Date post: | 25-Jul-2015 |
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MUNDODE
ECOS.
El mundo es un lugar de ecos si arrojamos ira, ira es lo que nos
vuelve; si damos amor, amor es lo que
recibimos.
El amor no debería ser exigente; de lo
contrario, pierde sus alas, no puede volar.
Se enraíza en la tierra y se vuelve muy terrenal; entonces es lujuria y proporciona mucha
desdicha y gran sufrimiento.
El amor no debería ser condicional, no habría que
esperar nada de él. Él mismo debería ser su razón de ser, no una recompensa
o resultado.
Repito, si tiene algún motivo ulterior, vuestro
amor no puede convertirse en un cielo abierto.
Se ve confinado a ese motivo; el motivo se
convierte en su definición, en su límite.
El amor sin motivo carece de limites: es puro júbilo,
exuberancia, es la fragancia del corazón.
Y que no haya deseo de conseguir ningún
resultado, no significa que estos no tengan
lugar;
acontecen, y multiplicados por mil, porque aquello que
le damos al mundo, nos vuelve rebotado a
nosotros.
El mundo es un lugar de ecos: si arrojamos ira,
ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es
lo que recibimos.
Pero ese es un fenómeno natural, no hace falta
pensar en ello.
Se puede confiar: acontece por su cuenta. Esta es la ley
del karma: se recoge aquello que se siembra; lo
que se da es lo que se recibe.
Así que no hay, necesidad de pensar en ello, es algo automático. Odiad, y os
odiarán. Amad, y os amarán.