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MUJER EMPRENDEDORA, INNOVACION Y TERRITORIO.
Fernando Javier Crecente Romero *
José Luis Crespo Espert *
Antonio García Tabuenca **
DEPARTAMENTO: * Ciencias Empresariales
** Estadística, Estructura Económica y EOI.
UNIVERSIDAD: Universidad de Alcalá
ÁREA TEMÁTICA: Globalización y desarrollo regional.
RESUMEN: El cambio de modelo desde una economía de gestión a una economía
emprendedora, así como la progresiva incorporación de la mujer a la misma, ha
supuesto el desarrollo de nuevas políticas económicas –incluidas las de carácter
regional- que tratan de estimular la actividad emprendedora femenina, por lo que
conviene estudiar y comparar las características de las emprendedoras y los resultados
que ofrecen sus empresas.
El análisis, que propone un enfoque regional, parte de los resultados de la explotación
de los datos obtenidos a partir de 251 respuestas recibidas a cuestionarios enviados en
2009 a empresas dirigidas por mujeres y 357 respuestas de una muestra de
emprendedores representativo del tejido empresarial español. Se contemplan 40
variables de tipo psicológico, demográfico, sectorial, de entorno, organizacionales y de
influencia de las políticas públicas. Mediante análisis factorial y clúster se obtienen los
factores y grupos que ayudan a comprender los determinantes, motivaciones y
conductas que explican la actividad emprendedora de la mujer, así como la influencia de
los incentivos públicos y de otros valores personales y sociales del entorno. Asimismo,
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se profundiza en las diferencias en función del género y de la región (NUTS-1) de
pertenencia, incluyendo el esfuerzo tecnológico y cooperativo realizado.
Con todo ello, la investigación, frente a otras tipologías empresariales, presenta –
nacional y regionalmente- la de los emprendedores más dinámicos y creativos,
caracterizados por la valoración de las políticas de creación de empresas, la obtención
de rentas en función al esfuerzo y la consideración de factores de supervivencia. La
experiencia profesional y escasa importancia concedida a la capacidad de conciliar vida
familiar y laboral describen, asimismo, una tipología de empresaria comprometida con
su negocio.
PALABRAS CLAVE: Tipologías empresariales, emprendedor creativo, mujer
emprendedora, región.
1. Introducción.
La influencia de la mujer en el desarrollo de la economía representa un destacado
fenómeno entre los cambios sociales fraguados en el siglo XX, y su profesionalización
y liderazgo en algunas esferas económicas y empresariales es un hecho aceptado en las
últimas décadas. Bonano (2000) considera que una de las fuerzas principales que
conducirán la economía global en el siglo XXI será la emergencia de la mujer en la
actividad económica y emprendedora, lo cual no podrá ser ignorado por los
responsables políticos. Además, el cambio de modelo desde una economía de gestión a
una economía emprendedora, así como la progresiva incorporación de la mujer a la
misma, ha supuesto el desarrollo de nuevas políticas económicas –incluidas las de
carácter regional- que tratan de estimular la actividad emprendedora femenina, por lo
que conviene estudiar y comparar las características de las emprendedoras y los
resultados que ofrecen sus empresas.
El presente trabajo tiene en consideración una serie de variables relacionadas con la
actividad emprendedora y se estructura en dos epígrafes que indagan en aspectos
específicos del comportamiento de los empresarios, pero especialmente de las mujeres
emprendedoras. El primero recoge un estudio de factores que permite obtener los
componentes que determinan la actividad emprendedora española de las mujeres, así
como los grupos o clusters diferenciados de empresarias en función de los mencionados
factores. El segundo analiza y busca evidencias sobre la actividad emprendedora
creativa, es decir, aquella que se halla comprometida con una estrategia empresarial
basada en oportunidades sectoriales, innovadoras o de mercados dinámicos que generan
productos emergentes. Tanto uno como otro son de interés para el ámbito de las
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políticas económicas y regionales, particularmente en las referidas a dos campos
complementarios de la promoción económica y empresarial: de un lado, el del estímulo
de la actividad emprendedora mediante políticas apropiadas que reduzcan las barreras
de entrada y salida de las empresas a los mercados, y de otro, el de favorecer
condiciones de entorno competitivo de manera que los potenciales emprendedores
pueden elegir con más probabilidad de éxito proyectos empresariales innovadores y
competitivos, aquellos que se sitúan más cerca del “ambiente emprendedor
schumpeteriano”.
2. Aportaciones teóricas sobre la actividad de las mujeres emprendedoras.
El primer trabajo que trato las diferencias de género entre empresarios fue el de Eleanor
Schwartz (1976). El trabajo, de naturaleza cualitativa, versa sobre las motivaciones,
actitudes y barreras de la mujer en el mundo empresarial, combinando un estudio
exploratorio y descriptivo mediante la realización de 20 entrevistas a mujeres
emprendedoras. Posteriormente, algunos investigadores (Hisrich y Brush, 1984; Scott,
1986; Cromie, 1987; Orhan y Scott, 2001) comienzan a examinar detalladamente las
posibles diferencias que pueden derivarse del género en el desarrollo de la actividad
empresarial en cuanto a rasgos de personalidad y motivaciones. Posteriormente, otros
trabajos abordan estas diferencias de género respecto al modo de enfrentar las
decisiones estratégicas (Clark y Janes, 1992; Carter et al., 1996) o respecto a las
barreras de entrada en la actividad (Buttner y Rossen, 1988; Verheul y Thurik, 2001).
Pero también algunos estudios han analizado las similitudes, como por ejemplo, Sexton
y Bowman-Upton (1990) o Cole (1997) que las encuentra en el ámbito específico de los
negocios familiares, o bien discuten la asunción generalmente aceptada de que el género
provoca diferencias (Ahl, 2002). Es menos común en la investigación el estudio del
desempeño de la actividad empresarial liderada por mujeres, aunque existen algunas
interesantes incursiones (Rosa et al, 1996; Tigges y Green, 1994), de las que se ofrecen
las principales ideas y conclusiones. Resulta aún más interesante, si cabe, las
aportaciones en las que se combina el estudio de los rasgos personales de los
emprendedores por género con el desempeño o éxito de sus negocios (Loscocco et al.
1991).
Hisrich y Brush (1984) indagaron en las características personales de las emprendedoras
y en los motivos que las llevan a iniciar una actividad, así como en los sistemas de
apoyo, barreras y retos con que cuentan en el crecimiento y desempeño de sus negocios.
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Su estudio revela que las mujeres empresarias han alcanzado un nivel formativo
superior al que exhiben los hombres, aunque para desarrollar la actividad deben adquirir
formación en cuestiones financieras y en otros campos técnicos, lo que explicaría que
los negocios de mujeres se hallen mayoritariamente en la esfera de ramas
tradicionalmente femeninas, tales como comercio y servicios o negocios de hostelería,
ocio y cuidado personal. Por su parte, Scott (1986) encuentra diferencias por género en
las razones que mueven a los individuos a iniciar la actividad empresarial. Las mujeres
lo hacen principalmente por razones concernientes al reto y satisfacción personal,
mientras que los hombres se mueven sobre todo por el interés de ser sus propios jefes.
En el contexto del análisis de los estereotipos de género respecto a las barreras de
entrada en la actividad, Buttner y Rossen (1988) realizaron un estudio entre ejecutivos
de bancos norteamericanos responsables del área de préstamos. Sus resultados
confirman la hipótesis de que algunas características atribuidas al éxito emprendedor
(en concreto, liderazgo, autonomía, asunción de riesgo, preparación para el cambio,
fortaleza, ausencia de emociones y baja necesidad de apoyo) están más frecuentemente
adscritas a los hombres que a las mujeres. Tal percepción es consistente con la
aceptación común de las dificultades que encuentra la mujer emprendedora a la hora de
acceder a recursos externos para sus necesidades de fondo de maniobra. Estas
dificultades hacen que las mujeres sean más propensas a tomar prestado de familia y
amigos que los empresarios varones (Haynes y Haynes, 1999).
Pero no todo son diferencias. Sexton y Bowman-Upton (1990) descubren que los rasgos
psicológicos de hombres y mujeres emprendedores son similares, o al menos son más
parecidas las características comunes que las diferenciadoras; únicamente parecería que
las mujeres presentan mayor grado de autonomía y mayor aversión al riesgo –
percepción también contrastada por Verheul et al., 2008 y Shane et al., 1991-, lo que
induce a que no haya diferencias determinantes para dirigir o tomar decisiones de
crecimiento en una compañía. Por su parte, estudiando particularmente los negocios
familiares, Cole (1997) revela que hombres y mujeres comparten similitudes que
permanecen desconocidas debido a que los estudios han enfatizado más en las
diferencias. Inesperadas similitudes se encuentran, por ejemplo, en que tanto unos como
otras parecen hallarse satisfechos manteniendo la buena relación familiar en el negocio.
Asimismo, que las diferencias entre las mujeres que participan en el negocio familiar
son tan importantes como sus similitudes; por ejemplo, las diferentes perspectivas
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respecto al cuidado de los hijos o el debate sobre el “techo de cristal” y su progreso
dentro de la empresa. En esta misma línea, anteriormente, Salganicoff (1990) ya había
considerado que las mujeres pueden asumir más la toma de responsabilidades en las
empresas familiares, precisamente por tratarse de negocios familiares que les permiten
flexibilidad a la hora de acomodar sus agendas para atender las necesidades de sus
familias. Esto contribuye a que tengan la oportunidad de ostentar puestos de
responsabilidad laboral y empresarial, tener mejores ingresos que en otros trabajos y
acceder a industrias tradicionalmente dominadas por hombres, como la construcción o
las manufacturas, y, así, disminuir el efecto del “techo de cristal”.
3. Fuentes de información y bases de datos.
Para conocer las características personales y las estrategias de gestión de los
empresarios y las empresarias españolas se ha realizado un estudio con información
directa de los mismos, a través de encuestas específicas. A estos efectos, en la
investigación se han diseñado dos cuestionarios: el primero se centra en un colectivo de
mujeres empresarias y el segundo se refiere a una muestra representativa de empresarios
del tejido empresarial español -según su distribución por tamaños y sectores conforme
al Directorio Central de Empresas-. Las dos encuestas cuentan con preguntas comunes y
con preguntas diseñadas de acuerdo a la idiosincrasia del empresario a encuestar. El
trabajo de campo, realizado mediante envió postal de la encuesta y seguimiento de cada
caso, se ha realizado por la empresa encuestadora especializada (Dephimatica).
El universo a ser encuestado parte del total de empresas contenidas en la base SABI, en
su versión de 28 de febrero de 2009, compuesto por 678.860 unidades con registros
completos disponibles. Del universo de empresas en SABI, se ha seleccionado una
muestra aleatoria estratificada por tamaños y sectores (prestando también atención a una
cierta proporcionalidad en cuanto a antigüedad de la empresa y su localización) a un
nivel de significación del 95%, obteniéndose un tamaño muestral de 16.250 empresas.
De dicha muestra, estratificada en base a los dos criterios anteriores, se han extraído las
empresas dirigidas por mujeres: en total 3.124. La segmentación del universo, muestras
y participación de mujeres dentro de las muestras se presentan en el cuadro 1.
Respecto a las encuestas dirigidas al colectivo de empresarias, el objetivo es obtener
300 encuestas válidas representativas de la opinión del conjunto de mujeres
emprendedoras, por lo que para alcanzar este número de respuestas se escogió una
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muestra de 900 empresas a las que se les envió el cuestionario. De esta encuesta dirigida
a emprendedoras, se recibieron 251 cuestionarios completos. Respecto a las encuestas
dirigidas al colectivo de empresarios del entramado empresarial español, el objetivo era
el mismo, esto es, obtener otras 300 encuestas representativas de la opinión del conjunto
de emprendedores. No obstante, para evitar la sobre-representación de microempresas
se ha doblado el número de pequeñas empresas a extraer de SABI y se ha triplicado el
número de medianas y grandes. De esta forma, se recibieron 357 cuestionarios
completos.
Cuadro 1. Población en SABI 2009, muestra aleatoria y composición de mujeres
Fuente: Elaboración propia. SABI.
4. Metodología.
El análisis utiliza variables de tipo psicológico, demográfico, sectorial, de entorno,
organizacionales y de influencia de las políticas públicas de tipo demográfico. A través
del uso de técnicas descriptivas y multivariables se analiza la tendencia de las
respuestas, además de realizar comparaciones entre los diferentes grupos considerados,
especialmente, comparaciones según el género del empresario.
De esta manera, el análisis descriptivo se desarrolla en tres secuencias: en la primera, se
ofrece el perfil y la caracterización de los empresarios/as; en la segunda se presenta un
estudio multivariante de componentes principales que permite la obtención de un
conjunto sintético de factores explicativos de la actividad emprendedora. Para el análisis
factorial se han utilizado todas las preguntas-respuestas que contienen una valoración
por parte del empresario mediante el procedimiento de „escalas Likert’ o similares (muy
importante,…, nada importante, etc.). Con estos resultados valorativos y algunos otros
de caracterización del empresario o de la empresa, se ha creado un conjunto de 40
variables sobre las que se ha realizado el estudio de factores que caracterizan el espíritu
empresarial y su relación con las performances de las empresas. Estos factores, a través
SABI Muestra Mujer SABI Muestra Mujer SABI Muestra Mujer SABI Muestra Mujer SABI Muestra Mujer
Agrario 10697 311 29 2633 77 7 310 10 0 41 1 0 13681 400 36
Extractivas 2469 71 2 1153 32 3 251 6 0 111 2 0 3984 112 5
Man. tradicional 51548 1271 191 26192 638 61 4102 93 9 684 14 1 82526 2016 262
Man. int. y avan. 9741 261 22 6947 181 10 1891 44 0 543 12 0 19122 497 32
Construcción 74697 1773 181 31470 748 68 3746 86 6 368 8 0 110281 2615 255
Distrib. Comercial 144607 3415 418 32373 793 78 3758 89 7 653 15 0 181391 4311 503
Resto servicios 214177 5048 1718 43560 1033 279 7704 171 28 2254 48 6 267695 6299 2031
Total 507936 12149 2561 144328 3502 506 21762 499 50 4654 101 7 678680 16250 3124
Total (CNAE 93 Rev. 1)
Micro Pequeñas Medianas Grandes
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de un análisis clúster, servirán de base para determinar agrupaciones homogéneas de
empresarios en función de sus factores más determinantes. Y finalmente, en la tercera
etapa se indaga en la capacidad creativa competitiva de los empresarios, en especial de
las mujeres emprendedoras, mediante el uso de tabulaciones cruzadas de los resultados
de las preguntas relativas a las políticas de crecimiento, desarrollo de productos,
presencia de licenciados en la empresa, políticas de I+D+i y elección del negocio por
decisiones estratégicas. El uso del test de la chi-cuadrado determina si existen
diferencias significativas entre los grupos considerados. Igualmente se aplicará esta
técnica estadística para conocer los motivos por los que los empresarios/as decidieron
establecer un negocio en un lugar, momento y sector concreto.
4. Valoración de las variables determinantes de la actividad emprendedora: El
caso de las mujeres emprendedoras.
Para descubrir cuáles son los principales motivos que determinan que una persona tome
la decisión de convertirse en empresario, se había incluido en el cuestionario un
catálogo de preguntas relativas a variables motivacionales, claves para la supervivencia
del proyecto empresarial y valoración de las políticas públicas. Además se emplean las
variables sobre las características del propio empresario y de su empresa -previa
transformación en escala Likert-. Todas estas variables recogen las diferentes
dimensiones que definen la multidisciplinaridad del concepto de empresario (dimensión
demográfica, psicológica, organizativa y estratégica, del entorno económico-sectorial,
políticas institucionales, etc.). En total se han seleccionado 40 variables agrupadas en
cinco bloques temáticos: motivacionales, factores para la supervivencia, valoración de
las políticas públicas orientadas a la creación de empresas, perfil demográfico del
empresario y características de la empresa y su entorno. Como sugieren los trabajos de
Lafuente y Salas (1989), Lumpkin y Dess (1996), Baum, Locke y Smith (2001) y
Grundry y Welsch (2001), la combinación de las variables individuales del empresario y
del entorno posibilita un análisis multinivel capaz de explicar tanto los componentes
como el grado de importancia de la actividad emprendedora. El cuadro 2 muestra, por
un lado, la valoración de las variables para la muestra mujeres empresarias como de la
muestra de emprendedores del conjunto de la estructura empresarial española.
Los resultados confirman que los emprendimientos se encuentran condicionados
positivamente por variables motivacionales y por factores de supervivencia y, en menor
medida, por el estímulo de las políticas públicas para la creación de empresas. Los
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empresarios buscan mejorar su calidad de vida a través de la obtención de rentas que
compensen su mayor esfuerzo y dedicación. Concretamente, las variables más valoradas
son: la autonomía, alcanzar la autorealización, ser jefe de su propio negocio, la
obtención de un nivel de rentas suficiente y ganar dinero en consonancia con el esfuerzo
alcanzan valores superiores a 4 (sobre 5). En el extremo contrario, las variables menos
valoradas son la disposición de tiempo libre y la obtención del reconocimiento social,
con una valoración por debajo de 3 (sobre 5).
Dentro de las variables que influyen en la supervivencia de la empresa, tener un buen
producto es la única variable que obtiene la máxima valoración, con una nota superior a
4 en términos medios. Seguidamente se sitúa la disposición de una buena cultura
empresarial. Por el contrario, en la actualidad, la disposición de recursos financieros es
cada vez más importante tanto para iniciar como para poder consolidar un negocio. Por
su parte, el esfuerzo tecnológico realizado, se considera como “algo importante” para
favorecer la consolidación de la empresa.
En relación a la valoración de las políticas públicas en España, destaca como los
empresarios infravaloran las políticas públicas para la creación de empresas en relación
con el resto de factores de supervivencia empresarial. Ninguna de las valoraciones
supera los 3 puntos (sobre 5), mientras que a la que menor valoración se le concede es la
relativa al ámbito fiscal.
Cuadro 2. Factores determinantes de la actividad emprendedora: El caso de las empresarias
Descripción de la variable Escala de
Medida
Año 2009 – Total
Emprendedores
Año 2009 -
Mujeres
Media Desviación
estándar Media
Desviación
estándar
Variables motivacionales
Autonomía
Escala tipo
Likert
(1= «nada
importante»
a 5 = «muy
importante»)
4,37 0,97 4,37 0,96
Tener tiempo libre 2,61 1,52 2,68 1,49
Elegir localización del trabajo 3,38 1,44 3,54 1,48
Priorizar la vida familiar 3,45 1,33 3,68 1,38
Alcanzar la autorrealización 4,16 1,09 4,16 1,14
Trabajar a su propio ritmo 3,89 1,27 4,10 1,17
Contribuir a la sociedad 3,58 1,28 3,76 1,29
Ser el jefe de su propio negocio 4,18 1,03 4,17 1,05
Aceptar un desafío 3,93 1,22 3,97 1,21
Exhibir las habilidades personales 3,27 1,36 3,70 1,33
Obtener reconocimiento social 2,91 1,31 3,35 1,35
Alcanzar un nivel de renta suficiente 4 0,99 4,19 0,97
Obtener altos rendimientos de renta 3,41 1,16 3,66 1,17
Ganar dinero consonancia esfuerzo 4,05 1,07 4,27 1,04
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Factores para la supervivencia
Tener un producto/servicio adecuado Escala Likert
(1= «nada
importante»
a 5 =«muy
importante»)
4,46 0,84 2,95 1,46
Disposición de recursos financieros 3,35 1,38 3,56 1,17
Buenas expectativas de mercado 3,46 1,2 3,78 1,46
Buena cultura empresarial 3,89 1,29 3,56 1,30
Esfuerzo tecnológico realizado 3,38 1,32 1,46 1,21 Valoración de las políticas públicas
Las prestaciones sociales fomentan la
creación de empresas
Escala tipo
Likert
(1= «nada
importante»
a 5 = «muy
importante»)
2,8 1,56 2,55 1,22
Las políticas del gobierno nacional en
relación a la creación de empresas 2,41 0,98 2,22 0,95
Las políticas CC.AA. creación de empresas 2,56 0,97 2,32 0,95
La tramitación en la creación de empresas 2,91 1,04 2,43 1,00
La fiscalidad en la creación de empresas 2,37 0,99 2,25 0,98
Las normativas es predecible y consistentes 2,53 0,86 2,43 0,87
Las políticas del gobierno: educación 2,6 1,006 2,45 1,02
Las políticas de infraestructuras físicas 2,69 0,887 2,59 0,90
Políticas de infraestructuras y tecnológicas 2,75 0,895 2,65 0,90
Características del empresario
Edad Escala 4 posic. 2,27 0,99 2,14 0,98
Experiencia profesional Escala 4 posic. 3,12 0,883 2,83 0,96
Nivel de concentración de decisiones Sí = 1; No = 0 0,61 0,49 0,71 0,46
Existencia otro empresario familia Sí = 1; No = 0 0,64 0,49 0,63 0,48
Experiencia familiar relacionada actividad Sí = 1; No = 0 0,44 0,47 0,60 0,49
Empresa relación anterior actividad Sí = 1; No = 0 0,50 0,5 0,30 0,46
Estudios universitarios Sí = 1; No = 0 0,39 0,48 0,21 0,41
Características de empresa/entorno
Edad de la empresa Escala 4 posic. 1,33 0,52 3,52 0,63
Porcentaje de acciones accionista principal Escala 3 posic. 2,75 0,66 2,73 0,68
Tamaño (en número de empleados) Escala 4 posic. 1,29 0,59 1,29 0,55
Concentración ventas (3 principal clientes) Escala 4 posic. 1,92 1,02 1,36 0,78
Sector de actividad Escala 3 posic. 2,58 0,68 2,85 0,45
Fuente: Elaboración propia a través de encuesta.
Por su parte, el bloque relativo a perfil del empresario pone de manifiesto las siguientes
características: la situación de crisis y la necesidad ha convertido el emprendimiento en
una alternativa factible para las personas de menos de 38 años (el 25.07% de los casos);
elevada experiencia empresarial en la gestión de otras empresas anteriores y
concentración de todas las decisiones estratégicas (financieras, de producción, de
recursos humanos, etc.) en la figura del empresario-propietario –el 61% de los
empresarios-. La tradición familiar es un factor significativo para emprender una nueva
actividad, dado que el 64% cuenta con otro empresario en la familia, aunque el
desarrollo de las actividades se produce en sectores distintos a los familiares (sólo el
40% prosigue en el mismo sector que su familia). En relación con el nivel de estudios,
se aprecia como apenas el 40% de los encuestados posee estudios universitarios.
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Finalmente, en relación al conjunto de variables características de la empresa, en más
del 75% de los casos el empresario promotor cuenta con más del 100% del capital social
aportado a su microempresa dedicada al sector servicios. Por otro lado, las empresas de
la muestra encuestada tienen una media de 16 años, y aunque operan en siete sectores de
actividad según la CNAE 2009 a dos dígitos, para el estudio se han agrupado en los tres
sectores de actividad básicos.
A continuación se presentan las principales diferencias que presenta el conjunto de
mujeres emprendedoras respecto al colectivo general de empresarios. Así, las mujeres
eligen constituir un negocio para reafirmarse en la sociedad, al exhibir sus habilidades
personales y buscar el reconocimiento social (media de 3.35 respecto a 2.91
correspondiente al total de emprendedores). En relación a las motivaciones personales
que han influido en la decisión de ser empresario, el colectivo de mujeres otorga una
mayor valoración a la obtención de rentas, así como a las posibilidades que ofrece la
creación de una empresa para priorizar la vida laboral y familiar. Esta situación resulta
coherente con el mayor número de familiares a cargo y el número de horas diarias
dedicadas al cuidado del hogar que soporta el colectivo de mujeres sobre el resto de
empresarios emprendedores. Al valorar los factores de supervivencia también se
aprecian comportamientos diferenciados, en concreto, las empresarias consideran poco
importante el esfuerzo tecnológico en innovaciones de productos o procesos (media de
1.46 frente a 3.38 del resto de empresarios) así como tener un producto o servicio
adecuado al mercado (media del 2.95 respecto al 4.46 del resto). Del resto de factores de
supervivencia, las empresarias consideran muy importantes la disposición de recursos
financieros. Por otra parte, las empresarias infravaloran todas las políticas públicas
orientadas a la creación de empresas, en especial, las relativas a la tramitación y
burocracia en los momentos constitutivos de la sociedad.
Finalmente, la principal diferencia existente entre las características de las empresarias
respecto al resto de empresarios encuestados es su menor experiencia profesional.
Únicamente para el 30% de las empresarias su actual negocio está relacionado con su
anterior actividad. Por el contrario, la experiencia familiar relacionada con su actual
actividad resulta un factor más determinante al constituir la sociedad. En relación al tipo
de empresa destaca que son negocios muy consolidados en el mercado, de más de 16
años de antigüedad, con una fuerte presencia en el sector de servicios no comerciales, lo
que explica la escasa dependencia respecto a sus tres clientes principales.
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5. Factores subyacentes de la actividad emprendedora en las mujeres españolas.
El elevado número de variables determinantes del espíritu emprendedor aconseja su
reducción, a través de un análisis factorial, con el fin de obtener un conjunto de
componentes principales de la actividad emprendedora, en concreto según el género del
empresario. Para alcanzar este objetivo se han elaborado dos análisis factoriales: el
primero para el conjunto de emprendedores y el segundo análisis se centra
específicamente en el colectivo de mujeres empresarios. La significatividad del test de
Barlett, así como el resultado de la matriz de correlaciones -0,000-, es indicativo de la
existencia de relaciones lineales entre las variables, verificando la idoneidad de los
análisis factoriales aplicados1. No obstante, dado que la singularidad del estudio procede
de su muestra específica de mujeres, sólo se presenta a continuación los resultados del
análisis factorial del colectivo de mujeres. La obtención de la matriz de carga de los
factores, obtenida a través de una rotación varimax, se presenta en el cuadro 3. El
análisis permite la extracción de 11 factores que recogen el 58.59% de la varianza de las
variables para la muestra de mujeres.
El primer factor lo conforman todas las variables asociadas a la valoración de las
políticas públicas (prestaciones económicas, fiscales y administrativas) para favorecer la
creación de una empresa. Los ítems con mayor nivel de saturación son los relativos a las
políticas nacionales y autonómicas para estimular la iniciativa emprendedora y en
menor medida la tramitación administrativa y la incidencia tributaria en la creación de
la empresa. Este factor recoge el 12.3% de la varianza total. A este factor se le ha
denominado “contribución de las ayudas públicas”.
El segundo factor recoge los siguientes ítems: contribuir a la sociedad, aceptar un
desafío, exhibir las habilidades personales, obtención de reconocimiento social y
alcanzar la autorrealización. Este factor recoge el 6.63% de la varianza total. Este factor
representa la dimensión psicológica del empresario, de ahí que se le haya denominado
“necesidad de logros personales y sociales”. Asimismo, manifiesta el progresivo
cambio de los valores culturales de la sociedad española, valorándose cada vez más el
riesgo que asumen los emprendedores, así como la mejora del bienestar social que
generan en su entorno. Estos resultados sin embargo no son del todo coincidentes con
los obtenidos por el Informe GEM-España, en donde ante la valoración del grado de
1 Ji cuadrado con 780 grados de libertad=4456.2104 para el colectivo empresarios ya encuestados y Ji-Cuadrado con
780 grados de libertad= 2938.4773 para la muestra de mujeres empresarias. En ambas muestras p=0.0000
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apoyo cultural a la actividad emprendedora, destaca que tan sólo el 65% del panel de
expertos considera emprender como una buena opción profesional y algo menos del
60% creen que emprender les reportará un buen status social (De la Vega, 2009:91-92).
El tercer y cuarto factor que más explica la actividad emprendedora es la “autonomía” y
la “obtención de rentas”. El grado de explicación de la varianza es de un 5.4%. El factor
“obtención de rentas” lo componen las variables: alcanzar un nivel de renta suficiente,
obtener altos rendimientos y ganar dinero en consonancia con el esfuerzo realizado. La
actual situación económica ha puesto de manifiesto como en épocas de crecimiento
económico y estabilidad del entorno, la obtención de rentas puede animar a una persona
con espíritu emprendedor a pasar de ser un potencial empresario a convertirse en gestor
de su negocio, sustituyendo sus actuales retribuciones dinerarias (sueldo, subsidio por
desempleo, etc.) por los beneficios que les reporte la actividad. Sin embargo, en épocas
de recesión la motivación monetaria es menos valorada frente a la seguridad de sus
emolumentos como asalariado por cuenta ajena. Por su parte, al factor que incluye las
variables: trabajar para uno mismo, ser jefe de su propio negocio, autonomía y elegir la
localización del puesto de trabajo (muestra de mujeres) o alcanzar la autorrealización
(muestra de seguimiento), se le ha denominado “autonomía”. Por tanto, los ítems con
mayor nivel de saturación son los que se refieren a motivaciones monetarias y en menor
medida con motivaciones asociadas a dirigir por uno mismo.
El quinto y sector factor se asocian a las variables relativas a la supervivencia de la
empresa y a la mejora de la calidad. Al factor denominado “supervivencia” (4.6% de la
varianza total) recoge las cinco variables relativas a los requisitos que debe de reunir
toda empresa para lograr su supervivencia (ordenadas por mayor nivel de saturación):
buenas expectativas de mercado, disponer de recursos financieros, disponer de una
buena cultura empresarial y tener un producto/servicio adecuado a las necesidades de su
demanda. En relación a la mejora del bienestar personal que supone la creación de una
empresa, se ha definido para un factor denominado “calidad de vida” que agrupa tener
tiempo libre, priorizar la vida familiar y la relación existente de la empresa constituida
con la anterior actividad. Al analizar el peso explicativo de estos componentes, puede
comprobarse como para las mujeres la creación de una empresa apenas le permite
mejorar la conciliación de la vida personal y familiar, ya que este factor sólo explica un
4.6%.
13
Cuadro 3. Matriz rotada de factores explicativos de la actividad emprendedora en la muestra de mujeres
0,6774 0,5915
0,8173 0,7318
0,7618 0,6545
0,679 0,6136
0,6456 0,5852
0,7583 0,6294
0,7026 0,5513
0,7779 0,7717
0,7539 0,7448
0,4382 0,5001
0,5611 0,5655
0,7048 0,6816
0,7299 0,6646
0,7008 0,6554
0,6887 0,528
0,4857 0,5226
0,6982 0,5765
0,635 0,5629
0,765 0,6975
0,7845 0,7015
0,7677 0,6444
0,3733 0,4844
Disposición de recursos financieros 0,5117 0,5585
0,5884 0,4783
0,7651 0,6542
0,4498 0,4419
0,6969 0,6776
0,6396 0,632
0,7843 0,7043
0,8059 0,681
0,7446 0,611
0,6837 0,5933
Edad 0,7688 0,648
0,5885 0,5404
0,2488 0,2406
0,5669 0,3938
0,685 0,5674
0,3863 0,3762
0,4312 0,4611
0,6839 0,5175
12,3 6,63 6,3 5,51 4,6 4,5 4,28 3,83 3,82 3,51 3,31
12,3 18,93 25,23 30,74 35,34 39,84 55,28 43,67 47,49 51 58,59
Su empresa está relacionada con su anterior actividad
Tener tiempo libre
Priorizar la vida familiar
Elegir localización de trabajo
Trabajar a su propio ritmo
Ser jefe de su propio de negocio
Esfuerzo tecnológico realizado
Experiencia profesional
Varianza explicada
% de varianza
% de varianza acumulada
Tradición
familiar
Concentración de ventas (tres princiaples clientes)
Sector de actividad
Edad de la empresa
Porcentaje de acciones en manos del accionista principal
Tamaño (en número de empleados)
Estudios universitarios
Nivel de concentración de las decisiones: Todas
Experiencia familiar relacionada con su actividad
Existencia de otro empresario en la familia
Alcanzar un nivel de renta suficiente
Obtener altos rendimientos de renta
Ganar dinero en consonancia con esfuerzo
Tener un producto/ servicio adaptado al mercado
Buenas expectativas de mercado
Buena cultura empresarial
Las políticas del goobierno en educación y formación
Las políticas de la Administración respecto a infraestructura físicas
Las políticas de la Administración respecto a infraestructuras tecnológicas
Alcanzar la autorrealización
Contribuir a la sociedad
Aceptar un desafío
Exhibir las habiliadades personales
Obtener reconocimiento social
Autonomía
Prestaciones sociales que fomentan la creación
Las políticas nacionales en relación con la creación
Las políticas autonómicas en relación con la creación
La tramitación administrativa de la creación de empresas
La fiscalidad de la creación de empresas
Las normativas gubernamentales son predecibles
Análisis factorial - Muestra de mujeres
Contribución
de las
políticas
públicas
Necesidad de
logros
personales y
sociales
AutonomíaObtención de
rentas
Factores de
supervivencia
Calidad de
vida personal
Sector-
Amplitud
mercado
Experiencia
acumulada
Tamaño
empresarial
Aprendizaje
tecnológicoComunalidad
Fuente: Elaboración propia, datos de la encuesta.
14
Entre el séptimo y onceavo factor se encuentran los siguientes: el séptimo factor
denominado “tradición familiar” (3.28%) lo integran las variables: existencia de otro
empresario en la familia y la experiencia familiar relacionada con la actividad. Ambos
están correlacionados positivamente con el factor. En el octavo factor se encuentra el
factor denominado “sector-amplitud de mercado” (3.31%) integrado por las variables
sector de actividad y concentración de las ventas (tres clientes principales).El noveno
favor se denomina “experiencia acumulada” (4.28%) por las tres variables, que en este
orden, contiene: la edad del empresario, la edad de la empresa y porcentaje de acciones
en poder del accionista principal. Por tanto, los factores asociados a experiencias
anteriores (ya sean personales, laborales o familiares) son los que menos capacidad
explicativa presentan. El decimo factor, explicativo del 3.82% de la varianza esta
correlacionado positivamente con los estudios universitarios, el tamaño empresarial y
nivel de concentración de las decisiones. Esta relación positiva podría indicar que las
empresarias que terminan sus estudios universitarios utilizan mayoritariamente las
microempresas como forma jurídica y asumen la mayor parte de las decisiones, y a
medida que los negocios de las empresarias van creciendo en tamaño, estas empiezan a
descentralizar la toma de decisiones. A este factor se le ha denominado “tamaño
empresarial”. Por su parte, el onceavo factor (3.31%) incluye parte de las variables
asociadas a la experiencia profesional y el esfuerzo tecnológico realizado. A medida que
se adquiere experiencia en la gestión de un negocio y en la propia actividad se va
produciendo la incorporación de las últimas tecnologías, de ahí que el nombre que
reciba este factor sea “aprendizaje tecnológico”.
Cuadro 4. Comparación de los factores subyacentes de encuestas emprendedores y mujeres.
Conjunto de factores explicativos de la actividad emprendedora Emprendedores Mujeres
Contribución de las políticas públicas 1 y 2 1
Experiencia acumulada (I): Razones personales 9 9
Experiencia acumulada (II): Tradición familiar 8 7
Factor de supervivencia 7 5
Calidad de vida laboral 6 6
Necesidad de logros personales y sociales 3 2
Sector - Amplitud mercado 11 8
Obtención de rentas 4 4
Autonomía de las decisiones 5 3
Tamaño empresarial - 10
Experiencia profesional 10 -
Aprendizaje tecnológico - 11
Fuente: elaboración propia, datos encuesta.
15
Por su parte, en el cuadro 4, a efectos comparativos, se presentan los factores obtenidos
para la muestra representativa del conjunto de emprendedores españoles y la de muestra
de mujeres. La comparación de los factores obtenidos de la muestra de seguimiento
respecto a la muestra de mujeres apenas se producen grandes diferencias, salvo por
algún cambio en la ordenación de los factores y la menor importancia que le conceden
el colectivo de mujeres al desarrollo de las innovaciones tecnológicas, justificado por el
sector de actividad en el que desarrollan principalmente su actividad.
6. Agrupaciones de empresarios y características de cada grupo de empresarias.
Con los once factores identificados se ha realizado un análisis Cluster. El proceso de
generación de grupos por el algoritmo de Howard-Harris se presenta en el gráfico 1.
Esta metodología crea grupos homogéneos de individuos a partir del factor de mayor
varianza. La primea división se realizó a partir del factor 9, experiencia acumulada,
obteniéndose dos grupos (de 96 y 141 individuos respectivamente). En la segunda etapa
el factor 8, sector-amplitud de mercado, es el encargado de realizar la división,
obteniéndose en este caso tres grupos (83,93 y 61). En la tercera etapa el factor 10,
tamaño empresarial, proporciona cuatro grupos (69,47, 57 y 64). Finalmente, en la
cuarta etapa, a través del factor 7, tradición familiar, se obtienen los cinco grupos. La
validación de esta agrupación ha sido realizada a través de un análisis discriminante. A
continuación se presentan las notas características de los cinco grupos formados.
El primer grupo lo componen 49 empresarias. Este colectivo aparece definido
positivamente por la satisfacción de la necesidad de logros y reconocimiento social que
les reporta dirigir su propia empresa. Además cuentan con la mayor tradición familiar
en el sector de actividad en el que desarrollan la actividad. Por el contrario, apenas
consideran importante las políticas públicas para la creación de empresas y los factores
asociados a la supervivencia de la empresa. La baja valoración de estos dos últimos
factores podría venir explicada por la forma en la que entraron a la actividad, a través de
una herencia o una donación familiar. Por estas razones, se les ha denominado como
“empresarias de familia”.
El segundo grupo, formado por 45 mujeres empresarias se caracterizan por la alta
valoración que conceden a las políticas públicas para la creación de empresas, la
obtención de rentas en función al esfuerzo realizado así como la elevada consideración
de los factores determinantes para la supervivencia de la empresa. Por otra parte, son las
que menos valoran la capacidad de autonomía que supone la dirección de una empresa.
Además, la amplia experiencia profesional que demuestran y la escasa importancia
16
concedida a la capacidad para conciliar la vida familiar y laboral describen una tipología
de empresaria totalmente comprometida con su negocio. Por tanto, la marcada
dimensión económica del concepto de empresario presente en este conjunto de
empresarias hace que se les haya denominado “empresarias gestores”.
Gráfico 1. Proceso de generación de grupos en la muestra de mujeres
Fuente: elaboración propia, datos encuesta.
El tercer grupo, de 45 empresarias, se caracteriza por la escasa valoración del factor
asociado al sector y a la amplitud del mercado. Esta situación indica que se tratan de
empresarias dedicadas a actividades no comerciales. Del resto de factores explicativos
de la actividad emprendedora, aunque no presenta ningún valor extremo, destaca por la
baja atención al factor obtención de rentas y la alta experiencia personal adquirida en
otras actividades empresariales así como la importancia concedida al factor tecnológico
como medio para asegurar la supervivencia de la empresa. A este colectivo se les ha
denominado “empresarias industriales”.
Las 49 empresarias que componen el cuarto grupo, las de menos experiencia
profesional, valoran fundamentalmente la capacidad de autonomía y la facilidad para
17
conciliar la vida familiar y profesional que supone dirigir su propia empresa. Esta
valoración es compatible con la alta valoración que conceden a la experiencia
tecnológica, dado que las nuevas tecnologías permiten poder realizar muchas de las
actividades básicas del negocio desde el propio domicilio. Por esta razón, se le ha
denominado “empresarias adaptativas”, por la elevada capacidad de adaptación al
horario laboral y la elevada posibilidad de aprovechar oportunidades estratégicos que
ofrecen las tecnologías de la información y comunicación.
El quinto y último grupo, integrado por 51 empresarias, se caracteriza por ser las de
mayor edad personal y ser las empresas más antiguas. Destacan por ser las que menos
valoran el esfuerzo tecnológico, así como por la menor necesidad de exhibir logros y
obtener rentas. Estas notas definitorias parecen describir una tipología de empresaria
que lleva ejerciendo la misma actividad durante un dilatado periodo de tiempo y ha
sabido consolidarse en el mercado. Por esta razón se las ha denominado “empresarias
continuistas”.
7. Emprendedores y creatividad competitiva. El caso de las mujeres empresarias.
Puede establecerse la hipótesis de que cuanto mayor sea el dinamismo empresarial más
probabilidad hay de que los empresarios adopten estrategias creativas y con una apuesta
por la tecnología en la nueva reentrada al mercado. De los resultados de la encuesta, que
se muestran en el cuadro 5, se aprecia como existen diferencias significativas por género
en relación a las variables asociadas a la dinámica empresarial.
Cuadro 5. Variables de dinámica empresarial por género del empresario
Variables dinámica empresarial Muestra Seguimiento Muestra mujeres F de Snedecor
Creación de empresas 42,85% 23,62% 24,2488*
Número medio 2,33 2,07 19,5709*
Fracasos anteriores 15,36% 10,12% 3,4432*
Fracaso mismo sector 56,14% 45,83% 1,6908
* Nivel de significación: p<0.001 (Fuente: elaboración propia)
Puede apreciarse como el 42% de los empresarios de la muestra de seguimiento han
creado más de una empresa a lo largo de su experiencia profesional, frente al 23.6% de
la muestra de mujeres. No obstante, pese al menor dinamismo de las empresarias, en
términos medios, estas han constituido 2.07 empresas. En relación a experiencias
anteriores no exitosas también se aprecian diferencias significativas estadísticamente
entre ambas muestras. Así, el 15% de los empresarios de la muestra de seguimiento han
fracasado en alguna actividad anterior frente al 10% de las mujeres empresarias. Por
tanto, el mayor dinamismo tanto de creación como de destrucción de empresas, constata
18
un comportamiento normal de la demografía empresarial española, en que las entradas y
salidas son mayores en el colectivo formado mayoritariamente por hombres.
Por otra parte, considerando alguna de las características del tipo de producto que
realizan los emprendedores, el gráfico 2 proporciona información sobre el tipo de
producto que el empresario ofreció en el momento de constituir su empresa actual. Uno
de los factores que resulta decisivo para la supervivencia de la empresa en el mercado es
ofrecer un producto adaptado a las necesidades del consumidor. Cuanto mayor sea la
diferenciación y la innovación tecnológica incorporada al producto, mayor será la el
grado competitividad de la empresa.
Gráfico 2. Tipo de producto elegido en la creación de la empresa
Fuente: elaboración propia, datos encuesta.
En relación al tipo de producto, los empresarios suelen ser muy conservadores en la
elección del producto a diseñar y vender al ofertar mayoritariamente productos de baja
diferenciación. Los resultados de la encuesta ponen de manifiesto que apenas los
empresarios desarrollan productos creativos o soluciones que sean verdaderamente
novedosos en el mercado o satisfagan las nuevas necesidades de los usuarios. El 71% de
los empresarios que componen la muestra de seguimiento eligieron producir un bien o
un servicio estándar ampliamente conocido por el mercado. Sin embargo, este
porcentaje se eleva hasta el 77% en la muestra de mujeres. Por otro lado, el 13.7% de
los empresarios han ofrecido un producto/servicio conocido en el mercado, pero con la
introducción de algunas modificaciones o mejoras que le permitan diferenciarse de la
competencia. Esta situación sólo es reconocida por el 8.8% de la muestra de mujeres.
En relación a la introducción de productos o servicios que reamente supongan una
novedad, tanto a nivel internacional o nacional, no se aprecian diferencias significativas
en función del género del empresario. Apenas, solo un 15% de los empresarios
encuestados afirmar haber lanzado un producto totalmente nuevo, y en caso de hacerlo,
19
sólo uno de cada tres empresarios ha conseguido introducir una innovación en el
mercado internacional. Por tanto, puede observarse que el tipo de producto elegido por
la muestra de mujeres es menos innovador respecto al conjunto de empresarios
españoles, representados en la muestra de seguimiento. Esta menor creatividad podría
venir explicada por la mayor presencia de mujeres en sectores de actividad del sector
servicios tradicionales, en los que resulta difícil ofrecer algún tipo de innovación.
Para estudiar el esfuerzo tecnológico (gráfico 3) se ha analizado el grado de
compromiso de los empresarios con las innovaciones tecnológicas, ya sea a través de
llevar a cabo internamente este tipo de proyectos o mediante contratación externa con
centros o institutos especializados. No obstante, los resultados muestran un bajo
compromiso de los empresarios españoles con la tecnología, ya que el 68% de los
empresarios no ha realizado ningún tipo de actividad de I+D durante la vida la empresa.
Gráfico 3. Actividades de I+D realizadas por género
Fuente: elaboración propia, datos encuesta.
Este incremento de las actividades de I+D+i se produce mayoritariamente de forma
interna (24.8%), manteniendo los resultados respecto a la contratación externa (2.4%) y
la combinación de ambas estrategias (4.9%). La capacidad de diferenciación frente a los
competidores que pueden propiciar esas actividades hace que los empresarios sean
conscientes de la importancia de su desarrollo y prefieran desarrollarlas internamente,
obteniendo un Know-How propio y poco estandarizable. Por otro lado, si se aprecian
grandes diferencias por género respecto al compromiso con la innovación tecnológica.
En términos generales, tan solo el 17.3% de la muestra de mujeres manifiesta haber
realizado o contratado actividades de investigación y desarrollo durante el último
ejercicio económico, y se han implementado, con exclusividad, en la propia empresa.
En el gráfico 4 se recoge la frecuencia de respuestas respecto a las modalidades del
esfuerzo tecnológico realizado por las empresas. Destacan los trabajos de normalización
20
y control de calidad, que son desarrollados por una de cada dos empresas de la muestra
de seguimiento, y por una de cada tres mujeres. Seguidamente se sitúan los servicios de
información científica y técnica para las empresa de la muestra de seguimiento (30%) y
los estudios de mercado y marketing para la comercialización de nuevos productos para
la muestra de mujeres (27.4%). A continuación aparecen los trabajos de diseño, y
finalmente, los trabajos dirigidos a asimilar tecnologías importadas. Estas dos últimas
actividades apenas son desarrolladas por el colectivo de mujeres, con un 19,4% y un
10% respectivamente frente al 26.8% y el 21,2% de la muestra se seguimiento. No
obstante, si los resultados se homogenizan (dado que una empresa puede desarrollar
más de una actividad de innovación) puede verificarse como el colectivo de mujeres
prefieren desarrollar actividades de normalización y control de calidad así como
estudios de marketing, esto es, actividades más asociadas a innovaciones en el proceso
de gestión y comercialización del productos, mientras que los empresarios de la muestra
de seguimiento se encuentran más comprometidos con innovaciones asociadas al
proceso productivo, al prevalecer las actividades de informática técnica y científica así
como la asimilación de tecnologías importadas.
Gráfico 4. Modalidades de innovación realizada por los empresarios por género
Fuente: elaboración propia, datos encuesta.
Por otro lado, como indicador de empresas emergentes y creativas, se ha analizado la
existencia de acuerdos de cooperación de I+D+i con otras empresas o instituciones
especializadas (gráfico 5). El colectivo de mujeres, mantiene ese menor compromiso
con el ámbito del desarrollo tecnológico, ya que sólo el 8.86% de las mujeres ha
emprendido algún tipo de actividad tecnológica en colaboración con otras entidades. No
obstante, es posible encontrar diferencias significativas por género al analizar quienes
son los socios que se eligen para llevar a cabo las actividades de I+D+i. Así, la muestra
de mujeres ha realizado mayoritariamente (66% de los casos) los acuerdos con otras
empresas, especialmente las de grandes empresas y con “otros agentes”. Esta última
21
opción recoge una amplia variedad de socios, entre ellos: la empresa matriz, otras
instituciones públicas, fundaciones, clientes, proveedores, etc. Seguidamente, se prefiere
alcanzar acuerdos con universidades y centros de investigación (23%) y con otras
Pymes (19%). Por su parte, los empresarios de la muestra de seguimiento manifiestan
que sus acuerdos han sido en mayor medida con otras Pymes (35.8%) y con
Universidades (32%) y centros de investigación tecnológicos (24.5%). Por tanto, la
elección del tipo de socio descrito puede explicarse por aspectos de gestión de costes,
esto es, la colaboración con otras Pymes del sector permite ganar competitividad
aprovechando economías de escala, y por otra parte por economías de diferenciación y
apertura a la competencia a través de encargar proyectos con agentes tecnológicos
especializados.
Gráfico 5. Socios de los acuerdos de cooperación (en porcentaje)
22,64
35,84
32,07
24,52
13,2
33,33
19,04
23,8
14,28
33,33
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Con grandes empresas
Con PYMES Con universidades u otros centros de
investigación
Con centros tecnológicos
Otros
Seguimiento Mujeres
Fuente: elaboración propia, datos encuesta.
8. Mujeres y variables de creatividad por territorio.
Finalmente, se ha comparado las anteriores variables asociadas al comportamiento
creativo para el colectivo de empresarias en función de la localización geográfica de las
mismas, atendiendo a los criterios NUT. Concretamente se ha seguido la clasificación
territorial denominada NUT-1, que agrupa las regiones en unidades administrativas con un
mínimo de 3 y un máximo de 7 millones. El caso español se divide en las zonas de Madrid,
Centro (Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura), Este (Comunidad Valenciana,
Cataluña e Islas Baleares), Sur (Andalucía y Murcia), Noroeste (Galicia, Asturias y Cantabria),
Noreste (Aragón, País Vasco, Navarra y la Rioja) y Canarias. No obstante, las Islas Canarias a
efectos de los análisis se han considerado dentro de NUT Sur.
Puede apreciarse en el cuadro 6 que apenas existen diferencias entre las mujeres según su
clasificación territorial por NUT. El cuadro muestra en primer lugar la media del conjunto
22
nacional y la de las diferentes regiones, de tal forma, que si la media de una región es
superior/inferior a la media nacional se señala con un +/-. Asimismo, para indicar los valores
extremos se adiciona a cada resultado un “*”.
Cuadro 6. Características creativas de las mujeres emprendedoras por NUTS-1.
Estadísticamente, las únicas variables que se consideran significativas (a un 5% de
significación) son las relativas al desarrollo de actividades de I+D+i así como las
políticas de crecimiento a seguir en el futuro. Las empresarias madrileñas y las del
noreste son las que se encuentran más comprometidas con la I+D+i. Sin embargo, las
empresarias de la región Centro apenas desarrollan estas actividades, ni celebran
acuerdos de colaboración con otras entidades en materia de innovación o desarrollo. En
relación a las políticas de crecimiento a seguir en el futuro, destaca como las
empresarias del Noreste y las de Madrid son las que más alternativas consideran para
afrontar la actual situación económica, al combinar las políticas de crecimiento interno
con la subcontración de actividades y las estrategias de fidealización con
clientes/proveedores. Esto les permitirá una mejor adaptación estructural, al centrarse
aquellas actividades que verdaderamente les generen valor añadido.
Del resto de variables analizadas se destacan como las empresarias del Este son las que
en mayor medida han desarrollado productos novedosos en el mercado internacional . En
relación a la elección de la actividad empresarial según criterios estratégicos de
oportunidad en el tiempo, el lugar y el sector, se aprecia como la Comunidad de Madrid
Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 5 Grupo 6
Variables
Número de individuos 251 56 28 77 37 26 27
Nuevo en el mercado internacional 4,78% -* - +* - - -
Nuevo en el mercado nacional 11,95% + -* - +* - -
Conocido en el mercado nacional 7,97% + +* - -* + +
Estandar o ya conocido en el mercado 75,30% = -* + + +* -
Oportunidad estratégica Localización 52,19% +* - -* - + - 0,835
Oportunidad estratégica Tiempo 51,39% + -* - + - +* 0,259
Oportunidad estratégica Sector 43,42% + -* - - + +* 0,184
Acuerdos 9,96% + -* + - - +* 0,207
I+D+i 19,92% +* -* = + + - 0,01
Crecimiento interno 22,31% +* - - + -* = 0,058
Adquisición/Fusión de otras empresas 2,79% - + - -* + +* 0,044
Establecer alianzas de cooperación 7,57% + -* = + - +* 0,134
Subcontratación de actividades 9,16% + - + +* -* - 0,086
Estrategías con clientes/proveedores 14,34% + -* - - + +* 0,020
Menos de 5 96,41% = = -* + +* =
Más de 5 3,59% = = +* - -* =
Estrategías de crecimiento en el futuro (de las empresas que si realizan estas actividades)
Grupos obtenidos
Muestra
Global:
valores Significatividad
NUT 1
(Madrid)
NUT 2
(Centro)
NUT 3
(Este)
NUT 4
(Sur)
NUT 5
(Noroeste)
NUT 6
(Noreste)
Tipo de producto en la constitución
0,475
Elección del negocio por razón estratégica
Empresas con acuerdos de cooperación de I+D+i, desarrollo e innovación con otras instituciones
Empresas que realizan actividades especificas de I+D+i (internamente, por contratación externa o ambas)
Número de licenciados
0,241
23
es la región que aglutina la mayor parte de los emprendimientos por oportunidades
estratégicas territoriales, mientras que en el Noreste se concentran las decisiones
estratégicas de carácter temporal y sectorial. Por contra, las empresarias del Centro y del
Sur eligen de forma mayoritaria la alternativa empresarial por criterios distintos, tales
como motivaciones personales o de necesidad. Finalmente, el grado de compromiso con
la contratación de personal cualificado, las empresarias del Este son las que cuentan con
un mayor porcentaje de licenciados e ingenieros dentro de sus plantillas, a diferencia de
las empresarias de Noroeste en las que apenas un uno por ciento de su plantilla está
formada por personal cualificado. No obstante, estas notas características de las mujeres
empresarias se encuentran totalmente condicionadas por la tipología de actividad que se
concentran en unas regiones frente a otras, como por ejemplo, la mayor concentración
industrial de las empresas de la NUT-Este, especialmente, su industria textil y del
zapato.
9. Conclusiones.
La investigación, frente a otras tipologías empresariales, presenta la de las mujeres
emprendedoras más dinámicas y creativas, caracterizadas por la valoración de las
políticas de creación de empresas, la obtención de rentas en función al esfuerzo y la
consideración de factores de supervivencia. La experiencia profesional y la escasa
importancia concedida a la capacidad de conciliar vida familiar y laboral describen,
asimismo, una tipología de empresaria comprometida con su negocio. Asimismo, la
actual situación de crisis económica he ejercido su influencia al determinar los factores
argumentados por las empresarias. Por otro lado, la comparación de los factores
obtenidos de la muestra general de emprendedores respecto a la muestra de mujeres
apenas presenta diferencias, salvo algún cambio en la ordenación de los factores y la
menor importancia que concede el colectivo de empresarias al factor tecnológico.
Así, según el género del empresario puede afirmarse que las mujeres son menos
dinámicas en la creación de empresas, aunque aquellas que repiten como empresario
han abierto en términos medios dos empresas, de forma similar a la muestra general.
Las diferencias por género son significativas al considerar el compromiso de los
empresarios con el desarrollo de inversiones de I+D+i. Sólo dos de cada diez mujeres ha
desarrollado estas actividades en su empresa frente al 38% de empresarios de la muestra
representativa del tejido empresarial español. Esta tendencia se reproduce si se
considera el número de licenciados e ingenieros en la empresa, especialmente en el caso
de no poseer ningún licenciado (62% de las mujeres).
24
En relación a los cluster formados los resultados resultan significativos. En función de
los factores determinantes de la actividad emprendedora se deducen los siguientes cinco
grupos: empresarias de familia, gestoras, industriales, adaptativas y continuistas. De
estos, las empresarias industriales y adaptativas son las que presentan un mayor
compromiso con el desarrollo de políticas y acuerdos de colaboración en I+D, así como
en la formación del personal cualificado, como mejor manera para garantizar la
supervivencia de la empresa en entornos de recesión económica como los actuales.
Regionalmente, es necesaria una mejora de las políticas de promoción de la actividad
emprendedora y de estímulos a la I+D en las NUT Centro y Sur, con el fin de que las
empresarias de estas regiones se equiparen al resto de regiones en el aprovechamiento
de las oportunidades estratégicas en la localización, el momento o el sector.
Por tanto, las características de la mujer emprendedora descritas siguieren un mayor
esfuerzo y una actuación equilibrada por parte de las instituciones públicas para
involucrar a las mujeres empresarias en actuaciones innovadoras que refuercen el
entorno competitivo global (políticas de estímulo de I+D+i, de cooperación tecnológica,
de diseño de producto, de mejor del capital humano en la función universitaria o no
universitaria, de reforzamiento de clusters sectoriales y territoriales, entre otras) y
favorezcan el nacimiento y desarrollo de emprendedoras creativas schumpeterianas,
indispensables para el progreso e innovación del tejido empresarial y de la economía
nacional y regional.
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