“Masa Crítica” en Redes Abiertas Complejas Libres de Escala: Teorema Schreiber-Hagelin o Teorema “John-

John” de la “Masa Mórfica Crítica”

Índice

I

Introducción

II

Teorema Schreiber-Hagelin o Teorema “John-John” de la “Masa Mórfica Crítica”. Un par de ejemplos más muy gratos

para el autor que respaldan la “Ley de la Masa Mórfica Crítica” de Hagelin

III

Conclusiones y Reflexión

IV

Dedicatoria y Agradecimientos

V

Bibliografía y Referencias

I

Introducción

Puesto que este trabajo se fundamenta fuertemente en otros ensayos anteriores de este modesto autor, recomiendo la lectura previa o repaso de los mismos, cuyas citas y reseñas se especificarán a lo largo del texto y en la Sección final de Bibliografía y Referencias.

En concreto, reproduzco la introducción de uno de ellos, Biofísica de los Campos Mórficos (I), añadiendo algunos párrafos o conceptos tras ella, dado que se acomoda de manera idónea con la exposición de los conceptos básicos en que se apoya asimismo este nuevo estudio.

I

Antecedentes: Hipótesis de los Campos Morfogenéticos, por el Dr. Rupert Sheldrake. Teoría de los Memes, por el Dr. Richard

Dawkins. Teoría Cinética Schreiber de los Replicadores Transferentes Evolucionarios (Genes y Memes). “Masa Crítica Morfogenética” en Redes Complejas: John Hagelin y su “Ley

Empírica de la “Masa Mórfica Crítica”

I.1

Hipótesis de los Campos Morfogenéticos, por el Dr. Rupert Sheldrake

A principios de los años 80 del pasado siglo un brillante, audaz e inspirado científico británico nacido en 1942, Rupert Sheldrake, revolucionó el paradigma excluyentemente mecanicista de las ciencias biológicas,

bioquímicas y biofísicas en general, asestándole un golpe mortal a la obsoleta concepción decimonónica newtoniana de los sistemas vivos, ya abandonada muchas décadas atrás a nivel subatómico en el marco de la física cuántica. El concepto central del Nuevo Paradigma propuesto por el innovador y osado Dr. Sheldrake en su magnífica obra “Una Nueva Ciencia de la Vida” es la Hipótesis del Campo Mórfico o Morfogenético. Como su nombre indica, podemos definir un Campo Morfogenético como un campo de información asociado a patrones de forma, en el sentido de rasgos o pautas estructurales codificables determinantes a su vez del control de operaciones de materia-energía definidas. Esto es, un “Campo Morfo-Funcional” dinámico, reactivo e interactivo con los estímulos físico-químicos del entorno, responsable de la génesis, desarrollo y evolución de las moléculas biológicas, las células y los organismos. Cada unidad-entidad activa en estas redes de sistemas transferentes-intercambiadores de información complejos y abiertos llevaría ligada o “irradiaría” una intensidad de campo mórfico dada, por el hecho mismo de procesar información, al igual que ocurre con la gravedad por el simple hecho de poseer masa o del campo eléctrico al existir una carga por exceso o defecto de electrones, por ejemplo. Pero, a diferencia de estos últimos, puesto que los campos mórficos solo serían sensibles y capaces de transportar unidades de información, no de masa-energía estrictamente, podrían transmitirse e interactuar entre ellos y con el medio de forma “virtualmente instantánea” o independiente de las distancias espacio-temporales, sin violar el límite de velocidad de la luz impuesto por la Teoría de la Relatividad. Su relación – por tanto – cono el fenómeno del “entrelazamiento o teleportación cuánticos” y las consecuencias del Teorema de Bell son patentes. De hecho, en cierto modo la idea del Dr. Sheldrake no es sino una extensión a escala macromolecular o celular del Principio de Dualidad de Louis de Broglie que rige el mundo de las partículas subatómicas: Así, al igual que el “aspecto-onda” de un electrón en movimiento alrededor del núcleo atómico no informa sobre el nivel de

energía-masa cuantizado del mismo, pero sí de su distribución de densidad de carga en el espacio, y viceversa, el campo mórfico de un gen o de una proteína tan sólo fija sus patrones de forma-código-significado codificable/decodificable, independientemente de su soporte material. Los Campos Morfogenéticos serían – por ende – el “aspecto-onda” de las redes de unidades morfo-funcionales de los sistemas vivientes. Y no tan sólo de ellos: Cualquier sistema en red abierta compleja capaz de intercambiar unidades o flujos de información obedecería a tal Principio, desde cristales en crecimiento a virus y priones, desde microprocesadores electrónicos a redes informáticas, células a tejidos y órganos, y de éstos a los individuos de una especie y poblaciones enteras de ellas, incluyendo por supuesto nuestros cerebros, su “software” o contenidos mentales y sus productos socio-culturales. Pues un organismo pluricelular poseería un gran campo mórfico resultante de la yuxtaposición de los asociados a cada una de sus células diferenciadas interrelacionadas unas con otras, el de cada célula a su vez sería el sumatorio de las interacciones integradas de los campos mórficos particulares de sus redes macromoleculares y, como “ principal antena-receptor-transductor-codificador de respuestas adaptativas” se hallaría el genoma, la red de genes conformada por el sub-sistema de ARNs-ADN, como parece lógico suponer. Su papel en ese sentido sería análogo a micro-escala al del sistema nervioso-endocrino-inmunológico a nivel macroscópico orgánico en nuestros cuerpos. Asimismo, todo Campo Mórfico tendería a organizar o repetir la ejecución de sus pautas de formas específicas, de manera que su modo de operación esencial sería restringir el puro azar estadístico o probabilístico de la mecánica material “clásica” rectora de la causalidad de las partículas de talla mediana y grande (mesoscópicas y macroscópicas, desde macromoléculas a cristales, organismos, ecosistemas planetarios o galaxias), forzándola así mediante sus “comandos informacionales” a adoptar patrones evolutivos morfo-funcionales en una dirección de respuesta dada ante los cambios del entorno

a sus respectivas niveles. En términos físico-cuánticos, es como si a escala macro los campos morfogenéticos y sus acciones mutuas jugaran el papel del “observador” en los experimentos de microfísica, permitiendo de esta manera “colapsar” un “camino o estado” de máxima probabilidad-óptima adaptación entre los muy distintos posibles compatibles con la función de onda del Sistema, todos posibles en principio por simple juego del azar. Así, Sheldrake conseguiría explicar “de un plumazo” la serendipidad, otros fenómenos perceptivos aparentemente “paranormales” tanto en el hombre como en otros animales e incluso plantas, los grandes y bruscos tránsitos evolutivos biológicos en periodos de Macro-Crisis Globales y la sombrosa convergencia de patrones y soluciones evolutivas en sistemas complejos a muy diferente escala espacio-tiempo y sostenidos por igualmente diversos soportes de masa-energía, para su visión algo “secundario”, el mero “hardware” de lo auténticamente esencial en su Universo Holístico-Fractal: La Información o “software” de los mismos, directriz y fin de todos los procesos de la Evolución.Como pueden fácilmente observar mis Muy Queridos, Amables y Pacientes Lectores, la Teoría Mórfica de Sheldrake encaja perfectamente con el Nuevo Paradigma Holo-Cuántico/Fractal del Cosmos Hiperdimensional/Multiverso que se destila de la Teoría de Supercuerdas y la de Bucles Gravitatorios, los dos intentos más serios de la más innovadora física teórica por unificar la Mecánica Cuántica y la Teoría de Campo Gravitatorio de Einstein o Relatividad General…; Además, es también profundamente coherente con el Modelo de “Darwinismo Cuántico” para la Decoherencia o Colapso-Consenso de Realidad del Universo Físico a nivel macroscópico, considerado – como lo hace la Teoría de Supercuerdas – como un colosal “mega-objeto cuántico” entre otra ingente cantidad de “Universos-Branas” en perpetua evolución en un hiperespacio de hasta 11

dimensiones: Bastaría emitir la hipótesis adicional que asociaría el “Campo de Vacío, Éter-Quintaesencia o Energía Oscura” con un “Campo Mórfico Universal” y poco más.

También “cuadra” muy bien con la Teoría de Evolución Acelerada por Transferencia de Impregnación Ambiental elaborada por este modesto autor y su Modelo Cinético para los Replicadores Transferentes Evolucionarios. En verdad, he de confesarles que yo apenas conocía nada sobre Sheldrake al empezar a escribir esta ahora ya larga serie de ensayos sobre “Psicofísica, Biofísica y Cosmología Cuánticas”…, por definirlos de algún modo. Pero el desarrollo y documentación de mi tarea me ha conducido a él de modo natural, “mórfico”, se podría decir… Y las profundas convergencias entre ambas teorías son tan enormes, que se puede afirmar sin riesgo que las dos tan sólo difieren en su “jerga” o “nomenclatura”, al menos en términos conceptuales básicos: Cambien “Redes Replicantes Evolucionarias” por “Soportes de los Campos Morfogenéticos” y apenas hallarán discrepancias entre sendos modelos. En particular, su identidad en cuanto al mecanismo maestro de la respuesta adaptativa a los cambios o estímulos perturbadores del ambiente de suficiente magnitud es pasmosa y fascinante: Para Sheldrake, dicho “resorte universal” es el hábito. Esto significa – en la “jerga” de mi Teoría de la Evolución por Transferencia – que cuando en el seno de una población de sistemas abiertos intercambiadores o procesadores de información se inicia una nueva respuesta innovadora adaptativa ante una modificación del medio de magnitud relevante, que la intensidad de tal estímulo ambiental perturbador supere o sea elevada respecto a unos umbrales perceptivos dados, así como el que la sensibilidad definida por esos umbrales por parte de las redes o sistemas perceptores sea lo bastante alta no

componen más que la condición necesaria para que la Impregnación Ambiental y la consiguiente Respuesta Adaptativa sea efectiva. Para que ésta acontezca en realidad es precisa una tercera condición, o condición suficiente: Que la frecuencia de dichos estímulos y sus consiguientes “respuestas mórficas positivas” sea lo suficientemente alta. Esto asegura que la “huella formal” de los campos “pioneros” se transmita por “resonancia mórfica” a sus “herederos” de modo estadísticamente significativo y por ello irreversible; Pues bien, en la terminología de Sheldrake, las etapas “pioneras” de los cambios evolutivos implican la formación de nuevos “campos mórficos promotores” o “semillas morfogenéticas”, constituidos espontáneamente en respuesta a las variaciones del entorno. Pero dichas “formas codificables novedosas” un tanto “inmaduras” o “embrionarias” chocan, son incompatibles o crean “conflictos” con los “viejos campos mórficos ya bien asentados, ramificados, extendidos y predominantes” en el seno de la población. Porque, por definición, “todo campo mórfico es específico y tiende a preservar o reproducir sus formas, a replicarse idénticamente en el espacio y el tiempo” a través de sus soportes. Luego Sheldrake admite implícitamente – le guste o no a muchos de los “gurús buenistas radical-cooperativistas pseudocientíficos estilo New Age” y otras raleas de “magufos creacionistas” o “partidarios del mal llamado “diseño inteligente” de los asnos trasnochados, quienes lo alaban sin apenas comprender la base científica de sus ideas –, que sus “campos mórficos” establecen una competencia sustancialmente darwiniana entre sí… Lo que implica inexorablemente una vasta inercia de lo viejo contra lo nuevo y una fuerte selectividad de los “patrones de forma” más aptos para a pesar de ella lograr la “resonancia mórfica” en una “masa poblacional crítica suficiente” y

sobrevivir a los cambios del ambiente, propagarse y prosperar en el futuro.

Conclusión: Los Campos Mórficos no serían otra cosa que los Campos de Patrones de Formas-Códigos o “Aspectos-Onda” Asociados a las Redes-Soporte “Corpusculares-Moleculares” o Materiales- Energéticas de Genes, Memes y otros tipos de retículos abiertos complejos receptores-procesadores-intercambiadores de energía e información.

No es en ningún modo casual que los principales ejemplos empíricos y experimentos esgrimidos por el Dr. Sheldrake, sus precursores y sus discípulos “serios” a favor de su hipótesis provengan del campo fronterizo entre la etología animal y las formas más primarias de cultura en el seno de sus comunidades gregarias. Y no se debe tampoco a que el citado genio realizara su Grado de Ciencias Naturales por Cambridge, el de Filosofía en Harvard y por último el doctorado en Bioquímica de nuevo por Cambridge. Sencillamente, es consecuencia directa del hecho de que las redes genómicas-proteómicas y las que conforman el acervo cultural son los “aspectos-corpúsculo” de las clases de campos mórficos más densos, ramificados, especializados, intensamente modularizados, robustos y auto-perfeccionados que existen, o al menos entre los que conocemos sobre este planeta y Universo cuatridimensional (contando la “flecha temporal”) hasta el momento.

Recordemos un par de ejemplos bien conocidos y en extremo sugestivos de entre las múltiples observaciones y evidencias experimentales expuestas por el Dr. Sheldrake cual respaldo de su teoría. El primero de ellos se encuentra justo en el límite entre la conducta biológica individual aprendida y su transmisión social en el seno de sucesivas generaciones de cobayas; El segundo, entra de lleno en el terreno de uno de los más avanzados

“productos” de la pura evolución memético-cultural humana, y de hecho el más “racional y objetivo” de los mismos: El progreso de la investigación científica en el marco de nuestros laboratorios.

El Dr. McDougall y sus “ratas listas”

Ya en 1920, el reputado fisiólogo y psicólogo experimental William McDougall emprendió en Harvard una larga y rigurosa serie de ensayos en comportamiento y aprendizaje animal cuyas conclusiones constituyen el antecedente más serio y contrastado favorable a la hipótesis de Sheldrake… A diferencia, por cierto, de la famosa “historieta del Centésimo Mono” del Dr. Watson que resultó ser un fiasco al cual nuestro talentoso bioquímico dio demasiado crédito sin verificar fuentes originales, lo que fue aprovechado hasta la náusea por la feroz “secta de los ultraortodoxos mecanicistas” para desacreditarlo sin piedad… Pero – como bien saben mis Queridos, Amables y Pacientes Lectores – la Tribu de los Ultra-Conservadores decimonónicos obsoletos, hasta hace muy poco absoluta, hegemónica y dañinamente dominante en las Ciencias Biológicas y Biomédicas, es la única comparable en fanatismo y necedad a la de ciertos “pseudomísticos” de la “ensaladilla rusa mental a lo New Age”. McDougall adiestró ratas blancas de laboratorio en un tanque de agua diseñado como un laberinto. Los roedores sólo podían escapar del tanque nadando si enfilaban determinados pasillos hacia las únicas dos salidas del mismo, situadas en extremos opuestos del laberinto. Una de estas salidas se hallaba iluminada,

pero al atravesarla los animales recibían una descarga eléctrica una vez fuera del agua; La otra era totalmente inocua y segura. Cuando se realizaba la primera prueba, las ratas eran vueltas a introducir en el tanque tras concederles un adecuado descanso, bebida y alimentos: Pero ahora el pasillo antes iluminado estaba a oscuras y su salida era segura, mientras que el previamente sumido en tinieblas había sido iluminado y su salida provista de los dispositivos para propinar el “fustazo” eléctrico a las cobayas que optaran por ella. Evidentemente, mediante esta técnica de condicionamiento primario aversivo las ratas debían aprender que resultaba doloroso elegir el pasillo iluminado y que podían utilizar el oscuro para escapar sin trauma alguno. La primera generación de ratas sometida a la serie experimental obtuvo un promedio de 165 errores antes de aprender la solución correcta al problema; Las sucesivas generaciones descendientes de la población empleada en la batería de ensayos aprendieron cada vez con mayor rapidez, hasta que a la decimotercera generación el número de elecciones fallidas y dolorosas antes de conseguir el acierto fue de nada más que una media de 20 errores por cada rata. El profesor McDougall demostró que esta “vertiginosa” y sorprendente progresión adaptativa no era efecto de la selección genética de los individuos más inteligentes, porque repitió las secuencias experimentales escogiendo deliberadamente las ratas más torpes de cada generación (cuya tasa de errores era más alta respecto al promedio) como progenitores de la siguiente, una y otra vez, sucesivamente: Increíblemente, se seguía constatando un continuo incremento en la capacidad de aprendizaje de los descendientes, semejante en términos relativos proporcionales al nivel de aciertos/errores iniciales. McDougall interpretó estos datos como prueba de un mecanismo “Neo-Lamarckiano”

de modificación de los genes mediante los patrones de shock-trauma/aprendizaje adquiridos a través de alguna clase de memoria celular. En plena consolidación del “Neodarwinismo Sintético” y la “Selección Natural de los cambios y recombinaciones genéticos azarosos” como “dogma único y excluyente” de los fenómenos evolutivos tal conclusión desató las “iras de los jumentos oficiales” contra él. Pero la base metodológica, el rigor y el prestigio del investigador eran muy fuertes, y no pudieron evitar que – como exige el método científico – otros equipos de expertos intentaran reproducir sus experimentos para verificar o no los resultados conseguidos por su arduo y prolongado trabajo. El primero en hacerlo fue el grupo dirigido por el Dr. F.A.E. Crew en la Universidad de Edimburgo (Escocia): ¡Lo más pasmoso y fascinante fue constatar que no tan sólo se corroboraba el mismo proceso que el descrito por McDougall, sino que ya la primera generación de cobayas de la misma especie logró una media de 25 errores. Inclusive algunas ratas acertaban a la primera con la salida correcta; Era como si partieran de la “cota de aprendizaje” lograda por el la última generación del grupo de sus congéneres utilizado por McDougall a través de una “misteriosa conexión o banco de memoria colectiva”… Por supuesto, ninguno de los dos investigadores pudieron dar una explicación ante tan inesperado y sorprendente fenómeno; Por otra parte, en la Universidad de Melbourne (Australia), W. E. Agar y sus colaboradores observaron que “su” primera generación de ratas estudiadas también aprendían mucho más velozmente que las “pioneras inéditas” de McDougall. Analizaron entonces hasta 50 generaciones sucesivas de ratas blancas de laboratorio durante un periodo de nada menos que 20 años: Demostraron que el potente incremento de la velocidad de aprendizaje se

producía igual que en la serie de experimentos de McDougall, pero partiendo de un nivel inicial más elevado, como ya se dijo. Además, hicieron algo muy importante que no incluyó el primer investigador: Contrastaron los resultados con los de poblaciones de ratas-control que no descendían de ejemplares adiestrados: Estas ratas experimentaron asimismo una mejora progresiva de su capacidad de aprendizaje... Este formidable resultado iba y va más allá de la mera hipótesis neo-lamarckiana de la memoria celular o de los reajustes epigenéticos que hoy en día esgrimiríamos; Pues si el mecanismo fuera cualquiera de estos, la “herencia lamarckiana” habría beneficiado tan sólo a los descendientes de las ratas adiestradas. Sin embargo, es justamente lo que cabe esperar que ocurra según la Hipótesis de los Campos Mórficos resonantes creadores de una memoria colectiva “arquetípica” o “inconsciente colectivo jungiano”, solo que aquí a la más rudimentaria escala animal. Naturalmente, la “ciencia oficial ortodoxa” aún no ha dado ninguna explicación al respecto… Y ello a pesar de que si unimos los trabajos de Mc.Dougall con los de los otros dos grupos de estudio suman más de 30 años de series experimentales completas, las más largas de la historia de la investigación en genética, herencia o conducta animal jamás nunca antes ni después realizadas. Un vergonzoso “escándalo silencioso”, vamos: Como de costumbre, los “mecanicistas excluyentes” se aferran a sus dogmas y cierran los ojos para no mirar por el telescopio, como Monseñor Bellarmino ante las evidencias de Galileo… En agudo y cínico contraste, sus más acérrimos “voceros” jalean sin cesar el “fiasco del Centésimo Mono” como “prueba rotunda absoluta” de la “falsedad irracional de la teoría pseudocientífica del Dr. Sheldrake”… Como pueden ver, la “honradez intelectual” brilla por su ausencia entre los

“materialistas-mecanicistas Guardianes de la Ortodoxia”… Invocan a Darwin como su más excelso y definitivo Maestro, pero están a siglos-luz de su más preciosa virtud, la citada honradez intelectual, así como desprecian o ignoran la herencia perfeccionada y puesta al día de la última intuición de su más anciana sabiduría (Hipótesis Provisional de la Pangenesia)… “Coherentes hasta el final”, como pueden apreciar…, a “imagen y semejanza” de toda tribu o secta de dogmáticos, por más que se disfracen de científicos. Y la historia no acaba aquí: Otros psicólogos experimentales y etólogos han hallado – con gran pasmo – resultados semejantes; Claro está que – educados casi todos ellos en la más “estricta obediencia mecanicista ortodoxa” en Biología y/o Psicología – no buscaban conscientemente corroborar o negar la Hipótesis de los Campos Morfogenéticos ni nada remotamente parecido. Simplemente, investigando los procesos de aprendizaje en modelos animales, las evidencias salieron a su paso. Lo que confiere más valor aún si cabe a la calidad probatoria indirecta o indiciaria de las mismas, desde luego: Por citar tan sólo uno “clásico” entre varios ejemplos, el profesor R. C. Tryon, de la Universidad de California, se dedicó a criar ratas con el propósito de separar poblaciones de “cepas listas” y “torpes” mediante selección artificial. Empleó un tipo especial de laberinto preparado de tal modo que las ratas se pudieran liberar automáticamente, reduciendo al mínimo así la posible influencia derivada de la manipulación por parte del experimentador. Tal y como era de esperar, obtuvo promedios más elevados de aciertos en los descendientes de las líneas genéticas “listas” que en las “torpes”. Pero también comprobó que ambas cepas resolvían el laberinto cada vez con mayor celeridad y mejoraban su capacidad de aprendizaje al mismo tiempo desde sus respectivos niveles de partida. Esto es

con exactitud lo predicho por la Hipótesis de Causación Formativa o resonancia Mórfica: Siempre que se enseñe a un grupo de animales un comportamiento nuevo o se les obligue a adaptarse a novedosas condiciones, debe producirse una aceleración de la velocidad de aprendizaje o adaptación global promedio a los cambios del medio, a medida que tal adiestramiento, condicionamiento o variación ambiental en general se repite una y otra vez, manteniendo el resto de las condiciones invariantes. El problema es que resulta muy difícil por no decir imposible aislar como constantes el citado “resto de condiciones”, porque el propio adiestrador o experimentador asimismo va aumentando su pericia con el tiempo o la práctica. Por eso la observancia de medidas como la del Dr. Tryon – destinadas a minimizar la influencia del operador en las pruebas –, la prolongación de los ensayos largas series de generaciones o el uso cuidadoso de grupos de control – como los empleados por el equipo de Melbourne –, son fundamentales. No obstante, la cantidad de indicios positivos favorables a la Hipótesis Morfogenética procedentes de entornos menos rigurosamente controlados que los más selectos laboratorios no deja de ser interesante y significativa: Adicionalmente – como comenta con acierto el mismo Dr. Sheldrake en su excelente obra divulgativa “La Presencia del Pasado (Resonancia mórfica y hábitos de la Naturaleza)” – tanto él mismo como distintos investigadores de estos fenómenos han recibido numerosas cartas y e-mails de propietarios o criadores de perros o gatos, domadores de caballos, cetreros, ganaderos y granjeros en las que dichas personas o profesionales afirman con rotundidad que las sucesivas nuevas generaciones de animales o plantas se adaptan cada vez con mayor facilidad y eficiencia a los nuevos adiestramientos o métodos. Lo curioso y sugerente es que todos ellos se

manifiestan convencidos de que tales cambios progresivos ocurren en buena parte de manera independiente del propio aumento de destreza por su parte como manipuladores, porque persisten a pesar de que los procesos de cría selectiva o adiestramiento sean efectuados por sus aprendices, socios, herederos o personal auxiliar menos experto. Urge – concluye el autor, y no puedo menos que apoyar con vehemencia sus palabras – que se emprenda una investigación científica y rigurosa de estos hechos, para verificar su grado de alcance, magnitud y generalidad. En definitiva, hemos de “volver a escuchar a ganaderos, criadores, domadores, granjeros y jardineros” con humildad, trabajando junto a ellos de igual a igual, como colaboradores, sin que se nos caigan los “anillos profesorales” o “académicos”, cual hizo el mismísimo Maestro Charles Robert Darwin – gran herborista, jardinero y criador de gusanos y palomas por su parte también –, con la sencillez y clarividencia que siempre le caracterizó… Algo por desgracia muy lejano de la actitud soberbia, displicente, rígida, cuadriculada y dogmática de la mayoría de sus “seguidores oficiales negadores de toda alternativa a sus cerrados principios”, lamentablemente… Pero no debe extrañarnos: Estos “discípulos enaltecidos” se parecen tanto al Maestro como ciertos cardenales de la Curia Vaticana a Jesús de Nazaret…, y por idénticas o muy análogas y miserables razones.

Sincronicidades de Pizarra y Laboratorio

El segundo ejemplo fortalecedor de la Hipótesis Mórfica no afecta a animales o plantas superiores, sino a nuestra misma especie y, dentro de ella, a sus más

“encumbrados talentos científico-técnicos”: Determinados cristales químicos, así como ciertas proteínas o moléculas orgánicas, son extremadamente difíciles de obtener, aislar o purificar y sintetizar, respectivamente. Por tanto, requieren años y años de laboriosas pruebas fallidas y graduales perfeccionamientos metodológicos y técnicos antes de poder ser obtenidos con adecuado éxito y fiabilidad… Pero, basta que un solo grupo de investigadores logre el triunfo, para que simultánea o casi simultáneamente, a veces de forma escalofriantemente sincrónica, con pocas horas, días o apenas algo más de una semana de diferencia, otro grupo de especialistas localizados en una más o menos lejana Facultad Universitaria, Departamento o Laboratorio del ancho mundo consiga exactamente lo mismo, bien utilizando idéntico procedimiento o un protocolo ligeramente diverso, e incluso a veces (las menos) alternativo. Además, hablamos en exclusiva de casos en los que se halla certificada la total ausencia de cualquier mínimo contacto, intercambio o comunicación previa entre ambos conjuntos de investigadores, por tratarse de talentos expertos contratados por proyectos militares o gubernamentales secretos o al servicio de multinacionales corporativas altamente competitivas entre sí, tan ferozmente celosas de la discreción y ávidas de patentes como los primeros de salvaguardar la primacía y exclusividad de su producto por “motivos de seguridad nacional”. Nada más similar al “Tío Sam”, el Pentágono y sus equivalentes en cualquier potencia que la Farma-Industria en grados extremos de “paranoia reservada”. No en vano el ansia de poder y la codicia son variantes de los mismos genes y memes… Precisamente debido a ello, las grandes macro-empresas implicadas – al verse envueltas con excesiva frecuencia en dudas atroces, pleitos y demandas acerca de supuestas

acusaciones de espionajes industriales mutuos y parecidas peripecias –, encargaron hace tiempo serias y profundas indagaciones y auditorías externas e internas acerca de este fenómeno de “misteriosa y sospechosa sincronía”. Las conclusiones tras décadas de despiadadas y exhaustivas inquisiciones – y no escribo el término resaltado en cursiva como simple metáfora, lo que es previsible, dados los volúmenes de intereses económicos en juego – fueron tan poco difundidas – por razones obvias – como conmocionantes: Descartando los casos verificados de traiciones, espionajes, negligencias, indiscreciones y otras turbias causas “convencionales”, subsiste un anómalo y grueso porcentaje de ocasiones en las que, sencillamente, la sincronicidad es real e innegable. Las cifras estadísticas son demasiado elevadas sin discusión para atribuirlas al mero efecto de la “casualidad” o el azar, tan grato a los “cabezas de cubo” materialistas-mecanicistas caducos, obsoletos y decadentes. Es seguro que los correspondientes organismos militares, estatales y gubernamentales habrán llevado a cabo equivalentes pesquisas a cargo de sus respectivas secciones de “asuntos internos”, si cabe más estrictas, exhaustivas e inmisericordes. Pero – como es lógico – en este ámbito las filtraciones de los resultados, a diferencia de lo acontecido aunque sea en pequeña medida en el campo privado, no han trascendido al público en absoluto. Recordemos que estas indagaciones no han sido ordenadas por “soñadores pseudocientíficos”, “científicos, pensadores o filósofos heterodoxos sospechosos” y “magufos de la New Age” precisamente, sino por los perfiles psicológicos humanos más opuestos a ellos que concebirse pueda: Los más fríos, escépticos, pragmáticos y acerados funcionarios y directivos civiles o militares gubernamentales, así como sus análogos ejecutivos a la cabeza de las más grandes y poderosas corporaciones

multinacionales de la Farma-Industria, la Biotecnología y otros sectores afines… Personalidades a las que les hago un inmerecido favor calificándolas de “humanas”…, al menos cuando se hallan funcionando en “modo profesional”…

La reflexión final es contundente y nítida: No creo necesario añadir nada más.

Esto explicaría asimismo algo que se antoja patente a cualquiera que sepa un poco de Historia de la Ciencia o recuerde sus textos de Bachillerato: Con anómala e inquietante frecuencia, medianos o grandes descubrimientos científico-técnicos idénticos se han logrado prácticamente al mismo tiempo por parte de sabios e investigadores independientes quienes jamás antes trabaron contacto alguno, una y otra vez, a lo largo de épocas en las que trabajar en una cátedra y su laboratorio asociado en el corazón de Alemania, en otra emplazada en el entorno de la capital del Imperio Británico o en la Torre de los Alquimistas de El Escorial cerca de Madrid era como hacerlo en planetas distantes entre sí. Y esto ha ocurrido sucesiva y repetitivamente durante los dilatados siglos donde no existían Internet, ni TV, ni radio, ni tan siquiera o apenas revistas científicas especializadas de publicación periódica. Por esta causa aprendimos desde el colegio o el instituto de secundaria la Ley de Charles-Gay Lussac, el Principio de Le Chatelier-Braun o el Cálculo Infinitesimal de Newton-Leibniz, por ejemplo, todos ellos entre otros muchos enunciados mediante nombres compuestos porque fueron descubiertos o creados sincrónicamente por sus dos respectivos autores. En este último caso, ocasionando una dura,

estéril y famosa polémica por la primacía o autoría original intelectual entre el par de grandes genios implicados, jaleada por sus respectivos corifeos y contaminada por ciertos tintes de tradicional rivalidad anglo-germánica. Estéril y absurda, porque sus más eminentes historiadores y biógrafos no dudan en afirmar que, por más extraño que parezca, tanto Sir Isaac Newton, el “supremo astro intelectual” inglés, como Gottfried Wilhelm von Leibniz, el no menos estelar pensador alemán, establecieron los Principios Fundamentales del Cálculo Diferencial e Integral con casi perfecta simultaneidad, sin haber tenido comunicación alguna entre sí. El “oculto mecanismo mórfico” afecta de hecho hasta la raíz original misma de las modernas Ciencias de la Vida: Justo cuando un maduro Charles Robert Darwin decide por fin “resumir”, organizar y publicar su colosal masa de datos, observaciones y ensayos sobre una nueva teoría del “Origen y Transmutación de las Especies por medio de la Selección Natural”, un por entonces joven, oscuro y casi desconocido naturalista y zoólogo también inglés, Alfred Russel Wallace, “se inspira en plena crisis de fiebres” en lo más profundo de las selvas tropicales de Borneo, escribiendo tras recuperarse un mucho más pequeño y menos elaborado ensayo, pero donde se postula exactamente la misma idea básica sobre el mecanismo de la Evolución Biológica.

De nuevo, nada más resta que invitarles a extraer sus propias conclusiones.

I.2

Teoría de los Memes, por el Dr. Richard Dawkins

La tremenda analogía morfo-funcional y dinámica evolutiva entre las redes de genes y las de contenidos y arquetipos de representación cultural es cada vez más obvia y refrendada por pruebas rigurosas. En particular, las recientes investigaciones que demuestran la fuerte similitud estructural y funcional entre el código genético integral del ADN y su “maquinaria” auxiliar de ARNs y el lenguaje humano y otros sistemas simbólicos, ideográficos e icónicos de comparable complejidad. Hasta el punto de que la Teoría de los Memes del asimismo creativo y eminente zoólogo darwinista Dr. Richard Dawkins se halla hoy cimentada con más firmeza que nunca (Revisar: “Genes y Memes (II): Analogía estructural y funcional entre el código genético y el lenguaje humano. El Principio de Coherencia como nuevo Paradigma Holográfico del ADN”).

Es importante destacar que el brillante genio británico concibió su modelo evolutivo a partir de la más pura “ortodoxia neodarwinista” de la que siempre fue y es uno de sus más sobresalientes representantes. El Dr. Dawkins no es proclive precisamente a proponer hipótesis alternativas de “campos de información hiperdimensionales de transmisión instantánea por resonancia o entrelazamiento cuántico” ni nada parecido… Es y siempre constituyó un materialista-mecanicista estricto, y desde ese punto de vista se halla enfocada su Teoría del Gen Egoísta y, como aplicación de la misma al plano cultural, la Teoría del Meme. No obstante, las consecuencias de la misma son tan convergentes en múltiples y sustanciales aspectos prácticos con la de los Campos Mórficos que, de hecho, ello es una sólida razón objetiva para aceptar que tras ambas aproximaciones debe subyacer una profunda y revolucionaria Verdad, base firme de un Nuevo Paradigma

Universal Evolutivo. Filosófica o gnoseológicamente hablando, es decir desde la óptica de la Teoría del Conocimiento, si dos modelos, uno de corte más “neoplatónico, deductivista y formal-idealista” y otro de clara orientación “neoaristotélica, inductivista y empirista-materialista”, coinciden en sus predicciones y éstas con crecientes evidencias experimentales y otros sub-modelos teóricos relacionados, es que ambos no son más que mutuo reflejo del otro, complementarios y bastante buenas aproximaciones simplificadas de una realidad integradora superior. En síntesis, lo que Dawkins sostiene es que la unidad fundamental del proceso biológico evolutivo es el gen, no la célula ni el organismo individual, y mucho menos la población o especie como tal. Los virus, seres unicelulares y nosotros mismos, los pluricelulares, no somos más que “vehículos” o “máquinas de guerra darwinianas” evolutivamente desarrolladas por ellos para fortalecer su replicación, propagación y lucha por la existencia en el marco de una libre competencia perfecta por los recursos limitados y la adaptación a las condiciones y cambios del medio a través de la Selección Natural (concepto de “fenotipo extendido”). De modo análogo, los diferentes “memes”, o unidades de representación cultural, pugnan por la reproducción diferencial o la primacía en futuras generaciones replicándose, mutando y recombinándose de unos cerebros a otros, siendo en este caso las mentes sus recursos limitantes. Es patente que la visión puramente “dawkiniana” es mucho más materialista-mecanicista y reduccionista que la “sheldrakiana”, además de estricta y excluyentemente “neodarwinista” en el sentido de que únicamente contempla la Selección Natural de las variaciones azarosas casualmente ventajosas del genoma o el acervo cultural de memes frente a las modificaciones del entorno ambiental, pero ambas concuerdan

en un punto novedoso y fundamental: Las dos consideran que la magnitud clave del proceso evolutivo es la transferencia de información codificable, no el soporte físico o “vehículo-arma” de la misma. Esta primacía del “software” sobre el “hardware” en la “dirección y control” de los procesos evolutivos de los Sistemas-Redes abiertos procesadores de masa-energía/información es el núcleo de la Revolución Copernicana del Nuevo Paradigma Bio-Psicofísico-Cosmológico emergente. Lo demás, es en cierto modo accesorio, pues en la práctica afecta al “perfil” continuo-gradualista o eventualmente “saltatorio” y a la “velocidad” mayor o menor de las “trayectorias evolutivas”, no al concepto esencial del fenómeno propiamente dicho.

I.3

Teoría Cinética Schreiber de los Replicadores Transferentes Evolucionarios (Genes y Memes)

Mi Modelo de Evolución Acelerada por Transferencia de Impregnación Ambiental (consultar al respecto, en “Bibliografía y Referencias”: Ensayos sobre un Nuevo Paradigma Evolutivo, I-VIII”), puede considerarse un intento de formalizar biofísico-matemáticamente una suerte de “teoría sintética” entre las ideas centrales que sostienen las de Sheldrake y Dawkins, con grandes componentes basados en la Termodinámica No-Lineal de los sistemas abiertos, su relación con la Teoría de la Información de Shannon y, ligado a ella, el concepto de “neguentropía” de Schrödinger y la Teoría de

Redes complejas. A nivel empírico, sus cimientos se localizan en las evidencias epigenéticas, los indicios de fenómenos asociados a la memoria celular y los conceptos, observaciones, modelos celulares y pruebas microbiológicas y genético-moleculares experimentales favorables a la Teoría de la Endosimbiosis Seriada (SET) de la Dra. Lynn Margulis. Tal cual ya les apunté en páginas anteriores, mi trabajo fue desarrollado inicialmente de manera independiente a la Hipótesis de los Campos Morfogenéticos de Rupert Sheldrake – cuyo contenido me era en principio casi por completo desconocido –, si bien teniendo muy en cuenta tanto las magníficas aportaciones de Dawkins y Margulis como las no menos admirables derivadas de los estudios epigenéticos. En cuanto a lo referido a la “memoria celular”, ya saben mis Queridos y Amables Lectores que las fuentes primigenias de inspiración fueron el “Método Báthory” y la “dieta culinaria/material ritual caníbal” de los “Chamanes, Cazadores y Guerreros Paleolíticos de Atapuerca”. La bella, cruel y singular “Condesa Sangrienta” de los Cárpatos y los excelentes paleontólogos españoles directores del sobresaliente Proyecto de la Sima de los Huesos, así como sus colaboradores internacionales deben – pues – ser honrados con el mérito – o la responsabilidad indirecta – de haber jugado el papel de “Musas Primarias” o “parteras” de la “criaturita” de este humilde bioquímico y “políticamente incorrecto” librepensador.

Lo que ocurre es que al elaborar, documentar, desarrollar y generalizar el modelo, se hizo patente que su “panorámica”, casuística, rasgos sustanciales, discusión fenomenológica, predicciones lógicas y conclusiones “encajan” a modo de mano y su guante con las que definen la Teoría de los Campos Mórficos de Rupert Sheldrake. Por eso, en el último ensayo dedicado al

tema – enfocado sobre la “Cosmogénesis” de los Sistemas Replicantes Evolutivos –, decidí “pagar mi deuda sobrevenida” con el citado autor utilizando su terminología como nomenclatura para definir los “Campos Biogenéticos de Información” generados por las Redes de Genes y Memes o Replicadores Evolucionarios.

Así, quedó definido en dicho trabajo la Intensidad de Campo Mórfico o Morfogenético MG cual la determinada por el gradiente mínimo del Potencial Neguentrópico Informacional vinculado a la actividad de la Red de Genes o Memes Procesadores o Secuenciadores-Traductores Reactivos-Adaptativos a los estímulos codificables de medio ambiente. Todo ello derivado del Teorema Báthory/Schreiber de la Red Exponencial de Impregnación y la Ecuación Schreiber del Estado Transferente, las dos “piedras angulares” teóricas de todo el modelo. (Ver: “TEORIA DE REDES Y TRANSFERENCIA. TEORIA BATHORY/SCHREIBER DE LAS REDES PSICOBIOLOGICAS” y “Genes y Memes: Teoría Cinética de los Replicadores Evolutivos Transferentes”, respectivamente).

I.4

“Masa Crítica Morfogenética” en Redes Complejas: John Hagelin y su “Ley Empírica de la Masa Mórfica Crítica”

Uno de los resultados más fascinantes de las investigaciones de “transferencia morfogenética de información” antes expuestas es que dicho fenómeno

tiende a seguir un patrón de propagación de los “nuevos códigos memético-mórficos adaptativos o innovadores” bien definido: Al principio, estos se trasmiten de forma lenta, gradual y digamos, “convencional”, “no-cuántica” o “mecánico-clásica”. Es decir, por simple réplica-imitación, aprendizaje o mímesis directa entre los cerebros o, en general, sistemas de relación de los individuos “pioneros” en exhibir dicha nueva habilidad o conducta y sus congéneres allegados, “vecinos” o “próximos” más sensibles, receptivos e “inteligentes”; Pero – una vez que el número de los “infectados-colonizados” por los códigos innovadores emergentes alcanza un valor lo bastante grande en el seno de la población originalmente “portadora” – estos “saltan” por “resonancia mórfica” a la mayoría del resto de los miembros de la comunidad, de modo virtualmente “instantáneo”, e incluso no tardan en ser reproducidos por otras poblaciones de la misma especie, por “remotas” geográficamente que se encuentren. De ahí la fuerte similitud – pero a escala macro – con el fenómeno del “entrelazamiento-teleportación cuántica” antes remarcado.

El eminente, “heterodoxo” y por ello célebre además de controvertido físico norteamericano de partículas y teórico cuántico John Samuel Hagelin, doctorado cum laude por la Universidad de Harvard, analizó en profundidad este asunto: Hagelin organizó en el verano de 1993 sucesivas reuniones de grupos de voluntarios – hasta 4000 en total – en su laboratorio de Washington D.C; El objetivo de su proyecto era comprobar de forma experimental lo que él denominaba el “Efecto Maharishi”, dada su filosofía personal que fusiona los conceptos más avanzados de la Teoría Cuántico-Gravitatoria de Supercuerdas o del Campo Unificado y los principios de la

meditación trascendental de corte hinduísta. No en vano – luego de una brillante carrera como investigador del CERN y el SLAC y cual destacado contribuyente creativo a las Teorías de Gran Unificación y de Supercuerdas –, se convirtió en Presidente y co-fundador de la Maharishi University of Management (MUM), donde imparte clases de Física Teórica, así como de divulga sin cesar su pensamiento. Hagelin adiestró a los participantes en las técnicas de meditación-visualización, pidiéndole que concentrasen sus “propósitos mentales o psico-emocionales” en firmes deseos específicos y sencillamente definidos, como “disminuir la violencia”, “anhelar la paz, armonía o convivencia social” o “eliminar el delito”, y modificar sus conductas personales públicas y privadas en coherencia con ellos. Por otro lado, les estaba prohibido comunicar sus “progresos” a cualquier persona ajena a los grupos de ensayo, ni tan siquiera a sus más íntimos, condición que era controlada con minuciosidad; Inicialmente – como era de esperar – no ocurrió nada digno de mencionarse: Pero a medida que los grupos originales transmitían, enseñaban y propagaban el “cuadro de ejercicios psíquicos” a otros menos “veteranos”, el Dr. Hagelin y su equipo empezaron a registrar de manera estadísticamente significativa una reducción en la cantidad de robos, violaciones, conflictos agresivos, peleas, suicidios, asesinatos y otros sucesos semejantes, primero en la capital de USA y, pronto, casi al mismo tiempo, en otras grandes ciudades del país. Este efecto se sostuvo durante y hasta después de cesar la serie de experiencias, decayendo posteriormente de forma paulatina.

Hagelin, sus colaboradores y alumnos estimaron que el “Efecto Maharishi” comenzó a ser efectivo o medible a partir de que el número de “meditativos/

visualizadores” completamente entrenados llegó a unos 4000. Ahora bien, esta cifra representa aproximadamente el 1% de la raíz cuadrada del total de población de los Estados Unidos en aquel momento (entre 160 y 170 millones de habitantes). Ulteriores series de experimentos confirmaron esta relación cuantitativa a escala tanto superior como inferior.

Evidentemente, el “Efecto Maharishi” no sería más que otro nombre para el fenómeno de transferencia morfogenética. Al igual que el “Efecto Emoto”, el resultado de un conjunto de ensayos empíricos muy parecidos pero reflejados sobre la estructura en red de las moléculas de agua. De hecho, somos ya varios los que sospechamos que el principal “mediador” entre el fenómeno cuántico subatómico de entrelazamiento-teleportación instantánea de información o “paquetes de datos/q-bits” y el nivel molecular o macro-molecular es la muy singular y “especial” estructura físico-química y dipolar-electrónica del agua, altamente “impregnable” e “imprimante” de todo tipo de energías psicofísicas y – por supuesto – presente en elevadísimas concentraciones en nuestras células, tejidos, órganos y cerebros, así como en los de todo ser vivo.

Por tanto, la que podemos llamar Ley de la Masa Mórfica Crítica de Hagelin se formularía como sigue:

Nc = [0.01 N]1/2

(Ec. 1)

Siendo Nc tal Masa Crítica de Población “Mórfico-Transferente” y N la Población Total estudiada.

Esta ley empírica implica que si pretendemos realizar una “campaña de concienciación” destinada a promover la real modificación de una conducta social cualquiera dentro de una comunidad o poblado de – por ejemplo – 1000 habitantes, necesitamos convencer de forma plena y “psico-emocionalmente efectiva” a un mínimo de 3 de sus habitantes como “semilla de campo mórfico”; Si se trata de un poblamiento más grande – pongamos 10000 “paisanos”, precisaríamos 10 “verdaderos creyentes” iniciales. Esta sería la “condición suficiente” para un “cambio estable global”. En caso contrario – como al cesar los ensayos del “Buen Doctor Psico-Cuántico” – el efecto o “campo mórfico operante” se diluirá con mayor o menor rapidez, extinguiéndose su pauta de comportamiento; Otra consecuencia de este ajuste empírico es que la Masa Mórfica Crítica de la Humanidad o Condición Mínima Necesaria para promover un Cambio Global en la sociedad de alcance planetario es de unas 8500 personas, “absolutamente determinadas para con dicho fin”, tomando la masa de población humana actual entre 7500 y 8000 millones de almas.

Pueden parecer pocas, pero recordemos que han de hallarse completa , psico-emocional y conductual-prácticamente comprometidas con la “nueva causa”, además de constituir tan sólo la condición suficiente teórica para el

“tamaño mínimo” de la “semilla mórfica original” requerida, no la “condición efectiva” para lograr el éxito del “nuevo código de memes” o “patrón cultural eficaz”, pues no predice nada en lo tocante a las “resistencias” que tal corriente de cambio pueda suscitar más adelante, o acerca de las múltiples variables externas desfavorables que puedan oponerse a ella, claro está.

Pues bien, el objetivo de este trabajo es demostrar que, asumiendo la citada Ley Empírica de la Masa Mórfica Crítica o “Efecto Maharishi” de Hagelin como Condición Suficiente para el fenómeno por hipótesis, la Pre-Condición Necesaria de Resonancia Mórfica se deriva inexorablemente a partir de ella de forma matemática , utilizando mi Teoría de Redes Transferentes de Información por Impregnación Ambiental.

Lo cual abordaremos de inmediato en la siguiente Sección.

II

Teorema Schreiber-Hagelin o Teorema “John-John” de la “Masa Mórfica Crítica”. Un par de ejemplos más muy gratos

para el autor que respaldan la “Ley de la Masa Mórfica Crítica” de Hagelin

Obviamente, el fenómeno descrito rebasa los mecanismos “clásico-convencionales” de transferencia entre impactos o estímulos ambientales del medio y las redes replicantes-procesadoras evolucionarias operantes a través de genes o memes. En estos casos, el proceso de interacción e intercambio de información es esencialmente secuencial-exponencial, como se ha desarrollado desde diversos puntos de vista en la mayor parte de mis ensayos anteriores. Esta respuesta biofísica o psicofísica perceptivo-adaptativa a los cambios “traumáticos” del entorno sería equivalente a lo que Sheldrake denomina en sus obras “el sexto sentido” de los sistemas orgánicos en general y el ser humano muy en particular: Nuestro “Sentido Evolutivo-Adaptativo”; Pero – adicionalmente – existiría un “séptimo sentido” aún más sutil y “exótico” ligado a los “campos morfogenéticos”: El que no necesita actuar mediante un mecanismo de lectura-transcripción/retrotranscripción-traducción lineal-secuencial como es común en cualquier proceso genético o cultural-memético “ordinario”, sino que lo hace a través de un virtualmente instantáneo “salto/entrelazamiento o teleportación cuántica de datos” libre de las distancias espacio-temporales y su límite máximo de velocidad relativista igual a la de propagación de la luz o las ondas electromagnéticas en el vacío. El Dr. Sheldrake cita como un ejemplo muy simple del mismo fenómenos como la percepción “extrasensorial” de la muerte o un evento grave sufrido por un familiar, amigo o allegado fuertemente vinculado emocionalmente. También la sensación de ser observado – sobre todo con intenciones presuntamente “hostiles” – desde posiciones ocultas, de espaldas y demasiado lejanas para ser atribuibles a detección por olfato o absorción/adsorción de

feromonas, frecuentemente “focalizada en la nuca”. O el hecho de que – según prueban diversos experimentos bien contrastados – colonias de abejas u otros insectos sociales deliberadamente separadas de la colmena de su reina incluso miles de kilómetros, al matar los investigadores a la misma, de algún modo “perciben simultáneamente” dicho suceso, perdiendo todo grado de coordinación en sus tareas y funciones específicas de modo instantáneo, algo inexplicable en términos “mecanicistas clásicos convencionales”. Asimismo, reporta abundantes casos sustancialmente análogos acontecidos entre mascotas (especialmente perros) y sus amos, o viceversa. Amén de los demoledores resultados obtenidos por McDougall, F.A.E. Crew y otros, por descontado.

O, en definitiva, los que condujeron a enunciar la Ley de Hagelin, como es evidente.

En todos ellos el fenómeno perceptivo-reactivo estudiado va mucho más allá de los mecanismos neo-lamarckianos/darwinianos que rigen las respuestas adaptativas de las redes replicantes-procesadoras de dinámica secuencial-exponencial o “lectura lineal”.

Aquí hemos de plantear el problema desde otro enfoque: La interacción directa entre redes complejas abiertas libres de escala de alta modularidad.

Este tema fue abordado por este humilde y asimismo “heterodoxo” bioquímico y librepensador en su ensayo Transferencia entre Redes Libres de Escala. Aplicación a los fenómenos de Disociación Psíquica y “Síndrome

de Posesión Demonopática”.

En la primera parte de este, se demostró que la Densidad de Energía Transferida entre dos Redes Abiertas Complejas Libres de Escala – por ejemplo dos mentes humanas – durante un intercambio de información completo venía dada por:

∆σ = σo / tε

(Ec. 2)

En la cual ∆σ simboliza la densidad de energía recibida o emitida por la red receptora/perceptora o donante/emisora respectivamente, σo la densidad energética de la “descarga-estímulo/emisión o “recarga-respuesta re-emisora” inicial, t el tiempo de interacción y ε la frecuencia o ritmo de extinción/disipación del paquete o flujo de energía-información transferida.

Naturalmente, en realidad el fenómeno exige que cada participante actúe a la par cual emisor y perceptor, por lo que – adoptando el “criterio egoísta de signos del receptor”, ya empleado en nuestro modelo de transferencia de modo general desde el principio –, tenemos que, en rigor:

∆σ* = σdo / tεd – σro / tεr

(Ec. 3)

En la cual, los valores iniciales de densidades de descarga y recarga energética del donante y el receptor y sus frecuencias de extinción respectivas vienen señaladas por los subíndices “d” y “r” respectivos.

Puesto que nuestro modelo teórico y sus evidencias empíricas sugieren que los receptores/perceptores que reciben el “nuevo código” en los fenómenos de transmisión mórfica “tipo Séptimo Sentido” estudiados por Hagelin, Sheldrake y otros científicos reseñados se transforman a su vez en emisores/donantes y así sucesivamente, hasta adquirir la “masa crítica” de “entrelazamiento cuántico global en red”, hemos de suponer que la magnitudes de densidad promedio total de “descargas/recargas” en el seno de la población-semilla (∆Σ) será directamente proporcional al número de emisores/receptores implicados que operen de forma conjunta. Este número de “redes” o “cerebros/mentes transferentes” componentes en cada momento de la “semilla mórfica sensitiva/perceptiva” será denominado N*, siendo N la población total.

Por consiguiente:

∆Σ = k' N*

(Ec. 4)

O bien:

N* = k ∆Σ

(k = 1/k')

(Ec. 5)

De modo que, por (5) y (3) resulta patente que:

∆N* = Ndo* / tεd – Nro* / tεr

(Ec. 6)

Tomando ∆Ν* como el incremento de la “población-semilla morfo-transferente” en cada instante y tanto Ndo* como Nro* el número original de

individuos donantes y receptores dotados de dichas aptitudes al inicio del proceso.

Observemos con atención la fórmula, comprobando con ello la lógica estadística de su significado: Cada receptor/perceptor “converso” se transforma en “emisor/donante” activo, de ahí que los crecimientos de ambos términos de pobladores “transferentes” se opongan entre sí, ya que uno solo puede aumentar a expensas del otro.

Ahora postulamos que la Condición Suficiente o Masa Crítica de Resonancia para los Operadores Morfo-Transferentes se alcanzará justo cuando la Función Cinética de Crecimiento de dicha

Población se halle en su “Tiempo Crítico” de Equilibrio (equivalente estadístico-poblacional al de Intercambio Máximo de Densidad Energética-Informacional”.

Derivando e igualando a cero (condición necesaria de Punto Crítico):

d∆N*/dt = – εd Ndo* t / (εd+1) + εr Nro* t / (εr+1) = 0

(Ec. 7)

Definiendo los parámetros:

∆ε = (εr – εd) = Frecuencia Diferencial de Extinción

Nρ* = Ndo*/Nro* = Razón Inicial de Operadores, o de Emisores/Receptores

Ερ = εd/εr = Razón Operacional Cinética, o de Extinciones

Se deduce, por (7):

tc = 1 / [Nρ* Ερ]1/∆ε

(Ec. 8)

Y, agrupando los dos factores de la base o radicando de (8) en uno solo:

Τρ = Nρ* Ερ = Razón Operacional Total, o de Transferencia

Es obvio que:tc = 1 / [Τρ]1/∆ε

(Ec. 9)

Sustituyendo ahora dicho valor crítico en los dos “grupos-términos” de población donante o receptora de (6), calcularemos las Poblaciones Críticas o de Equilibrio para Donantes y Receptores, cuantificadas por:

∆Ndc* = Ndo* [Τρεd]1/∆ε

∆Nrc* = Nro* [Τρεr]1/∆ε

(Ecs. 10)

Sin más que dividir ambas entre sí:

∆Nrc* / ∆Ndc* = [Nro*/Ndo*] Τρ

(Ec. 11)

Descomponiendo el parámetro o Razón de Transferencia en sus factores y simplificando en (11) llegamos a:

∆Nrc* / ∆Ndc* = εd / εr

O, lo que es lo mismo:

∆Nrc* / ∆Ndc* = Ερ

(Ec. 12)

Expresión perfectamente coherente, ya que indica que el cociente relativo del decrecimiento de la población de receptores respecto al crecimiento de la compuesta por emisores ha de ser inversamente proporcional a la razón de sus respectivos coeficientes o ritmos de extinción: Es evidente que el número de perceptores disminuirá tanto más cuanto más rápido se transformen en donantes, o dejen de ser receptores, puesto que en cada ocasión que un emisor “convierte” a un receptor, este se transmuta en emisor a su vez..., y así sucesivamente.

Por otro lado, en cada estado o momento del proceso, la Población Total N se divide en tres grupos: Los Emisores/Donantes Activos, Nd*, los Receptores Activos, Nr*, y quienes, aun siendo expuestos a los presuntos “estímulos de entrelazamiento cuántico virtual” de los campos mórficos incipientes creados por los “núcleos transferentes-semilla”, no reaccionan ante ellos. Los denotaremos Pobladores Neutros, No-Sensibles o No-

Transferentes Nn (sin duda en principio muy mayoritarios, pero susceptibles en variable grado a convertirse de forma eventual en receptores y ulteriormente, en nuevos emisores).

Ahora bien, podemos suponer que – al menos durante el periodo del experimento o proceso de transferencia mórfica – la cantidad de población global no varía apreciablemente, manteniendo un valor casi constante. Por ende, en todo instante:

N = Nd* + Nr* + Nn = Cte

(Ec. 13)

Esto es que:

∆N = ∆Nd* + ∆Nr* + ∆Nn = 0

(Ec. 14)

Dado que – tal cual ya se señaló – el incremento positivo de la población “mórfico-transferente donante” se alimenta a costa de la disminución o “incremento negativo” del número de individuos o “redes mórfico-transferentes” receptoras o perceptoras, quienes se van transformando en emisores a medida que asimilan y ejecutan los nuevos códigos, las dos variaciones diferenciales de población activa transferente han de definirse de

forma opuesta, o cambiando el signo habitual del incremento finito de los receptores, según:

∆Nr* = Nro* - Nr*

∆Nd* = Nd* - Ndo*

Donde los valores iniciales de emisores y perceptores se plasman mediante subíndices “o”, como de costumbre. De todas maneras – para mayor claridad – también podemos definir el incremento o variación de la población perceptora siguiendo el uso común (cantidad final menos inicial), pero anteponiendo signo opuesto. En todo caso, se sobreentiende que las dos variaciones finitas han de tomarse como magnitudes mayores que cero, pues su cociente equivale a la Razón de Extinciones, un parámetro positivo por definición conceptual.

Elegimos – por ende – la segunda alternativa, reescribiendo entonces la suma algebraica de (14) explicitando los signos contrarios de los cambios poblacionales, análogos a sus correspondientes sentidos o flujos opuestos de energía-información:

∆N = ∆Nd* - ∆Nr* + ∆Nn = 0

(Ec. 15)

Lo que no es más que la equivalencia “bio-estadísitico/poblacional” al

Principio de Conservación de la Energía, aceptando la muy buena aproximación de que toda la comunidad se halla “cerrada” (densidad total de energía-información o cantidad de población global uniformes durante el periodo operativo del fenómeno o serie de experiencias).

Asimismo, es obvio que dicha igualdad se cumplirá en todo estado o momento del proceso. Por consiguiente, también en el “Punto Crítico de Equilibrio/Resonancia Mórfica”, o sea:

∆Nc = ∆Ndc* - ∆Nrc* + ∆Nnc = 0

(Ec. 16) Mas en dicho estado particular, acabamos de deducir que se cumple además la relación (12); Por ello, es factible formular la variación de la masa de población “neutral” o “no-transferente” cual una variable dependiente en exclusiva del incremento o crecimiento de la cantidad de población donante-emisora, llevando la primera sobre (16), resultando:

∆Nnc = ∆Ndc* [1 – Eρ]

(Ec. 17)

Esta función resulta en extremo interesante, pues refleja muy bien el perfil dinámico de la transferencia mórfica que estamos analizando: Así, para los

casos en que el ritmo de extinción de las descargas donantes sea superior al de las recargas perceptoras, (Eρ > 1), la disminución de la cantidad efectiva de los receptores será más rápida que el aumento de la de emisores. La consecuencia lógica de este patrón es una propagación expansiva del número activo de “perceptores conversos en re-emisores”, lo que implica que se producirá un ascenso de la cantidad de población originalmente “neutra” transmutada en “sensible” o “morfo-transferente”: Matemáticamente, ello se refleja por el hecho de que el factor (1 – Eρ) se torna negativo y – en consecuencia – igualmente ∆Nnc < 0 , lo que supone que el número de pobladores “neutrales” mengua; En contraste, en los escenarios en que la velocidad promedio de la extinción de los emisores sea menor que la de los perceptores, el citado parámetro se vuelve mayor que cero y – por tanto – la cantidad de población “morfo-transferentemente inactiva” crece (∆Nnc > 0), por lo cual el fenómeno de propagación mórfica será “contractivo” y no tenderá a expandirse sino a “disiparse”. Por último, es patente que en las situaciones en que la frecuencia de extinciones de las descargas donantes y las recargas receptoras se igualen, la Razón Operativa Cinética de la Transferencia Mórfica será idéntica a la unidad y la variación de la masa de población “neutra/inactiva” será nula. Este estado corresponde – naturalmente – al Estado de Equilibrio Dinámico Reversible o Resonancia Mórfica Perfecta , mientras los dos anteriormente descritos equivalen a procesos favorables y – en sus valores extremos, irreversibles – hacia el sentido de la expansión-propagación morfogenética total a la gran mayoría de la población de los nuevos códigos y sus cambios ejecutivos, o bien a su contracción-disipación final sin rebasar jamás el reducido y estricto ámbito de la pequeña “población-semilla mórfica” activa en sus primeras etapas,

respectivamente.

Dicho de otro modo: La Condición Mínima Necesaria de Resonancia Mórfica Efectiva implica que el incremento finito del Número de Pobladores “Neutros” sea igual a cero; Antes de alcanzar dicho estado, al principio del fenómeno, como el volumen poblacional de las “semillas mórficas” es muy pequeño respecto a la masa de población total, la enorme “inercia” o predominio de la cantidad de pobladores “inactivos” hace que el ritmo de expansión del fenómeno de transferencia morfogenética sea usualmente muy lento y desfavorable. Pero si las condiciones y la intensidad y adaptabilidad de las descargas/recargas innovadoras alcanzan magnitudes lo bastante intensas y recurrentes – como en los ensayos del Dr. Hagelin, por ejemplo – los ritmos de extinción tienden a igualarse. Y, si así lo hacen en efecto, se logra el Punto Crítico de Equilibrio Dinámico/Resonancia Mórfica a partir del cual el proceso se torna favorable en el sentido expansivo o de propagación global “virtualmente instantánea” de los nuevos códigos de “memes” y sus perfiles ejecutivos de acción o conducta colectiva.

Lo que se demostrará a continuación es que esta Pre-Condición Necesaria de Equilibrio Resonante Mórfico se deduce forzosamente – si ha de resultar realmente efectiva – , de que la Cantidad de Población Donante alcance un mínimo Valor o Masa Crítica cual Condición Suficiente, cuyo valor cuantitativo coincidente con el hallado por John Hagelin en sus investigaciones experimentales.

Para ello, hemos de partir de algunos evidentes datos empírico-estadísticos:

En todos los ejemplos del fenómeno, la masa inicial de población emisora de la “micro-semilla mórfica original” es diminuta, no ya sólo frente a la magnitud total de población, sino también de orden despreciable respecto al número final en el punto crítico de equilibrio de tales “donantes”. En verdad, de ordinario los “pioneros morfo-transferentes” o “fuentes primordiales” de los códigos innovadores se limitan a pequeños grupos de entre uno y muy pocos individuos; Así pues, podemos muy razonablemente asumir la siguiente aproximación:

∆Ndc* = Ndc* - Ndo* ≃ Ndc*

(Ec. 18)

Además, en el “Punto Cero” o emergencia de la “semilla mórfica primigenia”, no existen en rigor “pobladores neutros”, porque aún no se ha activado el proceso de “transferencia morfogenética”: Son todos “Receptores Potenciales”. Y dado que el tamaño de la población constituyente de esa “semilla primigenia” es tan extraordinariamente minúsculo en comparación con el total de la misma, podemos suponer sin reparo alguno que el número inicial de receptores tiende al volumen global de pobladores, N y que por ende el incremento de “no-transferentes” coincide casi por entero con su valor final:

Consiguientemente:

Nro* ≃ N 4∆Nnc ≃ Nnc

(Ecs. 19)

Aplicando ahora estas condiciones de alta aproximación estadística (18-19) a (12):

[N - Nrc*] / Ndc* = Eρ

(Ec. 20)

Imponiendo la Condición Suficiente Empírica postulada (1) en (20), establecemos que el Número de Donantes o Emisores/Re-Emisores o Descargas/Recargas eficaces en el Punto Crítico Ndc* ha de ser igual a la raíz cuadrada del 1% de la Población Total:

[N -Nrc*] / [0.01 N]1/2 = Eρ

Desarrollando y simplificando:

10 [N -Nrc*] / N1/2 = Eρ

(Ec. 21)

De lo cual se infiere – por (13) y (19) introducidas en (21) – que :

10 [N – N + Ndc* + ∆Nnc] / N1/2 = Eρ

(Ec. 22)

Reduciendo términos semejantes de nuevo y teniendo en cuenta una vez más (1):

10 [0.1 N1/2 + ∆Nnc] / N1/2 = Eρ

(Ec. 23)

De donde es patente deducir:

Eρ = 1 + [10 ∆Nnc / N1/2 ]

(Ec. 24)

Independientemente, por (17) es fácil obtener:

Eρ = 1 – [∆Nnc / ∆Ndc*]

(Ec. 25)

Y, considerando otra vez (1), ahora sobre (25):

Eρ = 1 – [∆Nnc /[0.01 N]1/2 ]

Es decir:

Eρ = 1 – [10 ∆Nnc /N1/2 ]

(Ec. 26)

Igualando (24) y (26):

1 + [10 ∆Nnc / N1/2 ] = 1 – [10 ∆Nnc /N1/2 ]

(Ec. 27)

Identidad posible en exclusiva si:∆Nnc = 0

Lo que conduce directamente – por (17) o (25) – a la conclusión;

Eρ = 1

O su equivalente:

εd = εr

Que es la Condición Necesaria de Resonancia Mórfica

Q. E. D.

Hagamos notar algo crucial: Hemos demostrado que – aceptada por hipótesis la Condición de la “Masa Crítica” de Hagelin como Condición Suficiente o efectiva para desencadenar el fenómeno de propagación virtualmente instantánea de nuevos “hábitos” morfogenéticos – nuestro modelo biofísico o psicofísico-matemático de Transferencia de Información entre Redes Libres de Escalas deduce a partir de ella el cumplimiento obligado de la Pre-Condición Necesaria de Equilibrio o Resonancia Mórfica entre las redes individuales donantes/emisoras y receptoras/perceptoras/re-emisoras.

Esto es lógico: Es de suponer que si la hipótesis adoptada para la Condición Suficiente del proceso es cierta, de ella se infiera de manera indubitable que también se verifica la Condición Necesaria o “sine qua non”; O sea, el pre-requisito sin el cual no podría darse nunca ni tan siquiera la posibilidad del fenómeno; Pero ¡cuidado!, ello no supone que la deducción o cadena de razonamiento funcione de forma simétrica en sentido contrario, ni mucho menos: El cumplimiento objetivo de la Condición Previa o Necesaria no

garantiza en absoluto que también se satisfaga la Condición Suficiente o causa eficiente y – por ende – el efecto o fenómeno; En palabras más sencillas y cotidianas: Si se verifica o alcanza la “Masa Crítica Mórfica” o número mínimo suficiente de Redes Transferentes Emisoras/Re-Emisoras, la información del cambio o nuevo código morfogenético se propagará de modo virtualmente instantáneo al total de la población de la que forma parte la “semilla mórfica inicial”... Pero entonces eso implica que forzosamente todas las redes biológicas o mentes operativas implicadas en el proceso deben hallarse en “resonancia mórfica” desde ese tiempo crítico, ya que esta es la condición previa imprescindible que sustenta dicho “entrelazamiento cuántico masivo”; Ahora bien, puede haber y de hecho habrá múltiples ocasiones – probablemente mayoritarias – en que – a pesar de entrar en “resonancia mórfica” las redes biológicas o mentes componentes de las “semillas”, verificándose así la Condición Previa Necesaria – no logren sumar la “Masa o Número Crítico Mínimo” exigido, por lo cual el “hábito mórfico” innovador no se propagará en “tiempo cero” al resto de la población.

La citada “asimetría deductiva” es muy común tanto en el campo de las Matemáticas como el de la Lógica más elementales: Así – en el primer terreno – es patente que la Condición Previa o Necesaria que debe cumplir una función real de única variable real para ser derivable en un punto o intervalo de ellos es ser continua en estos. O, lo que significa lo mismo, adquirir un valor o número real al ser evaluada en el susodicho o susodichos puntos. Es decir, que si demostramos que es derivable, ya sabemos de antemano que tiene que ser continua en tal o tales puntos; Pero el que

resulte continua en el mismo o los mismos no implica que siempre por ello sea derivable, pues su función derivada o pendiente variable puede no ser a su vez continua para los citados puntos o valores de la variable independiente (no verificaría la Condición Suficiente); Igualmente, es evidente que la Pre-Condición Necesaria para ser mujer es ser humana, por lo que si comprobamos rigurosamente que un organismo aparentemente “antropoide” es humano (contando sus pares de cromosomas y examinando sus perfiles estructurales, por ejemplo), dicho ser puede ser mujer, pero también hombre. Es obvio a la Razón que tan sólo comprobando adicionalmente si presenta la conformación XX en su “par 23” podremos saber a ciencia cierta que es femenina. Sin embargo, cuando tan sólo conozcamos el dato de que exhibe la “pareja XX” y su específica configuración, podemos estar seguros de que es humana.

Por tanto, la demostración del Teorema Hagelin-Schreiber – en última instancia – se fundamenta en el método definido en la Lógica-Matemática como “Reductio ab Absurdum” o “Reducción al Absurdo”: En efecto, puesto que exclusivamente suponiendo que la Condición Suficiente o “Masa Mórfica Crítica” equivale a la ajustada por el Dr. John Hagelin se deduce de tal presupuesto la Condición Previa o Necesaria imprescindible de Resonancia Mórfica, es obvio que la forma postulada para la Condición Suficiente o Causa Eficiente del fenómeno ha de ser obligatoriamente cierta. Tal cadena deductiva o inferencia es irreprochablemente rigurosa por ser simple y por entero falsable: Si adoptamos cualquier otra hipótesis alternativa – por ejemplo la ausencia de tal “masa crítica” u otra relación cuantitativa para ella – , resulta imposible deducir la Condición Necesaria de

Resonancia, por lo que llegamos a una contradicción lógica insalvable, o “absurdo”... De lo que se infiere que la “Hipótesis Hagelin” es verdadera.

Un par de ejemplos más muy gratos para el autor que respaldan la “Ley de la Masa Mórfica Crítica” de Hagelin

Ejemplo 1

“La Evolución de las Especies”, o “Expediente Darwin”

Ficha del Fenómeno de Transferencia Mórfica de Información (MIT) asociado al Expediente

• Nuevo “Hábito” Morfogenético o “Código de Campo Mórfico Innovador” Transferido: Origen y Evolución de las Especies por medio de la Preservación de los Más Aptos (Selección Natural).

• “Semilla Mórfica Primaria”: Observaciones del autor durante la travesía del “Beagle”, ensayo del Reverendo Malthus sobre el incremento de la Población Humana y sus recursos, Principio de Uniformismo Geológico de Lyell, abundante intercambio de ideas y correspondencia con colegas científicos, granjeros y ganaderos (analogía con la “Selección Artificial”), experimentación propia, reuniones del “embrión” del posterior e influyente “Club X”, colaboración “sincronística” con Alfred

Rusell Wallace...

• Punto Crítico de Resonancia Mórfica (Condición Necesaria): Primera Edición Limitada de la obra: 24 de Noviembre de 1859 (Londres, Inglaterra); 1250 ejemplares, agotada el mismo día de su publicación; Aproximadamente 25 años tras la Génesis Primordial de la “Semilla Mórfica”.

• Masa Mórfica Crítica (Condición Suficiente): Segunda Edición de la obra: 3000 ejemplares vendidos, escasas semanas después.

Análisis Morfo-Matemático del “Expediente Darwin”

Población Mundial Estimada en 1859

N = 1100 millones de habitantes = 1.1 x 109 habitantes o “redes mentales potencialmente morfo-transferentes”

Número Aproximado de Receptores Activados o transformados en Donantes/Re-Emisores/Transmisores (Lectores) = Masa Crítica

Mórfica

Nc = 3000 lectores

Comprobación de la Ley Empírica de Hagelin

Nc = [0.01 x 1.1 x 109]1/2 = 3316.62 habitantes (entre 3316 y 3317 habitantes)

Margen de Error Absoluto Aparente por Defecto

316.62 (de 316 a 317 lectores)

Margen de Error Relativo Aparente por Defecto

9.55%

Perfectamente Atribuible al “Efecto Préstamo-Copia” de textos entre los lectores, sumado a los obsequios personales dedicados por

el autor

Sobran comentarios. Extraigan sus propias conclusiones.

Ejemplo 2

“Drácula”, o “Expediente Stoker”

Ficha del Fenómeno “MIT” asociado al Expediente

• Nuevo “Hábito” Morfogenético o “Código de Campo Mórfico

Innovador” Transferido: Arquetipo del “Vampiro Moderno”

• “Semilla Mórfica Primaria”: Mitología y folclore universales, en particular Balcánico-Carpatianos, numerosos y variados precedentes literarios (Johann Wolfgang Goethe, Samuel Taylor Coleridge, Lord Byron/Polidori, Sheridan Le Fanu, Malcolm Ryder...), correspondencia y reuniones con el historiador, erudito y orientalista húngaro Arminius (Hemann) Vámbéry acerca de la figura histórica del príncipe o “voivoda” valaco Vlad (Tepes) Draculea, investigación documental propia sobre la biografía de la Condesa magiar Erzsébet Báthory (según fuentes de su diario personal aportadas por su sobrino-bisnieto el ex-atleta y asimismo escritor canadiense Dacre Calder Stoker)...

• Punto Crítico de Resonancia Mórfica Previa (Condición Necesaria): Primera Edición de la obra: 26 de Mayo de 1897 (Londres, Inglaterra); En torno a unos 15 a 20 años de gestación a partir de la Génesis Primordial de la “Semilla Mórfica”; Esta y sucesivas publicaciones de la novela no consiguen alcanzar la “Masa Mórfica Crítica” de lectores (Condición Suficiente), por lo cual el proceso de Propagación Morfo-Transferente no llega a tener lugar, permaneciendo en “fase latente”.

• Masa Mórfica Crítica (Condición Suficiente): “Salto” del relato a

sus primeras versiones o adaptaciones cinematográficas. En primera instancia, acuden de inmediato a nuestra memoria “Nosferatu”, producida por “Prana Films”, dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau, actor protagonista Max Schreck, Berlín, Alemania, 1922, y “Drácula”, de la “Universal Pictures”, dirigida por Tod Browning asistido por el fotógrafo Karl Freund, actor protagonista Bela Lugosi, Hollywood, California, 1931; Aproximadamente unos 45-50 años tras el Origen Primordial de la “Semilla Mórfica”, 30 después de la primera edición o “transferencia morfogenética frustrada” de la obra y unos 15 más tarde de la muerte del autor; Pero un análisis más detallado y estricto de la secuencia de sucesos históricos nos permitirá esclarecer y discriminar el problema: En cuanto al primer film de los citados, los rasgos del “prototipo de vampiro” del “Conde Orlok”, interpretado por el dicho sea de paso más que enigmático y a su vez legendario actor germano – llamado así en lugar de “Conde Drácula” porque ni Murnau ni la productora fundada, financiada y dirigida por el notable artista, arquitecto y experto ocultista alemán Albin Grau contaban con los derechos legales del autor de la novela de Abraham Stoker, lo que movió a Florence, la viuda del escritor, a demandar a la “Prana Films”, arruinándola por completo años después al ganar el pleito –, no coincidían para nada con los fijados en la obra de Stoker. Además, la película – aun siendo una auténtica “joya” estética visual del expresionismo alemán volcado en el horror esotérico y altamente simbolista, o quizás por ello mismo –, si bien obtuvo un nivel

moderadamente satisfactorio de ventas en taquilla en Alemania en especial y Europa en general – no consiguió demasiada resonancia ni en Estados Unidos, ni mucho menos a escala mundial. Por otro lado, se trata todavía de cine mudo, lo que dificulta ampliamente tanto la traslación de la personalidad de un carácter complejo y la riqueza de sus diálogos dentro de la trama del relato como su comprensión y atractivo general hacia la media del gran público popular. Como prueba el hecho cierto de que únicamente con el desarrollo de la tecnología del cine sonoro a partir de la década posterior el “Séptimo Arte” se convirtió en un auténtico “negocio billonario” y “mega-espectáculo de masas”, de la mano de los estudios de Hollywood. Y estos inconvenientes son máximos cuando hablamos de una novela rica, densa en conceptos, de argumento estructurado en varias “capas concéntricas de significados enmascarados” y, sobre todo, escrita en estilo epistolar (a través de cartas o intercambios postales entre sus personajes), como el “Drácula” de Stoker, en la cual la palabra es tan esencial como la imagen y más aún su sincronía; De modo que parece obvio que el “Nosferatu” de la República de Weimar no fue el auténtico “Punto Crítico Efectivo” de la “Resonancia Mórfica Global” para el “Arquetipo del Vampiro Moderno”, ni por sus propios atributos ni por alcanzar la “Masa Crítica” de espectadores mínima imprescindible: El verdadero “Punto de Masa Mórfica Crítica” para este llegó en 1931 gracias

a la arriesgada inversión de la Universal, el genio oscuro de Tod Browning y el singular talento y extraordinaria identificación con el “patrón del Drácula de Stoker” del actor húngaro Béla Lugosi... Identificación que le empujaría más adelante al encasillamiento, decadencia profesional y la misma obsesión rayana en la locura... No demasiado lejos de lo que le ocurrió al propio “padre irlandés de la siniestra criatura literaria”... Lo que da mucho que pensar, pues es patente la honda conexión entre los fenómenos morfogenéticos que estamos estudiando y el concepto de “tulpa” en el esoterismo avanzado de los lamas tibetanos, o su equivalente, el “eidolón” del pensamiento hermético-gnóstico griego clásico y helenístico, por citar tan sólo dos de las antiguas tradiciones que manejan dicho fenómeno de “condensación en el plano cultural-informacional/material” de una realidad “psíquica-astral-sutil” evocada por una cantidad crítica de personas lo bastante concentradas en visualizarla y bien “sintonizadas” entre sí... Sea como fuere, es justo desde 1931 y el tremendamente exitoso estreno del “Drácula” de la Universal – cuya exuberante recaudación en taquilla salvó de la quiebra a los estudios, heridos de muerte por la Gran Depresión del 1929 –, cuando el inconsciente colectivo mundial asume el “Arquetipo del Vampiro-Drácula de Stoker”... Y así se ha mantenido sin más que variaciones secundarias hasta hace bien poco... E independientemente de las propias variaciones locales o diversas representaciones culturales del mito... No hay más que acudir a cualquier fiesta de disfraces en cualquier país del mundo, China y la India incluidos, además de todo el lejano Oriente..., o

leer/contemplar ciertos mangas japoneses...

Análisis Morfo-Matemático del “Expediente Stoker”

Población Mundial Estimada en 1931

N = 2200 millones de habitantes = 2.2 x 109 habitantes o “redes mentales potencialmente morfo-transferentes”

Número Aproximado de Receptores Activados o transformados en Donantes/Re-Emisores/Transmisores (Espectadores) = Masa Crítica

Mórfica

Cifra de Taquilla Recaudada en el primer mes tras el estreno (Sin ajustar a la inflación actual) = 1.2 M$

(M = Millones)

Precio Medio Aproximado de la entrada de cine en USA en dicho año = 0.20 $ (20 centavos de dólar norteamericano de la época)

N* = Nº de Espectadores/Perceptores Mórficos Activos = 1.2 x 106 /0.20 = 6 x 106 (6 millones de personas)

Comprobación de la Ley Empírica de Hagelin

Nc = [0.01 x 2.2 x 109]1/2 = 4690.42 habitantes (entre 4690 y 4691 habitantes)

Conclusión

Se rebasó con creces (casi 1280 veces) la Masa Mórfica Crítica Mínima necesaria

Otro modo de expresar tal hecho: El Punto Crítico Umbral Mínimo para la Condición Suficiente del fenómeno de Resonancia Mórfica

Global/Entrelazamiento Cuántico Masivo ocurrió cuando los espectadores número 4690 a 4691 vieron la sesión del film: O sea,

aproximando un ritmo promedio uniforme de flujo de clientes hacia las salas de cine, ¡el mismo día de estreno público de la película!

Como pueden ver – nunca mejor dicho – el “Modelo Hagelin-Sheldrake-Schreiber” cuantifica científicamente el tremendo Poder

Morfogenético del Cine... y su colosal “Efecto Tulpa” mega-multiplicado...

Imaginen ahora lo que está haciendo Internet...

ESO ES PODER..., CON MAYÚSCULAS, y aunque lo llamen

“softpower”, en el fondo no hay ningún otro más “hard” y decisivo que él..., pues “Quien controle los sueños, temores y deseos de la Humanidad, controla el Mundo, de hecho”...

Por supuesto, yo he elegido mostrar estos dos simples ejemplos finales de la asombrosa potencia transformadora de los grandes “meme-complejos” arquetípicos moldeadores de nuestra conducta social colectiva por vía de la Morfogénesis Resonante de Sheldrake o “Efecto Maharishi” de Hagelin debido a que El Origen de las Especies de Mr. Darwin y Drácula de Mr. Stoker han sido y son quizás los dos libros que más han influido en mi mente, mi ideología profunda y mi sensibilidad... Pero todos Vds, mis Muy Queridos, Pacientes y Amables Lectores, pueden encontrar casos igualmente afines a sus propios cerebros o “procesadores morfogenéticos de memes” y, con una somera investigación de las fuentes por fortuna hoy muy fácilmente accesibles en la Red, comprobar que siempre se comprueba la Ley Empírica de Hagelin... Una Ley que desde ahora ya cuenta al menos con un primer respaldo teórico formal por la contribución de este modesto librepensador...

III

Conclusiones y Reflexión

III.1

Conclusiones

• Mi Teoría de Transferencia de Información por Impregnación Ambiental entre Redes Abiertas Replicantes-Procesadoras Complejas Evolucionarias Libres de Escala ofrece un marco teórico conceptual y formal adecuado para explicar de manera directa el fenómeno de “Resonancia Mórfica/Entrelazamiento Cuántico Masivo” de Sheldrake, “Efecto Maharishi” de Hagelin e, indirectamente, los resultados sobre alteración psicofísica de las estructuras en red intermolecular del agua dulce o pura o “Efecto Emoto”. Todos ellos diferentes manifestaciones de la actividad o “respuesta adaptativa” de lo que podemos denominar en general “Séptimo Sentido” o “Efecto Tulpa”. Esto, unido a su aplicación anterior a una posible interpretación científica de los fenómenos de disociación psíquica – entre ellos el “misterioso” y “escurridizo” Síndrome de Posesión Demonopática –, y el de “inspiración genial” o “Proceso Ramanujan”, en síntesis con el Teorema de Gödel y la novedosa e innovadora Teoría Fractal de los Síntomas-Patologías Psiquiátricas –, colocan a este modelo teórico en excelente disposición para constituir la base de partida de un nuevo enfoque psicofísico/biofísico mucho más riguroso de la

Parapsicología.

• En concreto, el desarrollo teórico de este modelo expuesto en el presente ensayo demuestra a modo de “Teorema” la “Ley Empírica del Dr. John Hagelin” a partir de la Condición Previa Necesaria de Resonancia Mórfica/Entrelazamiento Cuántico Masivo en Red del Dr. Rupert Sheldrake. Dicha relación sería – pues – la Condición Suficiente o Causa Efectiva del fenómeno, la cual consiste en la transferencia plena de los nuevos códigos, “meme-complejos” de Dawkins o “Arquetipos Jungianos” de información a una “Masa Crítica Mínima” de población igual al 1% de la raíz cuadrada de la Población Total expuesta potencialmente a dichos estímulos innovadores. A partir de ese “Punto Crítico”, toda la masa de pobladores afectados – consciente o inconscientemente – asumirá y propagará el patrón asociado a esos nuevos códigos complejos y reaccionará o responderá conductualmente a los mismos de forma simultánea e instantánea, por más que únicamente hayan sido expuestos por canales “convencionales” mecanísticos “clásicos” directos a los estímulos el número de sus congéneres cuantificado por la “Ley de Hagelin”.

• Esta relación implica que tal “Masa Crítica Mórfica” Nc

aumenta con el “Número Total de Población” N – lo cual es lógico porque a mayor masa global de potenciales perceptores/

replicantes de los nuevos códigos también será mayor la “inercia morfogenética” o “resistencia suma” por “rigideces” en las redes receptoras, debido a la competencia y/o saturación ejercida en ellas por los contenidos de representación cultural o “complejos de memes” ya “residentes” operativos y dominantes en ellas con anterioridad – . Pero, sin embargo, la forma de esta dependencia funcional prevé que – a medida que N se va tornando más y más grande – la pendiente de crecimiento se suaviza, pasando de cuasi-lineal para poblaciones globales muy escasas a valores cada vez más pequeños, aunque sin llegar a saturarse, tender a un máximo constante o mostrar una asíntota horizontal definida. Simplemente, para masas demográficas más elevadas, las resistencias indicadas decaen en promedio, tornando proporcionalmente menos ardua la propagación de códigos innovadores por resonancia mórfica o entrelazamiento cuántico másivo, probablemente a causa de que el tamaño de las “semillas críticas mínimas necesarias” también ha de ser superior desde el principio. Esto coincide con la evidencia empírico-práctica de que, una vez conseguida la formación de las “semillas mórficas” precisas, es más sencillo manipular grandes masas que pequeñas, pues en el último caso, además de lo anteriormente indicado, las variaciones individuales perceptivo-asimiladoras cuentan más. Esto se refleja perfectamente en la siguiente gráfica; Donde “Nc” ocupa el eje vertical de ordenadas (en miles de unidades de habitantes,

marcados en divisiones de 3000 habitantes cada una, de 0 a 15000) y “N” el horizontal de abscisas (en unidades de miles de millones de habitantes, divididas de una en una, con rango de 0 a 8 mil millones), con objeto de que la escala del gráfico resulte más cómoda de visualizar:

(Fig. 1)

• Las investigaciones, desarrollos teóricos y resultados empíricos aquí expuestos acerca del fenómeno de “Resonancia Mórfica” o “Efecto Maharishi” confirman de forma científica conceptos tan relevantes como fascinantes y en cierto modo inquietantes de la sabiduría ancestral de múltiples tradiciones de las grandes culturas y Civilizaciones antiguas, tales cuales “tulpa”, “eidolón”

o “larva psíquica”.

• Es evidente que futuros estudios teóricos y trabajos experimentales en esta nueva área pueden conducir a extraordinarias, revolucionarias e impredecibles aplicaciones tanto para el propio avance del conocimiento de la mente humana individual y la conducta social de masas como en los campos terapéuticos (medicina bioenergética), económico-comerciales (neuro-marketing avanzado) y bélico-ofensivos (armas psicofísicas). Nos hallamos en el Umbral de un nuevo Giro Copernicano de la Ciencia: El Portal de la “Ingeniería Psicotrónica” o “Psicofísica Cuántica Aplicada”.

Reflexión

CON LAS MISMAS “ARMAS INTELECTUALES” ESENCIALES, NUEVOS MÉTODOS, ORIGINALES Y AUDACES CONCEPTOS TEÓRICOS E INNOVADORAS Y POTENTES TÉCNICAS EMPÍRICAS CON LOS QUE INTENTAMOS DESENTRAÑAR LOS MISTERIOS DEL MUNDO SUBATÓMICO, LA COSMOLOGÍA DEL GIGANTESCO UNIVERSO EN SU CONJUNTO O LOS AÚN MÁS INIMAGINABLEMNETE VASTOS MÚLTIPLES UNIVERSOS ALTERNOS O “PARALELOS”, SE NOS ABRE AHORA LA POSIBILIDAD DE ARROJAR LUZ SOBRE EL TODAVÍA MUCHO MÁS

ENIGMÁTICO E INMENSO “MULTIVERSO INTERIOR” DE NUESTRAS MENTES EN RED Y REDES DE MENTES...

LA CIENCIA RACIONALISTA COMPRUEBA – POR ENDE – AL FIN EL GRAN PRINCIPIO HERMÉTICO:

“LO QUE ESTÁ ARRIBA, COMO LO QUE ESTÁ ABAJO”

Y SU “PRIMER COROLARIO”:

“LO QUE ESTÁ DENTRO, COMO LO QUE ESTÁ FUERA”

EXPLORANDO ESTE CAMINO, PODREMOS LLEGAR A CONTROLAR LA “TECNOLOGÍA PSICOFÍSICA” DE LA TRANSFERENCIA DE NUESTROS MÁS ÍNTIMOS Y “ETÉREOS” DESEOS, EMOCIONES Y PENSAMIENTOS DESDE EL “PLANO MENTAL” AL “CULTURAL-SOCIAL” DE FORMA CIENTÍFICA, PRECISA Y RIGUROSA, A DIFERENCIA DE LO OCURRIDO HASTA EL PRESENTE... E INCLUSO – UN DÍA MÁS LEJANO EN EL PORVENIR – HASTA “CONDENSARLOS” O “PLASMARLOS” A VOLUNTAD EN LA REALIDAD MÁS “DENSA” Y PURAMENTE “MATERIAL”...

ENTONCES, ESTE “PRIMATE HÁBIL” QUE EMERGIÓ HACE DOS MILLONES DE AÑOS DE LA GRAN SEQUÍA DE LAS

JUNGLAS Y SELVAS AFRICANAS, AL BORDE DE LA EXTINCIÓN, HABRÁ ALCANZADO LA CIMA DE LO QUE HACE DOCENAS DE MILENIOS IMAGINÓ O QUIÉN SABE SI DE UN MODO U OTRO “CONTEMPLÓ” COMO “DIOSES” Y “DEMONIOS”, PLASMANDO ASÍ POR VEZ PRIMERA SUS MÁS ABISALES Y PODEROSOS ANHELOS Y TERRORES SOBRE LAS PAREDES DE LAS CAVERNAS DONDE SE REFUGIABA DEL FRÍO GÉLIDO, EL ARDOR TÓRRIDO Y LOS COLMILLOS O GARRAS DE SUS TEMIBLES DEPREDADORES...

NOS HALLAMOS – POR TANTO – ANTE EL IRREVERSIBLE UMBRAL DE TODOS NUESTROS “PARAÍSOS” IMAGINADOS O IMAGINABLES...

Y DE TODOS NUESTROS “INFIERNOS”...

MÁS QUE NUNCA, HEMOS DE SEGUIR EL SABIO CONSEJO DE CARL GUSTAV JUNG, JUNTO A ALBERT EINSTEIN Y MUY POCOS MÁS, QUIZÁS EL MAYOR GENIO UNIVERSAL DEL PASADO SIGLO...

“CONOCE Y ASUME TU SOMBRA... ASÍ PODRÁS ACEPTARLA, INCLUSO AMARLA... Y SI LA AMAS, LA

PODRÁS UTILIZAR A TU FAVOR...; PERO SI LA IGNORAS,

EVITAS, TEMES Y ODIAS, SI LA REPRIMES, EN SUMA, CRECERÁ Y CRECERÁ SIN CONTROL ALGUNO Y TE

DEVORARÁ”

Deseo de veras haberles interesado más que inquietado, aunque ambos estados de ánimo son imprescindibles para afrontar la Nueva Era (esta de verdad) que se nos avecina.

Muy buenas noches..., y espero que puedan dormir bien... (como diría una vez más mi admirado el “Maravilloso Gordito” Alfred Hitchcock...)

IV

Dedicatoria y Agradecimientos

IV.1

Dedicatoria

A los Drs. Sheldrake, Hagelin y Emoto: Excelentes e inspirados pioneros..., sin vosotros poco hubiera hecho este “humilde

heterodoxo”

Agradecimientos

Por enésima vez,

A los “chamanes y guerreros caníbales de Atapuerca” y a la Condesa “Alquimista Roja” Ersébet Báthory... De cuyas manos-garras

empecé este largo y fecundo “Viaje al Inframundo”... Para desde allí, lograr ascender, renacido, para atisbar al menos el Multi-Cosmos

Infinito... Justo como indican los Viejos y Sabios Mitos... E, inmediatamente tras ellos, a Charles Robert Darwin, Bram Stoker y

Carl Gustav Jung, “Edipos Selectos” destinados a recibir en sus privilegiados oídos los “susurros más secretos de la Gran Madre

Naturaleza-Esfinge”

Y, por vez primera,

A Grau, Murnau, Schreck, Tod Browning, Lugosi... Y, junto a ellos, a todos los pioneros científico-técnicos, artísticos e industriales-

comerciales del Cine... Sin vuestro Séptimo Arte de los Sueños y las Pesadillas, sin vuestra excelsa y poderosa Magia Blanca-Roja-Negra

de Masas, mi “campo morfogenético” se hubiera desarrollado incomparablemente menos...

V

Bibliografía y Referencias

• Sheldrake, Rupert: La presencia del pasado. Resonancia Mórfica y hábitos de la Naturaleza. Editorial Kairós (1990)

• Sheldrake, Rupert: De perros que que saben que sus amos están de camino a casa y otras facultades inexplicadas de los animales. Paidós Ibérica (2001)

• Sheldrake, Rupert: Nueva Ciencia de la Vida, una Hipótesis de la Causación Formativa. Editorial Kairós (2007)

• Gómez de Liaño, Beatriz Gil: William McDougall, un análisis de su vida y de su obra. Revista de Historia de la Psicología, Vol. 21, Nº 2-3, (2000), págs. 693-706

• Dawkins, Richard C. (1976): The selfish gene, Oxford University Press

• Dawkins, Richard C. (1982): The extended phenotype, Oxford University Press

• Distin, Kate E. (2005): The selfish meme, Cambridge Press Syndicate (Ed. Original); El meme egoísta, Ediciones de

Intervención Cultural/Biblioteca Buridán (Ed. Española)

• Hagelin, John S.: Is consciousness the unified field? A field theorist's perspective. Modern Science and Vedic Science 1, 1987, pp 29–87.

• Hagelin, John S.: Restructuring physics from its foundation in light of Maharishi's Vedic Science. Modern Science and Vedic Science 3, 1989, pp 3–72.

• Schreiber, Juan (05-08-2009 a 02-03-2010): Ensayos sobre Un Nuevo Paradigma Evolutivo (I-VIII) edición digital en: www.scrib.com , (username: juanalquimista). Para consultas, debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-juan@outlook.es

• Schreiber, Juan (07-04-2010): Teoría de Redes y Transferencia edición digital en: www.scrib.com , (username: juanalquimista). Para consultas, debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-juan@outlook.es

• Schreiber, Juan (16-02-2012): Transferencia entre Redes Libres de Escala. Aplicación a los fenómenos de Disociación Psíquica y “Síndrome de Posesión Demonopática”. (Internet, disponible en: www.scribd.com.). Para consultas al autor: enviar e-mail a: mago-juan@outlook.com

• Schreiber, Juan (28-03-2011): Genes y Memes: Teoría Cinética de los Replicadores Evolutivos Transferentes. (Internet, disponible en: www.scribd.com.). Para consultas al autor: enviar e-mail a: mago-juan@outlook.com

• Schreiber, Juan (01/05/2011): Genes y Memes (II): Analogía estructural y funcional entre el código genético y el lenguaje humano. El Principio de Coherencia como nuevo Paradigma Holográfico del ADN, edición digital en: www.scrib.com , (username: juanalquimista). Para consultas, debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-juan@outlook.com

• Schreiber, Juan (10/08/2012): Cinética y Termodinámica de la Adsorción Psicofísica por Transferencia, edición digital en: www.scrib.com , (username: juanalquimista). Para consultas, debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-juan@outlook.com

• Schreiber, Juan (9/10/2012): Cosmología de los Procesos Evolutivos Biológicos y Culturales, o Cosmología de los Genes y los Memes: Los “Universos” Replicantes-Procesadores o Transferentes Evolucionarios (UTEs). (Una primera aproximación a las Ecuaciones Generales de “Cosmología Morfogenética Evolutiva” y sus principales Casos-Tipo dinámicos). edición digital en: www.scrib.com , (username: juanalquimista). Para consultas, debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-juan@outlook.com

• Darwin, Robert Charles: Autobiografía. John Murray, Londres (1887), y Collins, Londres (1958). Edición castellana: Editorial Laetoli, S.L., Universidad Pública de Navarra (upna), Pamplona (2008)

• Nyarla (blog “La Espada en la tinta”): Efeméride: Bram Stoker, el autor que quedó para siempre unido a “Drácula”. www.laespadaenlatinta.com 2013/11

• Blog “Fuera de Contexto”: La primera edición de “Drácula” cumple más de un siglo (27/05/2012). theouttacontext.blogspot.com

• Nosferatu, el vampiro. es.wikipedia.org

• Drácula (película de Tod Browning). es.wikipedia.org

• All Time Box Office Adjusted for Ticket Price Inflation http://www.boxofficemojo.com/alltime/adjusted.htm

• Adjusting for Movie Ticket Price Inflation http://www.boxofficemojo.com/about/adjuster.htm

Por:

Juan Schreiber

Bioquímico y librepensador

En Madrid, a 14/04/20143:45 A.M.