PortadillaBECCAFITZPATRICK
MENTIRASPELIGROSAS
TraduccióndeGemaMoralBartolomé
CréditosTítulooriginal:DangerousLiesTraducción:GemaMoral1.ªedición:diciembre2015
©2015byBeccaFitzpatrick©EdicionesB,S.A.,2015ConselldeCent,425-427-08009Barcelona(España)www.edicionesb.com
ISBNDIGITAL:978-84-9069-234-9
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Unosairadosgolpessacudieronlapuertadelahabitacióndelmotel.Permanecíabsolutamentequietasobreelcolchón,mipielcaliente,húmedaypegajosa.Amilado,Reedatrajomicuerpohaciaelsuyo.
Seacabaronlosdiezminutos,pensé.IntenténolloraralposarlacabezaenelcálidohuecodelcuellodeReed.Mimenteabsorbíahastael
último detalle, atesorando el momento conmimo para poder revivirlo durantemucho,mucho tiempo,despuésdequemellevaran.
Sentí el loco impulso de huir con él. A un lado del motel había un callejón, visible desde lahabitación dondeme tenían encerrada. Detalles como dónde íbamos a escondernos y cómo íbamos aevitar acabar en el fondo del ríoDelaware con bloques de cemento atados a los piesme impidieroncederaeseimpulso.
Los golpes se hicieron más fuertes. Acercando su cabeza a la mía, Reed respiró profundamente.Tambiénélintentabarecordarme.
—Seguramente habrá micrófonos en la habitación. —Hablaba tan bajo que estuve a punto deconfundirsuspalabrasconunsuspiro—.¿Tehandichoadóndetellevan?
Meneélacabezadeunladoaotro,yensurostro,cubiertodecortesyconlospómuloshinchados,expresódesaliento.
—Ya,amítampoco.Secolocóderodillasconcautela,yaquetambiénteníaelcuerpomagullado,ybuscóalolargodel
cabecerodelacama.AbrióelcajóndelamesitadenocheyvolviólashojasdelaBiblia.Miródebajodelcolchón.
Nada.Perosindudahabíanpuestomicrófonosenlahabitación.Noconfiabanenquenohabláramosdeaquellanoche,aunquemitestimonioeraloúltimoenloqueestabapensando.Despuésdetodoloquehabíaaceptadohacerporellos,nopodíandarmesiquieradiezminutos,diezminutosenprivadoconminovioantesdequenossepararan.
—¿Estásenfadadoconmigo?—susurrésinpoderloevitar.Estabametidoenaquellíopormiculpa,por culpa demimadre.Eran sus problemas los que habían acabado por arruinar su vida y su futuro.¿Cómonoibaaestarmolestoconmigo,aunquesolofueraunpoco?Suvacilaciónhizoquesintieraunairaprofundaeinfinitahaciamimadre.
—No—dijo él entonces. En voz baja, pero con firmeza—.No digas eso. No ha cambiado nada.Estaremosjuntos.Noseráahora,perosípronto.
Sentíunalivioinmediatoyclaro.Nodeberíahaberdudadodeél.Reederaelhombredemivida.Meamabaymehabíademostradounavezmásquepodíacontarconél.
Seoyóunallaveenlacerradura.—NoolvideslacuentadePhillies—susurróReedconapremio.Lomiréalosojos.Enlossegundos
quesiguieron,mantuvimosunaconversaciónsinpalabras.Conunaleveinclinacióndecabezaledijequelecomprendía.
Despuésloabracécontantafuerzaqueoícómosequedabasinrespiración.LosoltéjustocuandoelalguacilPriceabriólapuertadeunempujón.Asuespalda,dosberlinasBuickdecolornegroaguardabanenelaparcamientoconelmotorenmarcha.
Noslanzóunamirada.—Horadelargarse.Unsegundomarshal,alquenoreconocí,condujoaReedalexterior.Reedechólavistaatrásyme
sostuvolamirada.Intentósonreír,perosolounladodelabocasevolvióhaciaarriba.Estabanervioso.Empezóalatirmeconfuerzaelcorazón.Eraelmomento.Laúltimaoportunidadparaescapar.
—¡Reed!—grité,peroélyaestabadentrodelcoche.Noseleveíalacaratraselcristalahumado.Elcocheabandonóelaparcamientoconunvirajeyaceleró.Diezsegundosmástardelohabíaperdidodevista.Fueentoncescuandoelcorazónsemedesbocódeltodo.Estabaocurriendodeverdad.
Apretéconfuerzaelasadelamaletaentrelosdedos.Noestabalista.Nopodíaabandonarelúnicolugarqueconocía.Abandonaramisamigos,micasa,miescuela...yaReed.
—Elprimerpasoessiempreelmásduro—dijoelalguacilPrice,conduciéndomealexteriorporelcodo—.Mírelodeestaforma.Podráiniciarunanuevavida,reinventarseasímisma.Nopienseahoraeneljuicio.FaltanmesesparaquetengaqueveraDannyBalando,puedequeaños.Susabogadosnoharánmásque entorpecer el caso.Hevisto a abogadosdefensores retrasar juicios con excusas tandisparescomohaberperdidolatarjetaparapeajes,ounatascoenlaautopistaSchuylkill.
—¿Retrasar?—Los retrasos llevan a la exculpación. Por norma general. Pero esta vez no. Con su testimonio,
Danny Balando acabará en prisión. —Me apretó el hombro con convicción—. El jurado la creerá.Balandoseenfrentaalaperpetuasinposibilidaddelibertadcondicional,yesloquerecibirá.
—¿Permaneceráenprisiónduranteeljuicio?—preguntéconinquietud.—Encarceladosinfianza.Nopodráhacerlenada.Escondida en un lugar seguro durante las últimas setenta y dos horas mientras esperaba a que
procesaranal camellodemimadreporuncargodeasesinato enprimergradoymúltiples cargosporposesiónytráficodedrogas,mehabíasentidocomounaprisionera.
Durantelosúltimostresdías,unpardealguacilesdelosUSMarshalsmehabíanestadoprotegiendoentodomomento.Dosporlamañana,otrosdosduranteeldía,yunparmásparaelturnodenoche.Nosemepermitíahacernirecibirllamadastelefónicas.Mehabíanconfiscadotodoslosaparatoselectrónicos.Mehabíanproporcionadounvestuariocompuestodeprendasdisparejasqueunodelosalguacileshabíarecogidodelarmariodemicasa.Yahora,comotestigoprincipalenuncasofederalpendientedejuicio,dadoqueDannyBalandosehabíadeclaradoinocentedeloscargos,estabaapuntodesertrasladadaamicárceldefinitiva.Paraderodesconocido.
—¿Adóndemellevan?—pregunté.Pricecarraspeó.—ThunderBasin,Nebraska.—Habíaunlevísimomatizdedisculpaensutono,quemeindicótodolo
que necesitaba saber. Era un acuerdo de mierda. Yo les estaba ayudando a poner entre rejas a unpeligrosocriminaly,acambio,ellosmedesterrabandelacivilización.
—¿YaReed?—Yasabequenopuedodecírselo.—Esminovio.—Asíescomomantenemosasalvoalostestigos.Yaséquenoresultafácilparausted,peroestamos
haciendo nuestro trabajo. Le hemos conseguido los diezminutos que pidió, saltándonos unmontón denormas.Loúltimoquequiereunjuezesqueunoinfluyaeneltestimoniodelotro.
Meobligabanasepararmedeminovio,¿yesperabanquelesdieralasgracias?
—¿Yquéhaydemimadre?—Directa,sinemoción.Price llevó rodando mi maleta hacia la parte posterior del Buick, evitando deliberadamente mi
mirada.—Enviadaarehabilitación.Nopuedodecirleadónde,perosiseesfuerza,estarálistaparareunirse
conustedafinalesdelverano.—Losdossabemosquenoesesoloquequiero,asíquedejemosestejuego.Pricesemostrósensatoylodejócorrer.Aún no había amanecido y ya estaba acalorada y sudada a pesar de los pantalones cortos y la
camisetasinmangas.MepreguntécómopodíaircómodoPricecontejanosycamisademangalarga.Nomiré el arma que llevaba al hombro, en la pistolera, pero notaba su presencia.Me recordaba que elpeligronohabíapasado.Noestabaseguradequellegaraapasaralgúndía.
DannyBalando no dejaría de buscarme. Estaba en la cárcel, pero el resto de su cártel de drogascampabaporsusrespetos.Podíapagaracualquieradeellosparaquecumplierasusórdenes.Suúnicaesperanzaradicabaendarmecazaymatarmeantesdequepudieratestificar.
PriceyyonosmetimosenelBuickyélmetendióunpasaporteconunnombrequenoeraelmío.—Nopuedesvolver,Stella.Jamás.Toquéelcristaldelaventanillaconlasyemasdelosdedos.AlabandonarFiladelfiaenlashorasque
precedenalamanecer,pasamosporunapanadería.Unchicocondelantalbarríaelumbraldelaentrada.Penséquetalvezlevantaríalavistayharíaunapausaparaobservarmehastaquemeperdieradevista,peronointerrumpiósutrabajo.Nadiesabíaquemeiba.
Deesosetrataba.Lascallesestabandesiertasydeunnegrorelucienteacausadelalluviareciéncaída.Oíaelchapoteo
delaguabajolosneumáticos,intentandonoperderporcompletolacompostura.Aqueleramihogar.Eraelúnicositioqueconocía.Dejarloatrásmehacíasentircomosirenunciaraaalgotanvitalcomoelaire.Deprontomepreguntésiseríacapazdeseguiradelantecontodoaquello.
—NomellamoStella—dijealfin.—Normalmentedejamosquelostestigosmantenganelnombredepila,peroelsuyoespococorriente
—explicóPrice—.Esunaprecauciónextra.Elnombrenuevosuenaparecidoalantiguo,yesodeberíaayudarlaaadaptarse.
StellaGordon. Stell-a, Stell-a, Stell-a. Repetí el nuevo nombrementalmente hasta que las sílabasencajaron.Detestabaesenombre.
ElBuickaceleróalincorporarsealainterestatal.Prontoviseñalesindicandoelaeropuerto,yenesemomento,unfuertedolormeatenazóelpecho.Miavióndespegabaalcabodecuatrohoras.Mecostabarespirar,elairesenegabaaentrar,semetíaaempujonescomoalgosólido.Mesequélaspalmasdelasmanosenlosmuslos.
Aquellonoparecíaunnuevoinicio.AlarguéelcuelloparanoperderdevistalaslucesdeFiladelfia,oPhilly,comodecimoslosnativos.Amedidaqueelcochelasdejabaatrás,sentíaquemividaestaballegandoasufin.
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El sol iluminaba las llanuras deNebraska, atravesandounbancodenubes en el horizonte con susintensosrayosrosáceosydorados.Eracasielocasoyelterrenoseextendíaenunainterminablesucesióndemaizales,salpicadotansoloporlaelevadasiluetadealgúnmolinodevientoosilodegrano.
Atráshabíanquedadolosesbeltosrascacielosdelucesbrillantes,lashistóricasfachadasdeladrillode los comerciosde laMainLine, empapeladasde llamativos anuncios, y los exuberantesy cuidadosjardines y las carreteras sinuosas de los barrios residenciales. Nada de ajetreo de personasapresurándosepor llegar almetropara ir al centrode la ciudad,nadadebocinasde coches lanzandoentrecortadasráfagascacofónicasalhacersemásdensoeltráfico.
ElalguacilPriceyyopasamos juntoalganadoquepastabaaambos ladosde ladesiertaautopistaespantando moscas con el rabo. Algunas alzaron la voluminosa cabeza triangular para mirar concuriosidadennuestradirección,haciendoquemepreguntaracuándohabríanvistouncocheporúltimavez.Bajéunpoquitolaventanilla.Elairequeentrabasilbandoolíaavegetaciónyaalgovivoyextraño.Treschicosdescamisados,flacoscomoalambres,caminabandescalzosjuntoalaautopistaconcañasdepescarapoyadasenloshombrostostadosporelsol.
Meparecíaoír lavozdemimejoramiga,ToryBell.Tehanenviadoa la tierradeLos chicosdelmaíz.Peoresquelostraficantesdedrogasitalianos.Aquínovasadurarniveinticuatrohoras.
—Lasclaseshanterminadoya—dijoPrice—.Todoelveranoparahacerloquelevengaengana.Hatenidosuerte.
—Quésuerte—dije.—Aquíestaráasalvo.Esperó a que yo respondiera, pero ambos sabíamosque no estaba a salvo.Todas lasmañanasme
despertaríapreguntándomesiseríaeldíaenquemeencontraríaDanny.—ViviráconCarminaSongster.Policía retirada.Muycompetente.Sabe laverdadsobreustedy le
servirádetapadera.—¿Ysinomecaebien?—Carminalecaebienatodoelmundo.LallamanGran.TodoelmundolallamaGran.—¿Ymevaaproteger?PricevolviólacabezaparamirarmedesdedetrásdelasRayBan.—Unconsejodeamigo.Cómolevayaesteveranodependerádeusted.Demonios,podríaserincluso
mejorquetolerable.Séqueestáenfadadaconsumadre...—Nolametaenesto—dije,poniéndometensa.—Carminapuedellamarlacuandoestéustedpreparada.Tieneelnúmerodelaclínica.Lofulminéconunamiradaglacialyllenadesignificado.—Hedichoquenoquierohablardeella.—Tienederechoasentirsetraicionadaydolida,perosumadrevaamejorar.Deverdadlocreo.No
sedéporvencida.Ahoralanecesitaaustedmásquenunca.—¿Ycuandoyolanecesitabaaellaqué?—leespeté—.Hacetiempoquedejédecontenerelaliento
esperandoaquemejorara.Ellaeslaresponsabledequeyoestéaquí,enlugardeestarencasaconmisamigosenunmundoenquetodotienesentido.—Mequedésinaliento.
Priceguardósilenciounosminutosantesdecontestar.—Despuésdepresentarle aCarmina, tengoque regresar,peroella sabecómoponerse encontacto
conmigo.Llámemesiemprequequiera.—Ellanoesdemifamilia.Ustednoesdemifamilia.Asíquedejemosestotambién.Sequedómuycalladoycomprendíquemicomentariolehabíadolido.Estabaponiendosuvidaen
peligroparaprotegerme,lomenosquepodíahaceryoerademostrarlealgodegratitud.Peroloquehabíadichoeracierto.Paraélyoerauntrabajo.Noéramosfamilia,yonoteníafamilia.Teníaunpadrealqueno veía nunca y que había rechazado la oferta del fiscal para entrar en el programade protección detestigos conmigo. No podía volver a ponerme en contacto con él nunca más. Y tenía una madre enrehabilitación, a la que esperaba no volver a ver jamás. La familia implicaba amor, compromiso, unsentimientodesolidaridad.Cuandomenosimplicabavivirjuntos.
Recorrimoselrestodel trayectoensilencio.MedesentendídePriceparacontemplarelsolquesefundíabajoelhorizonte.Noimaginabaqueélsolopudieraocupartantoespacio.Allífuera,sinedificiosnibosquesnicolinasque loocultarande lavista, el solnoerauna simpleesfera;parecíaexpandirsecomotemblorosoorolíquido,comoungruesobrochazodepinturasobrelalíneadelhorizonte.
HabíaoscurecidoyacuandoPrice tomóundesvíoparaenfilarunacarreterarural.Nubesdepolvocubrieron las ventanillas. Los baches sacudían el coche y yo iba dando botes en el asiento. Altos yretorcidos álamos flanqueaban la carretera, y por un instante me pregunté cómo sería trepar por susgruesaseinclinadasramashastallegaraloaltodelacopa.Deniña,soñabacontenermipropiacasitaenunárbolconunneumáticoporcolumpio.Peroahorayaerademasiadomayorparadesearesascosas.
Vislumbréapenaslasiluetadeunacasadedosplantas.Teníalaextensióndecéspedmásgrandequehabíavisto,yálamosqueseelevabanporencimadeltejado.Elcéspeddabapasoacamposabiertosymásallánoseveíanadamásqueuncielodecolorzafirosalpicadodeestrellas.
Aquella inmensidadresultabacasiabrumadora.Mesentíacompletamentesola.Habíaviajadohastalosconfinesdelmundo;nohabíanadamásalládeaquellugar.Sidabaunoscuantospasosmás,caeríatalvezporelbordedelaTierra.
Nerviosaporestaidea,abrídenuevounarendijadelaventanillapararespirarairefresco,perolabrisaerahúmedaypegajosa.Losinsectosnocturnoszumbabanconunsuaveymonótonoritmo.Eraunacalma inquietanteyvacíacomoningunaotraquehubieraexperimentado.Derepenteañoré lossonidosquemeeranfamiliares.Jamásmeacostumbraríaaaquellugar.
Priceaminorólavelocidadalllegaralbuzón,comprobandoelnúmeroconeldocumentoquesosteníaenlamano.Trasconfirmarqueeralacasacorrecta,enfilóelsenderodeentradadeunaimponentecasadetablillasblancas.
Lacasateníaporchetantoenlaplantabajacomoenlaprimeraplanta,condosbarandillasblancasque recorrían la fachada en toda su longitud. Una enorme bandera americana colgaba de la segunda,ondeando suavemente bajo la brisa.Varias banderasmás pequeñas clavadas en el césped trazaban uncaminodesdelosescalonesdelporchehastaelsenderodeentradaquediscurríaalolargodelacasa.Alfinaldelsendero,montonesdevistosasflorescrecíanentonelesdewhisky.
—Hemos llegado —dijo Price, apagando el motor. Accionó la apertura del maletero, dondeaguardabamimaleta.
Sabía que tenía que bajarme del coche, pero mis piernas se negaban a moverse. Miraba la casafijamente,incapazdeimaginarmeallídentro.Penséenmiverdaderacasa.Elañoanterior,comoregalode cumpleaños (omásbienpara disculparse por nohaberme inscrito en la autoescuela porque estaba
demasiadoocupadacolocándose,ycasualmenteelmomentohabíacoincididoenel tiempo),mimadrehabía contratado a un decorador para que me cambiara la habitación. Yo lo había elegido todo.Estanteríaspintadasdeblanco,unaarañadelucesdeestilovintage,paredesdecolorazulTiffany,yunescritoriovictorianodecaobaquehabíamoscompradoennuestroúltimoviajeaNuevaYork.Midiarioseguíaguardadobajollaveenelcajónsuperior.Mividaestabaallí.Todoestabaallí.
Cuandosalíamosdelcoche,unamujerselevantódelcolumpiodelporcheydescendiólospeldaños.Lostaconesdesusrojasbotascamperassonaronconfuerzasobrelamaderaenvejecida.
—Ha encontrado el sitio—dijo. Llevaba tejanos entremetidos en las botas y una camisa de telavaqueraconunoscuantosbotonesabiertosenelescote.Loscabellosplateadoslellegabanjustohastaloshombros. Nos examinó con penetrantes ojos azules—. Estaba disfrutando de un vaso de limonadaescuchandoalascigarras.¿Leapetecebeberalgo?
—Esunaofertaquenopuedorechazar—replicóPrice—.¿Stella?Miré a uno y a otro. Ellos me observaron con sonrisas contenidas. Sentí que empezaba a darme
vueltas lacabezayparpadeéunascuantasveces, intentandoenderezarelmundo.Lasbotas rojasde lamujer empezaron a dar vueltas como un caleidoscopio y comprendí que había perdido la batalla.DerepentemeencontrabadevueltaenPhilly,conunhombredesangrándoseenelsuelodenuestrabibliotecaylapareddelfondosalpicadadetejidohumano.Sentíelpesodelacabezademimadreenmiregazoyunossollozosextraños,histéricosbrotándomedelagarganta.Oísirenasdepolicíaenlacalleylasangrequemezumbabaenlosoídos.
—¿Quizá prefieres que te acompañe a tu habitación, Stella? —dijo la mujer, sacándome de misrecuerdos.
SentíquemetambaleabayPricemesujetóporelcodo.—Llevémoslaadentro.Hasidounviajelargo.Unanochededescansoharámaravillas.—No—dije,recobrándomelosuficienteparadesasirmedeél.—Stella...—¿Quéquieredemí?—leespeté,encarándomeconél—.¿Quierequebebalimonadaymecomporte
comosi todoesto fueranormal?Noquieroestaraquí.Yonohepedidoesto.Todo loqueconozcohadesaparecido. ¡Nunca... nunca se lo perdonaré!—barboté las palabras antes de queme diera cuenta.Teníaelcuerpotensoysudoroso.Mefrotélosojos,negándomeallorar.Almenoshastaqueestuvierasolaypudieracorrerelriesgodedesmoronarme.Meclavélasuñasconfuerzaenlapalmadelamanoparaarrancareldolordemicorazónyconcentrarloenunlugarmássoportable.
Antes de llevarmi equipaje hasta la casa, vi a lamujer,Carmina, apretando los labios, y aPricededicándole una mueca de disculpa como diciéndole que el comportamiento adolescente eraimpredecible.Medabaigualloquepensaran.Sicreíanqueestabasiendoegoístaydifícil,seguramenteteníanrazón.YsiconvertíaaquelveranoenuninfiernoparaCarmina,talvezmedejaríamarcharmeantesparavivirpormicuenta.Noeralapeorideaquehabíatenido.
Pricesubiórápidamentelospeldañosdelporcheysujetólapuertaconmallametálicaparadejarmepasar.
—Quizáserámejorposponerlavisitaalacasahastamañana.Puedequeloquenecesiteahoraseadormir—dijoCarmina.
—Nopuedoserelúnicoqueestáagotado—convinoPricedeinmediato.Yonoestabacansada,perotenía tantasganasdeencerrarmetrasunapuertacomoellos,asíqueno
discutí.Medabaigualquemehicieraparecerobediente.Carminatardaríamuypocoendarsecuentade
que,pormuchoqueelDepartamentodeJusticiamehubieradadounanuevavidayunatapadera,yonoibaafingirqueestabadeacuerdocontodoaquello.
Elinteriordelacasaolíaaaguaderosas.Elbonitopapelestampadoenfloresdelasparedesseibadespegando,yenlasaladeestarvislumbréunossofásderaídapanaazul.Sobrelachimeneacolgabalacabezadeunaespeciedeciervoconastas.Jamáshabíavistonadatanrústicoyhortera.
Carminaencabezólamarchaporlagastadaescalera.Enlaparedhabíaagujerosdeclavos,perolosretratos se habían quitado. Por primera vez sentí curiosidad sobreCarmina.Quién era. Por qué vivíasola.Siantesteníafamiliayquéhabíapasadoconella.Perodesechélaspreguntasalinstante.Aquellamujernosignificabanadaparamí.Eraunasustitutademimadreproporcionadaporelgobiernohastaqueyocumplieralosdieciochoañosafinalesdeagostoylegalmentepudieravivirpormicuenta.
Alfinaldelaescalera,Carminaabrióunapuerta.—Dormirásaquí.Haytoallaslimpiasenlacómodaylobásicoparaelaseopersonalenelcuartode
bañodeallado.Mañanapodemospasarporlatiendaycomprarloquehagafalta.Eldesayunoesalassieteenpunto.¿Algunarestricciónenladietaquedebaconocer?¿Noserásalérgicaaloscacahuetes,no?
—No.—Pueshastamañanaentonces—dijoella,asintiendocomplacida—.Queduermasbien.Carminacerrólapuertayyomesentéenelbordedelacamaindividual.Losmuellesemitieronun
chirridodiscordante.Laventanaestabaabiertayentrabaunabrisacálidayhúmeda.MepreguntéporquéCarminanoponíaelaireacondicionado.Nopensaríadejarlasventanasabiertastodaslasnoches,¿no?¿Esoeraseguro?
Cerrélaventana,echéelpestilloycorrílascortinasdealgodónazuldeuntirón,peroinmediatamenteelairecalientesehizosofocante.Melevantéelpeloparaabanicarmeelcuello.Luegomequitélaropaymedejécaerdenuevoenlacama.
La habitación era pequeña, con las dimensiones justas para dar cabida a la cama y la cómoda deroble.El techoadosaguashacíaque lasparedesparecierancernirseaúnmás sobremí.Seguí con lamirada el rastro de rectángulos azules en el techo deslucido donde los pósters, ahora desaparecidos,habían conservado el color original de la pintura. Pintura azul, cortinas azules, sábanas azules. Y unpolvorientoguantedebéisbolenelestantesuperiordelarmarioabierto.Allídebíadehabervividounchico.¿Adóndesehabríaido?
Aalgún lugarmuylejano,sinduda.Encuantoyocumpliera losdieciocho tambiénmeiría lejosdeaquellugar.
Metí lamano en el bolsillo delantero demimaleta y saquéunpuñadode cartas.Contrabando.Sesuponíaquenodebíallevarconmigonadademiantiguavida,nadaqueconstituyeraunapruebadequeprocedía de Filadelfia, y sentí la emoción de aquella pequeña rebeldía, aunque fuera accidental.Llamadmesentimental,peroúltimamentellevabaconmigolascartasdeReedatodaspartes.Cuantomásinestableseibavolviendomividafamiliar,másconsueloencontrabaenellas.Cuandomesentíasola,merecordaban que tenía aReed. Élme quería. Élme apoyaba.Hasta hacía tres noches, tenía las cartasguardadas en el bolso. Las había pasado a la maleta para evitar que las descubrieran. Algunas eranrecientes,perootrasseremontabanadosañosatrás,cuandoReedyyohabíamosempezadoasalirjuntos.Prometiéndomeamímismaracionarlas,agarréunadelasprimerasydevolvíelrestoasuescondite.
ESTELLA,NOSÉSIALGUIENTEHABRÁDEJADOALGUNAVEZUNANOTADEBAJODELLIMPIAPARABRISAS,PEROMEHA
PARECIDOQUESERÍADELACLASEDECOSASQUETEPARECERÍAROMÁNTICA.¿RECUERDASAQUELLANOCHEENEL TREN,CUANDONOSCONOCIMOS?NO TE LOHEDICHONUNCA,
PEROTEHICEUNAFOTOAESCONDIDAS.FUEANTESDEQUETEDEJARASELMÓVILENELASIENTOYYOFUITRASDETIPARADÁRTELO(TODOUNHÉROEQUESOY).BUENO,ELCASOESQUEFINGÍAMANDARMENSAJESPARAQUENOTEDIERASCUENTADEQUETEHACÍAUNAFOTO.AÚNLATENGOENELMÓVIL.
TEQUIERO.AHORA HAZME EL FAVOR DE DESTRUIR ESTO PARA QUE PUEDA CONSERVAR LA DIGNIDADINTACTA.
XREED
Apretélacartacontramipechoynotéqueserelajabamirespiración.Porfavor,quepuedavolverprontoaverlo, roguéensilencio.Nosabíacuánto tiempomeservirían lascartasparaseguiradelante.Pero lacartadeaquellanochehabíacumplidoconsucometido; lasensacióndesoledadabandonómicuerpo,dejándomeconunprofundoagotamientofísico.
Me tumbé de lado esperando dormirme enseguida. En cambio, cada vez eramás consciente de lasilenciosaquietud.Eraunsonidovacío,esperandoa ser llenado.Mi imaginaciónnoperdióel tiempoinventandoexplicacionespara los levescrujidosde lasparedes,queseencogíanaldisiparseelcalordiurno. No podía borrar demimente la imagen de los negros ojos de Danny Balando cuando acabésumiéndomeenunintranquilosueño.
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Elruidosordodeuncortacéspedentrabaporlaventanadeldormitorio,quehabíaabiertoenmediode la noche tras despertarme mareada de calor y bañada en sudor. El zumbido del motor se fueacercando,pasójustodebajodelaventanaysealejóhaciaelextremomásalejadodelcésped.Entreabríunojosoñolientoyencontréelrelojdelamesitadenoche.
Alinstantemesentíinvadidaporlairaylaindignación.Apartélassábanasdeunapatada,asomélacabezaporlaventanaygrité:
—¡Eh!¿Havistolahoraquees?El tipo que empujaba el cortacésped no me oyó. Cerré la desvencijada ventana con un golpe.
Amortiguóelruidomínimamente.Lehice lapeinetaal tipo.No lovio.Losprimerosrayosdelamanecerasomabanpordetrásdeél,
iluminandomiles de motas de polen y mosquitos que zumbaban en torno a su cabeza como un halo,mientrasempujabaelcortacéspedporel jardíndeCarmina.Tenía lapuntade lasbotasmanchadasdeverde por la hierba, y llevaba un sombrero vaquero tostado calado sobre los ojos. También llevabaauricularesenlasorejasylevimoverloslabiossiguiendolaletradeunacanción.
Memetíuncamisónporlacabezaysalíalpasillo.—¿Carmina?—Caminésilenciosamentehastaelfinaldelpasilloyllaméalapuertadesudormitorio.Lapuertaseentreabrió.—¿Quéocurre?¿Quéquieres?Suhabitaciónestabatanoscuraquenoleveíalacara,perodetectélapreocupaciónensuvozyoíque
buscabaalgoatientasenelsuelo,seguramentelaropa.—Hayalguiencortandoelcésped.Elladejócaerlaropayseenderezó.—¿Y?—Solosonlascinco.—¿Mehasdespertadoparadecirmequéhoraes?—Nopuedodormir.Hacedemasiadoruido.Losmuellesdel colchóncrujieroncuandoella se sentóen la cama,dejandoescaparun suspirode
exasperación.—ChetFalconer.Vivecarreteraadelante.Quiereacabareltrabajoantesdequeaprieteelcalor.Bien
porél.¿Notienesunodeesosaparatitosdemúsica?Ponteunacanciónynoleoirás.—NomepermitierontraermeeliPhone.—Un iPhoneno es loúnicopor aquí con loque sepuede escucharmúsica.Prueba en el cajónde
abajodelacómodadetuhabitación.Yahoravuelvealacama,Stella.Seinclinóhaciadelanteymecerrólapuertaenlasnarices.Erguí la espalda y volví a mi habitación caminando envarada. Eché una mirada malévola por la
ventana, observando a Chet Falconer mientras terminaba otra hilera y le daba media vuelta alcortacésped.Desdeaquelángulonopodíaverlelacara,perounamanchadesudorlehabíaempapadolapartedelanteradelablancacamiseta,ycuandosedetuvoparaenjugarselacaraconlamanga,elbordede la camiseta se levantó, dejando al descubierto un firme estómago. Tenía los brazos bronceados y
musculosos, y daba golpecitos con el pulgar en el mango del cortacésped para seguir el ritmo de lamúsica que estuviera escuchando. Era obvio que había empezado lamañana bebiéndose una cafeteraentera.Dadoqueyonopodíadecirlomismo,melimitéamirarleconelceñofruncido.Sentílatentacióndeabrirlaventanaygritarlealgunaobscenidad,peroentrelosauricularesyelcortacéspederaimposiblequemeoyera.
Me tumbé boca abajo sobre la cama y apreté la almohada fuertemente sobre mi cabeza. Elcortacésped seguía zumbando a través del cristal de la ventana comoun insecto furioso. Siguiendo elconsejodeCarmina,abrídeuntirónelcajóninferiordelacómodayestuveapuntodeatragantarmederisa.
DentrohabíaunwalkmanSony,con radioAM/FMy reproductordecasetes.Lesopléencimaparaquitarleelpolvo,pensandoquenohabíaviajadohastaNebraskasinoalsigloanterior.
Revisélascintasdecaseteesparcidasporelfondodelcajón,leyendolasetiquetasescritasamano:Poison,Whitesnake,VanHalen,Metallica.
¿Carmina tenía un hijo? ¿Era aquel su dormitorio antes de que, sabiamente, se hubiera pirado deThunderBasin?
ElegíVanHalen,porqueeralaúnicacintaquenonecesitabarebobinarse.Ledialplay,meacurruquébajolassábanasysubíelvolumenhastaquedejédeoírelzumbidodelcortacéspeddeChetFalconer.
Bajé a la cocina a las diez, siguiendo el olor a bacón y huevos para encontrar el camino. Norecordabalaúltimavezquehabíacomidobacónconhuevos.EnDisneylandia,seguramente,cuandoteníasiete años, acompañandounas tortitas en formadeMickeyMouse.La ideadecomer enunamesaconplatosauténticos,pornohablardequealguiencocinaraparamí,era impensable.MidesayunonormalconsistíaenunlatteconlechedesnatadaygachasdeavenaintegraldelStarbucks.Melotomabaenelcochedecaminoaclase.
Cuandoentréenlacocina,encontrélamesalimpiaylacomidahabíadesaparecido.Atravésdelapuerta con malla metálica que conducía a la parte de atrás, vi a Carmina de rodillas en el jardín,arrancandomalashierbas.Ajuzgarporlaenormepilaqueteníaallado,llevabaallíunbuenrato.
—Creoquemeheperdidoeldesayuno—dije,acercándome.—Esoparece—replicósinalzarlavista.—¿Mehaguardadoalgo?—Queyosepa,elbacónyloshuevosnosabenbienfríos.—Vale,locapto.Siteduermes,telopierdes—dije,encogiéndomedehombros.Sicreíaqueibaa
salirse con la suyamatándome de hambre, es que no teníamucha experiencia comomadre.Yo podíapasarperfectamenteconunatazadecafé.Noseríalaprimeravez—.¿Cuándosecome?
—Cuandohayamosidoapresentarunascuantassolicitudesparatrabajosdeverano.—Noquierotrabajar.—Lasclaseshanterminado,asíquelamayoríadelostrabajosdeveranoyasehacubierto,peroalgo
teencontraremos—prosiguióella.—Noquierotrabajar—repetíconmayorfirmeza.Jamáshabíatrabajado.Mifamilianoeradedinero
(novivíamosenunagranfincaenlaMainLine,ynopodíavestirmehabitualmentealestilodeJackelineOnassis),pero tampocovivíamosaldía.MimadrehabíasidopresentadaensociedadenKnoxville,yaunquesehabíagastadotodoloquepodíaconsiderarsecomosudote,paraellaeraimportantemantener
lasapariencias.Simplementenopodíapermitirquemevierantrabajando.Mipadreeradirectorenunaempresadecapital riesgo,y trasdivorciarsedemimadrehacíamásdedosaños, lahabíadejadocondinerosuficienteparaquenotuvieraquetrabajar.Hastahacíaunoscuantosdías,yovivíaconmimadreenunbarrioresidencial,enunabonitacasadepiedragrisubicadaalfinaldeunalargacallesinsalidaflanqueadadeárboles.Dadas lascircunstancias,nohabía tenidolamotivaciónnieldeseodesudar lagotagordaporelsalariomínimo.
Ydesdeluegonoestabaacostumbradaarecibirórdenes.Mimadreeramásunacompañeradepisoqueunamadre;amenudoéramoscomobarcosquesecruzanenlanoche.Hacíaañosquenadiemedecíaquédebíahacer.
Carminasesentóencuclillasymemiródefrente.—¿Quévasahacerdurantetodoelverano,niña?¿Estardebrazoscruzadoscompadeciéndotedeti
misma?Noserábajomitecho.Unachicadetuedadtienequeaprenderavalerseporsímisma.Me pasé la lengua por los dientes, sopesando mis palabras. Si Carmina quería pelea, podía
complacerla. Pero si ella, que era adulta, me incitaba a pelear, parecía lógico pensar que tenía unaintenciónoculta.Quizácreíaquesiyomeponíaagritaryachillarysacabadedentrotodomidolor,derepentemeconvertiríaenunapersonanueva.UnapersonaquequisierapasarelveranoenThunderBasin.UnapersonaquequisierahacerlelavidafácilaCarmina.
—Deacuerdo—dije,esforzándomeporhablarconserenidad—.¿Quétipodetrabajocreequepuedoconseguir?
Carminafruncióelceño,demostrandoquemisuposicióneracertera.Esperabaqueyomerebelara,quemedesahogaradescargandomiira.Queríaquelohiciera.Puesteníaunamalanoticiaparaella.Lapoli jubiladahabíaperdido superspicacia.Nome teníacalada.Yamíno semeocurríaunavictoriamayor.
—Bueno—dijo por fin pensativamente—, puedes servir comidas.He oído que el SundownDinerbuscacamareraparasudrive-in.Opodrías trabajar en losmaizales; siempreandanbuscandopeones.Peroesun trabajoduroycalurosoy se trabajanmuchashorasporun salarioquenoesnadadelotromundo.
—Deacuerdo—dije,todavíafríayserena—.Voyadarmeunaduchayaprepararme.Al llegar a mi habitación ya había cambiado de opinión sobre el trabajo. Seguramente lo iba a
detestar,peronopodíaserpeorqueestartodoeldíaencasasinhacernadaconCarmina.Además,teníala sensación de que estaba convencida de que una mocosa malcriada y maleducada como yo iba afracasarencualquier trabajomanual,estabadispuestaademostrarlequeseequivocaba.Un trabajodeveranonopodíasertandifícil.Hacerhamburguesaseraasqueroso,peronosenecesitabaseringeniero.Y si conseguía el trabajo del restaurante, tendría aire acondicionado. Seguro que Nebraska habíaadoptadosemejantecomodidadmoderna.
Mepareció algo irónicoqueyo, la típicaprincesita del castillo de la colina,mevieraobligada aadoptareldisfrazquemenosdeseaba,eldecriadapobreytrabajadora.MepreguntésielalguacilPriceyelrestodesusamigosdelDepartamentodeJusticialohabríanplaneadotodoparadarmeunalecciónde humildad. Seguramente lo encontraban divertido. «Adelante, chicos. Reíros todo lo que queráis.Cuandotodoestotermine,seguiréisllevandotrajesbaratosytratandoconlaescoria.Mientrastanto,elgobierno tendráquedescongelar las cuentasdemi familia, yo recuperarémidinero,y estehumillanteveranonoseránadamásqueunrecuerdolejano.»
Mediahoramás tardesalíadelcuartodebañocon loscabelloshúmedosy lapiel impregnadadel
olorbaratodeIvory.Llevabaunostejanoscortadosyunacamisetablancasencilla.Nomehabíapuestomásmaquillajequeunos rápidos toquesdecremahidratanteyunpocodebrillo labial.Aunquehabíatantahumedadquenonecesitabaningunadelasdoscosas.
Carminasehabíatrasladadoaljardíndelanteroparaseguirarrancandohierbajos.Estabaarrodilladajuntoalmacizodefloresdelfinaldelsendero,arrojandohierbajosenuncubo.Cuandocerrédegolpelapuertadelporche,alzólamiradabajolaanchaaladesusombrerodepaja.
—¿Qué clase de trabajo esperas conseguir vestida así?—preguntó, sentándose en cuclillas paraexaminarme.
—Medaigual.—Sitedaigual,tendrásqueconformarteconloquenoquieranadiemás.—Alguientienequehacerlo.—Veoquelasganasnotefaltan.Bueno,puessubealacamioneta.EnelsenderohabíaunaviejacamionetaFordconlapinturaazuldesconchada.Mesubíenelasiento
delcopilototrasabrircondificultadlapesadapuerta.Elinteriordeambaspuertasestabaoxidadoyelrellenodeespumaasomabaporlosasientosrajados.Laguanteraestabaabierta.Intentécerrarla,peroelmecanismodeseguridaddebíadehaberseroto,porloquelatapavolvióaabrirsedegolpeenlamismaposiciónquelahabíaencontrado.Puselosojosenblanco,esperandoquelasiguientesorpresanofueraunaratacorreteandopormispies.
—Estoy impaciente por pedirte prestada esta chatarra—dije sarcásticamente por lo bajini cuandoCarminaseacomodótraselvolante.
—Cómpratetúunacamioneta.Paraesoseganaunsalario.—Apretóelpedaldelacelerador,girólallave del contacto y el motor cobró vida—.Me compré esta camioneta con el sueldo de mi primertrabajo. Fue agradable sentirse una mujer independiente. Por nada del mundo te privaría de esasatisfacción.
—¿Dequéañoes?—Del79.Soltéunsilbido.—Esmásviejadeloquepensaba.—¿Esoesloquecrees?—Serioconganas—.Niña,¿notehadichonadiequeerestanviejocomote
sientes?Ajuzgarporesacaralargaymustiaquetienes,nosoylaquetienequepreocuparse.Cuandobajábamosporelcaminodegravaqueconducíaalacalleasfaltadaporlaquellegaríamosal
pueblo,pasamospordelantedeunacasadedosplantasdeladrillorojoalasombradeunbosquecillodeálamos.Habíamacetasdeflorescolgadasenelporcheyelestiloarquitectónico teníaelencanto,yelpotencial,deunacasadehuéspedesrural.
En ese momento, Chet Falconer apareció por una esquina de la casa llevando una caja deherramientas oxidada en unamano y una escala en la otra. Tampoco entonces le veía el rostro, peroreconocíelsombrerovaqueroylacamisetablanca.
—¿Quéedadtiene?—pregunté.—Diecinueve. —Un segundo después, Carmina me miró a los ojos como si de pronto hubiera
percibidoalgoimportante—.Oh,no.Nihablar.Niseteocurra.Esechicoyatienesuficientesproblemas.—¿Quéclasedeproblemas?—Solohayunaclasedeproblemas, laclasedelaquetemantienesalejada—dijoCarminaconun
tonoquemeconvenciódequenoibaarevelarmenadamás,pormuchoqueinsistiera.Puesvale.Sabía
ser paciente. Seguramente ella no se daba cuenta de que, al no decirme nada,me convencíamás quenuncadeseguirindagandosobrenuestrohombremisterioso.
ObservélosbrazosdeChetexhibiendomúsculosaldepositarlacajadeherramientassobreelporcheyapoyarlaescalacontraelcostadodelacasa.Unacosaerasegura,teníauncuerpoestupendo.Talvezloschicosdelcamposabíancómomoldearlo.
—Hacemuchas tareasdemantenimientopara tenerdiecinueveaños—dije—.Suspadresdebendeserunosnegreros.
Carminamelanzóunamiradadedesaprobación.—Suspadresmurieron.Éleselhombredelacasa.Sinoseocupadeella,noloharánadie.Mecostabacreerquetuvieralacasaparaélsolo.Entresmeses,yopodíasercomoélyvivirsolaen
laciudadqueyoeligiera.NopodíavolveraFiladelfia,perohabíaotrossitiosquemegustaban.Bostonencabezabalalista.
—¿Aquéuniversidadiráenotoño?—Aninguna.—¿SevaaquedarenThunderBasinacortarcéspedeselrestodesuvida?Carminaapartólosojosdelacarreteraparamirarme.Vienellosundestello.Ira,pesar.Unachispa
dedolor.—¿Teparecemal?—preguntóconfrialdad.—Sí,esdeperdedores.Deberíairselomáslejosposibledeaquíyconseguirunaauténticavida,un
auténticotrabajo.Carminanoreplicó,selimitóamantenerlavistafijaalfrente,peroyosabíaquehabíacomprendido
miinsultoperfectamente.SerpolicíaenunpueblodemalamuertecomoThunderBasinnoeraunmododevidaauténtico.Peroelhechodequepermanecierasentadaallí,encajandoeldesaireconelmentónresueltamente levantado hizo que en cierta manera tuviera la impresión de que aquel asalto lo habíaganadoella.
Dedicamos las dos horas siguientes a entrar y salir de locales de comida rápida y cafeteríasgrasientasquesalpicaban lassietemanzanasdecasasdelcentrodeThunderBasin.Lamayoríade losedificioserandeladrillorojoodehormigónencalado.Unaelevadatorredeaguayunoscuantossilosdegranoconstituíanelrestodelpaisajeurbano.Enunatiendahabíaclavadouncartelescritoamanoquerezaba:CORTESDEPELO,7,5FIADO.SololapropinademicortedepelohabitualenPhillyyatriplicabaesacantidad,penséfríamente.
Rellenéunasolicitudentodoslosrestaurantes,queentreguéalencargado.DiminombreyminúmerodelaSeguridadSocialfalsos,queconcordabanconmipasaportefalso.Carminameayudóarellenarladirección y el número de teléfono donde podían encontrarme. Marqué las casillas para camarera,friegaplatosyencargada.Medabaigualeltrabajo.Losdetestabatodos.Pasaríalostresmesessiguienteshaciendoloquetuvieraquehacer,yluegosaldríapitandodeallí.
—¿Hasvistoalgoqueteguste?—preguntóCarminaduranteeltrayectodevuelta.Miré por la ventanilla la neblina verde que pasaba por delante como un borrón. El terreno era
completamentellano,nohabíacolinasqueascendernivallesalosquebajar.Lacarreteraerarecta,conpulcras hileras de plantas alzándose a ambos lados, y una cúpula celeste que se cernía sobremí.Mesentíacomounahormigabajounvaso.Acalorada,condenada,sinesperanza.
—No.—Deberíasponerteunospantalonesdevestiryunablusa.—Nadielosllamayapantalonesdevestir.—Causanmejorimpresiónqueesostejanoscortadosqueenseñanlamitaddelmuslo.Mepasélosdedosseductoramenteporelmuslohaciaarriba.—Másdelamitad,Carmina.Muchomásdelamitad.Además,nointentoimpresionaranadie.Ellasevolvióparamirarme,abriendolosojosenungestoteatral.—Nomedigas.
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Después de comer, Carmina se fue al grupo de estudio de la Biblia. Me quedé sola en la casa,atrapada. No tenía coche. Solo podía llegar hasta dondeme llevaran los pies. Seme ocurrió que siconseguíauntrabajo,Carminatendríaqueproporcionarmeuntransporte.Noibaarecorrerapielosochokilómetrosdeidayvueltahastaelpueblo.Enaquelmomentomehabríaconformadoconunabici.Cadavezmeconvencíamásdequetenertrabajonoibaaserlapeormaneradepasarelverano.
VilacamionetadeCarminaalejándoseentresacudidasporlacarreteradegrava.Dejécaerlacortinadelahabitacióndemidormitorioydecidíbajaraverlatelevisión.Almenosenlaplantabajaestaríamásfresca.Despuésdeverlatele,podíasentarmeenelcolumpiodelporcheasorberunpoloyescucharaloscoyotes.Porquedesdeluegoallínohabíanadamásquehacer.
Bajéporlasescalerasyjustoenesemomento,sinmás,elpasadoseabalanzósobremí.Los traumáticos flashbacks eranmás fuertesque los recuerdos.Noperdía el conocimiento (estaba
consciente),perolosflashbackseclipsabanmivisiónreal.Eranmuyreales.Ysiempreempezabanenelmismositio.Eradespuésdelamedianoche.Volvíaallegarmástardedemihora.Noqueríaarriesgarmeadespertaramimadre(¿aquiénqueríaengañar?Seguroquesehabíadesmayado),asíqueaparquéelcochemásabajo,frentealacasacontiguaanuestracasadepiedragris.ExtrañamentetambiénhabíaunHondaCivicblancoaparcadoallí.LosFoggnodejabannuncacochesaparcadosenlacalle.YnoteníanunHondaCivic.
Meencogídehombrosymeencaminé rápidamentea laparteposteriordemicasa,hurgandoenelbolsoenbuscadelasllaves.
Cuando subí los peldaños de la parte de atrás,me llegó el olor de nuestros setos de boj y de losárbolesflorecidos.Aunqueprocurabaestarlomenosposibleencasayevitaramimadrecuandoestabaallí,meencantabanuestracasa,sobretodoeljardín.Eramievasiónfavorita.Holgazaneabaporeljardín,ocultaalasombradelosviejosárboles,soñandodespiertamientrasescuchabamúsicadeBenHoward,delosOhHellos,odeBoy.
Entréencasa.Laluzdelacocinanoseencendía.Tampocolaarañadelcomedor.Nosemeocurrióentonces que ocurriera algo malo. Supuse que mi madre había olvidado cambiar las bombillas. Aoscuras,medirigía tientasa laescaleraconpasorápidoy ligero.Consuerteno tendríaqueveramimadrehastaeldíasiguiente.
Cuandopasépordelantedelaspuertasdecristalbiseladodelabiblioteca,lavidesplomadaenunodelossillonesorejerosdepiel.Laluzdelalunasefiltrabaatravésdelospostigosbañándolaenunaluzblanca como la cera. Sobre la mesita estaban desperdigados sus accesorios de fiesta, una coloridamezcolanzadepastillas.Empezabaasentirrepugnancia...
Yentonces...Y entoncesmimirada se desvió hacia las sombras a espaldas demimadre. Aturdida, contemplé
fijamenteelcuerpodesplomadodeunhombre.Tenía lasextremidadesextendidasenángulosextraños.Meacerqué.Noquería,peronopudeevitarlo.Seguícaminandohastaencontrarmedepieasulado,consusvacíosojosmarronesalzadoshaciamí.
Enlafrenteteníaunpulcroagujerodebala.
Salí del flashback jadeando. Busqué a tientas el interruptor de la luz al pie de las escaleras deCarmina,ymesentíaliviadacuandodeinmediatolaluzahuyentólaoscuridad.
Elmuertoestabaenunataúdadosmetrosbajotierra.YDannyBalandoestabaenlacárcel.Nopodíahacermedaño.SehabíaborradoelrastroquemellevabahastaThunderBasin;jamásencontraríaaStellaGordon.
Conunfríoestremecimiento,volvíasubiramicuartoysaquéunadelascartasdeReeddelamaleta.Lonecesitabaallíconmigo, tranquilizándome,asegurándomeque todo ibaa salirbien,peroesanochetendría que conformarme con sus palabras.Me enfurecía que elDepartamento de Justicia nos hubieraseparadodeaquellamanera.Ibanahacerposiblequemimadresereunieraconmigo;entonces,¿porquénolohacíantambiénconReed?Dehaberpodidoelegir,habríapreferidovivirconél.Nisiquierahabríatenidoquepensarlo.
ESTELLA,ANOCHEMEPELEÉCONMIPADRE.FUETRISTE.AHORAQUETENGO17AÑOS,MEESTÁPRESIONANDO
PARAQUEMEALISTE.HACEAÑOSQUELEDIGOQUENOPIENSOSEGUIRSUSPASOS,PEROÉLSENIEGAAESCUCHARME.FUI A TU CASA PARA PASAR AHÍ LA NOCHE, PERO NO ESTABAS Y NO CONTESTAS ALMÓVIL.LLÁMAMECUANDORECIBASESTO.ESPEROQUENOTEMOLESTEQUEMEPRESENTEAHÍCADADOSPORTRES.DETESTOESTARENMICASA.CUANDOESTOYAQUÍ,MIPADRENOMEDEJAENPAZ.DESPUÉSDELA
PELEA,MEDIJOQUESIME IBANOMEDEJARÍAVOLVERAENTRAR.BUENO,PUESMEFUI.NOSÉQUEVAAOCURRIRAHORA.ANTESESPERABAQUEMIMADREMEDEFENDIERA,PEROSÉQUENUNCALOHARÁ.SIEMPRESEESCONDE,SEMETEENLACAMAUSANDOLAFIBROMIALGIACOMOEXCUSAPARANOINVOLUCRARSE.ESUNAENFERMEDAD, PERO TAMBIÉN ES SU MECANISMO DE HUIDA.TIENE QUE ENFRENTARSE A ELLA Y DE ESTEMODONOTIENEQUEENFRENTARSEANOSOTROS.OJALÁTUVIERADINEROSUFICIENTEPARAIRMEAVIVIRPOR
MICUENTA.ALGÚNDÍALOHARÉ.YTELLEVARÉCONMIGO.
XREED
Medolíarecordarnuestrosplanes.Íbamosaescaparnosyainiciarunanuevavidajuntos.Ahoranosabíasivolveríaaverlo.ReedpodíaestarenKentuckyoenKansas.Jamáslosabría.Amenosquefueraensubusca.
Ypodíahacerlo,porquesabíacómoencontrarlo.ElalguacilPricehabíadejadomuyclaroquenodebía jamás,bajoningunacircunstancia, tratarde
ponermeencontactoconningunapersonademividaanterior.DannyBalandoysuspeligrososesbirrosnodejaríannuncadebuscarme.Solopodríanencontrarmesiyorompíalasreglas.
SabíaqueponermeencontactoconReederaromperlasreglas,peroélyanoestabaenPhilly.EstabatambiénenelWITSEC,elprogramadeproteccióndetestigos.Sehabíaneliminadosusvínculosconlaciudad,ysilosalguacileshabíanhechountrabajolamitaddebuenohaciéndoledesaparecercomoelquehabíanhechoconmigo,poniéndomeencontactoconReedno ibaadarningunapistaa loshombresdeBalandosobremiparadero.
Nohabíavistoningúnordenador en casadeCarmina, yde todas formasno lohabríautilizado.Siqueríaseguiradelanteconaquello,nopodíadejarningúnrastro.Antesenelpueblohabíavistoletrerosindicandoladireccióndelabibliotecapública.Estabademasiadolejosparairandandoaquellanoche,peroimaginabaqueCarminatendríaalgunabicicletaguardadaenalgúnrincóndeldesvencijadoestabloquehabíadetrásde lacasa.Nosabíacuántodurabaelestudiode laBiblia,perosindudadisponíaal
menosdeunahora.Atravesécorriendoeljardíndeatrás,matandomosquitosamanotazos,abrílaspuertasdelestablode
par enparypaseé lamiradapor aquel inmenso espacio.El aireolía amohoy aheno.Yagasolina.Estaba segura de que el olor a gasolina procedía del gran automóvil oculto bajo una lona que seencontrabaalfondodelestablo.AlcélalonayviqueCarminadisponíadeunviejoFordMustang.Teníaunfeocolormarrónyhabíaunpuñadodeavisponesmuertossobreelsalpicadero,peronoibaaponermequisquillosa.¿Quéposibilidadeshabíadequelograraponerloenmarcha?
Carminahabíadejadolasllavesenelasientodelconductor,asíquemefuemuyfácilencontrarlas.Trasunoscuantosintentos,elmotordelMustangseencendióconunquejidoyelairesellenódeolor
agasolinaquemada.Carminanomepermitíatomarprestadalacamioneta,peronomehabíadichonadadenoconducirelMustang.
Mesabíaelcaminoalpueblo,queeratodorectounavezseenfilabalacarreteraasfaltadaalllegaralfinaldelsenderodegravadeCarmina.Unavezenelpueblo,nomecostónadaencontrarlabiblioteca.Solohabíaotrostrescochesenelaparcamiento,asíqueteníadóndeescoger.Resultabararonotenerquerecorrertodoelaparcamientoydarvariasvueltasalascallesdelosalrededoresenbuscadeunlugardondeaparcar.EnPhillycasinuncaibaalcentroencocheporesarazón.Eramuchomáscómodoirentren.
Solicité el carnet de la biblioteca en la recepción. Tras comprobar la foto y la dirección de mipasaporte,labibliotecariamediouncarnetprovisional.Eldefinitivomellegaríaporcorreoenunpardesemanas.Carminanosospecharíanada.Lediríaquemegustabaleer,loqueeracierto.
EncontréunordenadordesocupadoymemetíenInternet.PocodespuésdequeReedyyohubiéramosempezadoasalirjuntos,élhabíaabiertounacuentaprivadadee-mailalaqueambosteníamosacceso.Enlugardeenviarnoscorreos,nosescribíamosborradoresparaqueelotrolosleyera.Losborradoresloseliminábamosdespuésdeleerlos.Reedhabíaleídoenunartículoqueeraunatécnicaqueusabanlosespías,yaunqueamímeparecíaunpocoexagerado,nomeopuse.Supadreeramilitar,delejército.Laeducaciónquerecibestedetermina.Alprincipiousábamoselcorreoregularmente...luegoloolvidamosporcompleto.
Conunospocosy rápidospasos,accedía lacuentaprivadadee-mail:[email protected]. Lacarpetadeborradoresestabavacía.
Intenté no desanimarme. Esperaba encontrar un nuevomensaje, sobre todo porque Reedme habíarecordadolacuentasecretaeldíaanteriorpor lamañana,antesdeabandonarelmotel.Queríahacerlesaberqueestababien,asíqueredactéunbrevee-mail.
Hellegadosanaysalva.Bueno,quizálosegundonotanto.Deberíasverestelugar.Casipreferiríaestarmuerta.Dimealgoparasaberqueestásbien.
Releímispalabrasconcuidado,asegurándomedequeerancompletamenteinofensivasynosuponíanningunaamenazaparamíenelimprobablecasodequealguienlasinterceptara,luegotecleéunabreveposdata:
P.D.Hanmetidoamimadreendesintoxicación.Asabercómoacabarálacosa.
Guardéelborradorycerrélasesión.Resoplé.Ahoratendríaqueserpaciente,virtudquenuncamehabíagustadoyquemenosaúnhabía
sabidopracticar.
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Cuandosalídelabiblioteca,elcieloeranegroterciopeloydiamantes.EnPhilly,lanochesignificabaunacosa:preocuparmepormimadre,porsaberconquiénestaba,quéestabahaciendo,ysitendríaquesalirabuscarla.Mequedéparadauninstante,analizandocautelosamenteaquellaoscuridaddesconocida.Era tan serena, tan sencilla, tan agradable, que parecía ridículo tenerle miedo. Sentía en la piel elhormigueodelairecálido.Olíaaunfrescoverdor.Laoscuridadsuponíaunalivioparaelsolardientequemehabíahechoescocerlosojostodoeldía.Cubríaelpaisajedesombras.Casimehizoolvidarlosmaizalesyelcieloazulísimo,casimehizoolvidardóndeestaba.
En el aparcamiento solo quedaba un coche, el Mustang de Carmina. No sabía qué lugaresfrecuentabanlosadolescentesdeThunderBasindenoche,perodesdeluegolabibliotecanoeraunodeellos.Habríarecorridolassietemanzanasdelacalleprincipalenbuscadesignosdevidanocturna,peroseguramenteCarminavolveríaprontoacasadelestudiodelaBiblia.Nopodíasaberloquehabíaestadohaciendoaquellanoche.
LedialallavedecontactodelMustang.Elmotorsoltóunresoplido,perosenegóaencenderse.Lemetígasyvolvíaprobar.Másgruñidosyzumbidos,peroelmotornoseencendía.Teníalasventanillasbajadasyelcocheeructabadensasnubesdehumomaloliente.Noeraunabuenaseñal.
Mebajéydiunavueltaalrededordelcoche,peronovinadafueradelonormal.Elestúpidotrastosehabíaencendidoperfectamentehacíaveinteminutos.¿Quélepasabaahora?
—¿Necesitasayuda?Giréenredondo.EnlaoscuridaddistinguíunafiguraaltaydesgarbadaquevestíaLevi’s,botasde
puntayunacamisetanegraajustada.Losnegroscabellos lecaíanen rizosalrededorde lasorejas.Seechóelsombrerovaquerohaciaatrásymededicóunarelajadasonrisa.
—¿Teimportasileechounvistazo?—siguiódiciendo,señalandoelcocheconungesto.ApretélasllavesdelMustang.Noteníamotivosparaconfiarenél.Pensándolomejor,deberíahaber
aparcadobajounafarola.Aunquetampocohabíanadieporallíparaverlosidecidíaarrastrarmehastauncallejónyrajarmeelpescuezo.
—No,nohacefalta—respondí,esforzándomeporparecercortésmenteindiferente—.Sueletardarunpocoenarrancar.
ÉldiounosafectuososgolpecitosconlosnudillosenellateraldelMustang.—Cochesviejos.Losdetestasolosadoras.—Cierto.—Mesentétraselvolante,dándoleaentenderquenoestabaparacharlas—.Graciaspor
ofrecerteaayudarme,vecino—añadí,porquemeparecióqueera loquesedecíaen lugarespequeñoscomoaquel.Seguramenteseríamejoractuarcomounlugareño,paraquecreyeraquealguienmeecharíademenossirealmentesuintenciónerallevarmearastrashastauncallejón.
Probéaarrancardenuevo.Elmotortosióyescupió,peronotuveéxito.—¿Seguro que no quieres que pruebe? —preguntó él con tono todavía amistoso. Y quizás algo
divertido.—Queseaunachicanoquieredecirquenosepaarrancarmicoche—dije,nosinamabilidad,pero
conunairritaciónquesetraslucíaenmispalabras.Vete,porfavor,roguémentalmente.—¿Tucoche?Ah.Interesante.
—¿Qué?¿Comosoychicanopuedengustarmeloscochespotentes?—dijecontonodesafiante.—Yonohedichoeso.Accioné la llavedel contacto conmás fuerza.Elmotor soltó un roncogruñido.Estuvo a puntode
arrancar, pero no logré darle el último impulso.Carminame iba amatar.No sabía cuánto tiempomequedabahastaquevolvieraacasa,peronopodíasermucho.
Soltéunsuspiroderesignaciónymeapretéelpuentedelanariz.—Sitedoylasllaves,¿vasausarlaspararajarmeelcuelloyarrojarmicadáverenelcallejón?—Noseríamuylistodecírtelosifueraahacerlo.Enlugardereír,lofulminéconlamirada.Élsonrió,claramentecomplacidoconsubroma.—Noeresdeporaquí,¿verdad?—¿Qué tehacepensareso?—Mepreguntési ibaacontinuarconel tópicomanidodeque todoel
mundoseconoceenunpueblo.—Elañopasadolevendíestecocheamivecina—dijoencambio.Deprontotuveunmalpresentimiento.—CarminaSongster—añadió—.¿Vasadecirmeporquéconducessucoche,odebodejarqueselo
expliquesalapolicía?Mierda.MebajédelMustangymequedédepiefrenteaél.Mesacababastanteydecercaviqueteníalos
ojosdeunbrillanteeintensocolorazul.Deuntonoentreelturquesayeldelosvidriosdemar.—Noesloqueparece.—Puesesunalivio,porquepareceunrobodecoche.Loquenoacabodeentenderesporquétehas
parado en la biblioteca. Estás a unas cuantas manzanas de la interestatal. ¿No deberías haber salidopitandodelpueblo?
—AhoravivoconCarmina.Soltóunbufido,rechazandolaideaalinstante.—Carminanohatenidounasolavisitaenlosdiecinueveañosquehemossidovecinos,yconozcoa
todasufamilia.Asíque,confiesa.¿Quiéneresenrealidad?—Esmi...madredeacogida—respondíinexpresivamente.Eralaprimeravezqueteníaqueusarmi
tapadera.Siseguíapreguntando,sesuponíaquedebíacontarlequehabíaestadoviviendoconfamiliasdeacogidadesdelamuertedemimadre,perorecéparaquenoinsistiera.NoqueríahablardeStella.Yaestabahartadeella.Queríavolveracasa.Yyapuestos,noqueríavolveraveraquelpuebluchoperdidoenmediodelanadanuncamás.
Élmeneólacabezaconsuspicacia.—¿Carmina?¿Madredeacogida?Nomelocreo.¿Quéedadtienes?—Cumplolosdieciochoenagosto.—Tresmesesinsignificantesparalograrlaindependencia.Pero
parecíanunaeternidad.—¿PorquéibaCarminaaacogeraunachicadediecisieteaños?—sepreguntóél,desconcertado.—Alomejorsesientesola.Élvolvióaresoplar.—¿Esalobasolitaria?No.Aquíhayalgoquenocuadra.¿Cuándohasllegadoalpueblo?—Anoche.—¿Cómotellamas?
—StellaGordon.—Sentíunapunzadaenlagargantaalpronunciarelnombre.Lodetestaba.Eracomohablardeotrapersona,loquesupongoqueenrealidadestabahaciendo.
—¿Cuánto tiempo hace que vives de acogida? —siguió preguntando. Evidentemente trataba dehallarlealgúnsentidoamihistoria.
—Desdequemuriómimadre.—Losiento.Me encogí de hombros.No sentía nada.Mimadre aún vivía, pero paramí era como si estuviese
muerta.—¿Dedóndeeres?—DeTennessee—mentí—.DeKnoxville,Tennessee.¿Hasestadoalgunavez?—Pueslaverdadesqueno.Niyotampoco.SupongoqueesosignificabaquepodíadecirloquemedieralaganasobreKnoxville
sinquesedieracuentadenada.Yentonceséldijo:—Peroyodiríaquenotienesacentodeallí.Parecemásbiende...laCostaEste.—Oh—melimitéaresponder,tomándomeunossegundosparainventarunaexcusa—.Esoesporque
mipadresecrioenesazona.Hesacadomássuacentoqueeldemimadre.Comprobéconalivioquealargabalamanodandoporterminadoelinterrogatorio.—BienvenidaaThunderBasin,Stella.SoyChetFalconer.Fruncíelceño.—¿ElmismoChetFalconerquelecortaelcéspedaCarmina?—¿Tehahabladoellademí?—dijo,dibujándoseunasonrisaensuslabios.—¡Mehasdespertadoalascincodelamañana!¿Vesestasbolsasquetengodebajodelosojos?¡Pues
sonculpatuya!—Amímeparecequetusojosestánperfectamente.Siguióhablandoantesdequepudieradecidirsimeestabatomandoelpelo.—Mira.Tepropongountrato.Yoconseguiréponerenmarchaesteviejodescapotable,perotendrás
quehaceralgopormíacambio.Enlacafeteríaquehayalavueltadelaesquina,verásadospersonassentadasenunamesadelfondo.Unadeellasesungamberroconchaquetadecueroqueintentahacerseelduro—añadiósombríamente—.Quieroque te sientes lobastantecercadeelloscomoparaoír loquedicen,pideunahamburguesaparanollamarlaatención,yluegovuelveycuéntameloquehandicho.
—Yaveo.¿Quieresqueespíeatunovia?Sicreesqueteengaña,esqueesverdad.—Tendréelcochearregladoparacuandovuelvas—replicóél,ignorandomicomentario.—Nohaytrato.Tengoprisa.Necesitoquearranqueahora.—Bueno,puesvaatardarunrato.—Vale—aceptéconunresoplido—.Perolahamburguesalapagastú.Élsuspiróconexageradasmuestrasdepacienciayluegomeplantóunbilletedediezdólaresenla
palmadelamano.—Comedespacio.Quierosabertodoloquedicen.—¿Tambiénlapartedolorosa,cuandodigaquetehuelemalelalientoysetellenalabocadesaliva
albesarla?Chetsequitóelsombrerovaqueroymedioconélenelculo.Osea,mediodeverdadenelculo.—Veteyaoteloperderástodo.Yyonotengomalaliento.Nitampocolootro.
—Serámejorquetengaselcocheapuntocuandovuelva—leadvertí.—¿Ah,sí?¿Oqué?—Oharéquemepaguesotrahamburguesa.Ypatatas fritas.Yunbatido.—Noparecíaalteradaal
hablar, pero si no conseguía llegar a la casa antes queCarmina, seguramenteme obligaría a pasar lanocheenlacárcelparadarmeunalección.Además,seaseguraríadequenovolvieraatocarelMustang.Yesonopodíapermitirlo,porquenecesitabaunmedioparairhastalabiblioteca.Pensabacomprobarlacuentadee-mailtanamenudocomomefueraposible.Reednotardaríaencontestarmeyempezaríamosaidearunplanparavolveraestarjuntosdespuésdemicumpleaños.Élteníadiecinueveañosypodíavivirlegalmentesolo;noteníamosmásqueesperaraqueyocumplieralosdieciocho.
—Espérateaprobarlaprimerahamburguesa—meavisóChetconunbrillodepicardíaenlosojos.—¿Yesoquésignifica?—Digamosque elDepartamentodeSanidaddel condadono esmuy escrupulosoquedigamos.De
hechoaúnnoestámuyclarositenemosdepartamentodesanidadono.Agitéenelaireelarrugadobilletedediezdólares.—Entoncespasodecomerymequedoestocomopropinapormisincreíbleshabilidadescomoespía.Giréenredondo,medirigítranquilamentehaciaelfinaldelamanzanayalllegaralaesquinamiréa
unladoyaotro.ElSundownDinerseencontrabaenlaplantabajadeledificiocontiguo.Lorecordabadelamañana,cuandohabíaestadoporallíbuscandotrabajo.Ahorateníaencendidaslaslucesdefueraylaspolillasrevoloteabanfrenéticamenteentornoalasbombillas.Untoldoarayasblancasyazulescubríalaentrada.
Entré por la puerta batiente y recorrí rápidamente el local con lamirada. El negocio estaba flojoaquellanoche.Solohabíadosmesasocupadas.Unamadrecondosniñospequeñosestabasentadaenelreservado contiguo a la gramola.Al fondo de la cafetería, dos tíos estaban frente a frente, inclinadossobrelamesa,enfrascadosenunaconversación.
SupongoqueestabaequivocadasobreChet.Noerasunovia.Queríaqueespiaraadostíos.Elquellevaba lachaquetadecueroaparentabamiedad,quizásunañomenor.Loscabelloscastaños lecaíansobre los ojos, que no dejaban demoverse con nerviosismo. Su compañero tenía algunos añosmás yllevabaunacamisetadeunconciertodelosJourneyceñidaalatripacervecera.Lucíapobladaspatillaspelirrojasyunpañuelonegroatadoentornoalacabeza.ParecíaunhíbridoentreunÁngeldelinfiernoyunpaletodepueblo.Alinstantesupequenomegustabaniconfiabaenél.
—¿Vienessola?—mepreguntólaencargadamientrasrevolvíaenunapilademenús.—¿Leimportasimesientoenelreservadodelrincóndelfondo?—Esbocéunasonrisa—.Misitiode
lasuerte.—Puesclaro,cariño.Meacomodéenel reservado.Estaba lobastantecercadelotro reservadocomoparaoíra losdos
tíos,perohabíandejadodehablaralsentarmeyo.Paraanimarlosaqueolvidaranmipresencia,saquédelbolsoelWalkmandeCarmina,lodejésobrelamesaymemetílosbaratosauricularesdeplásticoenlas orejas. «Noospreocupéis, chicos, estoyperdida enmipropiomundo.Venga, empezad a hablar ydaosprisa.Notengomuchotiempo.»
Elmásjovendelosdosfueelprimeroenhablar.—Voyarecibirunoscuantosmilesdemispadres—confesóconinquietud.—Define«unoscuantos».—Cuatromil.
ElÁngeldelinfiernoserascóelcogotepensativamente.—Noesmucho,perodeberíabastar.—Despuésdedarteeldinero,¿cuántotardaréenentrarenelnegocio?—Dossemanas.TengoquetraerlamercancíadesdeColorado.Elmásjovenselopensóyasintió.—Vale.Cuentaconmigo.—Notandeprisa.¿Cuántotardarástúendarmeeldinero?Justoentonceslacamareraseacercóysecolocóentrelosdosreservados.—¿Quieresalgoparabeber?—Agua—respondí,tratandodemantenereloídoatentoalaconversacióndelosdostíos.—¿Algunapreguntasobreelmenú?No había abierto elmenú.Ya sabía lo que quería. Pormal que lo hicieran, era imposible que la
jodieranconunaspatatasfritas.Sefreíanengrasahirviendo.Esomataríacualquierbacteria.—Unaracióngrandedepatatas,porfavor.—¿Esoestodo?Asentí,dandoporsentadoquemerecíaguardarmeeldinerosobrantedelbilletedeChet,yellavolvió
tranquilamentealacocina.Enlaotramesa,elÁngeldelinfiernoyelchicoestabanacabando.Elchicomandabamensajesporel
móvilyelÁngeldelinfiernorebuscabaensucarteraparareunirdineroconelquepagarlacuenta.SabíaqueaChetnolegustaríanadaquevolvieracontanpocainformación,perotendríaqueconformarse.Mehabíapedidoqueescucharalaconversación.Yonoteníalaculpadequehubieraduradosolounpardeminutos.
—Te llamaré cuando tenga el dinero —dijo el chico de la chaqueta de cuero, levantándose ymetiéndose el móvil en el bolsillo. Cuando se levantó, debió de percibir que lo estaba observando,porquesumiradasedesvióhaciamí.Fruncióelceñoconsuspicaciaalverme,einmediatamenteabrímimenúyfingíestarabsortaleyéndolo.
Élsalió,seguidoporelÁngeldelinfierno,ydecidíqueenlugardeesperarlaspatatas,iríaaversiChet había cumplido con su parte del trato. Pagué las patatas en caja, esperando que la camarera lasdisfrutarapormí.
EncontréaChet inclinadobajoelcapódelMustangenelaparcamientode labiblioteca.Miróporencimadelhombrocuandomeoyóacercarme.Inclusoenlaoscuridad,viqueteníalasmanosmanchadasdegrasa.
—¿Ybien?—mepreguntó,expectante.—LospadresdelchicolevanadarcuatromildólaresyélvaaentrarennegociosconelÁngeldel
infierno.Chetsoltóunapalabrotaporlobajo.—¿Quémáshandicho?—Nomucho.Hasidounaconversacióncorta.Elchicoesperatenerprontosunegocioenmarcha.—Porencimademicadáver.—Dimequehasconseguidoqueelcochefuncione.—Claro,eraelcarburador.Lotengoabierto,sujetoconunlápiz,paraqueleentreaire.Miraaversi
ahoraarranca.Mesentétraselvolanteygirélallaveenelcontacto.Elmotorarrancóenseguidaconunronroneo.
SentítalalivioquehabríabesadoaChet.Peroenlugardeeso,dije:—¿CuáleselcaminomásrápidoparavolveracasadeCarmina?Chetdejócaerelcapóysesacudiólasmanosparalimpiárselas.—Nosabequetehasllevadoelcoche,¿verdad?—¿Podríasernuestropequeñosecreto?—pregunté,mordiéndomeellabio.—Lachicanuevamedebeyaunfavor.—Sonrió,provocandounosjuvenileshoyuelosenlasmejillas
—.VuelveporRodeoRoad,evitarásunpardesemáforos.CarminanovuelvenuncaacasadelestudiodelaBibliaantesde lasnueveymedia.Siemprequeno tengasquepararenelpasoanivel,deberíasllegarcincominutosantesqueella.
Cinco minutos no era exactamente el colchón de seguridad que esperaba, pero tendría queconformarme.Lelancéunbesoysalídelaparcamientoatodamecha.
Al llegara lacasa,viconalivioque lacamionetadeCarminanoestabaenelsenderodeentrada.MetíelMustangenelestablodandomarchaatrásparadejarlotalcomolohabíaencontrado.Entréenlacasa,encendílaluz,ycasimetragolalengua.
Carmina estaba sentada en el sofá, tamborileando con las uñas sobre el reposabrazos.Apretó confuerzaloslabiosyelcorazónsemeencogióenelpecho.
—Nohevistolacamioneta—dijeconnerviosismo.—SelahallevadoMacHesterdespuésdelestudiodelaBiblia.Tienequearreglarlelatransmisión.
Élmehatraídoacasa.Lasllaves—añadió,extendiendolamano.Selasentregué.—Losiento.—Noessuficiente,Stella.Cambiéelpiedeapoyoysoltóunbufidodeimpaciencia.—Sientohabermellevadoelcoche.Novolveráaocurrir.—Míramecuandomehables.—Hedichoquelosiento—leespeté—.¿Quémásquiere?—Mañanaporlamañanavendrásalaiglesiaconmigo.Lamiré a los ojos. Llevarme su coche había estadomal y ya le había pedido perdón. Habíamos
zanjadolacuestiónyahoranoibaadejarqueusaramimalcomportamientocomoexcusaparaejercersuautoridadsobremí.Ellanoeramimadre,noeramásqueunpeóndelatapaderadelDepartamentodeJusticia,yyoibaadejarlemuyclaroquelosabía.
—Nopiensoiralaiglesia.—Oh,yalocreoquevasair.—¿Meestáamenazando?—Vivesbajomitechoyesperoquetecomportescorrectamente.Mehasrobadoelcocheysololo
sientesporquetehepillado...Medecepcionas,ymucho.—¿Robado?—repliqué,poniéndomede inmediatoa ladefensiva—.¡Yono leherobadoelcoche,
sololohetomadoprestado!¿Hesalidodelpueblo?¿Hetenidoalgúnaccidente?¡No!¡Lohedevueltoalestablotalycomoestaba!
—Nomeinterrumpasynomerepliques—dijoellasinperderlacalma—.Nosoytumadre,Stella.Losémejorquenadie.Nohetenidolaoportunidaddeconocerla,peroleestaríahaciendounflacofavorsidejaraquerobarasymintierasytesalierasconlatuya.
Metraguélasorpresaylahumillaciónylocanalicétodoatravésdelarabia.—Aellanolametaenesto.Nopermitiréquelauseparahacermesentirculpable.—Apartirdeahora,tendrásqueestarencasaalasnueveenpuntodelanoche.—¿Qué?—exclaméconunsonidoahogado—.Nopuedeimponermeunahoradellegada.—Alllegar
alaedadenquepodíasalirdenoche,mimadreestabademasiadocolocadaparaimportarleaquéhoraentrabaosalíadecasa.Meocupabademímismayestablecíamispropiasreglas.¿Quiénsecreíaqueeraaquellamujerparadecirmeloqueteníaquehacer?
—Hedichoque a lasnueve.Ymañanavendrás conmigoa la iglesia.Nopuedoobligarte aque teguste.Nisiquierapuedoobligarteaescuchar.Peronovoyapermaneceralmargenmientrastúandasporahí a tu antojo todo el verano.No serámientras estés bajomi supervisión. Puede queme equivoque.Puedequeestéempeorandolascosas.Peroprefierointentarloyfracasaraquedarmeaquísentadacomounaestúpidadudandoquéhacer.Hedejadounvestidocolgadoentuarmario.Medaigualsitegustaono.Esperoquemañanaalasnueveymediaestésenlacamioneta,duchadayvestida.¿Quedaclaro?
Salícorriendoescalerasarriba.Cerrédegolpelapuertadelcuartosinimportarmesierainfantilono.Carminanopodíaobligarmeairalaiglesia.LlamaríaaPrice.Lascosasnofuncionabanconella.QuizáPricepodríahablarconlafiscalíayconseguirquerevocaranladecisióndeponermeenacogidahastaquecumplieralosdieciochoaños.
Pensabanquehacíanloqueeramejorparamí,peroyoestabamuchomejorsola.Habíaestadosolalosúltimosdosaños.
MeacurruquéenlacamaymeconsoléconunadelascartasdeReed.
ESTELLA,PRIMERDÍADELCAMPAMENTOESTIVALDEBÉISBOL.LASINSTALACIONESESTÁNBASTANTEBIEN.TODOLOQUEQUIERASPARACOMERENLACAFETERÍA.DORMIMOSENHABITACIONESPARADOS,CONUN
BAÑOCOMPARTIDOALFINALDELPASILLO.MICOMPAÑERODECUARTOESUNGILIPOLLAS.HAYTÍOSDETODOEL PAÍS EN LA MISMA PLANTA, Y VA Y ME TOCA CON SEMEJANTE CAPULLO.HAY INCLUSO UN CHICO DE LAREPÚBLICADOMINICANA.SUPONGOQUEALLÍELBÉISBOLESIMPORTANTE.
DURANTE LA CEREMONIA DE INAUGURACIÓN, LOS ENTRENADORES SOLTARON PALABRAS COMO«LEGENDARIO», «PRESTIGIOSO» Y «TRADICIÓN DE EXCELENCIA» PARA DESCRIBIR EL PROGRAMA DEENTRENAMIENTO.COSTABANOECHARSEAREÍR.HABLANCOMOMIPADRE.TODAVÍACREEQUECONSEGUIRÁQUEMEALISTE.PUESYOPASODELATRADICIÓNFAMILIARDEEXCELENCIADELOSWINSTON.GRACIASPERONO.
XREED
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A la mañana siguiente mi malhumor se había disipado levemente. No tenía ganas de ponerme unvestidoypermanecersentadaenundurobancoduranteunahora,perodespuésdepasarlamayorpartedelanochereconcomiéndomederabia,habíaempezadoaverlascosasdesdeunanuevaperspectiva.Priceno iba a levantar un dedo pormí si no le demostraba que estaba intentando que todo fuera bien conCarmina.Seguroquemeconocía lobastantebiencomoparasaberque jamás iríaa la iglesia.Loquesignificaba que, si al final iba, mi buena disposición se convertiría en un poderoso elemento denegociación.Mira,Price,lediría,yoestoyhaciendotodoloposible.Inclusoheidoalaiglesia.PerolociertoesqueCarminayyononosentendemos.
YlomismoconNebraska.Peromejorpelearlasbatallasdeunaenuna.Porsupuestosiemprecabía laposibilidaddequemeenviaranaun lugarpeor...¿Podíahaberalgo
peor que Thunder Basin? Eché un vistazo desdeñoso a través de la ventana del cuarto. Ahí tenía larespuesta.
Meduchéymeplanchéeloscuropelocastañohastadejarloperfectamenteliso.Delantedelespejo,mealborotéelflequilloconlamano.Empezabaaestardemasiadolargo,loquepresentíaqueibaaserunproblema. Decidí que sería mejor que me lo recortara yo misma, en lugar de dejar que alguien de«CORTESDEPELO,7,5FIADO»mehicieraunachapuza.
Pocoantesdelasnueveymedia,bajéporlasescalerasllevandounvestidoveraniegodecolorverdementayunasalpargatasqueunodelosalguacileshabíarecogidoapresuradamentedemicasa.LaespeciedetúnicasinformaqueCarminahabíacolgadoenelarmarionopodíaconsiderarseunvestido.EstabaseguradequeeraunapartetácitadelcastigoporhabermellevadoelMustanglanocheanterior.Iglesiayhumillaciónpública.
—Tu aspecto es respetable —dijo Carmina algo envarada, cuando llegué abajo, esquivando mimirada.Nohabíaolvidadoloocurrido,nimehabíaperdonado.Asípues,estábamosenpiedeigualdad.Loquemásmeenfurecía,loquemeresultabaespecialmentedoloroso,eraqueunaextrañacomoCarminasecomportaraconmigocomounamadrecuandomimadreauténticanolohacía.
—Noquieroelvestidoquehacolgadoenelarmario.Porfavor, lléveselohoymismo—dijey,sindetenerme,se-guíhastalacocina,dondemeservíunatazagrandedecafé.
—Hoy habrá un pica-pica después del servicio—dijoCarmina desde el pasillo—. Si no quieresquedarte,tendrásquevolverandandooencontraraalguienquetetraiga.
—¿Qué es eso del pica-pica?—repliqué, después de quemarme la lengua con el café, que estabaardiendo.Lohabríapreferidoconunabuenacucharadadeazúcaryunapizcadenata,peronopensabapreguntarleaCarminadóndeestaban.Asíquemebebítodoelcafénegroquepudetolerarantesdequesemeencogieraelestómago.
—Una pequeña fiesta con comida.Todo elmundo llevará un plato para compartir y unamanta depicnic.
—Québonito.Unpicniccampestre.Paso.—Dejéeltazónenelfregaderoymereuníconellaenelpasillo.Carmina llevabauna falda larga tejana, unablusablanca, y lasmismasbotas rojas camperas.Llevabaloscabellosplateadospeinadoshaciaatrásenunatrenzafrancesadelosnoventa.Intentédarconuncomentariosarcásticosobresusentidodelamoda,peroalfinalmelimitéaponerlosojosenblanco
—.Bueno,son lasnueveymediaenpunto.Pongamoselcircoenmarcha.Noquerría llegar tardepornadadelmundo.
—Ymásquerebelde—murmuróCarminacuandosaliódelacasadetrásdemí.Oh,nohabíahechomásqueempezar.Estaba impacienteporconocerasusamigosde la iglesia.A
pocoquepudiera,Carminaysunuevahijadeacogidaseríanlacomidilladetodoelpueblodurantelacena.Teníaintencióndeseryoquienlahumillara.Eraunaexpolicía.Lagentelaveíacomounafiguradeautoridad.Quizásuopinióncambiaradespuésdeaqueldía.
Ibaadejarlaporlossuelos.
LacongregacióndeCarminasereuníaenunsencilloedificioqueseparecíalevementeaunenormeestabloblanco.En los laterales habíaventanas en arcoyuna torre con aguja coronaba el tejado.Unaampliaescaleradeladrilloconducíaalaspuertasdobles,queestabanabiertasydejabanescaparmúsicade órgano. Pero lo que realmente llamómi atención fue el letrero de neón clavado en el césped querezaba:LAEXPOSICIÓNALHIJOPREVIENEQUEMADURAS.1
Enserioesperabaqueaquellofueraunindiciodequeelclérigoteníasentidodelhumor.Nossaludóenlapuertaunhombrequellevabaunacamisanegraalmidonadayalzacuellos.Llevaba
elpelocanosopeinadoconrayaalladoynossonreíacordialmente.Erataninsulsoentodoslossentidosqueresultabaimposiblesentirseofendida.
—Buenosdías,Carmina—dijo,apretándolelamanoconafecto—.Veoquenostraesaunavisitante.—PastorLykins,lepresentoaStellaGordon—dijoCarmina—.Vaapasarelveranoconmigo.AntesdequeelpastorLykinspudieraformulartodounbatallóndepreguntas,yporlamaneraenque
abriólosojospor lasorpresa,medicuentadequeeraesasuintención,Carminamecondujohaciaelinteriorsujetándomeporelcodo.
—¿Novaadejarsiquieraquesaludea lagente—ledije,mientrasellamellevabahastaunbancovacío—.Tch,tch,Carmina,¿quémodalessonesos?
—Puedesabrir labocadurante loshimnos.—Depositósuguisadode judíasverdesparaelpicnicentrelasdos—.Algomedicequetienesunabuenavoz.
Dosmujeresdecabellosplateados llegaronarrastrando lospiesy se sentarondelantedenosotras,lanzándonosmiradasespeculativasaCarminayamí.JustocuandounadeellasintentabacaptarlamiradadeCarmina,ellafijósuatenciónenarrancarunaboladepelusadesufaldaconauténticoempeño.Enesemomentocomprendírealmenteloincómodaquesesentíateniéndomeensucasaduranteelverano.Sabíacuáleseran las supuestas razonesdemipresenciaenThunderBasin,peronuncasemehabíaocurridopensarenlapartequedesempeñaríaCarminaenlatapadera.¿Unaexagentedepolicíahurañaymaduraqueacogíaaunachicadediecisieteaños?Seguroquemásdeunosequedaríadepiedra.Mepreguntéporquélahabríaescogidolafiscalía.Sindudaerasuantiguoempleoconlasfuerzasdelaleyloquelahabíaconvertidoenunabuenacandidata.
Seguramentelepagabanunapastaporacogerme.Yonoeralatípicaniñadeacogida,eraunatestigoprotegida.Cuantomayorelpeligro,máselevadalapaga.Estabavolviendoaocurrir:meutilizabanporeldinero.Laúnicarazónporlaquemimadrehabíaluchadoportenermicustodiaeraquequeríaconseguirla pensión alimenticia demi padre... que luegousaba para drogarse.Y ahoraCarminameusaba paraendulzarsuretiro.
ClaroqueCarminanoparecíamuyinteresadaeneldinero.Todoloqueposeíaerantrastosviejos.Mi
impresióneraquedetestabamásirdecomprasquesoportarmeamí.Fueran cuales fueran susmotivos, tenía la clara sensacióndeque el plandeCarmina erapasar el
veranoconlacabezagacha,esquivandopreguntasmolestas,yrezandoparaqueeltiempopasaradeprisa.Mepreguntéquésentiríateniendoquementirasusvecinosyamigos.Alfinyalcabo,tendríaqueseguirviviendoconellosmuchodespuésdequeyomehubieraido,sabiendoqueleshabíaocultadosecretosyquenohabíasidosinceraconellos.Casimehizosentirlástima.
Peroyoaúnnoestabadispuestaasoltarmipresa.Sobretododespuésdequemehubieraobligadoairalaiglesia.Deberíaestardurmiendohastatarde.Paraesoeranlosfinesdesemana.
—¿Porquémehaacogidoensucasa?—lepreguntéconuntonoalgodesafiante,algosuspicaz.—¿Perdón?—¿Quésacaconesto?¿Quérecibeacambio?¿Quélellevóaaceptaraunachicadediecisieteañosa
laquenoledebenada?—Vaya,esoesloquenodejodepreguntarme.Carminay yonos dimos la vuelta en el asiento cuandoChetFalconer se arrellanó en el bancode
detrás.Sehabíaadecentadoparairalaiglesiayvestíapantalonesdealgodónyunligeropolodecolorazulmarino.Habíaprescindidodelsombrerovaqueroylasbotasmanchadasdehierba,yhabíacambiadocompletamentesuaspecto.Unacosateníaquereconocerle:sabíacómohacerquesintieramariposasenelestómago.Lebrillabanlosazulesojosysehabíaechadoloshúmedosrizosdetrásdelasorejas.Olíaajabónyaropasecadaalsol,unacombinaciónirresistible.
—Buenos días, Chet —dijo Carmina con rigidez, y luego volvió la vista al frente. Fin de laconversación.NosabíasiChethabíahechoalgoparaofenderla,enelpasadooahora,osiellaestabasiempre igualdemalhumorada.TeniendoencuentaqueCarmina lehabíacompradoelMustangel añopasado,yqueéllecortabaelcésped,yomeinclinabaporlosegundo.
—Vaya,Gran,yasabesquenovoyarendirmetanfácilmente—dijoChet,inclinándosehaciadelanteparahablarleenlaoreja—.Siqueríasayudaenlacasa,podríahaberteprestadoaDusty.Elchavalesunangelito.Notedaríaniundisgusto.
—Ejem—exclamóCarmina—.Miraquiénfueahablar.Túerasigualderebeldealosdieciséis.¿Nofueporentoncescuandotearrestélaprimeravez?
—Por fin la conversación se pone interesante —dije, enarcando las cejas para mirar a Chetinquisitivamente.
—Nohastenidosuerte,soldado—meinformóél—.Carminameguardatodoslossecretos.Sabequedejaríadecortarleelcéspedsielladesenterraramisesqueletos.
—Yonosénadadeeseacuerdo—semofóCarmina.—Tieneselpelodistinto—medijoChet—.Así tanbienvestida,casinotereconocía.Vaya,¿pero
quiénesesachicatanguapa?,mehepreguntadoalentrar.Lesaquélalengua.—¿Ytúqué?¿Elsombreroylasbotastelosvigilanloscerdos?Chetsonrió.—Apuestoaquetienestodaunaperitaendulceencasa,Carmina.Carminasoltóotroejem.Luegofruncióelceñoymelanzóunamiradainquisitiva.—¿Deboentenderquevosotrosdosyaoshabéisconocido?¿Cuándo?—preguntó.—Anoche —respondí—. Chet me ayudó a poner en marcha el Mustang en la biblioteca. Yo no
conseguíaarrancarlo.Tienemuybuenamanoconloscoches—añadí,retorciendoelcollarentornoaun
dedoconairecandoroso.La sonrisa se borró del rostro deChet, por el que pasó una sombra de desconcierto antes de que
palidecieradetemor.¿Losabe?,mepreguntó,articulandolaspalabrasconloslabios.—Ahorasí—contestétranquilamente.CarminasediolavueltadespacioparalanzaraChetunasombríamiradadeamonestación.—¿Túsabíasquemerobóelcocheanoche,ChetFalconer?¿Laayudasteasalirseconlasuya?—Sí,señora.—¿Algoquedecirentudefensa?—Elcarburadorvolvíaahacerdelassuyas.—Deberíahacerqueosarrestenalosdos.Justoentonces,elorganistaterminóelacordefinaldelpreludiomusical,yelpastorLykinsocupósu
lugar en el púlpito. Los feligreses guardaron silencio y todas lasmiradas se volvieron hacia la partefrontaldellugardeculto.
CarminalanzóaChetunalargamiradaglacial.Luegosacóellibrodehimnosdelbolsilloqueteníaelbancopordetrásysedioungolpetazoenelmusloconél.
Memordíellabioparaahogarunarisita,justocuandoelalientodeChetmehacíacosquillasenlaoreja.
—Asíqueteparecedivertido.Estatelaguardo.
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Debíadeestardemuybuenhumorporque,despuésdelaiglesia,dejéqueChetmeconvencieraparaquemequedaraalpicnicquesecelebrabaeneljardíndelapartedeatrás.Élcontribuyóconunpardebolsas de patatas fritas al despliegue de ensaladas, guisos y postres que aguardaban sobre mesasplegables.Nollevabamantaparaelpicnic,asíque,despuésdesepararnosdelrestodelosfeligreses,noslasapañamossentándonosenlahierbaalasombradeunfrondosoroble.
Chetsetumbódeespaldasconlosbrazosdobladosbajolacabeza.—Yasabesquetelavoyadevolver.Mequitélasalpargatasconlospiesymerecostélánguidamentecontraeltroncodelárbol.—AlguiennoestabaescuchandoelsermóndelpastorLykinssobreelperdón.—¿Siempreerestanmojigata?—Sí,¿y?—pregunté,alzandounaceja.Chetsediolavueltahaciamí,apoyándoseenelcodo,ybajólavozhastaunsusurrosigiloso.—Recuerdo lo que ha dicho el pastor Lykins sobre arrojar al demonio lejos de nosotros. Vamos,
chica,vuélvetepordondehasvenido.Lediunapatadaenlapierna.—AntesdelservicioCarminaytúhabéismencionadoaalguienllamadoDusty—dije—.¿Quiénes?—Mihermanopequeño.—AChetselenublóelsemblanteydejódebromear.—Telohabríapresentado,peronohe tenidoelprivilegiodearrastrarsuculohasta la iglesiaesta
mañana.Anochenovolvióacasa.—¿Hermanopequeño?—CuandoCarminamehabíadichoqueCheteraelhombredelacasa,melo
habíaimaginadoviviendosolo—.¿Perotúnotienessolodiecinueveaños?—¿Solo?Tampocotútienesmuchosmenos.—Queríadecirquesieslegalqueviváissolos?—SabíaquelospadresdeChethabíanmuerto,pero
noteníaniideadequenosolohabíatenidoderesponsabilizarsedelacasa,tambiéneraeltutordesuhermano—.¿Quéedadtiene?
—Dieciséis.Lobastantemayorparaconducir, claroquenoesperóa tenerel carnetparaempezar.Mis padres intentaban impedírselo escondiendo las llaves del coche, pero la necesidad agudiza elingenio y aprendió solo a hacer el puente a los coches cuando tenía trece años. Si dejas aparcado elcocheenlacalledenoche,seguramenteselollevaráprestado.Telodevolveráalamañanasiguienteconalgomenosdegasolina.—Soltóunresoplidodeindignación—.Cuandosedignevolverarrastrandoelculodelafiestaenlaqueseaquesecolóanoche,tejuroquelovoyatenerencerradoenlamadrigueraunasemana.
—¿Madriguera?—Mesorprendequeno tengáisenTennessee.¿No?Unamadrigueraesunrefugiosubterráneopara
tornados, tal como suena. Es un túnel debajo de la casa con espacio suficiente para entrar gateando.Carminatieneunrefugiomásnuevoenlapartedeatrás,condospuertasqueseabrenaunaescaleraqueconduce al refugio subterráneo.Deunos tres por tresmetrosde tamaño, conun candado en la puerta.Otroschicosdelbarrioyyo lousábamoscomoclub,con letrerode«Prohibida laentradaachicas»ytodoeso.
En realidadhabíavistounaspuertasdispuestasenánguloaniveldel suelono lejosdelporchedeatrás.Habíasupuestoqueconducíanaunalmacén.
—Yatendrásocasióndeentrarenuno.Seríararoquepasaraunveranosinquehubierauntornadoporlazona.
Meestremecí.Esperabasinceramentequeseequivocara.HabíasoportadounascuantastormentasdehieloenPhilly,yhabíapasadounpardedíassinelectricidad,yahíesdondeacababamitoleranciaalmaltiempo.
—¿Dónde están esas fiestas a las que va tu hermano? —pregunté, con un motivo algo egoísta.Despuésdepasartresdíasenunacasaseguradelgobierno,ytresmásbajolasupervisióndeCarmina,me moría por algo de vida nocturna. Desde luego Thunder Basin no era Filadelfia, y no esperabaencontrarallíclubesdemoda,peroenesemomento,mehabríaconformadoconcualquiercosa.SiChetmeindicabadóndeencontrarunafiesta,nodesaprovecharíalaoportunidad.NoqueríapasarmetodoslosfinesdesemanadeaquelveranoencerradaencasadeCarmina.Memoríaporalgodevidasocial.
—El tíoconelqueestabaanocheesCooterSaggory,asíqueseguramenteencontraronalgúnvagónvacíoenterrenosdelferrocarrilyestuvieronbebiendohastacaerredondos.Oalmenosesoespero,peroconCooterdepormedionuncasesabe.Eseeselproblema,queesunpeligroenpotencia,yahoraDustyandatodoeldíaconél.Yotambiénhicemuchasestupidecesenmistiempos,ydesdeluegohepasadounpardenochesenelcalabozo,peronuncahicenadaporloquepudieraacabarenlacárcel.
—¿CooterSaggory?Porfavor,dimequeesunapodo.—Essunombre,ylevaalpelo—gruñóChet—.Puraescoriayunpaleto.Comoseguramentetúmima
pudistecomprobaranoche.Fruncíelceño,ladeandolacabeza.—Unmomento.ElchicodelSundownDiner,¿eraDusty?¿YeltipoqueestabaconéleraCooter?ElrostrodeChetmeindicóquecreíaqueyoyalohabríadeducidopormímisma.—Sí.Losiento.Estoyunpocodistraído.Hasidounanochelarga.Siyohubierapuestolospiesenla
cafetería,Dustysehabríapirado.Yyonosabríaahoraquéestátramando.Mevinomuybienencontrarte.—¿Meusasteparaespiaratuhermano?—Yvolveríaahacerlo.—Vale, pero es muy rastrero, ymolesto. Dale algo demargen a Dusty. Seguro que siente que lo
controlasdemasiadoytodoloquehace,todolomalo,essoloparaponerteaprueba.—Medicuentaconun sobresalto de que hablaba desde el corazón. La rebeldía había sido mi táctica predilecta paramangonearamimadre.Saltarmelahora límitede llegada,ponermedepartedemipadreen tonterías,soltar tacos.Yoerauna señorita, descendientedeuna refinada familia sureña, y se suponíaquedebíamostrarme educada y con buenosmodales.La tácticame había funcionado.Y luego, claro, ella habíaempezadoausardrogaseintentarllamarsuatencióneraunempeñofútil.
—CooterSaggoryesuncamello—afirmóChetsinrodeos—.Dustynosabedóndeseestámetiendo.Aunque lohagaparaponermeaprueba, estasno sonmaneras.En elmejorde los casos, acabará conantecedentes,yenelpeor,acabaráenprisión.
Adecirverdad,yoyahabíasospechadoquehabíadrogasdepormedio.Loscuatromildólaresdeadelantoeranunabuenapista.Dustyqueríaprobarfortunacomocamello.
—¿Y si se lo cuentas aCarmina?—sugerí—.A lomejor ella podría hablar conDusty, darle unaimagenmásrealistadeloqueleespera.
—Sedarácuentadequeescosamíayserácomoempujarleahacerlo.Voyatenerqueencontrarotra
maneradehacerleentrarenrazón.—¿Sedroga?—Nolohepilladodrogándose,peronoquieroengañarmeamímismo.Lamuertedemispadresno
fuefácilparaél.Habríaabandonadolosestudiossiyonohubieraestadotodoeltiempoencimadeél.ElmespasadolodespidierondelSunMart.¿Quéclasedepersonaesincapazdeconservaruntrabajodemeter productos en bolsas? Está metido en algo, estoy seguro—dijo Chet, meneando la cabeza conamargura.
Quería decirle aChet que sabía cómo se sentía.Vivir con un adicto era unamierda. Siempre consecretos, engañosy excusas interminables. ¿Cuántasvecesmehabíanentradoganasde zarandear amimadreygritarle:«¡Dejadeactuarcomosifueraunaestúpidaquesecreetodastusmentiras!»
Pero laadiccióna lasdrogasdemimadrenoformabapartedemi tapadera.SesuponíaquedebíacontarleatodoelmundoenThunderBasinquemimadrehabíamuerto.Deesamanera,sifinalmenteselimpiabaysalíaderehabilitación,podríamosinstalarnosenotrolugaryempezarunanuevavida,perojuntas. Ese era el objetivo delDepartamento de Justicia parami futuro, y no iba a ocurrir nunca. Enprimerlugar,eraimprobablequemimadrelogrararehabilitarse.Ensegundolugar,nopensabavolveravivir con esa mujer jamás de los jamases. Después de haber probado la vida sin ella, tendrían quedevolvermearastrasamividaanterior,pataleandoychillando.
Fruncíelceño,ponderandoestasafirmacioneslentamente.SeguíaconsiderandoThunderBasincomounaprisión,yseguiríasiéndolodurantelostresmesessiguientes,perológicamenteentodaprisiónhabíamomentosdelibertadfugaces.Vislumbrarunpedazodecieloazul,lostrinosdeunpájaroenelalféizarde la ventana. O, en mi caso, no sentir el peso abrumador de la preocupación por mi madre. ¿Y siThunderBasineraunaoportunidadparatomarmeunrespiro?
Chet aguardaba mi respuesta. Se le notaba que necesitaba hablar con alguien, pero el insensatocomportamiento de Dusty me resultaba perturbadoramente cercano así que sería mejor cambiar deconversación.Noestababien,peroerarealista.Teníaqueatenermealahistoriadelatapaderapormipropiaseguridad.
—¿Quiénpodíaimaginarqueestodehacerdepadreibaasertanduro?—dijoélporfin,frotándoseelentrecejo.
—Ya,buenasuerteconeso—dijeconescasaconvicción.Detestabalapunzadadeculpabilidadquesentía.LoqueChetnecesitabaahoraeraunaamigaqueleescucharaconsimpatía,enlugardeuntópicotrasotro.
—Eshoradeirse,Stella.—NohabíavistoacercarseaCarmina,queestabadepiejuntoanosotros,ahuyentandoelcalorcrecienteconelboletíndelaiglesia.
—EnrealidadvaallevarmeChet—repliqué,mirándoleparaasegurarmedequeestabadeacuerdo.—Creo que será mejor que vengas conmigo.—El tono de Carmina era tranquilo, pero inflexible
comoelacero.Chetmeempujóconlarodilla.—Detodasformastengorecadosquehacerenelpueblo.Peroluegonosvemos.Sentíquemeardíaelcuello.Chetnoteníaningúnrecadoquehacer.EstabadejandoganaraCarminay
esomeponíafuriosa.¿Erayolaúnicaconsuficientesagallasparahacerlefrente?—Entoncesteacompañoahacerlosrecados—dije,poniéndomeenpiealmismotiempoqueél.—Hoyno—dijoCarmina—.Subealacamioneta,Stella.Vamos,Chet,noqueremosentretenerte.Chetnossaludócortésmentealasdosconlacabezayluegoseencaminóalaparcamiento.Volvióla
vistaunavez,peronosupeinterpretarsuexpresión.¿Decepcionada?¿Arrepentida?MecrucédebrazossobreelpechoyfulminéaCarminaconlamirada.—Seledabienintimidaralagente,¿eh?—Tedijequetemantuvierasalejadadeesechico.Soltéunaestridentecarcajada.—¿Porquemecausaráproblemas?Abralosojos.ChetFalconeresdelomásinofensivo.Fíjeseenél.
—Hiceunfuriosoademánendirecciónalaparcamiento—.Hasidolobastanteeducadocomoparadejarqueleecharaenlugardeprovocarunaescena.Séreconocerlosproblemas,seloaseguro.YChetnoesdeesos.Aunquelofuera,ustednopuededecirmeconquiénpuedoonopuedojuntarme.Noesmimadre.En lo que a mí respecta, no es más que una sustituta, un referente, un nombre en un documento delgobierno.
LoslabiosdeCaminasecerraronenunadurayfinísimalínea.—Subealacamioneta.—No.—Nomeobliguesarepetirlo,Stella.—Nadielaobligaahacernada.Esustedlaquemedaórdenes.Apuestoaquenosoportaquealguien
leplantecara.Estáacostumbradaaserlagranpolimalayaqueelpueblolarespeteporello.Bueno,puesamínomeasusta.Volverécaminandoalacasa,peronopiensosubirmealacamioneta.
Hacíaademándedarmediavuelta,cuandoelpastorLykinsvinohacianosotrasagitandolosbrazosparaindicarnosqueleesperáramos.
—¡Carmina!NohetenidoocasióndedarlelasgraciasaustedyaStellaporveniralsermóndeestamañana.—Llegó sin aliento y volvió a estrecharnos la mano, sonriendo de oreja a oreja—. Esperohaberlesdadoalgosobreloquereflexionardurantelasemana.
Carminaesbozóunasonrisaforzada.—Comosiempre,pastor.Yahora,sinosdisculpa...—Esperovolveravertelasemanaqueviene,Stella.No tuvemucho tiempoparapensaruna respuesta.Casi instintivamente,aproveché laoportunidady
bajélosojos,dejandoescaparuntristesuspiro.—Esoespero.PerodependedeCarmina.Notengocochenibicicleta,asíqueesellalaquedecide
cuándopuedosalirdecasa.LasonrisadelpastorLykinsvaciló.—Oh,bueno,estoysegurodequeCarminaquerráqueoigaslapalabradelSeñor,¿noescierto?Carminapusolosojosenblancoyexhalóunsuspiroderesignación.—Stellapuedeveniralaiglesiasiemprequequiera.—Gracias,Carmina—dije,esforzándomeporparecersinceramenteagradecida.ElPastorLykinsnosmiróaunayaotraconexpresióndedudahastaqueporfinsurostroseiluminó.—Stella,¿juegasasóftbol?Nosabíaadóndequeríairaparar,perotuveunbuenpresentimiento.—Sí,aunquehaceunpardeañosquenojuego.Losojosdelpastorseiluminaronaúnmás.—¿Hasoídohablardenuestraligamixtajuvenildesóftbol?Lospartidossonlosviernesalacaída
delsol.TehevistoantescharlandoconChetFalconer.Élseencargadelaliga.¿Quieresquelepreguntesipuedemeterteenalgunodelosequiposmáspequeños?Yotambiénfuinuevoenelpueblo.Setardaun
tiempoensentirsepartedelacomunidad,perolomejorquesepuedehacereslanzarseyhacernuevosamigos. Carmina, seguro que no le importará prescindir de Stella unas cuantas horas a la semana,¿verdad?
Medilavueltaparaencararmeconella.—Por favor, Carmina—dije con tono esperanzado, suplicante incluso, pero tenía un arrogante y
triunfalbrilloenlosojos.Carminamelanzóunamiradasevera.—Estoyseguradequenohabráningúnproblema.Stellaeslibredeiryvenirasuantojo,dentrodelo
razonable.Porcómohabla,cualquieradiríaquesoysuagentedelacondicional.—Alverquelosdoslamirábamosfijamente,añadiótajantemente—:Nolosoy.
ElpastorLykinsdiounasuavepalmadaaCarminaenelhombro.—Estoysegurodequesenecesitaciertaadaptaciónparapasardesuanteriorprofesiónaestanuevay
emocionantetareadeeducaraunajoven.Dossituacionescompletamentedistintasquerequieren...eh...planteamientosdistintos.
Carminaselimitóamirarloconrostrocircunspecto.ElpastorLykinscarraspeóyluegomeestrechólamano.—Buenasuerte,Stella—dijoconsincerapreocupación.Esperéaquesealejaraparasonreírconsatisfacción.Habíaconcluidomitrabajo.
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El lunes por la mañana recibí una llamada del Sundown Diner. La propietaria, Dixie Jo, queríaentrevistarmeparatrabajarensudrive-in.MehizopensarenchicasconpatinesylapelículaAmericanGraffiti.Nohabíavueltoapatinardesdelosseisosieteaños,perorecordabavagamentealgodelimbo2y una rabadilla dolorida. Si me hacía patinar como parte de la entrevista, no tendría la menoroportunidad.
Hacíademasiadocalorparallevartejanos,asíquemepuseunospantalonescortosdealgodónyunacamisetacalada.NoeralobastanteelegantecomoparamerecerunamiradadeaprobacióndeCarminacuandobajélosescalonesdelporche,peromiobjetivoeraestarcómoda.
Carminamehabía prestado subici, unabicicleta playera conneumáticos tipobalón.Una cesta demimbre colgaba del manillar. Como todas las posesiones de Carmina, tenía la pintura sucia ydesconchada,yestabacubiertadepolvo.Perosipodíasalirdeaquellacasagraciasalabici,paramíeratanbuenacomounPorsche.
Pedaleandohaciaelpueblo,elairecálidome levantabaelpelo.Elcalornomeparecíaopresivo,másbienmedabaenergía.Sentíelimpulsoirresistibledesoltarelmanillaryalzarelrostrohaciaelsol.Cautelosamente probé la sensación del viento soplando entremis dedos.Me sentía abierta a infinitasposibilidades.Aquellacarretera,aquellamañana,aquelveranoeranmíos.Noteníaquepreocuparmedenadamás.Mimadrenoestaba.Yanoeraproblemamío.Imaginandoquecadapedaladamealejabaaúnmásdeella,pedaleéconmásbrío.Sentíqueunasonrisaseabríapasodesdemigargantahastallegarporfinamiboca.Eralibre.
Alasdiez,unahoraantesdequeabrieraelSundown,apoyélabicicontraunafarolade lacalleyllaméalapuerta.Contestóamillamadaunarubiaesbeltademedianaedad.Teníafinaspatasdegalloenlosojosyllevabaelpelorecogidoenunatrenzafloja.Cortosmechonesalborotadoslesobresalíandelacabezacomorayosdesol.Teníaunoscálidosojoscastañosyunrostroabiertoyfranco.
—TúdebesdeserStella.¿Sabes?, le tengocariñoaesenombre.UnademismejoresamigasenelcolegiosellamabaStella.Teníaunosprofundosojosdecoloravellana,igualquetú.
Meremoví,sintiéndomeincómoda.Nomeparecíabieniniciarunaconversaciónsobreunnombrequedetestabayquenisiquieraeraelmío.Siemprendíaesecamino,inevitablementetendríaqueinventarmásmentiras.«Eraelnombredemiabuela.»O«mispadresmelopusieronporStellaMcCartney».Nomeparecía correctomentirle a unamujer con un rostro tan sincero.Y cuantasmásmentiras contara,másdifícilmeresultaríarecordarlotodo.
—UsteddebedeserDixieJo—melimitéadecir—.Graciasporlaentrevista.—¿Hastrabajadoantessirviendocomidas?—mepreguntó,guiándomeatravésdelcomedorhastauna
doblepuertabatiente.Lacocinadeblancosazulejosresplandecíayolíaalimpiocomounapastilladejabón.Viaunamujercortandocogollosdelechuga,aotraquepicabacebolla,yauntíodemiedadquevaciabaunlavavajillasenormequedesprendíavapor.Hacíacaloryteníanelrostroencendido.
DixieJomeindicóquetomaraasientoenunpequeñodespachocontiguoalacocina.—No—respondí.Mesentéfrenteaellaenlasilladelotroladodelescritorio.Decidíquenoerael
momento de decirle que no había trabajado nunca—. Pero aprendo rápido y soy una persona muysociable.«Ymeencantaelaireacondicionado»,añadímentalmente.
—¿Podríastrabajarporlasnoches?—Todasmenos la del viernes.—Chet aún nome había dicho nada sobre la liga de sóftbol, pero
confiaba en que no habría ningún problema, porque para empezar necesitaba hacer algo los fines desemana.YademásmegustabalaideadefrecuentarlacompañíadeChetduranteelverano.Dejandoaunlado su irritante pose de vaquero, tenía sentido del humor y no era tan paleto como algunas de laspersonasquehabíavistoenelpueblo.Y,parasersincera,tambiénestabadebuenver.
—¿Encuántashorasestabaspensando?—Entodaslasquepuedadarme.—Quiero contratar a alguien a tiempoparcial, veintehoras a la semana.Tendríasqueocupartede
prepararalgunascosas,comobatidos,yañadirelaliñoadecuadoanuestrasensaladas.Perotucometidoprincipalconsistiríaentomarlospedidosdelosclientesquevienenencoche,transmitirlosalacocina,yllevarlosaloscochescuandoesténlistos.
—Puedohacerlo.—Lobuenodeestarjustoenlaesquinaesquedisponemosdetodoslosaparcamientosalolargode
todoellateralizquierdodeledificio.Losclienteslleganconsucocheynotienenquebajarseparaqueles sirvan la comida. Servimos de veinte a cincuenta coches por noche.—Sonrió astutamente—. Noocupan sitio en el comedor y no hay que limpiar. Lomejor de ambosmundos. ¿Puedes empezar estanoche,Stella?
—¿Meestáofreciendoelpuesto?—pregunté,parpadeando.—Siloquieres.Fueunadecisiónfácil.¿HoraslejosdeCarmina,aireacondicionado,yalgodedineroparagastar?
Sonreíanimadamente.—Yatienenuevacamarera.DixieJoselevantóalotroladodelescritorio.—Vena lascuatroymedia.Así tendrásocasióndevercómofuncionatodoantesde lahorapunta.
Pagolosviernescadaquincedías.¿Aúnteinteresa?—Desdeluego.—Entonces,nosvemosluego,Stella.—Conunasonrisa,meindicóconungestoquesalierayosola.Atravesabalacocinacuandolopensémejor,volvísobremispasosyasomélacabezaporlapuerta.—Unacosamás.¿Tengoquellevaruniforme?Ellahizochasquearlosdedos.—Casisemeolvida.Losnuevosacabandellegar.Elviejoeraunvestidoarayasblancasyrosascon
unadornodeencaje.LohabríapodidollevarperfectamenteDollyPartonensugirade1981.SitepasasporelEjércitodeSalvación,loverásalaventaadiezdólareslaunidad.—Revolvióenunadelascajasquehabíaapiladascontralapareddelfondo,ysacóunafaldanegradepieldeimitaciónyun topconestampadodecamuflaje.
—¿Mejor?—Enarcólascejas,inquiriendomiopinión.Meechéareír.—¿Tienequepreguntarlo?—Eltopsehademeterpordentroporseguridad,peropuedesponertecualquiercalzadocerradoque
teparezca.¿Quétallaprefieres?Elegíunamedianaysalílamardecontenta.Enloqueaentrevistasdetrabajoserefería,ibaunaa
cero.
Unavezenlacalle,viquelabicicletadeCarminahabíadesaparecido.Miréaunladoyaotrodelacalle.Unoscuantoscochescirculabanporlascallesdeadoquinesdel
centrodeThunderBasin,perolasacerasestabandesiertas.Nohabíaningúntranseúnteconaireculpablequehuyeraenunabirriadebicicleta.Vayaconlatranquilayseguravidadelospueblospequeños.Seguíasin móvil, así que no podía denunciar el robo. Tampoco podía llamar a Carmina para que fuera arecogerme.Sepondríafuriosayseguramentemeobligaríaavolverandandoparacastigarme.Lomirarapor donde lomirase, tendría que volver a pie. Primero le daría a Carmina la buena noticia, quemehabían dado el trabajo. Y esperaba que bastara para suavizar la pérdida de la bicicleta. Pero nosolucionabaelproblemadecómoiratrabajarporlatarde.
Merecogíelpelo,crucéalladosombreadodelacalle,einiciéellargopaseodevueltaacasa.Solohabíarecorridounascuantasmanzanascuandounvehículoamarillosedetuvoami lado.Laventanilladel copiloto estaba bajada.Chet Falconer se llevó lamano al sombreroStetson yme saludó con unasonrisa.
—Unamañanacalurosa—comentó.—¿Quéquieres?—dije,fingiendofastidio,perolaverdaderaquenodabacréditoamibuenasuerte.
AlomejorChethabíaacabadoyaenelpuebloypodíallevarmeacasadeCarmina.—¿Hasvenidoandandohastaelpueblo?Esunbuenpaseo.—Notodossomosunosholgazanes.Aalgunosnosgustahacerunpocodeejercicioyelairefresco.
¿Ydedónde sale este engendroquedevoragasolina?—pregunté, señalandoelvehículo.Nuncahabíavistonadaigual.Parecíauncruceentretodoterrenoycamiónmilitar.
—EsunaInternationalHarvesterScoutde1977.Yanolasfabrican.—Mearriesgaréadecirquegasta...¿4litroscada25kilómetros?Podríaspensarunpocomásenel
medioambienteycompartirloalmenos.Buscaraalgúnviajerosolitarioquenecesitequelolleven...Susonrisasehizomásamplia.—¿Buscasaalguienquetelleve?—Simplementemepreocupa el estadodel planeta quevamos a dejar a nuestros nietos.—Miré la
Scoutconairedubitativoparadarmayorénfasisamispalabras.—Venga,sube.Miréhaciadelante,memordíellabioyprocuréqueparecieraquenoacababadedecidirme.—Perohaceundíatanestupendo.Chetsoltóunbufido.—Haytreintaydosgradosahífuera.Subeantesdequecambiedeopinión.Tirédelaportezuelaysubí.—Vale,mehasconvencido.El interiorde laScoutdeChetolíaaunasencillamezclade limpiadordecuero, librosantiguosy
césped cortado. No había ningún ambientador artificial colgado del espejo retrovisor, y nome llegóningún aroma a colonia. Tampoco lo esperaba.Chet no era tan quisquilloso con su aspecto como loschicosdePhilly.Desdeluegonoera tanmeticulosocomoReed,queseplanchabalos tejanos.CuandoReedveníaarecogerme,selenotabaenelpelolarigidezdeungeldemáximafijación,laropaacabadade salir de la lavandería, y olía tanto a colonia como la perfumería de unos grandes almacenes.Seguramentetardabaalmenosunahoraenarreglarse.Detalles.Siempremehabíagustadosuatenciónalosdetalles.Peropensándoloahora,lehacíaparecerunpoco...tiquismiquis.
Chetapoyóelcodoenlaventanillaabiertaymetiólaprimera.
—¿Directaacasa?Erademasiadoprontoparacomer,ynoqueríavolveraúnacasadeCarmina.Nomeapetecíanada
tenerunanuevabronca.Peroaver,¿aquiénseleocurríarobarunabicicletaplayeraverdede1965porlomenos?
—¿Sabesdealgunatiendadebicicletasqueestébien?—pregunté.—¿Nuevasodesegundamano?—De segundamano, por supuesto. Busco una bicimuy concreta. Una playera verde con un cesto
colgadodelmanillar.Lapinturahadeestardesconchada.Escrucialquetengaarañazosenlaestructura.Oh,yelsillínhadeseranchoymullido.¿Creesqueencontraréunaasí?
Chetemitióunsilbidoconairepensativo.—Meparecequenomelohascontadotodo.Alcélasmanosenelaire.—HeperdidolabicideCarmina.Estamañanahevenidoalpuebloenlabiciparaunaentrevistade
trabajo,ymelohandado,porcierto—hiceunapausaparachocarloscincoconél—,ycuandohesalidoa la calle, ya no estaba.Me la han robado. Primero elMustang y ahora la bici. Tengomala suerte.Seguramenteme castigará.No semeocurre un castigopeor quequedarme en su casa las veinticuatrohorasdeldía.
—LoshermanosCharlton—musitóChetparasí.—¿Qué?—JimboyBillyJohnCharltonsehanllevadolabici.Notelotomescomoalgopersonal,selohacen
atodoelmundo.—¿EnseriosellamanJimboyBillyJohn?—EstamosenNebraska.Ahíteníarazón.—Sédóndeestálabiciexactamente—dijoChet,ehizouncambiodesentidoilegalydifícilalllegar
alcruce.Meagarréalasadeltechoparanoperderelequilibriocuandolasruedasgolpearonligeramenteelbordillo.
—¿Dónde?—Eldesguace.—¿Robanbicicletasyluegolasllevanaldesguace?—No tienennadamejorquehacer.Vivenenunparquedecaravanascercade lasvíasdel tren.El
padreesunborrachoynotardarámuchoenseguirasumujer,quemuriódecirrosishepáticahaceunosaños.LoshermanosCharltonnoestudian,notrabajanynopaganimpuestos.Serumoreaquelosdoshantenidorelacionesimpropiasconsuhermanapequeña,MillieSue.
—Puaj.—Sonladeshonradelpueblo,JimboyBillyJohn.Bueno,esoeraloqueocurríacuandolagentesequedabaestancadaenunlugarcomoThunderBasin.
Unavezqueseempezabacon laendogamia, todoeracuestaabajo.Camellos, ladronesdebicicletasypervertidos,elcompleto.
UnaaltavallametálicacoronadaconalambredepúascircundabaeldesguacedeThunderBasin.Chetaparcóenlaparteposteriordelampliorecintoparaevitarquenosvieraelencargadoqueestabaenla
entrada.Noeraprobablequenosmetiéramosenningúnlíopormeternosallí,measeguróChet,perosientrábamosporlapuertaprincipal,tendríamosquepagarporcualquiercosaquenoslleváramos.Yonopensabapagarporunabiciqueparaempezareramía,bueno,técnicamentedeCarmina.
Chetrecorrióelperímetroexteriordelavalla,encaminándosedirectamenteallugardondesehabíacortadoelentramadometálicodejandounabrechadisimulada.
—CuandoDustyteníadoceaños,loshermanosCharltonsellevaronsubici.Nohanvariadosuformadeactuarenaños.
Nosintrodujimosporlabrecha,recorrimosvariashilerasdecochesviejosapiladosdetresentresyde electrodomésticos antiguos.Pasamos al ladodeunamontañadeneumáticos, ejes yotras piezasdecoche.También tractores ymaquinaria agrícola desechados habían acabado allí.Chet giró al llegar aciertahileray,alfinaldetodo,viunenormemontículodetierra.EnloaltoestabalabicicletaverdedeCarmina.
—¡Esesa!—exclamé,avivandoelpaso.Me detuve bruscamente al pie del montículo, consternada al comprobar que la tierra tenía una
consistenciaviscosacomoelbarroyquehabíahenodesparramadoporencima.Apestaba.Yoeraunachica de ciudad, pero no se necesitaba vivir en una granja para saber que aquello era unmontón deestiércolfresco.
—VoyamataraloshermanosCharlton—murmurévengativamente.Chetmediounapalmadaenelhombro.—Elprimerpasoeselmásduro,nena.—Supongoquetúno...—dije,mirándoloesperanzada.Chetlevantólaspalmasdelasmanosyretrocedió.—Nihablar.Estoescosatuya.Diunpasovacilantehaciaelestiércol.Lasalpargatassehundieronenélconfacilidad.Arruguéla
narizydejéquemimentesedeleitara imaginandoinnumerablesformashorripilantesdedesmembraraJimboyaBillyJohnCharlton.Cuchillos.Motosierras.Picahielos.Mismanosdesnudas.
Resbalandounayotravez,conseguíporfintreparporelmontículohastalabicicleta.Aposentélostalones con firmeza para no perder pie, y lancé la bici rodando hasta Chet. Lasmanosme quedaronhechasunascoytuvequecerrarlosojosycontarhastadiezparanoperderlacompostura.Cuandoreabrílosojosyaventuréunamiradahaciaabajo,memortificódescubrirquelasalpargatassehabíanhundidocompletamenteenelestiércol,quemesubíaporlostobillosdesnudos.
Nopudeevitarlo:soltéunchillido.—Sitehacesentirmejor,lasvacassonvegetarianas—medijoChetalegrementedesdeabajo.—¡Loquemeharíasentirmejoresunaducha!Conteniendolasnáuseasquesentía,trotécolinaabajolomásrápidoquepudesincorrerpeligrode
caerme.Al llegar abajo, di puntapiés en el aire para hacer saltar los grumos de estiércol que semehabíanquedadopegadosa los talones,y luegorespiréhondovariasvecesparaserenarme.Alcabodeunosinstanteshabíalogradoreprimirlasarcadas.
—¿Dóndeviven?—pregunté,dirigiéndomeyaagrandeszancadashacialapartetraseradeldesguace,dondeestabaaparcadalaScoutdeChet—.¿Dóndepuedoencontraraesosdoshijosdeputa?
Chetrehuyómipreguntaagitandolamanoyconunextrañobrilloenlosojos.—Na,yaseocuparádeelloselkarma.—Novoyaesperaralkarma.Voyaocuparmedeellosyomismaahora—insistí,escupiendocada
palabra.—JimboyBilly Joe sonmalagente.Yode time iríacon labici, alegrándomedequeno lahayan
dejadoenalgúnsitiopeor.Medetuveenseco.—Unmomento,¿sellamaBillyJohnoBillyJoe?Chetenrojeciólevemente.Tosióconelpropósitoevidentededisimularunacarcajada.Lomiréfijamenteduranteunratoantesdecomprenderlotodo.—Oh,no—exclamé,entrecerrandolosojos—,nomedigasquetú...—Desdeluegoquesí.—Chetsoltóungritodetriunfoyechóacorrerendirecciónalavalla.Agarré labicicletadeCarminaporelmanillarysalíensupersecución, lanzándoleunaretahílade
insultosamenazadoresymuyingeniosos.Cuandolleguéa lavalla,estabasinalientoynotabaelsudorquemecaíaporlaespalda.Chetestabaalotrolado,observándomecondesconfianza,peroconunalevesonrisaburlona.
—Tedijequeteladevolvería—medijoconungestodesuficiencia.—Hasidoungolpebajo,Falconer.Chetmeapuntóconeldedo.—Empezabaa recuperar laconfianzadeCarminacortándoleelcésped,y lodelcoche fueungran
pasohaciaatrás.¿Vistecómomemirócuandodescubrióque tehabíaayudadoaarrancarelMustang?Dimequenofuepeorquetreparporunmontóndeestiércol.
—¿Yqué?—dijeconunresoplido—,¿porquéperdistesuconfianza?—SeguimoshablandodeCarmina,¿no?—respondióél,abriendolosojosconincredulidad.¿Acaso
necesitaunarazón?Razóntenía.Seguí rumiando mi descontento durante un rato hasta que finalmente dejé escapar un suspiro de
irritación.—Lomínimoquepuedeshaceresllevarmeacasa.Chetsostuvoenaltoeltrozodevallacortadaymeayudóapasarlabicicletaalotrolado.Luegosela
echóalhombroylallevóhastalapartedeatrásdelaScout.AúnmeestabasacudiendoelpolvocuandoChetseacercóymeabriólaportezuela.
—¿Ahorateponesenplancaballeroso?—dije,subiendoalvehículo.Élsoltóotroresoplido.—¿Quéclasedevenganzahabríasidositehubierarescatado?—Despuésdesentarsetraselvolante,
sediolavueltaparamirarmeconaireavergonzado.—¿Seguimossiendoamigos?—Solo simemetes en la liga de sóftbol.Necesito vida social. ¿Ha hablado ya contigo el pastor
Lykins?—Puessí.—¿Y?Chetsepasóelpulgarporlanariz.—Lehedichoquesupongoquepuedometerteenmiequipo.Tendremosunjugadordemás,peronole
importaráanadie.—Bien.—Mearrellanéenelasiento,satisfecha—.Esperabaqueestuviéramosenelmismoequipo.—¿Ah,sí?—Parecíaagradablementesorprendido.
—He oído que eres un buen parador en corto. No quiero estar en un equipo de perdedores.Obviamente.
—Deacuerdo.Bueno,hastenidosuerte.Vamos2a0estatemporada.Duranteelcaminodevueltaacasa,Chetsonrióderepente.—TodavíanomepuedocreerquetecreyerasesahistoriasobreJimboyBillycomosellame.—¡Eraunabuenahistoria!—protesté—.¡Totalmentecreíble!Élpusolosojosenblanco.—¿TodoslospueblospequeñosdeEstadosUnidosestánllenosdepaletosignorantesyobsesosdela
Biblia?—Meneólacabezaconexpresiónlastimera—.Noesposiblequecreaseso.Esoescomosiyotedijera que todos los de ciudad son unos adictos al trabajo que te apuñalan por la espalda y sonmoralmentecorruptos.
—Lodeadictosaltrabajoseguramenteescierto.Lagentesevaalaciudadpersiguiendounsueño...—Yasabesaloquemerefiero.Lancéunprolongadosuspiroehiceunmohín.—Vale,admitoqueestabaequivocadaytalvezteníaprejuicios.¿Contento?—Nopretendoobligarteaquepiensesdeunamaneraodeotra.Soloquieroqueveaslascosasdesde
miperspectiva.HevividosiempreenThunderBasin.Esteesmihogar.Megusta.Peronosoyciego.Senotaque tú lodetestas.Puesmuybien.Peropreferiríaque te reservaras tuopiniónsobreelpueblo,ytodoslosquevivimosenél,hastaquehayastenidoocasióndeconocernosbien.
Memordíellabioparareprimirunasonrisa.—Ojalápudierasvertelacaraahora.Quéseriotehaspuesto.—Esperabaquedijerassexy,encantadoreincreíblementeapuesto.—Paraesoprimerotendríasquelibrartedelsombrerovaquero.—Almenosyonohueloaestiércol—dijoélconunamueca.—¡Oh!—Echélacabezahaciaatrásparareír—.¡Nomepuedocreerquehayasusadoeso!¡Esdelo
másrastrero!Estoeslaguerra.—Meinclinésobreelasientoylepaséundedomanchadoporlamejilla—.Unamuestradeloqueteespera.Nosabesdóndetehasmetidopormeterteconlosmayores—añadí,volviendolospulgareshaciamíparaseñalarme.
—Perroladradorpocomordedor.—Esoesloquetútecrees.—Empiezaeljuego.Nosmiramoselunoalotroynosechamosareír.—Tellamaréparaelpartidodelviernes—dijo,cuandomedejóenelsenderodeentradadeCarmina
quinceminutosmástarde.¿Aquénúmerotellamoparaencontrarte?—LlamaaCarminaypreguntapormí.Aúnestoycurrándomelodetenermóvilpropio.—¿Cuándomecontaráslodelnuevotrabajo?EstabatanconcentradaenencontrarlabicicletadeCarmina,quemehabíaolvidadocompletamente
dedarlelosdetalles.—Soy la nueva camarera delSundownDiner.Seguramente las propinas seránunamierda, pero al
menostienenaireacondicionado.—Tencuidadoconlosvaquerosborrachos—dijoChetconunasonrisa.—Ya,bueno,melasarreglaré.—Sabíaquesolointentabaasustarme—.Tengomiprimerturnohoy.
Deséamesuerte.
—Noesnecesario.—Susazulesojosseposarondirectamenteenlosmíose inesperadamentesentíuna cálida sensación y me quedé sin aliento—. Te van a adorar. Deberíamos celebrarlo el viernesdespuésdelpartido.Iracomeralgooaverunapelícula.Túdecides.
Apartélavistayrecobrélacompostura.Acababadecruzarunalíneaynomegustabacómomehacíasentir.Cheteraunamigo,peroyoqueríaaReed.«Ynodeberíasernecesarioquetelorecordaran»,merecriminéamímisma.
—CarminahasidomásestrictadelohabitualdesdequemellevéelMustangelsábadoporlanoche.Tendréquepreguntarleprimero—dije.MedabaigualloquepensaraCarmina,ydesdeluegonopensabahablarledemisplanes,simplementelodecíaparacubrirme.NoqueríacomprometertodalanochedelviernesconChetporsidespuéssurgíaalgúnplanmejor.Suponiendoqueconocieraaotraspersonasenelpartido de sóftbol, tal vez recibiera alguna otra invitación. Lo que yo quería en realidad, lo quemásechabademenos,eraunafiestadefindesemana.Muchagente,músicaatopeypasarunbuenrato.
Sobre todo, no creía que fuera prudente pasar demasiado tiempo a solas con Chet. Conocía lospeligrosdeunarelaciónadistancia.Cuandoelgatoduerme,bailanlosratones.Yonoibaaserunadeesaschicas.Reedyyohabíamospasadodemasiadascosasjuntosparatirarlotodoporlabordaporunrollodeverano.
—Carminaestáacostumbradaasalirseconlasuya—dijoChet—.Perosucasaeslobastantegrandeparaacogerdosopinionesdistintas.Alfinalentraráenrazón;solonecesitaalgodetiempo.¿Estásbienconella?
—Sí,decoña.Siemprequenoestemoslasdosencasaalavez.—Debedeserdurotenerquemudarsedeunsitioaotrosinsabernuncaconquiénvasaacabar.—Ajá—musitéamododeevasiva.—¿Cuántotiempoestuvisteenelanteriorhogardeacogida?—Demasiado —respondí con vaguedad. No esperaba sentir cierto remordimiento por tener que
mentiraChet.Lafiscalíahabíamontadouna tapaderapormipropiaseguridad,yyo loentendía.PeroChet y yo nos llevábamos bien. Él era lo más parecido que tenía a un amigo. Me sentía malaprovechándomedeesaamistad,aunquefuerasoloduranteelverano—.Oye, tengoque irme.Deberíaecharunacabezadaantesdeempezarelturnoestanoche.Bueno,esoytambiénplanearmivenganza.
—Dormiréconunojoabierto.Semeborró lasonrisade lacara.Chetsolopretendíasergracioso,peromispensamientovolaron
haciaDannyBalando,queestabaahífuerabuscándome,ycomprendíquelabromadeChet tambiénseaplicabaperfectamenteamí.
Habíadadoenelclavo.
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Alascuatroymedia,introdujemitarjetaenelrelojdefichar.EstabaclaroqueenelSundownerandemasiadotacañosparainstalarunsistemainformático.DixieJoencargóaInny,otracamareradelasqueservían a los coches, queme enseñara la cocina yme diera lo que supuse que era su versión de uncursillodeentrenamiento.
Innyinicióresueltamentesurecorridoporlacocinadesueloblancoconandaresdepato,soltándomela informaciónagritosporencimadelhombro,yyomequedémirándola fijamentesinpoderloevitar.Aquí están los cocineros, aquí lamáquina de hacer helados, aquí lamezcladora para batidos, aquí elalmacén.Teníaelpelonegroyllevabaunamelenitacortayescalada.Susojoseranpequeñosyparecíaninstalados bajo un ceño permanente. Y los brazos y las piernas eran largos y flacos. Los brazos loscruzaba sobre un pecho plano, pero por debajo, la camiseta de camuflaje ceñía un vientre redondo yabultado.Inny,queapenasaparentabadiecisieteaños,estabaembarazada.Embarazadadeverdad.
Memiródearribaabajo,haciendoexplotarelchicle.—¿Conocesladiferenciaentreelaliñofrancésyelaliñoranchero?—Claro.—Estosevaaponerapetaralasseis.¿Noiráadarteuncolapsonerviosooalgoasí,no?EsbocéunasonrisaforzadaporquesabíaloquepretendíaInny.Intentabaponermeenmisitio,peroa
mínomeintimidaba.Nomeintimidabanadieenaquelpueblo.—Túdimequétengoquehaceryyoloharé—dije.Innymeplantóuntalonariodecamareraenlamano.—Anotalospedidos,dáselosaloscocinerosyluegollevalacomidaaloscochescuandoestélista.
¿Necesitasquetelorepita?Me hice con un delantal que estaba colgado en la hilera de ganchos que había junto a las puertas
batientes,melopuse,meloatéalrededordelacinturaymemetíeltalonarioenelbolsillodedelante.—Estaeslapuertaparairaatenderaloscoches—explicóInny,conduciéndomeaunapuertalateral
situadamásalládedondeestabanloscocineros.Unosmenúsplastificadoscolgabanalaizquierdadelapuerta.Enellahabíaunojodebueyporelqueseveíalacallelateral—.Quédateaquíyvigilalacalle.Seguroqueprontoaparecealgúncoche.
Apoyé el hombro en la puerta con los ojos fijos en la calle. Un par de minutos más tarde, unacamionetaaparcóehizosonarlabocina.
—Labocinahambrienta,esaes tuseñal—megritó Innyal tiempoquecolocabacuatrocuencosdeensaladaenequilibriosobresubrazo.
Empujélapuertaparasaliralacalle.Meencontrabaamitaddecaminodelacamionetacuandomedicuentadequenoteníalamenorideadecómorecibiraunclienteymuchomenosdecómoatenderle.PeronoestabadehumorparasoportarqueInnyserierademiineptitud,niparaaceptarunbuenrapapolvo,asíquemeechélacoladecaballohaciaatráseimproviséunsaludo.
—BienvenidoalSundownDiner.SoyStellayserésucamarerahoy.¿Enquépuedoservirle?—Dosdepolloempanadoydosdepatatasfritasyensaladadecol.Nadadebeber.¿Lotienes?—Lotengo—dije,garabateandoelpedidotandeprisacomopodía—.Ahoramismoselopido.Devueltaenlacocina,sujetéelpedidoconunapinzaenlaruedadeloscocineros,peroantesdeque
pudierasuspirardealivioporhaberlogradoatenderamiprimerclientesinproblemas,oídosbocinazosmásdesdelacalle.
—Avísame cuando estés a tope—gritó Innydesde el otro ladode la cocina.Salía de una cámarafrigorífica, grande como una habitación donde se apilaban en estanterías los alimentos congelados enbolsas,botesycubosdeplástico.Elairegélidosalíaporlapuertaabierta,queellaseapresuróacerrar.Tuvelasensacióndeque,sinoponíanprontoenmarchaelaireacondicionadoenlacocina,ibaatenerqueinventarmeunaexcusaparavisitarlacámarafrigoríficaconfrecuencia.
Al llegar a las seis y media estaba demasiado ocupada para sentirme nerviosa. Todos losaparcamientos de la calle estaban ocupados; en cuanto un coche se iba, otro ocupaba rápidamente sulugar.Empezabaatenerlamanorígidadetantogarabatearpedidosatodaprisa,ymedolíanloshombrosdetantotrajinarbandejasentrelacocinayloscoches.Lapropinahabitualerandosdólares, loqueenFiladelfiahabríasidounasco,peronoestabaenposicióndequejarme.¿Quiénibaaescucharme?Innytrabajabaamilado,metiéndosemetódicamentelaspropinasenelbolsillosinhacerningúncomentario.Mepreguntéparaquéestaríaahorrando.Noqueríasonarmoralista,peroestabaseguradequenotendríaningúnproblemaenconseguirunaayudadelgobiernoparamadresadolescentes.
Innymetiródelamangacuandoibaasalirdenuevoalacalle.—DeberíaavisartedequeesacamionetaqueacabadellegaresladeTriggerMcClure.Echéunvistazoatravésdelapuerta,peroestabademasiadolejosparaverporelojodebuey.—¿QuiénesTriggerMcClure?Por primera vez en todo el turno, la expresión de Inny se suavizó.Meneó la cabeza ymedio una
palmaditacompasivaenelhombro.—Nodejesqueteasuste.Ynodejesquetepisotee.Empujélapuertaymeencaminéalacamionetarojaaparcadaconelmorroapuntandoalbordillo.El
tipo que había al volante aparentaba la misma edad que Inny y yo. Desde luego iba al instituto.Basándomeen la advertencia de Inny, esperaba a alguienmayor condientes torcidosyojos crueles yvidriososporelalcohol.UnodelosvaquerosborrachosdeChet,talvez.
TriggerMcClure teníauna sonrisa lánguidaypícaraquecruzaba sus labios en formade arco.Susbrillantescabellosteníanuntonoentrerubioyrojizo,ajuegoconsusardientesojosazules.Unascuantaspecassalpicabansupiellechosa.Tuvequesacudirlacabezaparasalirdeltrance.Parecíaelmodelodeuna tienda de artículos de deporte. No era de extrañar que Inny me hubiera advertido sobre él.Seguramenteteníaatodaslastíasrevoloteandoasualrededor.Eramuydifícilquetantaatenciónnoselesubieraaunoalacabeza.
Triggerinclinósucuerpomoldeadoenelgimnasiofueradelaventanilladelacamionetaymehizounaseñadeimpaciencia.
—Yosoyelsiguiente—gritó.Caminéhaciaélymellegóelolorasudormasculino.Loque,unidoasucamisetaempapadaensudor
yelguantedebéisbolquehabíaenelasientojuntoaél,meindicóqueveníadirectamentedejugar.—¿DóndeestáInny?—quisosaber.—Dentro.Hoyteserviréyo.—Aguardéconellápizpreparadosobreeltalonarioparaindicarleque
nopodíaperdereltiempo.Aunqueélnosehubieradadocuenta,elcochecontiguoalsuyoacababadeirse dandomarcha atrás, y otro había ocupado su lugar. En el asiento de atrás, unos niños pequeños,gemelos, lloriqueaban y pataleaban, mientras la madre daba golpecitos en el volante y me lanzabamiradasdeimpaciencia.
Triggersepasóelpulgarporlafrente.—Escucha...—Fijólavistaenmicamisetaytuvelaclaraimpresióndequemeestabamirandolas
tetas—.¿Nollevaschapaconelnombre?Alcéeltalonario.—¿Quieresoírlalistadebebidas?TenemosproductosPepsi,limonada,téhelado...—Mountain Dew y pollo empanado, señorita Sin Nombre—me dijo con un asomo de coqueteo,
esbozandounasonrisaseductora.—Ahoramismo.—Seguroquetegustavermesudarparasabertunombre,¿eh?—Mostróunosdientestanblancosy
rectos como teclas de piano. No sabía por qué, pero había algo en él que me resultaba vagamentefamiliar.Unaidearidícula,puestoquenuncaanteshabíavistoaTriggerMcClure.Sinembargo,nopodíadesprendermedeaquellasensaciónperturbadorayacabésubiendolaguardia.
—Megustamitrabajo—dije,adoptandounaafablemáscaradecortesía.SiTriggerqueríaenterarsedeminombre,teníamúltiplesformasdeconseguirlo,comoentrarenelrestaurante,arrinconaraInnyypreguntárselo. No era que no quisiera que supiera mi nombre. Aunque lo pareciera, no era pordesconfianza.Simplementeaquellaextrañafamiliaridadquesentíamehabíadadoescalofríos,yhastaquetuvieratiempodedescubrirdedóndevenía,elinstintomedecíaqueguardaralasdistancias.
—Erestodaunacoqueta,¿eh?—siguiódiciendoTrigger,redoblandoelencantodesusonrisadebuenchico.
Coqueta.Siemprehabíadetestadoesapalabra.Yaunqueélnomecreyera,nomemostrabaevasivaapropósito.Pero...
Cuantomáslomiraba,mássedisparabanlassinapsisdemimemoria.Conocíaaaqueltío.Soloquenorecordabadequé.
Quisealejarmeparaaclararmelasideas,asíquerodeélacamionetaymeencaminéhacialamadredeaspectocansadoconlosdosniñosgemelos.
—Tepongonerviosa,¿eh?—dijoTriggeramiespalda—.Conseguirétunombre,monada.Garabateéelpedidodelamadre,atendiendoapenasconlamitaddelcerebro,yluegomeapresuréa
entrar.IbaavolvermelocatratandodeubicaraTriggerMcClure.Sunombrenomesonabadenada,perodesde luego su cara sí.Había cambiado desde la última vez que la había visto, aunque no recordabacuándo.Habíamaduradounpoco,lacarahabíaperdidolaredondez,poresonolohabíareconocidoalprincipio,peroenalgúnmomentodenuestravida,nuestroscaminossehabíancruzado.Ynoacertabaaimaginarcómo.¿CuándopodíahaberconocidoyoaunchicodeunpueblodeNebraska?
TeníaquehabersidomuchoantesdeconvertirmeenStellaGordon.SiyoconocíaaTrigger,talvezéltambiénmeconocieraamí,amiauténticoyoyportantoeraunabrechapotencialenmitapadera.
Amenosquenoseacordarademí.Eraunaposibilidad.Alfinyalcabo,amímehabíacostadounpocorecordarlo.No,recordarlono.Aúnnoloubicaba.Empezabaadudardehaberloconocido.Quizáshacíaañosmehabíasentadoalotroladodelpasilloenelmismoavión,yconfundíaunasimplemiradaalpasarconunarelaciónmásprofundayprolongada.SinopodíarecordardequéconocíaaTrigger,lomásseguroeraquetampocoélmerecordaraamí.
SabíaquedebíadecírseloaCarmina.ElmarshalayudantePricequerríasaberlo.Perosicreíanquehabía una brecha en mi tapadera, seguramente me sacarían de allí. No me había empezado a gustarThunderBasin,peroloquemenosmeapetecíaeratenerquemudarmeaotropuebloenmitaddelanada.Allíteníauntrabajo.Empezabaaorientarme.YteníaaChet.
EncuantopenséenChet,mepreguntéporquémehabríavenidosunombrealamente.Sí,claro,erabuentío,peronopodíaserunarazónparaquedarmeallí.Supusequemegustabasudivertidamaneradehacermeolvidarquenoqueríaestarallí.
Soloteníaqueasegurarmedequenuestrarelaciónnotraspasaraciertalínea.Despuésdecolgarlosnuevospedidosenlaruedadelacocina,recogíunabandejaymedispusea
llevarlafuera.—¿Sehametidocontigo?MiréporencimadelhombroyviaInnyechandoheladodevainillaenunvasoaltoparabatidos.Lo
colocóbajolamáquinadebatidos,queseencendióconunagudozumbido.—Nadaquenopuedamanejar—legritéparahacermeoírenmediodelruido.—Notemasgritarlesisepasacontigo.DixieJonotedespediráporeso.Lodetesta.Seguramentete
aumentaríaelsueldo.—Lacomidaseestáenfriando—dije,alzandounpocolabandejaquellevaba.Aúnnoestabasegura
sobreInny.Elinstintomedecíaquenoconfiaraenella,peroteníaalgo,algoquemegustaba,aunquenopodía nombrarlo.O quizá la admiraba.Nome parecía la clase de chica a la que le daría vergüenzapedirlealnovioquesepusierauncondón,demodoquededujequedebíadehaberserotomientras lohacían. Su embarazo no era un descuido, sino mala suerte. Porque aquella chica era dura como elhormigón.Innynocedíafácilmente,igualqueyo.
CuandoleservíalacomidaaunafamiliadecincopersonasqueviajabaenunSuburban,Triggerhizosonarlabocina.Seinclinósobreelasientoparagritaratravésdelaventanilladelcopiloto.
—¡Eh, Sin Nombre! Quiero cambiar mi pedido. Tacha lo del pollo empanado. Quiero unahamburguesaconbacónychampiñones,pocohecha.Ytráemetambiénpatatasfritas.
Hiceunapausaparaasegurarmedequepodíaadoptarunaexpresiónserenaantesdeacercarmeaéltranquilamente.
—Comoclientehabitual,estoyseguradequeconocesnuestrapolítica.Medisculpoporlasmolestias,perounavezqueelpedidohapasadoa laplancha,yanopuedecambiarse.—Trasestaspalabras,medirigíalapuertaagrandeszancadas.Noqueríadarletiempoadiscutirconmigo.
Nohubosuerte.—¡Eh!—gritóTrigger,cerrandolaportezueladesucamionetaconunfuertegolpetrasbajarsepara
venirdetrásdemí—.DileaInnyquesaqueelculoaquífuera.Notequieroati,laquieroaella.—Inny está trabajando en el comedor. ¿La quiere a ella? Pida mesa dentro. Sea como sea, si su
pedidoestáenlaplancha,yapuestoaqueseguramenteyaestácasihecho,tendráquepagarlo.—«Ysinomedaspropina,tejuroqueharéalgopeorqueescupirentucomidalapróximavezquevengas»,pensé.
Empujélapuertaparaentrarenlacocinaydejéqueledieraenlasnarices.Enlacocinahacíacalor.Elvaporquedesprendíanloscacharrosempañabalasventanas.Sopléhacia
arribaparaapartarmeelflequillo,queparecíapegadoalafrente.Habríadadocualquiercosaportenerunarazónparaentrarenlacámarafrigorífica,peroEduardo,elcocinerojefe,hizosonarlacampanillaparaavisarmedequeteníalistounpedido.YteníaquesereldeTriggerMcClureprecisamente.
—¡Ahoramismovoy!—ledijeaEduardo.TriggerMcClurepodíacomerseelpedidofrío,yyapodíaempezaratranquilizarsemientrasesperaba.
Enelbañodemujeres,meaferréallavaboyparpadeéalmirarmeenelespejo.Medolíanlaspiernasymemoríaporunasillayuntabureteparaponerlasenalto.Solohabíanpasadotreshorasdemiturnoylaideademetermeenlacamaresultabayaincreíblementeapetecible.Abríelgrifo,meechéaguaenla
caraymepasélamanoporlanuca.—TriggerMcClureesuncapullovanidosoquesemereceunchorrodeorinaensupróximoMountain
Dew—murmuréalespejo.La ideadibujóunasonrisa fugazenmis labios.Decidíque la ideaera tanestupendaquequizámeayudaríaapasarelrestodelturno.Exhaléunsuspiro,dejandoqueseaflojaralatensióndemishombros.Fueentoncescuandooíelruidodelacisternadelváter.
Innysaliópor lapuertadelváter. Inmediatamente la tensiónvolvióaatenazarme loshombrosy seapoderódemíuntemorenfermizo.
—Yo...—empecé,pero¿quépodíadecir?Lohabíaoídotodo.Aunqueyonopensabamearjamásenlabebidadenadie,nohabíasidomuyambiguaalexpresarmisintenciones.
Innyseacercóparalavarselasmanos.Seahuecóelpelosinapartarlavistadelespejo.Luegoapretólosdientesconlabocaabiertaparacomprobarsilehabíaquedadoalgúnresto.
—¿Orina?—dijoalfin.—Porfavor,noselocuentesaDixieJo...—¿Orina?—repitióella,alzandolavoz—.¿Nosetehaocurridonadamejorqueeso?No sabiendo adónde quería llegar con aquello, pasé por alto su provocación, aunque me habían
venido a lamente unas cuantas opcionesmás asquerosas. Quizá fuera verdad que el valor no estabareñidoconlaprudencia.
—LaprimeravezqueTriggermeagarróelculoeneltrabajo—dijoInny—,lepuseungrillomuertoenlahamburguesa.¿Yatisoloseteocurrepensarenorina?—Meneólacabeza—.Puedequetuvierarazón.Puedequetedejespisotear.
Todavíarecelosa,meabstuvedecontestar.Innyseinclinósobreellavaboparaaplicarseunanuevacapadepintalabios.—Acabodedecirtequepuseungrillomuertoenlacomidadeuncliente,¿ynotienesnadaquedecir?Laobservébrevementeatravésdelespejo,sinmirarladirectamentealosojos.—Pero¿quéproblematieneese?—preguntéconcautela.—¿Noesobvio?Tienelapollapequeña.Porfinnuestrasmiradasseencontraron.Muylentamente,sonreímoslasdos.—Juega a béisbol—siguió diciendo Inny—. Todos los ojeadores tienen la vista puesta en él. Es
lanzador, y zurdo además. Deberías ver cómo lanza las bolas rápidas. A ciento cuarenta y cincokilómetros por hora y con un pequeño efecto además.La bola traza una curva cerrada de izquierda aderechajustoantesdevolarporencimadelhome.—Soltóunsilbidodeadmiración—.¿Ysubolaconcambio de velocidad? Unos veinticinco kilómetrosmás lenta que su bola rápida, pero con un efectodescendentedederechaaizquierda.Elpuebloenteroestáconvencidodequejugaráenlasgrandesligas,yconrazón.Aunquenotelocreas—añadiócondescaro—,nohaymuchascelebridadesquenacieranenThunderBasin,asíqueTriggerhacreadobastanterevuelo.Porsupuestotantaatenciónselehasubidoalacabeza,ynolehadejadonadaenotrosaspectos.
—ParecequesabesmuchosobreTrigger.—Sédebéisbol—replicóella,encogiéndosedehombros.—Sivaaacabarenlasgrandesligas,seiráprontodelpueblo.Esodeberíadarte,darnos,unmotivo
parasonreír.—Ya—dijoInny,perosinlarisaqueyoesperaba.Sutonoparecíainclusomalhumorado.—Hapreguntadoporti.Lehedichoqueestanocheteníasturnoenelcomedor.Esperéaquedijeraalgomás,peroellasesecólasmanosyabandonóelbañosindecirnada.
ReflexionandoaúnsobremiconversaciónconInny,extrañaperononecesariamentedesagradable,lediunminutodeventajaantesdesaliryotambién.RecogíelpedidodeTriggerysalíalacalle.SaberqueInny estaba de mi parte me dio la motivación que necesitaba para enfrentarme de nuevo con él. Lasolidaridadteníasuscosasbuenas.
—Unadepolloempanado—dije,introduciendolabolsaporlaventanilladelacamionetadeTrigger—,yunMountainDewhelado.
Élmearrojólabolsayestuvoapuntodederramarlabebidaenlamanoqueyoteníatendida.—Puedo tomar nota de un segundo pedido de hamburguesa y patatas fritas —dije, empezando a
perderlacalma—,perocomoyaheexplicado...—DileaInnyquesalgaaquíahoramismo.Necesitédetodamifuerzadevoluntadparahablarcontranquilidad.—Porhalagadorasquesean tuspalabras,nopuedohacerlo. Innyestá trabajando.Yyo también.Si
mirasa tualrededor,verásquehaycincocochesesperandosuspedidos.—Lepaséelportacuentasdepielsintéticaatravésdelaventanilla—.Aceptamosdineroalcontadootarjetadecrédito.Noaceptamoscheques.
Triggernoaceptóelportacuentas.Ensu lugaragarróel refresco.Antesdequemedieracuenta, lehabíaquitadolatapayelcontenidodelvasovolabahaciamí.
Soltéungritoahogadoymepasélasmanosporlosojosbañadosenelrefrescohelado.—Mierda.Quédesperdicioderefresco—dijoTriggerarrastrandolaspalabras.Contéhastadiez.Volvíacontar.Luegomeesforcéenhablartranquilamenteycontotalfrialdad.—Mehandichoqueerestodounjugadordebéisbol.Lanzador,¿no?Esperoquesepasmanejartus
bolasmejorquelabebida.ElrostrodeTriggerenrojeció,peroselimitóaagarrarseelpaquetedescaradamente.—Yategustaríaaticomprobarlo.Luegopusomarchaatrásbruscamenteysefueatodapastilla.Nosécuántotiempoestuveallímirandofijamentelanubedehumoquedesprendíasutubodeescape,
sintiendounnudocadavezmásgrandeenlagarganta.Apretélosojosconfuerza,diciéndomeamímismaquemeescocíanporculpadelrefresco.Sentíunhorriblecosquilleoenlanarizymedicuentadequeestaba a punto de echarme a llorar.Yoqueme creía la chica dura dePhilly iba a permitir que aquelgilipollasmehicierallorar.Loodiéporellocasitantocomomeodiabaamímisma.
Justocuandocreíaqueibaaperderlospapeles,Innyacudióamilado.—Toma—dijo,tendiéndomeuntrapo—.Paratuinformación,aúntequedabastanteparapillarme.A
mí me lo ha hecho tres veces. Cuatro, contando el batido de chocolate. Dios, no había manera dequitármelodelpelo.
Quisereír,peroteníalagargantaroncayrasposa.—DixieJolesacaráeldinerodelacomidaasuspadres,peronopuedoprometerquehayapropina.
LospadresdeTriggersonsusmayoresfans.Seguramenteéllesdiráqueeresunaamantedespechadayquetehastiradolabebidaencimaparallamarsuatención.—Innymemiródesoslayo—.TeasombraríasabercuántaschicasdeestepueblosonamantesdespechadasdeTriggerMcClure.
—Porqueesimposiblequeunachicalodetestesimplementeporqueesuncapullo.—Exactamente.—¿Quieresiracomeralgocuandoacabemoselturno?—preguntéaInny,ylosojossemellenaron
porfindelágrimas.Talcomoestabayendolanoche,necesitabaunpocodecompañía.Yapesardemi
valoraciónprevia,alparecerInnyyyoteníamosalgoencomún.—Estanocheno.—Bostezóyseacaricióelabultadovientreconairedistraído—.Tendrésuertesino
meduermoconduciendodevueltaacasa.Eltercertrimestreesunapatadaenelculo.
CuandolleguéacasadeCarmina, laencontrédespiertaesperándome.Estabasentadaenunadelasbutacasdepanadecolorazuldesvaídodelasaladeestar,hojeandounlibro.Alverme,sequitólasgafasdelecturaylasdejócolgandodelacadenaquellevabaalcuello.
—¿Quétalhaido?—Cansado.—¿Teduelenlaspiernas?—Nomucho.—Tedoleránmañana.Deberíasponertemediasdedescanso.Yoteníalamanoenlabarandilla;señaléhaciaarribaconungestofatigadodelacabeza.—Mevoyaacostar.Servircomidasaloscocheserauntrabajoextenuante.Aunquelabibliotecanohubieracerradoyaal
acabarmiturno,noestabaseguradequepudierahaberhechoelesfuerzoextradeirenbicicletahastaallípara ver siReedmehabía dejado algúnmensaje.Y eso era decirmucho, porqueprácticamente vivíaesperandoesemensaje.
—¿Tieneordenador?—preguntéaCarmina,deteniéndomeenmilentaascensiónporlasescaleras.—Un viejo portátil. Pero está bajo llave—se apresuró a añadir, dejando claro que yo no tendría
accesoaél.—Déjemeadivinar.¿Losfederalesdijeronqueseríaunatentacióndemasiadograndeparamí?—LagentequetebuscapodríarastrearladireccióndelordenadorhastaThunderBasin—señalóella
conseveridad.—Se llama dirección IP—dije, pero a pesar demi desdén, sentí escalofríos por todo el cuerpo.
Había usado un ordenador de la biblioteca para ponerme en contacto con Reed. Había sido muycuidadosa,mucho,perosiempreexistíaun riesgo.DecirmeamímismaquesiDannyBalandohubieradescubiertomicuentasecretadee-mail,yaestaríamuerta,nometranquilizó.Quizáseríamejordejarlocorrerduranteuntiempo.PeroesosignificaríaesperaraúnmásparahablarconReed,yyomemoríadeganasdeplanearnuestrofuturo.Eralaesperanzadevolveraestarconélloquemesacabadelacamaporlasmañanas.
—HallamadoChetFalconer—dijoCarmina.—¿Quéquería?—Hablarcontigo.—Ahoraquehaquedadotodoclaro,¿puedousarel teléfono,porfavor?—preguntécondesdeñoso
sarcasmo.—Sonlasonce,Stella.Demasiadotardepara llamadasde teléfono.Puedes llamarlemañanapor la
mañana.Mereíporlobajo,peronomehacíagracia.Eraincreíble.Carminanopensabarendirse,estabatan
resueltacomosiempreamantenermealejadadeChet.QuizátendríaqueexplicarlequemimadrehabíaprobadolamismatácticaconReedyyaseveíaelpocoéxitoquehabíatenido.
—Unajoveneducadanollamaporteléfonoalascasasdespuésdelasnuevedelanoche—añadió
ella.—Nosetratadeeso.Ledaniguallosbuenosmodales.Loquepasaesquenoquierequehableconél.
Admítalo.Carminaalzóel libroyhundió lanariz enél,dandoporconcluidanuestra conversación.No ibaa
escucharme.Demodoqueasíeracomosecomportabacuandolascosasamenazabanconnosalircomoellaquería.
Bueno,almenosyasabíacómoibaagastareldinerodemiprimersueldo.Necesitabaunmóvil.Deinmediato.
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Trabajélanochesiguiente.EraeldíalibredeInnyysinsuscomentariossucintosymordacessobrelavida en la cocina, el turno semehizo insoportablemente largo.ElSundowncerraba suspuertas a lasdiez,perolacocinanodabaporconcluidasutareahastacuarentaycincominutosdespuésporlomenos.Teníanquefregarsesuelosysuperficies,lamáquinadeheladosteníaquelimpiarseconaguacaliente,yhabíaquesacarlabasura.Comoyoeraelúltimomono,lasotrascamarerasseibantemprano,dejándomeamíparaacabarlalimpieza.Alasoncemenoscuarto,asomélacabezaeneldespachodeDixieJoparadespedirme.
—Parecescansada—medijo,observándomeconojosagudosypenetrantes—.¿Quétallollevas?—Mejor.—Suspiré—.Estanochenolahecagadoconningúnpedido.—MehancontadolodeTriggerMcClure.—Imaginabaqueselocontarían.Selevantóyrodeóelescritorioparaapoyarseenélymirarmealacara.—Nosoportoaesecrío.Mesubelatensiónhastaaquí...—Señalóelaireporencimadesucabeza.—Ya,Innymelodijo.Mispalabrashicieronqueenarcaraunaceja.—¿Inny Foxhall? ¿Hablando con la nueva? ¿Adónde vamos a ir a parar?—Siguió hablando para
explicarse—.A Inny le cuesta hacermigas con la gente. Ha levantado unos cuantosmuros, como yahabrásimaginado.Imaginaqueesmásfácilmantenerelmundoadistanciaqueexponersealridículo.
—¿Porelembarazo?—Enparte.Esdiferenteenunmundodondesolovaleadaptarse.Elinstituto.Ya.—¿Decuántoestá?—Desietemeses.Saledecuentaslasegundasemanadeagosto.—Medapena.DixieJosepusorígidaysumiradasehizomásfría.—Novuelvasadeciresonuncamás,Stella. Innyes tanduracomo lasbisagrasde laspuertasdel
Infierno, pero una cosa la destrozaría: la lástima. ¿Quieres ayudarla?Nohagas que se sienta inferior.Trátala como tratarías a cualquier otra persona. —Se apoyó de nuevo en el escritorio, tratando derespirardenuevonormalmente—.Perdona,noquería ser tanduracontigo,pero Innyes... ¿cómo te loexplico?...Mesientounpocoresponsabledeella.Leiríabienquelatrataranconalgodeamabilidad.Esloquepretendíadecir.
La reprimenda de Dixie Jome conmovió. Y tomé notamentalmente de no volver a mencionar elembarazodeInnynuncamás.Peroalmismotiempohizoquemepreguntaraquémáshabía.PercibíaquelapreocupacióndeDixieJoibamásalládelembarazo.¿CuáleraelrestodelahistoriadeInny?
—Bueno, ¿has sacado la basura?—preguntóDixie Jo, volviendo a adoptar su acostumbrado tonocordial—.¿Lamáquinadeheladosestálimpia?
—Sí.—Bien.Nosvemoseljueves.Buenasnoches,Stella.PedaleandohacialacasadeCarmina,pasépordelantedeunatiendailuminadacondoscochesenel
aparcamiento.TheRedBarnanunciabagasolina,cigarrillosysándwichescalientes.EnelSundownmedescontabanlascomidas,peroeloloracebollafritaypollohervidomezcladoconeldelsudorduranteseishorasseguidasbastabaparaquitarmeelapetitoduranteeltrabajo.Asíqueestabamuertadehambre.Apoyélabicicontraunárbolyhurguéenlosbolsilloshastareunirtreintadólaresdepropinas.TeníaelazúcartanbajoquehabríadadotodoloquellevabaacambiodeunaCoca-Colahelada.
CruzabaelaparcamientocuandoviaTriggerMcClureapoyadoenlapareddeladrillodelatienda,concentrabalavistaenloscochesquepasabanrápidamenteporlacarretera.Unacamionetaaminorólavelocidad y entró en el aparcamiento. Trigger se enderezó de inmediato, mirando la camionetaansiosamente.
UnhombrecontejanosrotosbajódelacamionetaysedirigiósinprisaalaentradadeTheRedBarn,comprobandoeldineroquellevabaenlacartera.Enesemomento,Triggerseseparódelaparedysaludóalhombrecontonoamistoso.
—¿Cuánto quieres por comprarmeun paquete de seis?—le oí decir con tono relajado—. ¿Qué tepareceunodeveinte?Ytequedasconelcambio.
Eltiposoltóunacarcajadagutural.—¿Porquéno?Recuerdocuandoteníatuedad.Esunamierda,¿verdad?Triggerlediounapalmadaenlaespaldayletendióelbilletedeveinte.—Tedebouna,tío.—Túhazquenossintamosorgullososcuandoestésenlasgrandesligas,¿deacuerdo?Meretiréhacialassombrasparaobservarcómosedesarrollabalaescena.Unosminutosmástarde,
elhombresaliócondosbolsas.LetendióelpaquetedeseisaTriggereintercambióconélunasbromasenuntonodemasiadobajoparaqueyolasoyera,salvocuandosoltabanunacarcajada.Pocodespuéselhombre se fue. Trigger subió a su camioneta y se quedó allí. Con las luces apagadas me resultabaimposibleverloqueestabahaciendo,peromeloimaginaba.
Miopinión sobre él nomejoró, peronoqueríapensar en él en aquelmomento; queríaun refrescoheladoysentarmebajoelaireacondicionadoconelpeloenaltoparaquelabrisaartificialmesoplaraenlanuca.
Unavezdentrodelatienda,agarréunabotelladeCoca-Coladelaneverayrepasélossándwichesquehabíaenelaparador.Mientraselegía,lacajera,unamujerconelpeloteñidoderubioylosojosmalperfilados,sequitóeldelantalylanzóungritoendirecciónalatrastienda.
—¡Theo!Unchicoescuálido,congafasyacnéenlabarbilla,asomólacabezaporlapuerta.—Estoyaquí,mamá.—Salgoquinceminutos—dijoella,echandomanoaloscigarrillosyelmecheroquellevabaenel
bolsillo de atrás. Encendió un cigarrillo y le dio una calada antes de desaparecer por la puerta deentrada.
—¿Enquépuedoservirte?—mepreguntóTheoanimadamenteconunavoztípicadelapubertad.Depositémisándwich(mehabíadecididoporunodejamónyqueso)sobreelmostradorylelancé
unamiradacómplice.—¿Quéedadtienes?—Dieciséis.—Mentiroso.Elchicotragósaliva,haciendoqueselemovieralanuezconnerviosismo.
—Catorce. ¿Vas a denunciar a mi madre? Solo trabajo después de las nueve cuando se toma undescanso.Quinceminutosaquíyallá.Nosepuededecirqueinfrinjalaley.Elrestodeltiempolopasoenlatrastiendaconmisvideojuegos.
—Noheoídoningúnvideojuego.Theo parecía a punto de mearse encima. Miró hacia abajo y vio que le temblaban las manos.
Rápidamentecruzólosbrazossobreelpechoparaocultarsunerviosismo.—¿Quéhacíasenrealidadenlatrastienda?—pregunté,aunqueyameloimaginaba.Suponiendoque
tuvieraordenador,yquenoestuvierajugando,solosemeocurríaotrarazónporlaqueunchavalestaríapegadoaunapantalla.
Asíquemetomócompletamentedesprevenidacuandosusurróconairetriste:—Cosía. Estaba cosiendo. —Hundió el mentón en el pecho y encorvó los hombros como
preparándoseparaserridiculizado.NohacíaniveinteminutosqueDixieJomehabíaregañadoporcompadecermedeInny,peronopodía
verelrostrodesesperadodeTheoynosentirlástimaporél.—¿Cosiendo?—dije,procurandosonarinteresada—.¿Quéhaydemaloeneso?Theopaseólavistaporlatienda,peroinclusodespuésdeconfirmarqueestábamossolos,meindicó
porseñasquebajaralavoz.—¿No... no te vas a reír de mí? —Me miró parpadeando como una lechuza, claramente
desconcertado.—¿Yquécoses?Suexpresiónsesuavizólevemente.—Bueno, ahoramismo estoy haciendo una chaqueta sport. Es difícil encontrar una chaqueta bien
confeccionadaenThunderBasin.Estoyusandolanadecolorazulmarinoyesperotenerla listaparaelotoño...—Seinterrumpió,semordióellabioymemiróconseriedad,sopesandosidebíarevelarmealgomás.
—Megustaríaaprenderahacerlelosbajosamiropa.—EnPhilly,mimadreseloencargabatodoaunamodista.Ingasellamaba,creo.PeroTheoteníarazón,lascosaserandistintasenThunderBasin.Nosabíadóndepodíallevaraarreglarmimejorropa,osihabíaalgúnsitiodondellevarla.Yloqueeramásimportante, ¿iba a tener ocasión de ponérmela?—.Quizá tú podrías enseñarme algún día—sugerí, detodasformas.
ElrostrodeTheopareciófundirsedefelicidad.—¡Porsupuesto!Cuandoquieras.Noesnadadifícil.Ysoyungranmaestro,enserio.Nolodigopor
fardar,eslaverdad.Cuentaconmigo.Seechólasgafashaciaarribaconundedo,ysonriódeorejaaoreja.Yluegosusojosseposaron
detrásdemí.Palidecióytragósaliva.—Oh,no—susurróconvozronca.Antesdequepudierapreguntarlequéocurría,sonólapuertay,aldarmelavuelta,viaTriggerque
entrabapavoneándoseconunalatadecervezaenlamano.Élmeviotambién,rioporlobajoymesaludólevantandolalata.Oquizámeamenazabaconunasegundadosisdelíquidoenlacara.Encualquiercaso,elgestomepusodemalhumor.
—Theo—dijoTrigger,pronunciandoelnombredelchavalconuntonotaninsultantequeparecíaelrematedeunchistegrosero—.Mealegrodeverte, amigomío.Mepreocupabaqueno trabajaras estanoche.Notehevistocuandomeheasomadoantes.Noestaríasescondiéndotedemí,¿verdad?¿Cuántas
vecestengoquedecírtelo?Siempreteencuentro.Theobajólavistaalsuelo.Teníalabarbillahundidaenelpechoycuandohabló,apenasseleoía.—Yatienestucerveza.Hevistocómoteladabaesehombre.¿Nopuedesirteya,porfavor?—¿Irme?Tenemosuntrato,Theo.Theoparpadeóconnerviosismomirandolapuertalateral.—Mimadrevolveráencualquiermomento...—Tumadreesunaalcohólica—leinterrumpióTrigger—.HevistolabotelladeSmirnoffquellevaba
bajoelbrazo.Caeráredondajuntoaloscontenedoresyestaráfueradecombatedurantehoras.Estamossolostúyyo.Novendrátumamiqueridaasalvarte.—Abandonóeltonoburlón—.Medebesunpaquetedecervezas.Tráemelo.Rápido.Voyconretrasoportuculpa.
—Mimadre llevaun inventariode todomuymeticuloso.Sisiguesviniendocadafindesemana,alfinaldelmessedarácuentadequefaltancuatropaquetesdeMillerHighLife.
—Eresunchavalespabilado—dijoTrigger—.Soluciónalo.—Alguientienequepagarlacerveza—insistióTheo—.Estásrobandodelatienda.Trigger emitió un suspiro de exagerada paciencia y se acercó para dar a Theo un golpecito en el
pechoconeldedo.—No robo nada si es una donación.Métetelo en la cabeza. Ahora ve a por un paquete. O no te
invitaréalafiesta.—Yanome importan las fiestas.Cometíunerror.No...noquiero ir—balbuceóTheo—.Deberías
irte.Enseriodeberíasirteya.LasonrisaseborródelacaradeTrigger,queadoptóuntonoamenazador.Seapoyópesadamenteen
elmostrador,haciendoqueTheoretrocedieradospasos.—Voyadartecincosegundosparaquemetraigaslacerveza,enanocongranos.Cinco.Cuatro.ObservéqueloslabiosdeTheoempezabanatemblarygemíinteriormente.Malditosentidodeldeber
moral.YamehabíaenfrentadoconTriggerlanocheanterior,yaunquenomeapetecíavolverahacerlo,teníalasensacióndequesabríaarreglármelasmejorqueTheo,queparecíaapuntodeecharseallorar.Triggerhabíacausadoyasuficienteslágrimasduranteelfindesemana.Además,semeestabacalentandola Coca-Cola. No me había pasado seis horas de pie, trajinando bandejas de comida, para acabartomándomeunrefrescotibio.
Triggerhabíadejadosulatadecervezasobreelmostrador,yyolaapartédemisándwichymiCoca-Cola.Lohiceconfuerzasuficienteparadejarclaroqueyoestabaprimeroyquenomegustabanadaquesecolara.
—¿Cuántotedebo?—preguntéaTheo.—Túotravez—medijoTrigger,yensubocasedibujóunasonrisafanfarrona—.¿Notienesnada
mejorquehacerqueseguirme?—Yohellegadoantes—melimitéadecir.—¿Siempreerestanquisquillosa?Uncactus,esoesloqueeres.—Mepasóundedoporelbrazo,y
yoseloapartédeunmanotazo.Sivolvíaatocarme,lerompíaeldedo.—¿Cuántotedebo?—volvíapreguntaraTheoconmayorfirmeza.—Cincoconnoventaysiete—respondióélconnerviosismo.—Aquítienesdiez.¿YcuántocuestaunpaquetedeMillerHighLife?Theoalzóelmentónbruscamenteymemiróconasombroyculpabilidadporigual.—Notepreocupesporeso—musitó—.Yolopagaré.
Triggerrioentredientes,haciendoseñasaTheoparaqueguardarasilencio.—No voy a dejar que una chica guapa me pague la cerveza. —Se encaró conmigo—. Pero me
encantaríapagarteuntrago.CuandoTheometraigalascervezas,¿porquénotesubesamicamioneta?EstanochehayunagranfiestaenellagoMaloney.Verásquébientelopasas.Vamos,Theo,nohagasqueestachicatengaqueacudirenturescate.
—Oh,nomeestabaofreciendoapagar la cerveza—intervine—.Solo sentía curiosidadpor sabercuántointentabasrobar.
—¿Qué?—dijoTrigger,frunciendoelceño.—Tienesexactamentecincosegundosparasalirdeaquíantesdeque llamea lapoli—ledije.No
teníamóvil,perohabíavistounteléfonopúblicofueradelatienda,ysabíaquelasllamadasal911deemergenciaserangratuitas.
—¿Qué?—repitióél,meneandolacabezacondesconcierto.—Telovoyaponermuyclarito.—Señalé lapuerta—.Salporahí.Novuelvas lavistaatrásyno
vuelvasaentraraquí.Élladeólacabezahaciendocasoomisodemispalabras.Bajolosvaporesetílicosquenublabansu
mirada,viundestelloquemeprovocóunnudoenelestómago.—¿Nonosconocemosdeantes?Traguésaliva,peroconseguímanteneruntonosereno.—Sí,deayer.¿Noteacuerdas?Mearrojastelabebidaalacara.—No,antesdeeso...—Noconcluyólafrase,peromemiróconmayorintensidad,comointentando
recordaruntiempolejano.Seacomofuere,nopodíapermitirlequelolograra.—Estásborracho,Trigger.Novesbien,ydesdeluegonopiensasconclaridad.Nodeberíasconducir.
Llamaaunamigoparaquevengaarecogerte.—Lojuro,hayalgoentique...—Fuera—dije,ylediunleveempujónpararecalcarmispalabras.Ensusemblanteaúnsenotabalaconcentración,perocomprobéconalivioquenooponíaresistencia
cuandomiempujónloimpulsóhacialapuerta.—Volveré—dijoaTheo,apuntándoleconundedotembloroso—.Volveré.Lapróximaveznopodrás
escondertedetrásdetunovia—farfullóconunamueca,muyperjudicadoyaporelalcohol.—Cierralaspuertasconllaveyllamaalapolicía—dijeaTheoencuantoTriggersalió.—¿Qué?—exclamóél,retrocediendo.—Sinovasahacerlo,pásameelteléfonoyllamaréyo.—¿Qué...quévasadecirles?—Laverdad.—Triggermematarási lodenuncias.Si llamas,empeorará tododiezvecesmás. ¡No lohagas,por
favor!—Noseastanmelodramático.Estáborracho.Nodeberíaconducir.Además,nopuedeveniraporti.
Tendráantecedentesporacosarteylapolinolovaapermitir.Learranquéelmóvildelbolsillodelapecheradelacamisaymarqué.Theo apretó los puños bajo la barbilla. Se estaba poniendo verde pormomentos. Pensé en seguir
tranquilizándolo,peronomeibaaescuchar.Prontorecobraríalacalmaysedaríacuentadequeyoteníarazón.
Apesardelomuchoquemequejabadelaconstantesupervisióndelosalguaciles,siunacosahabía
aprendidode las fuerzasde la leydurante los tresvertiginososdíasdeconvivencia, eraque sepodíaconfiarenellos.Hicelallamadasinvacilar.
Diezminutosmástarde,unagenteuniformadodiounosgolpecitosenelcristaldelapuertayyoleabrí.ElagentemetomódeclaraciónmientrasTheoseretorcíalasmanosymelanzabamiradasdehondainquietud.CuandomencionéelnombredeTrigger,elagenteenarcólascejas.
Mantuvoesaexpresióndeleveinterésmientrasyoterminabadecontarletodalahistoria.—¿Estásseguradequequierescontinuar?—dijoalfin.Casisonabacomosimedesaconsejaraque
denunciaraaTrigger.Peronopodíaser.Seguroqueyolehabíainterpretadomal.—Mmm,puessí.—¿Hasvistoquédirecciónhatomado?—HadichoqueibaaunafiestaenellagoMaloney.—Si se cursa la denuncia y se arresta aTrigger y se le acusa, podrían citarte para declarar como
testigoanteeltribunal.Unescalofríomerecorriólaespinadorsal.DenunciandoaTrigger,¿atraeríatalvezunaatenciónde
losmediosquenomeconvenía?Alguienteníaqueponerleensusitio,pero¿valíalapenaarriesgarmeaquemedescubrieranporeso?RecordéaDannyBalandomirandofijamenteelespejodedoscarasenlarueda de reconocimiento de comisaría. No podía verme, pero sabía que estaba allí detrás. Suespeluznantemiradanodisimulabasusintencionesconrespectoamí.¿Sepropagaríalanoticiadeaquelpequeñopueblo anivel nacional?Decidí queno.Elmiedo, fríoypersuasivo, intentabahacerquemeecharaatrás.
—Nohayproblema—leaseguréalagente.Élnosabíaqueyoestabaenelprogramadeproteccióndetestigos.SololosabíanelsheriffyCarmina.
Elagentevolvióaenarcarlascejascomodiciendo:«Malaelección,señorita.»Measombrabaquenoparecieracomplacido,agradecidoincluso,dequeunodelosciudadanosdesupoblaciónseprestaraahacerlocorrecto.Cierto,yoteníarazonesegoístasparaquererquelemetieranunpuroaTrigger,peroesoelpolinolosabía.Encualquiercaso,teníalaclaraimpresióndequeestabaintentandodisuadirme.Puesyapodíairolvidándose.Triggererauncapullo,ysiloarrestabanporconducirebriooalgopeor,noeraculpamía,sinosuya.
—¿Algomás?—preguntóelagente.—Sí,graciasporhabersido tanservicial.—Sonreíaldecirlo,peroporsuertenopodía leermeel
pensamiento,quenoerataneducadonimuchomenos.
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Era viernes, el sol se había puesto, yChet aparecería en cualquiermomento para recogerme. ¡Miprimerfindesemanaenelpueblo!Nuncahubieraimaginadoqueveríaeldíaenquemeemocionaraporunpartidodesóftbol.Claroque,abuenhambrenohaypanduro.Loimportanteerasalir.
Había jugado a sóftbol en Primaria y conocía los principios básicos, así que no temía hacer elridículo.Además,Chetmehabíadichoqueloslanzamientoseranlentos.Habíaqueserrealmentetorpeparanodarleaunaboladeltamañodeunpomeloquellegabaalavelocidaddeuncaracol.
Mientrasmepreparabaparaelpartido,esdecir,meponíaunacamisetaymetrenzabaelpelo,sentíuninesperadovuelcoenelestómago.Lacrudarealidadsepresentóderepente.Nopodíacreerquehubieratardadotantotiempoendarmecuenta.
Novolveríaajugaralbaloncesto.Nojugaríaenlauniversidad.Desdetercerodeprimariahastaelúltimoañodeinstituto,habíajugadoalbaloncestotodoslosaños.
Eramideporte.Semedababien.Estandoensegundocurso,habíaempezadojugandounpardepartidosconel equipodel instituto,y en tercero,ya era fija enelquinteto inicial.Había recibidoofertasparajugarenelBabsonCollegeylaPennState,yalfinalmehabíadecantadoporelBabson.
Me senté en el borde la cama. Agarré el guante de béisbol que había sacado del armario con elpermiso de Carmina para tomarlo prestado. Me aferré a él como si fuera un salvavidas. Estabaparalizada y sentía un dolor demasiadoprofundopara verter lágrimas.Con lamirada vacía fija en lapared,acabéasimilandotodalaverdad.Antesdequemehubieran llevadoaNebraskapara iniciarminuevavida,sabíaexactamentecómoibaasermifuturo.Unveranodeviajesydiversiónconmimejoramiga,Tory,antesde ir a launiversidadenotoño.Toryyyo tendríamosqueestarenAtlanticCityenaquel momento. ¿Sabía ella lo que me había ocurrido? ¿Me daba por muerta? Me sentí egoísta yavergonzada por haber tardado tanto en preguntarme cómo habían reaccionado mis amigos ante midesaparición.Por lo que sabía, los detectives y los alguaciles no habían explicadoni iban a explicarnadasobremí.Sutrabajoconsistíaenhacermedesaparecer.Nodejaríanningúnrastrodemigasdepanparaquelosiguieran,nilosbuenosnilosmalos.
Teniendoencuentatodoloquehabíaocurridodespuésdequememetieranenproteccióndetestigoshacíapocomásdeunasemana,nohabía tenidoocasiónde lamentar lapérdidademiantiguavida.Nitampocodecomprenderplenamentelodistinto,loincreíblementeajenoqueseríaminuevofuturo.
Hiceunesfuerzoporreprimirelpánicoylosmareosqueparecíanquereradueñarsedemíporturnos.¿El sueño de jugar paraBabson, de lucir su camiseta verde y blanca?A la basura.Mi beca se habíadesvanecidoconmiantiguaidentidad.Micarrerasehabíaacabado,jamásjugaríapormímisma,nipormiequipo,nipormiafición.Yhabía renunciadoa todoeso, ¿paraqué?Parameter aDannyBalandoentrerejas.Habíahecholocorrectoylohabíaperdidotodo.
El alguacil Price habíamencionado que el gobierno crearía un nuevo expediente académico paraayudarme a entrar en la universidad, pero ¿en qué universidad? Con sus trajes y sus insignias, losdetectives pretendían tener todas las respuestas, pero ¿podían decirme cómo se suponía que iba aempezardeceroalosdiecisieteaños?Sentíaelmiedoprofundoyaterradordeperdermeamímisma,odevolvermeinvisible,siaceptabasinreservasunnuevofuturocomoStellaGordon.
—¡Stella!—mellamóCarminadesdeabajo—.LacamionetadeChetacabadellegar.
Desechémispensamientosyrespiréhondoparadespejarme.Noservíadenadaponersenostálgico.Nohabíanadaenelpasadoparamí,salvodoloryremordimientos.Dolíademasiadoahondarentodoloquehabíaperdido.
Bajéconpiernastemblorosas,tratandodeesbozarunasonrisa.Mesentíatensa,crispada,peroseguíprobando hasta conseguirlo. Si Chet intuía siquiera mi congoja, insistiría en preguntar. Tenía queaparentarnormalidadparaevitarsuinterrogatorio.
«Espabila»,medije.Las luces estaban encendidas en el exterior, y vi a Chet dirigiéndose a los escalones del porche.
Llevabapantalonesdenailonhastalasrodillasyunacamisetagrisraídaqueparecíafinacomoelpapel.Se le ceñía al cuerpo, resaltando los hombros y los pectorales tonificados. En Philly, los chicos queconocíayqueteníanuncuerpocomoeldeChetsepasabanhorasenelgimnasiodespuésdeclase.Dadoque no había gimnasio en ThunderBasin, era lógico pensar queChet habíamoldeado su cuerpo a laantiguausanza:medianteeltrabajofísico.
Chetnosvioatravésdelapuertaconmallametálicayentrósinllamar.—Carmina.—Buenasnoches,Chet—dijoellacontonomesurado—.TraedevueltaaStellaantesdelasoncey
media.—Eraunaorden,nounapetición—.Suhoradellegadasonlasnueve,perohagounaexcepciónparalospartidos.
—Mañananotengoquetrabajar—dijeaChet—.Puedodormirhastatarde.Podemostrasnochartodoloquequeramos.
—Lahoradellegadasonlasonceymedia—repitióCarminaconfirmeza.—Eslanochedelviernes—dije,lanzándoleunamiradaparadarleaentenderquemeestabatratando
comoaunaniñayteníaqueparar...inmediatamente—.¿Ysihayunafiestadespuésdelpartido?—Lesdicesamablementeatusamigosquetúnoirás.—¡Notengoamigos!Esaeslacuestiónprecisamente.Metieneencerradaenestacasa.Sabíaquese
tratabadeunaadolescentecuandoaceptóesto,asíque,¿porquénodejadeactuarcomosiyo tuvieracincoaños?
—De acuerdo—dijo Chet alzando la voz e interponiéndose entre nosotras—. El partido empiezadentrodemediahora.Deberíamosirnos,Stella.—SevolvióhaciaCarmina—.Latraerédevueltaalasonceymedia.
—Ledejasquesesalgaconlasuya—dije,boquiabierta.Élmerodeóloshombrosconunbrazoymedirigiócuidadosamentehacialapuerta.—¿Tienesguante?Yasabíaquesí.Yollevabaelguanteen lamano.Simplementecambiabade temaapropósitopara
distraerme.PerohicecasoomisodelavozinteriorquemeinstabaadarmelavueltaydejarlelascosasclarasaCarmina,apresentarbatallatalcomoellaparecíapretender,memordílalenguaydecidírumiarmi rabia en silencio. Había rechazado la mayor parte de los intentos de mi madre por educarmeadecuadamente,peroenesteúnicocaso,mesometíalasórdenesdeCarminaydecidíahorrarleaChetunbochornoinnecesario.EsperaríaaqueestuviéramosasolasparadarleaCarminamiopiniónsobresusactos.
Chetcerrólapuertaconmallametálicadetrásdenosotrosydejóescaparunaudiblesuspiro.—Alguien tiene que plantarle cara —argüí, dirigiendo la frustración reprimida contra él—. Es
evidentequeatitedamiedo,peroamíno.Sihayunafiestadespuésdelpartido,iremos.¿Quéeslopeor
quepuedehacerella?¿Echarmedecasa?—Cerrélabocaparanodecirmás,peroesonomeimpidiópensarlo.«Vamos,quemeeche.AvercuántotardanPriceysusamigosdelDepartamentodeJusticiaenpresentarseantesupuerta.»
Chetabriólaportezuelademilado,ylacerrósindecirpalabracuandosubíalacamioneta.Nohablamosduranteeltrayectohastaelcampodesóftbol,ymepreguntosiseríaunardidsuyopara
darme tiempo de serenarme. Bueno, pues yo no quería serenarme. Sabía que Chet y Carmina habíantenidosusmásysusmenosenelpasado,ysabíaqueaellanolegustabaChetlomásmínimo,oalmenosnoqueríavermeconél,perolasituacióneraridícula.Carminanopodíamantenernosalejadosmediantecastigos.Nopensabatolerarlo.PeroloimportantedeverdaderaqueChetdeberíaponersedemiparte.Esoeraloqueyoqueríaenrealidad.Chetteníamuchascualidades,perosuinsistenciaensercortésconCarminanoeraunadeellas.EsoeraloquemásmegustabadeReed,queseponíasiempredemiparte,aunqueparaellotuvieraqueenfrentarseconmimadre.Noleteníamiedo.Claroque,lamayoríadelasvecesqueReedveníaacasa,mimadreestabaenlacamainconsciente,perolacuestióneraqueReedmeapoyaba.NopodíadecirlomismodeChet.Ycuantomásevidentesehacía,mástraicionadamesentíayo.
Chetaparcóymemirócautelosamente.Me bajé de la Scout y cerré de golpe la portezuela. Quería que Chet comprendiera que estaba
enfadada.Quizás así se lo pensaríamejor. Si lo que quería era ganarsemi aprobación, haciéndole lapelota aCarminano lo iba a conseguir.Ella no significabanadaparamí.Prácticamente era comomiagentedelacondicional.
Las luces del estadio bañaban la tierra rastrillada del cuadro interior y la densa hierba que lorodeaba.Seacababanderepasarlaslíneasdefalta,ylacoladelchiringuitollegabahastalaacera.
—¿Hasjugadoalgunavez?—mepreguntóChetmientrasmeconducíahastaelbanquillodenuestroequipo.
—Elwiffleballcuenta,¿no?3Chetmemirósobresaltado.—Esto...—Relájate.Sí,hejugado.Perohaceyatiempo,asíquenoesperesunacarreraenmiprimerbateo.Chetbajólosescalonesqueconducíanalbanquilloycarraspeóparallamarlaatencióndelequipo.—Aver,todoelmundo,estaesStella,lanuevajugadoradelaqueoshabíahablado.Stella,esteesel
equipo.Novoyaentretenermeconpresentaciones,yaospresentaréisvosotrosmismosadecuadamente,salvoparadecirleaStellaquevigileconeltíoquellevalagorradelosBroncos.SecreeunDonJuan.
Todosseecharonareír,aparentementeporquelabromateníaalgodecierto.—DonJuannotienenadaquehaceramilado—dijoeltíoconlagorradelosBroncosenuntonode
vozqueeracomochocolateaterciopelo—.Yosoyelauténtico.—Meguiñóunojoymelanzóunbesoenelaire.
Yolelancéotroyluegolomiréconsuficiencia,demostrándolequenoibaaarredrarmeconnada.ElequipolocaptóperfectamenteyllovieronlasburlassobreelDonJuan.
Cuandoseapagaronlasrisas,mesentéalfinaldelbanquillo,ymesorprendíalnotarquelachicadeal lado olía a perfume. Era tan intenso, que parecía desprenderlo por todos los poros. Le lancé unamiradafurtivaymefijéenquetambiénllevabaloslabiospintados.Enrealidad,ibatodamaquillada.Meinclinéhaciadelanteparavertodoelbanquilloyobservéalrestodelaschicas.Unarubiasehabíahechotirabuzones.Otrallevabapantalonestejanoscortosadornadosconcristalesyarosenlasorejas.Yoerala
únicachicaqueteníaaspectodeirajugarasóftboldeverdad.Enotrotiempo,yoeracomoellas.Meimportabamiaspecto,sobretodocuandohabíachicosdepor
medio.PeroyanoeraEstellaGoodwinn.EraStellaGordon.HabíacambiadoyamisManoloBlahnikporbotascontacosparasóftbolyahoratendríaquesustituirtambiénloscortesdepelodepeluqueríacaraporlaversióndebarberíadepueblo.NohabíavistoningunaotraalternativaenThunderBasiny,además,recibía una asignaciónmensual del gobierno.Noquerían que el cártel deDannyBalando rastreara eldinerodemifamiliadesdelascuentasdelbancoyusaraelrastrodelosdocumentosparaencontrarme,asíqueelgobiernosehabíaincautadodenuestrosactivosymeasignabaunpagomensual,queeratangeneroso como cabía esperar del gobierno. Teniendo en cuenta mis restricciones monetarias y miincapacidadparainteresarmepormantenerlasaparienciascomoStellaGordon,yanoveíaelsentidoaintentarseguirlamodaoestarguapa.Yanisiquierasabíaquiénera.
—SoySydney—dijo la chica de al lado, la que iba empapada en perfume.Tenía la cara dulce ydiáfanadeunalechera,yunastrenzasrubiasajuego.
—Stella—repliqué,pensandoqueaquellaconversacióneraunapérdidadetiempo,yaqueellayyono íbamos a ser nunca amigas. La había calado en treinta segundos: era del tipo campesino, dulce einocente.Seguramentesecasaríanadamásacabarelinstitutoytendríasuprimerhijoantesdecumplirlosveinte.Por supuestomehabía equivocadocon Inny, teníaque recordarlo.Tal vezdescubriera quetambiénmeequivocabarespectoaSydney.RecordéqueChetmehabíaaconsejadodarleunaoportunidadalpuebloyasugente,antesderechazarlosdeplano.Supusequenomeharíadañoseguirsuconsejo.
—¿AsíqueeresamigadeChet?—preguntóSydney—.Hevistoquetehatraídoél.—Yonotengococheyélvivecerca.Arrugólafrente,presadelaconfusión.—ÉlviveenlospradosenSapphireSkies.Notienevecinosenrealidad.¿Dóndevivestú?—EstoypasandoelveranoencasadeCarminaSongster.—Oh—dijo,abriendounosojoscomoplatos.Poreltonodesuvozsenotabaquehabíaoídohablar
demí.NosabíasihabríasidoChetoalgunaotrapersona—.¿Soloelverano?—preguntóparaconfirmar.—Eseeselplan—contesté,pensandoqueeramáseducadoquedecir:Sí,¡aleluya!—HacetiempoqueconozcoaChet.Cuandoerapequeña,estabacoladaporél,peroahoralotengo
superadísimo —añadió con una risita. Luego me examinó con detenimiento algo excesivo mientrasaguardabamirespuesta.
—Pareceuntíobastantemajo.—Oh,sí.—Sefrotólasmanoscontorpezaenelregazo.Chet,quehabíaestado repasandoelordendebateoconel equipo, sepusoencuclillasdelantede
Sydneyydemí.—Stella,túbatearáslatercerayjugarásdeexteriorderecha.Sydney,túbatearáslaséptimayjugarás
deexteriorcentral.¿Osparecebien?Sydney asintió sonriendo ávidamente, no con adoración, a Chet. Él no pareció darse cuenta, y le
revolvió el pelo igual que si fuera su hermana pequeña. Cuando se volvió hacia mí, le lancé unainconfundiblemiradadereproche,yluegodesviélavistahaciaSydney,queseguíasentadaamiladosindarse cuenta de nada. Era muy obvio que intentaba transmitir a Chet que no había tratado a Sydneyapropiadamenteyquedeberíaprestarleotrotipodeatención.
Chetfruncióelceñoymeneólacabezaparaindicarquenomeentendía.Exasperada,sacudílacabezaconmásbríoendirecciónaSydney.
—Mmm, ¿Sydney? —dijo Chet, indeciso, mirándome para confirmar que estaba actuandocorrectamente—.¿Quieres...venirconmigoalmontículodellanzadorparatirarlamoneda?
Sonreídeorejaaorejaparaindicarlequeloestabahaciendobien,peroélvolvióasacudirlacabezaconairedesconcertado,mirándomecomosimehubieransalidoantenas.
ChetySydneyfueronaltrotehastaelmontículodellanzadorparatirarlamoneda,yluegoregresaronpara decirnos quién batearía primero. Los árbitros ocuparon sus puestos en el campo, uno detrás delhome,elotrodetrásdelaprimerabase.DonJuanfueelprimeroenbatear.
—¿Cómosellamaenrealidad?—preguntéaChet,quesehabíasentadoenelbanquilloamilado.—Juan.Sí,losé.Irónico.Juan bateó con fuerza y falló. Desde donde estaba le oí soltar un taco en español. El árbitro le
advirtióseñalándoleconundedoypronuncióunascuantaspalabrasseveras.Elrestodenuestroequiposetapólabocaparadisimularlasrisas.
—Fantasma—murmuróChet,meneandolacabeza,perosonreía.—¿Estumejoramigo?—pregunté.—Típicapreguntadechica.—Sepasóelpulgarporlanariz—.Perosí,supongoquesí.Sesentabaa
miladodurantelascomidasenlaguarderíaycompartíasuTwinkieconmigo.Elrestoeshistoria.Porsegundavez,miréhaciaelbanquilloparaexaminaralrestodelequipo.—¿Alguienmássobrequiendebasadvertirme?—Sí, el parador en corto. Es duro en el campo de juego, pero es muy sensible. —Me dio un
empujoncitoenelmusloconelsuyo,yelaireanuestroalrededorparecióhacersemásdensoydifícilderespirar.Chetbromeabadeunamaneraqueresultabaincreíblementecariñosa.Ysusintencioneseranmásquedirectas.
Meechéareírconligerezatratandoderelajarelambiente,perosentíelrepentinoimpulsodesalirdel banquillo y tomar un poco de aire fresco. Chet flirteaba conmigo. Tenía que parar.Mi novio eraReed.Mentalmentetoménotadequedebíapasarmeporlabibliotecaenlaprimeraocasiónquetuviera,seguramenteel lunesantesdeentrara trabajar,paracomprobar lacuentadee-mail.Seguroqueyamehabríadejadounmensaje.
Peroesonomeayudaríaaquellanoche.NecesitabasacarleaChetdelacabezatodaideadequeyoestabadispuestaainiciarunarelaciónamorosaconél,yteníaqueserdeinmediato.
Tambiénteníaquecontrolarmeamímisma.Chetestabasiendoalarmantementedirectoyyonoestabaacostumbrada.Reednunca había flirteado abiertamente conmigo; siempremedemostraba su afecto demanerasutil.Tocándomelamano.Mirándomealosojosdesdeelotroladodeunahabitación.Poniendomis canciones favoritas cuando íbamos en su coche. Se mostraba reservado con todo lo que hacía,incluyendo sus emociones, lo que significaba que yo tenía que esforzarme un pocomás para notar suafecto.Chetencambioerafrancoyclaro.Casimehacíasentir incómoda,comosisalieraa la luzdelmediodía después de un prolongado período en el interior. También tenía el peligro de hacer quemicorazónansiaramás.
HabíaneliminadoaJuan,queregresabaabatidoalbanquillo,yaprovechélaoportunidad.—¿Nohaspodidollegarsiquieraalaprimerabase?—bromeécuandoJuanarrojósubatealsuelo,
disgustadoconsigomismo.—Contigo,cariño,recorreríatodaslasbases.—Confluidaelegancia,JuansemetióentreChetyyoy
meechóunbrazoporencimadeloshombros—.Notepongasnerviosa.Soyunbuenmaestro.—Déjaloya—ledijoChet,echándoledelbanquilloconunamistosoempujón.Peromedicuentade
queChetsehabíasonrojado.Juan no quiso rendirse, tiró de mí para que me levantara, apretó mi cuerpo contra el suyo y me
impulsó a seguirle en un seductor baile latino, tarareando una melodía en mi oído. Yo le seguí lacorriente, bailando con él, agradeciendo que su cómica estrategia hubiera disipado rápidamente elmomentollenodesignificadoquehabíamoscompartidoChetyyo.Meechéareír.
—Eresbueno,loreconozco.—Soyunregaloquenuncaseacaba—murmuróJuantentadoramentecontramimejilla.—Vale,dejadloya,Stellaeslasiguienteenbatear—nosrecordóChet.Metendióunbateyseñalóel
homeconlacabeza—.Aporellos,Slugger.4Probéunoscuantosbateosfueradelbanquilloparapracticarmientraslachicaquebateabaantesque
yogolpeabaunabola,querecogióeltercerabase.Elárbitroladioporeliminada,yyoocupésulugar.OíaaChetsilbandoyaplaudiendo.Eraunbuencapitányestabaconvirtiéndoseenunbuenamigo.Medijeamímismaquenuncaseríamosnadamásqueeso,amigos.
Apoyébien lospiesen la tierraysostuveelbateenalto.Eraunpocolargoparamí,peroyosolopretendíallegarhastalaprimerabase.Nadadeostentacionesporelmomento.Lalanzadoraseechóhaciaatrásparapreparareltiroyluegomelanzóunafácilbolaalta.Yobateéconunagresivomovimiento.Oíelrestallidodelabola,arrojéelbateaunladoyechéacorrer.Habíalogradounabolasecayrectaentreelparadorencortoyelsegundabase,asíquelleguéalaprimerabaseconfacilidad.
Nuestrobanquilloestallóenvítoresyyoleshiceunareverencia.Chetsonriódeorejaaoreja,peroyoapartélamiradarápidamenteparalanzarleunbesoaJuan,que
trazabauncírculoenelaireconeldedo,indicandoclaramenteque«teníalacarrerahecha».Chetfueelsiguienteenbatearylogróllegarasegundabasedespuésdelanzarunabolamuyaltaal
jardínizquierdo.Jugamossieteentradasyganamoselpartidopor5a4,loqueelevónuestrorécorddetemporada a 3-0. Después del partido, ambos equipos se encaminaron hacia el aparcamiento. Yomequedé mirando con inquietud mientras, uno a uno, todos los jugadores se metían en sus coches y sealejaban.¿No ibaa invitarmenadieauna fiesta?¿Ni siquiera Juan?Parecía laclasede tíoquenoseperderíaunaynoleimportaríaqueotrosseapuntaran.SabíaqueChetintentaríaconvencermeparaquevolviéramosacasadeCarmina, sobre todoporqueeran lasoncepasadas,peroesoera loquemenosquería.Sivolvíaalahora,ladejabaganar,aloquemenegabaenredondo.
Desanimada,medirigíalScoutconChet,quemeabriólaportezuela,aunqueyohabríapreferidoquenolohiciera.Elgestomepareciómás íntimoquecortés.Comosi fueraunacita.Derepente temíqueintentara acompañarme hasta la puerta de Carmina para quedarnos a solas en el porche. Fuera comofuese,nopodíapermitirquelohiciera.
Cuandonosacomodamosenlosasientos,decidíquelamejortácticaseríamanteneruntonoamistoso,comosifueraunodesuscolegas.
Levantélospiesparaapoyarlosenelsalpicaderoysonreíconmalicia.—ASydney le gustas.—Amitad de partido, Sydney se había anudado el suéter a la altura de la
cintura, dejando al descubierto el vientre curvilíneo. También había aprovechado cualquier momentolibreparasusurrarleaChetaloído.Habíaseñalesqueeranuniversales,vivierasen laciudadoenelcampo.
Chetmemiróconpasmo.—¿Qué,Sydney?—Meneólacabeza—.Imposible.Tienenovio.UnjinetederodeodeHershey.Hace
untiempoqueestánjuntos.
—Notehaquitadoelojodeencimaentodalanoche,ligón.—Sonimaginacionestuyas.—¿Has olido la cantidad de perfume que llevaba?Al principio creía que era JuicyCouture, pero
ahoraestoycasiseguradequeeraFeromonasparaAtraeraChetFalconer.—Para—dijoélconungemido.—Tengorazónylosabes.—Nosénadadeeso.—¿Tienesnovia?—lepreguntédirectamente.Élsepasóelpulgarporlanarizunavezmásycarraspeó.—¿Qué?—Yamehasoído.—¿Quétehacepensarquetengonovia?—¿Latienes?—No—respondióél,algoofendidoporelsimplehechodetenerquepreguntárselo—.¿Porqué?Con esta última pregunta, la conversación tomaba de pronto un cariz serio y personal, que nome
gustaba.Asíquecambiédetema.—¿Cuándomevasallevaraesacenadecelebración.—Cuandoquieras.—Esperaba que dijeras eso—exclamé, sonriendo triunfalmente y conmalicia almismo tiempo—.
Quieroirahora.Chetsuspiróymelanzóunamiradadereprobación.—LeheprometidoaCarminaquetedejaríaencasaalasonceymedia.—¿Nisiquierauncafé?—lerogué,agitandolaspestañaspersuasivamente.Élmiróelrelojdelsalpicadero.Lasonceyveinte.—A&Waúnestáabierto.Pedimosdesde lacamionetaunosbatidosdezarzaparrillaconheladode
vainilla.Esmiúltimaoferta.Fruncíelceño.—Eresduroregateando.—¿Yo?¿Bromeas?Míratealespejo—dijo, señalando laviseraplegadademi lado—.¿Aceptaso
no?—Acepto—respondí,peronosinadoptaruntonomohíno.ChetcondujoatravésdelpueblohastaelA&W,sedetuvoantelaventanilladeservicio,pidióypagó
losdosbatidos.Yonorecordabalaúltimavezquehabíatomadounbatidodezarzaparrilla.Lehabíanpuestocremadeheladoenlugardeheladodevainilla,peroaunasíestabasorprendentementebueno.Nosdirigimosconlacamionetahastaunparquecercanoynosquedamossentadosenelaparcamientodesiertoconlasventanillasbajadas.Elaireeracálidoypegajoso,peroconelfríorefrescoenlamano,nomeimportaba.
—¿Tienestrabajo?—pregunté—.Ademásdecortarelcésped.Chetsoltóunbufido.—Lodicescomosicortarelcéspednofuerauntrabajodeverdad.—Notienesquehablarconnadie—señalé—.Nisiquieratienesqueduchartenivestirtebien.—Solocortoelcéspedendoscasas:ladeCarminaylamía.Duranteeldíatrabajoenelranchode
MiltonSwope.Siegoelheno,meencargodelmantenimientodelospastos,ycuidodelganado.
—Sigue.Chetmemiródesoslayo,sopesandosimiinteréseraauténticoosoloqueríamuniciónparaburlarme
despuésdeél.—Eltrabajoesduro,peronadaaburrido.Undíatengoquellevareltractor,alsiguientereparouna
cerca,y alotrohede ir enbuscadeun terneroperdido.Lomejor esqueestoy siempreal aire libre,lluevaohagasol,enlugardeestarencerradoenunaoficinaencorvadosobreunordenador.
—Elsolteenvejeceráprematuramentelapiel—leadvertícontonopráctico.Soltóunasinceracarcajada.—Mimadreseocupódesujardíndurantelamayorpartedesuvidaadulta.Teníalíneasdeexpresión,
patasdegalloyarrugasprovocadasporelsol,yeralamujermásguapaqueheconocidoenmivida.—Sientolodetumadre,Chet.Sientolodetuspadres.—Teloagradezco—dijoChet,encogiéndosedehombros—.Coneltiemporesultamásfácil.Bueno,
quizámásfácilno,solomástolerable.Creoqueteayudasaberquenosehanidodeltodo.NocreoenunDiosquehayacreadocriaturassoloparadejarque luegodejendeexistir.Lamaterianosecreanisedestruye,solosetransfiere,¿no?Noveoamispadresynopuedohablarconellos,perolossiento.Estánahí.Sabiéndolo,lapérdidaesmenosdolorosa.—Trasunapausa,unalevesonrisasedibujóensuboca—.Saberquemimadremevigila,meobligaapensármelomejorcadavezque siento la tentacióndemoleraDustyapalos.
—YonocreoenDios—afirmétajante—.SihubieraunDios,noentiendoporquéhabríadedejarquepasencosashorribles.¿UnDiosquedejasufriralaspersonas,quepermitealaspersonascomportarsedemaneraabominablelosunosconlosotros?EsonoesunDios,esunsádico.
—Conozcoaotraspersonasquepiensancomotú.Dustyesunadeellas.NoentiendeporquéDiospermitióquemispadresmurieran.CreequesileimportáramosaDios,habríasalvadoanuestrospadres.Esunpuntodevistaválido.Yomehehecholasmismaspreguntas,hetenidolasmismasdudas.Perolamuertedemispadresmehahechomejorpersona.AhoramepreocupomásqueantesporDusty.NocreoqueDiossellevaraanuestrospadresparaobligarmeasermejorhermano.Nocreoquenosobligueanada... esa es la cuestión. Deja que ocurran cosasmalas porque no nos controla. Deja que llevemosnuestrapropiavidaynuestrasaccionestienenconsecuencias,buenasymalas.Elconductorborrachoquematóamispadretomóunamaladecisión.SiDioshubierasalvadoamispadres,lamaladecisióndeunapersona, conducir borracho, no habría tenido una consecuencia negativa y natural.Todos tenemos quecometererrores,porquees laúnicamaneradeaprender.—Exhalóunsuspiro lentamente,pensativo—.Algunasleccionessonmásdurasqueotras.
—Esunpuntodevistamuynoble,perodiscrepo—dije—.Muchagenteconduceborrachaynomataanadie.SiDioshubieraqueridodeverdadsalvaratuspadres,podríahaberlohecho.
—¿TúdeseasqueDioshubierasalvadoatumadre?—preguntóChetamablemente.Lapreguntamepillóporcompletodesprevenida.Porunmomentonosupequécontestar.Élestaba
desnudando su alma y lo único que podía ofrecerle yo a cambio era una mentira cuidadosamenteelaborada.Mimadrenohabíamuerto.YonoteníanadaencomúnconChet,ymesentíaaúnmásfrívolayfalsa por fingir lo contrario.Detestaba sentirme así. Pero lo que realmentememolestaba, lo quemásdolía,erasaberqueChetcreíaqueyoeraunapersonaquenoera.¿Asíibaaserelrestodemivida?¿Mintiendo a la gente y no permitiendo nunca que se acercaran amí lo suficiente para conocer amiauténtico yo?Odiaba a StellaGordon. La odiabamás de lo que había odiado jamás a cualquier otrapersona.
Salvoquizásamimadre.—NocreoenDios,¿recuerdas?—melimitéadecir,ymeapresuréacambiardetema—.¿Conocesa
InnyFoxhall?Chetacababadedaruntragoasubatido.Sesecólabocaconeldorsodelamanoantesdecontestar.—Creoquesí.¿Baja,morena?—Sí.¿Sabíasqueestáembarazada?—No,nolosabía.—Vamos.Unpueblopequeñocomoeste.Lasnoticiasvuelan.—Cierto.Hacialaspersonasquetienenlaorejapuesta.Mimuecaledijoquepecabadearrogante.—¿Algunaideadequiénpodríaserelpadre?—InnyestáenlaclasedeDusty,creo.Alomejoréllosabe.—¿ConocesaTriggerMcClure?—Claro.—¿Creesquepodríaserelpadre?—Noteníaningunapruebaquesustentaramissospechas,aparte
delabatimientodeInnyalsugeriryoquequizáTriggerabandonaríaprontoelpueblopara jugaren lasgrandesligas.Bueno,esoyqueTriggerparecíapreferiraInnyacualquierotracamareradelSundown.No conseguía sacarme de la cabeza la impresión de que entre ellos había algo más que la relaciónrutinariaentreclienteycamarera.
—¿Trigger e Inny?—dijoChet frunciendo el ceño, extrañado—.El instintome dice que no. Peropodríaequivocarme.
—¿Porquécreesqueno?Selopensóunmomentoyluegoseencogiódehombros.—Supongoqueellanoessutipo.Aunquetambiénenesopodríaestarequivocado.—¿Ycuálessutipo?Memiróconexpresiónespeculativa.—¿Noseráquetú...?—¿Siestoyinteresada?Puaj.No.Rotundamenteno.—Meestremecívisiblementepararecalcarmis
palabras.NoestabainteresadaenTriggerenabsoluto.Chetpareciórelajarseensuasiento.—Silosrumoressonciertos,aTriggerlegustanlasmujeresmayores.—¿Cómodemayores?—Lobastanteparaserexperimentadas.—Parecía incómodoconaquel tema.Toqueteaba las llaves
que colgaban del contacto—. Hubo rumores sobre él y una profesora. Por lo que yo sé, solo eranrumores.
—Oh,dejadebuscarsiemprelobuenoentodoelmundo—ledije—.Amímeparecemuycapazdeenrollarseconunaprofesora.¿Quéocurrióconella?
—La trasladaronaotro institutoenmitaddel semestre—admitióéla regañadientes—.Élya teníadieciochoañoscuandoocurriólasupuestarelación,asíquelacosanopasóamayores.
—¿Tedascuenta?—dije,dándomelasdeenterada.Luegoañadíconindignación—:Yporsupuestolaculparon a ella.—Igual que cuando había sido culpa mía que el Mountain Dew de Trigger hubieraacabadoenmicara.AlparecertodaslasmujeresquesecruzabanenelcaminodeTriggerteníanlaculpadetodo.Quécuriosoquesiempreocurrieralomismo.
—Todo el mundo sabe que tiene muy mal genio. —La voz de Chet era apagada, en parte porincomodidad,perotambiénexpresabaadvertencia—.Yutilizalaviolenciafísica.
—¿Conlaschicas?—Contodoelmundo.Puedequeconaquellaprofesora.Noconozcoloshechos.Perotútenmucho
cuidadoconél.—Miróelreloj—.Deberíallevarteacasa.Carminaestarápaseándosefrentealapuertaconunaescopetaenlasmanos.
Hiceunmohín,peroestabaclaroqueChetsabíadominarseperfectamenteporque,inmunealpareceramisencantos,mellevóacasadeCarminayparóenelsenderodeentradaalasdocemenoscuartoenpunto.Laslucesdelaplantabajaestabanencendidas,peronovilasiluetadeCarminaacechandotraslascortinas.
—Graciasporelbatidodezarzaparrilla—dije.—Denada.Siguióunapausaespecialmentelarga.Los ojos de Chet se encontraron con los míos y su ardiente mirada me hizo desear no haber
propiciado la ocasión para quedarme a solas con él. Estaba oscuro en la cabina de la camioneta, yaunqueelasientoúnicomehabíaparecidoespacioso lasdemásvecesquehabíaviajado juntoaChet,ahoraparecíatodolocontrario.Chetestabatancercaqueyonotabaelcalorquedesprendíasucuerpo.Oía su respiración lenta y profunda. Puso un brazo sobre el respaldo del asiento con lamano a unoscentímetrosdemihombro.Notabasuolordulceyacrecon lossentidosexacerbados,yaunquenometocaba,tuveunmomentodevértigoalpensarqueloharía.Mesentíamareadayalterada,conlosnerviosaflordepiel.
Y entonces recordé aReed. Su rostrome vino a lamente de pronto, y la imagen era tan real queparecíaquetambiénélpodíaverme.
MebajédelaScoutapresuradamente,saltandocasi,conelsustoenelcuerpo.Sonreícontodalanaturalidaddequefuicapaz,dadaslascircunstancias.—Serámejorquemetaelrestodelbatidoenlaneveraantesdequesederrita.Nolemiréalacara.Noqueríaverdenuevoesamiradaardientequemeobligabaaespecularsobre
loquequeríadecir.Yalosabíaenrealidad,peronoqueríaseguirpensandoenello.TeníaquerecordarquenoeraStellaGordon,quenovivíaenunhogardeacogidayquenoteníafuturoenThunderBasinniconChet.EraEstellaGoodwinn,yminovioeraReedWinslow.
Subídeprisalosescalonesdelporche,pensandoqueseríamejornoencontrarmeaCarminadetrásdela puerta, dispuesta a pelearse conmigo.Nopodría soportarlo.Quería sacarme aChet de la cabeza ycentrarme en lo que era importante: mi siguiente visita a la biblioteca. Reed estaba en alguna parte,intentandoponerseencontactoconmigo.
Estabaenel interiorde lacasacon laespaldacontra lapuertacerradacuandooíaChetdando lavueltaenelsendero.Mevinoalamenteunaimagendesusojosazulesconunaprofundaexpresióndeanhelo. Me gustaba desde el momento en que le había puesto la vista encima, pero nunca lo habíaencontrado tan atractivo como aquella noche en la cabina de la camioneta. No quería sentir aquellaatracciónquelocomplicabatodo.Nosabíaquéhacerconella.
Noeralaclasedechicaquesecolabafácilmenteporcualquiertío.Loteníatodobajocontrol,joder.PeromentiríasidijeraqueChetnomealteraba.
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—Estanocheenlaiglesiahayunarecaudacióndefondos,porsiteinteresanesetipodecosas.—Eralatardedeldíasiguiente,sábado,yCarminaestabadepiejuntoalfregaderodelacocina,hundiendolasmanosenelaguajabonosaconquefregabalosrestosdelasadodelosplatosdelacomida.
—¿Qué tipode recaudación?—pregunté,manteniendoapropósitoun tono insulsoparanodarle lasatisfaccióndecreerquehabíadespertadomiinteréscuandonoeracierto.
—Paraaportarfondosalcentrodeacogidaparamujeres.—¿Yenquéconsiste?¿Lavancoches?¿Vendenpalomitas?¿Chocolatinasdepreciodesorbitado?—
En verano, mi equipo de baloncesto solía montar lavados de coches los fines de semana cuandonecesitábamosdinero.Eraloprimeroquemeveníaalacabezacuandomehablabanderecaudacióndefondos.
—Oh,supongoquetúlollamaríasferia—dijoella,usandoelantebrazoparaapartarsedelacaraunmechóndepeloblancoquesehabíaescapadode lacintade lacabeza.Habrá lanzamientodeanillas,cakewalk,5concursodepelarmazorcas,yesejuegoenelquelanzasdardosaunosglobos.
—¿Habrágentequeconozca?—mepreguntéenvozalta.—Creoquesí.ElpastorLykinshapedidoavariosjóvenesqueleayudenocupándosedelascasetas.
Muchosdeellosjueganenlaligadesóftbol.—Memiróporencimadelhombro—.SupongoqueChetFalconertambiénestará,siesahíadondequieresllegar.
—Noquierollegaraningunaparte—repliqué,ydecíalaverdad.LaideadevolveraveraChettanpronto me producía sentimientos encontrados. La noche anterior, antes de acostarme, había logradoapartarlodemimente,resueltaaponerfinatodoatisbodesentimientoquepudieraempezaradespertarenmí.Queríaquenuestra relación fuerasimple.Unasimple relacióndeamistad.Todohabía idobienhastaquemehabíadespertadoenmediodelaoscuridadconelcuerpoardienteysudoroso,yademásconagujetas.Sabíaquenopodíacontrolarmissueños,peroelqueacababadetenerdeChet,enlapartedeatrásdesucamioneta,ydesusmanosfuertesymuymuyhábiles,meparecíaigualmenteunatraiciónamidecisiónyaReed.
—Nocreasquenomedicuentadequeanochetetrajoacasadespuésdelahoradellegada—dijoCarminaconelceñofruncido.
—Notengohoradellegada.¿Yenseriolevaadarunataqueporquinceminutosderetraso?—Larecaudaciónempiezaa las siete—dijoella, ignorándome—.LeprometíalpastorLykinsque
iría tempranoparaayudarconlospreparativos.Estoyseguradequeagradeceríaotropardemanos,sidecidesvenir.
—Nomevanesascosas—dije,bostezandoconganasparadarmayorénfasisamispalabras,aunqueeraunagrosería.
—Túmisma.Yesofuetodo.PerocuandodieronlasseisymediayCarminadabayamarchaatrásconlacamioneta,medijeamí
misma: ¿Por qué no?Agarré el bolso y bajé corriendo los escalones del porche.Me sentí como unaidiota persiguiendo la camioneta hasta que a ella se le ocurriómirar por el espejo retrovisor. Frenóentoncesyyomesubí,conlarespiraciónjadeante.
—¿Qué?—pregunté, todavía sin resuello, al ver sus cejas arqueadas—.A lomejormemuero deaburrimientoyselibrademíparasiempre.
—Oalomejortediviertesytodo—dijoellaafablemente.Lelancéunamiradairónica.Ellasonrió,satisfechadesímisma.Elaparcamientodelaiglesiaestaballenohastalostopes.Carminaaparcóenunacallelateralyyola
ayudéadescargarlascajasdepiruletas,bolasdechicle,globosybombasdeaire,yunpardebotellasdevinobaratopara la rifa.Cuandoatravesamosel jardínde laparteposteriorde la iglesia, llevandolascajasenunacarretilla,vicasetasenlasqueseanunciabalanzamientodepasteles,maquillajesparaniñosyunsurtidodejuegosdeferia.Habíainclusountanquedeaguadelosquetienenunapersonasentadaalaqueintentastirar.Elsolbrillabaintensamentesobrelosárboles,achicharrándomeelcuerocabelludo.Elsudormecorríaporlaespalda.
Cerrélosojos.Mesentíaenverano...peronomesentíarealmenteenverano.JustoentoncesdeberíaestartomandoelsolenlapiscinadeTory.Oayudándolaconlalistadeinvitadosparasupróximafiestade cumpleaños.Cumplía losdieciochoelmiércoles siguiente.Mepregunté si aún se acordaríademí.Habíasidomimejoramigaduranteaños.Aunquemecreyeramuerta,seguroquemeteníapresenteensuspensamientosymirecuerdolahacíallorarenmomentosinesperados.
Noté que me venían ganas de llorar y me oprimí el puente de la nariz con los dedos. No podíacontinuar así.Nopodía volver al pasadounay otra vez.Empezaba a comprender por qué elmarshalPriceme había dicho que empezara de nuevo en Thunder Basin. Dolía demasiado tener un pie en elpasado.Queríaaferrarmeaél,perosolohabíapeligroenPhillyparamí,oalgopeor,lamuerte.Fingirqueseguíasiendounaopcióndefuturoeraunafantasía,yademáspeligrosa.
AgarrélasbotellasdevinodeCarminayselasllevéalpastorLykins,queestabamuyatareadoconlamesaparalarifa,poniéndolesetiquetasalasbotellasalineadasenpulcrasfilas.
—Hola,Stella—saludóél,subiéndoselasgafasdesolcaídas.Eraunodeesoshombresquenoteníacaraparagafasdesol;teníaunrostroafabledequerubínylasgafasparecíanfueradelugar,comosiseesforzarademasiado.Encambio,el restodesuatuendoeraexactamentecomocabíaesperar.Dockers,camisablancaymocasinesconarañazos.
Surostrobrillabaporelsudoryteníacírculoshúmedosenlacamisabajolasaxilas.Meestrechólamano,peronomemirabaamí,sinoaCarmina.
—¿Carminatehaenviadoparadármelas?Tendréquebuscarlaencuantotermineconestasetiquetasydarlelasgracias.
Dimediavueltaparaalejarme,pensandoenecharunvistazoalosjuegosantesdequeempezaralaferia,cuandodiviséaunascuantaschicasdemiedadapiñadasen tornoaunacasetaen laquenomehabíafijadoantes.Lacasetaestabaenvueltaenpapelrojoyadornadacongrandescorazonesrecortados.Sobre elmostrador había un radiocasete del que brotaba una voz femenina cantando con entusiasmo:«Thiskiss,thiskiss!Unstoppable.Thiskiss,thiskiss!»
—¿Quiéncantaesacanción?—preguntéaunadelaschicasdelaperiferiadelgrupo.Ellamemirófijamentecomosinopudierahablarenserio.—Eh...FaithHill.Eslacanción«ThisKiss».—Siguiómirándomecomosiesperaraaqueyocayera
enlacuenta,peronolahabíaoídojamás—.¿Lopillas?«ThisKiss.»Eslacasetadelosbesos—acabódiciendocontonoimpaciente.
Antesdequepudierapreguntarlesihablabaenserio,uncorodechillidossealzóentrelaschicasqueestaban más cerca de la caseta. Una mujer escribía nombres en un cartel clavado en un lado de la
ventanilladelacaseta.—¡TriggerMcClure!—leyóunadelaschicasavozencuellocuandolamujerescribióelnombreya
continuaciónleasignóelturnodelassiete.—¡ChetFalconer!—gritóotracontonoanhelante.Lediunlevecodazoalachicadealladoporsegundavez.—Entonces esta caseta es una caseta de besar de verdad. Con besos de verdad.—Era más una
manifestación de incredulidad que una pregunta. ¿Aquello era políticamente correcto?A juzgar por lajarraparalosdonativos,laiglesiahabíaaprobadolaideadecomprar,bueno,besos.Habíatantascosasreprobablesenellaquenisiquierasabíapordóndeempezaraenumerarlas.
—Eh, sí, claro—dijo la chica—. El tío que haya reunido más dinero al final de la noche serácoronadocomoMísterLabiosArdientes.Lepondrántiaraybandaytodo.Esmuydivertido.GanaráCheto Trigger. Obviamente. O sea, fíjate en los demás tíos que se han presentado voluntarios —siguiódiciendo, cuando lamujer añadió al cartel los dos últimos nombres—. ¿Donovan Pippin y TheodoreLeMahieu?—Lachicaarrugólanarizconasco.
Justo entonces vi que llegaba la Scout amarilla de Chet, y decidí que no podía desaprovechar laoportunidaddetomarleelpelo.Saltandocasi,mefuihastadondehabíaaparcadoymereuníconélenlaacera.
—¿Casetadelosbesos?—dijecondulcetono,manteniendoelritmodesuslargasyágileszancadas.Chetteníaunaspectocómodoydesenfadadocontejanos,botasmanchadasdehierbayunacamisetaazulmarinoqueresaltabasusimpresionantesojosazules.
—Estásmuyenteradadeloquehago—dijo,sonriente.—Difícilevitarlo.Cuandohanescritotunombreenlalista,laschicasembelesadassedesmayabany
caíanredondasalsuelo.—¿Perotúno?—Yonovoybesandoalosamigos—bromeé.Chet soltóunbufido,peroelbrillo juguetónde sumirada seapagóun tanto,y lamentépensarque
habíaheridosussentimientos.Detodasformasteníaquedejarclarasmis intenciones.Noqueríadarlefalsasesperanzas.NitampocoalentarleparaquesecomportaradenuevocomolanocheanteriorenlaScout.
—Además —añadí, esperando reparar su ego—, una caseta de besos le quita espontaneidad almomento. Estoy en contra por principio. A ver, ¿hay algo menos romántico que pagar por un beso?Debería ocurrir cuando elmomento sea propicio.No debería ser algo forzado.Es la diferencia entrebesaraalguienporprimeravezenLasVegas...yParís—dijeenunarranquedeinspiración.
—¿Has estado alguna vez en París?—dijo con un gruñido, y se cambió de posición las cajas debotellasdelechedecristalqueacarreaba.
Poruninstanteelcorazónsemedesbocóenelpecho,pensandoquehabíadichoalgoqueponíaenpeligromitapadera.Perono.Laanalogíaerainofensiva.NohacíafaltahaberidoaParísparasaberqueeramilvecesmásrománticaqueLasVegas.
AunqueEstellaGoodwinnsíquehabíaestadoenParís.—Yasabesaquémerefiero—dije.—¿Porcasualidadhasvistoenquéturnomehanpuesto?—Alasocho.Todos losojos, esto, labios, estaránpuestosen ti.—Metí lamanoenelbolsopara
sacaruntubodebálsamolabialyselometíenelbolsillodelpechodelacamiseta—.Unabuenaacción
paraunamigoenapuros.Cuandollevesmedioturnomeloagradecerás.Élsacóeltuboyleyólaetiqueta.Eracacaoconsaboramenta.—¿Enserio?¿Estoeslomáscercaquevoyaestardetocartuslabiosestanoche?—Meneólacabeza
conairelastimeroyexhalóunsuspirodedecepción.Sonreí.Habíamosvueltoanuestraviejarutinadebromasquenonoshacíansentirincómodos.Asíera
comoloqueríayo.Mesentíasegura.—PuedesllamarmeMissLabiosVírgenes.—Almenospásateporlacasetaasaludar...yadonarunpardedólares.Lasgananciasseemplearán
enjuguetesparaelcentrodeacogidademujeres.—SoloquieresmidineroparaquetenombrenMísterLabiosArdientes.Esperaba queChet respondiera con una ocurrencia de cosecha propia, pero él se detuvo en seco,
comosihubieratopadoconunmuro.Fijólamiradaenunpuntoalotroladodeljardín.Enrojecióuntantoysepasólamanoporelpelo,casicomosilepreocuparaqueselehubierapuestodepunta.Ytardóunosinstantesenvolverarespirarnormalmente.
—¿Chet?Éldiounrespingo,comosihubieraolvidadomipresencia.Sonrió,perosuexpresióneradistantey
malhumorada.—Sí,perdona.¿Quédecías?Desviélavistahaciadondeélantesmiraba,peronosupediscernirelmotivodesudistracción.No
creíaque sehubiera puestonerviosopor el grupode chicas quehacían cola frente a la caseta de losbesos.Seguroqueyasabíadóndesemetíaalpresentarsevoluntario.Yencualquiercaso,Triggerteníaelprimerturno.QuizásaquellaschicassehabríanidoyacuandoChetocuparalacaseta.
Yentonceslavi.EraunapelirrojaconunagorradelosHuskersyunacamisetablancadetirantes.Apoyabaunamanoenlacaderaylaposturaresaltabasustonificadosbrazos.Resultabadifícilsabersitambién tenía buenas piernas porque llevaba una de esas faldashippies con vuelo que le llegaba pordebajode lasrodillas,peromedecantabaporcreerquesí.Erapecosay teníaunenvidiableatractivonatural.
—¿Quiénes?—preguntéaChet.Peroélahoramededicabatodasuatenciónymesonreíaamíysoloamí.—¿Quiénesquién?Venga.Ayúdameallevarestasbotellasadondeselanzanlasanillas.
Alasochohabíahechounarondacasicompletadelascasetasdejuegos.Elhechodedivertirmeenunaferiade iglesiameparecióunclarosíntomade lonecesitadaqueestabadevidasocial.Enciertosentido era bastante agradable pasearse entre desconocidos, pero también me hacía añorar mi casa.EchabademenosPhilly.Echabademenoslavitalidad,laenergía,layuxtaposiciónentrelafamiliaridadyelanonimatodelavidaurbana.TambiénechabademenosaReed,deunmodotanintensoquemesentíacomosihubieranmetidoalafuerzamicorazónenunacajaexcesivamentepequeña.
Me pregunté si existiría alguna posibilidad de escabullirme de la feria sin que Carmina se dieracuenta.Apie,eltrayectodeidayvueltahastalabibliotecamellevaríamásomenosunahora.Sisedabacuentadequemehabíaido,despuésmecoseríaapreguntas.Opeor,alomejoraumentabasuvigilanciasobremíoempezabaahacerpreguntasporelpueblo.Al finaldecidíqueseríademasiadoarriesgadoirme.Pormuchoquemecostara,tendríaqueserpaciente.SiCarminadescubríalacuentasecretadee-
mail,podíadarporperdidoelúnicomododeponermeencontactoconReed.Alotroladodelaferia,ChetrelevabaaDonovanPippinenlacasetadelosbesos.Talcomolehabía
prometido, me dirigí hacia allí para donar unos dólares a la digna causa de coronarlo comoMísterLabiosArdientes.PorelcaminomeencontréconTheo,elchicodelagasolineraRedBarn.Ibaconlacabezagacha,zigzagueandoresueltamenteporentrelamultitud,ycasimeatropella.
Diunsaltohaciaatrás.—¿Dóndeestáelfuego?—Oh—dijoél,levantandolacabezabruscamente—.Hola,Stella.¿Quéhacesaquí?—Intentandoaparentarquemeadapto.¿Quieresvenirconmigoaalgunacaseta?Acualquieramenosa
ladecarrerasdepatosdegoma.Yamehaneliminadodosveces.—Bueno...—empezóadecir,mirandohaciaatrásconnerviosismo,comosiseescondieradealguien
—.Metemoquenopuedo.¿Nohabrásvistoaunhombremayorconpantalonescortosderayasypoloamarillo?
—No.¿Porqué?—Oh,nada—respondiósindejardemirarasualrededorconinquietud—.Esmiabuelo.Intento,eh,
evitarlopor...ciertasrazones.Luegoteveo.Loagarréporelhombro.—¿QuiénesesachicacongorradelosHuskersqueestájuntoalcakewalk?Theoentornólosojostraslasgruesasgafas.—EsLacyParish.Debedehabervenidoacasaapasarelfindesemana.EstudiaenlaUniversidad
deNebraska.—Eso está en Lincoln, ¿no? —Antes de ir a Thunder Basin, Lincoln era la única población de
Nebraskaqueconocíadememoria.Theoasintió.—Acabóelinstitutoelañopasado.HeoídodecirqueesteveranotrabajaenLincolncomocanguro.LacysehabíagraduadoelmismoañoqueChet.Enunpueblotanpequeño,teníanqueconocerse.Pero
laexpresióndeChetalverladelatabaalgomásqueunasimplefamiliaridad.Eraeltipodeexpresiónquesetequedacuandoalguientegolpeaenelpechoytucuerposeolvidadecómorespirar.
—¿QuéhayentreellayChetFalconer?—Bueno—respondióTheo,despuésdereflexionar—.Fueronnovios,peroesoseacabó.Sesuponía
queélibaairalaUniversidaddeOmaha,quenoestálejosdeLincoln,asíqueLacyyélprácticamenteestarían juntos,peroentonces lospadresdeChetmurieronenunaccidentedecoche.Élsequedóaquíparacuidardesuhermanoyellasefuealauniversidad.Peroprimerocortóconél.Oídecirqueellanoqueríaesperarlenitampocomantenerunarelaciónalargadistancia.Antesdelaccidentedecoche,todoelmundoenelpueblodecíaqueestabanhechoselunoparaelotroyqueacabaríancasándose.Laparejaperfectaque sedice.Peroahora sonmásbiencomounaviejaparejadedivorciados.Nocreoque sehayancruzadounasolapalabradesdequeellasefuealauniversidad.
—Quéhistoriatantriste—musité.Alotroladodelaferia,ChetseasomabaporlaventanilladelacasetadelosbesosparadeleitaraunaniñapequeñaconrizosaloShirleyTemple,dándoleunbesitoenlasonrosadamejilla.Acambio,laniñadejócaerunbilletededólarenlajarradelosdonativosysefuedandosaltos.Eraunadulceimagenquemeconmovióamipesar.
Chetvolviólamiradahaciamícomosihubieranotadoqueloobservaba.Nofueronmásquetresocuatrosegundos,peroenesemomentoparecióunaeternidad.Bajé lamiradaasuboca,que teníamás
coloracausadelapresiónrepetidadelosbesos,igualquelapielseoscurecíaalagolparselasangrepor una bofetada.Chetmeobservó conuna tensión extraña y anhelante en lamirada, quemepuso enalerta.
Oh,oh.Teníaqueparar.Conunesfuerzoledediquéunasonrisaradiante.Luegole lancéunbesoridículofrunciendomucho
loslabiosyseparándolosruidosamente.Supequeladistracciónhabíafuncionadocuandoélsonrióymehizoseñasconeldedoparaquemeacercara.Elmomentodetensión,oloquefuera,habíapasado.
—¡Tengo que irme! —exclamó Theo, tragando saliva. Luego se escabulló antes de que pudierahacerlemáspreguntas.
TentadaporloquemehabíacontadoTheo,mefuicaminandotranquilamentehastadondesejugabaalcakewalk.Mientrasexaminabalospasteles,oíaLacyParishyalaschicasqueseapelotonabanentornoaella.Delgruposeelevabanmurmullosdecotilleos,salpicadosporocasionalesestallidosderisas.
—¿Hashabladoconél?—preguntóunadelaschicasaLacy.Lacyfulminóalachicaconlamiradacomodiciéndole:«¿Enseriomepreguntaseso?»—Preguntaestúpida—musitólachica,ruborizándose.—Antes lohevistomirándome—explicóLacy,poniendolosojosenblanco—.Nopodríasermás
obvio.Élaúnestácoladopormí,peroyolotengosúpersuperado.Osea,nopuedecompetirconlostíosdelauniversidad,¿entendéis?Esduro,perocierto.Ellosintentanhaceralgoconsuvida,yél...—vaciló,buscandolapalabraconlaquecausarmayorefecto—,sededicaacortarelcésped.
Unpardechicassoltóunarisitadisimulada.Lacysonrió,complacidaconsigomisma,luegosepusoseriaantesdeañadir:—Aver,mesentísúperculpablecuandosuspadres...yasabéis—hizoungestoparaindicarquesu
público ya conocía la historia—, pero no iba a dejarmi vida en suspenso por un tío con el quemeenrollabaenel instituto.Siélcreíaque íbamosenserio,estabacon lachicaequivocada.Ahoraestoyhaciendo algo conmi vida. La universidad es increíble.Ya lo veréis vosotras también. Es unmundodistinto. Todas las noches ocurre algo. Fiestas, bailes, partidos de fútbol. —Se echó a reír—. Másfiestas.
—¿Ytienesnovio?—preguntóunachicaconunpañuelorojoquelerecogíaelpelo.MerecordóaRosie la remachadora de los carteles de la Segunda Guerra Mundial. Su tono era duro, un pocodesafiante.
—Nadie se echanovio en launiversidad.—Lacy se echóelpelohacia atrás conairedisplicente,peroseregodeabasiendoelcentrodeatención.Susojosverdesbrillaban,hablabaconvozfuerteyconautoridad—.Esmenosserioqueenelinstituto.Nosienteslapresióndeperteneceranadie.Todovadeencuentrosfortuitosydepasárselobien.Cadafindesemanasalesconuntíodiferente.Nohacessiemprelasmismascosasaburridasconelmismotío.Elcompromisoescomoparagentequenoseentera.ComoChet—concluyó,torciendoelgestoenunaexpresiónperversa.
Yahabíaoídobastante.EnunprincipiomehabíaparecidoqueLacyteníarazónalabandonarThunderBasiny aChet.No se lepodíapedir que renunciara a su futuropor él.Perodespuésdeoírlahablar,definitivamenteestabadepartedeChet.Lacynosesentíamalporhaberheridosussentimientos.Yparacolmo lo ponía de vuelta y media a sus espaldas, menospreciándolo para darse más importancia.EsperabaqueChetnosiguieraenamoradodeella,porquedesdeluegonoeralobastantebuenaparaél.
Estabaapuntodealejarme,cuandoRosielaremachadoravolvióahablar.—No estés tan segura de ti misma, Lacy. A lo mejor Chet también lo ha superado. Deberías
preguntárseloalacaraenlugardedespellejarloasusespaldas.—Loscelosnotefavorecen,Dawn—leespetóLacy—.¿Quiéntehapreguntadonada,además?Dawnseencogiódehombrosysealejó,perosulevesonrisapetulantenosealterólomásmínimo.
Choquéloscincoconellamentalmente.—¿QuiénsaldríaconChetahora?—preguntóLacyalrestodelaschicas—.Sabequevosotrassois
amigasmías.Tendráquesacarelculodeaquísiquiereligar.Yahabíaoídobastante.Paséporsuladoagrandeszancadasylelancéunamiradaasesina,peroella
estabademasiadoocupadariéndosedesusbromasdespreciativasparadarsecuenta.Meencaminéalacasetadelosbesosyapoyéelcodoenlaventanilla.—Mealegrodeverqueaúnnosetehancaídoloslabios—dijeaChet.Echéunvistazoalajarrade
donativos, que estaba atestada de billetes—. Parece que llevas la delantera para el título deMísterLabiosArdientes.
ElpastorLykins,queestabacerca, reaccionóaloírme.Despuésdecomprobarquenohabíanadiemásescuchándonos,dijoenvozbaja,peroemocionada:
—Harecaudadomásdeciendólares.Eseldobledeloquehanlogradolosdosprimerosjuntos,peronolecontéisanadiequeoslohedicho.Noqueremoslastimarningúnego.—Rioentredientes—.BastacondecirqueChethasidolaestrelladelshow.
Chetmemiróencogiéndosedehombroscomodiciendo:loshechosnomienten,señora.—Y pensar que intentó todo lo humanamente posible para desdecirse de ser voluntario cuando le
aseguréqueestaseríalacasetaperfectaparaél—comentóelpastorLykins.Chet se encogiódenuevodehombros, pero esta vez las puntasde susorejas enrojecieron.Era el
único tíoalqueconocíaquepodíamostrarsemodestosinresultar irritante.Siacaso, lehacíaaúnmásatractivo.Era difícil no apreciar a un tío que tenía un lado sensible y vulnerable, aunque él intentaraocultarlo.
—Aúnnotehevistoenlacola,Stella—dijoelpastorLykins—.NopuedoopinarsobrelosbesosdeChet,peroporsisirvedealgo,puedoasegurartequenohevistoaningunaclientainsatisfecha.
Mesentímortificadaalnotarquemeardíalacara.¿Mehabíaruborizado?AntesnomehabíacostadonadalanzarleunbesoaChetporelaire,peroalgohabíacambiadoynosabíaquéera.¡Maldición,mehabíaruborizado!
—Oh.Bueno,enrealidad...—dije,toqueteándomeelpendiente.—Stella está guardándose el dinero paraTheo—intervinoChet—.Le ha tocado el último turno y
todoelmundosabequeeselpeor,porquecasitodoelmundosehagastadoyaeldinero.StellaqueríaasegurarsedeTheotuvieraalgoenlajarra.
LancéaChetunamiradadepuragratitud.Éllarecibióconunlevísimoasentimientodecabeza.—Bienpensado,Stella—dijoelpastor.Mirósureloj—.Parecequesehaacabado tu turno,Chet.
Bueno,¿dóndeestáTheo...?—Escudriñólamultitudconunamanosobrelosojosparaprotegersedelsoldelocaso.
—¿Quieresbeberalgo—mepreguntóChet,saliendodelacaseta—.Creoquetienenponchedefrutasylimonadaenelchiringuito.
¿Porquéno?Estabaclaroquenecesitabaalgopararefrescarme.—Graciasporsalvarmeantes—dije,cuandonosalejábamosdelpastorLykins—.Noséquémeha
dado.Chetsonrióconunamueca.
—Supongoquesisolohayunachicaenlaiglesiaquenoquierabesarme,podrésoportarlo.Meechéareír,aliviadaalverquenoibaainsistireneltema,ehiceunesfuerzoporimpedirquemi
expresióndelataraelmenoratisbodequepodíaestarequivocado.Noqueríabesarle.Deverdadqueno.Teníanovio,novioformal,yleerafiel.
Enelchiringuitonoquedabayamásqueunascuantastazasdeponcheyunasgalletasdesmenuzadas.Mesentéenlamesaymordisqueéuntrozodegalleta.
—HeoídoqueLacyestáaquí.Chetmeobservómientrassorbíasulimonada.—¿Quiéntehahabladodeella?—Esunpueblopequeño.Lasnoticiasvuelan.—Podríadecirtequelohesuperado,peronoestoysegurodequemecreyeras.Alparecernadieselo
cree.Siemprequevuelveacasa, todoelmundomevigilaatentamente,comosipensaraquemevoyadesmoronar.
—¿Tedueleverla?—¿Que simeduele?—Negócon la cabeza—.Perome retrotraealpasado.Tardounmomentoen
recordarqueyanoestoyenél.Lecomprendíaalaperfección.Cuandomeasaltabanlosrecuerdosdeaquellanoche,medevolvíana
Philly.Pormuchoqueintentararazonaroapelaralsentidocomún,nadameconvencíadequenoestabaallí;sencillamenteteníaqueesperaraquepasara.Enesoscasos,eltiemposemehacíaeterno.
—Esguapa—señalé.Élseencogiódehombrosconaireevasivo.—Perotambiénesunpocobruja.—Levantélamanoantesdequeélpudieraprotestar—.Solotelo
digo.—Creoquesesienteincómodacuandoestoyyo.Sabequealgunaspersonaslaculpanporelmodoen
queterminótodoentrenosotros,aunqueerainevitable.NolecontéqueLacyparecíaabsolutamentecómodatomándolecomoblancodesuspullas.—Siemprehequeridoserpelirrojacomoella—dijemelancólicamente.Chetmediounafectuosocodazo.—Amímegustatupelotalcomoes.Notéquemeobservaba,notélaatraccióndesumirada.Desprendíaunoloratierramuyseductor.Una
cálidaluzdoradasereflejabaensusoscuroscabellos.Seapoyabahaciaatrásenlamesa,consumanonolejos de la mía. Tenía unasmanos asombrosas, fuertes, bronceadas y llenas de callos por el trabajofísico.Eranunasmanosconunpropósito.Laclasedemanosconlasquepodíasoñarunachica.
Cuandoyanopudeevitarmássumirada,vienellaciertainquietud,ytuvequeesforzarmeparanodejarquemeafectara.Chetestabadestruyendomisdefensas.Entrenosotroshabíaunaquímicacrecientequenopodíacausarmásqueproblemas.Teníaqueponerlefin.
PerofueChetquienrompióelhechizo,noyo.Conlafamiliaridaddeunviejoamigo,partióuntrozodemigalletayselometióenlaboca.—TengoquevolveracasayasegurarmedequeDustynoandahaciendodelassuyas.Ysinmás,sefue.Mientrasobservabacómosealejabaensucamioneta,nopodíadejardepensarenél.Deberíahaber
imaginadoqueunchicotanatractivocomoélnohabríapasadodesapercibidoentrelaschicas,quehabríatenidoalgunarelaciónanterior.Por loqueyosabíanohabíahabidoningunaotradespuésdeLacyy,a
pesardelosrumoresquecorríanporelpueblo,sabíaqueChetyanosentíanadaporella.Alverlaporlatarde,nosehabíamostradodolido.Sehabíasobresaltado,sí.Lehabíarecordadoelpasado,sí.Peronolehabíahechodaño.Yahíradicabaladiferencia.
Semeocurría otra razón por la que podía haberlo superado, perome sentía incómoda, así que ladeseché.
DecidídemostrarqueCheteraunhombresinceroymedirigía lacasetade losbesosenbuscadeTheo.
Loencontréencorvadoeneltabureteconlatristezagrabadaencadalíneadesurostro.Llevabaunapajarita rosa que hacía juego con sus arreboladas mejillas. Cuando vio que me acercaba, agachó lacabezaysetapólacaraconlamano.
—Hola,Theo—dijealegremente—.¿Cómotedejasteconvencerparahaceresto?—Miabuelomepresentóvoluntario—musitó—.¿Notendrásunacápsuladecianuroporcasualidad?—TuvequedevolverlacuandoabandonélaKGB,losiento.Sesecólafrenteconunpañuelodebolsillo.—Aúnmequedanveinteminutosdeestatortura.—Alfijarseenlajarradedonativosvacíacolocada
sobreelmostradordelaventanilla,laagarróyladejóasuspies.—Quieroayudaralhogardeacogida,en serio, pero no así. Podría haber donado alguna prenda cosida por mí. Una chaqueta de hombre.Podríanhaberlasubastado.
Abrímibolso.—Vuelveaponeresajarraaquíarribaparaquepuedametermidonativo.Theomemiróparpadeandosorprendido.—Pero...tendríasquebesarme.¿Quieresbesarme?—Sivasasertandirecto,bueno,puessí.—Pero.Bueno.Ejem.Esqueyosoy...soy...—Seaclarólagargantayenrojecióaúnmás.—Theo—ledijeamablemente.—Es, bueno... es un poco violento, ¿no? Quiero decir... —Se inclinó un poco más hacia mí,
mirándome intensamente, como si pudiera transmitir información directamente a mi cerebro—.¿Entiendesloqueintentodecirte,Stella?
—Theo.Somosamigos.¿Novasabesarmedeunavez?—Eh...—Serascólamejillacongestodeincomodidad—.Supongoquepodríahacerlo...Meinclinéhaciadelante.Élseinclinóhaciadelante.Cerrólosojosymerozólamejillatiernamenteconloslabios.—Hasidoelbesomásbonitoquemehandadoentodamivida—leconfeséconsinceridad—.Ahora
vuelveaponerlajarraaquíarribaparaquehagamidonativo.Con sonrisadulce, casi tímida, devolvió la jarra a su sitio.Dejé caerunpuñadodebilletes en su
interior(todoloquetenía)yviqueTheoponíalosojoscomoplatos.—Stella.¿Quéhaces?Nopuedes...—No puedo garantizarte que vayas a ser el próximoMíster Labios Ardientes, pero bastará para
superaraTriggerporgoleada.Theosaliódelacasetaymeabrazóconfuerza.Suabrazotambiénfueelmejorquemehabíandadoen
lavida.
13
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Lasemanasiguienteestabaapuntodeficharalacabarmiturno,cuandoEduardo,elcocinerojefe,medetuvo.
—¿Tienesunmomento,Stells?NorecordabaeldíaexactoenqueEduardomehabíadadoeseapodo,peromehabíaquedadoconél
y todos los cocinerosme llamaban Stells, con variaciones como Stells Bells, Stelly Belly o StellowMellow, pero nome importaba.Eramuchomejor que el «¡Eh, chica nueva!» al que había tenido quecontestardurantemiprimeranochedetrabajo.
—Claro.¿Quénecesitas?—pregunté.—Deirdresehaidotemprano.Tieneaunniñoenfermo.Mehapedidoquerellenesusservilleteros.
¿Teimportaríairalalmacénytraermeunpaquetedeservilletas?Deirdreeraunacamareraatiempocompletocondoshijosenlaguardería.Solíatrabajarenelturno
dedía,peroalgunaqueotravezhacíaelturnodenoche.TeníaentendidoquetrabajabaenelSundowndesde queDixie Joe había abierto sus puertas hacíamás de diez años.Me sorprendió que le hubierapedidoaEduardoqueleayudaraconsusservilleteros,enlugardepedírmeloamí,oaInny,quesehabíaido un par de minutos antes. Por lo que había podido ver, los cocineros no ayudaban nunca a lascamarerasconsusmesas.YnohabíavistonuncaaEduardoyaDeirdrepasandoelratojuntosdurantelos descansos, pero era evidente que algo se me escapaba. Al parecer eran amigos, o al menos sellevabanbien.
—Claro.Elalmacénestabaenelextremoopuestoalqueocupabanloscocineros,yseaccedíaporunaangosta
escalerademadera.Yahabíaestadoenelalmacénvariasveces,yaunquedesprendíaeloloramohodelhormigónhúmedo,siempreestabafrescoyyoagradecíalaoportunidaddebajarallíyescapardelcalordelacocina.
Encendílaluzenloaltodelaescaleraybajérápidamentelospeldañosdemadera.Alllegarabajo,dobléhaciaunladoybusquéatientaslacadenadelabombillaparaencenderla.Nohabíaventanasenelalmacén,yporlanocheestabatannegrocomocabríaesperardeunagujeroenlatierra...
El fuertegolpeque recibí en el estómagomecortó la respiración.Eldolor se expandiópor todaspartesenunagudasensacióndeagonía.Deseétirarmealsueloyretorcerme,peronotuveoportunidaddehacerlo.Unasmanosmeaplastaronconfuerzacontraeltabique.Temblaronlosestantesquehabíasobremicabeza.Uncálidoalientosiseócontramimejilla.Mivisiónsevolvióborrosa.
Aúnestabaaturdidaporelgolpe;nopodíarespirarnormalmenteymuchomenosgritar,peroélmetapóbruscamente labocacon lamano.Supielhúmedaapestabaa cueroy a sal.Guantedebéisbolysudor.Me soltó un rugido en la oreja, y en aquel espacio oscuro como boca de lobo, el sonido tuvoexactamenteelefectoqueélpretendía:meestremecídemiedo.Élnotómiestremecimientoyrioporlobajo.
Antesdedarmecuenta,sentíquelamandíbulameardíadedolor.Ungolpesecoenelcuello,ycaíalsuelo jadeando.Grité, pero la puerta se había cerrado tras demí, y todos los ruidos que pude hacerquedaronamortiguadoscuandounabotaseclavóenmiscostillas.Mequedésinalientoporsegundavezymedespellejéloscodosylaspalmasdelasmanoscontraelsuelo.Élvolvióapatearme.Yotravez.
Merodeélacabezaconlosbrazosymetílabarbillahaciadentro,peronopudeprotegermeelrestodelcuerpo.Sentíundolorintensoenlaespaldaylaspiernas.Cadapatadaparecíauncuchilloquesemeclavabahastaelhueso.Traguésalivayfinalmentelogréemitirunespeluznantechillido,queresonóenlasparedesdelalmacén;alguiendearribatuvoqueoírlo.
Pensandoquealguien llegaríacorriendoencualquiermomento, reunívalorsuficienteparapatalearfrenéticamenteintentandodefenderme.Mipiechocócontraalgosólido,yélsoltóunascuantaspalabrotasderabia.Sumanosurgiódelaoscuridadymegolpeóenlosoídosconfuerzasuficienteparahacerquemezumbaralacabeza.
—Asíescomoquieroverteapartirdeahora—medijoenunroncosusurro—.Conlacabezagacha,sinmeterteenlosasuntosdelosdemás.
Intenté golpearle, lanzando los puños contra él violentamente, pero él ya se había alejado.Oí losescalonesdemaderaquecrujíanbajosupeso.Subíadespacio,sinprisa.Captéelmensaje.Queríaqueyosupieraquenohuía,quenoestabaasustado.Podíaentrartranquilamenteenmilugardetrabajoydarmeunapalizatresmetrospordebajodeldespachodemijefa.Podíaencontrarmeencualquierparte.
Mediodesvanecidaporeldolor,notévagamentequesuspiesaterrizabanenlospeldañosaintervalosirregulares. Parecía que cojeaba. ¿Le había golpeado en la pierna? Sentí una fugaz y sombríasatisfacción,yentoncesseabriólapuertaenloaltodelasescalerasyarrojóuntriángulodeluzenlaoscuridad.Entornélosojosyvisualtasiluetadehombrosfornidossaliendoporlapuerta,antesdequevolvieraaengullirmelaoscuridad.
Micabezacayólánguidamenteenelsuelodecemento.Luchéporpermanecerconsciente.Habríasidounbenditoaliviodesmayarmeparalibrarmedeldolor,peroDixieJocerraríapronto.Nosefijaríaenmibicicleta,queestabaapoyadacontraunárbolenlapartedeatrás.Soloveríaelaparcamientovacío,daríaporsupuestoquetodosnoshabíamosido,yseiríatambién.
Yomequedaría allí toda lanoche, en aquella horribleoscuridad, con el sabordemi sangre en laboca.
Conungemido,medilavueltahaciaunladoymeincorporéapoyándomeenelcodo.Eldolorerataninsoportablequenisiquierapodíallorar.Respiréconinspiracionescortasysuperficiales,alarmadaporelextrañogorgoteoqueparecíabrotardemispulmones.¿Teníaalgoroto?
—Eduardo—logrédecirentreresuellos,ehiceunamuecaalnotareldolorafiladocomouncuchilloquemetraspasabaalhablar.
Losbrazossehabíanlibradodelapaliza,ylosuséparaarrastrarmehacialaescaleraatrompicones.Noteníalamenorideadecómoibaalograrsubirhastaloalto.Nopodíaponermeenpie.Medolíanlascaderasy laespaldaymeveníanarcadas.Traguésalivayordenéamiestómagoquesecontrolara.Sivomitaba,talvezperderíaelconocimiento.Nadiemeencontraríahastaqueabrieraelrestaurantealdíasiguiente.
Me sentía débil, en un estado de delirio. Lo sabía y esome causaba un frío terror. Las lágrimaspugnabanporsalir.Noteatrevasarendirte,Estella.¿Tendríafuerzassuficientesparalanzarunalatadeazúcarcontralapuerta?¿Looiríaalguien?Nopensabaquedarmeallí todalanoche.Élmehabíadadounapalizademuerte,peronopensabadarle lasatisfaccióndesaberquemehabíadejadoallí,helada,aterrorizadaysola,durantetodalanoche.
Pasos.Oípasos.Elpomodelapuertagiróylaluziluminólaescalera.Eduardosoltóunaretahíladepalabrotas de sorpresa. Oí como en una neblina el crujido de las escaleras cuando él descendiórápidamenteporellas.Searrodillóamiladoyposóunamanotemblorosasobremihombro.
Vagamente vislumbré sus ojos muy abiertos y su expresión de asombro. Su moreno semblantepalideció.Parecíamareado.
Gritóporencimadelhombro.Lechillabaaalguienquellamaraalapolicía.Leoífrotarselasmanosrepetidamentesobrelosmuslos,secándoseelsudor.
Para un tipo que presumía de duro y que iba cubierto de tatuajes amenazadores de los pies a lacabeza,miestadoleestabaafectandomásaélqueamí,pensédébilmente.
Claroqueyoaúnnomehabíavistoenunespejo.
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Durante el trayecto en ambulancia hasta el hospitalme dejé llevar por el aturdimiento. Permanecídespierta, pero no alerta, simplemente tenía lamente en otro sitio.Vi destellos de imágenes, pero noprovocaron la menor reacción en mí. Noté impasible que los sanitarios se inclinaban sobre mí,trabajando rápidamente.A su espalda vi un equipomédico, tubos ymonitores.Una vezmás, no huboreacción.Enmiestadodeparálisisydesorientación,oífragmentosdeórdenes,seguidasderespuestasconcisas.
Nadaroto.Esolooí,ysentíaqueunapartedemí,tensaytemblorosa,serelajaba.Sinoteníanadaroto,mepondríabien,¿no?Medieronalgoparaeldolor,ycuandoestedisminuyó,fuefácilsumergirmeporcompletoenlanada.
Carmina llegó al hospital poco después que yo.Dixie Jo debía de haberla llamado; no recordabahaberles dicho a los sanitarios con quién debían ponerse en contacto. Aún no había memorizado elnúmerodeteléfonodeCarmina.Deberíahacerlo,pensévagamente.Aquellonoibaavolveraocurrir,yame ocuparía yo de eso, pero de todas formas seríamejor tener a alguien a quien llamar en caso deemergencia.
Carminaapartódegolpelacortinayentróenelcubículo.Suaspectoeramásadustoyformidablequenunca.Yonoestabaaúnlistaparahablar,asíquevolvílacarahaciaotrolado.Ellacomprendióelgestoydesviósuatenciónhaciaelmédicodeguardia.Enlugardesufrirunataquedehisteriacomolehabríaocurridoamimadre,semantuvoserenaysonsacólainformacióncomounapoliexperimentada.
—¿Cuálessuestado?—Costillasmagulladas,levescortes,tumefacción.—¿Lehadadoalgoparaeldolor?—Lortab.Laenviaremosacasaconunfrascodedieztabletasparalaspróximasveinticuatrohorasy
unareceta.Sentirádolordurantevariosdías.—MehandichoqueocurrióenelSundownDiner,durantesuturno.¿Lehandichoalgosobrequiénla
haatacado?—SemeocurrióqueCaminaquizácreeríaquesehabíaproducidounafiltraciónyqueDannyBalando estaba detrás de la agresión. Pero no había sido obra de los esbirros deDanny.Yono teníaningunadudasobrequiénlohabíahecho—.¿Dóndeestáelagenteencargadodetomarledeclaración?—preguntóCarmina,presionandodenuevoalmédico.
—Aúnnohevistoanadiedeldepartamento.Yanotardarán.¿Porquénoacercaunasillaysesientajuntoasucama.Enviaréaunaenfermeraconun...
—¿Café? No necesito café. Necesito que el maldito Departamento de Policía envíe a alguien atomarledeclaración.Quieroquesalganahífueraybusquenalindividuooindividuosquelehanhechoesto.
La ira sorda que detectaba en la voz deCarmina provocó un extraño calor enmi pecho.Alivio ygratitud.Ellasehacíacargodelasituaciónymeliberabadeesepeso.Porprimeravezdesdequehabíaingresadoenelhospital,sentíunaciertapaz.Carminaseocuparíadequemeatendierancomoesdebido.
Unasegundafigura,unamujeraltaymorena,conpantalonesyblusadeseda,seagachóparapasarpordebajodelabarradelacortina.
—Carmina—dijo.
—Grace.—Carminaselevantóyestrechólamanodelamujer—.Mealegrodequetehayanenviadoati.Loesperaba.
—Losiento.Sientomucholoocurrido.—Díseloaella—comentóCarmina,señalándomeconlacabeza—.Stella,estaeslaagenteOshiro.
Trabajé con ella unos cuantos años antes de retirarme. Es una buena policía. Está entrenada parainvestigarcualquiertipodedelito,incluidaslasagresiones.Tevaahacerunascuantaspreguntas.Sienalgúnmomentonecesitasundescanso,notienesmásquedecírmelo.
Meincorporéenlacama,recostadaenlaalmohada.—Mesientomejor—dije,yeracierto.AhoraqueCarminahabíallegado,dandoórdenesatodoel
mundo,elcaosylaconfusiónyanomeparecíantanabrumadores.—Aun así. —Los ojos de Carmina se posaron en la agente Oshiro, a la que dio permiso para
procederconunaformalinclinacióndecabeza.—Hola,Stella—dijolaagenteOshiro,conesavozamableperoseriaqueadoptanlosadultosenlas
crisis—.¿Quéhaocurridoestanoche?Cuéntamelotodotalcomohasido.Procuranodejarfueraningúndetalle.
LeexpliquéqueEduardomehabíapedidoquefueraabuscarservilletasalalmacén,quemiagresormeesperabaalpiedelasescaleras,quemehabíapateadoymehabíagolpeadoconlospuñosylamanoabierta.
—¿Eraunhombre?—Mehabló.Medijo:«Asíescomoquieroverteapartirdeahora.Conlacabezagacha,sinmeterte
en los asuntos de los demás.»—Tragué saliva, sin sabermuybien si el cosquilleoquenotaba en losdedoseraporlairaoporeldramaderevivirelsucesoenvozalta.Recordabaalaperfecciónsuvozroncayrepugnante.Medabaescalofríos.
—¿Vistesurostro?—Yoestabaenelsuelo,cubriéndomelacabezamientrasélmepateaba.Nomeatrevíaalevantarla
cabezaparamirarloporsimedejabainconscientedeunapatada.—¿Hasnotadoalgunacaracterísticaespecial?¿Loque llevabapuesto,quizásun reloj,un tatuajeo
unoszapatosconcretos?—Laluzestabaapagada.Elalmacénestáenelsótanoynotieneventanas.Estabatodonegro.—¿Algunaideadequiénquerríahacertealgoasí?TriggerMcClurefueelprimernombrequemevinoalamente,yasíselodije.CarminaylaagenteOshirosemiraron.Carminaasintióyyotuvelasensacióndequeacababande
mantener toda una conversación, y que en ella no se descartabami sugerencia de que Trigger estabadetrásdelaagresión.
—¿QuétehacepensarqueTriggerquerríahacertedaño?—preguntólaagenteOshiro.—Me arrojó su bebida por encima la semana pasada en el trabajo. Estaba furioso porque no le
cambiéelpedidocuandoyaestabaenlaparrilla.Ledijeloquepensabaycreoqueesotampocolegustó.Carminahizounamueca.—Nomelodijiste—comentóentonodedesaprobación,yyomesentículpable.Mehabíapropuesto
contarleaCarminacuantomenosmejor.PensándoloahoratalvezdeberíahaberlecontadolodeTrigger,peronocreíaqueesohubiera impedido laagresión. Jamáshubieracreídoquepasaríade lanzarmeunrefrescoaagredirme.DudabadequeCarminalohubieravistovenir.
—Porloquepareceentrevosotrosdoshubounconflicto—dijolaagenteOshiro,hablandotodavía
conaquellavozamableycomprensiva—.Seguroqueteenfadaríasbastantecuandotetirólabebidaporencima.
—Esuncapullo.—Stella—meamonestóCarmina.—¿Qué? Es la verdad.—Me encaré con la agente Oshiro—. Después de dejarme empapada, se
marchó sinpagar.Dixie Jo,mi jefa, tuvoqueacudir a suspadresparaque lepagaraneldinerode lacomida.LanochesiguienteviaTriggeramedrentandoaunchavalenlaRedBarn.Triggerpresionabaalchicoparaqueledieracervezagratis.Tambiéneraobvioquehabíabebido,asíquellaméalapolicía...austedes.Desdeluegonocreoquedespuésdeesometengamuchasimpatía.
—¿Crees que se sintió lo bastante humillado por esos dos incidentes comopara decidir darte unapalizayponerteentusitio?—quisosaberlaagenteOshiro.
—CreoqueTriggernoestáacostumbradoatratarconchicasquehacenalgomásqueacariciarsuegoosentirsehalagadasporsusinsinuaciones.
LaagenteyCarminaintercambiaronotrabrevemiradayambasapretaronlosdientesenunamuecaadustamostrándoseaparentementedeacuerdo.AlparecerTriggersehabíaganadounareputaciónquenoerasololadeestrelladelbéisbol.
Meapartéelpelodelafrenteydiunrespingoaltocarmeaccidentalmenteelbordedelojohinchado.Mehabíapuestounojoalafuneralaenotraocasión,jugandoenunacamaelástica.Teníaentoncesochoaños y estaba claro que el tiempo había hecho su trabajo, porque no recordaba que doliera tanto.Empezabaanotarunasordapunzadadedoloreneseojo.
Carminametendióunacompresafría,quemecoloquésuavementesobreelojohinchado.—¿Cuántotiempohaestadopegándote?—Unpardeminutos.Hasidorápido,aunqueenesemomentonomeloparecía.—¿Yluegoquéhapasado?—preguntólaagenteOshiro.—Se ha ido. No ha echado a correr. No estaba asustado, eso lo ha dejadomuy claro. Se ha ido
caminandotranquilamente.Perolehelanzadounascuantaspatadasdurantelaagresión,yhedebidodedarleenlapierna,porquecojeaba.Lehahechoirmásdespacio.
LaagenteOshiroanotómicomentarioensubloc.—¿Cómosabesquecojeaba?—Loheoído.Susandareseranirregulares.Seapoyabamásenunapiernaqueenotra.—¿Ydespuésdequesehayaidocojeando?—Enlacocinahaytrespuertas.Laqueusamoslascamarerasparaatenderaloscoches,laspuertas
batientesqueconducenalcomedor,yunapuerta traseraqueusamosparasacar lasbolsasdebasurayllevarlas a los contenedores. Supongo que ha salido por ahí. Eduardo estaba en la cocina. Tiene quehabervistoalgo.Lapuertadelalmacénsevefácilmentedesdeelsitiodeloscocineros,ydebíadeestarahí.
—¿El mismo Eduardo que ha llamado al 911? —preguntó la agente Oshiro, tomando notasrápidamente.
—Sí.—Hablaréconél.Mientrastanto,¿recuerdasalgúnotrodetalledestacabledelaagresión?¿Hadicho
algomáselagresor?—Sehareído.—MeestremecíinopinadamentealrecordareltimbreferozdelarisadeTrigger—.Le
haparecidotodomuydivertido.Creíaqueyomelomerecía.
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FueagradabledespertarenmipequeñacamaindividualdelasegundaplantadelacasadeCarmina.Porprimeravez,agradecíaelchirridofamiliardelcolchónylacálidaluzdelsolquesefiltrabaatravésde las cortinas.El cuartoolía a algodón recién lavadoy a suelosdemadera encerados, y el olor eramuchomejorqueelaireestérilyrecicladoqueimpregnabatodoelhospital.
Me incorporé en la cama para realizar un rápido inventario de todos mis dolores. Tenía todo elcuerpomagullado,congrandesmoretonesesparcidosporpiernas,torsoyabdomen.Eldolorestabaahí,peroporsuertelosmedicamentosloenmascaraban.
Carminallamóalapuertayasomólacabeza.Sosteníaunaenormebandejadecamaenlasmanos,asíquetuvoqueusarloshombrosparaabrirlapuertayentrar.
—Hepensadoqueteapeteceríaalgodedesayuno.¿Telodejosobrelamesilladenoche?Algodedesayuno incluía tortitas,huevos,hashbrowns,6 bacón,melón troceadoyungranvasode
zumodenaranja.Carminapreparabacarneypatatasparacasi todas lascomidas,peroaqueldesayunoestabaaotronivel.Nuncalehabíavistopreparartantacomidadeunavez.Ytodoparamí.Hacíamuchotiempoquenomesentíatanbiencuidada.Laniñaquellevabadentroechabademenoslaépocaenquemimadresesentabaenmicamaymeponíalafríapalmadelamanoenlafrentecalienteporlafiebre.Aúnconservabaaquellosrecuerdosenlosrecovecosdemimemoria.Eranborrosos,peroreales,porloqueresultabamásdolorosoaúnrecordarlos.Esciertoloquedicen:notedascuenta,cruelmente,deloquehasperdidohastaqueyanolotienes.
—Gracias—dije,quitandoelWalkmany las cintasdecasetede lamesilladenoche.EmpezabaaencariñarmeextrañamenteconVanHalen,ysolíaquedarmedormidaescuchandosusgrandeséxitos.Lacalidaddelaudiodelacintadecaseteeraabominable,perolamúsicaestababien.Encualquiercasoeraunbuensustitutodemisbandaspreferidas.LavidadeEstellaenPhillyyladeStellaenThunderBasinerandosentidadesdistintas,ynoqueríaquesesolaparan.Estella teníaunagramola interioren laquesonaban voces nuevas y refrescantes una y otra vez hasta que la letra se grababa en su corazón. AlabandonarPhilly,habíametidosuscancionesfavoritasenunacajayluegolahabíaguardadoenunlugarinaccesible. Una parte demí seguía soñando con regresar y volver a ser ella. Recuperaría la caja ydejaría que la música se elevara libremente. Pero nunca pasaría de ser una fantasía, y cada día quepasaba,elsueñosedesvanecíaunpocomásylarealidadseimponía.
Estellasehabíaido.Stellaeramifuturo.Carminadepositólabandejayluegomiróporlaventana.Exhalóunsuspiro,comosiledieravueltas
enlacabezaaalgunacosaynoestuvieraseguradequefueraprudentehablardeello.—Chet ha pasado por aquí esta mañana —admitió finalmente con cierta reticencia. Y con ese
impenitentetonodedesaprobación.—¿Quélehadicho?—Queestabasdurmiendoyquedeberíavolverluego.—¿Sehaenteradodeloquemehapasado?—Sí.Meerguíenlacama.—¿Selohacontado...todo?
—Cuandonovolvisteayerdeltrabajo,llaméaChetparaversisabíadóndeestabas.Nolosabíaylepreocupóque yo tampoco lo supiera. Se ofreció a ayudarmepara buscarte—explicóCarmina con unsuspirodeexasperación—.VinoaquíyfueentoncescuandoDixieJollamóporteléfonoparadecirquetehabían agredido y que estabas en el hospital. Le dije aChet que se fuera a casa, pero sospecho queintentóverte.Noledejaríanentrar,porquesehabíanacabadolashorasdevisita.—Meneólacabezacongestoexagerado—.Estamañanahatraídoflores.Margaritasygirasolesdeljardíndesumadre.Sumadreplantó lasmargaritas en el jardín de atrás hace años y se han extendidopor todas partes comomalashierbas. Hannah Falconer siempre tuvo unas flores preciosas... —Dejó la frase sin terminar, con lamiradaperdidamásalládelaventana.
—Megustaríairaverlodespuésdedesayunar.Iréandando,asíquenotemolestaré.—¿Andando?—Carminasevolvióbruscamenteparamirarme—.¿Entuestado?—EldoctorSimpsondijoquedeberíaandar,simesentíaconfuerzas.Yresultaquesí.—SéqueestásimpacienteporveraChet,peronoteexcedas.Hadichoquesepasaríaporaquímás
tarde.—Quierohablarconélahora.Necesitohablarconalguien.Tengoquequitarmeestepesodeencima
paradejarderevivirlo.Cuando Carmina se dio la vuelta hacia la ventana, levantando la barbilla con aire orgulloso,
comprendíquehabíaheridosussentimientos.Algohabíaocurridoenelhospitallanocheanterior.Partede laanimosidadqueyohabía levantadoentrenosotrassehabíadesmoronadoalentrarCarminaenelcubículo resuelta a ocuparse demí.Mi opinión sobre ella habíamejorado y creo que se había dadocuenta. Pero aunque Carmina creyera que ahora todo iba bien entre nosotras yo todavía no estabapreparadaparaconfiarenella,ytendríaqueaceptarlo.
Me comí las tortitas y dos tiras de bacón.Me duché yme vestí. Estaba demasiado dolorida paraplancharmeelpelo,asíquemelorecogíenunasimplecoladecaballo,peroinclusoesomedolióymecostómásdelonormal.Prescindídelmaquillajeyoptéporunaligerapasadadebálsamolabial.
Sonóeltimbredelapuerta.PensandoqueChetmeacababadeahorrareltrayectohastasucasa,mepuselassandaliasyabandonélahabitaciónconpasorígido.
BajabalasescalerasconcautelacuandoCarminafueaabrirlapuerta.Dejócerradalapuertadelamallametálica,manteniendoasíunabarreraentreellayelagenteuniformadoqueestabaenelporche.
—Buenosdías,Roger.¿Aquédeboesteplacer?—Suvozeraagradable,peronodel todosincera.Habíaciertadurezasubyacente,ciertotoquesuspicaz.
Elagentesellevólamanoalagorraparasaludar.—Hevenidoporunasuntooficial.—¿Asunto?¿Quéasunto?Elagentecarraspeó.—ElasuntodeladeclaracióndeStella.—¿DóndeestáGraceOshiro?EllafuelaquetomódeclaraciónaStella.Elcasoessuyo.—Eljefemelohaasignadoamí.Yomeocuparédeélapartirdeahora.Hepensadoquepodríamos
conversartranquilamenteaquí,enlugardemantenerunaentrevistaformalenlacomisaría.—¿Entrevista?¿Asantodequé?—Soloparaverificarunoscuantoshechos.—Segúnyoloveo,unhechoesunaverdadconocida.¿Quéesloquehayqueverificar?Rogervolvióacarraspear.
—¿Teimportasipasounmomento?—Enabsoluto.Peroprimeromegustaríasaberlanaturalezaexactadetuvisita.Meempiezaaparecer
queestaconversación—dijoCarmina,poniendoenesaúltimapalabraunénfasissuficienteparahacerque sonara comouneufemismo—quizá seríamejormantenerla encomisaría.Enpresenciadenuestroabogado.
Rogerrioentredientesconincomodidad.—Vamos,vamos,Carmina.Noesnecesarioquemesuelteslosperros.Somosamigostúyyo.Estaes
una visita de cortesía. He pensado que los tres, tú, yo y Stella, podríamos sentarnos y revisar ladeclaraciónquehizoStellaanoche.Siempreentonoamistoso,porsupuesto.
—Porsupuesto—dijoellaconfrialdad.Rogerserascólamejilla,claramenteincómodo.—¿Tienesporahíunajarradeesalimonadadulceconalbahacaquehaces?—Puessí.Perolaguardoparamisinvitados.—Vamos,Carmina.Noseasasí.—¿Ycómodeberíaser?¿Ingenua?Séaloquehasvenido.Olvidasquepasécincoañosenelcuerpo
contigoy otros quince con tu padre.Quieres queStella se retracte de su declaración.Noquieres quepresentemos la denuncia.Venga, admítelo. Es una patata caliente para el departamento, arrestar a unajovenpromesadelbéisbolporagrediraunachica.Ahoradime,¿eljefeHearsttodavíasevadepescacon el padre de TriggerMcClure los sábados por lamañana?Ahora que lo pienso, ¿no van a cazarfaisanesenotoño,yvenelfútbollosdomingosporlanocheencasadeljefe?
Lasmejillasdelagentesecolorearon.—Eslapalabradeellacontraladeél.HemoshabladoconTriggerynoshacontadosuversióndela
historia.DicequevertiósurefrescoaccidentalmentesobreStellaenelSundownDinerlasemanapasadayquedesdeentoncesellaselatienejurada.Quelosigueatodaspartesintentandopillarlo.LosiguióalRedBarnlasemanapasadayluegoseinventólahistoriadequelohabíavistointentandorobarcerveza.
Hasta entonces, yo había dejado que Carmina llevara las riendas, pero no pensaba permanecercalladaniunsegundomás.
—¿Esohadicho?—exclamé, furiosa—.¿Yustedse locree?Paraque losepa,me tiróel refrescointencionadamentedespuésdequeyoinsistieraenquepagaralacomidaquehabíapedido.¡YtodoloqueledijealagenteenelRedBarneracierto,hastalaúltimapalabra!
LamiradadeCarminasevolviómásdura.—StellavioaTriggeramenazandoalchicodelRedBarn.Yelchicocorroborósuhistoria.Tenemos
dostestigos.¿Cuáleselproblema?—En la declaración que hizo Stella anoche, le dijo a la agente Oshiro que estaba segura de que
Trigger era el agresor. Es una acusación muy grave. —Roger se echó hacia atrás, irguiéndose. Suabultado vientre tiraba de los botones de la camisa; parecía un pavo real dándose importancia—.Halevantadomuchasampollasyantesdeseguirconesto,quieroestarcompletamentesegurode...
—Sifueracualquierotro,noteandaríasconrodeos—leinterrumpióCarmina—.Losdossabemosque Trigger es culpable. No es la primera vez que lo acusan de pegar a unamujer. ¿Recuerdas a laprofesora?TúlaenviasteaotroinstitutoamitaddecursoyledijisteaTriggerqueseportarabienenadelante.Tedirécuáleselproblema.Estaeslaprimeravezqueelchicocorreelriesgodetenerquerendircuentasporsusactos,ynadiequieretenerqueaguantarsupataleta.Deberíamoshaberlodetenidola primera vez que la profesora llamó al 911.No somos distintos de los padres que le dan a su hijo
pequeñotodoloquequieracontaldequenolesmonteunaescenaenelsupermercado.Elagenteparecíamásirritadoacadamomentoquepasaba.—HehabladoconTriggersobrelaagresión.Dicequeestabaencasacuandoocurrió.Suspadreslo
corroboran. No tenemos nada que lo sitúe anoche cerca del Sundown. Como te decía, se trata de lapalabradeellacontraladeél.
Carminarioentredientes,peroelefectoresultóamenazador.—Arrestarlovaaprovocarunaescena,Roger,esote loaseguro.Suspadrespondránelgritoenel
cielo. Contratarán abogados. El señor McClure presionará a todos los amigos que tiene en eldepartamento.Peroeslocorrectoyestutrabajo.Ahorabien.SiseteocurrevolverporaquíparadeciraStellaquemientaporti,oquefinjaqueesechiconolehizonada,oparasugerirlesiquieraquelodejepasar,meveréobligadaapensarqueeresunodeesos toroscastradosque tieneDellChivalryen sustierras,tanpasivosypatéticosquenilosniñosseprivandemeterseconelloscuandopasanporallí.
Tras estaspalabras,Carminacerró lapuerta.Apoyó la espalda enellay exhalóun suspiro.Tardéunosinstantesendarmecuentadequeestabatemblando.Cuandoellamepillómirándolafijamente,abriólosojoscomodiciendo:«Menudacaratienenalgunaspersonas,¿eh?»
No supequédecir.Darle las gracias parecíaunabuena formade empezar, pero estabademasiadosorprendidaparaabrirlaboca.Enpartesentíadeseosdereírmeadmirativamenteporelcorajeconquesehabíaenfrentadoalagente.Otrapartequeríaabrazarla.Talvezinclusoderramarlágrimasdegratitud.Carminamedefendíaymeapoyaba.Noestabasola.
Finalmente,alcéunacejainquisitiva.—Elqueespolicíaloesparasiempre,¿no?—MalditoRogerPerkins—dijoella—.Menudodescarotiene.—SéquefueTriggerquienmeagredió.Nomientoparafastidiarle.—Oh,esoyalosé.Igualqueséquetodoestovaaprovocarmuchoenconocontranosotras.Mepreguntésiesoeraloquerealmentelemolestaba,lasombraquelacomunidadibaaarrojarsobre
míy,porende,sobreella.MedijeamímismaqueThunderBasineraunacomunidadpequeñaycerrada,yqueenellaunpuentequemadoibaaprovocarsindudaunabuenahumareda.Peroentoncesellaagitólamanoydijo:—Soydemasiadoviejaparapreocuparmeporloquediganloscotillas;quesemetanconnosotras cuantoquieran.Ya sedaráncuentadequenoes tan fácil acabar conmigo.Algomedicequecontigotampoco.
Lesonreíyellamesonrió.Sucarasesuavizóy,porunmomento,olvidóqueerapolicíayvialgoenellaenloqueantesnomehabíafijado.Eraamable,cariñosa.Casi...
Simpática.
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Apesarde los reparosdeCarmina, insistí en ir caminandoa casadeChet.Necesitabaun ratodetranquilidadasolasparaaclararme las ideas.También teníaalgoquedemostrar.Mehabíapasado lasúltimas doce horas en un papel pasivo, permitiendo que médicos y enfermeras me examinaran ytoquetearan,yqueCarminamearroparaenlacamaymeadministraralamedicación,yqueélmetrataracomo si fuera su saco de boxeo. Las doce horas siguientes iban a sermuy distintas. Estaba harta depermanecerinactiva,dejandoquetodosamialrededormanejaranloshilos.Yaerahoraderecobrarelcontrol.Yempezaríaporusarlospiesparairadondequisiera.
Llamé al timbre de la puerta de Chet, y aunque llevaba gafas de sol oscuras para ocultarmi ojomorado,mesentícohibida,nerviosa.Élyasabíaquemehabíanagredido,peronoestabaseguradequeCarminalehubieraproporcionadomásquelosdetallesimprescindibles.DudabadequeChetsupieralomalquehabíaquedado,ymepreocupabasureaccióncuandomevieraenpersonallenademoretones.
Dusty acudió a abrir la puerta. No lo había visto desde la noche en Sundown Diner, cuando noconseguíaarrancarelMustang,peroahoraquesabíaqueeraelhermanodeChet,lascomparacioneseraninevitables.Dustyeracasi tanaltocomoChet,peromásflacucho,comosiaúnnohubieraacabadodecrecer.Teníaelmismopeloondulado,peroaéllecaíaalborotadosobrelosojosylehacíafaltaunbuencorte.A pesar de sus similitudes, las facciones deDusty eranmás duras ymacilentas, con lamiradahuidizaytaciturna.Teníaloshombrosencorvados,comosielpesodelmundodescansarasobreellos.
—¿Sí?—dijo.NoparecióreconocermedelSundown,porsuerte.NosabíasiChetlehabíahabladodemí, o si le había contado el motivo por el que estaba en el Sundown aquella noche, o sea, paraespiarleaél.Encualquiercaso,noseríayoquienayudaraaDustyasumardosydos.
—¿EstáChetencasa?—¿Quiénquieresaberlo?—DilequehavenidoStella.Él se rascóel cogote,mirándomede lospies a la cabeza.Noeraunexamen lascivo,ni pretendía
intimidarme. Simplemente parecía recoger información. Por un momento pensé que acabaríareconociéndome,inclusoconloscortesylosmoretones.
—¿Cómohaquedadoelotro?—preguntóalfin.Cojo,pensé.Definitivamente,cojo.—Dadoquemepillóporsorpresayenlaoscuridad,enrealidadnolosé.—Sihasvenidoaajustarlelascuentas,tehasequivocadodetío.Mihermanonosabríadarunbuen
puñetazoniquedependieradeellosuvida.Yjamáslepegaríaaunachica.—Chetnomepegó.Soloquierohablarconél.—Hablar en cambio—dijoDusty,meneando la cabeza condesaprobación—sí que se le dabien.
¿SabesesamaestratanagobiantedelaseriedeCharlieBrown?Blablabla.Eseesmihermano.«Hazesto. No hagas eso. No dejes tiradas tus cosas. Levántate de una vez. No dejes la leche fuera de lanevera.» Espera, voy a buscarlo.—Y por «voy a buscarlo» se refería a volver la cabeza y gritar elnombredesuhermanocontantafuerzaquemezumbaronlosoídos.Unavezcompletadosutrabajo,Dustysesumergióenlasprofundidadesdelacasa.
Instantesdespués,oíaChetbajandopor laescalera.Cruzóelvestíbuloagrandeszancadas,conel
pelogoteandoyunapizcadechampúpegadaaúnaunaceja.Nollevabaabrochadoelbotónsuperiordelostejanos,yestabalidiandoconunacamisetaconlaqueintentabacubrirseeltorso.Sedetuvoalverme.
Meobservóatentamenteconexpresiónpreocupada.Paseólamiradaporlosmoretonesdemicaraycaptéperfectamentecómoapretaba lamandíbula.Al instantesusemblanteseensombrecióporelodioquesentíahacialapersonaquemehabíaagredido.
—Stella.—Antesdequeyopudieraretrocederolevantarlasmanosparaimpedirlo,meatrajohaciasíymeabrazóconfuerza.
Lancéunlevegritodeprotestayélmesoltócomosilehubierapasadolacorriente.—¿Tehehechodaño?Nomehedadocuenta.Losiento...—Nomehashechodaño.—Sonreíparatranquilizarle—.Metienendrogadahastalascejas.Esque
noesperabaun...abrazo.Semesóloscabellossindejardeescudriñarmeconloslabiosapretadosenunamuecasombría.—¿Esoes...?—Mequitólasgafasdesolconcuidado,yapretóaúnmáslabocaalvermiojoala
funerala.Luegosoltóunapalabrota,envozbajaycontonoamenazador.Mepillóporsorpresa,porquenuncalehabíaoídodecirtacos.Nuncalehabíavistocabreadodeverdad—.¿Quiéntehizoesto?
—Loestáninvestigando.—¿Loviste?—Lacara,no.Estabacompletamenteaoscurasenelalmacén.—Carminamedijo que te atacó en el trabajo, dentro del restaurante, donde alguiendebería haber
impedido que ocurriese. No estabas sola. Había más gente allí. Cocineros, friegaplatos, tu jefa. Noestabasenuncallejóndesierto,estabasentutrabajo.—Susazulesojoslanzabanllamaradas—.Estonodeberíahaberocurrido.
—Loencontrarán.Yentoncespagaráporloquehahecho.—¿Quiénestabacontigo?Quieronombres.Quierohablarcontodosycadaunodelosqueestabanen
elrestauranteanoche.Alguientienequesaberalgo.No podía seguir con aquello.Creía que sí, perome había equivocado.No podía revivir la noche
anterior. Y menos ahora, cuando todavía era más que posible que me desmoronara y perdiera porcompletoeldominiodemímisma.YahabíahechomideclaraciónalaagenteOshiroynoqueríadiscutirdenuevolosdetallesconChet.Noeraporquenomeimportaraloqueélqueríaonecesitaba,sinoenbiendemipropiacordura.Estabadestrozadaynecesitabaserenarmeyrecobrarlacompostura.Queríavolverasentirmefuerte.Noqueríarevivirlanocheanterior,volverasentirmeunavíctimadesvalida.Además,elviolentodestelloqueveíaenlosojosdeChetmeinquietaba.Venganza,pedía.Chetqueríaarreglarloasumanera.Siyoselopermitía(yaunquenoselopermitiera)ibaatomarselajusticiaporsumano.
PeroaunqueyoapreciabaeldeseodeChetdeprotegerme,e inclusomesentíahalagada,nopodíapermitir que él libraramis batallas. Carmina iba a tirar de influencias para intentar que volvieran aasignarelcasoalaagenteOshiro,yentrelastresdemostraríamoslaculpabilidaddeTrigger.Nohabríaerrores ni meteduras de pata irreflexivas por nuestra parte. No daríamos pie a que Trigger pudieraescaquearseportecnicismos.Noseiríaderositas.
—Gracias por lasmargaritas y los girasoles—dije a Chet, esperandomitigar su ira—. Son unasflorespreciosas.Meanimoconsolomirarlas.
Chet exhaló un suspiro, enlazó lasmanos en la nuca e inclinó la cabeza. Echó los hombros haciadelanteyhaciaatrás.Senotabaqueintentabacontenerlarabiapormí.
—Noquiereshablardeello—dijo.Suexpresiónseguíasiendodura,perosusojosyanolanzaban
destellosdeira.—No.Sitedigolaverdad,megustaríairadarunlargopaseoencochesintenerquepensarenello.Chetseanimóunpocoantelaideadepoderhaceralgoytenerunmododedesahogarse.—Loquequieras.Túdimedóndequieresiryyotellevo.—Llévameaalgúnsitiodondenohayaespejos.—Soltéunadébilcarcajada—.Estoyhartadeverme
así.LehepedidoaCarminaquetapeelespejodelcuartodebaño.Sinotengoqueverme,casisemeolvidaloqueocurrió.Tambiénesunacuestióndevanidad.Detestosentirmefea.¿Notepareceincreíblequemepreocupeporeso?
LosfríosojosdeChetsedesviaronhacialaventana.—¿Melodiráscuandoencuentrenalquetehizoesto?Su expresión delataba que el fuego no se había extinguido del todo, que seguían ardiendo los
rescoldos bajo la superficie, y a pesar de la insistencia de Dusty en afirmar lo contrario, tuve lasensación de que Chet sabría defenderse perfectamente con los puños en una pelea. Y entonces fuecuando vislumbré quién había bajo esa apariencia de chico corriente y encantador. Chet no eracompletamenteinofensivoynoibaatolerarquenadiemehicieradaño.Noselodiría,ydifícilmenteloreconoceríayomisma,peroelhechodequeparecieraresueltoaprotegermeyarepararcualquierdañoqueme infligieranhacíaqueuncálidosentimiento, inesperadoe inevitablepor igual,merecorrieraelcuerpo.Nosabíacómoresponderasudeseodeprotegerme.Era tanextraña la ideadequealguiensepreocuparapormí,queinstintivamentelarechazaba.
Traguésaliva.—Gracias—dijeenvozbaja,tomándoledelamanoparaapretársela.Élmirónuestrosdedosenlazadosconunaseriedadquemehizocomprendermierror.Soltésumano
enseguida.MedirigíalapuertayChetacudióenmiayudainmediatamente.—Ven,apóyateenmí—dijo,rodeándomelacinturaconelbrazo.—Estoybien,enserio—dije,peroeraagradablenotarlocerca—.Habríanegadocualquierasomode
afectoentrenosotros,peroempezabaanotar losefectosde loocurrido lanocheanterior,elmiedo, laimpotenciayelterrorquesehabíanadueñadodemí,ysolodeseababajarlaguardiaunmomento.ConelbrazodeChetrodeándome,mesentíasegura.
—¿Quéteparecesidamosunpaseoalrededordellago?—sugirióél—.Oelparque.Podemosllevarpanpara los patos.No semeocurre nadamás relajante que alimentar a los patos.Ynohay espejos.Inclusoelaguadelestanqueestádemasiadoturbiaparavertereflejado.
—¿Podemospasarprimeroporlabiblioteca?Sivoyaestardescansandodurantetodaunasemanaoasí,meiríabientenerunbuenlibroparaleer.—HabíaidoacasadeChetporquedeseabasucompañíayporquequeríasalirdelacamaydejardecompadecermedemímisma,peromentiríasinoreconocieraquetambiénteníaotraintenciónoculta.NoqueríaengañaraChet,peronecesitabasuayudaconalgodeloqueCarminanopodíaenterarse.ElsentimientodeculpaquepudierasentirporusaraChetdeaquellamanerasedisipabaanteelsimplehechodequenecesitabaponermeencontactoconReed.LlevabadossemanasenThunderBasinynosabíanadadeél.Apesardemisresueltospropósitos,solohabíavueltounavezparacomprobarlacuentadee-mail,ynomegustabadarmecuentadecómohabíancambiadomisprioridades.Teníaquevolveracentrarme.TeníaquecomprobarqueReedestababien.Yteníamosqueplanearentrelosdoscómoíbamosareunirnoscuandoacabaraelverano.
Unavezfueradelacasa,ChetmeayudóasubiralaScout.
—¿Quieres que ponga el aire acondicionado? Creo que aún funciona—sugirió él, probando losbotones.
—No. —Me sorprendí a mí misma al rechazar su ofrecimiento. Pero en el hospital había unatemperatura controlada, artificialmente fría, y no quería darle a mi imaginación ninguna excusa pararecordaraquel lugar,queyoasociabacondolor,pánicoydebilidad.Novolveríaasentirmeasínuncamás.
—¿CómoestáDusty?—pregunté.Chethizounamueca.—Durmióensucamaanoche.Esuncomienzo,¿no?—¿AlgunanovedadensuplandehacersericoconCooterSaggory?—Intentoimpedircualquiernovedadmanteniéndolodemasiadoocupadoparapodermeterseenlíos.
Leconseguíuntrabajoenluciendopiscinas.Vuelveacasarebozadoenyesotodaslasnoches,quejándosedeloduroqueeseltrabajo,yluegoengullelamitaddelacomidaquehayenlaneveraysetiraenlacama.Séquenosevaahurtadillasporquemehepuestoeldespertadoracuatrohorasdistintasdurantelanocheparapodervigilarlo.Lehedichoquesipierdeeltrabajo,loecharédecasa.Noloharé,peronoselodigasaél.Intentaestarabuenasconmigoporque,hastaquecumplalosdieciocho,soyeladministradordeloscuatromilquemispadresledejaronensutestamento.
—Entoncespuedesimpedirqueinicieesenegociodesdeelprincipio;túcontrolaselcapital.—Puedo intentarlo. —Exhaló un suspiro de inquietud—. Pero Dusty es espabilado. Si yo me
interpongoensucamino,encontraráotramaneradehacerlo.Ahoramismocruzolosdedosparaquenosequedesinpiscinasqueenlucir,oparaquenosehartey lodejeantesdequeacabeelverano.Cuandoempiecenlasclases,serámásfácilmantenerloalejadodeCooter.
—AdmirolomuchoqueteesfuerzasencuidardeDusty—dije.Teníaunvagorecuerdodemispadresinteresándose vivamente por mí durante el divorcio. Pero una vez asentada la polvareda, y zanjadascuestiones como la pensión alimenticia y la custodia, ambos encontraron otros intereses. A saber, eltrabajoylasdrogas.Nohabíavisitadoamipadrejamásdespuésdequesefueradecasa.Hacíamásdedosañosqueestábamosdistanciados.Creoqueleconsiderabaculpabledeldivorcio.Lomástristeeraqueyani siquiera recordabaelporqué.Mimadre teníaelbotiquín llenodepastillas recetadasporelmédicoduranteelmatrimonio,perohabíarealizadounafluidatransiciónhaciadrogasmásdurasdespuésdeldivorcio.Lasdrogassehabíanconvertidoensuprincipal,ensuúnicaprioridad.
—Algunas veces desearía quemis padres estuvieran aquí—comentó Chet—. Ellos sabrían cómoayudaraDusty.Estabamuyunidoamimadre.Avecescreoquesipudierahablarconellaunavezmás...—Se interrumpió—. Sé que es un juego peligroso y no revivo el pasado a menudo, pero de vez encuando...
Dejó la frase sin terminar, pero yo sabía exactamente cómo se sentía. Cuando estaba realmentedeprimida,cuandonopodíaevitarsentirlástimademímisma,tambiényojugabaaesejuego.Sabíaquenopodíaganar,peroalgunosdías, losmásoscuros,latentacióndejugaraimaginarunpasadodistintoerairresistible.
Llegamosalabibliotecay,antesdeaparcar,dijeaChet:—¿Puedopedirteunfavor?MeapetecemuchounaCoca-Cola.HayunrestauranteRunzaalotrolado
delacalle.¿Teimportaríairabuscarmeuna?—Claro,ahoramismovoy.Pasaréporlaventanillaconlacamionetayluegoaparcaréymereuniré
contigoenlabiblioteca.—Sedetuvocercadelapuertaprincipaldelabibliotecaparaquemebajara.
Unavezdentro, fuiderechaalgrano.Estaba seguradequeReedmehabríadejadoyaunmensaje.Comprobélacuentaynoencontrénada.Pensandoqueseríaunerror,actualicélapágina,peronada.Nohabíaningúnborradornuevo.
Noteníasentido.Seguroquehabíaocurridoalgo.¿Porqué,sino,tardaríatantoReedenponerseencontactoconmigo?Porunmomentopenséenlopeor,dejandoquemiimaginaciónsedesbocara.QuizáReednohabíalogradollegarasunuevohogar.QuizáDannyBalandolohabíaencontradoantes.
Respiré hondo para tranquilizarme.No, estaba exagerando.No cabía duda de que había sucedidoalgo,peroantesdeimaginarlopeor,necesitabamásinformación.Reedteníadiecinueveañosyvivíaporsucuenta.Eraprobablequesehubieracompradoyaunmóvilounportátil,peroquizáshabíasurgidoalgúnobstáculo.Talvezaúnnolehabíanllegadosusfondos.Tratándosedelgobierno,cualquierretrasoeranormal.TeníaqueseguirsiendopacienteunpocomásyversipodíasonsacaralgunainformaciónaCarmina.Dudabadequeellasupieraalgo,peropodíaintentarlo.
AcababadecerrarelnavegadorcuandoviaChetacercándose.Conlasmanosvacías.DebíadehaberdejadolasbebidasenlaScout.Teníaqueobedecerlasnormasdelabiblioteca,cómono.
—¿Tienesyaalgúnlibro?—preguntó.—Hetenidoquebuscarloenelordenador.Estáporahí.—Locondujehastalasestanteríasdeficción,
fingí buscar un libro en concreto y luego saqué uno al azar y pasé por elmostrador para sacarlo enpréstamo.
—¿Vamosenascensor?—preguntóChet.Alverquemequedabarezagada,merodeóconelbrazopordebajodeloshombros—.Andaven.
Ledediquéunasonrisadeagradecimientoydejéquemeayudaraallegaralaparcamiento.Sentada en laScout, bebí un largo sorbodeCoca-Cola.Había intentadodejar los refrescos tantas
veces como mi madre había intentado dejar las drogas, pero después de todo lo que había pasado,merecíadarmeelgusto.
Mepreguntésimimadresedecíalomismo,yderepentelaCoca-Colamedejóunregustoamargoenlaboca.
No.Estabasiendodemasiadoduraconmigomisma.Mimadreyyonoteníamosnadaencomún.—¿Adóndequieresirahora?—preguntóChet.Merecostéeneldesgastadoasientodepiel,queresultóinesperadamentecómodo.—Sorpréndeme.
Atravesamoselparqueynosdetuvimosjuntoalestanqueparadardecomeralospatos.AChetselehabíasecadoelpeloyunrizolecaíasobrelafrente.Supielaúnolíaajabón,decuandomillegadaasucasa le había obligado a interrumpir la ducha. Seguramente había tardado diez segundos en secarse yponerseunostejanosantesdebajarcorriendolasescaleras.Reedmehabíahechoesperaramenudoensuhabitaciónmientrassearreglabaenelcuartodebañocontiguo.Apesardeestarmuyresentidoconsupadre, el general de cuatro estrellas del ejército había dejado su huella enReed. El hijo del generalWinslowibasiempreperfectamenteacicaladoysenegabaapresentarseenpúblicodemanerainformal.DifícilmenteseencontraríaaalguienmásopuestoaReedqueChet.
Encontramosunbancosombreadoalaorilladelagua.Chetpartióelpanentrozosymelosdioparaqueselosecharaalospatosquegraznabanfrenéticamenteanuestrospies.Unodeellosmepicoteóeldedogordoyyolevantélapiernasoltandounarisaaguda.
—Carnívoros—dijoChet,meneandolacabezaconairedereproche—.Todosellos.DemasiadotardemedicuentadequeChethabíaechadoelbrazopordetrásdemí,apoyándoloenel
banco.Eradifícildeignorar.Elcorazónmelatiómásdeprisa.Enparteporlairritación,yaquemehabíaprometidoqueno ibaadejarque lascosas llegaran tan lejos,yenparteporquemesentíaatraídaporChet, lo queme produjo un gran desconcierto. Chet despedía un olor increíble. Y aquellos hoyuelossuyos.Pornomencionarlacurvasinuosadesuboca.Mepreguntécómoseríabesarla...
Meneélacabeza.Nopodíacontinuar.NoibaaengañaraReed.Yloqueeraaúnmásimportante,noibaadejarqueChetcreyeraunamentira.Unamentiraqueerayomisma.Lachicadelaqueélcreíaestarenamorándosenoexistía.Eraunfraude.Cheterabuentío,ungrantío.Nomerecíaladecepciónqueibaasufrirsiseliabaconmigo,tampocoquelerompieraelcorazón.Mividaerauncompletodesastrey,silebesaba,leestaríadandofalsasesperanzas.Leapreciabademasiadoparahacerleeso.Lociertoeraqueenagostomeiríaynovolveríaavermenuncamás.
Perodeseababesarle.Chetpasóundedoporlavendaquemecubríaelcortedelafrente.Sentíunapunzadainterioralnotar
suroce.Unlánguidocalorseextendiópormicuerpo,ynoteníanadaqueverconelsolniconlaardientemagiadesusrayos.Teníaquepararaquellocuantoantes.Porsinecesitabaaúnmásmotivos,elúltimotíoal que había besado había visto cómo su futuro cambiaba radicalmente después de liarse conmigo.Siguiendoconmirazonamiento,siintimabaaúnmásconChetyDannyBalandomeencontraba,Chetseconvertiríaenundañocolateral.Yenlotocanteadaños,yoyateníabastante.
—Chet...—protesté.Nolleguéaterminarlafrase.Conunaavidezquenohabríaesperadodeél,Chetpusounamanosobre
mimejilla y atrajomi rostro hacia él.Me besó con increíble intensidad.Me abandonó toda idea deprotestar.Olvidémis argumentosyme sumergí en su ardientepasión.Sí, sí, sí, gritabami cuerpo.Lodeseaba.Hacíayatiempoquelodeseabayestabahartaderesistirme.ApretémibocacontraladeChet.Siguiendounimpulsoinstintivo,medesplacédiestramenteasuregazo,mesentésobreélahorcajadasyhundílosdedosensusdensosysedososcabellos.
Aferrésushombros,complacidacon losdurosmúsculosque se tensaroncuandome rodeócon losbrazos.Tocarlenohizomásqueavivarelfuegodemideseo.Lobeséávidamente,confrenesí.Notabaelcuerpocálidoyvivo,vibrandoconunadeliciosasensacióndedeseo.Norecordabaporquénolohabíahechoantes.NorecordabanadaquenofueraChetysucuerpoapretadocontraelmío.
Memordisqueóellabioconlosdientes.Saboreésualiento,cálidoydulce.Teníaunamanosobremimuslo,recorriendomipieldesnuda.Todomicuerposeestremecíadeplacer.
Oíunasrisitas.ApartélabocadeladeChetyparpadeéparamirarelsenderoiluminadoporelsolquehabíadetrás
delbanco.Habíaallídosniñaspequeñasquenosseñalabanysereíantapándoselabocaconlamano.Pusieronlosojoscomoplatoscuandomevieron;soltaronunaexclamaciónahogadayecharonacorrer.Ladistracciónbastóparaquerecobraraelsentido.
MelevantédelregazodeChet.Retrocedíunospasos.Élalargóunamanoparadetenerme,peroyolodetuvealzandounamano.Elcalordelapasiónempezabaadisiparseymesentíaavergonzada.
Mealisélaropa.Comosipudierafingirquenohabíaocurridonada.Noacabábamosdeenrollarnos,no había sentido sus manos sobre mi cuerpo, no me había dejado llevar por un deseo ardiente eincontrolable.
—QuierovolveracasadeCarmina—dije.Nopodíamirarlo.Silohacía,talvezvolveríacorriendo
asusbrazos.Elmodoenquebesaba...Cerrélosojos,apretándolosconfuerza.Noqueríapensarenello.—¿Tehehechodaño?—preguntóChet,jadeandoaún.Apoyólasmanosenlasrodillasyencorvólos
hombros.Éltambiénintentabarecuperareldominiodesímismo.¿Daño? No. No era eso. Atrapada en el momento, no había sentido ningún dolor, tan solo una
sensaciónelectrizanteyungrandeseo.—Nopuedohacerestocontigo.—¿Hayotro?—preguntóélconvozronca.—Sí.—¿EnTennessee?—Sí—respondídenuevocontristeza.NoqueríamentiraChetnihacerledaño.Nodeberíahaberle
besado. Viendo la congoja reflejada en su rostro, temí haberlo arruinado todo. ¿Cómo iba a ponerleremedio?Nopodíaperdersuamistad.Laideadesoportartodoelveranosinélmeabrumómuchomásquelavergüenzaoelsentimientodeculpa.
—¿Volverásaverlo?—Nolosé—confesé.Chetasintió lentamente,peronohabíaaceptaciónenaquelgesto.Bajoeldolordesuexpresión,vi
quesusojoslanzabanchispas.—¿Vasarenunciaraestarconmigoporuntíoalque,seamosclaros,seguramentenovolverásaver
nuncamás?—Lo siento.—No podía decirle otra cosa. Si intentaba explicarme, tendría que contarle toda la
verdad.Yesonopodíahacerlo.—Tequiero,Stella—dijoconlavozaúnronca.Stella. Ese nombre lo decía todo. Chet no me conocía. No sabía siquiera mi verdadero nombre.
Estabaallísentado,frustradoyvulnerable,abriendosucorazónaunachicaquenoexistía.—Noquierolastimarte.Quierosertuamiga.—Lavozmetemblabaunpocoalhablar,yChetseechó
areír,peroconunarisaamarga.—Supongoquesobreesepuntoestaremosdeacuerdoennoestardeacuerdo—dijo.Selevantódel
bancoyseacercóalbordedelestanqueconlasmanosrígidamenteapoyadasenlascaderas.Cuantomástiempopermanecíaélconlamiradaperdida,másgrandesehacíaelnudoquesentíayoenlagarganta.
Memordí el labio para no llorar. El instintome decía quememostrara fría e insensible. Queríasofocar todaemoción.EchabademenosaEstella,quehabíaaprendidoaendurecersucorazónyanoquerer demasiado por miedo a verse decepcionada o, peor aún, a sufrir. Así era como me habíaencontradoReeddespuésdeldivorcio,justoenlaépocaenlaquemimadrehabíaempezadoadrogarse.Fría,distante,desconfiada,cínica.Teníaqueencontrarlaformadevolverasercomoantes.Eraelúnicomododeprotegermequeconocía.
Mesequélosojosconeldorsodelasmanos.—¿MellevasacasadeCarmina?—dije.Chet nome habló durante el trayecto de vuelta. No encendió la radio. Yo sabía que no intentaba
castigarme,peromesentíaigual.Elsilencioerahorribleysofocante,elpeorcastigoquepodríahabermeimpuesto. Quería que me dijera algo, cualquier cosa. Aunque fuera para quejarse del tiempo. Si mehubierahablado,sabríaalmenosquenomeodiaba,queseguíasiendomiamigo.
Chetsedetuvoenunsemáforo.ElsolestabaaltoenelcieloysereflejabaenelcapódelaScout.Yo
notabael sudor en los riñones.Lasondasdecalor titilaban sobre el asfalto.Aúnnoeran siquiera lasdoceyeltermómetroseguíasubiendo.
Miréporlaventanillayvielcampodebéisbol.Losjugadorescorríanalrededordeljardín.Ajuzgarporeltonorubicundodesusmejillasylasmanchasdesudordelascamisetas,llevabanallíunbuenrato.Debíandesentirsecompletamentecocidos.
Másallá,enlasjaulasdebatear,unoscuantosjugadorespracticabanconelbatesiguiendoelritmodelasmáquinas lanzadoras de pelotas. Solo había un jugador sentado en el banquillo, observando a suscompañeros de equipo desde la sombra que proporcionaba el saliente. Lanzaba una pelota al airemetódicamente,aburridoyconloshombroscaídos.
El entrenador hizo sonar su silbato y el equipo acudió corriendo desde todos los rincones. Elentrenamientohabíaterminado.Elquecalentababanquilloselevantóysusrojoscabellosbrillaroncomoelfuego.Sedirigiócojeandoalaparcamientodondeteníasucamioneta,apoyandovisiblementetodoelpesoenlapiernaizquierda.
AlparecerTriggerMcClureteníaunalesiónenlapiernaderecha.
ESTELLA,SIENTONOHABERTEESCRITOESTOSDOSÚLTIMOSDÍAS.AQUÍNOSTIENENMUYOCUPADOS.HAY UN
GRANLETREROENLACAFETERÍAQUEDICE:«VIVE,COME,DUERMEYRESPIRABÉISBOL.»NOJODAS.CÓMETEUNSÁNDWICHDECARNECONQUESOENLEEPORMÍ,¿VALE?
YNADADELIGARCONOTROSTÍOSMIENTRASYONOESTOYAHÍPARADEFENDERLOQUEESMÍO.
ESBROMA.BUENO,MÁSOMENOS.NOSÉQUÉHARÍASINTI.
XREED
17
17
Esanochedurante lacenaalguien llamóa lapuerta.Carminadejóel tenedorsobre lamesaydejóescaparunsuspirodeexasperación.
—SiRogerPerkinspretendevolverahusmearporaquí,mevoyal refugioparaanimalesaporunperroguardián.Siyonoconsigomanteneraesehombrealejadodemiporche,a lomejornecesitounpitbull.
—Toctoc,¿hayalguienencasa?—Unavozfamiliarllegóatravésdelapuertademallametálica,queCarminausabadenocheconlaesperanzadeatraerlabrisahaciaelinterior—.SoyelalguaciladjuntoPrice.Hetraídoaunosconocidos.
Carminaapartósusillaconexpresiónimpenetrable.—Estamosaquí,marshal.Entren.Laseguíhastaelvestíbulo,dondeentróelalguacilPriceseguidodeunhombrefornidoyatezado,y
una mujer con un casco de negros cabellos, espesos y rizados. Los detectives Ramos y Cherry, delDepartamentodePolicíadeFiladelfia.Mehabíantomadodeclaraciónencomisaríalanochequehabíallamadoal911,lanocheenquememetieronrápidamenteenelprogramadeproteccióndetestigos.
Detrásdeellos,otrohombreselimpiólospiesantesdecruzarelumbral.Eradecomplexiónágil,conunrostrodeeruditoqueobservabaelmundoatravésdeunasgafasmetálicas.Norecordabasunombre,perosabíaquiénera:elfiscalquellevabaelcasodeDannyBalando.
—Hola,Stella...¡Vaya!¿Quélehapasadoatucara?—Pricesehabíainclinadohaciadelanteparaestrecharmelamano,perosedetuvoalverme—.Parecequetehasmetidoenunapelea.—PricelanzóunainquisitivamiradadeinterrogaciónaCarmina.
—Anoche—explicóella—.Ocurrióanoche.Ibaallamarle.—Deberíahaberlohecho.—Unchicodeaquí.Tienemalgenio.Nosestamosocupandodeél.—Nomegustaveramitestigollenademoretones.—Yahedichoquenosestamosocupandodelasunto—repitióCarminaconfirmeza.—¿Porquénolallamomañana?—dijoPricecontononeutro,peroeraevidenteeldescontentoque
expresabasurostro—.Yameexplicaráentonces.Carminaasintió,perosenotabasufastidioyeltemorqueleproducíaesallamada.Supuseque,como
antiguapolicía,Carminateníalasensacióndequeseestabacuestionandosucapacidadparacumplirsucometido.Mesupomalquelaresponsabilidaddemiestadorecayerasobreella,sobretodoporquenoera culpa suya en absoluto.Desde la agresión,Carminame había cuidado conmás diligencia quemipropiamadre.
—Sientoloquetehaocurrido,Stella—dijoPricevolviéndosehaciamí.Nosaseguraremosdequeno vuelva a ocurrir, ¿de acuerdo? Cuando te dije que aquí estarías a salvo, lo decía en serio.—Suexpresiónseanimó—.Veoquehastomadoelsol.Estásmorena.
Lomiré,desconcertada,escéptica.¿Aquéveníalacharlainsustancial?¿Aquéhabíavenido,además?—Mealegrodevolveraverte,Stella—dijo ladetectiveCherry.Susonrisaerasimpática,peroal
mismotiemposusojosloescudriñabantodoávidamente,evaluándomeamí,aCarmina,ylacasa,oloqueveíadeella.
—¿Quéhacenaquí?—preguntéatodosenconjunto.¿Corríapeligro?¿SehabíaescapadoDanny?—Supongoquenohaleídomimensaje—dijoPriceaCarmina.—¿Mensaje?—repitióella—.Noheoídoelteléfonoentodoeldía.—Leenviéunmensajealmóvilespecialqueledi.Decíaquellegaríamosestanoche.Yaséquees
unamolestia,perotienequellevarelmóvilencimaentodomomento,enserio.Carminasepalpólosbolsillosvacíosconelentrecejofruncido.—No estoy acostumbrada a llevar móvil. Creo queme lo he dejado en la mesilla de noche esta
mañana.—¿Quéhacenaquí?—repetí,estavezdirigiéndomeaPrice,puestoqueparecíaserelportavozdel
grupo.—SeguroquerecuerdasaladetectiveCherryyeldetectiveRamos—medijo—.Yalfiscaladjunto
deldistrito,CharlesMenlove.ElseñorMenlovetambiéndiounpasohaciadelanteparaestrecharmelamano,perosuapretónfue
másfirmeymuchomásformal.Lasonrisadesusfinoslabiosledabaaspectoderana.—¿DóndeestálamujerdeServiciosSociales?—pregunté,pensandoqueeralaúnicaquefaltabade
todoslosparticipantesenaquellahorriblenocheenlacomisaría.—Noleshemosllamado.CreoqueCarminapuedeactuarensunombre—explicóPrice.De repente lo comprendí. La única razón por la que necesitaba a los Servicios Sociales en la
comisaríaeraporquemimadreestabademasiadodrogadaparaocuparsedemímientrashablabaconlosdetectives.Habíandesignadoaunamujeralaquejamáshabíavistoantesparaasegurarsedequeyomesentíasegura.
—Sehanproducidonovedadesenelcaso—dijoPrice—.Losdetectivesnohanpodidoobtener ladeclaración de tu madre, pero aunque decida cooperar, es muy probable que la defensa refute sutestimonio.Intentaránhacerveraljuradoquenoesuntestigofiable.
—Porqueesdrogadicta—dije.Priceasintiócontacto.—YReed,bueno,suhistorialdelictivoloconvierteenuntestigodudoso.Lagentenoconfíaenlos
delincuentes.—Noesundelincuente.Tomóalgunasdecisionesequivocadas—argüí—.Sélodelaacusaciónde
allanamientodemorada.Entróenaquellacasaporunaapuesta.¡Losdueñosnisiquieraestaban!Ysélodelaacusacióndemerodeadornocturno.Nomepuedocreerqueesoseasiquieraundelito.¿YquépasasiReedcometióunpardeerrores?Esonocambialoquesientoporél.
—Porqueloconoces—dijoPrice.—Sí—exclamé, poniéndome a la defensiva—.Sé que su padre era severo y autoritario, y que su
formadeeducarlo,sisepuedellamarasí,provocóunareacciónnegativa,llevandoaReedarebelarse.Siquierenbuscarculpables,quizádeberíaninterrogaralgeneralWinslow.Pregúntenlecómotratóasuhijo durante los dieciocho años que Reed se vio obligado a vivir bajo su techo. Ese hombre es unsociópatamaltratador.
Pricehizounamuecaadusta,peronoreplicó.—Paraunjurado,laapariencialoestodo.NotienenrazonesparaconfiarenReed.Ahoramismo,tú
eresnuestramejorbaza.¿Recuerdasquetedijequelosretrasosfavorecenaladefensa?Esoesporqueconeltiempolostestigosolvidansutestimonio.Necesitamosasegurarnosdequeeltuyoessólidocomounaroca.
—LadetectiveCherryyyohemosrevisado tudeclaración—dijoeldetectiveRamos—,y tenemos
unas cuantas preguntas de seguimiento. Queremos comprobar que tu historia no tenga fisuras. Noqueremosqueladefensaencuentrealgoquesenoshayapasadoporalto.
Lasrodillasmeflaquearonunpoco,perohiceunesfuerzopormantenerlacompostura.Preguntasdeseguimiento.Noteníamásquerepetirmihistoriaytodoiríabien.
—¿Por qué no nos sentamos en la cocina—sugirió Carmina—. Stella podrá acabar de cenar y austedespodréservirlestéhelado.
—¿CómoeralarelaciónentretumadreyDannyBalando?—preguntóeldetectiveRamos,echandohaciaatráslosfaldonesdelachaquetaparaaposentarsuatléticafiguraenlasillaquehabíafrentealamía.
—Yaselodije.Élerasucamello—contesté,sindejarquemeintimidarasucorpulencia,comosindudaerasuintención.
—¿Esoquieredecirquesurelacióneraestrictamenteprofesional?Leaguanté lamirada sinpestañear,peromispensamientos ibanamil.Ramos intentabahincarleel
dienteaalgo,pero¿aqué?¿Quésabía?—Siustedconsideraquecompraryvenderdrogasesunarelaciónprofesional,entoncessí.—Verás,creemosqueeraalgomásqueeso.CreemosqueBalandotambiénerasunovio,quetenían
unarelaciónromántica.Parpadeéunavezinstintivamente,peromicaranodejótraslucirnadamás.—¿EsoesloquediceDanny?Porquetodossabemosquesepuedeconfiarenél.Esuntíoestupendo.
Porquenoestáenlacárcelporasesinatoninadaparecido,¿verdad?—Stella—dijoCarminasuavemente,cubriendomimanoconlasuya—.Sololoshechos.—Creemosquelarazónporlaquetumadreseniegaacooperarconnosotrosesqueintentaproteger
aDanny—explicóladetectiveCherry.—Mi madre es una adicta. Estaba inconsciente cuando Danny Balando mató a aquel hombre en
nuestracasa.Noesquenoquieracooperar,esquenosabenada.Ramospasólashojasdelblocqueteníadelante.—Cuandolepedimosquenoshablaradeaquellanoche,dijo—semojóeldedoíndiceparapasarlas
hojashastadar con laquebuscaba—:«Váyansea lamierda.»No son laspalabrasdealguienquenorecuerdanada.Esloquediríaalguienqueseponealadefensivaporqueocultaalgo.
—Alomejorestáhartadequelafríanapreguntassobrealgoquenosabe—leespeté.Pordebajodelamesa,mesequélasmanosenlospantalonescortosquellevaba.
—Háblanos de esa noche —musitó la detective Cherry. Sus oscuros ojos marrones mostrabanamabilidad,simpatía.Eralatípicaestrategiadepolibueno,polimalo—.Repasémoslaunavezmás.
—¿Otravez?—pregunté,exasperada.—Otravez—dijoCharlesMenlove.Hastaentonces,habíapermanecidoconunhombroapoyadoen
lapared,observándolotodosinhablar—.Quierovolveraoírlo.—Era pasada la medianoche —empecé. Había ensayado esas palabras hasta aprendérmelas de
memoria.Mihistoriaerasólida—.Eramuytarde,omuypronto,dependedecómosemire.—¿Quéhoracalculasqueera?—preguntóladetectiveCherryamablemente.Meneélacabezaparaindicarlequenolosabía.—Habíasalidoconunosamigos.Perdílanocióndeltiempo.—¿Nopodríasdarnosunintervalodetiempo...entreunahorayotra?—insistióladetectiveCherry.—No.Losiento.
—Estábien—dijoella,asintiendo—.Sigue.—Aparquéenlacalleporquenoqueríadespertaramimadre.—Porque te habías saltado la hora de llegada, ¿no es eso?—quiso aclarar el detectiveRamos—.
Estabas preocupada por si tu madre se enfadaba contigo si la despertabas. Querías entrar en casa ahurtadillas. ¿Pero no recuerdas la hora exacta en que volviste a casa? ¿No mirabas el reloj connerviosismomientrasconducías,sudandolagotagordaconcadasegundoquepasaba?
—Noteníahoradellegada.—«Manténlacalma»,medije—.Estabaunpocopreocupadaporsi ladespertaba,peronomucho.Sabíaqueseguramenteestaríainconsciente.Yteníarazón.
—Condiecisieteaños,¿tepermitíaniryveniratuantojo?¿Notepareceunpocoextraño?—insistióél.
—Ellanomepermitíanada—repliqué—.Sencillamenteno lepreocupaba lomásmínimo.Cuandoestabacolocada,esdecir,casitodoeltiempo,perdíadevistaelrestodelmundo.Noexistíanadamásparaella.Yonoexistía.Eracomosi...fuéramoscompañerasdepiso.Untecho,dosvidasdistintas.Noesperoqueustedesloentiendan.
—¿Quéocurriócuandoentrasteencasa?—preguntóladetectiveCherry.Cerrélosojosydejéquemimenterememoraraaquellanoche.Cadavezquelohacía,esperabaquela
pesadillasefueradifuminando,peronoeraasí.Recordabaelpasadoconclaridadmeridiana.Recordaba el chapoteo del pavimento mojado por la lluvia bajo mis pies cuando me dirigía
sigilosamentehacialapuertadeatrás.Recordabalascasassumidasenelprofundosilenciodelsueñoylafríahumedaddelairenocturno.
Entré.Laluzdelacocinanoseencendía.Tampocoladelcomedor.Caminéatientasporlacasaenmediodelaoscuridad.
Cuandopasabapordelantedelaspuertasdecristaldelabiblioteca,viamimadreinconscienteenunabutaca.Sobrelamesitaestabanesparcidassuspastillas.Antesdequepudierademostrarelascoquesentía,viasuespaldaalgoquellamómiatención.Eraelcadáverdeunhombrealquehabíanpegadountiro,estiloejecución.
Mequedéparalizada,nopudegritar.Delacallemellegaronunossonidosderefriega.Medi lavueltahacia laventana.Unhombrecomounarmarioarrastrabaaunsegundohombremás
delgadohastaunHondaCivicaparcadoenlacalle.Elhombrealquearrastraballevabaunsacosobrelacabeza.Meresultabavagamentefamiliar,peroestabademasiadoconmocionadaparaseguirpensandoenello.
ElhombregrandemetióalotroenelmaleterodelCivicyluegologolpeóconunallavedecruzhastaquedejarondeoírsesusespeluznanteschillidos.
Despuésdecerrarelmaletero,elhombregrandevolviólavistahacianuestracasa.Susojosteníanunbrillooscuroyperturbador.Nomevio,peroyoloviaél.
Pormuchoquelodeseara,jamásolvidaríalacaradeDannyBalando.—¿Tu madre estaba inconsciente cuando entraste en la biblioteca?—repitió el detective Ramos,
devolviéndomebruscamentealacocinadeCarmina.—Sí.—Yelhombredelsuelo,elhombrealquehabíandisparado,¿estabamuerto?—Nosemovía.Habíasangreportodaspartes—dijeconvoztemblorosa.—¿IntentóDannyBalandoentrarenlacasaenesemomento?
—Volveraentrar.No.Sefueenelcoche.—¿Visteelarmaqueusóparadispararalhombredelabiblioteca?—No.Debiódellevársela.¿Paraquéibaadejarla?—¿Aquéhorallamastealapolicía?—JustodespuésdequeDannysefuera.Ramosrevisósusnotas.—Losregistrostelefónicosmuestranquetullamadasehizoalastresyveintidósdelamadrugada.—Creoqueescorrecto.—Entonces,podemossuponerquellegasteacasaaesodelastresycuarto.¿Estásdeacuerdo?—Supongoquesí.—Verás,ahíesdondetenemoselproblema.Tenemosunanuevainformación,ynoconcuerdacontu
declaración.¿Información nueva? ¿Que salía a la luz cuando yo estaba en Thunder Basin? La cabezame daba
vueltasintentandoadivinarquésabían.Teníalasmanoshúmedasdesudor.Meremovíenlasilla.Ramosprosiguió.
—Con laesperanzadepillaraDannyBalandoabandonando laescenadelcrimen,hemos revisadohoras y horas de grabaciones obtenidas de las cámaras de seguridad de la zona.Cámaras de bancos,tiendasydemás.TenemoslacintadeunacámaraexteriorenlaquesevetucochepasandoporelcrucedeAuduboncon laOctavaa launacincuentade lamadrugada.Esecruceestá tansoloaunascuantasmanzanasdetucasa.Conducíasendirecciónatucasa.Eslógicopensarquedebistedellegaracasaaesodelasdosyveinte.Y,sinembargo,nollamasteal911hastaunahoramástarde.—Ramosapoyósusfornidos brazos sobre la mesa y me lanzó una dura mirada—. Esa cámara exterior muestra tu cochedirigiéndosehaciatucasaalasdosquince,yluego,alejándosedetucasa,alasdoscuarenta.Peroaúnesmásdesconcertantequevuelvaaaparecerregresandoatucasaalastresydiez.Esmuchoconducir.¿Quéestabashaciendo?¿Adóndefuiste?
Lomiréfijamente.Miparálisissoloduróuninstante.—FuiacasadeReed—dijeporfin,recuperandolavoz—.Alverelcadáverenmicasa,meentróel
pánico.Nosabíaquéhacer.Mimadreestabainconsciente...nopodíaayudarme.AsíquecogíelcocheymefuiacasadeReed,peronoestaba.
—¿FuisteacasadeReedWinslow?—Sí.—¿Porquénolomencionasteentudeclaración?—Yo...—Losojosmeescocíanporlaslágrimas.QueríamiraraCarminaparapedirleayuda,pero
ella no estaba presente aquella noche. No podía decirme cómo debía responder—. No queríainvolucrarloentodoesto.Quería...protegerlo.
—¿NosabíasqueReedacababadeestarentucasacuandofuisteabuscarloalasuya?—preguntóladetectiveCherry.
Neguéconlacabezatajantemente,parpadeandoalnotarelescozordelaslágrimasenlosojos.—No,nosabíaqueReedestabaenmidormitorioesanoche,esperandoaqueyovolvieraacasa.No
sabíaqueibaaoírdisparosyquebajaríaaverquéocurría.Nosabíaqueseencontraríaconlaescenadeuncrimen.—Mitonosubióunaoctava—.¿Sabíaqueelcamellodemimadrelosacaríaarastrasdelacasa,lometeríaenelmaleterodeuncoche,ylogolpearíaconunallavedecruzparahacerle«olvidar»loquehabíavisto?¡No!¿Porquétenemosquerepetirestootravez?—exclamé—.¡Yaleshecontadolo
queocurrió!¿Porquémeobliganarevivirlo?—Serámejorquehagamosundescanso—dijoCarminaconesavozsuya,tranquilaperoinflexible.
Susillarascóelsuelocuandolaechóhaciaatrásparalevantarse—.Detectives,señorMenlove,séquehanhechounlargoviajeparahablarconStella,peroyabastaporestanoche.Yahatenidobastante.
EldetectiveRamossepasólamanopor lacaray ladetectiveCherryserecostóen lasillaconunsuspirodederrota.
FueCharlesMenlove,elfiscal,quienhabló.—Solo una pregunta más, Stella, y nos iremos. ¿Puedes decirnos quién era el hombre de la
biblioteca?Elhombremuerto.—Eraelantiguocamellodemimadre,eldeantesdeDannyBalando.—¿Sabessunombreporcasualidad?—Ella lo llamaba el Farmacéutico. Ella y sus amigos. Les proporcionaba analgésicos, creo. Con
receta.LamiradadeCharlesMenloveerasegurayfirme,loquemeindicabaqueyasabíaloqueyoleestaba
contando.—¿Yquésuponesqueestabahaciendoentucasaesanoche?—Lehabíaadelantadorecetasamimadre,yellaledebíamuchodinero.Vinoacasaparaexigirque
lepagara.Laamenazó,lediounapaliza,yavieronlosmoretones.Élasintióconlacabeza.—¿YDannyBalando?¿Dóndeencajaél?Enfurecida,ledimiopinióncontonodesafiante.—CreoqueDannyBalandoapareció,vioalFarmacéuticoagrediendoasuclienteyledisparó.Claro
queyonosoyladetective.Nosoyyoquienpuedeencontrarsentidoaesaspistastandesconcertantes,ono.
—¿YfueentoncescuandoReedbajó?—preguntóCharlesMenlovehaciendocasoomisodemiburla—.¿Aloíreldisparo?
—Esoes.Reedbajócorriendoparaverquéocurría,yDannyleatacó,lollevóalazonaoesteyloarrojóalacunetasinpreocuparseporloquepudieraocurrir.
—Parecequetienestuteoríamuybienpensada.Admitoqueestábiendesarrollada.Todoexplicado,sincabossueltos.Prácticamentenoslahasentregadoenbandejadeplata.
—Lesenviarélafacturaporcorreo—dijeconfulminantesarcasmo.
Esanoche,yacíaenmicamaescuchandoelsilencioquereinabaenlacasa.Elaireenlahabitacióneracálidoyapacible,perotemblabaymetapéconlasábanahastalabarbilla.Dieronlasdoceantesdequemeatrevieraaabrirlaventana.Apoyélaespaldaenlaparedycerrélosojos.Apoyéunamanoenelalféizarydejéquelabrisamerefrescaralapielsudorosa.Respiréprofundamente,tratandodeafianzarmispiesenThunderBasin.
Nomehabíadadocuentadelotensaqueestabahastaquesefuerontodos,Price,CharlesMenloveylosdetectives.Alaparecerellos,eracomosihubierantraídoaPhillyconsigo.
Lossecretosdelosquehuíahabíanacabadoporatraparme.Pero los detectives se habían ido ya y el mundo empezaba a ralentizarse. Sentí que los amplios
espaciosabiertosquerodeabanlagranjameenvolvíanamítambién.Misproblemassesumieronenlas
sombrasylavidavolvióaparecersencilla.Sentíunaliviofríoydulce.EsanocheThunderBasinnoparecíaunaprisión.Parecíamásbienunapuertaabiertaalfinaldeun
caminolargoydoloroso,invitándomeaacercarme.Eramisantuario.
ESTELLA,ÚLTIMODÍADELCAMPAMENTODEBÉISBOL.PORFINMELIBRARÉDEMICOMPAÑERODECUARTOYPODRÉ
VERTE.ESTOYIMPACIENTE.VOYACOGERUNTAXIDESDEELAEROPUERTOYMEQUEDARÉCONUNAMIGOENLA CIUDAD HASTA QUE LAS COSAS SE CALMEN EN CASA. ESO ES.UNA PELEA MÁS EN LA RESIDENCIAWINSLOW, Y YO NI SIQUIERA ESTABA ALLÍ PARA INICIARLA. LLAMÉ A MI MADRE ANOCHE Y HABÍA ESTADODISCUTIENDO CON MI PADRE.SE LO NOTÉ EN LA VOZ.MI PADRE QUIERE QUE DÉ UNA FIESTA PARA SUS
COLEGASDEL EJÉRCITO.PEROCON LA FIBROMIALGIA A ELLA LE CUESTA LEVANTARSE DE LA CAMA.TIENEDOLORESCONSTANTES.¿CÓMOSESUPONEQUEVAAPREPARARUNAFIESTA?ALFINAL,SÉQUEHARÁLOQUE ÉL QUIERE.ME CABREA QUE ELLA NO LE PLANTE CARA, PERO TENGO QUE DEJARLO CORRER.HEESTADO ESPERANDO DIECISIETE AÑOS A QUE LE PLANTE CARA Y MIRA LO QUE HE CONSEGUIDO.PREOCUPARSEPOR LOSDEMÁSESUNADEBILIDAD.CUANDO LOS DEMÁS TE IMPORTAN, SIEMPRE TIENESALGOQUEPERDER.
XREED
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Eldomingosiguiente,meencontrabamuchomejor...físicamente.Elmédicomehabíadadoelalta,yapesardequeCarmina insistíaenquenomedieraprisa,estabapreparadaparavolvera trabajarenelSundown.Comoentodaslaspoblacionespequeñas,lasnoticiasvolabanenThunderBasin.Sihabíaunanoticia queyoquería que llegara rápidamente a oídos deTrigger era quehabía vuelto al trabajo.Mehabíaarrancadoalgodesangreypiel,peroesoeratodoloqueibaaconseguir.NopensabaescondermeencasadeCarmina,aterrorizadaporél.
PeroelSundowncerrabalosdomingos,porloquetendríaqueesperarundíamásparaponermemismedias de compresión, la falda de piel sintética y la camiseta de camuflaje.Me desperté pronto,melevantéantesqueCarminaybajéaprepararelcafé.Luegomeduchéparairalaiglesia.Sí,esoes,alaiglesia.
NohabíavistonihabladoconChetdesdenuestrodesastrosobesodehacíaunasemana,yapesardeldichopopular,eltiemponohabíacuradomicorazón,alcontrario,cadadíaquepasabamesentíapeor.Necesitabasaberquetodoibabienentrenosotros.Necesitabasuamistad.
Podíafingirquemegustabasoloporquenohabíanadiemásporallí,perolociertoeraqueChetteníaalgo especial, difícil de resistir. Era abrumadoramente masculino y al mismo tiempo increíblementesensible. Una combinación peligrosa. Peligrosa, atractiva y tentadora. Me negaba tajantemente acomparar aChet conReed.No tenía sentido.Era feliz conReed, pero unavocecita enmi cabezamesusurrabaqueeraporquesabíaquiénsaldríaganandoenlacomparaciónynoeraquienyoquería.
¿Osí?Apesardeunaseriedetentativascuidadosamenteplaneadasparatenerlaoportunidaddecalibrarsus
sentimientos,nohabía tropezadoconChetenelpueblo.Tampocohabía tenidoelvalorsuficienteparallamarleporteléfono.Suponíaqueenlaiglesiatendríaunaoportunidadinmejorabledeencontrarmeconél.Simesentabalobastantecercadeél,inevitablementenosencontraríamosdespuésdelservicioyyotendríaunaexcusaparahablar conél.Nomecabía lamenordudadeque seríaviolento.Yo lehabíarechazadoyseguramentelehabíaheridoensuorgullo.Chetteníatodoelderechodelmundoasentirsedolido.Simplementeyoteníalaesperanza...
Esperabaloimposible,quelascosasvolvieranasercomoantes.Peromeconformaríaconpedirleperdón.Yesaeraotrarazónporlaqueestabaresueltaairalaiglesiaaquellamañana.¿Quélugarmejorquelaiglesiaparaexpiarlasculpas?
Carminayyofuimosjuntas.Mebajédesucamioneta,mealisélafaldaymeerguí.Almenoshabíaqueintentarlo.
Cuando nos dirigíamos hacia la puerta de la iglesia, pasamos por delante del letrero de neón deljardín,dondeseleía:LOSFRUTOSPROHIBIDOSDANMUCHAMERMELADA.7
Parecía hecho ex profeso paramí.Nadie sabía que había besado aChet, desde luegoReed no losabía, ni tampoco ninguno de los feligreses de Thunder Basin, pero de todas formas miraba a mialrededor con nerviosismo sin poderlo evitar, esperando casi ver grupos de gente cuchicheando yseñalándomecomosifueraunaespeciedeHesterPrynnedelsigloXXI.Comosifueraasuntosuyo.
Carminaparecióverelletreroalmismotiempoysoltóungruñidodedesaprobación.—Las horteradas que hacen los pastores hoy en día para atraer a más gente. Ese letrero es una
vulgaridad.—Deberíamosreordenarlasletrasycrearunanagrama.Unanagramaguarro.Vamosaver...—Medi
unosgolpecitosenellabiopensativamente—.Siunnovioempalmadoenuncochefrito...—Oh,callaya.—Carminamemiróconairedereproche,peroasuslabiosasomóunalevesonrisa.—LacaradelpastorLykinsseríadignadeverse—comentétentadoramente.Carminapusolosojosenblancoyexhalóunsuspiroderesignación,comosiselamentaraportener
quesoportarme.Llegamos a lo alto de la escalera y el pastor Lykins nos recibió estrechándonos la mano
entusiásticamente.Seinclinóhaciamíysuapagadotonodevozsehizomásgrave.—Stella,meafligiómuchoenterarmedeloqueteocurriólasemanapasada.Esperodecorazónquete
encuentresmejor.¿Recibistemisflores?—Sí,gracias.—Dehecho,elpastorsehabíapasadounpardevecesporcasadeCarminaparaver
cómoestaba,peroyohabíatenidolasuertelosdosdíasdeencontrarmefuera.Unaauténticapena,comodiríaCarmina.
—Mesientomuyaliviadoyencantadodeverteenlaiglesiaestamañana—prosiguió—.Esperoquedisfrutesconelsermón.Carmina,tanencantadoracomosiempre.
Carminaleagradecióelcumplidoconunabruscainclinacióndecabeza,ymecondujoalinteriordelaiglesia.
Esperéaestarlejosdelosoídosdelpastorpararepetir:—¿Tanencantadoracomosiempre?¿Hayalgoquenomehayacontado?—Noseasabsurda.—¡Leestabatirandolostejos!Carminasedetuvoparamirarmeconseveradesaprobación.—¿Nosetehaocurridonadamásdescabellado?—AhorayaséquéhaceenelestudiodelaBiblia—comentéconmalicia.—QueDiosnosasista—musitóCarmina,sentándoseenunodelosbancosvacíos.Acababade sentarmea su lado, cuandoTriggery suspadres enfilaronelpasillo entre losbancos.
TriggerllevabaunacamisaazulmarinoacuadrosyDockers.Suaspectoeradelomáspulcro,peroyoconocíasusuciaverdad.Ibaconunamuletaysedirigiócojeandoaunbancoqueestabadosfilaspordelantedelnuestro.Antesdesentarseconcuidado,miróhaciaatrásymevio.Acualquierotrapersona,su expresión le habría parecido impávida, pero yo vi el brillo burlón ymalintencionado de sus ojosllenosderabia.Enesemomento,merecordóaDannyBalando.Compartíanlamismaarroganciayelmalcarácter. Se notaba tan claramente en lamirada de Trigger como en los ojos enfebrecidos de Dannyaquellanochefatídica.
LamujersentadadelantedemíseinclinóhaciaTriggerparahablarconél.—¿Quétehapasado,Trigger?¿Tehaslesionadoenunentrenamiento?Élesbozóunalentaydespreocupadasonrisa.—Sí,señora.Unabolaperdidamedioeneltobillo.Elmédicodicequetengounafracturadeltercio
distaldelperoné.Muchapalabrejaparadecirquetengounhuesorotoeneltobillo.Peropuedocaminar,soloqueconmuchocuidado.Ytengoquellevarlamuletaotrascuatrosemanas.
—Quélástima.¿Ibaaveniravertejugaralgúnojeadorestasemana?—Claro,comosiempre.Peronotema,señoraLamb.Cuandoselanzaunarectadescendentecomolo
hagoyo,nosemuevenadie.Lesdoylaoportunidaddequedarsesentadossecándoselababa.—Serioy
laseñoraLambseunióaél.MirédereojoaCarmina,yaunqueviqueteníalamiradaalfrente,sabíaquenoestabaescuchando
serenamenteelpreludiodeórganos,comoaparentaba.Alfinallogréatraersuatencióneintercambiamosunamiradadecomplicidad.Mediounaspalmaditasenlarodilla.Yonosabíaquésignificabaesegestoexactamente,perosentíquesesolidarizabaconmigo.Estabademiparte.
Chet no vino al servicio. Intenté nomostrarme desanimada cuandoCarmina y yo abandonamos lacapillatraselsermón.Noqueríajuzgarlesilohabíahechoparaevitarme,peronomeparecíasuestilo.EratanprobablequeChetseocultarademícomoqueyomeocultaradeTrigger.Asíque,¿dóndeestaba?
—NohevistoaChet—dijeaCarmina,aúnariesgodedespertarsussospechas—.¿Suelefaltaralosservicios?
—¿Porqué?¿Hapasadoalgoentrevosotros?DeberíahabermeimaginadoqueaCarminanoseleescapabauna.—Porsupuestoqueno—contestécontonodemofa—.¿Quélehacepensarquehaocurridoalgo?—
añadí.—Tutonodeculpabilidad.Hiceunsonidocomosimehubieraofendido.—¿Ah,sí?¿Ydequésoyculpable?—Siguehablandoy lo averiguaré.Por algomepasé treinta añospuliendomishabilidadespara el
interrogatorio.Siguióunalargapausa.—Sihubieraocurridoalgo—dijealfin—,¿creequedeberíairaverloeintentararreglarlascosas?—No—respondió,despuésdesopesarlapregunta.—AustednolegustaChet—protesté—.¡Quémeibaadecir!Preferiríaquenovolvieraaverlo.Pero
dejandolosprejuiciospersonalesaunlado,¿quéseríalocorrecto?—Noes verdadquenomegusteChet.Nopongaspalabras enmiboca.Creoquepara tiThunder
Basin es una simple parada técnica antes de irte a un sitio mejor. Y creo que Chet busca algo máspermanente.Nomeparececorrectoalentarunarelaciónsinesperanzasdequelevanteelvuelo.
—Seguramentetienerazón—dijeenvozbaja.Carminateníaunaasombrosahabilidadparadescubrirlaverdadenmediodelasmentiras.
—¿Quéhaydel otro chico?—preguntó.Miraba al frente, pero suvozdelataba sugran intuiciónyperspicacia—.Heleídotuexpediente.SéquehayunjovenenFiladelfia.
—Reed—musité. No estaba segura de cómo encarar las preguntas de Carmina, tan directas.Mehabíanordenadoquemeatuviera a lahistoriademi tapadera en todomomento, inclusoconCarmina.¿Porquérompíalasreglas?
—¿QuizásesperasqueChetteayudeaolvidarlo?—sugirióellaenvozbaja.—No—respondíautomáticamente.¿Eseeraelconceptoqueteníademí?Yojamásmeaprovecharía
deChetdeesamanera...¿no?¿Loadmitiríasifueraverdad?¿Porquéteníaquesertodotanconfuso?—Chettienesusdefectos,peroesunabuenapersona,decenteymuytrabajador.—¿Porquémecuentaeso?—Paraquemecreascuandotedigoquenomedesagrada.Notéquemeinvadíaunaardientesensacióndeculpabilidad.
—Creequeleharédaño.—Chethatenidounañomuydifícildesdelamuertedesuspadres.Iniciarunarelaciónconélsolo
puedeacabarenuncorazón roto.El suyo, sí,peroel tuyo también.Tú te irásenagostoy tendrásquedespedirte otra vez. ¿Fue fácil la primera vez? Lo dudo. Chet estará varado aquí dos años más,ocupándose de su hermano. No veo un final feliz, Stella, es la verdad. Creo que os haréis dañomutuamente.
—¿Por qué se preocupa tanto de repente por los sentimientos de Chet? —No quería mostrarmebeligerante,simplementequeríasaberlo.
—Talvezleculparadecosasquenodependíandeél.—Nocomprendo.—Conocíaasupadre.Chetsepareceaélenmuchosaspectos.Avecesesdifícilrecordarqueson
dospersonasdiferentes.—¿NolegustabaelseñorFalconer?—Oh,noeraesoexactamente—respondióella,yexhalóunsuspirollenodeaflicción—.Peromurió,
asíqueyanoimporta.—Teníalamiradaperdidayllenadecongoja.—¿Creedeverdadqueesmejorquetermineconél?—Sí.Mequedécallada.NoestabaseguradepoderterminarconChet.ÉleramiúnicoamigoenThunder
Basin.Sinél,elveranoseharíadolorosamenteinterminable.Seacabaríanlaspullasylasbromastontas.Seacabarían lospartidosdesóftbol.¿Quésentido tendríacontinuar jugando?Si teníaquealejarmedeChet,mejorhacerlobien.Echaríademenossuformademirarmeconesoscálidosojosazules,comosiestuviéramossolosélyyo,yel restodelmundosehubieradesvanecido.Echaríademenossus largaszancadascuandocaminábamosjuntos.Inclusoecharíademenossuestúpidosombrerovaquero.Peronoqueríahacerledaño.
Pornadadelmundoqueríahacerledaño.
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—Stella,¿puedohablarcontigo?¿Enprivado?MeestabaatandoeldelantalalrededordelacinturacuandoDixieJoasomólacabezaporlapuerta
de su despacho y me hizo señas para que entrara. Era mi primer día de vuelta al trabajo desde laagresión,yunvistazoasupreocupadosemblantemedijoexactamentedequéibaahablarme.Contuvemiexasperación.Aunquealparecernadiemecreía,meencontrababien.Despuésdediscutirlomío,habíaconvencido finalmenteaCarminaparaquemedejara regresaral trabajo; talcomo loveíayo, lopeorhabíapasadoya.TendríaquelograrqueDixieJocomprendieraquenoteníanadadequépreocuparse.
—¿Cómoteencuentras?—preguntó,cerrandolapuertacuandoentré.—Sé que está preocupada pormí, pero estoy lista para trabajar.—Sonreí de oreja a oreja—.Es
mejorquequedarmeencasadeCarminacontandolasmoscasdelafrutaenelcuencodemelocotones,seloaseguro.
—Tengo entendido que el médico te ha dado el alta para volver al trabajo—dijo ella. Parecíacomplacida,perotambiénlanotabapococonvencida.
Levantélosbrazosylosdejécaeraloslados.—Estoycomonueva.—Nopasanadaporestarasustada,Stella.Esperfectamentenormalquereralgomásdetiempo.Innyy
Deirdre están haciendo tus turnos, así que no te preocupes por nosotros. Tómate todo el tiempo quenecesites,telodigoenserio.
—Graciasporelofrecimiento,peroestoybien.Deverdad.—Puesyonopuedodecirlomismo—replicóellaconunsuspirodeinquietud,yenesemomentome
fijéenqueestabaojerosaymacilenta—.Nohedormidobienunasolanochedesdequeteagredieron.Nodejo de preguntarme a mí misma cómo es posible que ocurriera algo así. El Sundown es unestablecimientofamiliar.Ynomerefierosoloalosclientes,sinotambiénalosempleados.Cuidamoslosunosdelosotros.Laideadequealguienentraraaquíyagredieraaunodenosotroses...—sacudiólacabezaconexpresióndedesconcierto—inimaginable.Impensable.Losiento,losientomuchísimo.
Abriólosbrazos,yaunqueyonoestabaacostumbradaaquemeabrazaran,dejéquelohiciera.NoqueríaqueDixie Jo se sintiera responsablede loquemehabíahechoTrigger.Ellanopodríahaberloimpedido.Laspuertasnosecerrabanconllaveporqueeradeverdadunestablecimientofamiliarenelquereinabalaconfianza.Allínossentíamosseguros.YTriggersehabíaaprovechadodeello.
DixieJoseseparósinsoltarme.—Dejaqueunaveteranatedéunconsejo.Avecescuestamásquesecureesto—seseñalólacabeza
conundedo, justopor encimade laoreja—,queesto.—Conelmismodedo se señalóel corazón—.Míramealosojosydimequerealmenteestáslistaparavolveraquí.
Lamiréalosojoscomomepedía.Necesitabatrabajar.TeníaquedejarlemuyclaritoaTriggerquenoibaaacojonarme.
—Noquerríaestarenningunaotraparte.Aunqueaúnnoparecíaconvencidadeltodo,meempujóporloshombrosparahacermegirardecaraa
lapuerta.—Entoncesvenga,adarlecaña.
Trabajésindescansodurantetodoelturno,llevandolasbandejasdecomidaaloscochesydejandounaesteladeclientessatisfechos.Meembolséunapropinadecincodólaresdeunentrañableancianocontirantesnaranjaquemedijoquemisonrisaeralomejordelacomida.Sonreírmehacíasentirbienylohacía a menudo. Quería que llegara a oídos de Trigger que no me había dejado ninguna cicatrizpermanente,nipor fueranipordentro.Siesperabaquemederrumbara,había fracasado.Mentalmentedibujéunmarcador.Stellauno,Triggercero.
Yalocreo,hijodeputa.Alfinalganoyo.Alfinaldelturno,Deirdresefuetemprano,dejándonosaInnyyamíparacerrar.Deirdreteníamás
antigüedad, además de dos hijos, así que nomemolestó. Inny y yo nos encargamos de limpiar y deorganizarlacocinaparaelturnodelamañana.Rellenamoslossalerosypimenteros,limpiamosconunabayetalosbotesdekétchup,ybarrimoselsuelo.Innysirvióelheladoquequedabaenlamáquinaparahacernosunpardebatidosdecereza.Salimosatomarlossentadasenlosescalonesdelapartedeatrásparanodarpieatenerquelimpiardenuevo.
—Poreltaradoquetepusolamanoencima—dijoInny,alzandosubatidoparabrindar—.Queselepudranlaspelotasyselecaiganyselascomanlosbuitres.
—Cuéntamequétalestástú—dije,entrechocandomivasoconelsuyo.Luegodiunlargosorboconlapajita—.¿Quétalestáelbebéestanoche?
—Siguedandopatadas.MepreguntésiInnyhabríadeseadoqueelbebésemuriera.Nadiequeríadaraluzaunbebémuerto,
perotampoconadiequeríaquedarseembarazadaalosdieciséis.—¿Crees que el padre te ayudará?—pregunté, esperando que nome considerara una entrometida.
Teníaqueandarmeconojo,talcomomehabíaindicadoDixieJoe.Nadadesentirlástima.—Sí—respondió Inny—.Meayudará financieramente,eso lohadejadoclaro.Seestá tomandosu
papeldesosténdelafamiliamuyenserio.Yestaráenelparto.—Parecíasegura,peroquizásementíaasímismaparaquelaideadetenerunbebéalosdieciséisnoparecieratantemible.
Sorbimoselbatidoensilencio.—Creoqueséquiénmeatacó—dijealcabodeunrato—.Lecontéalapolicíamissospechas,pero
porloqueyosé,nohanarrestadoanadie.Innymemiróconlosojosmuyabiertos.—¿Cómosabesquiénfue?Medijeronquenolevistelacara.—Cuandomeestabagolpeando,lediunapatadaenlapierna.Unapatadamuyfuerte.Leoísubirla
escaleradelalmacéncojeando.—Asíquehayquebuscarunapiernaherida.Respiréhondo,esperandoquemissiguientespalabrasnoarruinarannuestraamistad.MegustabaInny
y estaba de su parte. Pero también quería proporcionarle una perspectiva de la que estaba muynecesitada.Aunqueparaellotuvieraquecontarlealgoqueellanoquisieraoír.
—CreoquefueTriggerquienmepegó.Innyrumiómispalabras.Dejóaunladosubatido,apoyólosbrazosenlasrodillasymeneólacabeza
de lado a lado.Me alivió que no saltara a defender a Trigger ni me gritara por sacar conclusionesprecipitadas.
—Joder.—Triggereselpadredetubebé,¿verdad?—preguntéconcautela.EsosacóaInnydesuensoñación.Arrugóelgestoenunamuecadeperplejidad.
—¿Qué?¿Enseriome lopreguntas?¿Deverdadcreesqueyoanimaríavoluntariamenteaunbrutorepugnante como TriggerMcClure a reproducir sus genes? Como vuelvas a sugerirlo, te romperé elbrazo,ylanariztambién,paraqueteenteres.
—Entonces...¿noeselpadre?—No.—Hizounamueca,enseñandolosdientescomounperroalgruñir—.Creoquevoyavomitar.—Perosiemprepideporti—insistí—.Ycuandodijequeseguramenteseiríadelpuebloparajugar
enlasgrandesligas,parecíasdeprimida.—Eraenvidia.Créeme,nadiedeseamásqueyoqueesemonopeludosevayadelpueblo,perome
pareceinjustoqueunmierdacomoélconsigairsetanfácilmente,esoestodo.Deberíapudrirseenestelugar.¿Paraquésirveelkarmasinofunciona?
—AsíqueTriggernoeselpadre—preguntéunaúltimavezparaconfirmarlo.—Te he dicho que te rompería el brazo si volvías a preguntármelo —me espetó Inny
amenazadoramente.—¿Puesquiéneselpadre?Sumiradameindicóquenovalíalapenaqueintentaraseguirfisgando.—Si mis padres descubrieran quién es, lo matarían, pero solo si la familia de él no lo matara
primero.—Túsabesquelacuriosidadmevolveráloca—dije.Ellaseechóareír.—Esehasidomiplanmaestrodesdeelprincipio,volvertelocaparaquedespuésdetenerelbebéno
seayolaúnicalunáticadelmanicomio.Seguimossorbiendoelbatido.Estabaaturdida.Tenía tanclaro lodeInnyyTrigger...aunquepodía
afirmarcontodasinceridadquejamásmehabíasentidomásaliviadaporhabermeequivocado.ElfuturodeInnymeparecíaahoramuchomásbrillante.Nosabíaquiéneraelpadre,peronopodíasertanmalocomoTrigger.
ImaginabaqueaestasalturasyanadadeloquedijeraofenderíaaInny,asíqueledije:—Creoquea lomejorEduardoayudóaTrigger.Que ledejóentrary luegomedijoquebajaraal
almacén,dondesabíaqueTriggermeestaríaesperando.—HaceañosqueconozcoaEduardo—protestóellacontonodeescepticismo—.Noesunmaltipo.—Justoantesdelaagresión,mepidióquefueraabuscarservilletasalalmacén.—¿Yparaquéibaapedirteeso?—Innyfruncióaúnmáselentrecejo.—DijoqueDeirdrelehabíapedidoquellenarasusservilleteros.—YollenélosservilleterosdeDeirdreesanoche.—Innysacudiólapajitarepetidamenteenelbatido
mientrasreflexionaba—.Mierda.Eduardomecaebien.¿SelohascontadoaDixieJo?—No.Antesquieroestarsegura.AmítambiénmecaebienEduardo.Noquierocreerqueayudaríaa
Triggerahacermedaño.—Eduardo y Trigger no son amigos, no se mueven en los mismos ambientes. No veo qué razón
podríantenerparaactuarjuntos.—A lo mejor me equivoco.—Esperaba equivocarme, pero no podía ignorar ciertos aspectos de
aquellanochequenoencajaban.—Solo hay una forma de averiguarlo. Pregúntaselo a Eduardo. Suéltaselo de sopetón para que no
tengatiempodeinventaralgunaexcusa.Esuntíodecente.Enseguidatedaráscuentadesiestabametidoenelajoono.
—Simeequivoco,novolveráadirigirmelapalabra.—Siestásen locierto, semerece loque lepase.Dimeunacosa. ¿Quieres trabajar enel turnode
nocheconuntíoquepermitequealaschicaslesdenunapaliza?Porquedesdeluegoyono.—Sepusoenpieytiródemíparaquemelevantara—.Vamos.Terminemosaquí.Luegotellevaréaunafiesta.
—¿Dequién?—pregunté,animándome.—Nuestra.¿Ytehedichoyaquepodrásbebertodoloquequieras?—Sefrotóelabultadovientre—.
Tienesconductora.
Conducía la camioneta de Carmina con Inny de copiloto. Aunque me había sentido con fuerzassuficientesparairatrabajarenbici,Carminahabíainsistidoenquemellevarasucamioneta.Noparecíamuycomplacidaalrecordarlesupromesadequejamásconduciríasucamioneta.¿Quépodíadecir?Noibaadejarpasarlaoportunidaddeincordiar.
Innyyyonosdirigimosalextremosurdelpueblo,siguiendoelcursodelrío.Lascasasempezabanaescasear. La luna se ocultaba tras una nube, dejando las calles sumidas en la oscuridad. Cuandoenfilamosuncaminodegrava, lasnubesdepolvosealzaronfrentea las luces largascomofantasmas.Mentiría si dijeraqueno sentí escalofríos en lanuca.En todoPhillynohabíaun lugar tandesiertoodonde reinara una oscuridad tan asfixiante. Apreté el volante con fuerza, esperando casi que algunacriaturadepelículadeterrorsurgieradeprontoenmediodelacarretera.Porfindivisélaslucesdeunacasamásadelanteymerelajé.
En el pequeño terreno que había frente a la casa de estilo Craftsman había coches y camionetasaparcadosaquíyallá.Cuandonosacercamos,memaravilló laoscuridadquedejábamosatrásycómobrillaban lasestrellas, lanzandodestelloscomogemaspulidas.Habíavivido toda lavidaenunazonaresidencial dePhilly, con las luces de la ciudad a unos pocos kilómetros de distancia, y jamás habíaimaginadolonegroqueeraelcieloenrealidad.Negroeinmenso.
Innypasódelargoporlacasa,encaminándoseaunestablodedospisospintadodeblancoquehabíaen lapartedeatrásde lapropiedad.La luzsalíaa raudalespor laspuertasabiertasyhabíagenteportodaspartes.
AsíqueaquellaeralavidanocturnaenThunderBasin.Elestabloolíaaserrínyhenofresco,ynoeraunmalolor.Eltejadoeraaltoyadosaguas,loque
hacíaqueelestabloparecieraaúnmásamplio.Alfondohabíacompartimentosparacaballosyuntractorjustoamiizquierda.Unaescalerademanoconducíaalaltillo,dondeseveíanlasrectangularesbalasdeheno pulcramente apiladas. También divisé a dos parejas que estaban tumbadas, montándoselo allímismo.Sonreí,diciéndomequealgunostópicosnomoríanjamás.
Inny y yo nos abrimos paso entre la muchedumbre. Ella saludó a unas cuantas personas con unainclinacióndecabeza.Sindetenerse,agarróunvasodeplásticodelapilaquehabíacercadelascajasdecervezasdelcentrodelestablo,ysedirigióalaespita.AunquetuvieraaInnyparaconduciralavuelta,enrealidadyonosolíabeber.CuandoReedyyoíbamosdefiesta,élselimitabaapedirunacervezaquele duraba una hora.A él no le gustaba que el alcohol le nublara el juicio y amí simplemente nomegustabael sabor.Bueno, eso,yquealbergabaunmiedo terrible avolverme igualquemimadre, cuyatransiciónalasdrogasdurassedebíaseguramentealexcesivoconsumodealcoholduranteelprocesodedivorcio.AsíqueseguíelejemplodeInnyymeservíunvasodeagua.
—Tengoquemear—medijoella.
—PerosihasidojustoantesdesalirdelSundown.—Pruebaaquedarteembarazadayverás.Tengounbebédedoskilossentadoencimademivejiga.—Demasiadainformación.—Voy a buscar un árbol para agacharme detrás. ¿También me vas a decir que es demasiada
información?Mientrasesperabaaqueregresara,decidídarmeunavueltaporelestablo.Quizáveríaaalguiende
miequipodesóftbol.NomehubieraimportadopasarelratoconJuanesanoche.Parecíaquesabíacómodivertirse.
Meabrípasoentrelamuchedumbre,buscandounacarafamiliar,yderepenteloviallí,justodelantedemí.Élmevioenelmismomomentoexactamenteyfijósusazulesojosenmí.
Metí las manos en los bolsillos de atrás y me balanceé sobre los talones, tratando de parecerperfectamente tranquila,peroen realidadestabadesconcertada. ¿Cuántasveceshabía ensayado loquediríaenestemomento?Yahoraquehabíallegado,lasideassemedispersaban.Solopodíapensarenquelacamisetadesvaídaquellevabalesentabademaravilla.Habíaprescindidodelsombrerovaqueroyelpelorevueltolecaíasobrelosojosdeunmodomuysexy.Yentoncesrecordéquenodeberíapensarensucuerponiensusojos.Losamigosnopensabanasídesusamigos.
—Hola—dije, sonriendoanimadamente,comoharíaunacolega—.¿Me lopareceamíomeestásevitando?—Reípara indicaraChetquebromeabayqueestabadispuestaaahorrarnosa losdosunosinstantes de bochorno o de humillación dándole un tono lomás desenfadadoposible a nuestro primerencuentrooficialdesdeelbeso.
—Se te ve mucho mejor —dijo él con expresión educadamente estoica, pero evitando mirarmedirectamente—.Seteestáncurandoloscortesymoretones.
—Sí,yesunrollo.Metemoqueprontovoyaperderelderechoauntratamientoespecial.Estanochehevueltoal trabajoylosclienteshanhechocola justodelantedelapuerta,dispuestosarecogerellosmismoslasbandejasdemisfrágilesmanos.Voyaecharlodemenos.—Bromeaba,peroChetnoserio.Alcontrarioqueyo,noparecíahaberalcanzadoelpuntoenquepodíabromearsobrelaagresión.Yesohizoquesintieraunextrañovuelcoenelestómago.
—Mealegrodesaberqueteencuentrasmejor.—Sí—dije.Detestaba el tono formal y forzadodenuestra conversación.Conocía elmotivo, pero
echabademenoslofácilqueresultabaanteshablarconél.Quizásiseguíahablandopodríaanimarlo—.¿Quéhacesaquí?
—VigilaraDusty.Yantesdequelopreguntes,sí,mesientocomounidiota.Megraduéelañopasadoy aquí estoy, en una fiesta de instituto. —Se puso de puntillas para escudriñar la multitud. Habíaprescindidodelsombrerovaquero,peroconservabalasbotas.Eraextraño,perocadavezmegustabanmás. Estaban hechas paraChet.Duras, resistentes, gastadas.No sabía por qué había tardado tanto endarmecuenta.
—Estámuybienque tepreocupes tantoporél,peroyanoesunniño,ynadade loquehagasvaaimpedirletomarmalasdecisiones.Nopodráshacerotracosaqueestarallíparaverlo.
De repente memiró sorprendido y quizás incluso con ira. Fue un destello fugaz que desapareciócuandoChetvioenmicaraquenoleestabajuzgando,quesolointentabaayudarleaverlascosasconclaridad.
—¿Yquémedicesdeti?—preguntó,másrelajado.—¿Quequéhagoaquí?PuesmehatraídoInny.
—¿Ydóndeestá?—Te lodiría,peroes información reservada. ¿Quieresdarunpaseo?—sugerí—.¿Porel río?No
puedoprometertequeloveamos.¿Tehecomentadolonegraqueeslanocheenelcampo?—EsperéaqueChetsonriera,perono lohizo.Carraspeé—.Bromasaparte, tengoquedecirteunascuantascosas,sobretodoparapedirteperdónpornohabertenidoencuentatussentimientoselotrodíajuntoalestanquedelospatos.
Chetmemiróconesosojosclarosquemehacíansentirtransparente.Nomegustabalaideadequeélvieramásenmídeloqueyoveíaenél.Enaquelmomento,Cheteracompletamenteindescifrable.Eracomosihubieralevantadounescudoqueloprotegierademí,ysentíquesemeencogíaelcorazón.Noqueríaserelenemigo.
—Nocreoqueseabuenaidea,Stella—dijoalfin.Intentéocultarmidecepción,peromedoliósurechazo.¿Tanenfadadoestabaquenoibaadejarme
pedirleperdón?NopodíaimaginarqueChetestuvieraenfadadoconmigoduranteelrestodelverano.¿Ysi llegaba el final de agosto y tenía que irme sin haberme reconciliado con él? La idea hizo quemeinvadieraelpánico.Nopodíasoportarlaideadequeaquellafueranuestraúltimaconversación.
—Escucha—dijecontonoderemordimiento—.Losiento.Nosécómoexpresarcuántolosiento.Noqueríaengañarte.Deverdadcreíaqueéramossoloamigos.Elbesonolovivenir.Cuandoocurrióyo...bueno,sipudieraretirarloloharía.
Sucuerposepusorígido.Acababademeterlapata.—Porfavor,¿podemosiradarunpaseo?—preguntéenvozbajaconnerviosismo.Quisetocarleel
brazo,peroélsepuso tensoalnotarel roce.¿Quépasabaconmigo?Nopodíapensarcon tantoruido.Había jurado que no permitiría que Thunder Basin acabara gustándome, ni tampoco ninguno de sushabitantes, pero realmente sentía algoporChet.Tenía que arreglar las cosas antes dequeperdiera laoportunidad.Meloreprocharíatodalavidasinosdespedíamossinhaberhecholaspaces.
—NopuedoperderdevistaaDusty.—Sabes que no aceptaré un no por respuesta.—Tiré levemente de su manga—. ¿Por favor?—
supliquécondesesperación.Memiróalosojos.Suexpresiónerafríaydistante.—No quiero pasear contigo porque no creo que sea justo para tu novio. Dejé muy claras mis
intencionesenelbancodelparque lasemanapasada.Quieroseralgomásqueunamigo.Nocreoquepuedaestarcontigosindesearlo.Megustasdemasiado,Stella,paramentirte.Nosabíaqueteníasnovio.Dehaberlosabido,nohabríaactuadocomolohice.Nohabríaintentadonada.Ojalápudieraseramigotuyo,peronocreoquepuedaconformarmesoloconeso.Creoqueesmejorquememantengaadistancia.—Exhalóunsuspiro—.Ytepidoquehagaslomismopormí.
Lomiréfijamenteconunnudocrecienteenlagarganta.No,aquellonoestabaocurriendo.Despuésdehaber vivido varias semanas en Thunder Basin, privada de mi familia y mis amigos, y de haberencontradoporfinaalguienquemeimportaba,loibaaperder.Notéquesealejabademídefinitivamenteyelmiedoseapoderódemírápidamente.Sentíelvértigodeperderelcontroldemimundo.Mehabíaprometidoquejamásvolveríaasentirladesesperacióndedependerdealguien,denecesitaraalguien.HabíabajadomisdefensasconChetsinquemedieracuenta,yahoraestabapagandoelpreciopormierror.Reed tenía razón,preocuparsepor losdemáseraunadebilidad.Eraun lastre.Querer a alguiensignificabaqueteníasalgoqueperder.
Mesentíconsternadaalnotarlaslágrimasardientesquemecorríanporlasmejillas.
—Lo entiendo—dije, secándomelas rápidamente—. ¿Podrías llevar a Inny a su casa? Tengo queirme.
Aturdida,mareada,meabrípasoentrelamultitud.MeparecióoíraChetllamándome,peronoestabasegura.Me zumbaban los oídos como si tuviera un enjambre de abejas en la cabeza.Necesitaba airefresco.Teníaquealejarmedeaquellugar.
SalídelestabloatrompiconesycorríhacialacamionetadeCarmina.Conseguí dominarme durante el trayecto de vuelta hasta la granja. Pero en cuanto cerré la puerta
principal,mis labios empezaron a temblar y las lágrimas que habíamantenido bajo control cayeron araudales.CorríescalerasarribaantesdequeacudieraCarmina.Noqueríaquemevieraasí.Meencerréenmicuartoymetiréenlacama.
Enterréelrostroenlaalmohadayllorédesconsoladamente.
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Meechéhaciaatrásenlasilla,dejandoescaparunsuspirodefrustración.EstabaenlabibliotecayseguíasinhaberrecibidoningúnmensajedeReed.Algolehabíaocurrido.Ahoraestabasegura.Podíaencontrarcienexcusasparajustificarsusilencio,peroenelfondosabíaquealgomalolehabíapasado.Empecé a notar el estómago revuelto. Intenté sobreponerme, pero no pude. Un criminal implacablebuscaba,no,perseguíaaminovio(¡todoporculpademimadre!),¿yderepenteminoviodesaparecía?Nosenecesitabamuchaimaginaciónpararelacionarlosdoshechosyllegaraunaaterradoraconclusión.
Rompiendo una de mis propias reglas, dejé que mis pensamientos volaran brevemente hacia mimadre. Pensar en ella siempreme enfurecía yme agotaba,motivo por el que la había borrado demimente.Quizánofuerasaludable,quizáfueraunafasedenegación,peromeservíaparaseguiradelante.Podíanpasardías,inclusosemanas,sinquepensaraenella.Asíeramásfeliz.Peroahoravolvíaapensarenellaaunquesabíaquenopodíaterminarbien.
¿Estabaasalvo?Instintivamente la aparté de mis pensamientos como si fuera una sustancia tóxica. ¿A quién le
importaba si estaba a salvo? Ella era la que nos había metido en aquel lío. Los actos tienenconsecuencias.¿Acasonomemartilleabaellaconesocuandoeramásjoven?Siahoraestabaenpeligro,seloteníamerecido.
Oíamirespiraciónagitadaehiceunesfuerzoconscienteporcontrolarla.Mequedésentadaenlasilladelabibliotecahastaquemesobrepuseyconseguídominarme.Laseguridaddemimadrenoeraasuntomío.¿Porquéhabríadepreocuparmeporella,cuandoestabaclaroqueaellanoleimportabayo?
Para apartarla demis pensamientos, saqué una de las cartas deReed que había llevado conmigo.Aliséelpapelarrugado.Lavisiónfamiliardesuletrasirvióyaparaconsolarmeunpoco.
ESTELLA,A VECES SIENTO QUE PUEDO EXPRESAR MEJOR MIS SENTIMIENTOS EN UNA CARTA, CUANDO TENGO
TIEMPOPARAPENSARENLOQUEQUIERODECIR,ASÍQUE,AHÍVA.PRIMERO,PORFAVOR,TENENCUENTAQUEIBAAMANTENERLABOCACERRADA(NOQUIEROQUELOQUETECUENTOAQUÍLERESTEIMPORTANCIAALOQUEMECONTASTESOBRETUMADREANOCHE),PEROALFINALHEDECIDIDOQUEESIMPORTANTEQUESEPASQUENOESTÁSSOLA.MIMADRETAMBIÉNESUNAADICTA.YASABESQUEPADECEUNAENFERMEDADLLAMADAFIBROMIALGIA, PERO ¿SABES QUE ESO SIGNIFICA QUE TIENE FATIGA Y FUERTES DOLORES MUSCULARESCONSTANTEMENTE?SU MÉDICO LE RECETÓ UN NARCÓTICO, EL OXYCONTIN, PARA ALIVIAR EL DOLOR.SESUPONEQUEHADETOMARSEUNAPASTILLACADADOCEHORAS,PEROYOLAHEVISTOMACHACANDODOSPASTILLAS, CONVERTIRLAS EN POLVO Y TOMÁRSELAS DE UNA VEZ.DE ESA FORMA EL MEDICAMENTO LO
ABSORBELASANGREINMEDIANTAMENTEYSECOLOCA.SEHIZOADICTAAESADROGADESDEELPRINCIPIO.LEOCULTASUADICCIÓNAAMIGOS,VECINOS,INCLUSOASUMÉDICO.MIPADRELOSABE,PEROFINGEQUENO.LALLEVAALMÉDICOTODOSLOSMESESPARAQUELEDÉUNANUEVARECETA,PORQUEESMÁSFÁCILPONERUNAVENDASOBRELAHERIDAQUEABRIRLAYLIMPIARLA.
SÓLOQUERÍAQUELOSUPIERAS.NOESPARADARTEPENA,SINOPARAQUESEPASQUENOESTÁSSOLA.SINECESITASHABLAR,LLÁMAME.
XREED
Veinte minutos más tarde, enfilaba el sendero de la granja. Carmina tenía las puertas del establoabiertas depar enpar y se encorvaba sobreunamesade trabajo con el entrecejo fruncido en intensaconcentración.Aloírlacamioneta,levantólavistaymesaludóconlamano.
—¿Quéhaceaquífuera?—pregunté,acercándomeparainspeccionarsutrabajo.Sobrelamesahabíavarias latas desperdigadas con pinturas de varios colores, principalmente rojos y marrones, y en elestantehabíaunahileradepequeñostarrosdecerasytintesvegetales.Entrelasmanosteníaunpardebotas camperas de vivos colores. Frotaba las botas con un cepillo de cerdas hasta darles un brillolustroso.
—HoyhaceunmesquellegasteaThunderBasin—merespondió.Hiceelcálculomentalymesorprendiódescubrirqueteníarazón.Durantelasdosprimerassemanas,
había contado religiosamente los días que faltaban parami cumpleaños, pero últimamente los cálidosdíasestivalesseconfundíanunosconotros.
—Hedecididoquedeberíamoscelebrarlo—prosiguióCarmina—.Unacenaespecialparalasdos.Ytengounregaloparati.—Señalólasbotasconlacabeza—.Silasdetestas,notienesquellevarlas.Perohepensadoquealomejortegustaríateneralgomásdelestilodelcampo.Séquelodeintegrartenoeslotuyo,peroestoesloquellevanporaquí.
Toméconcuidadolasbotasquemetendíaypasélamanoporlasuavepieldecolorchocolateconfloresbordadasencolorturquesayrosaviejo.Lasbotasnoerannuevas.Lasarrugasformabanplieguesenlarelucientesuperficie.Cadaunodeesossurcosparecíacontarunahistoria.Mepreguntéquéviajeshabríanhechoaquellasbotas,loquehabríanvisto.
—Lescambioelforroatodas—dijoCarmina—,asíquenotepreocupespordóndehanestadolospiesdesuantiguadueña.
—Son preciosas —musité, y lo decía de corazón. Tenían algo digno y especial que llamaba laatención. Como un raro tesoro que encuentras en un rincón después de pasarte todo el día visitandotiendasdeestilovintage—.¿Conquémelaspongo?
Carminaseechóareír,evidentementecomplacida.—Póntelas con cualquier cosa. Tejanos, vestidos. En el pueblo he visto a chicas que las llevan
inclusoconesospantalonescortostejanosquetantotegustan.Por un momento, deseé poder enseñarle las botas a Tory. A ella le gustaban las cosas de estilo
vintage.Seentusiasmaríaconellas,mediríalocelosaquesesentíayluegoinsistiríaenqueCarminalehicieraunparaellatambién.
Así,sinpensar,habíacruzadounalínea.Elpasadonoteníanadaquehacerenelpresente.¿Porquécontinuabareviviéndolo?¿Porquéteníaquearruinarunmomentoperfecto?
—¿Dóndeaprendióahaceresto?—preguntéaCarmina,volviéndomeacentrarenella.—¿Renovarbotas,quieresdecir?Lohagodesdehaceaños.Miabuelo,Papa-Dew,meenseñócuando
eraniña.Eraunbuenzapatero.Nossentábamosensumesadetrabajoyarreglábamoslasbotasdetodalafamilia. Les cambiábamos las suelas y las lustrábamos. Nos ahorrábamos tener que comprar botasnuevas.
»Unaño,ledijeaPapa-Dewquequeríabotasconflores.Élserioymedijoquelasbotasylasfloresnocombinabanbien.PeroeldíadeNavidad,bajoelárbolencontréunpardebotasazulesadornadasconfloresdecuero.
—Yo apenas veía amis abuelos—dije en voz baja, sin dejar de acariciar la sedosa piel—. Lospadresdemipadremurieronantesdequeyonaciera.Ymimadresiempreestabapeleadaconlossuyos.
Decía que estábamosmejor sin ellos, que no valía la penamolestarse por ellos.Viven enKnoxville.Nuncahe idoasucasaaverlos.Tengoentendidoquevivenenochohectáreasde terrenoyque tienencaballos.Mimadre se negaba a llevarme allí. Solo los vi las pocas veces que vinieron a Philly.Mimadre lesobligabaaalojarseenunhotel, asíque losveíaaúnmenos.Alcabodeunpardedías,mimadrelesacusabadeintentarcontrolarla,teníanunagranpelea.Inevitablemente,aldíasiguiente,cuandoyopreguntabaporellos,mimadremedecíaqueleshabíasurgidoalgoyquehabíantenidoquevolveraTennesseeantesdetiempo.
—Losiento,Stella.—Carminapusounamanosobremibrazoymemirócon tristeza,peronoconlástima.Paramífuemuyimportantequemerespetaralobastantecomoparanoconsiderarmeuncasodecaridad.
No quería llorar delante de Carmina. No porque no confiara en su sensibilidad, sino porque noconfiabaenmímisma.Noqueríaseresapobreniñaalaquehacíandañounayotravez.Carminanoeralaúnicaquepodíaconvertirmeenuncasodecaridad.Yomismaloharíasinomeandabaconojo.
—Meducharéymevestiréparalacena—dije.Sumanoseguíaposadasobremibrazo.Creíaquemesentiríamásyomismacuandomesepararade
ella,peromeinvadióunextrañovacíointeriorcuandoelladejócaerlamano.Medirigíalacasaconunasensacióndesoledadydefrío,apesardelsolabrasadordelatarde.
Mepuseunvestidoamarilloymisbotasnuevasparacenar.FuimosaDirk’sBurgers,queerabastantesofisticadopara tratarsedeThunderBasin.Sepodíapedircualquiercosaconlahamburguesa: tomate,lechugay cebollapara los tradicionales; aguacate,brotesde alfalfay champiñonespara losnaturales;salami frito y ricotta para los que querían un toque de inspiración italiana. Incluso tenían unahamburguesaqueerauncincuentaporcientodebueypicadoyotrocincuentaporcientodebacónpicado.
EnPhilly, desde luego, habría elegido la natural. Pero sin ánimode ofender, enThunderBasin nosabíanhacerla.Elbuey,encambio,eraperfecto.Alfinyalcaboestábamosentierradeganaderos.Asípues,pedílahamburguesade50/50.
—Demosunpaseoporelrío—propusoCarminacuandoterminamosdecenar—.Aestahorahabráunabuenasombrayestarámuytranquilo.
A unas cuantasmanzanas del restaurante, paseamos bajo un dosel de álamos que formaban densasarboledasalolargodelaorilladelagua.Susombraproporcionabaalivio,unidaalabrisaquellegabadesdeelrío.Carminasepusoseriayhundiótorpementelasmanosenlosbolsillos.
—ElalguacilPricehallamadohoy—dijoescuetamente.Micorazónsedetuvoaloíraquellaspalabras.Meaferréalapuntillaqueadornabaelvestido,omás
bienlointenté.Sentíaunhormigueoenlosdedos.Apesardelcalor,sentíaunafríahumedad.Alinstantemimentesedispersóenvariasdirecciones,ningunadeellasbuena.
—Nosemedabiensuavizar lasmalasnoticias,asíquesimplemente te lodiré.ReedWinslowhadesaparecido.
—¿Élha...?—Meneélacabeza.Elsenderodelríoparecióencogerseyexpandirsealternativamente.Miré a Carmina y su cara no dejaba de desenfocarse. Me froté la frente con la palma de la mano,intentandolograrqueelmundodejaradegirar.Sentíaescalofríos,perosudabacopiosamente.
—Stella. —Noté la mano de Carmina aferrando la mía: era fría y firme. Me aferré a ella casiinvoluntariamente.Eraloúnicorealenaquelmomento.
—¿Desaparecido?—Hacedosdías.Losalguacilestrabajanconjuntamenteconlapolicíalocalparaencontrarlo.—¿DannyBalando?Carminasuspiróyasintióbruscamente.—Ahoramismo,esoesloquecreen.Reedquebrantólasreglas,Stella.Ensuordenadorencontraron
e-mails enviados a Filadelfia. Había instalado software para desviar su dirección IP, pero no erainfalible.Conocía las reglasy también los riesgos.Unvecinosediocuentadequesehabíadejadoelaguaabiertaeneljardínydioelaviso.Hastaquenoslleguemásinformación,tenemosquesuponerqueselollevaronloshombresdeBalando.
—¿E-mailsaFiladelfia?—musité,aturdida.¿Había tenidoordenador todoel tiempoynosehabíapuestoencontactoconmigo?
—Losestánanalizando.Meechéallorar.—Lotorturarán.Nolomataránenseguida.Loalargarán.Querránquesufra.—Losientomuchísimo,Stella.Carmina no intentó contradecirme. Entonces era cierto. Torturarían a Reed de todos los modos
imaginables.Redoblémillanto.—Tienen un equipo especial buscando a Reed. Si está ahí fuera, lo encontrarán. Esos hombres y
mujeressonlosmejoresensutrabajo.Siestáahífuera.Sinoestabamuerto.—Losalguacilesnotienenrazonesparacreerquetúestésenpeligro—dijoCarmina—.Nitúnitu
madre.—¡Yquévanadecirellos!—leespeté—.Noquierenquesalgahuyendoymeesconda.Nopueden
permitirseellujodeperderotrotestigo.Ojalánohubieraaccedidoadeclarar.Intentabahacerlocorrectoy fíjese lo quehe conseguido.—Sollocé amargamente, enterrando el rostro entre lasmanos—.Nohearregladolascosas.Lasheempeorado.
Losodiaba.Losodiabaa todos.ADannyBalando.Amimadrepormeterloennuestravida.A losalguacilespornovigilardecercaaReed.AReedporenviarunosestúpidose-mailsaPhilly,peronoamí.
Chetteníarazón,eraimposiblenoimaginarloquehabríaocurridosiunohubierahecholascosasdeotromodo.Era lo que estaba haciendo yo en esemomento, deseando quemi vida hubiera tomado unrumbodistinto,deseandopoderdecidirmifuturo,enlugardedependerdelcaprichodepersonasa lasquedespreciaba.
—Nopasanadaporllorar—dijoCarmina.Merodeóconlosbrazos.Mefrotólaespaldaencírculosymeacaricióloscabellos.Nointentéapartarme.Necesitabaquemeconsolara,ymeapoyéenella.Sabíaqueesomehacíadébil,peroestabasufriendo.Porunmomento,queríafingirquesabíaloquesesentíacuandoalguiensepreocupabarealmenteporti.
—¿LeinformaráPricecuandoencuentrenaReed...,cuandoencuentrensu...su...?—Metemblabalavozyrompía llorar.Lágrimasardientesmecayeronpor lacara.Cuandoencontraransucadáver.Esaseranlaspalabrasquequeríadecir,peronosoportabalaideadepronunciarlasenvozalta.
—Estoyseguradequesí.El cadáver deReed aparecería pronto. La banda deDannyBalando no querría ocultar su crimen.
Dejarían el cuerpodondepudieran encontrarlo.Querrían dar un ejemplo con él... y enviarme amí un
mensajedeamenaza.Yoeralasiguiente.
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Cuando aparqué la camioneta de Carmina en la parte de atrás del Sundown, y Eduardo dejó sumotocicleta en la plaza contigua, imaginé que el destino me enviaba una señal. Musité unas brevespalabrasdeensayoyluegocorríaalcanzarloantesdequeentraraenelrestaurante.
—¡Eduardo!Espera.—Hola, Stells Bells —dijo él, dándose la vuelta. Sus hundidos ojos de color chocolate me
examinaronbrevemente—.Esefeoojoalafuneralacasihadesaparecido.Enseguidaestaráscomonueva.—Enrealidadqueríahablardeesocontigo.Lanochequemeagredieron,mepedistequebajaraal
almacén.Esperoequivocarme,peronopuedoevitarpreguntarmesinometenderíasunatrampa.Respiréhondo.«Vaporti,Inny»,pensé.Nosepodíasermásdirecto.LaexpresióndeEduardosevolviópétrea.Abriólaboca,perosiloquebuscabaeraunamentira,no
lesalióninguna.Entonceslosupe.Eratanculpablecomosituvieralasmanosmanchadasdesangre.—¿Por qué? —pregunté, tratando de que no me temblara la voz. Confiaba en Eduardo. Éramos
amigos.¿Cómohabíapodidohacermeesoyseguirmirándomealacara?Moviólacabezadeladoalado.Tragósaliva,buscandoaúnlaspalabras.Palidecióysehumedeció
loslabios.Todasuaparienciadedurezasedesvanecióyviensusojosunmiedoauténtico.—Yonolosabía—afirmóconunhilodevoz—.Tienesquecreerme.Noteníalamenorideadeque
teharíadaño.Delocontrario,nuncalehabríaayudado.—¿CómoconsiguióTriggerquelohicieras?—¿Trigger?¿Esélquiencreesquelohizo?Esomepillóporsorpresa.—¿NofueTrigger?—Nolosé.—Eduardovolvióamenearlacabeza—.Mira,lacosafueasí.Procedióaexplicarmequehabíaencontradounsobreconciendólaresenefectivoenelasientodela
motocicletacuandoestabaapuntodeiraltrabajo.Coneldinerohabíaunanotaquedecíasimplemente:«Alasdiezcuarenta,envíaaStellaalalmacén.Sola.»
—Nosabíaqueibaapegarte,telojuro—insistióEduardo—.Penséqueseríaunabromapesadaoalgoparecido.Quequizáqueríasorprenderteconunasflores.Enrealidadnopensémuchoenello.Meguardéeldineroehiceloquepedíalanota.Silohubierasabido...Tienesquecreerme,Stella.Yojamásteharíadaño.Túlosabes.Mesentífatalcuandoviloquetehabíahecho.Nomeloperdonarénunca.
—Y,sinembargo,nodijistenadaalapolicía.—¡Noqueríaquemearrestaran!Podríanacusarmedesercómplice.Joder,Stells.Nomearruinesla
vidaporesto,telosuplico.Tecompensaré,perojúramequenomedenunciarás.—LementistealaagenteOshiro.—Soloenlodelanotayeldinero.Todolodemáseracierto.Novianadiesaliendodelalmacén.
Quizánoqueríaverlo.—Sepasólasmanosporlacarayelblancodesusojossehizomáspronunciado—.Quizátuveunmalpresentimientoynolehicecaso.Nolosé.Meconvencíamímismodeque...Noséloquecreí.Peronoeraquepasaríaesto.
—¿Ciendólaresnoteparecieronmuchodineroporunsimplefavor?¿Nosetepasóporlacabezaquepodríaserunsoborno?
—Nolosé,joder.Nolosé.—TienesquecontárseloalaagenteOshiro.¿Aúntieneslanota?PodríaayudaraimplicaraTrigger.
Ahoramismodicenqueesmipalabracontralasuya.Élafirmaqueestabaencasacuandomeagredieron.—Tirélanota.Megastéeldinero.Ojalánolohubierahecho.NoselodirásaDixieJo,¿verdad?Me
darálapatada.—Merecesquetedenlapatada.—Joder,Stells.Tengoqueganarmelavida.Sipierdoestetrabajo,podríatardarsemanasenencontrar
otro.Nuncafuemiintenciónhacertedaño.Tengoamichicaencasa,yunniñopequeño.Nomearrojesalosleones.
«Comotúmearrojasteamí»,pensé.—CuéntalealaagenteOshirolaverdad.Entoncesquedaremosenpaz.—¿Nohayotramanera?—Estaba sudandoy el sudor empezaba a correrlehacia losojos abiertos
comoplatos,petrificadosporelmiedo.—No.Sepasólamangaporlafrenteparasecarseelsudor.—¿Creesquemearrestarán?—Creoquesealegrarándequehablesconellos.Yaencontraránunasolución.EsaTriggeraquien
quieren,noati.TúhablaconlaagenteOshiro.—Nohabíanvueltoaasignarleelcasoaella,peroquizásaquellainformaciónserviríaparaquelohicieran—.Yestavez,cuéntalelaverdadsindejartenada.
—Sí.Vale.Sí.—NovoyadecírseloaDixieJo.Eduardoresopló.—Gracias.Deverdad,gracias.—Seencaminóalapuertaylaabrióparadejarmepasar—.Notengo
palabrasparadecirtecuántolosiento.Deverdadquelosiento,StellyBelly.Yo quería perdonarle, pero no era tan fácil. Había ayudado a Trigger a humillarme y golpearme.
DetestabapensarenloquemehabíahechoTrigger.Detestabasentirsedébilyvencida.SinlaayudadeEduardo,Triggernomehabríagolpeado.Asíquedije:
—Mástevale.
Desdelaagresión,Carminahabíaadquiridolacostumbredequedarselevantadaesperándomehastaquellegabaacasadeltrabajo.Esanochenofueunaexcepción.Entréylaencontréhaciendounsolitarioenlamesitadelcafé.Últimamente,alllegaracasa,charlábamosunrato,oveíamosjuntasunareposicióndeM*A*S*Hantesdeirnosadormir.
Megustabaquemeesperara.MegustabacontarleanécdotasdelSundown.Meayudabaadesconectarantesdeacostarme,y senotabaqueCarmina,queconocíaabuenapartede losclientesdelSundown,disfrutabaenterándosedelasnoticiasdelpueblomuchoantesdequeseconvirtieranenchismorreosalamañana siguiente.No éramos como compañeras de piso que compartían el espacio y nadamás, comoocurríaconmimadreyconmigo.Éramosalgomás.
PerocuandoCarminase levantóalvermeaparecer,visuexpresiónseriaysupeenseguidaqueesanocheeradistinta,quehabíapasadoalgo.
—¿Quées?—pregunté,aunqueyalosabía.HabíanencontradoelcadáverdeReed.Latorturahabíasidopeordeloquecualquieradenosotrospodíaimaginar.Seríaunfuneralconelféretrocerrado.Yono
podíaasistirpormipropiaseguridad.—Hallamadotumadre.Tardéunmomentoenasimilar suspalabras.Cerré losojosy respiréhondo.Noera lanoticiaque
esperaba.Nosabíasieramejoropeor.QueríaqueencontraranelcuerpodeReedparapoderdejardepensarensusufrimiento.Mesentíaresponsabledesumuerte.Denohabermeconocidoamí, tampocohabríaconocidoamimadre.EstaríaenPhilly.Estaríavivo.
—Le he dicho que volverías poco después de las once, pero no se le permite realizar llamadaspersonalesdespuésdelasnueve.Sonnormasdelaclínica,alparecer.
—Sivuelveallamar,noquierohablarconella.—Sesientesola.Teechademenos.Echademenossucasa.—Yotambién—repliquéconojoscentelleantes—.¿Selohadichoaella?¿Leharecordadoqueestá
endesintoxicaciónyqueyoestoyenThunderBasinporculpade lasestúpidase insensatasdecisionesqueellatomó?
—Volveráallamarmañana.Lehedichoquetieneslanochelibre.—Nodeberíahaberlohecho.Además,mañanatengoplanes.—Cincominutos.¿Nopuedesconcederlecincominutos?—No lo sé —respondí airadamente—. ¿Puede ella devolverme mi vida? ¿A mi novio? ¿A mis
amigos?Noesmuchopedir,¿no?—¿Deverdadestanhondoelagujeroquehacavadoquenohayesperanzadequepuedasalirdeél?—Dejódesermimadrehacemuchotiempo...pordecisiónpropia.Prefiriólasdrogas.Yolahabría
perdonadomuchasveces.Queríarecuperarla.Necesitabaunamadre.Hastaquelosuperéyaceptéquenopodíacompetirconsuspastillas.Ahoraesdemasiadotarde.Noquierotenernadaqueverconella.Yahabía estado en rehabilitación antes, ¿no se lo ha contado? Y fracasó todas las veces. Era agotadordespedirsedeellayluegoirabuscarlayllevarlaacasa.Yotravezaempezar.Actúacomosiyofuerasusostén.Pero,¿cómovaamantenerlimpiadedrogasasumadreunachicadequince,dieciséis,diecisieteaños?Yoeralaniña.—Notéquemitonosehacíamásagudo,peronopodíaevitarlo—.¡Eraellalaqueteníaquecuidarmeamí!
—Elperdónesunasendadifícilde recorrer—convinoCarmina—.Hasdeencontrarelequilibrioentreolvidarloquenotieneimportanciayaferrartealoquesílatiene.
—¡Noquieroperdonarla!—admitífuriosamente—.Noquierodejarquevuelvaaentrarenmivida,porquemeharádañootravez.¡Yotrayotra!
—¿Lehasexplicadoaellatutemor?—Ya lo sabe.—Alcé lasmanos al cielo, frustrada por tener quemantener aquella conversación.
Existía unmotivo por el que nunca pensaba enmimadre ymuchomenos hablaba de ella.Mimadresacabaalasuperficietodaslasemocionesqueyonodeseaba.Recordarmequeaúnmeaferrabaaellasmehacíasentiraúnpeor.¿Porquénopodíaseguiradelanteyolvidarlotodo?Eraloúnicoquequeríadeverdad.¿Quémeloimpedíaentonces?
—Talvezsí,talvezno.Avecestenemosquedecirlascosasdosvecesparaqueseasimilen.Avecestenemosqueseguirdiciéndolasunayotravez.
—Nodeberíaserasí.—No,supongoqueno.Deberíaonodebería,podríaonopodría.Seríaunjuegoperfectoparaesos
casinosdeLasVegas.Lasbuenaspersonasnopuedenganarnunca.Lacasatieneventaja.—¿Hatenidoqueperdonaraalguienalgunavez?—pregunté—.Merefieroaperdonardeverdad.Eso
quisierasaberyo.Carminareflexionósobremipregunta.—Soyunapersonareservada,Stella—empezódiciendoconcautela.—Nomevengaconchorradas.Ellaalzóelmentónyexhalóunlargoycomedidosuspiro.—Sí.—¿Cuántotardó?—Años,supongo.Meresistía.Decidíseguirencolerizada,dejandoquemisheridasseenconaran,en
lugar de desahogarme y encontrar la paz. Pensaba que tenía derecho a estar enfadada. Comprendídemasiado tarde que también tenía derecho a arreglar las cosas. Podría haberlo hecho—dijo con uninconfundibletonodecongojaenlavoz—.Peronolohice.
—Losiento.Deverdad,losiento.Peroperdonarduele.Escomodecirqueloquetehanhechoestababien.Loquemimadrehizonoestuvobien.¡Nuncaestuvobien!
—No,noloestuvo.Ysospechoquetumadrelosabe.—Lapersonaalaqueperdonó,¿volvióahacerledañoalgunavez?—insistí,aunqueyaimaginabala
respuesta.Suvacilaciónmeloconfirmó.—Sí—dije—.Lehicierondañootravez.¿Cómopuededecirmequedeberíaperdonaramimadre,
sabiendoquevolveráahacermesufrir?—Porqueaferrarteaesaamarga iraquesientes teharámásdañoque los fracasosde tumadre.—
Carminasesecóloshúmedosojos,enlosquebrillabaunprofundoysentidoremordimiento.Sediolavuelta,demasiadodignaparadejarquelavierallorar.
—Noerami intenciónmolestarla—dije, sintiéndomeculpable.Mehabía pasadode la raya.Peoraún,habíaconvertidoaCarminaenunejemploconelúnicopropósitodedemostrarqueteníarazón.Ellacreía en el poder del perdón; yo no. Pero debería haber mostrado mi desacuerdo de un modo másrespetuoso.
—Noestoymolesta—dijoCarminaconvozdébilyatormentada—.Nospasamoslavidahuyendodenuestropasado,sindarnoscuentadequeestápegadoanosotros,quejamáspodremosescapardeél.
Me removí con nerviosismo, dudando si Carmina querría quedarse sola. Su voz había cambiado.Sonabasolitariaydistante.Nisiquieraestabaseguradequemehablaraamí.
—Deberíairaacostarme—dije.—Tienes razón—replicó Carmina, tratando de sonar normal, pero su voz era distante—. Ve, yo
tambiénmeacostaréenseguida.—¿Quierequeletraigaunatazadeté?—Ah,no.Gracias,Stella.Ve.Yomevoyaquedaraquíunratoescuchandolaradio.Todavíadeespaldasamí,seagachópararecostarseenelsofá,moviéndoseconmayorlentitudque
decostumbre.Alargólamanohacialaradio,perosusdedossedetuvieronaunoscentímetrosdeldial.Todosucuerpoparecíarígido,comosiseprepararaparaunainesperadaydesagradableráfagadevientofrío.
Pero era verano, y el asfalto requemadodesprendía vapormuchodespuésde la puesta de sol.Nohabríaalivionifrescorenelaireesanoche.
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Medespertóunfuerteestrépito.Parpadeéenlaoscuridad,desorientada.¿Elruidoprocedíadeabajo?¿Melohabíaimaginado?Elrelojmarcabalasdospasadas.
DannyBalando.Aferré las sábanas, paralizada. Empecé a sudar. Sus hombres me habían encontrado. Se habían
presentadoenlacasadeCarminaparamatarme.Aterrorizada, intentépensar.¿Habíaalgúnmododeescapar?Tenía labocaseca.Nosemeocurría
ninguno.Esperéaoírsuspisadasenlasescaleras,perolacasaseguíasilenciosa.Alcabodeunosminutos,elmiedoremitióymimentesedespejó.LoshombresdeDannyBalandono
estabanallí.Sino,yamehabríanencontrado.Apartélassábanasycaminésigilosamentehastalapuertademicuarto.Laabrílojustoparaecharun
vistazoalpasillo.—¿Carmina?Abajo,laluzdelasaladeestarseguíaencendida.Arrojabalargassombrassobreeldesvaídopapel
de la pared. ¿No se había acostadoCarmina?No era propio de ella trasnochar tanto ni olvidarse deapagarlaluz.
Bajélosprimerospeldañosdelaescalera.—¿Carmina?—repetíenvozbaja.Sisehabíaquedadodormidaenelsofá,noqueríadespertarla.Cuandolavi,mimentepareciósumergirseenunanieblaquemeimpedíaasimilarlaextrañaimagen
desucuerpocaídosobrelamesitadelcafé.Nosabíasirealmenteeraella,osilosrecuerdosdelpasadohabíanvueltoaadueñarsedemimente.
Vi amimadre desplomada en un sillón orejero de la biblioteca con la piel azulada y los ojos comocabezas de alfiler.Detrás de ella había tejido humano salpicando la pared.Vi aCarmina caída haciadelanteconlosblancoscabelloscubriéndolelacara.
—¡Carmina!—Corrí hacia ella.Caí de rodillas a su lado. La zarandeé con fuerza suficiente paradespertarla—.¿Meoye?—Norespondióyelcorazónempezóalatirmedesbocado.
Echésucuerpohaciaatrásenelsofá.Tenía losojoscerradosy labocaapretadaenunamuecadedolor.Respiraba.Supechosubíaybajabaalritmodesurespiraciónsuperficialyerrática.
El teléfono. ¿Dónde estaba el teléfono?Lo encontré en su base en la cocina.Al intentar agarrarlotorpemente,semecayóalsueloconunruidosordo.Soltéunapalabrotaylointentéotravez.Condedostemblorosos,marquéel911.
—Emergencias,dígame.—Creo que mi madre de acogida, Carmina Songster, ha sufrido un ataque al corazón —solté
abruptamente—.Queríahablarmásdespacio.NoayudaríaennadaaCarminasinopodíamantener lacalmaeltiemposuficienteparadecirlescómollegarasucasa.Teníaquehablarconclaridad—.Heoídounruido,hebajadoyme laheencontradodesplomadasobre lamesitadelcafé.Estámuypálidaynorespiraconnormalidad.Heintentadodespertarlaperonoloconsigo.
—¿Cuálessudirección?—EldocedeSapphireSkies.
—Elpersonaldeemergenciasllegaráloantesposible.—¿Cuántoeseso?—preguntéconvozcadavezmásaguda—.Nosésiestábien.Porfavor,ayúdeme.
¡Noséquéhacer!—Estaránahílomásrápidoposible.Colguéeinmediatamenterompíallorar.CubríaCarminaconunamantaylaarropécuidadosamente
con ella. Me negué a pensar en la muerte. Carmina se pondría bien. Vendrían los sanitarios y nosllevaríanalhospital,dondelosmédicossabríancómoayudarla.
Metí lamanoen la fría palmade lamanodeCarmina.Nohizoningúnesfuerzopor apretarme losdedosconlossuyos.Nosabíanisiquierasisedabacuentadequeyoestabaallí.
Redoblémi llanto.Estaba enferma de preocupación.No tenía a nadiemás. Si ellame dejaba,mequedaríacompletamentesola.Mellevaríanlejosdeallí,meobligaríanaempezardenuevoenalgúnotrolugar.Tendríaqueafrontarmisproblemasyosola,yenaquelmomentomeparecieroninsalvablesysentíquemeahogaba.¿QuéharíasinCarminaniChet?¿SinInny?MesentíaasalvoenThunderBasin.Mehabíaacostumbradoalassábanasazulesdescoloridasdemicamayalascomidasdecarneconpatatasde Carmina. Cuando necesitaba hablar, ella me escuchaba sin interrumpirme ni juzgarme. No meignoraba.Conocíaamiauténticoyoypodíaseryomismacuandoestabaconella.Confiabaenella.
Sololateníaaella.Los sanitarios llegaron al cabo de un rato.No estaba en situación de juzgar cuánto tiempo habían
tardado. Cuando oí la ambulancia que llegaba por la carretera, me pareció que había pasadomuchotiempo desde que había llamado al 911. Pero debieron de ser solo unosminutos, porque aún llorabacuandocorríaabrirleslapuerta.
—Estáenelsofádelasaladeestar.—Señaléfrenéticamentehaciadondedebíandirigirse.Apartirdeahí,lossanitariossehicieroncargodetodo.Conserenaeficiencia,lacolocaronsobreuna
camillaylallevaronalaambulancia.—¿Esalérgicaalasaspirinas?—preguntóunodeellos.—Nolosé.—¿Eresdelafamilia?—Yo... sí—espeté sinpensar.Peronomentía.Carminaera lomásparecidoauna familiaqueme
quedaba.—¿Cuántosañostienes?—Diecisiete.—Nosepermitealosmenoresirenlaambulancia.Tendrásqueiralhospitalportucuenta.—¿Nosemepermite?¡Acabodedecirlequesoydelafamilia.ElsanitariodesviótodasuatenciónhaciaCarmina.Sesubióalapartedeatrásdelaambulanciacon
ella,ylecolocóunmanguitoalrededordelablandacarnedelbrazoparatomarlelatensiónarterial.Elotrosanitariocerrólaspuertasylaambulanciasaliódisparadaendirecciónalpueblo,dejándomeallíplantada,mirándolafijamente.
Estabademasiadoaturdidaparapensar.Enmediode laconfusión, tratédeprepararmepara loquepudieraocurrirleaCarmina.Loquepudieraocurrirmeamí.Nopodíadeterminarcuándoexactamente,peroenalgúnmomentohabíaempezadoaveraCarminacomoaunapersonanecesariaenmivida.Unapersona que había insistido en derribarmis defensas, cuando lomás fácil habría sido rendirse. Pero
Carminanosehabíarendido.Lesupliquéquenoserindieratampocoahora.Me senté en el columpio del porche para mecerme despacio en el cálido aire nocturno. Oía los
insectoszumbandoamialrededor,pero solo lesprestabaatenciónvagamente.Cadavezque intentabavolveraentrarenlacasa,lasrodillasmetemblabantanviolentamentequeteníaquevolverasentarme.Nosabíaquéhoraera,perolapreocupaciónporCarminahabíaabsorbidotodamienergía,yahoranomesentíasolomareada,sinotambiénexhausta.Ymedolíaunpocolacabeza.
Teníaqueverla.Noestabapreparadaparaenfrentarmeconlopeor,peronuncameloperdonaríasidejabaquesefuerasindespedirmedeella.HabíacometidomuchoserroresenThunderBasin,peroesenoseríaunodeellos.
Me levanté y entré en la casa por pura fuerza de voluntad.Me temblaba lamano cuando cogí elteléfono.Nosabíaquéotracosahacer,asíquellaméaChet.ElsuyoeraelúniconúmerodeteléfonoenThunderBasin,ademásdeldeCarmina,quemesabíadememoria.
—¿Sí?—LavozsomnolientadeChetsonabamásgravequedecostumbre.—Chet.—Traguésalivaparaaliviarelnudoqueteníaenlagarganta—.Carminaestámal.Selahan
llevadoalhospitalenambulancia.LavozgroguideChetsedespejódeinmediato.—¿Túestásbien?—Estoy bien, pero estoy... preocupada por ella. Estoy tan preocupada por ella...—Oí el sonido
temblorosoyagudodemivozynoloreconocí.Jamásmehabíasentidotandesamparada,tannecesitadadeayuda—.¿Podríasllevarmealhospital?Necesitoestarconella.
—Ahoramismovoy.
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Mepaseaba de un lado a otro del porche cuandoChet enfiló el sendero de entrada de la casa deCarminaconlaScout.Dejóelmotorenmarchaysaltóalsueloparareunirseconmigo.Llevabaelpeloalborotado y la ropa arrugada, pero apenas me fijé; fueron sus preocupados ojos azules mirándomedirectamentealacaralosquemehicieronolvidarnuestrapeleaycorrerhaciaél.Nomedetuveaunadistancia segura.Le eché losbrazos al cuelloy enterré el rostro en su camisa.Pensabaquemehabíaquedadoyasinlágrimas,peronotéqueaúnsemehumedecíanlosojos.
—¡Oh,Chet!¡Estoytanpreocupadaporella!—Todova a ir bien—musitó él para tranquilizarme, rodeándome con sus brazos.Le creí, porque
teníaquehacerlo.Nopodíarendirme,porCarmina.Seríafuerteporella.—Apenas respiraba.No sabía cómo ayudarla. Si ella... Si ella...—Cerré los ojos con fuerza.No
queríapensarlo.Almenoshastaquenotuvieramásremedio.
Era la segunda vez que visitaba elCentroMédicoRegional deThunderBasin desde el inicio delverano.Nosemeocurríaunlugarmássombrío,oconmenosesperanza.
Peromeaferrabaprecisamentealaesperanza,mientrasChetyyohablábamosconlasenfermerasdelarecepcióndeUrgencias.Queríaserfuerteytomarlasriendas,igualquehabíahechoCarminacuandoerayo laquehabía ingresadoenelhospital.Encambio, estabaallí,moqueandoycon losojos rojos,mientrasChetcosíaapreguntasalasenfermeras.
Carmina había tenido un infarto. Respiraba de nuevo normalmente, pero su estado era crítico. Eltejido cardíaco había resultadodañado, y losmédicos iban a realizar una angioplastia coronaria parareducir ese daño y restaurar el flujo sanguíneo al corazón. Tendrían más información después deoperarla.
Mientrastanto,solonosquedabaesperar.
Mequedédormidaenlasaladeespera.Cuandodesperté,elsolmatutinoentrabaaraudalesporlasventanas.TeníalacabezaapoyadaenelhombrodeChet,quehojeabaunejemplardeSportsIllustrated.Sevolvióhaciamícuandonotóquememovía.
—Ladoctorahasalidomientrasdormías.Meincorporédeinmediato.—¿Ynomehasdespertado?—Soloqueríadecirnosquelaoperaciónhaidobien.HantrasladadoaCarminaalaUCI.Tendráque
quedarseahíunascuantashoraspararecuperarsedelaanestesia.Prontopodrásverla.Ladoctora,creoqueesladoctoraZielke,vendráabuscarnosencuantotrasladenaCarminaaunahabitación.Stella...—Esperóaquelemirara—.Lehassalvadolavida.Lahasencontradoantesdequefuerademasiadotarde.
Sentí un alivio nervioso en el estómago. Carmina estaba bien. Pronto le darían el alta para quevolviera a casa. Yo cuidaría de ella y conseguiría que se recuperara del todo. Podía quedarme enThunderBasintantotiempocomoellamenecesitara.
Aúnteníaunlugaralquellamarhogar.Para desayunar, Chet sacó pretzels y zumo de arándanos rojos con manzana de las máquinas
dispensadoras.VolvíacontodocuandounadoctorasalióporladoblepuertaquehabíatraslarecepcióndeUrgenciasyseacercó.
—Hola,Stella.SoyladoctoraZielke.HerealizadolaangioplastiadeCarminaymealegradecirteque ha ido todo perfectamente. Espero que hayas podido dormir un poco, aunque sé que estás muynerviosa.Holadenuevo,Chet—dijo,saludándoleconunainclinacióndecabeza.
—¿Cómoestá?—pregunté.—Preguntaporti—respondióladoctoraZielkeconunasonrisacordial—.Estáunpocodesorientada
ymuycansada,peroimpacienteporhablarcontigo.—¿Cuándopodrávolveracasa?—Mañana.Cuando vengas a recogerla, te daremos todo tipo de instrucciones para ayudarla en su
recuperación.Leherecetadomedicamentospara impedirqueseformencoágulos,yesmuyimportantequeselostometalcomoseleindica.Túpuedesayudarla.—Otrasonrisa—.Sepondrábien,Stella.Enunasemanamásomenosestarádenuevoenpieyvolveráaserlamismadesiempre.
—Quieroverla.Mehizoseñasparaquelasiguiera.SentíaunanerviosaagitacióncuandocrucéladoblepuertaenposdeladoctoraZielkeylaseguípor
elpasillopintadoentonosbeige.Chetcaminabaamilado,apretándomelamano.Oíaelecodenuestrospasos en el suelo de baldosas, mientras pensaba en qué iba a decirle a Carmina al verla. Ella secomportaríadeunmodoformalydigno,saludándomenosinciertareserva.Nolegustabalaalgarabíanilasexageraciones.Nosabíamuybiencómoquerríaquemecomportarayo.
LapuertadeCarminaestabaabierta.LadoctoraZielkenosprecedióyentróenlahabitación.—Lehetraídoalgomejorquelasfloresylosglobos—ledijoaCarminaalegremente.Rodeélamamparaquedividíalahabitaciónynotéqueperdíacompletamenteelcontroldemímisma.Yonoerallorona.EstellaGoodwinnnoeraunallorona,ynoqueríaqueStellaGordonlofuera.Pero
cuandoviaCarminaenlacama,conlosblancoscabellosenmarañadosyoscurasojerasdeagotamiento,nopudedominarmásmisemociones.Meacerquéalacamaymeasombréamímismaalarrojarmesobreellaparaabrazarla.
—Estaeslacaraqueechabademenos—dijoella,yselequebrólavoz.Meacaricióelpeloymeestrechóconfuerzacontrasupecho—.¡Cómoteheechadodemenos!
—Mehandichoquepodrásvolveracasamañana—dijeconvozahogada.—Esoes.Mañanavolveréacasa.Nomáshospital,nomásmédicos.Solastúyyo,Stella,miniña.
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Chetyyocharlamossobreeltiempoduranteeltrayectodevueltaacasa.CharlamossobreCarminayDusty.ÉlsacóeltemadelasGrandesLigasdeBéisbolehizounoscomentariossobrelaaltacalidaddenuestroequipodesóftbol.Duranteesosveinteminutos,tocamostodoslostemasposiblesmenoselquemequemabaenelpecho.
Oíelcrujidodelagravillabajolosneumáticoscuandoabandonamoselpuebloytomamoslalargacarretera sin asfaltar que conducía a la casa deCarmina.En los campos, elmaíz tenía un exuberantecolorverde,ylostallos,queparecíanhaberbrotadodeundíaparaelotro,erancasitanaltoscomoChet,coronadosporpanojasdel colordel trigo.El cielo se extendía sobrenuestras cabezas completamentedespejado de nubes y con un desvaído tono azul. Pasamos por delante del ganado que pastaba trasdeterioradas cercas y de campos de altos girasoles. Era un escenariomuy alejado de las bulliciosascallesdePhilly.Eradistinto,peronopeor.Simplementesenecesitabatiempoparaacostumbrarse.
Finalmentenopudesoportarmáslacharlainsustancial.—¿Dóndeestá el ranchodeMiltonSwope?—pregunté.DejaríaqueChetdecidiera cuándoestaba
listoparahablar sobrenosotros, peronecesitabamanteneruna auténtica conversación.Algúnqueotrosilencio incómodo se podía soportar. Pero viajar junto a Chet sufriendo por todas las cosas queesperaban a ser dichas, mientras él divagaba sobre el pronóstico del tiempo, bueno, eso era unaverdaderatortura.
—Alnortedelpueblo.EnladireccióndelasSandhills.—¿QuésonlasSandhills?—Sondunasdearena—respondióél,lanzándomeunamiradaindescifrable—.¿Hasvistodunasde
arenaalgunavez?—EnNebraska,no.—Cerrélosojos—.Descríbemelas.—Supongoquepodríadecirsequesoncolinasondulanteshechasdearena.—Sémásdescriptivo,porfavor.Chetsuspiró,perosenotabaquenoeraporexasperación.Dehecho,seadivinabaunasonrisa.—Nosoypoeta.—Hazunesfuerzo.Dejóquesiguieraunalargapausaantesdeempezarahablarconsuvozprofundayreconfortante.—Hace cientos de años, miles quizá, la erosión del viento creómontículos de arena. Imagina un
océanodearena...unapraderadearena.Sobrelosmontículossemecenlasfloressilvestresylahierbaindia.Cuandoatraviesas lasSandhills,puedesconducirdurantehorassinverningúnotrovehículo.Tesientes como si fueras la única persona que queda en el mundo. Pero no es una sensación de temor,porqueteenvuelveunapacíficaquietudquenoencuentrasenningúnotrolugar.Siaparcaselcocheytealejas de la carretera, algo mágico ocurre. El viento empieza a susurrarte. Tienes que escucharatentamente,perotediráquenoestássolo.Vesunagarzainmóvilsobreunapataaorillasdeunlago.Teobserva.Sientetantacuriosidadporticomotúporella.Eresnuevoyextraño,noestáacostumbradaaversereshumanos.
»Caminas un pocomás.Los pelícanos flotan perezosamente sobre lagos centelleantes, y hunden lacabezaenelaguaenbuscadealimento.Enprimavera,losurogallospateanelsueloydanbrincosenel
aireparaatraeralashembras.Losritualesdecortejoresultancómicosalprincipio,perocuantomásloscontemplas,másteimpresionan.Sondanzascomplejas.Terecuerdanlasdanzastribalesdelossiouxoloslakotas.Cuandoporfinvuelvesalcoche,tesientescomositedespidierasdeunatierrapordescubrir.Nopuedesevitarpensarquesolounmilagrohaimpedidoqueladescubran.Tevasconunaimagenenlamentedecómodebíadeserelmundohacesiglos,antesdequelomancillaranmanoshumanas.
Suspiréconsatisfacción.—Esohasidomuybonito.Quieroirallíalgúndía.—AbrílosojosymiréaChet—.¿Mellevarás?ChetenfilóelsenderodeentradadelacasadeCarmina,aparcófrentealacasayapagóelmotor.Me
dijeamímismaquenodebíaespecularsobreloqueesosignificaba.¿Meacompañaríahastalapuerta?¿Entraría conmigo? ¿Por fin estaba listo para hablar? Quería hacerle muchas preguntas, perodeliberadamenteguardésilencioydejéquehicieralascosasasumanera.
—Laotranocheenlafiesta,estabafrustradocuandodijeloquetedije.Ytambiéndecepcionado—admitió—.Pensabaque tegustabaparaalgomásquecomoamigo.Enmicabezahabía imaginadoquepodíamosestarjuntos.Llevélafantasíademasiadolejosyluego,cuandomerechazaste,bueno,lacaídafuemásdura.
»Te dije que no confiaba en poder ser solo amigo tuyo, pero me equivocaba. Si eso es lo quenecesitas,puedoserlo.Serétuamigomientrastúquieras.Sinataduras.Nuncapedirénadaacambio,nisiquieraloesperaré.¿Quiénsabe?—dijoconunasonrisalevementeirónica—.Alomejorseremoslosprimerosenconseguirmantenerunaamistadpuramenteplatónicaentrechicoychica.
Hiceunesfuerzoporsonreír,perosehabíaadueñadodemíunaextrañasensación.Eraunamezcladedecepciónyremordimiento.Sabíaqueeraunafrivolidad,quenoestababien,peronoestabaseguradequerer que Chet dejara de sentir algo pormí.Me halagaba. Y luego estaba el pequeño detalle de laatracción que ejercía sobre mí. ¿Podíamos ser amigos? ¿Exclusivamente amigos? Él confiaba en sercapazdecumplir con supartedel trato,peroahoraqueyomeveía forzadaa adoptarunapostura,noestabaconvencidadetenertantafeenmímisma.
RecordéaReed.Su recuerdo tuvo el efecto adecuado. Me despejó la mente y deshizo el embrujo. ¿Pero qué me
pasaba?¿Cómopodíapensarenestarconotrotíocuandominovioestabaenpeligrodemuerte?Teníauncompromiso con Reed hasta que supiera con seguridad que habíamuerto. E incluso entonces, queríallorarlecomoeradebido.Chetteníarazón.Conseguiríamosmantenerunarelaciónplatónica.
—Graciasporllevarmealhospital—ledije—.Noestabaencondicionesdeconducir,ynocreoquehubierapodidosoportarquedarmeasolasenlasaladeesperadurantehoras.
—Nohaynadaqueagradecer.Queríaestarahícontigo.Suspalabrashicieronquesintieramariposasenelestómago.Resueltaanodejarmellevar,dije:—¿VendrásconmigomañanaarecogeraCarminacuandoledenelalta?—Porsupuesto.—Tellamaréencuantosepalahora.—¿Trabajasestanoche?—preguntóChet.—Sí.Elúltimoturnodelasemana.Salgohacialasonce.—Teesperaréaquí.Mesentirémejorsabiendoquehasllegadosanaysalva.Puedorevisarlacasa
también,siquieres.Anadielegustavolveraunacasavacía.—¿Meestásacusandodetenerlemiedoalaoscuridad?—bromeé.Nosolíaasustarme,perodesdela
agresióndeTrigger,mesentíamenoscómodaenlugaresoscuros.EncasadeCarminamesentíasegura,
perodetodasformas,nomeimportaríaqueChetledieraunrápidovistazo.—Solointentoquecreasquesoyuncaballero—replicóél.—Primerotequedastodalanocheconmigoenelhospital,yahoravasarecorrerlacasaenbuscade
cualquiercosasospechosa.Casieresdemasiadobuenoparaserverdad.—Daréunrepasoalacasaymeiré.Noquieroestorbartusplanes.—Notengo—leaseguré—.Siquieresquedarteytomarunpocodelamuyapreciadalimonadacon
albahacadeCarmina,estupendo.Yporsupuestodisfrutarásdemicompañía.Podríaserpeor—dijeentonoburlón.
—Seré la envidia del vecindario —respondió él con tono desenfadado, envolviéndome en eltorbellinodesumirada.Teníaunosojosincreíbles.Deunazulsensualquehacíanresaltarsusoscuroscabellos.Queríaapartarlavista,peromeviamímismareflejadaenaquellosojoshipnotizadores.Sentíquemederretía,queaquellaatracciónamenazabapeligrosamenteconderrumbarmisdefensas.
Cuanto más luchaba contra ella, más débil me sentía. En ciertos aspectos, era agotador tratar deignoraralgoqueparecíacasi...
Inevitable.DecidíqueeraabsurdocoquetearconlatentaciónymebajédelaScout.—Deja que te acompañe hasta la puerta—dijo él, bajando también para reunirse conmigo—.No,
insisto.Nomegustadejaraunachicaenelsenderodeentrada.Seráculpademimadre,quemeenseñóaacompañaralaschicashastalapuerta.
Viendoquemeibaaserimposibledisuadirle,ledejésalirseconlasuya.Peroencuantollegamosalporche,ledilasgraciasrápidamente,abrílapuertaymeapresuréaentrar.
Podía hacerlo, podía fingir que nuestra relación era puramente platónica. Podía achacar a micompromiso con Reed la culpabilidad que sentía, pero la verdad que atenazaba mi corazón era másprofunda,ylosabía.MeestabaenamorandodeChet.Ynoibaaempezarunarelaciónconélsolopararomperleelcorazónenagosto.
Porsuerteeneltrabajoelritmofuefrenético.Enelcaosdelacocina,noteníatiempoparapensarenquemástardeibaaveraChet.Medijeamímismaquenoteníaimportanciaqueestuviéramossolosencasa,queéramosamigos,pero inclusoyomedabacuentadeque intentabaquitarle importanciaaalgoquesílatenía.Nuncaeracompletamenteinocenteniinofensivoquedarseasolasconuntíoqueestabasuperbueno.
Después del trabajo volví a casa en la camioneta deCarmina. Por una vez, no pasé del límite develocidad.Toméelcaminomáslargo,deteniéndomeentodoslossemáforos,conunextrañonudoenelestómagoquenomegustabanada.Mepodían losnervios.Vale,ya lohabíadicho.EstellaGoodwinn,StellaGordon,oquiencoñofuera,aúneracapazdenotarmariposasenelestómagoporuntío.
LaScoutdeChetyaestabaaparcadaenelsenderodeentrada.Noeradeextrañarquehubierallegadoantes,dadoqueyohabíaoptadoporvolverapasodetortuga.DetuvelacamionetadeCarminadetrásdelasuya,peroentoncesmedicuentadequeleestababloqueandolasalida.Noqueríaquepensaraqueeraunaarguciaparaque sequedara apasar lanoche, asíquedimarchaatrásy luegoaparquéa su lado,dejándolesitiodesobraparaquesefueracuandoledieralagana.Yseríapronto,estabasegura.Alfinyalcabo,solohabíaidoarevisarlacasaparaqueyomequedaratranquila.
Encontré a Chet apoyado en la barandilla del porche con los brazos cruzados sobre el pecho en
actitud despreocupada. A pesar de que era casi la medianoche, hacía bochorno. La suave brisa quesoplabanomitigabalahumedaddelanoche.Lalunabrillabaenloalto,arrojandounatenueluzamarilla.LoshuecosdelrostrodeChetsesumíanenlassombras,resaltandoojosypómulo.
—¿Quétaleltrabajo?—preguntó.—Hebatidomirécordpersonaldepropinas.—Parecequetehasforrado.—Alfinaldel turno,Innyyyoformamoshilerasconloscentavosparavercuálde lasdos tiene la
moneda con la fecha de acuñación más antigua. Esta noche ha ganado ella: 1938. Justo antes de laSegundaGuerraMundial.Davértigopensarcuántagentehabrátocadoesamonedadesdeentonces.¿Quétalelrancho?
—Megusta la tradicióndeloscentavos.Elranchohaidobien.Hetenidoquerescataraunpardeternerosdeunhoyollenodebarro.Comotedije,nuncaseaburreuno.
—Peroquémono.Elcaballeroandantequerescataalosterneros.—Hetenidoquelavarmeelpelotresvecesparaestarpresentableantesdevenir.Estabarebozadoen
barro.Yparaempeorarloaúnmás,elsollohabíasecadoantesdequepudieralavarme.Hetenidoquefrotartanfuertequedebodehabermearrancadodoscapasdepielporlomenos.
—Creoquetehasdejadounpoco.—Antesdedarmecuenta,lepaséelpulgarporencimadelaceja.No tenía barro. Simplemente deseaba tocarlo. Sus cabellos aún estaban húmedos, y olía a limpio y atierra,comolalluvia.Sehabíapuestovaquerosyunacamisavaqueraquellevabaarremangadahastaloscodos.Ambascosaslesentabandemaravilla.Lostejanosacentuabansuslargaspiernasylacamisaeralobastanteceñidapararesaltarsusmúsculos.Siatodoelloseañadíansuspómulosprominentesysusasombrososojosazules,desprendíaunatractivodifícilderesistir.
—¿Ah,sí?—dijoél,ysepasóelpulgartímidamenteporelmismositio—.Noqueríavenirmanchadodebarro.
Losmosquitosempezabanaatacarme,asíquepropuse:—Entremos.Esperoque tehayas traídoelbatedebéisbolpara espantar a cualquiermonstruoque
acecheenlassombras.NocreoqueCarminatenganinguno.—Síquetiene.Loguardaenelparagüero.Nomepreguntescómolosé.Abrílapuerta,peronoalarguélamanohaciaelinterruptordelaluzdelvestíbulo.NotabaaChetmuy
cerca,detrásdemí.Meflaqueabanlaspiernasymesentíacomosimefueraaderretir.Estabatodotansilenciosoqueoíaelritmoregulardesurespiración.
Cerré losojosyapeléa todamifuerzadevoluntadparanodejarquelascosasseprecipitaran.SipermitíaqueChetentraraconmigo,debíaprometermeamímismaquenoperderíalacabeza.
—Megustaelatuendo—dijoChet,ysuvozmellegódesdelassombras—.Cueroycamuflaje.Tepega.
—¿Yporqué?—Dura.Luchadora.Sexy.—Carraspeó—.Nodeberíahaberdichoeso.Queríadecirque...Medilavuelta.—¿Meencuentrasguapa?Aún no había encendido la luz.Mis ojos empezaban a adaptarse a la oscuridad y distinguía ya la
figura deChet.Tenía sus hombros fuertes y atléticos justo delante demí.Estaba tan cerca quehabríapodidotocarlo.Podríahaberloagarradoporlacamisaparaacercaraúnmásnuestroscuerpos.
—No—respondióChetconvozgraveyronca—.Guapa,no.
Semecortólarespiración.—Despampanante—prosiguióconlamismavozronca—.Fascinante.Lista.Sexy.Nohesidocapaz
depensarconclaridaddesdequeteconocí.Nosemeocurreunsolodíaenquenohayasestadoenmispensamientos.Deberíapensarenuncentenardecosasdistintas,peropiensoen ti.Quéestáshaciendo,cuándovolveréaverte,quéestáspensando.
—¿Quieressaberquéestoypensando?—preguntéenvozbaja.—Sí.Aquellaardiente sensaciónque teníaenel estómagose incrementó.Mesentíamareada.Aúnpodía
retroceder,pensé.Noerademasiadotarde.Podíasaliralporcheydespejarlacabeza.Peroenesemomento,noqueríadespejarme.Noqueríacontrolarme.QueríatocaraChetyqueríaque
élmetocara.Lomiréalosojos.Élmemiróconlamismaintensidad.Medeslizabahaciaél.Sentíalaatraccióndel
abismo,esasensaciónsalvajeymaravillosadecaerrápidamente.Perdíeldominiodemímismaenuninstante.Chetloperdiótambiénalmismotiempo.Meempujóhaciadentro,cerró lapuertadeunapatadaymearrojócontraella.Subocaardientey
apasionadasecerrósobremiboca.Lerodeéelcuelloconlosbrazos,sumergiéndomeenunmundodesensaciones. Chet era cálido, sólido y fuerte. Me aplastaba con su peso, delicioso y real. Habíaimaginado aquel momento. Había soñado con él, pero mi imaginación era un pobre sustituto de larealidad.Parecíaquelasangresemederretíaenlasvenasymerecorríaelcuerpoenoleadaspalpitantesquehacíanquemedieravueltaslacabeza.
Pasólamanopormibrazoymeestremecí.Alnotarmireacción,susbrazos,queantesapoyabaenlapuertaaambosladosdemishombros,me
estrecharonconfuerzacontrasí.Metílosdedosenlacinturadesusvaqueros,tratandodemantenerelequilibrio.Lasrodillasnome
respondían.Erapresadeundeseoquellegabaenoleadascadavezmásrápidaseintensas.Cuandolasyemasdemisdedostocaronlasuavepieldesuscaderas,bajolosvaqueros,élseestremecióymebesóconmásfuerza.
Mealzóenvolandasymellevóhastaelsofá.Notéloscojinesbajolaespalda,sucuerposobreelmío.Mebesóconmayorintensidadydeslizóunamanopormimusloenunacálidacaricia.Subocaeracálidayhúmeda.Sentíaganasdegritarporlascosasquemehacía.Teníalaimpresióndeestarardiendo.Mehabíasumidoenuntorbellinofrenéticoynoteníavoluntadsuficientepararecobrarlarazón.Medejéllevar,dejándolaatrás.
Chetsedetuvo.Sumiradaeraprofundayllenadesignificadocuandolaposóenmí.—¿Quéocurre?—jadeé.Élinclinólacabeza,apretándolacontramicuelloparahablarmealoídoconvozentrecortada.—NomeparecebienhacerestoenelsofádeCarmina.Dejéescaparunlevegemido.—Carminamematará—añadióél.—Solosiseentera.—Sinovolvíaabesarmeencincosegundos,estabaseguradequememoriría.—¿Noteparecequeescomoengañarla?¿Queesfaltarlealrespeto?Estáenelhospital.Confíaen
queyocuidarédeti.Finalmentedejéescaparungruñido.—¿Porquétienesquesertan...decente?
—Quierohacerlobien.Noquierovolverlavistaatrásydesearhabertetratadomejor.Recostédenuevolacabezaenloscojines,sinsabermuybiensireírollorar.—Ereseltíomásdesconcertantequeheconocido.Estoyaquí,yestoydispuesta.—Nohagaseso,Stella—dijoél,hundiendoaúnmásel rostroenmicuello—.Sinomedicesque
pare,noestoysegurodesercapazdecontenermepormímismo.Sucuerpoestabatensoporeldeseocontenidobajountemblorosocontrol.Lecreí.Siyodecíaquesí,
yanosedetendría.Suspiréydejéquemicuerposerelajara.—Mesientocomosimehubieran transportadoaununiversoparalelo.—Mepasé lamanopor los
cabellos,quesehabíansoltadodelacoladecaballoenalgúnmomentoentretantobeso—.Eslaprimeravezquemeocurrealgoasí.Nuncahabíaconocidoauntíoquedijeraqueno.—Lomirésocarronamente—.¿Eresvirgen?
Chetseapartódemí,soltandoelairedespacioparaliberarpartedelatensióncontenida.—Sí.—Ahora sé que estoy enununiversoparalelo. ¿Un tío que admite ser virgen?Desde luegohemos
dejadolaTierraatrás.—¿Ytú?—mepreguntómirándomedesoslayo.Noesperabaqueme lopreguntaracon tantaclaridad,aunquesuponíaqueera lo justo, teniendoen
cuentaqueyoacababadepreguntarlelomismo.—No.—Tunovio.EnTennessee.Traguésaliva.Mismentirasmeperseguían,peroahoraalmenosteníaquesersincera.—Hasidoelúnico.—¿Tetratababien?Máspreguntasquenoesperaba.—¿Quéclasedepreguntaesesa?Cuandotedejasllevarporlapasión,nopiensasenrealidadenla
otrapersona.—Yoestabapensandoentiahoramismo—dijoChet,bajito—.Sihubierapensadosoloenmímismo,
nohabríaparado.Nomehabría importadosiqueríasestar conmigodeverdad.Habría tomado loquedeseaba.—Hizounapausa—.Noquieroquedigasquesíporquemetengaslástima,oporqueestássolaynohaynadiemásporaquí.
—Notehebesadoporesoestanoche.—¿No?NocreíaqueestuvieratratandodesuperarlodeReednidelibrarmedesurecuerdo.Eraverdadquemesentíasola,peromenosquealllegaraThunderBasin.Chetme atraía. Por eso quería estar con él aquella noche. Porquemegustaba. Porque dolía ocultarletantossecretos.Porunavez,queríacontarlealgoíntimosobremí.Alcompartiraquellaconexiónfísicaconél,parecíaqueleestuvieradandoalgodemí,demiauténticoyo.
—Tengola impresióndequemeocultasalgo—dijoChet—.Noséquées.Peronotoqueestáahí,bajolasuperficie.
Memoríaporcontárselotodo,poraclararlotododeunavez.Peroerademasiadoarriesgado,asíquehiceunesfuerzoymemordílalengua.
—Aquí hace un calor sofocante —comenté, recogiéndome el pelo en la nuca—. Ojalá Carminatuviera aire acondicionado. Fuera hace demasiado calor para abrir las ventanas, pero necesito airefresco.Hacedemasiadocalorparapensar.
—Tengo una idea—dijoChet al cabo de un rato con un destello de osadía en lamirada—.Si teapuntas.
—Esosuenaadesafío.—¿Algunavezhasestadoenunalagunadenoche?—Nuncaheestadoenunalaguna,punto.—Airecálido,aguafría.Noesunamalacombinación.—Hizoungestoconlasmanos,imitandouna
balanza—.Perosiprefieresquedarteaquíeintentardormirconestecalor...—Ahoramismomecambio.Unavezenmicuarto,mepuseeltrajedebaño,unabonitapiezanegratanelegantecomohabíapodido
encontrarenelKmart,yelegíunatoalladescoloridadelarmariodelaropaquenocreíaqueaCarminalemolestaraquesemanchara.
Mientrasbuscabalassandaliasenmiarmario,penséenloquemehabíadichoChet.Ahoraqueteníalamentedespejada, intenté recordarmiprimeravezconReed.Fueunpocobrusca,unpoco torpe.Alterminar,recuerdoqueesperabahaberlohechobien.Dehecho,siemprequenosacostábamos,esperabahacerlolobastantebiencomoparaqueReednofueraenbuscadeotra.
Jamássemehabíaocurridopensarenmipropioplacer.Yélnuncamehabíapreguntado.
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Aúnsentíaenlapielelhormigueodelaguafríadelalagunacuandomemetíenlacamamástarde.Dejélaslucesdeabajoencendidas,perolacasanoparecíamássegura.DerepentedeseéhaberlepedidoaChetsipodíadormirensucasa.Enunahabitacióndeinvitadosoenelsofá,dabaigual.Noqueríaestarsola.
Fueralosrelámpagoscruzabanelcielo,seguidosporelretumbardelostruenos.Selevantóvientoehizoquelasramasdelosárbolesgolpearanlacasa.Unascuantasgotasdelluviasalpicaronlaventana.Meestremecíytirédelassábanasparataparmemejor.
MepreguntécómosehabríasentidoReed instantesantesdeque loshombresdeDannyBalandoletendieranlaemboscada.¿Habíanotadounasensacióngélidaenlabocadelestómagocomolaquesentíayoenaquelmomento?¿Sehabíaquedadoparalizadoconcadagolpeycadacrujidodesucasa,aguzandolossentidosalmáximo?
EraimposiblenopreguntarsequélehabríanhechoaReed.Intentabaevitartodaespeculación,peronodejabadeimaginarlopeor.¿Lehabíandestrozado?Cuandoencontraransucadáver,¿loreconocería?
¿SoñabaDannyconhacermelomismoamí?Noteníamodoalgunodesabersiestabamáscercadeencontrarme.Teníaqueintentarcrearmeuna
vidafueradeesemiedoimplacableeincesante.SabíaqueDannysoñabaconmigo.Yyosoñabaconél.Missueñosmeaterrorizaban.
El día siguiente por la tarde,Chetme ayudó a llevar aCarmina a casa desde el hospital.Cuandodimos la vuelta al alto seto que bordeaba el sendero de entrada, puso los ojos como platos por lasorpresa.
—¿Peroquédemonioshabéishechovosotrosdos?Ensujardínhabíaunpequeñogruporeunido,ycuandoChetenfilóelsenderodeentrada,seanimaron
todosyagitaronglobosyflores,ycorrieronanuestroencuentro,encabezadosporelpastorLykins,queindicóaChetdóndeaparcarconunoscuantosmovimientosdelbrazoyunajovialsonrisa.
—Noha sido ideamía—dije, excusándomedecualquier responsabilidad.Pero en realidad sentíaciertofastidio...ycelos.DeberíahabersidoyoquienlemontaraunafiestadebienvenidaaCarmina.
—Nimía—dijoChet.Apenas acababa de aparcar, cuando las portezuelas se abrieron desde fuera, y el pequeño grupo
aplaudió y lanzó vítores. Tambiénme fijé en que algunos llevaban guisos, ensaladas y postres en lasmanos.
—Bienvenidaacasa,Carmina—dijoelpastorLykins,acercándoseparaofrecerlamanoaCarminayayudarlaaapearse—.Teperdisteelpica-picadeldomingo,asíquehemosdecididocelebrarotropicnicaquímismo,entujardín.Esperoquenoteimporte.
—Claro que no —dijo Carmina, ruborizada—. Siempre que Stella haya dejado la casa encondicionesderecibirvisitas,podemosdejarlosplatosenlacocinaycomereneljardíndeatrás.Haymuchasombraaestahora.Chet,¿puedesabrirmelapuertadecasa?
LacasadeCarminasellenódesonidos.Vocesfelices, tintineodecubiertosyplatos,risas.Porlasventanas abiertas entraban los trinos de los pájaros. Siguiendo las instrucciones de Carmina, Chetextendióunasmantasdepicnicsobreelcéspedycolocósillasplegablesenunampliocírculo.Losplatosquehabíanllevadoentretodossedepositaronsobrelamesadelacocina,queestabaconvenientementecercadelapuertaconmallametálicadelapartedeatrás.
Puseunpanecillo enmiplato, junto con todo lonecesarioparahacermeun sándwichde jamón, yluegomedirigíalaneveraenbuscademostaza.
—SupongoquetehabrásenteradodeloquehapasadoconTriggerMcClure—dijounamujerquesemeacercópordetrásymeacorralócontralanevera.Seinclinabahaciadelanteyhablabaensusurros.Senotabaquehabíaestadocomiendodeunadelasbandejasdeparrillada;teníaunamanchadesalsaenlamejilla.
—No—confesé, intentandomantenerun tononeutro, sino indiferente.Noeradeldominiopúblicoque Trigger me había agredido, así que no podía adivinar cuánto sabía aquella mujer. Pero la meramencióndelnombredeTriggermehabíapuestodemalhumor.
—ElDepartamento de Policía lo hamantenido en secreto—prosiguió lamujer en voz baja, peroexcitada—. La verdad es que solo unos pocos escogidos saben que lo detuvieron. Mi hermana estaquígrafa judicial y me dio la primicia. A Trigger lo arrestaron por lo que te hizo. Le acusaron deagresiónasecas.Nofueconagravantesporquenousóarmasniprovocólesionesfísicasgraves.Eljuezlecondenóacincohorasdeserviciocomunitario,ytienequeiraclasesdecontroldelaira.¿Quémedicesaeso?—preguntóconlosojosbrillantesyanhelantesdechismorreos.
MesorprendióquelohubieranarrestadoyseleshubierapasadoporaltocontárnosloaCarminayamí.Yolehabíadenunciado.MepreguntésihabríanaprovechadoelataquealcorazóndeCarminaparaesconderlotododebajodelaalfombramientrasestábamosdespistadas.
—Tehacesentirunpocomejor,¿verdad,cielo?—insistiólamujer,alentándomeahablar.—Yodiría quehan sido indulgentes con él.Disculpe.—Mealejé, sinmolestarme en inventar una
excusa.Agresiónsinagravantes.¿LospiesylasmanosdeTriggernocontabancomoarmasmortíferas?¿Ytodosloscortesylascontusionesnohabíansidograves?TriggerteníadiecisieteañosyseguramentesucasolohabíallevadoelTribunaldeMenores,asíquenomeextrañabaquehubierantenidounpocodemanga ancha con él, pero ¿cinco horas de servicio comunitario y clases de control de la ira? ¿Y lacompensación?Yohabríapreferidoqueleobligaranapedirmeperdónalacara.Aéllehabríaputeadomásesoquerecogerbasuralosfinesdesemana.
Meacerquéalamesaymeservíunvasodelimonada.Estabamuyalteradaycasisemecaelajarra.Teníaquerecobrarlacompostura.Notabalamiradadelamujerfijaenmí,analizandocuidadosamentemi reacción ante la noticia que acababa de darme. Si mostraba el más mínimo asomo de debilidad,llegaríaaoídosdeTrigger.Habíaganadoél,desdeluego.Perosuvictorianoseríanilamitaddedulcesiyonomemostrabaderrotada.
—TúdebesdeserStella.Dejélajarraenlamesayalcélavista.Reconocíaotramujerquecantabaenlaiglesiadelcoroy
tenía los brazos más rollizos que había visto en mi vida. Los codos no eran más que unos bultitosperdidosentreplieguescolgantesdecarneflácida.
La mujer, que al parecer no tenía el menor respeto por el espacio personal, me agarró por loshombrosyseinclinóhaciaatrásparaobservarme.Casihizoquesemederramaralalimonada.
—Peroquéguapaeres.Conesosojostangrandesydecoloravellana,además.Seguroquetendrás
que espantar a los chicos como a moscones.—Tenía una risa franca y estridente que me crispó losnervios.
—Disculpe,¿nosconocemos?—dije,zafándomedesusmanos.—Mavis.LlámameMavis.Carminayyosomosamigasdesdesiempre.Fuimosjuntasalcolegioynos
graduamoselmismoaño.NuncahubieraimaginadoqueCarminamesorprenderíadeestamanera,perofíjate,estamujertieneunoscuantosasesenlamanga.¡Unahijadeacogida!¿Quiénloibaadecir?
Guardésilencio,esperandoqueperdieraelinterésymedejaraenpaz.—HeoídodecirquesalesconChetFalconer—siguiófarfullando—.Esechicosíquehasabidodar
unvuelcoasuvida.Ojo,yosiempredijequeal finalChetacabaríacambiandoparamejor.Nadiemecreía, pero es que amí seme da bien calar a las personas.—Se dio unos golpecitos en la cabeza,dándoselasdeenterada—.Sévermásalládeunexteriorproblemático.Séveruncorazóndeorobajolamáscaradelarebeliónadolescente.—Soltóotradesusestrepitosascarcajadas.
Lancéunamiradaalapuertadeatrásconimpaciencia.—Sí,bueno...—Por supuesto debe de sermuy duro paraCarmina que salgas con el chico deHannah Falconer.
Viejasheridas.—Meneólacabezaconconmiseración—.Nuncallegaronacurarse,yaquíestástúahora,volviéndolas a abrir. No digo que sea culpa tuya, querida. Simplemente las cosas son como son.Pobrecita,Carmina.
Lamiréconexasperación.—¿Disculpe?—SeguroqueyatehanhabladodelodifícilquefueparaCarminalamuertedeHannahFalconer,la
madre deChet. Eranmuy amigas, ¿sabes?Amigas desde la infancia. Según recuerdo, Carmina fue laprimeraeninteresarseporThomasFalconer.Recuerdoquelosdosfueronjuntosalosbailesdelinstituto.Y luegoaHannah tambiénempezóagustarle,yduranteun tiempo la amistadentreCarminayHannahestuvoenpeligro.AlfinalCarminasehizoaunladoydejóqueHannahsesalieraconlasuya.Carminafuedamadehonorenlaboda.Tuvoqueromperleelcorazónvercómosecasabanlasdospersonasalasquetantoquería.AúnhoytengolaimpresióndequeCarminadebedepensarqueellasellevólapeorparte.Nodigoqueseaasí,porqueesunabuenamujercristiana,perocuandomiraaChet,queeslavivaimagendesupadre,mepreguntosinosedespertaránantiguosresentimientosyeldolordeunamornocorrespondido.Peronomehagascaso—añadióhaciendoungestodisplicente—,estoyseguradequeesmi afición a los chismes la que me hace buscar una historia que reviva viejos sentimientos. Sé queCarminayHannahsiguieronsiendoamigasíntimashastaeldíaenquelosFalconermurieron.YCarminaconsideraaChetresponsabledelamuertedesuspadres.
—¿Porquéibaaecharlelaculpaaél?—pregunté,irritadaconlamujerporcontarmeesahistoria,eirritadaconmigomismaporhacerleunapreguntaquelaanimaríaaseguircontándola.Peroeramuchalainformaciónqueteníaquedigerirylohabíapreguntadosinpensar.
—CuandoaquelconductorborrachochocóconHannahyThomas,ellossedirigíanalacomisaríadepolicíapararecogeraChet.Lehabíanpilladohaciendoalgunatontería,yloteníanenelcalabozo,aversisecalmaba.Cheteraungamberroqueandabasiemprebuscandoproblemas.Sinosehubierametidoenun líoaquellanocheenparticular,suspadresnohabríanestadoen lacarreteraaquellanoche fatídica.Claroqueesaessololamitaddelahistoria.ElnietodeCarmina,Nathaniel,eraelmejoramigodeChet.Iba en el coche con los Falconer esa noche, con la intención de darle a su amigo una charla quenecesitaba.Muriótambién.Deuntirón,Carminaperdióasuprimeramor,asumejoramiga,yalnietoal
quehabíacriadodesdequenació.Enmudecí. De modo que por eso Carmina mantenía a Chet a distancia. Viéndolo se despertaban
dolorososrecuerdosdesunieto.¿Teníaunnieto?¿Habíaheredadoyosucuarto?TeniendoaChetcerca,eraimposiblequenorecordaraaNathaniel.ANathaniel,aHannahyaThomas.
DeseéqueMavis(¿sellamabaasí?)nomelohubieracontado.Sentíunaardientesensaciónquemerecorríalasvenas.Eraindignación.Meindignabaqueaquellamujerseentrometieraenlosasuntosdelosdemás.¿EraesoloquehacíanenThunderBasin,escarbarenelpasadoparaarrojárseloluegoalacaraunosaotros?
—Seequivoca—ledije,ylavozmetemblabaunpocoporlaira—.CarminanoleechalaculpaaChet.Esdemasiadobuenapersona.Comprendequelagentecometeerrores.Yesofueexactamenteloquepasó.Chetcometióunerror.¡Unerrorqueleperseguiráduranteelrestodesuvida,porquelagentecomoustednoescapazdedejarleolvidarelpasado,queesloquedebehacer!
—Oh,querida—dijoMavis,tapándoselaboca,quehabíaadquiridolaformadeungruesoóvaloconpintalabios—.Oh,vaya.
—¿Enserio?¿Ahorasehaquedadosinpalabras?—Apenas has tenido tiempo para conocer a Carmina —balbució—. Pensaba que poniéndote en
antecedentesarrojaríaalgodeluz...—HetenidotiempomásquesuficienteparacalibrarelcarácterdeCarmina.Esasombrosolopoco
quenecesitandecirlaspersonasparaquelleguemosaconocerlas.Sellevóunamanoalagargantaadornadaconencaje.Teníaunaexpresióndeasombroofendido.—¡Perobueno!—Niperoninada—dije,enojada.Despuésdesoltarotrogemidoahogadoantemigrosería,Mavislevantólabarbillaysalióaljardín
conandaresdepato.Yomequedéenlacocina,echandochispasensilencio.Estabaasqueada.Absurdamentetambiéntenía
ganas de llorar. Quería ir a buscar a Chet, llevármelo aparte y abrazarlo con fuerza. ¿Cómo podíaquedarseenunpuebloqueestabatanclaramenteencontradeél?Yodeélhabríasalidocorriendoalaprimeraoportunidad.¿Porquénosehabíaidoél?Entoncesrecordéelporqué.
Dusty.Chetestabaatrapadoallíhastaquesuhermanosegraduara.Yparaser justosconél, laverdadera
que nunca le había oído quejarse. Se preocupaba por Dusty, a pesar de que él no le daba más quequebraderosdecabeza.ChetpermanecíaenThunderBasinporqueera locorrecto.Sufamiliaeramásimportanteparaélqueloschismorreosdelosentrometidos.
Familia. Yo tenía una familia, pero al contrario que Chet, le había dado la espalda hacía muchotiempo.Mimadreeraundesastreyyonolasoportaba.Estabamejorsinella.Esaseranlaspalabrasquemehabíadichoamímisma,peroelejemplodeChetmehizodetenermeapensarenmisactosconunamiradamássevera.
¿Eraunapersonahorrible?¿QuerríaChetseguirconmigosiseenteraradelaverdadsobremíysobremifamilia?
Entonces ocurrió algo inesperado.Noté unnudo en la garganta y empezaron a sudarme lasmanos.Teníaquellamaramimadrepormuyduroqueresultara.Antesdequefuerademasiadotarde.Teníaquetragarmemiorgullo,olvidarlaprofundasensacióndeinjusticiaquemedominaba,yarreglarlascosas.
Sialgonosocurríaaalgunadelasdos,queríaquesupieraquenolaodiaba.Nolahabíaperdonado,
perotampocolaodiaba.Erauncomienzo.Cuandonadiememiraba, revisé la lista de llamadas en el teléfonodeCarmina.No llamaría ami
madreesedía; teníaquepensaren loque ibaadecirley teníaquecomprarmeunmóvilparahacer lallamada.NopodíapermitirqueCarminasupieraquelallamaba.Siperdíalosestribosconmimadre,noqueríaqueCarminasufrieraunadecepción,opeoraún,quepensaramaldemí.
ElúniconúmerodelalistadellamadasquenoteníaelprefijodeThunderBasineraunnúmero800.Teníaquesereldelaclínica.Garabateéelnúmeroenunanotaadhesivaymelametíenelbolsillo.Lamanometemblabaalhacerlo,yagradecíqueCarminanoestuvieraallíparaverlo.
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Iba de copiloto en la Scout, y Chet se negaba a decirme adóndeme llevaba. Hacía unos cuantoskilómetrosquehabíamosabandonadoelpuebloycirculábamosamayorvelocidadporunampliotramodeautovía.Alo largode lacarreterapasábamosporsolitariosbuzonesy,alescudriñara lo lejosconojosentornados,vislumbrabalascasasalasquepertenecían,yelreflejocegadordelsoleneltejadodealuminiodelosestablos.Tambiénpasamospordelantedemolinosydecolinasondulantesdondepastabaelganado.Elvientoagitabalahierbadelapradera,queteníaelcolordeltrigo.
PorfinChetaminorólamarcha,abandonólaautovíayatravesóunaaltacercahechaconpostesdemaderaqueflanqueabanunaangostapistadetierra.Deltravesañocolgabaunletrerodehierroquemediounapistasobrenuestrodestino:MILTONSWOPE’SRANCH.
—¿Me has traído a tu trabajo?—pregunté, tratando de adivinar de qué iba todo aquello. Por lasonrisadesuficienciaquelucía,estabaclaroquetramabaalgo—.¿Ensábado?
—Parrilladaeneltrabajo.Eljefedijoquemetrajeraaunamigo.Hesacadounnombrealazardemilistaytúhassidolaafortunada.
Bajélaventanillaysaquélacabezaparadisfrutardelabrisa.Elairemerevolvióloscabellosymesecóelsudordelcuello.
—¿Quéeseseolor?—pregunté,arrugandolanariz.—Dinero—respondióChetconunasonrisa.—Enserio.Apesta.—Elganadotambiéntienequehacersusnecesidades.—¿Vamosacomerunaparrilladaconesteagradablearomaenelambiente?—Paraelcarro.Aúntenemosunbuentrechoporrecorrer.¿Sabeslacercadeentradaalranchoque
hemos dejado atrás? Pues desde ahí aún quedan ocho kilómetros más hasta la casa. Ya no olerás alganadocuandolleguemosallí.
Losochokilómetrossiguientesmepermitieroncontemplaralgunosde lospaisajesmásbonitosquehabía visto en Nebraska. El terreno se elevaba en suaves colinas cortadas por arroyos estrechos ysinuosos,yenelhorizontesealzabanunosriscosdoradosdeescasaaltura.Cuandollegamosalacasa,elsenderodeentradayaestaballenodecochesycamionetas.Chetteníarazón,loúnicoqueseolíaahoraeralacarnequechisporroteabaenlaparrilla.
—Cómetetodaslashamburguesasylaensaladadepatatasquequieras—meanimóChet—,peroterecomiendoqueprescindasdelasostrasdelasRocosas.
—Megustanlasostras.Nuncaheprobadolasdeaguadulce,peroestoydispuestaaprobarlas.Sefrotólanarizconelpulgar.—Puedequeparaestasostrasnoestéstandispuesta.—Disimulabaunasonrisa,yesafuemiprimera
pista.—¿Quépasaconellas?—LasostrasdelasRocosasnosonostras.Sontestículosdeternero.Mequedémirándolofijamente.—¿Aúnteapeteceprobar?—preguntóélsinparardesonreír.BajédelaScoutlentamente.
—Creoquevoyavomitar.—Losrancherostienenquecastraratodoslostoros,salvoaunoscuantoselegidosquetienengenes
superiores.Lamayoríade los toros sondecategoría inferior,ynoquierenque se reproduzcan.Si losdejastalcual,sevuelvenmalos.Tiranabajocercas,puertasdeestablo,barrasdecontención,ycualquierotrorecintodondelosencierrescontaldellegaraunavacaencelo.Nobromeo.Loshevistodestrozarcamionetas,depósitosdeagua...
—Esonosignificaquetengasquecomertesus...yasabesqué.—Quien no malgasta no pasa necesidad —replicó él con indiferencia—. Toma, te he traído un
pequeñoregalo—.Alargó lamanohaciaelasientodeatrásparaagarrarunsombrerovaquerodepajaconunafinacintadecolorchocolate—.Acércate.
Cuandomeinclinéhaciadelante,mecolocóelsombrerosuavementeensusitio.Nuestrasmiradasseencontraronyporunmomentosentíquelacabezamedabavueltas.
—¿Parezcounanativa?—pregunté,posandoparaél.—Súbeteauncaballoynadiesospecharálocontrario.—UnavezfuiauncampamentodeequitaciónalasafuerasdeFiladelfia.Misabuelosmepagaron...
—meinterrumpíbruscamente,horrorizadaporlaequivocación.Nomepodíacreerquehubieraestadoapunto de soltar toda la verdad: que los padres de mi madre me habían pagado un campamento deequitaciónelveranoantesdequecumplieralosdieciséis.HabíaestadoapuntodehablarledeFiladelfia,deEstella.Rápidamenteenmendémihistoria.
—Misabuelosmepagarondossemanasdecampamentoparaaprenderamontaracaballo.Murieronpocodespués.Luegomuriómimadreyfueentoncescuandoacabéenacogida.
—Ojalá no hubieras tenido que pasar por todo eso—dijo él con solemnidad—. Te importa si tepreguntoquéleocurrióatupadre?
—Oh,tambiénmurió.—Hahabidomuchasmuertesentufamilia.Debedeserduro.—Sí,bueno,alfinallosuperas.Vamosaporhamburguesasyensaladadepatata,¿vale?Suexpresiónmedijoquenolehabíaengañado,pero,congranaliviopormiparte,lodejócorrer.No
insistiríaenobtenerrespuestas.Almenosdemomento.
Despuésdecomer,Chetyyonosfuimosadarunpaseo.Detrásdelacasahabíaunafranjadecementoconcanastasdebaloncestoenambosextremos.Habíaunapelotaenelsuelo.Chetlarecogióylahizogirarhábilmentesobreundedo.
—¿Teapetecehacerunascanastas?—propuso.Meacerquéaláreadetiroslibres,pintadaconaerosolnegro,yalcélasmanosparaquemepasarala
pelota.Élme lanzósuavemente lapelotaenparábola.Tuvequecontenermeparanoponer losojosenblanco.Meenderecéylancéuntirolimpio.Nisiquieratocóelaro.
Chetsemequedómirandoconexpresióndeasombro.—Sabesjugar.—Oh, ¿te refieres a esto?—Haciendo todo un alarde, recibí su pase, driblé bajo la canasta, me
impulsésobreelpieizquierdoyclavéundifícilgancho.Susonrisadeestupefacciónsehizoaúnmásamplia.—Noesporcriticartucapacidadparaelsóftbol,perojuegasmejoralbaloncesto.Muchomejor.
—Antesjugaba—dije.Recibíotropaseyrealicéunperfectotiroensuspensión.—¿Enelequipodelinstituto?—Sí.—¿Cuántasbecasteofrecieron?Casiperdílapelotamientrasdriblaba.Merecobrérápidamenteyfijélavistaenlacanasta,comosi
evaluaraelmejorlugardesdedondeefectuarellanzamiento.—Ninguna—respondí,manteniendolavozserena.—Nomelocreo.Eresdemasiadobuenaparaquenosedierancuenta.—Nojuguéelúltimocursoque...elúltimocurso—mentí.—¿Porunalesión?—No.Simplementeestabaocupadaconotrascosas.—¿Yquéotrascosaseran?—preguntóélabsurdamente—.Senotaqueteencantajugar.Seteveenla
cara,entulenguajecorporal.Yeresbuena,muybuena.¿Quéhabíaquefueramásimportante?—Noquierohablardeeso.—Deprontomepusea ladefensiva.Yestabanerviosa.No temíaque
Chetdescubrieralaverdad.Yameencargaríayodequenoladescubriera.Erasoloque...Estaba cansada de mentirle. Cuanto más hablara sobre aquello, más presionada me sentiría para
inventar nuevas excusas. Estaba más que harta de hacer creer a Chet que era Stella Gordon. Unaimpostora.Unfraude.Unamentiraconstante.
—Lancemosunascanastasyyaestá,¿vale?—dijeconunavozmástensadeloquepretendía.—Amímedieronunabecadebaloncesto—explicóChet,recogiendoelreboteparalanzar—.Para
Creighton.Metocabaamímirarleconasombro.—Tienenunprogramaimpresionante.Habléconunojeadordeallícuandoestabaensegundocurso.
Debesdeserrealmentebueno.—Erabueno.Nohemantenido la forma.Contabaconesabecaparapagarme launiversidad. Ibaa
estudiarBiología.QuizáprimerotrabajaríaparalaCruzRoja,adquiriríaalgodeexperienciadelavida,yluegovolveríaparagraduarme.
—NoaceptastelabecaporDusty.—Lodijeenvozaltaalmismotiempoquelopensaba—.Tuvistequeolvidartedetusplanesporél.
—Ya.—¿Tearrepientes?—No.Peroavecespiensoeneltíoalqueledaríanlabecacuandoyolarechacé.—Sonreía,perosu
sonrisaparecíaalgoforzada—.Esperoquesepaaprovecharla.—¿Cuálessontusplanesahora?—AsegurarmedequeDustyacabaelcursoquevieneenelinstitutoconundiplomaenlamano.Luego
me apuntaré a Formación Profesional Superior. Y después pediré el traslado a Lincoln. Acabarégraduándome,soloquetardaréunpocomás.
—¿Enquéposiciónjugabas?—Alero.Melohabíaimaginado.Cheteralobastantealtoparajugardealero,peronolobastantecorpulento
paraserpívot.Yocalculabaquedebíadepesarunos90kilos.—¿Ytú?—preguntóél.—Base.Siemprequisejugarbajolacanasta,peroerademasiadobaja.¿Listo?—Lancélabolahacia
elaroyChetsaltóconmagníficosreflejosymachacólacanasta.Fueimpresionante.—Buenavertical—dije.—Tútampocolohacesmal.Estásenbuenaforma.Logréhacermeconelreboteantesqueélyleguiñéunojo.—Osea, ¿que es así comouna chica consigue llamar la atencióndeChetFalconer? ¿Por estar en
buenaformaparajugaralbaloncesto?—Semeocurrenotrosatributosquepodríantenerprioridadenlalista.—Alzólamanoparapedirla
pelotayselapasé.—¿Talescomo?—Tengodebilidadporlosojosdecoloravellana.—Vaya.—Elpelomoreno.Queseadescarada.Quesepacómoponermeenmisitio.Hiceelsonidoyelgestodeunlátigorestallando.Élserio.—¿Quémedicesdeununoauno?Mefuiconlapelotaalazonadetiroslibres.Entréacanastadriblandoparauntirobajoelaro,luego
medi lavuelta e intentéunvistosoganchode izquierda.Antesdequepudiera realizar elmovimientocompleto,élmerodeólacintura,melevantódelsueloymehizodarmelavuelta.Perdí lapelota,quesaliórodandofueradelcemento.
—¡Falta!—exclamé,pero riéndomehistéricamente,porqueChetusaba lamano libreparahacermecosquillas—.¡Dos...tiros...libres...paramí!—dijeconvozahogada.
Chetmedejóenelsueloymeaplastócontraelpostedelacanasta.Yoestabasinalientoporhabercorrido...yportenerlotancercademí.Lomiréfijamenteconelcorazóndesbocado.
Deslizólamanohaciamicuelloymeatrajohaciasí.Notésucálidabocarozandolamía.Cerrélosojosymedejéllevar.Lacabezamedabavueltasynotabalaspiernasdeliciosamenteflojas.
Chetseretiró,tambiénjadeante.—Esdifícilresistirseati.—¿Cuántoteesfuerzasenresistirte?—Nomucho.—Volvióabesarme.En ese momento no podía pensar en nada más que en Chet. Me sentía bien con él. Era feliz,
maravillosamentefeliz,ymesentíacompleta.
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Enelcaminodevueltaacasa,Chetsedetuvoenunacafetería.Elletreroquehabíasobreelgaritodecía que llevaba abierto desde 1951, y la desvaída pintura de color morado oscuro daba fe de laveracidaddelaafirmación.Untiovivoconponisblancosgirabalentamentesobreelcéspeddeunodeloslateralesdellocal.EltiovivomerecordóeltiovivodeParxLibertyenlaFranklinSquaredePhilly.
Cuando era pequeña, mis padres me llevaban allí en las tórridas noches estivales y me dejabanmontarmeunayotravezhastaquesequedabansinmonedas.Esciertoloquedicen.Nuncasabesloquetieneshastaquelopierdes.Antesdeentrarenelprogramadeproteccióndetestigos,dehabersabidoquenoregresaríanuncaaPhilly,habríamontadounavezmás.Noporlosviejostiempos,sinoparadisfrutardel recuerdo, para atesorarlo y que cuando volviera la vista atrás, nos recordara a los tres felices ysonrientes,queriéndonosdeverdad.
Encontréun reservadodentrode lacafeteríaymesentédeespaldasa laventanaparaexaminarelmenúquecolgabasobrelascajasregistradoras.Chethabíasalidoparairaretirardinerodelcajero.Yomedebatíaentreelheladodementaconchocolateyelpastel,cuandounavozmesobresaltócomosimehubieranclavadouncuchilloenlaespalda.
—¿Te importa si me siento?—Sin esperar a que le dijera que en realidadme importabamucho,Triggersedejócaerenelasientoquehabíafrentealmío.Dejósugorradebéisbolsobrelamesaysepasólamanoporlospelirrojoscabellos.¿Quéhayhoyenelmenú?¿Ojoalafunerala?¿Labiopartido?
—Aléjatedemí.De pronto lanzó el puño hacia mí y luego se detuvo en seco y rio entre dientes cuando me vio
encogermedemiedo.—Quésusceptible.—Seacabó.Voyallamaralapoli.—No puedes hacer queme arresten por hablar—dijo él, repantigándose en el asiento como para
dejarclaroquenopensabairseaningunaparte.—Meestásamenazando.—¿Quién,yo?¿Conestavoztanamigable?Nolocreo.—Pediréunaordendealejamiento.—¿Y quién te la va a conceder? ¿No te has enterado? Voy a clases de control de la ira.Me he
reformado.—Seinclinóhaciadelante,cruzandolasmanossobrelamesa.Yomeaferrabaamiasientocontantafuerzaquenotabaquelasmanossemequedabansinsangre.
—Teestoypidiendoquetevayas—dijeconfirmeza.—¿Yquépasasinomevoy?¿Quéharásentonces?—Tepatearéelculo.Estavezestoypreparada.—Vaya,esosíquehasidounaamenaza.Verás,heestadohablandoconmiabogadoyresultaquela
agresiónesunadeesasáreasvagasyconfusasdelaley.Notienesqueponermeunamanoencimaparaqueteacusendeagresión.Bastaconquemeamenacesdepalabrayqueyosientauntemorrazonable.—Seinclinóaúnmáshaciamíconunanegraexpresióndeodioenlacara—.Asíque,repítemelo,Stella,¿quévasahacermesinomelevantodeesteasientopúblico?
Estabatanenfadadaquetemblaba.Necesitédetodomiautodominioparahablarconserenidad.
—Tecreesqueereseldueñodeestepueblo...—Losoy.—No,noloeres.Túmepegaste,tusreglas,yyohicequetearrestaran,lasreglasdelmundoreal.Te
haslibradoconserviciocomunitarioycontroldelaira,perolapróximaveznoserántanindulgentes.Nopodrán.MedaigualquetupapaítosevayadepescaconelpresidentedeEstadosUnidos,sivuelvesaponermelamanoencima,irásaprisión.
—Esgraciosoquedigaseso.Verás,cuandoveníahacíaaquí,medecía:«Soyeldueñodeestepueblo,joder.Yoimpongolasreglas,joder.EstoyapuntodeponeraStellaensusitio,joder.»—Susonrisaderegodeoeraalgomásqueunatácticadeintimidación.Teníaalgo,sabíaalgo.Yyonoadivinabaquéera,peromeponíamuynerviosa.
—¿Dequéestáshablando?—Hayalgoraroenti—respondióél,agitandoundedofrenteamicara—.Eresarisca,reservada.Te
comportas como si ocultaras algo. ¿Qué escondes, Stella? Sea lo que sea, será mejor que lo hayasescondidomuybien,porqueloestoybuscando.Aúnnoloheencontrado,peroloharé.
Me quedé helada, con un frío que cayó sobre mí denso como la nieve en invierno. Tenía quecontárseloaCarminaenseguida.
—Estáspescandoenunríosinpeces—dijecontonofirmeytodalabravuconeríadequefuicapaz.—Nolocreo.—Estásenmisitio.Trigger y yo levantamos la vista al mismo tiempo. Chet estaba de pie junto al reservado en una
posturarelajada,peronuncalehabíavistounaexpresióntandurareflejadaenlacara.Triggerlevantólaspalmasdelasmanos.—Nomehabíadadocuentadequeestabaocupado.—Lo está.—Chet hablaba con tono casual, pero en sus palabras ardía un peligroso fuego—. ¿Te
importa?—No.Stellayyoyahemosterminadoporahora.CuandoTriggersedeslizóhaciafueraysepusoenpie,Chetloagarróporlacamisaylodetuvo.—Túhasterminado,punto.¿Quedaclaro?—Claro,colega—dijoTriggerconsulentasonrisa—.Loquetúdigas.—Recuérdalo.Porque sidescubroque tehas acercadoaStella, tendremosquevolver a tener esta
conversación.Ynomegustarepetirme.Triggerretrocedió,alisándoselacamisaymanteniendolasonrisa,queselehabíaagriado.—Pasadlobien.Cuandosefue,Chetocupóelasientovacíoymecogiólamano.—¿Estásbien?Asentí.—Parecescabreada,yquizátambiénunpocoasustada.Lasdoscosaseranciertas,pensé.—¿Aquéhavenidoeso?—preguntóél.—SoloeraTriggerhaciendodeTrigger.—Mehaparecidoqueeraalgomás.Penséencontarlelaverdad,peronoconfiabaenloquehicieraChet.SiledecíaqueTriggererami
agresor,yqueacababadevenirarestregármeloenlacarayaintimidarmeaúnmás,Chetiríaaporél.No
dudabadequeChetganaríalapelea,pero,porgratificantequepudieraserparamí,mepreocupabanlasconsecuencias.Chetteníadiecinueveaños.SiTriggerledenunciaba,elcasolollevaríanlostribunalesordinarios.NoqueríaarriesgarmeaqueChetacabaraconantecedentes,oenlacárcel,simplementeparahalagarmiego.
—TriggerselashizopasarcanutasaInnyeneltrabajolasemanapasada,yyomeenfrentéaél—expliqué—.Solointentaintimidarme.Notepreocupes.Selepasaráyloolvidará,yaverás.
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DespuésdequeChetmedejaraencasa,fuienbuscadeCarmina.Estabasentadaenunamecedoraenelporchedeatrás,mirandoalolejosconexpresiónpensativa.Sobrelarodillateníaapoyadounvasollenodelimonadaconalbahaca.
—¿Quépasa?—preguntéinmediatamente—.¿Eselcorazón?—No,no,noeseso.Soloestabapensando.Deseandoqueelveranonopasaratandeprisa.Cadaaño
pasamás rápido.—Diounaspalmadasen lamecedoravacíaque teníaal lado—.¿Qué tal tucitaconChet?
—Quéanticuadosuenaeso—dijeentonoburlón,dándoleunlevetoqueenelbrazoconelcodo—.Hasidodivertido.Hevistomiprimerranchodeverdadconvacasytodo.Peroluego,enelcaminodevuelta,hetenidounencontronazo.
—¿Oh?—Trigger.Carminadejódemecerseyplantósusrojasbotascamperasfirmementeenelporche.—Sigue.—Sabequeguardoalgúnsecreto.Mehaamenazadoconindagarparadescubrirlo.—Esechicono tienedónde indagar—dijoellacondecisión—.La fiscalía lenotificóal sheriff tu
llegadaalpueblo.Eselprocedimientoestándarparalostestigosprotegidos,perotieneórdenesestrictasdeguardarsilencio.Conozcoalsheriff,esunbuenhombre.Honradoyjusto.Noquebrantaríalaleynitepondríaenpeligro.Detodasformashablaréconél,peroveoclaramenteloquepretendeTrigger.Intentafastidiarte.¿Quélehasdicho?
—Lehedichoquelepatearíaelculosivolvíaaamenazarme.Ellasuspiró,enojada,peromeparecióverunachispadeorgulloensumirada.—Asínosecomportaunaseñorita.—Tienesrazón.Lasamenazashuecasnosonpropiasdeseñoritas.Deberíahaberlepateadoelculo
allímismo.Estavezmediounapretónenlamano.—Esloquequerríamoshacertodos.—Carmina,¿puedohacerteunapregunta?Espersonal,asíquesinoquierescontestarla,loentenderé.—¿Mmm?—Micuarto,¿dequiénera?Antesdequellegarayo,quierodecir.Elsuavecrujidodesumecedoraseinterrumpióunossegundos.Luegovolvióaempezar,peroyano
eratanpausadonifirmecomoantes.—De mi nieto. Nathaniel. —Distraídamente dio un sorbo a su limonada—. El azul era su color
favorito.Apuestoaquenolohabíasadivinado.—Seguroqueleechasmuchodemenos.—Oh,desdeluego.Eraunespíritulibre.Contabaunoschistesdivertidísimos.Tambiéneramuylisto.
Debatía conmigo cualquier cosa. Aunque no creyera en lo que argumentaba, lo defendía con uñas ydientes,simplementepordebatir.Yeratemerario.Loprobabatodo,siemprequeestuvieraalcincuentapor cien seguro de que no le mataría. Una vez, volví a casa y los encontré a Chet y a él... —Se
interrumpióderepente.—¿Quéestabanhaciendo?—dijeenvozbaja,animándolaaseguir.—Estaban en el tejado—dijo con la vozmás grave y teñida de pesar—. Dos plantas arriba. Se
turnabanparasaltaralsuelodandounsaltomortal.Habíanacercadounadeesasgrandescamaselásticasalacasaylausabanparaaterrizarenella.—Seenjugólaslágrimasyrioentredientes—.Casimemeoenlospantalones.Yvestíaeluniforme.
—Apuestoaquefuisteunagranabuela.Susonrisadesapareció.—Murió,Stella.Haceunaño.—Losé.—¿Chet?—No.Porunadelasmujeresdelaiglesia.Queríaoírlaverdaddetuslabios.¿Teimportasipregunto
porlospadresdeNathaniel?—Pormihija,quieresdecir.—¿Dóndeestá?Laangustiaensombreciósusemblante.—Hecometidoerrores,Stella.Nofuiunabuenamadre.MihijaabandonóaNathanielalnacer.Con
élhicelocorrecto,peroaellalefallé.Teníadieciséisañoscuandodioaluz.Estabaenganchadaacosashorribles.Drogas,alcohol,chicos.Yosiempreestabatrabajando.Micarreraeraimportanteparamí.Lomásimportante.Ellasejuntóconmalascompañías.Yolacastigaba.Leimpusenormas,todaslashabidasy por haber. Era poli, y una poli realmente buena. Quería enderezarla. Pero nunca hice lo único quenecesitaba. Nunca la escuché. Nunca estuve ahí para ella. Simplemente no estuve. ¿Te das cuenta?Esperabaqueellacrecieraperfectamentesinmiamor.Noesdeextrañarquesefuera.Noesdeextrañarquenohayavueltojamás.
Digerísuconfesiónlentamente.IntentabareconciliaraquellaversióndeunaCarminanegligenteconlamujerfuerteylúcidaalaquehabíallegadoaquerer.MeresultabadifícilcreerqueCarminatuvieraalgoencomúnconmimadre.Ausente,fría,egoísta...noeranlaspalabrasqueimaginabautilizandoparadescribiraCarmina.Medolióquehubieraunasimilitudentreellaymimadre.
Peroestabasiendotansinceraconmigoquemeresultabadifícilecharleencarasuserrores.¿Cuántasveces habría perdonado amimadre solo con queme hubiera contado la verdad? Carmina no era lamisma mujer que me estaba describiendo. Severa, siempre cumpliendo su deber, sí. Pero no cruel,insensibleninegligente.Alcontrarioquemimadre,ellahabíacambiado.Supasadoysufuturonoeraniguales.
—¿Quéfuedetuhija?—pregunté.—¿Angie?Laúltimavezquelaviestabadandoaluzaunvarón.Alamañanasiguienteelhospital
llamóparadecirmequesehabíaesfumadoyparapreguntarmequéqueríahacerconelbebé.Notehacesunaideadecuántasveceshedeseadoquevolviera.Necesitopedirleperdónyrepararmiserrores.Perosobre todo la necesito en mi vida. Pero yo nunca estuve ahí cuando ella me necesitaba —rumiómelancólicamenteantesdedarunsorboasulimonada.
—Losiento.—Yotambién.Todostenemosnuestrosproblemas,¿verdad?Sonóelteléfono.Carminahizoademándelevantarsedelamecedora,peroyomepuseenpiedeunsalto.
—Yavoyyo.—Intentabaayudarentodoloposibleenlacasa,sobretodoahoraqueteníatandébilelcorazón.Noqueríaqueacabaraotravezenelhospital.
Respondíalteléfonoenlacocina.—ResidenciaSongster,alhablaStella.—¿Estella?¿Erestú?¿Deverdaderestú?¡Oh,cariño!Echabademenosoírtuvoz.Mequedécompletamentemuda.—¿Cariño? ¿Estás ahí? Dile algo a mamá—protestó—. He esperado mucho tiempo para hablar
contigo.¡Nopuedoesperarunminutomás!Elpánicomesubióporlagarganta.Habíadecididollamaramimadre,perosegúnmiscondiciones.
Nolohabíaplaneadoasí.Alpillarmedesprevenida,habíaperdidoelcontroldemisemociones.Nolaveíadesdelanochedelasesinato.Lanochequemehabíanpuestobajolaproteccióndelosalguacilesy,feliz,felizmentemehabíanseparadodeella.Casihabíalogradoolvidarla.Yahoraaparecíadenuevo,provocandoquemesesdeirayresentimientocontenidosvolvieranalavidaenuninstante.
—¿Paraquémellamas?—dije,recuperandoalfinelhabla.—¿Paraquécreestú,tonta?—siguiódiciendoella,convozdulzonayburbujeantecomolagaseosa
—.¡Necesitoponermealdía!Además,¿acasounamadrenopuedellamarasuhijitasoloporquesí?¿Soloporquesí?¡Yyomeloibaacreer!—Nopuedohablar.Estoyocupada—dijesinemoción,yensuvozsehizonotarladecepción.—¿Demasiadoocupadaparalamujerquesoportóveinticuatrohorasdedoloresatrocesparatraerte
almundo?Tesacaronconfórceps.Lomásdolorosoquehesoportado jamás.Medanvahídossolodepensarlo.
—Estabaapuntodesalirporlapuerta—dijeconelmismotonodesabridodeantes—.Tengoqueiratrabajar.
—Oye,esperaunmomento,Estella.Aúnnoheterminado.Hellamadoporunmotivo.Ya,ahorasíqueeraella.—¿Qué es esa tontería de que vas a testificar contraDanny?Esos detectives de Philly vinieron a
verme.Almenosunadenosotrasfuelobastanteinteligentecomoparamandarlosalamierda.Nopuedeshacerlo,Estella.Notelopermitiré.Esunasuntopeligroso.LoshombresquetrabajanconDanny,créemecuandotedigoquenohayquetomárselosabroma.Sonhombresmalos,cariño.Muymalos.
—Ytúdejastequeentraranentuvida.Simicomentariosacudiósuconciencia,serecobrórápidamente.—Serámejorparatodosqueledigasaesefiscalconcaradesapodeltribunalfederalqueletienes
miedoaDanny,yqueapreciaslaproteccióndelgobierno,peroqueteimportamástuvidaquesujuicio.—Meprotegenporqueheaccedidoatestificar.Esefueeltrato.Poresoteprotegenatitambién.—Oh,cariño.Nodejesqueteengañen.EselgobiernodeEstadosUnidos,poramordeDios.Novan
adejaraunaniñadediecisieteañosamerceddeunpoderosocártel,aunquetenieguesatestificar.Yesoesloquevasahacer.Niégate—dijo,yestaúltimapalabrateníauntonocasiamenazador.
—¿Mequieresaunqueseaunpoco?—Yo...¿Qué?¿Quéclasedepreguntaesesa?Soytumadre.¿Quécreesqueestoyhaciendo?Intento
salvartelavida.—¿Hahabidoalgúnmomentodesdequeempezótodoestoenquehayaspensadoprimeroenmí?—
pregunté,ymetemblabalabarbilla.—¿Adóndequieresiraparar,Estella?—preguntóconirritación—.Sitienesalgoquedecir,diloya.
Ahoramismo.—Soytuhija.Deberíasprotegermeamí,noaDanny.Aélnoleimportas.¿Noloentiendes?Túeras
sufuentedeingresos.Tedejabacreerloquequisierassobreélporquequeríatudinero.Noteamaba—dije,ymivozsevolviómásagudaalpensarenaquellaridículaidea.¿Cómoeraposiblequeellanosedieracuenta?¿Cómopodíaestartanciegaydesesperada?
—Deberíahaberimaginadoquetenegaríasaescucharme—meinterrumpióella,contononerviosoeindignado.Pero a suvoz asomaba, aunquemuy levemente, algomáshumano, ciertavergüenza.Porunmomento, pensé que podría abrirle los ojos. En el fondo, la persona que era antes mi madre seguíaluchandoporsobreviviryyomeaferréaesaposibilidad—.Nuncameescuchas.Amínomeescuchas.Lohicetodoporti,tedilomejorquepuedecomprarsecondinero...
Mecubríelrostroconlamano.Traguésalivaparalibrarmedelllantoquepugnabaporsubirmealaboca.Me dolía que falseara de aquelmodo la realidad. ¿Por qué no podía simplemente confesar suserrores?Queríaquemepidieraperdón.¡Queríaquevolvieramimadredeantes!Penséendecírselo,peromiiraseibadisipando,dejándomeunvacíoenelcorazón.Mesentíacompletamenteexhausta.
—Nopuedoseguirescuchándote—dije—.Seacabó.Novuelvasallamarme.—Escúchame.No testifiques contraDanny. Por una vez en tu vida, escucha a tumadre.No es un
hombrealqueconvengaenfadar.Siponesunpieenesetribunal,teencontrará.Usarátodoslosrecursosdesuorganizaciónparaencontrarteytematará.Conoceagente.Ahombresviolentosyrepugnantes...
Hombresalosqueellahabíametidoennuestravida.Enmivida.Colgué,temblando.Nodejaríaquemimadremesiguierahastaallí,hastamirefugio.Nodejaríaquemeasustaramásde
loqueyaestaba.
EsanochesoñéconDannyBalando.Medespertéjadeandoyconlaespaldadelpijamaempapadaensudor. Me dije a mí misma que solo era una pesadilla, que allí estaba segura, que él nunca meencontraría.Peroningúnrazonamientologrócalmarmelostemblores.
Viluzbajolapuerta.—¿Stella?—dijoCarmina,llamandosuavementealapuerta.—Estoydespierta.Carminaentró.—Teheoídogritar.—Hetenidounapesadilla.—¿Trigger?—DannyBalando.Frágil aún por el ataque al corazón, se agachó con cautela para sentarse en la cama.Me dio una
palmadaenlarodillaynotéagradecidaqueteníalosdedosfríos.—¿Hashabladoconalguiensobrelaspesadillas?Teheoídogritarenmásdeunaocasión.—No.Vivoconellas.—¿Quiereshablarconmigo?—¿Quéquieressaber?—ledije,mirándolaalosojos.—Laexperienciamedicequeaveceshayquesacarfueratodolomaloparapodercurarse.Duele,
peroesmejorqueaferrarsealveneno.
Reflexionésobreloquemehabíadicho.—Podríaempezarporelprincipio.Podríahablartedemimadre.Carminahizoungestocon lasmanosparacederme lapalabra;estabaahíparaescucharme todoel
tiempoquehicierafalta.Nosécuántotiempoestuveallísentadatratandodedarconlaspalabrasadecuadas.Albergabatanta
iracontramimadre,quedeberíahabersidofácildesahogarme.Sentíaqueesairamedesbordaba.Peroaltenerlaopcióndedejarlaescapar,parecíaquelahabíaenterradoamayorprofundidaddeloquecreía.Carminateníarazón.Eraunvenenoquemeemponzoñabalasangre.
—Antes bebía en eventos sociales, o un vaso de vino tinto antes de la cena —empecé a decirlentamente—. Pero durante el divorcio, empezó a beber mucho. A veces nadamás levantarse por lamañana.Creoquebebíaparaolvidarlotristequeestaba.Nocreoquesiguieraenamoradademipadreniquelamentarahaberloperdido.Eraalgomáspersonal.Veíaeldivorciocomounataquecontraella,comounfracasopersonal.Mipadrelaengañabayeldivorcioerasuformadedecirlequeyanoeralobastantejoven,lobastanteguapa,olobastantebuenaparaél.
—¿Cómosabesquetupadreteníaunaaventura?—preguntóCarmina.—Aventuras.Enplural.Mimadrecontratóaundetectiveprivadoparaquelosiguiera.Lehicieron
fotos.—¿Yellatelasenseñó?—Queríahacerledaño.Aélnoleavergonzabaadmitirsusindiscrecionesdelantedemimadre,pero
ellapensóquesesentiríahumilladosimeenterabayo.—Hiceunapausaalrecordarlahorriblenocheenquemimadremehabíasacadodelacamadespuésdelamedianoche.Yoyaestabadespierta,susgritosnomedejabandormir,yellamellevóhastamipadreynosarrojólasfotografíasalosdos,exigiéndolequeseexplicaradelantedemí.Peroélnolohizo.Sefuesinmirarmesiquiera.Saliódecasadandounportazo.Aldíasiguiente,envióasuayudantearecogersuropayotrosobjetospersonales.
»CuandoaceptétestificarcontraDannyBalandoparalafiscalía,ellosmeofrecieronponeramipadreen protección de testigos conmigo.Al fin y al cabo, es de la familia. Él se negó.No quería dejar sutrabajoyenelprogramanotepermitendedicartealmismotipodetrabajounavezqueteinstalanenotraparte.Ledijeronqueyonopodríavolveraponermeencontactoconél,nienpersona,nipore-mail,ninada.Supongoqueledioigual.
Carminaguiomicabezahaciasuhombro.Nodijonada,peronotéuncambioensurespiración.Eralentayprofunda,ysehabíaalterado.
—MimadreempezóafrecuentarlacompañíadeunamujerllamadaSandyBroucekjustodespuésdeldivorcio.Sequejabadequelosúnicosamigosqueteníaloshabíaconocidoatravésdemipadre,yqueaúnsemovíanenlosmismoscírculossocialesqueél.Queríaromperconesemundoyhaceramigosporsímisma.Losantiguoseraneducadosdelantedeella,perolacriticabanagriamenteasusespaldas.
»Tomabamedicamentosparaladepresión,ycuandosalíaconSandyysusnuevosamigos,volvíaacasaoliendoamaría.Luegoempezóaabusardelosmedicamentos.EllaySandyhablabandeuncamelloal que llamaban el Farmacéutico. No sé si era farmacéutico de verdad, pero empezaron a aparecerfrascosdeOxyContinpor la casa, recetadosparaotraspersonas.Ella intentabaocultarlos,peroyo losabía.Alcabodeuntiempo,dejódehablardelFarmacéuticoydejédeencontrarfrascosrecetados.Nosé cómo conoció a Danny. Él se convirtió en su nuevo camello y le dio heroína. Al principio erarealmentefeliz.Despuésdepasarlanocheconlosamigos,losdíassiguientesreíaybromeabaconmigo.Parecía interesada en mi vida. Estaba deprimida, pero las drogas lo enmascaraban. Creo que ella
pensabaque laconvertíanen lapersonaquequeríaser: feliz,divertida, relajada.Peronoeranadadeeso.Seguíadeprimidaylasdrogassolodistorsionabansupercepcióndesímismaduranteuntiempo.
—Paraellaeramásfácilbeberytomardrogasqueenfrentarseasusproblemasypedirayuda—dijoCarmina.
—Traslafelicidadinicial,lascosassetorcieron.Intentéconseguirleayuda.Lallevabaencochealaciudadcadamañanatempranoparahacercolaenlasclínicasdemetadona.Sesuponíaquelametadonalaayudaríaadesengancharsedelaheroína.Lasclínicasseencontrabanenlugaressórdidosdelaciudad,yteníamosqueesperarfuera,conelfríooelcalor,rodeadasdegentesuciayconexpresióndesesperada.Avecesseproducíanpeleasenlacolayyolerogabaamimadrequenosfuéramos,peroellanecesitabalamedicinaparapasareldía.
»La metadona no funcionó, y ella recayó en la heroína. Perdió tanto peso que estaba casiirreconocible.Dejódecomer,deducharseode salirdecasa, salvopara irsede fiestaconSandy.Senegabaasalirdelacamaamenosquefueraparairapormásdrogas.Coneltiempo,suestilodevidalaalejódemí.Noestabaahícuandolanecesitaba.Rompíatodaslaspromesasquehacía.Llegóunpuntoenelqueyoestabatanasustadaquellaméamisabuelos,asuspadres.Esoempeorólascosas.Secabreótantoquenoquisohablarconmigo.Suspadreslametieronenrehabilitación,peroenelcentronosdijeronquelaabstinenciaesextremadamentedolorosayqueseguramenterecaería.Asífue.
—¿Cuántasveceshaentradoarehabilitación?—Estaeslaterceravez.—En todo el tiempo que trabajé como policía, solo vi a un puñado de drogadictos que lograran
desintoxicarse.Lasdrogassacan lopeorde lagente.Avecesesdifícil recordarquesuacciónesunaenfermedad.No define a la persona que la sufre. Detrás de la adicción hay una persona real, un serhumanoquemerecerespeto.
Sacudílacabezavigorosamente.—Nolequitessuresponsabilidad.Ellaeligióesavida.Meteníaamí,peroeligiólasdrogas.Esuna
cobarde.Noquierosernuncadébilcomoella.—Necesitatufe,Stella.—Túpiensasqueestavezdeberíacreerquevaarecuperarse—dije,poniéndomerígida.¿Carmina
nomeestabaescuchando?Eraeltercerintentodemimadre.Cuantomástiempoestabaenganchadaaladroga,máslecostabadesengancharse.Mehabíarendidoconella.Medolíademasiadoparadejarquemeimportara.Cuandoalgoteimportaba,teníasalgoqueperder.
—Paracreerhayquetenerfe.Paratenerfehayqueteneresperanza.—Noquieroteneresperanza.—¿Porqueduele?Nopudecontenermás las lágrimas.Me temblabael labioy lagargantameescocía.Cuandohablé,
mispalabrassonaronespesasyfrágiles.—Duelecuandomedecepciona.Duelesaberqueparaellalasdrogassonmásimportantesqueyo.—Esmásfácilignorarla,desearquesevaya.Sinoexiste,nopuedehacertedaño.—Sí—dijeconvozestrangulada.—Oh,Stella.MidulceStella.—Merodeóconlosbrazosymemeciómientrasyolloraba.—Antesdequellamarahoy—dijecuandomecalméuntanto—,habíapensadoenllamarlayo.—Me
sorbílosmocosymelimpiélanarizconlamanga—.Pensabaquemesentiríamejorsiledecíaqueyanolaodioyqueestoylistaparaseguiradelante.Nosésiesomeconvierteenunaestúpidaounaingenua.
—Eresvaliente,Stella.Esoesloqueeres.—Noquieroquepiensequesoydébiloquehecedido.Quierequelallame.Noquierodarleloque
ellaquiere.—¿Quéhaydeloquequierestú?¿Porquénolomirasasí?Reflexioné.Queríaservaliente.Queríacurarme.SobretodoqueríaqueCarminaestuvieraorgullosa
demí.—¿Porquémeacogiste?—pregunté—.Nomeconocías.Nomedebíasnada.—Bueno—dijoella—,larespuestacortaesquemelopidieron.—¿Ylalarga?—Supongo que deberías saber queme designaron para el servicio deU.S.Marshals cuando tenía
treinta y cuatro años.Estaba a punto de irme aGlynco, aGeorgia, para el entrenamiento. Iba a durardiecisietesemanasyAngie,mihija,ibaaquedarseconThomasyHannahFalconerdurantemiausencia.Unosdíasantesdemarcharme,descubríqueAngieestabaembarazada.Teníaquinceañosyestabadedosmeses.Bueno,mequedé.CuidédeellayluegocuidédeNathaniel.Nuncalleguéamarshal,peronomeperdierondevistaalparecer,porquemellamaronymedijeronquenecesitabanqueacogieraaunachicaalaquehabíanmetidoenproteccióndetestigos,quelamantuvieraasalvoduranteelverano.
—Sacrificastetuéxitoprofesionalparacuidardetufamilia,yluegohasrenunciadoaturetiroparaacogermeamí.
—Hacesqueparezcaunabuenamujer,Stella,pero locomprendí tododemasiado tarde.Unosañostarde—repitió—.FuelaesperanzaloquememantuvoaflotedurantelasnegrassemanasdespuésdequeAngiehuyera.Laesperanzadepodercambiar.Laesperanzadequealgúndíallegaraaperdonarme.
Aunquemeescocíanlosojos,laslágrimasvolvieronabrotar.—Noquieroesperar.Meaterrorizaquemimadredemuestrequemeequivoco.Mehadecepcionado
demasiadasveces.Aquellanoche,lanochequeentréenproteccióndetestigos,juréqueseríalaúltima.—Háblamedeaquellanoche.Cuéntamequé fue lopeor.Sácalo todo.Cuéntameloparaquepuedas
superarlo.Quería contárselo.Lodeseabamásquecualquierotra cosa. ¿Librarmedelvenenoy seguir conmi
vida?Nopensabaenotracosa.Peroteníamiedo.Elmiedoylavergüenzaylaculpaseenroscabanamialrededorcomounaserpientedispuestaamorderme.MeaterrabaqueCarminayanomequisiera,siseenterabadeloquehabíaocurridoaquellanocheenrealidad,siseenterabadeloquehabíahechoyo.
Medaríalaespalda.Ymeentregaríaalasautoridades.
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Antesde ira trabajar,medetuveenelRadioshack.Despuésdebuscarunpoco,encontréunmóvilprepago,baratoysencillo.
Elcajeroescaneóelcódigodebarrasylanzóunsilbido.—Tehasbuscadounaauténticaantigualla.—Mipresupuestoesreducido.—Esoparece.¿Algomás?—Sí,¿cuántomecostaríauniPhoneconcontrato?—Seríanunossetentadólaresalmes.—¿SeríamásbaratoconunAndroid?—Másomenosigual.Calculéloquepodíaahorraraproximadamenteconlaspropinas.Quizáseríamejorposponerelmóvil
concontratohastamicumpleaños, cuandome fueradeThunderBasinyme instalaraenalgún sitiodemanerapermanente.Últimamentenohabíapensadomuchoen cómo iba a cambiarmividadespuésdecumplir los dieciocho, pero agosto estaba a la vuelta de la esquina. Había cumplido lamitad demicondena enThunderBasin.Debería estar emocionada, pero lo cierto era que sentía ciertas dudas.Alcabo de cuatro semanas abandonaría Thunder Basin para siempre, y no se lo había dicho a Chet.Tampoco había hablado demis planes con Carmina. Los queríamucho a ambos y no tenía ganas dedespedirmede ellos, pero si pensaba racionalmente sabía queThunderBasin no erami destino final.QuizáfueraeltipodelugarenelqueStellaGordonpodíaasentarse,perocambiarelnombrenohabíaeliminado aEstellaGoodwinndemi interior. ¿Podía sentirme feliz y completa enThunderBasin? ¿Oestabadestinadaacosasmásgrandesymejores?Siemprehabía tenido la fantasíadehuir conReedyempezarunanuevavidajuntos,de tenerlocercaparaquemecuidara.Peroesaopciónyanoexistía,ytampocoestabaseguradequelahubieraelegidodeseraúnposible.Elveranomehabíacambiado.
Queríaencontrarmipropiocamino.
En el trabajo andábamos cortos de personal. Inny había llamado para decir que estaba enferma, yDixieJoestabaalteléfonotratandofrenéticamentedeponerseencontactoconDeirdreparaversipodíaayudarenlahorapunta.
—¿Hahabidosuerte?—pregunté,asomandolacabezaporlapuertadesudespacho.—No.—DixieJosefrotólassienes—.Yaesmalasuertequepaseunsábadoporlanoche.—Harétodoloposibleporatenderyosolaaloscoches.—Oh,yalosé.Noesesoloquemepreocupa.EsInny—admitió—.Noconsigocontactarconella.
Llamóhacehorasparadecir que estaba enferma.Dejó elmensaje en el contestador.NoespropiodeInny.Siseencontraramalparavenira trabajar,me lodiríaa lacara.Seofreceríaparabuscarmeunasustituta.Nosemequitadelacabezaquemeevitaapropósito.¿Yporquéquerríahacerlo?
—Saledecuentascualquierdíadeestos—lerecordé.EncasateníaunregaloparallevárseloaInnyencuantomeenteraradequehabíaidoalhospital—.¿Creequesehabrápuestodeparto?
—Lo he pensado y he llamado al hospital.No ha ingresado.No responde almóvil. ¿Y si está en
algunacarreterasolitaria,enlapartedeatrásdesucoche,tratandodedaraluzellasola?—¿Haríaunacosaasí?—Lepreocupanopoderpagarlafacturadelhospital.—Volvióafrotarselassienes—.Hacemeses
quetrabajaturnosextraparaahorrar.Suspadresnolaapoyan.Lehandichoquenoquierensabernadadeella si se queda con el bebé. Incluso le han amenazado con no pagar las facturas. Legalmente estánobligadosapagarlas,porsupuesto,peroahoraesunacuestióndeorgullo.Innynoaceptarásuayuda.Sitemenopoderpagarelhospital,creoqueescapazdedaraluzenuncampo.Cualquiercosaantesquepedirlesdineroasuspadres.Deberíahaberacudidoamí.Ledijequeacudieraamí.
—Noloharánunca.—EnlosdosmesesquehabíatratadoaInny,jamáslehabíavistopedirayuda.Incluso con los tobillos hinchados y el vientre tan abultado que parecía haberse tragado un balón deplaya, senegabaa sentarsepara tomarseundescansoal finalde lanocheydejarque fuerayo laquerellenarasussalerosypimenteros.Estabadecididaahacerlotodoellasola.
—Muchachaestúpida—exclamóDixieJo.Apartósusilladeunempujónyempezóapasearseporlaoficina—.Muchacha terca y cabezota.—Le cayó una lágrima por la mejilla—. Necesito estar sola,Stella.NecesitopensaradóndeiríaInnyatenerelbebé.
—Puedoayudarleabuscarla.Ahoraodespuésdemiturno.Simplementedígamequéquierequehaga.—Yo también estaba preocupada por Inny, sobre todo ahora que conocía mejor su situación. Si suspadresnoaceptabanelbebé,hacíatiempoqueInnydebíadehaberdescartadolaideadepedirlesayuda.Pormuydesesperadaqueestuviera,loharíatodosola,aunqueesolamatara.
—Te lo agradezco—dijoDixie Jo, y en su semblante se reflejabaunahondapesadumbre—,perotemoqueencualquiercasolleguemosdemasiadotarde.
DespuésdeltrabajoencontréunanotabajoellimpiaparabrisasdelacamionetadeCarmina.EradeChet,ylanoticiaquemedabanomejorómiestadodeánimo.
Dustynosehabíapresentadoeneltrabajo.Chethabíaestadotrabajandoenelranchohastalapuestadesol,ynohabíaoídoelmensajequelehabíadejadoeljefedeDustyenelmóvilhastamástarde.Peoraún, Dusty se había apoderado del dinero que Chet guardaba en casa para emergencias. Habíadesaparecido todo. Chet estaba buscando a su hermano y me llamaría a casa de Carmina en cuantosupieraalgo.
YonoqueríapensarmaldeDusty,peroteníaelpresentimientodequeestabaimpacienteporiniciarsunegocioconCooter,aunqueparaesotuvieraqueengañarasuhermano.Resultabadifícilnopensarenelparalelismoconmimadre.Habíasidosolounavez,peromehabíarobadodineroparadrogarse.Eldineroestabaenmimonederoalirmealacama.EllasefuedefiestaconSandy,yalamañanasiguienteel dinero se había esfumado.Quizás habría vuelto a robarme, de no haber aprendido yo a ocultar eldinero.
Mehabíaquedadodormidacon laventanaabierta, invitandoalmenorasomodebrisaquepudierahaberaentrarenmicuarto,yelruidosordodelaScoutmedespertóalinstante.Aoscuras,mepuseunospantalonescortosybajécorriendo.
Chetsebajódelacamionetaconmovimientospesados,loshombrosencorvadosylosojosapagados.Memiraba,peronoparecíaverme.Sequedóparado,aturdido,parpadeandocomosisehubieraperdido.EnseguidacomprendíqueeraporDusty.Algohorriblehabíaocurrido.
—¿Chet?—DeslicélospiesdentrodeloszuecosdegomadeljardíndeCarminaybajécorriendolos
escalones del porche. El aire nocturno era denso y cálido, pero la expresión de Chet me produjoescalofríos,ydeseéhabermepuestoalgoencimadeloshombros—.EsDusty,¿verdad?
ChetsedeslizóhaciaelsueloyapoyólacabezaenellateraldelaScout.Surostro,quesiempremehabíaparecidofuerteyconfiado,reflejabaextenuación.
—Selohagastadoabsolutamentetodo.Susahorrosparalauniversidad.Eldineroquehaganadoesteverano,nuestrofondoparaemergencias.Casicincomildólaresdesaparecidos.
—¿Drogas?—preguntéenvozbaja.Élrioconasperezaysutonoglacialvolvióaprovocarmeescalofríos.—Ojaláselohubierapulidoendrogas.Drogasquepudieravender.Drogasquedieranbeneficios.Ha
usadoeldineroparacontrataraunacomadrona.Sunoviaestáembarazada.Yonisiquierasabíaqueteníanovia.
Ahorametocabaamíparpadear.Mequedéconlamiradaperdidayelnombremevinosinquerer.—Inny.—Sevanaquedarconelbebé.¿Mehasoído?¡Sevanaquedarconelbebé!—gritó,enfurecido—.
NomedigasquedeberíaalegrarmedequeDustyaceptesuresponsabilidad.Porunavezenlavida,noquieroquesearesponsable.Quieroqueseaegoísta.Igualqueyoahora.
—¿Hasintentadohablarconél?—Me ha dicho que no tenían suficiente dinero para el hospital, así que han contratado a una
comadrona. Me ha dicho que se quedarán con el bebé, y en cuanto he asimilado sus palabras, heempezadoagritarleparaintentarhacerlerazonar.Lehedichoquesinodaelbebéenadopción,leecharédecasa.Mehacolgado.—Chetrespirabaentrecortadamenteysussombríosojoslanzabanllamaradas—.Noquiere escucharme, pero sabeque tengo razón.Si se queda el bebé, todohabrá terminado.No irájamásalauniversidad.Sequedaráaquí,enluciendopiscinashastaquelaespaldayanoleaguantemás,yluegosepondráatrabajarenelferrocarrilenNorthPlatte.Noesesoloquemispadresquerían.—Semesó loscabellos—.Noestoyhechoparaesto.Hefracasado.Lehefalladoa todoelmundo.PoresoDustyqueríaasociarseconCooterSaggory,paramantenerasunoviayalbebé.Nomedicuenta.Nomeenterédenada.Todosedesmoronaamialrededor.
Yonosabíaquédecir.Lecogílacaraentrelasmanosyapoyélafrenteenlasuya.Mismanoseranfirmes,peronotabaqueempezabaaderrumbarme.LoqueChetnohabíadicho,aunquelosabíatanbiencomo yo, era que si Dusty no podíamantener a su bebé como creía, Chet le ayudaría. Ahora estabacabreadoyamenazabaconecharledecasa,perono loharía.Cuandosecalmara,aceptaríaqueeraeltutorlegaldeDustyyleayudaría...acostadesuspropiossueñosysufuturo.
—Oh,Chet—dije,sintiendoquesemepartíaelcorazónporél.—Suspadresya lahanechadodecasa—dijo conbrusquedad—. Innyno tieneadónde ir.Solo la
aceptarándevueltasidaalbebéenadopción.—Nolohará.Susojos,llenosdeperplejidad,seencontraronconlosmíos.—¿Tieneellalamenorideadeloquesignificasermadre?Dustydicequesabequenoseráfácil,pero
enrealidadnotienelamenorideadeloqueleespera.Noesquenoseafácil.Esqueserálomásduroconloqueseencuentreentodasuvida.Noestápreparado.Élcreequesí,perosoloesuncrío.Aúnnohavividosupropiavida,¿cómovaaocuparsedelavidadeotrapersona?
Loabracéconmásfuerza.Noteníarespuestasasuspreguntas,peroloúltimoquenecesitabaChetenaquelmomentoerasentirsesolo.Almenospodíaescucharleyofrecerlemicompañía.
—LehedichoaDustyqueellanopuedevivirconnosotros—explicóChetcontonolúgubre—.Mehe reído al oír su sugerencia. Le he llamado idiota y unas cuantas cosasmás. Le he dicho que no sepresentaraencasaconellaoconelbebéporquenolesdejaríaentrar.
»Qué ironía —prosiguió—. Esta semana en el trabajo estábamos castrando toros y no suelo serquisquilloso,peroestavezmeheparadounmomentoyhesentidounpocodepenaporellos,¿sabes?YentonceshaocurridoestoconDustyymiprimerpensamientohasido:no, lacastraciónnoesmalaenabsoluto.Hayqueaplicárselaalossereshumanos.
Pretendíahacerunabroma,peroyonoteníaganasdereír.—VoyadejarqueInnysevengaaviviracasa,¿verdad?Nosésieslocorrectoolapeorideaquehe
tenidoenmivida,peromeaterradarmibrazoatorcerydejarqueellayelbebévivanconnosotros.—¿Quéhabríahechotumadre?—Mientrasesperabaaquemecontestara,mehicelamismapregunta.
¿QuéhabríahechomimadresiReedmehubieradejadoembarazada?Dabaigual.Yomehabríafugadoconél.Nomehabríaquedadoencasaeltiemposuficienteparaversureacción,porquelociertoeraquea ella le habría sido indiferente. Era culpa de las drogas. Lo despojaban a uno de la capacidad depreocuparseporcualquierotracosaquenofueraconseguirmásdrogas.
—Si no la acepto en casa, Dusty dejará el instituto para buscarse un trabajo a tiempo completo.Tendráquepagarunalquiler,comida,facturasytodolodemás.Suvidaseacabaráahí.
—Seguramenteescierto.Chetvolvióasuspirar,peroestavezsucuerposerelajóysupusequeesoqueríadecirqueyateníasu
respuesta.—Aquímetienesparaayudarte,yalosabes—dije.Apoyé la mejilla en su hombro. Él me acarició el pelo distraídamente y dejó escapar otro triste
suspiro.—¿Quéhehechoparamereceresto?—A Carmina se las hiciste pasar canutas—dije, con una leve sonrisa—. Hay quien lo llamaría
karma.Élseechóhaciaatrásparamirarmealosojos.—Mereferíaati.¿Quéhehechoparamerecerte,Stella?Hecometidoerrores.Lahejodidomuchas
veces.Asíque,¿cómountíocomoyopuedeacabarcontigo?—Habíaauténticoasombroenelmodoenquememiraba.Siantesmesentíaculpable,noeranadacomparadoacómomesentíaahora.
Cuando apretómi cabeza contra su pecho, respiró hondo.Tenía que contarle que iba a abandonarThunderBasin.
Nopodíaposponerlomás.
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Unosdíasmástarde,estabaarrodilladaentrelosrosalesdeCarmina,absortaenlatareamecánicadearrancarmalashierbasmientrasreuníaelvalorsuficienteparallamaramimadreydecirle,primero,queibaatestificar,ysegundo,queyanolaodiaba.
Despuésdecolgarleelteléfonodurantenuestraúltimaconversación,mehabíajuradoquenovolveríaahablarconella.Peroeraelvenenoelquehablaba,tratandodeseguirenraizadoenmí,llenándomedeamargarabia.Teníaquellamarla.Estavezyopondríalascondiciones.Teníaqueexorcizarlosfantasmasdelpasadoyseguiradelante.
Nuncahabíaperdonadoanadie(almenosoficialmente,comoenunconfesionarioconunsacerdote),ynoacertabaadarconelequilibrioentreloquequeríaquemimadreoyerayloquequeríaquesintiera.
Noqueríaque,cuandonuestraconversaciónacabara,mimadrecreyeraquenoteníalaculpadenada,que su comportamiento podía excusarse. Supongo que quería que supiera que no iba a permitir quevolvieraahacermedaño...perosiellaqueríafustigarseasímismaporlasmalasdecisionesquehabíatomado,puesadelante.
Carmina no lo aprobaría, pero tenía que empezar por algún lado. Quizá más adelante decidiríaperdonardeltodoamimadre.SeguíasincreerenDios,peromeparecíalógicoque,sirealmenteexistíaun gobernante supremo del universo, no podía esperar que unas emociones contenidas durante tantotiempo se olvidaran en un instante. Decidí que el perdón llevaba su tiempo. Era un proceso. Mejorempezardespacioquenoempezarenabsoluto.
Oí laScoutacercándosepor lacarretera.Meechéhaciaatrásymequité losguantes, justocuandoChetgirabaparaenfilarelsenderodeentrada.
—¿Estásocupada?—mepreguntó,dejandoqueelbrazocolgara fuerade laventanilla.Llevabaelsombrerovaquerocaladosobrelosojos,quelanzabanchispasmaliciosas.
—Estásdebuenhumor.—Siaceptasvenirconmigo,seráaúnmejor.—¿Quétienespensado?—¿Hasidoalgunavezaunrodeo?—¿Convaquerosypayasos?Unasonrisabailabaensuslabios.—Sí.Yconvaquerosmontando torosy lanzandoel lazo,carrerasdecarromatosyniñosmontando
ovejas.—No—dijeconcautela.NadadeloquehabíadichoChetparecíahechoparamí,aunqueenrealidad
nohabíaentendidonilamitad.—Sube.—Señaló con la cabeza el asiento del copiloto—. Estás a punto de recibir una lección
cultural.—Mira,creoquenosabes loquesignifica lapalabracultura.¿DóndeestáDusty?—preguntépara
ganartiempo.—Encasaconsunoviayelbebé.Vamos.Eltiempoesoro.InnysehabíatrasladadoavivirconDustyyChetduranteelfindesemana.Yohabíaidoavisitarlaya
darlemiregaloparaelbebé(unaniñaalaquehabíanllamadoBeatrix),peroInnyestabadormida.Me
moríadeganasdehablarconellayponerlaaldíasobrelosúltimoschismesdelSundown.—Nosé—dije,eludiendoaúnlarespuesta.NoeraquenoquisierasalirconChet,pero...¿unrodeo?
¿Nocriticabanlosrodeoslosactivistasdelosderechosanimales?Además,imaginabaunsuciocamióndecomidadondevendíantestículosdetorofritosalladodechurrosybuñuelos.
—No te lopienses tanto—dijoél, sonriendoalvermiexpresión,quedebíadeparecer realmenteturbada.
—Nadadetestículosdetoros—respondíalfin—.Esmiúltimaoferta.—Tratohecho.—Ysillueve,buscaremosrefugio.—Negrosnubarronesensombrecíanelhorizonte,aunqueelsolde
latardebrillabaconfuerza.Enelpronósticodeltiemponohabíandichonadadelluvia,peronuncasesabía.
—Nadadeconcursodecamisetasmojadashoy,deacuerdo.—Carminasehaidoacomprar.Dejaquemecambiederopayleescribaunanota.Unavezenmicuarto,mepuseelvestidoamarillo,dejéunanotaparaCarminaenlacocina,yagarré
unpardeCoca-Colasheladasdelanevera.—¿Voy bien vestida para un rodeo? —pregunté a Chet, girando para que me viera bien. Había
conjuntadoelvestidoveraniegoconlasbotasquemehabíaregaladoCarmina.—Parecesunanativa.LearrojéunadelasCoca-Colasymesubíalacamioneta.—Primerotengoquedejarunosequiposderodeo,peronotardaremosmucho—dijoChet,poniendo
lamarchaatrás—.MiltonSwopemeremitióaunvecinoquetieneunpardevaquerosquevanacompetirestanoche,montandopotrossalvajesapeloyconsilla.Tengoquellevarleselequipo.
Treinta minutos más tarde, llegamos a la parte posterior del estadio del rodeo. Camionetas yremolques para caballos atestaban el camino polvoriento y lleno de surcos que rodeaba el estadio.Estábamos en el lado opuesto a las gradas, y desde allí veía que empezaban a llenarse, aunque aúnfaltabamediahoraparaqueempezarael rodeo.Cuandopasamospordelantede las rampasdecarga,Chetseñalóaunaseriedevaquerosqueestirabanlaspiernas.
—Esos que están calentando son los que montan potros salvajes a pelo. Tienen que atarse lasespuelas,hacersentadillasparaestirarlaentrepierna,yporsupuestomascartabaco,trasegarcervezaeinsultaralosrivales.
—¿Quéaplastanconlosguantes?—Colofonia.Frotanconellarápidamentelacuerdaconlaquevanamontarparaquequedepegajosa.—Parecennerviosos.—Enpartesí,claro,perosobretodoestánconcentrados.Imaginandoelpeoryelmejordeloscasos.
Soñandoconelpremio.Estánenjuegocienmildólaresestanoche.—Caramba.—Eramuchomásdeloquehabríaimaginadoparauneventodepueblo.Acontinuaciónpasamospordelantedelchiquero.Lacercaeraalta,perovislumbréunapielnegra
sobreunospoderososcuartostraserosyunosafiladoscuernos.—¿Cómofuncionalodemontartoros?—pregunté—.MedijistequeelnoviodeSydneymontatoros.
¿Estáaquí?—A lomejor. Si hay un deporte del rodeo que yo no probaría, es el demontar toros.Demasiado
arriesgado.Cuandoerapequeño,viaun jinetealqueel toro lehabíaensartadoelmuslo,cercade laentrepierna.Coneso semequitaron lasganas enseguida.Pero es emocionantever cómo lohacen.Un
jinete puede obtener de cero a cien puntos. Cualquier puntuación por encima de setenta y cinco esimpresionante.El jinete tienequepermanecer sobre el torodurante ocho segundospara obtener algúnpunto;sisecae,lospuntossonparaeltoro.Sieljinetetocaeltoro,lacuerdaoasímismoconlamanolibre,lamanoquesiempreseleveenelaire,quedadescalificado.
—Siemprehabíacreídoquelamantienenenaltoparaguardarelequilibrio.—Alosjineteslosjuzganporelestiloyelcontrol,porcómosincronizansusmovimientosconlosdel
toro,yporcómosecomportaeltoro.Sielanimalesmásagresivodelonormalyselohacepasarmalaljinete, se le danpuntos extra.Al cabodeocho segundos, suenaunabocinay el jinetepuede saltar alsuelo.
Habíavistopelículasdevaquerosconzahonesycamperas,contorsionándoseyagitándosecomounamuñecade traposobreun toroquecorcoveaba.EstabadeacuerdoconChet:noeraalgoquequisieraprobar.
Chet aparcó a cierta distancia de los cajones de salida, y descargó un par de cajas de la parteposteriordelaScout.
—¿Teayudo?—meofrecí.—No.Estoyenunmomento.Cuandodesapareció,apoyélasbotasenelsalpicaderoyobservéalosjinetesqueseestirabanporel
espejoretrovisor.LamenténohabermepuestoelsombrerovaqueroquemehabíaregaladoChet.Podríahabermehechounaselfiecampestreconelchiquerojustodetrásdemí.
Pero como ya no usaba las redes sociales (el gobierno había cerradomis cuentas), tampoco teníaningúnsitiodondecolgarlafoto.Yluegoestabaelproblemadenotenercámaraenelmóvil.
Saquéelmóvildeprepagodelbolsoyledivueltasentrelasmanos.Aúnnosabíaquéibaadecirleexactamente amimadre.Y aun cuando tuviera las palabras ensayadas, temía olvidarlas y ponerme agritaro,peoraún,allorar.
Llevabadíasbuscandolaspalabrasadecuadas,peroempezabaaaceptarqueaquellaconversaciónnoera de las que se ensayaban. Jamás daría con las frases perfectas. Quizá debía cambiar de enfoque,lanzarmesimplementeytenerfeenquelaspalabrasbrotaríancuandolasnecesitara.
Podíallamarlaahora,mientrasesperabaaChet.Conlaayudadeunahondainspiración,marquéelnúmerodelaclínicadedesintoxicación.Antesde
quepudierareprimirlaagitaciónquenotabaenelestómago,mecontestólarecepcionista.—ConSavannahGordon,porfavor—pedí.CarminamehabíadichoqueelDepartamentodeJusticia
lehabíadadoamimadreelmismoapellidoqueamí:Gordon.—Unmomento.—Despuésdeunapausa,suvozvolvióalalínea—.Losiento,SavannahGordonya
noestáconnosotros.—¿Cómo?—Hasolicitadoelaltaestamañana.—Nopuedeser.Debedehaberunerror.Vuelvaacomprobarlo.—Estáaquí,ensuhistorial.Haabandonadoelprogramavoluntariamente.—¿Adóndehaido?—A los pacientes no se les pide esa información. ¿Señorita? Tengo otra llamada. ¿Le importaría
esperarunmomento.—Sí,meimportaría—leespeté—.Necesitosaberadóndeseha idoSavannah.—Sabíaquenome
serviríadenadaalterarme,peroestabademasiadosorprendidaparasercortés.¿Mimadrehabíadejado
solo la rehabilitación, o también el programa de protección de testigos? Sabía que el programa eravoluntario, y que podía abandonarlo cuando quisiera, pero no sería tan estúpida como para volver aasumirsuverdaderaidentidad.
¿Sabíalafiscalíaloquehabíahecho?—Noesnuestrapolíticahacerunseguimientodelospacientesunavezqueabandonanelprograma—
dijolarecepcionistacontonoenvarado.—Ya,graciasporsuayuda—dije,ycolgué.Mequedémirandoalvacío,perpleja.¿Porquémimadrehabíaabandonadolarehabilitación?Porquenecesitabadrogas.Esaeralarazónporlaquesiempreseiba.Ysihabíavueltoalasdrogas,
tambiénhabíavueltoaPhilly.Nopodíacreerquehicieraalgotanpeligroso.¿Nosehabíaparadoapensarenlosriesgos?Silos
hombresdeDannylaencontraban,lamatarían.Dabaigualquenoquisieracooperarconlasautoridades;Danny no lo sabía.Y desde luego no la amaba. ¿Valía la pena perder la vida por colocarse? ¿Habíadedicadounsolomomentoapensarencómopodíaafectarmeamísutemeridad?
Eralógicopensarquelafiscalíalehabríadadoamimadreminuevonombre:StellaGordon.SiloshombresdeDanny lapillabancuandoestabacolocada,quizámedelataría.Se lopodíansacarpor lasmalas.Noqueríacreerquepudieratraicionarmeestandosobria,peronoestabasegura.Enlotocanteamimadre,nohabíanadaseguro.
Teníaquereflexionar.EstandoDannyentrerejas,¿aquiénllamaríaellacuandollegaraaPhilly?ASandy.
SimimadrehabíavueltoaPhilly,Sandylosabría.Mimadrequerríairsedemarchaconella.Mehabíanadvertidoquenodebíaponermeencontactoconningunapersonademividaanterior,pero
no pensaba quedarme sentada y dejar quemimadre se hicieramatar.Y tampoco iba a dejar quemepusieraenpeligroamí.
Deliberadamente puse freno a mis pensamientos. Tenía que actuar con inteligencia. La banda deDanny Balando vigilaba quizás a Sandy, esperando que tarde o temprano mi madre aparecería. Elalguacil Priceme había dicho que una de las estrategias deDanny (y del cártel, si este le apoyaba)consistiríaenvigilaranuestrafamiliaylosamigosmásíntimos,esperandopacientementeaqueunodenosotros diera unmal pasoy se pusiera en contacto con ellos.Tenía que sermuymuy cuidadosa.Nopodíadespertarlamásmínimasospecha.
EnunaocasiónReedmehabíadichoqueelmejormododeevitarquerastrearantullamadaerausarunteléfonodeprepagodesechable,porquesolopodíarastrearsesiestabaencendido.SabíaquellamaraSandynocarecíade riesgos,peropodía reducirdrásticamente lasposibilidadesdequemepillaransiapagaba el móvil y lo tiraba a la basura inmediatamente después de usarlo. Para encontrarme, losesbirrosdeDannyBalandotendríanqueestarescuchandolasllamadasdeSandy,tendríanquereconocermivoz,y tendríanqueaveriguardesdequé teléfono llamaba.Seguiríaexistiendoun riesgo,peroseríamínimo.
Hechaunmanojodenervios,llaméaSandy.Sunúmeroestabafrescoenmimemoria.EnPhilly,lasnochesquemimadrenovolvíaacasa,sabíaquedebíallamaraSandy.Siempreibanjuntas.Sinohabíanperdido el conocimiento, por lo general una u otra era capaz de indicarme una dirección. Luegometocabaamíirenbuscademimadreyllevarladevueltaacasa.Cerrélosojosynotéquemebrotabanlaslágrimas.Losrecuerdoserandolorosos.
—¿Sí?—respondióSandycontonomalhumorado,perosobria.
—¿PodríahablarconSandyBroucek,porfavor?—Adoptéunavozligeramentemásgrave,aunquenotemía queme reconociera. Solo habíamos hablado unas cuantas veces ySandy no frecuentaba nuestracasa.Mehabíadadocuentadesdeelprimermomentoqueyonoleinteresabaenabsoluto.
—¿Quiénes?—quisosaber.—SoyMaryDutton.TengoamicargovariascuentasanombredeSavannahGoodwinnynoconsigo
contactar con ella. La tiene a usted anotada como contacto principal. ¿Estaría usted dispuesta aproporcionarsuinformacióndecontactoactualizada?
—¿Ustedquées,cobradoradedeudas?Yonosabíasilosauténticoscobradoresdemorososteníanqueanunciarsecomotales.Encualquier
caso,noteníaporquéregirmeporsusnormas.—Trabajo con Keystone Financial Services. Se han producido importantes actualizaciones en las
cuentasdeSavannahqueafectaránafuturastransacciones.Esurgentequeselonotifique.—¿YporquéSavannahibaadarminúmero?—exigiósaberSandycontonoaúnmásirritado.—Partedemitrabajoconsisteenencontrarla,yhastaquedispongadesunúmerodeteléfonoydesu
direcciónactuales,tengoqueseguirllamandoaestenúmero.Estas últimas palabras parecieron darle que pensar. No hizo una pausa demasiado larga antes de
contestar.—Vale,estábien.Puedodarlesunuevonúmero.Hatenidosuerte.Hacíamesesquenosabíanadade
Savvy,peromehallamadoestamañana.Unmomento,aquíestá.¿Lista?—Lista.—Intentésonartranquilaynodelatarmiimpaciencia.—Prefijodosunocinco...Anotéelnúmero,lorepetíyluegodiporterminadalallamada.Lasiguienteeramásdifícildehacer.Cuandomimadrecontestara,necesitaríadetodamifuerzade
voluntad para no gritarle. Estaba furiosa y disgustada, pero si quería que cooperara, tendría quemostrarmetranquila.Simanteníalasangrefría,quizásellameimitara.Quizápodríarazonarconellaypersuadirladequevolvieraarehabilitación.
Elteléfonosonóysonó.Cadainstantequepasaba,notabaquemiirasedesvanecía,sustituidaporlapreocupación.¿Ysilehabíaocurridoalgo?
MebajédelaScoutypaseédeunladoaotrodelantedelacamioneta.Mecayeronunascuantasgotasde lluvia en los brazos, pero por el aspecto del cielo, parecía que al final no llovería. Chet estabatardandomucho.Oíaaloslocutoresdelrodeoalolejos,presentandoalosparticipantesenelconcursodearrojarellazo.
Mesentéenelparachoquesehiceunesfuerzopordominarlosnervios.Noibaadejarmellevarporelpánicohastaquetuvieraunmotivoreal.Quizámimadreestabademasiadocolocadaparacontestaralteléfono.Nopodíadejarleunmensaje,erademasiadoarriesgado.Tendríaquevolverallamarla...
Me odié amímisma al notar que estaba al borde de las lágrimas.No lloraría por ella.No se lomerecía.
—AlhablaThomasDickerson.—Lavozmasculinadelotroladodelalíneamesobresaltó.—Eh,sí,¿estáSavannah?—pregunté,adoptandolamismavozgravedeantes.—¿Quién?Repetíelnombredemimadre.—Losiento,sehaequivocadodenúmero.Comprobéelnúmero.Lohabíamarcadocorrectamente.
—NoconozcoaningunaSavannah—añadióél.Nomelopodíacreer.Sandymehabíadadounnúmerofalso.Deberíahaberloimaginado.Colguéeinmediatamenteapaguéelmóvil.Luegoloarrojéaunbarrilquehacíadepapelera.VolvíasubiralaScout,sintiéndomeengañada.Mevinoalacabezatodaunasartadeinsultospara
Sandy. Tendría que pensar en otro modo de ponerme en contacto con mi madre. Temía que se meestuviera acabando el tiempo.Nopodría eludir a los hombresdeDannymucho tiempo, sobre todo siestabacolocada,loqueafectaríaalapocacapacidadderazonamientoquelequedara.
Teníaque contárselo aCarmina.Desde luegonopodíaocuparmedel asuntoyo sola.CuandoChetvolviera, le explicaríaquemehabía surgidouna emergenciayquenecesitabavolver a casa.CarminallamaríaaPriceyellosenviaríanaunequipoenbuscademimadre.
Esofueloúltimoquepenséantesdequealguienabrieralaportezueladesdefuera.Yoteníaelhombroapoyadoenellayestuveapuntodecaer.Conseguíevitarlo,peromeencontrécaraacaraconTriggerMcClure.
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—¿Quéhay,señorita?—dijoconvozmelifluaenlasuperficie,peroglacialysombríaenelfondo.Unleve rubor teñía sus mejillas y tenía los ojos ligeramente velados. Llevaba una botella de cervezacolgandoentrelosdedos.
—Aléjatedemí,Trigger.Élsellevólabotellaaloslabios.—No.Nolocreo.—Entoncesvoyabajartedeestacamionetaytevoyapatearelculo.—Nopretendohacertedaño—dijoélalzandolasmanos—.Soloquierohablar.—¿Hablar?¿Metomaselp...?—Noheterminado.Metocaamíhablar.Luegotetocaráati.Asíescomofunciona.—Funcionaasí:voyadarteunpuñetazoenlajeta.—Parademostrarlequenoeraunaamenazavana,
lepeguéunpuntapiéenlapiernaylehiceperderelequilibrio.Undestellodeiraasomóasusojos,perolodominóinmediatamente.Subocasecurvóenunalenta
sonrisa.—Alfinhedescubiertodequéterecordaba,porquémesonabastanto.Lasfotosdelcampamentode
béisbol. Eres la novia. Tenía montones de fotos tuyas. Estás distinta ahora, por eso no te reconocíenseguida.
—¿Qué?—Elcampamentodebéisbol.Hacedosveranos.Eracompañerodeliteradetunovio,ReedWinslow.Sentí queme quedaba sin respiración, igual que sime hubieran dado un puñetazo en el estómago.
Miré a Trigger boquiabierta. Noté que enrojecía por la conmoción y la sorpresa. ¿Conocía a Reed?¿Triggereraelcompañerodecuarto«gilipollas»delquesequejabaReed?¿PoresomesonabaTriggerlaprimeravezquelovi?¿PorqueReedmehabíaenseñandofotosdelcampamentodebéisbol?
Sí.Triggerlohabíaadivinadoantesqueyo.Recobrélacomposturaylelancélamiradamásridículayextravagantedequefuicapaz.—Nosédequémehablas.—Reed no estabamal. Como jugador de béisbol o como compañero de cuarto.—Se encogió de
hombros—.Pensabamantenerelcontacto.Peronolohice.¿QuétalandaelbuenodeReed?¿Vosotrosdostodavía...?No,nopuedeser.ÚltimamentetelomontasconChetFalconer.—Antesdequepudieradecirle lo que opinaba de sus estúpidas y groseras especulaciones, añadió como si tal cosa—: LosPhillieseraelequipofavoritodeReed,porqueéleradeFiladelfia.Teníaacento,comoesosacentosdeNuevaYorkqueseoyenenlatele,perounpocodistinto.Tútieneselmismoacento.Estáspálida,Stella.¿Puedoofrecertealgodebeber?—preguntó,fingiendopreocupaciónaltiempoquemetocabaelhombrocomosiquisierasostenerme.
Leapartédeunmanotazo.—¿QuéhaceunachicadeFiladelfiaenThunderBasin?¿Formapartedetugransecreto?Levantélabarbilla.—Estoyenelsistema,idiota.Meenvíanconpadresdeacogida.Sí,soydePhilly,¿yqué?
—¿Padres de acogida?—Meneó la cabeza para mostrarse en desacuerdo—. No es así como lorecuerdoyo.RecuerdoperfectamenteaReeddiciendoquetufamiliateníadinero.Tumadreeraunadesusmejoresclientas.Teníaunviciomuyfeo.Sí,estoyenterado.¿Seguroquenoquieresbebernada?Dalaimpresióndequetesentaríabien.¿No?Supongoqueeslógico.Tienesmiedodevolverteigualquetumadre,¿no?Unaborrachayunaadicta.Dicenquelaadicciónsepuedeheredar;esgenética.Perononossalgamosporla tangente.Túhastenidotantospadresdeacogidacomoyo.Amenos,claroestá,quetumadre sufriera una sobredosis y estirara la pata. Pero entonces tú ahora estarías viviendo con algúnfamiliar.Conesaricayextensafamiliatuya.Asíque,¿quéhacesaquírealmente?—mepreguntó—.¿Quéhaceunachicaricaprivilegiadaenmipequeñorincóndelmundo?
—¿Quéhasdichodemimadre?—Metemblabalavoz,nosabíasiporelmiedoolaira.—Oh. —Puso los ojos en blanco—. ¿No lo sabías? Vaya, ahora me siento un mierda. No me
correspondíaamídecirtequeReed le suministrabaOxyContina tumadre.Era suespecialidad.Teníamontado todounnegocio enel campamento.Se lovendía a losdemás jugadores.Alardeabadehaberganadolosuficienteenelcampamentopararecuperarloquehabíapagadoporlamatrícula.Alardeabadequeestabaahorrandoparacomprarseunacasapropia.Ibaadejarlacasadesuspadresparavivirconsuchica.—Susojosmelanzaronunamiradapenetrante—.Tú.
Mentiras. Trigger no decíamás quementiras. Yo conocía a Reed. Había estado enamorada de éldurantedosaños.Enesetiempo,nohabíaotrapersonaenelmundoconquientuvieraunarelaciónmásíntima.Mehabríaenteradosi élhubiera sidouncamello.Lehabíaconfesado lode laadiccióndemimadre,yélsehabíamostradomásquecomprensivo.Mehabíaapoyado.Mehabíaamado.Imposiblequefuerauncamello.Habríanotadoalgúnindicio.
Todas aquellas noches que volvía yme lo encontraba en casa,me estaba esperando.Me negué aconsiderarsiquieralaposibilidaddequeenrealidadestuvieraallípormimadre.LanochequeDannyBalandolehabíagolpeadoconunallavedecruz,Reedestabaenmicasaesperándomeamí.NoestabaallíparavenderOxyContinamimadre.
Peroerasudrogafavorita.JuntoconlaheroínaquelesuministrabaDanny.UncamelloparaelOxyContinyotroparalaheroína.No.Oh,Dios,porfavor,no.SabíaquelamadredeReedtomabaOxyContinparaeldolordelafibromialgia,peroahoraparecía
que,obienélvendíapartedeloquelerecetabanasumadre,oalmenoshabíadescubiertoloqueeracapazdehacerladrogaviendoasumadre.¿CómopodíaReedhacermedañodeesamanera?Losojossemellenarondelágrimas,peromeneguéapestañearportemoraquesedesbordaran.
Triggerseinclinóhaciamí,apestandoaalcoholyhablandoensusurros.—Notepreocupes,cariño.Tusecretoestáasalvoconmigo.Dehecho,creoquevoyadejardehurgar
entupasado.Tussecretosnodespiertanlomásmínimomiinterés.Porque... túnomehasdadoningúnmotivo para hacerte daño, ¿verdad? Usa esa bonita cabecita tuya para pensarlo. —Su expresión seendureció—.Esoes,Stella,yosiempregano.
Estaba temblando. Se había levantado viento y refrescaba un poco, pero el frío que yo sentía erainterior.Lossecretosempezabanadesvelarse,yyohabíasidotanegoísta,habíaestadotanensimismada,quenomehabíadadocuentadequenoeralaúnicaquelosguardaba.¿Cómohabíanpodido?Seguroquelosdosmehabían tomadoporuna idiota.Unaniñaestúpida, ciegaycrédula.Elasombroempezabaacederpasoaunasensacióncrecientedetraiciónyhumillación.Habíanactuadoamisespaldas.Reedno
eramialiado.Eraelcamellodemimadre.¿Mehabíausadoparaacercarseaella?¿Olehabíagustadoyoprimero,ylaadiccióndemimadrehabíasidounaventajaadicional,unaoportunidadparalucrarse.
Sonarontruenosydiunboteenelasiento.Elmundosehabíavueltosombríoderepente.Unaráfagadevientoheladoentróporlasventanillasabiertas,peroyosentíaunaardientesensacióndemareoenelestómago.QueríaapartaraTriggerdeunempujónyecharacorrer.Queríacorrerycorrer,peronosepodíaescapardelaverdad.
Triggerprofirióunaexclamacióndesorpresaquellamómiatención.Se tambaleó hacia un lado, tratando demantener el equilibrio.Chet estaba detrás de él. El viento
azotabaconfuerzasusoscuroscabellos.Sumiradaeradurayfría.Losrelámpagosdibujabanelcontornodesucara.
—Vuelve a tocarme y te rompo la mano —gruñó Trigger, irguiéndose. Ambos tenían la mismaestatura,perolaseveridaddeChetledabaunaspectomuchomásamenazador.
—Tedijequetemantuvierasalejadodeella.—Esteesunpaíslibre,puedohablarconquienquiera—dijoTrigger,arrastrandolaspalabras.—Cierto—convinoChetyapretóconfuerzalamandíbula—.Perohayunadiferenciaentrehablary
acosar,ymeestoyhartandodetenerquerepetírtelo.Teníamosunacuerdo,túyyo.Stellaytúnotendréisningúntrato.Noteacercarásmásaella.Nolamirarás.Nisiquierapensarásensunombre.Cuandoellaestéenunahabitación,túteesfumarás.Enloqueaellaserefiere,túnoexistes.
—Nomegustanlasamenazas—dijoTriggercondesprecio.Depronto,ChetdiounpuñetazoaTriggerenlamandíbula.Otroviolentopuñetazoenlascostillasy
Triggeraullódedolor.TriggerlanzóelpuñocontraChet,queesquivóelgolpehaciéndoseaunladoyluegoagarróaTriggerporelbrazoy legolpeóen laarticulacióndelcodo.Chetdiopor terminadoelataqueconungolpeenlanariz,quederribóaTrigger.
—¿Quécoñotepasa?—gimoteóTrigger,tratandodeponerseenpie.—Quédateenelsuelo—bramóChet—.Sitelevantas,tegolpearéotravez.—Tevoyadenunciar—gruñóTrigger,perosequedóencuclillas.—Hazlo.Cuéntalealapolicíaquetehanpateadoelculo.Meencantaríaverloescritoenelinforme.
Claroqueserámejorqueesperesamañanaantesdedenunciarme,cuandoestéssobrio,porquelapoliesun poco quisquillosa con los menores que beben. Pero entonces surgirán más preguntas, como porejemplo por qué has esperado hastamañana. Por nomencionar la mala prensa. Apuesto a que a losojeadores de las ligas profesionales les encantará un tipo conmal genio, un tipo al que no se puedecontrolaryconlospuñossueltos.
—¿Másamenazas?—dijoTrigger,escupiendolaspalabrasconelrostrotansombríocomolasnubes.—Soloteayudoavertusopciones.Estascosassiempreseresuelvendedosmodosposibles,opor
lasbuenas,oporlasmalas.Túeliges.—¿Creesquehaylamásmínimaposibilidaddequeelijalomásfácil,dequemedejeintimidarpor
ti?Chetrioporlobajoysefrotólosrojosnudillosenlostejanos,comopreparándolosparaunsegundo
asalto.—Esperoqueprefierashacerloporlasmalas.Nohehechomásqueempezar.—Debesdetenerganasdemorir.Eresunlocohijodep...—Loco no, furioso. Tengomás ira reprimida de la que puedes imaginar.Golpearteme sirve para
desahogarme.Asíque,ponmeaprueba,Trigger.Levántateydameloquequiero.
LaexpresióndeTriggercambió,comosihubieracomprendidoqueChetnoibadefarol.Retrocedió.Levantó una mano para indicar a Chet que guardara las distancias. Con la otra mano se tocaba lamandíbula,queestabaadquiriendountonomorado.
—Tunovianoesquientúpiensas—dijoTrigger,señalándomeconundedoacusador—.Lahistoriade la acogida es una tapadera. Tiene madre, una madre yonqui, en Filadelfia. Y ese no es su únicosecreto.Estoybuscando.Encontrarémás.Hayalgoenellaquedamalaespina.
—Cuandoacabecontigo,lagentedirálomismodeti—dijoChet,avanzandohaciaél.—¿Estássordooqué?—aullóTrigger,alejándoseatrompicones—.Teestoydiciendoquetunoviate
hamentido.Noshamentidoatodos.—Asíquetienesussecretos.¿Yquécoñote importaa ti?—saltóChet,defendiéndome,perose le
notabadolidoporeltonodevoz.LedolíasaberqueTriggerteníarazón.Yolehabíamentidoy,aunqueaparentementenoibaareprochármelo,tampocoloibaaolvidar.Susojoslanzabanchispas—.¿PorquéStellateimportatanto?¿Porquénoladejasenpaz?
—Deacuerdo,tío,cálmate.Memantendréalejadodeella.—Vasahacertodoloposibleparaqueolvidequeexistes.—Sí,sí,esotambién.Loquequieras,tío.—Notendráquevolveraverte.—Si me ve, no será por mi culpa. —Trigger retrocedió cautelosamente sin hacer movimientos
bruscos—.Ahoramevoy.Perotúaléjatedemí,¿meoyes?EncuantoestuvoaciertadistanciadeChet,Triggerdiomediavueltaysealejócojeandoatodaprisa.
Chetyyonosresguardamosdelvendaval,encerrándonosenlaScout.Peroelvientosoplabaconfuerzadescomunal.Inclusodespuésdesubirlasventanillas,seguíasacudiendolacamioneta.
Chetagitóelpuñoyflexionólosdedos.—Hacíatiempoquenogolpeabaanadie.Habíaolvidadocuántoduele.—¿Porquélehasgolpeado?Hasidotan...—Noencontrabalaspalabras.Habíasidotan...impropio
deChet.—TeagredióenelSundown,¿verdad?Élfueelagresor—dijoChetenvozbaja.Traguésaliva.—Chet...—Nomelocontaste.Losabías,peromeloocultaste.—Temíaque fuerasaporél.Teníamiedodeque temetierasenproblemas.NoqueríaqueTrigger
fueralacausadeunamanchaentuhistorial.Oalgopeor.—¿Ah,sí?—Sumiradasevolviómáspenetrante—.Bueno,puesamímedamiedoquetútemetasen
problemas.Cuandopiensoenquetehizodaño,nolopuedosoportar.Nadie,niTriggerniningunaotrapersona,puedehacertedañodeesaforma.Estabasdestrozada,Stella—dijo,alzandolavoz—.¿Cómonomeibaaafectar?Cuandoquieresaunapersona,cuidasdeella.Peleasporella.
Fruncíelentrecejo.—Nonecesitoquepeleespormí.Nosoyunaniñitaenclenque.Sécuidardemímisma.Chetladeólacabezaparaexaminarme.—Estásenfadadaporquelehegolpeado.—No.—Yunamierdaqueno.—Llévameacasa—pedíconelrostrovueltohacialaventanilla,sinmirarlo.
—¿Ahoramevasanegarlapalabra?—Tehedichoquemellevesacasa—dijeentredientes.—Dimequeestáscabreada.Esopuedosoportarlo.¿Peroquenomehables?Llevounañoviviendo
soloconmihermano,Stella.Nojuegoalrollopasivo-agresivo.Dimeloquepiensas.Nomecastiguesconelsilencio.Nometratescomosifueraunadetusamigas.
—Eresuncabróncondescendiente.—Dimequéesloquetemolesta—insistióél,alzandoaúnmáslavoz.Laslágrimasfluyeronamisojos.Queríadecirlequemehabíaofendidoalconsiderarmedébil.Hacía
añosquecuidabademímisma.Chetnoteníalamenorideadeloquehabíatenidoquesoportarnidelofuertequeera.Perosobretodomeasustabapensarqueseestabaenamorandodemí.Noibaapermitirquelucharapormí,paraluegoabandonarle.Noerajusto.Eraunacobardíayyoestabahartadeserunacobarde.Seríamásfácilabandonarlesinoteníaqueenfrentarmeconelhechodequemeamaba.
—Tecabreaquehayapeleadoporti—insistióChet—.Notegustalaagresividadmasculina.Nilaviolencia.¿Alguientehizodaño?¿Alguiendetupasado?¿Eseso?
Mevolvíhaciaél,furiosa.—Cállate,Chet.Cállate.Alvermiexpresión,Chetseinterrumpióbruscamente.—¿Quépasa?Joder,dímelo.Nopelearémás,siesoesloquequieres.Solonecesitocomprenderte.Memeséloscabellos,tratandodecontenerloslatidosdesbocadosdemicorazón.Queríadecirlela
verdad.Estabaahí,esperando,igualquemislágrimas.Podíacontársela.Seríatanagradablehablarleconsinceridad, teneraalguienconquiencompartirmicarga,abrir lascompuertasy librarmeal finde lossecretosquemeenvenenaban.
Pero decirle la verdad no me proporcionaría más que un alivio momentáneo; no resolvería misproblemas,dehecho,losagravaría.EinvolucraríaaChetenunapeligrosatramaconlaquenoteníanadaquever.Asíque,reprimíeldolorymetraguéconesfuerzolaspalabrasquepugnabandesesperadamenteporbrotar.
Envaradoensuasiento,Chetfueelprimeroenhablarcontonoinexpresivo.—Vale.Tellevaréacasa.Encontré a Carmina en la parte de atrás, echando el pestillo a los postigos para proteger de la
tormentalasventanasdelacasa,azotadaporhojasyplantasrodadorasquellevabaelviento.—Malpresagioenelaire—gritóporencimadelhombro,cuandocorríaayudarla—.Latormentava
aserdelasfuertes.—Vioentoncesmiexpresión—.¿Quépasa,Stella?Aunquehabríadeseadonotenerquedecírselo,noveíaotraopción.Entreelegirloquequeríayloque
eramásinteligente,solopodíahaberunarespuesta.DemodoquelecontéqueTriggerhabíadescubiertoque procedía de Filadelfia. Luego le dije quemi madre había abandonado la rehabilitación. Ella nopreguntócómohabíaconseguidoTriggerdesentrañarmipasado,nicómohabíaaveriguadoyoelnúmerodelaclínica;inmediatamenteentróencasayllamóalalguacilPrice.
EldescubrimientodeTriggereraunaamenazaparamiseguridad.Demomentoerapequeña,peroélseguiríaindagando.Alfinalquizásencontraraalgoquesupondríaunpeligromayor.YanoestabaseguraenThunderBasin.
Teníaquemarcharme.
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Esanocheescuchabaelclamordelatormenta.Lasráfagasdeairegolpeabanelcristaldelaventanayel granizo bombardeaba el tejado. Desde la ventana demi cuarto, observaba los granos helados quecubríanelcéspeddeblancoyconvertíanlacarreteraenhielo.Laoscuridaderacompletaysololaluzdelos relámpagos permitía ver el paisaje. Reses y caballos habían desaparecido de los pastos, y lacebadillaseagitabacomolasolasenunmarembravecido.
Lafuriadelatempestadreflejabaelsentirdemipropiocorazón.Pensabaenmissecretos,atrapadosenél,aleteandofrenéticamentecomopájarostratandodeescapar.Losnotabainclusoahoracomopesoabrumador,ymepreguntabaquéhabríasidodeladuraydespiadadaEstella.Mesesatráshabíatomadoladecisióndementiralasautoridades.Alosdetectivesleshabíacontadolahistoriaqueyoqueríaquecreyeran.Aunqueenaquelmomentonocomprendíaplenamenteloqueestabahaciendo,confiabaenmifortalezaymehabíaprometidoamímismaquemellevaríamissecretosalatumba.
Nosabíaqueacabaríanmatándome.El violento estrépito de la tormenta me lastimaba los oídos, hasta que acabé poniéndome los
auriculares. Pero aquella noche, la trepidante música heavy de las cintas de Nathaniel no consiguiódistraerme.
Alamañanasiguiente,elcieloteníaunluminosocolorzafiro.Eljardínestabacubiertodebasurayramas,ylacarreteraestabasalpicadadecharcosdebarro,peroeranlosúnicosvestigiosdelatormentadelanocheanterior.Lospájaroslanzabanalegrestrinosyelrocíoquecubríalahierbareflejabalaluzdelsol.Elaireestabatranquiloymeenvolvíaloshombroscomouncálidoygruesochal.
EnlacocinaencontréunanotadeCarmina.Decíaquehabíaidoaporleche,peronomeengañaba.Estabacomprandocomidaparamiviaje.Imaginéquecrujientespanecillosdemasafermentada,rosbif,queso y patatas fritas acabarían en una bolsa de papelmarrón conmi nombre en ella. En opinión deCarmina,novalíalapenahacernadasinoeraconcomida,sobretodocarne,patatasypan.
El alguacil Price tenía previsto llegar al día siguiente por la noche para llevarme a mi nuevodomicilio.Estavezhabíaresueltonomolestarmeconél.Nohacíamásquesutrabajo.Elmíoeradejarquememantuvieraasalvo.Findelahistoria.Nadademalascaras,ynadadedesearquedarmedondeeraimposible que me quedara. Para demostrarlo, me recordé a mí misma que, de todas formas, apenasquedabanunparsemanasparaabandonarThunderBasin.¿Quémásdabaadelantarelviaje?Nohabíaquedarlemásvueltas.
Respiré hondo.Noquería pensar en elmañana.Mequedaban casi treinta y seis horas enThunderBasinyqueríaaprovecharlasalmáximo.Sévaliente,cabezaalta.Esaeramiestrategia.Peroenelfondo,teníamiedo demuchas cosas. De abandonar aquel lugar que había llegado a querer. De romperle elcorazónaChet.DesepararmedeCarmina.Deenfrentarmeconelmundosinellosdos.Noqueríanisabíacómodeciradiós.
Tal vez fuera mejor así. Cuando el marshal Price viniera a por mí, no habría tiempo para unadespedida larga y sensiblera. Tendríamos que actuar con rapidez y pulcritud. Estaría en el coche akilómetrosdedistanciadeThunderBasinantesdequeempezaraa sentirquesemepartíaelcorazón.
Tendríaqueenfrentarmeaesedoloryosola,comosiempre.SalídelacasayacariciélaspetuniasdeCarmina,plantadasenbarrilesdewhisky.Meempapédesu
aroma,grabándoloenlamemoria.Paseéconlospiesdescalzossobrelacálidahierba.Notéelcalordelsolenlacarayescuchélosdulcesyamistosostrinosdelossabaneros.
Subíadescalzaporelsenderodeentrada,repasandoelcorreodelamañana,cuandooíunchirridodeneumáticosamiespalda,enlacarretera.
Elsolsereflejóenelparabrisasdelcochecuandoestegiróhaciaelsendero.Laconductorasebajóycontemplólablancacasadetablillashaciendoviseraconlamanosobrelosojos.Llevabaunvestidoconestampadode flores, limpioyplanchado,ysandalias.Sussuavescabelloscastaños lecaíansobre loshombros, recién lavadosy conmuchovolumen.No teníaya aspectodemacrado.Cuando sumirada seposóenmí,viunavehemencia,unaanimación,quemedevolviódeprontoalpasado.
—¿Mamá?—dije,asombrada.—¡Cielito!—Vinohaciamíconandaresafectadosylosbrazosextendidos.Antesdedarmecuenta,
meaplastabacontrasupecho—.Oh,cariño.¡Tumamátehaechadodemenos!—¿Quéestáshaciendoaquí?—pregunté,zafándomedesuabrazo.Ellamepellizcólamejilla.—¿Esaesmaneradesaludaratumadre?Dejaquetemire.—Meexaminóatentamente,sujetándome
por los hombros. ¡Es increíble lomorena que estás!Ya veo, yo todo el verano encerrada bajo lucesfluorescentes,mientrastúestabasaquítomandoelsol—.Hizochasquearlalengua—.Noesjusto.
Melimitéamirarlafijamente.Supresenciaallí,limpiaysobria,noparecíareal.—Bueno—dijo,sentándoseenelcolumpiodelporchedeCarmina.Cruzóelegantementelasesbeltas
piernas—.Háblamedetuverano.—Recorrióeljardínconlamiradayunasonrisadesuficiencia—.Measombraquehayasaguantadotanto.¿Quéhaceporaquílagenteparadivertirse?
—¿Cómomehasencontrado?Soltóunacarcajadaburlona.—¿Atiquéteparece?Soytumadre.Losfederalestuvieronquedecirmeadóndetehabíanllevado.
Exigí saberlo desde el principio. ¿Creías que iba a dejar que te llevaran y te escondieran sin miconocimiento?
—Llaméalcentroderehabilitación.Dijeronquehabíaspedidoelalta.Pensaba...—¡Sorpresa! —exclamó ella, levantando las manos y agitando los dedos—. Me fui antes de lo
previsto.Menuda aburrida aguafiestas sería si te hubiera dicho que venía.Quería darte una sorpresa.Perobueno,notepreocupespormílomásmínimo.Estoylimpia.Todamiperspectivahacambiado.Apesardelomuchoquedetestabaaquellugar—arrugólanariz—,soylaprimeraenadmitirqueeraloquenecesitaba.Teníasrazón,cielitomío.Necesitabaayuda.Bueno,puesyalahetenido.Ahoratenemoslaoportunidad de empezar de nuevo. Una segunda oportunidad. Las cosas van a ser distintas esta vez,Estella.
—Stella —la corregí automáticamente. Pero ella tenía razón. Las cosas eran diferentes, muydiferentes. ¿Quién era aquella mujer exageradamente afectuosa? Dos años atrás, mi madre habíaemprendido un camino que la había conducido directamente al cruce entre estar deprimida y estarcolgada.Eradifícilrecordarlacuandonosemostrabaperdida,desinteresadae,intencionadamenteono,muyfríaeindiferenteconmigo.
Ellaagitóunamanodespectivamente.—ParamíeresEstella.Yyosoytumadre.Losfederalesysusdocumentosnopuedencambiarlo.
—Yo...¿Quéestáshaciendoaquí?—repetí,todavíaaturdida.—¿Quieresdejardepreguntarmeeso?Parecequetemolestequehayavenido.Yanotienesqueseguir
aquí,cielito.Olvidemosestelugar.Hevenidoarecogerte.Seremostúyyootravez.Compraremosunacasa, encontraremos trabajo, echaremos nuevas raíces. Bueno, echaremos de menos Philly, peroencontraremosalgúnsitiocasiigualdebueno.SéqueteencantaBoston.—Sutonoeraoptimista,llenodeesperanza—.Estaremos a un paso de nuestra antigua vida.Bueno, nome digas que no te gusta cómosuena.
—Boston—repetí.—Esoes,cariño.NosmudamosaBoston.Atónita, fui incapaz de articular una respuesta. Antes de que pudiera pensar en una, apareció la
camionetadeCarminaenelsendero.Frenódetrásdelcochedemimadre,queclaramentenoesperabaencontrar allí, luego retrocedió y aparcó al lado. Al verla, mi primera reacción fue un nerviosismogeneralizadoyunextrañohormigueoenelcuerpoquemeimpelíaaapartarmedemimadre,asepararmedeella.Nosabíaquépensar,hastaquecomprendíquemeavergonzabadeella.MeincomodabalaideadepresentárselaaCarmina.Nosabíacómoexplicarquéhacíaallí.Carminanoloteníaprevisto.Ynolegustabanlassorpresas.
Carminasaltófueradelacamioneta.Susbotasrojasaterrizaronconfirmezaenelsendero.Nosmiróamimadreyamíysuexpresiónsealteró.Sevolvióvigilante.Supongoquevioelparecido,porquesusprimeraspalabrasfueron:
—UsteddebedeserSavannah.—Esoes.¿Yustedes...?—Meparecióque lavozdemimadreera innecesariamentefríaymiréa
Carminatratandodeexpresarleunadisculpa.—CarminaSongster.BienvenidaaThunderBasin.—HevenidoarecogeraStella.Notardaremos.Stella,cariño,¿porquénovasadentroyrecogestus
cosas?MiréaCarmina,cuyaexpresióneraindescifrable.—NosabíaqueibaavenirhoyabuscaraStella—dijoella.—Nosabíaquenecesitabasupermiso—replicómimadre,conuntonoqueescondíaunmatizsutil.
Resentimiento,quizá.—¿Permiso?Cielos,no.Almenosnodemí.Ustedessututoralegal.—Soysumadre.—Sí,porsupuesto.Peromepregunto—dijoCarminapacientemente—,¿selohapensadobientodo
esto? Si se lleva a Stella de Thunder Basin, tendrá que notificárselo al Servicio de US Marshals.NecesitanconocerelparaderodeStella,dadoquehaaceptado testificaren favorde la fiscalía.Todoestoseexplicaenelcontratoquefirmócuandoentraronenelprogramadeproteccióndetestigos.
—No tengo por qué decirles nada—replicómimadre altivamente—. El programa es voluntario.Podemosdejarlocuandoqueramos.SiEstellayyonosvamos,nopuededecirnosquédebemoshacer.
—¿Haríaeso?—preguntóCarminacontonoaúnmesurado—.¿PondríaaStellaenpeligro?Sisevan,tendránquerecuperarsuantiguaidentidad.LosUSMarshalsyanoseránresponsablesdesuseguridad.Séquequiererecuperarsuantiguavida,peroyanoesseguro.Noesunaopción.Séqueseguiradelanteesduro,perotienequeintentarlo.Necesitapensarprimeroensuhija,enloqueellanecesita.
—Sé cómo mantener a salvo a mi hija —dijo mi madre, aferrándome por los hombrosprotectoramente—.NovoyallevarlaaFiladelfia,sinoaBoston.
—Estácometiendounerror—dijoCarminasinrodeos.—Dateprisa,Stella—repitiómimadreconmayorfirmeza,perosusojoslanzabanchispasalmirara
Carmina—.Nuestroaviónsaleamediodía.—¿Has comprado los billetes? —El pánico parecía cerrarme la garganta. Realmente mi madre
hablabaenserio.¿Ylarehabilitación?Ahoraestabalimpia,pero¿cuántoduraríaasí?¿LograríasiquierallegaraBostonsinrecaer?
—Aúntequedabanunassemanasderehabilitación—protesté.—Ya te he dicho que estoy limpia—replicó ella, nerviosa e irritada. Su encanto sureño se iba
desmoronando, dejando al descubierto a lamujer tensa y siempre a la defensiva queyo recordaba—.Siempredijequelodejaríacuandoestuvieralista.Ylohedejado.Ahoraveaportuscosas.Notenemosmuchotiempo.
Derepente tuvemiedodenopoderdespedirmedeChet.DeInnyydeDixieJo.Nopodía irmesindejarquesupieranlomuchoquesignificabanparamí.¿CómopodíaabandonaraChetsindisculparmeporlodelavíspera,sinarreglarlascosas?Noeraasícomoqueríarecordarlo:dolidoyfrustradopormirechazo.Noerajustoparaél.Sufríaconsolopensarlo.
—¿Porquénoentranyleshagoeldesayunoalasdos?—sugirióCarminaamimadre—.Nopuedenviajarconelestómagovacío.¿Hascomidoalgo,Stella?—mepreguntó,antesdequemimadrepudierarechazarlaoferta.
Meneélacabezaparaindicarlequeno,agradeciendolaoportunidadderalentizarlascosas.Todoerademasiadoprecipitado.¿Cuántasnocheshabíapermanecidodespiertaenmipequeñocuarto,contandolosdíasque faltabanparavolver a laCostaEstey estar rodeadade extraños enuna ciudad rebosantedeenergíayoportunidades?HabíasoñadoconregresaralavidadeEstella.Peroesoeraunafantasía.Undeseosecretoqueteguardasdentroporquenopertenecealmundoreal.Nopodíavolveratrásynopodíaabandonarelprogramadeproteccióndetestigos.Perotampocopodíaabandonaramimadre.
—Carminahaceunosdesayunosestupendos—ledijeamimadre—.Tortitasconhuevosybacón.Notardaremosnada.
—Hetomadocaféporelcamino—meespetóellaconbrusquedad,peroalvermiexpresióndecaída,exhalóunsuspirodeimpaciencia—.Unpardeminutos,Stella.Luegotenemosqueirnos.
Carminaacompañóamimadrealcuartodebañodelaplantabajaparaqueserefrescara,yyosubíamicuartoahacerelequipaje.Unabolsaeratodoloquenecesitaba.Nohabíaaumentadoprácticamentemispertenenciasduranteelverano.Medicuentadequelamayorpartedelascosasquellevaríaconmigoseríanrecuerdosatesoradosconmimo.Sinmotivoaparente,losojossemellenarondelágrimas.
Lapuertaseabrió.—Stella—dijoCarminaenvozbaja.Mesequélosojosconlamanga.—Estoybien.En serio.Estarébien.Todo irábien—dije, llorandoamoco tendido—.No tardaré.
Tengo poco equipaje.No he adquirido casi nada.—Eché un vistazo a las escasas prendas que habíaextendidosobrelacama.Mivestidoamarillo.LasbotasquemehabíaregaladoCarmina.ElsombrerodeChet.
—Es curioso—dijo ella, sentándose en el borde de la cama—. Justamente estaba pensando en lomuchoquehabíaganadoyoteniéndoteaquíconmigoesteverano.Hassidounabendición,Stella.Cadanochemevoyalacamaconelcorazónunpocomásalegre.LedoygraciasaDiosporeltiempoquehaspasadoconmigo.
Incapazdecontenerme,larodeéconmisbrazos.—Oh,Carmina.¿Túquieresquemevaya?—Noquieroquetevayas—respondió,parpadeando,peronolobastanterápidocomoparaevitarque
selehumedecieranlosojos—.Oh,Stella,noquieroquetevayas.¿Notedascuenta?Yenelfondo,creoquetútampocoquieresirte.
—Noquierotenerquecuidardemimadre,perosinolohagoyo,¿quiénlohará?Nuncaconseguirásaliradelantesola.
Susonrisaeradulceytriste.Apoyómicabezaensuhombroypasósuscariñososdedosenvejecidospormiscabellos.
—Stella,sitevas,nohabránadaqueimpidaaDannyBalandoencontrarteatiyatumadre—dijocontonoserioyteñidodepreocupación—.PormuchoquesedigaasímismaqueBostonnoesFiladelfia,serácomocaminarlomáscercaposibledelfuegosinquemarse,oesocreeella.Nopuedesirteenesecocheconella.¿Loentiendes?Legalmentenopuedoimpedirtequetelleveconsigo.Estututoralegaly,pormuchoquemedesagrade,debocumplirlaley.ElalguacilPriceyyopodemosayudarteasolicitarlaemancipación,perollevarásutiempo.Sitevascontumadre,eltiempocorreráennuestracontra.
—¿Quécreestúquedeberíahacer?—VeteacasadeChet.Salporlapuertadeatrás.Quédateallíhastaqueyovayaabuscarte.Dejaque
yomeocupedetumadre.Intentaréayudarlaacomprenderquesuplanespeligroso.Tresmesesatrásesoeraexactamenteloquehabríahecho,habríarehuidolosproblemasenlugarde
afrontarlos.Habríadeseadoquemimadrese fuera,habría fingidoquenoexistía,y luegose lohabríaechadoencaraaella.Huirnomehabíaservidodenadatresmesesatrás,ynofuncionaríaahora.
Porunavez, teníaquesersinceraydemostrarle lofuertequeeraahora.Necesitabadecirlequenoiría con ella a Boston y que esperaba que ella tampoco fuera. Si realmente quería que las cosasfuncionasenentrenosotrasdos,primeroteníaqueacabarlarehabilitación.Yasabíaquenobastaríaconeso,peroseríaunprimerpaso.Unademostracióndebuenafe.
—No,soyyoquiendebedecírselo—expliqué.—¿Estássegura?—Sí.Carminameapretólamano.—¿Quieresquevayacontigo?Neguéconlacabeza.MimadresepondríaaúnmásaladefensivasicreíaquelaideaeradeCarmina.Bajélasescalerasdeslizandolamanoporlabarandillagastada,notandoelpesodecadapisada.No
sabíacómoibaareaccionarmimadre.Oquizásí.Yporesomeflaqueabanlasrodillasyteníaunnudoenelestómago.Manteniendolosnerviosarayaytratandodereforzarunaconfianzamenguante,entréenlasaladeestar,dondeviamimadreinclinadasobreelbolsodeCarmina.
—¿Quéestáshaciendo?—balbucí.Elladioun respingo.Conunágilmovimiento sacó lamanodelbolsoy se lametióenelbolsillo.
Cuandosediolavuelta,susonrisaeratandulcecomoelazúcar.—Hola,cariño.—¿Quétehasmetidoenelbolsillo?—Escucha,cariño,hepensadoquepodríamosquedarnosenlaciudadestanoche.Hacerdeturistas
duranteelfindesemanayluegoempezarabuscarapartamentoenlosbarriosresidencialesalasemanasi...
—¿Qué te has metido en el bolsillo? —repetí, acercándome a ella a grandes zancadas. Intentéagarrarla,peroellameapartólamanodándomeunrápidomanotazo.
—Nometoques,Estella.No...Nomegustacómomemiras.—¿QuéhassacadodelbolsodeCarmina?—Creíaquesemehabíacaídounahorquilla...—Dinero,¿esesoloquelehascogido?—preguntécontonofurioso—.¿Parapodercomprardrogas?
Sabíaquenoestabaslimpia.Habríasidodemasiadofácil.—Deberíadarmeunpuntapiéamímismaporhaberlacreído...no,porquerercreerla.Habíamosretrocedidoeneltiempo.Mimadrevolvíaaserunafuentedementiras.Yovolvíaaperderelderechoarespetarme—.¡Haspedidoelaltaantesdetiempoporquenopodíassoportarundíamássincolocarte!
—Calla,Estella—meespetó—.Noledigasesascosasatupropiamadre.Esdemalaeducación.—LehasrobadoaCarmina.—Metemblabalamandíbula—.Despuésdetodoloquehahechopor
mí.Meacogiócuandonadiemásmequería.—Yotequería,cielo...—empezóadecirella,alargandolasmanoshaciamí.Yolevantélasmanosparamantenerlaadistancia.—Para. Simplemente... para. —Cerré los ojos y brotaron las lágrimas—. Tienes que irte. Es
necesarioquetevayas.Vuelvearehabilitaciónoveteaotrositio,medaigual.Perovete.Ynovoyaircontigo.
Mesentíamal.Laspiernasapenasmesostenían,pero teníaqueguardar lacomposturayconseguirecharla.Eralaúnicaideaquememartilleabalacabeza.Meapoyéenlapared,tratandodecontenerlasnáuseas.Noqueríarecordartodaslasvecesquehabíavueltoacasayhabíaencontradoamimadretiradasobresupropiovómitoconlapielazuly losojoscomocabezasdealfiler.Mepreguntabaentoncessiestabamuerta,deseandosecretamentequeloestuviera...
—Tenecesito,cariño.—Suvozsequebró.—Para.Vete.Porfavor.Vete—lesupliqué.Tenía los ojos llenos de lágrimas. Pero en el pasado, en todas aquellas noches, sus ojos estaban
secos.Sequedabatumbadaenlacamaconlamiradafijaeneltechodesudormitorio,yyolequitabaloszapatosylaarropabaconlasmantas,yluegolavelabatodalanoche.¿Viviría?¿Quéseríademí?Mepasabahorasdándolevueltasaesaspreguntas.
Habíacuidadodeelladuranteaños.Queríacreerquelaayudaba.HabíasidonecesarioiraThunderBasinparaverlaverdad.Noestabaayudandoanadie,ymuchomenosaella.Cuantomáslaprotegiera,másdañoharíaellaamáspersonas.
—Nopuedoirmesola—susurróconlablancapieltranslúcidasalpicadademanchasrosadas.Enesemomentoparecíaunaniñapequeñayasustada.
—Sitequedas,selodiréaCarmina.—Nopuedeshacermeesto.—Nopermitiréquelerobes.Mimadresoltóungemidodedesconcierto.—¿Adóndevoyair?—Siereslista,volverásarehabilitación.Mefulminóentoncesconlamirada.—Nomemires así—dijo—.Nome juzgues.No te atrevas a plantarte ahí comouna santurrona y
mirarme con desprecio. No tienes ni idea de lo que tuve que sufrir. Era el ama de casa perfecta, la
anfitrionaperfectadelasmejoresfiestas.Hacíareírasusamigos.Lediunapreciosahija.¡Lohicetodobienyélmedejó!—exclamócontonoairado,rayanoenelhisterismo.Peroenseguidaseconvirtióenllantoydesesperación—.Noteníaqueacabarasí.Yoteníasueños.Yotenía...tenía...—Secubriólacaraconlasmanos—.Notengonada.Todosehaesfumado.—Sollozó—.Sitútambiénmeabandonas,¿quéserádemí?
Lacabezameestallaba.Noqueríaqueellatuvieraaquelpodersobremí,eldeatraermehaciaella,paraluegoarrojarmeaunlado.Yabsorbermedenuevo.Detestabasentirmeatrapadaenlacorrientedesusmareas.Habíapasadoañosasumerced,siempreconlasensacióndequeestabaapuntodevolcar.
YentoncesmehabíainstaladoenThunderBasin.Lamareahabíareculado.Elveranohabíasidounregalo.Unaescapadaegoístayculpable,perogratificante.Habíasidounaestúpidaalcreerqueduraría.Carminateníarazón.Elpasadoformabapartedenosotros;nopodíamosescapardeél.
Noté que lamareame lamía los pies, tirando demí, pero nome dejaría arrastrar. Eramimadre.Queríaquesecurara.Enelfondo,laquería.Perotambiénteníaquerecordarqueellaeralamadreynoalrevés.Nopodíaobligarlaahacernada.
—Tienes que irte.—Conseguí arrancar las palabras de algún lugar recóndito de mi interior. Unaversiónmásfuertedemíeralaquehablaba.
—Nopuedeshaceresto.—Nopuedoseguirprotegiéndote.Nopuedomentir.—Quería interrogarla tambiénacercadeReed,
peroalavistadetodolodemás,larelaciónqueexistíaentreellosparecíainsignificante.Lodejécorrer.Loquenoibaaignorareraquenoestabacuradadesuadicción,quenoestabapreparadaparaasumirdenuevosupapeldemadreresponsable.
Sevolvióhacialapuertaconelrostroinexpresivo.Cerrélosojosyescuchésuspasosvacilantesquesealejaban.Notabaunadolorosaopresiónenelpecho.Sentíaunprofundovacíoenmiinteriorqueeracongojayalivioalavez.
Lapuertaprincipalsecerrótrasellayyomedesploméenelsuelo.Yanoestabaatrapadaensumarea.
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El sol se ponía llevándose consigo el calor del día, y mientras yomemecía en el columpio delporche, bebiendo un vaso del té helado de Carmina, el aire nocturno era casi balsámico cuandomesusurrabaenlapiel.Eltiempoestabacambiando,encaminándosehaciaelotoño,yelveranoseacababa.Igualquemiestanciaenaqueltranquiloyhermosorefugio.Seacercabaelmañanaydolíapensarlo.Elmañanasignificabacambio.Significabaladespedidayvolveraempezardecero.
Cuando intentaba imaginar adóndeme llevaría el alguacilPrice, cómo seríami nuevo cuarto, cuálseríamisiguientetrabajo,todosevolvíaborroso.Queríaquedarmeallí.Noestabapreparadaparairme.Una parte de mí, muy pequeña y poco realista, soñaba cómo sería quedarse para siempre, convertirThunderBasinenmihogar.
Pero aunqueTrigger no hubiera puesto en peligromi tapadera, ¿podría llegar a sentirme realizadaallí?¿Oacabaríaporaburrirme,ymevolveríairritableymalhumorada?Perolomásimportanteerasipodríaecharraícesenunlugardondehabíamentidoatodoelmundo.
No,nopodía.Debíaserrealista.Habíallegadoelmomentodeseguiradelante.Antesdeloplaneado,pero¿yqué?
Asíeralavida.Yyopodíaecharmeallorar,opodíacomportarmecomounaadultayaceptarlo.Doblélasrodillashaciaelpechoyabsorbíelaromadulzóndelasazucenasdeagosto.Unahinchada
lunaamarillasurcabaelhorizonte.PodríahabersetragadodiezlunasdeFiladelfia,detangrandecomoera.Elcantodelosgrillosentrelosarbustosmearrullabahastahacermesentirpesadaysomnolienta.
LapuertademallametálicachirrióylasbotasdeCarminasonaronenlatarimademadera.—Mírate,perezosacomounmapachedoméstico.Lesonreí,alzandoelvaso.—Tutéesrealmentebueno.Ojalásemehubieraocurridopedirtequemeenseñaraslareceta.Ahora
esdemasiadotarde.Carminatardóunosinstantesencontestar.—Notequedesdormidaaquífuera,olosmosquitossedaránunfestíncontigo.Observésufaldatejanaylablusaalmidonada.—¿Adóndevas?—AlestudiodelaBiblia.Estarédevueltaalasdiez.—Nohacefaltaquevuelvastempranopormí.—IréalestudiodelaBibliayluegovolverédirectamenteacasa,comohagosiempre—dijoellacon
tonopráctico.—OpodríasinvitaralpastorLykinsatomaralgoporahí.Ellaentornólosojosmirándomecondesaprobación.ElpastorLykinsnobebe.—Entoncesinvítaleavenirytomarunté.—¿Ylateína?Nopegaríaojo.Tútampocodeberíasbeberloaestashoras.—Créeme,sielpastorLykinsvieneaquí,noseráparadormir.Hevistocómotemira.Puedequeno
bebaconesoslabiostanpuros,peroapuestoaquelosusapara...—imitéelsonidodebesos.—Stella —me regañó ella, y luego siguió su camino, pero no antes de que viera que se había
ruborizado.—Soloseviveunavez.Tráeteloacasay te juroquedesapareceré.Noosdaréisnicuentadeque
estoyaquí.—¿Porquéhabríadeimportarmequeestésaquí?—Oh,Carmina.—Alcélasmanosalcielo—.Eresuncasoperdido.—Buenasnoches,Stella.Pórtatebienmientrasestoyfuera.—¡Nomientrasdependademí!—legritécuandoellayasesubíaalacamioneta.Ellaagitólamanoparadespedirse.Luegovilaslucestraserasdelacamionetaenfilandolacarretera
entresacudidas.Medespatarréenelcolumpiodelporche,notandoque la teínameagitaba la sangre.Noestabade
humorparaverlatele.Mesentíaalterada,incapazdequedarmequieta.Lanocheeraperfecta.Lunallena.Unmardeestrellas.Elcalor justoqueemanabade la tierra.Unabuenanocheparaabordarunasuntolargotiempodemorado.
Subíamicuartoparaponermeeltrajedebañoymesujetéelpeloenunmoñoalto.Echéunvistazoalespejoyobservéquemimadreteníarazón.Teníalapieldelcolordelamieloscura,casidelmismotonoquemisojos.Ymisbrazosypiernasestabantorneados.Inclusolosmúsculosdeloshombrossehabíandefinido.Eraelresultadodetodounveranotrajinandobandejasdecomida.
Pensé enmimejor amiga, Tory, y en todas las horas que habíamos pasado escudriñándonos en elespejo. Pose frontal, pose lateral, posemirando por encima del hombro.Nuestro ideal era un cuerpolargo,esbeltoeiridiscentecomounperla.Seguíamosladietareligiosamenteynuncahacíamosdeporte,porquenoqueríamosmuscularnos.
Esaideaprovocóunalentasonrisa.Realmenteentoncesnoteníaniidea.Oquizámipercepciónhabíacambiado.Encualquiercaso,megustabalaimagenqueveíaahora.Mesentíanueva,confiadayllenadevida.
NohabíacogidoelpareodemicasaenFiladelfia,asíquemepuseunospantalonescortos tejanosdeshilachadosymecolguéunatoalladelcuello.
LuegomedirigíacasadeChet.Durante casi tres meses nuestras vidas se habían cruzado, girando ambos frenéticamente uno
alrededordelotrocomoplanetasenórbita.¿Cómoserompíaesaclasedefuerzagravitacionalsinhacerdaño a nadie? Por lamañana había estado a punto de irme conmimadre. Sin despedidas dolorosas,evitandoelsufrimiento,huyendo.Eramásfácilabandonarqueserabandonado.
Sin darme cuenta, me había vuelto a meter en la piel de Estella, dura e impenetrable como unaarmadura.¿Unveranoperfectoconeltíoperfecto?Nopodíadurar.Nadaduraba.Mejorretirarsecuandounotodavíateníalaventaja,yqueledieranalrestodelmundo.
Perocuandoestabaapuntodeirmeconmimadre,nomepreocupabaqueChetnofueramásqueunrollodeverano.
Meaterrabaquefueraalgomás.UninstantedespuésmeencontrabaenelporchedeChet.Acudióaabrirlapuertadesnudodecintura
paraarribaydescalzo.Loshúmedoscabelloslecaíansobrelosojosyolíaajabónyauncafétardío.Apoyósumusculosobrazoenlajambadelapuertaymemiró.
—Siento lo de anoche —me disculpé—. Fui injusta contigo al negarme a hablarte. ¿Podemosolvidarlo?¿Podemosvolveraseramigos?
Latensiónabandonósusfornidoshombros.
—Nuncahemosdejadodeserlo.Misonrisaexpresabaalivioenparte,perotambiénunaesperanza.—¿Quieresiranadar?Susojosescudriñaronlosmíos,comosivieraalgoenellosdeloqueyomismanoeraconsciente.Su
expresióncambió,sehizomásperspicaz.Mepreguntésinotaba laextrañaagitaciónquesentíaenmi interior,osi leía lospensamientosque
agitabanmimente.Pensabaenél,ensusfuertesmanossujetándome,ensucuerpoapretadofirmementecontra elmío. El sabor de su boca saboreando lamía. Su aliento, cálido e irregular, enmi oído. Elapetitoinsaciablequesoloélpodíasatisfacer.
Nosemolestósiquieraencambiarse.Metomódelamanoyechóaandar.Fueentoncescuandosupequeeldeseoapremiantequeagitabamisangre,tambiénagitabalasuya.
Meencontrabaenel embarcaderode la laguna,observandoaChet trepandocomounmonopor eltroncodeungruesoárbolquese inclinabasobreelagua.El reflejode la luna llegabahasta laorilla.Tratédeahuyentaramanotazoslosmosquitosquemezumbabanenlosoídos.
Alllegaralacopadelárbol,Chetalargólasmanoshacialasfrondosasramasparaagarrarseaunacuerda. Sin aflojarla, colocó los pies contra el tronco del árbol adoptando la postura adecuada paralazarseenrápel.Dándoseimpulsoconfuerza,saltósobrelalagunatrazandounaelegantecurva.Cuandosustalonesseencontrabansobrelapartemásprofundadelagua,soltólacuerdaysesumergió,peronosinproferirprimerounaexclamaciónentusiasta.
Sucabezavolvióalasuperficieysacudióloscabellosigualqueunperro.—Elaguaestáestupenda.Doblélasrodillasymezambullí.Apretélosojosconfuerzacuandoelprimerchoquedelaguafría
electrificómipiel.Despuésdeunascuantasbrazadasbajoelagua,emergípararespirar.Lalagunaeraprofunda y tuve que agitar los pies para mantenerme a flote. Chet se encontraba a medio metro dedistancia,haciendolomismo.
Seacercóentoncesnadandomuymuylentamente.Nomemoví.Meestremecíadeexcitación.Suávidamiradahacíaquemicuerpovibrarasincontrol.
Notéeltactoseductordelasyemasdesusdedosacariciándomeelestómago.Fueunrocebajoelagua,incitanteyprovocador,quedespertótodasmisterminacionesnerviosas.
Busqué su mano en las turbias aguas. Sus manos rodearon mi cintura, acercándome a él. Su pieldesprendíacalorenelaguafría.Uncalorquemelamíaelcuerpo,disolviendomismiedos,miangustiaytodoelsentimientodeculpaquellevabacomounyugosobreloshombros.PoresohabíaacudidoaChetesanoche.Lonecesitaba.Notabaloslatidosdesucorazón,vivoyapremiante.Éltambiénmenecesitaba.
Estabadecidido.NoabandonaríaThunderBasinsinhabercompartidoalgorealconél.Unapartedemíquefueraauténtica.Nomásfingirqueeraalguienqueenrealidadnoera.Estabalistaparaexorcizarelpasadoyofrecerlemiauténticoyo.
Mispiernasseentrelazaroncon las suyas; sentí suspiesagitandoelaguacon fuerza.Su rodilla sedeslizóentremispiernasymequedésinrespiración.
—Nohagopie—dije,moviendolosdedosdelospiesenlafríanada.Peronomehundíabajoelagua,mehundíaenChet,flotandoetéreamientrasmemordisqueabayme
besuqueabalagarganta,provocandonuevasoleadasardientesquemequemabanpordentro.Aferrésus
cabellosyarqueélaespaldahaciaatrás,apoyandolasrodillasensusmuslos.Elaguanosrodeabaportodaspartes,creandounintensocontrasteentrefríoycalor.Chetmesostuvoenaltoysuhúmedabocasedeslizópormicuerpohaciaabajo.Mequedésinalientocuandosulenguaseintrodujoentremipielyelelásticodelbañador.Notéquealgunaszonasdemicuerpoparecíanderretirseyotrasseponíanerectas.Enmediodeaqueléxtasis,comprendíqueaquelloeraelplacer.Unplacerávido,egoístaymaravilloso.
Topamosconelembarcaderoynotéelduroposteclavadoenlaespalda.Memiróalosojosconunaexpresiónqueeraalavezunapreguntayunapromesa.Alcomprobarqueyonoledetenía,subocaseunióalamía.Nofueunbesosuavenicontenido.Me
besóconpasiónyguiomispiernas con lasmanosparaque se entrelazaran alrededorde sus caderas.Aquellasmanosrudasyfuertesmeacariciaronlosmuslos.
—Tedeseo.—Suvozgraveyásperaavivóaúnmásmideseo.Busqué su sexo.Élmeclavó losdientes en el hombro, ahogandoungemido.Meaplastó contra el
poste,conlaexpresiónardienteyvorazdesusazulesojoscomoúnicoavisodeloqueestabaapuntodedesatarse.
Más tarde, subí por la escalerilla del embarcadero y me tumbé sobre las tablas de maderadesgastadas. Sentía un delicioso agotamiento.Chet se tumbó ami lado yme rodeó con el brazo paraacercarmicuerpo,queseamoldóalsuyo.Mebesóenelhombrodesnudo.
—Ojalápudiéramosquedarnosaquítodalanoche—murmuró.—Carminasequedarádespiertaesperándome.Melamiólaoreja.—Noquierodejardeabrazarte.Sonreí.LociertoeraquelaideadedormirallíconCheteraperfectaymaravillosa.Meencantabala
sensacióndetenerlotancerca.Meencantabaestarconél.Hasta que una vocecita me recordó en susurros que aquello todavía era una mentira. Le había
entregadounapartedemí,peronolehabíacontadotodalaverdad.Chetseestabaenamorandodeunasombrademí,dealguienqueerarealeirrealalmismotiempo.Alguienqueseiríaaldíasiguiente.
Cuandovolvióadarmeunlargobeso,comprendíquehabíallegadoelmomentodecontárselo.—¿TecreísteloquedijoTriggerayer?¿Quetengosecretos?La luna brillaba con intensidad suficiente para ver mi reflejo nadando en sus ojos. Su expresión
cambióconmipregunta;vienellosundestellodeinquietud,deansiedad.—Todoelmundotienesecretos—dijo,eludiendoenpartelapregunta.—¿Atitecarcomenpordentrotussecretos?¿Teimpidendormirporlanoche?Memiróduranteunbuenrato.—¿Quierescontarmetussecretos?—preguntóalfinenvozbaja.Traguésaliva.Teníaquecontárseloaalguien,porquemisecretomeestabadestrozandopocoapocoy
corríaelpeligrodequeacabaraconmigo.Aunasí,nolograbadecidirmeentrehablaropostergarlo.—Entoncestecontaréyoelmío—dijoél.Meincorporé.—¿Tusecreto?—¿Tienes frío? —Fue en busca de las toallas, me echó la mía sobre los hombros y frotó
enérgicamente. Luego, mientras se secaba con la suya, se sentó en el embarcadero frente a mí ycarraspeó.
—Elañopasadomispadresmurieronenunaccidentedecoche—empezó—.Esoyalosabes.Loque
nosabesesquemimejoramigoibaenelcocheconellos.—Soltóunaroncaytemblorosacarcajada—.Mimejoramigo,Nathaniel,eraelnietodeCarmina.
Leabrílamano,queapretabaconfuerza,ymelallevéalamejilla.—Nohabloconnadiesobreesanoche—siguiódiciendoél—.Séloquediríalagente,quenodebo
sentirmeculpable.Nopodíasaberqueuncocheibaaestrellarsecontraelcochedelastrespersonasalasquemásquería.Ytendríanrazón,yonolosabía.Peronoestabaenlacárcelesanochepornada.Eraculpamía.Habíabebidodemasiadoyconducíademasiadodeprisa.Mepillaron.NopuedoreprocharleaCarmina que me arrestara. Fui yo quien decidió beberse aquella botella. Cometí un error que meatormentaráhastaquemuera.Nohevueltoatomarunasolacopadesdeaquellanoche.Nomeapetece,medaasco.Yomedoyasco.—Sepasólasmanosporlacaraysiguióhablandoconunavozquedelatabasu angustia—.Fue la últimanochedeCarmina en la policía. Pidió el retiro anticipadoy, teniendo encuentaquelefaltabandosmesesparajubilarse,seloconcedieron.Sabíanquenecesitabauntiempodeluto.Ellaeslaúnicaquesabequeyohabíabebido.Setomómuchasmolestiasenasegurarsedequenosesupieralaverdad.Sospechoqueenpartesentíaqueselodebíaamispadres.Nohabíapodidosalvarlosdemí,perodecidiósalvarmifuturo.Mediounasegundaoportunidadqueyonomerecía.Sí,Stella,mecarcome por dentro. No, no me deja dormir por las noches. La gente cree que soy una víctima. Unhermanoaltruistaquehasacrificadosufuturoparacriarasuhermano.—Meneólahúmedacabezayelaguaquegoteabadesuscabelloslerodóporlasmejillascomosifueranlágrimas—.Solosoyuntíoqueintentadesesperadamenterepararsuserrores,perotodaunavidadereparaciónnodevolveránlavidaniamispadresniaNathaniel.
Loabracéconfuerza,peronointentécontradecirleniconsolarle.Élnoqueríaquelehicierasentirmejorniqueahuyentaraasusdemonios.Simplementequeríaqueleescucharaehicieraloposiblepornojuzgarle.Losabía,porqueesoeraexactamenteloquequeríayotambién.
—Notienesporquécontarmetussecretos,Stella—dijoél—,peroqueríaquesupieraselmío.Simedetestasporello,locomprenderé.Diossabequeyomedetestoamímismo.
Lomiréconelalmaacongojada.MesentíamáspróximaaChetquenunca.Teníamosalgoencomún.NoChetyStella,sinoEstellayChet.Ambosguardábamosunsecretovergonzanteydestructivo.Yambosestábamos dispuestos a revelarlo, por desagradables que fueran las consecuencias. Mentir no habíaresuelto mis problemas, los había empeorado. No podía hablar por Chet, pero mi secreto me habíamatadopordentro.Mesentíafría,tristeyvacía,cuandoqueríasentirmeauténtica,esperanzadayviva.
—Yotambiéntengounsecreto.—Nomedetuveapensarsiestabacometiendounerror.—Stella...—No.Nointentespararme.Séquequieresestarsegurodequeestoypreparadaparahablar,perosi
buscomásexcusas,guardaréestesecretohastaqueacabeenvenenándome.Necesitoquemeescuches.—Semequebrólavozytuvequerespirarhondoparatranquilizarme—.NomellamoStellaGordon.NosoydeKnoxvilleynovivoconfamiliasdeacogida.AntesdeveniraThunderBasin,vivíaenFiladelfiaconmimadre.Mi...miverdaderonombreesEstellaGoodwinn.Fuitestigodeuncrimenyahoraestoyenelprogramadeproteccióndetestigos.
Nopodíamirarlealacara.Temíaquemevieraconnuevosojos,comosinomehubieravistonuncaantes y los tresmeses anteriores se hubieran borrado en un instante.Hacía apenas unmomento sabíaexactamenteloqueChetsentíapormí.Ahorayanopodíaestarseguradenada.Salvoquizádeloquesentíayoporél.Teníamiedodeperderlo.EsaideametraspasóconunmiedocervalmuchomayorqueelserdescubiertaporDannyBalando.
Notéquesusbrazosmerodeabanyleoírmurmurar.—Venaquí.Ledejéquemeabrazara,porquenoqueríasentirmesola.—Estásenelprogramadeproteccióndetestigos—repitióconvozbastantefirme—.Ynotellamas
Stella.¿Semepermitehacerpreguntas?Porquetengounascuantas.Sinoestáspreparada,puedoesperar.Chet tenía preguntas. En eso no había caído. Me temblaban las manos y cerré los puños para
controlarme.Losabríotravez,loscerré.—No sé mucho sobre protección de testigos, pero supongo que el crimen no fue uno normal y
corriente. Sería algo de drogas, tráfico de personas, armas, terrorismo, algo realmente serio. Crimenorganizado.Dirigidoporpersonasmuypeligrosas.
Asentíy,aunqueChetintentabamantenerunaexpresiónnormal,asusojosasomóunmiedogélido.—La fiscalíame envió aThunderBasin para ocultarme—dije—.Porque el hombre queme anda
buscando,elhombrecontraelqueaceptétestificar,esmuypeligroso.—Esehombre...estáenFiladelfia.—Sí.Susojosnoseapartabandelosmíosylapreocupaciónnohabíadesaparecido.—¿EsdelaMafia?—Deuncártel.UnodelosmásgrandesquecontrolaeltráficodedrogasenlaCostaEste.—¿Estásasalvoaquí?—Creoque sí.Carmina también lo cree.Ella formapartedemi tapadera.Sientohabertementido.
Queríaqueconocierasamiauténticoyo,peroestabaasustada.Chetnegóconlacabeza.—Nodigaseso.Yaconozcoatuauténticoyo.Nomehepasadotodoelveranoconunaextraña.Puede
queteconsideresunagranactriz,peronadiepuedemantenerunafarsadurantetantotiempo.Teconozco—repitió,pronunciandolaspalabrasconseguridad.
—Mealegrodequepiensesasí—dijeenvozbaja—.Perotehementidoenmáscosas.Muchasmás.—Haciendoacopiodevalor,volvíarespirarprofundamente—.Elcrimenporelquevoyadeclararfueunasesinato.Enmicasa.Esanochelleguéacasatarde,muytarde,yhabíasangreportodaspartes.Lehabíandisparadoaunhombre...enlacabeza.—Apretélosojosparadisiparelhorripilanterecuerdo—.Habíatrozossuyossalpicandolapared.Ylasangre...cubríalasparedes—añadíconlarespiracióncadavezmásagitada.
—Respira—meindicóChet.Metomólasmanosylasapretóconsuavidad,trazandocírculossobremisnudillos—.Tranquila.Respirahondo.Yanoestásallí.Estásaquíconmigo.
—Almuerto...loconocía.Eraelprimercamellodemimadre.EllalollamabaelFarmacéutico.Élleentregó unmontón de recetas por adelantado, pero ella no se las pagó. Lo abandonó sinmás cuandoDanny Balando entró en su vida. Danny le suministraba heroína y fingía estar interesado en ella,seguramente para conseguir que le comprara más. Ella creía que eran novios. La noche en que elFarmacéuticomurió,vinoanuestracasaaexigirdinero.Mimadresaliódelahabitaciónconlaexcusadeirabuscarlo,peroloquehizofuellamarporteléfonoaDanny.Triggerdecíalaverdad,Chet.Mimadreesunaadicta.Noestámuerta.Sehapasadoelveranoenrehabilitación.
Hiceunapausa,dándoleunmomentoparahablar,peroélmemiróensilencioconunanubeoscuraytensaensombreciendosumirada.
—Mi novio, Reed, también estaba esa noche en casa. Estaba arriba, durmiendo en mi cama,
esperandoaqueyovolviera.Oyóeldisparoybajócorriendo.Dannylollevóafueraarastrasylediounapalizaparahacerleolvidarloquehabíavisto,paraamenazarleyquecallara.Almenosesocreíayo.—Meapretélosojosconlosdedos,tratandodeevitarquebrotaranlaslágrimas—.Ahorayanoestoysegura.Noestoyseguradenada.UnapartedemícreequequizáReedlevendíaOxyContinamimadreyqueDannylodescubrió.SiReedlevendíaOxyContinamimadre,yanoconsumiríatantaheroína.¿YsiDannydiounapalizaaReedparamarcarsuterritorio?AsíescomoveíaDannyamimadre,comounapropiedad suya.Ella creeque erannovios, perono era verdad.Danny es undelincuente.Un criminalpeligroso,mentirosoymanipulador.Fuelopeorquelepodíaocurrir.
Chetmepasólospulgaresporlasmejillasparasecármelas.—Debió de destrozarte ver que trataban así a tu madre. Y debió de enfurecerte ver que ella lo
permitía.—Sabía que Danny Balando era peligroso, pero cuando llamaron a la policía para informar del
asesinatoyme llevaron luego a comisaría, descubrí que llevaban años intentando cazarlo.Creíanqueocupabaunpuestoimportanteenelcártel,peronodisponíandepruebas.Nuncahabíanlogradomontaruncasocontraél.
—Túlesayudasteaatraparlo.Meinvadíaunanuevaoleadadevergüenza.—Cuando volví a casa aquella noche, la del asesinato,mimadre estaba sentada en una silla a un
metrodelcadáverdelFarmacéutico,conel rostroblancocomoelpapel.Se lehabíacorridoelrímel.Estabatemblando.Yteníaunarmaenelregazo.Elarmaasesina.
»Meentróelpánico.Noteníatiempoparapensar.Noqueríaperderla,medabamiedoquedarmesola.Enciertomodo,porretorcidoquefuera,estabaacostumbradaacuidardeella,asíqueinstintivamentemiprimer impulso fueeldeprotegerla.Cogíelarmayvolvíamicoche.Conocíael sitiodeunaantiguamansión colonial en ruinas.Bajando la colina desde las ruinas, en lo profundo del bosque, sabía quehabía un antiguo almacén para guardar hielo tallado en la ladera de la colina. Una reja de hierrobloqueaba laentraday la fachadaestabacubiertadehierbajosyenredaderas.No jugabanadieallí,nisiquiera losniños.Arrojé el armaa travésde losbarrotesdehierro.Nadie la encontraría allí.Luegovolvíacasayllaméalapolicía.Ledijeamimadrequesetomaratodaslasdrogasquenecesitaraparaperder el conocimiento. Por primera vez, quería que se colocara. Le dije que, cuando despertara, lapolicíalainterrogaríayellatendríaquedecirlesquenosabíanada.Ledijequeyomeocuparíadetodo.Llaméalapolicíaycuandollegaronyo...yo...
—LesdijistequeDannyBalandohabíadisparadoalFarmacéutico.—Mentí a la policía para encubrir amimadre.Nunca imaginé que nosmeterían en protección de
testigos.Noimaginabaquetendríaquementirlealfiscal,alosalguacilesquearriesgabansuvidaparaprotegerme,yaunpuebloenterocongentealaqueacabaríaporapreciar.Hetenidoquementirymentir,ycadavezmesentíamásculpableyavergonzadayatrapada.PenséquelapolicíaarrestaríaaDannyyqueasídesapareceríadelavidademimadreparasiempre.Notuvetiempoparareflexionar.Teníaqueactuar.DannyBalandoeraunhombrehorrible.Mepareciójustoquefueraaprisión.Meconvencíamímismadequehacíalocorrecto.—MiréaChetalosojos,demasiadoensimismadaenmidolorparaverqué emociones delataban sus rasgos—. Danny Balando es un hombre terrible, pero no cometió esecrimen.Lohizomimadre.
—Encubristeatumadreporqueeratodocuantotenías.Laqueríasyqueríasprotegerla.Esoesloquehaceelamor,Stella.Noshaceleales,ferozmenteleales.
—Lementíalapolicía.Podríanacusarmedeperjurio.Podríairaprisión.Sidigolaverdad,desdeluegomimadreiráaprisión.—Lomiréconexpresióndeimpotencia,deseandoquemedijeraquenoibaaserasí,perodebíaserrealista.Habíatenidotodoelveranoparadarlevueltasalasuntodesdetodoslospuntosdevista.Estabaacorraladaenunrincón.Nohabíaningunatrampillaporlaquepudieraayudaramimadre a escapar.Mimadre había cometido un asesinato. Si yo hablaba, tendría que pagar por sucrimen.
Siyonohablaba,ellaseguiríahaciendodañoalosdemás.Robaría,mentiríayengañaría.Cualquiercosacontaldecolocarse.Ysisuadicciónempeoraba,muchometemíaquesuscrímenessevolveríanmáspeligrososydestructivos.Meveíaforzadaaelegirentremimadreydesconocidosalosquequizánoconoceríajamás.Peroesosdesconocidoseranlahijadealguien,elnoviodealguien,lapersonaamadadeotrapersona.
Chetacunómirostroentresusmanosyapoyólafrenteenlamía.Notésusuaveydulcealiento.Susmanos eran firmes y frías, y cuandome echó el pelo detrás de las orejas, no tuvemás remedio quemirarlo.
—Ojalápudierahacerque todoesodesapareciera,o librartedeelloparaocuparmeyode todo—dijo—.Nolodudaríauninstante,sipudieraquitarteestacargadeloshombros,loharía.Sufroviéndotesufrir,sobretodoporqueyoloúnicoquedeseoeshacertefeliz.Amarte.
—¿Cómopuedesamarme?—preguntéentresollozos—.Soyunamentirosa.—No—merecriminóél—.Novuelvasadecireso—.Aprincipiosdelverano,cuandoCarminaytú
ospeleabaissiemprequesurgíalaoportunidad,yomemanteníaalmargenporquesabíaqueacabaríaissolucionándolo. Nome necesitabas. Bueno, ahorame necesitas.Me necesitas para decirte la verdad,porquetúestásdemasiadoinvolucradaparaverconclaridad.Tumadretomóunasterriblesdecisiones.Noconozcotodoslosdetalles,peroheoídolosuficienteparasaberqueconvirtiótuvidaenuninfierno.Eso te hamarcado y te ha destrozado la vida.No voy a decirte lo que pienso de ella, porque nadiemereceoíresascosasdesupropiamadre.Nomeimportalotristeypatéticaquefuerasuvida.Túerassuresponsabilidad.Erasunaniñaquenecesitabaasumadre.Nodeberíahaberechadoesacargasobretushombros.
—Carminamehadichoquelaculpaesdesuadicción,esunaenfermedad...—¿Ah,sí?—replicóélconaspereza—.PuesCarminaesmejorpersonaqueyo.Alamierdacontu
madre.Nohasabidocuidardetiytehahechodaño.Ellatehametidoenestasituaciónyyonopuedosoportarvertesufrirasí.
—Dimequédebohacer,Chet.Ayúdame,porfavor.—Túsabesloquedebeshacer.Meneélacabezaconpesar.—Sidigolaverdad,laarrestarán.Iráaprisión.Yyomequedarésola.Estarécompletamentesola.—Oye—dijo él, alzándome elmentón, y su voz se había suavizado—.Me tienes amí. Tienes a
Carmina.AquíenThunderBasinhaypersonasquetequieren.¿Hemencionadoyaquemetienesamí?Porsiacasonotehaquedadoclaro,puedescontarconmigo.Nosolohoy,sinosiempre,Stella.
Sentíquemeatragantabaconlágrimasdeculpabilidad.Élestaríasiempreahí,peroyomeiríaaldíasiguiente.¿Porquénoeracapazdedecírselo?
Porquenoqueríaromperleelcorazón.No.Porquenoqueríaquesemerompieraelmío.Aúnseguíabuscandounmododeevitarlo.Medijeamímismaqueaquellanocheladedicaríasoloaexorcizarelpasado.Elfuturoloafrontaríaporlamañana.Porlamañanatendríaelvalorsuficienteparadecírselo.
—Siento que tu madre te haya metido en este horrible lío. Sé que crees que no puedes hacer locorrecto,perohesidotestigomuchasvecesdetuvalentíaynodudodeti.
Apesardelcansancio,mepuseenpie.Mefrotélanucaparaintentaraliviarlatensión.Chettambiénse levantóymerodeóconsusbrazosdesdeatrás.Mebesósuavementeen labasedelcuello,y luegoapoyóelmentónenmihombro,conlosojosfijosaparentementeenelmismopuntodelalagunaqueyomirabasinver.
—¿Vuelvesacasa?—preguntó.—TengoquedecirlelaverdadaCarmina.Toda.Estanoche.Antesdeperderelvalor.Chetsonrió,apesardelaseriedaddelmomento.—Bueno,puessúbeteamiespalda.Tellevaréacaballitohastacasa.No parecía correcto sonreír en aquella situación, pero lo hice de todas formas. Chet sabía cómo
tratarme.Ibaaecharlemuchísimodemenos.Mesubíacaballitosobresuespaldayélmesujetóporlaspiernas yme impulsó hacia arriba. Respiré hondo. Todo saldría bien. Almenos esa noche. Lo creíaporque,cuandoestabaconél,todosmismiedosparecíandesvanecerse.
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Chetyyo fuimospaseando tranquilamentehastacasa, con la ropamojadagoteando.Él seechómitoallasobreloshombrosymetomódelamano.Despuésdetodoloquehabíamoshechoaquellanoche,eraunpoco tontoemocionarseconungesto tanpequeño,peroquería recordar lascosasgrandesy laspequeñasporigual.
Cuandopasamosbajolasramasdelosálamos,sushojasseagitaronysusurraroncomoviejasdamaschismosasalveraunosamantesvolviendoahurtadillasaaltashorasde lanoche.Antesde iraveraChet, me había prometido a mí misma que no tendría nada de qué arrepentirme esa noche, y habíamantenidomipalabra.QueríacompartiralgorealyauténticoconChetantesdemarcharme.Ytambiénqueríaalgorealdeél.Loqueríaaél.Sololoqueríaaél.Alcontemplarsuspómulosdelineadosporlaluzdelaluna,sedespertódenuevouncálidodeseo.Nuncahabíasentidonadaparecido,yelcontrasteentreChetyReedestabatanclarocomosifueraneldíaylanoche.
Reedme había atraído porqueme sentía sola y asustada y necesitaba a alguien queme ayudara aolvidarmisproblemasencasa.Élmehabíaescuchadoymehabíaenseñadoaserdura...consuejemplo.Acambio,mehabíaacostadoconél.Pensándolobien,meparecíaquehabíasidomásunatransaccióndenegociosqueunromancesalvajeyvertiginoso.Elmiedoyladesesperaciónnoeranrazonesparaamaraalguien.Elamornonecesitabaderazones,medije.Eraunvínculoprofundo,uncompromiso.Eraalgoquedebíadejartesinrespiración,algoquenodeberíaobligartenuncaatransigir.
CuandollegamosacasadeCarmina,sucamionetanoestabaenelsendero.—¿Quéhoraes?—preguntéaChet.—Casilasdiez.Exhaléunsuspiroyasentí.EsperabaqueCarminahubierallegadoyaparanotenertiempodeperder
elvalor,peronotendríaqueesperarmucho.ProntovolveríadelestudiodelaBiblia.Chetmeacompañóhastalapuerta,luegoentrelazósusmanosconlasmías.—¿QuieresquemequedehastaquevuelvaCarmina?—No.Necesitounratosolaparaordenarmisideas.Mepusounamanoenlamejilla.—Dileloquemehasdichoamí.Yalohashechounavez.Lomásduroyahapasado.Pensandoconlógica,sabíaqueChetteníarazón.Ojalámicorazóndesbocadopensaraigual.Porfin
habíallegadoelmomento.Ibaaconfesartodalaverdadyaasumirlasconsecuencias.Mesentíaaliviaday quizás incluso un poco orgullosa al darme cuenta de que no tenía miedo, solo estaba nerviosa eimpaciente.
—Volverémañana.Tellevaréadesayunar—meofrecióChet.—Estupendo.—Yduranteeldesayunose lodiría.Perono ibaaestropearaquellanoche.Seríami
últimoactoegoístaynoibaaestropearlo.Semanas,mesesoañosmástarde,queríarecordarlacomolanocheperfectaconelprimerchicoalquehabíaamado.
Chetmeapoyócontralapuertaymebesódulcemente.—Estanochenovoyadormir.—¿Porlodeantes,enlalaguna?—Porque estoy preocupado por ti. Pero bueno, lo que ha pasado en la laguna... eso no lo voy a
olvidarenmuchotiempo.Quedarágrabadoafuegoenmimemoria.Soyuntíoconsuerte.Mereíamipesar.—Lodicesparahacermesonreír.—Megustahacertesonreír.Teasombraríassisupieraslascosasqueestoydispuestoahacerparaque
seasfeliz.—Eresincreíblementebuenoconmigo,Chet.—Nohehechomásqueempezar.—Mebesólamanoy,unavezmás,tuvequereprimirelsentimiento
deculpa.Nopermitiríaquemerobaraaquelmomento.MequedémirandocómosealejabaChet,hastaquelaoscuridadloengulló.
Me dejé caer en el columpio del porche y me llevé una mano al pecho. Me preguntaba si teníaderechoasertanfeliz.Asertanmaravillosayarrebatadoramentefeliz.Decidíquetodoelmundoteníaderechoasentirseasíalmenosunavezenlavida.Atenerunaluzalaqueaferrarsecuandosecerníalaoscuridad.Unrayodefelicidadparaproporcionaraunapersonalaesperanzadequelaluzvolveríaabrillar.
Alpocoratoentréenlacasaybusquéatientaselinterruptordelaluzqueseencontrabaaunospasosdelapuerta.ExtasiadaaúnporladichadehaberestadoconChet,nomepercatéenseguidadequelaslucesnoseencendían.
Cuandoporfinmedicuenta,semeerizóelvellodelanuca.DerepentemeencontrabadevueltaenPhilly;eradenoche;estabaoscuro.Algomuymalosucedía.Oíunleveruidosibilanteamiespalda.Giréen redondoyviaTrigger.Estabasentadoen lasillaque teníaCarminaalpiede laescalera,
respirabaentrecortadamenteyteníalabarbillacaídasobreelpecho.Seaferrabaelabdomenylasangrelechorreabaporentrelosdedos.
Levantólacabezaysucarasecontorsionóenunamuecadedolor.Susojoslanzabanllamaradasdeodio.
—Debería...habersido...yoquien...tematara—jadeó.No le comprendí, pero sabía que mi vida corría peligro. Lo notaba vibrando a mi alrededor.
Retrocedí trastabillando hacia la puerta principal, temblando demiedo. Tenía que salir de allí. Chet.Teníaquealcanzarlo.
Perounafiguraoscurayamenazadoraapareciódepronto,cerrándomeelpaso.
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—Estella,Estella—dijoelhombre.NohablabaconelacentoabiertoalquemehabíaacostumbradoenThunderBasin.Era un acento deEuropa delEste.Unodel centenar de acentos que se oían en lascallesdePhilly.
Reculé.—¿Noconfíasenmí?—preguntócon tonodivertido—.¿Creesquesoyunhombremalo?¿Porqué
creestúqueteperseguiríaunhombremalo?—Sutonosevolvióburlón—.Quizáshayassidounaniñamala.Quizáshayasjodidoapersonasquenodebías.
Semehelólasangreenlasvenas.No.No,no,no.Teníaquesalirdeallí.Teníaquehuir.Perolaspiernasnomerespondían,erandemantequilla.—LlamasteaSandyBroucek—dijoél,ychasqueólalenguaparamostrarsudesaprobación—.Tch,
tch,tch.¿Noteexplicaronquenohicierasesascosas?Meneé la cabeza con incredulidad. Había apagado elmóvil inmediatamente. Lo había hecho todo
bien.ElesbirrodeDannyBalandohabíadadopalosdeciegoylehabíasalidobien.—Latecnologíaessofisticada,¿sí?Intervineelteléfonodelaamigadetumadre.Rastreétullamada.
Vinealpuebloyenseñétufoto.Estechico—hizoungestodespectivoendirecciónaTrigger—metrajohastati.Fácil,muyfácil.
—Deberíahabertematado...enelSundown—dijoconvozronca.El hombre segiróy le disparó.Ocurriómuydeprisa.Labala silbóveloz.El cuerpo sedesplomó
haciaunladoyelsilbidoparó.Unospuntosnegrosnublaronmivisión.Notéqueestabaapuntodeentrarenestadodeshock.Tenía
queseguiralerta.PeroelcuerpodeTriggerestabaallí,muerto.EraigualqueenPhilly.Habíamuerteentodaspartes.Podíaolerla,podíaoírlazumbandoenmisoídos.
—No voy a testificar contra Danny.—Me temblaba la voz—. Sé que no mató a ese hombre, elhombrealquellamanelFarmacéutico.VoyacontarlelaverdadalfiscalydejaránsaliraDanny.
—Ah,peroyonotecreo.Retrocedí arrastrando los pies hacia el interior de la oscura, oscurísima casa de Carmina. Las
persianasestabanbajadasylascortinas,corridas.Losojosnopodíanadaptarseatanescasaluz.—Porfavor,nohagaesto.Élseabalanzósobremí.Yoteníalasllavesdecasaenlamanoylerajélacaraconellas.Élsoltóunsonidoderabia,comounanimal,ysedoblódedolor.Medisparó,peroyoyahabíasalidohuyendoporlapuertadeatrás.Laluzdelalunailuminabaeljardín.Nohabíalugaralquehuir.Meencontraríafácilmenteacampo
abierto.Lapuertadelestablonoteníacerrojo.LacasadeChetestabademasiadolejos.Leoímoverseatrompiconesporlacasa,chocandocontralosmuebles.Veníaapormí.Corrí,presadelpánico.Tropecéconunaestructurabajaquesematerializódelanadaenmediodela
oscuridad.Eraelrefugioparalastormentas.Descorrí el cerrojo de las puertas que conducían bajo tierra. Levanté una y luego la otra. Por la
aberturasalióunoloratierrafríayhúmeda.Unaescaleradetraviesasdescendíahacialamásabsolutanegrura.
Meintrodujeporlaaberturaycerrélaspuertassinhacerruido.Acadapasoquedabahaciaelfondo,iba creciendo el frío que me helaba por dentro. Abajo, abajo, abajo. En el fondo la oscuridad eraimpenetrable.Noveíanada.Perotampocoél.
Encontréatientasunasegundapuertaylaatravesé.Palpando,diconelcerrojoyloeché.Carminallegaría a casa en cualquier momento. Solo tenía que permanecer escondida durante un rato. Intentéserenarmeyordenarmiscaóticospensamientos,motivadosporelpánico.Olíaasudor.Mipropiosudor.
Laspuertasmetálicasdearribaseabrieronconuncrujido.Mesentíamareadaporelmiedo.Luegooíruido de pasos, metódicos y pesados, que descendían. Cuando se movió el pomo de la puerta, mirespiraciónseconvirtióenjadeosentrecortados.
Conlabocasecaporelterror,oíquelaemprendíaagolpesconlapuerta.Tambiénlapateaba.Oílamaderaastillándosecadavezmásfuerteconcadagolpe.
Yentoncesoísusuaverespiración.—Estella—llamó en voz baja. Sus zapatos rasparon el cemento almoverse él por el interior del
refugio—.¿RecuerdaslapromesadelseñorBalandodespuésdequeloidentificarasparalapolicía?¿Cómo iba a olvidarla? Las palabras de Danny habían traspasado el espejo de dos caras de la
comisaría.Suvozenfurecidaaúnresonabaenmisoídos.«Temataré.Teencontraréytemataré.Nuncaestarásasalvo.»
La voz deDanny se elevó por encima de los gritos de los agentes ordenando que se lo llevaran.Inclusodespuésdequelosguardiaslosacaranarastrasdelpequeñocuartoquehabíatraselespejodedoscaras,leoíaullandominombreconsushorriblesrugidossanguinarios.
—Dannypreferiríaestaraquí—dijoelhombreenunescalofriantesusurro—.Peronoimporta.Mehadadoinstrucciones.Séexactamenteloquetengoquehacerte.
Elmiedomerecorriódelospiesalacabeza.Unestallidoensordecedormeretumbóenlosoídos.Metapélabocaconlamano,haciendounesfuerzoparanogimotear,paranoemitirningúnsonido.
Apretélaespaldacontralapared.Laspiernasmetemblabandemasiadoparasostenerme.Meatenazabaunadesesperaciónciegayfrenética.
—Quizás empezaré disparando balas, ¿sí? Aquí y allá. A todas partes. Gritarás cuando te dé. Teencontraré,EstellaGoodwinn.
¡Bang!¡Bang!¡Bang!Laslágrimasmecorríanporlacara.Merodeéelcuerpofuertementeconlosbrazos.Temblabahasta
loshuesos.Ibaaencontrarme.IgualquehabíaencontradoaReed.Igualquealgúndíaencontraríaamimadre.
DannyBalandocumpliríasupromesa.—Bajaelarma.La voz deChetme sacó demi estado. Levanté la cabeza y escudriñé la negra habitación. ¿Había
imaginadosuvoz?—Tengo un rifle del veintidós apuntándote—dijo Chet al hombre—. Deja el arma en el suelo y
empújalahaciaaquíconelpie.Elhombrerioentredientes.—Nopuedoverte.¿Cómoséquediceslaverdad?—Nolosabes.—¿Sabescómousareserifle,muchacho?
Sonóunestallidodesgarrador,seguidodelruidodeuncasquilloquecaíaalsuelo.—Pareceserquesíséusarlo—dijoChet—.Elarmaenelsuelo,ylaempujasconelpiehaciaaquí,
sencillo.—Vale, vale —dijo el hombre—. La estoy dejando en el suelo. —Se oyó el ruido del arma
deslizándoseporelsuelo.—¿Tienemóvil?—lepreguntóChet.—Enmihabitacióndelmotel,sí.—Entonces ahí es adonde vamos.Vas a llamar a la gente para la que trabajas. Les dirás que has
matado a Stella, que has terminado el trabajo. Si quieres salir de aquí vivo, que tu historia seaconvincente.
Elhombreserioporlobajo.—¿Yluegoqué?¿Mematarás?ElquemepagasedarácuentasinoregresoaFiladelfia.Enviaráa
máshombres.Nopararáhastaencontrarla.Ahoraomásadelante,nohaydiferencia, ellamorirá.Es...¿cómolodecís?,uncasoperdido.Estásarriesgandotuvidasinnecesidad.Olvídatedelachicaysálvatetú.—Soltóungruñidoindiferente—.Loquehagaconellanoesdetuincumbencia.
—Ahíesdondeteequivocas.Pégatealapared.Elhombreexhalóunsuspiroafligido,comoindicandoaChetqueestabacometiendoungraveerror.—Alapared—ordenóChet.—Sí,sí,yavoy.—¿Stella?—dijoChet—.¿Estásbien?—Sí—respondíconvozronca.—LaScoutestáenelsendero.Tienelallaveenelcontacto.Veteacomisaría.Notemuevasdeallí
hastaqueCarminavayaabuscarte.Nosalgaspornadiemás.Mepuseenpieycaminéatientasenbuscadelapuerta.Laslágrimasmerodarondenuevoporlas
mejillas,peroestavezeranlágrimasdealivio.Chetmehabíaencontrado.Viviría.VolveríaaverloaélyaCarmina.
Siguiendolaparedconunamano,memovíenmediodelaoscuridad.Solofaltabanunospasosmás...Oíunruidodepisadasynotéqueunasmanosintentabanagarrarme.Antesdequepudieraapartarme,
él me aferró por el brazo y tiró con fuerza. Giré y acabé con la espalda contra su pecho. Noté surespiración jadeante contra la mejilla. Algo frío y afilado se clavó en mi garganta. Ahogué unaexclamacióndedolorcuandosehundióunpocomás.
—Tengouncuchilloensugarganta—gruñóelhombre—.Bajaelrifle.Ponloenelsueloconmiarma.Deslízaloshaciaaquí.
—¿Stella?—gritóChet.—Tressegundosmásylerajoelcuello—volvióagruñirelhombre.OíaChetdejandoel rifleenel suelo.Lesiguióelarmadelhombre.Rasparonelcementocuando
Chetempujóambasarmasconelpiehacianosotros.—Alrincón—bramóelhombre—.Derodillas.Agachalacabeza.Háblamemientraslohaces.Oigo
tuvozysédóndeestás.—Meestoymoviendo—dijoChet—.Estoyderodillas.Conlacabezagacha.—Elsonidodesuvoz
confirmabasuubicación.—Ahoratú—meordenóelhombre,empujándomehaciaChet.Gateéhaciaélymeapretécontrasu
cuerpo.Busquéatientassumanoyselaapreté.NotéelcuerpodeChetfirmeycálido,peroaunqueno
temblaba,sabíaquedebíadeestarasustado.Oíalhombrepalpandoelsueloparaapoderarsedelasarmas.Chetmeestrechóentresusbrazos.Estábamosderodillas,aferradoselunoalotroconfuerza.—Losiento.Losientomucho—dijeenvozbajaentresollozos.Élmebesóenlafrenteymeapartóelpelóhúmedodelacara.Cerrélosojoseimaginéquepodíaver
sus oscuros rizos y sus chispeantes ojos azules, su hermoso rostro cincelado que yo asociaba confortaleza,inteligenciayternura.
—Chsss,nodigaseso—musitóél—.Ocurraloqueocurraahora,vamosapensarelunoenelotro.Recordandosololobueno.Hastaquetodoestoacabe,nosaferraremosaeso.Sinlamentaciones.
Elhombrerecogióelrifle.ApretéaChetconmásfuerza.—Estellaprimero—ordenóelhombre—.Levántate.Antesdequepudierainclusoasimilarsuorden,odarmecuentadequetodohabíallegadoasufin,de
queibaamatarnos,primeroaunoyluegoalotro,Chetsepusoenpie.—Yoiréprimero.—¡No!—exclamé, tratando de ponerme en pie para detenerlo.No lo encontré. Estaba demasiado
oscuro—.¡No,Chet!OíalhombreempujandoaChethacialasescaleras.Enseguidanotéungolpeenelpechoquemelanzó
deculosobreeldurohormigón.Semeescapótodoelaireconunsonidosibilante.Tuvoquepasarunratoparaqueelairevolvieraaquemarmelagarganta.
Escuché,aturdidayhorrorizada,cómosecerrabanlaspuertasmetálicasdearriba,separándomedeChet.
—¡Chet!—chillé.—¡Recuerdaloquetehedicho!—megritóélatravésdelaspuertas.Mearrastréescalerasarribaygolpeélaspuertasmetálicas.Fueinútil.Elcerrojoestabaechado.No
podía llegarhastaChet.Nopodíaevitar loque ibaaocurrir.Conjuréuna imagenmentaldeChety larevivíunayotravez.
Metapélasorejasconlasmanosylloré.Noqueríaoíreldisparo.Noqueríasabercuándomoría.Bajélasescalerasatrompiconesparadistanciarmedelhorriblesonidoqueibaaproducirse.
AúnhabíacosasquequeríadecirleaChet.Habíacosas,cosasimportantes,quecambiabanlavidayquenohabíamoshechojuntos.Meequivocabaconrespectoaaquellanoche.Noeraasícomoteníaqueacabarnuestrahistoria,llenadelamentaciones.
Elsonidodeldisparomedesgarrópordentro.Ylosupe.
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Enaquel instante,supequeChethabíamuerto.Mequedéparalizada.Estabacompletamentegrogui.Derepentevomitéelcontenidodemiestómago.
Metemblabanlasextremidadesdemaneraincontrolable.Inclusoloslabiosparecíanvibrar.Noveíanada.Laoscuridaderaabsolutayhacíafrío.Olíaarancio,ahumedad,peroyoteníafrío.Unfríoquemellegabahastaloshuesos.
Deberíahaber llorado.Queríahacerlo,peronoquedabanadadentrodemí.Secayvacía,mesentéconlaespaldacontralapared,oliendoavómito.
Sehabíaido.Novolveríanunca.Yolohabíamatado.Noeradramatismoniunaexageración.Estabamuertopormiculpa.Porquesehabíaenamoradodemí.Porquehabíaactuadohonorablementeintentandosalvarmelavida.
Retrocedí en el tiempomentalmente, volviendo al principio. Si no hubiera ido aquella noche a labibliotecaparadejarunmensajeaReedenlacuentadee-mail.SielmotordelMustangnosehubieraahogado.SinohubierapermitidoqueChetmeayudara...
Nolehabríaconocido,nihabríapasadolostresmejoresmesesdemividaconél.Peroélseguiríavivo.
Eratanprofundomidolor,quecasisemepasóporaltoelruidodeunasfuertespisadasbajandolasescaleras.Hacesdeluziluminaronerráticamentelahabitaciónsubterránea.Todosconvergieronsobremíenrápidasucesión.
—¡Stella!AlcélacabezabruscamentealoírlavozdeCarmina.—¿Carmina?Ellaseacercórápidamente,tiródemíparaponermeenpieyestrecharmeentresusbrazos.Lafuerza
desuabrazomedejósinrespiración.—Estásbien.Estásbien—murmuróconvoztemblorosaporelalivio.Laspiernasmefallaronymedejécaercontraella.—Apartaos todos. Dejadle sitio. —Me tocó la frente con la mano—. Está fría. Tiene la mirada
desenfocada.¡Quealguienmedéunabotelladeagua!Mecayóaguaentreloslabios.Encuantocomprendíqueerareal,bebíávidamente.Brotaronentonces
laslágrimasyllorédesconsoladamente.—Chet.Él...él...—Oh,Stella.No.Estávivo.Estáahífuera.Leestáinterrogandolapolicía.—Yo...¿Cómo?—Lamirésincomprender—.Heoídoeldisparo.Suvozsevolviósolemne.—Yolehepegadountiroalhombrequeintentabamataros.Chetmellamóhaceunratoparadecirme
que lehabíaparecidooír ruidodedisparosaquí, encasa.Lehedichoqueno semoviera,peroélhavenidoaporti.Yohellamadoenseguidaalapolicíayhevenidohaciaaquí.
—El nombre del difunto es Yevgeniy Polishchuk —anunció uno de los agentes uniformados,acercándoseparahablarconCarmina—.Estamoscomprobandosuidentidadenelsistema.LadireccióndesupermisodeconduciresdeFiladelfia,Pennsylvania.
—TengoqueveraChet—dije.Todolodemáspodíaesperar.Enesemomento,Chetseabriópasoentrelosagentesyentróenelrefugio.Sumiradaescudriñadora
dioconmigoydejótraslucirtodoloquesentía.Enunsegundomeatraíahaciaél.Guiomicabezacontrasupecho.Notésurespiraciónentrecortada.Loagarrédelacamisaconambasmanos.Noqueríavolveraperderlo.
—Estásvivo—dije—.Erestúdeverdad.—Aloíreldisparopensabaqueestabamuerto—medijoélaloídoconvozronca—.Nosabíapor
quénosentíadolor.Yentonceshevistolasangre.Erasusangreyélestabaenelsuelo.Carminatieneunapunteríaincreíble.
—Tehasofrecidoairprimero—dije—.Intentabasganartiempo,esperandoquellegaraCarminaymesalvara.
—Noimporta.Nonecesitabamástiempo.—Amímeimporta.Chetmebesóunavez,dos.Enterróelrostroenmiscabellosymeabrazóconmásfuerza.—Nohabíaelecciónposible.Porsupuestoteníaqueiryoprimero.Salgamosdeaquí.Necesitasun
sitiodondesentarteydesahogarte.—Primero tengoquecontarle aCarmina loque tehecontadoantes.Deberíahabérselodichohace
muchotiempo.Silohubierahecho,nohabríapasadonadadetodoesto.—¿Decirme,qué?—preguntóCarmina,volviendolaespaldaalagenteconelquehablaba.Laluzdelaslinternasiluminabasusfaccionesfuertesyresueltas.Cuandolamiréalosojos,nosentía
miedo.Siacaso,queríasercomoella.Valiente.Queríahacerlocorrecto,aunquetambiénfueralomásdifícil.
MiréunavezmásaChet,queasintióconlacabezaparadarmeánimos.Élcreíaenmí,yaesomeaferré.
—Vayamosacasa—dijeaCarmina.
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Alamañanasiguiente,CarminayyonoscolumpiábamosociosamenteenelporchecuandoChetllegócaminandoporelsenderoconramosdegirasolesenlasmanos.Llevabalacamisaarremangadahastaloscodosyconelcuelloabierto.Elsoldelveranohabíabronceadosupiel,igualquelamía.Suscabelloseranoscurosyrebeldes,susojos,delcolordelcieloamedianoche.
Se llevó una mano al sombrero para saludar cuando nos vio observándolo, y luego subió losescalonesdelporcheágilmente.
—Unopara ladamaquemesalvó lavida—dijo,depositandounramoen lasmanosvacilantesdeCarmina—,yotroparamichica.
—¿TehasenteradodequeCarminahasalidoenlasnoticiasestamañana?—lepregunté,altiempoqueinhalabalaterrosafraganciadelasfloresamarillas.
—Pues sí—respondió él, sentándose en el primer escalón y estirando las largas piernas—. Perodime una cosa,Carmina.Cuando apuntabas a ese hombre con tu arma, ¿se te pasó por la cabeza quepodías darme amí?Estabamuy oscuro. ¿Y si yome hubieramovido en el último segundo? ¿Y si sehubieramovidoél?¿Ysihubierasdadounrespingoytehubierafalladolapuntería?
—Fallarmeamílapuntería,yquémás—semofóella.Chetsecolocóelsombrerovaquerosobreelcorazóncongestosolemne.—Noesqueamímehayapasadonunca,claro.Peroyosoyjoven.—Sonrió—.Tengomejorvista.—Quizádeberíahabertepegadountiroati—comentóella—.Sehabríadesinfladoeseorgulloque
mantienetucabezaaflote.—Sutonosehizomásserio—.Podemosbromearsiqueréis,peromealegrodequeambosestéisasalvo.Mesiento... felizdequeestemos juntos.Nosévosotros,peroanochenodormí.NoimaginoloquedebedeestarpasandolafamiliadeTrigger.Sepodrádecirloquesequieradeél, pero ningún padre o madre merece tener que enterrar a su hijo. —Sus ojos se humedecieron yparpadeóparasecarlos—.Creoqueasuspadreslesvaacostarbastantedigerir loquehizoTriggerycómo acabó la vida de ese pobre y estúpidomuchacho. Seguramente amí tambiénme va a costar untiempo superar lo de anoche.No sirve para nada imaginar lo que podría haber pasado, cómo podríahaberacabadotodo,perosinovoyconcuidado,nodejodepensarenello.
Sí,escierto,pensé.Yotampocohabíadormido.Habíarevividounayotravez losúltimosminutosantes de que Carminamatara al sicario de Danny Balando. El terror, el miedo, seguían vivos enmimemoria.Ycuandonoimaginabaotrosfinalesposiblesparaesosúltimosminutos,pensabaenmimadre.¿Estababien?¿Volveríaaverla?TambiénhabíapensadoenReed.Pensándolobien, creoque siemprehabíasabidoqueentrarenelprogramadeproteccióndetestigossuponíaelfinaldenuestrarelación.Novolveríamos a vernos jamás.Había querido creer lo contrario por unmero instinto de supervivencia.Necesitaba desesperadamente aferrarme a la esperanza de que mi antigua vida, y las personas queentonces tanto me importaban, no desaparecerían para siempre. Aunque los hombres de Balando nohubieranencontradoaReed,élnomeestababuscando.Habíaseguidoadelantesinpensarenmí.
Igualqueyo.—Voyaservirteunvasodelimonadadealbahaca,Chet—dije,poniéndomeenpie.—¿Vosotrosdosnotenéisnadamejorquehacerqueestarconunaviejacomoyo?—dijoCarmina,
agitandolasmanosparaecharnos—.Dadunpaseo.Eldíaesdemasiadobonitoparaquedarseaquísin
hacer nada. No, Stella, no quiero oír una sola palabra. Tengo el crucigrama del periódico paraentretenerme.Venga,idosya.
Memordíellabioparareprimirunasonrisa.AlparecerCarminahabíaacabadoaceptandoqueChetyyoestuviéramosjuntos.Lehabíacostadolosuyo.
—Vale,perosolosimeprometesponermisfloresenunjarrón.—ComosiyofueraadejarquelasfloresdeHannahFalconerseestropearan—dijoellacontonode
exasperación,arrebatándomeelramodelasmanosyusándololuegoparadarmeeneltrasero—.Dadunpaseoparaabrirelapetito.Tendrélacomidalistaparacuandovolváis.
RecogímisombrerovaquerodeltaburetedeordeñarqueCarminausabacomotopeparalapuerta,ymelopuse.LuegodejéqueChetmetomaradelamanoymeguiaraporelsendero.
—Carmina y yo mantuvimos una larga charla anoche —dije, balanceando nuestros brazos—.Estuvimosdespiertasbuenapartedelanoche.Selocontétodo.Losdetectivesquellevanelcasovienenparaaquí.Tendréquevolveraprestardeclaración.Saldrána la luz todasmismentiras,perono tengomiedo.Prefieroafrontarlasconsecuenciasaseguirviviendoesahorriblementira.Carminadicequelasacusacionesporperjurio sonextremadamente raras,por loque seguramente saldrébienparadaenesesentido, y que ademásme sentía tan culpable queyamehe castigadoyobastante amímisma.Podríahaberevitadotodoestosihubieracontadolaverdaddesdeelprincipio.
—Estabasasustada.Queríasprotegeratumadre.—Busquéexcusasparamisactos.MedijeamímismaquenopasabanadapormentirporqueDanny
Balando era unmalhechor que debía estar entre rejas. Quizá sea así, pero no por un crimen que nocometió.
—¿Lohansoltado?—Sigue detenido, acusado de conspiración. Con la orden de registro de su arresto, encontraron
pruebasquelorelacionanconelcártel.Novaasalirdelacárcelenmuchotiempo.—¿Lespreocupaqueenvíeaalgúnotroaporti?—Soyun testigodesacreditado.Lafiscalíanopuedeutilizarmeanteel tribunal.Nadade loqueyo
digatendrávalor,porquehementidoantes.Encualquiercaso,yanoleacusandeasesinato.Yanosoyunaamenazaparaél.
—¿Ytumadre?—Los alguaciles la están buscando.La encontrarán tarde o temprano.Mientras tanto, supongoque
habrávueltoarobaryadrogarse—dije,ymivozsevolviómelancólica.Pormuchoquemenegaraaaceptarlo,seguíaqueriendoamimadre.Queríaqueserehabilitara.Quizálolograríaalgúndía,peroelcaminoseríalargoyduro—.Esloúnicoqueconoce.
—¿Yquéhaydeti?—preguntóChet,deteniéndosealasombradeunamplioálamo.Apoyólosbrazossobrelacercademaderaconairedespreocupado,peroalmirarlobien,viqueapretabalasmanosconfuerza.Lasabríaycerrabacondedostensos,esosdedosfuertesyseguros—.¿Volverásatuantiguavida?—Parecíacontenerlarespiraciónmientrasescudriñabamisojosconunamiradapenetrante.
Sopesé su pregunta cuidadosamente. Habían cambiado tantas cosas durante el verano. Yo habíacambiado.Yanuncavolveríaaserlapersonaqueeraantes.YanoeraEstellaGoodwinn.
—Notengobuenosrecuerdosdeallí.AquellachicaasustadaydesesperadadeFiladelfianosoyyo.Yanosoyyo.Esteesmihogarahora.Aquíesdondepertenezco.
Lentamentesedisipólasombradesumiradayensusojosbrillóunachispadeesperanza.—¿Tequedas?
Meapoyéconloscodosenlacercaasuladoysonreí.—Verás,hayuntíoaquí,untíomuydulce,sexyysensible,ynoestoydispuestaadejarloescapar.Chet secolocódelantedemícon laspiernasa ambos ladosde lasmías,y apoyó lasmanosen la
cerca, dejándome atrapada entre la cerca y él. Luego bajó la cabeza yme habló con su boca a unoscentímetrosdelamía.
—Vasatenerquedecirleaesetíoqueestáscomprometida.Porqueyonovoyacompartirte.—¿Deberíadecírseloamablemente?—musité,acercándomemásaélparaseguirleeljuego.Cuando
mibocarozósumandíbula,oísurespiracióncálidayronca.—Quémásda.Cuandoacabecontigo,nisiquierarecordarássunombre.—Mmm,¿esoesunapromesa?Chetmeechóhaciaatráslachaquetatejanaquellevabasobreloshombros.Aterrizósobrelosdientes
deleónconunfrufrúdetela.Susojosdelargaspestañasmemirarondearribaabajosinprisa.Notéelcalordesumiradaportodoelcuerpocomounacariciafísicaquedespertóundeseoincontenible.
Sialgohabíaaprendido,eraqueChetsiemprecumplíasuspromesas.
NotasNotas1.Juegodepalabrasintraducible.Lapalabra«hijo»eninglés,son,tieneunapronunciaciónmuysimilaraladesol,sun.(N.delaT.)2.
Ejerciciodepatinajequeconsisteenabrirlaspiernaselmáximoposibleparapasarpordebajodeunabarracolocadaaescasaalturadelsuelo.(N.delaT.)3.Elwiffleballesunavariantedelbéisbolquesejuegaenlugarespequeños.Lapelotaesdeplástico,ligerayperforada,yelbateesdeplásticoynormalmenteamarillo.(N.delaT.)4.Apelativodelargotdelbéisbolparadenominaraunbateadorconmuchapotencia.(N.delaT.)5.Juegotípicodeferiasyeventospararecaudarfondos.Sevendentíquetsalosparticipantesyluegosetrazantantoscuadradosenelsuelocomotíquetsvendidos,cadaunoconsunúmerocorrespondiente.Losparticipantespaseanporencimadeloscuadradosmientrassuenamúsica.Cuandosedetienelamúsica,sedaunnúmero,ylapersonaqueestáenelcuadradoconesenúmeroganaunpastel.(N.delaT.)6.Desayunotípicodecafeteríasestadounidenses.Consisteencortarpatatasentirasobientriturarlasyfreírlasluegobienprensadasenformadetortita.(N.delaT.)7.Juegodepalabrasintraducible.Lapalabrajameningléssignificaliteralmente«mermelada»,perotambiénserefiereaunatasco,líooproblema.Asípues,esunamaneradedecirquenodebescaerenlatentaciónparanopecar.EsunafraserecurrenteenmuchasiglesiasdeEstadosUnidos.(N.delaT.)