estudios en la escoleta de la Catedral de la Ciudad de México
Elizaga podría haber tomado clases con José Manuel Aldana, quien se desempañaba
como maestro de canto de órgano.14
Elízaga permaneció en la Ciudad de México por un año, después regresó a
Morelia para estudiar con el organista José María Carrasco y luego, regresó una vez más
a la Ciudad de México para continuar sus estudios bajo la dirección de Mariano Soto
Carrillo, quien era considerado como uno de los mejores tecladistas de ese tiempo.15
En
1799, a los trece años de edad, Elízaga regresó a Morelia para tomar el cargo de tercer
organista de la catedral y al poco tiempo se convirtió en el primer organista.16
Durante cinco años, Mariano Elízaga fungió como organista de la Catedral de
Morelia y al mismo tiempo amplió sus conocimientos generales asistiendo al seminario
12
Ibid., 38. 13
Romero, José Mariano Elízaga, 10. 14
Hernández Monterrubio, “José Manuel Aldana: Hacia un Nuevo Panorama del Siglo XVIII,”
18. 15
Orta Velázquez, Breve Historia de la Música en México, 249. 16
Romero, José Mariano Elízaga, 14.
de Morelia en el cual fungía como decano el sacerdote Don Miguel Hidalgo y Costilla,
quien se convertiría en el primer caudillo de la Guerra de Independencia y padre de
nuestra patría. Fuera por sus propios principios de justicia e ideales, por sus ideas
políticas o por la influencia ejercida por personajes como Hidalgo, Elizaga simpatizó con
el movimiento de independencia.17
Durante sus años en Morelia, Elízaga trabajó como maestro de música en el
Colegio de Santa Rosa de Santa María de Valladolid, en donde conoció y enseñó a Doña
Catalina de Huarte, quien años más tarde sería la esposa de Agustín de Iturbide. Después
de la Guerra de Independencia, Iturbide se coronó Emperador de México, y Elízaga se
convirtió en maestro de la Capilla Imperial. El imperio de Iturbide duró solamente un
año. Sin embargo, durante ese tiempo, Elízaga obtuvo el apoyo imperial para publicar su
primera obra pedagógica titulada, Elementos de Música, primer tratado sobre teoría
musical publicado en el México Independiente.
En 1824, durante el periodo presidencial de Guadalupe Victoria, Elízaga fundó la
Sociedad Filarmónica, la cual a su vez apoyó la creación del primer Conservatorio de
Música y la primera Orquesta Sinfónica del México Independiente. De acuerdo con Jesús
C. Romero, el conservatorio fundado por esta sociedad fue el primero de su tipo en el
Continente Americano. La contribución de Mariano Elízaga en el establecimiento de esta
institución es admirable sobre todo si tomamos en cuenta que el apoyo del gobierno a tan
digna empresa era más moral que económico y que nunca proporcionó un edificio para
que el conservatorio pudiera ser instalado. Generosamente, Elízaga ofreció su propia casa
17
Stevenson, Music in Mexico, 186.
para alojar a la Sociedad filarmónica y al Conservatorio.18
Desgraciadamente, esta
sociedad musical solo duró un par de años.
En 1827, Mariano Elízaga se trasladó a Guadalajara en donde se desempeñó como
maestro de capilla de la catedral de esa ciudad-19
En 1830, decidió regresar a la Ciudad
de México para dedicar la mayor parte de su tiempo a la enseñanza. Su constante
preocupación e interés por la docencia musical, dio como resultado la publicación de una
segunda obra pedagógica titulada Principios de la Armonía y de la Melodía, o sea
Fundamentos de la Composición Musical en 1835.20
En 1840, regresó a Morelia, su ciudad natal, para ocupar el puesto de Maestro de
Capilla de la Catedral. Ahí pasó los últimos años de su vida y falleció en 1842 de
insuficiencia renal.
Las contribuciones de Mariano Elízaga en el área de la educación pueden ser
consideradas como monumentales. En una clima de tremenda inestabilidad política y
social, Elízaga promovió la creación de la Sociedad Filarmónica que a su vez patrocinó el
primer Conservatorio de Música y la primera Orquesta Sinfónica.
Elízaga fue un pionero en la publicación de obras pedagógicas escritas con un
enfoque moderno y en un lenguaje fácil de entender. Su enfoque pedagógico había sido
influenciado por Antonio Exímeno, sacerdote Jesuita y teórico español que escribiera el
tratado musical Del origen y reglas de la música: su progreso, decadencia y renovación.
David G. Tovey en su artículo “José Mariano Elízaga and Music Education in Mexico”
escribió acerca de los Elementos de Música:
18
Romero, José Mariano Elízaga, 49-50. 19
Orta Velázquez, Breve Historia de la Música en México, 250. 20
Romero, José Mariano Elízaga, 12.
“Part of Elízaga’s text will continue to startle readers today with their
modern sensibility. A milestone in American music pedagogy, this manual
broke with older European traditions which meant little to young Mexican
musicians to whom good music meant the keyboard works of Haydn and
Italianate symphonic church music rather than the works of Bach and
Palestrina.” (Parte del texto de Elízaga continuará sorprendiendo a los
lectores de hoy en día con su moderna sensibilidad. Una piedra angular en
la pedagogía musical americana, este manual rompió con antiguas
tradiciones europeas que significaban poco para los jóvenes músicos
mexicanos para los que, buena música significaba las obras para
instrumentos de teclado de Haydn y la música sinfónica de iglesia italiana
mas que la obra de Bach y Palestrina.) 21
En un esfuerzo por difundir la buena música, Mariano Elízaga en compañía de
Manuel Rionda, fundó la primera imprenta musical del México independiente en 1826.
Elízaga y Rionda tenían el proyecto de imprimir y publicar música para distintos
instrumentos compuesta por músicos mexicanos y extranjeros. La primera obra impresa
fue un Valse con Variaciones compuesto por el propio Elízaga y dedicado a Rossini, obra
que desgraciadamente está perdida. Para apreciar mejor los esfuerzos y méritos de
Elízaga y Rionda es necesario saber que esta imprenta fue fundada a escasos cinco años
de ser consumada la independencia, que el clima social era aún inestable, y que tanto
Elízaga como Rionda jamás habían impreso música.
Musicólogos norteamericanos han comparado las contribuciones de Mariano
Elízaga en el área de la pedagogía musical con las contribuciones del pedagogo
norteamericano Lowell Mason. Ambos incursionaron en el ámbito de la música sacra,
escribieron obras pedagógicas, imprimieron música, establecieron instituciones
musicales, y ambos fueron pioneros en el establecimiento de fundaciones musicales en
sus respectivos países.22
21
David G. Tovey, “José Mariano Elízaga and Music Education in Early Nineteenth-Century
Mexico,” The Bulletin of Historical Research in Music Education 18:2 (Enero 1997): 131. 22
Ibid., 134.
Como ejecutante de instrumentos de teclado, Elízaga fue también una figura
prominente y llegó a ser llamado el Rossini mexicano. Sin embargo, la mayor parte de la
obra de Mariano Elízaga que ha sobrevivido es música sacra que incluye obras tales
como: Misa para la Catedral de Guadalajara, Misa para la Catedral de Morelia, Una
Lamentación, un Miserere, un Reponsorio, Maitines de la Transfiguración, y varios
oficios divinos.23
Poco o nada se sabría de la música secular de Elízaga de no ser por el afortunado
hallazgo de las Últimas Variaciones de este compositor, encontradas de manera
accidental en un bazar por el musicólogo mexicano Ricardo Miranda. El hallazgo no sólo
ha arrojado luz sobre la producción secular de Elízaga, sino que también nos proporciona
información acerca del tipo de música para instrumentos de teclado escuchada a
principios del siglo XIX y los estilos composicionales que imperaban.
23
Gabriel Saldívar, “José Mariano Elízaga,” Heterofonía, 43-44.
ANDANTE CON VARIACIONES DE MANUEL ANTONIO DEL CORRAL Y ÚLTIMAS
VARIACIONES DE MARIANO ELIZAGA
Después de haber presentado un poco de información acerca de la vida y obra de dos de
los últimos compositores mexicanos del Periodo Colonial, uno tiene que sucumbir ante la
tentación de comparar los estilos y las técnicas composicionales de ambos compositores: Del
Corral y Elízaga. Ambos fueron contemporáneos y desempeñaron un papel muy importante en la
vida musical de la Nueva España durante las últimas décadas de la colonia. Sin embargo, sus
antecedentes, personalidades y estilos no podrían haber sido más contrastantes.
Del Corral era español, de ideas conservadoras, orgulloso de sus orígenes, y leal al rey de
España. Elízaga era mexicano, de ideas liberales e idealistas, y estaba a favor de la Guerra de
Independencia. Mientras Del Corral componía himnos para celebrar los triunfos del ejército
realista y los fracasos de los insurgentes, Elízaga componía una oda ponderando la grandeza de
uno de los héroes de nuestra independencia, Don José María Morelos.
La información biográfica de Del Corral lo describe como un hombre arrogante,
orgulloso y seguro de sí mismo. De acuerdo con Ricardo Miranda, Del Corral no dudó en usar
sus influencias para obtener honores y privilegios, por ejemplo, para solicitar de la corona
española el título de Compositor Honorario de la Real Cámara de su Majestad, petición que,
para desgracia de Del Corral, le fue negada.24
Por otra parte, Elízaga es descrito por sus biógrafos como un hombre sobrio y honesto, y
como el músico maduro que es capaz de analizar con imparcialidad las condiciones musicales de
México y busca soluciones a sus problemas. En el prefacio de su tratado, Elementos de Música,
Elízaga realiza una evaluación clara y honesta de la situación musical de México. Él acepta la
24
Del Corral, Andante con Variaciones, prefacio y edición de Ricardo Miranda, 21-22.
presencia de talento en nuestros músicos pero reconoce la falta de métodos apropiados para su
preparación.
Mientras Del Corral buscaba el beneficio de las lecciones particulares, Elízaga buscaba
establecer una institución pública con el objetivo de proporcionar educación musical a todo aquel
capaz de aprender. Fue a través de las gestiones de Elízaga que en nuestra nación se fundó la
primera Sociedad Filarmónica y el primer Conservatorio de Música moderno en América.
El Andante con Variaciones de Manuel Antonio Del Corral está en sol mayor e incluye
una variación en la tonalidad paralela (sol menor). El Andante está en forma binaria redondeada
y consiste de una melodía en estilo Rococó ornamentada por apoyaturas. Después del Andante
hay un interludio que recurre al final de cada variación. Con excepción de la última variación, el
vocabulario armónico es extremadamente simple e incluye los acordes de I, ii, y V7.
Ilustración 21. Tema de las Variaciones de Corral. Fragmento transcrito de la versión para dos
guitarras por R. Capistrán.25
25
Del Corral, “Variaciones de Corral,” partitura, SMMS M2, ca. 1800.
En dos ocasiones, el compositor incluye otros acordes para dar variedad armónica a la
obra. Así, en la segunda variación, el cuarto grado aparece como un arpegio, mientras que en la
variación en modo menor, una sexta napolitana enriquece el lenguaje armónico y añade un poco
de tensión. Las variaciones exhiben una técnica composicional sistemática en la cual se explora
una determinada dificultad técnica, musical y/o rítmica en cada variación. En el siguiente
fragmento el lector puede observar cuán consistente era Del Corral cuando exploraba una
determinada dificultad técnica.
Ilustración 22. Variación Segunda de Del Corral. Fragmento transcrito de la versión para
dos guitarras por R. Capistrán.26
26
Ibid.
El mismo enfoque en la exploración de dificultades técnicas o musicales es desarrollado
en el resto de las variaciones. Las dificultades en estas variaciones son:
Primera variación: acordes quebrados.
Segunda variación: escalas.
Tercera variación: tresillos contra dieciseisavos.
Cuarta variación: escalas cromáticas.
Quinta variación (en modo menor): cambio de carácter, tempo y pasajes ejecutados con
manos cruzadas.
Sexta variación (modo menor): pasajes ejecutados con manos cruzadas en tempo rápido.
Séptima variación: Del Corral parece haber reservado toda su creatividad para esta última
variación, la cual es la más elaborada de todas. El vocabulario armónico incluye dominantes
secundarias, inflexión al modo menor, sextas aumentadas y acordes disminuidos con séptima. La
ornamentación es más compleja e incluye apoyaturas, trinos y grupetos.
Por otro lado, las Últimas Variaciones de Elízaga exhiben la influencia del Sturm und
Drang. El tema está en do menor mientras que el trío está en do mayor, quizá emulando la serie
de variaciones en Fa menor Hob. XVII/6 de Franz Joseph Haydn. La relación menor-mayor es
mantenida durante todas la obra. La estructura técnica y musical de las variaciones reta a
cualquier ejecutante de nivel avanzado. El vocabulario armónico es rico e incluye sextas
napolitanas, acordes diminuidos con séptima, acordes medio disminuidos con séptima, y sextas
alemanas e italianas.
El tema, un Andante lúgubre, está en Do menor en forma binaria. La sección A está
caracterizada por una exploración del registro grave del teclado, sonoridades densas y el
persistente ritmo de corchea con punto – doble corcha que revela la influencia de la overtura
francesa.
Ilustración 23. Tema de las Últimas Variaciones de Elízaga. Fragmento transcrito
27 del
facsímil por R. Capistrán.28
El vocabulario armónico de la sección B es interesante e incluye una sexta napolitana y
una sexta alemana. El trío, con sus líneas melódicas líricas y sus simples patrones de
acompañamiento, refleja claramente la influencia que el bel canto, y especialmente la música de
Rossini (compositor admirado por Elízaga) ejercían sobre el compositor.
27
Las ilustraciones de esta sección han sido transcritas por Raúl W. Capistrán con autorización de la
Directora del CENIDIM, Lorena Díaz Núñez. La transcripción fue realizada a partir de la reproducción facsimilar
incluida en la publicación de las Últimas Variaciones realizada por el CENIDIM. 28
Mariano Elizaga, Últimas Variaciones, prefacio y edición de Ricardo Miranda (México, D.F.: Centro
Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical, 1998), 7-23.
Ilustración 24. Trío de Últimas Variaciones de Elízaga. Fragmento transcrito
del facsímil por R. Capistrán.29
Las dificultades técnicas en las variaciones de Elizaga incluyen: acordes, acordes
quebrados, octavas quebradas, escalas, arpegios, trinos, melodía escondida dentro de las
figuraciones, etc. El estilo composicional en las variaciones en modo menor, con su cromatismo,
sus dificultades técnicas y sus sonoridades orquestales reflejan la influencia del Sturm und Drang
e indican una clara dirección hacia el romanticismo. Todas las variaciones en modo menor son
técnicamente difíciles e ilustran las dificultades mencionadas anteriormente.
La primera variación menor es una de las más difíciles. La melodía está escondida en las
semi-corcheas y el ejecutante debe expresarla destacando distintas notas, algunas veces en la
mano derecha y otras en la mano izquierda. Los constantes saltos en la mano izquierda hacen que
la tarea sea más difícil.
29
Ibid.,
Ilustración 25. 1a. variación menor de Elízaga. Fragmento transcrito
del facsímil por R. Capistrán.30
La primera variación mayor es muy elaborada y consiste en una serie de arpegios y
escalas en figuras de seicillos lo que produce un gran contraste con la variación anterior.
La segunda variación menor consiste de octavas quebradas en la mano derecha apoyadas
por octavas, acordes y trémolos en la mano izquierda. Lo más difícil de esta variación consiste en
el contratiempo y en las suspensiones en la mano derecha.
Ilustración 26. 2a. variación menor de Elízaga. Fragmento transcrito
del facsímil por R. Capistrán.31
La segunda variación mayor consiste de la ornamentación o glosa del trio. El carácter de
esta variación es evocativo de las fiorituras y ornamentos típicos del bel canto.
30
Ibid. 31
Ibid.
La tercera variación menor refleja la influencia de Beethoven. El Sturm und Drang es
evidente en las virtuosas series de acordes quebrados en la mano izquierda así como en el
vigoroso e insistente ritmo de corchea con punto – doble corchea en la mano derecha.
La tercera variación mayor es la más rica en vocabulario armónico y dificultades
técnicas. Las rápidas escales en terceras y los virtuosos pasajes en acordes nos recuerdan a
Clementi y representan un reto para el ejecutante. El cromatismo de los compases 133-135, así
como el poco ortodoxo tratamiento de la suspensión en el compás 136, aumenta la tensión y nos
prepara para el virtuoso finale que comienza en el compás 137.
Ilustración 27. 3a. variación mayor de Elízaga. Fragmento transcrito del facsímil por R.
Capistrán.32
El manuscrito del Andante con Variaciones encontrado en la Catedral de Durango
incluye la indicación para piano-forte. Sin embargo, el manuscrito es una copia del original y
Ricardo Miranda explica que Del Corral parece haber usado los instrumentos de teclado
disponibles indiscriminadamente, lo cual constituyó una práctica común en ese tiempo. Por otra
parte, la partitura de las Últimas Variaciones de Mariano Elízaga carece de información respecto
al instrumento para el cual la obra fue concebida. Sin embargo, el tipo de dificultades técnicas, la
32
Ibid.
densa sonoridad orquestal de algunas de las variaciones, la textura de la obra, el rango (Sol 2-RE
8), y la necesidad del uso del pedal indican que la pieza fue concebida para ser ejecutada en el
fortepiano.
El Andante con Variaciones de Manuel Antonio Del Corral y las Últimas Variaciones de
Mariano Elízaga son dos obras contrastantes que no solamente reflejan los estilos, influencias,
aspiraciones y temperamentos de los compositores, sino que también representan los estilos
composicionales y las tendencias existentes en México durante los primeros años del siglo XIX